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Qué es la Incertidumbre?

“La incertidumbre es esa falta de seguridad o confianza sobre algo del futuro que nos importa
y nos genera inquietud y nerviosismo ante la vida”

Las personas estamos programadas para sentir que tenemos control sobre todo aquello que
nos ocurre en la vida, porque de no ser así, empezamos a sentir agobio, presión, incluso
ansiedad y estrés al no saber cómo abordar esas circunstancias.

Así que, a causa de esa incertidumbre, pasamos la mayor parte del tiempo preocupándonos
sobre el futuro; anticipando acontecimientos que no sabemos seguro si ocurrirán o no. De esta
forma solo conseguimos aumentar nuestro nivel de estrés y dejamos de ser conscientes del
presente.

Así pues, la anticipación del futuro nos lleva a una excesiva preocupación sobre un suceso del
que no tenemos ninguna certeza de que ocurra, creándonos mucho estrés que se convierte en
ansiedad. El problema de esta situación de incertidumbre es que olvidamos centrarnos en lo
realmente importante, lo que está sucediendo a nuestro alrededor en estos momentos.

Pasado – Presente – Futuro. Las Claves de la Incertidumbre

La preocupación sobre el futuro, dentro de un equilibrio, es buena sentirla porque te prepara y


te moviliza para esos posibles acontecimientos futuros y en el caso de que ocurran, sabrás
afrontarlos de la mejor manera posible, ya que habrás establecido un plan con sus estrategias.

Aun así, es recomendable seguir viviendo en el presente para evitar la ansiedad y la presión,
porque un exceso de preocupación hace que no pienses en más cosas, solo prestas atención a
aquello que te quita el sueño, entonces te bloquea y te genera malestar y desmotivación,
además de falta de confianza y seguridad en ti mismo porque no sabes cómo actuar.

Por todos estos motivos, aquí, con en este artículo de psicología, compartiré contigo unos
pasos para que intentes poner en práctica y así, puedas convivir con la incertidumbre y
manejar esa sensación de “no control” que percibes en tu vida sobre las circunstancias que son
tan importantes para ti y a la vez te producen un alto grado de inquietud. De esta forma
conseguirás centrarte en el “aquí y ahora” y ser más feliz a pesar de la duda ante el futuro.

“Se mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbre que es capaz de


soportar”.

Immanuel Kant
Pasos para Usar la Incertidumbre a tu Favor

Como todo en esta vida, requiere práctica y esfuerzo para conseguirlo, así que aquí te dejo
algunas ideas:

Acepta la situación

Lo primero y más importante es que consigas aceptar la situación de incertidumbre, es decir,


que dejes que la situación fluya tal cual es, sin resistirte a ella. Aceptar no significa que te
guste, pero sí es necesario para que puedas comprender qué está pasando y además, te ayuda
a encontrar recursos para poder afrontarla de la mejor manera. La aceptación es gradual y va
paso a paso, no la podrás aceptar de la noche a la mañana y no por ello debes desanimarte.

aprende a usar la incertidumbre a tu favor-un-pedacito-de-psicologia

Podemos diferenciar entre resignación y aceptación. La resignación sería el lado más negativo
de la aceptación. Significa “esconder la cabeza”; no te gusta la situación, pero tampoco haces
nada para cambiarla. La vives de una manera negativa. En cambio, la aceptación permite que
te encamines hacia tus objetivos en vez de que te quedes estancado pensando en cómo te
gustaría que fueran las cosas.

Adáptate al contexto

Es decir, ser flexible te permitiría desarrollar y utilizar nuevos recursos necesarios para cada
situación nueva y así podrás ajustarte a ese nuevo suceso sin presión, porque habrás
encontrado una forma diferente de abordarlo y todas las experiencias que hayas vivido hasta
el momento, te servirán de ayuda para saber utilizar de una mejor manera todos esos recursos
y mejorarlos con el tiempo.

Vive el presente

Empieza a disfrutar del día a día, de los pequeños detalles de la rutina. Averigua qué cosas te
gustan y fíjate en ellas todos los días. Quiere decir que no esperes a que la felicidad venga
cuando tengas tu trabajo estable, tu sueldo, tu casa soñada… ¿por qué esperar pudiendo hacer
ese camino con una actitud más positiva?
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Un buen ejercicio para hacer al final del día es un diario de gratitud, en el que anotes de tres
hasta un total de diez cosas positivas que te hayan hecho sentir bien durante el día. Te
reforzará la autoestima y aumentará tu motivación permitiéndote enfrentar las situaciones,
responsabilidades, tareas… con más ganas y seguridad.

[bctt tweet=»No esperes a que la felicidad venga con un trabajo estable, un sueldo, una casa
soñada» username=»Serendipia_psic»]

Usa técnicas de relajación

La meditación o mindfulness es una buena herramienta para entrenar la consciencia sobre


nuestras emociones, sentimientos y pensamientos del aquí y ahora.

Además, nos ayuda a controlarlo y a permanecer en el presente. Es una buena estrategia que
podrás usar cuando te invadan esos pensamientos que te generan tanta preocupación y
malestar, porque sabrás cómo dejarlos ir.

Realiza un deporte

Hacer un deporte o algún tipo de ejercicio físico es una buena técnica que te ayudará a reducir
el estrés y aumentar tu bienestar y seguridad en ti mismo, haciendo que sientas mayor
motivación a la hora de enfrentarte a otros asuntos.

Aquí te dejo un vídeo que puede ayudarte a tener otra perspectiva de las cosas y verlas de otra
manera; con más calma y disfrutando del momento, sin que te preocupes en exceso sobre el
futuro.

La Incertidumbre puede ser una Gran Compañera

Con un buen entrenamiento de estos ejercicios, podrás paliar la incertidumbre y dejarle menos
espacio en tu vida diaria. Al fin y al cabo, si supiésemos todo lo que va a ocurrir, dejaríamos de
sorprendernos y posiblemente sería todo más aburrido, así que… ¡A seguir viviendo y
disfrutando del camino!

¿Qué te han parecido estas ideas? Si se te ocurren más alternativas, ¡no dudes en compartirla
con nosotros!

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