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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

Facultad de Zootecnia

Trabajo de EXPOSICION

Tema: Macronutrientes del suelo

Cátedra: Edafología

Catedrático: Ing. Segundo Saúl Tello Sandoval

Estudiantes: Luis Ramírez Vásquez


Verónica Maca Alegría
Diana Balcázar Carrión
Heisler Vásquez Castañeda
Zarelith Viteri Pizango

Ciclo:IV
Introducción

 la mayoría de los suelos tropicales, tienen 50% de materia mineral, 35% de aire, 10%
de agua y 5% de materia orgánica, que son los elementos que les dan vida y fertilidad.

La materia mineral constituye la masa principal de los sólidos del suelo. Está
compuesta por casi todos los elementos químicos que existen en la naturaleza y estos
elementos son los llamados nutrientes del suelo. Hay los macro nutrientes (nitrógeno,
fósforo, potasio, calcio y magnesio), disponibles en cantidad y que alimentan las
plantas; y hay los micro nutrientes (zinc, boro, molibdeno, manganeso, cloro y cobre)
en menor cantidad pero también indispensables para las plantas.

La materia orgánica está compuesta por material orgánico vivo o muerto; la parte viva
son las raíces de las plantas, bacterias, lombrices de tierra, algas, hongos, etc.  En el
suelo se multiplican miles de formas de vida, la mayoría invisible para nuestros ojos.
La parte muerta son los restos muertos o en descomposición como ser hojarascas,
madera, estiércol.

Existen dos factores físicos importantes: el agua y el aire.

 El agua es esencial para la vida del suelo; el suelo encuentra agua


directamente con la lluvia o a través de las plantas, que también ayudan a
mantener la humedad del suelo gracias a la cobertura de sus hojas. Los
organismos del suelo y las plantas necesitan agua para vivir. La disolución de
minerales y materia orgánica en el agua facilita que sean captados por las
plantas. Cuando el agua del suelo escasea, se detiene el crecimiento de las
plantas, que llegan a marchitarse y morir. Un exceso de agua desplaza el aire
del suelo y lo vuelve barro donde las plantas no crecen bien.
 El aire también está presente en el suelo, pues es necesario para las raíces de
las plantas y árboles Los hongos, bacterias, lombrices necesitan del aire para
descomponer la materia orgánica muerta e incorporarla al suelo para la
nutrición de las plantas.

Un suelo es fértil cuando tiene los nutrientes necesarios, es decir, las sustancias
indispensables para que las plantas se desarrollen bien.
Las plantas necesitan la combinación correcta de nutrientes para vivir,
crecer y reproducirse. Cuando sufren de malnutrición, muestran síntomas
de falta de salud. Tanto el exceso como la carencia de nutrientes puede
causar problemas.

Existen dos tipos de nutrientes de plantas: macronutrientes y


micronutrientes.
Los macronutrientes son aquellos elementos que se necesitan en
relativamente grandes cantidades. Entre ellos se incluye nitrógeno,
potasio, azufre, calcio, magnesio y fósforo; mientras que los
micronutrientes son aquellos elementos que las plantas necesitan en
pequeñas cantidades (en ocasiones cantidades traza), como hierro, boro,
manganeso, zinc, cobre, cloro y molibdeno. Tanto macronutrientes como
micronutrientes son obtenidos de manera natural del suelo.
Factores que intervienen en la absorción de nutrientes en las
plantas
Las raíces de las plantas requieren ciertas condiciones para obtener
estos nutrientes del suelo. En primer lugar, el suelo debe estar
suficientemente húmedo para permitir que las raíces absorban y
transporten los nutrientes. En ocasiones, corregir una estrategia de riego
incorrecta, elimina los síntomas de deficiencia de nutrientes. En segundo
lugar, el pH del suelo debe estar entre cierto rango para que los
nutrientes sean liberables a partir de las partículas del suelo. Tercero, la
temperatura del suelo debe encontrarse en un cierto rango para que
ocurra la ingesta de nutrientes.

Ilustración 1. Medición de temperatura en suelo


El óptimo rango de temperatura, pH y humedad es diferente para
diferentes especies de plantas. En consecuencia, los nutrientes podrían
estar presentes físicamente en el suelo, pero no estar disponibles para
las plantas. Un conocimiento del pH, textura e historial del suelo, puede
ser muy práctico para predecir qué nutrientes van a estar en déficit.
Hay que tener en cuenta que cada variedad de planta es diferente y en
consecuencia podría mostrar síntomas ligeramente diferentes.
Los macronutrientes se dividen en:
Elementos primarios (NPK)
En la mayoría de los cultivos, las necesidades de las plantas son
superiores a las reservas existentes en forma asimilable de los
elementos en el suelo, por lo que es necesario realizar aportes mediante
el uso de fertilizantes.
Nitrógeno
Este elemento merece mención especial dado que es considerado el
cuarto elemento más abundante en los vegetales tras el C, H y O.
Es el macronutriente que se suministra más frecuentemente como
fertilizante, ya que las plantas lo requieren en grandes cantidades. Los
procesos de combinación del nitrógeno con otro elemento reciben el
nombre de fijación del nitrógeno y se realizan, en la naturaleza, gracias a
la acción de ciertos microorganismos y a las descargas eléctricas que
tienen lugar en la atmósfera. Sin embargo, la cantidad de nitrógeno fijado
suele ser pequeña en comparación con la que las plantas podrían utilizar.
Cerca del 99% del nitrógeno combinado en el suelo, se halla contenido
en la materia orgánica. El nitrógeno orgánico, incluido en moléculas
grandes y complejas, sería inaccesible a los vegetales superiores si no
fuera, previamente, liberado por los microorganismos.
Fósforo
A diferencia del nitrógeno, que puede incorporarse a los suelos por
medio de la fijación bioquímica por microorganismos, el fósforo no posee
tal ayuda microbiana. El fósforo procede únicamente de la
descomposición de la roca madre.
Destacan que el contenido medio de P en la corteza terrestre es de
0,05%. La cantidad de fósforo total del suelo, expresada como P2O5, en
raras ocasiones sobrepasa el valor del 0,50% y puede clasificarse, en
general, como inorgánico y orgánico.
El fósforo inorgánico es casi siempre predominante, excepto en los
suelos donde la materia orgánica se halla en una gran proporción. El
fósforo orgánico suele ser mayor en las capas superficiales que en el
subsuelo, debido a la acumulación de materia orgánica en las mismas.
Debe indicarse también, en cuanto al contenido total, que generalmente
suele ser más alto en los suelos jóvenes vírgenes y en las áreas donde
las lluvias no son excesivas.
En los suelos cultivados tiende a acumularse en las capas superficiales
debido a que parte de este elemento se pierde por lixiviación y a que las
eliminaciones por las cosechas son generalmente pequeñas. La
proporción de fósforo que procede del material originario oscila, en
general, entre el 40 y 80% del fósforo total siendo el resto de origen
orgánico.

Deficiencia de fósforo en tomate.

Potasio
El potasio es, tal vez, el elemento mineral que se encuentra en mayor
proporción en las plantas y es relativamente frecuente en las rocas. Con
independencia del potasio que se añade como componente de diversos
fertilizantes, el potasio presente en los suelos procede de la
desintegración y descomposición de las rocas que contienen minerales
potásicos. Los minerales que se consideran fuentes originales de potasio
son los feldespatos potásicos, la moscovita y la biotita.
A diferencia del fósforo, el potasio se halla en la mayoría de los suelos en
cantidades relativamente grandes. En general, su contenido como K2O
oscila entre 0,20-3,30% y depende de la textura.
La fracción arcillosa es la que presenta un mayor contenido de K, por lo
que los suelos arcillosos y limo-arcillosos son más ricos que los limo-
arenosos y arenosos, teniendo en cuenta también que la variación en el
contenido de potasio está influenciada por la intensidad de las pérdidas
debidas a extracción por los cultivos, lixiviación y erosión.

deficiencia de potasio
Elementos secundarios
Calcio
Además de su esencialidad, puede decirse que ningún otro elemento,
exceptuando hidrógeno y potasio, ha recibido tanta atención desde el
punto de vista de la fertilidad del suelo. El estudio del Ca ha demostrado
su papel fundamental, no sólo en la estructura del suelo, sino también en
la mecánica y química del complejo adsorbente, y su influencia sobre la
capacidad de asimilación de otros elementos considerados esenciales
para la planta.
El calcio presente en el suelo, aparte del añadido como fertilizante o
enmienda, procede de las rocas y de los minerales del suelo, y su
contenido total puede variar ampliamente. En los suelos considerados no
calizos oscila entre el 0,10 y 0,20%, mientras que en los calizos puede
alcanzar hasta un 25%.
Las concentraciones más bajas de calcio aparecen en suelos muy
lavados, con capacidades de intercambio catiónico bajas, como sucede
en algunos suelos tropicales. En regiones templadas, no es probable
encontrar contenidos tan bajos de calcio de forma que este elemento
suele representar del 75 al 85% del total de bases de cambio existentes.

 Deficiencia de Calcio en frutos


Magnesio (Mg)

Podemos encontrarlo en la solución del suelo y es absorbido en las


superficies de las arcillas y la materia orgánica. Este nutriente se
encuentra en menor cantidad que el Ca ya que el Mg no puede ser
absorbido tan fuertemente por los coloides del suelo y por ello,
sufre mayores pérdidas por lixiviación. Los síntomas de su carencia
se aprecian en forma de espacios entre las nervaduras de color
amarillo en hojas viejas que terminan afectando a las hojas
jóvenes y posteriormente la planta termina perdiéndolas.

Azufre (S)

Las plantas pueden sufrir la carencia de este elemento bien por la falta
del elemento o bien a que el elemento está presente pero no se
encuentra en una forma asimilable directamente por las plantas.

Cuando está disponible, actúa sobre el contenido de azúcar de los


frutos, en la formación de la clorofila y contribuye a un desarrollo más
acelerado del sistema radicular y de las bacterias nodulares, que
asimilan el nitrógeno atmosférico. Por otro lado, un déficit de este
conlleva una disminución de la fijación del nitrógeno atmosférico y
altera los procesos metabólicos y la síntesis de proteínas.
Conclusión

Al termino de este trabajo podemos concluir que los


macronutrientes, son de mucha ayuda para las raíces y para un
buen desarrollo de las plantas, mejorando de esta manera su
resistencia a bajas temperaturas y en algunas plantas ayuda a la
prevención de determinadas enfermedades y deficiencias.

También cabe concluir que todas las plantas requieren un aporte


equilibrado de todos los nutrientes fundamentales que pertenecen
al grupo de los macronutrientes.

Bibliografía

• https://www.pot.cl/blog/1167-funcion-de-los-macronutrientes-en-
las-plantas#

• https://es.slideshare.net/jacg_108/macro-y-micronutrientes-para-
la-planta

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