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25 Mi Compadre y El Poder de Decisión II
25 Mi Compadre y El Poder de Decisión II
(C) Que tal Adolfo, la vez pasada estuvimos platicando sobre el poder de decisión,
creo que podemos seguir con el tema ¿qué te parece?
(A) Me parece que hay tela de donde cortar, sigamos pues querido compadre.
(A) Compadre, le pregunto a mis clientes ¿será hoy el día en que decidas, de una
vez por todas, convertir tu vida en lo que siempre has deseado? ¿Tener la calidad
de vida que quieres? ¿Convertirte en la mejor versión de ti mismo?
(A) La gran mayoría decide tomar las riendas de su vida, iniciar un nuevo proceso,
dar ese salto que antes no se atrevían.
(C) Desde luego ese es un punto de quiebre, algo que puede cambiar las cosas
para siempre.
Por ejemplo se me ocurre cuando Rosa Parks decidió no cederle el asiento del
autobús a un hombre blanco y esa decisión, en ese momento se inició todo un
movimiento en contra de la discriminación.
(C) Ha sido una de las mejores decisiones de mi vida y en verdad que la cambió.
(A) Compadre ¿Qué le dirías a las personas que están “pensando” en tomar una
decisión?
(C) Que reúnan la mínima información para tomarla, pues nunca podremos tener
toda la información suficiente como para asegurar que no nos equivocaremos.
(A) Bien compadre, así me gusta, ¡hay que emprender acciones! Y si te equivocas,
pues algo seguramente aprenderás. No hay que temor a equivocarse, en
Coaching Ontológico decimos que no hay fracaso, hay aprendizaje.
(A) Compadre me parece muy buen ejemplo, como prueba están las personas que
participan en los juegos paralímpicos, en verdad son motivo de admiración, de
hecho acabo de ver un video promocional para los juegos de Brasil, es algo
sensacional, increíble, maravilloso, como lucha, trabaja y disfruta de la vida esa
gente.
(C) Cuantas veces nosotros por cualquier cosita nos sentimos derrotados y nos
quejamos y quejamos y allí nos quedamos esperando que alguien nos rescate.
(A) Pero ¿Qué crees compadre? La persona que estás esperando para que te
rescate ¡eres tú mismo! No esperes a nadie más.
El momento es ahora.
(C) Adolfo me gustaría terminar esta conversación con unas palabras de Robbins.