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Programa Nacional de Formación en Contaduría

Informe Providencias Administrativas IGTF

Participantes:
Marianela López C:I 16.060.803
Ingrid López C:I 16.060.802
Luis Pérez C:I 17.638.528
Yoseline Tovar C.I 27.217.364
Luisana Pérez C.I 29.623.974
Disamar Sequera C.I 30.301.331
Yorgelis Perdomo C.I 31.350.538
Mariangel Suarez C.I 24.201.481
Sección: IN1401-J

Profesora: José Gregorio


INTRODUCCION

El IGTF ha existido en Venezuela con varios nombres (anteriormente impuesto


al débito bancario e impuesto a las transacciones financieras de las personas
jurídicas y entidades económicas sin personalidad jurídica). Originalmente se
creó en 1994 como un impuesto de emergencia o de guerra de carácter
temporal, para atender un déficit presupuestario puntual, pero ha sido
prorrogado, derogado, restablecido y reformado, convirtiéndose desde hace
varios años en un elemento permanente del conjunto disperso de tributos de
difícil manejo y engorroso cumplimiento y fiscalización, en perjuicio de la
creación del verdadero sistema tributario previsto en el artículo 316 de la
Constitución, El IGTF es un impuesto indirecto y regresivo, porque grava la
riqueza presumida sobre la base de la mera circulación del dinero y las
extinciones de deudas, la carga tributaria no guarda relación de proporción con
la renta del contribuyente e incide en mayor proporción en las personas de
menor poder adquisitivo.
El Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras

El IGTF es un impuesto nacional (federal). Antes de la Reforma tenía


solamente una tarifa general del 2% (aunque el Ejecutivo Nacional puede fijarla
entre 2% y 8%), que gravaba exclusivamente los siguientes hechos imponibles
realizados por los contribuyentes del impuesto, que eran únicamente los
sujetos pasivos especiales (“SPEs”) y las personas jurídicas y entidades
económicas sin personalidad jurídica vinculadas jurídicamente a SPEs (v. Ley,
art.4):

1. Los retiros o débitos a cuentas bancarias, de corresponsalía, depósitos


en custodia y a la vista, fondos de activos líquidos, fondos del mercado
financiero o cualquier instrumento financiero, abiertos o ubicados en
Venezuela en los bancos y demás instituciones financieras que
conforman el sistema bancario nacional (“Bancos”).
2. Las cesiones de cheques y otros instrumentos negociables.
3. Las adquisiciones de cheques de gerencia en efectivo.
4. Las operaciones activas entre Bancos con plazos no inferiores a dos
días hábiles bancarios.
5. Las trasferencias de valores en custodia.
6. Las extinciones de deudas fuera del sistema bancario nacional por el
pago u otro medio de extinción de obligaciones.
7. Los débitos para pagos transfronterizos.
8. Los débitos en cuentas que conforman sistemas de pagos organizados
privados.

En los supuestos (1) al (5), (7) y (8), los Bancos son agentes de percepción del
impuesto [v. Providencia Administración (sic) del Servicio Nacional Integrado de
Administración Tributaria (“SENIAT”) N° SNAT/2016/004, mediante la cual se
designan a las instituciones del sector bancario como agentes de percepción
del impuesto a las grandes transacciones financieras, G.O. N° 40.834 del
22.1.16]. En el supuesto (6), los SPEs deben presentar una declaración y
pagar el impuesto directamente al Tesoro Nacional (v. Providencia
Administrativa del SENIAT N° SNAT/2016/005, mediante la cual se establecen
las normas relativas a la declaración y pago del impuesto a las grandes
transacciones financieras, G.O. N° 40.835 del 25.1.16).

Antes de la Reforma (a) los pagos efectuados por SPEs en Bs., moneda
extranjera, criptomonedas y criptoactivos (incluyendo el Petro) fuera del
sistema bancario nacional calificaban como extinciones de deudas fuera del
sistema bancario nacional. Ese supuesto sigue vigente para las extinciones de
deuda en Bs.; y (b) los pagos efectuados por personas naturales y jurídicas y
entidades económicas sin personalidad jurídica no calificados como SPEs, en
moneda extranjera, criptomonedas y criptoactivos, incluyendo el Petro, fuera
del sistema bancario nacional, no estaban sujetos al impuesto [NB: Usaremos
en adelante, por eficiencia y conveniencia, la denominación “Contribuyentes
Ordinarios”, que también usa el SENIAT en la práctica, para referirnos a las
personas naturales y jurídicas y entidades económicas sin personalidad jurídica
que no han sido calificadas como SPEs].

El artículo 11 de la Ley, que no es un modelo de claridad, establece que los


débitos en cuentas bancarias o la extinción de deudas se consideran
territoriales y, por lo tanto, gravados con el IGTF, cuando:

 Alguna de las causas que origina el débito o la extinción ocurre o se


sitúa en Venezuela, incluso en los casos que se trate de prestaciones de
servicios generados, contratados, perfeccionados o pagados en el
exterior y aunque el prestador del servicio no se encuentre en
Venezuela. La Ley escogió, con muy poca técnica, el sistema de
equivalencia de causas. Aunque no existe doctrina o jurisprudencia
sobre el tema, no puede ser cualquier causa, sino debe ser la causa
eficiente o agente, que es el elemento o “principio del que fluye
primariamente cualquier acción que hace que algo sea, o que sea de
algún modo” (v. T. Alvira, L. Clavell y T. Melendo, Metafísica, EUNSA,
Pamplona, 1989, p. 223) y no las causas indirectas o remotas. La causa
eficiente de los débitos a cuentas bancarias o extinciones de deudas
fuera del sistema bancario nacional es el acto o negocio jurídico del que
se deriva el débito o la extinción de la deuda, ya que la deuda no puede
haber nacido sin el acto o negocio jurídico que es su fuente. La
ocurrencia de ese acto o la celebración o ejecución del negocio jurídico
deben ocurrir en Venezuela para que el débito o extinción de deudas
califiquen como territoriales.
 Se trate de pagos por la realización de actividades en el exterior
vinculadas con la importación de bienes o servicios y los que se
obtengan por asistencia técnica o servicios tecnológicos utilizados en
Venezuela. Este supuesto es una ficción de territorialidad basada en el
lugar de aprovechamiento o uso, ya que en esos casos las actividades,
asistencia técnica y servicios que son la causa eficiente del débito o
extinción de deudas en realidad ocurren fuera del país.
 La actividad que genera el servicio sea desarrollada en Venezuela,
independientemente del lugar donde éste se utilice. Este supuesto
abarca los servicios prestados en Venezuela y, antipática y
asistemáticamente, las exportaciones de servicios, que consisten en
servicios prestados en Venezuela, pero usados o aprovechados
exclusivamente en el exterior por un beneficiario no domiciliado en el
país (los cuales están sujetos al IVA del 0%. [v. Decreto con rango,
valor y fuerza de Ley que Establece el IVA, G.O. N° 6.507 Ext. del
29.1.20, arts. 4(7) y 27].

LOS SUJETOS PASIVOS ESPECIALES

Los SPEs, una categoría tributaria creada en 1994, son aquellos que, en razón
de sus ingresos o actividades (minas e hidrocarburos), el SENIAT ha calificado
como tales mediante un acto administrativo de efectos particulares
debidamente notificado (v. Providencia Administrativa del SENIAT N° 0685
sobre Sujetos Pasivos Especiales, G.O. N° 38.622 del 8.2.07). Los Bancos
normalmente han sido calificados como SPEs.

La idea original, similar a otros países, fue que los SPEs, como contribuyentes
con mayores aportes fiscales, estuviesen sujetos a la atención, vigilancia y
escrutinio de una dependencia especializada del SENIAT, aún denominada
“División de Contribuyentes Especiales”, en una adaptación del sistema de los
ejecutivos de cuenta de banca privada. La mora del Banco Central de
Venezuela en publicar los índices oficiales de inflación, a veces durante años, y
la manipulación por el SENIAT del ajuste anual por inflación de la Unidad
Tributaria, que es el parámetro de medición, aunado a la inflación (real)
galopante, ha hecho que el límite de ingresos esté divorciado de la realidad.
Por ello, formalmente hoy día están calificados o pueden ser calificados como
SPEs sujetos que no deberían estar en esa categoría (cfr. A. Ramírez Morón,
Empresas venden activos para pagar impuestos: carga tributaria absorbe 60%
de los ingresos).

Los SPEs deben cumplir sus obligaciones de declaración y pago o


enteramiento de los tributos federales que administra el SENIAT y sus
percepciones o retenciones, de multas, intereses y demás accesorios en las
oficinas receptoras de fondos nacionales que el SENIAT indica en el acto de
calificación, según un calendario anual ad hoc publicado por ese organismo y
deben presentar sus recursos y realizar cualquier trámite propio de su
condición de sujeto pasivo en la dirección señalada en el acto de calificación,
sin perjuicio del uso del domicilio fiscal electrónico. Además de ser
contribuyentes del IGTF y del impuesto a los grandes patrimonios, están
sujetos al sistema de anticipos quincenales del impuesto sobre la renta e IVA,
son agentes de retención del IVA. Desde 2016, los SPEs están excluidos del
sistema de ajuste por inflación fiscal (v. Decreto con rango, valor y fuerza de
Ley de Reforma de la Ley que establece el Impuesto sobre la Renta, G.O. N°
6.210 Ext. del 30.12.15, art.171), lo cual afecta gravemente la medición de la
capacidad contributiva.
CONCLUSIÓN

Mientras las normas legales y sub-legales analizadas no sean reformadas, los


contribuyentes y/o agentes de percepción, con la previsión de un buen padre
de familia para limitar las potenciales contingencias antes de una fiscalización,
podrían solicitar una consulta al SENIAT sobre los puntos dudosos, indicando
en la solicitud su opinión fundada sobre el objeto de la consulta (v. Código
Orgánico Tributario, art.260). Si el SENIAT emite su dictamen dentro de los 30
días hábiles siguientes, lo cual es improbable, el solicitante debería tener,
aunque no siempre, una indicación clara sobre cómo actuar. Aunque el
dictamen no es vinculante, el solicitante estará exento de sanciones, intereses
y recargos si, en una fiscalización posterior (que normalmente practican
funcionarios distintos a los que elaboraron el dictamen),

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