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La última tribu nahuatlaca que llegó al Valle de México fue la de los 

aztecas. En sus orígenes míticos, ellos emergieron


de los intestinos de la Tierra a través de siete cuevas, en un lugar denominado Chicomostoc.
Las tradiciones afirman que venían del Norte y que su país era un lugar de tierra colorada. Algunos estudiosos suponen
que la cuna de los pueblos nahuas pudiera ser el valle inferior del Río Colorado.
Se detuvieron en Aztatlán o Aztlán, que según varias leyendas significa “lugar de garzas” o “lugar de la blancura”, debido
al color del plumaje de esas aves.
Su localización exacta es desconocida, pero según algunos autores, es posible que estuviera localizado en una laguna
situada en la desembocadura del Río San Pedro, en Mexcatitlán, Nayarit.
Algunas versiones señalan que el nombre de “azteca” proviene de ese lugar mítico llamado Aztlán, aunque ellos
preferían denominarse mexicas.
Posteriormente, los aztecas abandonaron el “lugar de las garzas” por indicaciones de su dios Huitzilopochtli, quien les
ordenó que lo dejaran, pues habrían de encontrar un lugar con mejores tierras.
Se dice que el grupo de pescadores y cazadores salió de Aztlán entre el año 890 y el 1111. Emprendieron su migración
hacia el Sur, en la búsqueda de una señal que les indicaría que se establecieran otra vez.
Vagaron durante años, según cuenta la leyenda, en busca de la señal en donde debían fundar su ciudad. Su
peregrinación duró más de siete siglos.
Se cree que pasaron por los actuales territorios de Sinaloa, Jalisco, Guanajuato y Michoacán. No es posible reconstruir
en detalle el itinerario que habían seguido hasta que llegaron a las inmediaciones de San Juan del Río, desde donde se
cuenta con más información hasta su llegada al Valle de México.
Una tradición cuenta que a los emigrantes aztecas los guiaba un dios llamado Mixitli. Otra que el conductor era
Huitzilopochtli, poderoso caudillo elevado a la categoría de dios después de su muerte. Una tercera leyenda presenta a
Huitzilopochtli como dios y como conductor y caudillo a Tenoch.
Los aztecas que dejaron Aztlán tenían por costumbre encender un fuego nuevo cada 52 años, que era la duración de un
ciclo en su calendario.
El primero celebrado después de iniciada su peregrinación fue el de Coatepec, cerca de Tula, en 1163. Habían vagado
por mucho tiempo y se establecieron allí, donde vivieron varios años.
Según un mito, en Coatepec nació el dios Huitzilopochtli o Colibrí del Sur, hijo de Coatlicue. Era un hechicero que rendía
culto a Tezcatlipoca, su caudillo y su dios más venerado.
Cuando los aztecas estaban en Coatepec surgió una disputa. Algunos de ellos, que seguían a Huitzilopochtli, querían irse
y otros, que seguían a Coyolxuahqui, la hermana de Huitzilopochtli, querían quedarse.
En la batalla que siguió, los seguidores de Huitzilopochtli ganaron y cambiaron su nombre a  mexicas. La escultura del
cuerpo desmembrado de Coyolxuahqui descansa hoy al pie del Templo Mayor, el centro religioso de los mexicas.
Guiados por Huitzilopochtli, se trasladaron a Tula y posteriormente a Apazco, donde celebraron el siguiente fuego nuevo
en 1215. Se establecieron temporalmente en diversos sitios como Zumpango, Cuauhtitlan y Ecatepec.
Continuando su peregrinación, bordearon el Sur de la sierra de Guadalupe y llegaron a Tecpayocan, el actual cerro de
Santa Isabel, donde encendieron su tercer fuego nuevo en 1267.
Desde su salida de Tula, los mexicas sólo permanecían unos años en cada lugar por donde pasaban, pues todas las
tierras estaban ocupadas y nadie los quería como vecinos por ser muy pendencieros, practicar formas crueles de
sacrificios humanos y tener la costumbre de robarse a las mujeres casadas.
Fueron la última tribu del Norte árido en llegar a Mesoamérica. Eran un pueblo pobre y atrasado, por lo que fueron mal
recibidos por los habitantes de los señoríos de origen tolteca ya establecidos en el Valle de México.
Debido a su tardía aparición en el lugar, los mexicas se vieron obligados a ocupar la zona pantanosa situada al Oeste del
lago de Texcoco, rodeados por enemigos poderosos que les exigían tributos.
Huitzilopochtli les dijo entonces que buscaran entre los carrizales de los islotes a un águila posada en un nopal, que
estaría devorando una serpiente, la señal de que allí deberían establecerse definitivamente.
En el año 1325 los mexicas hicieron por fin el prodigioso descubrimiento y se establecieron en el lago, fundando la gran
Tenochtitlán, bajo el auspicio del último caudillo-sacerdote Tenoch, quién le dio su nombre.
Ya asentados, estuvieron por varias décadas bajo el dominio del señorío de Azcapotzalco, como soldados mercenarios.
Hacia 1430, los mexicas habían asimilado la cultura de los pueblos avanzados del valle y tenían poder militar.
Entonces atacaron y derrotaron a Azcapotzalco e iniciaron así una sorprendente hazaña guerrera, que en sólo 70 años
los hizo dueños del más grande imperio de Mesoamérica.
Los mexicas convirtieron el lecho del lago, poco profundo, en chinampas o islas artificiales donde cultivaban verduras y
flores, además de criar aves domésticas.
Hicieron calzadas y puentes para conectar la ciudad con tierra firme; levantaron acueductos y excavaron canales para el
transporte de mercancías y personas. Las gigantescas pirámides sobre las que construían los templos, dominaban el
paisaje.
La ciudad floreció como resultado del alto grado de organización. A la llegada de los españoles, su imperio abarcaba casi
todo lo que actualmente son los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo, México, Morelos, gran parte de Guerrero,
Oaxaca, Chiapas y el territorio de Soconusco, en lo que hoy es Guatemala.

CALENDARIO
El calendario azteca o la piedra de sol es un disco monolítico que fue creado por los mexicas con el fin de mantener un
sentido cíclico del tiempo.

¿Cómo está organizado el calendario azteca o la piedra de sol?

Para los mexicas o aztecas, el observar la posición de los astros y estudiar los efectos que sucedían en la tierra cada
determinado intervalo de tiempo eran tareas primordiales que no podían dejar de realizarse, siempre de modo puntual,
en los palacios de los sacerdotes, hechiceros y nigromantes.
Por ejemplo: cuando terminaba la época de lluvias e inmediatamente después arrancaba una larga temporada de secas,
ideal para practicar la guerra.

Resultado de esa profusa revisión, los religiosos indígenas lograron establecer una serie de “calendarios”. Con estos, los
mexicas pudieron dar sentido perfecto a su devenir: sabían muy bien en qué épocas sembrar, en cuáles cosechar y
cuando hacer la guerra.
También les indicaba cuando debían festejar y honrar a sus dioses de acuerdo a los ámbitos que éstos patrocinaban en
la tierra. Y, sobre todo, cuando debía temérseles evitando con ello la probable destrucción de sus pueblos, ciudades y
el universo.
De esta manera, se establece una relación integral entre la mitología, el conocimiento astronómico y la creación de
cronologías y calendarios basados en cómputos matemáticos.

Meses del calendario azteca

La siguiente, es una relación de los meses según el calendario azteca, sus deidades y su correspondencia con el
calendario gregoriano de acuerdo a Fray Bernardino de Sahagún, autor de la magna obra “Historia de las Cosas de la
Nueva España”:

MES I
Atalcahuallo (del 2 al 21 de febrero)
Diosa patrona: Chachihuitlicue

MES II
Tlacaxipehualitzi (del 22 de febrero al 13 de marzo)
Dios patrono: Xipe -Totec
MES III
Tozoztontli (del 14 de marzo al 2 de abril)
Dioses patronos: Coatlicue-Tlaloc
MES IV
Hueytozoztli (del 3 al 22 de abril)
Dioses patronos: Centéotl-Chicomecóatl
MES V
Tóxcatl (del 23 de abril al 12 de mayo)
Dioses patronos: Tezcatlipoca-Huitzilopochtli
MES VI
Etzalculiztli (del 13  de mayo al 1 de junio)
Dioses patronos: los tlaloques
MES VII
Tecuilhuitontli (del 2 al 21 de junio)
Dios patrono: Huixtocihuatl

MES VIII
Hueytecuilhutli (del 22 junio al 11 de julio)
Dios patrono: Xilonen
MES IX
Tlaxochimaco (del 12 al 31 de julio)
Dios patrono: Huitzilopochtli
MES X
Xocotlhuetzin (del 1 al 20 de agosto)
Dios patrono: Xiuhtecuhtli
MES XI
Ochpanitztli  (del 21 de agosto al 9 de septiembre)
Dios patrono: Tlazoltéotl
MES XII
Teotelco (del 10 al 29 de septiembre)
Dios patrono: Tezcatlipoca
MES XIII
Tepeilhuitl (del 30 de septiembre al 19 octubre)
Dios patrono: Tláloc
MES XIV
Quecholli (del 20 de octubre al 8 de noviembre)
Dios patrono: Mixcóatl/Camaxtli
MES XV
Panquetzalitzli (del 9 al 28 de noviembre)
Dios patrono: Huitzilopochtli
MES XVI
Atemotzli (del 29 noviembre al 18 de diciembre)
Dios patrono: Tláloc
MES XVII
Tititl (del 19 de diciembre al 7 de enero)
Dios patrono: Llamatecuhtli
MES XVIII
Izcalli  (del 8 al 27 de enero)
Dios patrono: Xiuhtecuhtli
Nemotemi
Se trata de 5 días considerados por los aztecas como vacíos o nefastos (del 28 de enero al 1 de febrero).

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