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Por eso, las actitudes no son innatas, sino que se producen a través de la
experiencia del sujeto, porque esta genera sentimientos, creencias y esquemas
cognoscitivos en relación con un determinado objeto social, es decir, un suceso,
una persona, una actividad recurrente, un tema o cualquier elemento realizado por
los seres humanos.
1. Actitud crítica. Los sujetos que poseen esta actitud analizan en profundidad
todas las ideas, los conceptos y los conocimientos antes de considerarlos
como verdaderos. No se trata de criticar de manera negativa todo lo que es
nuevo, sino de estudiarlo críticamente antes de aceptarlo.
2. Actitud positiva. Los sujetos que poseen esta actitud perciben el objeto social
como algo positivo y buscan actuar de manera tal que se puedan lograr
beneficios.
3. Actitud negativa. Los sujetos que poseen esta actitud perciben el objeto social
como algo negativo y no pueden sacar beneficios de esa situación.
4. Actitud manipuladora. Los sujetos que poseen esta actitud solo tienen en
cuenta sus beneficios y sus intereses y utilizan a las otras personas para lograr
sus objetivos.
5. Actitud altruista. Los sujetos que poseen esta actitud siempre que realizan
algo, lo hacen teniendo en cuenta los intereses y los sentimientos de los
demás. En algunos casos, incluso pueden renunciar a obtener beneficios para
que otra persona pueda lograr sus objetivos.
6. Actitud interesada. Los sujetos que poseen esta actitud suelen hacer cosas
por los demás, pero solo si ellos obtienen un beneficio.
7. Actitud egoísta. Los sujetos que poseen esta actitud actúan teniendo en
cuenta sus intereses y no les importa si pueden perjudicar a otra persona.
8. Actitud empática. Los sujetos que poseen esta actitud pueden escuchar y
comprender todo lo que le sucede a otras personas, es decir, pueden ponerse
en el lugar de los demás y entender sus sentimientos y pensamientos.
9. Actitud proactiva. Los sujetos que poseen esta actitud se desempeñan de
manera autónoma y creativa para alcanzar sus objetivos. Además, pueden
resolver conflictos y superar obstáculos con facilidad.
10. Actitud reactiva. Los sujetos que poseen esta actitud se desempeñan bien
siguiendo instrucciones, pero les cuesta desenvolverse de manera autónoma o
enfrentarse a nuevos retos.
1. Actitud pasiva. Los sujetos que poseen esta actitud prefieren no actuar
cuando se presentan nuevos retos o dificultades y suelen tener poca iniciativa
para realizar actividades diferentes a las que ya conocen.
2. Actitud colaboradora. Los sujetos que poseen esta actitud ayudan a otros
para que puedan lograr sus objetivos.
3. Actitud asertiva. Los sujetos que poseen esta actitud defienden sus puntos de
vista, pero sin desestimar la opinión de los demás.
4. Actitud emocional. Los sujetos que poseen esta actitud suelen comprender el
mundo desde sus emociones y tienen en cuenta los sentimientos y los
pensamientos de otras personas para actuar.
5. Actitud racional. Los sujetos que poseen esta actitud analizan el objeto social
utilizando la lógica y dejando de lado sus emociones y sus sentimientos.
6. Actitud flexible. Los sujetos que poseen esta actitud pueden adaptarse a
nuevos entornos o ideas con facilidad y suelen cambiar su forma de pensar si
se presenta un argumento válido.
7. Actitud inflexible. Los sujetos que poseen esta actitud no suelen aceptar
ideas o argumentos distintos a los suyos y les cuesta cambiar su forma de
desenvolverse de determinadas situaciones.
8. Actitud prejuiciosa. Los sujetos que poseen esta actitud analizan el objeto
social a partir de ideas previas que suelen ser negativas y, generalmente, es
difícil que las modifiquen.
9. Actitud pesimista. Los sujetos que poseen esta actitud tienden a mirar solo el
aspecto negativo del objeto social y, por eso, les cuesta creer que la realidad
puede mejorar y que ellos pueden participar en este cambio.
10. Actitud sardónica. Los sujetos que poseen esta actitud muestran desprecio
por otras personas, ideas o actividades a través de comentarios irónicos y
sarcásticos.
La influencia que recibimos del medio social proviene principalmente del cambio
de nuestra actitud ocasionado por la presencia o la referencia de otras personas.
Nuestro mejoramiento personal, como nuestro empeoramiento, pueden provenir
del cambio de actitud mencionado. Tanto los procesos beneficiosos para los
pueblos, como las grandes catástrofes sociales han, sido promovidos por la actitud
de unos pocos líderes que pudieron modificar actitudes a niveles generalizados.
Edward E. Jones y Harold B. Gerard escribieron:
“Las actitudes se forman a través de la experiencia y, a pesar de su relativa
estabilidad, pueden ser cambiadas mediante esa misma experiencia. Considérese
la multiplicidad de los acontecimientos cotidianos que se disponen
deliberadamente para que afecten nuestras opiniones e influyan en el modo como
nos comportamos.
Las actitudes son transferibles, es decir, con una actitud se puede responder a
múltiples y diferentes situaciones del ambiente.