CURSO DE LITURGIA BIBLICA ¿Cuántas veces al año celebra la iglesia santa cena?

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“El culto cristiano” ¡Cuán fácil es olvidar que el culto comunitario es una cita con el Dios
“cantad a Dios, cantad; cantad a nuestro Rey, cantad; Porque Dios es viviente! El momento culminante de la semana para nosotros debería ser
el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia” (sal.47:6-7) cuando nos reunimos con el resto del pueblo de Dios para estar en la
Bosquejo presencia inmediata de tu Señor.

1. El culto cristiano: es bíblico 1. EL CULTO CRISTIANO: ES BÍBLICO.

2. El culto cristiano: es un dialogo entre Dios y su pueblo.
Existen 3 clases de culto:
3. El culto cristiano: es ordenado.
4. El culto cristiano: promueve la unidad 1.1. El culto sin entendimiento.
5. El culto cristiano: es pastoral. Hech. 17:23. __________________________________________
6. El culto cristiano: es evangelisticos. 1.2. El culto que es en vano.
7. El culto cristiano: es integral. Mateo 15:9. Col. 2:21-23. _______________________________
Levítico 10:1-2; _______________________________________
 Su importancia.
1.3.El culto verdadero.
¿Qué importancia tiene el culto para usted? ________________________ Apc. 4:8. ____________________________________________

¿Cuantas veces asiste al culto entre semana? _______________________ Dicho de otra manera.

“El culto es la máxima expresión de la vida cristiana; abarca su pasado, su Existen 3 clases de adoración: S Juan 4:21-24.
presente y su futuro. En el culto, recordamos la historia de la salvación en
V. 22a. «Adoráis lo que no sabéis.» Adoración en ignorancia. Se refiere al
el pasado, manifestamos y confesamos nuestra fe, necesidades y
pueblo samaritano, que había introducido elementos paganos en su
bendiciones presentes, y nos esperanzamos con la segunda venida en el
adoración. Lo aplicamos a las personas que van al culto por tradición y
futuro. El tema es de enorme importancia, pues en realidad el culto es el
costumbre, pero no entienden ni han discernido el sentido del culto ni lo
todo de la vida cristiana”1
que es adorar y buscar a Dios.
Unos de los catecismos de la Iglesia Reformada responde a la necesidad de
asistir a los cultos de la iglesia: “Para oír la palabra de Dios y para participar
en los santos sacramentos, para invocar públicamente al Señor y para
contribuir cristianamente a la asistencia de los pobres” (pregunta # 103 del
C. Heidelberg.)

1
J Varela. El culto cristiano. Origen, evolución, actualidad. Editorial Clie. Barcelona
2002. Pag.18
V. 22b. «Nosotros adoramos lo que sabemos.» Adoración intelectual. El
contexto en el que Jesús enmarca estas palabras es el del pueblo judío,
conocedor de la Ley pero no hacedor de ella. Lo aplicamos aquí a las
personas que conocen la Palabra al pie de la letra, pero para ellos es sólo
eso, letra muerta, sin aplicación personal ni cambio interior. Tienen un
conocimiento intelectual y hasta cultural de la Biblia, pero no la han
encarnado en sus vidas. El culto que ofrecen estas personas es un culto
ritualista y muerto.
V. 23 «Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad.» Adoración verdadera. Esta es la auténtica adoración, buscar a
Dios no por sentimientos, razón, o tradición, sino con corazón sincero, por
convicción, por necesidad y por sentido de compromiso. Entonces los
sentimientos vendrán pero no serán la base de nuestra fe. «En espíritu y
verdad» indica una integridad en lo que se está haciendo, es decir tributar
a Dios un homenaje en el que participe la totalidad de la persona. El énfasis
se pone sobre el estado interior del corazón (espíritu) y de la mente de los
que adoran (verdad).
La Confesión de Fe de Westminster define el principio normativo de culto
como sigue: El modo aceptable de adorar al verdadero Dios es instituido
por él mismo, y limitado de tal manera por su voluntad revelada, que no
debe ser adorado según las imaginaciones e invenciones de los hombres, o
según las sugestiones de Satanás, bajo ninguna representación visible, ni
según otro modo que no sea prescrito en las Sagradas Escrituras Dt 12:32;
Mt 15:9; 4:9-10; Dt 15:1-20; Éx 20:4-6 (XXI:1).
Veamos las características del culto bíblico.
a) la centralidad de la palabra de Dios.
La centralidad de la palabra de Dios, Todo culto cristiano ha de ser guiado
por la Palabra de Dios. La proclamación litúrgica de la Palabra de Dios se
encuentra en el saludo, la promesa del perdón de nuestros pecados, la
bendición, etc. Martín Lutero decía: “Donde no se predica la Palabra de
Dios, es preferible no cantar, ni leer, ni reunirse” La gloria de Dios se
manifiesta en el culto a través de su palabra.
¿Qué está fallando en la predicación hoy en día?
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b) La música y la alabanza.
Está claro que la música y el canto son partes vitales de la alabanza y la
adoración a Dios. Esto se describe a lo largo de toda la Biblia, desde Génesis
hasta Apocalipsis.
 Lucifer era un genio musical. Ezequiel 28:13. Recibió el don de Dios
para la gloria de Dios. No cabe duda que fueron los descendientes
de Caín quienes inventaron los instrumentos musicales así como
instrumentos de guerra. Gen. 4:21-22
 La música cristiana debe emitir un significado y propósito. El tipo
de música que crea confusión tiene la marca de Satanás. La
adoración puede ser peligrosa. La adoración por más estético
(bella) que sea no es más que una blasfemia y abominación
delante del Señor, la verdadera adoración tiene que llevarnos al
nivel ético y existencial. Es decir comprometernos con los valores
del reino.
 Nuestra música refleja nuestra filosofía de vida. Nuestra música
sagrada refleja nuestro concepto de Dios. Si usamos música
majestuosa es porque creemos en un Dios majestuoso. Hay un
majestuoso himno que dice: “Santo, Santo, Santo, Señor
Omnipotente...” Pero si no piensas eso y dices: “yo quiero tocar
música sentimental en vez de majestuosa.” Ahora, si tienes música
popular como música sagrada, es porque también piensas que Dios
es pop, popular, moderno. El estilo pop revela lo que estas
personas creen acerca de Dios, ¡un concepto nada bíblico!
Por otro lado, no faltaron entre los Padres abundantes exhortaciones y
enseñanzas acerca del lugar que el canto debía ocupar dentro del culto
cristiano, insistiendo, en general, en la necesidad de que éste fuera
espiritual y libre de toda mundanalidad. También en el período de la
Reforma se sometió a profunda consideración el papel y función que
debía tener el canto dentro del culto fomentando especialmente la
participación de los creyentes. En la actualidad, no debiéramos dar
menos importancia a este asunto, sino someterlo a prueba y examinar
si todo es hecho de acuerdo a los principios de la Palabra.
 ¿Cuál es, pues, la esencia de la alabanza?
Uno de los Padres de la Iglesia, Atanasio de Alejandría (s. IV) dijo: “…
Algunos simplotes entre nosotros, sostienen que los salmos se cantan
por lo agradable de los sonidos y para placer del oído. Esto no es
exacto. La Escritura para nada buscó el encanto o la seducción, sino la
utilidad del alma…”. Efectivamente, a través de los cánticos buscamos
no el agradar a nuestro oído, sino nuestra edificación Hágase TODO
para edificación, dice el apóstol en 1 Corintios 14:26.
Ello no implica que debamos renunciar a lo estético en nuestros cantos.
Efrén de Siria (306‐373 d.C. aprox.) fue conocido como "La Lira del
Espíritu Santo", por la belleza y profundidad de sus poesías. También,
los cantos compuestos por Ambrosio de Milán tuvieron tanto éxito que
los herejes lo acusaron ante el gobierno alegando que por los cantos
tan hermosos que se entonaban en su iglesia muchos de sus miembros
se iban con Ambrosio porque allí cantaban más y mejor.
Nuestros cánticos deben ser hermosos, pero por encima de todo, no
debemos olvidar que debemos cantar y alabar al Señor en nuestros
corazones (Efesios 5:19). Juan Crisóstomo (s. IV) enseñaba que: "…A
Dios se le ha de cantar, más que con la voz, con el Espíritu resonando
hacia adentro. Así cantamos no a los hombres sino a Dios, que puede
oír nuestros corazones y penetrar en los silencios de nuestro espíritu".
Sólo en la medida en que entendamos la esencia del culto cristiano
podremos dar su justo lugar a la música sin sobre enfatizar su
importancia ni menospreciarla tampoco. Para muchos, la música
(“alabanza”) ocupa un lugar tan trascendental que terminan por forzar
o incluso, en determinadas ocasiones, manipular las emociones con el
fin de que ocurra algo en ese momento. Pero, ¿debe de ocurrir algo en
especial o debemos de conformarnos sencillamente con exaltar el
nombre de Dios y darle gracias? Estas expectativas subjetivas han
hecho que el En el culto podría faltar la música, pero no puede faltar la
acción de gracias. “ministerio de la alabanza” haya tomado, en algunos
casos, un excesivo protagonismo. En uno de sus libros, el Dr. Martyn
Lloyd‐Jones se lamentaba diciendo: “Peor aún ha sido el incremento en
el “elemento de diversión” en el culto público: la introducción de
películas y más y más canto, acortándose drásticamente la lectura de la
Palabra y la oración a la vez que se dedica más tiempo a cantar. Ahora
existe el “director musical” como una nueva clase de oficiante en la
iglesia, y él dirige la música y se supone que crea un ambiente
determinado. ¡Pero a veces le lleva tanto tiempo crear el ambiente que
no queda tiempo para la predicación!”
Hoy, ¿para que usa satanás la música? ______________________
¿Por qué hay pocos músicos en la iglesia?____________________
¿Crees que toda la música es bíblica?________________________
Preguntas generales.
1. ¿Por qué es importante el culto?
2. ¿para que asistimos al culto?
3. ¿en qué consiste el culto sin entendimiento?
4. ¿Qué refleja nuestra música?

5. Cuál es la esencia de la alabanza.
2. EL CULTO CRISTIANO: ES UN DIALOGO ENTRE DIOS Y SU PUEBLO.
a) Dios habla—pueblo responde.
3. EL CULTO CRISTIANO: ES ORDENADO. 1ª COR. 14:40
3.1. preparación anticipadamente. El director debe preparar
adecuadamente su orden de culto, preparar a las personas que van a
participar en algún elemento del culto.
3.2. Puntualidad. El 80 % de los congregantes llegan cuando el culto ya ha
iniciado.
3.3. La reverencia. Lo cual incluye: guardar postura, vestir con honestidad,
ofrendar, cantar con reverencia, leer bien las santas escrituras.
3.4. Evitar los extremos. El culto no es un curso de capacitación,
entretenimiento, convivencia, etc.
¿Qué desorden observa usted en el culto?
___________________________________________________________
4. EL CULTO CRISTIANO: PROMUEVE LA UNIDAD
a) El culto no se deja centrar en una persona, en un individuo,
siempre es compañerismo. Debemos buscar que en el culto todos
participen. (puede ser una alabanza, un testimonio, una lectura,
etc.) evitar el tiempo libre.
b) Evitar la división. A veces solo por la comida, o no ponernos de
acuerdo en algo, estropeamos la unidad de la iglesia y eso afecta el
culto a Dios. tenemos que aprender a soportarnos unos a otros con
tal de conservar la unidad.
c) Max Thurian dice: «El culto cristiano sólo puede ser litúrgico, es
decir obra del pueblo, cuando sea toda la comunidad la que celebre
el culto, nadie debe estar pasivo, es una verdadera acción
comunitaria ». La liturgia es, por tanto, el conjunto de elementos
que forman el orden del culto y que sirven de cauce y expresión
para guiar a la congregación a un encuentro pleno con su Dios.
5. EL CULTO CRISTIANO: ES PASTORAL.
a) No debemos de ignorar las necesidades del pobre (Isa. 1:10-17;
comparar con 1 Cor. 11:17-34; Sant. 2:1-7).
b) Que nuestra adoración sea edificante para todos (1 Cor. 14:26).
Aun un incrédulo, cuando entra a la iglesia debe ser capaz de
entender qué es lo que está ocurriendo, para que puede adorar
diciendo, “Dios está realmente entre ustedes” (v.25). Así que, la
adoración tiene una dimensión horizontal al igual que un enfoque
vertical. Debe estar centrada en Dios, pero también debe ser
edificante y evangelística. La adoración que no es edificante o
evangelística no puede ser llamada propiamente adoración
centrada en Dios.
6. EL CULTO CRISTIANO: ES EVANGELISTICO.
a) La fraternidad. El recibimiento que se hace a las personas en el
amor cristiano, demuestra el amor de Dios hacia ellos. De eso
dependerá mucho que los oyentes se queden o nunca deseen
volver a la iglesia.
b) Evitar la crítica. Muchos acostumbran al llegar a casa después del
culto criticar negativamente a los congregantes, cuando tenemos
en casa personas que aún no han conocido al Señor lejos de
evangelizarlos los estamos alejando más del Señor.
c) Ser hospitalarios. (caritativos, generosos, nobles, esplendidos)
7. EL CULTO CRISTIANO: ES INTEGRAL.
  Adorar a Dios con nuestro cuerpo. Ha sido muy común el
“espiritualizar” la adoración a Dios, sin embargo la Biblia nos
plantea aspectos muy concretos sobre la adoración a Dios, Por
ejemplo: Pablo ruega que presentemos “nuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios que es vuestro culto
racional” (Rom 12:1). la primera pregunta del catecismo de
Heidelberg dice: “¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como
en la muerte?” La primera parte de la respuesta es: “Que yo con
cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte, no me
pertenezco a mí mismo, sino a mi fiel Salvador Jesucristo…
 Mucho más importante que la “cabeza” en el A.T. es el “rostro” del
hombre, En los pânîm, están reunidos los órganos de comunión de
unos con otros y con Dios: ojos, boca y oídos (Sal 115:4-8).
 Aquí entra lo que la Iglesia está haciendo, lo que está viviendo, es
fraternidad y comunión, pero ello implica también solidaridad en el
más amplio sentido de la palabra. De ahí que se especifique como
testimonio las ofrendas, el compartir lo que Dios ha hecho en la
vida de los hermanos y en medio de la comunidad cristiana, el
compromiso de ayuda los necesitados, los estímulos de mutua
ayuda espiritual, de acompañamiento, de exhortación n, aun los
avisos tiene su lugar en medio del culto, ya que son testimonios del
moverse y del hacer de la Iglesia, la proclamación pública de la
misión que la comunidad cristiana está llevando a cabo.
 Romanos 12:1
Martín Lutero dice: nosotros no podemos alabar, bendecir, agradecer, dar
gracias y servir a Dios a menos que nos quede claro qué es lo que nos
debemos a nosotros mismos y qué es lo que le debemos a Dios.
“Toda liturgia debe ser dinámica y saber adaptarse a los tiempos, pues si
bien es cierto que las verdades que nosotros expresamos no cambian, son
verdades esenciales de la fe, las palabras y las frases no tienen por qué ser
piezas de museo a las que hagamos perder su sentido y convirtamos en
frases vacías de contenido y en precocinados ritos religiosos.” 2
Por otro lado, no faltaron entre los Padres abundantes exhortaciones y
enseñanzas acerca del lugar que el canto debía ocupar dentro del culto
cristiano, insistiendo, en general, en la necesidad de que éste fuera
espiritual y libre de toda mundanalidad. También en el período de la
Reforma se sometió a profunda consideración el papel y función que debía
tener el canto dentro del culto fomentando especialmente la participación
de los creyentes. En la actualidad, no debiéramos dar menos importancia a
este asunto, sino someterlo a prueba y examinar si todo es hecho de
acuerdo a los principios de la Palabra.
¿Cuál es, pues, la esencia de la alabanza?
Uno de los Padres de la Iglesia, Atanasio de Alejandría (s. IV) dijo: “…
Algunos simplotes entre nosotros, sostienen que los salmos se cantan por
lo agradable de los sonidos y para placer del oído. Esto no es exacto. La
Escritura para nada buscó el encanto o la seducción, sino la utilidad del
alma…”. Efectivamente, a través de los cánticos buscamos no el agradar a
nuestro oído, sino nuestra edificación Hágase TODO para edificación, dice
el apóstol en 1 Corintios 14:26.
Ello no implica que debamos renunciar a lo estético en nuestros cantos.
Efrén de Siria (306‐373 d.C. aprox.) fue conocido como "La Lira del Espíritu
Santo", por la belleza y profundidad de sus poesías. También, los cantos
compuestos por Ambrosio de Milán tuvieron tanto éxito que los herejes lo
acusaron ante el gobierno alegando que por los cantos tan hermosos que
se entonaban en su iglesia muchos de sus miembros se iban con Ambrosio
porque allí cantaban más y mejor.
2
J Varela. El culto cristiano. Origen, evolución, actualidad. Editorial Clie. Barcelona
2002. Pag. 36.
 Nuestros cánticos deben ser hermosos, pero por encima de todo, no
debemos olvidar que debemos cantar y alabar al Señor en nuestros
corazones (Efesios 5:19). Juan Crisóstomo (s. IV) enseñaba que: "…A Dios se
le ha de cantar, más que con la voz, con el Espíritu resonando hacia
adentro. Así cantamos no a los hombres sino a Dios, que puede oír
nuestros corazones y penetrar en los silencios de nuestro espíritu".

Sólo en la medida en que entendamos la esencia del culto cristiano

podremos dar su justo lugar a la música sin sobre enfatizar su importancia
ni menospreciarla tampoco. Para muchos, la música (“alabanza”) ocupa un
lugar tan trascendental que terminan por forzar o incluso, en determinadas
ocasiones, manipular las emociones con el fin de que ocurra algo en ese
momento. Pero, ¿debe de ocurrir algo en especial o debemos de
conformarnos sencillamente con exaltar el nombre de Dios y darle gracias?
Estas expectativas subjetivas han hecho que el En el culto podría faltar la
música, pero no puede faltar la acción de gracias. “ministerio de la
alabanza” haya tomado, en algunos casos, un excesivo protagonismo. En
uno de sus libros, el Dr. Martyn Lloyd‐Jones se lamentaba diciendo: “Peor
aún ha sido el incremento en el “elemento de diversión” en el culto
público: la introducción de películas y más y más canto, acortándose
drásticamente la lectura de la Palabra y la oración a la vez que se dedica
más tiempo a cantar. Ahora existe el “director musical” como una nueva
clase de oficiante en la iglesia, y él dirige la música y se supone que crea un
ambiente determinado. ¡Pero a veces le lleva tanto tiempo crear el
ambiente que no queda tiempo para la predicación!” 3

3
LLOYD‐JONES, M.: La Predicación y Los Predicadores, p. 18, ed. Peregrino, 2003