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Un egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) es una persona que, después
de haber pasado a través de todos los procesos formativos que ofrece la institución, logra desarrollar
diferentes habilidades para poder poner estas mismas en práctica a lo largo de su vida profesional.
En este sentido, se extienden los conocimientos en las áreas de competencia, tales como, aprender
a aprender con calidad, a convivir y a servir, desarrollando habilidades que ayuden a trabajar con el
otro y a aprender a interactuar en el contexto global. Todas las anteriores, se juntan para crear un
individuo laboral y socialmente integral que busca el bienestar y el buen desarrollo, tanto físico como
psicológico. En el ámbito que se relaciona directamente con la Administración de Empresas como
carrera universitaria, se dirige al terreno de la organización y conocimiento global de ellas. El experto
egresado de esta misma, será capaz de reconocer una situación y aplicar diferentes estrategias para
resolverla de manera ética, eficaz y responsable, además de generar ventajas comparativas para la
prosperidad de las metas del departamento donde se encuentre, bien sea social o económicamente.
En la UCAB están totalmente comprometidos con establecer y desarrollar un proceso continuo y que
permanece en constante mejoramiento de la excelencia académica y administrativa, su fin es
garantizar los estándares de calidad en busca de la acreditación de los programas académicos y de
la institución.
Nosotros como estudiantes de administración en 1er semestre nos resulta muy intrigante y
emocionante este paradigma y el perfil del egresado de la UCAB, ya que venimos de colegios que no
pertenecen a la compañía de Jesús como lo es la universidad, los cuales no tenían la pedagogía
jesuítica ni se regían por los 4 “pilares” fundamentales como lo son espíritu útil, espíritu de justicia,
espíritu humanista y espíritu de fe. Estos términos en conjunto, como están en el paradigma pueden
parecernos un poco confusos o extraños, sin embargo podemos entender su verdadero significado.
Nosotros como seres humanos nacemos con valores y virtudes ya “pre-instaladas” en nuestro “disco
duro” solo basta con desarrollarlas y entender precisamente nuestra misión y potencial que podemos
llegar a tener, que serían los pilares con los que se rige la UCAB.
Al principio cuando entramos en charlas que se nos fueron dadas por empleados de la
universidad no prestamos mayor importancia cuando mencionaban el perfil del estudiante y lo que
significa ser un Ucabista de verdad que se comporta en el mundo exterior y en el mundo laboral de
igual manera que lo hace en la universidad. Pero a medida que fuimos creciendo en el semestre nos
empezamos a dar cuenta cómo la manera de educar en la UCAB cambiaba nuestras vidas poco a
poco, desde hacer actos minúsculos a tal vez unos más grandes sabíamos que estábamos
cambiando nuestra forma de ver la vida y las personas, como ayudar a otros e incluso ayudarnos a
nosotros mismo con un crecimiento personal. No obstante no sabíamos ponerle nombre a estos
cambios hasta que inmediatamente lo relacionamos con los temas que veíamos en Identidad
Liderazgo y Compromiso, por fin pudimos darnos cuenta que efectivamente no fue un cambio
repentino sin razón el nuestro, sino la educación que estábamos recibiendo nos estaba ayudando a
ser mejores seres humanos y ayudar al planeta.
Algo que podemos decir que esperamos con ansias de la universidad y de su manera de
educar como jesuitas es que se mantenga así siempre con el mismo ímpetu de inculcar nuevas
enseñanzas. También que sea mucho más nombrado en la universidad, ya que sabemos que existen
personas que también tuvieron los cambios que nosotros tuvimos por ser estudiantes pero no saben
específicamente que fue gracias a los valores y virtudes inculcados en esta.
Finalmente se puede ver como el simple hecho de entender qué estás aprendiendo y cómo,
en el lugar al que vas todos los días esperando no tener que volver más en unos años por obtener el
título tan esperado, puede ayudar mucho en el crecimiento como persona en un planeta lleno de más
personas que tal vez no pudieron recibir la misma educación que tú. Ya que sabiendo que posees
estas habilidades que fueron creciendo durante el tiempo universitario, se pueden poner en práctica
en la vida cotidiana del día a día, y no solo quedartelas para ti sino compartirlas con aquellas
personas que no las tienen, como hizo Diego Ledesma al compartir sus ideales, Ignacio de Loyola al
fundar la Compañía de Jesús, e incluso si vamos más lejos, el mismo Jesucristo con sus discípulos.
De eso se trata la vida, de compartir conocimientos para un bien común que es cuidar al planeta y los
que habitan en él, y no hay nadie más que pueda hacerlo que nosotros mismos.