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La Democracia Participativa como Puerta de Salida de la Violencia en

Colombia en la Visión de Estanislao Zuleta.

Jhon Michael Castañeda Chaux

Seminario Conciliar María Inmaculada

Síntesis de Maduración Filosófica

Pbro. Javier I. Claros

05 de noviembre del 2021


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Contenido
Introducción................................................................................................................2

Acercamiento a la Vida, Pensamiento y Obra de Estanislao Zuleta...........................7

El Nacimiento de un Gran Filósofo y Pedagogo.....................................................7

Acercamiento Familiar y a la Realidad de la Muerte..........................................7

Crecimiento Intelectual........................................................................................8

Desarrollo y Culmen de su Vida..........................................................................9

Enfoque, Postura y Desarrollo del Potencial Intelectual de Zuleta.......................11

La Influencia del Pensamiento Marxista en el Pensamiento de Zuleta.............11

La Lucha de Clases y el Conocimiento Mental del Hombre como Eje

Transversal en el Pensamiento de Zuleta.......................................................................12

Legado Intelectual del Gran Pedagogo Zuleta...................................................13

Herencia Cultural y Escrita...................................................................................14

Escritos Sobresalientes e Históricos del Autor..................................................14

Generalidades de la Obra Colombia: Violencia, Democracia y Derechos

Humanos........................................................................................................................15

La Democracia Participativa como Puerta de Salida de la Violencia en Colombia. 17

El Pueblo Colombiano Bajo una Realidad de Dolor.............................................17

Cuando el Estado Flaquea, Surge el Terror...........................................................20

El Pueblo como Agente Esencial de la Democracia Participativa........................24


3

Crítica a la Democracia Participativa en Colombia, con base en el Pensamiento de

Estanislao Zuleta...................................................................................................................32

Conclusiones.............................................................................................................49

Bibliografía...............................................................................................................53
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Introducción.

El afán del hombre por crear soluciones a las realidades en las cuales se desarrolla y

se forma, ha permitido que haya un crecimiento intelectual, social, político, religioso e

incluso económico, con el cual, se pueda sustentar y defender dentro de un determinado

lugar o ambiente comunitario, ocasionando así el interés o la preocupación por los

gobiernos, la dictaminación de leyes y estatutos, bajo los cuales los pueblo se puedan regir.

Dentro de los diversos sistemas de gobierno se encuentra la democracia; Para

Bovero hay dos formas de entender la democracia, tales como el poder (Krátos) del pueblo

(demos). La democracia supone el gobierno de los más capacitados, para que tomen

decisiones en nombre de la nación. Sin embargo, una segunda acepción, entiende la

democracia como el poder de la mayoría, dicho de esta forma, el gobierno de la clase no-

noble de la sociedad (Bovero, 2002).

A lo largo de la historia, la democracia no es pues, entre nosotros, una pantalla

jurídica para tratar de disimular un propósito oficial de liquidar toda la oposición y de

invadir todas las esferas de la vida social. Esta realidad está encarnada en prácticas

electorales, periodísticas, educativas y sindicales; abre espacios para movimientos cívicos y

las organizaciones ciudadanas (Zuleta, 2020) dando apertura y acompañamiento al pueblo

La verdadera democracia está en la posibilidad de que el pueblo elija a quienes lo

han de gobernar, adquiriendo la separación de poderes y la garantía de participación de

todos los ciudadanos en los asuntos que conciernen a la igualdad, consolidando así el

sistema de la democracia participativa (De la Espriella, 2018).


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Zuleta, vendrá a afirmar que, para poder construir una verdadera sociedad

democrática y participativa, lo fundamental es alcanzar una cultura de respeto a través del

diálogo, lo cual implica la difusión de ideas y la apertura a nuevos planteamientos, que

siempre estén en pro de la paz y el cumplimiento de los Derechos Humanos, ya que

siempre estará primero el pueblo (Zambrano Rojas , 2019).

Pero poder alcanzar dicha perspectiva, se tendrá que empezar un camino de

saneamiento y de búsqueda de soluciones a la realidad de la violencia, reconociendo la

gravedad y el dolor que ha ocasionado en todos los ámbitos del pueblo colombiano (Zuleta,

2020).

La lucha contra la violencia se ha convertido en una realidad que todos han de

combatir, ya que se ha vuelto una acción patente en las vidas de todas las personas, y que

tristemente, se ha llegado a tal punto de que no se percibe en sus dimensiones reales y se ve

incluso como algo normal y natural (Carmona, 1999)

Luego de que dicha realidad en las sociedades y en los gobiernos, aparece entonces

la retaliación, mostrando o planteando así, que la violencia política contribuye al deterioro

del sistema judicial del estado, lo cual fomenta la impunidad y aumenta la probabilidad de

que las personas recurran a la justicia privada para resolver sus conflictos, lo que

contribuye a nutrir la violencia común (Chaux, 2003).

Una de las formas más comunes de violencia que se encuentran, es la violencia

subversiva, dada por los grupos guerrilleros con sus grupos armados, secuestrando soldados

y a civiles, reclutando forzadamente jóvenes, acción de fuerza sobre la población


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campesina e indígena, con clara presión sobre los sectores de producción exigiendo las

llamadas vacunas para su mantenimiento (Bueno Ríos, 1998)

Toda esta realidad de dolor, sufrimiento y sosiego, ha hecho que un sin número de

colombianos a diario estén en una continua preocupación de que va ser con su vida, con sus

hijos y de su futuro, porque pareciese en ocasiones que la violencia no tendrá fin, y es

desde allí de donde sobresale la idea de la democracia participativa, como el único remedio

para todos los males y sufrimientos que vive y que ha vivido Colombia es estas últimas

décadas (Zuleta, 2020).

En el presente escrito se quiere mostrar de modo general la realidad de Colombia

guiada bajo la visión del filósofo Estanislao Zuleta Velásquez, con base en su obra

Colombia: Violencia, Democracia y Derechos Humanos, quién denota que Colombia por

más de seis décadas se encuentra sumida en la violencia, pero dice además que tiene varias

opciones para combatirla y dejar dicha realidad atrás.

Dentro del primer capítulo se encontrará el acercamiento a la vida, pensamiento y

obra de Estanislao Zuleta, hablando así el inicio del gran filósofo y pedagogo colombiano.

Se hablará a grandes rasgos de un suceso que marcaría la vida de Zuleta, para luego hallar

el crecimiento intelectual y primeros estudios de Zuleta bajo la compañía del filósofo

colombiano Fernando González. Se localizará además el desarrollo y culmen de su vida,

guiado por la influencia del comunismo y sus diferentes cargos como pedagogo a nivel

nacional.

Luego estará el enfoque, postura y desarrollo del potencial intelectual de Zuleta,

acompañado de su legado de conocimientos, de su herencia cultural y escrita, nombrando


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algunas de sus obras más representativas, que logró realizar durante toda su vida.

Seguidamente se denotarán algunas generalidades de la obra Colombia: Violencia,

Democracia y Derechos Humanos, la cual, servirá de guía para el desarrollo general del

presente.

La violencia es una realidad que se ha dado a lo largo de toda la historia, lo cual,

ocasiona que sea un término o mejor dicho una acción, que no se puede especificar en qué

momento surgió o quién fue el primero en utilizar dicha expresión, por ende, en el segundo

capítulo, se hará un acercamiento etimológico ha dicho vocablo, para luego dar la visión de

Zuleta, mostrando así lo que él denota como violencia, y por último se tratará la realidad de

la democracia participativa, como opción de salida para tal problemática, ya que si un

pueblo es escuchado, se le permite hablar y opinar de las realidades por las cuales atraviesa,

se encontrarán soluciones factibles que beneficiarán tanto al pueblo como a sus dirigentes,

ya que una verdadera democracia permite discutir ideas, debatir y ser debatido, criticar y

ser criticado, porque la democracia es libertad (Zambrano Rojas , 2019) y la libertad está en

orden de la posibilidad (Zuleta, 1991).

La democracia participativa es una realidad que abre las puertas a las poblaciones y

a las sociedades enteras, para que salgan de los conflictos, para que la realidad de la

violencia no sea el común de las poblaciones vulnerables, que no se vean tantos secuestros,

violaciones a los derechos humanos, masacres, entre otras muchas cosas que lo único que

provocan es división, dolor, y sufrimiento para el pueblo en general; es por eso que la

democracia participativa es la salida de todas éstas problemáticas.

En el tercer capítulo se hará una crítica a la democracia participativa, ver además la

importancia de la democracia, su importancia y su trascendencia y luego encontrar que es


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lo que le hace falta para ser estable o en que cosas está fallando y no le permiten ser un

sistema político de gobierno estable. En términos generales cuando a los ciudadanos se les

permite la emisión del voto, son consultados para elegir y ser elegidos mediante la

participación de partidos políticos, es ahí donde se puede hablar de una verdadera

democracia participativa (Gonzáles, 2001).

Se tocarán temas como la extensión de los derechos políticos (Bobbio, 1999), la

apertura a la opinión del pueblo, dentro de la participación en el gobierno con el fin de la

transformación de la vida (Zuleta, 2020), la tipología de los tres poderes: el económico,

ideológico y político (Gonzáles, 2001), la construcción de una sociedad democrática y

participativa (Zambrano Rojas , 2019), con el fin de poder establecer una democracia

formal, electoral y material indisoluble (Valadés, 1994) logrando así la descentralización

del poder (Mill, 1966) y permitir así, que todo esté encaminado en pro de la lucha por la

paz, para poder transitar en un escenario en el que impere la democracia y la paz

(Hernández, 2014).

Es por eso que a continuación, se iniciará el recorrido por la vida de Zuleta dentro

del primer capítulo de dicho escrito, para poder entender de donde parte o cómo fue su

desarrollo como persona y como filósofo, para luego poder entender y captar de un mejor

modo las ideas que se plasmarán en el presente, tanto en contra de la violencia, como a

favor de la propuesta de la democracia participativa como puerta de salida a dicha realidad.


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Acercamiento a la Vida, Pensamiento y Obra de Estanislao Zuleta.

El Nacimiento de un Gran Filósofo y Pedagogo

Acercamiento Familiar y a la Realidad de la Muerte

Estanislao Zuleta Velásquez nació el 3 de febrero de 1935 en Medellín, Colombia,

en medio de una familia hermosa, de un hogar formado por un hombre pleno, fuerte,

presuroso; su padre era un hombre con estudios superiores, cuestión que en aquel momento,

solo lo podían hacer las familias bien ponderadas, los cuales eran los que tenía la capacidad

de adquirir formaciones intelectuales más elevadas, llegando a tal punto que el señor

Estanislao Zuleta Ferrer era un importantísimo abogado de la ciudad. Su madre era una

mujer hermosa, igual de fuerte a su padre, y muy prudente, de nombre Margarita Velásquez

Molina. La pareja ya tenía una niña, la cual, era la primogénita, llamada Magdalena, que,

en el momento de nacer Estanislao, tenía aproximadamente diecisiete meses de nacida.

(Vallejo, 2006)

El señor Zuleta Ferrer el día 23 de junio de 1935, debía tomar el vuelo comercial

más prestigioso de la época, para poder así volver a Bogotá. Es curiosa la escena que

sucedió en las horas de la mañana, porque el mismo Zuleta Ferrer envió un telegrama a su

esposa Margarita, diciéndole que ya había terminado sus asuntos y se disponía a regresar,

pero que los quería ver a todos en el campo el día siguiente, ya que esa tarde se debía reunir

con el señor Fernando Gonzales, escritor y filósofo colombiano, con el cual tenían grandes

vínculos de amistad.

La señora Margarita al día siguiente, fue al aeropuerto a esperar a su esposo, y al

preguntar en el despacho, una azafata con profunda tristeza le dice que se regrese a su
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hogar, porque hubo un accidente y murió Carlos Gardel1. Es así como Zuleta Ferrer a los

veintinueve años de edad pierde la vida junto a Carlos Gardel, Ernesto Samper, Guillermo

Escobar Vélez y Jorge Moreno Olano, luego de que el trimotor F-31 de la empresa SACO,

se incendiara y cayera sobre el avión Manizales de la empresa SCADTA, ocasionando así

el accidente fatal, cobrando la vida de varias personas y dejando algunos heridos. (Vallejo,

2006) Es así como desde los cuatro meses de edad aproximadamente, Estanislao Zuleta

Velásquez queda huérfano de padre.

Crecimiento Intelectual

Hacia el año de 1940, inició sus estudios en el colegio privado de la Universidad

Bolivariana en Medellín, y es así cuando este gran pensador inicia con su vida de lectura,

motivado por la gran biblioteca que poseía en su casa, la cual, pertenecía su padre. Se habla

que Estanislao no pudo pecar por ignorancia o falta de conocimiento sobre temas y autores

de la época, tales como Gregorio Gutiérrez González y Epifanio Mejía, porque en tal

biblioteca, abundaba el pensamiento de dichos autores, los cuales, más adelante le servirán

para el fortalecimiento de su cátedra y en su vida de pedagogo. (Tovar, 2019)

A los pocos años de edad abandonó el colegio y todo tipo de educación formal, para

tratar de dedicarse a una formación autodidacta; ya le expresaba a su madre, el por qué

abandonaba su bachillerato, diciendo así que, el colegio no le dejaba tiempo para estudiar.

Lo que se debe resaltar en esta parte, es el hecho de que Fernando Gonzales, filósofo y

escritor colombiano, era gran amigo del señor Zuleta Ferrer, siendo así muy cercano a la

familia. Luego de la muerte del padre de Zuleta, encontró en aquel joven un fiel discípulo,

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Charles Romuald Gardés, cantante, compositor y actor argentino de origen francés o tal vez
uruguayo. Nacido en Tacuarembó en 1887. A finales de la década de 1920 la identificación de Gardel con el
tango era ya un fenómeno de ámbito universal. Desde entonces nunca ha dejado de reconocerse su papel
esencial en el desarrollo y difusión del tango y su condición de mejor intérprete de la historia del género.
(Ruiza, Fernández, & Tamaro, 2004)
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el cual, se empaparía de su pensamiento y sería un fiel seguidor de su corriente. (Rodríguez,

2020)

Su vida de autodidacta, llegó hasta cuarto de bachillerato, y como se enunciaba

anteriormente, estaba en contra de la educación formal, inclusive de las aulas y más aún de

las calificaciones, ya que decía que una nota no debe encerrar el conocimiento y la

intelectualidad de una persona. Este pensamiento hizo que, en el año de 1980, la

Universidad del Valle le otorgara el doctorado Honoris Causa en Psicología. (Publicaciones

Semana S.A, 2020)

El filósofo cuando decidió estudiar por su cuenta, se enfocó más en la parte de la

literatura, historia, arte y ciencias sociales. Pero en términos generales en los que más se

encaminó, fue en la parte de la economía política, eso sí, centrada en el contexto

latinoamericano. (Murillo, 2015)

Desarrollo y Culmen de su Vida

Hacia el año de 1953 viaja hacia Rumanía, para ser parte de uno de los congresos

que cambiarían y darían paso al eje de su pensamiento; participó del congreso de

juventudes comunistas, el cual es un festival mundial de jóvenes que se van empapando y

aproximando al partido comunista (Tovar, 2019), y es así como a su temprana edad

empieza a militar en la parte política como izquierdista, y además plasmaba su modo de

pensar y de ver el mundo, en sus diferentes ensayos, escritos y análisis (Rodríguez, 2020).

Luego realiza una emigración como lo denota el escritor a Sumapaz, junto con su

compañera de vida, María del Rosario Ortiz, y acompañado también de algunas personas

muy cercanas, tales como Mario Arrubla y Mario Vélez, donde iban a permanecer

aproximadamente unos cuatro meses. En el año de 1970 es donde empieza una de las
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etapas más importantes de su vida, ya que es nombrado como educador de la Universidad

de Antioquia, y nada menos y nada más que en la facultad de Economía. Esto le permitió

regresar al lado de su familia en Medellín. (Tovar, 2019)

Fue profesor en la Universidad Nacional de Colombia, luego, fue educador en la

Universidad Libre y por último, en la Universidad del Valle donde aún es una figura muy

reconocida, la cual como lo decíamos anteriormente, le otorgaría el doctorado Honoris

Causa en Psicología, área en la cual se desempeñaría, en el campo del psicoanálisis de

Sigmund Freud. (Rodríguez, 2020)

En su afán por la educación, por llevar a cabo nuevos ideales y metodologías, con

las cuales las personas pudieran aprender más, creó junto con sus compañeros de trabajo

una Contra escuela, en la cual se iban a educar sus hijos y los hijos de todos los

compañeros de proyecto, causando esto cierta curiosidad, por el hecho de que los mismos

padres eran quienes educaban y enseñaban a sus hijos. (Rodríguez, 2020)

Durante sus últimos años de vida, trabajó en uno de los puestos más importantes

dentro de una nación, siendo el ser asesor del presidente Belisario Betancur; fue escogido

por su madurez intelectual, por su amplio conocimiento y experiencia en el área económica,

política, psicológica y filosófica. A demás, fue asesor en empresas como INCORA y otras

multinacionales de gran importancia (Rodríguez, 2020) y es fundador también de algunas

revistas y periódicos como Crisis en 1857, Agitación en 1962, Estrategia en 1963

(Carmona H. , 2006).

Durante su vida siempre quiso que el protagonista de todo fuese el diálogo, para que

en toda la sociedad se pudiera mantener un ambiente pacífico dentro del ámbito político,

social y económico. El 17 de febrero de 1990, a sus 55 años de edad, muere uno de los más
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grandes filósofos que ha tenido la República de Colombia, en la ciudad de Cali, dejando así

a Silvia y José Zuleta Ortíz, huérfanos de padre. (Tovar, 2019)

Enfoque, Postura y Desarrollo del Potencial Intelectual de Zuleta.

La Influencia del Pensamiento Marxista en el Pensamiento de Zuleta

Anteriormente planteábamos que Zuleta se convirtió en fiel discípulo de Fernando

González, un filósofo y escritor colombiano también conocido como el filósofo de otra

parte. Influenciado por González, y por otros grandes como Baudelaire, Levi-Strauss,

Freud, Marx y Nietzsche, logro tener una gran apertura de pensamiento, logrando además

una gran producción textual y un sin número de conferencias, las cuales aún perduran en el

pensamiento de muchas personas que tuvieron la dicha de conocer el gran pedagogo paisa.

(Publicaciones Semana S.A, 2020)

Sus búsquedas y su deseo de conocer y de instruirse era algo un poco fatigable, para

las personas que lo rodeaban, tanto así que, a los veintitrés años, tras lograr aprender

francés por sí mismo, se convirtió en un divulgador del existencialismo, del psicoanálisis y

su parte más importante y la que más le llamaba la atención, era el poder mostrar el

verdadero marxismo. (Rodríguez, 2020)

Zuleta, nada más no fijó sus tratados en la relación contemporánea de la

parte moral; sino que destacó ensayos de antiguos personajes, acrecentando

su línea de análisis histórico y social, en todo su país y el continente latino.

Como redactor, obtuvo una oportunidad en su vida no muy bien vista para

muchos, que fue lograr concentrase en ampliar sus enseñanzas en la historia,

literatura y ciencias sociales. (Tovar, 2019)


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La Lucha de Clases y el Conocimiento Mental del Hombre como Eje Transversal en el

Pensamiento de Zuleta

Zuleta siempre sostuvo una postura a nivel político de izquierda. Para principios de

los 70, publicó en la revista Estrategia, la cual había creado él mismo, un artículo que en el

nombre podemos ver clara y patentemente su postura; el artículo tiene por título Marxismo

y Psicoanálisis. El editor y transcriptor de la revista Estrategia, el señor Alberto Valencia,

viene a decir que, en aquella obra Zuleta definió su programa de pensamiento, encerrando

allí sus más grandes intereses, como lo es la psicología, y el marxismo. (Rodríguez, 2020)

Su postura e interés por Freud, lo llevo a que fuera el fundador de un círculo de

psicoanálisis en Cali, coordinando así tertulias y otros encuentros que el mismo se

encargaba de organizar. En cada encuentro acostumbraban compartir ciertas lecturas que

estuvieran enfocadas al tema planteado para luego formar ciertos tipos de debates en los

cuales adquirían más conocimiento y se daban cuenta de la trascendencia que tiene el

psicoanálisis. (Rodríguez, 2020)

El maestro, como se le solía llamar en la Universidad del Valle, siempre trató de

exponer a sus discípulos y a su vez a sus contradictores, posturas no solo de la época

moderna o contemporánea, sino que le gustaba ir al meollo de la filosofía, yendo a la cuna

de la misma, hablando así de la doctrina platónica y aristotélica, luego pasaba a hablar de

Hegel y Marx, además hablaba de grandes pensadores como Heidegger y Sartre, y no

podría faltar allí Freud. (Murillo, 2015)

Las potencialidades mentales de Estanislao fueron las de un genuino talento

filosófico, que empezaron a manifestarse en su adolescencia y lo largo de toda su vida.

Pero, lo que si permaneció muy arraigado en él fue el marxismo, el psicoanálisis, la

fenomenología, la antropología estructural, el existencialismo sartreano, saberes a los


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cuales accedía, que a su vez fueron los encargados de elevar por aquella época su

conciencia de modernidad y llevarlo además a una universalidad verdadera. (Murillo, 2015)

Legado Intelectual del Gran Pedagogo Zuleta.

Zuleta durante años ha sido fuente de inspiración para muchos autores que se

consideran austeros, dicientes y revolucionarios sociales y moralistas, resaltando allí, que

Zuleta, nunca quiso moralizar del todo su pensamiento. Su ideología se ha ido implantando

a lo largo de la historia, motivo por el cual se han escrito diversos libros, ensayos y demás

documentos, los cuales van relacionados con su vida, con sus obras y su pensamiento; entre

esto tenemos algunos ejemplares tales como, la Caricatura de Estanislao, realizado por

Elkin Obregón en el año de 1991. También encontramos, el amor, el trabajo y el

pensamiento como utopía: propósito de Elogio de la Dificultad de Estanislao Zuleta,

artículo de Alberto Gutiérrez en el año 2004.

Algo que ha marcado un hito en la historia y el recuerdo de Colombia, es la

creación de la Corporación Cultural Estanislao Zuleta, ubicada en la ciudad de Medellín.

(Tovar, 2019)

Zuleta ha sido uno de los pensadores más influyentes del siglo XXI, quién

dejase también una marca imborrable en la Universidad del Valle, el cual es

recordado a menudo en el aula máxima del Alma Mater, que lleva su

nombre, por ser uno de los pocos filósofos colombianos con tal nivel de

audacia, originalidad y lejano de cualquier paradigma. (Murillo, 2015)

Colombia ha tenido pocos filósofos, se les puede contar con los dedos de una sola

mano, por eso Estanislao Zuleta Velázquez es y seguirá siendo uno de los hombre más

grandes y representativos a nivel filosófico en Colombia (Rodríguez, 2020).


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Herencia Cultural y Escrita

Escritos Sobresalientes e Históricos del Autor

De igual modo como se ha venido exponiendo, las obras de Zuleta se distinguen por

sus extraordinarias habilidades de traspasar como si nada sus ideas y reflexiones de temas

determinados, y teniendo además esa capacidad de llegar a cualquier tipo de destinatarios,

es decir, su contenido es claro, sencillo, pero con una gran trascendencia, la cual permite

ver los esfuerzos de este hombre. (Tovar, 2019)

Cabe decir que Zuleta era muy variable y diligente en cuanto sus responsabilidades,

y es claro cuando permite ver que cada título, cada coma o cada punto tiene un puesto clave

dentro de cada obra o de cada tratado hecho por él. Es por eso que ahora se van a plantear

algunas de sus obras más sobresalientes y que fueron las que permitieron que se conociera

el pensamiento del gran pedagogo colombiano.

 (1963) Comentarios a la “Introducción general a la crítica de la economía

política” de Carlos Marx. Editorial Universidad de Antioquia. Medellín.

 (1967) Conferencias de economía política latinoamericana. Editorial

Universidad Libre. Bogotá.

 (1970) Historia económica de Colombia. Universidad del Tolima. Ibagué.

 (1977) Comentarios a la “Introducción general a la crítica de la economía

política de Carlos Marx. Editorial la Carreta. Colombia.

 (1986) Arte y Filosofía. Colección Quipus. Editorial Percepción. Medellín.

 (1991) Colombia: violencia, democracia y derechos humanos. Ensayos

Letras Cubanas. Altamira Editores.


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 (1995) Educación y democracia. Corporación Tercer Milenio. (Tovar,

2019)

Generalidades de la Obra Colombia: Violencia, Democracia y Derechos Humanos

La obra que se va a tratar en la temática de esta síntesis, será la obra, Colombia:

Violencia, democracia y derechos humanos, de la editorial Ariel, y editada por Alberto

Valencia Gutiérrez. (Zuleta, 2020)

Este libro es el resultado de una compilación de trabajos y conferencias sobre

distintos aspectos de la sociedad colombiana, que escribiera y pronunciara Zuleta durante

los tres últimos años de vida. Se incluye, además, cuando estuvo trabajando en las Naciones

Unidas en la Consejería de Derechos Humanos de la Presidencia de la República. La tarea

de reunir estos materiales y darles el carácter de libro fue obra de Fabio Giraldo Isaza, con

quién se preparó la primera edición que finalmente vio la luz bajo el sello de la editorial

Altamir en 1992.

Esta edición incluye, la conferencia dictada a los guerrilleros del M-19 en proceso

de desmovilización, en el campamento de paz de Santo Domingo, Cauca, en mayo de 1989.

Se trata del rescate de una obra publicada en el año 1992, hoy día inencontrable y

absolutamente pertinente para el momento actual que vive el país. (Zuleta, 2020)

El autor viene a proponer algunos aspectos de suma importancia dentro de la obra,

al expresar que:

El hombre en el núcleo más íntimo de su ser, es un nudo de relaciones e

intercambios. Intercambios lingüísticos, afectivos, sexuales, económicos;

pero también en esto consiste su riqueza, un conjunto de diferencias y

conflictos, de visión del mundo, de proyectos, de intereses. Cuando ésta


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inevitable combinación de interdependencia y oposición desemboca en la

guerra y la violencia, se ha producido el trágico fracaso de las más altas

posibilidades humanas: el diálogo inteligente, si se trata de concepciones; la

transacción, si se trata de intereses; y, en último caso, el reconocimiento de

que el otro, por opuesta que sea su visión del mundo y del futuro a la

nuestra, sigue siendo un hombre como nosotros. (Zuleta, 2020)

Para el autor, una verdadera sociedad, una sociedad luchadora, es aquella que tiene

la capacidad de tener mejores conflictos, tener una visión amplia para poder reconocerlos y

contenerlos, porque solo un pueblo que es maduro para el conflicto, que es escéptico en la

realidad de la guerra, es un pueblo que se puede calificar, como listo para la paz. (Zuleta,

2020)

Por ende, se quiere mostrar ahora una de las realidades que han venido aquejando a

un sin número de personas del pueblo colombiano, bajo el dominio de una realidad que no

es tan sencilla de manejar o de plantear, por el hecho de que hasta el momento se sigue

gestando y sigue promoviendo más dolor y temor en la sociedad.

La realidad de la violencia ha causado en los colombianos heridas profundas, que

han sido muy difíciles de cerrar, ya que en el corazón han quedado dolores como el

maltrato, el secuestro, el desplazamiento forzado, entre otros muchos factores que son

determinantes en este aspecto.

Otra realidad que se une allí, son los grupos guerrilleros, el narcotráfico, el Estado

mismo, siendo éstos considerados, como los exponentes más sobresalientes de la violencia

en el pueblo colombiano.

Pero no todo es negativo u oscuro, ya que hay ciertas formas de mostrar o de

intentar solucionar ciertas realidades que pudiesen parecer irremediables.


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Es por eso que seguidamente, se encontrará la realidad de la democracia

participativa como puerta de la salida de la violencia en Colombia, siendo dicho sistema de

gobierno, como una de las soluciones más eficaces que propone Zuleta, para el desarrollo

de la paz, la seguridad democrática, la escucha del pueblo y la reconstrucción social que

tanto se necesita, para así poder ir sanando las heridas que la misma violencia se ha

encargado de abrir; pero con la democracia, el autor afirma que se podrá salir de la

violencia, para poder vivir en un verdadero entorno de paz.


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La Democracia Participativa como Puerta de Salida de la Violencia en Colombia.

El Pueblo Colombiano Bajo una Realidad de Dolor.

Colombia es uno de los países suramericanos más ricos en biodiversidad, en

culturas, costumbres y demás tradiciones que permiten que se encuentre en un rango de

riqueza elevadísimo en comparación a muchos países desarrollados o en vía de desarrollo,

siendo portador además de grandes cantidades de recursos naturales y materia prima que

son de suma importancia para el desarrollo económico y social de grandes potencias a nivel

mundial.

Pero el hecho de ser poseedor de todas estas riquezas a ocasionado que a lo largo de

las últimas seis o siete décadas, se vea envuelto en una realidad que aqueja a todos sus

habitantes e incluso poniendo al Estado es una situación difícil y en decadencia, porque el

nivel de afectación es elevado y dicha situación es la violencia.

La violencia es una realidad que se ha dado a lo largo de toda la historia, lo cual,

ocasiona que sea un término o mejor dicho una acción, que no se puede especificar en qué

momento surgió o quién fue el primero en utilizar dicha expresión, por ende, en el presente,

se hará un acercamiento etimológico de dicho vocablo, para luego dar la visión del autor y

filósofo Estanislao Zuleta, mostrando así lo que él denota como violencia, y por último se

tratará la realidad de la democracia participativa, como opción de salida para tal

problemática.

Con base a la definición etimológica de violencia, se viene a decir que es una

acción, en la cual, se utiliza la fuerza y la intimidación para alcanzar un propósito.

(Significados.com, 2019) Existen, además, muchos lenguajes misóginos2 que normalizan y


2
Cuando se habla de misógino, es un término derivado del griego misigynia, compuesta por miseo
que traduce odio, gyne que expresa mujer, y el sufijo -ia significa acción, por ende, la misoginia es la actitud
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naturalizan la violencia como costumbre, como ley, como espectáculo, como orden. La

naturalización de la violencia se ve en eufemismos3 tales como la violencia institucional,

entre otros; a poco de profundizar en estas palabras se llega a un callejón sin salida, por la

falta de legitimidad ética. (Croxatto, 2018)

Es así como la historia misma ha ido indicando las consecuencias de las

afirmaciones de Sorel, cuando viene a decir que la violencia es lícita, sagrada, redentora.

Por eso la violencia es moral, más moral que los compromisos y las transacciones.

(Degregori, 1973)

Se puede plantear también la violencia como la negación inteligible de la libertad

individual por la praxis común (Laing & Cooper, 1873). Pero no todo queda en el lamento

o en la parte negativista, sino que también se viene a mostrar como una nueva perspectiva,

o una nueva visión de la realidad de la violencia, cuando se habla de que el que trabaja por

la justicia, trabaja por todos, mientras que los violentos no trabajan sino para ellos mismos,

y algunas veces, a fin de cuentas, contra ellos mismos (Belot, 1876).

Dentro de este ámbito también hay una gran variedad de tipos de violencia o

diferentes campos, en los cuales, se puede experimentar o ver clara y patentemente esta

realidad. Se ha de tener presente, que la violencia puede ser por acción o por omisión, ya

y comportamiento de odio, repulsión y aversión por parte de un individuo hacia las mujeres. Es llamado
misógino al individuo que practica la misoginia. Esta conducta es practicada desde las civilizaciones antiguas,
ya que la mujer es vista en algunas culturas como la causa de la tentación y de la perdición del hombre. Esta
situación es muy común por odio o prejuicios hacia las mujeres, producto de diferentes causas como la
creencia de que la mujer es el sexo débil e inferior respecto al sexo masculino, lo que es conocido también
como machismo; traumas causados a una mujer acarreando maltratos físicos, psicológicos y emocionales. Al
hablar de un lenguaje misóginos, quiere decir entonces, que es un vocablo de desprecio, de odio, de aversión
y prejuicios. (Significados.com, 2019)
3
Un eufemismo es una palabra o una expresión utilizada para sustituir una palabra que socialmente
se considera ofensiva o de mal gusto. Con el paso del tiempo un eufemismo puede llegar a adoptar el mismo
significado de la palabra que sustituía en un principio. Es muy común encontrarlos dentro de la retórica y
como herramienta de manipulación. (Significados.com, 2014)
22

que no solo ocurre cuando se realiza una acción, sino cuando se deja de realizar también

algo. Dependiendo de la naturaleza es donde se puede empezar a clasificar la violencia,

tales como física, psicológica y sexual4.

En casi todas las sociedades la lucha contra la violencia aún se considera como una

tarea que le corresponde únicamente a las autoridades policiales y judiciales, sin embargo,

la lucha contra esta realidad, corresponde a cada uno de nosotros, sabiendo que esta

situación es tan cotidiana, que muchas veces no se pueden percibir sus dimensiones reales,

se ve incluso como algo natural que se ha llegado a llamar preocupación, o bien,

democracia y altruismo5. (Carmona M. , 1999)

Con esta base etimológica del término violencia, se tiene ya un claro punto de

partida, para tener una idea general de lo que se va a seguir abarcando dentro del presente,

ya que, esto permite que se pueda hacer un acercamiento general a esta realidad.

Cuando el Estado Flaquea, Surge el Terror.

Un Estado que se sostiene sobre la violencia o que necesita de la violencia para

sostenerse, involucrando realidades como plazas cercadas, jóvenes reprimidos y muertos,

4
Hay un sin número de tipos de violencia, ya que, si se examina más a fondo, se van a encontrar
realidades que aquejan de un modo muy amplio, la realidad social y cultural de la humanidad. A grandes
rasgos se tiene, por ejemplo: La violencia familiar: es también llamada violencia doméstica, se produce en el
entorno familiar entre miembros de una misma familia. La violencia en este caso puede ser física, psicológica
y sexual. La violencia de género: supone un tipo de agresión por motivos de la elección de género de una
persona. Se ve habitualmente, cuando un hombre agrede a una mujer, sintiéndose superior al sexo femenino.
La violencia en el noviazgo: esta cuestión va muy relacionada con la violencia de género, ya que suele
producirse como medio de control y sometimiento a la otra persona. La violencia laboral: consiste en tomar
una serie de acciones en contra de otro individuo en el entorno laboral, las cuales, pueden ser ejercitadas tanto
por una figura de autoridad, como por uno o más compañeros de trabajo del mismo rango. La violencia
escolar: es una agresión física o verbal que se produce entre miembros de la comunidad educativa en las
instalaciones escolares o similares. De allí es de donde parte el término Bullying, siendo este un tipo de
violencia de especial gravedad, ya que se produce en un contexto educativo, a menudo entre menores y cuyas
consecuencias pueden ser fatales. (Significados.com, 2019)
5
El ultraísmo es la tendencia a ayudar a los otros de una manera desinteresada. Este término se
empezó a utilizar hacia el siglo XIX para definir un tipo de comportamiento diferente al egoísmo. El
ultraísmo es un valor muy importante en la sociedad, pues se basa en la solidaridad y la empatía con el otro.
(Significados.com, 2017)
23

no parece un Estado legítimo. (Croxatto, 2018). Estas son las palabras con las que se puede

prever brevemente la realidad, que se va tratar de abarcar de un modo general, ya que se

habla de que el Estado, es uno de los estamentos que se ve más involucrado en la cuestión

de la violencia.

La situación de la violencia y el conflicto en Colombia es muy confusa, ya que es

muy poca la información que se suministra o que se puede encontrar, por el hecho de que es

mínima la seriedad en la información. (Zuleta, 2020, pág. 231). A lo largo de toda esta

realidad de intimidación en el territorio nacional, varias han sido las entidades que han

tratado de producir ciertas cifras con relación a masacres, desplazamientos, la realidad del

narcotráfico, entre otras muchas realidades que convergen con esta situación; pero cuando

se habla o se hacen análisis con expertos en este campo, resulta que no hay una manera

seria de producir o mejor dicho de probar la veracidad de dichos números, ya que las

verdaderas cifras o los verdaderos número no pueden salir en ninguna parte.

Dentro de toda esta realidad que ha llegado a vivir en carne propia la mayoría del

pueblo colombiano, se puede identificar que el problema va radicando en que la violencia

tiene múltiples expresiones que no excluyen, pero si sobrepasan la dimensión política6.

(Sánchez, 1988, págs. 17-30)

Las violencias han sido múltiples y sus consecuencias también, lo cual, va

dificultando cada vez más identificar efectos específicos, y más aún cuando se siguen

produciendo y reproduciéndose. Pero dentro de toda esta cuestión, también se va mostrando

o se va descubriendo que la justicia flaquea y que el Estado no puede asegurar un orden

6
Lo que se quiere plantear allí es que se trata de una violencia enmarcada en el uso de diversas
formas de poder, utilizadas por diferentes actores que no solo se limitan al poder político. (Avendaño Castro,
Mogrovejo Andrade, & Bastos Osorio, 2014, págs. 165-167)
24

jurídico que permita administrar justicia en función de garantizar el goce efectivo de los

derechos, y es allí donde se convierte en agente de violencia ilegítima, lo cual, era con lo

que se partía para plantear esta problemática (Avendaño Castro, Mogrovejo Andrade, &

Bastos Osorio, 2014), cuando se habla de que si un estado se sostiene en la violencia es

considerado como no legítimo. (Croxatto, 2018)

Por ende, aparece entonces la retaliación7, mostrando o planteando así, que la

violencia política contribuye al deterioro del sistema judicial del estado, lo cual fomenta la

impunidad y aumenta la probabilidad de que las personas recurran a la justicia privada para

resolver sus conflictos, lo que contribuye a nutrir la violencia común. (Chaux, 2003, pág.

15)

Cuando las personas empiezan a tomarse la justicia por mano propia, se da el gran

incremento del grado que ha alcanzo la violencia en Colombia, acrecentando así el

número de asesinatos de toda índole, desapariciones, secuestros y extorsiones,

supera en proporciones abrumadoras lo que puede ocurrir en otro país que no se

encuentre directamente comprometido en una guerra, incluso a lo que ocurre en

países que tienen circunstancias económicas mucho peores que las de Colombia.

(Zuleta, 2020, pág. 245)

La violencia política en Colombia, tuvo sus orígenes en los años 50 del siglo XX,

cuando sobresalía el odio político y el sadismo entre liberales y conservadores, ya que los

campesinos eran desplazados a las ciudades, generando así, nuevas demandas económicas y

sociales, que ocasionaba que los lugareños guardaran en su memoria la persecución y la

7
Los romanos empezaron a usar el verbo retaliáre que quería decir, responder de acuerdo a la ley
del talión, que, pasado al castellano, principalmente en algunos países americanos, donde es común el uso del
sustantivo retaliación, con el significado de represalia. (Asociación cultural Antonio de Nebrija, 2020)
25

impotencia ante la ausencia de la justicia. (Avendaño Castro, Mogrovejo Andrade, &

Bastos Osorio, 2014)

Las manifestaciones de la violencia y del crimen presentan variaciones importantes

en términos regionales, de acuerdo con la existencia de distintos actores violentos en cada

una de ellas. En estas manifestaciones se entrelazan: grupos guerrilleros, narcotraficantes y

delincuentes comunes, los cuales comparten hoy procedimientos de acción, de acuerdo a la

conveniencia estratégica en algunas zonas del territorio nacional. (Bueno Ríos, 1998, pág.

212)

Una de las formas más comunes de violencia que se encuentran, es la violencia

subversiva, dada por los grupos guerrilleros con sus grupos armados, secuestrando soldados

y a civiles, reclutando forzadamente jóvenes, acción de fuerza sobre la población

campesina e indígena, con clara presión sobre los sectores de producción exigiendo las

llamadas vacunas8 para su mantenimiento. (Bueno Ríos, 1998, pág. 213)

Por último, el elemento más evidente que expresa el crecimiento de violencia, es el

de las masacres, así como como sucedió en 1988, siendo este considerado como el año de

las masacres. En esta cuestión hay cosas difíciles de explicar, ya que no se trata

simplemente de confrontaciones políticas, sino que se trata de generar terror en la población

y hacerla huir, ocasionando así una política terrorista confrontada con un terrorismo

colectivo. (Zuleta, 2020, pág. 234)

8
Es un término utilizado por los grupos subversivos, con el cual, se habla de ciertas cuotas que
deben dar los pobladores de ciertas regiones del país, para que así puedan trabajar y seguir con una vida
aparentemente tranquila, y además lo denominan como una colaboración con la causa de la guerra. (Bueno
Ríos, 1998)
26

Se ha de tener claro que las guerrillas han dejado de ser unas guerrillas clásicas,

cuya base fundamental era un propósito ideológico y político, inspirado en el descontento

campesino, motivado por el desempleo, la explotación, la falta de tierras para quienes la

trabajan, etc. (Zuleta, 2020, págs. 237-239)

En este orden de ideas, las formas de poder político, económico, simbólico y

coercitivo fueron manifestaciones que dieron origen a la violencia en Colombia, donde

ejércitos, clases políticas, iglesia y escuela, jugaron un rol fundamental en la reproducción

de las violencias9. (Avendaño Castro, Mogrovejo Andrade, & Bastos Osorio, 2014, pág.

167)

Este tipo de consideración sobre la coyuntura actual no es muy optimista, se debe,

ante todo, ser realistas para que nuestro trabajo se encamine a actuar por el país en

el que estamos y que no soñemos que estamos en una confrontación con unas

características políticas claras y que, por lo tanto, podría tener una solución política

obvia. (Zuleta, 2020, pág. 238)

Por tanto, los grupos hasta más radicales de la izquierda, que ponen en cuestión no

solo al gobierno sino al mismo sistema, no pueden negar de ninguna manera que exista

democracia en Colombia por la sencilla razón de que la usufructúan ampliamente. (Zuleta,

2020, pág. 246)

Por ende, una democracia participativa es el único remedio para los males que vive

Colombia. (Zuleta, 2020, pág. 271)

9
Se parte de una afirmación enfática en la continuidad de los modos de producción y de las
formaciones sociales, en la perdurabilidad de la dominación social colonial que se habría plasmado sin
alteraciones en las nuevas repúblicas. (Palacios, 2002)
27

El Pueblo como Agente Esencial de la Democracia Participativa.

La democracia10 no es pues, entre nosotros, una pantalla jurídica para tratar de

disimular un propósito oficial de liquidar toda la oposición y de invadir todas las esferas de

la vida social. Esta realidad está encarnada en prácticas electorales, periodísticas,

educativas y sindicales; abre espacios para movimientos cívicos y las organizaciones

ciudadanas. (Zuleta, 2020, pág. 247)

Para Bovero hay dos formas de entender la democracia como poder (Krátos) del

pueblo (demos). La democracia supone el gobierno de los más capacitados que toman

decisiones en el nombre de la nación. Sin embargo, una segunda acepción entiende la

democracia como el poder de la mayoría. Dicho de esta forma, el gobierno de la clase no-

noble de la sociedad. (Bovero, 2002)

Zuleta reconoce que hemos caído en que vemos la democracia muy restringida, y

que es de suma importancia y urgente el hecho de ampliarla. Pero para poder llegar a dicho

fin, se propone que la igualdad debe ser una búsqueda en dos frentes: el económico y el

cultural.

10
La democracia es la forma de gobierno del estado donde el poder es ejercido por el pueblo,
mediante mecanismos legítimos de participación en la toma de decisiones políticas. Este término es extensivo
a las comunidades o grupos organizados donde todos los individuos participan en la toma de decisiones de
manera participativa y horizontal. El mecanismo fundamental de participación de la ciudadanía es el sufragio
universal, libre y secreto, a través del cual se elige a los dirigentes o representantes para un periodo
determinado. Las elecciones se llevan a cabo por los sistemas de mayoría, representación proporcional o la
combinación de ambos. Sin embargo, la existencia de elecciones no es indicador suficiente para afirmar que
un gobierno o régimen es democrático. Se hace necesario que se conjuguen otras características. La
democracia puede ser entendida como una doctrina política y una forma de organización social. Algunas de
las características más sobresalientes en este ámbito son: respeto por los derechos humanos consagrados por
la Organización de las Naciones Unidas, la libertad individual, presencia de múltiples partidos políticos,
distribución del poder en diferentes actores sociales, alternancia en el poder, igualdad ante la ley, apego al
Estado de derecho consagrado en una Constitución, Carta Magna o Ley Suprema. A demás existen varios
tipos de democracia, tales como la democracia participativa, democracia directa, democracia representativa o
indirecta. (Significados.com, 2020)
28

En lo que concierne a estos dos aspectos que se proponen, se encuentra la parte

económica, la cual enfatiza en el hecho de no ser solamente iguales ante la ley, sino ante la

vida misma.

Luego se encuentra la igualdad en cuanto cultura, la cual no decreta como se hace

en las constituciones, donde todos somo iguales, sino que la igualdad es una tarea de

construir, que debe estar acorde con la realidad y no con la utopía que plantean las leyes.

(Parada Silva, 2010)

Por esa misma línea Bobbio, le apunta a la creación de un proyecto diferente, donde

la democracia esté intrínsecamente vinculada con la repartición equitativa de los bienes

materiales, diciendo así que se requiere un proyecto de contrato social diferente, que

incluya entre sus cláusulas un principio de justicia distributiva. (Bobbio, El futuro de la

democracia, 1992)

Ahora que se tienen algunas posturas muy particulares en cuanto la realidad de la

democracia, y en una búsqueda de posibles soluciones para el mejoramiento de la misma,

nos adentramos en la realidad propia de la democracia participativa.

Cuando se aborda un concepto tan amplio como lo es la democracia participativa11,

remontar a su origen puede ayudar a aclarar sus posibilidades. En el norte, los

primeros indicios de democracia participativa se insinuaron en los movimientos

surgidos a fines de los 60 y los 70 sobre todo los de las mujeres, estudiantes y el

11
La democracia participativa es un modelo de organización política que pretende otorgar a los
ciudadanos una mayor, más activa y más directa capacidad de intervención e influencia en la toma de
decisiones de carácter público mediante mecanismos adicionales al voto. Al menos teóricamente, la
democracia participativa, considerada como una variante de la democracia directa, incorpora activamente al
ciudadano en la vigilancia y el control de la aplicación de las políticas públicas, procura que los ciudadanos
estén organizados y preparados para proponer iniciativas y para expresarse a favor o en contra de una medida.
(Significados.com, 2020)
29

sindicalismo radical, como respuesta al carácter endeble e ineficaz de la democracia

electoral.

Estos movimientos sociales rompedores fueron fruto de una experiencia histórica

muy concreta. Aunque en muchos sentidos, los movimientos en sí sufrieron derrota,

algunas de sus ideas se han mantenido y allí se enlaza de una forma muy directa con

nuevos modelos participativos del sur, principalmente de América Latina.

(Wainwright, 2005)

El advenimiento de la democracia en el mundo occidental les señaló a los pueblos

una organización política justa y participativa. La posibilidad de que el pueblo elija a

quienes lo han de gobernar, la separación de poderes y la garantía de participación de todos

los ciudadanos en los asuntos que le conciernen en condiciones de igualdad, consolidando

el sistema ideal de democracia participativa. (De la Espriella, 2018)

Pero para ampliar un poco más este término de un modo más social, la democracia

participativa hace referencia al conjunto de espacios y mecanismos donde ciudadanos y

ciudadanas pueden incidir y decidir sobre asuntos públicos de su incumbencia, más allá de

la actividad propia de los representantes. (del Tronco , 2021)

En el más violento de los países latinoamericanos, no hay una bandera más popular

que la paz. Nadie se atreve a presentarse en las confrontaciones electorales a nombre de

otra cosa: democracia y paz son las consignas de todo el espectro político desde la extrema

derecha hasta extrema izquierda, nadie resultaría creíble si no las promoviera y de allí es de

donde se parte a hablar de democracia participativa. (Zuleta, 2020, pág. 271)


30

Nuestro país ha llegado a una situación en la que resulta inevitable que el gobierno

y los partidos políticos tradicionales se decidan por fin a emprender las reformas

económicas y sociales, que durante tantos años han prometido y evitado. (Zuleta, 2020,

pág. 271)

Para poder empezar un camino de saneamiento y de búsqueda de soluciones a la

problemática anteriormente propuesta, se ha de dar primero que todo un paso de suma

importancia, como lo es el hecho de reconocer la gravedad que tiene la violencia de toda

índole en Colombia. El hecho mismo de que no se le reconozca significa que no hay una

voluntad de combatirla. Desde todos los enfoques que puede presentar el abigarrado

panorama político colombiano, se reclama la democracia y se pide que se afirmen los

derechos humanos. (Zuleta, 2020, págs. 270-271)

En los años 80 se presentaron un sin número de violaciones a los Derechos

Humanos, en consecuencia, cuando Belisario Betancur asumió la presidencia, se propuso

realizar una apertura democrática y participativa a las guerrillas a través del proceso de paz.

(Zambrano Rojas , 2019, pág. 309)

Zuleta afirmó en la década de los 80 que el pueblo colombiano debía tener una

concepción positiva de la democracia, pero lo que él planteaba era que la sociedad podría

aprender a resolver sus problemas mediante el diálogo y vivir pacíficamente con los

conflictos que no se logren resolver (Zambrano Rojas , 2019, pág. 305); en 1981 decía que

hay que abrir a Colombia un espacio para pensar juntos (Zuleta, 2010, pág. 158), cuando

apenas se estaban formando las comisiones de paz y el M-19 no abandonaba la lucha

armada.
31

Entre 1982-1983, Zuleta analizaba las violencias generadas por el tráfico de drogas,

los paramilitares, las guerrillas, las Fuerzas Armadas (Zambrano Rojas , 2019, pág. 305), y

decía que, para combatir la guerra con la posibilidad remota pero real del éxito, es

necesario comenzar por reconocer que el conflicto y la hostilidad son fenómenos tan

constructivos que el vínculo social, como la interdependencia misma, y que la noción de

una sociedad armónica es una contradicción en los términos12 (Zuleta, 1991, pág. 109).

Para construir una sociedad democrática y participativa, Zuleta propuso alcanzar

una cultura de respeto a través del diálogo, lo cual implicaba discutir ideas, debatir y

ser debatido, criticar y ser criticado por que la democracia es libertad (Zambrano

Rojas , 2019, pág. 306), y la libertad está en el orden de la posibilidad (Zuleta, 1991,

pág. 234), de ejercer los Derechos Humanos.

De este modo no se debe aplastar al otro asesinándolo, sino ampliar la

participación en un Estado fuerte (Zambrano Rojas , 2019, pág. 306), el cual se

logra cuando el ciudadano no tiene miedo ni de pensar por sí mismo, ni de

expresarlo, ni de organizarse para buscar las transformaciones que considere

necesarias y ventajosas, y luchar contra la injusticia, sea ella oficial o privada

(Zuleta, 1991, pág. 224).

12
Lo que quería decir allí el autor, es que no opinaba que existiese una sociedad utópica libre de
conflicto porque ésta es una característica innata del ser, porque la guerra es fiesta, fiesta de aprobar una causa
común y derramar sangre tratando de imponer una verdad a nombre de la patria, de la democracia, de la
libertad del pueblo, constituyéndose en una causa que no tiene sentido lógico para mejorar nuestra sociedad,
sino para destruirla (Zambrano Rojas , 2019, pág. 305), por tanto, el maestro proponía, que una sociedad
mejor es una sociedad capaz de tener mejores conflictos. De reconocerlos y de contenerlos. De vivir no a
pesar de ellos, sino productiva e inteligentemente en ellos. Que solo un pueblo escéptico sobre la fiesta de la
guerra, maduro para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz. (Zuleta, 1991, pág. 111)
32

Por tanto, si se quiere alcanzar alguna meta se debe eliminar el pesimismo

de que no es posible lograr una democracia más equitativa y un Estado fuerte.

(Zambrano Rojas , 2019, pág. 306)

En este sentido Zuleta planteaba e instaba que la democracia no se decreta, se logra.

Si un pueblo no la conquista por su propia lucha, por su propia actividad, no le va a llegar

desde arriba. No hay reformas agrarias que no vengan de una búsqueda de los campesinos,

de una organización campesina, de una lucha campesina (Zuleta, 2016, pág. 228).

Si no se busca la paz, con una guerra interna entre el mismo pueblo no se hace nada,

gánela quién la gane. Para que la paz sea posible no hay otra alternativa que una apertura

democrática participativa con reformas sociales, o sino la paz pasa a ser solo un buen

deseo. (Zambrano Rojas , 2019, pág. 310)

Para poder instaurar una verdadera participación y una verdadera apertura al

diálogo, lo cual genera soluciones para la violencia, se han de presentar dos elementos

importantísimos, para que la acción democrática sea fructífera: Modestia y respeto.

La democracia es modestia, porque la existencia de diferentes puntos de vista,

partidos, convicciones, debe llevar a la concepción del pluralismo con alegría, con

esperanza de que mejorará nuestros puntos de vista o nos permitirá llegar a otros mejores

(Zuleta, 1990, pág. 32). La democracia es respeto, porque respeto significa tomar en serio

el pensamiento de otro: discutirlo, debatir con él, sin violentarlo, sin ofenderlo, sin

intimidarlo (Zuleta, 1990, pág. 33).

Desde otro enfoque y sin perder de vista estos dos aspectos anteriores retornamos a

que la democracia nuevamente es modestia. Esto va referido a que la nueva forma de


33

aspirar a la universalidad no consistirá en tratar de que mis convicciones sean aceptadas por

todos, a cualquier precio, sino de tratar de que todos sean respetados en las suyas.

Democracia es respeto. Respeto por el que piensa y siente de manera diferente a los que

están en el poder. Para que un gobierno sea legítimo, no es suficiente con que cuente con el

apoyo de la mayoría – también Hitler la tuvo-; hace falta que respete las minorías, que

tenga un límite que no pueda franquear la dignidad de la persona. (Tirado, 1988, págs. 54-

55)

No hay que perder de vista que, si un pueblo está disperso y refugiado en un rincón

de miseria, es un pueblo que no produce nada. Es necesario que el pueblo se organice en

comunidades, barrios, sectores, para que se vayan creando ambientes de cultura y

creatividad propia, ya que dicha organización es esencial para que el pueblo produzca su

propia cultura y no la reciba de otros. (Zuleta, 2020, pág. 54)

Zuleta anteriormente nos ha introducido a un estado de la cuestión democrática en

Colombia y a una de sus conclusiones más decisivas, el cual propone: o la democracia se

afirma y se extiende acabando con la guerra sucia, o esta termina por imponer la clase de

gobierno que le corresponde (Giraldo, 1987, pág. 120).

Pero al fin de cuentas, a lo que apunta Zuleta es a lo que hoy se conoce como

fortalecimiento de la sociedad civil; una sociedad que no comulgue con la corrupción, que

denuncie, que no le tema a la represión y que promueva una cultura del bienestar general

por encima de los intereses particulares. Una sociedad que exprese libremente sus

proyectos ya sea a través de plebiscitos, referendos, consultas populares; se requiere de una

sociedad civil que fortalezca y que ejerza la veeduría sobre los actos del gobierno y de los

actos de todos, acudiendo exclusivamente a mecanismos como la revocatoria de mandato o


34

a la desobediencia civil, cuando las leyes vayan en contravía de los intereses generales.

(Parada Silva, 2010)

Finalmente, la democracia participativa no se podría enfrascar solamente en los

mecanismos electorales como plebiscitos o referéndums, sino que se podría ampliar y valer

fundamentalmente en espacios de consulta, deliberación y decisión como los presupuestos

participativos o los foros ciudadanos. Pero bajo esta misma lógica, para que se puede llevar

una verdadera democracia, se requiere de interfaces entre gobierno y sociedad, donde los

procesos de incidencia tengan lugar.

El hecho de que la gente pueda opinar no es suficiente, es necesario que pueda

actuar en aquello que le interesa en su comunidad, en su barrio, en su sector. Pero para

poder actuar tiene que tener bases, instrumentos culturales y materiales. La apertura

democrática implica la creación de un mundo de instrumentos colectivos, a lo cual se le

llama participación. Cuando un pueblo actúa alcanza mayores éxitos que cualquier

programador o racionalizador. Todo esto que se ha planteado es democracia participativa,

ya que busca la participación del pueblo, no solo en el gobierno sino sobre todo en la

transformación de la propia vida. (Zuleta, 2020, pág. 54)

Más allá de los espacios institucionales de rendición de cuentas propios del modelo

representativo, las interfaces socio-estatales permiten a los ciudadanos que sean parte de la

historia democrática de una comunidad política, dejando así que sea el pueblo quién actúe y

sea escuchado, llegando a tal punto, que éste sea unos de los actores y agentes principales

de la democracia participativa, mostrando además que dicha acción es el camino

fundamental para que el pueblo y la sociedad colombiana pueda salir y abandonar la

realidad de la violencia, la guerra y la separación. (del Tronco , 2021)


35

Ahora se encontrarán algunas propuestas de otros escritores, filósofos, politólogos y

pedagogos, que contribuyen o que realizan una crítica a la democracia participativa que

propone Zuleta, contribuyen y enriqueciendo además dicha propuesta y dejando ver que es

uno de los sistemas de gobierno mejor estructurados y que más conviene al pueblo, ya que

por medio de la democracia el pueblo se hace presente y es ese el fin que propone Zuleta,

para poder salir de la violencia, el dolor y la corrupción. A demás, se encontrarán también

algunos planteamientos que tratarán de mostrar los puntos en los cuales la democracia

puede flaquear, teniendo muy en cuenta la realidad que envuelve al pueblo colombiano.

Crítica a la Democracia Participativa en Colombia, con base en el Pensamiento de

Estanislao Zuleta.

La democracia participativa es una realidad que abre las puertas a las poblaciones y

a las sociedades enteras, para que salgan de los conflictos, para que la realidad de la

violencia no sea el pan de cada día de las poblaciones vulnerables, que no se vean tantos

secuestros, violaciones a los derechos humanos, masacres, entre otras muchas cosas que lo

único que provocan es división, dolor, y sufrimiento para el pueblo en general; es por eso

que la democracia participativa es la salida de todas éstas problemáticas.

Cuando un pueblo es tenido en cuenta y sus ciudadanos participan en la vida del

Estado, en la emisión del voto, activo y pasivo, son consultados para elegir y ser elegidos

en los cargos populares, mediante la participación de partidos políticos, medios de


36

comunicación social, dentro de la sociedad civil, de la opinión pública o de cualquier

expresión de cultura democrática de un pueblo, ya se está hablando de democracia

participativa. (Gonzáles, 2001)

Esto va apuntando a la realidad que se tiene como base de todo el presente, que es

ver la democracia participativa como puerta de salida de la violencia en Colombia, guiada

bajo el pensamiento de algunos autores que contribuyen de manera significativa con dicha

realidad y además apoyan el planteamiento que hace Estanislao Zuleta sobre dicha acción.

Para que se pueda entender de una mejor manera la realidad democrática, es

conveniente ver algunas posturas que nos ayudan a dimensionar el sentido propio de la

democracia participativa, para así tener un enfoque más amplio de dicha realidad.

Norberto Bobbio propone el hecho de que el desarrollo de la democracia coincide

con la extensión progresiva de los derechos políticos, la participación del pueblo por medio

de la elección de sus representantes y por medio de la formación de la voluntad colectiva;

en otros términos, lo que quiere el autor es mostrar que la verdadera democracia y la

verdadera participación, es donde se le da cabida al pueblo en aspectos públicos, y lo que

importa es que el poder esté en manos del ellos ya sea directamente o por medio de sus

representantes. (Bobbio, 1999)

Zuleta viene a decir que la democracia está abierta y dispuesta a acoger los nuevos

planteamientos y argumentos que la puedan ayudar a crecer y fortalecerse, ya que lo que él

plantea en un principio es que se tiene que abrir a Colombia un espacio para pensar juntos

(Zuleta, 2010), para poder ver la libertad en orden de la posibilidad, para así poder ejercer
37

los derechos humanos (Zuleta, 1991), y luego lograr establecer, una verdadera democracia,

ya que ella no se decreta sino que se logra (Zuleta, 2016).

No basta la simple opinión de la gente, sino que debe actuar dentro de su sociedad,

para así hallar la participación dentro del gobierno y de la misma transformación de la vida

(Zuleta, 2020), refiriéndose así prácticamente solo al ámbito político; pero Bobbio propone,

que para poder caracterizar un verdadera democracia participativa, se ha de plantear una

nueva perspectiva que sea capaz de rebasar meramente el ámbito político, para que pueda

tener una mayor trascendencia y que se pueda implantar una sociedad en conjunto y

determinar así, el grado en que el pueblo participa de un Estado. Esta nueva perspectiva la

llama la tipología de los tres poderes: económico, ideológico y político. (Gonzáles, 2001)

El poder económico, es el que se vale de la posesión de ciertos bienes, necesarios o

considerados como tales, en una situación de escasez, para inducir a quienes no los

poseen a adoptar una cierta conducta. El poder ideológico, es el que se sirve de

ciertas formas de saber, de doctrinas, conocimientos, incluso solamente de

información o de códigos de conducta, para ejercer influencia en el comportamiento

ajeno e inducir a los miembros del grupo a realizar o dejar de realizar una acción ya

sea intelectual, literaria, científica o técnica. Y por último el poder político, que es el

de la riqueza, del saber y de la fuerza. Éste poder, es el que está en la posibilidad de

recurrir en última instancia a la fuerza, y es capaz de hacerlo si detenta a su

monopolio, llegando a hacer lo que sea necesario para obtener sus efectos deseados.

(Gonzáles, 2001, pág. 87)

Luego de que se sale un poco del ámbito meramente político, no hay que perder de

vista el hecho de la construcción de una sociedad democrática y participativa, donde esté


38

regida por la justicia, la cultura del diálogo y vista además como una democracia de la

libertad (Zambrano Rojas , 2019, pág. 306). Para la construcción de una sociedad

democrática y participativa regida por la libertad, se ha de llevar a cabo con base en lo que

ella misma permita hacer (Zuleta, 2020, pág. 51).

Si se logra tal propuesta, se podría hablar también de una democracia formal

electoral y material indisoluble13 (Valadés, 1994, pág. 24), por el hecho de que sería una

sociedad que es capaz de discutir ideas, debatir y ser debatido, criticar y ser criticado, es

decir, una sociedad que pueda expresar lo que ve, lo que piensa y lo que siente, sin tener

problema alguno (Zambrano Rojas , 2019).

Zuleta en todo su planteamiento trata de dar apertura al pueblo y a la sociedad

entera, hablando de que es el pueblo quién debe tener puesto dentro del Estado, para que no

solo sea el gobierno el encargado de todo, ya que cuando el pueblo actúa alcanza mayores

éxitos que cualquier programador o racionalizador (Zuleta, 2020, pág. 54); pero luego está

Rousseau hablando de que la participación ha de ser individual, de cada ciudadano en la

adopción de decisiones políticas, ya que su aporte a la democracia participativa es dada

desde la concepción de una soberanía popular14 o del pueblo, porque él plantea que cada
13
En una democracia, todo el mundo tiene el mismo derecho a participar en la esfera política.
Además, los derechos de reunión, asociación y libre expresión permiten que los ciudadanos puedan
organizarse políticamente, puedan expresarse y protestar y puedan recibir información libremente. La
principal decisión colectiva que toma el pueblo es la elección de sus representantes que, a su vez, se encargan
de formar un gobierno.
Todo en este sistema institucional está encaminado a que los representantes actúen según las preferencias
mayoritarias en la sociedad. Eso es el autogobierno: que las decisiones políticas se tomen en función de lo que
la gente quiere y no de lo que quieren los sabios, los poderosos, los aristócratas o cualquier otra élite. Si el
autogobierno no tuviese valor alguno, se podría elegir a los representantes mediante sorteo, es por eso que la
democracia formal es aquella en la que funcionan las reglas institucionales que definen el sistema, pero que
no produce autogobierno. Hay elecciones, hay partidos con posiciones ideológicas diversas y se garantizan los
derechos políticos básicos, más el Gobierno no es capaz de gobernar siguiendo el parecer de la mayoría
social. (Sánchez Cuenca, 2011)
14
Se trata de una renovación de la soberanía nacional que otorga pleno poder a la ciudadanía. De
este modo la soberanía popular establece que el pueblo se encarga de la toma de decisiones y la composición
de órganos de poder con cierto nivel voluntario de representación. Lo más habitual es que lo anterior de
39

ciudadano es depositario de una fracción de soberanía y como tal participa en las decisiones

colectivas (Rousseau, 1762), dejando ver así que en Zuleta, se trata de dar más apertura a la

participación, no encajándolo en un individualismo o en un encerramiento meramente

democrático, sino dando y permitiendo que todas las personas estén en la capacidad de

elegir y ser elegidas, de hablar y ser escuchadas. (Zuleta, 2020)

Ésta cuestión de la democracia participativa es una realidad que se ha presentado en

diferentes momentos de la historia, aunque en principio no era conocida con dicho término,

ya que un sin número de pensadores, políticos, economistas y demás personas a lo largo de

las distintas épocas, siempre han buscado ser escuchados, han buscado que no solo sean

algunos los que gobiernen, antes bien, que sean personas del mismo pueblo para que así los

pueda guiar y gobernar de un mejor modo, por el hecho de que han tenido un sin número de

experiencias y sufrimientos dentro de las sociedades en las cuales han crecido y se han

formado.

Con base en lo dicho y por esa misma línea nos encontramos a Dennis Thompson,

quién ha tratado de reavivar el pensamiento de John Stuart Mill, el cual decía que las

principales características de la democracia es la participación y la competencia, a lo cual,

desarrolle en un entorno social democrático, en el que los ciudadanos sean plenamente capaces de organizar
su sociedad a través de un sufragio universal y el establecimiento de entidades jurídicas, sociales, políticas y
económicas que defiendan sus intereses. Se debería tener muy en cuenta que, por medio de un sistema de
votación, el pueblo elegirá a sus representantes políticos legítimos, al tiempo que adoptará otras medidas
variadas mediante elementos electivos como es el caso de referéndums. Para que la soberanía recaiga en el
pueblo, es necesario que existan una serie de condicionantes: Todo poder público procede de la ciudadanía,
representado en figuras estatales democráticamente escogidas. Su existencia debe refrendarse por medio de un
documento oficial, como es una constitución o una declaración de derechos. Si el pueblo considera que su
gobierno no defiende correctamente sus intereses, tiene la potestad de disolverlo y sustituirlo. Debe existir
separación e independencia de cada poder existente en el país. Es decir, división de poderes, como se ha
indicado antes, debe organizarse en un entorno plenamente democrático que asegure la libertad individual
para la organización colectiva (Sánchez Galán, 2019).
40

se llegaba a la conclusión, que lo que se busca es poder, para tener un pueblo racional

discutiendo cual era el bien común y luego poder optar por él; ya que el gobierno

democrático es el que permite la partición de todo el pueblo y no solo la mayoría

representada (Thompson, 1979).

Se busca, además, una descentralización del poder, mostrando así la apertura que se

le puede brindar al pueblo mismo, ya que todo se pone en comunidad, y todos los

ciudadanos tienen no solo voz en el ejercicio de la soberanía, sino que además en ocasiones

pueden ser llamados para tomar parte activa en el desempeño personal de alguna función

pública, local o general (Mill, 1966).

Luego de que se habla de la participación o desempeño de funciones públicas, por

esa misma línea Bobbio, le apunta a la creación de un proyecto diferente, donde la

democracia esté intrínsecamente vinculada con la repartición equitativa de los bienes

materiales, diciendo así que se requiere un proyecto de contrato social diferente, que

incluya entre sus cláusulas un principio de justicia distributiva. (Bobbio, 1992)

Para lograr toda esta cuestión de equidad y justicia distributiva, lo que se debe hacer

es una verdadera repartición de la democracia equitativa y un Estado fuerte, con el cual se

puedan buscar nuevas alternativas de desarrollo económico, político y social, pero sin

perder de vista en ningún momento, el hecho de que el pueblo debe ser escuchado, y que lo

que se busca en Colombia es la paz ya sea por medio de reformas sociales (Zambrano Rojas

, 2019) o con nuevas alternativas; porque no hay una bandera más popular y deseada para el

pueblo colombiano que la paz (Zuleta, 2020).


41

Para que se pueda lograr una verdadera lucha en pro de la paz, se ha de tener en

cuenta o mejor dicho plantear mecanismos, los cuales contribuyan con dicho fin; claro está,

que la paz se va formando desde el interior mismo de la persona, pero también tiene mucho

que ver, las formas o las ayudas que puedan brindar las sociedades o el mismo Estado.

Una forma de ver una posible solución para la búsqueda de la paz, sería el aceptar y

acoger una democracia liberal y constitucional, que tiene como principios básicos la

participación política, derechos y garantías para la oposición, el pluralismo, la transparencia

en los proceso electorales, el robustecimiento de una cultura política democrática, garantías

para la movilización, la protesta y la convivencia pacífica, la cultura de la reconciliación,

convivencia, tolerancia y no estigmatización, garantías de derechos y libertades; todo esto

tiene como fin la ampliación y profundización de la democracia, en cuanto la dejación de

armas y la proscripción de la violencia como método de acción política para todos los

colombianos, que estén a fin de transitar a un escenario en que impere la democracia y la

paz (Hernández, 2014).

El hecho de la democracia participativa y la búsqueda de la paz, puede hacerse

efectiva a través de mecanismos electorales o deliberativos también, ya que los primeros

implican o conllevan a que la ciudadanía acuda a las urnas para decidir por opciones de

política previamente diseñadas y presentadas de manera diferente por las autoridades. Por

su parte los espacios deliberativos son diseñados para que las ciudadanías, ciudadanos,

representantes de actores sociales y autoridades políticas se involucren en procesos de

diálogo y escucha activa para decidir entre todos, las mejores respuestas a los problemas

públicos (del Tronco , 2021).


42

Algo importante y curioso allí en cuanto la visión del mecanismo electoral, es

cuando se habla que se adquiere como una categoría del supervisor supremo del poder,

ejerciendo un control final sobre el gobierno y el parlamento. El electorado participa en el

proceso político indirectamente al elegir personas individuales y partidos para el

parlamento y para el gobierno, a los que se confía la toma de decisiones políticas, bien

directamente o por referéndum y plebiscito, lo cual, siempre va a estar en pro de dar

participación a las sociedades (Gonzáles, 2001).

Dentro del estado colombiano, las entidades electorales se crearon para ser

independientes administrativa y financieramente de las demás ramas del poder político y

tiene como objetivo garantizar la legitimidad, transparencia y efectividad del proceso

electoral (Civil, 2016)

Pero no solo se deben tener en cuenta los aspectos anteriormente planteados, sino

que se debe tener también un interfaz socio-estatal en donde se permita que los ciudadanos

sean parte de la historia democrática de una comunidad política. (del Tronco , 2021)

Por ende, Bobbio habla que la democracia participativa promueve ciudadanos

atentos, informados e involucrados en los asuntos públicos que los típicos perfiles

desafectados, propios de nuestra sociedad de consumo y opinión, son individuos que

quieren, saben y pueden participar en decisiones colectivas sobre temas que afectan sus

vidas, sin limitar su esfera privada ni sus intereses particulares (del Tronco , 2021).

Aterrizando toda esta realidad planteada a lo que se busca en el presente, que es ver

la democracia participativa en Colombia, permite percibir claramente que este tema se

empieza a forjar desde la Constitución Política Colombiana de 1991, mostrando así que es
43

un mecanismo o un modelo democrático, con el cual todos los ciudadanos intentan

justificar su lugar en el sistema como sujetos políticos, eliminando de este modo la

exclusión del ámbito político a las personas que no ostentan ninguna representación de la

misma (Guzmán Rendón, 2011).

Pero Huntington viene a afirmar que Colombia recibió la democracia en la

denominada segunda ola15, que tuvo lugar tras la Segunda Guerra Mundial, durante las

elecciones que se realizaron entre 1946 y 1950 donde se instauraron los gobiernos elegidos

por el pueblo y las élites decidieron introducir democracias duraderas (Huntington, 1994).

En Colombia se vivió durante las primeras décadas del siglo XX con la

autoglorificación de que se habitaba en la democracia más antigua de América, lo que

Vernon Lee Fluharty16, uno de los politólogos llegados a Colombia, más renombrados en la

mitad del siglo XX, denotó como “la ficción genial de la democracia Colombiana”, en otra

palabras: si uno habita en una democracia paradisiaca, para que se necesita tener una

transición política17 (Hernández, 2014), ya que en América Latina en las décadas de los
15
Huntington habla de tres olas y dos contra olas de democracia en América Latina. La segunda ola
que es a la cual se va a referir, se dice que inició con la Segunda Guerra Mundial en donde Uruguay vuelve a
democratización, Brasil y Costa Rica se democratizan a fines de los años cuarenta y en Argentina, Colombia,
Perú y Venezuela se instauraron en 1945 y 1946 gobiernos electos por el pueblo. Sin embargo, a finales de los
años cincuenta los gobiernos de Argentina y Perú derivan en democracia limitadas e inestables debido a los
conflictos entre las fuerzas armadas, dando paso a las dictaduras. Mientras tanto en Colombia y Venezuela se
dieron golpes militares y luego negociaciones de élites políticas para instaurar regímenes democráticos. En
este periodo es donde se conoce el predominio de los partidos políticos como actores centrales de la vida
política y social del país, de hecho, el bipartidismo colombiano es de los más antiguos del mundo ya que se
puede llegar a hablar de Conservadores y Liberales desde 1850. (Miranda, 2017)
16
Muchos autores escapan de la idealización de Mariano Ospina Pérez, el cual fue un político
conservador antioqueño, presidente de la República de Colombia durante el periodo 1946-1950, y siempre
estuvo vinculado desde las tempranas épocas de la república a las altas esferas gubernamentales (Fernández &
Tamaro, 2004) y es allí donde el Señor Vernon Lee Fluharty, un antiguo diplomático norteamericano en
Colombia, calificó el gobierno del líder conservador como la contrarrevolución en marcha. (Sáenz Rovner,
1992)
17
Una transición es un intervalo entre dos regímenes. Muchos sistemas políticos entran en una
transición porque su antiguo régimen, es decir, sus normas, procedimientos e instituciones, se ha vuelto
insostenible, y permanecen en la transición porque ningún nuevo régimen logra consolidarse. A principios del
siglo XXI los politólogos se interesaron especialmente por las diferentes pautas, formas y resultados de las
transiciones de los regímenes totalitarios y autoritarios a los regímenes democráticos. Sin embargo, las
44

sesentas y setentas, mientras en los demás países se establecían dictaduras, en el territorio

colombiano se mantuvieron las elecciones como medio de la democracia participativa, pero

fue con el proyecto del Frente Nacional18 donde se llegó a la libertad de participación más

amplia conocida hasta el momento (Huntington, 1994).

Habiendo visto la trascendencia y la realidad histórica de la democratización en

América Latina y aterrizado a Colombia, también se ha de tener muy en cuenta que algo

que ha afectado en gran parte a la democracia, es la ineficacia de los partidos políticos, ya

que el mismo Zuleta viene a decir que, los partidos como guías ideológicos y de la

encarnación de propuestas políticas alternativas, se ha querido refugiar en el compensar con

su capacidad de distribuir prebendas y cargos públicos. El resultado de todo esto ha sido

diversas transiciones no siempre dan lugar a regímenes democráticos. Muy a menudo una transición pasa de
un tipo de régimen autoritario a otro tipo de autoritarismo. En términos generales, es todo período de cambio
entre dos situaciones políticas estables. (Arnoletto, 2020)
18
Fue una coalición política concretada en 1958 entre el Partido Liberal y el Partido Conservador de
la República de Colombia. A manera de respuesta, frente a la llegada de la dictadura militar en 1953, su
consolidación en el poder entre 1954 y 1956, y luego de una década de grandes índices de violencia y
enfrentamientos políticos radicales, los representantes de ambos partidos, Alberto Lleras Camargo (Partido
Liberal) y Laureano Gómez Castro (Partido Conservador), se reunieron para discutir la necesidad de un pacto
entre ambos partidos para restaurar la presencia en el poder del bipartidismo. El 24 de julio de 1956, los
líderes firmaron el Pacto de Benidorm, en tierras españolas, en donde se estableció como sistema de gobierno
que, durante los siguientes 16 años, el poder presidencial se alternaría, cada cuatro años, entre un
representante liberal y uno conservador. El acuerdo comenzó a ser aplicado en 1958, luego de la caída de la
dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, hubo una transición política efectuada por una Junta Militar, a lo que
prosiguió la elección de Alberto Lleras Camargo. Es importante tener en cuenta que el contexto del Frente
Nacional estuvo enmarcado por la Guerra Fría, y aunque quería devolver la democracia, durante este periodo
se acentuaron las represiones contra las disidencias políticas y se controlaron y cooptaron la empatía de los
sectores populares y de las clases medias emergentes, a través de redes de clientelismo. La iglesia y las
fuerzas armadas mantuvieron un papel protagónico. El periodo del Frente Nacional se caracterizó por ser
fuertemente anticomunista. Poco a poco este sistema de coalición partidista se desgató y no fue ajeno a las
influencias de la corrupción. Los gobiernos del Frente Nacional se preocuparon por combatir la violencia y
por neutralizar el auge de los movimientos insurgentes de izquierda, aunque sin mayores resultados, pues fue
durante este periodo que aparecieron los movimientos guerrilleros más importantes, como es el caso de las
FARC, el ELN y el M-19. También durante este periodo se intentó varias veces llevar a cabo una reforma
agraria con el fin de repartir pequeñas parcelas a campesinos, pero el proceso fue lento y poco eficiente. El
Frente llegó a su fin el 7 de agosto de 1974, en el momento en que termina el mandato del político
conservador Misael Pastrana Borrero (Subgerencia Cultural del Banco de la República, 2015)
45

una gran despolitización del pueblo colombiano, que se expresa ante todo en la abstención

electoral (Zuleta, 2020, pág. 178).

Ahora con base en la propuesta de los señores Beetham, Carvalho, Landman y

Weir, que plantea que el mejor método para comprender cual es el impacto de la

democracia en Colombia, el valor que puede tener y su calidad, es lo que la ciudadanía

llega a percibir (Beetham, Carvalho, Landman, & Weir, 2008).

Zuleta hacia la década de los 90 bosquejaba que el problema eran los partidos y que

su efecto se veía en la abstinencia electoral (Zuleta, 2020, pág. 178) como lo planteábamos

anteriormente; pero ésta propuesta se complementa cuando se plantea que si la democracia

se define por la participación de las personas, las razones por las cuales lo hacen o dejan de

hacerlo es un recurso muy valioso para entenderla, ya que la democracia participativa vista

desde una parte sostenible, dicha acción solo puede valorarse si quienes se ven afectados

por su práctica diaria son las personas que finalmente juzgan sus fortalezas y debilidades, y

que son ellos quienes determinan las áreas prioritarias para la reforma (Beetham, Carvalho,

Landman, & Weir, 2008)

Anteriormente se hablaba del pensamiento de Zuleta, ahora bien, se ha de ver que

Colombia tiene falencias en su democracia, pero lo que interesa allí es que el mismo Zuleta

las plantea pero muy superficialmente, cuando habla que la democracia es uno de los

sistemas políticos menos malo, que está en una continua lucha de ser escuchado, de afirmar

el derecho de cada uno como persona, como partido y tendencia de cualquier tipo, abierto a

ser debatido, criticado y contradicho, porque por medio de ello es que se transforma el

pensamiento; además, viendo que el pueblo por culpa de los partidos no quiere votar, se

está encerrando y olvidando así su carácter participativo, y que la violencia ha sido uno de
46

los motivos que más coaccionan a los colombianos (Zuleta, 2020), no da por entendido

todo lo que concierne a la debilidad democrática y participativa en Colombia.

Al vivir una realidad particular y en un contexto específico, es de suma importancia

estudiar el comportamiento electoral, ya que este es uno de los mejores métodos para ver

clara y patentemente la debilidad democrática, pero para poder lograrlo, esto exige

acondicionar variables y particularidades del país, las cuales pueden tener semejanza con la

realidad de otro Estado y pueden guiar así su análisis, pero a su vez, se deben tener en

cuenta algunas diferencias que caracterizan el entorno nacional y lo cual, permite que éste

sea único. (Medellín Torres, 2014)

Si bien Colombia pareciera cumplir con los requisitos básicos de una democracia

definida, de la forma más sencilla posible, tales como las elecciones periódicas, voto

universal, libertades básicas, etc, aún existen prácticas que cuestionan el carácter abierto y

pluralista de las elecciones, desestimando la influencia de las votaciones en las decisiones

del gobierno y menoscaban la calidad de la democracia. En este caso se han identificado

cuatro falencias que hacen que la democracia en Colombia no funcione como debería ser: el

abstencionismo, la falta de legitimidad, la corrupción y la violencia (Medellín Torres,

2014). Con estos puntos podríamos decir que se complementa o se logra calar de manera

general el pensamiento y fin último de Zuleta.

La primera falencia que se plantea es en cuanto el abstencionismo, que se podría

definir como la decisión de los electores de no asistir a las urnas, es decir, no ejercer su

derecho y deber de votar (Torres Espinosa, 2013). Pero si nos quedamos en esta pequeña

definición, quedaría muy corta ya que son muchos los planteamientos que se hacen con

base a dicha falencia, es por eso que ahora se habla de dos teorías que explican el
47

comportamiento del votante colombiano, que, aunque parezca contradictoria, se adaptan al

comportamiento competitivo de la democracia. Desde la teoría psicológica, surgen los

vínculos afectivos con la política, desarrollados en un proceso de socialización; pues a

partir de los sentimientos y valores, las personas crean una identidad. Y desde la teoría o

mejor dicho desde el enfoque de la elección racional del voto, se decide tras un cálculo

costo-beneficio a partir de la evaluación al contexto político, y en muchas ocasiones se

encuentra influenciado por las coyunturas económicas y políticas, ya que los candidatos y

los temas que estos escojan, se convierten como en la bandera de campaña (Del Valle,

2009).

En Colombia el abstencionismo podría calificarse como apático, en el cual, la

persona deja de votar porque le es indiferente al proceso político, no vota porque prefiere la

ley del mínimo esfuerzo, considera que su voto no va a tener ningún efecto, no cree en las

instituciones, no ve progreso y definitivamente desiste de participar (Franco Cuervo &

Flórez Henao, 2009).

La segunda falencia que se encuentra es la falta de legitimidad, la cual viene a

plantear que,

el principio de legitimidad democrático está fundado en el reconocimiento de la

soberanía popular, de modo que es el pueblo soberano el que elige sus

representantes y le delega sus poderes a fin de promulgar o aplicar leyes. Para las

democracias, es fundamental el principio de elección, es decir, que los

representantes de la soberanía habrán de ser designados por el pueblo en las

elecciones libres siguiendo la regla de la mayoría (Martínez Ferro, 2009).


48

Se podría decir que la poca legitimidad del gobierno colombiano es por el

abstencionismo, ya que un gobierno democrático donde las mayorías no participan, no

tienen respaldo; pero dicho problema es en sí mismo, ya que los colombianos no confían en

el gobierno, no creen en el sistema político, y deslegitiman la estructura democrática,

haciendo que los partidos, las entidades políticas y electorales tengan que esforzarse más

por generar un vínculo honesto y transparente, y conseguir que la sociedad participe. La

legitimidad política podría entenderse en términos generales, como la aceptación

mayoritaria, por parte de los gobernados, de las razones que ofrecen los gobernantes para

detentar el poder (Crespo, 2013).

En Colombia no hay datos que establezcan específicamente los niveles de

legitimidad del gobierno, es posible construir una visión de ésta a partir de los altos niveles

de desconfianza y desafección política, sobre todo con las principales instituciones

relacionadas con la temática electoral y quienes poseen el poder, tales como los partidos

políticos y el Congreso de la República (Rivera Aya & Suárez Báez, 2017).

La tercera falencia presentada es la corrupción, y es probablemente la palabra que

más se escuche en este momento y puede ser la debilidad más grande en el sistema

democrático del País. La corrupción se podría definir como

La subordinación de lo público en favor de intereses privados privilegiados y

excluyentes que han adquirido poder político, económico, cultural y social, de

maneras tanto legítimas como ilegítimas, y sin que se produzca una adecuada

retribución a la sociedad por parte de éstos como contrapartida al usufructo de su

excepcional condición en la estructura social (Garay, 2003).


49

La corrupción se puede presentar en una gran variedad de formas de una

democracia electoral. Probablemente uno de los actos más conocidos de corrupción sea

vender el voto durante las elecciones para adquirir algún recurso necesario para las familias

o por algún interés que pueda suplir el candidato si es electo (Medellín Torres, 2014), claro

está que ésta no es la única.

Por último, tenemos la falencia a la cual el mismo Zuleta la ha tratado como el

terror de la sociedad (Zuleta, 2020), ya que este factor no puede quedar por fuera, por el

hecho de la historia del conflicto que ha acompañado a Colombia casi desde su nacimiento

como Estado y de los episodios más fuertes que se han vivido han sido por razones

estrictamente políticas. Los colombianos ven la inseguridad como un tema desequilibrante,

por los altos niveles de criminalidad están directamente asociados con menores niveles de

consolidación democrática.

La delincuencia no solo afecta a la seguridad de los ciudadanos, también el

desempeño y la confianza en las instituciones y la estabilidad política del país. Muchas

veces esta sensación de miedo constante lleva a los ciudadanos a infringir la ley o a impartir

justicia por mano propia, en un intento por superar su insatisfacción con estas instituciones

claves para toda la sociedad (Montoya & Pizzolitto, 2015)

Respecto a la violencia política durante los periodos electorales se presentan actos

violentos como asesinato colectivo y selectivo de líderes políticos, sociales y de opinión, el

cercamiento a ideologías políticas distintas a las tradiciones y la coerción a la libre

participación electoral por la presión de grupos armados y por medio de manifestar las

preferencias políticas, han alejado a los votantes de las urnas (Torres Espinosa, 2013).
50

A demás muy unida a estas propuestas planteadas anteriormente, uniría la parte de

la seguridad democrática, ya que es la que cumple la función histórica de detener la

amenaza del verdadero enemigo político, tal como es la izquierda. Pero esto no se trata de

una operación puramente legal, por el hecho de que empresarios, comerciantes, policías,

militares, políticos, terratenientes y narcotraficantes colaboran conjuntamente para defender

la democracia, como acostumbraba a decir Carlos Castaño y Salvatore Mancuso. Pero la

fortaleza que se puede sacar de esta parte es el fortalecimiento del Ejercito y el apoyo de las

fuerzas irregulares para eliminar el enemigo político, y poder así seguir construyendo una

verdadera democracia participativa para el pueblo colombiano (Hernández, 2014).

En conclusión, la realidad de la democracia participativa en Colombia es

importantísima, ya que por medio de ella es que el pueblo ha podido expresar y ser

partícipe de las sociedades gubernamentales y sociales dentro del estado, ya que por medio

de los métodos electorales y la participación socioeconómica Colombia va viendo la puerta

de salida de la violencia, aunque hay mucho tramo por recorrer para dicho fin, lo que

importa es que ya se ha iniciado un proceso y se están dando métodos día tras día. Es por

eso, que la democracia participativa en Colombia no es una realidad que ya pasó o que se

estancó, antes bien, es una realidad patente y que se sigue dando en el tiempo, y es por ello

que es imposible dictaminar o dar un planteamiento final, con el cual se cierre dicha forma

de gobierno, por ende, se concluye con el hecho de que esta investigación se seguirá y que

será muy complejo cerrar dicha propuesta, porque Colombia hasta esta fecha es un País

democrático y participativo.
51

Conclusiones.

En el presente trabajo filosófico se estudió la realidad de la violencia en Colombia,

pero enfocado en la democracia participativa como puerta de salida para dicha realidad. Por

tanto, lo que se quiso alcanzar es eliminar primeramente el pesimismo de que no es posible

lograr establecer una democracia participativa equitativa y un Estado fuerte (Zambrano

Rojas , 2019), aunque Zuleta decía que se había caído en una democracia muy restringida,

hablaba además de que era urgente ampliarla, proponiendo así la igualdad en dos frentes: el

económico y el cultural. En cuanto al económico, éste se enfatiza en el hecho de no ser

solamente iguales ante la ley, sino ante la vida misma. Luego está el cultural, el cual no

decreta como se hace en la Constitución, donde todos son iguales, sino que la igualdad es

una tarea que se debe construir, que debe ser acorde con la realidad y no con la utopía que

plantean las leyes (Parada Silva, 2010).

De esta manera, se concluye además que en el país más violento de Latinoamérica,

no hay una bandera más popular que la paz, ya que los mismos partidos políticos se
52

encargan de que en las consignas no se hable de otras cosas que no sea democracia y paz,

dejando ver así que aunque se lleven más de seis décadas en conflictos sociales y armados,

lo único que el pueblo colombiano ha ido logrando es obtener caminos de paz, por medio

de reformas económicas y sociales, ocasionando así oportunidades para el pueblo, llegando

así a lo que se ha planteado con base en el pensamiento de Zuleta: la participación del

pueblo, obteniendo la democracia participativa (Zuleta, 2020). Otro modo de contribuir con

la búsqueda de la paz es a través de los mecanismos electorales o deliberativos. El

electorado hace participar en el proceso político indirectamente al elegir personas

individuales y partidos para el parlamento y para el gobierno, a los cuales se les confían la

toma de decisiones políticas, los cuales siempre están en pro de la participación de las

sociedades (del Tronco , 2021).

Zuleta enunció que la democracia participativa se podría valer claramente de los

espacios de consultas, deliberación y decisión como presupuestos participativos. El hecho

de que la gente pueda opinar no es suficiente, ya que lo que se ha obtenido gracias al actuar

del pueblo son éxitos y crecimiento social y estructural, llegando a tal punto que se habla de

que se ha alcanzado una transformación de la vida misma (Zuleta, 2020), pero Bobbio

complementaba dicha acción con una nueva perspectiva llamada la tipología de los tres

poderes: el económico, ideológico y político. Enfocando el económico en la posesión de

bienes, el ideológico, en el conocimiento de doctrinas y códigos de conducta, y por último

el político, guiado por la riqueza, el saber y la fuerza (Gonzáles, 2001).

Rousseau hablaba que la participación democrática debía ser individual, que cada

ciudadano debe adoptar sus decisiones políticas, ya que su aporte es dado desde la

concepción de una soberanía popular, dejando ver que cada ciudadano es poseedor de una
53

fracción de soberanía y como tal participa de las decisiones colectivas (Rousseau, 1762)

mientras que lo que Zuleta siempre buscó, fue dar una participación más amplia, no

encerrándolo en un individualismo o un encerramiento democrático, sino permitiendo que

todas las personas tengan el derecho y la capacidad de elegir y ser elegidas, de hablar y ser

escuchadas, y que nada sea dado por imposición, sino todo dado desde la libertad (Zuleta,

2020).

Se buscó además la descentralización del poder, mostrando así la apertura que se le

puede brindar al pueblo, por el hecho de poner todo en comunidad, y que todos los

ciudadanos no solo tengan voz en el ejercicio de la soberanía, sino que en ocasiones pueden

ser llamados para tomar parte activa en el desempeño personal de alguna función pública,

local o legal, ya que todos tienen la capacidad de afrontar retos y oficios que estén en pro

del crecimiento comunitario, social y estatal (Mill, 1966)

Por esa misma línea de participación y desempeño en funciones públicas Bobbio le

apunta a la repartición equitativa de los bienes materiales, proponiendo un proyecto de

contrato social, que incluya entre sus cláusulas un principio de justicia distributiva (Bobbio,

1992), pero para lograr dicho proyecto se ha de hacer una verdadera repartición de la

democracia equitativa y un Estado fuerte, que promueva desarrollo económico, político y

social sin perder de vista en ningún momento lo más importante, que es la participación y

escucha del pueblo (Zambrano Rojas , 2019).

Algo que afecta de gran modo la democracia en Colombia, es la ineficacia de los

partidos políticos, ya que Zuleta planteó que los partidos como guías ideológicos y de la

encarnación de propuestas políticas alternativas, se han querido refugiar en el compensar

con prebendas y cargos públicos, como quién dice, usted vota por mí y luego se le consigue
54

trabajo, esto es lo que ocasiona la abstención electoral (Zuleta, 2020). Si bien pareciera que

Colombia cumple con los requisitos básicos de la democracia, tales como elecciones

periódicas, voto universal, libertades básicas, etc; aún existen prácticas que cuestionan el

carácter abierto y pluralista de las elecciones, mostrando así las falencias democráticas que

no permiten un buen ejercicio, y dichas acciones son: el abstencionismo, la falta de

legitimidad, la corrupción y la violencia. El abstencionismo, es la decisión de los electores

de no asistir a las urnas (Torres Espinosa, 2013); la falta de legitimidad, se da por la

carencia de confianza hacia el sistema político y la deslegitimización de la estructura

democrática (Crespo, 2013); la corrupción se ve reflejada en la subordinación de lo público

en favor de intereses privados, privilegiados y excluyentes (Garay, 2003); por último, se

tiene la violencia, a la cual Zuleta la llama como «el terror de la sociedad» (Zuleta, 2020)

ya que en los periodos electorales se presentan actos de asesinatos colectivos, cercamiento

de ideologías, entre otras (Torres Espinosa, 2013).

En conclusión, abarcar todo lo que concierne a la democracia participativa y a la

violencia es muy complejo, por ende, este tema continua en investigación y desarrollo, ya

que en Colombia se sigue viendo la violencia, se siguen los secuestros y la violación a los

Derechos Humanos, pero se sigue buscando a pesar de todo la paz, y está allí presente el

sistema democrático participativo, un sistema que permite que los colombianos elijan a sus

gobernantes de manera libre y sin coacciones, aunque no en todos los casos, pero lo que se

resalta aquí es que todo parte de la libertad, y de la búsqueda del bien común para toda la

sociedad en general sin hacer distinción de raza, lengua, credo religioso o ideología

partidista.
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