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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología


Universidad Politécnica Territorial del Oeste de Sucre “Clodosbaldo Russián”
Programa Nacional de Formación en Farmacia

ÉTICA SOCIALISTA

Profa. Miguel Blanco

Sección 02
Ana Alvarado C.I: 25.897.666
Andrea Tovar C.I: 30.203.955
Duglannys Colón C.I: 31.517.064
Katherina Gamardo C.I: 28.752.125

Jesús Marval C.I: 30.636.281

Cumaná, febrero de 2023


Introducción

Ética es la rama de la filosofía que estudia los contenidos de la moral. Nace


del impulso creador interno, que proviene de la formación moral del sujeto que
decide regir su vida por principios, actuar correctamente, basado en un código de
valores que se resume en la honestidad. La ética nace de la moral que es interna
y se realiza en las relaciones del sujeto con su mundo circundante, en el que lo
interno coincide con lo general y lo abstracto. Luego, la ética es general y
abstracta. En cuanto al punto de coincidencia o unión de lo interno con lo general,
la ética es generalizada, porque se rige por mandatos, principios, preceptos,
deberes, codificados en un sistema moral que la constituye y que se reitera tiene
carácter general, aplicable a todo el grupo.

El conjunto disciplinario de los valores morales constituye el objeto de la ética, que


es hija de la moral, sin la cual quedaría vacía de su contenido filosófico. La ética
es, pues, la moral hecha filosofía, la filosofía práctica, la filosofía moral, que no
obstante tal rango intelectual, es accesible a todo ser pensante y actuante, porque
se manifiesta en el deber ser, en lo que debe realizar todo individuo para
mantenerse en la buena conducta.

Siendo la ética la reflexión sobre las costumbres o las formas de vida de los
pueblos, es también, aunque no exclusivamente, un discurso sobre la acción
política. Pero siempre un discurso valorativo de las costumbres o de la acción,
nunca una simple descripción de lo que ocurre o lo que es. Parece justo, pues,
calificar en general de ética a aquellas ideas que, ya hablen de la polis, de la
sociedad o del individuo, acaban siendo, en último término, una investigación
sobre el deber ser. La ética ha sido y sigue siendo para los filósofos el análisis
reflexivo sobre los modos y las normas de la conducta humana.
Independientemente de que luego se quiera distinguir entre la política real y la
política que debiera ser, es decir, entre la política y la ética.
¿Qué es la ética socialista?

La ética socialista es un conjunto de principios y valores que orientan y


estimulan en el individuo de sensibilidad y conciencia social comportamientos que
lo guíen en su vida diaria a su plena realización personal en el proceso de la
construcción del socialismo científico. La ética debe constituir el componente
esencial de toda actividad humana, y con más razón, de la sagrada conquista de
la Revolución Bolivariana, y debe ser el hilo conductor en el proceso de su
implantación, consolidación y desarrollo mediante la acción política colectiva

Origen

Procede de la historia de la emancipación humana, de la lucha de clases y


las leyes objetivas del desarrollo continuo de la sociedad, y del impulso creador,
transformador de los seres humanos; esto es, de los procesos dinámicos
complejos de las relaciones humanas en el desarrollo de la producción de su vida
material y espiritual, hacia la satisfacción de sus necesidades materiales, hacia la
plena expansión y expresión de sus potencialidades creadoras, hacia la
realización de su condición humana integral, solidaria y libre de la vida para la
vida.

El conjunto de principios y preceptos que conforman la ética socialista bolivariana


ha sido extraído de los más valiosos ejemplos de la vida de nuestro Libertador, y
de la experiencia de las luchas por la emancipación de la humanidad entera, y los
asumimos con honor y compromiso en la obra colectiva y nobles objetivos del ser
humano, como la reafirmación de la dignidad y la libertad, la búsqueda de la
verdad, la bondad y la belleza, el desarrollo pleno de su potencial creador en
función de la felicidad, la justicia y la solidaridad entre iguales, esencia y fin del
socialismo
Principios y valores para hacer cumplir la ética socialista

La moral socialista, como forma más elevada de la conciencia social, está


orientada por tres principios que la sustentan:

 Principio del amor, la solidaridad fraternal y el internacionalismo.


 Principio universal de la transformación permanente en la búsqueda de la
ampliación de la vida y la emancipación humana.
 Principio de la dignidad humana (y con éste, el de la dignificación de la
humanidad preterida) y la libertad.

¿Qué exige e implica la ética socialista?

Exige la más estricta observancia de los principios y preceptos que


conforman la conducta revolucionaria, ingrediente vital de nuestra cultura política
bolivariana. Es una delicada responsabilidad de todos los dirigentes y
representantes revolucionarios, en todos los niveles de dirección y actuación
desde los cargos de mayor complejidad hasta el responsable de las acciones más
sencillas en el logro de los objetivos socialistas. En suma, es una tarea política de
todo el pueblo. La ética revolucionaria se debe expresar en todos nuestros actos si
asumimos fielmente estos principios, tanto en el desempeño de cargos,
responsabilidades y tareas, como en nuestra actuación y comportamiento
cotidiano en nuestra vida privada.

¿Cuáles son sus fundamentos?

La ética revolucionaria socialista bolivariana no solo está integrada por un


conjunto de valores virtuosos universales u orientaciones axiológicas positivas que
deben acompañar al individuo en su hacer cotidiano, sino también por unos
principios propositivos que orientan en la acción de transformación de la sociedad.
Categorías de la ética socialista

La ética socialista se fundamenta en cuatro categorías morales:

I. El deber

El concepto del deber parte de la vida real de los seres humanos, quienes
ligados por vínculos mutuos contraen obligaciones definidas respecto de los otros
y de la sociedad total. Al abstraer lo individual y específico de la conducta de
múltiples luchadores por la emancipación humana, la ética socialista descubre lo
general, lo real y principal, todo lo que en definitiva es determinante en la buena
conducta, tomando de ahí la base para la fundamentación del concepto del deber
socialista

El deber entonces se presenta como política y socialmente indispensable. Y, si


este principio se comprende sin hacerle perder precisamente su sentido de
necesidad, resulta que cuanto se revela socialmente indispensable ya no aparece
en la forma de coerción exterior, sino en algo interiormente deseado, por ser
necesario e inseparable del ser revolucionario. La persona llega a la convicción de
que en cada caso debe actuar correctamente, en razón de que así se lo indica su
certeza y su necesidad.

“Yo no hablo nunca del aspecto negativo de la vida, en primer lugar porque
no quiero ser compadecido: era un combatiente que no ha tenido suerte en
la lucha inmediata y los combatientes no pueden ni deben ser compadecidos
cuando han luchado no por obligación sino porque lo han querido
conscientemente”. Antonio Gramsci

II. El honor y la dignidad

El honor es una cualidad moral individual que depende de los estímulos


morales de la autoestima del sujeto en relación a los demás. El honor forma parte
del patrimonio moral de una persona. Por ello, la persona de alta moral defiende
su honor hasta con la vida, porque para una persona honorable no vale la pena
vivir sin honor. La dignidad es un contenido del honor, que corresponde al decoro,
la serenidad, la honestidad más íntima, la seriedad en el actuar y el pensar. La
dignidad está incluida en el honor. Por ello puede afirmarse que la dignidad es
interna e íntima y el honor se expresa externamente como una manifestación de la
dignidad. El honor se puede llevar con orgullo, pero es diferente de éste,
especialmente de ese orgullo que equivale a arrogancia, vanidad, exceso de
autoestima, porque el honor es un acervo del patrimonio moral del ser honrado, y
por ello es auténtico; en cambio, el orgullo sin contenido de honor es meramente
vano.

“Hágase algo por unos pobres pueblos, que no saben qué hacerse ni qué
hacer con sus hijos; no sea que por echarlos a granel en escuelas de
especulación o de caridad, los vean mañana sumidos en la ignorancia más
crasa que la que hoy consideran inherente a la pobreza. El hombre no es
ignorante porque es pobre, sino al contrario”. Simón Rodríguez

III. La conciencia

La conciencia expresa el conjunto de sentimientos e impresiones definidos con


que el sujeto juzga su conducta y sus actividades, reconociéndose en sus
atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
La conciencia es la reflexión por la que un sujeto se percibe a sí mismo en el
mundo, y como percibe que es visto por los otros. La conciencia moral del ser
humano es el reflejo de sus relaciones prácticas, las cuales en esencia se definen
por el ser social. La conciencia es la forma máxima de expresión del saber, del
conocimiento y más excelsamente: de la sabiduría. Según sea el ser social y la
vida material en una sociedad dada, así serán socialmente las relaciones morales
de la mayoría de las personas y el contenido de sus conciencias.

“Sobre las diversas formas de propiedad, sobre las condiciones sociales de


existencia, se levanta toda una superestructura de sentimientos, ilusiones,
modos de pensar y concepciones de vida”. Carlos Marx
IV. La felicidad

La felicidad es una de las categorías más importantes de la ética. Todos los


seres humanos aspiramos a ella y los teóricos de la moral de una u otra manera
han tratado de definir su significado e importancia. Cuando se trabaja para un
futuro social se actúa desde un terreno de afirmación constructiva, del anhelo
colectivo de dicha entre iguales, de igualdad de derechos universales. La felicidad
en el socialismo es la vida misma, la audacia creadora, los logros personales y
colectivos, la lucha por el bien común, por la autodeterminación social. Es el
sentimiento del bienestar moral, del deber cumplido honradamente frente a la
sociedad; es el sentimiento de la identificación personal con el ser colectivo como
constructor del socialismo.

“La felicidad objetiva es el modo de ser en el mundo de un sujeto que se


reconoce amorosamente reconocido y que habita en el orbe de la dignidad
cumplida.” José Antonio Marina
Conclusiones

La gran masa tiene que expresarse a través de individuos y pequeños


grupos de individuos que forman una minoría, que en su rol de funcionarios, como
ejecutores de los mandatos y esperanzas de esa gran mayoría anónima, debe dar
respuesta a sus ingentes y agobiantes problemas. Surge entonces una
complicación muy grande cuando los representantes no cumplen cabalmente su
papel y esa masa silenciosa tiene que sufrirlos, a menudo por un tiempo
insoportablemente largo.

Es aquí donde y cuando se hace urgente y necesaria la ética socialista, la ética


que debe manejar todo el que aspire a llevar adelante un proyecto revolucionario
novedoso que como todo sueño colectivo plantea la necesidad de que los
soñadores se pongan de acuerdo, tanto para nombrar a sus representantes como
para instrumentar los recursos contralores, exigirles pureza, y hasta revocar sus
mandatos cuando traicionen a la masa. Por lo demás, el rol contralor de la masa
puede funcionar fácilmente si se organiza en colectivos inteligentes que no se
dejen arrebatar por los administradores de lo público el poder protagónico del
pueblo. Puede y debe perseguirse, encarcelar y echar de los espacios de poder a
los dirigentes cuyo boato es visible, que gastan más de lo que permiten sus
sueldos y recursos anteriores a sus cargos.

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