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Unidad didáctica 2

• •
La conc1enc1a

¿Qué aprenderás?
• ¿Cómo se relacionan el sistema nervioso y la conciencia?
• ¿Qué partes componen el sistema nervioso?
• ¿Qué grados de alteración de la conciencia hay?
• ¿Cómo podemos valorar la gravedad de un estado de inconsciencia?
Unidad didáctica 2. La conciencia

2.1. Los signos de compromiso vital


Cuando se produce una emergencia que requiere la intervención de equi­
pos sanitarios el primer paso es siempre la protección, y para conseguirla
se deben observar los riesgos de esa situación concreta y tomar las medi­
das de protección oportunas.

A continuación podemos iniciar la atención a la víctima y lo primero que


hemos de valorar es si su vida está en peligro inminente, es decir, si ob­
servamos signos de compromiso vital. Si lo está, iniciaremos las maniobras
de soporte vital para mantenerla con vida; si no lo está, seguiremos con
¡Tenlo otras valoraciones.
en cuenta!
Las funciones básicas que valoramos en emergencias para saber si existe
Lo primero que debemos compromiso vital, es decir, si la vida de la víctima corre grave peligro, son
hacer ante cualquier las siguientes:
víctima, una vez
comprobada la seguridad • Estado de conciencia. Identificar si la víctima está consciente o in­
de la zona, es determinar consciente es el primer paso en la atención de emergencias. El nivel
si su vida corre un peligro de conciencia depende del funcionamiento del sistema nervioso, que
inmediato. estudiaremos en esta unidad.

• La respiración. La función respiratoria es esencial para la vida ya que


aporta el oxígeno necesario para mantener vivos y activos los distin­
tos tejidos y órganos, y se ocupa de eliminar el dióxido de carbono
que estos generan en su metabolismo.
Una víctima que no respira requiere una intervención inmediata por­
que su vida corre serio peligro -el cerebro solo puede resistir unos
pocos minutos sin aporte de oxigeno-. En la UNIDAD DIDÁCTICA 3
explicaremos con más detalle la función respiratoria.

• La circulación. El sistema circulatorio realiza el transporte de oxíge­


no y nutrientes a todo el organismo y recoge los productos de de­
secho. La circulación puede verse interrumpida o disminuida debido
a un paro cardiaco o a causa de hemorragias graves que ocasionen
una pérdida significativa de sangre. En la UNIDAD DIDÁCTICA 4 expli­
caremos con más detalle la función circulatoria.

En la UNIDAD DIDÁCTICA 5 comenzaremos el estudio del soporte vital bási­


co, es decir, cómo debemos actuar en caso de víctimas que se encuentran
en situación de compromiso vital. Pero antes de desarrollar estos proce­
dimientos hemos de profundizar un poco en las características de las tres
funciones vitales que acabamos de citar: conciencia, respiración y circula-
ción, lo cual haremos en esta unidad y en las dos siguientes. -.....

¡Tenlo en cuenta!
Para saber identificar, interpretar y atender las lesiones o las patologías es
necesario conocer el funcionamiento normal -anatomía y fisiología- de los
aparatos y sistemas del cuerpo humano.

Actividades
1. Cita las tres funciones vitales y justifica brevemente su importancia.

�- �
. ;

2.2. El sistema nervioso


En una situación de emergencia sanitaria una de las cosas que primero
percibimos -y la que primero debemos observar- es el estado de concien­
cia de la víctima. Si una persona está consciente percibirá los estímulos
-una pregunta, un pellizco o una palmada- y será capaz de emitir una
respuesta -un sonido, un balbuceo, un gesto, etc.- .

Esta capacidad de percibir los estímulos y responder a ellos está regida por
el sistema nervioso.

El sistema nervioso está formado por una red de células especializa­


das que perciben, transmiten y procesan información sobre el entorno -
estímulos externos- y sobre el propio organismo -estímulos internos- y
generan la respuesta adecuada a cada situación.

Por ejemplo, si nos hacemos una pequeña quemadura en la mano, la


apartaremos inmediatamente de la fuente de calor. Los órganos de los
sentidos han percibido el calor, han transmitido esa información y se ha
generado una respuesta.

Lo mismo ocurre con muchos otros estímulos que generan distintas res­
puestas: hambre cuando el organismo necesita energía, salivación cuando
el alimento ya está en la mesa, movimiento cuando hemos de llevarlo a la
boca, etc.

Así pues las respuestas que genera el sistema nervioso son muy diversas,
pero podemos hacer una primera gran clasificación en dos bloques:

• Voluntarias. Son respuestas conscientes, que dependen de la volun­


tad de la persona, a estímulos sensitivos recibidos del medio externo.
La parte del sistema nervioso que las genera se denomina sistema
nervioso somático. Son ejemplos de estas respuestas: hablar, cami­
nar, masticar, etc.

• Involuntarias. Son respuestas automáticas del


organismo para autorregularse y no se pueden
realizar ni modificar a voluntad; los estímulos que
las provocan proceden de las vísceras y del medio
interno. La parte del sistema nervioso que las ge­
nera se denomina sistema nervioso autónomo.
Son ejemplos de estas respuestas: secreción sali­
val, ritmo cardiaco, secreción de hormonas, etc.

Estudiaremos brevemente cómo se producen es­


tas respuestas, aunque nos centraremos especial­
mente en las voluntarias, porque son las que nos
interesan para realizar una valoración neurológica
en una situación de atención en emergencias -las
involuntarias no nos aportan información sobre el
nivel de conciencia de la víctima-.

Fig. 2.1.
La masticación es una respuesta voluntaria;
la salivación es involuntaria.
Unidad didáctica 2. La conciencia

• 2.2.1. Las células nerviosas


El sistema nervioso está formado básicamente por células especializadas
i primero denominadas neuronas, que se encargan de recibir, procesar y transmitir
, conc,en­ información. Esta transmisión de la información se hace a través de seña­
estímulos les eléctricas.
mitir una
En la estructura de las neuronas distinguimos tres partes (FIG. 2.2):

�gida por • Cuerpo celular o soma, en el que se encuentra el núcleo de la célula


y la mayoría de los orgánulos.

• Dendritas, que son prolongaciones celulares, cortas y ramificadas.


�ializa- Constituyen el canal de entrada de los estímulos
1torno­
mos- y • Axón, que es una prolongación mayor, a veces muy larga, que a
menudo tiene múltiples terminaciones llamadas botones o terminales
del axón. Constituye la zona de conducción y salida de la informa­
ción.
nano, la
>S de los Fig. 2.2.
I y se ha Esquema de la unión
de dos neuronas.

ntas res­
I cuando
,arlo a la

diversas,
es:
!a volun­
externo. Axón

sistema
1r, cam,- ¡Tenlo en cuenta!
Las neuronas son células muy delicadas, ya que no pueden reproducirse -no se pueden crear nuevas neuronas
para sustituir neuronas dañadas-, por esta razón el sistema nervioso está resguardado por un complejo sistema
jeas del de protección, tal como veremos más adelante.
pueden
Jlos que
!lmedio
� las ge­
m2.2.2. Anatomofisiología
ónomo. del sistema nervioso
ión sali­
as, etc. El sistema nervioso podemos dividirlo en sistema nervioso central y siste­
ma nervioso periférico.
cen es­
special­ • Sistema nervioso periférico. Está constituido por los nervios que
¡ue nos recorren todo el organismo. Estos nervios reciben y transmiten estí­
ülógica mulos del exterior o del propio cuerpo -nervios sensitivos- y trans­
ias -las miten o ejecutan órdenes procedentes del sistema nervioso central
iObre el -nervios motores-.

• Sistema nervioso central. Recibe los distintos estímulos, los inter­


preta y genera una respuesta que, en forma de señal eléctrica y a
través del sistema nervioso periférico, llegará hasta los músculos o
las glándulas que deban ejecutarla. El sistema nervioso central está
compuesto por el encéfalo y la médula espinal.

/

Unidad didáctica 2. la conciencia .
,.
/'

El encéfalo
El encéfalo consta de tres partes: el cerebro, el cerebelo y el tronco ence­
fálico, que estudiaremos a continuación.

lóbulo parietal
Cerebro

Fig. 2.3.
Partes del encéfalo.

El cerebro

El cerebro alberga las funciones mentales avanzadas y es el responsable de


los movimientos en general, de las funciones viscerales, de la percepción,
del comportamiento y de la integración de todas las funciones.

El cerebro está dividido en dos hemisferios -derecho e izquierdo-, y se


compone a su vez de lóbulos cerebrales, que tienen funciones específicas:

• Lóbulo frontal, responsable del movimiento voluntario y de la for­


mación de la palabra.

• Lóbulo parietal, responsable del procesamiento de los datos sen­


soriales recibidos.

• Lóbulo occipital, que contiene el centro principal de la visión.

• Lóbulo temporal, responsable de la percepción y de la interpreta­


ción de los sonidos.

En la parte inferior del cerebro encontramos el sistema límbico, respon­


sable de los patrones de conducta -agresividad, miedo, apareamiento,
afecto, etc.- y de la memoria.

El cerebelo

El cerebelo ayuda a integrar los movimientos voluntarios, procesando e in­


terpretando datos que recibe de los ojos, de los oídos y del tacto. También
mantiene el tono muscular y el equilibrio.

El tronco encefálico

El tronco encefálico es la zona que conecta el encéfalo con la médula es­


pinal. Controla muchas de las funciones involuntarias -respiración, ritmo
cardiaco, etc.-.
Unidad didáctica 2. La conciencia

En el tronco encefálico se localiza el sistema reticular activador ascen­


dente (SARA), que es un grupo de neuronas que, entre otras funciones,
enee- regula los ciclos de vigilia y sueño y asegura la conexión entre algunas
zonas del cerebro y el tronco cerebral.

La médula espinal
La médula espinal nace en el tronco encefálico, transcurre por el interior
de la columna vertebral y termina al final de esta.

La médula espinal está formada por agrupaciones de fibras nerviosas, en­


tre las cuales distinguimos:

• Unas que transmiten los impulsos generados en el encéfalo hacia
el organismo. Desde ellas nacen nervios que van hacia las distintas
zonas del organismo para transmitir las órdenes.

• Otras que transmiten señales hacia el encéfalo. La médula espinal


recibe también nervios, que en este caso le aportan información sen­
sorial para que sea transmitida al encéfalo.

Los nervios que nacen de la médula espinal y los que llegan directamente
hasta ella se denominan nervios espinales o raquídeos.

La médula espinal contiene además centros nerviosos capaces de generar


respuestas muy sencillas, denominadas actos reflejos, que se producen
de manera automática, sin que intervenga la conciencia, ante un estímulo
)le de
externo. Generalmente los actos reflejos tienen como objetivo la protec­
Kión,
ción del organismo. Por ejemplo, retirar la mano del fuego que la está
quemando es un acto reflejo, que hacemos sin pensar, con el objetivo de
, y se proteger la mano de una quemadura.
íficas: -...__

a for- Documento 2.1


Los nervios o pares craneales
; sen- Además de los nervios espinales, hay otros nervios que parten directamente del sistema nervioso central, son
los denominados nervios o pares craneales.
Se trata de doce nervios periféricos, con funciones muy específicas, que nacen directamente del cerebro.

)reta- l. Olfatorio. Sensitivo. Olfacción.


11. óptico. Sensitivo. Visión.

,pon­ 111. Motor ocular común. Motor. Movimiento del ojo.


ento, IV. Nervio patético. Motor. Movimiento del ojo.
� V. Trigémino. Mixto. Sensaciones de la piel facial, masticación.
� VI. Motor ocular externo. Motor. Movimiento del ojo.
·. . VII. Facial. Mixto. Gusto y expresiones faciales.
I e in­ VIII. Estatoacústico. Sensitivo. Audición y equilibrio.
nbién
¡;j' IX. Glosofaríngeo. Mixto. Deglución, gusto, sensación de sed.
X. Vago. Mixto. Control de las vísceras.
XI. Espinal. Motor. Movimientos de la cabeza.
XII. Hipogloso. Motor. Movimientos relacionados con el habla.
a es­
ritmo

/. .
-
.l . 3��- Unidad didáctica 2. La conciencia
. ·, '" .,
•r< •r•r , A;��..
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• 2.2.3. Estructuras de protección
del sistema nervioso
El sistema nervioso central tiene una primera protección, las meninges,
que son tres capas membranosas que lo recubren. Entre las membranas
hay un líquido denominado líquido cefalorraquídeo. El conjunto de las
membranas y el líquido que hay entre ellas constituye un sistema de pro ­
tección del sistema nervioso central frente a choques y sacudidas, ya que
absorbe y dispersa los impactos, actuando como un amortiguador.

Además, el sistema nervioso central tiene también la protección de es­


tructuras ósea: el cráneo -que protege el encéfalo- y la columna vertebral
-que protege la médula espinal-. A continuación detallaremos las carac­
terísticas de estas estructuras.

¡Tenlo en cuenta!
En las emergencias sanitarias, es muy importante tener presente todo lo
relacionado con la protección del sistema nervioso central y su fragilidad,
ya que las lesiones en las estructuras óseas de protección pueden producir
lesiones graves en el sistema nervioso central. En consecuencia, debere­
mos manipular con mucha precaución a las víctimas para evitar producir o
agravar lesiones en estas estructuras.

El cráneo
El cráneo es una caja ósea destinada a alojar y proteger la parte más volu­
minosa y más noble del sistema nervioso, el encéfalo. Está esencialmente
constituido por ocho huesos, de los cuales cuatro son impares y otros
cuatro, pares.

• Huesos impares: frontal o corona, occipital, etmoides y esfenoides.

• Huesos pares: dos parietales y dos temporales.

Fig. 2.4.
Huesos que componen
el cráneo. Parietal

Etmoides
Occipital

Temporal

¡Tenlo en cuenta!
En la zona de la cabeza, además del cráneo y las primeras v�rtebras también encontramos el hueso hioides,
que es un hueso impar que localizamos en la parte anterior del cuello. Es convexo por delante, cóncavo por de­
trás y adopta la forma de U mayúscula.
Unidad didáctica 2. La conciencia

La columna vertebral
La columna vertebral o columna raquídea o raquis es la protección ósea
de la médula espinal. Está constituida básicamente por una sucesión de
!ninges, estructuras óseas, denominadas vértebras, de las cuales la especie huma­
1branas na tiene 33 o 34.
) de las
de pro­ Cada una de las vértebras tiene un agujero en su interior, y todos esos
ya que agujeros están alineados para formar el canal vertebral, a través del cual
pasa la medula espinal.

de es­ El alineamiento de las vértebras no es totalmente recto, lo cual hace que


�rtebral en una vista lateral observemos cuatro curvaturas en la columna vertebral:
; carac- cervical, dorsal, lumbar y sacro-coxígea.

Estas curvaturas delimitan y dividen la columna vertebral en cuatro porcio­


nes: columna cervical, columna dorsal, columna lumbar y columna pélvica.

ldolo • La columna.cervical. Está formada por las


idad, 7 primeras vértebras, que se denominan,
tducir en general, cervicales.
b�re­
�or o Las dos primeras reciben además nombres
Columna cervical propios, ya que tienen características mor­
fológicas diferenciadas: la primera vértebra
cervical se denomina también atlas, y la se­
gunda, axis.

• La columna dorsal. Está formada por 12


5 volu­
vértebras dorsales o torácicas. Estas vérte­
mente
bras contribuyen a la formación de la caja
· otros
torácica.

• La columna lumbar. Está formada por 5


oides.
Columna dorsal vértebras lumbares, que se articulan en la
zona inferior con el hueso sacro.

• La columna pélvica. Está formada por 9


o 1 O vértebras pélvicas o sacras.
Mientras que las demás vértebras son in­
dependientes, estas están soldadas entre
ellas, formando dos estructuras denomina­
das sacro y coxis.
Sacro. Es un hueso plano que en rea­
lidad está formado por la fusión de 5
vértebras sacras.
Columna lumbar
� Coxis. Es el último hueso de la columna
vertebral y está formado por la fusión
de 4 o 5 vértebras. Se articula por en­
cima con el sacro, mientras que el resto
del hueso está libre.

Sacro
Columna pélvica
�des,
�de- Fig. 2.5.
Coxis Columna vertebral: curvaturas y
porciones en que se divide.

).
. '
t,

Documento 2.2
Las curvaturas, de la columna vertebral
En las situaciones de emergencia podemos observar alteraciones de la
columna vertebral, pero hemos de tener en cuenta la posibilidad de que
la curvatura anómala sea previa al accidente.
Podep¡/{os observar la columna vertebral desde el frente -plano frontal- o
lateralmente -plano sagital-.
En una observación frontal, se considera normal una desviación de la
vertical de hasta 10 º. Si la desviación es superior se considera anormal y
se denomina escoliosis.
En una observación lateral, la columna presenta tres curvaturas fisiológi­
cas. Una cervical de concavidad posterior, una dorsal o torácica de con­
vexidad posterior yuna curva lumbar de concavidad posterior.
La zona cervical es muycorta yno presenta problemas de curvatura.
La zona dorsal presenta de forma normal una curvatura que oscila entre
20 º y 50 °. Cuando la curvatura es superior se habla de cifosis.
Finalmente, la curvatura de la zona lumbar oscila entre 20 º y 55° y se
considerá anormal cuando supera los 55 ° . Esta alteración se denomina
lordosis.

Actividades
2. El sistema nervioso recibe estímulos ygenera respuestas. Completa con cinco ejemplos la tabla siguiente:

Estímulo Respuesta

3. Justifica por qué las neuronas son células muydelicadas yexplica cómo las protege nuestro cuerpo.

4. Completa la siguiente frase:


El sistema nervioso se divide en central y. ... . ., .. .
....-.. . .. .... ...... El.. ...... _ __ forma parte del sistema
nervioso central, ya su vez está compuesto por el..... ... . ...., ...,el_ _ ..... .. ...... . ..... yel tronco encefá-
lico. El otro componente del sistema nervioso central es la .. ........ .. ............. ... .. ... .

S. Explica de qué está compuesta la médula espinal yqué función tiene en nuestro organismo.

6. Dibuja, de forma esquemática, la silueta de la columna vertebral en una vista lateral y señala sobre ella las
cuatro porciones en que se divide,indicando el nombre que recibe cada una de ellas.

7. Indica si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas:


a) El sistema nervioso mantiene ycontrola las funciones corporales con respuestas voluntarias yautónomas.
b) El sistema nervioso se divide en central yperiférico. El sistema nervioso central está compuesto por el ce­
rebro yla médula espinal.
c) El sistema nervioso periférico está compuesto por los nervios motores ysensitivos.
d) El cráneo es una caja ósea destinada a alojar yproteger la parte más voluminosa ymás noble del sistema
nervioso, el cerebelo.
Unidad didáctica 2. La conciencia

2.3. Los trastornos de la conciencia


ie la El sistema nervioso permite al organismo captar estímulos internos y ex­
que
ternos y responder a ellos.

al- o Los estímulos internos producen respuestas involuntarias -como por


ejemplo, segregar una hormona o salivar- y, por tanto, no nos sirven para
le la valorar el nivel de conciencia de la persona.
1al y
Los estímulos externos, en cambio, producen respuestas voluntarias y con­
ógi­ trolables que sí nos resultan útiles para conocer el grado de conciencia, ya
:on- que requieren de la participación de la persona para producirse.

ntre
2.3.1. La conciencia
pe La conciencia es el estado de una persona en el cual obtenemos de ella
1ina respuestas normales a los estímulos externos.

Desde el punto de vista fisiológico, la conciencia depende de que funcio­


nen correctamente dos estructuras:

* Los dos hemisferios cerebrales. En ellos residen la mayoría de las


·- funciones cognitivas como el cálculo, la abstracción, el juicio o la me­
moria. Podríamos decir, de manera figurada, que alojan los contenidos
de la conciencia.

* El sistema reticular activador ascendente (SARA). Como ya he­


mos explicado, el SARA es un grupo de neuronas del tronco. Su papel
en la conciencia es de activador, debido a que regula los ciclos de vigilia
y sueño.

Las patologías o lesiones que afecten a alguna de estas dos estructuras


podrán ocasionar trastornos en la conciencia.

Fig. 2.6. 2.3.2. Los trastornos de la conciencia


El SARA regula los ciclos
de vigilia y sueño. Los trastornos de conciencia son aquellas alteraciones del sistema
fma
�fá- nervioso que se manifiestan como ausencia de respuesta o en forma de
respuestas in�decuadas a los estímulos externos.

La valoración del estado de conciencia se obtiene inicialmente formulando


� las preguntas sencillas a la víctima -estímulos auditivos- y observando si con­
¡Tenlo testa o no, y si lo hace de forma coherente.
en cuenta!
El estímulo doloroso en Si no obtenemos respuesta a los estímulos auditivos recurrimos a los es­
as. ningún caso debe lesionar tímulos dolorosos. La respuesta normal sería que se produjera un acto
r a la víctima. Puede ser un reflejo, para proteger el organismo de la agresión; si se produce significará
ce-
pequeño pinchazo, un que las conexiones nerviosas y la médula espinal -donde se generan los
pellizco, aunque lo más actos reflejos- están íntegras.
habitual es presionar una
mia de sus uñas utilizando un Las respuestas que obtengamos a los estímulos que aportamos a la vícti­
objeto romo. ma nos permitirán determinar si sufre un trastorno de conciencia y esta­
blecer de qué grado.

,1
• Unidad didáctica 2. La conciencia
. ,
t,

Grados de alteración de la conciencia


Los principales grados de alteración de la conciencia que encontraremos
son los sig ·entes: � �()..)(.11.__V\t'A
oA tL • 1 ¡ ,�Vv
1(J . )>¡V/µ. " i,..q LJ1../Jc. c;{1 ':--
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,.$ ......, ,.
\ ¡.:_/J,fa 1!/.:,.._ \J',,V.,
..-:_s
• Somnolencia. La víctima manifiesta una tendencia al sueño, pero
responde adecuadamente a órdenes simples o complejas que le da­
mos y también a los estímulos dolorosos.
tl) 1\ li � �c:./11A
• Confusión. La víctima es incapaz de pensar con la claridad y veloci­
dad usuales, se siente desorientada y tiene dificultades para prestar
atención, recordar y tomar decisiones.

• Estupor. La víctima está casi inconsciente y solo se despierta bre­


vemente cuando la estimulamos de forma enérgica y repetida. En el
momento en que se despierta responde de manera lenta e incohe­
rente.

• Coma. La víctima no responde a estímulos, aunque mantiene las


funciones vegetativas -circulación, respiración, etc.-. Hay una pérdi­
da total o parcial de la conciencia.

Fig. 2.7.
Existen diversos grados de Causas de la inconsciencia
alteración de la conciencia
que es importante El estado de coma o inconsciencia puede tener distintas causas, ya sea a
saber identificar. causa de lesiones provocadas por accidentes o bien patologías orgánicas.

En general, podemos clasificar las causas de inconsciencia en tres grupos:

• Lesiones orgánicas del encéfalo. Como ya hemos explicado, las


lesiones en los hemisferios cerebrales o en el SARA ocasionan tras­
tornos de la conciencia.
Estas lesiones se pueden producir por hemorragias, traumatismos,
falta de riego sanguíneo por PCR, infecciones, tumores, etc.

• Trastornos metabólicos. En este caso no hay ninguna lesión or­


gánica en el encéfalo, pero una concentración inadecuada de al­
guna sustancia provoca que su funcionamiento sea anómalo. Por
ejemplo, la falta de oxígeno o el exceso de dióxido de carbono,
glucosa o urea.

• Intoxicaciones. Algunas sustancias externas pueden ocasionar si­


tuaciones de inconsciencia, por el mismo mecanismo que los trastor­
nos metabólicos.
En este caso las sustancias responsables no son endógenas sino ex­
ternas: drogas, tóxicos, medicamentos, etc.

Actividades
8. · Cita los cuatro trastornos de grados de alteración de la conciencia que conoces y explica brevemente qué
caracteriza a cada uno.

9. Explica cuál es el papel de los hemisferios cerebrales y del sistema reticular en el mantenimiento de la con­
ciencia.

10. Cita cinco ejemplos de enfermedades o lesiones que puedan afectar al estado de conciencia de una perso­
na:
Unidad didáctica 2. La conciencia

·aremos
2.4. Valoración del nivel de conciencia
l.,
Para facilitar la labor de determinar el grado de conciencia de una víctima
,4··�

o, pero podemos utilizar escalas, que nos guían de forma sencilla. Las escalas más
�le da- utilizadas son la escala AVO/ o la escala de Glasgow

veloci­ 111 2.4.1. La escala AVDI


prestar
La escala AVDI es una escala sencilla, que se usa en el ambiente prehos­
pitalario. Las siglas que componen su nombre y se usan para identificar a
ta bre- las víctimas corresponden a: Alerta, estímulo Verbal, estímulo Doloroso e
3. En el Inconsciencia.
ncohe-
• A: la persona está alerta. Es capaz de responder espontáneamen­
te a todos los estímulos del medio. Si se le pregunta sabe su nombre,
�ne las la fecha y el lugar donde se encuentra. Es el nivel de conciencia en el
pérdi- cual estamos cuando nos encontramos despiertos.

• V: la persona responde a estímulos verbales. La respuesta· no


es coherente, sino que consiste en frases confusas o, incluso, ruidos
incomprensibles. Puede o no estar ubicada en el tiempo y el espacio.
Puede tener los ojos cerrados y responder solo cuando le hablamos
i sea a y la tocamos. Este estadio incluye los grados de alteración de la con­
3nicas. ciencia de somnolencia y de confusión.
¡Tenlo
rupos: en cuenta! • O: la persona responde a estímulos dolorosos. No obtenemos
Esta evaluación permite respuesta al hablarle o sacudirla, pero observamos respuesta a los
do, las estímulos dolorosos. La persona está en estado de estupor.
tener una idea clara del
n tras- estado neurológico de la
víctima de forma rápida y • 1: la persona está totalmente inconsciente. No obtenemos res­
ismos, sencilla. puesta a ningún tipo de estímulo. La persona está en estado de
coma.

ón or­ Identificar en qué fase de la escala AVDI se encuentra una víctima es uno
de al­ de los elementos que componen la realización de un mínimo examen neu­
o. Por rológico.
bono,

1ar si­
·astor-

10 ex-

qué

i con- Fig. 2.8.


La determinación del grado
de conciencia según la escala
terso- AVO! es una herramienta
muy útil para la valoración
del estado de la víctima.

/·1
Unidad didáctica z. La conciencia . ( .

.�
2.4.2. Escala de Glasgow
La escala de coma de Glasgow es una escala de valoración un poco más
compleja que la AVDI, aunque es muy utilizada.

Parámetros y puntuaciones de la escala de Glasgow


Para realizar la valoración con la escala de Glasgow debemos valorar tres
parámetros: respuesta motora, respuesta verbal y apertura de ojos. El pro­
cedimiento es el siguiente:

• Para cada uno de estos tres parámetros la escala nos da varias opcio­
nes de respuesta, que son las siguientes:

ro---- -- --- - - ... -·-· -· ------ -r---- -- - - .....- ----- -- -· --

Respuesta motora j Respuesta verbal Apertura de los ojos

1 5
Localiza
j
.1
;.:,,ca -

Flexión ano rmal·------- 3 r Sonido���:o�prens1bles 2 t N_3 respuesta_


�} _____ __ ...... _1_1
; j
l Respues�_e:t_:_�so ra ------�....:._-� ��-respuesta_ _1__ I
a
:_ N_? r::p�st __________L�_I

Seleccionamos para cada parámetro la respuesta que observemos


en la víctima.

• Anotamos la puntuación que corresponde a cada una de las tres


respuestas.

• Sumamos las tres puntuaciones. El resultado que obtenemos es el


grado de conciencia en la escala de Glasgow.

La máxima puntuación que nos puede resultar es 15, que es la suma de los
valores máximos de cada categoría (6 + 5 + 4). En función del resultado
distinguiremos entre:

Fig. 2.9.
La escala de Glasgow
es un instr umento muy
útil en el triaje previo a
la hospitalización.
Unidad didáctica 2. La conciencia• ,,

• Glasgow leve. La puntuación está entre 15 y 13.


Glasgow moderado. La puntuación está entre 12 y 9.
más
• Glasgow grave. La puntuación es de 8 o menos y la persona está
en coma.
N Aparte de esta escala de Glasgow, que está pensada para personas adul­
tas, también hay escalas de Glasgow modificadas para niños y niñas y
tres
lactantes quienes, por su edad, no pueden expresar el dolor que sienten
pro-
ni describir dónde lo padecen. (Doc. 2.3)
Documento 2.3
)CIO- Escala de Glasgow modificada para lactantes
Los lactantes, y también los niños y niñas muy pequeños, necesitan una escala adaptada, ya que sus respuestas

en condiciones normales son distintas a las de las personas adultas. En estas víctimas podemos usar la siguiente
tabla:
4

3 Respuesta motora Respuesta verbal Apertura de los ojos

2 Movimientos espontáneos 6 Balbuceo 5 Espontánea 4

Retirada al tocar 5 Llanto irritable consolable 4 A la voz 3

Retirada al dolor 4 Llanto al dolor 3 Al dolor 2

Flexión anormal 3 Quejidos al dolor 2 No respuesta


Extensión anormal 2 No respuesta
mas No respuesta

La valoración de la puntuación es la misma que cuando usamos la escala para personas adultas.
tres

�s el El uso de la escala de Glasgow


La escala de Glasgow inicialmente se usaba en soporte vital básico para
¡Tenlo medir el nivel de conciencia de una persona que había sufrido un trau­
e los
Eado
en cuenta! matismo cráneo-encefálico. Hoy en día su uso se ha extendido y se utiliza
Diversos estudios también para valorar lesiones patológicas, no causadas por traumatismos.
coinciden en afirmar que
la escala de Glasgow es Sin embargo, y a pesar de su extendido uso, se han descrito importantes
una buena herramienta' limitaciones en esta escala. Cabe resaltar que es una medida del nivel de
para predecir la mortalidad conciencia y no de la gravedad del daño cerebral total, ya que solo valora
intrahospitalaria y un la lesión de los hemisferios cerebrales.
instrumento útil para
el triaje previo a la Esto significa que para obtener información sobre el tronco cerebral de­
hospitalización. beremos realizar otras exploraciones, como la yaloración de la reactividad
pupilar, la exploración motora y la valoración del patrón respiratorio.

Actividades
11. Indica a qué corresponden las siglas AVDI. Caracteriza cada uno de los estadios.

12. Estás atendiendo a una persona inconsciente. No te responde, pero emite sonidos incomprensibles y si le
presionas una uña de la mano con un objeto romo reacciona apartando la mano y abriendo por un instante
los ojos. ¿Qué grado de la escala de Glasgow correspondería a su estado? ¿Y en la escala AVDI? ¿Qué grave­
dad tendría su estado?

13. Práctica. En parejas, realizad una simulación de una valoración mediante la escala de Glasgow. Uno de los
componentes de la pareja finge estar inconsciente y el otro lo evalúa utilizando la escala de Glasgow.

I
. .{

2.5. La exploración de personas inconscientes


Hay varias valoraciones y exploraciones que son determinantes para es­
tablecer el grado de inconsciencia. Las que nos aportan más información
son la valoración de la reactividad pupilar, la exploración motora y la valo­
ración del patrón respiratorio.

• 2.s.1. Valoración de la
reactividad pupilar
La exploración de las pupilas es fundamental en la exploración de perso­
nas con trastornos de conciencia, ya que nos permite valorar si la causa
es una lesión orgánica en el cerebro -hemorragia, traumatismo, tumores,
etc.-, o si la causa es metabólica o tóxica -coma diab$tico, intoxicación
por drogas o alcohol, etc.-.

Dilatación y contracción de las pupilas


Las pupilas tienen la capacidad de contraerse y dilatarse en función de la
luz que reciben. Las dos pupilas tienen el mismo tamaño (pupilas isocóri­
cas) y, en condiciones normales, cuando estimulamos una de ellas con luz
se produce un reflejo que hace que ambas pupilas se contraigan (reflejo
consensuado).

Para que se produzca este reflejo es necesario que los pares craneales
que lo transmiten y las estructuras encefálicas que lo producen funcionen
correctamente.

Las respuestas inexistentes o inadecuadas serán indicativas de alteraciones


en estas estructuras.

Según las pupilas estén en un estado o en otro de dilatación definimos los


siguientes términos:

Fig. 2.10.
Estados de dilatación
de las pupilas.

Normal Miosis

0000 0000 Anisocoria Midriasis

¡Tenlo en cuenta!·
Algunas drogas producen un cambio en el tamaño normal de las pupilas;
así, los opiáceos provocan que las pupilas se contraigan visiblemente y
otras drogas, como las anfetaminas o la cocaína, que se dilaten. En ambos
casos la contracción o la dilatación se producirán a la vez en ambas pupilas.
Unidad didáctica 2. La conciencia

• Normal. Las pupilas tienen una dilatación media e igual tamaño (iso­
1tes coria). Es normal en condiciones de luminosidad es media.

• Miosis. Las pupilas están contraídas. Es normal cuando la luminosi­


, para es­ dad es intensa.
ormación
y la va/o- • Midriasis. Las pupilas están dilatadas. Es normal en condiciones de
baja luminosidad.

• Anisocoria. Las dos pupilas están en diferente estado de dilatación,


lo cual indica que existe algún tipo de trastorno, ya que en condicio­
nes normales esto no ocurre.

:le perso­ La valoración aplicando luz


la causa
tumores, Si realizamos la prueba de estimulación de las pupilas en una persona
oxicación inconsciente, iluminando una de las pupilas con una pequeña linterna,
podemos obtener información sobre su estado neurológico.

El dato principal que podemos obtener es el origen del coma:

• Los comas metabólicos o debidos a intoxicaciones no afectan al ta­


ión de la maño de las pupilas, ni a su forma de reaccionar a la luz.
5 isocóri­
lS con luz • Los comas por lesión orgánica, en cambio, ocasionan alteraciones
n (reflejo de las pupilas -que pueden ser simétricas o asimétricas- y producen
reacciones asimétricas a la luz

:raneales Por lo tanto cuando tengamos unas pupilas anisocóricas y que no reaccio­
Jnc1onen nan simétricamente a la luz, hay una lesión orgánica del sistema nervioso.
Deberemos prestar especial atención al movilizar a la víctima y proporcio­
narle ayuda especializada lo antes posible.
�raciones
Si la respuesta es una contracción si­
métrica entenderemos que es la res­
1imos los puesta normal y que, por tanto, el sis­
tema nervioso está íntegro. La causa la
hemos de buscar en alguna sustancia,

D
endógena o externa, que afecta al fun­
cionamiento del sistema nervioso. Si
hay en el entorno personas que conoz­
can a la víctima intentaremos averiguar
si padece alguna enfermedad o si ha
tomado alguna sustancia tóxica.

D
Otra opción que podemos encontrar
es que ambas pupilas estén dilatadas
-midriasis- y que no se contraigan al
iluminarlas. Esta reacción tiene �uy
mal pronóstico, ya que indica que no
hay ning(jn tipo de respuesta y que,
por tanto, el sistema nervioso está se­
riamente comprometido.

Jupilas;
1ente y Fig. 2.11.
ambos La prueba de estimulación de las
>Upilas. pupilas se realiza iluminando cada
pupila con una pequeña linterna.

,,
Unidad didáctica 2. La conciencia
,,
F

• 2.5.2. Exploración motora


Hemos visto que el sistema nervioso recoge información y activa res­
puestas sensitivas y motoras. Estas respuestas también se pueden ver
alteradas en presencia de una lesión cerebral o una patología, por lo
tanto será importante valorar, mediante exploración, su nivel de afec­
tación.

La exploración motora tiene como finalidad observar y valorar:

• Los movimientos espontáneos que realiza la víctima.

•Si se producen o no convulsiones.

• Las posturas que adoptan las extremidades tras producirles un estí­


mulo doloroso.

La presencia de convulsiones o los movimientos espontáneos que pueda


realizar la víctima nos orientarán sobre la causa de la inconsciencia y su
gravedad. Aunque a nivel de emergencias debemos sobre todo aprender
a identificar dos posiciones que son indicativas de lesiones importantes, la
de decorticación y la de descerebración.

(a)

(b)

Fig. 2.12.
Postura de decorticación (a) y
postura de descerebración (b).

• Postura de decorticación. Esta posición se manifiesta como res­


puesta a un estímulo doloroso, tras el cual la víctima queda en una
posición que se denomina de flexión rígida:
· La parte superior de los brazos está fuertemente presionada con­
tra los costados del cuerpo.
Los codos, muñecas, pies y dedos están flexionados.
Las piernas están extendidas y rotadas hacia dentro.
Además puede presentar ligeros temblores o rigidez intensa.
Esta respuesta a un estímulo doloroso es un signo de daño severo
en la zona superior del cerebro y requiere atención médica inme­
diata.
Unidad didáctica 2. La conciencia

• Postura de descerebración. Esta posición se puede producir de


forma espontánea, intermitentemente o como respuesta a un estí­
va res­ mulo doloroso, tras el cual la víctima queda en una posición que se
len ver denomina de extensión rígida:
por lo Los brazos están totalmente extendidos y rotados hacia el interior
e afee- y las muñecas y los dedos flexionados.
Las mandíbulas apretadas y el cuello extendido.
Las plantas de los pies flexionadas.
La espalda puede estar arqueada.
Esta postura es un signo de daño severo en la zona inferior del
cerebro y en el tronco cerebral y requiere atención médica inme­
diata.
,n estí-

pueda
2.5.3. Valoración del
ia y su patrón respiratorio
render
1tes, la Las personas en estado de inconsciencia respiran, aunque su ritmo respi­
ratorio puede verse modificado por su estado. Por esta razón es impor­
tante hacer una valoración de la forma, la frecuencia y la amplitud de la
respiración, ya que puede proporcionarnos una información valiosa sobre
la ubicación de la lesión y su pronóstico.

1
En este sentido podemos identificar tres patrones o tipos de respiraciones
anormales en personas inconscientes:

Respiración de Cheyne-Stokes. La respiración es muy rápida y lue­


go reduce su frecuencia, en ciclos que se van repitiendo. Este tipo de
respiración suele deberse a una lesión de la parte alta del cerebro o a
causas no neurológicas, como la insuficiencia cardiaca.

• Respiración atáxica o de Biot. La respiración es muy irregular,


con respiraciones profundas seguidas de pausas importantes. Indica

'
la presencia de una lesión en la zona inferior del encéfalo, que es el
lugar donde se encuentra el centro respiratorio. Las lesiones que pro­
ducen este tipo de respiración tienen mal pronóstico.

• Respiración de Kussmaul. La respiración es rápida, profunda y la­


boriosa. Puede aparecer en personas con coma diabético.

(a)
10 res- •
!n una
1

a con- 1 0'ú� (b)


�0"�

(e)

1
�.2.13
. Patrones de re iración:
a.
respiración n mal (a),
;evero respiración de Cheyne-Stokes (d)
inme- (b), respiración de Biot (c) y
respiración de Kussmaul (d).
14. Realizas la prueba de reactividad pupilar a una persona inconsciente y observas que al aplicar la luz sus pupi­
las son mióticas. Explica qué conclusiones puedes obtener de este dato. ¿Y si son midriáticas? ¿Y si son aniso­
córicas?

15. La postura de descerebración, ¿es una flexión rígida o una extensión rígida? Explica qué caracteriza a esa
posición.

16. Una persona con insuficiencia cardiaca, ¿qué patrón de respiración podrá presentar? Explica qué caracteriza
a este patrón y explica los otros patrones de respiración típicos de personas inconscientes que conoces.

17. Con la ayuda de vuestra profesora o profesor, aprended a imitar los diferentes patrones de respiración para
facilitar su identificación.

2.6. La valoración neurológica


La valoración del estado de conciencia es la primera actuación que reali­
zamos cuando atendemos a una persona en una emergencia sanitaria. En
unos segundos comprobamos si responde o no a nuestras preguntas, y si
no lo hace determinamos que está inconsciente y aplicamos las técnicas
de soporte vital básico, que estudiaremos próximas unidades.

El soporte vital básico tiene como objetivo preservar la vida y comprende


valoraciones y actuaciones destinadas a mantener en funcionamiento· los
sistemas respiratorio y circulatorio, para garantizar el aporte del oxígeno al
organismo y mantenerlo con vida.

Fig. 2.14.
Las primeras actuaciones en
una emergencia sanitaria
tienen como objetivo
determinar si la vida de la
víctima corre peligro; si es
así, se han de aplicar las
técnicas de soporte vital.

Una vez garantizado el funcionamiento de estos sistemas, imprescindibles


para la vida, y si la víctima sigue inconsciente, debemos pasar a evaluar su
integridad neurológica.

Para realizar la valoración neurológica seguiremos el procedimiento si­


guiente:

1. Hacemos una valoración mediante la escala AVDI o la escala de Glas­


gow.

2. Observamos las pupilas y cómo responden a la luz de una linterna.


Unidad didáctica 2. La conciencia

¡Tenlo La contracción simétrica de las pupilas nos remite a un coma me­


en cuenta! tabólico o por intoxicación.
JS pupi­ Una respuesta asimétrica o unas pupilas dilatadas que no res­
En todo paciente
, aniso- ponden a la luz, nos indican un coma por lesión orgánica que
inconsciente debe
asegurarse el soporte vital requiere atención especializada urgente.
ra a esa básico y luego valorar
su estado neurológico, 3. Valoramos la respuesta motora. Las posiciones de decorticación y de
determinando el grado d escerebración indicarán un estado grave que requiere asistencia es­
acteriza de coma (escalas ADV I o pecializada.
). Glasgow) y observando
la reactividad pupilar, la 4. Observamos el patrón de respiración. La respiración irregular en am­
ón para respuesta motora y el plitud y frecuencia con pausas importantes indica la presencia de una
patrón respiratorio. lesión grave.

A partir de la información que habremos obtenido puede ocurrir que:

• Hayamos identificado el tipo de lesión y podamos iniciar alguna ac­


ción específica.

• Hayamos constatado la inconsciencia, pero no tengamos idea de cuál


e reali-
es su causa. En este caso la recomendación es administrar vitamina
3ria. En
B 1 y glucosa.
tas, y si
écnicas En ambos casos, realizaremos el traslado a un centro hospitalario lo antes
posible, teniendo mucho cuidado en todas las maniobras de movilización
y traslado de la víctima que debamos realizar.
prende
nto los
�eno al
Documento 2.4
Lesiones neurológicas en víctimas de accidentes de tráfico
El manejo de víctimas de accidentes debe realizarse
con sumo cuidado, ya que pueden sufrir traumatis­
mos que, si no son correctamente inmovilizados, se
pueden agravar o, incluso, pueden ocasionar lesiones
neurológicas durante el rescate o durante el traslado.
Cuando se ha de realizar un rescate, éste debe hacer­
se siguiendo todas las normas de seguridad y con la
participación de personal especializado en rescate. El
personal sanitario debe realizar la valoración inicial de
la víctima atrapada y, posteriormente, debe inmovili­
zarla antes de su extracción.
Así mismo, antes de realizar el traslado de estas vícti­
mas se debe valorar su estado y realizar las inmoviliza­
ciones necesarias para que su traslado hasta el centro
hospitalario sea lo más seguro posible.

ndibles
1luar su Actividades
18. Indica qué te dicen los siguientes datos, obtenidos d) Pupilas mióticas a la prueba de reactividad pu-
'fito si- en una valoración neurológica: pilar.
a) Puntuación en la escala de Glasgow de 12. e) Postura de flexióMígida.
b) Valoración Den la escala A VDI. f) Respiración atáxica.
e Glas-
c) Pupilas anisocóricas a la prueba de reactividad g) Puntuación en la escala de Glasgow de 3.
pupilar.
na.

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