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2.5.- Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, régimen señorial y
sociedad estamental.

Los reinos cristianos presentaban una estructura política parecida basada en la monarquía,
las cortes y los municipios.

La organización social era la propia de una sociedad feudal (o estamental), dividida en


órdenes o estamentos, a los que se accedía por nacimiento, sin ninguna posibilidad de
ascenso social. Había un grupo dominante, formado por la nobleza (guerreros) y el clero
(curas, monjes, obispos), que recibían los tributos (generalmente en especie) que les
pagaban los campesinos. El otro estamento era el formado por los campesinos (la inmensa
mayoría), algunos libres y otros siervos (no podían abandonar la tierra que trabajaban),
sometidos a la autoridad de su señor feudal (que podía ser un noble, un monasterio o un
obispo), a quien pagaban tributos y que administraba justicia. En principio, era una sociedad
rural: la mayoría de la población vivía en pequeñas aldeas y había muy pocas ciudades y
estas eran de pequeño tamaño.

Sin embargo, a partir del siglo XI, sobre todo en Cataluña y a lo largo del Camino de Santiago,
se produjo un crecimiento de las ciudades: Muchos campesinos libres abandonaron el
campo y marcharon a los nuevos burgos, donde se desarrolló la artesanía (fabricación de
paños principalmente) y el comercio. En las ciudades surgió un nuevo grupo social, los
burgueses, artesanos y comerciantes libres (no dependían de ningún señor feudal, sino
directamente del rey). Las ciudades se autogobernaban (concejos), obteniendo de los reyes
fueros, documentos en que se recogían los derechos y libertades de cada ciudad.

En el siglo XII surgieron las Cortes, asambleas convocadas por el rey con representantes de
los tres estamentos: nobleza, clero y ciudades. Su principal función era aprobar nuevos
tributos por lo que a los reyes les interesaba las ciudades, que eran quienes pagaban más
tributos (nobleza y clero exentos).
2.5. Los reinos cristianos en la Edad Media: organización política, régimen señorial y
sociedad estamental.

Los reinos presentaban una estructura política parecida aunque con diferencias basadas en
la monarquía, las cortes y los municipios. El origen de las cortes está en la Curia Regia donde
los nobles y clérigos asesoraban al rey. El crecimiento de las ciudades hizo ganar poder a los
burgueses naciendo las cortes de tres brazos en 1188 en el Reino de León y desde el s. XIII
en los otros reinos. En castilla eran convocados por el rey para aprobar subsidios,
declaraciones de guerra mientras que las de la Corona de Aragón eran órganos de carácter
legislativo y votaban impuestos

La sociedad fue de carácter feudal, rural y con tres estamentos (nobleza, clero y estado
llano) marcados por el nacimiento con lazos de vasallaje entre ellos.

Los dos primeros estamentos eran privilegiados. Dentro de la nobleza había diversos grados.
La alta nobleza terminó por controlar amplios dominios territoriales llamados señoríos
jurisdiccionales donde además de controlar las rentas gozaban de poder jurisdiccional. Estos
señoríos gracias al mayorazgo pasaban íntegros al heredero. En la baja nobleza destacan los
hidalgos.

El clero era el otro grupo privilegiado dividiéndolo en clero secular y regular. La iglesia
también contaba con importantes señoríos. Socialmente se distinguía el alto clero,
proveniente de la nobleza y el bajo clero, más próximo al pueblo.

El estado llano era en su mayoría campesinos que tenían una importante dependencia de
los señores, aunque también había algunos sectores de campesinos propietarios. Con el
crecimiento de las ciudades tuvieron más importancia los artesanos y los burgueses
2.6.- Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del reino de
Navarra al final de la Edad Media.

En la Corona de Castilla hubo aumento del poder de los reyes a partir de Alfonso X el Sabio
(mitad s. XIII). Surgieron nuevas instituciones políticas: El Consejo Real, órgano asesor del rey
formado por nobles, eclesiásticos y juristas; la Audiencia o Chancillería, tribunal supremo
con sede en Valladolid; y se organizó la Hacienda real. Para aumentar el control real sobre
los concejos se estableció el sistema de regimientos y se creó la figura del corregidor
(funcionario real que dirigía el concejo). La nobleza se resistió a este aumento del poder real,
rebelándose en épocas de debilidad del poder real (minorías, conflictos sucesorios…). En
1369 Enrique II de Trastámara, con el apoyo de la nobleza, venció a Pedro I el Cruel y se
proclamó rey. Con la nueva dinastía, la alta nobleza recibió grandes donaciones de tierras y
rentas, aumentando su poder frente al poder real.

Una importante institución fueron las Cortes de Castilla, asamblea que reunía a nobles,
eclesiásticos y representantes de las ciudades (procuradores), cuya principal misión era
aprobar subsidios (nuevos impuestos) a la Corona, a cambio de exponer sus peticiones al
rey. Durante el siglo XIV su importancia aumentó, pues las ciudades fueron el principal
apoyo de los reyes frente a la nobleza, si bien nunca tuvieron el mismo poder que las Cortes
de la Corona de Aragón donde el poder de los reyes era menor.

La Corona de Aragón: formada por la unión de tres reinos diferentes: Aragón, Cataluña y
Valencia, cada uno con leyes e instituciones diferentes. La costosa política de expansión por
el Mediterráneo hizo que los reyes dependieran de los impuestos, que debían ser aprobados
por las Cortes, que aprovecharon la situación para obtener privilegios: en 1283 las Cortes de
Aragón y las de Cataluña hicieron jurar a Pedro III el Privilegio General, que concedía grandes
poderes a los nobles, incluidas las prácticas abusivas sobre los campesinos. Este modelo
político se conoce como pactismo: los reyes debían negociar continuamente con las cortes y
compartir el poder con ellas. En el siglo XIV las Cortes catalanas forzaron al rey a aceptar la
existencia de una diputación permanente de las Cortes (Generalitat), un auténtico gobierno
permanente de Cataluña, sistema que se extendió a los otros reinos.

El Reino de Navarra no tuvo apenas expansión territorial, llegando sólo hasta el Ebro. Sus
reyes estuvieron muy vinculados a Francia.
2.6. Organización política de la Corona de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de
Navarra al final de la Edad Media.

Los reinos presentan una estructura política parecida basada en la monarquía, las Cortes y
los municipios, aunque cada reino posee sus propias características.

En Castilla se produce un fortalecimiento de la Monarquía. Para gobernar se sirve de una


administración central compuesta por las cortes (formado por tres brazos eran convocados
por el rey para aprobar subsidios, declaraciones de guerra…), un consejo real (carácter
consultivo) y la Audiencia o Chancillería Real (órgano supremo de justicia). En la
administración local destacan los regidores y corregidores (representantes reales de la
monarquía).

La Corona de Aragón era una unión de reinos (Cataluña, Valencia, Baleares y Aragón), en la
que cada uno conservaba sus instituciones y sus leyes particulares. La debilidad del poder
real se manifestó en el pactismo, por el que se respetaban los fueros y los privilegios de esos
reinos (privilegio general, 1283). En la administración central destacan las cortes (órgano de
carácter legislativo), diputaciones (un freno a la autoridad real) y la justicia (en manos del
Justicia mayor). En cada reino el rey tenía un lugarteniente o gobernador (virrey en
Mallorca). A nivel local destacan los Concejos o municipios que se convirtieron en
instituciones controladas por las oligarquías de las ciudades.

En Navarra el funcionamiento era más parecido al reino de Aragón donde destaca el rey, las
Cortes (velaba por la conservación de los fueros), el Consejo Real (órgano judicial y de
asesoramiento real), la Corte mayor (máximo órgano judicial) y la Cámara de Comptos
(encargada de las finanzas reales).

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