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DERECHO PROCESAL CIVIL

Universidad Carlos III Madrid (Getafe)

2018/2019
JULIA ESTEBAN-HANZA LÓPEZ DE SAGREDO

Resúmenes del Manual Tirant lo Blanch


Presentaciones de Emiliano Carretero Morales
Magistrales de Mariano Callejo Caballero
LECCIÓN 1: LOS PROCESOS CIVILES
1. Los procesos declarativos:
La Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (LEC) regula procesos declarativos
ordinarios y procesos especiales.

No deben confundirse proceso y procedimiento. El primero es el objeto de las actuaciones judiciales,


es el instrumento del que se sirve el Estado para restablecer la paz social. Por otro lado, el
procedimiento son las mismas actuaciones judiciales que se desarrollan en el marco del proceso. Un
símil para comprenderlo sería el del proceso como las vías del tren, siendo el procedimiento el
propio tren.

A. Principios que informan los procesos declarativos civiles.


Los principios del proceso son una serie de valores o fundamentos que subyacen a un modelo
procesal. Estos principios inspiran al legislador y son lo que constituye un valioso acervo de
interpretación cuando el proceso presenta lagunas.

- Principios inherentes a la ESTRUCTURA DEL PROCESO.

• Principio de demanda: implica que el proceso tiene que iniciarse de demanda, esto es, de
una petición. El juez no interviene en un conflicto si las partes no lo piden, es decir, solo
actúa a instancia de parte. La solución al conflicto no se hace por voluntad del juez (no
iniciación de oficio) sino por voluntad de las partes.
• Principio de dualidad o de igualdad de partes: consustancial al derecho fundamental de
la tutela judicial efectiva. A las partes se les debe reconocer los mismos derechos,
obligaciones y posibilidades y cargas de alegación y de impugnación. Deben poder utilizar
los mismos medios de ataque y defensa, las mismas posibilidades de alegación y de uso de
medios de prueba (igualdad de armas: abogado y procurador).
• Principio de contradicción: para que pueda hablarse de proceso es necesario que existan
dos partes enfrentadas entre sí, que haya una controversia intersubjetiva (demandante-
demandado). De no ser así, estaremos ante un acto de jurisdicción voluntaria (ej. tutela del
discapacitado) y no ante un proceso. Tiene que haber un conflicto respecto del Derecho.
• Principio dispositivo: comporta la disponibilidad del derecho de acción, el principio de
demanda. Es decir, si las partes tienen la disponibilidad del derecho que se actúa en el
proceso (si son las dueñas y señoras del derecho que se actúa en el proceso), son libres a la
hora de iniciar el proceso civil o no (a instancia de parte: son libres de defender o no su
derecho). Además, son libres a la hora de delimitar el objeto del proceso, y pueden poner fin
al proceso por propia voluntad (allanamiento o transacción). Los procesos informados por
este principio, lo están también por el de aportación de parte.

*No es lo mismo desistir que renunciar. El primero implica interrumpir la acción pudiendo
volver a iniciarla, posibilidad que no existe en la renuncia.

Cuando en el proceso se pretende la tutela de derechos que no son disponibles, esto es,
situaciones con un carácter imperativo o reguladas por normas de carácter imperativo, los
procesos civiles se estructuran en base al principio inquisitivo, puesto que en ellas existen
intereses públicos tutelables. Esto ocurre en situaciones jurídicas o de derechos sobre el
estado y condición civil de las personas (ej: procesos de incapacitación).

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- Principios referentes a la FORMACIÓN DEL MATERIAL FÁCTICO.

• Principio de aportación de parte: de conformidad con este principio, el juez debe dictar
sentencia conforme a los hechos que hayan sido alegados y probados por las partes. El juez,
manteniéndose distante de esa actuación, dicta sentencia según las alegaciones y pruebas de
las partes. No basta con tener razón en un conflicto, hay que probar que se tiene.
Frente a este principio, la investigación de oficio es aquella en la que el órgano
jurisdiccional, además de escuchar lo alegado por las partes, ostenta una especial
responsabilidad o protagonismo para aportar pruebas. Son los procesos informados por el
principio inquisitivo (derecho no disponible).

- Principios relativos a la VALORACIÓN DE LA PRUEBA.

• Libre valoración de la prueba: el juez valora los medios probatorios conforme a las reglas
de la sana crítica, esto es, a su propia experiencia y la lógica. Ej: autopsia (prueba pericial).
• Prueba tasada o legal: su valoración es determinada por ley. Ej: certificación del registro o
la escritura pública notarial, prueba tasada por excelencia.
• Valoración conjunta de la prueba (introducida por el Tribunal Supremo): el juez,
conforme a la sana crítica, deberá valorar la prueba libre y la tasada en su conjunto.

- Otros principios, referentes al PROCEDIMIENTO:


o Referentes a la FORMA DE LOS ACTOS PROCESALES.

• Principio de oralidad: un procedimiento está informado por este principio


cuando el proceso probatorio, esto es, el acto de la prueba, se desarrolla oralmente
(como ocurre en todos los procesos declarativos). Esto no quiere decir que no
existan partes escritas a lo largo del procedimiento. Es una exigencia impuesta en
la CE (art. 120). La LEC 2000 lleva a cabo esta potenciación. Predomina sobre el
principio de escritura. Importante para ppios de concentración e inmediación.

o Relativos a la RELACIÓN QUE TIENE EL TRIBUNAL CON LAS PARTES.

• La inmediación supone que el juez está obligado a presenciar la prueba en la que


fundará su resolución. El juez que presencia la prueba debe ser el mismo que el
que dicte la sentencia.

o Otros:

• La concentración supone que los actos procesales se desarrollen en una sola


audiencia (cuando no sea factible en una o varias audiencias, lo más próximas en
el tiempo). Unidad de acto (si no es posible de todo el proceso, al menos debe
darse la unidad del acto de la prueba), reducción del tiempo del procedimiento.
• Preclusión: (que precluye: que ya no se puede hacer) todos los actos procesales
son improrrogables. Se tiene un plazo (para ejercer un derecho, por ejemplo) y
hay que cumplirlo.
• Principio de publicidad: se han de distinguir la publicidad interna, por la que
solo el juez y las partes conocen de los datos del caso (ej: violencia de género,
derecho al honor, los que afectan a menores e incapacitados), la publicidad externa
(el resto de casos: las sentencias son publicadas y los juicios se celebran en
audiencia pública) y la limitada (la publicidad es limitada incluso para las partes,
se decreta secreto de sumario; es raro en civil).

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B. Procesos declarativos ordinarios y especiales.
El carácter de proceso ordinario viene dado porque está pensado para, bajo sus trámites, resolver la
generalidad de los conflictos que se puedan presentar; se establecen procesos especiales o procesos
con tramitación especial cuando el legislador entiende que la materia jurídica objeto de tutela
requiere de otra tramitación, pues la general no ofrece garantías suficientes para conseguir la tutela
que se pretende.

2. Los procesos declarativos ordinarios.

A. El juicio ordinario y el juicio verbal.

La Ley regula en el Título I del Libro II dos procesos declarativos ordinarios, que son los que están
enumerados en los arts. 248 y ss: el juicio declarativo ordinario y el juicio verbal. De acuerdo con
lo que se establece en dicho artículo, todas las contiendas judiciales que no tengan señalada por la
Ley una tramitación específica serán ventiladas y decididas por uno de estos dos procesos
ordinarios.

B. Ámbito de cada tipo de juicio.

La Ley utiliza dos criterios para decidir qué materias jurídicas o conflictos se resolverán a través de
los trámites del juicio declarativo ordinario y cuáles otras a través del juicio verbal:

- Criterio objetivo (materia).


o Se conocerán por juicio ordinario las demandas que tengan por objeto cualquier
conflicto sobre las materias que vienen recogidas en el artículo 249.1 LEC: derechos
honoríficos de la persona, tutela de derechos fundamentales, impugnación de
acuerdos tomados por órganos societarios de entidades mercantiles, entre otros.
o Art 250 LEC: Se conocerán por juicio verbal, entre otros, las demandas sobre
alimentos (debidos por disposición legal o cualquier otra causa), litigios sobre el
derecho de rectificación de hechos inexactos y perjudiciales, y los que supongan el
ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y difusos de
los consumidores y usuarios.

- Cuantía. Esta se determinará según lo dispuesto en el art. 251 LEC. Las normas de
determinación de la clase de Juicio por razón de la cuantía solo se aplicarán en defecto de
norma por razón de la materia.
o La Ley asigna al juicio ordinario aquellos conflictos en los que la demanda tenga
una cuantía que exceda de 6000€ o esta sea inestimable, ni siquiera de forma
aproximada (art. 249.2 LEC).
o Atendiendo al art 250.2, por el juicio verbal se conocerán las demandas que tengan
un valor inferior a 6000€.

--- (Para los siguientes dos apartados, incluir también la información de los esquemas a mano) ---

C. Las fases del juicio ordinario.

Está regulado en los arts. 399-436 LEC.

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a) Fase alegatoria: La demanda y la contestación componen esta fase esencialmente. Son actos
procesales de parte en los que piden al órgano judicial la resolución que les convenga en
orden al conflicto jurídico que plantea el actor, basando dicha petición en alegaciones de
hecho y de derecho. Ambos actos procesales fijan de forma definitiva la contienda y
determinan el contenido y la extensión del poder jurisdiccional del órgano judicial que se
deberá atener en su sentencia a lo pedido por las partes y a la razón o fundamentación de lo
que cada una de las partes pide.
b) Audiencia previa al juicio: se trata de una vista, o un acto oral que tiene como finalidad
conseguir un acuerdo o transacción de las partes que evite el proceso. En caso de no ser esto
posible, existe un objetivo distinto: preparar el procedimiento. La audiencia sirve para que
las partes fijen su posición jurídica y fáctica de forma definitiva.

*A la audiencia han de acudir las partes con sus abogados y procuradores. Si no acuden, el
juez da por terminado el proceso dictando auto de sobreseimiento. Lo mismo ocurre cuando
la parte actora no acude, o no acude su abogado, y la demandada no quiere continuar con el
proceso. Si el que no acude es el demandado, la audiencia se entenderá con el demandante
en lo que resulte procedente.

c) El juicio y la sentencia: tiene por objeto llevar a la práctica las pruebas que han sido
admitidas por el órgano judicial y, por último, realizar los actos de conclusión: las partes
hacen un resumen de lo ocurrido en el proceso, desde el punto de vista de los hechos y del
Derecho. Terminado el juicio, el órgano judicial dicta sentencia en el plazo de veinte días, a
no ser que haya que realizar alguna diligencia final (razones en LEC) que tienen carácter
exclusivamente probatorio. En tal caso, las partes podrán presentar un escrito de
conclusiones sobre las mismas.

D. Las fases del juicio verbal.

Se encuentra regulado en los artículos 437-447 LEC.

a) Fase alegatoria: Se desarrolla de la misma forma que en el juicio ordinario, pero con un
plazo menor (10 días en lugar de 20). *Las partes deberán concurrir a la vista con las pruebas
con las que intenten valerse. Si el demandante no asistiese a la vista y el demandado no
alegare interés en la continuación del proceso, este terminará por un auto teniendo por
desistido al actor. Si el demandado no concurriera a la vista, se le tendrá por rebelde.
b) Vista: se desarrolla lo que en el juicio ordinario hemos llamado fase intermedia y juicio. A
diferencia del ordinario, aquí las conclusiones no son obligatorias, la ley dice que “podrá
haberlas”. Finalmente, el órgano judicial dicta sentencia en un plazo de diez días.

3. Los procesos declarativos ESPECIALES:

Mientras que los procesos ordinarios sustancian cualquier objeto que no tenga por ley una regulación
específica (ya sea por juicio verbal u ordinario), los procesos declarativos especiales sirven para
sustanciar pretensiones concretas y determinadas. Distinguimos varios grupos:

- Procesos sumarios: Son procesos verbales con especialidades. El juez conoce de un asunto
en concreto, pero no de todo el procedimiento real. Debemos distinguir los que van dirigidos a la
defensa de derechos reales, a la defensa de derechos de crédito y otros. Por ejemplo: desahucio (el juez
se limita a ver si la parte demandada ha pagado o no la renta, no discute quién es el
propietario de la finca o si tiene derecho a estar ahí); proceso monitorio (se fundamenta en
el pago de una cantidad de dinero debida a la existencia de un documento; una parte le debe
dinero a otra, no se entra a investigar más - *más info en la práctica*), algo sobre cuentas.

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- Procesos inquisitivos: También son verbales con especialidades. Amplio poder de decisión
por parte del juez sobre el proceso, quien puede proponer medios probatorios (nunca lo hace
en otros procesos). Es así por tratarse de un derecho a proteger especialmente sensible. Se
incluyen todos aquellos que se tramitan para dilucidar la capacidad, estado y condición de
las personas. Ej: Filiación, matrimoniales, divorcio, de menores (elementos sensibles como
pensión de alimentos, régimen de visitas de los niños, incapacidades…).
- Procesos para la división de patrimonios: Las partes no se ponen de acuerdo sobre cómo
hacer el reparto y acuden al juez para que decida. Ej: herencia, liquidación del régimen
matrimonial.

Hemos de mencionar aquí los procesos declarativos ordinarios CON ESPECIALIDADES, que
no son técnicamente procesos especiales, sino procedimientos verbales con especialidades, como,
por ejemplo, el proceso de los consumidores.

4. Otros procesos:

El proceso de ejecución:

En muchas ocasiones, la tutela efectiva de los derechos materiales requiere obtener de los tribunales
una actuación del órgano judicial tendente a conseguir por la fuerza lo que el obligado en la sentencia
no quiere cumplir voluntariamente. Este proceso de ejecución es reflejo del art. 117 CE cuando
dice que la función jurisdiccional consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
El objetivo de este proceso es el de poner el patrimonio del deudor a disposición del ejecutante, así
como coaccionar al deudor para que realice una actividad concreta.
Ejemplos de diferentes procesos de ejecución son:
o Por obligaciones dinerarias (art. 571 y ss)
o Sobre bienes hipotecados (art. 681 y ss)
o Por obligaciones de entregar cosas (art. 701 ss)
o Por obligaciones de hacer o no hacer (art. 705 LEC)

Todos esos procesos se inician con una demanda ejecutiva, que tiene su base en un título de
ejecución, que es la expresión formal de la legitimación de una resolución judicial (sentencia, laudo,
auto homologando transacción), aunque también puede tener origen extrajudicial.

El proceso cautelar:

Consiste en asegurar el resultado de una posible sentencia favorable. Se regula en los arts. 721 –
747 LEC. Se regula un proceso ordinario y otro especial, en el que la tutela cautelar se otorga sin
audiencia del demandado.

La Ley lo ha previsto para asegurar al actor que el derecho cuya tutela pide en la demanda, si es
reconocido, podrá ser tutelado con la sentencia, tomando para ello medidas aseguratorias del
patrimonio del demandado o imponiendo una situación, hasta tanto termina el proceso, que
posibilite la ejecución posterior de la sentencia. Algunos ejemplos de medidas adoptadas para ello
(medidas cautelares) son el embargo preventivo, el depósito de cosa mueble, las anotaciones
preventivas, otras anotaciones registrales y la formación de inventarios.

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LECCIÓN 2: LA COMPETENCIA
JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

1. La potestad jurisdiccional. Contenido y límites.

*La jurisdicción determina cuál es el órgano jurisdiccional que debe conocer de un caso, refiriéndose al
Estado español frente a tribunales extranjeros. Esto es, es la potestad del Estado.

La jurisdicción constituye una potestad del Estado. Esta potestad comprende tanto la emisión del juicio
jurisdiccional como la ejecución de lo juzgado, y se ejercita exclusivamente por los Juzgados y Tribunales
determinados por las leyes, según las normas de competencia y procedimiento que las mismas establezcan
(art. 117.3 CE).

La potestad jurisdiccional es única e indivisible: se tiene o no se tiene; pero si a un órgano se le atribuye la


ostenta en toda su plenitud (art. 3.1 LOPJ); precisamente en ello se basa la independencia de cada Juzgado o
Tribunal. El que pueda hablarse de jerarquía en la estructuración de los tribunales no permite concebir una
subordinación o dependencia entre ellos, desde el punto en que los «inferiores» siguen siendo soberanos en
el ejercicio de la jurisdicción. Claramente se dispone en la LOPJ que «en el ejercicio de la potestad
jurisdiccional los jueces y magistrados son independientes respecto a todos los órganos judiciales» (art. 12).

Es preciso resaltar además el carácter exclusivo con que la norma constitucional atribuye la
jurisdicción a los Juzgados y Tribunales, que supone que no puede atribuirse ni delegarse en otros
órganos o poderes. Sin embargo, este régimen de monopolio no impide que los sujetos de un
conflicto, siempre que se refiera a derechos disponibles, puedan encomendar la resolución de su
litigio a un tercero, a través del arbitraje o instar la intervención de un mediador.

También el propio Estado español puede autolimitarse porque considere que la tutela jurisdiccional
que pretendidamente otorgaran sus tribunales nunca llegaría a ser efectiva por imposibilidad de
verse materializada, como ocurriría cuando falta toda conexión del objeto litigioso con nuestro país
y deben conocer del conflicto tribunales extranjeros, como efectivamente se ha hecho en el art. 22
octies de la LOPJ. Asimismo, sucede que, al amparo de lo previsto en el art. 93 de la Constitución,
el Estado, mediante ley orgánica, puede llegar a atribuir «a una organización o institución
internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución», como en el caso de la
jurisdicción reconocida al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

2. La competencia. Su fundamento.

*La competencia es el ámbito sobre el que un órgano ejerce su potestad jurisdiccional.

Tiene su fundamento en la pluralidad de tribunales, que exige y permite distribuir entre ellos el
conocimiento de los procesos que se susciten en territorio español, en función del thema decidendi
(la materia litigiosa sobre la que hay que resolver).

Aunque la jurisdicción como potencia no admite distribución, el ejercicio de la jurisdicción –la


jurisdicción como acto– se encuentra limitada y se distribuye entre los diversos tribunales. Por eso
establece el art 117 CE que “el ejercicio de la potestad jurisdiccional corresponde a los Juzgados y
Tribunales según las normas de competencia que las leyes establezcan”. La competencia puede
definirse así como el conjunto de procesos en que un tribunal puede ejercer, conforme a la ley,
su jurisdicción.

Esta diversidad de tribunales se manifiesta básicamente en dos vertientes: por una parte, en que se
han instaurado distintos tipos de órganos jurisdiccionales (art. 26 LOPJ), desde los Juzgados de

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Paz al Tribunal Supremo; por otra parte, en que se han creado, con la salvedad de los tribunales de
ámbito nacional, varios tribunales del mismo tipo.

1) Jueces de Paz
* 2) - J. de primera instancia
- J. de lo mercantil
- J. de violencia sobre la mujer
- J. especializados
3) Audiencia Provincial
4) Tribunal Superior de Justicia
5) Tribunal Supremo

Todo ello permite instituir cuatro órdenes jurisdiccionales (competencia genérica o por órdenes):
civil, penal, contencioso-administrativo y social, de modo que en la actualidad los diferentes
Juzgados, Tribunales, y las Secciones o Salas de estos últimos, se incardinan en un concreto orden
jurisdiccional o jurisdicción.

3. La jurisdicción de los tribunales civiles.

4. Los criterios de determinación de la competencia en el orden civil.

Como en la organización judicial española existe una diversidad de tribunales integrantes del orden
jurisdiccional civil, se han podido establecer distintos grados de jurisdicción y, dado que de la
mayoría de los tipos de tribunales hay una pluralidad de órganos, se han de establecer y conjugar
los criterios competenciales. Estos son tres: competencia objetiva, funcional y territorial.

La combinación de estos tres criterios resulta imprescindible para saber con anterioridad al proceso
qué órgano jurisdiccional civil debe conocer del mismo y a cuál, por tanto, debe dirigirse el actor.
Solo de esta manera puede darse satisfacción al derecho fundamental al juez ordinario
predeterminado por la ley (art. 24.2 CE), al derecho al juez legal o natural.

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COMPETENCIA OBJETIVA

1. Concepto y clases.

La competencia objetiva determina, en razón del objeto del proceso propuesto por el actor en la
demanda, cuál es el órgano que debe conocer de la primera instancia con exclusión de cualquier
otro. Tres son los criterios que utiliza el legislador para atribuir este conocimiento: en primer
término, el de la persona del demandado (arts. 56 y 73 LOPJ); en segundo, el de la materia, o
naturaleza de la pretensión; y por último el de la cuantía, o cantidad objeto del litigio (art. 47 LEC).

Los criterios de la persona del demandado y de la materia a que se refiere el litigio son preferentes,
primando en todo caso sobre el criterio de la cuantía, de modo que habrá de estarse a lo que resulte
de ellos, con independencia de a cuánto ascienda el valor de la demanda.
Distribución de la
competencia objetiva

A) Competencia objetiva por razón de la PERSONA del demandado

La calidad de las personas que ocupan la posición pasiva en el proceso civil no atribuye
competencia, por ese solo hecho, a un concreto órgano jurisdiccional. Sin embargo, cuando el
objeto del proceso es la exigencia de responsabilidad civil por hechos realizados en el ejercicio
de sus funciones por magistrados del Tribunal Supremo, magistrados en ciertos supuestos, o
algunos altos cargos públicos, se atribuye entonces la competencia a la Sala de lo Civil del
Tribunal Supremo o a la Sala de lo Civil de los Tribunales Superiores de Justicia (arts. 56.2o y 3o,
y 73.2.a) y b) LOPJ). Lo propio sucede para la tramitación de las demandas dirigidas contra la
Reina consorte o el consorte de la Reina, la Princesa o Príncipe de Asturias y su consorte, así como
contra el Rey o Reina que hubiere abdicado y su consorte (art. 55 bis LOPJ).

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B) Competencia objetiva por razón de la MATERIA. Juzgados civiles especializados

La materia litigiosa ha sido tradicionalmente uno de los criterios fundamentales para la


determinación de la competencia objetiva. (Tabla)
Con carácter general, el conocimiento de todos los procesos civiles se atribuye a los Juzgados de
Primera Instancia, de todos aquellos que por disposición legal expresa no se hallen atribuidos a
otros tribunales (art. 45 LEC).
Por otra parte, cuando en la misma población existieran varios Juzgados de Primera Instancia, el
Consejo General del Poder Judicial, al amparo de lo que autoriza el art. 98 LOPJ, podrá atribuir
con carácter exclusivo el conocimiento de determinada clase de asuntos o de las ejecuciones a un
Juzgado civil especializado (como los Juzgados de Familia, de lo Mercantil y de Violencia sobre
la Mujer). Esto implica que, en las poblaciones donde existan, solamente ellos pueden conocer de
los asuntos de aquella concreta clase, debiendo inhibirse a favor de los demás tribunales
competentes, cuando el proceso verse sobre materias diferentes (art. 46 LEC).

C) Competencia objetiva por razón de la CUANTÍA

La cuantía, la cantidad objeto del litigio, entra en juego en forma subsidiaria de los analizados
anteriormente. De este modo, en los arts. 249 y 250 LEC, la cuantía de la pretensión permite
distribuir los litigios entre el juicio ordinario y el juicio verbal solo cuando el asunto no se
comprende en las materias enunciadas en dichos preceptos.

Los tribunales civiles de primera instancia comunes han quedado reducidos a dos tipos, los
Juzgados de Primera Instancia y los Juzgados de Paz, pero el legislador ha relegado a estos últimos
a tribunales casi testimoniales, que ejercen esencialmente funciones de simple representación del
Poder Judicial en los municipios de menor entidad, pues carecen casi de competencia en materia
contenciosa. En las poblaciones donde existan los Juzgados de Paz (únicamente los municipios
donde no haya Juzgado de Primera Instancia), su competencia alcanza al conocimiento de los
procesos ordinarios cuya cuantía no exceda de 90 euros (art. 47 LEC)

2. Carácter y tratamiento procesal.

Las normas sobre competencia objetiva tienen carácter absoluto; son inderogables incluso mediando
acuerdo de las partes (ius cogens). El legislador dispone que un concreto órgano jurisdiccional
conozca de un determinado objeto litigioso y, aunque permite la sumisión de las partes (con las
excepciones que luego se dirán), dispone que esta solo será válida y eficaz cuando se haga a
tribunales con competencia objetiva para conocer del asunto de que se trate (art. 54.3 LEC).

A) Examen de oficio
El carácter imperativo de las normas impone el examen o control de oficio de la competencia
objetiva. La ley exige que la falta de competencia se aprecie de oficio, y tan pronto como se advierta
(art. 48.1 LEC), el letrado de la Administración de Justicia dará vista a las partes y al Ministerio
Fiscal por plazo común de diez días, resolviendo el tribunal por medio de auto (art. 48.3 LEC).

La declaración de incompetencia llevará aparejada la nulidad de las actuaciones (art. 238.1 LOPJ
y art. 225.1o LEC). Asimismo, el juez deberá expresar en la misma la clase de tribunal al que le
corresponde la competencia (arts. 51.2 LOPJ y 48.4 LEC).

Contra este auto puede interponerse recurso de apelación (66.1 LEC). Si este se resolviera
revocando el auto y considerando al Juez de la primera instancia objetivamente competente, no
cabría ulterior recurso.

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B) Denuncia de parte
La inderogabilidad de las normas sobre competencia objetiva permite que su falta sea también
denunciada por las partes, ya que los actos judiciales producidos con manifiesta falta de competencia
serán nulos de pleno derecho. En la LEC se regulan tres impugnaciones diferentes:

a) La falta de competencia objetiva. Se da en aquellos casos en que, por razón de la persona,


de la materia o de la cuantía, el órgano jurisdiccional ante quien se presentó la demanda no tiene
atribuido el conocimiento del asunto (una demanda sobre impugnación de acuerdos sociales o de
solicitud de alimentos que se presentaran en un Juzgado de Paz).

Esta circunstancia debe ser denunciada a través de la declinatoria (arts. 49 y 63 LEC). Se presenta
en la práctica muy excepcionalmente, por existir reglas claras y concluyentes. No obstante, con la
creación de tribunales especializados –señaladamente de los Juzgados de lo Mercantil– pueden
plantearse algunos problemas, sobre todo en casos de acumulación de pretensiones. La falta de
jurisdicción y competencia apreciable de oficio puede ser planteada por la parte, al tratarse de un
motivo de nulidad, en la audiencia previa, conforme a lo previsto en el art. 416.2.II LEC.

b) Impugnación de la cuantía de la demanda (art. 255 LEC). Es más frecuente. Puede


presentar una triple consecuencia:
(i) Puede ser determinante de competencia objetiva. Ej: la demanda se valoró en 60 euros y se
planteó ante el Juez de Paz, pero entiende el demandado que el valor es de 120 euros, lo que haría
competente al Juez de Primera Instancia.
(ii) Cambio de procedimiento. Ej: el actor expresa como valor 8.000 euros y el demandado considera
que la cuantía de la demanda solo asciende a 5.500; en el primer caso habría que tramitar el proceso
por las normas del juicio ordinario y en el segundo por las del juicio verbal.
(iii) Que no se modifique ni la competencia ni el procedimiento. Esta impugnación no debiera ser
admitida, ya que no afecta al curso del procedimiento –salvo que se persiga o se deduzca una
consecuencia de índole procesal, como sucedería cuando incidiera en la summa gravaminis para
acceder al recurso de casación, fijada en 600.000 euros (art. 477.2.2o LEC). En este caso se justifica
la impugnación de cuantía porque impide en un caso o permite en otro el recurso.

c) Inadecuación del procedimiento propuesto por el actor. Puede resultar de la impugnación


de la cuantía, pero puede también oponerse en razón de la naturaleza de la pretensión del
demandante (art. 255 LEC), incluso cuando la competencia resulte también atribuida al mismo
Juzgado. Ej: si se trata de recuperar la posesión de una finca cedida en precario y el actor pretendiera
que se sustancie por los trámites del juicio ordinario.

C) El cambio de competencia en caso de violencia de género

La LO 1/2004 ha creado los Juzgados de Violencia sobre la Mujer a los que, junto a las
competencias en materia penal propias de los Juzgados de Instrucción, ha atribuido competencias
civiles, que ejercerán de forma exclusiva y excluyente (art. 49bis LEC). Así, asumen el
conocimiento de los procesos en materia de derechos civiles de la persona, esencialmente de
procesos matrimoniales y de relaciones paterno filiales. La competencia objetiva por razón de la
materia se les encomienda desde el momento en que se abra un proceso penal para perseguir el acto
de violencia de género o se haya dictado una orden de protección con independencia del estado en
que se encuentre el proceso civil, salvo que se haya iniciado la fase de juicio oral; desde ese instante,
el juez de primera instancia que estuviera conociendo de estos procesos civiles deberá inhibirse y
remitir todas las actuaciones al Juzgado de Violencia sobre la Mujer que esté tramitando el
procedimiento penal (art. 49 bis.1 LEC).

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Este cambio de competencia a favor de los Juzgados especializados es excepcional en nuestro
ordenamiento, pues implica no solo una demora en la tramitación del proceso civil, sino una
modificación sustancial en el desarrollo del mismo. Cuando un juez de primera instancia esté
sustanciando alguno de los procesos de los que deba conocer el Juzgado de Violencia y tenga
noticia de la posible comisión de un acto de violencia de género, convocará a las partes y al MF
a una comparecencia, tras la cual el Fiscal decidirá si procede presentar una denuncia o solicitar
una orden de protección- Si el Ministerio Fiscal interpone denuncia o solicita la medida de
protección deberá entregar copia de la misma al Tribunal, quien continuará conociendo del
asunto hasta que sea requerido de inhibición por el Juez de Violencia sobre la Mujer.

Por la misma razón, cuando el Juzgado de Violencia sobre la Mujer esté conociendo de una causa
penal por violencia de género, y tenga noticia de la existencia de un proceso civil cuyo
enjuiciamiento le venga atribuido, deberá requerir de inhibición al tribunal civil, y este acordará de
inmediato su inhibición y la remisión de los autos al Juzgado de Violencia sobre la Mujer.

Desde la remisión las partes deben comparecer ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Por
otro lado, para determinar la competencia de este Juzgado no se aplicarán las normas generales
sobre el tratamiento procesal de la competencia objetiva, ni se admitirá declinatoria, debiendo
las partes que quieran hacer valer la competencia del Juzgado especializado presentar testimonio
de alguna de las resoluciones que pongan en marcha las actuaciones penales.

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COMPETENCIA FUNCIONAL

1. Concepto.

La diversidad de tipos de tribunales hace posible estructurar un proceso que se desarrolle en una
dualidad de instancias. Los recursos devolutivos, junto con otras circunstancias, comportan que en
un mismo proceso van a intervenir (o cabe que intervengan) distintos tribunales. Precisamente a esta
consideración responde el concepto de competencia funcional, criterio por el que se determinan los
órganos que han de conocer cada acto o fase a lo largo de un proceso civil en curso.
La nota más significativa de la competencia funcional es su carácter derivado. En efecto, para
fijarla, hay que partir siempre –únicamente– de dos datos: órgano de la primera instancia y cauce
procedimental. No puede hacerse depender, por tanto, de la competencia objetiva o territorial, que
son los criterios que determinan el órgano competente para la primera instancia.

2. Manifestaciones de la competencia funcional.

Las principales manifestaciones son: la atribución del conocimiento de los recursos devolutivos (art.
62 LEC), de los incidentes y de la ejecución (art. 61 LEC). Los principales supuestos son:

o Incidentes:
a) La regla general es que ha de conocer de ellos el mismo órgano que esté conociendo la
cuestión principal.
b) Recusación. La competencia para instruir los incidentes de recusación de jueces y
magistrados viene establecida en los arts. 224 LOPJ y 108 LEC. Para resolver este incidente
hay que estar a lo que dispone la LOPJ y el art 110 LEC. Respecto de la recusación de los
letrados de la AJ, el art. 446 de la LOPJ y 115 de la LEC.
c) Cuestiones de competencia. Su resolución viene encomendada al Tribunal Inmediato
superior común de los órganos jurisdiccionales entre quienes se empeñe (art. 60.3 LEC para
la cuestión de competencia territorial, entre otros, y 85.4 LOPJ).
o Recursos devolutivos:
a) Apelación. Recurso ordinario. Es competente para conocer de este recurso el superior
jerárquico: Juez de Paz -Juez de Primera Instancia – Audiencias Provinciales...
b) Casación. Recurso extraordinario. Es un recurso extraordinario. La competencia para
conocer de él se atribuye al Tribunal Superior de Justicia cuando en la resolución que se
impugna vienen infringidas normas económicas, y a la Sala Primera del Tribunal Supremo
en los demás casos.
c) Infracción procesal. Conocerá de él el Tribunal Superior de Justicia cuando en la resolución
que se impugna vienen infringidas normas de autonomía, de derecho foral, y a la Sala
Primera del Tribunal Supremo en los demás casos. (Contra resoluciones contra las que se
han interpuesto recurso de casación).
o Ejecución:
a) Resoluciones judiciales/sentencias. Será competente el tribunal que conoció en primera
instancia.
b) Transacciones y acuerdos judicialmente homologados o aprobados. Es competente el
órgano que homologó o aprobó la transacción o acuerdo (art. 545.1 LEC).
c) Laudo arbitral. Será competente el Juzgado de Primera Instancia del lugar donde se dictó.
d) Para llevar a efecto los autos y providencias tiene competencia el Juzgado o Tribunal que
los dicte (art. 61 LEC).

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3. Carácter y tratamiento procesal.

Las normas de competencia funcional, al igual que las reguladoras de la competencia objetiva, son
improrrogables (ius cogens). De modo terminante se dispone que no serán admitidos a trámite los
recursos dirigidos a un tribunal que carezca de competencia funcional para conocer de los mismos
(art. 62.1 LEC).

a) El control de la competencia debe hacerse de oficio, no admitiendo el recurso, porque son nulos
de pleno derecho los actos judiciales que se produzcan con manifiesta falta de competencia
funcional (arts. 238.1o LOPJ y 225.1o LEC).

Si el recurso se hubiera admitido, el tribunal podrá, antes de que hubiere recaído sentencia
definitiva, abstenerse de conocer, previa audiencia de las partes (art. 240.2 LOPJ y 227.2 LEC). A
partir de esta resolución judicial el recurrente dispone de un plazo de cinco días para interponer o
anunciar el correspondiente recurso (art. 62.2 LEC).

b) Por lo que se refiere a la denuncia por las partes de la incompetencia funcional, esta puede
hacerse por medio de los recursos ordinarios «o por los demás medios que establezcan las leyes
procesales» (arts. 240.1 LOPJ y 227 LEC); en el proceso civil entiendo puede seguirse el cauce de
los incidentes, pretendiendo la nulidad de lo actuado (art. 387 LEC).

COMPETENCIA TERRITORIAL

1. Concepto y criterios de atribución: los fueros.


La finalidad es la de determinar a qué órgano o qué Juez, entre aquellos del mismo tipo, le
corresponde conocer de un asunto. Las normas sobre esta competencia tienen carácter disponible,
como se establece en el art. 54 LEC.
Los criterios que se utilizan para fijar las reglas de competencia territorial se denominan fueros, y
resulta ser el lugar donde una parte tiene derecho a que se le emplace para responder y defenderse
en un determinado asunto. Los fueros guardan relación bien con la voluntad de las partes, bien con
el objeto litigioso, bien con la persona del demandado. Existen dos tipos:

A. Fueros convencionales
Establecidos por la voluntad de las partes como consecuencia de la facultad de disposición. El
primer criterio a tener en cuenta para determinar la competencia territorial es la sumisión, regla
preferente y general (art. 54.1 LEC). La sumisión puede producirse por dos cauces distintos:
o Sumisión tácita (art 56 LEC): Es preferente a la expresa, y ha de ser bilateral. Consiste en
una ficción legal que parte de la idea de que la competencia de un tribunal queda establecida
por las actuaciones procesales que realizan las partes. Tiene como consecuencia inmediata
el impedir a las partes discutir la competencia del tribunal y plantear con éxito la declinatoria.

De esta manera, la competencia del tribunal va a venir establecida por parte del demandante
por el hecho de interponer la demanda o solicitar unas medidas cautelares o interponer una
diligencia previa. En este hecho se supone que se atribuye la competencia territorial a ese
órgano judicial. Por parte del demandado, se entiende que hay sumisión tácita cuando una
vez personado, tras la interposición de la demanda, lleva a cabo cualquier actuación que no
sea la de interponer la declinatoria (contestación a la demanda).

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o Sumisión expresa (art 55 LEC): Es la que pactan los interesados renunciando de forma clara
y determinante al fuero que les es propio y designando la circunscripción del órgano judicial
al que se someten.
Es un pacto extraprocesal entre las partes, anterior al proceso. Lo que se hace en este pacto
es renunciar al fuero legal y acordarse un sometimiento a otros órganos judiciales
objetivamente competentes de otro lugar. Lo que se designa es la circunscripción o el lugar
concreto donde ejercen su jurisdicción los tribunales que hayan de conocer de un
determinado asunto, NO se designa un órgano jurisdiccional. Debe ser siempre por escrito.
En un pacto de sumisión expresa no pueden señalar dos circunscripciones al mismo tiempo
(no pueden designar que se someten a los juzgados de Cádiz y Sevilla). Además, debe ser
un acuerdo bilateral (si no: es nula). En ningún caso será admisible incluir una cláusula que
establezca que será una de las partes la que determine a qué órgano se somete. También se
requiere la relación jurídica concreta respecto de la que es operativo el pacto de sumisión
(NO cabe una sumisión a una pluralidad de relaciones jurídicas).

B. Fueros legales
Si no se ha producido la sumisión tacita, ni la expresa, la competencia territorial viene determinada
por los fueros legales: el lugar que establece el legislador. Pueden ser exclusivos (cuando el
demandado puede exigir que se le cite, haciendo uso de ese fuero, con exclusión de otros) o
concurrentes (cuando el demandado puede ser citado en varios fueros). A su vez, los fueros
concurrentes pueden ser electivos (cuando el demandante tiene la posibilidad de optar entre varios
fueros) o sucesivos (cuando la preferencia viene establecida por la norma). Hay dos grupos:

o Fueros especiales: Arts. 52 y 53, 545, 684, 756, 769, 771, 779, 807, 813 y 820 LEC. Son
preferentes a los generales. El legislador expresa cuáles son y en qué casos se dan. Por
ejemplo: en casos de divorcio, será el domicilio conyugal; en procesos de incapacitación, el
domicilio del incapacitado (si vive en una residencia, normalmente se establece el domicilio
en la misma en cuanto se muda); en casos de desahucio, allá donde esté situada la finca.
o Fueros generales: Dependerá del tipo de persona que sea el demandado.
Para las personas físicas (art 50 LEC, que incluye a empresarios) es el domicilio del
demandado, con carácter subsidiario. Si no tuviera, será el lugar de su residencia en España.
Si tampoco tiene, será el lugar donde se encuentra dentro del territorio nacional o el de su
última residencia; y, si tampoco, serán competentes donde radique el domicilio del actor.
En el caso de las personas jurídicas (art 51 LEC, que incluye a entes sin personalidad), se
les demandará en su domicilio; también pueden ser demandadas donde el empresario
desarrolle su actividad y cuando tenga varios establecimientos, el actor podrá presentar la
demanda a su elección dentro de estos.

2. Tratamiento procesal de la competencia territorial.


Como se ha dicho anteriormente, la competencia territorial tiene carácter dispositivo.
A) Examen de oficio
La propia ley excepciona la regla general de la disponibilidad de la competencia territorial en ciertos
casos (normas fijadas de naturaleza inderogable) atribuyendo a estas normas carácter imperativo.
Es por ello que la ley procesal impone el control de oficio de la competencia territorial.
El letrado de la AJ examinará la competencia inmediatamente después de ser presentada la demanda.
Si considera que no le corresponde al Juzgado el conocimiento del asunto, previa audiencia del
Ministerio Fiscal y de las partes, dará cuenta al Juez para que resuelva lo que procede por medio de
auto, remitiendo en su caso las actuaciones al tribunal que considere competente.

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B) Denuncia de parte
Cabe tanto en el caso de tener que aplicarse normas de naturaleza dispositiva como las fijadas de
naturaleza inderogable. En el primer caso, si la parte que denuncia realiza cualquier gestión procesal
que no sea proponer la declinatoria, se entenderá prorrogado el fuero en favor del tribunal donde se
presentó la demanda.
El art 59 LEC solo permite apreciar la falta de competencia territorial cuando el demandado, o quien
pudiera ser parte legítima en el juicio, propusieran en forma la declinatoria.

CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA


Es la inhibición de dos Tribunales del conocimiento de un determinado asunto. Se da cuando un
primer juzgado acepta una declinatoria, y el segundo juzgado rechaza su competencia.
A partir de la remisión de los autos, y emplazamiento de las partes ante el tribunal que consideró
competente el que aceptó la declinatoria, por plazo de diez días para que comparezcan ante él a usar
de su derecho (art. 65.5), la LEC contempla diferentes supuestos, partiendo de si se oyó a todas las
partes o si alguna de ellas no había comparecido.
En primer lugar, si el auto de inhibición se dictó con audiencia de todas las partes (aunque el
demandado se opusiera, pues por eso planteó la declinatoria, e incluso aunque otra parte apoyara la
falta de competencia), el segundo tribunal estará a lo decidido y no podrá declarar de oficio su falta
de competencia territorial (art. 60.1).
En segundo lugar, si el auto no se adoptó con audiencia de todas las partes, el tribunal al que se
remitieron los autos podrá declarar de oficio su propia falta de competencia cuando esta venga
determinada por normas imperativas (art. 60.2). En tal caso, mandará remitir todos los antecedentes
al tribunal superior común inmediato o mediato, que decidirá por medio de auto irrecurrible cuál es
el tribunal competente, al que devolverá los autos o, en su caso, los remitirá y emplazará a las partes
para que comparezcan ante él en el plazo de diez días (art. 60.3 LEC).

LA DECLINATORIA
1. Concepto.

Está regulada en los arts. 64 y 65 LEC. No se puede usar para competencia funcional.
Es la forma mediante la cual el demandado y los que puedan ser parte legítima en un proceso (pues
son los legitimados para interponerla) pueden denunciar la falta de jurisdicción o la falta de
competencia. El órgano competente para conocer de la declinatoria es el mismo tribunal que está
conociendo del pleito y que el demandado considera que carece de jurisdicción o competencia. No
obstante, la podrá llevar ante el tribunal del domicilio del demandado, quien lo hará llegar lo antes
posible al Tribunal ante el que se hubiera presentado la demanda (por facilidad).
En todo caso, la declinatoria se ha de proponer por escrito en los diez primeros días del plazo para
contestar a la demanda (art. 64.1), (10 primeros en el juicio ordinario, todo el plazo en el juicio
verbal) pidiendo al tribunal que se inhiba del conocimiento del asunto y remita los autos al
competente. El efecto de la proposición es la suspensión del procedimiento principal, así como
determinar las actuaciones de aseguramiento de prueba o adopción de las medidas cautelares que
correspondan.
Al escrito de declinatoria se habrán de acompañar los documentos o principios de prueba en que se
funde, con tantas copias como litigantes. De este escrito se ha de dar traslado a las otras partes y
también al Ministerio Fiscal. Todos ellos dispondrán de un plazo de cinco días para alegar y aportar
lo que estimen conveniente para sostener la jurisdicción o la competencia del tribunal (art. 65.1
LEC). El tribunal ha de resolver teniendo a la vista solamente los escritos de denuncia y de
contestación, sin convocar audiencia alguna; y tendrá cinco días para dictar un auto con su decisión.

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Si el auto estima declinatoria:
- Falta de jurisdicción o competencia objetiva:
o En favor de Tribunales de otro Estado, arbitraje o mediación: abstención de
conocimiento y sobreseimiento. Cabe recurso de apelación.
o Tribunales de otro orden jurisdiccional o por competencia objetiva: abstención y
sobreseimiento con indicación del órgano al que se ha de acudir. Cabe recurso
de apelación.
- Falta de competencia territorial:
o Indicación órgano competente
o Inhibición a favor del mismo
o Remisión de autos
o Comparecencia de partes en 10 días ante el competente
o No cabe recurso

REPARTO DE ASUNTOS

La determinación del tribunal competente se hace con referencia a un tipo de órgano con sede en
una determinada localidad. Pero dada la pluralidad de Juzgados que pueden existir en el mismo
partido judicial (art. 84 LOPJ), es preciso distribuir los distintos procesos civiles que se tramiten en
la localidad, de modo que al finalizar el año judicial todos los Juzgados de Primera Instancia hayan
conocido de un número igual o aproximado de asuntos; una división del trabajo existente. En esto
consiste el repartimiento.

La distribución se lleva a cabo conforme a las normas de reparto prefijadas por la Sala de
Gobierno del Tribunal Superior de Justicia, a propuesta de la Junta de Jueces. El reparto se realizará
bajo la supervisión del juez decano, asistido por un secretario.

Cuando se hubieren dictado resoluciones por tribunales diferentes al que correspondiera por reparto,
se declararán nulas a instancia de parte cuando se pida la nulidad en el trámite inmediatamente
posterior a cuando tuvo conocimiento de la infracción de las normas de reparto (68.4 LEC).

El reparto deberá hacerse en los dos días siguientes a la presentación del escrito o solicitud de
incoación de las actuaciones (art. 69 LEC).

Lo mismo sucede con las Secciones de las Audiencias Provinciales. También se ha de realizar la
distribución entre las Secciones que puedan establecerse en las distintas Salas de un Tribunal y entre
las Salas del mismo, en cuyo caso será la Sala de Gobierno de este la que apruebe las normas de
reparto de los asuntos (art. 152.1.1o LOPJ).

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LECCIÓN 3: LAS PARTES PROCESALES. PLURALIDAD DE
PARTES Y SUCESIÓN PROCESAL
LAS PARTES PROCESALES

1. Concepto.
Son partes, los sujetos que pretenden o frente a los que se pretende la tutela jurisdiccional y que,
afectados por el pronunciamiento judicial, asumen los derechos, deberes y responsabilidades
inherentes al proceso. Deben tener capacidad para ser parte, procesal y de postulación.
La titularidad de las relaciones procesales puede ser asumida por cualquier ente con personalidad,
por cualquier persona, física o jurídica, a partir de su reconocimiento por el ordenamiento. Sin
embargo, en el proceso pueden adoptar también la posición de parte entes sin personalidad, como
comunidades de bienes y U.T.E.
La identificación de las partes en el proceso civil, quien sea el demandante y quien el demandado,
debe quedar establecida de forma clara desde el primer momento (la demanda), conforme a lo
dispuesto en los arts 399 y 437 LEC. Deben indicarse los datos de identificación del actor: su nombre
y apellidos si es persona física, y el nombre con el que está inscrito en el Registro Mercantil si es
persona jurídica. Puesto que la identificación del demandado puede ser más problemática, bastará
indicar su nombre o sobrenombre si es persona física; el nombre comercial si es persona jurídica o
incluso se puede demandar a un conjunto de personas susceptibles de identificación.

2. Capacidad para ser parte.


Es el primero de los requisitos para ocupar la posición de parte. Es la aptitud para ser titular de los
derechos, cargas y deberes que derivan de un proceso judicial. Equivale a la capacidad jurídica del
Derecho privado: todo aquel a quien el ordenamiento le reconoce o le otorga personalidad jurídica,
capacidad para ser titular de derechos y obligaciones, tiene capacidad para ser parte.
A. Personas físicas.
Todas las personas físicas, tanto ciudadanos españoles como extranjeros, tienen capacidad para ser
parte desde su nacimiento, separada 24h del seno materno (arts. 6.1.1o LEC y 29 y 30 CC). También
tiene capacidad para ser parte el nasciturus para el ejercicio o protección de los eventuales derechos
que le corresponderían si llegaran a nacer (art. 6.1.2o LEC), puesto que se le tiene por nacido para
todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con vida, una vez producido el entero
desprendimiento del seno materno (art. 30 CC). Necesitaría un tutor (suele ser la madre).
El fallecimiento extingue la personalidad de la persona física (art. 32 CC) y marca asimismo el
momento final de su capacidad para ser parte.
B. Personas jurídicas.
Las personas jurídicas, desde el preciso instante en que el ordenamiento les confiere personalidad
para actuar en el tráfico, adquieren capacidad para ser parte en un proceso (art. 6.1.3o LEC). De un
modo fragmentario, el art. 35 CC nos dice que son personas jurídicas las corporaciones, fundaciones
y asociaciones, sean de interés público o de interés particular. Su personalidad comienza desde el
instante en que, con arreglo a Derecho, hubieren quedado válidamente constituidas.
C. Entes sin personalidad jurídica.
Dado el carácter meramente instrumental de la personalidad jurídica, cuya virtualidad es permitir
su actuación con plena independencia de las personas físicas que la crearon, y teniendo presente la
necesaria protección de quienes se relacionan con estos entes, el requisito de la personalidad no
podrá servir de cobertura para el fraude ni para impedir el normal ejercicio de los derechos.

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El primero de los caminos que permiten solventar este problema se establece a través del mecanismo
del «levantamiento del velo», que permite en última instancia conocer a las personas que integran
el ente colectivo. Sin embargo, esta solución puede resultar inútil en caso de entes compuestos por
múltiples personas, de modo que ahora la LEC permite la entrada en el proceso de estos entes,
reconociéndoles capacidad para ser parte.
Varios son los supuestos de entes que, sin personalidad jurídica, suelen actuar en el tráfico y cuya
capacidad para ser parte, para demandar o ser demandados, se reconocen (art 6 LEC):
a) Masas patrimoniales y patrimonios separados. El conjunto de bienes que integra el
patrimonio de una persona puede quedar temporal o transitoriamente sin titular, como sucede
con la herencia yacente hasta tanto pasan a la titularidad de los herederos. Del mismo modo, el
titular de un patrimonio puede ser privado de sus facultades de administración y disposición,
caso, por ejemplo, de las masas concursales de bienes.
b) Comunidades de propietarios. Las comunidades de propietarios, constituidas al amparo de
la Ley, son comunidades de bienes que carecen de personalidad jurídica. Sin embargo,
responden de sus deudas frente a terceros con todos los fondos y créditos a su favor (art. 22.1).
Asimismo, el presidente representa en juicio y fuera de él a la comunidad de propietarios en los
asuntos que le afectan (art. 13.3) y podrá exigir judicialmente el pago de los gastos de la
comunidad (art. 21.1). En definitiva, la ley prevé intervenciones procesales de las comunidades
de propietarios a un sujeto que carece de personalidad propia y separada de los comuneros.
Doctrina relativa a las comunidades de bienes: cualquier comunero puede comparecer en juicio
por la comunidad, aprovechando a esta la resolución favorable y no perjudicándole la adversa.
c) Sociedades irregulares. Carecen de personalidad jurídica por no haber cumplido las
formalidades exigidas por el ordenamiento para su válida constitución. Actúan de hecho en el
tráfico jurídico y resulta preciso proteger a quienes con ellos se relacionen ante la eventualidad
de un conflicto, pues resulta actualmente inexigible que se haya de realizar una comprobación
exhaustiva de la personalidad de cualquier sujeto con quien se negocie. De estas sociedades
irregulares (como son la sociedad civil oculta y la irregular y la sociedad mercantil irregular)
hay que distinguir los supuestos de sociedad en formación o en disolución, para las que habrá
que remitirse a las normas sectoriales que prevén cómo pueden ser demandantes o demandadas.
Esta finalidad de protección ha llevado a la LEC a atribuir capacidad para ser parte demandada
a las entidades que no han cumplido los requisitos legalmente establecidos para constituirse en
personas jurídicas. Con esta norma se impide que puedan ampararse en su falta de personalidad
jurídica para eludir el cumplimiento de sus obligaciones. El precepto de la LEC no exime de
responsabilidad a los gestores, promotores o partícipes de la sociedad irregular.
d) Uniones sin personalidad. Están constituidas por un conjunto de personas que, con un
horizonte temporal concreto, persiguen una finalidad común, para lo cual suelen aportar e
intentan obtener determinadas sumas de dinero. El fin puede ser cualquiera imaginable y lícito:
organización de un viaje, un Congreso científico, montaje de una caseta de feria, organización
de un acto para recaudar fondos para un fin benéfico, homenaje a quien se jubila…
El ordenamiento no puede olvidar que están llamadas a operar en el tráfico (contratar viaje con
operador turístico, alquilar local para celebrar Congreso; contratar actuación de cantante, cobrar
cuotas o recibir prestaciones de sus agrupados, etc.); es decir, van a crear en su propio nombre
relaciones jurídicas, tanto con terceros como respecto de las personas que la constituyen, que
eventualmente pueden ser generadoras de conflictos. / Definidas en el art. 61.5º.
La LEC les dispensa el mismo tratamiento que a las sociedades irregulares, amparando a
quienes han negociado con ellas. Así, sin perjuicio de la responsabilidad que corresponda a sus
gestores, se les reconoce capacidad para ser demandadas en todo caso (art. 6.2).

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e) Grupos. El art. 7.3 de la LOPJ dispone que, para la defensa de los intereses colectivos, se
reconocerá la legitimación de los grupos que resulten afectados. Estos grupos (v.gr., los
afectados por una intoxicación alimentaria o por los problemas derivados de un viaje
organizado) responden al mismo esquema de las uniones sin personalidad pero, a diferencia de
estas, la ley les ha conferido expresamente legitimación procesal y en este punto deberá ser
objeto de particular consideración.
Más en concreto, la LEC reconoce capacidad para ser parte a los grupos de consumidores o
usuarios afectados por un hecho dañoso cuando los individuos que lo compongan estén
determinados o sean fácilmente determinables (art. 6.1.7o). Con esta previsión legal, el confuso
campo de actuación en que podía operar el precepto de la LOPJ se ha circunscrito solamente a
los hechos dañosos derivados del consumo, excluyendo cualquier otro litigio, para los que sería
preciso adoptar alguna de las demás formas que la norma procesal prevé.
De todos modos, aun cuando pudiera parecer que estos grupos solo van a actuar como parte
activa en el proceso, nada obsta para que pueda ser demandado en juicio un grupo de afectados,
pues la LEC ni impide ni descarta esta posibilidad, como sucede sin embargo con las uniones
sin personalidad, que solo pueden intervenir como parte pasiva.

3. Tratamiento de la capacidad para ser parte.


Esta capacidad o se tiene o no se tiene. Se puede discutir si se tiene o no desde el inicio del
procedimiento y durante todo el mismo. Si no se tiene: auto poniendo fin al procedimiento.
La ausencia de la capacidad para ser parte no es subsanable, y puede declararse de oficio (en
cualquier momento del proceso) o a instancia de parte, por el demandado (en la contestación a la
demanda) o cualquiera de las partes (incidente de previo pronunciamiento).

4. La capacidad procesal.

Supone la aptitud para realizar con eficacia y con validez actos procesales (actuaciones dentro del
proceso). Es equivalente a la capacidad de obrar jurídicamente. Esta capacidad es más restringida
que la capacidad para ser parte, por lo que hay que ver que en aquellos supuestos en los que las
partes no tienen capacidad procesal, hay que acudir a la representación.
Tienen capacidad procesal (art. 7.1 LEC) aquellas personas que se encuentren en plenitud de sus
derechos civiles, es decir: los mayores de dieciocho años y los menores emancipados.
Los menores no emancipados (+nascituri) deberán comparecer representados por un representante
legal o por quien deba suplir su incapacidad conforme a derecho (padres, tutores, siendo precisa la
autorización judicial – complemento de capacidad). Respecto de los incapaces habrá que estar a la
sentencia constitutiva (les representará el tutor o el curador que se designe en dicha sentencia). En
ambos casos, se precisa autorización judicial para interponer una demanda en nombre del incapaz.
Respecto a los declarados pródigos, habrá que estar al régimen de la sentencia que los declara tal.

Por su parte, las personas jurídicas, desde el momento en que el ordenamiento jurídico les reconoce
personalidad, gozan de la capacidad para comparecer en juicio. No obstante, debido a la falta de
soporte físico para realizar actos materiales, las personas jurídicas han de comparecer en juicio por
medio de las personas que legalmente las representen (art. 7.4 LEC).

Junto a estos supuestos, el legislador detalla otros supuestos especiales en el art 7.5º-7º: los entes
sin personalidad (explicados en el apartado 2). En caso de las masas patrimoniales, la capacidad
procesal la ostentan los administradores; en cuanto a la comunidad de vecinos, el presidente o
alguno de ellos con el beneplácito de los demás (de no tenerlo, lo que gane será válido, pero no lo
que sea perjudicial para la unión); y en las sociedades irregulares, uniones sin personalidad y grupos,
quienes por pacto actúen en el tráfico.

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5. Tratamiento de la capacidad procesal.

La capacidad procesal tanto de personas físicas con representación como de personas jurídicas
deberá acreditarse junto a la demanda o la contestación de la demanda.
La ausencia de capacidad procesal sí es subsanable. Puede declararse de oficio (art. 9 LEC, en
cualquier momento del proceso) o a instancia de parte, por el demandado (en la contestación) o
cualquiera de las partes (incidente de previo pronunciamiento, arts 387, 390, 391.1º LEC).

6. Legitimación.

El concepto de legitimación alude a una esencial condición o vinculación de uno o varios sujetos
con un objeto litigioso determinado, que les habilita para comparecer o exige su comparecencia en
un proceso concreto con el fin de obtener una sentencia de fondo.
Tiene que ver con la eficacia del proceso. Si se tiene capacidad para ser parte y capacidad procesal,
se dice que se tiene legitimación, entendida como presupuesto procesal (como capacidad), para tener
lugar el procedimiento. La legitimación como elemento de la fundamentación se discutirá durante
el juicio y se declarará en sentencia.
La falta de legitimidad tiene el mismo efecto que la ausencia de capacidad, sin embargo, no es la
misma razón. Mientras la ausencia de capacidad (como presupuesto procesal) implica que no se
puede celebrar el juicio (“freno temprano”); la falta de legitimación como elemento de la
fundamentación de la pretensión impide resolver sobre la cuestión de fondo (“freno al final”). Esta
falta impide el planteamiento ulterior de la misma pretensión entre los mismos sujetos.
Legitimación extraordinaria (art 10. II LEC): Nuestro Derecho positivo conoce casos en que se
concede legitimación a sujetos que no fueron parte de la relación jurídica material o que no tomaron
parte en el negocio jurídico. Existen dos supuestos:
- El supuesto más conocido es el de la sustitución: el Derecho faculta a una persona para actuar
en el proceso en nombre propio y en interés propio, pero por un derecho ajeno. Ejemplo:
los supuestos en los que la compañía aseguradora asume la posición de su asegurado.
o Art 1111 CC: Acción subrogatoria, revocatoria o pauliana (Pepe debe a Juan, y Juan
a Pedro; este último puede ejercitar su derecho de crédito directamente contra Pepe).
o Art 1552 CC: Reclamación del arrendador del importe del subarriendo.
- Comunidad de bienes. “Afectados por X” – se hace una reclamación en nombre de todos,
afectando para bien los resultados, pero no los que sean perjudiciales.
Legitimación derivada del interés general (art 7 LOPJ): La ley reconoce legitimación, sin
necesidad de que se afirme la titularidad de la relación jurídica que se dilucida en el proceso, porque
concurre un interés general. El Ministerio Fiscal está legitimado por ley para actuar en calidad de
parte en procesos relativos al estado civil y para asumir o promover la representación en juicio de
los menores, que carecen de capacidad de obrar. Además, a las asociaciones de consumidores y
usuarios (art.11 LEC) también se las confiere la defensa de consumidores y usuarios cuando exista
un grupo de afectados que no sean fácilmente determinables. Por último, a los sindicatos y
asociaciones legalmente constituidas, se les permite ejercer la defensa del derecho a la igualdad de
trato entre hombres y mujeres. // Defensa de derechos colectivos o difusos.

7. Tratamiento procesal de la legitimación.


La falta de legitimación como elemento de fundamentación, como bien se mencionaba previamente,
se declarará a través de una resolución, en la sentencia. En el caso de ausencia del presupuesto
procesal, podrá declararse a instancia de parte. En concreto, por el demandado en la contestación a
la demanda. De reconocerse dicha falta, se archivarán las actuaciones mediante auto.

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8. Postulación.

Arts 23 y ss LEC. El último presupuesto relativo a las partes es el de capacidad de postulación,


que es la necesaria representación en el proceso a través del procurador y la defensa que debe
realizar el abogado, que se exige en la mayoría de los procesos (las partes no pueden acudir por sí
mismas). Hay excepciones en los que la postulación no es un requisito necesario.
El legislador parte de la idea de que para acudir a los órganos jurisdiccionales es necesario que se
haga de una determinada forma (escritos de alegaciones y documentos que le acompañan). Estos
conocimientos técnicos no están extendidos a todos los ciudadanos para garantizar que el proceso
tenga un desarrollo regular y, por tanto, se exige la presencia de los profesionales:
a) El procurador es quien actúa como representante técnico de la parte y, su fundamento es el
contrato de mandato.
- Recibe los documentos y todas las notificaciones del órgano judicial, y debe dar traslado
al abogado y al cliente de todas esas actuaciones judiciales, de las noticias del pleito.
Además, da traslado de todas las actuaciones del abogado dirigidas al órgano judicial
(media entre el órgano judicial y el abogado).
- Oye y firma emplazamientos, citaciones y notificaciones.
- Este apoderamiento se efectúa bien ante notario (poder general o especial), bien ante el
juzgado (apud acta).
El poder del procurador puede ser un poder general para pleitos, que permite llevar a efecto
todos los actos de ordinario, que es lo normal en la tramitación de un proceso (tanto los
actos del proceso concreto, como el recurso y la ejecución, además de otros pleitos).
También se le puede conferir un poder especial para pleitos, que debe indicar aquellos
actos específicos para los que el procurador tiene autorización y se requiere para llevar a
cabo todos los actos de disposición del proceso o que delimiten su objeto (renuncia,
allanamiento, desistimiento, transacción). Por último, algunas acciones, como la
presentación de una querella, requieren de un poder especialísimo.
Lo único que el procurador no puede hacer con un poder, sin importar de qué tipo sea, es
aquello que tenga carácter personalísimo, como el interrogatorio de partes.
¿Cómo se revoca un poder? Por el fallecimiento del procurador, fallecimiento del
representado o revocación expresa del que hizo el poder (ante notario –si se hizo ante
notario– o ante el juzgado). Si se hace una escritura pública de revocación y cesación, el
notario tiene la obligación de notificar al procurador.

b) El abogado es el director técnico del procedimiento. Lleva a cabo la defensa jurídica del
cliente. El fundamento de actuación del abogado es el contrato de arrendamiento de servicios
(art 31.1 LEC). Asimismo, mientras la instrumentación del procurador es el poder, para el
abogado es la nota de encargo (que incluye el sistema de pago).

La regla general que sigue el legislador es que se debe comparecer en juicio en representación de
procurador. Las excepciones vienen recogidas en el art. 23 LEC que establece que esta
representación no es preceptiva:
a) En juicios verbales cuya cuantía no excede de 2000 euros
b) Para presentar la petición inicial de los procesos monitorios
c) Cuando se soliciten medidas urgentes con anterioridad al juicio (único supuesto: medidas
provisionales o provisionalísimas de familia).
d) Presentación de títulos de crédito y asistencia en juicios universales*
e) En incidentes relativos a impugnación de resoluciones en materia de asistencia jca gratuita*

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Se dispone también como regla general que los litigantes deben ser dirigidos por abogados
aventados para ejercer su profesión en el tribunal que conozca del asunto. Se señala que no puede
proveerse ninguna solicitud que no lleve firma de abogado. El art. 31 LEC detalla una serie de
excepciones cuando no es necesario acudir asistido por abogado:
- En aquellos juicios verbales cuya cuantía sea inferior a 2000 euros
- Tampoco en la petición inicial del proceso monitorio
- Cuando se solicitan medidas urgentes anteriores al juicio

Por lo tanto, sí se necesita abogado, pero no procurador en los casos d (títulos de crédito en juicios
universales) y e (impugnación de resoluciones en materia de asistencia jurídica gratuita).
No se necesita abogado, pero sí procurador en dos casos: con carácter general, en aquellas
peticiones de mero trámite (solicitud de testimonio…) y en la suspensión urgente de vistas.

La falta de capacidad de postulación (esto es, que no nos asiste procurador y abogado cuando su
presencia es preceptiva) es subsanable, de acuerdo con el artículo 19 LEC.

PLURARIDAD DE PARTES

1. Concepto.

Puede ocurrir que tanto en la posición procesal de actor como en la de demandado concurran
distintas personas, diciéndose en estos casos que existe una pluralidad de partes. Esta puede
producirse desde el mismo inicio del proceso, es decir, con la demanda; o a lo largo del proceso.
En el primer caso, la Ley lo llama litisconsorcio, por el cual varias personas comparecen como
demandantes o como demandados en el proceso de forma voluntaria o necesaria. En el segundo caso
la Ley menciona la intervención procesal y de integración del litisconsorcio necesario, en los que
un tercero (de forma autónoma o de forma provocada) es admitido en un proceso ya entablado entre
demandante y demandado, situándose en una de las dos posiciones procesales posibles.

A. LITISCONSORCIO
Define la pluralidad o presencia diversa de varias personas unidas en una determinada posición
desde el inicio del proceso. El legislador distingue entre litisconsorcio activo, pasivo y mixto:
a) Activo: pluralidad de partes que ocupan la posición activa, una pluralidad de demandantes.
b) Pasivo: cuando en la posición de demandado (pasiva) participan varias personas.
c) Mixto: existe una pluralidad de personas en ambas posiciones.

El art. 12 LEC regula, además, dos supuestos de litisconsorcio: voluntario y necesario.


a) Voluntario (art. 12.1 LEC: “Podrán comparecer en juicio varias personas, como demandantes
o como demandados, cuando las acciones que se ejerciten provengan de un mismo título o
causa de pedir”): el legislador dice que este litisconsorcio se produce a merced de la voluntad
de las partes. Hay una pluralidad subjetiva de acciones porque las partes así lo han querido
(dentro de él está el litisconsorcio activo o pasivo). Se permite que las partes actúen de forma
unida como demandantes o que un único actor pueda demandar a varios que actúan
conjuntamente, a varios demandados. Ej litisconsorcio pasivo voluntario: deudores solidarios.
Se establecen una serie de requisitos para que pueda darse el litisconsorcio voluntario (art. 72
LEC), en el que no debe existir una obligación. Debe tratarse como una acumulación subjetiva
de acciones, por ejemplo, una contratación en masa:

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• Que las acciones que se ejercitan no se excluyan entre sí, es decir, que la acción de una no
haga imposible el ejercicio de otra: las acciones tienen que pretender más o menos lo mismo
(Compatibilidad de acciones, que provengan del mismo título o causa de pedir).
• Las acciones deben ser tramitadas por el mismo procedimiento: por razón de la materia, si
se han acumulado, que no tengan que tramitarse por procedimientos de distinta naturaleza.
• Que el órgano sea competente objetivamente para conocer de todas ellas (acciones).

La parte procesal serán los litisconsortes. La consecuencia del litisconsorcio voluntario es que
se reúnen varios procesos en un solo procedimiento por la conexión/nexo que existe entre todas
las acciones que se han ejercitado. Aunque todas las acciones se ejercitan conjuntamente, lo
cierto es que son independientes y autónomas entre sí (cada litisconsorte es autónomo y sus
acciones no afectarán a los demás). Ej.: Uno de los demandantes decide renunciar, y esa renuncia es
independiente de las demás propuestas que se están tramitando, es decir, la renuncia de aquel no afectará al resto.

b) Necesario (art. 12.2 LEC “Cuando por razón de lo que sea objeto del juicio la tutela
jurisdiccional solicitada solo pueda hacerse efectiva frente a varios sujetos conjuntamente
considerados, todos ellos habrán de ser demandados, como litisconsortes, salvo que la ley
disponga expresamente otra cosa”): la ley atribuye legitimación a todos los litisconsortes en
común, es decir, que todos deben actuar conjuntamente o frente a todos conjuntamente (activo,
pasivo). Se trata de una imposición del ord jco. Ej litisconsorcio pasivo necesario: en accidente
de tráfico hay que demandar a los propietarios del vehículo y también a la aseguradora.
*Este artículo regula solo el supuesto de litisconsorcio pasivo necesario. Sin embargo, sí
que existe un caso de supuesto de litisconsorcio activo necesario, como aquel en el que todos
los posibles herederos de una herencia yacente tienen que demandar en conjunto por alguna
razón concreta.
La legitimación activa no se atribuye a cada uno porque el legislador no ha atribuido
legitimación a cada parte, sino que la legitimación la ostentan todos conjuntamente (o lo hacen
juntos o no tienen legitimación). En el caso del litisconsorcio pasivo necesario, el demandante
tiene que dirigir su acción (única) frente a todos conjuntamente considerados.
Puede ser impuesto por el legislador o darse por una relación jurídico material.
Tratamiento procesal del litisconsorcio necesario.
La falta de legitimación que estudiábamos previamente implicaba que no era posible pronunciarse
sobre la cuestión de fondo, pues alguna de las partes no era titular. La falta de litisconsorcio, en
cambio, no significa que aquel que presenta la demanda o la contesta no sea titular, sino que no es
el único (y deberían comparecer todos en conjunto): sentencia absolutoria. Esta se puede declarar:
A instancia de parte: Cuando la parte demandada alega una falta de litisconsorcio como excepción
procesal en la contestación a la demanda, asunto que se tratará en la audiencia previa.
- Si el demandante admite dicha falta, el juez suspenderá el procedimiento y dará a la parte
demandante un plazo de diez días para que complete la falta de litisconsorcio. Esto es, que
presente una copia de la demanda al litisconsorte al que no se le ha dado traslado. En caso de
no cumplirse el plazo, dictará acto de sobreseimiento.
- Si se opone la falta, el tribunal escuchará a las partes y decidirá.
De oficio: Se requiere al demandante para que amplíe la demanda, y este deberá presentar la
demanda emplazando a los demandados, lo que implicará la suspensión del pleito. En caso de no
presentar la demanda, se pone fin al procedimiento y se archivan las actuaciones.

*Litisconsorcio necesario impropio: Cuando soy socio de una empresa, me corresponde la capacidad de
impugnar las decisiones de una empresa (acuerdos de junta, por ejemplo). La impugnación debe traer como
consecuencia que sean demandados, como litisconsorcio, el resto de socios.

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B. INTERVENCIÓN
Tercero ajeno al proceso entra en el proceso ocupando la misma posición del actor o el demandado,
defendiendo sus intereses propios pero coincidentes con los de aquellos. Puede ser:
a. Voluntaria (art. 13 LEC): Se produce cuando el interviniente está legitimado para actuar como
demandante o como demandado desde el principio del proceso. La legitimación se ostenta desde
el principio, pero no se ejercita la acción hasta posteriormente (cuando el proceso ya se ha
iniciado). Pide al juzgado que se le tenga como parte, y este dará traslado de la demanda para
que conteste, pero no podrá suspender el procedimiento.
b. Provocada (art. 14 LEC): Tradicionalmente, la doctrina la ha denominado intervención forzosa
porque el interviniente no acude al proceso de forma voluntaria, sino que es llamado por una
de las partes. En esta intervención no se requiere que el tercero ostente un derecho o interés
legítimo porque los resultados del proceso puede que le afecten de manera indirecta o refleja.
En segundo lugar, la intervención no es por voluntad propia. El momento en que se puede
solicitar esta intervención de un tercero es en el momento de la demanda (si la hace el
demandante) o en el momento de la contestación (si la hace el demandado).
Si la intervención se insta por el demandante, se debe indicar en la demanda la solicitud de
intervención de un tercero; el interviniente no entra en el proceso en calidad de demandado,
aunque sí que se le reconocen todas las facultades de actuación que se reconocen a las partes.
Cuando la intervención provocada se realice por parte del demandado, se debe realizar en el
plazo concedido para contestar a la demanda, si se trata de un juicio ordinario, o bien, antes de
la celebración de la vista, si se trata de un juicio verbal. En este caso, cuando el demandado
llama a un tercero, se suspende el plazo para la contestación hasta que el tribunal declare si
procede o no la intervención del tercero; en el caso de que la acepte, se emplaza al tercero para
que conteste a la demanda y se reanudan los plazos de contestación.

*Supuesto excepcional de intervención provocada del artículo 15: el de consumidores y


usuarios. Un ejemplo es el del caso del aceite de corza. Los afectados se fueron distanciando,
el dinero no llegaba… así que se crearon asociaciones específicas para defender a los afectados.
En estos casos, el juez requerirá a dichas asociaciones que acrediten que se ha dado a todas las
partes afectadas la posibilidad de demandar y reclamar individualmente, y sin embargo no se
han obtenido los resultados esperados. En caso de no acreditarse, no será admitida la demanda.

SUCESIÓN PROCESAL (art. 16, 17 y 18 LEC)

Es la modificación de la identidad subjetiva de las partes en el proceso; esta sucesión puede venir
motivada por muerte de cualquiera de las partes o por transmisión de la cosa litigiosa.
1. Por muerte (art. 16 LEC): la comunicación de la defunción de una de las partes al tribunal se
puede llevar a cabo por el sucesor. En este caso, acreditada dicha defunción y el título

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sucesorio, es necesario que el sucesor acredite que ostenta legitimación (prima facie). Una
vez hecho esto, el juez va a tener por personado al sucesor en la posición del litigante difunto.
Hay veces que esta comunicación se lleva a cabo por una persona distinta del sucesor (art.16.2
LEC), que se da cuando el sucesor no se haya personado en el plazo de cinco días. Las otras
partes pueden solicitar al tribunal que les emplace a comparecer en juicio en el plazo de diez
días. Esto provoca que, en el plazo de diez días, la otra parte no conozca quiénes son los
sucesores. Un efecto de esta solicitud es la suspensión del procedimiento.
En el caso de que el demandante sea el que no comparece, hay que distinguir dos supuestos:
(i) Si el sucesor no es identificado o no es localizado, el legislador establece que la
consecuencia procesal es el desistimiento.
(ii) En el caso de que los sucesores no quieran comparecer no se podrá volver a interponer la
demanda: renuncia.
Cuando la incomparecencia sea del demandado, el legislador no distingue entre los supuestos.
En todos los casos, el legislador establece que el proceso continúa en rebeldía del demandado.
2. Transmisión del objeto litigioso (art.17 LEC): Un proceso tiene como objeto una cosa. En
el caso de que el objeto de la pretensión se haya transmitido, el adquirente de tal bien puede
solicitar que se le tenga por parte en la posición que ocupaba el transmitente de dicho bien.
Cuando se presenta esta solicitud, el órgano judicial ordena la suspensión del proceso por un
plazo de diez días, para oír a la otra parte.
- Si la otra parte no se opone, el tribunal declara la sucesión.
- En caso contrario, cuando haya oposición, el tribunal resuelve mediante auto si procede
o no la sucesión. Si considera que no se debe acceder a la sucesión, el transmitente
continúa en el proceso, quedando a salvo todas las relaciones jurídicas que tenga con el
transmitente.
La existencia de un proceso en el que se debate la propiedad de un bien no significa que el
objeto devenga intransmisible (el hecho de que se transmita no significa que haya un cambio
de la identidad subjetiva en el proceso).
3. Intervención provocada (art 18 LEC). Un tercero, ajeno al procedimiento, se une al mismo
por petición de alguna de las partes. Tiene lugar la sucesión procesal cuando la posición de
esta persona se confunde hasta tal punto con la de la parte, que la sucede en el juicio. Ej: Se
pone a alguien de fiador en una deuda, y este acaba teniendo que suceder al deudor inicial por,
por ejemplo, haberse declarado insolvente.

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LECCIÓN 4: LAS PARTES PROCESALES. PLURALIDAD DE
PARTES Y SUCESIÓN PROCESAL
Se estudian aquí dos actividades previas al proceso que presentan como denominador común el
realizarse ante un órgano jurisdiccional, si bien los objetivos que con una y otra se persiguen son
bien diferentes. El conjunto de todas las actividades previas al proceso se encamina hacia dos fines:
su evitación y su preparación. La LEC ha desarrollado el procedimiento de las diligencias
preliminares (arts. 256-263), pero ha omitido toda regulación del acto de conciliación en el
entendimiento de que se trata de un acto de jurisdicción voluntaria.

1. El acto de conciliación.

El acto de conciliación es un método de resolución de conflictos entre las personas autocompositivo


(por un acuerdo al que llegan), es decir, no hay un tercero, subordinado a las partes, que imponga la
solución (como ocurriría en el proceso y en el arbitraje: métodos heterocompositivos). Las partes
llegan a acuerdos, concilian y, por tanto, no hay un acto jurisdiccional propiamente dicho. Lo cierto
es que el legislador pretende evitar el proceso incentivando la conciliación (“más vale un mal pacto
que un buen pleito”). No tiene efecto de cosa juzgada, pero se le reconoce fuerza ejecutiva.
“Actividad preprocesal que pretende conceder a los futuros litigantes la facultad de resolver sus diferencias en
presencia del Juez de Paz o del LAJ y así evitar la iniciación de un proceso.”
Es un acto de jurisdicción voluntaria. No obstante, no cabe el acto de conciliación en cualquier caso.
Una serie de materias está excluida del acto de conciliación (Art 139 Ley 15/2015 JV):

- Cuando esté involucrado el Estado, las CCAA, AAPP o instituciones de igual naturaleza.
- Si hay un procedimiento penal abierto.
- Menores e incapacitados.
- Procedimientos en los que no se pueda disponer del objeto litigioso; materias no susceptibles
de transacción.
- Responsabilidad civil contra Jueces y Magistrados.

El acto de conciliación compete al juez de paz y a los letrados de la AJ en los Juzgados de Primera
Instancia o en los Juzgados de lo Mercantil del domicilio del requerido (o su última residencia).
Serán los únicos competentes para que ante ellos se tramiten los actos de conciliación. Se puede
intentar la conciliación ante un órgano que nada tenga que ver con el que va a conocer la demanda,
que puede interponerse a posteriori si no se llega a un acuerdo (esa competencia no es definitiva).

Este acto de conciliación se inicia mediante una papeleta (solicitud escrita, demanda sucinta), donde
se debe identificar a las partes, la pretensión que se deduce y la fecha y firma del que la intenta.
Entre las 24h y los 8 días siguientes, el LAJ debe decidir si se admite a trámite dicha solicitud
(mediante decreto) y fija una fecha para la comparecencia de las partes (entre los 5 y 10 días
siguientes a la admisión de la solicitud), que resulta obligatoria (quien incumpla, sufrirá la condena
en costas).
La finalización puede darse: (1) por incomparecencia del solicitante, (2) intentado sin efecto, cuando
el órgano no es competente, (3) con acuerdo (con avenencia) y (4) sin acuerdo (sin avenencia).
La presentación del acto tiene dos efectos: interrumpe la prescripción y es indispensable para el
proceso. En caso de llegar a un acuerdo, se trata de un título ejecutivo. Es susceptible de ejecución,
y no se puede apelar. Sí puede anularse por las mismas causas que invalidan los contratos.

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2. Diligencias preliminares (arts 256-263 LEC)
Tienen por finalidad preparar un procedimiento. No es muy común. Se hace porque la parte
demandante ignora algún elemento de la parte demandada que necesita para presentar la demanda.

Conjunto de actuaciones tendentes a obtener una información sobre la personalidad del demandado
u otros extremos que sirvan al actor o que este necesite para entablar el procedimiento con garantías.
Son numerus clausus, esto es, solo se considera diligencia preliminar lo que está contemplado y
regulado como tal:
- Petición de declaración: solicitamos información sobre la capacidad para ser parte, capacidad
procesal, de representación, de postulación y legitimación de la parte demandada, porque
dudamos si efectivamente la tiene.
- Petición de exhibición de objetos o documentos: es la más común. No todo se puede exhibir;
sí se puede: (1) testamentos, (2) libros contables de sociedades o de una junta de propietarios, (3)
contrato de seguro y (4) una cosa que no sabemos si efectivamente la posee o no la otra parte o
un tercero. Si se niega la otra parte, el juez a instancia de parte puede dar orden de registro.
- Identificación de un grupo de afectados: reconocimiento de una serie de personas como grupo
perjudicado en materia de consumidores, cuando estos no estén determinados o no sean
fácilmente determinables.
- Reconocimiento de determinadas actuaciones en materia de marcas o patentes.
Corresponde al Juez de Primera Instancia o, en su caso, al juez de lo mercantil, del domicilio del
sujeto que va a cumplir estas diligencias. Existe una excepción en el caso de consumidores, que
podría ser el domicilio de cualquiera de los consumidores o donde se hayan producido las
actuaciones, los posibles daños por los que se reclama.
En principio, las partes van a ser el juzgado, la parte demandante y la parte demandada de
conciliación (puede ser el demandado futuro o no). Se inician con una petición muy sencilla en la
que se contempla la pretensión de las partes, con la particularidad de que se exige caución (el actor
tiene que aportar una cantidad para suplir los posibles daños).
Presentada la solicitud, el LAJ la admite o no (auto de inadmisión). En caso de no admitirse, cabe
recurso de apelación. Cuando se admite y se le da traslado a la parte contraria, esta puede aceptarla
o puede oponerse. En el último caso, tiene lugar una vista similar a la del juicio verbal y finalmente
se dicta un auto: resolviendo que se trata de una oposición justificada (costas, recurso de apelación)
o no justificada (costas, se sigue, no cabe recurso de apelación).

Una vez practicada la diligencia, la parte demandante tiene un plazo de un mes para presentar la
demanda. De no hacerlo, perdería la caución. Si la presenta dentro de plazo y se admite, puede
solicitar que se le devuelva, salvo si la otra presenta una liquidación de los daños y perjuicios que
se le han causado con la diligencia. Se abrirá nuevo expediente para resolverlo.

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3. El acto procesal de la demanda.
La demanda aparece regulada en el artículo 399 LEC. Se define como un acto de parte por el que se
inicia el proceso (primer efecto) y se pide tutela judicial frente al demandado. En el proceso civil
se dilucidan derechos disponibles y, por tanto, no es admisible que un proceso en el ámbito civil no
se inicie a instancia de parte, mediante la demanda. En la demanda es donde se delimita, o se define
o determina, cuál es el objeto del proceso, por lo que el legislador señala que en la demanda se
expresará con claridad y precisión lo que se pide y frente a quién se pide (es donde se definen los
límites de la cosa juzgada).
La demanda puede ser sucinta en el juicio verbal, esto es, no necesita fundamentación.
LA ESTRUCTURA DE LA DEMANDA:
Se estructura con un encabezamiento, donde se hace una invocación del órgano judicial al que va
dirigida y a continuación, van a aparecer precisados los datos que identifican al actor y al
demandado (nombre, profesión, domicilio...), que comparece con representante legal o voluntario.
En este encabezamiento también se identifica al abogado o procurador, cuando estos profesionales
intervengan. Posteriormente, aparecen los honorarios. A continuación, se detallan de manera
separada en párrafos enumerados los hechos, que se exponen de manera clara y ordenada para
facilitar la admisión o negación de los cuales, que debe hacer el demandado. Con igual orden se
deben expresar los documentos o los medios o instrumentos en los que se fundamentan estos
hechos. Dentro de los fundamentos de derecho se deben señalar, además de los fundamentos al
fondo del asunto, los relativos a las alegaciones que procedan sobre la capacidad, sobre la
representación de las partes, la postulación, la jurisdicción, la competencia y el procedimiento.
Por último se recoge la súplica. En ella, en el caso de que se lleven a cabo distintas peticiones, se
deben expresar con la debida separación y señalar cuáles son peticiones subsidiarias respecto de las
principales. Se pueden establecer peticiones que sean incompatibles entre sí siempre y cuando se
articulen de manera subsidiaria también se deben recoger las peticiones accesorias mediante “otrosí
digo” (poder general para pleitos, costas; solicitud de medidas cautelares...).

En conclusión (profesor):
1. Introducción: invocación general al juzgado.
2. Encabezamiento: identificación de parte actora e identificación de parte demandada.
3. Parte central constituida por hechos y fundamentos de derecho. Párrafos separados y
numerados. En los hechos se enumeran en orden cronológico los elementos fácticos que nos
han llevado a presentar la demanda (y adjuntados los documentos que prueban dichos hechos).
4. Petición: aquí realmente se determina qué se pide, la pretensión, sobre qué debe pronunciarse
el órgano jurisdiccional; es la parte más importante (suplico).

DELIMITACIÓN DEL OBJETO DEL PROCEDIMIENTO (LA PRETENSIÓN)


Principios:
- Mutatio libelli: no se puede cambiar el objeto de la demanda.
- Litispendencia: no se puede abrir un nuevo proceso con mismas partes y el mismo objeto.
- Congruencia sentencia: el órgano jurisdiccional se pronunciará únicamente sobre los hechos
alegados en la demanda.
- Cosa juzgada: en sentido negativo, no se puede volver a dictar sentencia sobre el mismo objeto

Elementos de carácter subjetivo. Están determinados por la parte que demanda (parte activa,
deduce la acción) y por la parte frente a la cual se demanda (parte pasiva, soporta la acción). Para
que la demanda prospere, ambas han de estar identificadas (asegurar que son el titular del derecho
y el obligado). Las acciones que dirijan las partes no son las mismas (la acción que pide el vendedor
contra el comprador no es la misma que la pida el comprador contra el vendedor).

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Elementos de carácter objetivo.
o La causa petendi (causa de pedir). Se integra por los hechos y por todo aquello que es
fundamentación de lo que se pide. En esa fundamentación deben incluirse hechos, pero en
mayor medida actos y relaciones jurídicas (exposición de unos fundamentos que son
jurídicos y, consecuentemente, fácticos en sentido amplio).
o El petitum. “Lo que se pide”. Declaración de voluntad que, plasmada en el suplico de la
demanda, integra el contenido sustancial de la declaración. Solución caso por caso,
intentando, tras la sistematización de las pretensiones procesales, buscar la fundamentación
esencial de la pretensión.

Básicamente, en lo que se refiere al proceso declarativo, la ley recoge tres tipos de acciones a las
que se puede acoger el justiciable para el fin para el cual el proceso está dispuesto, que es la tutela
de un derecho. Estas pretensiones, que las partes pueden deducir, están en función de su propio
interés. Por eso desde el punto de vista de la tipificación, la ley distingue entre:

1. Acciones o pretensiones de condena: Están dirigidas o tienen por objeto la condena a una
determinada prestación, la cual puede ser obtener una obligación de dar, de hacer, de no
hacer o de entregar una cantidad determinada de dinero.
2. Acciones o pretensiones mero-declarativas: A veces lo que se pide al juez no es que
condene a una determinada prestación, simplemente se le pide que declare una situación
jurídica o un determinado derecho (la existencia o inexistencia). Es decir, no se pide nada a
la parte (se le pide al juez que declare que el contrato es nulo, no pido ninguna condena). El
interés que protegen estas acciones es la incertidumbre de una tutela de una relación jurídica,
se pide la certidumbre que alguien ha puesto en duda o que ha cuestionado (cuando no se
sabe de quién es el dueño de la finca).
3. Acciones o pretensiones constitutivas: Hay dos tipos:
- Propias: está diseñada a obtener del juez la creación, modificación o extinción de un
derecho o situación jurídica, ya que las partes no tienen acceso por el mero hecho de
la petición. Estas acciones tienen esa virtualidad de que con la declaración del juez se
crea, se modifica o se extingue una relación jurídica preexistente. Por lo tanto, con
ellas se obtiene un cambio jurídico, que es lo que sirve para la satisfacción de del
derecho que pretendemos. Ejemplo: divorcio.
- Impropias: No necesitan órgano jurisdiccional. Ej: servidumbre de paso.

El profesor ha distinguido las pretensiones anteriores, a las que llama de cognición, de las
pretensiones de ejecución (hacer valer, ejecutar) y las cautelares (tienen el fin de asegurar el
resultado positivo de un procedimiento).

PLURALIDAD DE OBJETOS

Cada demanda comportará un único objeto procesal, pero nada impide que en determinadas
ocasiones en una única demanda se ejerciten distintas pretensiones y que por tanto quepa hablar de
pluralidad de objetos procesales. Supuestos:

A. Acumulación de acciones.
Artículo 71: “La acumulación de acciones supone que todas ellas habrán de discutirse en un
único procedimiento y de resolverse en una única sentencia.” Posibilidad que otorga la Ley de
acumular en una sola demanda distintas pretensiones o plantear distintos objetos procesales en
un único procedimiento. Principio de economía procesal.

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Prohibición cuando: pretensiones incompatibles entre sí, contrarias y excluyentes (situación de
indefensión para una de las pretensiones); y acciones contra varios demandados, o varios contra
uno, si esas pretensiones no tienen un nexo entre sí por razón del título o de la causa de pedir.
Puede ser: objetiva (que el actor acumule varias pretensiones contra el demandado), subjetiva
(el actor acumula distintas pretensiones contra varios demandados o cuando varios actores
acumulan una pretensión o varias contra uno o varios demandados) o eventual (cuando la
acumulación de pretensiones incompatibles se hace solo para el supuesto de que la pretensión
principal no sea admitida por el juez, por no estar fundada).
Hay dos clases: yuxtaposición (pido varias cosas que se suman) o alternativa (pido una u otra).

B. Ampliación de la demanda (art 401.2 LEC).


El demandante, con posterioridad a la presentación de la demanda pero antes del emplazamiento
al demandado, presenta una nueva pretensión (amplía la demanda) o pide una condena mayor.
No puede haber transcurrido el plazo para que el juez conozca la demanda. Implica un nuevo
cómputo del plazo para contestar. Acumular nuevas pretensiones a las ya ejercitadas o para
dirigirlas contra nuevos demandados.

C. Cuestiones prejudiciales.
Se dan cuando el juez que conoce del procedimiento principal u otro distinto dictan algo que
afecta a ese procedimiento o su sentencia. Ej: Yo demando a Juan por 10.000 euros, y él presenta
una querella por falsedad documental; esta es una cuestión prejudicial porque debe ser resuelta
previamente al proceso. Sería: heterogénea, penal, excluyente, no devolutiva, suspensiva.
(1) Pueden ser homogéneas (mismo orden jurisdiccional o incluso mismo juzgado) o
heterogéneas (la cuestión prejudicial ha de ser resuelta por un órgano jurisdiccional de otro
orden jurisdiccional).
(2) Pueden ser penales, administrativas, constitucionales o laborales.
(3) Son excluyentes (no se puede resolver el proceso hasta que se resuelva la cuestión), no
devolutivas (debe resolverlo un órgano distinto, siempre se dará en las heterogéneas) y
suspensivas (suspenden justo antes de dictar sentencia).
Son puntos prejudiciales sobre los que cabe plantear un conflicto jurídico ante el Juez. Serán resueltas por el órgano
judicial, sin que ello suponga una ampliación del objeto, ni un objeto dual o plural, pues en esos casos resuelve a
los solos efectos lógicos de poder enjuiciar la realidad o el objeto procesal que se le propone y que contiene la
cuestión procesal. Se suspende el proceso mientras se resuelva. (MANUAL)

4. Documentos que han de acompañar a la demanda.


En lo que se refiere a los documentos en los que la parte funda sus derechos, se tienen que aportar
en la demanda o en la contestación (si no, no se pueden aportar en un momento posterior). Esto es
porque los documentos tienen un papel fundamental donde se hacen constar las relaciones jurídicas
(“la reina de la prueba”), y así se garantiza el juego limpio, el proceso civil, y se evita la indefensión
de las pretensiones en el proceso. Los documentos que hay que acompañar a la demanda son:

a) Procesales (264 LEC):


1. El poder general para pleitos: en el proceso civil, está impuesta la comparecencia en
juicio; es necesaria la postulación, es decir, que nos represente el procurador. Es la escritura
de poder hecha ante notario (que cuesta dinero). La ley también permite que la
representación se haga apud acta, es decir, por medio de una comparecencia ante un letrado
de la administración de justicia (para hacerla, se debe ir al juzgado decano, donde un
funcionario nos comunica a qué juzgado será turnado). Si no se aporta el poder, sabemos
que deberemos subsanarlo más adelante. La representación hay que acreditarla siempre.

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2. El poder, título o autorización de quien dice ostentar la representación de alguien: son los
documentos que acreditan la representación que el litigante se ha atribuido: una persona
actúa en nombre de otra (acción subrogatoria en nombre del deudor) cuando esa
representación no venga impuesta por la ley (cuando un padre actúe en nombre de su hijo
no es necesario acreditar esa representación). De una persona jurídica, el representante será
el administrador (puede ser uno solo, individualmente, o varios: estos podrán actuar de
forma mancomunada, solidaria o en consejo/colegio).
3. Documentos y dictámenes que acrediten el valor de la cosa litigiosa: con la demanda y
la contestación tiene que figurar el valor de la cosa litigiosa cuando sea relevante para fijar
la competencia (si es superior a 6000 euros, tendrá que ser deducida por el juicio ordinario).
La acción que se ejercita viene determinada por la cantidad de la demanda. Si no es posible
determinarla, será cuantía indeterminada.

b) Materiales (265 y 266 LEC):


Son los que afectan al fondo del asunto, a la pretensión a deducir o al ejercicio de defensa.
4. Documentos y escritos relativos al fondo del asunto. Documentos en los que las partes
fundamenten su derecho o la acción que pretenden (documentos, medios de prueba e
instrumentos). En el art. 265 se recogen supuestos generales, los cuales si no se presentan
ahora no podrá hacerse posteriormente. Y el art. 266 supuestos más concretos, sin los
cuales no se admite la demanda. El fin es evitar el fraude procesal y propiciar el juego
limpio entre las partes, así como evitar la indefensión. Los hechos que no se consigan
probar son inexistentes para el juez.
Caso especial (art. 266): Si queremos denunciar que no se ha pagado la pensión de
alimentos, debemos adjuntar el libro de familia y los movimientos de la cuenta corriente,
además de documentos de la INE (para saber la cuantía de la pensión de alimentos).
Por último, se hace referencia a las costas.

5. Efectos de la demanda admitida a trámite.

EFECTOS PROCESALES
• El efecto más directo de la demanda es el inicio del proceso. Este proceso es el mecanismo
que contiene el entramado de relaciones y situaciones jurídicas entre las partes y el juez, y
entre las partes entre sí, cuya única finalidad es posibilitar de la forma más lógica y justa la
sentencia. Y como consecuencia de esas relaciones se produce la litispendencia. Esta se
produce desde la interposición de la demanda. Art. 410 LEC.
• El perpetuatio iurisdictionis se produce una vez impuesta la litispendencia. Implica que las
condiciones personales, objetivas y territoriales del objeto procesal determinan la jurisdicción
del órgano, inicialmente competente, hasta el momento de dictar sentencia, aun cuando en el
transcurso del procedimiento aquellas puedan cambiar. Responde al principio de economía
procesal y a la lógica operativa.
• Prohibición de la mutatio libelli, también a raíz de la litispendencia. Prohibición de modificar
el contenido de la demanda durante la tramitación procesal, pero se ha de entender sin
perjuicio de formular alegaciones complementarias y sin que se alteren sustancialmente las
pretensiones ni los fundamentos de estas. La facultad de alegar en el proceso cuantos hechos
sean de relevancia para el éxito de las pretensiones de las partes y que hayan ocurrido con
posterioridad a la presentación de la demanda o de la contestación o que se hayan conocido
con posterioridad.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 31


• Litispendencia en sentido estricto: imposibilidad legal de tramitar otro procedimiento entre
los mismos sujetos con el mismo objeto del que está pendiente. Evitar la inseguridad e
incerteza jurídica ante dos posibles respuestas diferentes (art 416.2 LEC).

EFECTOS MATERIALES
• El deudor que se constituye en mora debe pagar intereses, aunque no hayan sido pactados (art.
1.109 CC);
• La litispendencia determina el carácter litigioso de los bienes con los efectos que se
contemplan en arts. 1.291 y 1.535 CC;
• Se interrumpe la prescripción (art. 1.973 CC). Declarados en la sentencia se retrotraen al
momento de la demanda.

6. Acumulación de procesos (art 76 LEC).

Tiene lugar cuando se trata de unir varios procesos que están pendientes en el mismo Tribunal, o en otro
distinto, para su sustanciación en un único juicio y su terminación en una sola Sentencia.

La LEC permite, con ciertas limitaciones, acumular procesos iniciados en un único procedimiento,
a fin de que todos ellos – pendientes en el mismo tribunal o en otro distinto – terminen en una
única sentencia. Puede ordenarse de oficio o solicitarse por quien sea parte en cualquiera de los
procesos. Se busca evitar contradicción jurídica y lograr lógica entre las sentencias.

Se trata de un remedio excepcional y no estará permitida cuando los procesos no se sustancien por
los mismos trámites, o la tramitación no pueda unificarse sin pérdida de derechos procesales, o el
órgano que conociese del pleito más antiguo careciese de competencia objetiva/territorial; y sin que
haya finalizado el juicio.

La solicitud puede hacerse ante uno o varios juzgados.


1) Deberán estar presentes todas las partes y de conformidad. De no estar todas conformes, el
juez decide conforme a Derecho.
2) La solicitud da lugar a dos resoluciones judiciales: la primera, la del Juez ante quien se
solicita, que la declare procedente o no, según las condiciones del caso, procediendo en caso
positivo a requerir de acumulación a los demás jueces que tramitan los procesos acumulables
(arts. 89 y 90); la segunda, de los jueces requeridos, que tras oír a las partes, aceptan o no el
requerimiento de acumulación (art. 91). En los supuestos en los que la acumulación fuese
promovida de oficio, el Juez dará audiencia a las partes para que puedan formular
alegaciones, antes de resolver.
Efecto: se concreta en la orden de tramitación de los nuevos procesos en el procedimiento del más antiguo.
Si el juez o jueces requeridos no aceptan la acumulación, la cuestión se decide por el órgano judicial superior
a ambos.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 32


LECCIÓN 5: REBELDÍA Y CONTESTACIÓN A LA DEMANDA

1. Rebeldía y falta de contestación a la demanda.

Una vez admitida a trámite la demanda mediante decreto del LAJ, se procede a emplazar a la parte
demandada. Será declarado en rebeldía el demandado que no comparezca en forma en el plazo
señalado en el emplazamiento (20 días, plazo de contestación a la demanda j.ord).
Hablamos de una ausencia física y jurídica, que solo es subsanable mediante la personación en forma
en el proceso, es decir, con procurador y abogado. El demandado asume una postura de pura y plena
inactividad forzosa hasta tanto no se persone; es decir, al tener la carga de personarse y no cumplirla
se le “sanciona” con la imposibilidad de realizar actos procesales. Esto lleva consigo la preclusión
de todos los actos. Si no contesta no podrá alegar hechos, ni tampoco podrá someter a prueba los
aportados por el actor si no se personase en la Audiencia Previa. Sin embargo, la prueba se podrá
practicar en segunda instancia si la personación se produce después del término de prueba y la
rebeldía no es imputable al demandado (art 460.3 - 270).
Art 499 LEC: “Cualquiera que sea el estado del proceso en que el demandado rebelde comparezca,
se entenderá con él la sustanciación, sin que el procedimiento se retrotraiga en ningún caso” (si el
plazo ha acabado, no podrá responder). Hay que tener en cuenta, no obstante, que la rebeldía no
implica allanamiento ni admisión de hechos (art 496.2).
La rebeldía es automática, no precisa que sea declarada por el actor, sino que la determinará el LAJ
(de oficio) tras verificar que se realizó el emplazamiento de forma adecuada. La declaración de
rebeldía se realiza mediante auto y, para que surta efecto, es preciso que sea notificada. Al rebelde
solo se le notificará la declaración de rebeldía y la sentencia (art 497 LEC). La Ley impone que
dicha declaración se notifique al demandado por correo, siempre que su domicilio sea conocido, y,
de lo contrario, que se le notifique mediante edictos (BOE, BOCAM). La notificación de las
sentencias, de primera y segunda instancia y la del recurso extraordinario de casación, se hará
personalmente, y, si no es posible, por edictos.

PROCESO EN REBELDÍA

Los efectos que la Ley liga a la declaración de la rebeldía son efectos procesales que no implica la
modificación de la esencia del mismo; en concreto, en lo que se refiere a dos principios básicos: el
principio de dualidad de partes y el principio de contradicción.
o Pr. de dualidad de partes. Los efectos que la Ley liga a la declaración de la rebeldía son
efectos procesales que implican la pérdida de posibilidades procesales a una de las partes, pero
nunca significa que no se le tenga por parte: pues, efectivamente, el demandado no solo se
puede personar en el proceso cuando lo estime conveniente, sino que puede recurrir y,
naturalmente, le afecta la sentencia que se pueda dictar.
o Pr. de audiatur et altera pars (art 24 CE). El principio de contradicción queda a salvo con tal
de dar posibilidad y medios al demandado para ser oído; lo que se concreta en una citación a
juicio regular y válida conforme al Derecho. Así, pues, el demandado tiene la carga de estar en
el proceso, de personarse; en concreto, todos los efectos que se derivan de la rebeldía son
manifestaciones negativas del principio de la carga de participar en el proceso.
o La sentencia dictada en proceso de rebeldía queda sometida en cuanto a su eficacia a una
regulación distinta y extraordinaria; produce evidentemente la eficacia de cosa juzgada (art 503
LEC), pero sometida a un proceso especial de rescisión que conocemos como nueva audiencia
al rebelde. Es una sentencia firme. Esto es, no se podrá hacer uso de los recursos ordinarios,
únicamente del recurso de apelación y el extraordinario por infracción procesal o el de casación.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 33


FALTA DE CONTESTACIÓN A LA DEMANDA

El demandado puede dejar de contestar a la demanda cuando la Ley le excusa de contestar. En


este caso, no existe la carga de contestación y, por consiguiente, la falta de esta no produce los
efectos que la Ley fija para aquellos supuestos en los que el demandado deja de contestar sin más,
teniendo la carga de hacerlo.

La falta de contestación, sin que exista excusa legal, crea una situación especial en el proceso; no
implica admisión ni de hechos ni de pretensiones, ni tampoco es oposición. Simplemente se pierde
la oportunidad de tomar postura frente a la demanda, lo que determina que la prueba solo podrá
versar sobre los hechos alegados en la demanda, ya que el demandado no tendrá definido qué tutela
judicial pretende obtener en el proceso. Siendo así, solo serán objeto de prueba los hechos que
tengan relación con la tutela que pretenda obtener el actor.

Tampoco se podrán aportar al proceso los escritos y documentos que necesariamente hay que
acompañar con la contestación. Le serán notificados todos los actos aunque no conteste a la
demanda.

2. La contestación a la demanda.

EL ACTO PROCESAL DE LA CONTESTACIÓN

Es la respuesta que el demandado da a la petición del actor. Las características, la estructura y la


naturaleza de la contestación a la demanda son las mismas que en el escrito de demanda: debe incluir
hechos, fundamentos de derecho, suplico o petición de pretensión. Se debe acompañar de la
aportación de documentos en los que se funden los hechos. La contestación a la demanda determina
el objeto del debate. Se determina el conflicto. Debe ser siempre escrita.

El artículo 405 LEC recoge distintas posibilidades respecto al escrito de contestación:

1. Oposición respecto a la forma de la demanda: el demandado puede oponerse a la


prosecución del proceso por entender que este carece de alguno de los presupuestos procesales
que reconoce nuestro ordenamiento jurídico procesal (enumerados en el art. 416*, tema 6) o
por entender que se han acumulado improcedentemente acciones en la demanda (405.1 LEC).
La admisión de algunas de estas excepciones procesales impide la sentencia sobre el fondo,
es decir, sobre la pretensión propuesta por el actor en la demanda. En todos aquellos supuestos
en donde sea posible la subsanación, esta deberá ser admitida.
2. Allanamiento: El demandado puede conformarse con la pretensión del actor de forma total o
parcial, esto es, aceptarla como existente, total o parcialmente. Si una parte se allana
totalmente, finaliza el procedimiento con sentencia. En cualquier caso, el allanamiento total
no será vinculante para el juez, ya que puede afectar a terceros o producirse un fraude de ley.
Si el allanamiento es parcial, se condena por la parte reconocida y se continúa el proceso por
el resto (por ejemplo, si dicen que debo 6000 pero yo solo reconozco una deuda de 3000).
¿COSTAS?
3. Defensa: El demandado puede negar el hecho en sí, o admitir los hechos pero negar los efectos
jurídicos. El demandado puede adoptar una postura pasiva frente a la demanda y limitarse
exclusivamente a negar los hechos alegados por el actor. De esa manera, el demandado no
aporta hechos nuevos al debate, sino simplemente niega los aportados por el actor, negando
así la pretensión. También debe considerarse como defensa la mera negación del efecto
jurídico pretendido, con independencia de que existan o no los hechos y con independencia
de que puedan producir otro efecto jurídico.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 34


4. Oposición respecto al fondo: Incluye la defensa, pero el demandante aquí, además, alega
nuevos hechos que son impeditivos (impiden que el hecho constitutivo de la pretensión del
actor produzca eficacia, por ejemplo, la falta de legitimación), excluyentes (extinguen la
eficacia jurídica del hecho constitutivo, como el pago) o extintivos (reconoce que el actor tiene
derecho a la tutela, pero el demandado posee un contraderecho, por ejemplo, la prescripción)
de los alegados por el actor. El demandado puede oponerse a la demanda mediante la
introducción de nuevos hechos en el debate; estos nuevos hechos pueden dar lugar a una
contraprestación. Cuando el demandado se opone, no niega sino que afirma nuevos hechos,
pudiéndose afirmar que el demandado plantea “excepciones materiales”.

Excepción

Es una defensa del demandado que se centra específicamente en la lucha contra la pretensión; y esto
es igualmente válido para las excepciones en sentido propio que en sentido impropio; en un caso
como en otro se trata de que el juez no acoja la pretensión propuesta por el actor.

Excepciones impropias: aportando al proceso hechos extintivos e impeditivos que, sin


contradecir fundamentalmente los hechos constitutivos aportados por el actor, determinan la
alegación en el proceso de fundamentaciones jurídicas que impiden o extinguen la eficacia de la
norma constitutiva alegada por el actor. El demandado, aun aportando hechos nuevos al proceso e
invocando la aplicación de nuevas normas jurídicas, no añade nada nuevo a los límites establecidos
en la pretensión del actor, pues este no solo tiene el derecho cuando se comprueba la existencia de
los hechos constitutivos de la norma cuya aplicación pide, sino que necesitará que no se produzcan
aquellos otros que vienen a impedir o extinguir la eficacia de citada norma. En este sentido, el objeto
procesal queda idéntico y dentro de los límites establecidos por la pretensión del actor.

Excepciones propias: se basan en hechos excluyentes, se tratará de la existencia de derechos


correspondientes al demandado que no obtienen su reconocimiento en el proceso sino en función de
excluir la pretensión del actor; si el demandado invoca la prescripción aumenta el material de hecho
de la sentencia, pero no aporta ninguna nueva pretensión. Simplemente pone de manifiesto que, aun
existiendo el derecho del actor, este no es exigible. En ambos casos solo existe un único objeto
procesal, invocado por el actor, al que se le priva de contenido cuando se ponen de manifiesto hechos
impeditivos y extintivos, por una parte, y hechos excluyentes, por otra.

3. Reconvención.

Se puede confundir con compensación. Compensación: tú me debes 3000 y yo te debo 5000. Es


reconvención cuando necesariamente la parte actora reconvencional quiere hacer valer ese crédito,
es excepción cuando el demandante reconvencional indica que hay otro crédito y permite que su
crédito se compense con el del otro (no hace falta lo del libro yuhuuuuu).

Es la conducta del demandado consistente en no limitarse a pedir su propia absolución, sino pedir
la condena del demandante. Las posiciones iniciales se invierten: el demandado inicial pasa a ser

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 35


también demandante (demandado reconviniente), y el demandante inicial pasa a ser también
demandado (demandante reconvenido). La reconvención es una demanda planteada por el
demandado en el escrito de contestación (en el suplico o como otrosí, 406 LEC), en el proceso
pendiente contra el actor, mediante la cual se deduce una acción independiente para su
resolución con autoridad de cosa juzgada.

La cualidad de independiente no hace referencia a la inexistencia de conexión entre las dos


pretensiones; quiere decir, en cambio, que la reconvención no va dirigida a la oposición a la acción
del actor. No existe reconvención:
− cuando el demandado pide que se rechace la demanda o la absolución, aun basándose en la
contraprestación.
− cuando el demandado plantea la demanda de declaración negativa frente a la pretensión de
declaración positiva, ya que no hace valer ninguna pretensión independiente.

La jurisprudencia del TS, anterior a la Ley, concluye de manera acertada que toda pretensión del
demandado que no se reduzca a pedir que se le absuelva de la demanda constituye siempre
reconvención, jurisprudencia que es perfectamente aplicable a las disposiciones de la vigente LEC.

REQUISITOS. La Ley impone de manera expresa las condiciones o requisitos formales para que la
reconvención se admitida:

• Momento procesal. En el juicio ordinario, la reconvención debe ser formulada en el escrito


de contestación a la demanda; a continuación de este (en el suplico o como otrosí).
• Forma. Debe ser explícita. La reconvención debe ser propuesta a continuación de la
contestación; debe acomodarse a los requisitos de estructura y forma de la demanda;
debe expresarse en ella con claridad la concreta tutela judicial que se pretende obtener; y no
se considerará formulada reconvención en el escrito del demandado que finalice limitándose
a solicitar su absolución respecto de las pretensiones de la demanda principal.
• Conexión: debe existir conexión entre la acción o acciones ejercitadas por el demandante
en la demanda principal y la acción o acciones ejercitadas por el demandado por vía
reconvencional. La reconvención tiene que ser objetiva: identidad de petición y/o causa de
pedir. Lo más común será que las reconvenciones conexas que se formulen sean las que se
basan en la misma causa de pedir. No tiene por qué ser una conexión jurídica.
• Legitimación pasiva. La demanda reconvencional puede dirigirse no solo contra el
demandante o demandantes iniciales, sino también contra los litisconsortes necesarios del
demandante en los supuestos en los que la demanda reconvencional se refiera a un derecho
material que se tenga contra varios, entre ellos el demandante, en mancomún. también
permite reconvenir contra los que puedan considerarse (por el demandado) litisconsortes
voluntarios del actor.
• Competencia del tribunal y homogeneidad del procedimiento: No se admitirá la
reconvención cuando el Juzgado carezca de competencia objetiva por razón de la materia
o de la cuantía o cuando la acción que se ejercite deba ventilarse en juicio de diferente tipo
o naturaleza. Sin embargo, podrá ejercitarse mediante reconvención la acción conexa, que,
a razón de la cuantía, hubiere de ventilarse en juicio verbal. Por otra parte, la LEC establece
que en los juicios verbales solo se admitirá la reconvención cuando esta no determine la
improcedencia del juicio verbal; y, además, establece que, en ningún caso, se admitirá
reconvención en los juicios verbales, que, según la ley, deban finalizar por sentencia sin
efectos de cosa juzgada. Será indiferente la competencia territorial. Tampoco si se precisa
de un procedimiento especial, ej. desahucios.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 36


TRATAMIENTO PROCESAL

Las pretensiones que deduzca el demandado en la reconvención se sustanciarán y resolverán al


propio tiempo y en la misma forma que las que sean objeto de la demanda principal, lo que quiere
decir que el proceso se sigue para el conocimiento conjunto de la demanda principal y de la demanda
reconvencional. Hay un único acto con un procedimiento principal y uno reconvenido. Un solo
proceso, una sola sentencia (409 LEC).

Hay que decir que al ser la acción reconvencional independiente de la ejercitada en la demanda no
se verá afectada por las vicisitudes procesales que puedan afectar a la demanda y, en tal sentido, en
los supuestos en que se declare inadmisible la demanda, o en los supuestos en los que la carencia de
cualquier presupuesto procesal determine una resolución en la instancia, el proceso no se terminará
por ello en lo que se refiere a la demanda reconvencional, que será conocida y resuelta en sentencia
de fondo.

Distinto del problema a que hemos hecho referencia en el párrafo anterior es el que surge de la
aplicación por el órgano judicial de las normas contenidas en la Ley y referentes a las condiciones
o requisitos de admisibilidad de la demanda reconvencional. Si no reúnen las condiciones, deben
rechazarse dictándose auto, por tanto, resolución razonada y fundada en derecho. No produce efecto
de cosa juzgada, pudiendo el demandado plantear su demanda reconvencional en proceso aparte y
en vía principal.

4. Otros actos de alegación.

Son actos que están insertos en la audiencia previa, o en la primera parte de la vista del juicio verbal
y que sirven fundamentalmente para fijar el objeto del proceso o para aportar al proceso datos
fácticos que, por las razones que sean, no pudieron aportarse en el momento normal: es decir, con
la demanda y con la contestación.

Escrito de ampliación: Las partes tienen la posibilidad de realizar actos alegatorios, escritos,
cuando hechos nuevos o de nuevos conocimientos se produzcan o se conozcan con posterioridad
al acto de la audiencia o de la vista, y siempre con anterioridad a la citación para sentencia.

De este escrito se da traslado a la parte contraria para que en un plazo de 5 días manifieste si reconoce
o no como ciertos los nuevos hechos alegados. El órgano judicial dictará providencia no admitiendo
la alegación en el supuesto de que no se justifique adecuadamente el nuevo conocimiento o la
novedad del hecho.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 37


LECCIÓN 6: LA AUDIENCIA PREVIA
1. Introducción.
La Ley ha regulado una fase intermedia en el proceso declarativo que se concreta en una serie de
actos, que se ordenan tras los alegatorios y antes de los probatorios.
Las finalidades de la audiencia previa, recogidas en el 414.1.2 LEC, son las siguientes:
1. Intentar un acuerdo o transacción.
2. Examinar las cuestiones procesales que pudieran obstar a la prosecución del procedimiento.
3. Alegaciones y pretensiones aclaratorias o complementarias.
4. Fijar con precisión el objeto sobre el que exista controversia.
5. Proponer y admitir la prueba.
En conclusión, tiene una doble finalidad: persigue terminar el proceso mediante acuerdo entre las
partes, o preparar el verdadero juicio en el que las partes han de probar sus alegaciones. Esta
finalidad responde al principio de economía procesal.
De las partes que veremos a continuación, únicamente tendrán lugar siempre el intento de acuerdo, las cuestiones
controvertidas y la petición de prueba (las excepciones y alegaciones complementarias pueden o no ocurrir).

2. Terminación del proceso por resolución en la instancia.


El proceso termina cuando no existe el conflicto, cuando las partes no asisten al juicio o no lo hacen
debidamente representadas o cuando existe una falta de algún presupuesto procesal que hace
imposible su continuación. Estos supuestos se recogen en el artículo 414 LEC:
a) Terminación por acuerdo de las partes. Si las partes han llegado o están dispuestos a
llegar al acuerdo, no tiene sentido el proceso, pues no tienen interés procesal. Deben
informar de la posibilidad de negociación o mediación, y debe también tratarse de derechos
disponibles. El acuerdo debe ser realizado por auto del juez que homologa el mismo, siendo
así equiparable a una transacción procesal. Lleva aparejada una ejecución, que debe hacerse
en un máximo de 5 años.
b) Situaciones de no comparecencia de las partes o representantes procesales:
è Ambas partes: auto de sobreseimiento y archivo de actuaciones.
è Demandado: se continúa en rebeldía.
è Demandante: si el demandado no tiene interés en que se continúe, sobreseimiento por
falta de interés. El demandante puede iniciarla posteriormente de nuevo. Si sí hay
interés, se continúa (consecuencias para el demandante de no posibilidad de presentar).
c) Inexistencia de algún presupuesto procesal. Esto es, por la oposición de exepciones
procesales. Los presupuestos que pueden estimarse son los recogidos en el art. 416 y el de
acumulación de acciones improcedente regulado en el art. 405.1. Se resolverán de viva voz
en la audiencia por el órgano jurisdiccional, cabiendo recurso de reposición. No es así la
falta de jurisdicción o de competencia que, aunque evita la sentencia de fondo, se plantea
y dilucida con anterioridad a la contestación a la demanda. No es un numerus clausus (425).

Cuestiones de presupuestos procesales:


Prácticamente la totalidad de las cuestiones siguientes se deberán resolver en la audiencia previa.
Las seis primeras están recogidas en el artículo 416 LEC.
1. La declinatoria
Falta de competencia o jurisdicción. El artículo 416.2 se refiere a ella, diciendo que la misma no
se alega como excepción procesal, sino que se presenta dentro de los diez primeros días de plazo
para contestar a la demanda.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 38


2. Falta de capacidad de los litigantes o de su representación en sus diversas clases
Es referible tanto al actor como al demandado.
Cuando es el demandado quien alega la falta de capacidad o representación del actor, está
oponiendo una excepción de tipo procesal (referida a personalidad, capacidad y postulación)
que evita la prosecución del proceso y su terminación por sentencia firme.
Cuando es el demandante quien advierte que la personación del demandado en el proceso se hace
careciendo de capacidad o de representación, no está alegando una excepción de tipo procesal
(imposible porque es el actor quien lo alega) sino la falta de un presupuesto procesal en la persona
del demandado, que de no subsanarse no evita la prosecución del proceso ni su terminación por
sentencia firme, sino la presencia eficaz del demandado en el proceso: determina la rebeldía.
El defecto de capacidad de obrar, personalidad, representación y postulación es subsanable. La
ley prevé que sea en la audiencia previa, puede hacerse en el acto o en un plazo no superior a
diez días para que se proceda a la subsanación del defecto. Por el contrario, la falta de capacidad
para ser parte no es subsanable: el juez dicta auto dando por concluida la audiencia y poniendo
fin al proceso, sin entrar en el fondo.

3. Litispendencia y cosa juzgada


La litispendencia hace referencia a la existencia de otro procedimiento en marcha sobre el mismo
asunto y entre las mismas partes, que impide el inicio de un nuevo proceso con las mismas
circunstancias. Deberá entonces dictarse acto de sobreseimiento.
La cosa juzgada excluye el proceso, porque en él se propone un objeto procesal idéntico, en todas
sus circunstancias, al que ya ha sido juzgado en un proceso anterior. Esto es, ya existe una
sentencia sobre dicho objeto y entre las mismas partes. La cosa juzgada tiene dos efectos, positivo
y negativo. Únicamente el negativo es considerado excepción procesal, que es el ya mencionado.
En sentido positivo, la sentencia anterior sirve de base para resolver el nuevo proceso.

4. Falta de litisconsorcio necesario


La doctrina habla únicamente de pasivo necesario, así que se refiere a este. Hay que alegarla en
la contestación a la demanda, como excepción procesal. Será tratada en la audiencia previa. Está
explicado el tratamiento procesal en la página 23.
Esta cuestión afecta al fondo del asunto y no al proceso. Un proceso seguido contra alguno de
los litisconsortes necesarios y no contra todos, no es un proceso inválido o constituido
ilegalmente, es un proceso que terminaría necesariamente con una sentencia absolutoria en el
fondo, pues el derecho ejercitado por el actor, de existir, no se tiene contra uno o varios de los
litisconsortes sino contra todos los que son necesariamente litisconsortes entre sí, porque todos
ellos son titulares activos o pasivos de la relación jurídica material controvertida en el proceso.

5. Inadecuación del procedimiento


Falta de competencia material, bien sea por la cuantía, bien sea por la materia. La Ley prefiere
que sean las partes las que determinen, mediante acuerdo, el valor de la cosa litigiosa, calculado
conforme a las reglas legales; solo para el caso de que no hubiese acuerdo será el juez quien
decida. Y sobre la inadecuación por razón de la materia, el órgano judicial decidirá, oídas las
partes, lo que estime procedente.

Si la diferencia de cuantía o materia supone el cambio de procedimiento, de un juicio ordinario


a un verbal, se podrá preparar y continuarse sin necesidad de una nueva demanda (art 422.2:
“…el Juez pondrá fin a la audiencia, procediéndose a señalar fecha para la vista de dicho
juicio…”). En caso contrario, para pasar de juicio verbal a ordinario, no cabe esta posibilidad.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 39


6. Defecto legal en el modo de proponer la demanda
Se puede alegar cuando la demanda no es clara o precisa en la determinación de las partes o en
las pretensiones deducidas, todo ello de acuerdo con lo que se establece en el art. 424.1. Esta
norma debe interpretarse de forma restrictiva y de acuerdo con el principio de máxima protección
al derecho a la tutela efectiva. Permite que el juez admita las aclaraciones o precisiones
oportunas, dándose lugar al sobreseimiento si no se hicieren esas aclaraciones o precisiones o si
fuese insubsanable el defecto.

7. Acumulación inapropiada o indebida de acciones (excepción procesal, art 405.1)


Puede ser planteada en la contestación cuando la acumulación no sea conforme a la ley. Se trata
de una vulneración del articulo 71 LEC, porque no se cumple alguno de los requisitos en él
recogidos. El órgano judicial deberá decidir sobre ello. Si estima que la acumulación es legal, no
se impide el conocimiento y la sentencia de fondo en relación con las acciones acumuladas a la
principal. Se continuará el proceso y se dictará sentencia en el fondo, en relación con la acción
principal y aquellas otras que puedan constituir, acumuladas, el objeto del proceso.

Estas dos últimas cuestiones procesales que detallamos a continuación se encuentran recogidas en
el artículo 409 LEC, y son raramente utilizadas:
8. Falta de reclamación previa en vía administrativa (409)
La estructura burocrática y mecánica de la Administración, junto con la falta de respeto crónico
de esta por los ciudadanos, hace de esta excepción, en no pocas ocasiones, un mecanismo de
atraso de la actuación de la justicia incompatible con el derecho a la tutela efectiva sin retardos
ni inconvenientes formales superables. Es subsanable, salvo en los casos de las tercerías de
dominio y de mejor derecho en los expedientes administrativos de apremio por impagos de
débitos a la Tesorería General de la Seguridad Social.

9. Falta de arraigo en juicio


Cumple una función parecida a la cautio iudicatum solvi, y que, en definitiva, se trata de la
imposición de una cautela al demandante extranjero para asegurar la hipotética obligación de
pagar las costas procesales en caso de vencimiento, es en todo caso, aun en los supuestos en los
que se pudiera aplicar por el principio de reciprocidad, un insostenible castigo al demandante
extranjero por el hecho de serlo.

3. Alegaciones complementarias
Complementan, pero no desvirtúan la pretensión inicial. La estructura de nuestro ordenamiento
comprende la posibilidad de contestación puntual a los argumentos jurídicos y fácticos
esgrimidos por el contrario. Se pueden hacer, siempre con el límite de la mutatio libelli:

- Alegaciones complementarias. Las partes pueden efectuarlas en relación con lo expuesto por
la parte contraria, sin alterar sustancialmente las pretensiones ni los fundamentos de estas. Tiene
sentido cuando ha habido una oposición por parte del demandado y no cuando el demandado
se limite solo a negar los hechos alegados por el actor o cuando los admita lisa y llanamente.
- Alegaciones aclaratorias. Las partes pueden aclarar o rectificar las que han sido sus propias
alegaciones en los escritos de demanda y contestación; es una consecuencia de la necesidad de
que la demanda y la contestación sean actos procesales sencillos y claros, en modo tal que en
todo momento se sepa qué es lo que se pide y la razón.
- Alegación de hechos nuevos. En la audiencia o en la vista se pueden alegar aquellos hechos
nuevos ocurridos con posterioridad a los escritos de demanda y contestación. Igualmente se
permite que se aleguen aquellos hechos de los que se hubiese tenido noticia con posterioridad

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 40


a los escritos de demanda y contestación y, lógicamente, con anterioridad a la audiencia o a la
vista.
- Nuevas peticiones accesorias o complementarias. La Ley prevé en estos casos que la
oposición a la presentación de esas nuevas peticiones de la parte contraria sea determinante para
su virtualidad, pues dispone que la admisión de estas peticiones no debe producir indefensión
en la parte contraria.

4. La fijación definitiva de la posición de las partes (426 LEC)

Las partes manifiestan cuál es su postura ante los documentos y dictámenes que hubiese presentado
la parte contraria. Deben pronunciarse adjuntando los documentos con su parecer a los escritos de
alegaciones. En el caso de que las partes impugnen la autenticidad de los documentos, podrán
proponer prueba: se trataría de un delito de falsedad documental.
Las partes pueden impugnar la relevancia (o licitud) de dichos documentos en el proceso (no tiene
valor probatorio). Del mismo modo que las partes manifiestan su parecer sobre los documentos de
la parte contraria, también tienen que mostrar su parecer sobre los dictámenes que se hubieran
aportado, es decir, si los admiten o consideran que han de ser ampliados en determinados extremos.
Por último, en la audiencia previa las partes deben aportar aquellos dictámenes periciales que
consideran necesarios para apoyar sus alegaciones complementarias.
También la partes, además de manifestar su parecer sobre los documentos y sobre los dictámenes
periciales de la parte contraria, fijan definitivamente cuáles son los hechos controvertidos (sobre
qué hechos existe conformidad y sobre cuáles existe disconformidad). Si las partes están de acuerdo
con los hechos y su discrepancia se ciñe solo en los fundamentos jurídicos (consecuencias jurídicas),
el tribunal, sin más trámites, va a dictar sentencia en los siguientes veinte días, cuando no es
necesario realizar ninguna actuación de prueba. Sobre los hechos admitidos, está prohibida la
realización de prueba, ya que quedan fijados tal y como lo han establecido las partes.

5. Proposición de prueba

La última finalidad respecto de la audiencia previa se detalla en el artículo 429 LEC, que establece
que será en esta fase donde tenga lugar la proposición y admisión de prueba. Rige durante la misma
el principio de inmediación (el juez debe estar presente). La proposición de prueba es una
actuación de parte, que se hará de forma verbal, aunque se deberá presentar una nota de prueba
(escrito). Se proponen todos los medios de prueba: documentales (público o privado), interrogatorio
de partes, de testigos, prueba pericial, reconocimiento judicial, medios de reproducción, y la prueba
de presunción (modo de probar la presunción de hechos).
El tribunal admitirá aquellas pruebas que resulten pertinentes, útiles, legales y (convenientes??)
lícitas, que, no existiendo límite al número de medios de prueba que puede proponerse, supone un
límite abstracto a dicha proposición.
Citación para juicio. Una vez que se ha propuesto y admitido la prueba por el tribunal, este señala
fase para el juicio, indicando si se celebra en una sesión o en una o varias sesiones consecutivas.
Efectivamente, la proposición de prueba es una actividad de parte, pero si bien el art. 282 LEC
señala que son las partes quienes han de proponer las pruebas que consideren necesarias, hay una
matización de esta facultad de proposición: las pruebas a instancia de parte, que aparecen en el
artículo 429 LEC. El legislador ha previsto que cuando el juez considere que son insuficientes las
pruebas propuestas por las partes (determinados hechos pueden quedar no suficientemente
probados), puede ponerlo de manifiesto a las partes y les indicará incluso los medios de prueba de
los que pueden hacerse valer, a las cuales corresponderá complementar su proposición de prueba
(facultades por parte del juez en el ámbito de la prueba). Si las partes no siguen al juez, no
propondrán las pruebas y, por lo tanto, el juez no puede abordarlas.

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LECCIÓN 7: LA PRUEBA
(Estudiar de “RESÚMENES MANUAL”)

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LECCIÓN 12: LOS ACTOS DE CONCLUSIÓN
1. Los actos de conclusión.

Solo tienen sentido si se ha celebrado prueba. No son alegaciones, es decir, no son afirmaciones de
hecho y de derecho, sino apreciaciones de los resultados que, a juicio de las partes, puedan deducirse
de los actos realizados hasta ese momento en el proceso. Son actos de postulación en los que el
influjo psíquico sobre el juez se realiza mediante la labor de conclusión o de deducción. No son
obligatorios en el juicio verbal (sí lo son en el ordinario), sino potestativos a criterio del juez (art
447 LEC). Han de ser breves, sistemáticos y concisos. Se hacen de forma oral en cualquier caso. Es
un resumen de las pruebas practicadas, que han permitido demostrar nuestra postura y con ello se
trata de convencer al juez. No se pueden incluir nuevos medios probatorios ni hechos nuevos.

Es una propuesta de resolución que efectúan las partes. En el acto de conclusión el órgano judicial
puede solicitar a las partes cuantas aclaraciones estime pertinentes y que sean de utilidad para la
mejor comprensión de la posición jurídica de cada una de ellas y del resultado probatorio obtenido.

La terminación del juicio se produce cuando ya no cabe realizar ningún acto probatorio ni de
conclusión; el significado de la terminación del juicio no se queda en el mero hecho de darlo por
terminado, sino que, y es lo fundamental, significa que a partir de dicha terminación se inicia el
plazo que tiene el órgano judicial para dictar sentencia: veinte días para el proceso ordinario
(art. 434.1) y de diez días para el juicio verbal (art. 447.1). Son plazos impropios, el juez no suele
hacerlo en estos plazos, no es preclusivo.

2. Diligencias finales.

Tienen carácter excepcional, se llevan a cabo una vez finalizado el procedimiento. Se solicitan en
el acto de la vista (no más de una vez). Establece el art. 434.2, que el plazo para dictar sentencia
quedará en suspenso si se acuerda la práctica de diligencias finales. Son actos probatorios (véase
art. 435), que dan lugar lógicamente a posteriores actos de conclusión, que en esta ocasión quiere la
Ley que sean escritos (art. 436.1).
La suspensión del plazo para dictar sentencia da lugar a la apertura de un periodo de tiempo, que
sirve para practicar pruebas y para llevar a cabo, en el proceso ordinario, actos de conclusión
referentes a esas pruebas en un plazo adicional de 5 días (art. 436.1); terminado ese plazo del que
hacemos referencia, se abre el último y definitivo plazo para que el órgano judicial dicte sentencia.
Se pueden practicar de oficio por el juez. Se trataría de practicar pruebas sobre hechos alegados
oportunamente, de relevancia en el pleito, y de los que no se haya podido probar su certeza, a pesar
de haberse practicado distintos medios de prueba, que no han sido eficaces probatoriamente por
concurrir circunstancias, desaparecidas posteriormente. Por lo que el órgano debe tener motivos
fundados. Es necesario que se produzca el fenómeno de que durante ese plazo, siempre después de
la terminación del juicio, hayan desaparecido las circunstancias obstativas que habían impedido la
eficacia probatoria de los medios probatorios practicados en el juicio.
En conclusión, se practican de oficio cuando cuando no se ha podido probar suficientemente algún
hecho sobre el que se ha practicado prueba (excepción al principio de aportación de parte).
A instancia de parte, cuando no se ha podido practicar la prueba (propuesta y admitida) por causas
ajenas a la voluntad de quien la propuso, o verse sobre hechos nuevos producidos o conocidos
después de la terminación del proceso.

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3. La sentencia.

Solo hay que saber lo ha dicho él (el manual es muy extenso en este punto).

Concepto. Es un acto del juez (y, por consiguiente, un acto del Estado) que supone una declaración
de voluntad del Estado en la que se afirma existente o inexistente el efecto jurídico pedido en la
demanda. Es la resolución por la que el juez decide a quién da la razón, es un acto de voluntad; pero
también es de conocimiento, pues debe estar motivada. Son aquellas resoluciones destinadas a
decidir definitivamente las pretensiones planteadas en el pleito, ya sea en primera instancia o en los
recursos ordinarios y extraordinarios.

Características.
Principio de congruencia: el juez debe pronunciarse únicamente sobre el objeto de la demanda, ni
más, ni menos, ni un objeto diferente.
Motivación: Ha de estar motivada, lo que implica que debe subsumir el supuesto de hecho que se
le plantea en el supuesto de hecho de la norma. La sentencia debe estar argumentada, de manera que
se eviten las sentencias arbitrarias: el juez debe expresar en base a qué ha tomado su decisión (qué
disposición normativa, qué jurisprudencia…).
Asimismo, ha de tener claridad y precisión.

Clases. Las sentencias pueden ser:


- Estimatorias: de forma íntegra o parcial, le da la razón a la parte demandante; o
desestimatorias: da la razón a la parte demandada.
- Definitivas: resuelven la instancia, el pleito que se le ha planteado, y se abre un periodo de
tiempo para ser recurrida; o firmes: una vez acabado el plazo para recurrir; o bien cuando desde
el principio no cabía recurso (las sentencias que resuelven cuestiones de juicio verbal de cuantía
inferior a 3000 euros no son susceptibles de recurso, pasan “inmediatamente” de definitivas a
firmes).
- Declarativas: declaran la existencia de un derecho o una situación jurídica; de condena:
resolución en la que se condena a una persona a hacer, no hacer o dar una cosa; o mixta:
contienen la declaración de un derecho y, a su vez, dicha declaración implica una condena.
- Constitutivas: se declara un derecho que, para que sea efectivo, es necesaria inscripción en el
registro: divorcio, nulidad, separación, tutela.

Estructura.
Establece el art. 248.3 LOPJ que las sentencias se formularán expresando, tras un encabezamiento,
en párrafos separados y numerados, los antecedentes de hecho, hechos probados, en su caso, los
fundamentos de Derecho y, por último, el fallo; serán firmadas por el juez, magistrado o magistrados
que las dicten. Esta norma ha sido desarrollada por los arts. 209 y 218.2 de la LEC.
En el encabezamiento de la sentencia se ha de expresar el número, el lugar y la fecha en que se ha
dictado; el nombre del juez o el Tribunal que las pronuncien; los nombres, domicilios y profesiones
de las partes (y sus abogados) y el carácter con que han litigado. Igualmente, se expresará el nombre
de los procuradores y letrados que hayan intervenido y la acción ejercitada en el proceso o el objeto
del juicio.
En los antecedentes de hecho, en párrafos separados y numerados, se mencionan las pretensiones
y los hechos alegados por las partes: en primer lugar, aquellos sobre los que no existe controversia
(hay conformidad entre las partes); y luego, los contradictorios, esto es, sobre los que debe

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 44


pronunciarse el juez. El juez, entonces, especifica los hechos que considera que han quedado
probados con los medios de prueba.
Igualmente, en párrafos separados y numerados, el órgano judicial expresará cuáles son los
fundamentos de Derecho de su fallo: la sentencia ha de contener las razones y fundamentos legales
del fallo, con expresión concreta de las normas jurídicas aplicables al caso: las disposiciones
normativas, las opiniones doctrinales (aunque no sirvan de base), sí que sirven las jurisprudenciales.
Tiene que ver con la motivación (y la argumentación) para llegar a la conclusión.
Por último, el fallo (parte dispositiva) que se ha de pronunciar en los términos de los arts. 209.4a y
216 de la LEC, debiéndose exponer cuantos pronunciamientos sean necesarios para decidir cuantas
pretensiones se hayan ejercitado por las partes, entrando en todas y cada una de ellas. En
consonancia con lo que hemos dicho anteriormente, la sentencia de condena deberá recoger, siempre
que sea de condena a entregar cantidad de dinero, cosas o servicios, la cifra exacta en que se
concrete aquella o establecer las bases de liquidación, siempre que sea por simples operaciones
aritméticas. Deberá pronunciarse también sobre costas (si se imponen al demandado o no).
Además, tendrá que expresar si la sentencia es o no firme; y si no lo es, qué recurso cabe, ante quién
(suele ser el mismo) y en qué plazo. Asimismo, debe indicar la cuenta de consignaciones del juzgado
en caso de que sea necesario hacer algún tipo de depósito (normalmente son unos 50 euros).

4. La cosa juzgada: requisito de la sentencia.

Cosa juzgada formal: tiene que ver con los trámites preclusivos. Una resolución que resuelve una
controversia tiene un efecto de perdurabilidad en el tiempo, para lo que hace falta que no sea
impugnada o recurrida (tiene un plazo preclusivo para ello, transcurrido el cual, no es posible hacer
eso: la sentencia deviene firme). Esto es, que la sentencia no podrá ser impugnada o recurrida.
Cosa juzgada material: es una consecuencia de lo anterior, que implica seguridad jurídica, va a ser
invariable en el tiempo.
Puede tener sentido negativo: resuelta la cuestión, habiendo sentencia sobre ella, no se podrá volver
a plantear otra sobre el mismo objeto y entre las mismas partes. Es imposible plantear la misma
cuestión debatida por las partes en un anterior proceso y obtener una nueva decisión.

En sentido positivo, la sentencia que resuelve una cuestión nos puede ayudar a resolver otras
cuestiones. Constituirán bases jurisprudenciales que el juez puede emplear para argumentar otros
casos. El juez posterior debe partir necesariamente de la decisión anterior cuando esté juzgando y
decidiendo sobre una pretensión de la que sea elemento prejudicial lo ya juzgado.

El efecto de cosa juzgada lo producirán exclusivamente las sentencias firmes, aunque no todas
(447.2, 3 y 4). Las excepciones son: las sentencias firmes constitutivas (divorcio, separación…), las
de jurisdicción voluntaria (liquidación sociedad de gananciales, nombramiento tutor…) y los
procesos sumarios (por ejemplo, un proceso de desahucio, ya que solo se mira si se ha pagado o no,
no se entra en el fondo de la cuestión).
Tampoco es aplicable a las resoluciones que resuelven cuestiones de forma.
Además, no producen efecto de cosa juzgada, lógicamente, las sentencias definitivas, ya que son
susceptibles de recurso.

LÍMITES OBJETIVOS: No todo el contenido de la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada:


- Sí pasa el fallo o parte dispositiva.
- También los hechos tal y como han sido alegados y fijados en sentencia.
- No pasan en esta autoridad: las excepciones procesales,

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 45


o SALVO compensación de créditos como reconvención (si se admite, pasa en esta
autoridad porque en la sentencia se condena a la persona a pagar x-y=z, esto es, aparece
en la sentencia) y nulidad de actos (tal cual ha sido alegada en sentencia, la causa pasa
en autoridad de cosa juzgada sin perjuicio de que haya otras causas de nulidad no
alegadas, que no pasarán en tal).

LÍMITES SUBJETIVOS: El efecto de cosa juzgada solo se extiende:

- A las partes. No obstante, las partes no siempre quedan claramente delimitadas, por lo que
se especifica que también este efecto se extenderá a:
o los herederos o sucesores y causahabientes (sucesión)
o tanto a los sustituidos como al sustituto (en casos de sustitución)
o y, por otro lado, también a los accionistas de la sociedad en procesos de impugnación
de acuerdos sociales.

La doctrina se plantea si en otros casos, como el divorcio, se extiende el efecto de cosa juzgada.
Parece lógico que el divorcio en sí solo afecta a las partes (se divorcian los cónyuges uno del otro,
no de nadie más). Sin embargo, es posible que alguna cuestión relacionada con el mismo sí que
afecte a terceros, como la liquidación de gananciales. En este caso, sí tendrá para ellos efecto de
cosa juzgada en todo lo que les afecte.

Por otro lado, en el caso de nulidad de actos de una empresa, el efecto de cosa juzgada tiene una
especial virtualidad. Si uno de los socios plantea una causa de nulidad (la acción de nulidad la puede
ejercer cualquiera de ellos) y se estima dicha causa (sentencia estimatoria), el acto se anula y se
termina la cuestión. De lo contrario, si la sentencia es desestimatoria, tendrá efecto de cosa juzgada
para el resto de socios, que no podrá plantear de nuevo la misma causa de nulidad para ese acto (se
podrá alegar una causa distinta, pero no la ya desestimada).

Respecto a este punto, solo va a exigir lo aquí incluido, dice el profesor que el manual es muy extenso.

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LECCIÓN 13: LAS CRISIS PROCESALES
1. La terminación anticipada del proceso por voluntad de las partes o alguna de ellas.

La finalización no se da por sentencia. Puede darse:


- Porque se llega a un acuerdo
- Renuncia (20.1 LEC)

o Declaración negativa sobre la existencia del derecho (no de los hechos)


o Sentencia absolutoria, imposición de costas a la parte actora
o Eficacia de cosa juzgada
o Exige poder especial del Procurador (25.2 LEC cuando este sea preceptivo)
o No es preciso el consentimiento del demandado
o Es definitiva, la parte actora abandona sus pretensiones y no las puede volver a plantear
más adelante.

- Allanamiento (21 LEC)

o Conformidad (total o parcialmente) con la pretensión, no los hechos, del demandante


o El juez no puede valorar los hechos, pero no queda vinculado por el allanamiento
o No es válido en fraude de Ley, perjuicio de terceros o del interés general
o Efecto: terminación del proceso con sentencia condenatoria
o Vinculante para la parte allanada. Efectos de cosa juzgada.
o No cabe sobre derechos indisponibles

Si es parcial: auto teniendo por allanado al demandante en la parte admitida y se


continúa el proceso sobre las cuestiones que son controversia. Si es total: sentencia
condenatoria. Si hay requerimiento prejudicial previo al demandado: se le condena a
costas (ha recibido aviso antes y ha “pasado”). Si no lo ha habido, no.

- Desistimiento

o Abandono del proceso sin renuncia a la acción


o Decreto de sobreseimiento del LAJ
o Se requiere el consentimiento del demandado si ya ha sido emplazado (si no, no hace
falta). Si el demandado se opone, el juez resolverá lo que estime oportuno (normalmente
decide continuar).
o Requiere poder especial del procurador (siempre que este sea preceptivo)
o En la práctica suele ser el resultado de un acuerdo extrajudicial

- Transacción

o Pone fin al proceso sin necesidad de sentencia (acuerdo)


o Debe ser hecha ante el Juez, que la homologa mediante auto
o No produce efectos de cosa juzgada
o El auto tiene eficacia ejecutiva
o No surte eficacia directa e inmediata sobre derechos indisponibles (solo sobre derechos
dispositivos)
o Normalmente en el propio acuerdo se reparten las costas
o No cabe recurso contra el acuerdo transaccional (“no se recurren los propios actos”),
aunque sí se puede presentar acción de nulidad por las mismas causas que invalidan los
contratos, a través de un procedimiento declarativo.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 47


Estos últimos cuatro, son procedimientos de resolución de conflictos autocompositivos.

Si hay desistimiento: en caso de que el demandado no quiera continuar, decreto de sobreseimiento


del LAJ, se archiva el procedimiento. No tiene efecto de cosa juzgada. Si quiere continuar, se puede
hacer. Si se ha emplazado al demandado y la parte actora desiste, se podrá llegar a una condena
condenatoria (¿absolutoria?) con imposición de costas.

La caducidad de la instancia
El juzgado entiende que existe desidia o desinterés en el procedimiento por las partes. La seguridad
y certeza jurídicas que se persiguen con el proceso son imposibles cuando tramitándose el mismo
transcurre un lapso de inactividad de las partes lo suficientemente amplio para pensar que el litigio
se ha arreglado por otros medios o que la sentencia ni es necesitada ni querida por las partes. El
tiempo determinado por ley (237) es de:
• Dos años para la primera instancia. Si el cómputo de plazos es por días, solo se cuentan los
hábiles; en caso contrario, se cuentan todos. De vencerse el plazo en día inhábil, vence en el
siguiente día hábil.
• Terminación del proceso dejando imprejuzgada la acción, produciéndose un efecto
similar al desistimiento (podrá ejercitarse de nuevo, no tiene efecto de cosa juzgada).
• Un año para la segunda instancia y los recursos extraordinarios.
• En segunda instancia o trámite de recurso extraordinario (infracción procesal o casación),
adquiere firmeza la sentencia recurrida.
• Cinco años para los de ejecución, si bien una vez comenzado el trámite de ejecución, no
caduca el proceso.
• Se acuerda siempre de oficio y por decreto del Secretario. Contra este solo cabe recurso de
revisión.
• El tiempo de inactividad se ha de contar desde la última notificación judicial hecha a las partes
y tiene que deberse a omisión voluntaria de actos de parte (“pese al impulso de oficio, no se
produce actividad”).

2. Paralización del proceso.

INTERRUPCIÓN

No está regulado por la ley. Se trata de un supuesto raro, una circunstancia sobrevenida: existe un
medio de prueba a realizar fuera de la sede judicial, falta un testigo importante que no se persona
para comparecer, aviso de bomba (ejemplo hermano del detenido, tira mochila por las escaleras).
• Afecta a un acto concreto à nuevo señalamiento cuando cesa la causa.
• No requiere ningún acto formal

SUSPENSIÓN (art. 188 LEC)

Implica la suspensión de la vista o del proceso y su reanudación cuando cesa la causa: nuevo
señalamiento.
Suspensión del procedimiento:
• Por decreto del LAJ, de oficio o a instancia de parte à Paralización formal del proceso.
• Se levanta por medio de auto cuando ha desaparecido la causa.
• Causas establecidas legalmente

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 48


• Interrupción de plazos pendientes de cumplimiento
• A instancia de parte à máximo temporal: 60 días (hábiles).
• Transcurrido este plazo: se dicta auto de sobreseimiento provisional. El único límite
es la caducidad: las partes tienen 2 años para solicitar que se reanude desde que son
notificados. Si no se solicita: auto de sobreseimiento definitivo.
• Supuestos de suspensión del procedimiento:
- Declinatoria
- Acumulación (de autos)
- Causa prejudicial excluyente
- Cesación del procurador en su representación (fallecimiento, por ejemplo)
- Cuestiones incidentales de previo pronunciamiento; revocación (dudamos de la
imparcialidad del juez).

Suspensión de vistas (art 188. LEC): Se suspende la vista por diversos motivos:

1. La vista anterior ha durado demasiado y no hay tiempo para esta.


2. Falta el número de Magistrados necesario, o por indisposición sobrevenida del Juez o LAJ
sin poder ser sustituido.
3. Solicitud de acuerdo las partes con justa causa.
4. Imposibilidad absoluta de alguna de las partes (justa causa LAJ, sobrevenida).
5. Muerte, enfermedad, baja por maternidad o paternidad o imposibilidad absoluta (justa
causa LAJ, sobrevenida) del abogado de alguna de las partes, no del procurador (puede ser
sustituido).
6. Abogado defensor tiene señalados varios casos en un horario incompatible (mismo día y
hora). Tiene preferencia el más antiguo o el penal.

3. Incidentes

CONCEPTO

• Supuestos prelógicos que han de ser resueltos por el juez antes de dictar sentencia.
• Son similares a las cuestiones prejudiciales, pero no son exactamente lo mismo.

CLASES
• Cuestiones incidentales de especial pronunciamiento:
o El juez las resuelve en la propia sentencia con la debida separación, aunque debe hacerlo
siempre antes de pronunciarse sobre la cuestión de fondo. No suponen una suspensión
del procedimiento, y no producen efectos de cosa juzgada.
• Cuestiones de previo pronunciamiento:
o El proceso no puede continuar hasta que no se resuelvan previamente de forma separada.
Suspenden el curso de las actuaciones. Son, por ejemplo, las que hacen referencia a
presupuestos procesales. Se resuelven por auto en un plazo de 10 días (después de las
alegaciones de las partes), que además dispone lo conveniente en lo que se refiere a la
continuación del proceso. Contra este, cabe recurso de apelación.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 49


TRAMITACIÓN
Se solicitan a instancia de parte, y el juez decidirá de qué tipo de incidente se trata. El órgano judicial
se pronuncia sobre la admisión o no del incidente, de manera que:
- Si lo estima, lo hará por providencia. El LAJ da traslado del escrito a las demás partes para
que contesten lo que estimen oportuno en un plazo de 5 días.
- Si no lo estima, rechaza por auto el planteamiento de la cuestión. No cabe contra el mismo
recurso alguno.

El momento preclusivo para plantear cuestiones incidentales es, en el proceso ordinario, el de


iniciación del juicio y, en el verbal, el momento en que sea admitida la prueba propuesta (art. 393.1).

4. Pérdida total o parcial de los autos

Se trata de un EXPEDIENTE DE RECONSTRUCCIÓN de autos, por desaparición, mutilación,


pérdida o extravío de los autos (por ejemplo, un incendio).

• De oficio o a instancia de parte


• Intervención preceptiva del Ministerio Fiscal
• Comparecencia con todas las partes, para poner en común la información de la que se
dispone, aportando fotocopias.
• Si no existiese controversia, se declara reconstruido por decreto del Secretario.
• En caso de discrepancia, el Juez dicta un auto resolviendo la reconstrucción
haciendo uso de la información aportada y decidiendo sobre la controversia.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 50


LECCIÓN 14: LOS RECURSOS
(EL PROFESOR HAN DICHO QUE LO ESTUDIEMOS DIRECTAMENTE DE LOS PPT)

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 51


LECCIÓN 15: LOS RECURSOS EXTRAORDINARIOS POR
INFRACCIÓN PROCESAL Y CASACIÓN
1. El recurso por infracción procesal.
Recurso extraordinario, devolutivo y suspensivo que procede frente autos y sentencias dictados en
apelación por las AAPP cuando incurran en determinados vicios de forma y garantías procesales.

REGULACIÓN
• Arts. 466 a 476 LEC
• DF 16.ª LEC

RESOLUCIONES RECURRIBLES
(Arts. 466.1 y 468 LEC)
• Autos definitivos dictados por las Audiencias Provinciales (AAPP) en apelación
• Sentencias dictadas por las AAPP en apelación
* Régimen transitorio: resoluciones contra las que se abre recurso de casación

COMPETENCIA
(Art. 468 LEC)
• Interposición: ante AP que dictó la resolución recurrida.
• Sustanciación y resolución: por la Sala de lo Civil y Penal del TSJ correspondiente
* Régimen transitorio: Sala de lo Civil del TS

MOTIVOS
(Arts. 67.2 y 469 LEC)
• Infracción de normas sobre jurisdicción y competencia objetiva y funcional cuando se
infrinjan normas imperativas.
• Infracción de las normas procesales reguladoras de la sentencia.
• Infracción de normas legales que rigen los actos y garantías del proceso cuando determinen
nulidad o hubieren producido indefensión.
• Vulneración de derechos fundamentales reconocidos en el art. 24 de la CE.

Requisito previo
• Haber denunciado en la instancia la infracción ahora alegada.
• Haber repetido la denuncia en apelación en su caso.
• Haber solicitado la subsanación de la violación del derecho fundamental.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 52


2. El recurso de casación.
CONCEPTO:
Recurso extraordinario, devolutivo y suspensivo que procede frente a determinadas sentencias
dictadas en apelación por las AAPP cuando infrinjan normas aplicables para resolver el fondo del
asunto. No constituye una tercera instancia (imposibilidad de introducir hechos nuevos).
REGULACIÓN:
• Arts. 466, 467 y 477 a 489 LEC
• DF 16.ª LEC*
* Vid. al respecto el Acuerdo del Pleno del TS de 12 de diciembre de 2000, en el que fijan los
criterios para la interpretación de dicho régimen provisional.
RESOLUCIONES RECURRIBLES:
(Art. 477.2 LEC)
- Sentencias dictadas por las AAPP en apelación en procedimientos para la tutela civil de los
derechos fundamentales (excepto los del art. 24 CE).
- Sentencias dictadas por las AAPP en apelación en procedimientos cuya cuantía supere los
600.000 €.
- Sentencias dictadas por las AAPP en apelación cuando la cuantía del proceso no excediere de
600.000 euros o este se haya tramitado por razón de la materia, siempre que, en ambos casos,
la resolución del recurso presente interés casacional.
• Sentencia recurrida se opone a la doctrina jurisprudencial del TS.
• Sentencia recurrida resuelve cuestiones sobre las que existe doctrina contradictoria de
las AAPP.
• Sentencia recurrida aplica normativa con menos de 5 años de vigencia sin que exista
jurisprudencia del TS sobre normas anteriores de similar contenido.
COMPETENCIA:
(Art. 478 Lec)
• Interposición: ante la AP que dictó la sentencia recurrida
• Sustanciación y resolución:
o Regla general: ante la Sala Primera del TS.
o Casación foral o autonómica: ante la Sala de lo Civil y Penal de los TSJ.
MOTIVO:
(Art. 477.1 Lec)
• Infracción de normas aplicables para resolver las cuestiones objeto del proceso (normas sustantivas
de Derecho privado).

30 días

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 53


LECCIÓN 16: LA REVISIÓN Y LA AUDIENCIA DEL REBELDE
1. La revisión civil.
Medio extraordinario de impugnación que permite atacar y suspender sentencias firmes al amparo
de determinadas circunstancias ajenas al proceso que evidencian que la resolución dictada no fue
acorde a Derecho.
REGULACIÓN:
o Arts. 509 a 516 LEC
o Art. 566 LEC

RESOLUCIONES RECURRIBLES
Sentencias firmes independientemente de la instancia donde se dictaron y de si se agotaron o no los
recursos ordinarios y extraordinarios correspondientes. Se persigue rescindir la sentencia, dejando
imprejuzgada la cuestión litigiosa.

COMPETENCIA

• Juicio rescindente à Sala Primera (civil) TS o Sala de lo Civil y Penal del TSJ (Derecho foral
o autonómico). El tribunal de revisión decide acerca de la existencia del vicio producido por el
hecho nuevo con carácter puramente negativo, dejando sin efecto la sentencia firme.

• Juicio rescisorio à órgano que conoció del asunto en primera instancia. Es contingente del
anterior y a él pueden acudir las partes para que se dicte una nueva sentencia, por cuanto el
objeto litigoso resulta en ese momento carente de decisión, aunque el juez se encuentra
vinculado por las declaraciones del fallo de revisión.

MOTIVOS

Procede la revisión en cuatro supuestos taxativamente enumerados en la LEC:

- Recuperación u obtención de documentos decisivos después de dictada la sentencia cuando


no se pudo disponer de ellos por causa de fuerza mayor o por obra de la parte en cuyo favor
se dictó la sentencia.
- Sentencia dictada en base a documentos declarados falsos en vía penal con posterioridad a
la firmeza de la sentencia o con anterioridad, pero desconociéndolo la parte que lo invoca.
- Sentencia dictada en base a una prueba testifical o pericial cuando dichos testigos o peritos
fueran condenados por falso testimonio en virtud de sus declaraciones en el proceso.
- Sentencia ganada en virtud de cohecho, violencia o maquinación fraudulenta.
Otro caso sería si el TEDH hubiera declarado que la sentencia firme fue dictada violando un derecho
reconocido en el Convenio Europeo de Derechos Humanos y no quepa otra vía que la revisión.

PLAZOS

- Plazo de caducidad: 5 años desde la publicación de la sentencia. Pasado este plazo, la revisión
se rechazará de plano.
- Plazo de 3 meses desde el conocimiento del motivo que se invoca.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 54


PROCEDIMIENTO

Juicio rescindente:

- El proceso comienza por demanda escrita con sus requisitos generales y acompañada por el
resguardo de la consignación judicial de 300 euros (el cual es preceptivo).
- La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo solicitará que se le remitan todas las actuaciones del
pleito cuya sentencia se impugne, y mandará emplazar a las partes, para que en plazo de 20 días
contesten a la demanda.
- Contestada la demanda de revisión o transcurrido el plazo sin haberlo hecho, se dará a las
actuaciones la tramitación establecida para los juicios verbales, con audiencia del Ministerio
Fiscal.
- El proceso de revisión se interrumpe por prejudicialidad penal de acuerdo con las normas
generales si, en cualquiera de sus trámites, se suscitasen cuestiones cuya decisión, determinante
de la procedencia de la revisión, competa a los tribunales del orden penal, hasta que el proceso
de esta naturaleza finalice.
- La sentencia que deniegue la revisión o anule la sentencia es irrecurrible.

Juicio rescisorio: No pueden discutirse los pronunciamientos de la sentencia rescindente (efecto


positivo de cosa juzgada).

Efectos de la revisión:

- El tribunal, a instancia del actor, dando caución por el valor de lo litigado y de los daños y
perjuicios que pueda ocasionar y, oído al Ministerio Fiscal, podrá ordenar a la vista de las
circunstancias que se suspendan las diligencias de ejecución.
- La sentencia que recaiga en el juicio rescindente, contra la cual no cabrá recurso alguno,
puede desestimar la revisión, lo que llevará aparejado la pérdida del depósito y la
imposición de las costas al actor.
- Si la sentencia estima la demanda, por concurrir el motivo de revisión alegado, lo declarará
así y rescindirá la sentencia impugnada, con devolución del depósito, mandará expedir
certificación del fallo, devolviendo los autos al tribunal de donde procedían, para que las
partes puedan usar de su derecho en el juicio correspondiente. La actividad revisora es, pues,
meramente negativa, absteniéndose el órgano de revisión de pronunciarse sobre el fondo, de
modo que las partes han de hacer uso de su derecho como corresponda; pero en el juicio
rescisorio, el juzgador viene vinculado por las declaraciones del tribunal de la revisión en la
sentencia rescindente, que habrán de tomarse como base para este segundo enjuiciamiento y
no podrán ser discutidas.

2. La audiencia del rebelde.


CONCEPTO:
Medio extraordinario de impugnación que permite al demandado rebelde instar la rescisión de
una sentencia firme cuando permaneció en rebeldía a lo largo de todo el proceso por causa ajena a
su voluntad.
REGULACIÓN:
• Arts. 501 a 508 LEC
• Art. 566 LEC

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 55


RESOLUCIONES RECURRIBLES:
Sentencias firmes dictadas en rebeldía constante e involuntaria de la parte demandada.
Se excluyen las sentencias que no generan efectos de cosa juzgada.
COMPETENCIA

• Juicio rescindente à órgano que dictó la sentencia firme impugnada. En el que


coincidiéndosele la audiencia contra la sentencia firme, se rescinde esta.

• Juicio rescisorio à órgano que conoció del asunto en primera instancia (puede ser el
mismo). Donde se da al declarado en rebeldía la oportunidad de contradecir, articulando los
medios de defensa que le asistan.

MOTIVOS:
- Rebeldía constante por causa de fuerza mayor que impidió comparecer pese a tener
conocimiento del pleito.
- Rebeldía constante por desconocimiento del pleito al haberse realizado la notificación por
medio de cédula que no llegó a poder del demandado sin causa que le sea imputable.
- Rebeldía constante por desconocimiento del pleito al haberse efectuado la citación o
emplazamiento por edictos y encontrarse ausente el demandado del lugar donde se siguió el
proceso y de la Comunidad Autónoma o Estado en cuyo Boletín oficial se publicó el edicto.
PLAZOS:
• Según notificación de la sentencia firme:
- Notificación personal à 20 días
- Notificación por edictos à 4 meses desde la publicación
Posibilidad de prórroga hasta 16 meses si subsiste la causa de fuerza mayor que impide la
comparecencia.
PROCEDIMIENTO:

Tiene 2 fases:
1. Fase juicio rescindente:

• Las demandas de rescisión de sentencias firmes se sustancian ante el tribunal donde hubieren
ganado firmeza, cualquiera que esta sea, por los trámites del juicio ordinario.
• Las demandas no suspenderán, como regla general, la ejecución forzosa de la sentencia dictada
en rebeldía. Sin embargo, el tribunal, a instancia del actor, dando caución por el valor de lo
litigado y de los daños y perjuicios que pueda ocasionar y oído el Ministerio Fiscal, podrá
ordenar en vista de las circunstancias que se suspendan las diligencias de ejecución.
• Celebrado el juicio, el tribunal dicta sentencia, no susceptible de recurso, en la que acordará
la suspensión de la ejecución si no la hubiese decretado con anterioridad. Las costas se
impondrán al rebelde cuando se declare no haber lugar a la rescisión, y no se impondrán a
ninguno de los litigantes, si la sentencia fuera estimatoria de la pretensión, salvo que el tribunal
aprecie temeridad en alguna de las partes.

2. Fase resolución sobre el fondo del asunto (juicio rescisorio):

o Si la sentencia fuera estimatoria de la solicitud de audiencia, se remite certificación de la misma


al Juzgado de primera instancia, si no fuera él mismo quien hubiera decidido la rescisión, con
lo que finaliza el juicio rescindente.

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 56


o En el tribunal de primera instancia se entregarán los autos por 10 días al demandado para que
pueda exponer y pedir lo que a su derecho convenga en la forma prevenida para la contestación
a la demanda.
o Se dará traslado del escrito por otros 10 días a la parte contraria, entregándole las copias de los
escritos y documentos, y, en adelante, se sustanciará el procedimiento por los trámites del juicio
declarativo que corresponda, hasta dictar la sentencia que proceda, contra la que podrán
interponerse los recursos ordinarios y extraordinarios previstos en la LEC.
o Si el demandado no formula alegaciones y peticiones en el trámite y plazo concedidos, se
entenderá que renuncia a ser oído y se dictará nueva sentencia en los mismos términos que la
rescindida, contra la que no cabrá recurso alguno.

PROCEDIMIENTO JUICIO RESCIDENTE:


- Trámites del juicio ordinario con especialidades (necesaria práctica de prueba para acreditar
la concurrencia del motivo de impugnación).
- La sentencia que deniegue la rescisión o que rescinda la sentencia y abra la segunda fase es
irrecurrible.
PROCEDIMIENTO JUICIO RESCISORIO:
- Trámites del juicio declarativo que corresponda con especialidades:
o Se inicia dando traslado de los autos al demandado para su contestación en el plazo
de 10 días.
o Posible contestación del demandante en otros 10 días.

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*Los temas sobre medios de prueba:
8. El interrogatorio de partes y el interrogatorio de testigos
9. La prueba por documentos
10. El dictamen de peritos
11. El reconocimiento judicial y otros medios de prueba
18. Las medidas cautelares
No se dan en clase, se preparan por grupos y se exponen. Se suelen estudiar del PDF llamado
“RESÚMENES DEL MANUAL”.

Asimismo, los temas 7 y 17 los estudié también de dicho PDF.

Examen final mayo 2019 (Getafe):


- Proposición y admisión de la prueba
- Competencia objetiva
- Recurso de casación: resoluciones recurribles y motivos
- Rebeldía
- Ejecución provisional

Daban aproximadamente una cara entera para cada pregunta. Dos horas.

Examen final mayo 2019 (Colmenarejo):


- Interrogatorio de parte
- Reconvención
- Audiencia Previa (suele caer mucho)
- Recurso de casación
- Título de ejecución

A un chico de Getafe que lo hizo él solo un día distinto, le pusieron el examen de Colmenarejo
cambiando una pregunta (no sabemos cuál) por “acto de conciliación”.

Otras preguntas que han caído años anteriores:


- Recurso de apelación (muy frecuente)
- Interrogatorio de testigos
- Prueba de peritos
- Fases de los procedimientos
- Principios informadores de los procesos declarativos
- Sentencia
- Efectos de la demanda admitida a trámite
- Capacidad procesal
- Jurisdicción y competencia
- Medidas cautelares

Julia Esteban-Hanza López de Sagredo Profesor: Mariano Callejo Caballero 58

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