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FACULTAD DE DERECHO
SEPTIMO SEMESTRE NOCTURNO
MÓDULO 7B
CRIMINALISTICA
MAURICIO HERNANDEZ
I.- HECHOS:
Se fundamenta el cargo argüido por el recurrente, en que el arma de fuego incautada y que
fue objeto de estudio pericial de balística, no fue sometida al sistema de cadena de custodia
que garantizara su inalterabilidad como elemento de prueba, con los que fueron
transgredidos los artículos 7 y 381 de la ley 906 de 2004. Argumento, además, que
contrario a su obligación la Fiscalía no acreditó la mismidad del arma de fuego, pues no
presentó documento que contuviera la hoja de ruta de la evidencia ni interrogo a los testigos
sobre dicho aspecto. Sostiene que conforme al artículo 277 de la ley 906 del 2004, es deber
de quien presente la prueba, demostrar la autenticidad de los elementos materiales
probatorios y evidencia física, puesto que no es suficiente la afirmación del Tribunal de
Popayán, en el sentido de concluir, como si se tratara de una presunción, que no existió
fundamento alguno para concluir que la evidencia física había sido alterada. Como aspecto,
importante, cabe indicar que, en un caso excepcional, la Fiscalía delegada ante la Corte
Suprema de Justicia, indicó estar de acuerdo con la defensa, en el sentido que concluyó que,
en efecto, no existió la cadena de custodia respecto del arma de fuego incautada, razón por
la que solicito que se casara la sentencia recurrida. Por su parte, El Ministerio Público,
sostuvo que, pese a las existentes irregularidades en la cadena de custodia, estos no son
suficientes para desacreditar la autenticidad de la evidencia, pero en este caso, el patrullero
que encontró el arma de fuego describió el lugar donde la encontró, pero no hizo referencia
alguna a las características de la misma, razón por la que consideró que el cargo debía
prosperar y debía en consecuencia, casarse la sentencia.
1
C.S.J. sentencia de 21 de febrero de 2007, radicado 25920 entre otras
Existe obligación constitucional y legal de sujetarse a los protocolos de cadena de
custodia en todos los casos como método de autenticidad por excelencia, con las
que se pretende el aseguramiento de las evidencias físicas con el fin de evitar su
alteración modificación , suplantación o falseamiento, lo que determina la vigencia
del principio de mismidad, según el cual, la evidencia física exhibida en los estrados
judiciales debe ser la misma recogida en la escena del delito o en otros escenarios
recogidas por los investigadores en el curso de la investigación.
No obstante, lo anterior, se ha admitido que, si por alguna razón no se cumple con la
obligación constitucional y legal de someter las evidencias físicas al procedimiento
de cadena de custodia, el artículo 277 de la ley 906 del Código de Procedimiento
Penal, permite que su autenticidad se pueda acreditar por cualquier medio de
conocimiento en virtud del principio de libertad probatoria.
Lo anterior, quiere decir que, el protocolo de cadena de custodia puede ser suplido
como procedimiento de autenticación a través de testigos que hubieran tenido
conocimiento directo y personal de los hechos que deberán poner en conocimiento
de la autoridad judicial al interior del juicio oral.
En este caso, quedó probado que no se aplicó el procedimiento de cadena de
custodia, puesto que los policiales que participaron en el encuentro y recaudo del
arma de fuego, así lo reconocieron, limitándose a llevar el arma a las instalaciones
de la URI, donde se desconoce la suerte que corrió el objeto, su embalaje y forma de
preservación.
Definido lo anterior, los errores del Tribunal al revocar la sentencia absolutoria de
primer grado se hacen evidentes y ciertamente, como lo propuso la defensa del
acusado, constituyeron un falso raciocinio cuando pretende reemplazar la carga
probatoria que le asistía a la Fiscalía de demostrar la autenticidad de la evidencia
por una supuesta regla de la experiencia que nominó como el sentido común, la
lógica de la prudencia y al buena fe, para sostener con notable apelación a la falacia
de inducción deficiente, que por no existir sospecha de que el arma de fuego haya
sido cambiada, debe concluirse que se trataba de la misma arma incautada y es por
ello, que en resumen caso la sentencia y absolvió al procesado de los cargos
imputados.