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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA.


FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES.
VICERRECTORADO ACADÉMICO.
ESCUELA DE PSICOLOGÍA.

Psicología Jurídica: Evolución histórica, terminología, funciones y


metodología.

AUTOR(A):

SAN JOAQUÍN DE TURMERO, FEBRERO DEL 2023


INTRODUCCIÓN.
La psicología jurídica como materia subjetiva de la ciencia psicológica
posee conocimientos jurídicos en el campo del derecho, que comprende
el estudio, explicación, evaluación, y tratamiento de los fenómenos
psicológicos que inciden en el comportamiento legal de las personas, el
siguiente concepto está determinado desde una perspectiva del derecho
penal que corresponde a nuestro punto de vista, como al de los autores
mencionados en la bibliografía.

El objetivo principal del presente informe es comprender a profundidad


los conceptos básicos de la materia. tanto las definiciones de las dos
ciencias que la conforman (Psicología y Ciencia jurídicas), como también
la importancia de la materia en sí en su campo de aplicación y sus
diferencias con la psicología forense.

La Asociación Británica de Psicología define la psicología como el


estudio científico de la mente y de cómo esta dicta e influye en nuestro
comportamiento, desde la comunicación y la memoria hasta el
pensamiento y la emoción.

Por otro lado, las ciencias jurídicas, también denominadas ciencias del
derecho, son aquellas que realizan el complejo y constante estudio del
ordenamiento jurídico y su aplicación en la sociedad. Las ciencias
jurídicas realizan interpretaciones de la norma y a través de los
fenómenos sociales es que se determina si estas funcionan
adecuadamente o necesitan ser reformadas. El fundamento de estas
ciencias es básicamente el problema entre los humanos.

Entonces, podemos definir la psicología jurídica como el estudio, la


investigación y el análisis del comportamiento humano en relación con el
Derecho y la Justicia (García, Lacalle & Pérez-Marqués, 2006; García,
Murueta, Vaca & Pérez-Marqués, 2007, García & Robles, en prensa).

El origen de la Psicología Jurídica no es independiente de la historia


de la Psicología en general. Algunos autores sostienen que los primeros
intentos de aplicación de la Psicología al campo del Derecho datan de los
años 1800 a 1900, en Alemania, donde se propuso aplicar el
conocimiento de la Psicología experimental al ámbito legal. En estos años
se destacaron los trabajos pioneros de Stern, Bidet y Müstemberg sobre
los procesos psicológicos del testimonio (Garrido, 1994).

Aunque a finales del siglo XIX los psicólogos prestaban servicios


clínicos en escenarios correccionales y de atención a delincuentes, éste
no fue significativo hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando
la Psicología Clínica se posicionó tanto como práctica, como profesión.
Entre los años 1940 y 1950 se reconoció la Psicología como una ciencia
importante en el campo jurídico probatorio (en las áreas penal y civil) y los
psicólogos empezaron a testificar regularmente en el sistema de justicia
(Soria, 1998).

Sus principales características son:

● Está compuesta por la psicología y el derecho.

● Es considerada como una ciencia humana y social.

● Su área de investigación es la conducta humana.

● Estudia la forma en la que los comportamientos se ven afectados

por las resoluciones judiciales.

● Es un área de investigación y de trabajo psicológico que tiene

como objetivo el estudio de las conductas de los actores jurídicos

en cuanto a la ley y la justicia.

● Comprende el estudio, evaluación, explicación, prevención y

tratamiento de aspectos psicológicos.

● Se divide en varios ámbitos o en áreas de estudio y trabajo.

Al irse conformando las ciencias jurídicas tal y como la conocemos hoy,


también se hizo necesario la participación de diversas disciplinas que
auxilian al derecho al momento de resolver una controversia de diversa
índole. En esta tesitura, encontramos que disciplinas como la psicología
adquiere un papel relevante en el derecho, y que se podría resumir como
lo hacen Soria, Garrido, Rodríguez y Tejedor (2006) citado por Arrieta
(2016), al mencionar que agrupan la psicología jurídica en estas tres
vertientes:

1. Psicología del Derecho: donde se establece que el derecho está


lleno de componentes psicológicos, y que se hace necesaria la
psicología para que el derecho como tal pueda funcionar
adecuadamente, lo cual se observa en el planteamiento de muchos
de los artículos penales como lo es el caso de los criterios para
la«inimputabilidad».
2. Psicología en el Derecho: donde se toma la misma idea, misma
que estudia las normas jurídicas como estímulos verbales, que
tratan de retraer determinadas conductas, por lo que la aplicación y
formulación de conductas requiere del aporte de la Psicología, para
lograr una eficacia jurídica por los sujetos que intervienen en el
cumplimiento de esas normas.
3. Psicología para el Derecho: en la que la psicología actúa como
auxiliar del Derecho cuando necesita información sobre sus fines,
sus estrategias o para interpretar hechos relativos a casos
específicos.

De lo anterior, podemos ir observando que la psicología está


íntimamente relacionada con el derecho, ya que podemos encontrar a la
psicología en diversas áreas del derecho, como en el derecho civil,
familiar, penal, penitenciario, laboral, y de la misma forma distintas áreas
de la psicología como la psicología social, psicología clínica, psicología
organizacional o psicología familiar, entre otros, aportan conocimientos al
derecho.
Con esto podemos observar la importancia y la relevancia que la
psicología tiene para el derecho y en el derecho, que se representa
principalmente en la llamada psicología jurídica; la cual a su vez se divide
en psicología criminal y forense.
Ahora bien, la psicología jurídica y la psicología forense nos son lo
mismo aunque comparten el mismo origen. En el caso de la psicología
forense, se habla de la rama encargada de trabajar en conjunto con
magistrados inmersos en un proceso judicial, con el objetivo de facilitar la
resolución del caso. Esto quiere decir que los psicólogos forenses tienen
como labor la recolección y estudio de datos psicológicos relacionados
con un determinado proceso judicial. Por el contrario, la psicología jurídica
no se relaciona con un caso específico, sino que estudia la conducta
humana en lo relacionado con el ámbito legal. Por ello, la diferencia entre
ambas ramas radica en sus respectivos enfoques: mientras que la
psicología forense analiza individualmente, la psicología jurídica analiza
desde una base colectiva.

Para esta profesión, es necesario tener una formación sólida y extensa


en Psicología y conocimientos sobre el Derecho Penal y Civil. Esto les
permite comprender con precisión los procesos judiciales, realizar
evaluaciones legales e interactuar con jueces y abogados de manera
correcta.

Habiendo entonces viendo lo que es la psicología jurídica y todo su


contexto, podemos entonces ver claramente la relación entre estas dos
ciencias: la psicología y las ciencias jurídicas. Tanto la psicología como la
rama jurídica tienen un mismo objetivo: la conducta humana. Mientras que
la psicología se centra en el análisis de la conducta humana, el derecho lo
hace en las leyes que regulan esa conducta.

CONCLUSIÓN.
La psicología jurídica consiste en el estudio del comportamiento o
conducta de la persona frente a un elemento de origen jurídico, para lo
cual hace uso de los diferentes mecanismos de aplicación retrospectiva e
introspectiva y así poder optimizar los resultados que se esperan
conseguir algunos conocimientos psicológicos personales para ser
usados por el derecho.

El objetivo de la psicología jurídica es estudiar el desenvolvimiento


psicológico y físico dentro del estatuto judicial.

REFERENCIAS.
Alcover, C. (2004). Introducción a la psicosociología del derecho.
Ciencias Jurídicas y Sociales. Vol. 11. Madrid: Librería-Editorial Dykinson.

García, E.; Lacalle, J. & Pérez-Marqués, A. (2006). La psicología


jurídica-forense y los juicios orales en materia penal: perspectivas, riesgos
y desafíos en el caso del México actual, planteamientos generales.

Garrido, E. (1994). Relaciones entre la psicología y la ley. En Sobral,


J., Arce, R. & Prieto, A. Manual de Psicología Jurídica. México: Paidós.

Soria, M. (1998). Psicología y práctica jurídica. Barcelona: Ariel Derecho.

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