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SALA PRIMERA
Magistrada Relatora: MSc. Georgina Amusquivar Moller
Acción de amparo constitucional
Expediente: 22357-2018-45-AAC
Departamento: La Paz
Dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público, por la presunta
comisión del delito de incumplimiento de deberes, el 30 de noviembre de 2017
en audiencia pública de consideración de incidente de actividad procesal
defectuosa a horas 15:45, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer Primera de La Paz, de manera ilegal e indebida
suspendió la misma para el 12 de enero de 2018, indicando que se encontraba
sin defensa técnica lo que imposibilitó llevar adelante la audiencia pese a que
aclaró que estaba realizando defensa en causa propia; sin embargo, no
escuchó su argumento; por lo que, en mérito a ello dispuso que se oficie a
Defensa Pública para que le asista en la futura audiencia señalada.
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Agrega que en el mismo acto de forma oral planteó recurso de reposición,
como mecanismo de defensa frente al ilegal decreto emitido por la autoridad
demandada, argumentando que está asumiendo defensa técnica en causa
propia por alcance del art. 7.II de la Ley del Ejercicio de la Abogacía (LEA) -Ley
387 de 9 de julio de 2013-, señalando que en obrados adjuntó fotocopia de su
credencial de abogada, que acredita su formación como tal y su conocimiento
del derecho; empero, la autoridad demandada sin fundamento valido determinó
resolver su recurso de “revocatoria” señalando que no correspondía su petición
y que conforme al Código de Procedimiento Penal el derecho a la defensa es
irrenunciable, manteniendo bajo ese argumento su determinación; asimismo,
señaló que la referida autoridad tuvo presente que su persona asumía su
defensa en causa propia ya que, presentó “memoriales de mera petición y con
mecanismos de defensa” (sic) desde el 5 de diciembre de 2016 hasta octubre
de 2017 y ese aspecto en ningún momento fue observado por la Jueza de la
causa, de igual forma ejerció su defensa en causa propia ante la Jueza de
Sentencia Anticorrupción y contra la violencia hacia la Mujer Primera del
departamento de La Paz.
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Sentencia Tercero por haber sido Jueza Presidenta en dicha causa por un breve
tiempo; en tal sentido, y habiendo presentado incidentes por defecto absoluto,
la Jueza a quo no los resolvió y más bien remitió la ilegal acusación fiscal en su
contra, ante la Jueza de Sentencia Anticorrupción Primera y Violencia Contra la
Mujer, quien para no vulnerar sus derechos y no ingresar con trámites
pendientes al juicio oral, devolvió obrados a la jueza ahora demandada, a quien
en reiteradas ocasiones se le devolvió los actuados; empero, ésta omitió
resolver, motivo por el cual asumió su defensa técnica por si misma con el fin
de procurarse la tutela judicial efectiva.
I.1.3. Petitorio
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2017 presentó ante la citada autoridad memorial señalando que está
asumiendo su defensa en causa propia a lo que el 6 del mismo mes y año dicha
autoridad decretó “se tiene presente” (sic), y así sucesivamente en posteriores
actuados siempre fue asumiendo su propia defensa sin ser observada por la
nombrada ni por la Jueza de sentencia; 2) La Ley del Ejercicio de la Abogacía,
establece causales de inhabilitación e impedimentos para el ejercicio de la
abogacía; así, el art. 7.II de dicha norma establece que el servidor público de
profesión abogado no puede patrocinar casos particulares salvo el patrocinio en
causa propia, siendo la única prohibición ejercer la abogacía en casos
particulares; por lo que, no se encuentra ningún otro impedimento para el
ejercicio de la abogacía en causa propia; en tal sentido por imperio del pro
homine debe interpretarse de forma amplia porque está aludiendo el derecho a
la defensa; 3) El art. 8.2. inc. e) de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, establece que el derecho a la defensa es irrenunciable, el estado le
proporciona al acusado un defensor cuando el mismo no ha nombrado uno
para su defensa, lo que no acontece en su caso, habiendo nombrado defensa
en causa propia desde el 5 de diciembre de 2016 y la autoridad demandada dio
curso de manera efectiva conforme se evidencia en las piezas procesales
referidas; y 4) El derecho a la tutela judicial efectiva se encuentra establecido
en los arts. 8.2 h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, 14
del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, así también en la norma constitucional
como derecho fundamental, en ese sentido bajo este derecho solicitó que la
autoridad demandada proteja sus derechos no buscando que se falle a su favor
sino que la Jueza inferior instale la audiencia y que cumpla su obligación
pendiente desde hace un año atrás.
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imputada a objeto de que tenga un abogado que la asista; lo cual, en materia
constitucional se denomina “obligación positiva” (sic), lo que implica la
obligación de que la imputada en audiencia se encuentre con asistencia técnica;
iv) El Código de Procedimiento Penal es producto de tratados internacionales
donde se observa dos tipos de defensa, material y técnica ambas no son
excluyentes; por lo que, ella misma puede realizar su defensa material; empero,
solo refirió que realiza su defensa técnica y no se pronuncia sobre su defensa
material; v) En la interpretación que realizó la Corte Interamericana de
Derechos Humanos del art. 8.2 d) en el caso Barreto vs. Venezuela refirió que el
derecho a la defensa surge desde el momento que se investiga a una persona,
estableciendo que ésta debe tener acceso a la defensa técnica desde ese mismo
momento ya que su impedimento implicaría un desequilibrio procesal dejando al
individuo sin tutela frente al ejercicio del poder punitivo; en tal sentido si bien la
accionante señaló que puede defenderse no es menos cierto que necesita el
patrocinio de un abogado, porque el Estado le obliga a esta regla, lo contrario
significaría un defecto en el proceso; vi) La norma orgánica le obliga a respetar
las reglas para evitar nulidades y un defecto de naturaleza de representación
del imputado es sancionado con nulidad por defecto absoluto -art. 169.2 del
CPP-; por lo que, se hace necesario resguardar que el proceso se lleve sin
defectos que pudieran ser alegados por cualquiera de las partes; vii) Se ha
garantizado el acceso a la justicia de las partes, pues la imputada -ahora
accionante- debe acceder a la tutela judicial efectiva por medio de un abogado
defensor que la asista, de ese modo se garantizó que la misma pueda hacer uso
de su defensa desde las dos ópticas del derecho procesal penal; es decir, con la
defensa material y la defensa técnica, en tal sentido cuando refiere que quiere
defenderse como abogada no se le ha obstaculizado esa intención si no que se
le está dando una protección reforzada porque también tiene la defensa
material “ante mayor garantía no existe lesión a derecho” (sic); viii) Denuncia
que se lesionó su derecho a la igualdad porque no se le permitió ejercer sus
derechos como las demás personas, lo que no es evidente y más bien pretende
la imputada es un trato diferente y prescindir de la defensa técnica, sin
considerar que se le está dando la posibilidad de defenderse en las dos formas
de defensa previstas en el art. 410 del CPP; ix) Sobre “…su derecho de
abstención que está siendo fracturado cuando se le prohíbe defenderse
personalmente” (sic), no es cierto porque al concederle la posibilidad de tener
una defensa efectiva -defensa material y técnica-, se le otorga la oportunidad
de que no se abstenga de estos dos tipos de defensa que le garantiza el Estado;
y, x) La Ley del Ejercicio de la Abogacía refiere que al margen de existir
defensa propia en los casos particulares se le está proporcionando un
profesional para que la misma pueda ejercer en plenitud su derecho a la
defensa en las dos vertientes procesales tanto técnica como material, por esta
razón no existió lesión alguna, pidiendo se deniegue la tutela.
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Juan Carlos Soria Carpio, Fiscal de Materia del departamento de La Paz, asistió
a la audiencia y manifestó lo siguiente: a) De los fundamentos expuestos por la
accionante en sus memoriales de amparo constitucional en y el de subsanación,
se advierten imprecisiones y contradicciones dentro del contexto de la
vulneración de sus derechos y garantías fundamentales, tendiendo más a un
cuestionamiento del debido proceso dentro de la acción penal que orientaría
más a una acción de libertad que a una acción de amparo constitucional; b) La
función del Ministerio Público es la defensa de los intereses generales de la
sociedad como de los derechos y garantías constitucionales no solo de la
víctima, sino también del denunciante o querellante, de la parte sindicada; es
decir, promover el principio de legalidad de la sustanciación del proceso,
conforme manda los arts. 22, 24 y 108 de la CPE, que establecen esta función
en relación con la Ley Orgánica del Ministerio Público; c) Sobre lo alegado de la
presentación de varios memoriales en su defensa, que hubieran sido
consentidos y asentidos por las autoridades jurisdiccionales, los mismos son de
mero trámite e inclusive, aun interpuesto un recurso como lo mencionó no
generan referencia doctrinal o jurisprudencial; es decir, no se le está
rechazando pero tampoco se está aceptando en cuanto a asumir defensa
propia, lo que pretende la accionante es imponer a través de esta acción de
defensa una línea jurisprudencial sobre esta defensa técnica; d) Si
desglosamos tanto la Ley del Ejercicio de la Abogacía así como la Convención
Interamericana de Derechos Humanos, se tiene que el alcance normativo de la
citada Ley en su art. 7.II establece evidentemente que está impedido de
efectuar trámites particulares salvo el patrocinio en causa propia, siendo una
norma genérica no es norma específica; por lo que, la Jueza demandada se ha
remitido a fin de no vulnerar el derecho a la defensa técnica de la accionante,
al alcance del art. 9 del Código de Procedimiento Penal (CPP) que es una
norma especial y especifica aplicable al caso concreto que establece ser
asistido por un abogado o una defensa técnica y que es un derecho
irrenunciable; e) Destacó que el inculpado puede defenderse personalmente
siempre que esto lo permita la legislación interna, que específicamente en el
art. 9 del señalado código refiere que no es posible renunciar a la defensa
técnica; en ese sentido la Convención Americana sobre Derechos Humanos no
está sustentando dicha pretensión, porque pese a estar ratificada
evidentemente por una ley del estado plurinacional no significa vulnerar una
normativa interna que rige en el país y el bloque de constitucionalidad sustenta
esta pretensión porque establece que estos tratados, convenciones ratificados
por el País no pueden desconocer esta sumisión a una norma externa que
genere incertidumbre como en el presente caso; y, f) Concluyendo esa
resolución de los incidentes y otros aspectos inherentes al desarrollo del
proceso penal están pendientes, pidiendo se declare infundada esta acción de
amparo constitucional manteniéndose firme y subsistente la disposición emitida
por la autoridad demandada.
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planteados ante la negativa de la accionante de contar con una defensa
técnica, el Ministerio Público señaló que fueron notificados con cuatro
incidentes interpuestos por la ahora accionante mismos que fueron respondidos
de acuerdo a los alcances del art. 314 de la Ley de Descongestionamiento y
Efectivización del Sistema Procesal Penal -Ley 586 de 30 de octubre de 2014-
dentro el plazo correspondiente, por otro lado habiendo la accionante invocado
una indefensión por la retardación de justicia entendemos que no ha recurrido
en su momento ante la autoridad cautelar; el Ministerio Público fue conminado
a presentar requerimiento conclusivo que fue presentado en plazo, y están a la
espera de que se resuelva dichos incidentes; por lo que, en caso de no contar
con defensa técnica la accionante, se formulará observación u oposición o en
su caso la interposición de algún recurso con el fin de evitar la nulidad de
actuados procesales, tomando en cuenta lo señalado por la accionante
haciendo mención a los arts. 169 y ss. del CPP.
I.2.4. Resolución
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sin que la autoridad demandada se hubiera pronunciado sobre el mismo,
vulnerando su derecho de obtener una resolución jurídicamente fundamentada
sobre el fondo de su petición sea esta negativa o positiva causando una
demora injustificada inobservando el principio de celeridad; iii) La autoridad
demandada no debe pretender por tecnicismos legales eludir el
pronunciamiento de los incidentes interpuestos por la imputada -hoy
accionante-, máxime si no está vulnerando derecho alguno, dado que ésta
como abogada solicita asumir defensa en dicha audiencia programada; iv)
Teniendo además presente en el estado de la causa lo dispuesto por el art. 8.2
inc. d) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que determina
dentro de las garantías judiciales él “…derecho del inculpado de defenderse
personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de
comunicarse libre y privadamente con su defensor” (sic); v) Si bien la norma
establece que el derecho a la defensa técnica es irrenunciable, en el presente
caso no se observa ninguna renuncia; empero, realizando un análisis y
ponderación de derechos, la vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva tiene mayores connotaciones al hecho de que como abogada
conocedora de las leyes y sus propios derechos pretenda defenderse en una
actuación que ha sido dilatada por más de un año, tiempo en que se produjo
retardación de justicia, más aun cuando se observa renuencia de la accionante
de aceptar al defensor público, lo cual implicaría mantener el proceso
indefinidamente; vi) La autodefensa o defensa en causa propia en
determinados actos procesales en materia penal, podría afectar el desarrollo
del proceso, aspecto que debe ser considerado en cuanto al petitorio de la
accionante; y, vii) Sobre el derecho a la igualdad no se ha evidenciado
vulneración alguna ya que hace afirmaciones sin sustento y en forma general,
que no acreditan la lesión de dicho derecho o que determinen o demuestren
que la accionante es víctima o ha sufrido algún tipo de discriminación que
vulnere su derecho a la igualdad; y la autoridad demandada ha vulnerado el
derecho a la tutela judicial efectiva, que se alega en la demanda de acción
amparo constitucional y no así el derecho al debido proceso en su vertiente
del derecho a la defensa y derecho a la igualdad.
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impetrante de tutela no recibió una respuesta pronta y oportuna, sea esta
negativa o positiva respecto a los incidentes suscitados por su parte y que a su
criterio no puede seguir dilatándose; asimismo, no se evidenció vulneración de
su derecho a la defensa, más al contrario la Jueza inferior pretendió
precautelar sus derechos y, finalmente dado que en materia penal pueden
suscitarse eventuales actuados en los que se requiera que la accionante sea
asistida por un profesional abogado; por lo que, ante la incertidumbre es
pertinente que cuente con defensa técnica.
II. CONCLUSIONES
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audiencia de incidentes para el 30 del señalado mes y año a horas
15:45 emitido por Cinthia Blanca Delgadillo Aramayo, Jueza de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primera
del departamento de La Paz -hoy demandada- (fs. 45).
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En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son
evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
Por otra parte, la Constitución Política del Estado en su art. 119.II, dispone
que toda persona tiene derecho inviolable a la defensa; es decir, que el
Estado proporcionará a las personas denunciadas o imputadas una
defensora o un defensor gratuito, en casos que no cuenten con los
recursos económicos necesarios y según los arts. 8 y 9 del CPP y la
jurisprudencia sentada por el Tribunal Constitucional a través de la SC
1556/2002-R de 16 de diciembre, el derecho a la defensa: ‘…tiene
dos dimensiones: a) La defensa material: que reconoce a favor
del imputado el derecho a defenderse por sí mismo y le faculta a
intervenir en toda la actividad procesal -desde el primer acto del
procedimiento-, de modo que siempre pueda realizar todos los
actos que le posibiliten excluir o atenuar la reacción penal
estatal; principio que está garantizado por la existencia del
debate público y contradictorio; y, b) La defensa técnica,
consiste en el derecho irrenunciable del imputado de contar
con asistencia de un abogado desde el inicio del procedimiento
hasta el final de la ejecución de la condena…’ (…).
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Al respecto y según la opinión de Jorge Eduardo Vásquez Rossi, se
puede decir que si bien es importante la defensa material del imputado,
la defensa técnica sigue constituyendo, la más efectiva
garantía para el resguardo de sus derechos, sea que se ejerza
por el abogado de su confianza, abogados de Defensa Pública o
el defensor de oficio, sostiene que en el art. 9 del actual Código
Adjetivo, le otorga prevalencia a la defensa técnica al declarar
su carácter irrenunciable, ya que con similares características
se encuentra contenida y regulada en los arts. 92 y 94 del CPP;
asimismo afirma que, su inobservancia, conforme a lo
establecido por el art. 100 del mismo Código, no sirve para
fundar ninguna decisión contra el imputado.
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y a defenderse personalmente o ser asistida por un defensor de su
elección…”.
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sentido, y conforme el ordenamiento penal vigente se reconoce la
defensa material por el cual el imputado puede ejercer su defensa por
sí mismo y, la defensa técnica que la debe ejercer en su representación
un profesional abogado legalmente autorizado para ello, garantizando
de ese modo la efectividad del derecho a la defensa, sobre todo esta
última con la cual se busca una defensa especializada, idónea y plena
del imputado.
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dicho derecho es irrenunciable y ante tales circunstancias, haciendo uso
de ese su derecho a la defensa tiene la opción de designar un defensor
o pedir que le sea asignado uno de oficio.
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defectuosa planteado por la ahora accionante, para el 30 del mismo
mes y año.
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su profesión, y decide asumir su defensa en causa propia dentro de un
proceso penal puede hacerlo, para ello requiere contar con las
condiciones y la especialidad para ejercer su defensa por sí mismo, con
lo que de igual manera se estaría cumpliendo con la garantía
constitucional de la defensa técnica y más bien lo contrario, implicaría la
restricción de su derecho al ejercicio de su profesión libremente elegido
y en igualdad de condiciones que otros profesionales.
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defenderse por sí mismo y la defensa técnica, que consiste en el
derecho irrenunciable del imputado de contar con asistencia de un
abogado desde el inicio del procedimiento hasta el final de la ejecución
de la condena, otorgándosele a esta última -defensa técnica-
prevalencia al declarar su carácter irrenunciable, ya que con similares
características se encuentra contenida y regulada en los arts. 92 y 94
del CPP; asimismo, afirma que su inobservancia, conforme a lo
establecido por el art. 100 del mismo Código, no sirve para fundar
ninguna decisión contra el imputado.
POR TANTO
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Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional
Plurinacional.
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