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Katmandú, un espejo en el cielo.

Katmandú es una ciudad que en este caso da nombre a una película de Iciar
Bollaín, titulada: “Katmandú, un espejo en el cielo”.
Trata sobre una maestra de Barcelona, de nombre Laia, que decide ir a dar
clase a la capital nepalí. Laia siente una mayor realización enseñando a
alumnos que no han adquirido conocimientos debido a que han tenido que
trabajar desde una edad temprana.
En el ámbito de la didáctica, se podría decir que el proceso de enseñanza-
aprendizaje usado por la maestra es parecido al de John Dewey, porque se
interesa por el pensamiento reflexivo; es decir, le parecía buena idea para la
adquisición de conocimientos que los niños reflexionasen sobre las nuevas
nociones, pues esto les facilitaría el aprendizaje.
En la película, la maestra hace preguntas relacionadas con la vida de los niños,
para ello les propone que cierren los ojos y se imaginen qué cambios les
gustaría hacer en sus vidas. Tras esta actividad, los niños daban respuestas
basadas en las experiencias vividas, por ejemplo: ser más amables, no tan
desordenados, menos ruidosos... Laia les pedía que, cada vez que realizasen
mejor dichas actividades, pegasen una pegatina en un dibujo hecho por ella,
hasta llenarlo por completo.
La actividad de cerrar los ojos e imaginar podría decirse que guarda relación
con el estilo indirecto de Flanders, porque Laia aviva las emociones de sus
alumnos a través de la imaginación y también tiene en cuenta las ideas de sus
alumnos. Les hace preguntas con el fin de desarrollar la participación y para
ayudarles a conocerse personalmente, además de establecer diferentes puntos
de vista para poder compararlos.
Según Anderson, había dos tipos de enseñanza-aprendizaje, el integrador y el
dominador. En este caso, el método utilizado fue el integrador. El clima de la
clase era excelente porque se había creado un ambiente amistoso, de
confianza, lleno de refuerzos positivos.
Laia es una profesora liberal. Bennett consideraba una motivación intrínseca
dejar a los alumnos que hiciesen lo que les gusta, sin que el profesor influya de
forma directa en sus decisiones. En la película se muestra un claro ejemplo
cuando la maestra pide al director trabajar con materiales Montessori, los
cuales se basan en la exploración de los mismos sin ningún tipo de instrucción,
para así desarrollar habilidades cognitivas que no requieren la colaboración de
un adulto.
El estilo de enseñanza usado por la maestra es democrático, porque se centra
sobre todo en la participación y en la originalidad. Laia siempre busca la
respuesta de sus alumnos para hacer una clase dinámica. Genera “historias
inventadas” para provocar en los niños curiosidad y obtener respuestas
originales, por ejemplo: “la casa de las palabras”. La profesora usaba este
ejercicio con el fin de encontrarle una casa a las palabras, como el planeta que
tiene de casa al universo.
En la película se comparan las distintas maneras de educar. Se muestra a un
profesor que castiga con golpes los malos comportamientos de los niños, así
como la confusión de un alumno al contestar una pregunta. Flanders lo
consideraría como un estilo directo. El profesor impone su autoridad y nadie
puede saber más que él. También es notoria la pasividad de los niños a causa
de dicho comportamiento, porque hay una escena en la que un alumno mira
por la ventana, al encontrarse entretenido con las actividades de Laia. De este
modo, muestra las ganas que el niño tiene de que su educación cambie para
tener curiosidad e interés, como les ocurre a sus compañeros del patio.
Al final de la película, se intuye que está cerca el desarrollo próximo de
Vygotsky. Esto sucede cuando una de sus alumnas decide ayudar con la
explicación que hay en un libro. Así les será más fácil entenderlo, porque es
una enseñanza entre iguales.
Cabe destacar la interacción entre docente y estudiante. Laia, desde un
principio, brinda una gran confianza a sus alumnos al implicarse ya no solo en
el ámbito profesional, sino también en el personal. Se puede ver cómo busca
ayuda para lograr el interés de los alumnos por acudir a la escuela y aprender.
Es visible de qué modo afecta la implicación de Laia en su historia personal, ya
que la relación con su pareja termina rompiéndose por estar dedicada
exclusivamente a la felicidad de los niños.
En la película se le da mucha importancia a la educación emocional. Hay varias
escenas donde la profesora desarrolla la capacidad de estar a gusto consigo
mismo. La primera vez que aparece es cuando una de sus alumnas se dibuja a
ella misma como futura profesora. Tiempo después, la alumna no se encuentra
bien emocionalmente y Laia aprovecha para enseñarle el dibujo que hizo
meses atrás, con el fin de darle un impulso anímico.
Otra escena relevante es en la que otra de sus alumnas se mira a un espejo y
la maestra le pregunta su nombre, a lo que ella responde: “Niña que carga a
Jaram”. Lo que sucede es que esa niña al haber tenido un hermano pierde su
nombre. Tras esa situación la maestra dibuja la cara de su alumna, le da el
dibujo y dice indirectamente que ella no necesita de otros niños para poder
existir.
La película sigue su curso hasta que llega la alumna con el dibujo y le revela su
verdadero nombre. Esta educación emocional se puede relacionar con Rafael
Bisquerra, pedagogo fiel a que las emociones sean un pilar fundamental para el
desarrollo cognitivo. Dicha educación ayudaría a tener más empatía; es decir,
capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. La poca
inteligencia emocional puede ocasionar problemas graves: consumo de drogas,
trastornos de la alimentación…, ante situaciones inesperadas.
A Laia se la podría relacionar con Comenio. Este pedagogo fue el pionero en la
defensa de que no importaba la clase social en la que estuvieses y mucho
menos si eras hombre o mujer. También decía que la base del problema social
venía por parte del gobierno. Si lo relaciono con la película, el barrio se dividía
en dos partes, los de clase media y los pobres. Nadie se puede acercar a los
pobres, ya que quien lo hacía era excluido de su familia. Tampoco tenían
derecho a una educación, hasta que Laia decide montar una escuela para esos
niños sin recursos, ofreciéndoles comida, asegurándose así de sus asistencias.
Para finalizar el trabajo me gustaría citar una frase de la película que me ha
gustado mucho por su ejemplaridad: “Para mí educar es enseñar a ser libres, a
elegir, a ser ellos mismos”.

Bibliografía
https://www.rafaelbisquerra.com/educacion-emocional/el-concepto-de-la-educacion-
emocional/
https://educomunicacion.es/figuraspedagogia/0_comenius.htm

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