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Preparación de la Iglesia

Fundación las Delicias


Evangelismo
Lección 5
Justificación
 El Señor no obra para atraer a muchas almas a la verdad, a
causa de los miembros de la iglesia que nunca han sido
convertidos, y por aquellos que una vez estaban convertidos,
pero se han descarriado.—Testimonies for the Church 6:371
(1900). (Ev 85.3)
 Los que profesan creer en Cristo sacan a relucir gran cantidad
de escoria, que obstruye el camino de la cruz. No obstante
todo esto, hay personas tan profundamente convencidas, que
pasarán por todo desaliento y salvarán cualquier obstáculo a
fin de alcanzar la verdad. Pero si los que profesan creer en la
verdad hubiesen purificado sus mentes obedeciéndola, si
hubiesen sentido la importancia del conocimiento y del
refinamiento de los modales en la obra de Cristo, donde se ha
salvado un alma podrían haberse salvado veinte.—Joyas de los
Testimonios 1:455 (1876). (Ev 85.4)
1. Una Iglesia Trabajadora
Instruid primero a los miembros de la
iglesia
 Cuando trabaje donde ya haya algunos creyentes, el
predicador debe primero no tanto tratar de convertir a los
no creyentes como preparar a los miembros de la iglesia
para que presten una cooperación aceptable. Trabaje él
por ellos individualmente, esforzándose por inducirlos a
buscar una experiencia más profunda para sí mismos, y a
trabajar para otros. Cuando estén preparados para
cooperar con el predicador por sus oraciones y labores,
mayor éxito acompañará a sus esfuerzos.—Obreros
Evangélicos, 206 (1915). {Ev 85.5}
Algunas iglesia son un impedimento del
éxito
 Un grave y tal vez no sospechado impedimento para el
éxito de la verdad se halla en nuestras iglesias mismas.
Cuando se hace un esfuerzo para presentar nuestra fe a
los no creyentes, con demasiada frecuencia los miembros
de la iglesia quedan indiferentes, como si no fuesen
parte interesada en el asunto, y dejan que toda la carga
recaiga sobre el predicador. Por esta razón, la labor de
nuestros predicadores más capaces ha producido a veces
poco fruto. Pueden predicarse los mejores sermones que
sea posible dar, el mensaje puede ser precisamente lo
que la gente necesita, y sin embargo, no se ganan almas
como gavillas que presentar a Cristo. {OE 206.1}
Ilustración: Hombre muriendo en la
nieve
Ilustración: Hombre muriendo en la
nieve
 Una iglesia que trabaja es una iglesia que crece. Los miembros
hallan estímulo y tónico en ayudar a los demás. He leído que en
cierta ocasión un hombre, mientras viajaba en un día de invierno
por lugares donde la nieve se había amontonado en grandes
cantidades, quedó entumecido por el frío, que le estaba quitando
imperceptiblemente toda fuerza vital. Estaba casi congelado, y a
punto de renunciar a la lucha por la existencia, cuando oyó los
gemidos de un compañero de viaje, que también perecía de frío.
Su simpatía se despertó, y resolvió salvarlo. Restregó los helados
miembros del desdichado, y después de muchos esfuerzos logró
ponerlo de pie. Como el recién hallado no podía estarse de pie, lo
llevó en brazos, con simpatía, a través de amontonamientos de
nieve que él nunca hubiese pensado poder pasar solo. (OE 208.3)
Ilustración: Hombre muriendo en la
nieve
 Cuando hubo llevado a su compañero de viaje a un lugar de refugio,
comprendió repentinamente que al salvar a su prójimo, se había
salvado a sí mismo. Sus ardorosos esfuerzos para ayudar a otro habían
vivificado la sangre que se estaba helando en sus propias venas, y
habían hecho llegar un sano calor a sus extremidades. (OE 209.1)
 La lección de que al ayudar a otros nosotros mismos recibimos ayuda,
debe ser presentada de continuo con instancia a los creyentes nuevos,
por precepto y ejemplo a fin de que en su experiencia cristiana
obtengan los mejores resultados. Salgan a trabajar para otros los
abatidos, los que están propensos a creer que el camino a la vida
eterna es penoso y difícil. Los tales esfuerzos, unidos a la oración por
la luz divina, harán palpitar sus corazones con la vivificadora
influencia de la gracia de Dios, y sus propios afectos reflejarán más
fervor divino. Toda su vida cristiana será más real, ferviente y llena
de oración. (OE 209.2)
Al dar a otros crecemos
 Enseñen los predicadores a los miembros de la iglesia que
a fin de crecer en espiritualidad, deben llevar la carga que
el Señor les ha impuesto,—la carga de conducir almas a la
verdad. Aquellos que no cumplan con su responsabilidad
deben ser visitados, y hay que orar con ellos y trabajar por
ellos. No induzcáis a los miembros a depender de vosotros
como predicadores; enseñadles más bien a emplear sus
talentos en dar la verdad a los que los rodean. Al trabajar
así tendrán la cooperación de los ángeles celestiales, y
obtendrán una experiencia que aumentará su fe, y les
dará una fuerte confianza en Dios. {OE 211.1}
2. Una Iglesia Consagrada

Individualmente limpiada de pecado


Acán – Jos. 7:10-12
Ev 86 – Escudrinar sus corazones
Hechos 24:16 – conciencia libre de
ofensa
Salmos 139: 23, 24 – Examíname y
pruébame
Escudriñen todos sus corazones

 Donde se lleve a cabo una serie de reuniones, como ha


ocurrido en el caso de la obra evangelística realizada en Los
Ángeles, acérquese a Dios cada miembro de la iglesia.
Escudriñen todos sus corazones con ayuda de la luz que brilla
de la Palabra. Si se descubre algún pecado, haya confesión
y arrepentimiento. Esté cada colaborador bien preparado
para su trabajo. El Señor escuchará las oraciones y las
contestará. No piensen los miembros de la iglesia que ellos
deben recibir el beneficio de los esfuerzos realizados por la
persona que se sienta impresionada a trabajar por los que
han sido descuidados, aquellos en cuyo beneficio no se han
llevado a cabo esfuerzos especiales hasta ahora. (Ev 86.5)
Divisiones sanadas
 El Espiritu no está derramado cuando hay divisiones – 1 Cor. 3:3
 Tener comunión
 Hay muchos colaboradores de Dios a quienes no discernimos como
tales. Las manos de los ministros nunca han sido colocadas sobre
ellos para ordenarlos para la obra; sin embargo están llevando el
yugo de Cristo y ejercen una influencia salvadora al trabajar en
diversas formas a fin de ganar almas para Cristo. El éxito de
nuestra obra depende de nuestro amor a Dios y a nuestros
semejantes. En la misma medida en que haya acción armoniosa
entre los miembros de la iglesia, y en que se manifiesten el amor y
la confianza del hermano hacia el hermano, habrá fuerza y poder
en nuestra obra por la salvación de los hombres. ¡Oh, cuánto
necesitamos una renovación moral! Sin la fe que obra por amor no
podéis hacer nada. Que el Señor os dé corazones dispuestos a
recibir este testimonio. (TM 187.3)
3. Una Iglesia de Oración
Reuniones diarias de oración
 La siguiente instrucción se dio para la Iglesia de Los Ángeles, hace
alrededor de un año, cuando el Señor obraba con poder sobre la
gente por medio de las reuniones que se realizaban en carpas:
“Tenga la Iglesia de Los Ángeles diariamente reuniones especiales de
oración en favor de la obra que se está realizando. La bendición del
Señor descenderá sobre los miembros de la iglesia que participan en
la obra y cada día se reúnen en pequeños grupos para orar por su
éxito. En esta forma los creyentes obtendrán gracia para ellos
mismos, y la obra del Señor será impulsada hacia adelante”. (Ev 86.3)
 Así es como solíamos hacer. Orábamos por nuestras propias almas y
por los obreros que llevaban a cabo la obra. El Señor Jesús declara
que donde dos o tres se reúnen en su nombre, él está en medio de
ellos para bendecirlos. Haya menos palabrerío y más oración sincera y
fervorosa. (Ev 86.4)
 “Así que, Pedro era guardado en la cárcel; y la
iglesia hacía sin cesar oración á Dios por él…. Y
habiendo considerado esto, llegó á casa de María
la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre
Marcos, donde muchos estaban juntos orando.”
Hechos 12:5, 12.
 Poder en la oración en grupo –el principio y el fin
 Spurgeon – 100+ guerreros de oración
4. Una Iglesia de Apoyo

 Enlos lugares donde se realizan campañas de


evangelización como la que se realizó en Los
Ángeles, despejen los feligreses el camino del Rey
y contribuyan con sus recursos a la obra que debe
realizarse. Demuestren que viven en perfecta
armonía. Asistan a las reuniones provistos y
equipados para servir, listos para conversar con
cualquier persona que manifieste interés. Oren y
trabajen para las ovejas perdidas.—The Review
and Herald, 20 de diciembre de 1906. (Ev 87.1)

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