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Pontificia Universidad Javeriana

Historia de América Latina siglos XX y XXI


Movimientos Estudiantiles y Campesinos
Christian Bautista, Guillermo Labrador, Mónica Lorena Pardo, Carolina Varela,
Nicolás Vera
Octubre 25 de 2016
América Latina durante el siglo XX y lo que va del siglo XXI se ha caracterizado por
una serie de movimientos sociales, surgidos de la enorme serie de problemáticas
concernientes al problema de la tierra, la inequidad, la pobreza, el acceso a las
oportunidades de trabajo y educación, entre otros. Dos tipos de movilizaciones han
marcado particularmente la lucha constante para alcanzar un mejor vivir: las campesinas
y las estudiantiles. A partir de este enunciado, este trabajo se encargara de realizar un
recorrido y un análisis a través de algunas de las distintas movilizaciones de ambos
tipos, teniendo en cuenta las particularidades regionales de cada uno de los casos, y
mostrando a través de ellos, como se puede hablar de un sentido de movilización social
que demuestre como se han afrontado estas necesidades del pueblo en toda América
Latina y qué retos se deben afrontar para quizá mejorarlos en el futuro.

Para el desarrollo de dicho trabajo, se tomaran en cuenta las posturas teóricas de


diversos autores sobre la naturaleza del movimiento social, comenzando con Alan
Touraine1, quien a través de sus postulados ha afirmado que el concepto básico de
movimiento social es la conducta colectiva organizada de un actor luchando contra su
adversario por la dirección social de la historicidad en una colectividad concreta.
Touraine no ve el movimiento social únicamente como una forma de levantamiento en
contra de sistemas de dominación para derrocarlos y reemplazarlos, sino más bien como
una serie de conductas culturalmente orientadas, que no siempre se dirigen en una
acción de conquista de poder, sino que buscan alternativas que reivindiquen las
necesidades históricas que hayan podido tener como colectividades.

Adicionalmente otros autores como Mónica Bruckhman y Theotonio Dos Santos 2 han
expuesto que, por un lado, los movimientos estudiantiles como expresiones sociales de
la clase media, están marcados por un deseo general de plantear reformas universitarias,
que tuvieran entre sus postulados una mayor participación del estudiantado en la
1
Alain Touraine. «Los movimientos sociales», Revista Colombiana de Sociología. no. 27 (2006): 258
2
Mónica Bruckmann y Theotonio Dos Santos. «Los Movimientos Sociales en América Latina: Un balance histórico»,
Reveu Prokla, no. 142 (2008):pp. 6

1
conducción de la universidad, reformas curriculares, y una mayor apertura de la
universidad hacia los procesos sociales. Estas expresiones les hicieron tener cierta
afinidad con otros movimientos, como el obrero y el campesino, a los que se aliaron en
algunos casos, tal como ocurrió en el Movimiento Cardenista en México, o durante los
gobierno de João Goulart en Brasil o Salvador Allende en Chile, quienes plantearon
dichas alianzas como principios estratégico de gobierno. Adicionalmente, estos autores
plantean que los movimientos estudiantiles han llegado a tener decaimientos en su
combatividad dado el impacto de los constantes debates ideológicos y la llegada de la
ola neoliberal, que implicó la expansión de las universidades privadas entre las
posibilidades de la clase media, en donde dejaría de ser el centro de las luchas sociales,
para pasar a ser movimientos de reivindicaciones sectoriales, y dejando a un lado el
carácter de élite intelectual de las movilizaciones, que durante la década de los 70 había
sido muy importante.

Por otro lado, los mismos autores hablan del movimiento campesino como respuesta a
las condiciones de ultra-dominación por parte de los terratenientes, que negaban la
posibilidad a la mayoría del campesinado a tener un acceso independiente a la tierra y
poder auto dirigirse. Uno de los puntos principales que marcarían las movilizaciones
campesinas en general en toda Latinoamérica, vendría a ser la Revolución Mexicana de
1910, en donde su base campesina la propugnaría como el principal ejemplo a seguir en
la mayoría de las movilizaciones posteriores. Los movimientos entrarían en auge en los
años 20 y 30, sobre todo en los países latinoamericanos, influenciado por la creciente
dominación norteamericana en los mercados extractivitas. Los Movimientos que fueron
fundamentales dentro de este marco fueron el Sandinismo, las revoluciones del
Salvador, las huelgas cubanas y la Columna Prestes de Brasil, no obstante, existieron
muchas más que incluso se extienden hasta la actualidad.

Teniendo en cuenta estos dos puntos teóricos, este trabajo se encargará de examinar
brevemente los siguientes casos: Los movimientos estudiantiles en Argentina, los
movimientos estudiantiles en la Universidad de Chile de 1978 a 1984, los movimientos
estudiantiles en Brasil, y el caso colombiano, además de las movilizaciones campesinas
de Chile en los años 70 y las movilizaciones de las mismas características en Costa
Rica.

2
Movimientos Estudiantiles

Para definir un perfil social estudiantil a lo largo de estos dos siglos3, es necesario
señalar una serie de particularidades que le identifican frente a otros actores, y que
ayudan a componer su aparato cultural. Primero, los estudiantes universitarios como
categoría social, tienen una vida efímera, permanecen por algunos cortos años en alguna
institución de educación superior, son parte de la juventud de sus países (por ello, la
edad pasa a ser un elemento importante, puesto que es un patrón biológico regular que
le da cohesión al grupo y permite cierto reconocimiento al interior de él). Segundo, la
unidad familiar latinoamericana, es la primera instancia de socialización, por lo cual la
relación entre familia y sociedad juega un papel central en todas las reflexiones sobre la
incorporación de los jóvenes al mundo. Tercero, los estudiantes universitarios son
canales de comunicación entre los problemas sociales y la deliberación académica, la
universidad es el lugar del cambio. Cuarto, se debe inscribir la participación de los
estudiantes en un contexto histórico internacional, puesto que ha sido en varios
escenarios mundiales y durante distintos momentos, donde se han materializado las
propuestas, exigencias, rechazos y percepciones de las organizaciones estudiantiles. Por
último, la mayoría de los movimientos estudiantiles ha tenido trascendencia junto al
resto de expresiones sociales en el diseño político y cultural de un Estado.

Caso Argentino

El caso argentino tiene la particularidad de ser el territorio latinoamericano donde surgió


con gran fuerza uno de los movimientos estudiantiles más importantes que traspasará
los diferentes ámbitos universitarios del continente. En la región de Córdoba, como
respuesta a la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y la Revolución Mexicana,
se empieza a formar un movimiento estudiantil en la Universidad de Mayor de San
Carlos y Monserrat de Córdoba, el cual irá construyendo un pensamiento de una
latinoamericanidad independiente y autónoma de potencias como los EE.UU. y las
clases oligarcas que establecieron un poder desde el cual coartaban la autonomía
universitaria (entiéndase esta como la posibilidad de tener su propio gobierno, además
de una autonomía académica y financiera),exigiendo una reforma que se adapte a las
condiciones de modernización que desde el gobierno se están empezando a plantear en
el país y que dejaban a la educación lejos de poder responder a la necesidad del país por
3
Renate Marsiske, «Los estudiantes de la reforma universitaria en América Latina: ¿una generación?», en
Movimientos estudiantiles en la historia de América Latina IV, coord. Renate Marsiske (Ciudad de México: UNAM -
Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, 2015), 23.

3
un desarrollo propio y poder enfrentar a los cambios en la estructura social. A partir de
esto, surge un movimiento cuyas replicas se encuentran en lugares como Perú, Cuba,
México y el resto del territorio Argentino.

La autonomía universitaria será una constante preocupación a lo largo del siglo XX e


inicios del siglo XXI en Argentina, porque:1.En los países latinoamericanos, no hay una
separación entre educación y política lo que crea la utilización de la universidad con
fines políticos. 2. La educación como forma de ascenso y acceso tiene un sentido
especial en América Latina. 3.Las universidades han sido un campo de acción
importante para grupos políticos minoritarios o secundarios, por último, porque esa
estrecha relación entre universidad, sociedad y política la convierte en “campos de
entrenamiento” para futuros políticos en el ámbito nacional o internacional.

Posteriormente, el movimiento estudiantil en Argentina se vuelve cada vez más


complejo, ya que se instaura en un periodo de cambios y luchas políticas y sociales en el
país. Hay que tener en cuenta las características de los gobiernos militares en los 70,
éstos se basaban en facilitar los procesos de modernización y concentración de capital
que respondían a las demandas internacionales, desde este punto se tomaron propuestas
de ideólogos estadounidenses (en su mayoría) que cuestionaban la politización de las
universidades latinoamericanas y proponían una profesionalización basada en las
necesidades del mercado de trabajo. Desde esta perspectiva, el triunfo del peronismo en
1973 promulgó una Ley de Universidades (No.20645) en el que se reconocía una
autonomía académica y docente y la autarquía administrativa, pero prohibió la
participación política. De igual manera, el golpe militar de Rafael Videla en 1976 da
como resultado un cambio de rumbo drástico dentro de la democracia universitaria, si
bien antes se venían dando tensiones entre el gobierno y los grupos estudiantiles por las
relaciones entre estos y los diferentes movimientos sociales, con la dictadura de Videla
la participación estudiantil fue básicamente reprimida. Con la ley 21 276 se estableció la
intervención militar dentro de las universidades, creando así un control ideológico,
político, educativo y cultural que venía dándose desde 1974. No obstante, dado que el
gobierno militar no logra establecer un orden y un mejoramiento económico, se
empiezan a dar una serie de protestas obreras que cuentan con el apoyo de estudiantes
universitarios, esta relación se volvió el centro del escenario social y convirtieron a
córdoba en una ciudad contestaría al régimen militar. El régimen militar y sus políticas
represoras crearon las condiciones para que al inicio de la década de los 80 se dieran

4
movimientos a lo largo del país. El 29 de mayo de 1981 coincidían la conmemoración
del día del ejercito con la conmemoración del Cordobazo (el Cordobazo se da en el
1969, es importante por ser un movimiento obrero que protesta y lucha contra el
gobierno militar de Juan Carlos Oganía, a este se le unen todas las organizaciones
universitarias y se desata una batalla en la ciudad de Córdoba que deja un saldo de
varios muertos, esto género que Oganía interviniera el gobierno de la provincia y
clausurara la Universidad. Además de ello, el Cordobazo dio pie para que se diera el
inicio de la lucha guerrillera el 30 de junio del 69). La lucha de Córdoba y la
manifestación del 2 de octubre crean la posibilidad y el ambiente para establecer nuevos
espacios de protesta en el país, dando como resultado una reacción en cadena por parte
de otros grupos estudiantiles en el país (en Buenos Aires, La Plata, Corrientes, etc.).
Gracias a esto, el movimiento de Córdoba dejó de ser un movimiento aislado y empezó
a ganar peso dentro de la sociedad, de tal manera no solo se cuestionaron las políticas
militares, sino que también se propuso una reforma universitaria dentro de las cuales se
pedía una universidad gratuita, ingreso sin exámenes, participación de todos los
claustros en el gobierno de la ciudad, aumento de presupuesto para la cultura y
educación, autonomía universitaria, planes de estudio vinculados a las necesidades del
país, entre otros. Estas luchas fueron un eje fundamental en el inicio del fin de los
gobiernos militares, el activismo estudiantil dio pie para que se presentara con ellos un
activismo de parte de partidos políticos que empezaron a salir de la apatía y la
indiferencia dando como resultado el colapso del gobierno militar y la vuelta a la
democracia que incluso tendrán un fuerte eco hoy en día.

Caso Chileno

En Chile, los movimientos estudiantiles han estado vinculados a la politización de la


ciudadanía. En un país en donde la represión de la dictadura militar hizo que los
movimientos sociales pasaran por un largo período de letargo, va a ser muy significativa
la aparición de nuevos movimientos estudiantiles en el siglo XXI, que lo que buscan es
eliminar la «educación de mercado» fomentada por el régimen y promover una
educación pública gratis y de calidad. La Federación de Estudiantes de la Universidad
de Chile (FECH), creada en 1906 propició siempre una participación democrática de los
estudiantes en la política de su país. Sin embargo en 1978 y en el contexto de la
dictadura, se crea la Federación de Centros de Alumnos de la Universidad de Chile
(FECECH) que beneficiaba los grupos políticos afines al régimen. Aun así, en 1984 se

5
restituye oficialmente la FECH después de varios años de una lucha ideológica con la
FECECH, su opositora y se fortalece yendo en contra del modelo educacional de
Pinochet, haciendo notar sus injusticias. Este gobierno creó numerosas universidades
privadas y limitó las universidades estatales a su autofinanciamiento. Además, la
educación básica y media quedó en manos de las “municipalidades” pues se desligó a
los liceos y colegios del Ministerio de Educación; esto aumentó las diferencias en la
calidad de la educación, pues las instituciones dependían de los recursos de cada
municipalidad. Todo quedó legalmente constituido con la Ley Orgánica Constitucional
de Educación (LOCE) que impulsaba la privatización, además del lucro de los
empresarios privados y una desigualdad más extrema en la educación. Durante los
gobiernos post dictatoriales o concertistas no cambió la situación, por lo que a partir de
1997 y hasta ahora han estallado varios movimientos estudiantiles que buscan lo mismo,
la derogación de la LOCE y la consecución de una educación pública gratuita y de
calidad. La Revolución de los Pingüinos en 2006, de estudiantes secundarios, no logró
plenamente sus objetivos, pues el gobierno de Michelle Bachelet no les cumplió con lo
pactado. El movimiento de 2011, es el más conocido en lo que llevamos del siglo XXI,
porque rápidamente logró cooptar diversos grupos sociales, no solo estudiantiles. El uso
del internet y otras herramientas comunicacionales lo distinguen. Aunque rápidamente
logró contar con el apoyo de la gran mayoría de la población, no logró reformar el
sistema de educación, pero sirvió para revivir los movimientos sociales en este país.
Logró repolitizar la sociedad chilena y despertarla para reclamar esos derechos sociales
fundamentales. Es por esto, que el movimiento estudiantil en Chile sigue vigente,
pendiente, pues queda mucho por ver.

Caso Brasileño

Durante la década de 1960 la emergencia de los jóvenes en el escenario social y político


se manifestó como uno de los signos de cambios en América Latina. La década de 1960,
y más específicamente el año 1968, se asocia inevitablemente con el proceso de
movilización creciente de estudiantes universitarios. Fue en este año cuando el
movimiento estudiantil brasileño alcanzó el punto más significativo en la lucha contra la
dictadura; fue también el inicio de su fin. El movimiento estudiantil en Brasil tenía ya
para ese entonces su propia historia, había crecido y radicalizado sus demandas durante
el gobierno de Goulart y a lo largo de los cuatro años de dictadura vividos, concitando
en poco tiempo el apoyo de parte de la sociedad. Era un contexto de dictadura pero

6
también de una sociedad movilizada y de un sujeto estudiantil activo. Brasil produjo
durante el siglo XX un número significativo de liderazgos estudiantiles, que
posteriormente hicieron importantes contribuciones al desarrollo económico, político,
cultural y social del país.

Caso Colombiano
Tal como lo señala Mauricio Archila4, el terreno de los movimientos estudiantiles en
Colombia es muy heterogéneo, no solo en términos sociales, pues el conflicto en el que
está inscrito no corresponde necesariamente a una lucha de clase en la esfera productiva,
sino al peso del factor generacional. Su contradicción se ubica en el campo educativo o
cultural, pero lo desborda hacia terrenos políticos más amplios tales como la democracia
radical, el antiimperialismo, el anticapitalismo y la solidaridad con otros movimientos
sociales, tanto que por periodos su historia se funde con la de la izquierda.

Movimientos Campesinos
Desde los años 50, todos los países de América Latina han experimentado procesos de
modernización en la agricultura. En un momento inicial, los impactos derivados de la
industrialización agudizaron la crisis de las estructuras agrarias tradicionales, dentro de
un proceso que venía previamente. Sin embargo, la evolución de las estructuras agrarias
no siguió la trayectoria lineal de transformación acelerada por la vía capitalista, sino
siguió una pauta bimodal marcada por la dinámica de la coexistencia de dos tipos de
agricultura: la agricultura capitalista y la agricultura campesina. Hay que señalar que
esta tendencia se puede ver a lo largo de América Latina, sin embargo, existen
diferencias en las estructuras agrarias previas (casos de Costa Rica y Nicaragua donde
se destacan por el mayor peso relativo de los campesinos pequeños y medios en relación
a la hacienda), y también diferencias en la temporalidad e intensidad de los cambios
(Casos de México por su trasformación estructural más temprana y radical), y en las
particularidades de la especialización productiva dentro del esquema bimodal de
evolución agraria (los campesinos siguen manteniendo importancia en algunos
productos para la agroindustria de México y Perú), y también en ciertos renglones
exportables de Colombia, Costa Rica y Paraguay). Una característica principal en el
surgimiento de los movimientos campesinos es que en buena medida, la transformación
agraria y la consolidación del patrón bimodal fueron directamente incentivadas por la

4
Mauricio Archila. «El movimiento estudiantil en Colombia, una mirada histórica», Revista del Observatorio Social
de América Latina Año XIII, no. 31 (Mayo de 2012):88.

7
acción del Estado. Asimismo, La localización de las luchas por la tierra ocurrieron en
mayor parte en regiones donde predominaron las haciendas y finalmente, existió una
Influencia decisiva de actores políticos externos que además de aportar contenidos
ideológicos, ayudaron a organizar y movilizar a los grupos campesinos (El papel de los
aliados correspondió casi siempre a partidos políticos de izquierda, aunque en algunos
fueron asumidos por partidos socialdemócratas y sectores politizados de la Iglesia).

Caso Chileno

Uno de los movimientos claves dentro de la estructura de movilización campesina fue el


movimiento chileno, que fue uno de los pocos casos en donde este se realizó de mano
con el estado. En 1970 llegó al poder el partido de Unidad Popular, poniendo de
presidente a Salvador Allende. Este movimiento de carácter de izquierda, influenciado
por procesos como la Revolución Cubana, se encamino a realizar una profunda reforma
agraria en Chile, encaminándose por y radicalizando la que se venía haciendo en ese
país desde 1968. Existieron elementos de diferencia pragmática y de doctrina ante la
aplicación de dichas reformas, buscando la Unidad Popular establecerlas dentro de un
marco de legalidad estatal, pero otros sectores como el MIR (Movimiento de Izquierda
Revolucionaria), el cual era una antigua guerrilla que había sido legalizada como
partido con la llegada de Allende al poder, pensaba más bien en realizar una mayor
radicalización del campesinado, en donde se establecieran consejos campesinos a través
de la elección directa5.

Allende ordeno a través del decreto 481 del 21 de Diciembre de1970, la creación del
Concejo Nacional Campesino (CNC), el cual se planteó como un organismo con el
objetivo de llevar los puntos de vista del campesinado a las instancias del gobierno, y
adicionalmente estando descentralizado de cualquier autoridad provincial y comunal, de
modo que pudiera aplicar de manera efectiva los puntos de la Reforma Agraria. La idea
era que el CNC trabajara los puntos de: Los planes nacionales de desarrollo rural y
agropecuario, políticas en materia de precios, créditos, comercialización, tributación,
desarrollo y producción, los programas y presupuestos de los organismos públicos,
semifiscales y de administración autónoma del sector agrícola, y las políticas generales
en materia social y económica del sector laboral campesino. La idea de estas políticas

5
Ovidio Cárcamo Hernández. «Movimientos Campesinos Revolucionarios y Consejos Comunales Campesinos de
Base. Una experiencia del poder popular en Chile», Revista Desacatos, no. 52, (2016):2

8
era por tanto el establecimiento de unos Concejos Comunales Campesinos (CCC) de
base.

Por otro lado el movimiento MIR, empezó a trabajar en la constitución de un


movimiento campesino distinto, el Movimiento Revolucionario Campesino (MRC), que
se estableció con fuerza en la provincia de Cautín, ubicada en la llamada región de la
Araucaria en el centro de Chile. El MRC impulso la creación de Consejos Comunales
Campesinos, y tomo control de ellos para aplicar sus ideas sobre la reforma agraria. Eso
comenzó desde 1970 con la toma de fundos de viejos terratenientes a través de
movilizaciones masivas en Cautín, los cuales tenían en su pensamiento la restitución de
las tierras incautadas a los indígenas mapuches. Esto se realizó con el simple
asentamiento de campesinos dentro de las tierras incautadas, en donde los terratenientes
no podían hacer nada, ya que estos eran apoyados por el estado. No de estos predios
ocupados se convirtió en el llamado Campamento Lautaro (en honor a un líder Mapuche
que lucho en tiempos de la conquista), desde donde se centraron la mayor parte de las
acciones del MIR y el MRC en la región. Hubo una enorme serie de éxitos por parte de
estos movimientos durante estos años, como la conformación del Concejo Comunal del
Cunco (una comuna en la provincia de Cautín), que fue exitoso en instaurar y vincular
las demandas del campesinado local dentro de los programas agrarios del gobierno.
Pero a pesar de los éxitos, existieron una serie de procesos de sabotaje por parte de
organismos como el Partido Nacional (NP), el principal partido de derecha de oposición
al gobierno, y el Frente Nacionalista de Patria y Libertad (FNPL), un ejército
paramilitar constituido en 1971 para oponerse a Allende, los cuales impulsaron la
violencia para acabar con los avances logrados, realizando atentados con explosivos, y
ataques a puentes y vías férreas. El fin del MRC llego al final con el golpe de estado
perpetuado por Augusto Pinochet en 1973, que derogo todas los avances logrados por
estos movimientos, y reprimió a sus líderes e integrantes con la violencia que
caracterizo su dictadura.

Caso Costarricense

El movimiento campesino en Costa Rica 6, tiene tres etapas importantes. La primera se


da en el período de 1950-1978 y se caracteriza por la expansión capitalista. Se
tecnificaron las empresas agrarias, el cultivo de pastos y la expansión ganadera tomaron
vastas extensiones de tierra y esto provocó que los campesinos tuvieran condiciones de
6

9
sobrevivencia más limitadas. Por esta razón, surgen movimientos precaristas de
campesinos que se tomaban las fincas y cuyo objetivo era conseguir un pedazo de tierra
en el cual habitar y poder trabajar. Aunque estas luchas agrarias impactaron la
estabilidad política del país, sus reivindicaciones no bastaron para formar una
organización campesina nacional. La segunda etapa se da entre 1979 y 1982 cuando se
agota la estrategia de desarrollo y la ISI no puede continuar más en el país. La deuda
externa crecía aceleradamente y esto impacta negativamente el sector del agro. Las tasas
de desempleo suben y se trata de insertar la apertura económica. Las movilizaciones y
luchas aumentan y se crean organizaciones de más sectores rurales y precaristas. La
tercera y última etapa se da entre 1983 y 1990. Con propuestas estatales para dejar atrás
las formas tradicionales de manejo del sector agro en el país y facilitar la transición a un
nuevo modelo de apertura económica, las organizaciones campesinas comienzan a
proponer políticas agrarias alternativas a las del Gobierno, a crear resistencia, porque
ven que esta nueva política económica lo que hace es empobrecer a la mayoría de la
población.

Otros casos

Es importante mencionar también que otros movimientos como: el Movimiento


Campesino Paraguayo, Confederación Campesina de Perú, Central Independiente de
Obreros Agrícolas y Campesinos de México, Consejo Coordinador de Organizaciones
Campesinas de Honduras, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero de la
Argentina (MOCASE) y el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil (MST), han jugado
un papel fundamental en la dinámica de los movimientos campesinos en América
Latina, que si bien han girado en torno a la tierra, la reforma agraria y una sociedad más
justa, hoy en día continúan siendo actores destacados dentro de las diferentes luchas
sociales que se llevan a cabo día a día en el continente.

Conclusiones
A través de los casos presentados se puede concluir: Por un lado, los movimientos
estudiantiles y sus actores, construyeron nuevos sentidos sobre el espacio universitario
al articular intereses académicos y políticos para atender una expectativa colectiva,
asimismo, se manifestaron como una fuerza social y política en toda América Latina.
Los retos actuales que enfrenta este movimiento están en relación a frenar los impactos
nocivos de las diferentes leyes de educación superior en los distintos países y defender

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una universidad científica, de calidad y ligada al desarrollo y además de concebir la
praxis estudiantil como definidora de un proyecto de reforma y afirmación de la
condición estudiantil. Por otro lado, lo movimientos campesinos, si bien han surgido
desde las primeras décadas del siglo XX gracias a la crisis de la estructura agraria
tradicional, también ha girado en torno a la reforma agraria, la soberanía alimentaria, y
seguridad alimentaria, asimismo, es importante ver que el Estado ha desempeñado y
continúa desempeñando un papel importante en la configuración de la economía
agrícola y la situación del campo, en buena medida actuando en contra del
campesinado. Finalmente,  los avances positivos para lograr la redistribución de tierras
se contrarrestan con la incapacidad de los movimientos campesinos para influir de modo
permanente en las instituciones del Estado, lo que conlleva la anulación a medio y largo
plazo de las reformas conseguidas en períodos de movilización intensa, un problema
que lastimosamente continua hoy en día.

Bibliografía

 Archila, Mauricio. «El movimiento estudiantil en Colombia, una mirada histórica».


Revista del Observatorio Social de América Latina Año XIII, no. 31 (Mayo de 2012):
71 – 104.
 Bruckmann, Mónica y Dos Santos, Theotonio. «Los Movimientos Sociales en América
Latina: Un balance histórico. Reveu Prokla, no. 142 (2008): 3-13.
 Cárcamo Hernández Ovidio. «Movimientos Campesinos Revolucionarios y Consejos
Comunales Campesinos de Base. Una experiencia del poder popular en Chile». Revista
Desacatos, no. 52, (2016): 94-111.
 Marsiske, Renate. «Historia de la autonomía universitaria en América Latina». Perfiles
Educativos, vol. XXVI, núm. 106 (2004): 160 -167..
 Marsiske, Renate. (Coord). Movimientos estudiantiles en la historia de América Latina
IV. Ciudad de México: UNAM - Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la
Educación, 2015.
 Touraine, Alain. «Los movimientos sociales». Revista Colombiana de Sociología, no.
27 (2006): 255-278.

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