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Por:
93.380.055
Presentado a:
Carolina Herrera
Marzo de 2017
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1. Textos recopilados.
A. Fáctico.
transcurrido apenas dos meses luego de la terminación del mundial de fútbol, nace en la
ciudad de Neiva – Huila un niño, quien en adelante y hasta el día de hoy, quienes lo
viví mis primeros años en la ciudad que me vio nacer. Posteriormente, y debido a la
profesión que ejercía mi padre como funcionario estatal, debimos mudarnos a la ciudad
teniendo la posibilidad de iniciar el estudio de una carrera profesional afín con los
industrial, me incliné más por seguir los pasos de mi hermano mayor y me incorporé al
haber tomado el camino de las armas, aquel que marcaría el rumbo de mi vida, se vieron
opacados por la muerte de mi hermano dos años más tarde de mi graduación. Aquel que
había sido mi referente y que me impulsaba cada día a seguir, ya no estaba y se convertía
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en un recuerdo nada más. Ahora solo quedaba el orgullo que representaba para mis
padres tener un hijo suboficial, motivo más que suficiente para continuar sin desfallecer.
en esta institución, en la que tuve la oportunidad de recorrer gran parte del país y de
condecoraciones que con el tiempo dejan de adornar el pecho y pasan a ser no más que
Hoy, ya sin vestir el uniforme que hizo las veces de segunda piel durante más de
la mitad de mi vida, me regocijo en el seno de una familia que construí y que demanda mi
B. Cotidiana:
Anécdota. Aún me da risa al recordar una anécdota que me sucedió cuando en el año
por la mañana (la fecha no la recuerdo exactamente, tan solo el año), mi familia y yo
decidimos realizar un paseo a los termales que se encuentran en el sitio donde comienza
el ascenso al nevado del Tolima. Para ello decidimos invitar a mis padres, aprovechando
que nos encontrábamos en Ibagué disfrutando nuestras vacaciones; además mi papá sería
anhelados termales del nevado del Tolima. Cuando nos disponíamos a abandonar el área
aprovecháramos y llenáramos el tanque. Lo primero que hice fue observar el letrero que
detallaba los precios del galón de combustible y me parecieron muy altos (alrededor de
$7.500 por galón) y le dije que el combustible que teníamos era suficiente para llegar
quizás más adelante no habría otra estación, entonces giré mi cabeza y miré a mi papá y
le dije: ¿cierto papá que más adelante hay otro sitio donde podamos tanquear?, a lo que
mi papá contestó: ¡seguro! Continuamos nuestro camino sin haber llenado el tanque y
gasolina, y este me contestó: ¡yo no sé! entonces le dije: pero papá, si usted me dijo que
le dije eso, yo solo le dije lo que usted quería escuchar: ¡seguro!, pero yo no conozco por
Minutos más tarde, al llegar a Villa Restrepo encontré un sitio donde expendían
$2.500 por encima del valor que había visto en la gasolinera saliendo de Ibagué. Ante la
situación, y viendo que no había otra solución, no me quedó más remedio que pagar el
precio que el vendedor exigió. Durante el resto del trayecto todos en el vehículo, incluso
decía: “mijo, eso le pasa por no recordar mis consejos, yo siempre le he dicho que uno en
la vida debe ser desconfiado, malicioso e increíble”. En esta ocasión usted no fue ni
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C. Ficticio:
Una de las leyendas más conocidas sobre este personaje de la cultura guatemalteca y
además también es muy conocida en Aguadas, Caldas dice así: Una noche El Sombrerón
caminaba en un barrio de La Antigua Guatemala cuando vio a una muchacha muy bella
con pelo largo y se enamoró de ella. Buscó su casa y le llevó serenata una y otra noche,
pero ella no le dijo nada a sus padres sobre él. Un día empezó a dejar de comer hasta el
punto de que casi murió, y fue entonces cuando la madre se dio cuenta que era por El
Sombrerón.
Llevó a su hija a un convento creyendo que ahí iba a estar mejor, pero la niña
siguió sin comer y un día despertó con una trenza en su pelo hecha por el espectro y ese
día murió. Luego en el velorio, apareció El Sombrerón llorando y sus lágrimas eran como
cristales. Jamás olvida a las muchachas que ha amado. También se cuenta que les hace
trenzas a los caballos y mulas... Se cuenta también que este espanto aparte de enamorar a
muchachas jóvenes, gusta por cabalgar mulas y caballos de los establos de las fincas en
las noches agotándolos. Por ello, las bestias durante el día no cumplen las tareas sumado
a que se vuelven hostiles con las personas, los campesinos y finqueros al ver este
Una forma de saber si el Sombrerón está haciendo de las suyas en fincas y casas,
es colocar ya sea cerca de un balcón de casa o cerca de los establos una silla y mesa de
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pino recién elaboradas, junto a aguardiente y una guitarra en noche de luna y deben
guardar silencio todas las personas, sólo así se escuchará la guitarra y los cantos del
Sombrerón. Al Sombrerón le atraen las muchachas de pelo largo y ojos grandes, por ello,
cuando se sospecha que está tras una joven se le debe cortar el pelo a esta para que el
La técnica de comprensión de lectura que he aplicado al cuento “Un incidente navideño” se basa
fácilmente que la idea central del texto es el temor que se siente la persona de clase social alta al
que afectan a la clase social menos favorecida. El temor es tan grande que no hay más remedio
que huir de inmediato y aislarse de nuevo en su mundo, porque incluso el reconocer que en
muchas ocasiones lo que se regala no es producto de la bondad sino acción de desechar lo que ya
Leonor, una mujer perteneciente a la alta sociedad se prepara para celebrar la navidad en casa de
su suegra, por eso desde tempranas horas asiste a su sesión de masaje corporal, luego pasa por
algunas tiendas en donde compra regalos para la familia y un tríptico del siglo XVIII convertido
en biombo para ella a manera de autorregalo. A eso de las cinco de la tarde, luego de haber
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comido con una amiga, llega a su casa envuelta en un presentimiento de que algo malo había
sucedido en su casa, y por eso pregunta de inmediato por su pequeño hijo Santiago de dos años
de edad, y descansa al saber que éste se encuentra bien. Sin embargo, la sirvienta le informa que
el hijo de Margarita, la nana de Santiago, cuya edad era la misma de aquel bebé, había muerto
ahogado al caer al estanque de los patos en medio de un descuido de su abuela que lo estaba
empleada Margarita la abraza fuertemente, le regala unos billetes de cincuenta pesos y le ofrece a
beber un tequila para tranquilizarla; finalmente la empleada se marcha para su casa a cumplir con
la velación de su hijo.
Una vez llega a casa Emilio, el marido de Leonor, ésta le comenta lo sucedido y ambos
dureza de la miseria, pues el cuerpo del bebé estaba tendido sobre una mesa, envuelto en una
colcha blanca tejida a mano e iluminado por dos veladoras y un cirio. En aquel cuarto Leonor
pudo observar algunos elementos que ella le había regalado a Margarita para su hijo, por
considerar que ya eran inservibles para el suyo y estalla en llanto, pues la conciencia pesa más
que el orgullo. Finalmente, Emilio le da un poco de dinero a Margarita para ayudarla con los
gastos, y junto a Leonor abandonan el lugar, percatándose rumbo a su casa que tan solo a unas
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Bibliografía
http://www.leyendascortas.net/
Espejo, Beatriz. Cuentos reunidos. México, D.F., MX: FCE - Fondo de Cultura Económica,