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SONDA GASTRICA

Las sondas funcionan como


instrumentos tubulares para llegar a
alguna parte del cuerpo a través de un
orificio natural. Lo hacen ya sea con
fines terapéuticos o por necesidad de
cirugía. Eso sí, siempre bajo unas
pautas médicas y con mucho cuidado
de colocarlas y no producir ningún
daño.

Estos tubos finos pueden alcanzar las


vías respiratorias, urinarias, intestinales o rectales.

Suelen tener 3 partes:

Cabeza: es lo que se introduce en el cuerpo y cuenta con pequeños orificios por


donde se introduce o se extrae el líquido.

Cuerpo del tubo. Es hueca y muy fina, aunque el tamaño dependerá de qué tipo
de sonda sea. Si es la gástrica, por ejemplo, es larga.

Enlace o exterior. Es lo que queda por fuera del cuerpo y se suele adaptar a una
bolsa o jeringuilla, según lo que se quiera introducir o drenar.

La sonda gástrica es un tubo de plástico muy fino que se coloca en el interior del
estómago a través de la piel. Gracias a ella podemos administrar la medicación,
los alimentos y el agua que ingiere una persona.

Para que una persona que se encuentre en esta circunstancia tenga una buena
alimentación, según recomendaciones médicas, el intervalo de tiempo entre las
comidas debe ser corto, en horario intermitente y pausado durante el día. Además,
también tiene que ser de forma continua, nada de saltarse comidas.
La inserción de una sonda gástrica es un procedimiento que se lleva a cabo en
aquellas personas que, por enfermedad crónica, por deterioro, o imposibilidad
física, son incapaces de alimentarse de forma autónoma.

De esta manera, se decide que esta persona se alimente de forma artificial. Es el


caso de las personas que sufren un alzheimer o una demencia en fase final o
terminal. Es decir, los más avanzados.

El uso de las sondas gástricas cuenta con mucha polémica detrás. Esto se debe a
que la alimentación tiene un valor social profundo (salir a comer, etc.) y tomar la
decisión de alimentarse de manera artificial suele ser difícil. Sin embargo, muchas
veces se puede justificar si la persona cuenta con una enfermedad muy severa.

Puede prolongar la vida de una persona dependiendo de su salud o enfermedad.

Puede reducir el riesgo de aspiración y de aparecer una úlcera, neumonía o


cualquier otro tipo de infección.

Puede mejorar la calidad de vida y la comodidad física de la persona.

A pesar de las cosas buenas que puede dar una sonda gástrica, aún hay quien
piensa que la mejora de una persona con problemas de este tipo de procedimiento
puede deberse más a la suerte que a la aplicación médica. Por eso, el poner o no
este tipo de sondaje sigue viéndose como una situación difícil.

Cómo cuidar una sonda gástrica

Siempre hay que enjuagar el tubo de la


sonda, antes y después de cada uso. Esto
ayuda a evitar obstrucciones, usando
simplemente agua para enjuagar el tubo.

En caso de que haya una obstrucción en el


tubo, se utiliza una jeringuilla con agua tibia.
Nunca utilizar ningún otro tipo de elemento
tipo alambre puesto que se puede perforar
el tubo.
Hay que revisar a diario el tubo.

Hay que comprobar el largo del mismo, en caso de alargarse o acortarse hay que
comunicárselo al médico.

El tubo cuenta con una protección, ésta debe quedar siempre ajustada a la piel.

El final del tubo se tiene que limpiar con un paño con alcohol.

El uso de la sonda gástrica se pone en práctica generalmente en personas con


una enfermedad crónica, como puede ser el Alzheimer, en las fases finales de la
enfermedad.

Aquí las personas por imposibilidad física y capacidad cognitiva hacen muy difícil
la alimentación por parte de su cuidador. Con el aumento de la esperanza de vida
en este tipo de enfermedades crónicas, su uso parece que irá en aumento con el
paso de los años.

Se cree que es una medida necesaria a día de hoy, cuando la esperanza de vida
se ha prolongado pero la cura a estas enfermedades no se ha encontrado .
Consideramos que es una forma de mantener una calidad de vida decente en
personas mayores y dependientes de esta y otro tipo de sondas.

Sí, es una forma de alimentación para aquellas personas que más lo necesiten.
Aun así, siempre tenéis que hacer mano de profesionales que sepan cómo limpiar
las sondas y cómo hacer para que el paciente mejore.

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