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Un profesional competitivo tiene conocimientos, racionalidad e inteligencia

emocional que definen su comportamiento y lo sitúa en una posición en relación


con otros profesionales que compiten por los mismos objetivos.

En la actualidad el mercado laboral es muy competitivos por eso cada persona


debe tener una diferencia en sus destrezas y habilidades al momento de evaluarse
para ser considerado como competente.

Para ser competitivo hay que hacer las cosas en un estado óptimo a lo largo del
tiempo; no importa qué tan bueno seas, sino qué tan bien hagas las cosas. Esto
explica la actual dinámica de que puedes tener excelentes calificaciones, pero si
en la vida laboral no presentas las competencias requeridas para la empresa
puedes perder una oportunidad de ser aceptado.

Como profesional debes aprender a gestionar las tensiones, el estrés o la


frustración para hacer las cosas mejor, por eso se hace hincapié en la salud
emocional y mental en las generaciones actuales. Separar lo laboral de lo
personal puede contribuir a tener un rendimiento equilibrado,

TIPS PARA MEJORAR LA COMPETITIVDAD


1. Mejora tu educación
Contar con un título universitario te permite aumentar tus oportunidades, aspirar a
puestos más altos e incrementar tus ingresos, a parte de que hay empresas que
requieren de uno para contratarte.
A veces escucho a personas que comentan que no ven la necesidad de tener un
título universitario porque les pagan muy bien en sus trabajos, pero si te pones a
pensar, ¿prefieres que te paguen 15,000 en 10 años de trabajo a 25,000 en 1 año
o por el simple hecho de tener título y las competencias requeridas?
Puedes aumentar a cursos, talleres, diplomados o certificaciones dependiendo de
tu área, hay que investigar las mejores instituciones para impartirlas y lo que el
mercado laboral requiere que sepas. Incluso aprender un tercer idioma no está de
más.

2. Construye tu red
Contar con contactos es importante para encontrar la oportunidad adecuada en
una empresa. Puedes asistir a eventos de networking, entablar conversación con
tus compañeros de trabajo, participar en voluntariados y también no dejar pasar la
oportunidad de hacer conexión con tus compañeros de la universidad.

3. Obtener experiencia laboral relevante


Tener experiencia laboral te hará destacar de la competencia: realizar las
prácticas profesionales, pasantías y el servicio social te pueden brindar
habilidades que las empresas buscan. Puedes buscar puestos de nivel de entrada
en la industria o en un departamento que desees trabajar, aunque no sea
exactamente lo que deseas hacer.
En la actualidad las empresas son exigentes para el reclutamiento de sus
empleados, por eso recomiendo iniciar a trabajar desde el primer semestre de la
universidad para tener mayor tiempo laborando.

4. Actualizar tu currículum
El currículum es una carta de presentación para potenciales empleadores que
notifica sobre quién eres, tus habilidades y tu experiencia laboral. Esta parte no
debe ser desapercibida porque es muy importante, se recomienda al menos tomar
un curso de cómo hacer correctamente tu currículum para no cometer un error de
novatos y evite que puedas ser eliminado como prospecto para el puesto que te
estés postulando.

5. Forma tu perfil profesional


Cuidar tu perfil profesional en línea es importante para dar una imagen correcta a
tus futuros empleadores: mantener actualizado el historial laboral, habilidades,
certificaciones, logros, proyectos o cualquier novedad que creas relevante
destacar sobre tu vida laboral. También es importante tener cuidado de lo que se
publica en internet porque hay empresas que recurren a investigarte antes de
realizar una entrevista para tu postulación.

FACTORES EXTERNOS QUE AFECTAN LA COMPETITIVIDAD.


Los “factores sistémicos” son aquellos sobre los cuales el control de la empresa es
muy escaso o nulo. Estos factores son responsables de generar externalidades a
las empresas, actuando como parámetros del proceso de decisión. Entre estos
factores se destacan los siguientes:
 Infraestructurales. Disponibilidad, calidad y costo de la energía, transporte,
telecomunicaciones, insumos básicos y servicios tecnológicos.
 Macroeconómicos. Tipo de cambio, carga tributaria, tasa de crecimiento del
producto interno, oferta de crédito y tasas de interés y política salarial.
 Político-institucionales. Política tributaria, política arancelaria, apoyo fiscal al
riesgo tecnológico, poder adquisitivo del gobierno.
 Sociales. Sistema de calificación de la mano de obra, políticas de
educación y formación de recursos humanos, laboral y de seguridad social.
 Legales y normativos. Políticas de protección de la propiedad industrial,
preservación del medio ambiente, defensa de la competencia y protección
del consumidor.
 Internacionales. Tendencias del comercio mundial, flujos internacionales de
capital, inversiones de riesgo y tecnología, relaciones con organismos
multilaterales.

En el diagrama se muestra el alcance del término competitividad, en el que la


empresa constituye el elemento central, que a su vez resulta afectado por la
estructura y el sistema económico.
Además, es importante no solo definir las medidas de eficiencia (o
competitividad) relativa entre los países, sino también los factores
determinantes de su competitividad. Esto con el fin de facilitar la formulación de
políticas públicas para mejorar el ambiente competitivo de las empresas y
ampliar sus consiguientes beneficios para la población en términos de
crecimiento y desarrollo económico.

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