Está en la página 1de 11

TRABAJO DE EXPOSICIÓN

 TEMA:

CAPITULO 8

“TORAX NO CARDIOLOGICO”

“MAMA”

 GRUPO: 3

 INTENGRANTES:

o GRACE BAQUE

o BRITANNY BRAVO

o ALEXIS PAREDE

 DR: DANIEL RENDON VALDEZ


Capítulo 8

Tórax no cardiológico

INTRODUCCIÓN

El tórax es un cilindro de forma irregular con una abertura superior que permite la

continuidad con el cuello y una abertura inferior que se encuentra cerrada por el

diafragma. Está formado por el esternón, el manubrio, el apéndice xifoides y los

cartílagos costales en la zona anterior, en la zona lateral, se encuentran los 12 pares de

costillas, y en la parte posterior, las 12 vertebras torácicas. Todas las costillas están

conectadas por las vértebras torácicas, las siete superiores están unidas por delante al

esternón por los cartílagos costales, y las costillas 8, 9, y 10 se unen a los cartílagos

costales inmediatamente por encima de ellas. Las costillas 11 y 12, a veces

denominadas flotantes, se unen por detrás, pero no por delante. El diámetro lateral del

tórax, en general, es mayor que el diámetro anteroposterior (AP) en adultos.

La cavidad torácica rodeada por la pared del tórax y el diafragma está subdividida en

tres compartimientos principales:

• Cavidad derecha.

• Cavidad izquierda.

• Mediastino.

Las cavidades pleurales están separadas por completo entre sí por el mediastino. Por

tanto, las alteraciones en una cavidad pleural no necesariamente afectan a la otra. Otra
de las características importantes de las cavidades pleurales es que se pueden prolongar

por encima del nivel de la primera costilla.

El vértice de cada pulmón se extiende hasta la raíz del cuello; como consecuencia de

ello, la patología en la raíz del cuello puede afectar a la pleura y pulmón adyacentes, y

las alteraciones en la pleura y pulmón próximos pueden afectar a la raíz del cuello. El

vértice de cada pulmón se encuentra de 2 a 4 cm por encima del tercio interno de la

clavícula. El borde inferior del pulmón cruza la sexta costilla por la línea media

clavicular y la octava por la línea media axilar. En la cara posterior, el borde inferior del

pulmón se sitúa aproximadamente a la altura de la apófisis espinosa de T10. El pulmón

derecho se divide en los lóbulos superior, medio e inferior, mientras que el izquierdo

sólo tiene dos lóbulos: superior e inferior.

La tráquea se bifurca en los bronquios principales a la altura del ángulo esternal por

la cara anterior y de la apófisis espinosa de T4 por la posterior.

Respiración. La respiración es automática, controlada por centros respiratorios del

tronco del encéfalo (bulbo raquídeo) que producen el impulso neuronal hacia los

músculos de la respiración. El principal músculo de la inspiración es el diafragma;

durante la inspiración, el diafragma se contrae, desciende en el tórax y expande la

cavidad torácica.

Los músculos de la parrilla costal también expanden el tórax, sobre todo los

escalenos y los músculos intercostales paraesternales. Durante el ejercicio y en algunas

enfermedades, se requiere de la participación de músculos accesorios; los músculos

esternocleidomastoideos y los escalenos pueden ser visibles.

EXPLORACIÓN FÍSICA
Inspección. Observe la forma del tórax y el modo en que se mueve, percátese del

color de la piel, advierta si hay pezones supernumerarios, busque cualquier patrón

venoso superficial que puede ser un signo de trastornos cardiacos o de obstrucción

vascular. Patrones respiratorios: 1. Determine la frecuencia respiratoria, en adultos debe

ser de 12 a 20 respiraciones por minuto.

2. Observe el ritmo de la respiración, tres segundos de duración para la inspiración,

dos segundos para la inspiración y un segundo de reposo (apnea).

Palpación. Cuando palpe el tórax, céntrese en las áreas dolorosas de la piel, la

expansión respiratoria y el frémito.


• Compruebe la amplexación y amplexión. Coloque los pulgares a la altura de la

décima costilla de cada lado y los demás dedos paralelos a la parte lateral y

anteroposterior. Cuando ponga las manos, deslícelas medialmente lo suficiente para

levantar un pequeño pliegue de la piel a cada lado, entre el pulgar y la columna

vertebral. Pida al paciente que inspire profundamente y observe la distancia entre los

pulgares a medida que se separan durante la inspiración y palpe la amplitud y la

simetría, se considera normal entre 2 a 5 cm de distensión.

• Palpe el frémito. Utilice la región metacarpofalángica de la palma para optimizar la

sensibilidad vibratoria de los huesos de su mano, coloque las manos en la línea

paravertebral a cada lado de la espalda y pídale al paciente que repita palabras graves

mientras palpa simétricamente.


Percusión. Es una de las técnicas más importantes en la exploración física, ayuda a

saber si los tejidos subyacentes se encuentran llenos de aire o de líquido, o si tienen una

consistencia sólida. Esta técnica se realiza tanto en tórax anterior como en el posterior.

Hiperextienda el dedo medio (las personas delgadas pueden percutir con el medio e

índice para incrementar el sonido) conocido como dedo plexímetro. Con la articulación

interfalángica presione de manera firme sobre la superficie que desea percutir. Recuerde

que el pulgar y los demás dedos no deben tocar el tórax. Coloque el antebrazo muy

cerca de la superficie, con la mano levantada. El dedo medio debe estar flexionado de

forma parcial, relajado y dispuesto a percutir. Golpee con la punta del dedo percutor, no

con la yema. El dedo percutor debe de estar casi perpendicular al plexímetro, retire
rápido el dedo percutor para no amortiguar las 125 vibraciones creadas. En el caso de

tórax posterior, evite las áreas sobre las escápulas, pues el grosor del músculo y del

hueso alteran las notas de percusión.

Auscultación. Es la técnica exploratoria más importante para evaluar el flujo de aire

por el árbol traqueobronquial. Pida al paciente que se siente erguido, si es posible, que

respire de forma lenta y profunda. En general, se prefiere el diafragma del estetoscopio

a la campana para auscultar los pulmones porque trasmite mejor los tonos, normalmente

de tono agudo, y porque ofrece un área de sonido más amplia. Apoye de manera firme

el estetoscopio sobre la piel

MAMA

Introducción
Las mamas son dos órganos simétricos, en forma hemisférica, situados en la mitad

superior de la superficie de la pared torácica, descansando principalmente sobre el

músculo pectoral mayor, desde la segunda costilla a la sexta o séptima y desde el

esternón hasta la línea axilar anterior.

La cara externa tiene el aspecto de la piel normal; en la porción central se encuentra

una formación papilar rugosa, el pezón, que está formado en su vértice por 15-20

orificios que son el final de los conductos galactóforos, éstos son el conducto excretor

de los 15 a 20 lóbulos mamarios.

Los pezones están rodeados por un área circular llamada areola que muestra

elevaciones denominadas tubérculos de Morgagni, glándulas sebáceas que con el

embarazo se hipertrofian y se denominan tubérculos de Montgomery. Del 80 al 85% de

la mama normal es grasa. Entre el tejido glandular y la piel existen tractos fibrosos que

proporcionan sostén a la mama denominados ligamentos de Cooper; por detrás de la

mama se encuentra el músculo pectoral mayor y posterior a este, el pectoral menor. Una

prolongación normal de la mama hacia la axila es llamada cola de Spencer.

La mama está irrigada por ramas de la arteria mamaria interna y de la arteria axilar.

El retorno venoso se efectúa hacia las venas mamarias internas, la vena axilar y en las

venas intercostales. El 75% de la linfa drena hacia los ganglios axilares y el resto hacia

los ganglios de la mamaria interna. Los ganglios axilares son aproximadamente de 15 a

40 ganglios.

Exploración física
La exploración por el médico se debe realizar cada año o cuando se detecte alguna

anomalía en la autoexploración. Debe realizarse en el periodo posmenstrual. En la

posmenopausia un día fijo cada mes. Para efectuar la exploración clínica se recomienda

seguir los siguientes pasos:

Inspección

Con el paciente sentado con los brazos apoyados sobre las caderas, inspeccione las

dos mamas, comparando el tamaño, la simetría, el contorno, el color, la textura, los

patrones venosos y las lesiones. En esta fase de la exploración se realiza tanto en las

mujeres como en los hombres. En las mujeres, levante la mama con las yemas de los

dedos, inspeccionando las caras inferior y lateral para determinar cambios en la textura

y el color de la piel.

La forma de las mamas femeninas es variable, de tal modo que pueden ser convexas,

péndulas o cónicas; a menudo una de ellas es ligeramente más pequeña que la otra. Las

masculinas, en cambio, suelen ser uniformes a la altura de la pared torácica, aunque en

algunos casos, sobre todo en sujetos con sobrepeso pueden presentar forma convexa. La

textura de la piel debe de ser lisa y el contorno ha de aparecer sin interrupciones. Las

alteraciones de este se aprecian mejor si se comparan ambas mamas.

Pezones y aréolas

Inspeccione las aréolas y los pezones tanto en las mujeres como en los hombres, las

aréolas han de aparecer redondeadas u ovales y deben de ser bilateralmente simétricas o

casi. Los tubérculos de Montgomery, dispersos, no sensibles y no supurantes

constituyen un hallazgo habitual. Si éstos no se presentan, la superficie areolar ha de ser

lisa. La mayor parte de los pezones están evertidos aunque en ocasiones los dos están

invertidos hacia el interior de la mama. En estos casos se debe preguntar si la inversión


es un rasgo permanente; la inversión unilateral reciente de un pezón previamente

evertido es un indicio de neoplasia maligna.

Palpación

La palpación debe efectuarse cuando el tejido mamario esté aplanado, por lo que la

paciente se colocará en decúbito supino. Utilice las yemas de los dedos del segundo,

tercero y cuarto dedos (índice, medio y anular) que se deben mantener ligeramente

flexionados. Aunque se puede seguir un patrón circular o en cuña, la franja vertical

constituye, en este momento, la técnica mejor validada para detectar las masas

mamarias. Palpe cada lugar explorado efectuando pequeños círculos concéntricos y

aplicando una presión ligera, intermedia y profunda. La exploración debe abarcar toda

la mama, incluidas la periferia, la cola de Spencer y la axila. Examine con cuidado las

siguientes características del tejido mamario

Los vasos linfáticos de casi toda la mama drenan hacia la axila. De entre los nódulos

axilares, los centrales son los que más a menudo se palpan. Se sitúan a lo largo de la

pared torácica, casi siempre en la parte alta de la axila, a la mitad de camino entre los
pliegues axilares anterior y posterior. Hacia ellos drenan los conductos de otros tres

grupos de ganglios linfáticos que rara vez se palpan:

• Ganglios laterales. Situados a lo largo de la extremidad superior del húmero.

Drenan casi todo el brazo.

• Ganglios subescapulares posteriores. Localizados a lo largo del borde lateral de la

escápula se palpan en la profundidad del pliegue axilar posterior; drenan la pared

posterior del tórax y una porción del brazo.

• Ganglios pectorales anteriores. Localizados en el borde inferior del músculo

pectoral mayor, dentro del pliegue axilar interno. Estos ganglios drenan la pared anterior

del tórax y gran parte de la mama.

Trabajos citados
Médica, P. y. (11 de 07 de 2022). Propedéutica y Semiología Médica. Recuperado el 13 de

JUNIO de 2022, de Propedéutica y Semiología Médica.

También podría gustarte