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Universidad de El Salvador

Facultad de Ciencias y Humanidades


Escuela de Ciencias Sociales curso: Psicología Social
Licdo. Gerardo Iraheta Rosales Lic. Ruben Artiga
Documento para estudio de clases
Elaborado y procesado por:

LA INTERACCIÓN PERSONAL: CONTEXTO Y PERCEPCIÓN

Definición de Interacción:

Cuando se menciona la palabra interacción, se refiere a la acción que se ejerce de forma


reciproca (que ambos se ven afectados el uno por el otro) entre dos o más objetos, personas,
funciones, roles, fenómenos, etc.

La interacción social:

Se define como interacción social al fenómeno por el cual los seres humanos se relacionan
entre ellos, esta establece la posterior influencia social que es recibida por cada persona. Por
lo tanto, la interacción social se entiende como el vínculo que existe entre las personas y que
son fundamentales para el grupo, de tal forma que sin ella la sociedad no funcionaría.

Frente a cualquier ámbito la interacción social es un fenómeno indispensable para la


existencia del ser, esto se debe a que los seres humanos necesitan de la interacción con otros,
incluso aquellos que se reúsan a conocer a más que un puñado de personas, la interacción se
encuentra de manera primitiva en la genética humana, siendo esta de las primeras señales en
manifestarse al momento de nacer.

Ejemplo: si un bebé no emite sonidos o señales de que tiene hambre y necesidades entonces
el adulto o persona que puede cuidar de él no tendrá idea de que este exige alguna interacción
que al final cumpla con aquello que molesta al bebé.

Para la rama de la sociología y psicología social, las formas de interacción no se limitan al


contexto familiar o de parentesco; incluye las relaciones laborales, políticas, en los clubes
deportivos o en los centros educativos.
La interacción forma parte del proceso por el cual se comunica socialmente de manera
objetiva las ideas o intenciones del otro; el empleo de las habilidades de interacción causa
una mayor capacidad de adaptación a un ambiente social donde existen individuos y grupos
de ellos que necesitan de ser comunicados y a su vez comunican temas específicos (creencias,
ideas, necesidades, etc.) que pueden ser objeto de malos entendidos produciendo conflictos
internos o externos.
Elementos que Componen la Interacción Social

• La relación en razón del status: es la relación entre las posiciones sociales, el


vínculo de la situación o el puesto que ocupa el individuo dentro de la sociedad con
relación de unos de otros. Además, se aplica a las asociaciones entre grupos,
categorías, organizaciones, clases.
• La relación en virtud del rol: se refiere a la interacción funcional recíproca que
sucede cuando los individuos desempeñan al mismo tiempo sus roles sociales
complementarios. Así, los roles de distintas personas se enfrentan y se vinculan, como
las relaciones entre padre-hijo, amigo-amigo o vendedor-cliente.
• La relación en virtud del proceso: son unas ciertas formas básicas de interacción
social. El término proceso determina una serie repetida de operaciones. Estos
procesos básicos de interacción social son: la cooperación, la asimilación, el
conflicto, la competición, la acomodación y la obstrucción.

- El trabajo como contexto psicosocial.

El trabajo constituye la actividad humana primordial y el marco de referencia crucial que


define el sentido de la existencia de los seres humanos. Las sociedades se organizan en
función del trabajo y las personas estructuran su vida en etapas y tiempos laborales. Es así
como el trabajo se constituye como el principal contexto moldeador de los seres humanos, a
través de su realización el humano se cambia así mismo, la principal raíz de su ser y su
quehacer. El sentido de ese hacer entre personas está condicionado desde su misma base por
el contexto laboral.
Hay que subrayar que el trabajo es el elemento crucial en el que las estructuras se hacen
concretas para las personas. Si se deja de lado ese contexto laboral, la interacción humana
queda abstraída de sus raíces inmediatas y privada del sello cotidiano que le da su forma
social concreta.

- Naturaleza del trabajo.

Desde el punto de vista social, el trabajo es la actividad más importante en la organización


de la vida humana. La vida de los individuos se articula alrededor del trabajo. Se dedica una
porción significativa de la vida para que el individuo se prepare para realizarlo. Todavía
después se dedicará mucho tiempo a seguirse formando en alguna especialización laboral o
en la actualización de sus conocimientos, todo ello en función de su trabajo actual o futuro.
Ya ejerciendo una ocupación laboral, el individuo determina su lugar de vivienda, la
organización de su tiempo, la distribución de sus otras actividades partiendo de las exigencias
del trabajo. De esta manera, el trabajo se constituye en el núcleo alrededor del cual el
individuo organiza su vida personal.

El trabajo también repercute en la organización de la vida social, esta se estructura


principalmente en función de este:

• Los recursos, su explotación y medios de producción definen los tipos de trabajo y la


dinámica de entre los trabajadores, empleadores, estatus y relación entre
instituciones.
• Las estructuras urbanas establecen una regulación de espacio (y aun de tiempo) en
función de las necesidades impuestas por el trabajo.
• Las mismas estructuras políticas se cimentan sobre la división del trabajo, que permite
la organización de los diversos núcleos poblacionales, la asignación de cargas y
responsabilidades, así como la distribución de bienes y beneficios.

El trabajo es la actividad que más organiza las relaciones humanas, estableciendo las
determinaciones fundamentales para la interacción. Mediante la apropiación social del
producto del trabajo, un sector de la población adquiere poder para imponer sus intereses,
mientras que la enajenación del fruto de su trabajo deja a otro sector de la población
impotente para avanzar sus intereses al interior del sistema social. Así, la división social del
trabajo en relación con la propiedad de los medios de producción separa a la sociedad en
grupos y clases contrapuestas, determinando quién dependerá de quién, a la vez de quién
manda y quién obedece.

En el campo psicológico, el trabajo es fundamental para que se desarrolle el ser humano. A


través de la acción, el ser humano toma el deber de aprender nuevas conocimientos y
habilidades necesarias para el desempeño de un trabajo. A través de la practica laboral, el ser
determina después el carácter y alcance del desarrollo de la persona.

El trabajo articulado socialmente como rol, constituirá el marco de referencia para que el
individuo establezca sus aspiraciones y su estilo de vida, para que perciba su propia identidad
y la identidad de las personas que él se relacionan. El trabajo logra que adquiramos una
perspectiva sobre lo que somos y lo que son los demás, sobre nuestros derechos y nuestros
deberes sociales, sobre el mundo y nuestra incardinación en él. A través del trabajo y el
impacto personal y social que logre, la persona llegara a su realización o a su frustración
existencial.

- El trabajo como raíz personal.

A través del trabajo, la persona se hace socialmente significativa, y se conoce como alguien
que aporta algo valioso a los demás (realización). Pero, si en lugar de asumir el trabajo como
expresión y proyección de su persona, el individuo tiene que integrarse al trabajo como un
elemento instrumental más, como parte insignificante y sustituible de una cadena productiva,
de una burocracia anónima, desaparece el carácter dotador de sentido del trabajo, que se
transforma en fuente de alienación, de enquistamiento y de desintegración personal.

Cuando Erikson (1966) define las edades del ser humano en relación con los conflictos
cruciales que en cada etapa debe resolver, el conflicto que caracteriza al periodo de madurez
es el de la generatividad frente al estancamiento. Para Erikson, la generatividad incluye tanto
la productividad como la creatividad humana, y se centra en el legado que cada persona
transmite a la siguiente generación. Resulta entonces lógico que el conflicto que caracteriza
la última etapa de la vida humana, según Erikson, sea el de la integridad del yo frente a la
desesperación:
La persona que logra realizarse como tal a través de su existencia, que lo es en forma
esencial a través del trabajo, mantiene su integridad humana, mientras que tiene que
alienarse día tras día en un quehacer rutinario o embrutecedor se va desintegrando objetiva
y subjetivamente.

Precisamente porque el trabajo juega un papel tan crucial en la definición de la existencia


personal, en lo que una persona puede llegar a ser mediante lo que hace, resulta tan grave la
falta generalizada de trabajo que se presenta como situación normal para una mayoría de
latinoamericanos. Así, uno de los problemas estigmatizados que se plantea a un sector muy
grande de la población salvadoreña es el de encontrar trabajo, y solo en segundo lugar el de
desarrollarse personalmente en el trabajo que se le ofrece. Para poblaciones vulnerables,
salvadoreñas, no hay realización o enajenación, sino la simple subsistencia. Solo después,
para aquel que tiene trabajo se le plantea el problema del sentido laboral.

- El trabajo como contexto.

El trabajo ubica al ser humano en un contexto material, en una situación material, física, en
una circunstancia específica (Hospital, oficina, puesto de ventas, call center, etc.). Este
contexto, como ha subrayado la psicología ecológica, constituye un marco ineludible que en
buena medida define las posibilidades y las exigencias de la actividad laboral que se han de
realizar y el grado de personalización que se puede poner en ese quehacer.
Ahora bien, la misma psicología ecológica apunta a un sentido más profundo: el mundo del
trabajo, cada mundo laboral concreto, constituye un sistema social específico con sus
intereses grupales, sus valores y sus principios, sus normas y su estilo de vida.

En otras palabras: Cada contexto laboral admite y aun exige un particular tipo de
comportamiento.

Cada contexto laboral propicia y reclama una forma característica de comportarse; es ahí
donde los intereses en juego se convierten en valores y los valores se traducen en expectativas
cuando no en exigencias normativas inapelables. El individualismo, la competencia o la
violencia para conseguir los objetivos de la empresa pueden ser impuestos a las personas en
determinados medios laborales. En otros medios imperará la ley del esfuerzo mínimo, la
exigencia de no rendir más de lo necesario, de encubrir al compañero, de medrar al calor del
anonimato y del nepotismo burocrático.
Todo ello va moldeando a la persona ya que su quehacer cotidiano no puede menos de
transformarse poco a poco en actitudes profundas y en opciones más o menos asimiladas.

Por encima de la determinación particular de cada contexto laboral está la determinación del
sistema de producción dominante que, en el medio salvadoreño, impone la producción y los
intereses del productor como criterio último del quehacer social.
La sociedad capitalista se organiza en función de lo que resulta mejor producir para lucrar
más, así tenga que someterse a la población a una continua presión para que acepte en su vida
innumerables objetos innecesarios. El individuo se someterá de este modo a las condiciones
más enajenantes en su trabajo con tal de lograr escalar los peldaños de la jerarquía social,
materializados como niveles de consumo cada vez mayor.

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