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1
Ver, sentencia C-180 de 1994.
2
Ver, sentencia C-230A de 2008.
3
Ver, sentencia C-150 de 2015.
4
Ibídem.
5
Con relación al principio de participación, la Corte en sentencia C-577 de 2014 manifestó: “La Constitución
de 1991 es prolija en la consagración de contenidos dogmáticos que definen y concretan el principio de
participación dentro del ordenamiento constitucional; principio que, como se observa a partir del análisis de
las disposiciones constitucionales que lo enuncian y desarrollan, resulta esencial en la definición del Estado
colombiano, especialmente en lo relativo a su carácter democrático. En efecto, si la democracia garantiza
que las decisiones más importantes dentro del Estado se tomen por parte del cuerpo de ciudadanos, la
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del Estado, en virtud del cual se debe “facilitar la participación de todos en
las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa
y cultural de la Nación”7.
3
“(…) El fortalecimiento y la profundización de la democracia
participativa fue el designio inequívoco de la Asamblea Nacional
Constituyente, luego traducido en las disposiciones de la Carta
Política que ahora rige el destino de Colombia y de las que se
infiere el mandato de afianzar y extender la democracia tanto en el
escenario electoral como en los demás procesos públicos y sociales
en los que se adopten decisiones y concentren poderes que
interesen a la comunidad por la influencia que puedan tener en la
vida social y personal.
10. Para la Corte, el símil entre los sistemas aludidos, indica que “el
concepto de democracia participativa es más moderno y amplio que el de la
democracia representativa. Abarca el traslado de los principios democráticos
a esferas diferentes de la electoral, lo cual está expresamente plasmado en el
artículo 2° de la Carta. Es una extensión del concepto de ciudadanía y un
replanteamiento de su papel en una esfera pública que rebasa lo meramente
electoral y estatal”13. De ahí que, “[e]l ciudadano puede participar
permanentemente en los procesos decisorios que incidirán en el rumbo de su
vida”14, sin que se circunscriba su intervención al derecho al sufragio, tal y
como ocurre en la democracia meramente representativa.
cuente con los mecanismos jurídicos propios que garanticen su vinculación con los asuntos que le afectan
directamente y en cuya solución se encuentra comprometido”. Ver, sentencia C-089 de 1994.
12
Ver, sentencia C-461 de 2008, reiterada en la sentencia C-141 de 2010.
13
Ver, sentencia T-637 de 2001.
14
Ibídem.
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11. Por las razones expuestas en precedencia, la democracia participativa,
en tanto principio, finalidad y forma de gobierno (Preámbulo, arts. 1 y 2,
C.P.), debe ser no solo protegida, sino también promovida por el Estado
colombiano, de manera tal que sus decisiones, legitimadas en mayor medida
por este hecho, respondan efectivamente a las crecientes necesidades que
tienen los diversos sectores de la población15.
15
Ver, sentencia T-540 de 1992.
16
En la sentencia C-490 de 2011, la Corte así lo determinó al señalar que: “el modelo de democracia
adoptada por la Constitución es necesariamente pluralista, pues solo así es posible vincular los distintos
intereses concurrentes con el ejercicio del poder político.”
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ese modelo democrático e instituye cauces a través de los cuales pueda
expresarse con todo y su diversidad. Por ello, en los estados contemporáneos
la voz del pueblo no puede ser apropiada por un solo grupo de ciudadanos,
así sea mayoritario, sino que surge de los procedimientos que garantizan
una manifestación de esa pluralidad.”17 (Negrilla fuera del original).
16. Vale resaltar que, ambas dimensiones del pluralismo pueden confluir en
un mismo escenario, cuando, por ejemplo, las diversas opiniones presentes en
una sociedad respecto de asuntos de interés público son expresadas por
distintos grupos y organizaciones a través de los procesos y canales
legalmente instituidos. En ese supuesto opera el pluralismo político, el cual
presupone “la necesidad de incorporar al debate democrático las diferentes
tendencias ideológicas existentes en la sociedad, al igual que las distintas
vertientes de identidad social y comunitaria, entre ellas las derivadas de
perspectivas de género, minorías étnicas, juventudes, etc.”20.
17
Ver, sentencia C-141 de 2010.
18
Ver, sentencia T-527 de 1992.
19
Ibídem.
20
Ver, sentencia C-490 de 2011.
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la agrupación;” y “(ii) articul[en] esas posiciones con la regla de mayoría,
utilizada para la toma de decisiones dentro del partido o movimiento
político.”21 De esta manera, los partidos y movimientos políticos, en tanto
mecanismo de participación política, cumplen con la función de canalizar y
comunicar al Gobierno las exigencias, así como las expresiones de apoyo u
oposición de los gobernados, en especial las de las minorías de conformidad
con lo previsto en el artículo 112 Superior.
21
Ibídem.
22
“Por medio del cual se establecen instrumentos jurídicos de justicia transicional en el marco del artículo
22 de la Constitución Política y se dictan otras disposiciones”.
23
Así, por ejemplo, las constituciones del siglo XIX incorporaron la inviolabilidad e irresponsabilidad de los
legisladores. La Constitución de Rionegro (art. 22, 44 y 45) incorporó derecho de expresión e inmunidad a los
miembros de las legislaturas; por su parte, la Constitución de 1886 mantuvo la inviolabilidad de los votos y
opiniones de los congresistas (art. 106). El artículo 47 de dicha Constitución prohibió “las juntas políticas de
carácter permanente”; de acuerdo con José María Samper, en su obra “Derecho Público Interno” la razón
para esta prohibición es el “que el constituyente ha querido preservar a la sociedad colombiana de la funesta
acción de ciertas asociaciones permanentes, tales como los clubs revolucionarios de Francia y las juntas que
han existido entre nosotros con los nombres de las sociedad democráticas, populares y de salud pública”
Editorial Temis, 1982. Posteriormente, el artículo 14 del Acto Legislativo No. 2 del 6 de junio de 1910
introdujo las “circunscripciones senatoriales de uno o más departamentos” con el fin que “puedan tener
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21. De acuerdo con los debates de la Asamblea Nacional Constituyente con
el estatuto de la oposición se buscó superar el sistema político “bipartidista” y
cerrado al escrutinio ciudadano 24, denunciado en las sesiones de la Asamblea
Constituyente, para darle a los distintos grupos políticos la posibilidad de
pacíficamente y por las vías del derecho fiscalizar el poder, criticarlo y ofrecer
alternativas para la alternancia política. Al respecto, el constituyente,
Hernando Herrera Vergara manifestaría que con la creación de un estatuto de
la oposición “nadie tendrá por qué hacer oposición clandestina, ni apelar a
medios que no puedan utilizarse públicamente”25
representación las minorías”, ello como reacción al quinquenio de Reyes; en efecto el Decreto 126 de 1910,
en el cual se convocó a la Asamblea Constituyente de 1910, estableció como uno de los puntos fundamentales
de la reforma constitucional el establecimiento del “ejercicio de la función electoral, asegurando la
representación de las minorías”.
24
Álvaro Echeverry Uruburu, “La Convivencia Democrática como objetivo central de la reforma a la
Constitución” en Asamblea Nacional Constituyente, Gaceta 48, doce (12) de abril de 1991.
g
Asamblea Nacional Constituyente, Gaceta No. 30, primero (1º) de abril de 1991.
26
Ver: Asamblea Nacional Constituyente, Gaceta No. 104, veintiocho (28) de febrero de 1991.
27
Proyecto de la Alianza Democrática M-19.
28
Proyectos de Gobierno, Horacio Serpa y otros, Guillermo Plazas Alcid, Antonio Galán Sarmiento y José
Matías Ortiz.
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función crítica y fiscalización de la acción gubernamental y la formación de
alternativas”; la propuesta liderada por el constituyente Serpa, incluía el
ejercicio de la oposición como parte de su proyecto relativo a los partidos
políticos, definiéndolo como el “derecho de los partidos que no hacen parte
del gobierno”; el constituyente Arias López, se refirió en su propuesta a la
oposición como “un derecho de los ciudadanos, partidos y grupos políticos”
que incorpora “función de control, vigilancia y fiscalización del gobierno.
Constituir alternativas de poder”.
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participan en el Gobierno, para garantizar el ejercicio de su función crítica y
la formación de alternativas políticas”, así la oposición se caracteriza como
“una expresión contestaría por las vías pacíficas y democráticas”. El
propósito de dicho estatuto sería el de establecer (i) el acceso a la información
oficial30; (ii) el acceso a los medios de comunicación social del Estado, de
acuerdo con la representación obtenida en las elecciones; (iii) el derecho de
réplica con respecto a las informaciones inexactas o injuriosas en la misma
forma y por el mismo medio a través del cual se produjeron; (iv) la igualdad
de oportunidades para el acceso a los cargos públicos; (v) el derecho a
participar en asuntos electorales y en la política exterior del país; y (vi) el
derecho de las minorías electorales a participar en las mesas directivas de los
cuerpos colegiados de acuerdo con su representación.
30
Ello se manifestaría en la presencia en órganos de control y la vigilancia de la administración por parte de la
oposición política.
31
Se presentaron proyectos por parte del Gobierno, la Alianza Democrática M-19 el Partido Social
Conservador, Horacio Serpa y otros, Jaime Arias López, Guillermo Plazas Alcid, Antonio Galán Sarmiento y
José Matías Ortiz
32
Asamblea Nacional Constituyente, Gaceta No. 89, cuatro (4) de mayo de 1991.
10
30. Dentro de los sistemas democráticos, la oposición desempeña un papel
fundamental en la medida en que define la dinámica de los gobiernos de turno.
De manera general, podría decirse que las funciones de la oposición en los
sistemas políticos democráticos son: (i) expresarse sobre la dirección que toma
(o debería tomar) el gobierno, ya sea a nivel general o sobre aspectos
relevantes en la discusión de leyes o el desenvolvimiento de ciertas políticas;
(ii) ejercer funciones de control del gobierno en turno, utilizando los recursos
legales a su alcance y expresarse sobre los resultados de la actuación del
gobierno y sus consecuencias; y (iii) prepararse para la alternancia, es decir,
toda oposición tiene la responsabilidad de ostentarse como una opción de
gobierno33. En últimas, podría decirse que la oposición funciona como
herramienta que materializa el control al poder, el pluralismo político y las
condiciones de alternancia de gobierno, en el caso de los partidos políticos 34.
33
Gianfranco Pasquino, La oposición, 1998, Madrid: Alianza, p. 30.
34
Debe resaltarse que la fiscalización y control al gobierno no es ejercido únicamente por la oposición
parlamentaria o legislativa, sino que de hecho es adelantada por diversos grupos sociales y de interés, como
pueden ser los medios de comunicación o los gremios. Sin embargo, quizás el elemento diferenciador de estos
grupos frente a los partidos políticos, es que éstos últimos participan en el ejercicio de oposición con la
intención, en la mayoría de los casos, de convertirse en una alternativa de gobierno. Ver: David Armando
Rodríguez, Óp Cit. pp. 69-70.
35
Juan Linz, “Democracia presidencial o parlamentaria. Hay alguna diferencia” En: Presidencialismo vs.
Parlamentarismo, materiales para el estudio de la reforma Constitucional, consejo para la consolidación de
la democracia, primera edición, Buenos Aires, EUDEBA, 1988, p. 31.
11
encuentro entre gobierno y oposición; el presidencial maximiza la distancia
entre estos dos.
(…)
36
David Armando Rodríguez, óp. Cit. p. 36.
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