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Competencias comunicativas

Emisor – Receptor: Las competencias comunicativas

En la práctica la comunicación no siempre concluye en el mutuo entendimiento esperado, suelen


producirse malos entendidos. Esto sucede porque muchas veces no contamos con las
competencias necesarias para establecer un intercambio. Por eso, nos detendremos a ver cuáles
son estas competencias que permiten una buena comunicación y por qué es importante conocerlas
y reconocerlas.

Las competencias comunicativas son las distintas capacidades que le permiten a una persona
conectarse con otros, entenderse y relacionarse. 

1 - Competencia Lingüística

El conocimiento y el uso del código lingüístico (oral y/o escrito).

Implica básicamente hablar y entender la lengua materna, aquella que aprendemos desde
pequeños y utilizamos cotidianamente. Este es el uso oral.

Posteriormente, aprendemos a leer y escribir esta lengua, nos alfabetizamos. Este es el uso
escrito.

Recomendaciones para una buena redacción: ideas claras, frases cortas, adjetivos go away,
revisar la escritura, no se escribe como se habla, utilización puntos y comas, no utilizar palabras
que no entendamos ni rebuscadas.

2 - Competencia Paralingüística 

Es el conocimiento y manejo adecuado de los gestos, tonalidades expresiones y códigos no


verbales deben utilizarse en cada situación y que acompañan el mensaje oral o escrito.

Distinguimos:

o Kinésica
Se manifiesta en la capacidad consciente o inconsciente para comunicar información mediante
signos gestuales, como señas, mímica, expresiones faciales, etc.

Estos signos pueden ser expresiones propias o aprendidas, originales o convencionales.

o Proxémica

Esta competencia consiste en la capacidad que tenemos los hablantes para manejar el espacio y
las distancias interpersonales en los actos comunicativos. Las distancias entre los interlocutores, la
posibilidad de tocarse, el estar separados o en contacto, tienen significados que varían de una
cultura a otra. Los códigos proxémicos se establecen, entonces, según la cultura, las relaciones
sociales, los roles, el sexo, la edad. Esta nos permite asignarles significado al respeto o a la
transgresión de esas distancias interpersonales y de los espacios codificados por los distintos
grupos sociales.

3- Competencias técnicas 

La capacidad de manejar aquellos aparatos técnicos que se requieren para establecer una
comunicación. Conocer los lenguajes especializados cuando sean necesarios (código verbal
específico).

En la actualidad la competencia técnica es imprescindible, las nuevas tecnologías evolucionan a un


ritmo vertiginoso que nos interpela como profesionales a prepararnos para tener un conocimiento
mínimo del manejo y uso de los medios de comunicación tecnológicos más usados.

En la producción de mensajes la competencia técnica es imprescindible y excluyente. Más allá de


las buenas ideas para diagramar un texto o sacar una fotografía, deberemos saber manejar los
aparatos técnicos para armar un mensaje entendible.

4- Competencia cultural 

La adaptación a las reglas y valores sociales vigentes en una determinada comunidad o grupo, la
pertenencia a una cultura.

Implican el conocimiento de las reglas de convivencia, los valores sociales y las costumbres de la
comunidad en la que vivimos, así como la capacidad de adaptarnos a ella.

5- Competencias ideológicas

Tener algún tipo de contacto ideológico con quienes nos conectamos.

Estas competencias incluyen nuestra visión más global del mundo: la religión, la música y el arte, la
vestimenta, la política, las metas propias, objetivos personales, etc.

Es nuestra posición frente al mundo.

Las aptitudes del comunicador


Fancois Eldin en su libro El management de la comunicación (1998) trabaja tanto la comunicación
personal como la que se da en el marco de una empresa. Entre los temas que aborda desarrolla
una interesante descripción de las aptitudes que debe tener un comunicador.

El autor sostiene que para comunicar bien es necesario esencialmente:

 Saber escuchar

Si bien la aptitud de saber escuchar es muy importante cuando se está en la posición de receptor,
el autor considera que esta capacidad va más allá. “Es ante todo una actitud general de
atención que le permite a quien la practica recoger informaciones sobre todo lo que lo rodea y, por
ello, ampliar su referente social.” (Eldin, 1998:91). Esto permite tener una actitud más abierta de
comunicación y atenta a otras culturas y modos de ser.

Así escuchar al otro permite:

-Escuchar lo que dice.

-Estar atento a sus expresiones, rictus, gestos, mirada, para conocerlo mejor y adaptar mejor
nuestros mensajes a su personalidad.

-Detectar mensajes de feedback que puede emitir, voluntaria o involuntariamente. Esto permite
apreciar el impacto de los propios mensajes sobre los otros y reformularlos mejor en función de sus
efectos.

-Hacerle percibir el interés que se le dedica a él y a sus palabras. Esto lo alienta a continuar el
proceso y dar lo mejor de sí mismo.

 Saber interesarse por los demás

Esta aptitud permite aprender a observar y comprender a los demás, lo que amplía el conocimiento
de las reacciones humanas hacia otros más allá de sí mismo. Esta actitud si es constante le habrá
dado la posibilidad de observar con el tiempo un gran número de actitudes psicológicas diferentes
y haber experimentado numerosos tipos de reacciones de individuos diferentes, en situaciones
diversas.

 Saber administrar la información

Actualmente es posible acceder a todo tipo de información, ya sea por medios gráficos, sonoros,
audiovisuales, o por medio de las múltiples entradas que posibilita internet. Remarcada importancia
en organizar y jerarquizar la información, debido a su abundancia.

Es importante que usted conozca claramente los límites de las áreas de su interés y no se disperse
en la, a veces abrumadora, cantidad de información disponible. Dice Eldin, para comunicarse no es
necesario saber todo sobre el otro o el área de trabajo, también es preciso disponer de sus propias
especialidades y saber dedicar una parte suficiente de tiempo y los medios necesarios para
desarrollar su propio nivel de conocimiento en las disciplinas vinculadas a su profesión. 

 Saber interesar a los demás

Iniciar una comunicación con un desconocido no es fácil, incluso con un conocido suele presentar
dificultades. La comunicación podrá establecerse siempre que responda a una necesidad, al
menos para uno de los interlocutores y solo proseguirá si los dos participantes la consideran útil.
Por ello, es importante saber “interesar al otro”, e interesará al otro si éste percibe un interés
particular en intercambiar con él, si espera de él una recompensa. Ésta puede provenir de los
conceptos, ideas, o informaciones que cree se le podrán transmitir en esa ocasión.

La apertura de un individuo a la comunicación con los demás requiere que sepa valorizar su 
potencial de aporte para el otro y, por supuesto, que tenga realmente cosas que decir.

 Saber expresarse

La expresión, sea oral, escrita, gestual, es fundamental en la puesta en marcha de una


comunicación.

Exige de parte del emisor de una preparación en la que debe esforzarse por responder a estas seis
preguntas:

¿Para quién?

En todo el proceso de elaboración de los mensajes y su transmisión es fundamental tener la


conciencia del receptor o destinatario de la comunicación. Los mensajes que se le destinan deben
concebirse y expresarse en función de sus características. No nos expresaremos de la misma
forma en una reunión de trabajo que frente a periodistas en una conferencia de prensa.

¿Qué?

No se puede iniciar una comunicación sin haber preparado su contenido, es decir, sin haber
pensado detenidamente qué se quiere transmitir, aun cuando ésta sea extremadamente rápida,
directa e inmediata.

¿Cómo?

Un buen comunicador dará forma a sus mensajes de acuerdo a su público receptor. Un mismo
mensaje adopta una forma diferente ya sea destinado a empleados o a jefes.

¿Cuándo?

Es importante el momento oportuno para entrar en una comunicación. Depende del estado de
preparación del emisor, es decir, del instante en el que habrá definido el contenido de su mensaje.
Pero depende también del momento de receptividad del destinatario.

¿Dónde?

El lugar elegido dependerá de las facilidades ofrecidas por el entorno y sus condiciones de
receptividad.

¿Con qué consecuencias?

Teniendo en cuenta su labor como futuro licenciado en seguridad, se recomienda no entrar en una
comunicación, cualquiera sea, sin haber si haber previsto las posibles consecuencias de lo que va
a decir o escribir.

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