Está en la página 1de 15

ABRIL 2021

“Lo que estamos


aprendiendo y que
jamás
olvidaremos”
Por el presidente Russell M. Nelson
Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
 Si observan su vida con
espíritu de oración, creo
que verán las muchas
maneras en las que el
Señor los ha estado
guiando a través de estos
tiempos difíciles.
 Mis queridos hermanos, testifico que ciertamente Él ha
estado, y está, guiándonos todo el tiempo que
procuramos escucharlo. Él quiere que crezcamos y
aprendamos, incluso —y puede que especialmente— por
medio de la adversidad.
 La adversidad es una gran maestra. ¿Qué
aprendieron ustedes en los últimos dos años que siempre
querrán recordar?
Lección 1: El hogar es el centro de la fe
y la adoración
 A menudo, cuando el Señor nos advierte de los peligros de los
últimos días, nos aconseja así: “… permaneced en lugares santos y
no seáis movidos”. Esos “lugares santos” ciertamente incluyen los
templos del Señor y los centros de reuniones, pero como la
posibilidad de congregarnos en dichos lugares se ha visto
restringida de varias maneras, hemos aprendido que uno de los
lugares más santos de la tierra es el hogar, sí, incluso su propio
hogar.
 Hermanos, ustedes poseen el sacerdocio de Dios. “Los derechos del
sacerdocio están inseparablemente unidos a los poderes del cielo”.
Ustedes y sus familias han recibido ordenanzas del sacerdocio. Es
“… en [las] ordenanzas [del sacerdocio que] se manifiesta el poder
de la divinidad”. Este poder está a disposición de ustedes y sus
familias en su propio hogar si guardan los convenios que han hecho.
 ¿Alguna vez se han preguntado por qué el Señor quiere que
hagamos de nuestro hogar el lugar central para aprender y vivir el
Evangelio? No es solo para prepararnos para una pandemia y
ayudarnos a sobrevivir a ella. Las restricciones presentes que
afectan a las reuniones terminarán algún día.
 No obstante, su compromiso de hacer de su hogar su
santuario principal de fe no debe terminar jamás. A medida que la
fe y la santidad disminuyan en este mundo caído, aumentará su
necesidad de tener lugares santos. Los insto a seguir haciendo del
hogar un verdadero lugar santo y a “no se[r] movidos” de este
objetivo esencial.
Lección 2: Nos necesitamos unos a otros

 Dios quiere que trabajemos juntos y nos ayudemos mutuamente.


Por eso nos envía a la tierra en familias y nos organiza en barrios y
estacas, nos pide que prestemos servicio y nos ministremos unos a
otros y que vivamos en el mundo pero que no seamos del mundo.
Podemos lograr muchísimo más juntos que individualmente. El
plan de felicidad de Dios podría frustrarse si Sus hijos se mantienen
aislados los unos de los otros.
 A este respecto, los dos grandes mandamientos pueden servirnos de
guía: primero, amar a Dios; y segundo, amar a nuestro prójimo.
Demostramos nuestro amor por medio del servicio.
 Si saben de alguien que está solo, acérquense a esa persona aun
cuando ustedes también se sientan solos. No es preciso tener un
motivo, un mensaje ni un asunto que tratar; basta con que digan
hola y muestren su amor. La tecnología puede ayudarles. ¡Con
pandemias o sin ellas, cada preciado hijo de Dios necesita saber que
no está solo!
Lección 3: Su cuórum del sacerdocio está
para hacer más que solo reuniones
 Mis hermanos del Sacerdocio Aarónico y de los cuórums de élderes, amplíen la
visión de por qué tenemos cuórums. ¿Cómo desea el Señor que ustedes utilicen
el cuórum para llevar a efecto Su obra… hoy mismo? Procuren revelación del
Señor. ¡Sean humildes! ¡Pidan! ¡Escuchen! Si han sido llamados como líderes,
deliberen en consejo como presidencia y con los miembros del cuórum.
Cualquiera que sea su oficio en el sacerdocio o su llamamiento, dejen que Dios
prevalezca en su compromiso como miembro de su cuórum y en el servicio que
presten. Vivan con gozo la rectitud que llevarán a cabo al “estar anhelosamente
consagrados a una causa buena”. Los cuórums se hallan en una posición única
para acelerar el recogimiento de Israel a ambos lados del velo.
Lección 4: Se escucha mejor a Jesucristo
cuando estamos tranquilos
 Vivimos en una época, profetizada desde hace mucho tiempo, en
que “todas las cosas estarán en conmoción; y de cierto,
desfallecerá el corazón de los hombres, porque el temor vendrá
sobre todo pueblo”. Esto era así antes de la pandemia y seguirá
siéndolo después de ella; seguirá aumentando la conmoción en el
mundo. Por el contrario, la voz del Señor no es “una voz de un
gran ruido tumultuoso, [sino que es…] una voz apacible de
perfecta suavidad, cual […] susurro, y [penetra] hasta el alma
misma”. ¡Para poder escuchar la voz apacible deben estar
tranquilos!
 La pandemia ha cancelado de forma provisional las actividades
con las que llenaríamos normalmente nuestra vida. Tal vez pronto
podamos volver a escoger ocupar ese tiempo con el ruido y la
conmoción del mundo; o podríamos usar nuestro tiempo para
escuchar la voz del Señor susurrándonos Su guía, consuelo y paz.
Los momentos apacibles son momentos sagrados; será un tiempo
que facilitará que recibamos revelación personal y que infundirá
paz en nosotros.
 Sean disciplinados para pasar un tiempo a solas y con sus seres
queridos. Abran el corazón a Dios en oración. Dediquen tiempo a
sumergirse en las Escrituras y a adorar en el templo.
COMPROMISO
 Mis queridos hermanos, hay muchísimas cosas que el Señor quiere
que aprendamos de las experiencias que hemos tenido durante esta
pandemia, y yo solo he enumerado cuatro. Los invito a que hagan su
propia lista, que la consideren con detenimiento y que la compartan
con aquellos a los que aman.
TESTIMONIO

También podría gustarte