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Tiempo histórico

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El tiempo histórico es un término que puede referirse a distintos conceptos en el
ámbito historiográfico y en psicología.

Índice

 1Historiografía: el sujeto histórico y la causa en la historia


o 1.1Los tres niveles de Fernand Braudel
o 1.2El ritmo del tiempo histórico
 2La construcción psicológica del tiempo
 3El tiempo histórico en la didáctica de las ciencias sociales
 4Véase también
 5Enlaces externos
 6Notas

Historiografía: el sujeto histórico y la causa en la historia [editar]


En historiografía el concepto se utiliza de distintas formas, entre otras causas, por las
diferentes concepciones de quién es el protagonista de la Historia (el sujeto histórico).
Para la interpretación providencialista, el tiempo histórico es un paréntesis en la eternidad,
origen y destino del hombre.
Si el hombre es el verdadero protagonista de la historia, la escala temporal de la vida humana
pasa a ser la decisiva, pero puede ser superada por la duración de las instituciones, que la
superan.
La determinación de la causa de los hechos históricos puede reducirse a una
explicación determinista y monocausal o hacerse más compleja (multicausal y relativista), lo
que suele responder a un mayor grado de acercamiento a la realidad, aunque dificulta la
construcción del modelo explicativo (y si se convierte en demasiado compleja termina siendo
poco o nada útil -como lo sería un mapa que reprodujera a escala 1:1 el territorio
cartografiado, con lo que coincidiría en extensión con él-). Está por ver si la complejidad de los
sistemas históricos será reducible a cuantificación, como en última instancia es la pretensión
de la historia cuantitativa, mediante herramientas interpretativas sofisticadas (futuros avances
de la informática o la teoría del caos).
La terminología usual (sobre todo en la historia económica y social y para el estudio de las
causas de revoluciones y revueltas) distingue causas lejanas, profundas o estructurales (las
económicas y sociales) y causas próximas o desencadenantes (los fenómenos más evidentes,
de naturaleza política, evenemencial o incluso azarosa). Otra terminología utiliza, con parecido
sentido, los términos precondiciones y precipitantes.1
Los tres niveles de Fernand Braudel[editar]
Véase también: Periodización

Desde una concepción influida por el estructuralismo y el materialismo histórico, la escuela de


los Annales y en especial Fernand Braudel construyeron una compleja articulación del
concepto de tiempo histórico en su metodología de investigación y planteamiento de las
conclusiones. Se considera un ejemplo clásico La Méditerranée et le Monde Méditerranéen a
l'époque de Philippe II (El Mediterráneo y el Mundo Mediterráneo en la época de Felipe II).
Habría tres niveles de tiempo histórico:

 la larga duración (o nivel de las estructuras cuya estabilidad es muy grande),


 la coyuntura (estadio intermedio, en que el cambio es perceptible), y
 el acontecimiento (considerado como la espuma de la historia, lo más visible pero lo
menos significativo, y que habría sido el enfoque temporal más habitual).
El ritmo del tiempo histórico[editar]
Si el ritmo temporal en la historia se acelera, o si fluye con continuidad o cíclicamente, ha sido
propuesto de forma paralela al concepto de progreso.2 Comte y el positivismo imagina un
progreso lineal, que Walt Whitman Rostow describe incluso como despegue (take off) hacia
el crecimiento autosostenido,3 concepto desarrollista que encontró sus detractores en
el movimiento ecologista y el neomalthusianismo del Club de Roma (propuesta de crecimiento
cero -1970-, límites ecológicos, concepto de sostenibilidad o crecimiento sostenible) que tenía
su precedente en Malthus (Ensayo sobre el principio de la población, 1798). La historia cíclica
de avances y retrocesos en espiral fue imaginada por Giambattista Vico, y por Nietzsche en su
teoría del eterno retorno, estudiada antropológicamente por Émile Durkheim y Mircea Eliade.
Para algunos pueblos primitivos, es muy frecuente no plantearse la duración concreta del
tiempo pasado más allá de unos pocos años, que pueden ser incluso menos que los que dura
una vida humana. Todo lo que ocurre fuera de ello sería hace mucho tiempo, o en tiempo de
los antepasados, que pasa a ser un tiempo mítico, ahistórico. Viven literalmente en un
estado intemporal, sin historia, y no porque no dispongan
de escritura (son culturas de transmisión oral, no históricas, que no fijan mediante la escritura
la memoria de su pasado), sino porque el tiempo de los antepasados, su presente y su
concepto de futuro tienen entre sí una relación completamente distinta al dinamismo propio de
las sociedades complejas o civilización, de un modo similar a como el animismo supone
estructuras de pensamiento completamente distintas a las de las religiones deístas (para las
primeras no tienen tanto sentido lo que para estas últimas son términos
consustanciales: creación, temporalidad, mortalidad o inmortalidad, fin de la
historia, eternidad).4
El pensamiento marxista suele utilizar la expresión acelerador de la historia (atribuida a Lenin)
para referirse a las coyunturas revolucionarias, en que se intensifican los cambios
históricos. Enrique Tierno matizaba la expresión diciendo, con la misma metáfora, que más
que utilizar el acelerador (intensificar las contradicciones violentas) hay que usar
el volante (reconducir los procesos de cambio en un sentido adecuado), al considerar que
el sentido de la historia no está prefijado necesariamente, al contrario de lo que predice
el determinismo. Walter Benjamin hizo algo semejante con otra expresión similar, en este caso
del fundador del marxismo: Marx dice que las revoluciones son la locomotora de la historia
mundial. Pero tal vez se trata de algo por completo diferente. Tal vez las revoluciones son el
manotazo hacia el freno de emergencia que da el género humano que viaja en ese tren.5

La construcción psicológica del tiempo[editar]


Según la psicología evolutiva de Piaget la construcción del tiempo se hace a través de varias
fases, que culminan en la adquisición del tiempo histórico, y que se suceden a lo largo de
la infancia (tiempo personal entre 4 y 6 años; tiempo físico hasta los 9 años), la pre-
pubertad (tiempo social hasta los 11 años), y la adolescencia (seriación causal y un adecuado
concepto de la duración). Es en la infancia cuando hay una gran capacidad para
el aprendizaje memorístico (como las listas de fechas y nombres), mientras que las nociones
complejas del tiempo histórico exigen una mayor madurez
intelectual (causalidad y cambio, multicausalidad, relaciones entre los hechos que superen la
asociación simple y lineal, e incluyan relaciones complejas y dinámicas). 6

El tiempo histórico en la didáctica de las ciencias sociales [editar]


La psicopedagogía y la didáctica específica de las ciencias sociales han
desarrollado metodologías de aprendizaje de la historia a través de distintos procedimientos,
que incluyen buena parte de estrategias para la construcción correcta del tiempo histórico:

 la memorización tradicional, desprestigiada (la famosa lista de los reyes godos) y vuelta a


revalorizar;
 la localización y correcta denominación de días, semanas, meses, estaciones, años (las
distintas eras y calendarios), siglos y milenios (y su ampliación, según el nivel educativo, a
escalas de tiempo mayores y menores en ciencias de la naturaleza -del nanosegundo a
la edad del universo, y su relación relativista con el espacio-);
 la determinación del orden correcto en una secuencia desordenada, o distintos
procedimientos de asociación de fechas a conceptos, personajes, hechos o imágenes, o
de cualquiera de estos entre sí (mediante las tradicionales flechas, o el arrastre del ratón
en la pantalla del ordenador);
 la confección, análisis y comentario de distintos tipos de gráficos, solos o combinados
entre sí o con otros recursos:

 mapa histórico
 línea de tiempo, similar a la recta numérica en matemáticas, con la que debe
coordinarse (números positivos -años después de Cristo o de otras eras- y
negativos -años antes de Cristo o de otras eras-), pero diferente por
utilizar números ordinales y no cardinales (los períodos son segmentos, no puntos)
y se debe remarcar que no existe el día "0" del mes, ni el año "0", ni el siglo "cero"
(siendo útil señalar que en inglés o francés los siglos se nombran siempre por
números ordinales, aunque en castellano solo se suela hacer para los siglos
primero al décimo);
 otros tipos de gráfico temporal, por ejemplo:

 con variaciones y rupturas de escala, o uso de la


escala logarítmica (permiten comprimir la representación espacial del tiempo para
representar hechos muy lejanos junto a otros más próximos entre sí),
 la línea enrollada en su tramo inicial o en la que se amplía su tramo final
con efecto lupa (tienen similar efecto),
 la utilización de la esfera de un reloj (para lograr una comparación analógica del
tiempo en el pasado remoto con el tiempo cotidiano de horas, minutos y segundos
-es muy usado para representar la historia natural: la evolución humana o
el tiempo geológico-);
 representación en eje de coordenadas en las que una de ellas marca la dimensión
temporal (útil para series de precios y salarios, de dinámica demográica, de
fenómenos físicos, o cualquier otra); tipos particulares dan lugar a gráficos
especializados, como:

 el climograma (representa precipitaciones y temperaturas por meses a lo largo de


un año);
 las pirámides de población, que representan los rasgos de la estructura de la
población en pisos correspondientes a diferentes grupos de edad.
 cuadro sinóptico;
 mapa conceptual;

 los trabajos de investigación familiar mediante entrevistas de historia oral y árboles


genealógicos, etc.

Periodización
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Se conoce como periodización al campo de las ciencias sociales que trata de dividir
la historia u otro campo del conocimiento (la ciencia, la literatura, el arte) en distintos períodos
(épocas) que posean unos rasgos comunes entre sí, lo suficientemente importantes como
para hacerlos cualitativamente distintos a otros períodos. 1
En historia, la periodización más amplia da períodos denominados edades, mientras que los
denominados época designan divisiones más breves o locales. En el campo de la historia
natural o geología se utiliza la expresión eras (eras geológicas), aunque también se habla
de era como período histórico en el campo de la cronología. Cada una de ellas da origen a
distintos calendarios; término que se aplica también a periodos dominados por un personaje
histórico, un hecho o un proceso que se considera fundamental. Época geológica es una
subdivisión de la era geológica. La escala del tiempo geológico se divide en orden
descendente de jerarquía de la siguiente manera: Eón, era, período, época y edad.

Índice

 1La periodización en la Historia


o 1.1Las primeras periodizaciones
o 1.2Periodizaciones bíblicas y otras periodizaciones milenaristas
o 1.3La periodización antropológica
o 1.4La periodización marxista
o 1.5Las revoluciones tecnológicas
o 1.6Periodizar el presente
 2Referencias

La periodización en la Historia[editar]
No hay un acuerdo universal sobre la periodización en Historia, aunque sí un consenso
académico sobre los periodos de la Historia de la Civilización Occidental, basado en los
términos aportados por Cristóbal Celarius (Edades Antigua, Media y Moderna), que pone al
mundo clásico y su renacimiento como los hechos determinantes para la división. La
acusación de eurocentrismo que se hace a tal periodización no debe impedir conocerla, por
ser la más utilizada.
En el siglo XVI los historiadores de la literatura y los filólogos, estudiando el latín señalaron tres fases en
su gradual evolución: la "alta edad" o "superior" que llegaba hasta Constantino, etapa del latín clásico; la
"edad media" de la lengua, que alcanzaba desde Constantino a Carlomagno (siglos IV al IX), y la "edad
ínfima" iniciada en el 842 con el primer texto en romance, Los Juramentos de Estrasburgo, Por eso
precisamente Ch. D. Du Cange tituló su famoso diccionario Glossarium ad scriptores mediae et infimae
latinitatis (París, 1678). La primera ocasión en que se designa el término "Edad media" con sentido
histórico parece haber sido en 1639, por el liejense Rasuin en su Laodium. La expresión pasaría desde
ese mismo siglo XVII a designar el período de transición entre la antigüedad clásica y el renacer de su
cultura experimentada en la Edad Nueva que habita tomado cuerpo a lo largo del siglo XV. Y, en
consecuencia, su uso tendía a menospreciar los valores de dicha edad intermedia como un puente o
una noche de “mil años”. Los pedagogos fueron los responsables de que este nuevo concepto de la
Edad Media adquiriera carta de naturaleza en los manuales o síntesis de historia. Un profesor de fines
del siglo XVII, Cristóbal Séller (1634-1707) o Celarius –como gustaba llamarse latinizando su nombre a
la manera humanista- introdujo la modalidad en uno de los manuales escolares de Historia Antigua
editado en 1685, y la claridad que implicaba para la explicación histórica le indujo a repetirla en otro,
titulado Historia Medii Aevi a temporibus Constanini Magni ad Constaninopolim a Turcis captam
deducta (Jena, 1688). Otro profesor, Loescher, la repitió en un manual alemán: Geschicchte der
Mittleren Zeiten (1725), y no tardó en generalizarse el nuevo concepto, porque resultaba cómoda esa
división de la Historia.
Manuel Riu (1978)2

El problema de cualquier periodización surge en hacerla válida para un ámbito espacial


amplio, lo que resulta difícil cuando los fenómenos que originan el comienzo de un periodo en
un lugar (habitualmente el Próximo Oriente) tardan en difundirse o surgir en otros lugares más
o menos próximos y conectados (Europa Occidental) o lejanos y desconectados (América,
Oceanía). Por ello surgen términos intermedios y de transición o superpuestos.

 Prehistoria. Desde la aparición del hombre (fecha incierta) hasta la de la escritura.


o Edad de Piedra
 Paleolítico (Etimológicamente Antigua Edad de Piedra por la piedra tallada)
 Paleolítico inferior. Primeros modos de tallado de instrumentos.
 Paleolítico medio. Ligado a cambios en la cultura material y al Hombre de
Neanderthal. Desde hace 125.000 años hasta hace 35.000 años aprox.
 Paleolítico superior. Ligado a la cultura material que se suele asociar al Homo
sapiens sapiens. Desde hace 35.000 años hasta hace 10.000 años aprox.
 Mesolítico/Epipaleolítico. Periodo de transición, ligado a los cambios que produjo
el fin de la última glaciación Desde el 10.000 aC hasta el VIII milenio en prox.
Oriente y el 5.500 en Europa Occidental. (En las poblaciones en las que se
desarrolló el neolítico internamente se denomina mesolítico y en aquellas que
fueron neolitizadas por influjo externo epipaleolítico)
 Neolítico (Etimológicamente Nueva Edad de Piedra por la piedra pulimentada)
Ligado a la aparición de la agricultura, aldeas, y la cerámica. VIII milenio a.c. en
Oriente Próximo (En España VI milenio a.c.) .
o Edad de los Metales
 Edad del Cobre III milenio a.C. aprox. en Europa Occidental. La formación de
las sociedades complejas.
 Edad del Bronce II milenio a.C. aprox. en Europa Occidental..
 Edad del Hierro I milenio a.C. aprox. en Europa Occidental. Hasta la
romanización.

 Historia. Desarrollo de la escritura como consecuencia de la aparición de los


primeros estados. IV milenio a.C. en Sumeria.
o Protohistoria. Período de solapamiento: mientras surgen las civilizaciones prístinas
de Mesopotamia, China e India en Asia; Egipto en África y las
culturas Olmeca y Caral en América, éstas dejan constancia escrita de otros pueblos
los cuales no han desarrollado la escritura. En la península ibérica, coincide con las
colonizaciones orientales fenicio-púnica y griega y la conquista romana, cuyos autores
registraron la actividad de los pueblos indígenas.
o Edad Antigua
 Primeros estados de Oriente próximo: Sumeria, Acad, Babilonia y Asiria.
 Antigüedad clásica Civilizaciones griega y romana. Cuentan sus eras desde la
primera olimpiada o la fundación de Roma. Siglo VIII a.C.. No hay que confundir
con el periodo clásico del arte griego (siglos V y IV a.C.).
 Antigüedad tardía Período de transición, desde la crisis del siglo
III hasta Carlomagno o la llegada del Islam a Europa (siglo VIII).
o Edad Media Desde la caída del Imperio romano de Occidente (siglo V) hasta la caída
del Imperio romano de Oriente (siglo XV)
 Alta Edad Media siglos V al X.
 Plena Edad Media siglos XI al XIII
 Baja Edad Media siglos XIV y XV
o Edad Moderna. Siglos XV al XVIII (o hasta la actualidad según la periodización
tradicional). Se toma como comienzo la Imprenta, la toma de Constantinopla por los
turcos o la Conquista de América; como final, la Revolución francesa,
la Independencia de los Estados Unidos de América o la Revolución industrial.
o Edad Contemporánea. Hasta el presente (usado en la historiografía franco-ibérica).
Las primeras periodizaciones[editar]

Las Cuatro Edades de la Humanidad. Grabado de Regius para Las metamorfosis de Ovidio, Libro I, 89-


150.

La característica de las civilizaciones occidentales es su preocupación por la memoria


histórica o la consideración del pasado y la periodización es un elemento importante en la
fijación de esa memoria. En la mayor parte de las cosmologías, el origen de los tiempos se
vincula a hechos sobrenaturales con intervención de dioses y héroes. En la tradición
occidental, estos mitos son los de la Antigüedad clásica grecorromana y los hebreos, en la
parte de la Biblia denominada Antiguo Testamento: sobre todo el Génesis, el Éxodo y los
demás libros históricos; que se vio continuada por el Nuevo Testamento cristiano con su
insistencia en el fin de los tiempos y la próxima venida del Reino de Dios, en un
futuro apocalíptico (en imprecisos términos temporales).
El griego Hesíodo (y luego el romano Ovidio, en sus Metamorfosis, de las que suprimió la
"Edad de los héroes") reflejó en sus Trabajos y días el mito de cinco edades: la primitiva y
paradisíaca Edad de Oro a la que sucedían, en sucesivas degeneraciones, la Edad de Plata,
la Edad del Bronce, la Edad de los héroes y la brutal Edad de Hierro que correspondía a su
propia civilización (véase Edades del Hombre); así como la concepción cíclica de la historia
(que reaparecerá en las reflexiones sobre Filosofía de la Historia de autores modernos
como Giambattista Vico). La Teogonía de Hesíodo asimismo reflejó un intento de cronología
de las sucesivas generaciones de dioses: los primitivos o titanes, y los doce olímpicos, sus
sucesores, así como los poemas de Homero (Ilíada y Odisea) proporcionaron un marco
temporal al que poder recurrir (antes o después de la Guerra de Troya o de los Argonautas)
para situar los eventos fundacionales (fundación de santuarios, ciudades, juegos), y a partir de
ellos, las cronologías más o menos fiables que se usaban en Grecia y Roma (olimpíada, Ab
urbe condita).
Periodizaciones bíblicas y otras periodizaciones milenaristas [editar]
La Biblia diseña una narración de la historia desde la Creación hasta el fin de los tiempos. Un
esquema común de la periodización bíblica, utilizado en la Edad Media, era la división
teológica de San Pablo en tres edades: la primera, anterior a Moisés: bajo la naturaleza; la
segunda bajo la ley mosaica: bajo la ley; la tercera, la era cristiana: bajo la gracia. Pero quizás
la más ampliamente difundida en el medioevo fue la división que hizo San Agustín (†430),3
inspirándose en los seis días que usó Dios para realizar la creación: las Seis edades del
mundo, delimitadas por la creación del mundo, el diluvio universal, la vida de Abraham, el
reinado de David (o la construcción del templo de Jerusalén, por Salomón), la cautividad en
Babilonia y, por último, el nacimiento de Cristo, que inaugura la sexta edad. Esta última se
prolonga hasta la segunda venida del Mesías para juzgar a los hombres en el final de los
tiempos.
La división de San Agustín fue seguida por Paulo Orosio, Beda, Isidoro de Sevilla, Escoto
Erígena, Joaquín de Fiore y muchos otros, incluso hasta Bossuet; a veces podían ser siete si,
como los días del Génesis, se agregaba una edad futura que acabaría con la consumación de
los siglos. Ante la continuación de los tiempos, se buscaron sucesivamente distintos hechos o
interpretaciones numerológicas o cabalísticas más o menos influidas por el fenómeno
medieval del milenarismo que aconteció a la llegada de los años 1000 y 1033 d. C. y durante
la época del cisma de Occidente; asimismo, el año 1666,4 el 2000... Los adventistas del
Séptimo Día se constituyeron tras el fracaso de dos de estas predicciones (las de William
Miller, para 1843 y 1844). Los primeros mormones esperaron el fin del mundo para 1891-1892
(profetizado por Joseph Smith en 1835). La fijación de una fecha para el fin del mundo y la
insistencia en mantener la creencia que dio lugar a ella a pesar de su incumplimento es
característica de varias religiones o movimientos sectarios; aunque algunos de ellos imponen
a sus componentes el suicidio colectivo (Jonestown, Orden del Templo Solar, davidianos, etc.)
Véase también: milenarismo

La periodización antropológica[editar]
Lewis Henry Morgan (La Sociedad Primitiva, 1877), estableció una división en tres estadios
evolutivos de desarrollo social,5 siguiendo un esquema antropológico que se venía
desarrollando desde el siglo XVI (tras el impacto con las poblaciones americanas) y la
Ilustración (teoría social y del buen salvaje de Rousseau), y que respondía al ambiente
intelectual europeo del siglo XIX, que concibe a su sociedad como la cumbre del desarrollo
histórico (tanto el idealismo de Hegel como el positivismo de Auguste Comte).
Los tres estadios son salvajismo, barbarie y civilización. Actualmente ya no se usa esta
periodización, pues la evolución no es unilineal como planteo Morgan, sino que es multilineal
como lo plantea luego F. Boaz.
La periodización marxista[editar]
Trabajo, de Ford Madox Brown, 1852–63. Una escena representativa de la sociedad contemporánea a
Marx.

Karl Marx y Friedrich Engels clasificaron los periodos históricos basándose en sus


características económicas y sociales (que se denominaron estructuras en la terminología
marxista) en vez de sus características políticas o ideológicas (que
denomina superestructura), siguiendo su propia metodología (que Marx
denominó materialismo histórico). La determinación de cada periodo dependía de la vigencia
de uno u otro modo de producción, concepto que engloba el tipo de relaciones sociales y
técnicas de producción que se establecen entre las distintas clases sociales definidas por sus
intereses económicos:

 Comunismo primitivo
 Modo de producción esclavista
 Modo de producción feudal
 Modo de producción capitalista
 Comunismo futuro
Aunque este modelo esta hecho para explicar la evolución de la sociedad europea, tiene
menos problemas para ser exportado, ya que no necesita referirse a fenómenos tan
intrínsecamente propios de la Civilización Occidental como el Imperio romano, el
Renacimiento o la Ilustración. No obstante, también los historiadores materialistas han
necesitado adaptar el modelo a las circunstancias específicas de cada lugar, lo que en
ocasiones ha dado pie a la incorporación de nuevos modos de producción (modo de
producción asiático o Despotismo hidráulico). El intento de evitar el excesivo determinismo del
modelo marxista empujó a la creación de una categoría más flexible: la formación económico
social o formación social histórica.
El establecimiento del denominado socialismo realmente existente el la Unión Soviética y los
denominados países socialistas llevó a la reflexión teórica sobre si estas sociedades se
encontraban ya en una fase de sociedad comunista o bien en un periodo de transición
necesario para la desaparición de las desigualdades sociales. El hecho de que el capitalismo
persistiera en la mayor parte del mundo fue explicado de distintas maneras
(el stalinismo defendía la posibilidad de construir el socialismo en un solo país, mientras que
el trotskismo negaba la condición socialista de la sociedad que se estaba construyendo en la
Unión Soviética y defendía la necesidad de una revolución permanente hasta la desaparición
del capitalismo en todo el mundo). La desaparición de los regímenes comunistas de Europa
del Este desde la caída del muro de Berlín y su adaptación a la economía de mercado
en China han tenido a su vez distintas explicaciones teóricas. 6
Las revoluciones tecnológicas[editar]
Artículo principal: Evolución tecnológica

En la imagen, un trigal convive con un generador eólico, cada uno muestra de sucesivas revoluciones
tecnológicas.

Vere Gordon Childe acuñó el término Revolución neolítica, para indicar que la transformación


en las condiciones vitales de la humanidad que se produjo como consecuencia de la
ganadería y la agricultura fueron semejantes a las que estaba produciendo la Revolución
industrial en nuestra propia época. La historia de la Humanidad quedaría periodizada
en Paleolítico, Revolución Neolítica (desde el VI milenio a. C. hasta el siglo XVIII)
y Revolución industrial.
Marshall Mac Luhan propuso la incorporación de la Edad de la Electricidad posterior a la Edad
de la Mecanización.
Otros autores han propuesto otros periodos basados en la importancia de algún material,
como la Edad del Plástico, de algún producto, como la Edad del automóvil, o de conceptos,
como la Era de la información. Estos términos son reelaboraciones sobre términos empleados
anteriormente tales como edad de piedra, edad de bronce o edad de hierro.
Periodizar el presente[editar]
Peligroso (por la imposibilidad de mantener perspectiva histórica) es basar las periodizaciones
en algún hecho concreto del pasado más reciente que permita hablar de nuevos periodos
distintos a la Edad Contemporánea. Francis Fukuyama, desde una perspectiva hegeliana,
propuso El final de la historia con motivo de la caída del Muro de Berlín (1989) que simbolizó
la caída de los regímenes comunistas en el Este de Europa y de la Unión Soviética (1991).
Otros, considerar los impactantes atentados del 11 de septiembre de 2001. Lo que sí ha
tenido repercusión institucional y metodológica en la historiografía ha sido la segmentación del
campo de estudio para permitir definir términos como historia del mundo actual o historia del
tiempo presente.

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