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● Refrigeración.

(El agente extintor absorbe calor de la combustión, como en el ejemplo


anterior del extintor de Polvo Polivalente ABC o en el caso del agua).

1.1.3. Incendios III


Los agentes extintores

Un requisito importante que debe tener un agente extintor es que sea abundante en la naturaleza o
que sea fácil de fabricar y que tenga un coste que no sea muy elevado.

Entre todos los agentes extintores destacan:

1. Agua: suele ser el agente más adecuado para fuegos de Clase A (combustibles sólidos). Es
capaz de extinguir por enfriamiento, por sofocación, por dilución y absorbe las radiaciones
térmicas. A la hora de extinguir un fuego es mucho más eficaz utilizar “agua niebla o
vaporizada” que “agua a chorro”. Entre sus inconvenientes está que se congela a menos de
0° C (con lo cual hay que añadirle aditivos para bajar la temperatura de congelación). Por
supuesto en fuegos sólidos donde haya presencia de electricidad no está recomendado su
uso. Tampoco debe usarse bajo ningún concepto en fuegos de Clase D (sodio, carburo
cálcico, etc.) puesto que reaccionan de forma violenta.
2. Espuma: es un agente muy adecuado para fuegos de Clase A y de Clase B. Extingue por
sofocación, evitando además la pirolisis y la evaporación del combustible. Existen cuatro
tipos distintos de espuma: Química, Física, de Baja expansión y de Alta expansión, cada una
de ellas recomendada para distintas situaciones.
3. Polvos químicos: debido a que existen cinco variedades distintas, dependiendo de su
función, es un agente extintor adecuado para fuegos de las Clases A, B, C, D y E. Extinguen
por sofocación e inhibición, absorben las radiaciones térmicas y no son tóxicos. Están
presentes en la mayoría de extintores que se comercializan, pueden combinarse como Polvo
ABC, Polvo ABC y E (Fosfato mono-amónico) y Polvo D (fosfato orgánico).
4. Anhíbrido carbónico: adecuado para fuegos de Clase A y B. No debe usarse jamás en fuegos
de Clase D o donde haya presencia de carbón. Actúa por sofocación y enfriamiento. Hay que
advertir que se trata de un agente tóxico, con lo cual no está recomendado usarlo en
ambientes donde haya personas.
5. Agentes gaseosos: son los denominados agentes limpios, porque no dejan rastro después de
su utilización. Se dividen en los agentes inertes (actúan por sofocación disminuyendo la
concentración del oxígeno en el aire por debajo del 12%) y los agentes activos que actúan
por inhibición, interrumpen la reacción en cadena.

1.1.3. Incendios IV
Los sistemas de extinción
Entre los sistemas de extinción que podemos encontrar en un lugar de trabajo se encuentran:

● Extintor Portátil.
● Carro extintor.
● Boca de Incendio Equipada. (B.I.E.).
● Columna hidrante.
● Columna seca.
● Sistemas de extinción automática.
● Rociadores de agua.
● Extinción por espuma.
● Extinción por polvo químico.
● Extinción gaseosa.

De entre todos estos el más usual es el extintor portátil.

Extintor portátil

Es un dispositivo autónomo de uso manual que contiene un agente extintor, el más frecuente el Polvo
Polivalente ABC, que es proyectado sobre la base del fuego, por acción de la presión interna. Se
utiliza para extinguir fuegos pequeños. Cuando se comercializa un extintor este ha de ser verificado
por un Organismo de Control Autorizado. Debe someterse cada cinco años a una revisión anual y
cada cinco años a una prueba de presión hidráulica. Si se siguen estas pautas de mantenimiento
tiene una vida útil de 25 años. Su eficacia debe constar en su etiquetado, siendo la mínima exigible
21A y 113B.

1.1.3. Incendios V
En cuanto a su colocación en los lugares de trabajo deben situarse de tal forma que la distancia
máxima que se debe recorrer para utilizarlo sea de 15 m. y la altura máxima a la que se cuelgue sea
de 1,70 m. El número de extintores que se han de colocar va en función del espacio y de los
procesos utilizados en el lugar de trabajo.

En cuanto a su modo de utilización, la persona que va a usarlo deberá sostenerlo con un brazo,
mientras que con el otro quitará el precinto y la horquilla de seguridad. Después se accionará la
válvula de salida del gas y se dirigirá la salida del agente extintor hacia la base del fuego, efectuando
un movimiento de barrido lateral. En el siguiente cuadro podemos consultar cuál es el extintor idóneo
para cada tipo de fuego:
1.1.3. Incendios VI
Prevención del incendio, normas generales para evitar el inicio

● Almacenar los productos inflamables y combustibles aislados y alejados de


● las zonas de trabajo.
● Utilizar recipientes herméticamente cerrados, tanto para almacenamiento, transporte y
depósito de residuos.
● Permisos de trabajo especiales para intervenciones de mantenimiento o reparación de
instalaciones que han contenido o por las que han circulado productos inflamables.
● Prohibición de fumar y de introducir útiles que puedan generar llamas o chispas.
● Alejar de las zonas de incendio fuentes de calor (hornos, calderas, estufas,...).
● Evitar que la instalación eléctrica sea origen de focos de calor. Cuando se termine la jornada
se observará que todos los aparatos eléctricos quedan desconectados de la red.
● No mezclar sustancias químicas cuya reacción desconozca, pues puede desprenderse calor
suficiente para generar el incendio.
● Las empresas contratadas que trabajen en nuestros locales tendrán conocimiento de
nuestras normas de prevención.

1.1.3. Incendios VII


Protección contra incendios

Es el conjunto de medidas destinadas a completar la acción preventiva. Una buena protección viene
en función de una buena detección, extinción y alarma.
Una vez iniciado el incendio, el tiempo de actuación es fundamental. No todos los fuegos son iguales,
ni todos los agentes extintores son adecuados para todos los fuegos. El mal uso del agente extintor
frente a un determinado tipo de fuego puede aumentar el problema en lugar de reducirlo.

Los extintores se ubicarán en función del tipo de fuego. Deben estar perfectamente señalizados y
tendrán fácil acceso, no debiendo estar colocado su punto más elevado a más de 1,70 m. del suelo.

1.1.3. Incendios VIII


En caso de incendio:

● No grites, no corras, mantén la calma y actúa con decisión.


● Si el incendio es de grandes proporciones no intentes apagarlo tú solo.
● Da la alarma y avisa al mayor número posible de compañeros.
● Evacúa el edificio siguiendo las señales, ve cerrando las puertas detrás de ti.
● No uses jamás los ascensores durante un incendio.
● Si el humo no te deja respirar gatea y abandona la zona.
● Si el incendio es pequeño y te sientes seguro utiliza un extintor.
● Dirige el chorro del extintor hacia el extremo más próximo a ti de la base de las llamas.
● Si tus ropas se prenden no corras, arderán más rápidamente, tírate al suelo y rueda para
apagarlas.
● En caso de incendio es vital que sepas en cada momento lo que debes hacer. Infórmate
sobre el plan de emergencia.
1.1.4. Electricidad
En la actualidad, la electricidad es una forma de energía muy utilizada en todas las actividades
humanas, ya sean laborales o domésticas.

El paso de una corriente eléctrica puede provocar lesiones de gravedad muy variable en el
organismo, que abarcan desde simples quemaduras superficiales hasta la muerte instantánea.

El efecto lesivo de la corriente eléctrica viene definido por la intensidad de la corriente, la duración de
la descarga eléctrica y la resistencia del tejido a su paso.

La gravedad de los accidentes depende de los siguientes factores:

● La intensidad: cantidad de corriente que pasa por un determinado conductor en la unidad de


tiempo. Se mide en amperios (A). Es la causa fundamental de los daños que se producen por
la electricidad.
● El voltaje o tensión: diferencia de potencial entre dos puntos. Se mide en voltios. Se
consideran de alto voltaje las corrientes mayores de 1.000 voltios y de bajo voltaje las
inferiores a esa cifra. En los accidentes producidos por corriente alterna, el músculo
esquelético se tetaniza, no pudiendo la víctima desprenderse del contacto eléctrico. La
corriente continua (como las baterías y el rayo), en cambio, produce una sola contracción
intensa de la musculatura esquelética, qué frecuentemente hace que la víctima salga
despedida.
● La resistencia: oposición al paso de la corriente, se mide en ohmios (Ω). La resistencia
eléctrica del cuerpo humano no es muy elevada, generalmente se localiza en la piel y varía
dependiendo de la superficie de contacto, la humedad, el tipo de calzado y el peso.
● El trayecto: camino que recorre la corriente en el cuerpo humano; es muy peligroso cuando
atraviesa el corazón y los pulmones.
● El tiempo de contacto: duración de la exposición.

Las principales medidas de control y prevención de los riesgos eléctricos son:

● Diseño seguro de las instalaciones.


● Utilización de equipos de protección individuales.
● Mantenimiento correcto y reparaciones.
● Conexiones a tierra correctas.
● Equipos de desconexión automática operativas.

1.2. Riesgos Ligados Al


Medio Ambiente De Trabajo
El término condiciones ambientales se utiliza para definir genéricamente las características del
entorno en el que se mueve un individuo en su puesto de trabajo. En algunos casos este
medioambiente que rodea al trabajador puede llevar aparejada la presencia de determinados
agresivos que provoquen riesgo de contraer enfermedades profesionales.

Clasificación
Según la naturaleza los agentes agresivos se clasifican en:

● Agentes de tipo físico: son básicamente diferentes formas de energía que inciden sobre el
trabajador, pudiendo causar alteraciones en su salud cuando la dosis recibida es superior a
la tolerable. Entre las diferentes formas de energía que se incluyen en este grupo tenemos:
○ Ruido.
○ Vibraciones.
○ Radiaciones.
○ Calor y humedad.
○ Iluminación (debido a su importancia, veremos este agente más concretamente unas
líneas más abajo).
● Agentes de tipo químico. Un agente agresivo de tipo químico es toda sustancia orgánica o
inorgánica, natural o sistemática que, durante la fabricación, manejo, transporte,
almacenamiento o uso, puede incorporarse al medioambiente laboral y provocar daños en la
salud de los trabajadores.

Según su estado físico se pueden clasificar en sólidos, líquidos y gases y su efecto sobre la salud se
produce a partir de su entrada en el organismo.

En cuanto a los efectos que pueden provocar en el hombre se clasifican en:

● Corrosivos.
● Irritantes.
● Neumoconióticos.
● Asfixiantes.
● Anestésicos y narcóticos.
● Sensibilizantes.
● Cancerígenos, mutágenos y teratógenos.
● Sistémicos.

Para evaluar la acción de estos agentes en España existen los Límites de Exposición Profesional
para Agentes Químicos (VLA´s) editados por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo.

● Agentes de tipo biológico. Se consideran agentes de tipo biológico a todos aquellos seres
vivos, ya sean de origen animal o vegetal, y todas aquellas sustancias derivados de los
mismos, presentes en los ambientes de trabajo y que pueden ser susceptibles de provocar
efectos negativos sobre la salud de los trabajadores. Los contaminantes biológicos se
pueden clasificar en:
○ Organismos vivos:
■ Hongos.
■ Protozoos.
■ Artrópodos.
■ Etc.
● Derivados animales:
○ Pelos.
○ Plumas.
○ Excrementos.
○ Enzimas animales.
● Derivados vegetales:
○ Polvo vegetal.
○ Polen.
○ Madera.
○ Esporas.
○ Encimas vegetales.
○ Etc.

1.2.1. Iluminación I
La iluminación de cada lugar deberá adaptarse a las características de la actividad que se esté
realizando.

Si es posible, esta luz ha de ser natural. Deberá complementarse con iluminación artificial cuando la
primera no garantice el nivel de iluminación óptimo.

Deberá permitir que los trabajadores dispongan de condiciones de visibilidad adecuadas para poder
circular por ese lugar y desarrollar en él sus actividades sin riesgo para su seguridad y salud.

Los niveles mínimos de iluminación de los lugares de trabajo serán los estipulados en la siguiente
tabla:

Zona o parte del lugar de trabajo (*) Nivel mínimo de iluminación (lux)

Zonas donde se ejecuten tareas con:


1. Bajas exigencias visuales 100

2. Exigencias visuales moderadas 200

3. Exigencias visuales altas 500

4. Exigencias visuales muy altas 1.000 Áreas o locales de uso ocasional 50

Áreas o locales de uso ocasional 50

Áreas o locales de uso habitual 100

Vías de circulación de uso ocasional 25 50

Vías de circulación de uso habitual 100

(*) El nivel de iluminación de una zona en la que se ejecute una tarea se medirá a la altura
donde ésta se realice; en el caso de zonas de uso general a 85 cm. del suelo y en el de las vías
de circulación a nivel del suelo.
1.2.1. Iluminación II
Además:

● La distribución de los niveles de iluminación deberá ser lo más uniforme posible.


● Se evitarán los contrastes bruscos de luminancia dentro de las zonas de operaciones y sus
alrededores.
● Se evitarán los deslumbramientos directos producidos por la luz solar o por fuentes de luz
artificial de alta luminancia y los deslumbramientos indirectos producidos por superficies
reflectantes.
● En los lugares de trabajo o parte de los mismos, en los que un fallo del alumbrado normal
suponga un riesgo para la seguridad, se dispondrá de un alumbrado de emergencia de
evacuación y seguridad.
● Los sistemas de iluminación no deben originar riesgos eléctricos, de incendios o de
explosión, cumpliendo con la normativa específica según cada supuesto.

1.2.2. Calidad del aire


interior I
El hombre tiende a buscar las condiciones más confortables, tanto en su ámbito social como
en el trabajo, esto unido a la mejora continua de la capacidad de climatización ofrecida por la
industria ha posibilitado la aparición de dos fenómenos:

● Cada vez es mayor el número de viviendas que disponen de mecanismos de climatización.


● Por una parte, cada vez es mayor el número de locales de trabajo cerrados, donde el trabajo
realizado es sedentario.

Estas situaciones provocan que un número creciente de personas estén expuestas al aire tratado en
los sistemas de climatización. La relación entre los lugares de trabajo y la aparición de molestias es
algo que ya no puede ponerse en duda. El elemento principal que aparece en esta relación como
causante de los problemas citados es la calidad del aire interior.

Con el término aire interior, nos referimos a los ambientes interiores, tales como edificios de oficinas,
escuelas, hospitales, restaurantes, etc. La diferencia con los ambientes industriales, estriba en la
concentración de los compuestos presentes, ya que en los ambientes interiores estos suelen ser del
mismo orden que los existentes en el exterior.

La conexión entre el uso de estos edificios como lugar de trabajo o vivienda y la aparición, en
algunos casos, de molestias y síntomas que responden a la definición de una enfermedad es, en
muchos casos, una relación directa. Dentro de todos los factores que pueden aparecer como
potencialmente peligrosos dentro de un edificio la mayor parte de estos quedan englobados en lo que
se ha denominado “calidad del aire interior”.

"Entendemos por calidad aceptable del aire aquel que no contiene sustancias contaminantes en
cantidades tales que resulten nocivas para la salud y cuya calidad sea juzgada satisfactoriamente por
al menos e 80% de las personas expuestas a sus efectos"

1.2.2. Calidad del aire


interior II
La climatización de un local de trabajo trata de calentar los espacios de trabajo durante el invierno y
de enfriarlo durante el verano. La entrada de aire exterior es contraria a las condiciones que
queremos obtener de tal forma que se opta por hacer los edificios lo más herméticos posible (sobre
todo a raíz de la crisis del petróleo de los años 70), con el fin de evitar pérdidas de energía.

Comienza en esta época a aparecer los primeros síntomas de molestias y enfermedades asociadas
con el trabajo en interiores, relacionándose desde un primer comienzo con la calidad del aire de
estos recintos.

1.2.2. Calidad del aire


interior III
Efectos de la calidad del aire interior sobre la salud

Los efectos que una mala calidad del aire pueden producir sobre las personas, se manifiestan
mediante síntomas agudos o crónicos, entre estos síntomas destacamos:

● Irritación.
● Dolor de cabeza.
● Sequedad de piel o mucosas.
● Procesos alérgicos.
● Enfermedades infecciosas.

Estas afecciones pueden localizarse en diferentes zonas del cuerpo, siendo las más comunes:
● Ojos: irritación, escozor, lagrimeo, etc.
● Nariz: picor, mucosidad, goteo, congestión, estornudos.
● Garganta: dolor, inflamación, sequedad.
● Pulmón: opresión torácica, sensación de ahogo, tos seca.
● Cabeza: dolor, somnolencia, dificultad para la concentración, mareos.
● Cutáneos: eritema, erupciones, sequedad.

Estos efectos, aunque no en todos los casos se concreten en enfermedades, generan una
serie de procesos que provocan un aumento de los costes de personal, de producción y un
incremento de la conflictividad laboral. Estos procesos son:

● Malestar.
● Estrés.
● Absentismo.
● Pérdida de productividad.

1.3. Otros riesgos


Epígrafes
1.3.1. Factores psicosociales

1.3.2. Factores organizativos

1.3.3. Carga de trabajo, fatiga e insatisfacción laboral: ergonomía

1.3.1. Factores
psicosociales I
Estrés Laboral

Se produce cuando el individuo percibe que las demandas que se le exigen superan sus
capacidades para afrontarlas. Para valorar el nivel de estrés habría que analizar:

1. Las demandas de trabajo: sobrecargas de trabajo, ritmos impuestos, etc.


2. Las características individuales: aspiraciones y expectativas, formación, condición física y
hábitos de salud, necesidades del individuo, etc.
3. El proceso de apreciación: el trabajador debe llegar a realizar una valoración de sus
capacidades y evaluación de la situación, de la manera más exacta posible; pudiendo decidir
entonces la respuesta más adecuada.
4. El proceso de respuesta: cómo actúa cada persona para enfrentarse a la situación de
estrés, dependerá del tipo de conducta de cada uno.

1.3.1. Factores
psicosociales II
Síndrome Burnout

Es un tipo de respuesta prolongada a los estresares emocionales e interpersonales en el trabajo. Se


puede definir como un estrés crónico que se caracteriza por una pérdida racional de la preocupación
y todo sentimiento emocional hacia las personas con las que se trabaja.

1.3.1. Factores
psicosociales III
Violencia Psicosocial

Acoso moral (Moobing)

Se ha presentado una atención especial a esta forma de violencia, que se manifiesta a través de la
repetición de un tipo de conducta que, por sí misma, puede tener poca importancia, pero que con la
reiteración y su dimensión global deviene en un atentado muy serio a la salud de las personas en los
lugares de trabajo.

Por tal, en sentido igualmente amplio, se entiende por violencia psicológica, todo conjunto de
conductas negativas (entre compañeros superiores e inferiores), palabras, actos y gestos que es
ejercida de forma sistemática y reiteradamente, con riesgo grave para la personalidad, dignidad física
o psíquica del individuo.

Acoso sexual

A groso modo, es cualquier tipo de conducta o presión de naturaleza sexual, tanto física como verbal,
que, no deseada por quien la sufre, surge de la relación de trabajo y genera un ambiente de trabajo
intimidatorio, hostil y ofensivo.
Acoso por razones discriminatorias

Es aquel acoso que recibe un empleado, tanto por parte de sus superiores como de sus inferiores o
compañeros, por razones de sexo, raza, condición sexual, etc.

1.3.2. Factores organizativos


I
Los factores psicosociales suponen una base para fomentar las acciones dirigidas a mejorar la salud
y a prevenir los riesgos que pueden derivarse de la interrelación entre las personas, los equipos, y la
organización. Las personas tienen una serie de motivaciones y necesidades que esperan ver
satisfechas en el transcurso de su vida, tanto en el ámbito personal como en el laboral. El trabajo,
como una actividad más de las personas, ha de ser capaz de ofrecer lo que se espera de él, no sólo
una recompensa económica, sino también la posibilidad de aplicar las capacidades y conocimientos,
poder relacionarse con otras personas, sentirse útil y reconocido, etc.

El trabajo es psicosocialmente saludable cuando las demandas de la tarea están en concordancia


con las aspiraciones humanas.

En estas condiciones, la persona está motivada y satisfecha, y realiza su trabajo de forma eficaz. Es
más estas condiciones permiten desarrollar las capacidades y personalidad logrando un estado de
bienestar. Las exigencias de la tara, la organización del trabajo, las relaciones del grupo de trabajo…,
son aspectos que influyen en la consecución de las necesidades humanas, por lo tanto, el trabajo
debe diseñarse de manera que dé respuesta a estas necesidades.

Algunos de los factores psicosociales que pueden desencadenar problemas para la salud de los
trabajadores son: contenido de la tarea, monotonía, carga de trabajo, autonomía, trabajo a turnos y
nocturno, responsabilidad, responsabilidad, condiciones físicas del puesto, características de la
empresa, clima laboral, comunicación, posibilidades de promoción, etc. Todo ello se ve modulado por
variables personales como la personalidad, edad, formación, expectativas, aptitudes, etc.

Las consecuencias negativas para la salud tienen dimensiones psicológicas, físicas y conductuales,
así ocurre en los casos de estrés laboral, del mobbing (acoso psicológico), burn out (síndrome de
estar quemado), insatisfacción laboral…

Estas consecuencias no sólo suponen un problema de salud para el trabajador sino costes para la
empresa al aumentar el absentismo, disminuir el rendimiento, fallos en la calidad del servicio o
producto, aumento de accidentabilidad, deterioro de relaciones personales, etc.
1.3.2. Factores organizativos
II
Algunos principios preventivos en el diseño de los factores psicosociales recomendados por
el INSHT son:

● Determinación clara de las tareas a realizar o del rol de cada trabajador huyendo de la
ambigüedad y de la confusión.
● Evitar jornadas excesivas.
● Planificar con suficiente tiempo y antelación el trabajo a turnos y nocturno.
● Eliminación del trabajo monótono y repetitivo mediante la automatización.
● Cuidar de que las relaciones entre iguales y entre superiores y subordinados sean fluidas y
respetuosas.
● Adopción de cambios tecnológicos e introducción de nuevas tecnologías para mejorar ciertas
condiciones de trabajo.
● Cuidar la imagen de la empresa ante los trabajadores, clientes y proveedores y sociedad en
general.
● Diseñar un emplazamiento del centro de trabajo que cubra las necesidades y expectativas de
los trabajadores.
● Diseñar el centro de trabajo de forma funcional y, a ser posible, estéticamente, dotándole
además, de zonas de descanso y equipamientos sociales.
● Evitar conflictos de competencia e intereses.
● Participación de los interesados en la adopción de cambios en la organización del trabajo por
razones de salud laboral.
● Adoptar un estilo de mando democrático y participativo.
● Establecer cauces de comunicaciones ágiles y flexibles.
● En la organización del trabajo hay que tener en cuenta la personalidad de cada trabajador, y
su edad y formación.
● Adoptar las medidas convenientes para convencer a los trabajadores de que la actividad de
la empresa y sus productos encuentran buena acogida en la sociedad.
● Planificar la recogida de sugerencias y propuestas respecto al control de los factores
psicosociales.
● Potenciar el trabajo en grupo con empleados de similar cualificación y en un área
determinada.
● El empresario debe proporcionar al trabajador, individualmente considerado, la formación que
le capacite para atender todas las demandas del trabajo.
● Especialmente, procede garantizar la formación adecuada con motivo de la contratación, del
cambio de función o puesto de trabajo y cuando se produzcan nuevas máquinas y
tecnologías.
● Los factores estresantes y los psicosociológicos, se atenúan a través de unas buenas
relaciones internas y externas a la empresa.
● La adaptación a las exigencias del trabajo se hace más suave y ligera con el apoyo del
superior, de los compañeros de trabajo y de la familia.
● La comunicación fluida con los demás, sus respuestas y consejos servirán para conocer
mejor los problemas y el medio de afrontarlos.
● Un trato afectuoso y comprensivo del superior incidirá favorablemente en la reducción de las
consecuencias del estrés.
● Un apoyo de la familia, de los amigos y de los compañeros de trabajo da al trabajador más
seguridad y más capacidad de adaptación.

1.3.3. Carga de trabajo,


fatiga e insatisfacción
laboral: ergonomía I
Carga de trabajo

La carga de trabajo es el conjunto de requerimientos a los que se ve sometida la persona a lo largo


de su jornada laboral. Estos requerimientos pueden ser de tipo físico y mental.

La Ergonomía y Psicosociología Aplicada es la técnica que tiene como objetivo el de ajustar los
requerimientos físicos y psicológicos del trabajo a las capacidades, limitaciones y necesidades de la
persona, evitando los riesgos para la salud que puede sufrir el trabajador si no se da este ajuste.

La ejecución de un trabajo cubre una doble función: por una parte, conseguir los objetivos de
producción; por otra, desarrollar el potencial del trabajador, es decir, que a partir de la
realización de la tarea, el individuo puede desarrollar sus capacidades. En estos términos
suele hablarse del trabajo como carga. Por lo que se pude dividir la carga del trabajo en:

● Carga Física.
● Carga Mental.

1.3.3. Carga de trabajo,


fatiga e insatisfacción
laboral: ergonomía II
Fatiga
En términos generales se define fatiga como aquel fenómeno que aparece en los seres vivos,
relacionado con la actividad de uno o varios órganos, y que consiste en una disminución de
rendimiento, acompañada o no de sensación de cansancio.

Fisiológicamente: “Sensación penosa que se experimenta después de un trabajo físico o intelectual,


prologando o intenso”.

La fatiga es una consecuencia de la actividad excesiva y del trabajo monótono, se alivia con horarios
más cortos, periodos de descanso y tiempo suficiente para el sueño, recreo y comida. La fatiga es
sólo una de las numerosas fuerzas que pueden reducir la capacidad productora.

Los periodos de trabajo largos van asociados a un efecto de cansancio. La sensación de fatiga actúa
como un dispositivo de protección para impedir el agotamiento, pero frecuentemente no existe
relación directa con la fatiga fisiológica, que se presenta en una aptitud decreciente para efectuar un
trabajo.

Una de las formas de clasificar la fatiga es: general, sensorial, física, mental, muscular y
clínica.

● Fatiga general: por lo común afecta a todo el cuerpo.


● Fatiga sensorial: ocasiona dolores en la sensibilidad de todos y cada uno de los órganos del
hombre.
● Fatiga Física: ocasiona dolores localizado en los músculos afectados.
● Fatiga mental: genera tensión en el individuo, creada por una actividad intensa o
prolongada; se llama también intelectual, y la padece principalmente, los directivos,
ejecutivos, investigadores, programadores, etc., por lo común, los que desempeñan trabajos
intelectuales.
● Fatiga clínica: se produce por una falta de recuperación y escasez de suficiente descanso
en etapas sucesivas del trabajo o fuera de él. Provoca una sensación de malestar, a menudo
emotiva y que da como resultado una fatiga crónica. La fatiga crónica es consecuencia, por
lo común, de un desagrado provocado por la rutina.

Los mecanismos principales del cuerpo humano afectados por la fatiga son:

● El sistema circulatorio.
● El aparato digestivo.
● El sistema nervioso.
● El sistema muscular.
● El aparato respiratorio.

El trabajo físico continuo altera a estos mecanismos, tanto separada como colectivamente.
Las posibles causas que pueden provocar la fatiga:

● Monotonía.
● Intensidad y duración del trabajo físico y mental.
● Medio (clima, ruido, luz).
● Causas mentales (responsabilidad, preocupaciones, conflictos).
● Enfermedad y dolor.
● Nutrición.

Los síntomas que provoca la fatiga pueden dividirse en las siguientes categorías:

● Síntomas fisiológicos: la fatiga se interpreta como una disminución de la función de los


órganos o del organismo completo. Pueden producirse reacciones fisiológicas, como el
aumento de la frecuencia cardiaca o de la actividad eléctrica muscular.
● Síntomas conductuales: la fatiga se interpreta, principalmente, como una disminución de los
parámetros del rendimiento. Entre los ejemplos está el aumento en el número de errores
cuando se realizan ciertas tareas o un aumento en la variabilidad del rendimiento.
● Síntomas psicofísicos: la fatiga se interpreta como un aumento en la sensación de
agotamiento y un deterioro sensorial, dependiendo de la intensidad, la duración y la
composición de los factores de estrés.

Una de las dificultades que se presentan al tratar la fatiga es su medición. Otro problema que se
presenta al estudiar la fatiga es el conocer el nivel de tolerancia del individuo frente a la misma.
Además existen muchas variables exteriores al trabajo que contribuyen a la fatiga del trabajador, pero
estas son en gran parte de tipo personal y se hallan fuera de la influencia directa del empresario.

1.3.3. Carga de trabajo,


fatiga e insatisfacción
laboral: ergonomía III
De las variables interiores de la empresa, cuyo cumplimiento compete a la misma, las más
importantes son:

● Demandas físicas del trabajo.


● Demandas físicas en el trabajo.
● Ruidos en el medio en que se realiza la tarea.
● Mala iluminación.
● Riesgos de accidente.
● Condiciones del aire en el medio ambiente.
● Monotonía en el trabajo.

La insatisfacción laboral

Se define la insatisfacción como fenómeno psicosocial de desagrado del trabajo, de rechazo, no


satisfecho, descontento.
La insatisfacción debilita el sistema nervioso y hace que los indicadores de depresión de los
trabajadores hipersensibles aumenten. La insatisfacción provoca la ruptura social. La insatisfacción
produce al ser humano enfermedades psíquicas y morales.

Tradicionalmente, se ha entendido que las necesidades fundamentales del hombre, vienen


determinadas por el siguiente orden:

● Necesidades vitales (alimento, vivienda, etc.).


● Necesidades nacidas de la vida en grupo, entre las que comprende el deseo de expresión y
de realización de sí mismo.
● Necesidades psicológicas (ambición, responsabilidad, nivel de vida, desarrollo cultural, etc.).

1.3.3. Carga de trabajo,


fatiga e insatisfacción
laboral: ergonomía IV
La disposición es la resultante de las aptitudes, motivación, tendencias electivas, afinidades e
intereses. El medio ambiente laboral favorece o perjudica esas aspiraciones naturales. Si la
empresa se equivoca en su elección, la insatisfacción del trabajador se traduce en una o
varias de las siguientes actitudes:

● Agresividad frente a la autoridad.


● Evasión ante el trabajo y la responsabilidad.
● Intenta una compensación en otros centros de interés diferentes del trabajo (alcohol, juego, o
de carácter más noble), con el comportamiento propio del eterno insatisfecho.

Dentro de la Psicosociología Laboral se puede distinguir:

● Psicotecnia del sujeto.


● Psicotecnia del objeto (ergonomía).
● Psicotecnia del accidente.

Se suelen clasificar las causas de insatisfacción en:

● Humanas (básicas, seguridad, participación, estima y autorrealización).


● Carencia o insuficiencia de las necesidades sociales: egocéntricas y grupales. Dentro del
primer grupo se hallan la posición social, la seguridad, el prestigio profesional y el dinero. En
el segundo, la pertenencia a un grupo, la protección y la dependencia afectiva.
● Insatisfacción producida por la desambientación o desarraigo.
● Insatisfacción por insuficiencia de responsabilidad.

1.4. Sistemas Elementales


De Control De Riesgos
Un principio básico de la acción preventiva es “combatir los riesgos en el origen”. Esto no siempre se
consigue y es necesario adoptar otras medidas.

Los sistemas elementales de control de riesgos son la protección colectiva y la protección individual
que se desarrollarán en el siguiente punto.

1.5. Protección Colectiva E


Individual
Epígrafes
1.5.1. Protección colectiva

1.5.2. Protección individual

1.5.1. Protección colectiva I


Tiene como finalidad actuar sobre la fuente que provoca la situación de riesgo, de forma que ofrezca
una protección eficaz a todo el colectivo de trabajadores expuestos.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales cita en el Art. 15 como uno de los principios de la acción
preventiva anteponer la protección colectiva a la individual. Así se elimina o minimiza la exposición
del trabajador a la situación de riesgo. Como sistemas y medidas de protección colectiva cabe citar
los siguientes:

Orden y limpieza

Muchos accidentes y daños tienen como última causa una situación de desorden y suciedad. Para
hacer el trabajo más fácil, con un ritmo más fluido y en condiciones de seguridad, conviene mantener
los puestos de trabajo en condiciones óptimas de orden y limpieza. No se trata solo de disponer de
cada elemento a utilizar en su lugar correcto, sino de prever y corregir aquellas causas que originan
un área de trabajo sucia y desordenada.

Señalización

La señalización no elimina la situación de riesgo existente, solo ofrece información relativa a la


existencia de ese riesgo. Se aplicará cuando las medidas adoptadas para minimizar el riesgo no han
resultado suficientes. Por tanto constituye una técnica complementaria a la adopción de medidas de
prevención y control.

1.5.1. Protección colectiva II


Formación

Los riesgos o sus posibles consecuencias, afectan a todos los componentes de la empresa, tanto
humanos como materiales, además del medio ambiente en la que se ubica. Por lo tanto las
actuaciones preventivas tendrán la finalidad de proteger y mejorar la situación de cualquiera de esos
componentes, priorizando el elemento humano. Una parte de estos elementos, no tiene conducta
propia, se trata de los factores técnicos de la empresa. En cambio, las personas si tienen conducta y
racionamiento propio.

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