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.SERVICIO DE MISIÓN

1.1. Tipos de métodos

1.1.1. El auditorio de una sola alma


El Salvador no esperaba que se reuniesen congregaciones. Muchas veces empezaba
sus lecciones con unos pocos reunidos en derredor suyo. Pero uno a uno los
transeúntes se detenían para escuchar, hasta que una multitud oía con asombro y
reverencia las palabras de Dios pronunciadas por el Maestro enviado del cielo. El que
trabaja para Cristo no debe pensar que no puede hablar con el mismo fervor a unos
pocos oyentes que a una gran compañía.—El Deseado de Todas las Gentes, 162.
1.1.2. El toque personal
Hay que entrar en íntimo contacto con el pueblo por medio del esfuerzo personal. Si se
dedicara menos tiempo a sermonear, y más al servicio personal, se conseguirían
mayores resultados.—El Ministerio de Curación, 133.
Alcanzad a aquellos que os rodean por medio del trabajo personal. Trabad relaciones
con ellos. La predicación no realizará la obra que debe ser hecha. Los ángeles de Dios
os asistirán acompañándoos a las moradas de las personas a quienes visitéis.—
Testimonies for the Church 9:41.
1.1.3. El reavivamiento espiritual y la labor personal combinados
Cuando ocurre un reavivamiento en las iglesias, se produce porque alguien busca
fervorosamente la bendición de Dios. Tiene hambre y sed de Dios; pide con fe, y recibe
de acuerdo con ella. Empieza a trabajar con fervor, sintiendo su gran dependencia del
Señor, y las almas se despiertan para buscar una bendición similar.… Un alma, ganada
para la verdad, será el instrumento para ganar a otros, y habrá un resultado creciente
de bendición y salvación. Vuestro trabajo puede realizar mayor bien verdadero que las
reuniones más extensas si falta el esfuerzo personal. Cuando ambos tipos de obra se
combinan, con la bendición de Dios, puede hacerse un trabajo más perfecto y
acabado.—The Review and Herald, 13 de marzo de 1888.
1.1.4. Manifestad interés y simpatía
Con frecuencia las palabras bien preparadas y estudiadas tienen poca influencia. Pero
las palabras veraces y sinceras de un hijo o una hija de Dios, dichas con sencillez
natural, abrirán la puerta de corazones que habían estado durante mucho tiempo
cerrados.—Joyas de los Testimonios 2:402
1.1.5. Enviados de dos en dos
Llamando a los doce en derredor de sí, Jesús les ordenó que fueran de dos en dos por
los pueblos y aldeas. Ninguno fué enviado solo, sino que el hermano iba asociado con
el hermano, el amigo con el amigo. Así podían ayudarse y animarse mutuamente,
consultando y orando juntos, cumpliendo cada uno la debilidad del otro. De la misma
manera, envió más tarde a setenta. Era el propósito del Salvador que los mensajeros
del Evangelio se asociaran de esta manera. En nuestro propio tiempo la obra de
evangelización tendría mucho más éxito si se siguiera fielmente este ejemplo.—El
Deseado de Todas las Gentes, 303
1.2. La obra caritativa cristiana
La necesidad de querer seguir las huellas divinas
Muchos piensan que sería un gran privilegio visitar el escenario de la
vida de Cristo en la tierra, andar donde él anduvo, mirar el lago en cuya
orilla se deleitaba en enseñar y las colinas y valles en los cuales sus ojos
con tanta frecuencia reposaron. Pero no necesitamos ir a Nazaret,
Capernaum y Betania para andar en las pisadas de Jesús. Hallaremos sus
huellas al lado del lecho del enfermo, en los tugurios de los pobres, en
las atestadas callejuelas de la gran ciudad, y en todo lugar donde haya
corazones humanos que necesiten consuelo. Al hacer como Jesús hizo
cuando estaba en la tierra, andaremos en sus pisadas.—El Deseado de
Todas las Gentes, 579.
Jesús obraba para aliviar todo caso de sufrimiento que viese. Tenía poco
dinero que dar, pero con frecuencia se privaba de alimento a fin de
aliviar a aquellos que parecían más necesitados que él. Sus hermanos
sentían que la influencia de él contrarrestaba fuertemente la suya. Poseía
un tacto que ninguno de ellos tenía ni deseaba tener. Cuando ellos
hablaban duramente a los pobres seres degradados, Jesús buscaba a
estas mismas personas y les dirigía palabras de aliento. Daba un vaso de
agua fría a los menesterosos, y ponía quedamente su propia comida en
sus manos. Y mientras aliviaba sus sufrimientos, asociaba con sus actos
de misericordia las verdades que enseñaba, y así quedaban grabadas en la
memoria.—El Deseado de Todas las Gentes, 70.
1.3. Reslpado practico
El mejor ejemplo de como ser un líder misionero es Jesús, y el nos dejó
algunas características que deberíamos adoptar:
- Alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos y consolar a los
dolientes y afligidos.
- Inspirar esperanza a los descorazonados.
- Servir a los angustiados y oprimidos
Lo que se ha hecho en este ramo de trabajo es la obra con la cual todo
adventista debe simpatizar de todo corazón y darle su respaldo práctico,
uniéndose a ella con todo fervor. Al descuidar esta labor que se halla a
nuestro alcance, al rehusar llevar estas cargas, la iglesia sufre una gran
pérdida. Si ella hubiera emprendido el trabajo como debiera haberlo
hecho, los hermanos habrían sido los medios de salvar a muchas almas.—
Testimonies for the Church 6:295.
1.4. ¿Cuáles son las ordenes que nos ha dejado el señor por hacer?
Dios no quiso nunca que existiese la extensa miseria que hay en el mundo.
Nunca quiso que un hombre tuviese abundancia de los lujos de la vida
mientras que los hijos de otros llorasen por pan. Los recursos que superan
las necesidades reales de la vida, son confiados al hombre para hacer bien,
para beneficiar a la humanidad. El Señor dice:
- Vended lo que poseéis y dad limosna,
- Sed dadivosos
- Cuando haces banquee llama a los pobres, los mancos, los cojos y
los ciegos,
- Desata las ligaduras de impiedad,
- Dejar libres a los quebrantados,
- Parte tu pan con el hambriento
- Cuando vienes al desnudo, lo cubras

1.5. Receta efectiva para un alma angustiada


Muchos se preguntan por qué sus oraciones son tan inertes, su fe tan
débil y vacilante, su experiencia cristiana tan sombría e incierta. “¿Qué
aprovecha—dicen ellos—que guardemos su ley, y que andemos tristes
delante de Jehová de los ejércitos?” En el (capítulo 58) de Isaías, Cristo
demostró cómo puede cambiarse este estado de cosas. ... Versículos 6, 7.
—Joyas de los Testimonios 2:504.
Tal es la receta que Cristo prescribió para el alma que desmaya, duda y
tiembla. Levántense los pesarosos, los que andan tristes delante del
Señor, y socorran a alguien que necesite auxilio.—Joyas de los
Testimonios 2:504.
El amor de Cristo, manifestado en un ministerio de abnegación, será más
eficaz, para reformar al malvado, de lo que podría ser la espada o la corte
de justicia.—El Ministerio de Curación, 98, 99.
Hay muchos que yerran, y que sienten su vergüenza e insensatez. Miran
sus faltas y errores hasta ser arrastrados casi a la desesperación. No
debemos descuidar a estas almas. Cuando uno tiene que nadar contra la
corriente, toda la fuerza de ésta lo rechaza. Extiéndasele una mano
auxiliadora como se extendió la mano del Hermano Mayor hacia Pedro
cuando se hundía. Diríjansele palabras llenas de esperanza, palabras que
establezcan la confianza y despierten en ellos el amor.—Lecciones
Prácticas del Gran Maestro, 355.
Algunos evitan estas cargas necesarias. Pero alguien debe llevarlas; y
debido a que los hermanos en general no aman la hospitalidad y no
comparten igualmente estos deberes cristianos, unos pocos de corazón
generoso, y que alegremente se identifican con estos casos que
necesitan ayuda, se ven sobrecargados.—Testimonies for the Church
2:645.
1.6. Realidad de nuestros jóvenes por falta de servicio de misión

16 a 29 años es el agujero negro en la asistencia a las iglesias y un déficit


presente en la mayoría de las congregaciones. Entre muchas razones, los
estudios señalaron un motivo central: LA FALTA DE IDENTIDAD DE ESOS
INDIVIDUOS CON LA COMUNIDAD CRISTIANA.
'Los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles y no
agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en
lo que es bueno, para edificación, Por tanto, recibíos los unos a los otros, como
también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. Estoy seguro de vosotros,
hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad y rebosantes
de todo conocimiento, de tal manera que podéis aconsejaros unos a otros. '
Romanos 15:1-2,7,14

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