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• El uso del marketing tradicional para diseñar actividades con el fin de posicionar a empresas, productos, etc., ha
evolucionado y se le está dando un uso en el diseño de campañas políticas, a esta herramienta se le conoce como el
marketing político que está orientado a realizar actividades de un candidato en particular o un partido político con el
fin de influenciar en los electores (consumidores) para alcanzar el poder.
• El neuromarketing político es la combinación de la neurociencia más el marketing político, por consiguiente, genera
irrupción en el espectro electoral alrededor del mundo entero para diseñar campañas políticas más efectivas con el
fin de influenciar directamente en el cerebro de las personas, órgano del cuerpo humano donde se toman las
decisiones.
• Tanto el marketing y el neuromarketing político son herramientas validas de influencia en toda campaña política.
Por ello, el buen uso de ambas en su mayoría de veces garantiza el éxito de una determinada campaña.
• Durante la historia de las campañas presidenciales en los Estados Unidos, podemos notar que desde la campaña del
expresidente Dwight David Eisenhower en 1952 que utilizó a la televisión como medio de influencia, asimismo, las
campañas venideras han usado también los diferentes elementos del marketing y neuromarketing político como el
uso de las redes sociales, la elaboración de mensajes potentes y el uso de la mercadotecnia.
CONCLUSIONES
• Las contiendas electorales de Trump y Obama son consideradas a nivel mundial como un éxito tomando en cuenta
el uso del marketing y neuromarketing político. Dichas campañas sirvieron de paradigma en el uso de estas dos
herramientas se expandiera hacía todo el mundo.
• A diferencia de los Estados Unidos, donde la historia de las campañas políticas se han caracterizado por una fuerte
institucionalidad de los partidos políticos. Por el contrario, la historia de las campañas presidenciales en Perú hasta el
día de hoy no se vislumbra la madurez institucional de partidos políticos, por ese motivo el uso del marketing y
neuromarketing político recién se dio en 1985 en la campaña del ex presidente Alan García; sin embargo, desde esa
fecha el uso de estas 2 herramientas no ha evolucionado tanto, como si lo hizo en los Estados Unidos.
• La campaña política de Donald Trump del 2016 marcó un hito, dentro de la historia de las campañas presidenciales
de los Estados Unidos. Porque desde sus inicios, estuvo cargado de mensajes negativos y actos polémicos, que según
los medios tradicionales de comunicación serían parte de su fracaso electoral. Sin embargo, a través del uso de
elementos del marketing y neuromarketing político, como saber cambiar su imagen negativa, convertir ese mensaje
considerado negativo en positivo y usar las redes sociales como Twitter y Facebook hicieron que ese candidato que
nadie le daba opciones de ganar se convierta en el mandatario estadounidense.
CONCLUSIONES
• A diferencia de la campaña de Trump del 2016, quien usó y combinó todos los elementos
del marketing y neuromarketing político. En el mismo año con Alan García fue un fracaso
porque no utilizó estas dos herramientas de influencia de manera adecuada. En el caso
García, nunca pudo cambiar su imagen de una persona corrupta, no supo elaborar un
mensaje potente que influya en los votantes, nunca supo identificar a su público objetivo y lo
peor de todo es que su presencia en redes sociales fue prácticamente nula. Por lo tanto,
todos estos factores contribuyeron al gran fracaso que fue la campaña presidencial de
García.
• Como podemos notar el uso de del marketing y neuromarketing político como
herramientas de influencia en las campañas presidenciales en su mayoría de veces van a tener
resultados positivos. Sin embargo, todo dependerá de cómo y en qué contexto se utilicen.