Está en la página 1de 8

INFLUENCIA DE LOS MODOS DE VIDA PARTICULARES EN LA VIVIENDA

BIFAMILIAR, SERIADA Y DE INTERÉS SOCIAL

CASO DE ESTUDIO: BARRIO EL MIRADOR EN BELLO


ANTIOQUIA, COLOMBIA

Énfasis en Arquitectura de la Vivienda

Propuesta de Trabajo Dirigido de Grado TDG

Estudiantes:
Shara María Montoya Hernández
Bibiana Giraldo Castaño
Jose Alejandro Cadavid Urán

Director /Tutor:
PhD. Mónica Elizabeth Mejía Escalante
Arq. Marco Aurelio Montes Botero

Área Curricular de Arquitectura


Facultad de Arquitectura
Universidad Nacional de Colombia
Sede Medellín
2022 – 02
Perfil de investigadores

Shara María Montoya Hernández, Estudiante de séptimo semestre de Arquitectura de la


Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. shmontoyah@unal.edu.co

Bibiana Giraldo Castaño, Estudiante de séptimo semestre de Arquitectura de la Universidad


Nacional de Colombia, sede Medellín. bgiraldoc@unal.edu.co

Jose Alejandro Cadavid Urán, Estudiante de séptimo semestre de Arquitectura de la


Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín. jcadavidu@unal.edu.co
Tema

Adaptaciones que ocurren sobre la vivienda seriada, bifamiliar y de interés social, como
reflejo de los modos de vida y necesidades particulares de sus habitantes. Caso de estudio:
barrio El Mirador en Bello, Antioquia, Colombia.

Palabras clave

vivienda progresiva, vivienda evolutiva, vivienda de interés social, vivienda seriada, modos
de vida.

Keywords

progressive housing, evolutive housing, social housing, tract housing, lifestyles.

Planteamiento del problema

Durante el siglo XX y XXI, la migración del campo a las ciudades ha sido un fenómeno en
constante crecimiento principalmente en el contexto latinoamericano que nos compete;
Colombia se ha configurado como el país con mayor número de población desplazada
(internamente) con una cifra de 7,7 millones según la ONU (ONU, 2017). Pero este
crecimiento no ha sido solamente por desplazamientos internos, sino también por olas de
migración, al mes de febrero de 2022, en Colombia ingresaron casi 2,5 millones de
inmigrantes procedentes de Venezuela, configurando el 91,8% de la población total de
inmigrantes en el país (Migración Colombia, 2022).

Si hablamos de los motivos que han conllevado a la población a los desplazamientos internos
encontramos las mismas causales que se han configurado como los problemas fundamentales
de nuestro país; problemas económicos, políticos, sociales, disputas por el control de tierra
por parte de actores armados, persecuciones políticas e ideológicas y la búsqueda de mejores
condiciones de vida (Niño, 1999) y a estas le podríamos agregar también por factores
medioambientales.

Este desbordado crecimiento demográfico en las ciudades, ha llevado a un incremento en la


demanda de vivienda principalmente de interés social e interés prioritario; en este contexto
municipios con un valor del suelo menor en comparación con sus vecinos y ubicados en
posiciones estratégicas (cerca de importantes centros poblados, capitales departamentales o
industrias) vivieron un importante crecimiento de su sector residencial, y este es el caso que
encontramos en el municipio de Bello, un municipio ubicado en el norte del Valle de Aburrá,
el cual forma parte del área metropolitana que lleva el mismo nombre, y se encuentra
conurbado a la capital departamental de Antioquia: Medellín.

Mediante la ordenanza municipal No.48 del 29 de abril de 1913, Bello deja de ser un
corregimiento de Medellín y es nombrado distrito municipal, este hecho propicia el
asentamiento de la industria textil de mano de la Compañía Antioqueña de Tejidos y la
Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato actual Fabricato. La gran demanda laboral provocada
por el asentamiento de estas importantes industrias, estimularon una importante migración al
territorio, en un principio asentándose en barrios previamente conformados como
Manchester, pero que luego por la insaciable demanda y la aparición de políticas sociales
dentro de estas empresas, llevaron a estas a desarrollar barrios enteros dedicados a la vivienda
social obrera (Gómez, 2012).

Ahora bien, Bello no sólo se ha configurado como un municipio que alberga vivienda obrera
que sirve a la misma industria local, sino que gracias a que este cuenta con unas políticas más
abiertas a la recepción de proyectos de interés prioritario e interés social (a diferencia de
varios de los municipios vecinos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá), y esto adunado
al anteriormente mencionado bajo costo del suelo, han hecho que el municipio se configure
como un “municipio dormitorio” (El Colombiano, 2013).

Esta condición de municipio receptor principalmente de vivienda social se ve reflejada en los


porcentajes que representan la estratificación socioeconómica de las viviendas construidas
en comparación a otros municipios, por ejemplo, en Bello los estratos 2 y 3 representan el
68% de la población, mientras que en Envigado solo es del 49% (Cámara de Comercio de
Medellín, 2019).

Entre 2005 y 2020 la población residente en el área urbana de Bello pasó de 358.139 a
495.206 reflejando un incremento del 38,2% (DANE, 2020). Ante esta situación, en el
municipio han aparecido dos respuestas, una que por el lado de la falta de recursos desemboca
en la invasión y ocupación ilegal de áreas de la ciudad y otra, derivada de lo anteriormente
mencionado y que encuentra su construcción tanto en entidades públicas como como en
promotores privados: la vivienda social seriada.

Si hablamos de la vivienda seriada y de interés social también podemos hablar de dos formas
generales de desarrollo: la vivienda seriada y en altura que aparece en forma de apartamentos,
y la vivienda seriada de baja altura que aparece en forma de casas unifamiliares, bifamiliares
y en algunos casos hasta trifamiliar.

Durante la segunda mitad del siglo pasado el modelo de vivienda social que primó en los
principales centros urbanos fue el segundo; de mano de empresas e instituciones de carácter
público como el Instituto de Crédito Territorial (ICT), la Urbanizadora Nacional (Urbanal),
la Caja de Crédito Agrario (CCA), la Caja de Vivienda Militar (CVM), la Corporación de
Vivienda y Desarrollo Social (Corvide) y el Banco Central Hipotecario (BCH) aparecieron
grandes barrios de viviendas seriadas como en su momento lo fueron en Medellín los barrios
Francisco Antonio Zea o San Joaquín (CEHAP y CITCE, 1996) en Bogotá los barrios
Popular Modelo del Norte o Los Alcázares (Roa, 2018) o también en Cali los barrios El
Poblado 1 y 2 (Díaz y Rocha, 2017).

Este segundo modelo de desarrollo de vivienda de interés social en baja altura, destinada a
las clases trabajadoras y obreras, se encargó de llenar grandes áreas de territorio
principalmente de expansión, configurándose muchas de estas como barrio enteros, y es así
como aparecen en la ciudad manzanas enteras de viviendas de baja altura repetidas una y otra
vez, con las mismas especificaciones espaciales y técnicas, indiferentemente de quien la fuera
a habitar, si estuviera en pendiente, en esquina, frente a una vía principal o unas escaleras
peatonales.

Gran parte de estas viviendas en serie (si no es su totalidad) se proyectan y construyen bajo
las premisas políticas de reducir las altas cifras del déficit habitacional que presenta el país,
cifra que cerró en 20,4% para el año 2021 (DANE, 2022). Si bien estas viviendas se piensan
solamente desde los números que estas representan (costos, cantidad de viviendas, cantidad
de hogares que atienden) hay un elemento muy importante al cual no atienden, las dinámicas
particulares que tiene el habitar.

Las formas de habitar son únicas, y son el reflejo de muchas variables, como lo pueden ser
el lugar de procedencia o la profesión que se ejerce, y a pesar de que la vivienda genérica
trata de ser tan genérica de modo que logre integrar todas estas particularidades, no podemos
esperar que iguales soluciones resuelvan problemas diferentes.

Si bien los desarrolladores y promotores han construido cientos de viviendas de idénticos


tipos, factores como el tiempo y la capacidad espacial transformativa de estos proyectos (de
baja altura) han permitido que los diferentes actores y propietarios acaban por transformar y
adaptar las características espaciales y formales de estas viviendas a sus propias dinámicas
de vida.

Este es el caso del barrio El Mirador ubicado en el municipio de Bello; hacia 1981 la
Urbanizadora Nacional (Urbanal) con la financiación del banco Conavi, compra una finca
perteneciente en ese momento a la familia de Julia Mejía Soto, sobre esta se desarrolló por
completo un modelo de unidades vecinales con criterios del movimiento moderno
(Telemedellín, 2021).

El proyecto consta de cinco etapas de desarrollo, la primera de estas etapas comenzó su


construcción en 1983, pero no es hasta 1984 que junto con la fundación del centro de salud
local llegan los primeros habitantes del barrio, año en que también se iniciaría la construcción
de las etapas 2 y 3; urbanización que finalizaría con su quinta etapa en 1999 (Ibid.).

En cuanto a la tipología, el barrio en sus cinco etapas se desarrolla en vivienda de interés


social y bifamiliar en dos niveles, donde en el primer nivel la vivienda cuenta con un
antejardín al frente, mientras que en el segundo se cuenta con una terraza trasera, siendo su
acceso por unas escaleras exteriores. Al final del desarrollo inmobiliario se construyeron
2500 casas, una iglesia, un centro de salud y un parque comunitario (Ibid.).

Desde esa fecha hasta la actualidad, gracias a la capacidad transformativa de las viviendas,
éstas han venido teniendo una serie de cambios y adaptaciones a las necesidades y gustos de
sus habitantes y propietarios; estas transformaciones son muy variopintas, van desde la
construcción de uno o dos niveles adicionales hasta la creación de locales comerciales en lo
que antes era mera vivienda.

Conocer cómo y cuáles son las variables psicológicas, sociales, culturales, económicas y
medioambientales han derivado en la transformación de unas unidades de vivienda base y
estándar, entendiendo que estas transformaciones no sólo afectan la misma unidad de
vivienda, sino que también influyen en el comportamiento y los modos de vida urbanos.

Preguntas Investigación Información


1. ¿Cómo son las adaptaciones hechas por los moradores a la vivienda x
social seriada y bifamiliar para que estas se ajusten a sus formas de
vida?

2. ¿Cómo la vivienda social, seriada y bifamiliar se adapta a las x


diferentes formas de vida?

3. ¿Cuáles son las principales causales que llevan a la transformación x


de la vivienda?

4. ¿Cómo la modificación de estas viviendas deriva en una x


modificación de las dinámicas urbanas?

5. ¿Cuál es el tipo de usuario que habita actualmente el sector? x


¿Cuáles son las condiciones socioeconómicas de la población que x
reside en el lugar? (3,5)

¿Cuáles eran las condiciones iniciales de las viviendas del caso de x


estudio a analizar? (1,2,4)

¿Para qué tipo de usuario estaban pensadas las viviendas del caso de x
estudio, teniendo en cuenta sus condiciones? (2,3,5)

¿Cómo eran las condiciones iniciales de las dinámicas urbanas del caso x
de estudio a analizar? (4)

¿Cuáles son los proyectos de mejoramiento barrial (o similares) por x


parte de las autoridades competentes? ¿Cuál ha sido su impacto?
(1,2,4)
Tabla 1. Preguntas de la Investigación. Fuente. Elaboración Propia.
Nota: los números en paréntesis de las preguntas de información representan la pregunta de investigación a la
que hacen referencia
Referencias bibliográficas

Cámara de Comercio de Medellín. (2019). Perfiles Socioeconómicos de las Subregiones de


Antioquia. Cámara de Comercio de Medellín. Tragaluz Editores S.A.S. Medellín, Colombia.

CEHAP. CITCE. (1996). Estado, Ciudad y Vivienda: Urbanismo y Arquitectura de la vivienda


estatal en Colombia, 1918-1990. Corporación Colegio Villa de Leyva. Editorial INURBE.
Bogotá, Colombia.

DANE. (2020). Proyecciones de población por municipios hasta 2020. Departamento


Administrativo Nacional de Estadística. Bogotá, Colombia. Recuperado de:
www.dane.gov.co

DANE. (2022). Boletín técnico de déficit habitacional: Encuesta nacional de calidad de vida (ECV).
Departamento Administrativo Nacional de Estadística. Bogotá, Colombia Recuperado de:
www.dane.gov.co

Diaz, J; Rocha, M. (2017). Reconstrucción de la memoria histórica del barrio el Poblado durante
el periodo comprendido entre los años 1978 y 1988. Programa de comunicación social,
Departamento de ciencias de la comunicación. Facultad de Comunicación Social,
Universidad Autónoma de Occidente. Santiago de Cali, Colombia.

El Colombiano. (2013). Bello: 100 años y sigue creciendo. Periódico El Colombiano. Envigado,
Antioquia. Recuperado de: www.elcolombiano.com

Gómez, J. (2012). Las nuevas percepciones y transformaciones de los pobladores en las prácticas
de habitar a raíz de la nueva dinámica inmobiliaria en el Barrio San José Obrero (Bello).
Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia. Medellín, Colombia.
Recuperado de: repositorio.unal.edu.co

Migración Colombia. (2022). Distribución de Venezolanos en Colombia, Corte 28 de febrero de


2022. Migración, Ministerio de Relaciones Exteriores. Recuperado de:
www.migracioncolombia.gov.co

Niño, J. (1999). Las migraciones forzadas de población, por la violencia, en Colombia: una historia
de éxodos, miedo, terror, y pobreza. Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y
Ciencias Sociales. No. 45. Universidad de Barcelona. Recuperado de: www.ub.edu

ONU. (2017). Tendencias Globales: Desplazamiento Forzado en 2017. UNHCR, ACNUR. Agencia
de la ONU para los refugiados. Recuperado de: www.acnur.org.
Roa, M. (2018). La transformación de la casa en serie financiada por el estado en Bogotá (1938-
1958). Agentes, proyectos y resultados. Universidad de San Buenaventura. Cali, Colombia.

Telemedellín. (2021). Barrio El Mirador, Municipio de Bello. Camino al Barrio. YouTube.


Recuperado de: www.youtube.com/user/telemedellinmas

También podría gustarte