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Guillermo León Labrador Morales

Universidad de los Andes

Mayo 16 de 2016

Ensayo Final
En búsqueda de identidad: El Prócer Bolívar y sus diferentes apropiaciones.

El arte ha sido esencial para la interpretación del pasado histórico de la nación, ya que a
través de él se ha podido representar lo que significó para cada momento de la historia
colombiana el proceso de independencia, lo cual estuvo dentro de un proceso de búsqueda
constante de unas identidades nacionales. Una de las figuras más representadas y que ha
tenido más interpretaciones a lo largo de la historia ha sido la de Simón Bolívar, el
Libertador, quien ha sido visto desde una figura clave del pensamiento conservador, hasta
un el líder de las clases populares. Es por ello que sus retratos desde distintos movimientos
artísticos han tenido lenguajes característicos, que ofrecen la posibilidad de tratar de
entender cómo se definió la nación y su pasado a través del arte. Para este fin, este ensayo
analizara tres retratos de Bolívar producidos en distintos momentos del desarrollo histórico
colombiano, los cuales serán “Bolívar” de 1830 por José María Espinosa, enmarcado en el
costumbrismo de mediados del siglo XIX; “El Libertador Simón Bolívar” de 1917 por
Ricardo Acevedo Bernal, que hizo parte del estilo academicista de finales del XIX y
“Bolívar educado por los mitos de la selva” de 1954 por Pedro Nel Gómez, quien formo
parte del movimiento del muralismo latinoamericano del siglo XX. En conclusión este
ensayo buscara responder la pregunta de si ¿Fueron los distintos intereses detrás de la
apropiación de la imagen del prócer, una conjugación de búsqueda de identidad cuyo
objetivo último fue dar un ideal de nación?, ante lo cual es posible decir que la figura del
prócer, especialmente la de Simón Bolívar, realiza estas transformaciones porque
representa una especie de figura secular heroica, que al ser usada por distintos sujetos, se
permea con las necesidades de un determinado tiempo y espacio.

Para identificar el proceso de transformación de la figura de Bolívar, hay que entender la


influencia de los procesos político-sociales que vivieron cada uno de los artistas en sus
respectivas épocas, teniendo en cuenta que esto permitió que cada uno plasmara una serie
de ideas en cada una de sus obras. Esto se derivó de los valores estéticos de cada uno de los
artistas y sus obras, que dan cuenta del turbulento pasado colombiano de los siglos XIX y
XX. Esto se toma en cuenta desde las ideas del historiador del arte T. J. Clark, quien decía
que “... el estado, el público y los críticos estaban de acuerdo en que el arte tenía un sentido
y una intención política. Y la pintura era fomentada, reprimida, odiada y temida bajo esa
suposición”1:

Teniendo en cuenta dicha aseveración, se puede tomar a José María Espinosa (1796-1883),
cuyas obras en un principio se influenciaron bajo el contexto de la colonia, sobre todo
desde la Expedición Botánica, aunque en cierta manera se había venido tratando de romper
con esta estructura tras el proceso de independencia, lo que dio un mayor auge al estilo
costumbrista, al cual Espinosa decidió adherirse 2.En su desarrollo como artista, el cual se
había dado de manera principalmente autodidacta, Espinosa había desarrollado un gusto por
la caricatura, que reflejo su época como soldado de la independencia, en donde a través de
este estilo, se burlaba tanto de sus enemigos del ejercito contrario, como de los generales y
compañeros de su propio bando, así como de sí mismo y de la mala suerte que corrían por
las dificultades de la guerra3. Esto significo que en sus retratos Espinosa tuviera una
tendencia a exagerar los rasgos, de manera que estos reflejaran la personalidad o el estado
de ánimo de la persona retratada. Esto se reflejó claramente en los muchos retratos de
Bolívar que el realizo, para los cuales el poso personalmente. Entre artista y retratado
existió una admiración mutua, Bolívar por el trabajo artístico del uno (a quien incluso
ofreció pagarle estudios en Italia4), y Espinosa por las proezas miliares y políticas del otro.

El siguiente artista, Ricardo Acevedo Bernal, se apegó a la tradición academicista,


estudiando en la Escuela Nacional de Bellas Artes bajo la tutela del afamado pintor
Pantaleón Mendoza, y realizando adicionalmente estudios en Nueva York. Allí se
1
Clark, T. J. “Image of the people. Courbet and the 1848 revolution”. (Princeton: Princeton University Press,
1999) pp. 9. Traducción hecha por el autor.
2
Museo de América. “José María Espinosa y Ramón Torres Méndez, caricatura y costumbrismo, dos
colombianos del siglo XIX.” (Madrid: Ministerio de Educación, 1999.) pp. 23
3
Museo de América. “José María Espinosa y Ramón Torres Méndez, caricatura y costumbrismo, dos
colombianos del siglo XIX”. (Madrid: Ministerio de Educación, 1999.) pp. 25
4
Espinosa, José María. “Memorias de un Abanderado”. (Bogotá: Banco Popular, 1971.) pp. 222
especializo en la creación de retratos, los cuales en general fueron considerados “bellos”,
por los críticos de su época, quienes apreciaban la habilidad técnica, el gran manejo del
color5 y el realismo con el que trabajaba Acevedo Bernal6. Acevedo a la vez se apegó al
proyecto de la Regeneración, que le dio énfasis al aspecto religioso católico, siendo de
importancia los proyectos artísticos y arquitectónicos que se efectuaron sobre todo para las
iglesias, como por ejemplo en la Catedral de Tunja o la iglesia del Voto Nacional. Estos
proyectos además incluyeron el desarrollo de una iconografía para los padres de la patria,
impulsados por ejemplo por panfletos del gobierno regenerador como el Papel Periódico
Ilustrado, que entre otras cosas, busco darle gloria al nombre de Bolívar, no solo
exaltándolo como héroe de héroes, sino dándole el papel de fundador ideológico del partido
conservador7, en contraposición a Santander como fundador del partido liberal, además de
tratar de darle una continuidad entre las gestas heroicas de Bolívar y el proceso de
conquista y colonización iniciado por Cristóbal Colon8, de manera que se pudiera establecer
los actos de estos dos personajes como la fundación de la patria, así como enfatizando en el
legado español y europeo que los regeneradores impulsaron como modelo de identidad.

Pedro Nel Gómez (1889-1984), ya se aleja de esta interpretación de la nación, y a pesar de


tener una formación académica a partir de la Academia de Bellas Artes de Medellín, de
donde incluso fue director9, este decide adherirse al movimiento muralista que estaba
teniendo popularidad en otros países como México. Gómez piensa que a través de este
movimiento puede tener cierto entendimiento de lo épico y lo biológico, que se debe
representar de una manera monumental que logre encarnar la grandeza de por ejemplo los
Andes y la Selva, pero a la vez demostrando las realidades y penurias de las personas que

5
Hernán Aguilar, José. “Ricardo Acevedo: aprender del pasado.” El Tiempo, 18 de Noviembre de 1990.
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-6121
6
Fajardo de Rueda, Marta. “Acevedo Bernal, Ricardo. Ficha Bibliográfica”. Biblioteca Virtual Luis Ángel
Arango. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/ricardo-acevedo-bernal
7
Pérez, Amada Carolina. “La independencia como gesta heroica en el continuo histórico nacional, la densidad
de una representación 1880-1909”. En: “Catalogo de la exposición Las historias de un grito. Doscientos años
de ser colombianos”. (Bogotá: Museo Nacional de Colombia, 2010.) pp. 85
8
Pérez, Amada Carolina. “La independencia como gesta heroica en el continuo histórico nacional, la densidad
de una representación 1880-1909”. En: “Catalogo de la exposición Las historias de un grito. Doscientos años
de ser colombianos”. (Bogotá: Museo Nacional de Colombia, 2010.) pp. 79
9
Gómez, Clío. “Pedro Nel Gómez Agudelo, Ficha bibliográfica". Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango.
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/gomepedr.htm
habitan el territorio10. Para Gómez lo modelos de historia e identidad obedecían
únicamente a los intereses de lo que él llama un “país gobernado por blanquitos” 11, y que
por tanto si se quiere entender las realidades del presente, se debía replantear el pasado
nacional, empezando por el personaje de Bolívar, que dejaría de verse como un adalid del
conservatismo y pasaría a ser un campeón de los procesos sociales. Se puede decir
entonces que la idea de historia de Gómez plantea al pueblo como el verdadero protagonista
de esta.

La figura del Libertador en la materialidad de las obras, comunico las ideas de los contextos
anteriormente presentados. Esto se ha dado gracias a un fenómeno dentro del cual una
figura simbólica (aun perteneciente al pasado histórico de una región), aunque mantiene
ciertos elementos que la hacen todavía reconocibles, se transforman de acuerdo a las
necesidades de cada momento. Esto puede hacerse en paralelo a las ideas presentadas por
Aby Warburg, quien aunque expone trabajos de la antigüedad clásica y el renacimiento,
hace propuestas sobre el uso de la imagen en diversos contextos y épocas, cuyo objetivo en
sus palabras seria “reanimar valores expresivos predefinidos en la representación de la vida
en movimiento”12.

Comenzando entonces por el retrato de Bolívar de Espinosa, el cual fue pintado en el año
1830, en óleo sobre tela (a pesar de la preferencia del artista por usar acuarelas) y con
dimensiones de 70 x 49 cm13, fue uno de los muchos retratos de Bolívar realizados por este
artista, los cuales en general tomaron como modelo un retrato que el artista pinto sobre un
marfil del natural, con el personaje con los brazos cruzados, en el año de 1828 14. Esta serie
de retratos lo representaban a veces con uniforme militar y a veces con traje de civil, y
obedecían al modelo costumbrista de representar a la elite en su cotidianidad.

10
Correa, Carlos. “Conversaciones con Pedro Nel.” (Medellín: Colección de Autores de Antioquia, 1998.) pp.
27-28
11
Correa, Carlos. “Conversaciones con Pedro Nel.” (Medellín: Colección de Autores de Antioquia, 1998.) pp.
38
12
Warburg, Aby. “Atlas Mnemosyne”. (Madrid: Editorial Akal, 2010) pp. 3
13
ColArte. “Ficha de obra Simón Bolívar” http://www.colarte.com/colarte/foto.asp?idfoto=30287
14
Espinosa, José María. “Memorias de un Abanderado”. (Bogotá: Banco Popular, 1971.) pp. 219
En la representación de Bolívar, en que se puede observar una exageración de rasgos que
evocan las caricaturas del artista, puede observarse a un personaje con rasgos extremos de
vejez, delgadez y cansancio, aparentemente al ser afectado por las difíciles circunstancias
del momento (los procesos que llevaron a la disolución de la Gran Colombia). Estos serían
tan notorios que el mismo Bolívar bromearía diciendo que se parecía a “…aquel viejo
Olaya de la Mesa”. Este Bolívar incluso tendría un tono de piel moreno. Otro rasgo
importante captado por el artista seria la melancolía, comentada por el artista al decir que el
Libertador se “quedaba pensativo con los ojos fijos al suelo y la mirada inclinada” 15, lo que
al captarlo en la pintura aparenta mostrar un héroe incomprendido que lucha por alcanzar
un sueño imposible, en un momento donde muchos lo consideraban un tirano.

El Bolívar de Acevedo Bernal, creado aproximadamente hacia 1917 en óleo sobre tela 16,
será representado de una manera completamente distinta. Más allá de la mayor habilidad
técnica de Acevedo Bernal sobre Espinosa, que le da al personaje una apariencia más
realista con un mejor manejo de volumen, las sombras y el color, puede resaltarse que este
Bolívar ya no es débil o melancólico, ni está afectado por las circunstancia de su momento.
Este Bolívar que se ve aquí es poderoso, con una mirada penetrante, sentado en una silla
con aspecto de trono, que le da un cierto aire imperial, donde además resaltan su uniforme,
su espada y su capa, dando a entender que el personaje es ante todo un líder.

Sus rasgos tienen todavía aires del Bolívar de Espinosa, pero ya no se verá delgado, sino
con un cuerpo fuerte, y con una tez más blanca, que tratara de evocar un origen europeo.
Sus rasgos aunque todavía resaltan a un hombre mayor, ya no parecen indicar derrota y
cansancio, sino experiencia y sabiduría. El espacio en el que está ubicado llama la atención
por parecerse a los despachos de los presidentes de la época, lo que se podría interpretar
como una manera de dar continuidad entre la obra del Libertador y las acciones de los
presidentes de la Regeneración.

15
Espinosa, José María. “Memorias de un Abanderado”. (Bogotá: Banco Popular, 1971.) pp. 220
16
ColArte. “Ficha de obra El Libertador Simón Bolívar”. http://www.colarte.com/colarte/foto.asp?
idfoto=154878
El “Bolívar educado por los mitos de la selva” de Pedro Nel Gómez, pintado en mural al
fresco en 1954 y con dimensiones de 2,05 x 2,10 m 17, va a ser una representación
completamente distinta del personaje. Este Bolívar carece por completo de cualquier
símbolo de poder que lo distinga como un general, dejándolo por tanto completamente
desnudo. Se trata de darle protagonismo además a los soldados del pueblo que lo ayudaron
a realizar sus gestas, y al compararlo con ellos se puede observar en su tez que vuelve a ser
morena, y en su corporalidad, que físicamente no es distinto a ellos. Las raíces físicas e
ideológicas se representan además no como provenientes de Europa, sino de su misma
tierra, que esta personificada por una mujer indígena que encarna a los “mitos de la selva”,
educándolo de una manera que evoca a pinturas en donde un niño es enseñado por un
maestro sabio, inspirándose el artista par esto en la “Educación de Aquiles por Quirón”18.

Estas tres obras en su lenguaje pretenden crear una iconografía sobre el personaje del
Libertador, manteniendo en general unos rasgos que lo identifiquen. Esta iconografía en
general favorece una idea de gobierno que evoca al personaje como su exponente
ideológico y político, tratando de darle cohesión a la patria a través de una historia común y
por ello en general se han mostrado en lugares representativos del estado, como el banco de
Colombia, a donde fue eventualmente donado el Bolívar de Espinosa, o el Palacio de
Nariño, para donde fue pintada la obra de Acevedo Bernal. El muralismo funciona también
bajo esta perspectiva aunque con otro discurso, y por ello los murales de Gómez
generalmente estaban en lugares públicos, aunque para esta representación de Bolívar fue
hecho para un ambiente privado, su propia casa, dada quizá la gran censura por la que paso
el artista durante su carrera. Aun así la obra se volvió posteriormente pública cuando la casa
de Pedro Nel Gómez se convierte en museo.

Como conclusión entonces se podría decir que a través de sus distintos movimientos
artísticos en toda su historia de vida independiente, se puede decir que Colombia ha
buscado definir su identidad a través de lo que la hace única, buscando a través de

17
Bedoya de Torres, Fabiola y Estrada Betancur, David Fernando. “Pedro Nel Gómez: Muralista”. (Medellín:
Universidad de Antioquia, 2003.) pp. 53
18
Bedoya de Torres, Fabiola y Estrada Betancur, David Fernando. “Pedro Nel Gómez: Muralista”. (Medellín:
Universidad de Antioquia, 2003.) pp. 48
símbolos definir valores que la caractericen y la ayuden a definir su futuro. Bolívar, más
allá de sus acciones como un personaje histórico ha encarnado estos valores, siendo para
muchos una representación de lo romántico, lo poderoso, lo melancólico, lo trágico, lo
popular, lo místico, lo misterioso, lo justo y lo correcto, que Colombia ve en sí misma.

Bibliografía

Bedoya de Torres, Fabiola y Estrada Betancur, David Fernando. Pedro Nel Gómez:
Muralista. Medellín: Universidad de Antioquia, 2003.

Clark T. J. Image of the people. Courbet and the 1848 revolution. Princeton: Princeton
University Press, 1999.

ColArte. Fichas de obras pictóricas. http://www.colarte.com/

Correa, Carlos. Conversaciones con Pedro Nel. Medellín: Colección de Autores de


Antioquia, 1998.

Espinosa, José María. Memorias de un Abanderado. Bogotá: Banco Popular, 1971.

Fajardo de Rueda, Marta. Acevedo Bernal, Ricardo. Ficha Biográfica. Biblioteca Virtual
Luis Ángel Arango. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/ricardo-acevedo-
bernal

Gómez, Clío. Pedro Nel Gómez Agudelo, Ficha bibliográfica. Biblioteca Virtual Luis
Ángel Arango. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/gomepedr.htm

Hernán Aguilar, José. Ricardo Acevedo: aprender del pasado. El Tiempo, 18 de


Noviembre de 1990. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-6121

Museo de América. José María Espinosa y Ramón Torres Méndez, caricatura y


costumbrismo, dos colombianos del siglo XIX. Madrid: Ministerio de Educación, 1999.

Pérez, Amada Carolina. La independencia como gesta heroica en el continuo histórico


nacional, la densidad de una representación 1880-1909. En: “Catalogo de la exposición
Las historias de un grito. Doscientos años de ser colombianos”. Bogotá: Museo Nacional de
Colombia, 2010.
Warbur, Aby. Atlas Mnemosyne. Madrid: Editorial Akal, 2010

Anexo:

José María Espinosa, Bolívar, 1830, 70 x 49 cm, Banco de Colombia

Ricardo Acevedo Bernal, El Libertador Simón Bolívar, 1917, Casa de Nariño


Pedro Nel Gómez, Bolívar enseñado por los mitos de la selva, 1954, 2,05x 2,10 m, Casa Museo
Pedro Nel Gómez.

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