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Las verrugas genitales son uno de los tipos más comunes de infecciones de transmisión

sexual. Casi todas las personas sexualmente activas se infectarán con al menos un tipo de
virus del papiloma humano (VPH), el virus que causa las verrugas genitales, en algún
momento de sus vidas.

Las verrugas genitales afectan los tejidos húmedos del área genital. Pueden parecer
pequeñas protuberancias de color carne o tener una apariencia de coliflor. En muchos casos,
las verrugas son demasiado pequeñas para ser visibles.

Síntomas

Verrugas en los genitales En las mujeres, pueden crecer verrugas genitales en la vulva, las
paredes de la vagina, el área entre los genitales externos y el ano, el conducto anal y el cuello
del útero. En los hombres, pueden ocurrir en la punta o el cuerpo del pene, el escroto o el
ano. Las verrugas genitales también pueden aparecer en la boca o garganta de una persona
que tuvo contacto sexual oral con una persona infectada.
Los signos y síntomas de las verrugas genitales incluyen los siguientes:
Hinchazón pequeña, de color piel, marrón o rosa en el área genital Una forma similar a la de
una coliflor causada por varias verrugas muy cerca una de otra Comezón o malestar en el
área genital Sangrado al mantener relaciones sexuales Las verrugas genitales pueden ser tan
pequeñas y planas que a veces son invisibles. Sin embargo, en raras ocasiones, las verrugas
genitales pueden multiplicarse en grupos grandes cuando la persona tiene inmunodepresión.
Causas
El virus del papiloma humano (VPH) causa las verrugas. Hay más de 40 cepas del VPH que
afectan el área genital. Las verrugas genitales casi siempre se propagan a través del contacto
sexual. Tus verrugas no tienen que ser visibles para que puedas transmitirle la infección a tu
pareja sexual. Factores de riesgo La mayoría de las personas que son sexualmente activas se
infectan con el virus del papiloma humano genital en algún momento.

Los factores que pueden aumentar el riesgo de infectarse incluyen los siguientes:
Tener relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas
Haber tenido otra infección de transmisión sexual
Tener relaciones sexuales con una pareja cuyos antecedentes sexuales no conoces
Volverse sexualmente activo a una edad temprana
Tener un sistema inmunitario comprometido, por ejemplo, a causa del VIH o de los
medicamentos de un trasplante de órgano
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Las complicaciones de la infección por el VPH pueden incluir:
Cáncer. El cáncer de cuello uterino ha estado estrechamente relacionado con la infección
genital por VPH. Ciertos tipos de VPH también están asociados con cánceres de vulva, ano,
pene, boca y garganta.
La infección por VPH no siempre conduce al cáncer, pero es importante que las mujeres se
hagan las pruebas de Papanicolaou con regularidad, particularmente aquellas que han sido
infectadas con tipos de VPH de mayor riesgo.
Problemas durante el embarazo. Rara vez durante el embarazo, las verrugas pueden
agrandarse, lo que dificulta la micción. Las verrugas en la pared vaginal pueden inhibir el
estiramiento de los tejidos vaginales durante el parto. Las verrugas grandes en la vulva o en
la vagina pueden sangrar cuando se estiran durante el parto.
En muy raras ocasiones, un bebé nacido de una madre con verrugas genitales desarrolla
verrugas en la garganta. El bebé podría necesitar cirugía para evitar que se bloqueen las vías
respiratorias.
Prevención
Limitar el número de parejas sexuales y vacunarse te ayudará a evitar que te salgan verrugas
genitales. Usar un preservativo cada vez que tienes relaciones sexuales es una buena idea,
pero no necesariamente te protegerá de las verrugas genitales.
Vacunación
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)
recomiendan la vacunación de rutina contra el virus del papiloma humano para niñas y niños
de 11 y 12 años, aunque puede comenzar a administrarse a los 9 años.
Es ideal que las niñas y los niños reciban la vacuna antes de tener contacto sexual.
Los efectos secundarios de las vacunas generalmente son leves e incluyen inflamación en el
sitio de la inyección, dolores de cabeza, fiebre baja o síntomas similares a los de la gripe.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en
inglés) ahora recomiendan que todos los niños de 11 y 12 años reciban dos dosis de la
vacuna contra el virus del papiloma humano con al menos seis meses de diferencia, en lugar
de las tres dosis recomendadas anteriormente. Los adolescentes más jóvenes de 9 y 10 años
y los adolescentes de 13 y 14 años también pueden recibir la vacuna según el programa
actualizado de dos dosis. Se ha demostrado en investigaciones que el programa de dos dosis
es eficaz para los niños menores de 15 años.
Los adolescentes y adultos jóvenes que comienzan a recibir la serie de vacunas más tarde,
entre los 15 y los 26 años, deben recibir tres dosis de la vacuna.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en
inglés) ahora recomiendan ponerse al día con las vacunas contra el virus del papiloma
humano a todas las personas de hasta 26 años que no tengan todas las dosis de la vacuna.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en
inglés) aprobó recientemente el uso de Gardasil 9 para hombres y mujeres de 9 a 45 años. Si
tienes entre 27 y 45 años, habla con tu médico sobre si es recomendable que recibas la
vacuna contra el virus del papiloma humano.
ma humano.

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