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Bogotá D.C.

11 de junio de 2021

Compadre
LUIS ANDRÉS MORELOS GARCÍA

Cordial saludo amigo.

Espero que estes muy bien en este momento, y muy seguramente lo estarás, porque buscar la paz
interior es caminar por el camino, que el Todopoderoso quiere que estemos.

Creo es el momento de decirle cuanto lo aprecio, cuanto lo apreciamos, y cuanto de respeto y


admiración le tenemos. Todo por como es usted, usted es una persona sencilla, pero con talentos,
humilde, pero con aspiraciones, respetuosa con grandes principios inculcados en su momento por el
viejo Delimiro y por la señora Evet García (Q.E.P.D.)

Cómo olvidar esos viejos tiempos, esa hermandad que nos une desde el colegio, esos momentos en
que nos tocaba madrugar para “competir” con el viejo Emiliano, en busca de los galones de leche
en la Hacienda Los Lagos. Y que decir, del momento en que pasábamos por la curva, antes
del puente de Los Lagos, donde estaba los árboles de higos, que, por su grandeza y volumen de
ramas, los destellos de la luna madrugadora no llegaban al suelo de la carretera destapada y
polvorienta. Le confieso, ¡compadre! ese trayecto me causaba mucho miedo, no sé si era por la forma
de los higueros con “barbas” que caían cerca del suelo, característica particular de este árbol, junto
con las deslumbrantes luciérnagas que como cocullitos en la orilla de la carretera parecían un bracero
ardiente entre el pasto o el cuento que echo en el corral de los Lagos el viejito Emiliano, disque,
“unos niños le salieron, una madrugada, en esa carretera y que lo corretearon durante todo ese
tramo; ¡ahora pienso! no será que el viejito se inventó esa historieta para asustarnos y que nosotros le
bajáramos a la madrugadera y así, él poder cumplir con su cometido, poder llegar y salir primero
que nosotros con los galones de leche y ganarnos cliente, a la final por eso era la disputa.
También, siempre he llevado ese recuerdo en que, un día salimos temprano a trotar hacia la vía de
Rio Nuevo, recuerdo las vejigas que me causaron esos “Pisa huevos” por extralimitar el cuerpo
trotando, recuerdo usted fue el primero que, ya pasada la Hacienda “No te canses” que, sin parar,
y entre trote y trote, usted me preguntó: Hey Lucas, ¿tas’ cansao’? y yo le respondí: - No, ¿y
tú? Y usted me respondió: tampoco. Entonces yo le dije a usted: Si preguntas si yo estoy casao´,
es porque tú estás cansao´ así que, por este hecho ni usted, ni yo nos doblegamos por el cansancio y
seguimos trotando, no recuerdo muy bien hasta donde llegamos, pero lo que si recuerdo es que para
el regreso nos cogió un palo de sol, que llegamos al pueblo quemados por el sol y por el cansancio a eso
de las 10 de la mañana ¡que pateada tan absurda viejo! Ja ja ja.
Uno de mis presentes es aquel día que usted se acerco y me dijo que mi señora madre estaba
preocupada, que ella quería que yo siguiera estudiando, que no me quedara como normalista
conforme con el trabajito que tenia en Casanare…
¡Compadre! Hay mucha tela por cortar, como por citar los momentos con la profe Patricia, con
el flaco Wil, con el cabezón Vitor Yanez, con los hijos del profe Rodrigo, entre otras cosas que
evito comentar y que no sigo escribiendo porque este lápiz ya se está acabando, entiéndase “lápiz”
como el tiempo y los compromisos que la vida adulta nos demanda compadre. Perdone los errores,
perdone la prisa…
Le enviamos muchas energías, energías positivas y fuertes para que siga con gran optimismo y
bendecido por Dios en todos sus proyectos y deseos. Saludos le envía la comadre, el ahijado Camilo
y Meghan.

Espero vernos pronto y ver a esa princesa que viene en camino, la gran Salomé Morelos, Dios la
proteja y la traiga a este mundo con gran salud y muchas bendiciones para sus padres. Saludos a u
familia, a Viky y especialmente a la heredera Salo.

Con mucho aprecio,

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Normalista Superior
Licenciado en Lengua Castellana
Magister en Tecnología Educativa y Competencias Digitales
Su compadre del alma mi hermano.

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