Está en la página 1de 17

HACIA UNA RELECTURA DE LAS REGLAS APLICABLES A LA FORMACIÓN

DEL CON SEN TIMIENTO ENTRE PERSO NAS DISTA.'-,"TES : ¿EL OCASO
DE LA APLICACIÓN SUBSIDIARIA DEL C órneo DE COM ERCIO?

RUPERTO P INOCH ET Ü LAVE.

INTRODUCCIÓN

Bien es sabido que nuestro Código Civil - a diferencia de otros códigos


en Derecho comparado- no contiene normas para regular la formación del
onsentimiento, situación que fue calificada por el legislador mercantil como
-un sensible silencio" del Código de Bello.
Con todo, la formación del consentimiento solo presenta problemas de
carácter dogmático cuando este proceso se produce entre contratantes ausentes
o distantes, o en el excepcionalísimo caso de las ofertas a personas indetermi-
nadas, pues en aquellos casos en que la contratación se produce entre presentes
-piénsese en los miles de contratos que se celebran a diario en nuestro país,
orno la compra de alimentos, contratación de servicios, transporte, etc.- los
actos suelen perfeccionarse de inmediato y de manera consenS'Ual, siendo esta
la regla general para el perfeccionamiento de los negocios jurídicos - la inme-
iatez y la consensualidad.
De acuerdo con lo explicado, el problema se produce de forma excepcional
para personas que se encuentran distantes y, además, para sujetos en los que la
omunicación de la oferta y aceptación ocupa un periodo de tiempo relevante,
cuestión que no sucede con las actuales tecnologías de la comunicación y la

· Doctor en Derecho Civil por la Universidad de Barcelona. Profesor de Derecho Civil y Direcror del
Departamento de Derecho Privado y Ciencias del Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
de la Universidad de Talca. Dirección postal: Casilla 7 47, Talca. Correo electrónico: rpi noche@utalca.cl.
Se agradece por su colaboración en la revisión de aspectos formales del presente trabajo, a la ayudante
de Derecho Civil de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, Pauli na
Arraria Rojas.
762 R UPERTO PI NOCHE""C

información, que ocupan casi el 100% de la forma en que se comuni --


sujetos, cuando no lo hacen de modo presencial.
Adicionalmente, a las razones someramente esbozadas con anterio_:
hemos de señalar que las ofertas a personas indeterminadas, en cuanro
jurídicos unilaterales, en la actualidad no son propias del derecho ci\-L
que más bien del derecho mercantil y del derecho de consumo.
Por todo lo antes dicho, nos proponemos demostrar que hoy -en ·
guno- deben recibir aplicación las reglas dictadas por el Código de C o::-
para la contratación entre ausentes; y más aún, afirmaremos que su ap[ -
nunca debió aceptarse en nuestra disciplina.

l. Ü NA MIRADA A LA FORMACIÓN DEL CONSENTIMIENTO


EN EL D ERECHO CIVIL CHILENO

Frente al vacío legal existente en el Código Civil chileno respecto a •.a. -


mentación de la formación del consentimiento, la doctrina nacional
ha mostrado por años conteste en señalar que -especialmente para el -
la contratación entre personas distantes y la oferta a personas indeter . L.·~- ......~­

debe aplicarse el Código de Comercio. Así, revisadas las últimas edic· -


los Manuales de Derecho Civil publicados en los años 2017y2018 ,
decir que tal situación se mantiene incólume hasta la actualidad, si
cio del importante desarrollo que ha experimentado el Derecho C i\-!..
últimas décadas.
En este sentido, Vial del Río señala que "los artículos 97 a 108 del
de Comercio, relativos a la formación del consentimiento, se aplican ::
a los actos mercantiles, sino también a las convenciones que no rie::_ ~
objeto un acto de comercio, pues a pesar de encontrarse tal~s dispo:.
contenidas en el cuerpo legal relativo a los actos de comercio -lo que _;__:
aplicables sólo a estos últimos en virtud del principio de la especiaJ!- --
indiscutible su alcance amplio o general, que justifica su aplicación a t -
de convenciones, sean éstas civiles o mercantiles". 1
A igual conclusión arriba Carlos Ducci, quien señala que a pesar ..::-
el Código Civil no reglamenta esta materia, el Código de Comercio :
llamado a llenar tal vacío, añadiendo que "Si bien el Código de Come:-_

1
VIAL (2007), p. 63.
-:,.,CL-1 UNA RELECTU RA DE LAS REG LAS APLICABLES A LA FORMACI ÓN DEL CO:"SE:"TIMIENTO ENTRE 763
--'O:"AS DISTANTES: ¿E L OCASO DE LA APLICACIÓN SU BS!D lARIA DEL C óDJGO DE COMERC IO?

::. su art. 1° que rige las obligaciones de los comerciantes, estas disposiciones
_ ales tienen un carácter general, como el propio legislador lo advirtió. La
::aruraleza de las disposiciones depende de su propia esencia y no del Código
::n que estén contenidas". 2
D e igual modo, Alessandri y Somarriva se manifiestan a favor de la aplicación
:.e las normas del Código de Comercio argumentando que "se aplican también
::n materia civil porque a pesar de estar contenidas en un Código especial, son
?Or su naturaleza generales y deben, por lo tanto, tener una aplicación gene-
~ al, de acuerdo con el principio que dice que el alcance de las disposiciones
~ .e determina por su propia naturaleza y no por la ubicación que tienen en
.::ererminado Código, y las reglas sobre la formación del consentimiento que
· rablece nuestro Código de Comercio son de naturaleza general, y no especial
o excepcional". 3
En la misma línea, Figueroa Yáñez se limita a señalar que "la formación del
.:onsentimiento no es una institución regulada por nuestro Código Civil. Ella
;:ncontró su regulación jurídica un poco más tarde en el Código de Comercio,
·exro que entró en vigencia el año 1865, diez años después de la promulgación
-..e n uestro Código Civil. Estas reglas se encuentran comprendidas en los artícu-
.os 97 a 106 de dicho cuerpo legal'', 4 sin ahondar en mayores explicaciones.
:)e igual forma, Abeliuk señala que la formación del consentimiento "no fue
~ glamentada por el Código Civil, omisión salvada por el de Comercio en sus
.-\ns . 97 a 108, preceptos que la doctrina y jurisprudencia reconocen como
aplicables a los contratos civiles" .5
Domínguez, por su parte, plantea respecto a las normas del Código de
el C ó ·=- C omercio: "No obstante formar parte de un Código especial, estas tienen un
,.
.; __ can no s .. carácter general, tanto porque no existen similares en el Código Civil, cuanto
porque el mismo Mensaje del Código de Comercio deja en claro que con ellas
se ha 'llenado un vacío en nuestra legislación comercial y civil', confiriéndoles
as í la calidad de derecho común en la materia, pues con esa intención se dic-
taron . Y así se han entendido por la doctrina" .6 Sin embargo, acto seguido,
~ó n a roda · ~ el mismo autor procede a plantear la importancia de dilucidar si efectivamente

ar de e:_::
:::ercio sería _ 2
D ucc1 (2007), pp. 248-249 .
:: C o mercio 3 AiESSANDRI y SOMARRIVA (1998), p. 204.
4
FI GU EROA (1995) , p. 48.
5
ABELI UK (2014 ), p. 65.
6
D oMfNGuEz (2012) , p. 44.
764 R UPERTO PI NOCH E:" -

estas normas de este Código son aplicables a todo el derecho contractual


tales o si solo se aplican como normas legales para los contratos mercan ·
como principios generales para otros ámbitos.
Por último, Barcia Lehmann - argumentando a favor de la aplicacio:::
las normas del Código de Comercio para la formación del consenrim!
en contratos civiles- previene "que la doctrina no ha sido pacífica en ro::-
la aplicación de estas normas a los contratos reales y solemnes. El p ro ·-
fundamental que plantea la aplicación de las normas que regulan la fo rrn.;. -
del consentimiento a los contratos reales y solemnes consiste en dil uci
que sucede si el consentimiento está formado, pero antes de la entrega o ~
plimiento de las formalidades una de las partes se re~act". 7
Barcia, j ·-:
· Domínguez, son los únicos dos autores de todos los revisados que m ani:=
algún reparo a la aplicación de estas normas como reglas generales, sin pe.
de hacerlo en un sentido diverso al que interesa esta investigación.
Respecto a la oferta a personas indeterminadas, el escenario es ilu.s
por Claro Solar, quien afirma que "cuando la oferta es hecha a perso:-
determinadas, la acep tación prestada por cualquiera da lugar a la for
del contrato, siempre que se mantengan las condiciones en que la of :-
hecha. Según el art. 105 del Código de Comercio .. .".8
Así, si de oferta a personas indeterminadas se trata, tradiconlm e n-~
sostenido que la disposición particular que debe aplicarse es el an . : : .::
Código de Comercio, el cual prescribe: "Las ofertas indeterminadas c or:~.
en circulares, catálogos, notas de precios corrientes, prospectos, o en cu al qu : · ~­
especie de anuncios impresos, no son obligatorias para el que las hace. 11 D:-
los anuncios a personas determinadas, llevan siempre la condición imp líci:.;
al tiempo de la demanda no hayan sido enajenados los efectos oftecidos, ¿, .
hayan suftido alteración en su precio, y de que existan en el domicilio de l~- =
Ducci no dice mucho al respecto - ni siquiera alude a la disposición
que debe aplicarse- , someramente indica: ''Ante todo debemos señalar -:
ofertas (circulares, catálogos, prospectos, notas de precio, anuncios in::.
hechas a personas indeterminadas no tienen fuerza obligatoria alguna ?
que las hace". 9

7 B ARCIA (2010) , p. 40.


8
CLARO (1979).
9 Duccr (2007), p. 250.
HACIA UNA RELECT URA D E LAS REG LAS APLICABLES A LA FORMACIÓ N DEL CO:"SE'.'Tl\1 1ENTO ENTRE 765
PE RS O NAS DISTANT ES : ¿EL OCASO DE LA APLICAC IÓN SUBS!DJARIA D EL C óDIGO DE C OM ERCIO ?

León Hurtado indica - refiriéndose a la oferta a persona indeterminada-


q ue "la ley no ha reglamentado estas ofertas en general y sólo se refiere a las
ofe rtas de venta de mercaderías. Dice el art. 105 del Código de comercio ... En
res umen: la oferta de venta de mercaderías hecha a persona indeterminada no
ciene valor, o sólo tiene la muy relativa obligatoriedad que señala el art. 105
del Código citado" . 10 Vial del Río, al igual que los demás autores citados, in-
d ica que la disposición aplicable es el artículo 105 del Código de Comercio. 1 1
Figueroa Yáñez señala que "Esta clase de ofertas es siempre condicional y
-ubordinada a la no enajenación anterior de las especies, al mantenimiento
e los precios y a la existencia actual de las especies en poder del oferente; y
es to aun cuando el oferente dirija ejemplares de su oferta indeterminada a una
persona determinada", 12 enmarcando su aplicadón, de forma general, en el
::oiro de los negocios de un establecimiento, y agrega que "la oferta que una
?ersona hace de un modo general, por un medio de publicidad cualquiera, de
co m prar durante cierto período determinada clase de cosas, se supone hecha
~ a jo la condición de comprar la cantidad proporcional a sus necesidades, y no
:odas las que le sean ofrecidas" .13
Barcia Lehmann sostiene que "La oferta indeterminada nunca tiene valor
artículo 105 .1° del C. de C.) . Pero la oferta determinada a persona indetermi-
:iada excepcionalmente puede ser válida (artículo 105.1° del C. de C.) en caso
e que concurran las siguientes condiciones: i) Que al tiempo de la demanda
:io hayan sido enajenados los efectos ofrecidos. ii) Que los efectos ofrecidos n o
'.layan sufrido alteraciones en su precio. iii) Que los efectos ofrecidos existan
en el domicilio del oferente". 14
Domínguez, por su parte, indica "La oferta debe ser firme, en el sentido
que debe expresar una voluntad decidida de concluir el negocio, en caso de ser
.:. eptada. No reúnen tal condición aquellas ofertas destinadas solamente a inci-
:ar a otros a negociar. Tales son las llamadas ofertas a personas indeterminadas,
:i. las que se refiere el art. 105 del C. de C. y que no obligan verdaderamente al

~ e las hace" . 15 Continúa explicando que en "materia mercantil, son frecuentes

IU L EÓN (1991 ), p. 61.


11
V IAL (2007) , p. 65.
12
fl GUEROA (1995), p. 54.
¡; fl GUEROA (1995), p. 54.
14
B ARC IA (2010), p. 43.
15
D oMfNGUEZ (2012) , p. 45.
766 R urERTO P 1:-oc~

las ofertas a personas indeterminadas, como las que se hacen di ari an: ~­
el comercio minorista por medio de la exhibición de mercaderías y ?;-
o aun catálogos o folletos publicitarios. Pero, como se acaba de señalar
sistema tradicional no se les trata sino como incitaciones a terceros ..:
estos hagan una oferta".
Todo lo enseñado tradicionalmente debe -hoy en día- ser reví -.:
varios factores que han entrado en juego en la teoría de la forma
consentimiento.

Il. LA FORMACIÓN DEL CONSENTIMIENTO Y LAS TECNOLOGÍAS


DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUN ICACIONES

¿Constituyen realmente los supuestos negociales electrónicos una m ~-


de contratación entre ausentes? 16
Al comienzo, la doctrina vinculada al contrato electrónico entend1.-:.
puestos de contratación electrónica-en los que generalmente los co n ... -
están separados físicamente- como una clase de contratación a disra;:: -
embargo, hace años ha comenzado a dudarse de que tal modalidad
tual constituya realmente un proceso formativo a distancia o entre a
al menos de acuerdo con los criterios tradicionales utilizados en la reo.
formación del consentimiento.
En atención a los mismos razonamientos clásicos antes aludidos, la - - _
no duda en calificar como una especie de contratación entre ausenr
que se producía median te carta o correspondencia telegráfica, ir- ya ~
las diversas comunicaciones, entre aceptante y oferente, mediaba inre::-_
o un espacio de tiempo jurídicamente relevante. 18
En lo que dice relación con la formación del negocio jurídico el e r-'.~­
si bien es cierto que los criterios definidos con anterioridad para la -

16
Sobre el particular pu ede consultarse nu estro trabajo Derecho Civil y nuevas tecno ,,,
mación del consentimiento electrónico, Edirorial LexisNexis, pp. 207. 240.
17
GETE-ALO NSO (2000, p. 578 . Al respecro M ARTfNEZ DE A GUIRRE (1994) , p. 133 . .:
cambio, en la aceptación realizada telegráficam ente sí existe intervalo temporal, por lo que Li.;
del contraro se entiende producida en el momento en que el destinatario del tel egrama lo n~
18
Todo proceso comunicacional puede presentar interrupciones, pero pensamos junto
DE AG UIRRE (1994), p. 133, qu e lo importante es determinar si tal interrupción representa
de tiempo "jurídicamente relevante", ya que si no es así el proceso deberá ser considerado e
rrumpido para los efectos en estudi o.
'."",l'ERTO P1 NOCHET ÜLAVE H ACIA UNA RELECTURA DE LAS REGLAS APLICABLES A LA FO RMACIÓK DEL CONSENTIMIENTO ENTRE 767
PERSONAS DISTANTES: ¿EL OCASO DE LA AP LICACIÓN SUBSIDIARIA DEL CóDIGO DE COMERCIO?

en diariamente en
~a nación de la calidad de ausentes o presentes de las partes sirve para orientar la
__ ercaderías y precios búsqueda de soluciones, el problema es bastante más complejo, 19 por la natu-
de.aba de señalar, en el raleza relativa que han adquirido en Internet las categorías filosófico-jurídicas
- a terceros para que de tiempo y espacio 20 las que, para distinguirlas de las categorías clásicas se las
ha denominado "virtuales", 21 habiéndose incluso comenzado a hablar de un
'·a- ser revisado por tiempo u hora en Internet distinta a la establecida por convención internacional
e la formación del para los husos horarios.
También debe ser considerada la inmediatez de las comunicaciones elec-
trónicas que hace que no tenga, en la gran mayoría de los casos, trascendencia
jurídica el período de tiempo que transcurre entre el envío y la recepción de
~C O LOG fA S una comunicación electrónica, ello sin importar los lugares del mundo en que
. ºES se encuentren ubicados emisores y receptores del proceso comunicacional. Al
respecto puede concluirse, en primer término, que el tiempo virtual es igual en
ónicos una modalidad todo el mundo y que el período de respuesta en las comunicaciones electrónicas
es insignificante sin importar la distancia física: de ahí que se haya acuñado
G:-on ico entendía los su- el concepto aldea global. Por lo mismo, además, las teorías que se ensayaron
.,,_7.ente los contratantes para determinar el momento de perfeccionamiento del consentimiento, a
-d ación a distancia, sin saber, teorías de la declaración o emisión, de la remisión, de la recepci ón y
-- modalidad contrac- de la cognición o del conocimiento, 22 en las comunicaciones digitales h acen
üL cia o entre ausentes,

.ados en la teoría de la 19
En tal sentido GETE-ALONSO (2000), p. 578.
20
Al respecto D E M IGUEL AsENSIO (2000) , p. 79, señala: "El tiempo y el espacio adquieren un signi-
al udidos, la doctrina ficado en las comunicaciones en Intern et muy distinto del que es común a las actividades fu era de la Red,
~ entre ausentes aquella lo que determina características peculiares de los conílicros de intereses s~ rgid os en este nuevo medio ... ".
· legráfica, 17 ya que, en 21
Han adquirido tal dimensión los conceptos espacio y riempo en Imern er, qu e incluso se habla de
~.: mediaba interrupción una realidad virtual, que se la intema presentar con rasgos de autonomía propia, dist inta de las dimensio-
nes en la qu e crascurre la vida humana, proyección qu e, en todo caso, consideramos exagerada. Sobre el
carácter rel arivo que han adquirido en Internet las nocion es de tiemp o y espacio M ATEU D E Ros (2000) ,
<o jurídico electrónico, p . 60, afirma: "En Imern er, lo mismo qu e la contraración tel efónica directa, no hay distancia temporal
~ori da d para la determi- (q ue es lo decisivo), sino mera di stancia física, fenóm eno que resulta accesorio, y también aparece con
frecuencia en la contratación convencional''.
22
Para la teoría de la declaración o em isión, la perfección del contrato ti ene lugar desde el m o m ento
en que el aceptan re emire su declaración de voluntad de aceptación. La teoría de la declaración se criti ca
po r la circunstancia de qu e no reco noce el carácter receptici o que debe asi gnársel es a las declaraciones
co ntractuales y p orque no se considera justo que un contratante (el oferente) quede vin cul ado por
'-=- \1 994), p. 133, afirma: "En una declaración que ignora por completo. La teoría d e la expedición o remi sión estima que no solo es
-~;npo ral, por lo que la perfección necesario que el acepranre haya declarado su voluntad de aceptar, sin o que se requ iere, además, que la
o del celegrama lo recibe" . haya dirigido a su des rinarario con la intención de que esre pueda con ocerla . La teoría del conocimiento
- - pensamos junto con M ARTfNEZ o de la cognición agrega más exigencias al requerir para la perfección del consentimiento no so lo la
-·erru pción representa un espacio declaración de voluntad d el aceptante , sino además que esta llegue efecrivamente a con ocimien to del
oferente. Tal teoría, intentando soluci onar las críticas formuladas a la recría de la declaración se ubica
-~ rá se r co nsid erado como ininte-
en el extremo opuesto, pues esta vez deja desprotegido al aceptante, ya que: "si el aceptante del contrato
768 RUPERTO PINOC HET Q_

alusión a momentos que, en la mayoría de los casos, suceden únicamente


segundos de diferencia. 23
Por las razones antes señaladas es que, teniendo en cuenta las caracterí
generales de simultaneidad y rapidez en los procesos comunicacionales
diante tecnologías de las comunicaciones, si de clasificarlos se trata, la do
considera que estamos en presencia, según los criterios usados tradicionalm?-
para la teoría de la formación del consentimiento, de una contratación -
presentes, 24 ello para los efectos previstos en las leyes respecto a la perfe ~ •
del negocio jurídico.
Lo cierto es, y que no debe perderse de vista, que cuando afirmamos
general, que los medios pertenecientes a las tecnologías de la informació
comunicaciones son una especie de contratación entre presentes lo que esr.,_-

ha hecho todo cuanto estaba en su mano y cuanto cabía exigirle, (... ) para que su aceptaci ón :.;~
conocimiento del oferente y no ha ocurrido así por un hecho que le es imputable a este últim o, ¿es
que la declaración de aceptación quede ineficaz y que por consiguiente no exista contrato?" . Fina.'..:-
la teoría de la recepción considera que no es necesario que el oferente haya tomado efectivo con · ~
de la aceptación para que el contrato quede perfeccionado, bastando para tal propósito que la ac~·
haya llegado al ámbito o círculo de intereses del oferente. Si no ha tomado conocimiento de a .
un hecho imputable solo a él y, en consecuencia, el aceptante no tiene que sufrir las consecue;-
su actuar negligente.
23
Piénsese en el espacio de tiempo qu e media entre el envío y la recepción de un men saje - _
M ARTfNEZ DE AG UIRRE (1994) , p. 133, señala al respecto: "En cuanto a la contratación el
24

mediante medios informáticos, los principios son los mismos: las características técnicas de los ma..<c;_..__
utilizados para enviar la aceptación permiten conseguir la simultaneidad entre el envío y la rece
el destinatario, por lo que, en términos generales, quedaría sometida a las reglas de la cü'i1trataci -
presentes, en cuanto al momento de la perfección del contrato ... ". En un sentido similar DE.
ASENSIO (2000), p. 3 13, señala: "Por el contrario, cuando la formación del contrato se prod uce ~
el empleo se servicios interactivos que permiten el intercambio simultáneo de información ~
situación normalmente en la malla mundial- predomina la idea de que se trata de ~edio s de
cación a distancia que posibilitan una formación instantánea y no sucesiva del contrato, de moe
tratamiento del momento de celebración debe ser equiparado al de otros m edios instantáneos ·
teléfono, pues permite la comprobación inmediata de que la declaración de voluntad ha sido reci.::
el destinatario". Otros autores, aparentemente en sentido opuesro, como Fernández, sostienen: -ir.-
al contra ro electrónico como una modalidad intermedia entre la contratación presencial y la con ...
a distancia, pero se acerca más a ésta última", FERNÁNDEZ (2001), p. 34, o Ribas , que en igual .
señala: "es evidente que la venta minorista a través de Internet está más cerca de la figura legal de
a distancia que de la venta tradicional en una tienda", R.IBAS (1998), p. 62 . Con todo, conside -
la contradicción es más aparente que real ya que la gran mayo ría de los autores estima que los
electrónicos son ventas a distancia, en atención a los criterios que las leyes han fijado como el ·-
de aplicación de la normativa aprobada para regular tal clase especial de contratación, no ob •
cual, para otros efectos, especialmente, la determinación del momento de perfeccionamien ro '
cio jurídico, deben ser considerados como una especie de proceso negocial entre presentes, aun _ •
otros efectos, no gocen de igual cal ifi caci ón. Es la opinión también de ALESSANDRJ y SüMARRJYA
HET Ü LAVE :-!ACiA UNA RELECT URA DE LAS REGLAS APLICABLES A LA FORMACIÓ N DEL co:-:SENTIMIENTO ENTRE 769
-~R SO NAS DISTANTES: ¿EL OCASO DE LA APLICACIÓN SUBSIDJARJ A DEL C óDIGO DE COMERCIO?

.;:a..-nen te con iciendo realmente es que dada la inmediatez de tal proceso comunicacional,
en caso alguno constituye un proceso entre ausentes, como tradicionalmente
::z-a erísticas -e entendió, para los efectos de la teoría de la formación del consentimiento
:_;:.o al es me- ?ensada para el correo postal existente en el siglo XIX y gran parte del siglo XX.
·~ • ...a do ctrina Debido a lo anteriormente señalado, podemos llegar a una primera con-
:.: ·onal merne -l usión: En la actualidad, el proceso de formación del consentimiento entre
-u jetos distantes conforma una hipótesis fáctica prácticamente inexistente que
no justifica la existencia de reglas especiales para la solución de una clase de
:ontratación que no ocurre.
-
- -:::amos, en
- 2 ió n y las

_e es tarna Ill. LA OFERTA A PERSONAS INDETERMINADAS, Y LA OFERTA EN CUANTO ACTO


JU RÍDICO UNILATERAL, EN SENTIDO ESTRICTO , NO SON PROPIAS DEL DERECHO
CIVIL, AL MENOS EN LA TRADICIÓN JURÍDICA DEL CóDIGO CIVIL FRANCÉS

Es más que evidente que, si bien la oferta a personas indeterminadas es


?ro pia de la actividad mercantil, no lo es en el ámbito del Derecho Civil, al
=ienos en la tradición del Código Civil francés, nuestra principal fuente en
es ta materia.
Pronunciándose sobre la materia, Alessandri tilda a las ofertas reguladas
en el Código de comercio de incompletas, e incluso va más allá, al sostener
ue no son propiamente ofertas. "Las ofertas incompletas, o sea, las que no
eterminan todas las condiciones del contrato propuesto, no son propia-
=iente ofertas. Constituyen tan sólo invitaciones a formular ofertas o meras
::1fo rmaciones destinadas a orientar a los interesados y a provocar de su parte
eventuales propuestas. A estas ofertas impropias se refiere el artículo 105 del
C ódigo de Comercio chileno" .25
Continúa Alessandri "el conjunto de ambos incisos deja en claro que el
C ódigo no ha reglamentado las verdaderas ofertas al público y, en todo caso,
:a disposición considera sólo las proposiciones de venta de mercaderías, pero
26
:10 las de compra y menos las de otros contratos" .

En lo señalado tiene toda la razón. A continuación, una explicación de por


ué es así, desde nuestro punto de vista.

25
ALESSANDRJ y SOMARRIVA (1998), p. 206.
26
ALESSANDRJ y SOMARRJVA (1998 ), p. 206.
770 R UPERTO PI NOCH ET

En todo acto jurídico bilateral, como se sabe, la voluntad debe exre .. -


zarse, ser seria y encontrarse dirigida a persona determinada, requisitos ::
que ya se encuentra contenido la exigencia de la receptividad de la vol -:-
en cuanto se entiende que la voluntad está dirigida a ser recepcionada 7 -
sujeto determinado a que va dirigida. Esta es, por antonomasia, la verG.-
fuente de las obligaciones propia del Derecho Civil: La convenció n. ::: -
mismo sentido, León Hurtado señala: "Las convenciones son de apli--
general en el derecho (... )". 27
Por el contrario, la manifestación de voluntad unilateral, por regla ge-
no produce efecto jurídico alguno, salvo en aquellos casos en que sus efe
encuentran especialmente previstos y regulados por el Derecho. Así, pr
efectos jurídicos y -por ende resultan ser vinculantes .para su autor- a~
actos jurídicos unilaterales cuyos efectos se hallan señalados en la ley ~ ~
reglamenta, siendo el caso, por ejemplo, del reconocimiento de un hijo ¿_:-
los 186 y siguientes), el cese unilateral del acuerdo de unión civil (aró . .:. .
letra e, de la Ley N° 20.830), la promesa de recompensa (artículo 6 3 ~
renuncia de una herencia o legado, entre otras materias. 28 La volunr;:..:.

27
LEÓN (1991), p. 17.
Hace un tiempo atrás sosteníamos que se usa inadecuadamente en el ámbito jurídic -
28

la expresión voluntad recepticia, en el caso de que se use para los jurídicos bilaterales, pues si -
todo caso, la voluntad será recepticia en dichos actos jurídicos. Solo tiene sentido utilizar la
voluntad recepticia en los actos jurídicos unilaterales. Explica Werner Flume, que el crire
para considerar recepticio o no un acto jurídico unilateral, no es la "receptividad" sino lo es•,
rancia de que las declaraciones de voluntad sean emitidas "frente a otro", continúa Flume po.
emitidas "frente a otros" las declaraciones de vol untad tienen sentido, justan1ente, en el caso e~
jurídicos bilaterales. Por lo que decir en los actos jurídicos bilaterales que la voluntad es ro::-
redundante. Debido a lo anterior, continúa Flume, la distinción entre receptividad o no rece
la declaración de voluntad, solo se plantea respecto de los negocios jurídicos unilare~s. En 1 ·
jurídicos unilaterales los efectos pueden ser di stintos si la declaración se "hizo frente a otro_
persona indeterminada. Pensemos en el caso del reconocimiento de un hijo, si la voluntad ;::_,______
reconocer a un hijo se declara-frente a alguna de las autoridades señaladas en el artículo 1 - --
Civil-, a saber, oficial de registro civil o notario, la voluntad es recepticia y produce efecros ju -
misma voluntad es manifestada frente a un grupo de amigos, la voluntad no es recepticia y n ::
ningún efecto jurídico, idéntico efecto se produce en el término unilateral del acuerd o de -
solo si dicha manifestación de voluntad se ha hecho en presencia de alguna de las auro ri dado
en el artículo 26 letra e) de la Ley de acuerdo de unión civil, oficial de registro civil o de un -
voluntad así manifestada produce el efecto de poner fin al acuerdo de unión civil , si idéntia
ha sido manifestada frente a cualquier otra persona o autoridad, no producirá efecto algu no. -:--
sión, solo es jurídicamente adecuado referirse a la voluntad recepticia en los actos jurídicos u.·-~_
para distinguir aquellos en que la voluntad se manifiesta "frente al otro previamente dererrn.;-
norma" de aquellos en que la voluntad no se declara "en presencia del otro anteriormente deo::::;...:.:;_..__
en la norma". FLUME (1998) .
--::-O_ - :-i.KI A UNA RELECTURA DE LAS REGLAS APLI CABLES A LA FOR Jv!ACIÓ~ DEL CO~SETI \1IE~TO ENTRE 771
-=:..'50 NAS DISTAN TES: ¿EL OCASO DE LA APLICACIÓN SUBSID IARIA DEL C óDIGO DE C OM ERCIO?

;::r.:eno::-1- ..areral, entonces, no es en nuestro ordenamiento jurídico una fuente de las


- n _o: abligaciones de aplicación general, sino especial, pues se requiere en cada caso
ée ley que le reconozca efecto y, por tanto, puede dudarse en estos supuestos
,a.c_a ore_ .:: la fuente de la obligación es propiamente la auronomía de la voluntad o si
-e;-¿adera sAría derechamente la ley la que le da origen.
· ::. En e: En consecuencia, la oferta, en cuanto acto jurídico unilateral, no produce
_ jea ió~ :::ecro alguno, salvo los casos especialmente reconocidos, como la promesa
.::.e recompensa del artículo 632 de nuestro Código, la que excepcionalmente
::-roduce la consecuencia señalada en el inc. tercero del mismo artículo "Si el
._ ~ ., ~
neral.
- e:e ro e :.":teño hubiere oftecido recompensa por el hallazgo, el denunciador elegirá entre
~:-aducen ?.'premio de salvamento y la recompensa oftecida'', pero únicamente en el con-
-- aquello :::xro de hallazgo de especies al parecer perdidas, siempre que el descubridor
-~·qu e lo .::aya seguido al pie de la letra el procedimiento establecido al efecto en los
-·-o artÍcu- -=--..-tículos 629 y siguientes del Código. De este modo, cualquier otra hipótesis
:=..:-.i ulo 26 =n que un sujeto hubiere ofrecido recompensa a persona indeterminada, no
~_ ), o la ~: ulta en obligación alguna para el declarante.
~-:cad uni- N o obstante lo señalado, no olvidamos que existe una tendencia en dere-
.:.:io comparado a aceptar en términos más o menos amplios la declaración
.:nila teral de voluntad como fuente de las obligaciones con rasgos de cierta
.=.u ro nomía, 29 y con rasgos distintivos respecto al consentimiento, como fuente
ée las obligaciones, en los actos jurídicos bilaterales.
En Chile, en todo caso, la gran mayoría de la doctrina considera que la
- a e.xp resi ón .=.ecla ración unilateral de voluntad no puede admitirse. En tal sentido explica
·erio decisivo
?Añailillo "La doctrina ampliamente dominante concluye que no constituye
- · ¡xirque están _-:iente, aduciendo fundamentos como estos: aquella circunstancia de falta de
=
de los actos :exro expreso. La época en que fue dictado el código, en la cual, junto con
_ !S :ecepticia, es

-o:eptividad de
::- los negocios
, -o- o se hizo a

9
En tal línea argumental Peñailillo, luego de dar cuenta de que los Códigos del siglo XIX no la
'

no producirá ~ o nte dice: "Pero la situación cambia nítidamente en los del siglo XX. Y dentro de estos, la mar-
mplan
02 y
- .:.e unión civil, .::ada tendencia es acogerla, incluso en ocasiones destinado para ella todo un párrafo de normas. Pero
-:.:.acles previstas =:1 té rminos limitados, restringidos, frecuentemente con referencia a consagración exp resa de la ley. Así,
:.e un notario, la :::.. Código civil alemán (artículos 657 y siguientes, y 793); el Código Federal suizo de las obligaciones
- -·ni ca vol untad artículos ocho y 846 y siguientes); el Código brasileño (artículos 1056 y sigui emes); el Código civil
;:nexicano (artículos 1860 y siguientes); el Código civil italiano (artículos 1987 y siguientes); el Código
.:::,·J portugués (artículo 457, en el que expresamente declara que la promesa unil ateral de una prestación
:.~ erm jna do en la ;.ó\o obligan los casos previstos por la ley, y luego señala tres); el Código civil paraguayo (artícul o 1800
·e determinado .,. siguientes, con actitud semejante al anterior); El Código civil peruano (nuevo) de 1984 es desracable" .
?:SAI LILLO (2006), p. 134.
772 R V PERTO PI NOCH ET _

rechazarse doctrinariamente, los códigos civiles (entre ellos sus modelo-


descartaban". 30
A modo de cierre en este punto, podemos afirmar que la declaración -
lateral de voluntad no genera obligaciones en términos generales, sah-o
excepciones especialmente reguladas en nuestro Derecho Civil, al meno:
el estado actual de nuestra legislación civil.

IV LA OFERTA A PERSONAS INDETERMINADAS Y LA OFERTA EN CUANTO AC


JURÍDICO UNILATERAL, DIRIGIDAS A SUJETOS CIVILES (NO COMERCIANTES
COMO MATERIA DE REGULACIÓN DEL DERECHO DE CONSUMO

Hemos explicado anteriormente que la declaración unilateral de volu.::: -·


como sería la oferta realizada por un sujeto civil a otro, por regla general, no g ~
obligaciones en el Derecho Civil chileno. Por otra parte, las ofertas re · r
entre comerciantes se encuentran excluidas de regulación civil, al ser tratadas::-
el Derecho comercial, rama especial de nuestro ordenamiento jurídico.
Con todo, existe una oferta a personas indeterminadas emanada por :::
dores y dirigida a consumidores (sujetos civiles no comerciantes ni provee
la cual es la de más frecuente ocurrencia, por cierto, en la realidad cont ra ~
cotidiana y que se encuentra regulada por el Derecho del consumidor. -:-..:-
señala respecto de las ofertas a personas indeterminadas: "No obstante. :..:.
de protección de consumidores (N° 19.496) declara que el proveedor .::...:
respetar los términos ofrecidos al consumidor en estos catálogos (arts. 12 :.- :-
y varios han visto en estas normas una modificación del estatuto general p rr.
en el Código de Comercio". Por nuestra parte, más que considerar que .
una modificación a un "estatuto general", estimamos que la regulació:-:
Código de Comercio es especial, teniendo como su particular ámbito de .::.;
cación, el de los actos de comercio. En consecuencia, el estatuto aplicabl .o.
ofertas a personas indeterminadas realizada por la Ley del consumidor -
regulación paralela sometida a sus propias reglas y a su particular ám bi- -
aplicación, determinado en el artículo 2° y 2° bis, de la propia Ley N ° 19.--::
de Protección de los consumidores. 31

3o P ENAILILLO (2006), p. 135.


31
Sobre el ámbiro de aplicación de la Ley del consumidor, puede consultarse, entre otros rr..:-
MüMBERG (2004), PP· 41-62. P! NOCHET (2011). T APIA (20 17). VIDAL (2000).
:_'.CL~ UNA RELECTURA DE LAS REGLAS APLICABLES A LA FORMACIÓN DEL CONS E'.'!TIMI ENTO ENTRE 773
.0~ '.! AS DISTANTES: ¿EL OCASO DE LA APLICACIÓN SUBSIDIARIA DEL C óDJGO DE COMERCIO?

- :::odelos) la Incluso Momberg ha llegado a dudar de que el Derecho Civil sea realmente
=~ la actualidad la norma común en materia de derecho y obligaciones y contra-
~.:_a ión u - :os, al señalar: "La situación descrita en los párrafos anteriores permite concluir
ah-o las .:_ue el derecho común positivo ha dejado de ser el marco de referencia para la
"'""" menos e:: :~ gu lación de la mayoría de las relaciones contractuales en Chile, ocupando
: lugar la LPC. Así la nueva normativa establecida en la Ley N° 20.416 ha
··=nido a afectar seriamente la vigencia efectiva del Código civil como norma
:om ún del derecho de obligaciones y contratos chileno". 32
. -- -:-o :\CTO De tal manera, si pensamos en que los contratos de consumo son, por
:: - ._ :-:TI) .ej os, los más celebrados diariamente en el ordenamiento jurídico nacional,
- .o :ademas concluir que la regla general, al menos numéricamente, la constituye
.a co ntraración de consumo. Con todo, eso no .le otorga al Derecho de consu-
.:::o las características propias del Derecho Civil, en cuanto Derecho general y
- ~"-· no genera : pletorio. Para Vodanovic el Derecho Civil es general "porque gobierna las
--=-= · realizadas :elaciones jurídicas ordinarias más generales del ser humano en cuanto tal, con
::= -aradas po:: _ ::-escindencia de cualquier otra circunstancia (nacionalidad, profesión)", 33
- '\,....;._-o. explicando que su ámbito de aplicación se encuentra constituido por "las
::-elaciones más ordinarias de los seres humanos: matrimonio, relaciones entre
?adres e hijos, las que se suscitan con motivo del intercambio de bienes para
· -..: ;::on rracrua.. :aris facer las necesidades de los hombres. Etc.". 34
_-:-- · or. Tapia Así, el Derecho Civil es aquella parre del derecho, no especial, que regula
-~, re, la l~· '.os aspectos generales que le ocurren a una persona ordinariamente en su
:: · ·eedor debe -.ida, en sus relaciones familiares y de amistad, que no entran en el campo de
z-. 12 y 3 -). :o profesional o comercial, o de otros ámbitos especiales. 35 Por todo lo dicho,
:~aL previsto ?uede concluirse que, si bien el contrato de consumo rige una gran cantidad
.~-i: que exisre e contratos que se celebran ordinariamente, tal dato no basta para otorgarle
=-~ ' ació n del al Derecho de consumo la característica de generalidad ni menos de supleto-
~· iro de apli- : iedad propias del Derecho Civil.
.:.:-lic.able a las
or, es una
32
~ám bi to de MOMBERG (2011), p. 390.

- · o 19.496 VODANOVIC (1996), p. 42. En un sentido similar, "El Derecho privado es una categoría siste-
33
_~.-
mática permanente, construida sobre bases connaturales con la existencia humana: su contenido podrá
am pliarse o reducirse a medida que nacen nuevos tipos de relaciones entre paniculares o bien son éstas
arraídas por la mano pública en régimen de Derecho administrativo; pero no por eso varía el concepto
inicial", LACRUZ et al. (1999), p. 26.
34
V ODANOVIC (1996), p. 4 9.
La especialidad es explicada bien entre nosotros por UB ILLA al señalar: "Se dice que el derecho es
35

m ros trabaj os: especial cuando acota su propia materia, cuando autolimita la aplicación de sus normas a determinadas
instituciones y relaciones jurídicas", U BILLA (2008), p. 5.
774 R U PERTO P INOCHET _

En consecuencia, en el estado de desarrollo actual del Derecho de con t:..-


es posible afirmar que su desarrollo ha tenido una innegable influencia =
que se ha denominado nuevo derecho de obligaciones, pero que tal pnr.-
no ha significado, y creemos tampoco significar.á en el futuro, que el D ere -
del consumidor sea subsumido por el nuevo Derecho Civil. Lo anterior. ?
ambos estatutos jurídicos tienen ámbitos de aplicación, principios y carc. -
rísticas bien definidos, que los diferencian claramente, uno como el de: -
común, general y supletorio, y el otro, como un derecho especial, co , -
portantes funciones que cumplir en la contratación contemporánea, g ·:-
nutre para su correcto funcionamiento, también, de la vocación integra.:
y unificadora del Derecho Civil.

C ONCLUSIONES

1. En la actualidad - debido a la aparición de las tecnologías de la ::--


mación y las comunicaciones basadas en Internet- el proceso de fo rra¿
del consentimiento entre sujetos distantes conforma una hipótesis ¿_
prácticamente inexistente. Es más, cuando los sujetos se encuentran a cie:·
o miles de kilómetros de distancia, el proceso comunicacional entre ello:
ser ininterrumpido y/ o por ser los espacios de tiempo entre las comunica · ~
jurídicamente irrelevantes, es que hoy no sea necesario que el ordena.rre.::
jurídico tenga reglas especiales para la contratación entre contratantes dis -- -
2. En nuestro Derecho Civil, hereditario de la tradición del Código ~
francés , la declaración unilateral de voluntad no genera obligaciones po -:_=
general, salvo las excepciones especialmente reguladas en nuestro Derecho C
al menos en el estado actual de nuestra legislación civil, casos en los cu ~
verdadera fuente de la obligación es la ley y no la volunt~d.
3. Lo anterior es sin perjuicio de reconocer que en derecho com a.::
existe una tendencia a aceptar la declaración unilateral de voluntad como -
nueva fuente de obligaciones, con contornos y características aún no de. :
definidas.
4. Por lo dicho precedentemente, la oferta no es un problema pro :
nuestro Derecho Civil ni de su tradición francesa.
5. Las ofertas dirigidas a personas indeterminadas corresponden al co n-
de! comercio o del consumo , y por tanto, su regulación es ajena a las fu n ·c-
y ámbito propio del Derecho Civil. Lo antes señalado, no obstante re c o~
que el contrato de consumo es por lejos el modo de contratación m ás g
-'..\CIA UNA RELECTURA DE LAS REGLAS APLICABLES A LA FORMACIÓ N DEL CONSENTIMIENTO ENTRE 775
:_~ O NAS DI STANTES: ¿EL OCASO DE LA APLICACIÓN SUBSIDIARIA DEL CóDIGO DE CO MERC IO?

onsumo :al izado, pero no por eso adquiere las funciones y características propias del
ia en lo :Jerecho Civil.
proce G. Por todo lo antes dicho, especialmente, porque no existe, al menos en
_e~: Dere h .os parámetros clásicos, contratos entre personas distantes, es que las reglas
-: - ~:-.or, pu -peciales para la formación del consentimiento hoy son innecesarias.
7. Las ofertas y, con mayor razón, las ofertas dirigidas a personas indeter-
::1i nadas no son propias del Derecho Civil, sino que lo son de otras ramas
: -~. ~o n irr:- --peciales del ordenamiento jurídico, entre ellas, el derecho mercantil y el
1• .:.--:ea . que e .:'..e recho del consumo.
- -:~eardo - 8. Finalmente, es posible afirmar que el Código de Comercio, en la actua-
_:dad, no cumple ningún rol supletorio en la formación del consentimiento
e:-i rre personas distantes en materia civil.

BIBLIOGRAFÍA CITADA

.-\BELIUK MANASEVICH, René (2014). Las obligaciones, tomo I. Santiago:


LegalPublishing.
ESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo et al. (1961). Curso de derecho civil. Parte ge-
neral, tomo 1, Vol. I. Santiago: Editorial Nascimento.
ESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo y SOMARRIVA UNDURRAGA, Manuel (1998).
Tratado de Derecho Civil. Partes Preliminar y General, tomo I. Santiago:
Editorial Jurídica de Chile.
B.\RAONA GONZÁLEZ,Jorge (2014) . "La regulación contenida en la Ley N° 19.496
sobre Protección de los Derechos de los Consumidores ylas reglas del Có-
digo Civil y Comercial sobre contratos: Un marco comparativo". Revista
Chilena de Derecho, Vol. 41 N° 2.
BARCIA LEHMANN, Rodrigo (2010). Lecciones de Derecho Civil chileno, tomo I.
:: :-::. ara o Santiago: Editorial Jurídica de Chile.
.:. ::a:no w:¿
BARRIENTOS CAMUS, Francisca (2013). "Comentarios de jurisprudencia. Dere-
cho del consumo''. Revista Chilena de Derecho Privado, N° 20, julio.
CLARO SOLAR, Luis (1979). Explicaciones de Derecho Civil chileno y Comparado.
De las obligaciones, Vol. 11. Santiago: Editorial Jurídica de Chile.
DE MIGUEL Asrnsro, Pedro (2000). Derecho Privado en Internet. Madrid:
Editorial Civitas.
ÜOMÍNGUEZ ÁGUILA, Ramón (2 012). Teoría general del negocio jurídico. San-
tiago: Editorial Jurídica de Chile.
776 RUPERTO P INOCH=:-

Duccr CLARO, Carlos (2007). Derecho Civil. Parte general. Santiago: E ---
Jurídica de Chile.
FERNÁNDEZ, Rodolfo (2001). La Contratación Electrónica: La Pres ta c: ~.
Consentimiento en Internet. Barcelona: J. M. Bosch Editor.
FIGUEROA YÁÑEZ, Gonzalo (1995). Curso de Derecho Civil, Vol. 2. Sa::
Editorial Jurídica de Chile.
FLUME, Werner (1998). El Negocio jurídico. (trad.) José María Miquel Go:-
y Esther Gómez Calle. Madrid: Editorial Fundación Cultural del oL<·'---"""-
GETE-ALONSO Y CALERA, María (2000). "Teoría General del Contra to ".~-: ·
VV. Manual de Derecho Civil. JI Derecho de obligaciones. Responsai: ·
civil. Teoría general del contrato. Madrid: Marcial Pons.
LAcRUZ BERDEJO, José Luis et al. (1999). Elementos de Derecho Civil: .
General. Madrid: Editorial Dykinson.
LEóN HURTADO, Avelino (1991). La voluntady la capacidad en los actosj:.i~
Santiago: Editorial Jurídica de Chile.
MARTÍNEZ DE AGUIRRE Y ALDAZ, Carlos (1994). "Las Nuevas Coorden<=. -
Derecho de la Contratación". Actualidad Civil, N° 2.
MATEu DE Ros CEREZO, Rafael (2000). "El Consentimiento y el Pro-
Contratación Electrónica", en Rafael Mateu de Ros y Juan M an u~
doya (coord.). Derecho de Internet. Contratación Electrónica y Firma ~ _.,
Navarra: Aranzadi.
MOMBERG URIBE, Rodrigo (2011). "La transformación de la ley de pro:::-_
de los consumidores en la norma común del derecho de contraco: -
no'', en Fabián Elorriaga (coord.). Estudios de Derecho Civil VII. ~­
Abeledo-Perrot.
_ _ _ _ _ _ _ _ (2004). "Ámbito de Aplicación de la Ley 0
sobre Protección de los Derechos de los Consumidores". Revista de'--
(Valdivia), Vol. 17.
PENAlLILLO ARÉVALO, Daniel (2006). Las obligaciones. Santiago: Edico.
rídica de Chile.
PrNOCHET ÜLAVE, Ruperto (2014). "La voluntad y el silencio en los co=
de adhesión: el que calla no otorga. Una revisión a propósito de l a:~
cía de la Excma. Corte Suprema de 24 de abril de 2013 recaída er.. ~
Sernac con Cencosud", en Susan Turner y Juan Andrés Varas ( ~ ~·
Estudios de derecho civil IX Santiago: Editorial LegalPublishing.
H ET ÜLAVE : 'Ci.\ UNA RELECTURA DE LAS REGLAS APLICAB LES A LA FORMACIÓ~ DEL CO~SENT IME N TO ENTRE 777
=---o:--:As DISTANTES : ¿EL OCASO DE LA APLICACIÓN SUBSIDIARIA DEL C óDJGO DE COMERCIO?

=o: Editori al _ _ _ _ _ _ _ _ (2011) . "Delimitación Material del Derecho de Con-


sumo: Evolución de la noción de consumidor en la doctrina nacional",
en AA. VV. Estudios de Derecho Comercial. Primeras jornadas Chilenas de
- ~ a ci ón del
Derecho Comercial, N° 1. Ed. Abeledo-Perrot.
_ _ _ _ _ _ _ _ (2007). "¿Integra el Derecho de Consumo el Derecho
__ Santiago :
C ivil, el Derecho Mercantil o conforma una disciplina jurídica autóno-
ma?" en Alejandro Guzmán (ed.). Estudios de Derecho Civil III: Santiago:
..:el Go nzález Editorial LegalPublishing .
~= _ otariado. _ __ __ _ _ _ (2005). ''Aspectos especiales en la formación de contratos
=ro" , en AA. electrónicos", en Íñigo de la Maza (ed.). Cuaderno de análisis jurídicos. Temas
l'<"')onsabilidad de contratos. Santiago: Facultad de Derecho. Universidad Diego Portales.
_ _ _ _ _ _ _ _ (2005). "La formación del consentimiento a través de las
C il J. Parte nuevas tecnologías de la información. parte II. La aceptación electrónica".
Ius et Praxis, 1er semestre.
~BA S , Alejandro (1998). Aspectos jurídicos del Comercio Electrónico en Internet.
Pamplona: Editorial Aranzadi.
-:LVA BARROILHET, Paula (2003) . ''Autonomía de la voluntad, contratación
electrónica y protección del consumidor". Revista Chilena de Derecho In-
formático, N° 3, diciembre.
Pro ceso de
T-\PIA RoDRfGUEZ, Mauricio (2017). Protección de consumidores. Revisión crítica
- _ ian uel Cen-
de su ámbito de aplicación. Santiago: Rubicón Editores.
_:::rma Digital.
_ ________ (2014) . "Silencio y aceptación del consumidor", en
Susan Turner y Juan Andrés Varas (coords.). Estudios de qerecho civil IX.
- ..:e protección
Santiago: Editorial LegalPublishing.
::. ::uaros chile-
: : 1J. Santiago: _ _ _ __ ___ (2005). Código civil 1855-2005. Evolución y perspectivas.
Santiago: Editorial Jurídica de Chile.

:._~- N° 19.496 U BILLA GRAND!, Luis (2008) . La Cláusula de Aceleración en la Obligación Cam-
- -": ¿-ca de derecho biaría. Santiago: LexisNexis.
VIAL DEL Rro, Víctor (2007). Teoría general del acto jurídico. Santiago: Editorial
Jurídica de Chile.
: Edirorial Ju-
VIDAL ÜLIVARES, Álvaro (2000). "Contratación y consumo el contrato de
consumo en la Ley N° 19.496 sobre Pro tección a los Derechos de los
~ los contratas
Consumidores". Revista de Derecho (Pontificia Universidad Católica de
: ::o de la senten-
Va/paraíso), N° 21.
:~caí da en el caso
:aras (coords.) . VODANOVIC HAKLICKA, Antonio (1996). Manual de Derecho Civil. Parte Preli-
~hi ng . minar y General. Santiago: Editorial Jurídica ConoSur Ltda.

También podría gustarte