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Frecuencia de localización del diente doloroso en pacientes que
acuden a una emergencia de endodoncia
Patrick J. McCarthy, DDS, MS,*Scott McClanahan, DDS, MS,†James Hodges, PhD,‡
y Walter R. Bowles, DDS, MS, PhD†
Resumen
Introducción:Los pacientes con dolor endodóntico a veces tienen
dificultad para identificar con precisión el diente doloroso.
Determinamos la frecuencia con la que los pacientes que
presentan dolor endodóntico pueden localizar correctamente el
diente doloroso y el efecto de los síntomas perirradiculares.
Métodos:La frecuencia de localización del diente doloroso en 79
pacientes de emergencia de endodoncia se evaluó mediante la
evaluación del dolor presentado por el paciente y el dentista junto
con la escala de calificación numérica verbal (VNRS).Resultados:Los
resultados muestran que los pacientes que presentan dolor
odontogénico pueden localizar el diente doloroso el 73,3% de las
veces. Los pacientes que experimentan dolor perirradicular
pueden localizar el diente doloroso (89 %) con mucha más
frecuencia que los pacientes con dolor sin síntomas
perirradiculares (30 %,pag <0,0001).Conclusiones:La presencia de
dolor perirradicular aumenta la precisión de la localización del
dolor. El VNRS está altamente correlacionado con otras escalas de
dolor y es una herramienta de evaluación del dolor inicial
aceptable para pacientes de emergencia endodóntica.(J Endod
2010; 36: 801–805)
Palabras clave
Emergencia, endodoncia, localización, dolor, escala
numérica verbal, escala analógica visual
De *Práctica privada, Terranova, Canadá;†División de
Endodoncia, Facultad de Odontología de la Universidad de
Minnesota, Minneapolis, MN; y‡Bioestadística, Universidad de
Minnesota, Minneapolis, MN.
Dirija las solicitudes de reimpresiones al Dr. Walter Bowles, División
de Endodoncia, Facultad de Odontología de la Universidad de Minnesota,
8-166 Moos Tower, 515 Delaware St SE, Minneapolis, MN 55455.
Dirección de correo electrónico:bowle001@umn.edu. 0099-2399/$0 - ver
el asunto inicial
Derechos de autorª2010 Asociación Americana de Endodoncistas.
doi:10.1016/j.joen.2009.12.035
JOSÉ -Volumen 36, Número 5, mayo de 2010
Investigación clínica
PAGSLos pacientes que se presentan con dolor dental para tratamiento de emergencia son una
ocurrencia regular en la práctica dental. Se ha estimado que el 12% de la población
estadounidense experimenta un dolor de muelas cada año.(1). El primer paso en la evaluación
del dolor oral es determinar la etiología de los síntomas del paciente(2). El odontólogo debe
utilizar todos los datos subjetivos y objetivos para identificar con precisión el origen del dolor
del paciente. Los pacientes a menudo informan diversos grados de dolor y pueden o no
identificar con precisión el diente doloroso. Es importante poder evaluar con precisión las
condiciones de presentación para identificar correctamente el diente afectado. La precisión con
la que un paciente que sufre de odontalgia puede localizar el diente doloroso es de importancia
en el diagnóstico oral.(3)y a la relación médico-paciente. Un paciente que asume que puede
localizar el diente doloroso puede desconfiar de la recomendación de tratar otro diente. Es
importante que todos los odontólogos reproduzcan la queja principal del paciente, determinen
la etiología del dolor e identifiquen con precisión el diente afectado en lugar de tratar un diente
que el paciente cree que es la causa del dolor.
Al examinar investigaciones anteriores sobre la precisión de los pacientes para identificar
correctamente el diente doloroso, los estudios se han centrado principalmente en pacientes sanos y sin
dolor y su respuesta a la estimulación eléctrica o fría. Un estudio que involucró a pacientes que
experimentaron dolor pulpar incluyó a 206 pacientes que se quejaron de un dolor de muelas que se
diagnosticó como de origen pulpar.(4); sin embargo, no se evaluó la periodontitis apical. En este estudio,
la frecuencia de localización global del diente correctamente diagnosticado fue solo del 53,3 %, con una
frecuencia de localización ligeramente superior para los dientes maxilares en comparación con los
dientes mandibulares (56,1 % frente a 50,5 %). Los dientes posteriores demostraron ser más difíciles
para que los pacientes localizaran la fuente del dolor.
Amigo y Glenwright(5)probó sujetos normales con estimulación eléctrica en los dientes y
descubrió que los sujetos eligieron con precisión el diente estimulado solo el 37,2% de las veces. Los
pacientes también tenían mayor dificultad en la localización del dolor en los dientes posteriores en
comparación con los dientes anteriores.
Otros investigadores sugirieron que existe una discriminación amplia de dos puntos y que los
pacientes serían más precisos para localizar el dolor si solo tuvieran que identificar correctamente un
área que incluyera un diente a cada lado del diente estimulado.(6). Descubrieron una identificación
general del área de estimulación del 82 % con una menor capacidad de discriminación en los dientes
posteriores (60 %). Llegaron a la conclusión de que la discriminación anterior era superior a la
discriminación posterior y que la molestia leve se localizaba más fácilmente que el dolor intenso. Este
último punto es apoyado por Van Hassel y Harrington(6); encontraron que con la aparición inicial del
dolor, los pacientes podían determinar el diente afectado, pero con el aumento de la incomodidad, el
área "dolía por todas partes".
Abdel Wahab y Kennedy(3)probado pacientes normales con estimulación
fría. Informaron que "es difícil localizar el dolor pulpar y que el dolor puede
estar referido a través de la línea media, así como entre la mandíbula y el
maxilar". dientes anteriores mandibulares. Los autores concluyeron que la
localización del dolor es difícil de diente a diente, entre el maxilar y la
mandíbula, y de anterior a posterior.
La hipótesis de esta investigación es que los pacientes de emergencia dental que presentan dolor
(medido por la escala de calificación numérica verbal) a menudo pueden localizar el diente doloroso, y
esta frecuencia de localización diferirá con la presencia de síntomas perirradiculares. Para responder a
esta hipótesis, determinaremos la frecuencia con la que los pacientes que presentan dolor
odontogénico pueden localizar el diente correcto y determinar si hay una diferencia en la frecuencia de
localización cuando el paciente presenta con o sin dolor.
Localización del diente doloroso por pacientes en una emergencia de endodoncia 801
Investigación clínica
síntomas perirradiculares. Debido a que nuestra evaluación inicial del dolor implica el
uso de la escala de calificación numérica verbal (VNRS), también evaluaremos su
validez en comparación con otras escalas de dolor comúnmente utilizadas en la
medición del dolor dental.
Materiales y métodos
El protocolo para este estudio fue aprobado por la junta de revisión
institucional correspondiente. Los pacientes que se presentaron para el tratamiento
del dolor diagnosticado como de origen odontogénico fueron seleccionados para su
posible inclusión en este estudio. Para el tamaño de la muestra, potenciamos el
estudio para determinar la fracción general que podía localizar el dolor (55/75 = 73,3
%; intervalo de confianza del 95 %, 62,5 % -82 %).
Los sujetos potenciales para este estudio incluyeron adultos sanos de 18 años
de edad o más. Los pacientes se consideraron candidatos si se presentaban para
tratamiento de urgencia con una puntuación VNRS mayor o igual a 3 sobre 10. La
VNRS es una escala de calificación numérica verbal de 11 puntos (0-10) dada por el
paciente. Finalmente, todos los pacientes pudieron leer y firmar el formulario de
consentimiento para el procedimiento de endodoncia y el ingreso al estudio. Los
criterios de exclusión fueron pacientes que presentaban dolor de origen no
odontogénico y pacientes que presentaban una fuente obvia de dolor dental (p. ej.,
lesión cariosa macroscópica que era fácilmente visible o fácilmente detectable con la
lengua o dientes aislados).
Se obtuvo el consentimiento informado de aquellos
pacientes que cumplían con los criterios de inclusión y
querían participar en el estudio. Un formulario de
evaluación del dolor (Figura 1) se emitió a 79 pacientes
de emergencia participantes consecutivos que
cumplieron con los criterios de inclusión. El proveedor
del tratamiento registró el sexo del paciente (hombre o
mujer), la edad del paciente y una calificación del dolor
por parte del paciente en el VNRS, con 0 = "sin dolor" a
10 = "el peor dolor imaginable". El proveedor también
registró el lado de la cara en el que el paciente informa
que siente dolor y el arco (maxilar o mandíbula) en el
que se localiza el dolor. Se le pidió al paciente que
señalara el diente adolorido sin tocarlo y luego
tocándolo. Luego se le pidió al paciente que cuantificara
el dolor de tres maneras: (1) categórico: marcar una serie
de casillas en papel para describir la cantidad de dolor
que siente actualmente en una escala de 0 = ninguno a 3
= intenso; (2) escala analógica visual (VAS):
Se realizaron pruebas diagnósticas para determinar si el dolor era de origen
odontogénico y, en caso afirmativo, el diente o dientes reales que causaban el dolor.
El diagnóstico se registró para el diente afectado, incluyendo tanto el diagnóstico
pulpar como el diagnóstico perirradicular. Los participantes completaron el
formulario de evaluación del dolor endodóntico además de la escala categórica, las
escalas de dolor VAS y la escala de dolor HP.
Determinar el diagnóstico de la queja principal de los pacientes involucró
un protocolo estándar para reconocer el problema, determinar la fuente del
problema y desarrollar un plan de tratamiento para aliviar el problema
abordando la etiología.(7). Un enfoque paso a paso para el diagnóstico y la
planificación del tratamiento, como lo describen Walton y Torabinejad(8), es
práctica habitual en los consultorios de endodoncia. El proceso de diagnóstico
incluyó la queja principal del paciente, el historial médico, el historial dental, el
examen subjetivo, el examen objetivo, el examen radiográfico y cualquier
prueba especial requerida.(7, 8). El examen subjetivo incluyó la queja principal
del paciente, el nivel de dolor actual en el VNRS y los formularios de evaluación
del dolor del paciente. El examen objetivo incluyó pruebas pulpares y
perirradiculares. Las pruebas pulpares implican estimulación directa de la
dentina, pruebas de frío, pruebas de calor y pruebas pulpares eléctricas.
802 McCarthy et al.
Evaluación del dolor endodóntico
Masculino Femenino Años
1) Nivel de dolor actual en la escala analógica verbal (0-10)
2) ¿De qué lado informa el paciente el dolor? Izquierda o Derecha
3) ¿En qué arcada siente el paciente que se localiza el dolor? Maxilar superior o Mandíbula
4) ¿Cómo describe el paciente el dolor:
punzante, sordo o palpitante,
constante o intermitente?
espontáneo o provocado
5) Haga que el paciente señale el diente sospechososin que tocándolo
¿Qué diente se cree que está involucrado? ¿Entre dientes?
6) Haga que el paciente señale el diente sospechoso con el tacto.
¿Qué diente se toca? entre dientes?
Diagnóstico:
Diente involucrado:
pulpar:
perirradiculares:
Figura 1.Formulario de valoración del dolor en endodoncia.
Las pruebas perirradiculares incluyeron evaluación por percusión y palpación.
También se realizó un examen periodontal que incluyó profundidades de sondaje y
movilidad. El examen radiográfico involucró cualquier radiografía que se determine
necesaria para proporcionar información de diagnóstico útil del diente o dientes en
cuestión. Se utilizaron las categorías diagnósticas endodónticas para diagnósticos
pulpares y perirradiculares.(9–11). Una vez que se registraron los datos de referencia
y se determinó el diagnóstico, un residente de endodoncia o un estudiante de
odontología de pregrado bajo la supervisión de la facultad completó el tratamiento
de endodoncia de emergencia apropiado.
Se calcularon las correlaciones de Pearson entre las cuatro escalas de
dolor, tratando la escala de dolor "categórica" como si fuera una medida
continua. Para probar las tabulaciones cruzadas (es decir, una medida
categórica frente a otra), se utilizó la prueba exacta de Fisher cuando el texto
lo indica y el chi-cuadrado de Pearson en caso contrario. Para comparar dos (o
más de dos) grupos según los resultados medidos en una escala continua (p.
ej., VAS), tSe calcularon pruebas o análisis de varianza de una vía. ¿Cuándo se
"localizó" la variable dependiente? (sí/no),'' que es binaria, y había más de 1
variable independiente (por ejemplo, "¿dolor al tocar? [sí/no]'' y edad), se utilizó
una regresión logística, con efectos probados usando probabilidad pruebas de
relacion El umbral de significación estadística se fijó enpags #0.05.
Resultados
Un total de 79 pacientes participaron en este estudio, que incluyó a
cuatro pacientes que tenían dolor de origen no endodóntico, quedando 75
pacientes para ser incluidos para el análisis. Para la mayoría de los análisis que
siguen, estos 75 pacientes con dolor odontogénico se caracterizaron según
tuvieran síntomas perirradiculares, es decir, pacientes sin dolor a la percusión
(n = 20) o pacientes con dolor a la percusión (n = 55).
Hubo una alta correlación entre las cuatro escalas de medición del dolor
(VNRS, categórico, VAS y HP). Correlaciones de Pearson (r) se calcularon entre
las escalas de dolor (tratando la escala categórica de dolor como una medida
continua). Las correlaciones fueron más altas para VAS-VNRS (0,91) y VAS-HP
(0,90); sin embargo, todas las correlaciones fueron significativas (tabla 1).
Teniendo en cuenta la correlación y para evitar la repetición en la presentación
de datos, las comparaciones y los gráficos representarán principalmente datos
VAS.
La frecuencia global de localización para los 75 pacientes, independientemente
del estado perirradicular, fue 55 de 75 (73,3 %). Cuando se consideran los síntomas
perirradiculares, entre los pacientes con dolor a la percusión, 49 de 55 (89,1 %)
pudieron localizar su dolor en el diente correcto en comparación con 6 de 20 (30 %)
entre los que no tenían sensibilidad a la percusión. Usando la prueba exacta de
Fisher, esta comparación fue significativa
JOSÉ -Volumen 36, Número 5, mayo de 2010
 Investigación clínica
TABLA 1.Correlaciones de escala de dolor

Variable por variables Correlación (r) norte pagsValor

Categórico VNRS 0.8533 75 <0.0001

EVA VNRS 0.9051 75 <0.0001
EVA categórico 0.8569 75 <0.0001
HP VNRS 0.8607 75 <0.0001
HP categórico 0.8185 75 <0.0001
HP EVA 0.9000 75 <0.0001

HP, Heft-Parker; EVA, escala analógica visual; VNRS, escala de calificación numérica verbal.

(pag <0,0001). Los pacientes frecuentemente localizaban el dolor en el arco

adecuado; la comparación fue del 94,6% cuando hubo dolor a la percusión y del 90%
cuando no hubo síntomas perirradiculares (p =0,60). Con respecto a la localización del
dolor en el lado correcto (izquierdo/derecho) de la cara, el 100% de los pacientes
pudo identificar el lado correcto.
Los pacientes que no pudieron identificar correctamente el diente adolorido tuvieron
puntajes de dolor VAS promedio más altos (75.3) en comparación con aquellos pacientes que
pudieron identificar correctamente el diente adolorido (62.5,p =0,030). El siguiente diagrama
de caja y bigotes (Figura 2) muestra el efecto de la puntuación de dolor VAS en la localización
del diente correcto.
figura 3muestra la asociación entre los síntomas perirradiculares, la intensidad
Figura 3.Fracción localizada para los seis grupos definidos por dolor a la
del dolor y la capacidad para localizar el diente afectado. Los puntajes de dolor más
percusión y EVA recodificó puntajes de dolor leve (30-49), moderado (50-79) y
altos y la falta de síntomas perirradiculares disminuyen la frecuencia del paciente severo (80-100).
para localizar el diente correcto. Para simplificar la presentación de estos resultados
enfigura 3, la escala de dolor EVA se recodificó como leve (30-49), moderado (50-79) y
severo (80-100). Sin embargo, al probar la asociación del dolor con la localización, la Se utilizó la prueba exacta de Fisher para probar la asociación de sexo y
EVA se trató como una medida continua.figura 3muestra que los pacientes con localización; el sexo no se asoció significativamente con la frecuencia de
puntuaciones más altas de dolor y ausencia de síntomas perirradiculares eran menos localización (p =0.200). Utilizando una regresión logística que considera tanto
capaces de identificar el diente correcto. Los pacientes con dolor leve y sensibilidad a el sexo como el dolor a la percusión como variables independientes y la
la percusión tenían una fracción localizada alta (0,987) en comparación con los localización como variable dependiente, el sexo fue casi significativo (p =0,059).
pacientes con dolor intenso y sin sensibilidad a la percusión (0,078). Los hombres pudieron localizar algo más a menudo que las mujeres, pero no
significativamente (Figura 4).
Los pacientes capaces y no capaces de localizar el diente correcto tenían Para los análisis que compararon la asociación entre el arco y la frecuencia de
exactamente la misma edad media, de ahí el valor de p de exactamente 1,00. La edad localización, el conjunto de datos incluyó a 72 pacientes. tres pacientes
no se asoció con la capacidad de localizar el diente doloroso.

110
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
norte Y
localizado
Figura 4.Fracción localizada para los cuatro grupos definidos por dolor a la percusión
Figura 2.Puntuación de dolor EVA y localización correcta de los dientes. y sexo.

JOSÉ -Volumen 36, Número 5, mayo de 2010 Localización del diente doloroso por pacientes en una emergencia de endodoncia 803
Investigación clínica
Figura 5.Fracción localizada para los cuatro grupos definidos por dolor a la percusión
y arcada.
no se pudo localizar entre el maxilar y la mandíbula por lo que no se utilizaron
para el análisis. No se encontró que la frecuencia de localización fuera
significativamente diferente entre el maxilar y la mandíbula utilizando la
prueba exacta de Fisher (p =0,783).Figura 5muestra los resultados de la
regresión logística considerando simultáneamente la sensibilidad del arco y la
percusión en su asociación con la localización. El maxilar mostró una tendencia
hacia una mejor localización que en la mandíbula pero no significativamente.
Los pacientes inscritos en el estudio tenían uno de cuatro diagnósticos
pulpares: pulpitis reversible, pulpitis irreversible, necrótica o tratada previamente. Se
probó la asociación de los diagnósticos pulpares con cada una de las cuatro escalas
de dolor con resultados similares; ninguno se asoció con el diagnóstico pulpar. Por
ejemplo, el análisis unidireccional de la varianza de la EVA y los diagnósticos pulpares
no mostraron una relación significativa (p =0.522) con nivel de dolor y diagnóstico.
Figura 6muestra los diagramas de caja y patillas de las puntuaciones de dolor VAS
para cada uno de los diagnósticos pulpares.
Los pacientes inscritos en el estudio también tenían uno de los tres
diagnósticos perirradiculares: normal, periodontitis perirradicular aguda (APP)
o absceso perirradicular agudo (APA). Considerando la frecuencia de
diagnóstico y localización perirradicular, existe una diferencia estadísticamente
significativa (pag <0,0001) para APP y APA en comparación con la normalidad.
APP y APA, sin embargo, no difieren en la capacidad de localizar (p =0,653).
Los tipos de dientes (anteriores, premolares o molares) no difirieron
significativamente con respecto a la frecuencia de localización (p =0,063). Sin
embargo, hubo una tendencia no significativa a que los molares fueran más difíciles
de localizar. Los dientes anteriores se localizaron el 100 % de las veces, seguidos de
los premolares el 73,7 % de las veces y los molares el 66,7 % de las veces. Los dos
grupos en función de los síntomas perirradiculares se consideraron por separado, y
en los casos sin dolor perirradicular, los molares (15,4 %) tendieron nuevamente a ser
más difíciles de localizar que los dientes anteriores (100 %), sin embargo, no
significativamente (p =0,057).
Discusión
Una revisión de la literatura dental generó solo cuatro artículos que se
centraron en el tema de la localización del dolor en la cavidad bucal.(3–6).
804 McCarthy et al.
Figura 6.Puntuaciones de dolor VAS y diagnósticos pulpares
Esta investigación parece ser la primera en evaluar la frecuencia del paciente de
localizar el diente doloroso con respecto al diagnóstico pulpar y perirradicular.
Aunque el poder estadístico fue adecuado para la mayoría de las preguntas
formuladas, cuando examinamos la cuestión de la localización en el arco correcto con
o sin dolor perirradicular, las frecuencias de localización fueron cercanas (94,6 %
frente al 90 %) y encontramos que nuestro estudio no tuvo suficiente poder para
responder esta pregunta. Esto también resultó para las cuestiones de sexo versus
capacidad de localización y diagnóstico pulpar versus EVA. Aunque estas son
preguntas interesantes, no fueron el foco principal de la investigación y pueden
considerarse áreas de investigación futura.
Los enfoques tradicionales para la medición del dolor incluyen escalas de
autoevaluación numéricas y verbales, escalas de observación del comportamiento,
cuestionarios y respuestas psicológicas.(12). Las escalas de dolor tienen
principalmente dos funciones, que son medir la gravedad del dolor y determinar si el
dolor de un paciente ha cambiado.(13). La naturaleza compleja y subjetiva de la
experiencia del dolor sugiere que las mediciones de estos dominios no siempre
muestran un alto grado de concordancia. Sin embargo, la EVA, la escala categórica, la
escala HP y la VNRS han mostrado una correlación constante en los ensayos clínicos
sobre el dolor.(13–16)pero no se han correlacionado con el dolor dental. El VNRS es
una herramienta de diagnóstico de uso común en el entorno clínico y ha demostrado
ser una evaluación precisa del dolor inicial en comparación con el "estándar de oro"
VAS. El VNRS solo requiere una comunicación verbal del nivel de dolor de 0 (sin dolor)
a 10 (el peor dolor imaginable), mientras que el VAS requiere una herramienta de
papel y bolígrafo o una herramienta deslizante mecánica. Holdgate et al.(13). también
concluyó que el VNRS es una herramienta de evaluación del dolor inicial más práctica
y aceptable. En este estudio, la correlación fue más alta para VAS-VNRS (r =0,91), pero
todas las escalas de dolor utilizadas mostraron una alta correlación.
Van Hassel y Harrington(6)sugirió que la base de los errores en la
localización del diente doloroso puede ser la incapacidad para distinguir entre
los estímulos entregados a los dientes adyacentes; por lo tanto, existe un
amplio umbral de discriminación de dos puntos. Sandberg(4)notaron que la
frecuencia, al considerar la localización en el área (un diente a cada lado del
diente real), aumentó a 92,6% en el maxilar y 95,9% en la mandíbula. Amigo y
Glenwright(5)tuvo una frecuencia de localización del 79,3% cuando se
consideró correcto un diente de cada lado. El presente estudio tuvo una
frecuencia de localización del 90,7% (68/75) cuando se consideró correcto un
diente a cada lado del diente diagnosticado. De los siete pacientes que no
pudieron localizar dentro del rango de tres dientes, cinco pacientes
identificaron el arco incorrecto y los otros dos pacientes eligieron dientes en el
arco correcto, con discrepancias de tres y cuatro dientes, respectivamente.
JOSÉ -Volumen 36, Número 5, mayo de 2010

Los resultados de este estudio, para dientes con síntomas perirradiculares,
mostraron una tendencia a que los dientes posteriores sean más difíciles de localizar
que los dientes anteriores. Los dientes anteriores se localizaron el 100 % de las veces,
seguidos de los premolares el 73,7 % de las veces y los molares el 66,7 % de las veces.
En los casos sin dolor perirradicular, los molares nuevamente tendían a ser más
difíciles de localizar que los dientes anteriores, sin embargo, no significativamente.
Estos hallazgos son similares a los de Friend y Glenwright(5)quienes encontraron que
la frecuencia de localización disminuía hacia la región posterior y los hallazgos de Van
Hassel y Harrington(6)quienes encontraron una frecuencia de localización de hasta el
90% en los dientes anteriores con una capacidad de discriminación disminuida en los
dientes posteriores de solo el 60%.
Los pacientes con frecuencia podían localizar el dolor en el arco
adecuado. La comparación en el presente estudio fue del 94,6% cuando hubo
dolor a la percusión y del 90% cuando no hubo síntomas perirradiculares (pags
= 0,60) para una localización global del arco del 92,3%. Este resultado es similar
a Friend y Glenwright(5)quien tuvo el 96.4% del número total de estímulos
correctamente identificados al arco correcto y Van Hassel y Harrington(6)
quienes tenían un 95% de localización del arco en su estudio. A partir de estos
resultados, parece que el dolor rara vez se refiere al arco ipsilateral; sin
embargo, es importante señalar que puede ser referido. Seltzer et al.
(17)revisó el diagnóstico diferencial de las afecciones pulpares y concluyó que los
dientes anteriores prácticamente nunca refieren dolor al maxilar opuesto, los dientes
posteriores pueden referir dolor al maxilar opuesto del mismo lado y los dientes
mandibulares posteriores pueden referir dolor al oído ipsolateral.
En el estudio actual, no se encontró que el dolor cruzara la línea media. Este
resultado es comparable tanto con Van Hassel como con Harrington.(6)quien informó
un 100 % de precisión al comparar los dientes correspondientes a lo largo de la línea
media y Friend y Glenwright(5)quienes informaron una frecuencia de cruce de la línea
media de solo el 1,5% de todos los dientes estimulados. Los dientes incisivos,
particularmente los incisivos centrales, a menudo reciben inervación tanto del lado
derecho como del izquierdo.(18). El apoyo a la inervación cruzada de los incisivos
mandibulares se demostró con base en los resultados de un estudio de anestesia
local en el que un bloqueo del nervio alveolar inferior unilateral tuvo solo un 39 % de
éxito en los incisivos centrales mandibulares y un 50 % en los incisivos laterales. El
éxito anestésico aumentó con los bloqueos nerviosos alveolares inferiores bilaterales,
lo que respalda el concepto de que se produce una inervación cruzada.(19).
No hubo casos de dolor referido en este estudio clínico; sin
embargo, en la literatura se ha informado dolor referido de otros dientes
o de otras áreas anatómicas de la cabeza y el cuello. Las fuentes de dolor
referido incluyen dolor de origen cardíaco, que comúnmente se irradia al
brazo, hombro, cuello y cara izquierdos.(20); sinusitis maxilar o dolor de
origen mucosa nasal(21, 22); Dolor miofascial; dolor neurovascular
incluyendo migraña; dolor neuropático como neuralgia del trigémino y
odontalgia atípica(21); dolor de origen psicógeno(21, 23); e infección por
herpes zoster que se presenta como pulpitis aguda
(24). El dolor odontogénico también puede ser referido, y se ha demostrado
que la intensidad del dolor es el predictor más fiable de dolor referido.(25).
Falace et al.(25)reclutó a 400 pacientes que acudieron a una clínica de
urgencias dentales con la queja de dolor de muelas posteriores. El dolor
referido fue referido por el 89,9% de los pacientes; El 80% de los sujetos
reportaron dolor referido a los dientes adyacentes, y el 24% reportaron dolor
referido a la arcada opuesta.(25).
Lowenstein y Rathkamp sugirieron que los mecanorreceptores estaban
presentes tanto en el intracanal como en el ligamento periodontal.(26). Cuando se
presionó un diente anterior, el diente se localizó correctamente el 100 % de las veces,
pero al evaluar la capacidad de localización de los dientes posteriores disminuyó. Al
probar dientes normales en comparación con dientes sin pulpa, encontraron valores
de umbral más altos con dientes sin pulpa y propusieron que las fibras del PDL
pueden perderse con la extracción de pulpa. Aunque una gran parte
JOSÉ -Volumen 36, Número 5, mayo de 2010
Investigación clínica
de los dientes en este estudio involucraron pulpa inflamada o necrótica, existe
evidencia de que los mediadores inflamatorios pueden producir inflamación del
ligamento periodontal, produciendo así alodinia(27, 28). A partir de los resultados de
este estudio, los pacientes que experimentan dolor perirradicular (alodinia) pueden
localizar el diente doloroso significativamente más a menudo que los pacientes que
tienen dolor pulpar y sin síntomas perirradiculares.
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Localización del diente doloroso por pacientes en una emergencia de endodoncia 805