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INSTITUTO CENTRO DE SISTEMAS AVANZADO 

(ICSA) 
 
 

MODULO: ADMINISTRACION DE MEDICAMENTOS 


 

 
DOC: ZORAIDA HERNANDEZ 
 

 
INTEGRANTES: 
BOHORQUEZ LOBO HILLARY 
CHARRY PEREZ YASMIN 

 
 
PROGRAMA: 
AUXILIAR DE ENFERMERIA 
 
 

SEMESTRE: II 
 

 
BARRANQUILLA- ATLANTICO 
2022 
ANATOMIA Y FISIOLOGIA DE LOS SISTEMAS  
(GENERALIDADES Y FUNSIONES) 
 
 

1. SISTEMA TEGUMENTARIO.
2. SISTEMA OSEO.
3. SISTEMA MUSCULAR.
4. SISTEMA NERVISO.
5. SISTEMA ENDOCRINO.
6. SISTEMA CARDIOVASCULAR.
7. SISTEMA LINFATICO.
8. SISTEMA RESPIRATORIO.
9. SISTEMA DIGESTIVO
10. SISTEMA REANAL Y URINARIO.
11. SISTEA REPRODUCTOR (MASCULINO- FEMENINO).
SISTEMA TEGUMENTARIO 

El sistema tegumentario está constituido por un conjunto de órganos que tienen como función principal
(envolver y contener) las estructuras internas del cuerpo y protegerlas de los agentes externos
perjudiciales. La piel es la más importante de dichos órganos y el más extenso, ya que su superficie total
puede llegar a los 2 metros cuadrados. 
La piel: en la estructura de la piel se distinguen tres capas, que son, situándose de menos a mayor
profundidad: la epidermis, la dermis, la hipodermis. Además, contiene otras estructuras llamadas anejos,
tales como el folículo piloso, las glándulas sebáceas y sudoríparas, vasos y nervios. 
 
La epidermis: es la capa más superficial y está constituida por diferentes tipos de células cuya disposición
da lugar a un epitelio poli estratificado. Dichas células son las siguientes: 
 Queratinocitos: constituyen el 90% de la epidermis, contribuyendo de forma
fundamental a su arquitectura. Su misión básica es producir una proteína llamada queratina,
componente importante de la piel, el pelo y las uñas. 
 Melanocitos: los melanocitos constituyen entre el 5 y el 10% de las células epidérmicas.
Tienen forma estrellada y se sitúan de forma salpicada entre los queratinocitos de la capa
basal. 
 Células de Langerhans: su proporción en el conjunto de células epidérmicas oscila entre
el 2 y el 8%. Se localizan irregularmente en el estrato espinoso. 
 Células de Merkel: son muy escasas. Por debajo del 1%. Se sitúan entre los
queratinocitos de la capa basal. 
La dermis: esta capa está situada por debajo de la epidermis, de la que se separa por medio de la
membrana llamada basal o unión dermoepidérmica. Es una capa conjuntiva constituida por células
(fibrocitos, histiocitos, linfocitos…) y fibras colágenas y elásticas, de espesor variable según las diferentes
regiones de la piel. En ella se pueden distinguir dos zonas: 
 La dermis papilar o parte más superficial, constituida por tejido conjuntivo laxo, en el que
predominan las células y en donde las fibras elásticas y de colágenos son muy finas. 
 La dermis reticular, constituida por un tejido conjuntivo fibroso denso, con abundantes
fibras y escasas células. 
La dermis alberga además otras estructuras fundamentales, como los vasos sanguíneos, que transportan
el oxígeno y nutrientes a la piel; los vasos linfáticos para la remoción de exudados, proteínas y células, y
los nervios, que permiten la percepción sensorial. 

La hipodermis: es la parte mas profunda de la piel y esta constituida por tejido conjuntivo laxo, que
contiene tejido adiposo graso. La hipodermis esta sujeta a las fascias y aponeurosis musculares o al
periostio de los huesos subyacentes.

Los anejos: además de las capas comentadas, la piel posee una serie de estructuras complementarias
que son:
 Las glándulas sudoríparas ecrinas: se localizan en toda la superficie cutánea, predominando de
las palmas, las plantas y las axilas. Solo existen en los mamíferos. Producen sudor ecrino,
formado por agua y electrolitos, mediante un mecanismo sin perdida celular (merocrino), y están
reguladas por fibras colinérgicas del sistema nervioso autónomo. Su misión fundamental es el
control de la temperatura corporal por evaporación del sudor, por lo que aumentan la secreción
del mismo en las situaciones de calor.
 Las glándulas sudoríparas apocrinas: se diferencian de las anteriores porque están localizadas
solo en ciertas zonas (pubis, axilas, conducto auditivo externo, parpados, región perianal, areola,
pezón, labios menores de la vulva, escroto y prepucio), son de mayor tamaño y están situadas a
mayor profundidad. Tiene secreción apocrina, liberando con el sudor parte del citoplasma
celular. El control de su desarrollo es hormonal, comenzando su actividad tras la pubertad.
 El folículo piloso o pelo: los pelos están distribuidos por toda la superficie corporal salvo en las
palmas, las plantas, las caras laterales de los dedos, los labios, el glande y el prepucio, el clítoris,
los labios menores y la cara interna de los labios mayores de la vulva. Provienen de una
invaginación tubular de la epidermis en la dermis. Según su tamaño y ritmo de crecimiento se
clasifican en terminales o cabellos y vellos. Su control es hormonal y mediado por los
andrógenos. Están íntimamente unidos a la glándula sebácea y el musculo erector de pelo,
formando el folículo pilosebáceo.
 Las glándulas sebáceas: son glándulas secretoras de sebo por un mecanismo holocrina (la
secreción esta constituida por toda la célula glandular). Dada su relación con los folículos pilosos,
las zonas desprovistas de pelos (palmas, plantas, cara lateral de los dedos, etc.), carecen de
glándulas pilosebáceas. Tienen el mismo control androgénico que el pelo.
 Las uñas: están formadas por células queratinizadas aplanadas, apiladas en una unión muy
compacta, que se originan en la matriz de la uña, situada en la cara dorsal de la ultima falange de
los dedos de los pies y de las manos. Las uñas crecen durante toda la vida y son necesarios entre
6 meses y un año para que se produzca su renovación total.

Funciones de la piel.
La piel desempeña diversas funciones en el organismo, a cuál más importante. Por un lado,
protege a los órganos internos de traumatismos mecánicos, físicos y químicos, a la vez que la
melanina que sintetizan los melanocitos la dotan del color que la preserva frente a los rayos
solares. Por otro ejerce una función de aislamiento o barrera, ya que impide las perdidas
internas de agua y electrolitos o la entrada de sustancias extrañas mediante la queratina
producida por los queratinocitos formando la barrera epidérmica.
Otra función básica de la piel es la termorreguladora, ya que ayuda a mantener la temperatura
corporal. La transferencia de calor entre el organismo y el medio ambiente se realiza a través de
la superficie cutánea por los mecanismos de radiación (transferencia de calor por ondas
electromagnéticas entre la piel y el objeto que la rodean), conducción (transferencia de calor
molécula a molécula en sólidos, líquidos o gases), convección (transferencia de temperatura que
provoca el movimiento en gases y líquidos) y evaporación.
La piel contribuye, asimismo, a la producción de la vitamina D por medio del efecto de la luz
solar sobre ella y las células de Langerhans forman parte del mecanismo inmunológico o de
defensa de todo el organismo al procesar antígenos. Por último, cabe decir que en ella se
encuentran los receptores del tacto, la presión, el dolor y la temperatura, convirtiéndola en un
importante órgano perceptivo sensorial, al tiempo que la información sensitiva que transmite
contribuye también a la función protectora antes comentada, al enviar información al cerebro
sobre el estado de integridad del organismo.
SISTEMA OSEO

El esqueleto es una estructura dinámica, constituida por huesos. Cada hueso es un órgano ya
que está formado por diversos tejidos: óseo, cartilaginoso, conectivo denso, epitelial, otros que
generan sangre, adiposo y nervioso.

Funciones del sistema esquelético

1.sostén: los huesos son el soporte de los tejidos blandos, y el punto de apoyo de la mayoría de
los músculos esqueléticos.
2. protección: los huesos protegen a los órganos internos, por ejemplo, el cráneo protege al
encéfalo, la caja torácica al corazón y pulmones.

3. movimientos: en conjunto con los músculos.

4. homeostasis de minerales: el tejido óseo almacena calcio y fósforo para dar resistencia a los
huesos, y también los libera a la sangre para mantener en equilibrio su concentración.

5. producción de células sanguíneas: en la médula ósea roja (tejido conectivo especializado) se


produce la hemopoyesis para producir glóbulos rojos, blancos y plaquetas.

6. almacenamiento de triglicéridos: la médula ósea roja es reemplazada paulatinamente en los


adultos por médula ósea amarilla, que contiene adipocitos.

Estructura de los huesos.

Los huesos se clasifican en diversos tipos según su forma. Un hueso largo (como el fémur o el
húmero) consta de las siguientes partes:

1- Diáfisis: es el cuerpo o porción cilíndrica principal del hueso.


2- Epífisis: son los extremos proximal y distal del hueso.
3- Metáfisis: es el sitio de unión de la diáfisis con la epífisis; su espesor va disminuyendo
con la edad.
4- Cartílago articular: es una capa delgada de cartílago hialino que cubre la parte de la
epífisis de un hueso que se articula con otro hueso.
5- Periostio: es una capa resistente de tejido conectivo denso que rodea la superficie ósea
que no tiene cartílago articular. Protege al hueso, participa en la reparación de fracturas,
colabora en la nutrición del hueso, y sirve como punto de inserción de tendones y
ligamentos.
6- Cavidad medular: es el espacio interno de la diáfisis que contiene a la médula ósea
amarilla grasa.
7- Endostio: es la capa que recubre la cavidad medular, y contiene células formadoras de
hueso.

  
SISTEMA MUSCULAR

El sistema muscular es el conjunto de más de 600 músculos que existen en el cuerpo humano, la función
de la mayoría de los músculos es producir movimientos de las partes del cuerpo. El sistema muscular
crea un equilibrio al estabilizar la posición del cuerpo, producir movimiento, regular el volumen de los
órganos, movilizar sustancias dentro del cuerpo y producir calor.

El sistema muscular es responsable de:


 Locomoción: efectuar el desplazamiento de la sangre y el movimiento de las extremidades.
 Actividad motora de los órganos internos: el sistema muscular es el encargado de hacer que
todos nuestros órganos desempeñen sus funciones, ayudando a otros sistemas como por ejemplo
al sistema cardiovascular.
 Información del estado fisiológico: por ejemplo, un cólico renal provoca contracciones fuertes
del músculo liso generando un fuerte dolor, signo del propio cólico.
 Mímica: el conjunto de las acciones faciales, también conocidas como gestos, que sirven para
expresar lo que sentimos y percibimos.
 Estabilidad: los músculos conjuntamente con los huesos permiten al cuerpo mantenerse estable,
mientras permanece en estado de actividad.
 Postura: el control de las posiciones que realiza el cuerpo en estado de reposo.
 Producción de calor: al producir contracciones musculares se origina energía calórica.
 Forma: los músculos y tendones dan el aspecto típico del cuerpo.
 Protección: el sistema muscular sirve como protección para el buen funcionamiento del sistema
digestivo como para los órganos vitales.
SISTEMA NERVIOSO

La función primordial del sistema nervioso consiste en recoger los estímulos del entorno y los internos,
mediante los órganos receptores, y conducir esta información a través de los nervios periféricos y
craneales y de las vías nerviosas hasta la medula espinal y el cerebro. En estos últimos órganos se integra
dicha información y se planifica la respuesta del organismo, mediante la transmisión de ordenes
especificas a los órganos efectores. Estas respuestas pueden ser voluntarias (conscientes) o involuntarias
(estereotipadas o reflejadas) y controlan desde la actividad autónoma más simple (p.ej. la sudoración)
hasta las respuestas motoras mas complejas (p. ej. Tocar el violín).

En términos anatómicos, el sistema nervioso puede dividirse en: sistema nervioso central (SNC), sistema
nervioso periférico (SNP), y sistema nervioso autónomo.

 El sistema nervioso central esta formado por la medula espinal y las distintas divisiones del
encéfalo, que incluyen el cerebro, el tronco encefálico y el cerebelo.
 El sistema nervioso periférico esta constituido por los receptores y los nervios craneales y
periféricos.
 El sistema nervioso autónomo o vegetativo con sus dos subdivisiones – sistema simpático y
parasimpático, comparte sus centros de control con el sistema nervioso central y sus vías con el
sistema nervioso periférico.

Receptores: son órganos especializados que detectan los cambios físicos y químicos del organismo y de
su entorno, transformándolos en impulsos nerviosos, cuya frecuencia es proporcional a la intensidad del
estímulo. Las neuronas del sistema nervioso central traducen esta frecuencia de impulsos como como
una medida del cambio producido en el entorno o en el interior del organismo.
Los receptores son específicos y solo responden a un determinado tipo de estímulo. En función de este
se clasifican en: mecanorreceptores (deformación mecánica), quimiorreceptores (sustancias o cambios
químicos), termorreceptores (cambios de temperatura) y fotorreceptores (estímulos luminosos). Otros
criterios de clasificación son en función de su localización pueden ser: superficiales (en la piel y las
mucosas), que perciben el tacto, la presión, la temperatura y el dolor; profundos o propioceptores (en
las articulaciones, los músculos y los tendones), que recogen la sensibilidad propioceptiva- sentido de la
posición y el movimiento, la vibración, y la presión y el dolor profundos, e internos o viscerales (en la
paredes de los vasos y las vísceras huecas), que generalmente no producen sensaciones conscientes,
salvo las de hambre, nauseas y dolor por irritación química o distensión visceral.

Las neuronas y las vías nerviosas: las neuronas son células especializadas que reciben la información
sensitiva y emiten las ordenes motoras a través de las fibras nerviosas que constituyen las vías centrales.
Posteriormente, estas se continúan en fascículos nerviosos que transmiten las ordenes centrales a los
órganos efectores y que forman los nervios craneales y periféricos.
Las neuronas están formadas por un cuerpo celular y varias prolongaciones del mismo que constituyen
las dendritas y el axón. Las dendritas conducen la información entrante (aferente) a la neurona y el axón
transmite los impulsos nerviosos salientes (información eferente) hacia las dendritas de otras células
nerviosas y a los órganos efectores.
Los axones están recubiertos por una vaina de mielina, sustancia fosfolipidica (aislante), que facilitan la
transmisión rápida de los impulsos.
Los impulsos aferentes y eferentes son, en realidad, cambios eléctricos que se producen en las
membranas celulares (despolarización y repolarización de la membrana), debidos a la acción estimulante
o inhibidora de sustancias químicas que producen la neurona y que se liberan en el extremo del axón al
espacio situado entre este y la dendrita de la neurona con la que contacta o el órgano efector (espacio
sináptico). Estas sustancias se denominan neurotransmisores y existen varios tipos de ellos que pueden
clasificarse en función de su acción o de su estructura química como sigue:
Por su acción:
-Excitadores.
-Inhibidores.
Por su estructura química:
-Aminas: catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), dopamina, serotonina.

-Aminoácidos: gaba (acido gamma-ami-nobutírico) y glicina.

-colinérgicos: acetilcolina.

-péptidos: endorfinas, encefalinas y sustancias p.

La acetilcolina es el neurotransmisor del sistema parasimpático, y la noradrenalina, la del sistema


simpático. Ambas ejercen una función excitadora pero su estimulación al mismo nivel produce efectos
antagónicos. Así, por ejemplo, en la pupila, la acetilcolina (acción simpática) produce su dilatación
(midriasis).

Los axones de las neuronas forman haces o fascículos que ascienden o descienden agrupados formando
las vías nerviosas. Los de las neuronas sensitivas situadas en los ganglios nerviosos ascienden hacia la
medula y el cerebro, formando las vías sensitivas; los axones de las neuronas motoras descienden desde
el cerebro y la medula formando las vías motoras. Ambos tipos de vías, junto con las del sistema
nervioso autónomo, forman los nervios craneales (en le tronco del encéfalo) y los nervios espinales (en la
medula espinal). Las vías motoras que se originan en un hemisferio cerebral descienden y se cruzan a
nivel del tronco para inervar el lado contrario del cuerpo. Asimismo, las vías sensitivas ascendentes se
cruzan en la medula espinal o el bulbo raquídeo, de modo que los impulsos sensitivos originados en un
lado del cuerpo se integran en el hemisferio cerebral contralateral.

Los nervios craneales y espinales: los nervios craneales son pares y se originan a ambos lados de las
diferentes partes del tronco del encéfalo-mesencéfalo, protuberancia y bulbo raquídeo-, conduciendo
fibras sensitivas, motoras, autónomas o distintas combinaciones de ellas. Por ejemplo, el I nervio
craneal- olfatorio- es puramente sensorial, (olfato), mientras que el XI nervio craneal – espinal- es
puramente motor (movimiento de los hombros y el cuello): el V nervio -trigémino- es sensitivo
(sensibilidad de la cara) y motor (masticación), y el VII nervio -facial- es sensitivo (gusto), motor
(expresión facial) y además transmite fibras vegetativas a las glándulas lagrimales y salivares.
Los nervios espinales se originan en los plexos nerviosos constituidos por las raíces espinales
procedentes de la medula, con excepción de los nervios intercostales que se originan directamente en
las raíces dorsales (de D2 a D12). Las raíces cervicales C1 a C4 forman el plexo cervical, que inerva parte
de la piel de la cabeza y la piel del cuello, los músculos cervicales y el diafragma.

La medula espinal: la medula espinal es una estructura cilíndrica incluida en el conducto vertebral y se
extiende desde la primera vertebra cervical (C1) hasta el nivel de la primera o segunda vertebra lumbar
(L1 o L2). los nervios lumbares y sacros constituyen la cola de caballo, que continua hasta el final del
conducto vertebral. Desde un punto de vista histológico, en la medula se distinguen dos regiones: una
central, gris, en forma de mariposa, donde se sitúan los cuerpos neuronales, y la otra periférica, blanca,
por donde circulan los axones y las vías nerviosas ascendentes y descendentes.
La medula transporta la información sensitiva al cerebro y la información motora desde el mismo. Los
impulsos aferentes (sensitivos) penetran a través de las raíces nerviosas posteriores y ascienden por las
columnas posteriores y laterales de la sustancia blanca medular. Los impulsos eferentes (motores)
descienden por las columnas anteriores de dicha sustancia, hacen sinapsis con las neuronas motoras de
las astas anteriores de la sustancia gris y salen de la medula por las raíces anteriores.
Por otra parte, la medula espinal contiene una serie de circuito neuronales que controlan las respuestas
motoras involuntarias o estereotipadas denominadas reflejos. Estos pueden ser monosinápticos, los mas
sencillos, en los que intervienen una neurona sensitiva y una motora (p.ej. en los reflejos de estiramiento
muscular), o polisinapticos, en los que también influyen las denominadas interneuronas medulares,
modulando respuestas más complejas.
La función de los reflejos es proteger al organismo de estímulos nocivos, gracias a respuestas motoras (p.
ej. Retirada automática de la mano al pincharse o quemarse) que se integran exclusivamente en la
medula espinal.
Otra función de la medula espinal es la de actuar como filtro del dolor, a través de complejos circuitos
neuronales que controlan la entrada a ella de impulsos dolorosos y su transmisión al cerebro para
convertirlos en una sensación consciente.

El tronco del encéfalo: el tronco del encéfalo constituye la continuación de la medula espinal y esta
dividido en tres regiones: mesencéfalo, protuberancia y bulbo raquídeo, contiene una serie de núcleos
neuronales que son el origen de los nervios craneales, así como los centros que controlan, entre otras
cosas, la respiración, la función cardiaca, el nivel de consciencia y los ciclos sueño-vigilia. También se
encuentran en el los centros reflejos responsables de la tos y el estornudo, el vomito y la deglución, y es
el lugar de paso de las vías motoras descendentes (vía piramidal) y de las vías sensitivas que ascienden al
tálamo y a la corteza cerebral.
El cerebelo: esta estructura, ya intracraneal, interviene en la coordinación de: los movimientos, la
postura erecta y el equilibrio a través de sus conexiones con las vías visuales y vestibulares y en la de los
impulsos propioceptivos.

El diencéfalo: a veces llamado también cerebro interno, ya que se encuentra en el interior de este, esta
constituido fundamentalmente por el hipotálamo y el tálamo. El tálamo interviene en el control de los
impulsos sensitivos que alcanzan la corteza cerebral y de las zonas de la misma que están activas en cada
momento; desempeña, por tanto, un papel importante en la actividad consciente.
El hipotálamo contiene núcleos de origen del sistema nervioso autónomo (parasimpático) y otros
encargados de la secreción de hormonas, que a su vez controlan la producción hormonal de otras
estructuras secretoras, como la hipófisis y la epífisis. Interviene en la regulación del equilibrio de líquidos
del organismo y en la sed (hormona antidiurética) y en el desencadenamiento del parto (oxitocina).
También contiene los centros de regulación del hambre y de la temperatura corporal.

El cerebro y sus hemisferios: la cisura longitudinal divide al cerebro en dos mitades, los hemisferios
cerebrales, que están conectados entre si mediante el cuerpo calloso. Cada uno de ellos esta
constituidos por la corteza cerebral superficial- sustancia gris- y las vías nerviosas situadas por debajo de
ella – sustancia blanca-, en cuyo interior existen además núcleos de sustancia gris denominados ganglios
basales.
Los hemisferios se dividen en varios lóbulos- frontal, parietal, temporal, occipital- y contienen distintos
sistemas funcionales formados por núcleos cerebrales de diferentes zonas que están interconectados,
como el sistema límbico y el sistema límbico y el sistema de activación reticular.
El cerebro, al igual que la medula espinal, esta recubierto por las meninges, tres membranas (piamadre,
aracnoides y duramadre) que protegen el sistema nervioso en el interior de las cavidades óseas rígidas
que constituyen el cráneo y el conducto vertebral.
SISTEMA ENDOCRINO

El sistema endócrino es una red compleja de glándulas y órganos. Emplea hormonas para controlar y
coordinar el metabolismo interno del cuerpo (homeostasis), el nivel de energía, la reproducción, el
crecimiento y desarrollo, y la respuesta a lesiones, estrés y factores ambientales. Las siguientes son
partes que integran el sistema endócrino:

 Hipotálamo. El hipotálamo se encuentra en la base del cerebro, cerca del quiasma óptico, donde
se cruzan y encuentran los nervios ópticos detrás de cada ojo. El hipotálamo secreta hormonas
que estimulan o suprimen la liberación de hormonas en la glándula pituitaria, además de
controlar el equilibrio de agua, el sueño, la temperatura, el apetito y la presión sanguínea.
 Glándula pineal. La glándula pineal se encuentra debajo del cuerpo calloso, en el medio del
cerebro. Produce la hormona melatonina, que ayuda al cuerpo a saber cuándo es momento de
dormir.
 Pituitaria. La glándula pituitaria se encuentra debajo del cerebro. Generalmente su tamaño no
es superior al de un frijol y controla numerosas funciones de las demás glándulas endócrinas.
 Tiroides y paratiroides. La glándula tiroides y paratiroides se encuentran en la parte delantera
del cuello, debajo de la laringe. La tiroides desempeña una importante función en el
metabolismo del cuerpo. Las glándulas paratiroides desempeñan una importante función en la
regulación del equilibrio de calcio del cuerpo.
 Timo. El timo se encuentra en la parte superior del pecho y produce linfocitos T (glóbulos
blancos que combaten las infecciones y destruyen las células anormales).
 Glándula suprarrenal. Las glándulas suprarrenales se encuentran en la parte superior de cada
riñón. Al igual que muchas glándulas, las glándulas suprarrenales actúan en colaboración con el
hipotálamo y la glándula pituitaria. Las glándulas suprarrenales producen y liberan hormonas
corticosteroides que mantienen la presión sanguínea y regulan el metabolismo.
 Páncreas. El páncreas atraviesa la parte posterior del abdomen, detrás del estómago. El
páncreas actúa en la digestión y también en la producción de hormonas. Las hormonas
producidas por el páncreas incluyen la insulina y el glucagón, que regulan los niveles de azúcar
en sangre.
 Ovarios. Los ovarios de las mujeres se encuentran a ambos lados del útero, debajo de la
abertura de las trompas de Falopio (conductos que se extienden desde el útero hasta los
ovarios). Además de contener los óvulos necesarios para la reproducción, los ovarios también
producen estrógeno y progesterona.
 Testículos. Los testículos de los hombres se encuentran en una bolsa que cuelga fuera del cuerpo
masculino. Los testículos producen testosterona y espermatozoides.

SISTEMA CARDIOVASCULAR
El sistema cardiovascular esta constituido por los vasos sanguíneos. Los linfáticos y el corazón. La función
de este ultimo es bombear la sangre a través de los grandes vasos arteriales y sus ramificaciones, hasta
llegar a las pequeñas arteriolas y a los capilares. El retorno de la sangre al corazón se realiza a través del
sistema venoso, cuyos pequeños vasos distales confluyen entre si formando otros mayores, hasta llegar
las grandes venas que, por último, desembocan de nuevo en el corazón.
La principal función del sistema cardiovascular es hacer llegar oxigeno y nutrientes a cada una de las
células del organismo. La sangre, oxigenada en los capilares pulmonares, es transportada por las cuatro
venas pulmonares hasta la aurícula izquierda, desde donde pasa al ventrículo izquierdo, atravesando la
válvula mitral. Desde allí es impulsada a lo largo de la arteria aorta, la cual da diferentes ramas arteriales
para la cabeza, los cuatro miembros y todas las vísceras. Estas ramas se dividen en rama cada vez mas
pequeñas hasta formar diminutas arteriolas y, finalmente, capilares. El intercambio gaseoso y de
nutrientes tiene lugar en esta región capilar. El oxígeno sanguíneo s intercambia por dióxido de carbono
(producto residual del metabolismo celular) que pasa a la sangre. Esta sangre inicia su retorno al
corazón, pasando de los capilares a las vénulas, las cuales confluyen entre sí, formando vasos venosos de
calibre creciente.
El principal mecanismo que ayuda a la sangre a vencer la fuerza de la gravedad al ascender por las venas
de los miembros inferiores es la compresión producida por la contracción de la musculatura esquelética,
ayudada por la presión negativa generada por la inspiración en el interior de la cavidad torácica. Además,
en el interior de estas venas se encuentran las válvulas semilunares que, situadas a cierta distancia unas
de otras, (fragmentan) la gran columna de sangre que ascienden hacia las venas iliacas en pequeñas
columnas que avanzan mas fácilmente. Esto impide que se produzca flujo sanguíneo retrogrado a favor
de la gravedad. Cuando la pared de estas venas se encuentra sometida a una presión excesiva debido a
una circulación lenta de retorno, se dilatan y su trayecto se vuelve tortuoso y (en el caso de las venas
superficiales) visible a través de la piel, denominándose varices.
Las grandes venas que desembocan en la aurícula derecha son la vena cava superior y la inferior. La
sangre pasa al ventrículo derecho, desde donde es impulsada hacia las arterias pulmonares, que se
ramifican hasta formar los capilares pulmonares. En ellos se producen un nuevo intercambio de dióxido
de carbono por oxígeno, con lo cual se consigue que el primero sea eliminado del organismo en el aire
espirado, y que la sangre quede oxigenada y preparada para volver a iniciar el ciclo descrito.
Existe un cierto volumen de plasma que, al introducirse desde los capilares en los diferentes tejidos, pasa
a formar parte del liquido intersticial. Parte de este líquido, así como algunas grasas absorbidas en el
tubo digestivo, no vuelven directamente al torrente sanguíneo. Se filtran al interior de los vasos
linfáticos, constituyendo la linfa. Estos vasos forman una red de retorno que desemboca principalmente
en el bazo, el timo, el conducto linfático derecho (linfa procedente de la parte derecha del tórax, la
cabeza y el cuello, y del miembro superior derecho) que desemboca en la vena subclavia derecha y el
conducto torácico (linfa del resto del organismo), que desemboca entre las venas subclavia y yugular
interna izquierdas.

El corazón: es un órgano formado en su mayor parte por tejidos miocárdico, rodeado por el pericardio y
tapizado interiormente por el endocardio. En su interior existen cuatro cavidades: una aurícula y un
ventrículo derechos (separados de las cavidades izquierdas por los tabiques interauricular e
interventricular), comunicados por la válvula tricúspide, y una aurícula y un ventrículo izquierdos (de
pared mas gruesa), comunicados por la válvula mitral. Estas válvulas, así como la pulmonar y la aortica,
situadas a la salida del ventrículo derecho y del izquierdo, respectivamente, son unidireccionales, es
decir, impiden que la sangre retroceda a la cavidad anterior del circuito cardiovascular.
Dentro del tejido cardiaco se distinguen dos tipos diferentes de células: las correspondientes al tejido de
conducción y las células miocárdicas. Las primeras se caracterizan por la capacidad de generar estímulos
eléctricos por si mismas, pudiendo actuar así de marcapasos. El marcapasos dominante se encuentra en
el nodo sinoauricular, situado en la unión de la cava superior con la aurícula derecha, y genera estímulos
que dan lugar a una frecuencia cardiaca entre 60 y 100 latidos por minuto denominada ritmo sinusal.
Otra característica de este tejido es la conductividad, gracias a la cual es posible transmitir dicho impulso
eléctrico hacia las aurículas y hacia el nodo de la unión auriculoventricular, situado en el anillo fibroso
que separa las aurículas de los ventrículos. Aquí sufre un pequeño retraso y continua su descenso por el
tabique interventricular a través del haz de His. Por último, llega a los ventrículos mediante los fascículos
de Purkinje. Cada célula, una vez estimulada, entra en un periodo refractario durante el cual es
insensible a los impulsos eléctricos. Por esta razón, dicho impulso solo podrá transmitirse a la siguiente
célula del circuito y no a la anterior.
Las características del miocardio son la contractibilidad, que permite a las células musculares miocárdicas
contraerse al recibir un estimulo eléctrico, y la capacidad de actuar como un sincitio funcional. Esto
significa que, una vez estimulada una célula, esta distribuirá el estimulo al resto del miocardio
produciendo una contracción sincrónica de todo el tejido, como si se tratara de una sola célula.

SISTEMA LINFATICO
El sistema linfático esta constituido por una red de ganglios y vasos linfáticos que transportan la linfa y
que discurren a través de determinados órganos, tejidos y de la medula ósea roja. Esta última contiene
las células madre de la que se originan los linfocitos. El sistema linfático desempeña tres funciones
principales:

1. Drenaje de liquido intersticial: los vasos linfáticos drenan el líquido intersticial excesivo
producido por los tejidos (aproximadamente el 10% del total del líquido intersticial).
2. Transporte: de lípidos alimentarios, proteínas y macromoléculas. Los vasos linfáticos
transportan los lípidos y vitaminas liposolubles (A, D, E y K) que se absorben en el tubo digestivo.
3. Facilitación de la respuesta inmunitaria: el tejido linfático inicia respuestas muy específicas,
dirigidas contra microorganismos o células anormales. Los linfocitos, con ayuda de los
macrófagos, reconocen células extrañas, microbios, toxinas y células cancerosas, y responden de
dos formas principalmente. Los linfocitos T destruyen a los invasores causando su lisis o con la
liberación de sustancias citotóxicas (que producen la muerte celular), mientras que los linfocitos
B se diferencian en células plasmáticas secretoras de anticuerpos, que son proteínas que se
combinan con sustancias extrañas específicas y las destruyen.
Función del sistema linfático.

La principal función del sistema linfático es recolectar y filtrar el exceso de líquido del cuerpo a
través de la linfa, y después transferirlo a la sangre. Otras funciones del sistema linfático
incluyen:

 Absorber grasa del intestino y transportarlo a la sangre, contribuyendo a la producción


de linfocitos y el desarrollo de la inmunidad;
 Transportar y remover residuos y células "defectuosas" del organismo.

El sistema linfático es una parte importante del sistema inmunológico, produciendo y liberando
linfocitos y otras células de defensa que combaten bacterias, virus, parásitos y hongos,
ayudando a la prevención de varios tipos de enfermedades, como cáncer, gripe y resfriado.

Linfa: Es un líquido transparente formado por agua, nutrientes y sustancias producidas por las células,
como hormonas y enzimas, el cual recorre a través de la circulación linfática.
Su función es ayudar a drenar el exceso de agua y residuos del organismo, además de transportar los
glóbulos blancos hacia todo el cuerpo, ayudando a combatir infecciones.

Capilares y vasos linfáticos: Los capilares son pequeños vasos linfáticos finos que colectan la linfa, y a
medida que recorren el camino para llevarla al corazón, aumentan de tamaño y forman los vasos
linfáticos.
Función: los capilares y los vasos linfáticos colectan y llevan la linfa para ser filtrada en los nódulos
linfáticos. Al final del trayecto y filtración, los vasos linfáticos liberan la linfa en los ductos torácicos,
estructuras que van desde el abdomen al cuello.

Conductos linfáticos: Son grandes canales linfáticos, conocidos como conducto torácico y
conducto linfático derecho, donde drena la circulación linfática antes de llegar al torrente
sanguíneo.
Función: el conducto torácico recolecta y conduce la mayor parte de la linfa del cuerpo para la
sangre, ayudando a mantener el volumen sanguíneo y la presión arterial normales, además de
evitar la acumulación de líquido, conocido como edema.

Órganos linfáticos: Son órganos distribuidos a lo largo del trayecto de los vasos linfáticos, los
cuales presentan diversos tamaños, estructuras y funciones, que pueden ser estimulados
siempre que haya una infección o inflamación. Los principales son:
 Médula ósea: es una estructura localizada dentro de ciertos huesos, los cuales tienen la
función de formar diversas células que componen la circulación del cuerpo, incluyendo
los linfocitos, que son las células de defensa del sistema linfático.

 Timo: es una glándula localizada en la parte superior del tórax, que tiene la función de
desarrollar y proliferar los linfocitos T procedentes de la médula ósea para luego dirigirse
a otros tejidos linfoides, donde se vuelven activos para la respuesta inmune.

 Bazo: es un órgano linfático situado en la parte superior izquierda del abdomen,


responsable por el almacenamiento y maduración de linfocitos, además de filtrar la
sangre, eliminando microorganismos y células envejecidas.

 Apéndice: el apéndice contiene tejido linfoide que ayuda a combatir a las bacterias antes
de que lleguen al intestino. Además, se cree que el apéndice también almacena
bacterias benéficas, ayudando a equilibrar la flora intestinal después de una infección.

Existen las amígdalas y los adenoides, que son aglomerados de nódulos linfáticos situados en la
boca, región inferior de la lengua y faringe, además de las placas de Peyer, las cuales están
situadas en el intestino y también son responsables por producir células del sistema inmune y
de ayudar en la protección contra microorganismos.

Nódulos linfáticos: Los nódulos linfáticos son pequeñas glándulas que se encuentran en regiones como
la axila, inglés y cuello, que son responsables de filtrar la linfa, removiendo bacterias, virus y células
cancerígenas, además de producir y almacenar linfocitos y otras células del sistema inmunológico que
combaten los microorganismos presentes en la linfa.

Para que sirve el drenaje linfático:

El drenaje linfático es un procedimiento que consiste en realizar un masaje con movimientos


suaves, el cual tiene como objetivo estimular y facilitar la circulación de la linfa por sus vasos y
llegar de forma más rápida al torrente sanguíneo. Como el sistema linfático no tiene un
bombeo, como el realizado por el corazón en el torrente sanguíneo, este masaje podría ayudar
a retornar la linfa, principalmente en personas que sufren de fragilidad de estos vasos y que
tienen una tendencia a acumular líquidos en los tejidos. Este procedimiento, cuando se realiza
con la técnica correcta, puede ser útil para eliminar cualquier tipo de hinchazón en el rostro o
en el cuerpo.
Los ganglios linfáticos: los ganglios linfáticos son órganos encapsulados que se encuentran en el
trayecto de los vasos linfáticos, repartidos por todo el organismo. En el cuerpo humano existen
500 y 1000 ganglios linfáticos. Todo vaso linfático debe pasar por un ganglio antes de
desembocar en el torrente sanguíneo. Los vasos aferentes entran por la parte convexa del
ganglio, saliendo por el hilio las venas y los vasos eferentes. Por este mismo hilio entran las
arterias y los nervios que se irán destruyendo en el interior del ganglio a través de trabéculas.

Colectores posnodales: salen del hilio de los ganglios y se dirigen a un nuevo grupo de ganglios, o bien a
los grandes troncos linfáticos. Su estructura es similar a los colectores prenodales, con un aumento
progresivo de la luz y del grosor de los mismos, a expensas fundamentalmente de la media y la
adventicia. Poseen válvulas tricúspides.

SISTEMA RESPIRATORIO
El sistema respiratorio tiene la función de aportar oxigeno y eliminar el dióxido de carbono del
organismo. Este proceso cíclico se realiza en las dos fases de la respiración: la inspiración, durante la cual
el oxigeno entra en los pulmones, y la espiración, en la que se expulsa el dióxido de carbono resultante
de los procesos metabólicos. Los conductos a través de los cuales tiene lugar este proceso se denominan
vía aérea o respiratoria, la cual se clasifica en superior (o alta) e inferior (o baja), según su posición en el
sistema. Por su parte, los órganos responsables del intercambio de gases son los pulmones.
Las vías respiratorias: las vías superiores o alta del aparato respiratorio incluye las siguientes regiones:
cavidad nasal, faringe y laringe. A partir de esta, comienza la vía respiratoria baja, que incluye hasta los
alveolos.
El oxigeno entra en el organismo a través de la nariz o de la boca, preferiblemente la primera que actúa
como filtro evitando la penetración de objetos extraños, reteniendo las partículas suspendidas en el aire
y los microorganismos nocivos para el organismo y calentando y humedeciendo el aire inspirado para
adaptarlo a las características corporales. En los huesos frontal, etmoidal, esfenoidal y maxilar se
localizan los senos paranasales, que son cavidades recubiertas por mucosa.
El aire inspirado penetra en la faringe, que esta dividida en dos partes: la nasofaringe, prolongación en
sentido dorsal de las fosas nasales, y la orofaringe, en la zona posterior de la boca. Después, prosigue su
camino descendente hasta llegar a la laringe, órgano fonador, y el esófago, que conecta con el estomago
y el resto del aparato digestivo.
La laringe, situada a la altura media del cuello, es el órgano de la fonación. Está constituida por cartílagos
unidos por ligamentos y membranas que conforman una estructura en anillo hueco revestido por
mucosa. La modulación de la voz tiene lugar por los movimientos de las cuerdas vocales, que se estiran y
encogen por la acción de los correspondientes músculos laríngeos para modificar la presión que se
ejerce sobre el aire espirado. Este sonido es matizado por la cavidad bucal y las fosas nasales que actúan
a modo de caja de resonancia. Otra función importante de la laringe es impedir la entrada del bolo
alimenticio a los pulmones mediante el cierre de una válvula denominada epiglotis.
La laringe se continua con la tráquea, una estructura cartilaginosa y elástica en forma de tubo hueco
cilíndrico que se ramifica en su parte inferior en los dos bronquios principales, semejantes en su
estructura y composición al conducto traqueal, y cuya función principal consiste en dirigir el aire hacia
los pulmones, al tiempo que lo purifica, merced a la acción de unos finos filamentos llamados cilios, y
adapta su temperatura a la del organismo. Después, el bronquio principal izquierdo se subdivide en dos
ramas denominadas bronquios lobares, y el derecho, en tres, que penetran los distintos lóbulos
pulmonares a través del hilio. Los bronquios lobares experimentan miles ramificaciones sucesivas
siguiendo una estructura del árbol invertido hasta llegar a las subdivisiones mas finas, denominadas
bronquiolos, cuya luz tiene un diámetro del orden de 1mm o menos. Los bronquiolos se diferencian de
los bronquios, además de por su menor tamaño, por el hecho que carecen de anillos cartilaginosos. En su
extremo distal, los bronquiolos desembocan en los llamados alveolos pulmonares, donde tiene lugar el
intercambio gaseoso.

Los pulmones: situados en la caja torácica, los pulmones son dos órganos dispuestos simétricamente a
ambos lados del espacio llamado mediastino. Ligeros y de textura esponjosa y elástica, en ellos tiene
lugar el intercambio de gases. Los pulmones están envueltos en un saco membranoso y fino denominado
pleura, que les sirve de protección, y contienen en su interior a los bronquios, los bronquiolos y los
alveolos pulmonares. Están divididos en lóbulos, tres en el derecho y dos en el izquierdo. Estos lóbulos
están separados entre si por cisuras.
Por el interior en los pulmones circulan innumerables vasos sanguíneos. En los saquitos terminales de los
bronquiolos, los alveolos, se lleva a cabo el intercambio de gases: la sangre venosa se purifica, cediendo
el material de desecho y adquiriendo el oxigeno del aire inspirado, para convertirse en sangre arterial.
Para su funcionamiento, los pulmones necesitan además un aporte sanguíneo o propio, por lo que estos
órganos presentan un sistema de circulación doble.

La respiración: el objeto de la función respiratoria es hacer posible el intercambio gaseoso necesario


para el desarrollo de las actividades metabólicas del organismo. El proceso de la respiración se realiza en
varias fases:
 Ventilación o transporte de aire desde el exterior hasta los pulmones. Tiene lugar cuando se
contraen los músculos inspiratorios y el diafragma para crear en la cavidad torácica una presión
negativa que provoca su expansión; tal es el movimiento de inspiración, que es un proceso
activo. La espiración, es en cambio, es un mecanismo pasivo y produce la relajación de la cavidad
torácica.
 Perfusión, que se entiende como la llegada de la sangre venosa a los capilares pulmonares y el
retorno de sangre oxigenada hacia el corazón.
 Difusión gaseosa entre los alveolos y la sangre, que es arterial para la captación de oxigeno y
venosa para la eliminación del dióxido de carbono.
 Transporte de los gases por el sistema circulatorio, ligados a la hemoglobina: oxigeno en la
sangre arterial y dióxido de carbono en la sangre venosa.
 Respiración celular, conjunto de procesos metabólicos por los cuales las células absorben el
oxigeno necesario para sus reacciones químicas y desprenden el dióxido de carbono residual de
las mismas.
SISTEMA DIGESTIVO

El sistema digestivo es el responsable del proceso de descomposición y transformación de los


alimentos, gracias al cual el organismo obtiene los nutrientes que precisa y que la sangre
distribuye a todos los órganos. Además, una vez realizada esta función, el sistema se encarga
también de la eliminación de los productos de desechos.
El proceso en su conjunto tiene lugar a lo largo del tubo digestivo, integrado por diversos
componentes con características anatómicas y funcionales distintas, como se verá a
continuación.
Cavidad oral: es el punto de comienzo del tubo digestivo y en ella tienen lugar dos importantes
funciones: la masticación y la insalivación. Esta formada por los labios superiores e inferiores, la
lengua, la arcada dentaria, el suelo de la boca, el paladar duro y el blando y las glándulas
salivales (parótidas, submaxilares, sublinguales y bucales).
Termina en los pilares anteriores del velo del paladar, punto de comienzo de la orofaringe.
Esta cavidad esta recubierta por una mucosa, roja o rosada, según su riqueza vascular y
transparencia. En su interior se encuentra la lengua, en cuya superficie se encuentran las papilas
gustativas responsables del gusto.
Las glándulas salivales producen la saliva, la cual es necesaria para lubricar, humidificar e
hidrolizar los alimentos, permitiendo su degustación y el comienzo de la digestión.
Los dientes, en numero de 32, son formaciones duras blanquecinas recubiertas por un esmalte
que los protege. Se encuentran alojados en los alveolos dentarios de los maxilares superior e
inferior y recubiertos por las encías.
Tienen la función de cortar y triturar los alimentos para facilitar su digestión. La salud dental es
fundamental para una correcta nutrición.

La faringe: es un canal musculo-membranoso de unos 13cm de longitud, que pone en comunicación la


cavidad bucal con el esófago. Se divide en tres porciones: nasofaringe o rinofaringe, orofaringe o
bucofaringe e hipofaringe o laringofaringe. Esta constituida por mucosa y músculos estriados. Su función
es favorecer la deglución de los alimentos y permitir el paso del aire hacia la laringe, pero nunca ambas
cosas al mismo tiempo.

El esófago: es la porción del tubo digestivo comprendida entre la hipofaringe y el estómago. Su longitud
es de 25cm. Se trata de un tubo musculomembranoso, en el que se distinguen tres capas o túnicas: la
túnica externa o muscular; la media o submucosa, constituido por tejido conjuntivo, y la túnica interna o
mucosa. Algunos autores describen una cuarta túnica o adventicia, constituida por tejido conjuntivo.
Funcionalmente se distinguen en el esófago tres partes: el esfínter esofágico superior (EES), el esfínter
esofágico inferior (EEI), y el esófago torácico.
La función principal de esta porción del tubo digestivo es propulsar el bolo alimenticio desde la faringe al
estómago, mediante ondas peristálticas.

El estómago: es una dilatación sacular del tubo digestivo, en forma de J, comprendida entre el esófago y
el duodeno y situada en la parte alta de la cavidad abdominal, debajo del hígado y el diafragma. Ocupa,
prácticamente, todo el epigastrio e hipocondrio izquierdo. Se distinguen en el tres partes: el fundus o
cúpula gástrica, el cuerpo gástrico y el antro pilórico. El cardias es el límite superior del estómago que lo
separa del esófago, mientras que el píloro lo separa del duodeno. Además, el estómago presenta dos
caras, anterior y posterior, y dos curvaturas (o bordes), mayor o externa y menor o interna.
La pared gástrica consta de cuatro capas: la serosa, la muscular, con fibras longitudinales, circulares y
oblicuas, la submucosa y la mucosa. En condiciones normales, la mucosa del estomago es rosada y
brillante, con pliegues longitudinales y abundantes glándulas gástricas.
La función del estomago es servir de almacén al alimento ingerido, controlando su paso al intestino
delgado. En él, mediante lo jugos gástricos, se continua el proceso de la digestión iniciando en la boca,
dando lugar a la formación del quimo.
El intestino delgado: esta porción del tubo digestivo consiste en un tubo plegado de 4-7 m de
longitud. Comienza en el píloro y acaba en la válvula ileocecal. Se distinguen en el tres segmentos:
duodeno, yeyuno e íleon. El duodeno tiene una longitud de unos 20-25 cm y una forma de c, que rodea a
la cabeza del páncreas. El yeyuno esta constituido por los 2/5 del intestino delgado restante y al íleon le
corresponden las 3/5 partes finales. El yeyuno se localiza en la porción superior e izquierda del abdomen,
y en la porción inferior y derecha se encuentra el íleon.
Este tubo va disminuyendo de calibre a medida que desciende. Describe multitud de pliegues
denominados asas intestinales, dotadas de una gran movilidad. Su pared presenta las mismas capas del
estómago. Las principales funciones del intestino delgado son continuar el proceso de la digestión y
absorber los nutrientes contenidos en el producto resultante de aquella, llamada quilo.

El intestino grueso: esta porción intestinal es mas corta (1-1,5 metros) y gruesa (7, 5-8 cm de
diámetro) que la anterior. Describe un arco que rodea al intestino delgado y consta de las siguientes
partes: el ciego, porción inicial que comienza a nivel de la válvula ileocecal; el colon ascendente, el cual
llega hasta el ángulo hepático; el colon transverso, que va hasta el ángulo esplénico; el colon
descendente, que llega hasta el colon sigmoide, localizado en la pelvis, y la porción final, denominada
recto, el cual se abre al exterior por el ano.
La pared de esta zona intestinal posee las mismas capas que el resto del tubo digestivo, pero además
presenta unas bandas musculares longitudinales y blanquecinas, denominadas tenias del colon, y unas
dilataciones producidas por los pliegues musculares circulares, llamadas haustras cólicas.
La función principal del colon es la absorción de agua y electrolitos, la secreción de moco y
almacenamiento de heces.
El hígado, la vesícula biliar y el páncreas: el hígado es una glándula de gran tamaño, localizada en el
hipocondrio derecho, inmediatamente debajo del diafragma. Se distinguen en el dos lóbulos principales:
derecho e izquierdo. Esta recubierto por una membrana fibrosa, denominada capsula. En el hilio
hepático, punto de entrada de la vena porta y la arteria hepática, tiene lugar la confluencia de los
conductos biliares derecho e izquierdo, que se unen formando el conducto hepático común.
Microscópicamente, la unidad funcional es el lobulillo hepático, que presenta un aspecto hexagonal con
una vénula central y esta rodeado de numerosos vasos sanguíneos y fibras. En el hígado se forma la bilis
que esta compuesta por pigmentos biliares (bilirrubina, biliverdina), sales biliares, fosfolípidos y
colesterol.
La bilis se acumula y se concentra en la vesícula biliar, órgano piriforme, de unos 8cm y 2,5cm de ancho
en su parte mas gruesa, que drena su contenido al colédoco, y, a través de este, al duodeno.
El páncreas es un órgano alargado, que ocupa el espacio comprendido entre el duodeno y el bazo.
Funciona como una glándula de secreción exocrina, productora del jugo pancreático, y como glándula
endocrina, secretora de insulina, glucagón y otras hormonas (somatostatina). La unidad funcional
exocrina son los acini, conectados por muchos canalículos que convergen en el conducto de wirsung, el
cual desemboca en el duodeno.
La función endocrina se localiza en los islotes de Langerhans. La secreción del páncreas esta regulada
fundamentalmente por estímulos hormonales, en especial por la secretina y la colecistocinina secretadas
por la mucosa intestinal, y también por la acción nervosa parasimpática y simpática.
FUNCIONES GENERALES DEL SISTEMA DIGESTIVO.

Las funciones generales del sistema digestivo son tres: el transporte de los alimentos; la secreción de
jugos digestivos, y la absorción de sustancias nutritivas, agua y electrolitos.
Cada una de las partes que lo componen cumple una función específica; así, el esófago tiene la función
de transporte; el almacenamiento del alimento tiene lugar en el estómago, y el de materia fecal, en el
colon descendente; la digestión de los alimentos ocurre en el estómago, el duodeno, el yeyuno y el íleon
y, por último, la absorción de nutrientes se lleva a cabo a lo largo de todo el intestino delgado y en la
mitad proximal del intestino grueso.
SISTEMA RENAL Y URINARIO

El sistema renal desempeña funciones vitales básicas, ya que es el principal responsable del equilibrio del
medio interno del organismo (homeostasis), así como de la eliminación de los productos de desecho
procedente del metabolismo.
El sistema urinario canaliza la orina producida a nivel renal y la transporta hacia el exterior del
organismo. Los trastornos que afectan a los riñones uy las vías urinarias son muy numerosas y pueden
tener consecuencias importantes para el individuo (p. ej., desarrollo de insuficiencia renal crónica), por lo
que requieren una valoración precisa y una atención cuidadosa.

Los riñones: son un par de órganos ubicados en la región retroperitoneal, uno a cada lado de la
columna vertebral y los grandes vasos. Se trata de un órgano vital para la vida dado que regula la
excreción de productos de desecho, el equilibrio hidro-electrolítico e incluso la tensión arterial.
La unidad funcional del riñón es la nefrona, un conjunto de elementos celulares compuesto por
células vasculares y células especializadas encargadas de cumplir la tarea principal del riñón:
funcionar como un filtro que separa las impurezas de la sangre permitiendo su expulsión a través
de la orina.
Para poder cumplir su función a cabalidad, el riñón está unido a distintas estructuras como el
uréter (par, uno a cada lado con relación a cada riñón), la vejiga urinaria (órgano impar que
funciona como reservorio de orina, ubicado en la línea media del cuerpo a la altura de la pelvis) y
la uretra (conducto excretor) también impar y ubicado en la línea media.
En conjunto todas esas estructuras forman lo que se conoce como sistema urinario, cuya función
principal es la producción y excreción de orina.
Anatomía macroscópica: Los riñones están ubicados en el espacio retroperitoneal, a cada lado de la
columna vertebral y en estrecha relación por arriba y adelante con el hígado del lado derecho y el bazo

en el lado izquierdo.
Cada riñón tiene la forma de una habichuela gigante que mide unos 10 a 12 cm de longitud, 5 a 6
cm de ancho y unos 4 cm de espesor. El órgano está rodeado por una espesa capa de grasa
conocida como grasa perirenal.
La capa más externa del riñón, conocida como cápsula, es una estructura fibrosa compuesta
principalmente por colágeno. Esta capa cubre al órgano en todo su perímetro.
Por debajo de la cápsula se encuentran dos áreas bien diferenciadas desde el punto de vista
macroscópico: la corteza y la médula renal, las cuales se ubican en las zonas más externas y
laterales (mirando hacia afuera) del órgano, envolviendo literalmente al sistema colector, que se
encuentra más próximo a la columna vertebral.

Corteza renal: En la corteza renal se encuentran las nefronas (unidades funcionales del riñón), así como
una extensa red de capilares arteriales que le dan un característico color rojo; En esta zona se llevan a
cabo los procesos fisiológicos principales del riñón

Médula renal: La médula es el área donde se encuentran los túbulos rectos, así como los túbulos y los
conductos colectores. La médula puede considerarse como la primera parte del sistema colector y
funciona como una zona de transición entre el área funcional (corteza renal) y el sistema colector
propiamente dicho (pelvis renal). En la médula el tejido compuesto por los túbulos colectores se
organiza formando de 8 a 18 pirámides renales. Los conductos colectores confluyen hacia el vértice de
cada pirámide en una abertura conocida como papila renal, a través de la cual la orina
fluye desde la médula hacia el sistema colector.

Sistema colector: Es el conjunto de estructuras destinadas a recolectar la orina y canalizarla hacia el


exterior. La primera parte está constituida por los cálices menores, los cuales tienen su base orientada
hacia la médula y el vértice hacia los cálices mayores. Los cálices menores asemejan embudos que
recogen la orina que fluye de cada una de las papilas renales, canalizándola hacia los cálices mayores que
tienen un tamaño mayor. Cada cáliz menor recibe el flujo de una a tres pirámides renales, el cual es
canalizado hacia un cáliz mayor. Cada uno se conecta por su base con entre 3 y 4 cálices menores cuyo
flujo es dirigido a través de su vértice hacia la pelvis renal. La pelvis renal es una estructura de gran
tamaño que ocupa aproximadamente 1/4 del volumen total del riñón; allí desembocan los cálices
mayores, liberando la orina que será empujada hacia el uréter para seguir su camino hacia el exterior.
Anatomía microscópica (histología): Integrado a su vez por la arteriola aferente, los capilares
glomerulares y la arteriola eferente; todo esto rodeado por la cápsula de Bowman.
Adyacente al glomérulo se encuentra el aparato yuxtaglomerular, responsable de buena parte de
la función endocrina del riñón.

Túbulos renales: Se forman como una continuación de la cápsula de Bowman y se dividen en varias
secciones, cada una con una función específica. Según su forma y localización, los túbulos se denominan
túbulo contorneado proximal y túbulo contorneado distal (ubicados en la corteza renal), unidos entre sí
por los túbulos rectos que forman el asa de Henle. Los túbulos rectos se encuentran en la médula renal,
así como los túbulos colectores, los cuales se forman en la corteza donde se conectan con los túbulos
contorneados distales para luego pasar a la médula renal donde forman las pirámides renales.

Fisiología:
La fisiología del riñón es conceptualmente simple:

a sangre fluye a través de la


arteriola
La sangre fluye a través de la
arteriola
La sangre fluye a través de la arteriola aferente hacia los capilares glomerulares.
Desde los capilares (de menor calibre) la sangre es forzada por la presión hacia la arteriola
eferente.
Debido a que la arteriola eferente tiene mayor tono que la aferente, hay mayor presión la cual la
cual se transmite hacia los capilares glomerulares.
Debido a la presión tanto el agua como los solutos y los desechos se filtran a través de “poros”
en la pared de los capilares.
Ese filtrado se recoge en el interior de la capsula de BOWMAN, desde donde fluye hacia el túbulo
contorneado proximal.
En el túbulo contorneado distal se reabsorben buena parte de los solutos que no se deben
expulsar, así como el agua (se comienza a concentrar en la orina).
Desde allí la orina pasa al asa de Henle, la cual se encuentra rodeada por varios capilares.
Debido a un complejo mecanismo de intercambio contra corriente, se secretan algunos iones y
se absorben otros, todo esto con la finalidad de concentrar la orina aún más.
Finalmente, la orina alcanza el túbulo contorneado distal, donde se secretan algunas sustancias
como el amoniaco. Debido a que se excretan en la ultima porción del sistema tubular, las
probabilidades de reabsorción disminuyen.
Desde los túbulos contorneados distales la orina pasa hacia los túbulos colectores y de allí al
exterior del cuerpo, atravesando las distintas etapas del sistema excretor de orina.

SISTEMA REPRODUCTOR FEMENINO

El sistema reproductor femenino esta integrado por dos ovarios, las dos trompas de Falopio, el
útero, la vagina y los genitales externos. Los ovarios son las glándulas sexuales primarias de la
mujer y producen óvulos y hormonas.
Por su parte, las trompas de Falopio, el útero y la vagina son estructuras tubulares.
Los ovarios: estructura y función: los dos ovarios se encuentran situados a ambos lados de la
cavidad pélvica. Tiene dos funciones principales: producir hormonas y fabricar células sexuales
femeninas u óvulos.
Se calcula que cada ovario de la recién nacida contiene 400.000 folículos primarios. Cada uno de
ellos está constituido por una capa simple de células que rodea al futuro ovulo, el cual recibe en
esta fase el nombre de ovocito primario.
En la pubertad o en la etapa de la madurez sexual, que suele aparecer entre los 10 y los 14 años
de edad, los ovarios incrementan la producción de estrógenos, mientras que la adenohipófisis
comienza a secretar hormonas estimulantes de los folículos (FSH) y luteinizantes (LH). Bajo esta
serie de estímulos, algunos folículos progresan a través de sucesivos cambios, que dan lugar
finalmente a la expulsión de un ovocito maduro (el ovulo). Estos cambios o transformaciones
constituyen el llamado ciclo ovárico.
Ciclo ovárico: su duración varia de una mujer a otra, e incluso puede hacerlo, en una misma persona, de
un ciclo a otro. Como media, es de 28 días, e incluye las siguientes etapas o fases:

1. En respuesta a la estimulación, los folículos crecen y adquieren varias capas celulares, mientras
que los ovocitos experimentan un desarrollo creciente.
2. Se forma un espacio en el que se va acumulando líquido.
3. El crecimiento folicular es más rápido que el ovocito, por lo que este pasa a colocarse en el borde
del folículo.

Todos los folículos primarios en estado de actividad experimentan los cambios mencionados; sin
embargo, la velocidad a la que se producen no es igual para todos ellos. En consecuencia, siempre
aparece un folículo que se desarrolla antes que los demás. Este folículo se dirige hacia la superficie
del ovario y, al cumplirse el decimocuarto día del ciclo, su pared estalla y expulsa el ovocito al
interior de la cavidad uterina. Es la denominada ovulación.
Poco antes de la ovulación, el ovocito completa una división reductora de sus cromosomas, lo que
constituyen la primera división meiótica. Las dos células hijas reciben cada un 22 cromosoma, más
un cromosoma X. las células son de diferente tamaño; la mayor de las dos, el ovocito secundario,
recibe casi todo el citoplasma de la célula original, mientras que la mas pequeña se transforma en el
llamado cuerpo polar.
Una vez se ha liberado el ovulo, el folículo se transforma en un órgano glandular denominado cuerpo
lúteo (cuerpo amarillo). Si tiene lugar la fecundación del ovulo, dicho corpúsculo actúa como una
glándula hasta casi la terminación del embarazo. Si, por el contrario, el ovulo expulsado no es
fecundado, el cuerpo amarillo degenera y se convierte en una cicatriz blanca denominada corpus
albicans.
Los folículos activos que no llegan a madurar experimentan un proceso de degeneración y pasan a
denominarse folículos atrésicos. El ciclo ovárico ocurre en ambos ovarios de modo simultaneo, pero
solo uno de ellos libera un ovulo en cada ciclo.
Hormonas del ciclo ovárico: el comienzo del ciclo ovárico coincide con la producción de FSH y LH por
parte del lóbulo anterior de la hipófisis. Poco antes del decimocuarto día, la concentración de LH
aumenta espectacularmente. Este pico secretor de LH produce la ovulación.
Por otra parte, el nivel de estrógenos también se eleva y alcanza su máximo poco antes de la
ovulación, estimulando la secreción de LH y la producción hipotalámica del factor de liberación. La
situación cambia al producirse la ovulación. El nivel de estrógenos desciende y se invierte el efecto
sobre el hipotálamo, es decir, se inhibe la producción hipotalámica del factor de liberación de la LH.
Esta hormona, además de desencadenar la ovulación, estimula el desarrollo del cuerpo lúteo y la
secreción de progesterona, la cual inhibe la producción hipofisaria de LH y FSH. La progesterona es la
hormona encargada de preparar adecuadamente el útero para la implantación del huevo fecundado
y de completar la preparación de las glándulas mamarias iniciadas por los estrógenos para la
lactancia o producción de leche.

Las trompas de Falopio: son dos conductos musculares, de unos 10 cm de longitud, que se extienden
desde el útero hacia la pared lateral de la pelvis, cerca del ovario. Su extremo lateral se abre en la
cavidad peritoneal. Esta abertura esta delimitada por unos pliegues o fimbrias que, en función del
momento del ciclo ovárico. Después de la ovulación, la trompa es la encargada de recoger el ovulo y
transportarlo hasta la cavidad uterina.
las trompas de Falopio son sensibles a la acción de las hormonas ováricas. Así, la altura y actividad
del epitelio varían con el ciclo ovárico, de la misma manera que lo hacen la longitud y la actividad de
las células musculares.
En el tercio distal de la trompa de Falopio es donde suelen encontrarse el ovulo y el espermatozoide
y producirse la fecundación. Desde la trompa, el ovulo fecundado tarda 3-4 días en alcanzar el útero.
El útero: es el órgano de la gestación. Se trata de una estructura hueca situada en la cavidad pélvica, por
detrás de la vejiga urinaria y por delante del recto. Sus dimensiones aproximadas son: 7 cm de longitud,
5 cm de ancho y 2,5 cm de grosor. La porción principal recibe el nombre de cuerpo; el extremo
redondeado libre se denomina fondo y la porción inferior estrecha, cuello o cérvix. La cavidad uterina
comunica con la luz de las dos trompas y con la vagina. La unión del útero con la vagina se caracteriza
por la proyección del cérvix en la porción vaginal superior y puede visualizarse con la ayuda de un
especulo.
El útero esta “colgado” o suspendido en la cavidad pélvica por diversos ligamentos (ligamentos anchos,
redondos, útero-sacros, cardinales, anterior y posterior). El peritoneo suele extenderse más allá del
útero, sobre una pequeña porción de la pared posterior de la vagina. La hondonada situada entre el
útero y el recto recibe el nombre de fondo de saco de Douglas.
La pared uterina esta constituida por tres capas: 1. Una membrana mucosa interna denominada
endometrio; 2. Una gruesa capa media integrada por tejido conjuntivo y musculo liso, llamado
miometrio, y 3. Una capa externa de tejido conjuntivo recubierta en parte por peritoneo.
El endometrio es muy sensible a la acción de las hormonas ováricas y, en respuestas a las mismas,
experimenta considerables cambios que constituyen el ciclo uterino, endometrial o menstrual. La
mucosa uterina no se encuentra siempre preparada para la recepción de las células embrionarias, sino
que existe un determinado periodo de tiempo en el que se posible la implantación. Si ello no ocurre, s
pierde el estado de preparación y el endometrio se descama. Es lo que constituye el flujo menstrual.
El momento en que aparece el primer ciclo uterino se designa con el nombre de menarquia. Los ciclos
ováricos y uterino continúan hasta que la mujer llega a una edad (normalmente, a partir de los 40 años)
en que suelen volverse irregulares para acabar cesando por completo, momento que se denomina
menopausia.

El ciclo uterino o endometrial: puede dividirse en tres fases, comenzando por el primer día del flujo
menstrual:
1. Menstruación: el primer paso en la destrucción del epitelio tiene lugar cuando los vasos
sanguíneos del endometrio se constriñen, estallan y desorganizan el tejido. Se desprenden
placas de endometrio y se produce hemorragia procedente de los vasos sanguíneos rotos. Esta
sangre no coagula y se pierden unos 35ml, durante 3-5 días.
2. Fase de proliferación: ocurre simultáneamente con la etapa folicular del ovario. Durante esta
fase, gracias a la secreción ovárica de estrógenos, el endometrio experimenta profundas
transformaciones. Su superficie se repara, sus glándulas se desarrollan, y el tejido conjuntivo
prolifera de nuevo. Todo ello contribuye a aumentar considerablemente el espesor endometrial.
Gracias a la acción de los estrógenos, el endometrio responde a la progesterona, hormona
responsable de los cambios que aparecen durante la fase siguiente. La ovulación tiene lugar
cuando termina la fase proliferativa y empieza la secretora.
3. Fase secretora: ocurre de manera simultánea con la fase del ciclo ovárico correspondiente a la
formación del cuerpo a la formación del cuerpo lúteo. Durante este periodo, el cuerpo lúteo
secreta progesterona, pero los ovarios continúan produciendo estrógenos. La progesterona
ocasiona diversas transformaciones endometriales, facilitadas por la acción estrogénica: las
glándulas aumentan tamaño y el endometrio sigue incrementando su grosor (lo que permite la
viabilidad de una posible implantación del ovulo fecundado). Esta fase termina al cesar la
secreción de progesterona por parte del cuerpo lúteo. privado de un estimulo hormonal, el
endometrio comienza otra vez a descamarse y aparece de nuevo la menstruación.

La vagina: es un conducto muscular, muy extensible, localizado por detrás de la uretra y de la vejiga
urinaria y por delante del recto y del conducto anal. Se dirige hacia arriba y atrás. La pared anterior (6-7
cm) es algo mas corta que la posterior (8-9 cm). Esta diferencia se debe al cérvix uterino, que se proyecta
al interior de la vagina a través de la pared anterior. El ángulo que forman la vagina y el útero se
aproxima mucho a uno de 90°.
La abertura externa de la vagina se encuentra entre los labios menores. En la mujer virgen, el orificio
vaginal puede estar parcialmente cerrado por una membrana denominada himen. El himen que forma
un tabique completo en el orificio vaginal se denomina himen imperforado; no obstante, lo normal es
que presente pequeñas perforaciones.
La vagina esta lubricada por secreciones, normalmente acidas y es el órgano de la copulación de la
mujer: en el parto, es el canal a través del cual sale el feto.
Los genitales externos: los genitales externos comprenden el monte de venus, los labios mayores, los
labios menores, el clítoris y el vestíbulo de la vagina. Este conjunto recibe también el nombre de vulva.

 El monte de venus: es una eminencia situada delante de la sínfisis púbica. Esta constituido
principalmente por tejido graso y, después de la pubertad, se cubre de vello.
 Los labios mayores: son dos repliegues alargados que comienzan en el monte de venus y se
dirige hacia atrás. Contienen tejido graso y terminaciones del ligamento redondo del útero. Sus
caras laterales se cubren de vello después de la pubertad, mientras que las caras internas, lisas y
húmedas, están en contacto ocultando el resto de los genitales externos.
 Los labios mayores: son dos pequeños repliegues cutáneos situados entre los labios mayores.
Establecen los límites del vestíbulo vaginal, situados entre ellos. Estos labios son húmedos y lisos
y carecen de tejido graso. Por lo general, se encuentran ocultos por los labios mayores, excepto
en la infancia y después de la menopausia. En su extremo anterior, los labios menores rodean el
clítoris para formar el prepucio y el frenillo del clítoris. Posteriormente, los labios se conectan
entre si mediante un repliegue denominado frenillo labial.
 El clítoris: es el homologo del pene masculino, a diferencia de este, no esta atravesado por la
uretra. Se trata de una estructura pequeña, constituida fundamentalmente por tejido eréctil
capaz de hipertrofiarse cuando se llena de sangre en respuesta a los estímulos táctiles y
sexuales. Gran parte de el permanece oculto por el prepucio. Es uno de los elementos que
intervienen en las sensaciones que produce el orgasmo.
 El vestíbulo vaginal: es el espacio situado entre los labios menores, al que se abren la uretra (en
posición anterior) y la vagina (mas posterior), así como las glándulas vestibulares mayores (de
Bartolino; son dos y se abren a cada lado del orificio vaginal), las menores y las parauretrales.
Estas glándulas se encargan de humedecer y lubricar las superficies vestibulares y son bastantes
propensas a sufrir infecciones.

Las glándulas mamarias: se desarrollan, al igual que las exocrinas, a partir de la piel. Cada mama se
compone aproximadamente de 15 a 20 lóbulos, grupos de células secretoras, unidos a un conducto
excretor principal. En la superficie, los conductos se abren en el pezón. Este, a su vez, aparece
rodeado por un anillo cutáneo, muy pigmentado, que recibe el nombre de areola. Las glándulas
mamarias presentan diferencias considerables según los distintos estados funcionales en que se
encuentren. En la mama preparada para la lactancia, las ramas terminales de la glándula se disponen
en forma de alveolos, los cuales vierten sus productos al interior de los conductos. En la glándula no
lactante, las ramas terminales aparecen como túbulos pequeños y vacíos.
SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO
El sistema reproductor masculino esta formado por dos testículos, los conductos que parten de ellos
(llamados conductos deferentes), las glándulas reproductoras accesorias y el pene.

Los testículos: son órganos glandulares de forma ovoide que miden unos 4 cm de largo y 2,5 de
ancho. Están contenidos en una estructura saculiforme (en forma de saco), denominada escroto.
Su función consiste en producir testosterona y espermatozoides, las células sexuales masculinas.
Los testículos están rodeados por una capsula de tejido conjuntivo fibroso compacto (túnica
albugínea) y se dividen en compartimientos, comunicados entre si por septos. En el interior de cada
compartimiento se encuentran los túbulos seminíferos, responsables de la transformación de las
espermatogonias (células embrionarias) en espermatozoides. Después de abandonar estos túbulos,
los espermatozoides atraviesan la denominada red testicular o de Haller y salen de los testículos a
través de los conductillos eferentes, los cuales, a su vez, desembocan en el epidídimo.
Los túbulos seminíferos están rodeados por tejidos conjuntivo laxo que contiene unas células
especiales (células de Leydig) encargadas de la producción de testosterona. Si se examina un corte
transversal de un túbulo seminífero se observa que consta de diferentes tipos de células. Desde la
periferia a la luz se encuentran las espermatogonias, los espermatocitos primarios y secundarios y las
espermatides. Todas estas células están soportadas por las células de Sertoli.
Descenso de los testículos: durante las fases iniciales del desarrollo fetal, los testículos están
localizados en la cavidad abdominal. A medida que progresa el embarazo, descienden, atraviesan la
pared abdominal por el conducto inguinal y suelen llegar al escroto antes de que tenga lugar el
parto. La posición de los testículos fuera de la cavidad abdominal asegura las bajas temperaturas
necesarias para que la espermatogénesis tenga lugar de manera adecuada. Si los testículos no
descienden, las células que participan normalmente en dicho proceso se atrofian.

Los conductos: cuando los espermatozoides abandonan los testículos, deben atravesar
sucesivamente el epidídimo, el conducto deferente, el conducto eyaculador y la uretra.
 el epidídimo: es un túbulo largo localizado en el escroto y aplicado al testículo. Su porción
superior se denomina cabeza, y su extremo recibe el nombre de cola. El epidídimo sirve de
lugar de maduración y de reservorio de los espermatozoides hasta el momento en que se
requieren.
 El conducto deferente: es un tubo de pared gruesa, muscular, que se extiende desde el
escroto hasta la cavidad pélvica. Partiendo de la cola del epidídimo, atraviesa la pared
abdominal por el conducto inguinal, alcanza la cavidad pélvica, se desplaza por detrás de la
vejiga urinaria, en donde se le unen las vesículas seminales y a continuación desemboca en
el conducto eyaculador. La función del conducto deferente consiste en conducir los
espermatozoides desde el epidídimo hasta el conducto eyaculador.
 El conducto eyaculador: es corto y esta formado por la unión del conducto deferente y el
procedente de la vesícula seminal. Atraviesa la glándula prostática y acaba vaciándose en la
uretra.
Las glándulas accesorias: las glándulas accesorias del hombre son las vesículas seminales, la próstata y
las glándulas bulbo-ure-trales.
 las vesículas seminales: son dos glándulas alargadas (5 cm de longitud) que se hallan situadas
detrás de la vejiga urinaria. Estas vesículas se abren a los conductos eyaculadores.
 La próstata: es una estructura sólida, dispuesta debajo de la vejiga urinaria y alrededor de la
porción inicial de la uretra. Se encuentra inmediatamente por delante del recto y es asequible a
la palpación por vía rectal. Una parte importante de la próstata se compone de musculo liso y
tejido fibroelástico, mientras que el resto esta formado por unas 40 glándulas tubuloalveolares.
Estas glándulas se abren en la porción prostática e la uretra a través de sus conductos
excretores.
 Las glándulas bulbo-uretrales: o de Cowper, son dos estructuras muy pequeñas situadas en el
diafragma urogenital. Estas glándulas vierten su contenido al interior de la porción membranosa
de la uretra.

Función de las glándulas accesorias: la secreción procedente de estas glándulas se combina con la
de los testículos, dando lugar a una mezcla de espermatozoides y liquido viscoso denominada
semen. Las secreciones glandulares sirven de vehículo de transporte y de nutrición a los
espermatozoides; por otro lado, establecen ciertas condiciones (p.eje. un PH alcalino) necesarias
para que los espermatozoides puedan desarrollar su actividad de manera adecuada. Cada
eyaculación de semen contiene de 100-300 millones de espermatozoides.

El pene: es una estructura cilíndrica suspendida de la parte anterior del periné. Esta formado por tres
cilindros: dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso mas estrecho, rodeados por tejido
conjuntivo y piel. El conducto uretral atraviesa longitudinalmente todo el cuerpo esponjoso. Cuyo
extremo anterior es un engrosamiento denominado glande. En la terminación libre del pene, la piel
forma una especie de manguito alrededor del glande que reciben el nombre de prepucio.
cada cuerpo cavernoso se compone de tejido eréctil constituido por cisternas vasculares, rodeadas
por un sistema e trabéculas conjuntivas y una envoltura propia. Esta estructura es la que confiere a
los cuerpos cavernosos una apariencia esponjosa. Cuando las cisternas se llenan de sangre, el pene
entra e erección.
El pene es el órgano masculino de la copulación, por medio del cual los espermatozoides son
depositados en la vagina.

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