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Perú tiene una larga historia de racismo contra su población nativa e indígena, que ha sido excluida y marginada de la sociedad mayoritaria a pesar de constituir un gran porcentaje de la población. El racismo también se manifiesta en forma de acoso sexual contra las mujeres, especialmente en el lugar de trabajo. A pesar de su diversidad étnica, el racismo sigue siendo un problema generalizado en Perú que mantiene excluidos a los grupos indígenas y de ascendencia africana.
Perú tiene una larga historia de racismo contra su población nativa e indígena, que ha sido excluida y marginada de la sociedad mayoritaria a pesar de constituir un gran porcentaje de la población. El racismo también se manifiesta en forma de acoso sexual contra las mujeres, especialmente en el lugar de trabajo. A pesar de su diversidad étnica, el racismo sigue siendo un problema generalizado en Perú que mantiene excluidos a los grupos indígenas y de ascendencia africana.
Perú tiene una larga historia de racismo contra su población nativa e indígena, que ha sido excluida y marginada de la sociedad mayoritaria a pesar de constituir un gran porcentaje de la población. El racismo también se manifiesta en forma de acoso sexual contra las mujeres, especialmente en el lugar de trabajo. A pesar de su diversidad étnica, el racismo sigue siendo un problema generalizado en Perú que mantiene excluidos a los grupos indígenas y de ascendencia africana.
Lo primero que hay que entender es que Perú es un país con una larga historia de
racismo. Fue uno de los últimos países latinoamericanos en abolir la esclavitud y ha
tardado en integrar a su población nativa en la sociedad mayoritaria. Hoy, Perú sigue siendo un país de extrema pobreza, lo que significa que muchas personas viven en barrios marginales y guetos. El racismo también está profundamente arraigado en el tejido cultural y social del Perú. Asimismo, el racismo contra las mujeres en el Perú adopta muchas formas. El tipo más común es el acoso sexual en la calle o en el lugar de trabajo, y para las mujeres que trabajan fuera del hogar, puede ocurrir una o dos veces por semana o incluso todos los días. En algunos casos, esto ha resultado en ser agredido sexualmente o violado por alguien que conocen, como un empleador o jefe. Por otro lado, el racismo sigue siendo un problema social generalizado en el Perú. El país tiene la población indígena más grande de América del Sur y una de las poblaciones de diáspora africana más grandes de la región. A pesar de su importante posición en la sociedad, ambos grupos están en gran medida excluidos de la sociedad en general.