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En este manual sólo se han tenido en cuenta los agentes extintores más utilizados.
Existen en el mercado otros productos extintores (agentes químicos limpios, gases inertes -sustitutos de
los halones y otros-, agua nebulizada, etc.) cuya aplicación debe analizarse caso a caso.
Eficaces:
Emplazamiento:
Precauciones: No acercarse excesivamente al fuego. La fuerte presión del extintor podría revolver las
llamas contra usted.
Eficaces:
*si cumplen condiciones de presión (3,5 kg/cm2 en punto más desfavorable), caudal (200 l/min –BIE 45
mm– y 100 l/min –BIE 25 mm–) y reserva de agua (capaz para dos BIE durante 60 minutos mínimo)
adecuadas
*si se instalan, siempre que sea posible, en el interior del establecimiento o local a proteger
Emplazamiento:
*distancia mínima entre cualquier punto del local protegido y la BIE más próxima: 25 metros
*sin obstáculos para acceder a ellas y maniobrar, visibles y/o claramente señalizadas
Eficaces:
*si se garantiza un caudal mínimo de 500 l/min y una presión residual de 7 Kg/cm2 para cada una de las
bocas
*si se considera zona protegida por una CHE aquella que está situada a un máximo de 40 metros de la
misma
Emplazamiento:
*a una distancia entre 5 y 15 metros del límite de la zona protegida (fachada, cerca, cubeto, etc.)
*en lugar de fácil acceso y la ubicación en sus perpendiculares del equipo que debe ser alimentado por
ellas
De especial importancia en industrias y/o almacenes con previsión de necesidad de gran cantidad de agua
en caso de incendio. Especialmente indicadas en instalaciones que puedan precisar enfriamiento durante
el incendio (cilindros, tanques, paneles, etc.)
Objetivo: señalar, lo antes posible, el inicio de un incendio en aras a permitir la puesta en marcha de las
medidas adecuadas para la lucha contra el fuego, evitando las falsas alarmas
Eficaces:
*si hace que el tiempo de respuesta para atacar el incendio sea corto
Tipos:
Eficaces:
La protección por rociadores es particularmente efectiva para la seguridad de la vida humana, ya que da el
aviso de la existencia de fuego al mismo tiempo que libera agua sobre la zona incendiada. Con un sistema
de rociadores existen escasos problemas de acceso al lugar del fuego, o de visibilidad a causa del humo
que, en numerosas ocasiones, impide la lucha manual contra las llamas.
La actuación de los rociadores sobre el humo es doble: tiende a mantenerlo en los niveles más bajos, y lo
enfría permitiendo una estancia más larga de las personas en la zona.
Es el único sistema capaz de detectar, dar aviso, controlar, aislar e, incluso, extinguir un fuego por sí
mismo, y está concebido para cubrir todas las zonas de un establecimiento, salvo contadas excepciones.