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¿Cuál es la relación que plantea Negri y Hardt entre multitud, imperio y

democracia?
Nicole Dayana Vargas Lobo: 20221260015
En la obra Multitud, guerra y democracia en la era del imperio (2004) desarrollado
por Negri Antonio y Hardt Michael podemos identificar una posición con respecto a
la democracia, la soberanía, la multitud y el imperio donde estas se desarrollan tanto
en aspectos sociales, económicos, políticos e incluso culturales. Negri y Hardt
buscan la creación de este manifiesto para poner en exhibición sus pensamientos con
respecto a cómo se lleva a cabo el sistema, destacando las contradicciones que
posee.
Es evidente como el sistema está plenamente dominado por el sistema capitalista y
un egoísmo interno absurdo, por tanto, la democracia como elemento principal de
este sistema también está permeado por una corrupta instancia. La democracia, al
igual que la aristocracia en ese aspecto, son meras fachadas, porque de hecho el
poder es monárquico (Negri y Hardt, 2004, p. 374). Teniendo esto en cuenta, es
importante reconocer el papel de la multitud, donde este no se concibe como un
conjunto material, sino más bien como un conjunto de condiciones, por tanto, la
multitud no es un cuerpo social, precisamente por esa razón: la multitud no se
reduce a la unidad, ni se somete al dominio de uno. La multitud no puede ser
soberana (Negri y Hardt, 2004, p. 375).

Entendiendo esto, la relación entre democracia, multitud e imperio es que una no


puede vivir sin la otra, es decir, existe una relación de codependencia en donde la
democracia pierde su total sentido en pro a la multitud, donde la multitud es la
encargada de darle soberanía al soberano y donde el imperio es el precursor de esto,
sin embargo, sin multitud no habría imperio porque no tendría a quien dominar.

En realidad, y conforme va derrumbándose la distinción entre producción


económica y dominio político, la producción común de la multitud produce por sí
misma la organización política de la sociedad. Lo que la multitud produce no son
solo bienes y servicios, sino también, y sobre todo, cooperación, comunicación,
formas de vida y relaciones sociales. En otras palabras, la producción económica de
la multitud no solo brinda un modelo para la torna de decisiones políticas, sino que
tiende a convertirse ella misma en toma de decisiones políticas. (Negri y Hardt,
2004, p. 385).
Finalmente, la organización es muy importante si se lleva bien ejecutada por parte
de la multitud, puesto que este elemento es la base de toda la relación codependiente
entre democracia e imperio, puesto que la multitud es la encargada de darle el poder
a quien ellos prefieran y el sistema de organización, por tanto, para que el sistema
funcione en pro a la multitud esta misma es la única encargada de ello. Cuando la
multitud es por fin capaz de regirse a sí misma, la democracia se hace posible
(Negri y Hardt, 2004, p. 387).
Referencia.
Negri, A. Hardt, M. (2004). Multitud; Guerra y democracia en la era del imperio.
Editorial Debat

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