Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TestabíUty and Mcaniíifi. (liindc rcconoci*) el liecho Í]C que las Icyrs iinivcrsnlos no
son solamcnl(i ((('(niv(^nicnt('^'> para la ciLMicia. ^itio incluso «cscncialosi» (Philosophy
of Sciriicfí 4 . 1037. pág. 27 ) . ]'(?r(> n i su i)!ira iniliirtivista ÍAi^ivnl Foundations of
Probability {19.10) \U('1V(Í a una pftsiciíin muy scnicjantc a la tpie aquí c r i t i c a m n s : al
e n c o n t r a r (jue las leyes u n i \ ei-ilcs liriicn prcbahiUdad cero (pií^. 7(71 ) se ve oblifíaílo
a (leeir (pág. . " ó ) q u e . auníjue no es necesario expulsarlas tie la ciencia, ésta puede
manejárselas perfectamente sin cuas.
*^ üiis(^rvese (}ue prü})<)níj;o la falsaliilitlad Cíjmo criterio de demareacií'm, pero
no de sentido. Advie'rtase, además, cpie a n t e r i o r m e n t e (en el apartado 4 ) he criticado
e n é r g i c a m e n t e el empleo de la idea de sentido como criterio de demarcación, y q u e
ataco el dogrna del sentido, aún más enerí^icíhuente. en el at>artado 9. Por tanto,
es u n puro m i t o (aunf|ue gran n ú m e r o de refutaciones de mi teoría están ba.sadas
en é l ) decir que haya propuesto j a m á s la falsaljilidad como criterio ile sentido. I.a
falsahilidad separa dos tipos de enunciados perfectamente dolados de sentido, los fal-
sahles y los no falsables : traza u n a línea dentro del leníruaje eon sentidí). no alrededor
de él. Véanse también el apéndice *I y el capítulo *1 de mi Postscript, especialmente
los apartados *17 y *19.
F n otros autores se e n c u e n t r a n ideas a n á l o g a s : por ejemplo, en F R A N K , Die
Katisaliliil and ilirp Cri'nzfn ( I 9 , ' i l ) . capitulo I, § 10 {paps. 13 y s i g . ) , y en D l B l s -
i.AV, Die Definition {.'5." ed., í'Jül ), paps, 100 y sip, ((•{. asimi.smo, más arrilia, la
nota 1 J e l aparlodu 4.)