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CINE Y MATEMÁTICAS: BODAS DE PLATA DE UN DESENCUENTRO

José Muñoz Santonja


Profesor de Matemáticas en el IES Macarena

Cuando se celebra el aniversario del nacimiento de una persona famosa, o de una entidad
importante, es frecuente recordar hechos interesantes ocurridos desde esa fecha, comparándolos con
con la evolución de otras actividades cotidianas. Así, al celebrar las bodas de plata del IES
Macarena, queremos en este artículo hacer un recorrido sobre la relación entre el cine y las
matemáticas en estos últimos 25 años.
En los años anteriores a 1987, el cine no había mostrado gran interés por la Ciencia en general y las
Matemáticas en particular. Pero en ese año se estrenó la película Lecciones inolvidables, dirigida
por Ramón Menéndez y basada en la vida real del profesor Jaime Escalante. En la película, un
profesor llega a uno de los centros más conflictivos de Los Ángeles, y se ve obligado a impartir
matemáticas a un variopinto grupo de marginados sociales, miembros en algunos casos de bandas
callejeras, con un total desinterés por nada que signifique aprendizaje. Utilizando métodos no
convencionales logra recuperar a varios de esos elementos desahuciados por la mayoría de los
profesores, y conseguir que se enfrenten con éxito a exámenes de Álgebra y Cálculo. No deja de ser
llamativo que unos alumnos que no manejan casi fracciones al comenzar la cinta terminen
resolviendo derivadas e integrales al acabarla. Eso es aprovechar el tiempo. Lo que es curioso al
visionarla en la actualidad, es reconocer situaciones muy actuales en centros de Secundaria.
A partir de entonces y durante una década, siguieron apareciendo películas en las que las
matemáticas aparecían de modo tangencial o anecdótico. Podemos encontrarnos con el
impresentable y repelente profeta de la Teoría del Caos en Parque Jurásico (1993) o el profesor
universitario capaz de dormir a los focos del techo en El amor tiene dos caras (1996) o el policía
matemático de la versión cinematográfica de Tu nombre envenena mis sueños (1996) basada en la
excelente novela homónima de Joaquín Leguina, o el niño prodigio para las matemáticas que
protagoniza el film El pequeño Tate (1991). A veces aparecen matemáticas como el problema que
deben resolver los dos protagonistas de Jungla de cristal III: La venganza (1995) o los números
primos que utilizan los extraterrestres para ponerse en contacto con la tierra en la película Contacto
(1997) basada en una novela de Carl Sagan.
Pero sólo hasta que el Macarena había cumplido su primera década nos empezamos a encontrar
películas en las que los contenidos matemáticos son tratados con algo más de profundidad, aunque
a veces de pasada, para presentar otros aspectos como racismo, esquizofrenia, aislamiento, etc. En
1998 se presenta la oscarizada cinta El indomable WillHunting, dirigida por Gus Van Sant, en la que
el personaje principal es un empleado de la limpieza en el MIT (Instituto Tecnológico de
Massachusett) de carácter violento y difícil, pero con un talento especial para las matemáticas. Es
encarcelado tras un altercado y un profesor lo convence para que se presente a terapia, tras lo que
comienza a trabajar con él resolviendo problemas. En la película aparecen distintas referencias a las
matemáticas como teoría de números, combinatoria, teoría de grafos a análisis matemático clásico
(series de Fourier).
Un año antes se había estrenado en circuitos alternativos, la película canadiense Cube, dirigida por
VincenzoNatali y ganadora, entre otros, del Premio al mejor guión y película en el Festival de Cine
Fantástico de Sitges. En esta claustrofóbica película, una serie de personas aparecen encerradas en
unos cubículos que se mueven constantemente, como si fuesen las piezas de un Cubo de Rubik.
Para poder salvarse deben estudiar las series de números que aparecen en las entradas que separan
unos cubículos de otros, para lo que tienen que manejar números primos y permutaciones.
De nuevo en 1998 encontramos otra película, aún más oscura y difícil de seguir llamada PI (fe en el
caos) (1998) de DarrenAronofsky, que se llevó el premio a la mejor dirección en el Festival de Cine
Independiente de Sundance.
Ya en el siglo XXI nos encontramos con el estreno en 2001 de dos películas a reseñar. Por un lado
Una mente maravillosa, también ganadora de varios óscars, en la que los aspectos más
desarrollados son los problemas mentales del matemático John Nash, ganador de un premio Nóbel
de Economía (ya que no existe el premio Nóbel de Matemáticas). Las matemáticas que aparecen
casi se reducen a una serie de símbolos matemáticos, totalmente inexplicables para la gran mayoría
del público (incluidos muchos profesores de matemáticas) y que no aportan nada a la trama. La otra
película es Enigma basada en hechos reales ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial y en la
que un grupo de expertos matemáticos logra descubrir como funcionaba la máquina Enigma con la
que los alemanes encriptaban los mensajes y órdenes enviados a sus tropas.
Para acabar con una serie de películas más recientes y que han tenido cierto respaldo del público,
podemos citar a la película Alicia en el País de las Maravillas (2010) de Tim Burton, un auténtico
fiasco para nosotros, pues en la película se ha despojado a la historia inicial de todo el espíritu
matemático de la que la dotó su creador, el profesor de lógica Charles LutwidgeDodgson, más
conocido por su seudónimo de Lewis Carroll. Las otras tres películas a las que nos queremos referir
dan la casualidad de estar dirigidas por un español. La primera consiguió 7 premios Goya en su
edición de 2010. Agora (2009) de Alejandro Amenazar, fue una de las grandes ganadoras de esa
edición de los premios de la Academia Española del Cine. En ella se narra la supuesta vida y
sobretodo muerte de la astrónoma y matemática Hipatia. Aunque la película se centra entre la lucha
entre religión y pensamiento científico, se hacen referencias a aspectos geométricos por ejemplo,
las cónicas en relación con las órbitas de los planetas.
Otra película a remarcar es Los crímenes de Oxford (2007) de Alvaro de la Iglesia, basada en la
premiada novela homónima del escritor argentino Guillermo Martínez. En la película se hace
referencia a grandes resultados matemáticos como el Teorema de Gödel, el Principio de
Incertidumbre de Heisemberg, o el Teorema de Fermat por citar sólo algunos.
Del mismo año y también relacionada en cierta forma con el Teorema de Fermat, tenemos la
película La habitación de Fermat (2007) de Luís Piedrahita y Rodrigo Sopeña. En ella unos
“supuestos” matemáticos que se conocen por sobrenombres de grandes matemáticos, son atrapados
en una habitación que poco a poco va disminuyendo su volumen y para parar ese proceso deben
resolver una serie de pruebas que les va planteando su captor. He dicho supuestos matemáticos
porque los difíciles acertijos por los que tienen que pasar los encerrados sólo provocan la risa en
cualquier mínimo aficionado a los acertijos lógicos y los rompecabezas.

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