Está en la página 1de 22

Veinte anos de Ciências Sociaies y Deporte en América Latina:

un Balance, una Agenda

Pablo Alabarces

Introducción desde el inicio de mi trabajo: necesito, enton-


ces, recuperar esas reflexiones.
A pesar dei peso descomunal que el de­
porte ocupa, a simple vista, en múltiples
espacios de la vida cotidiana, económica, En el Inicio, también, el Silencio
política y cultural de las sociedades latinoa-
mericanas, sólo en los últimos 10 anos pue- El deporte permaneció obturado hasta
de hablarse de la fundación de un campo fechas muy recientes como una posibilidad
de estúdios relativamente autónomo, con de discurso académico latinoamericano. Por
producción específica, en las Ciências So­ el contrario, pareció un campo especialmen­
ciaies de América Latina. Esta presentación te fértil para la narrativa ficcional, el cos-
tumbrismo y el periodismo especializado.
quiere mostrar un balance de lo producido,
En este último caso, especialmente: si la
senalando sus continuidades y divergen-
prensa de masas nace con la modernidad (al
cias, así como resenar sus nudos problemá­
igual que el deporte, surgido como invento
ticos más importantes y las novedades (o
britânico en la segunda mitad dei siglo
no) en su tratamiento. Una agenda posible,
XIX), el periodismo deportivo, centralmen­
que senale las zonas de vacancia o aquellas
te en la prensa popular, es absolutamente
donde la mirada latinoamericana puede ser
contemporâneo. Para usar un ejemplo ar­
más productiva, es también parte de esta gentino: la aparición de la cobertura depor-
presentación. tiva en las páginas de Crítica, el primer diá­
Algunas de las observaciones que siguen rio de masas en Ia Argentina, es una de las
fueron planteadas originalmente en otros tex­ razones de su inmenso éxito (Saítta, 1998).
tos (Alabarces, 1998, 2000). Aqui las retomo, Las investigaciones realizadas en otros países
desarrollo y amplio, con nuevas fuentes y más de América Latina senalan el mismo panora­
datos. Mi experiencia en la construcción de ma: la ausência dei discurso académico es
este campo de estúdios en la Argentina y inversamente proporcional a la sobre-satura-
América Latina conlleva el riesgo dei relato ción dei periodístico, así como su aparición
autobiográfico: trataré de evitarlo. Pero la temprana (Santa Cruz, 1995; Antezana,
preocupación epistemológica sobre las condi­ 2003; Bayce, 2003; Leite Lopes, 1998). De
ciones de posibilidad y emergencia de una esa manera, la contraposición entre dos ti­
historia, una sociologia y una antropologia pos de discursos, con condiciones distintas
dei deporte latinoamericanás me acompana de producción, circulación y legitimidad, así

BIB, São Paulo, n° 58, 2 o semestre de 20 0 4 , pp. 15 9 -17 9 . 159


como dos cronologias (una extendida, la política, económica, cultural y social de la Ar­
otra sumamente reciente), es un ingrediente gentina, funciono en este caso particular
importante a la hora de analizar el campo, como una especie de marca pre-distintiva. La
sobre el que volveré más adelante. incorporación a los repertorios de visibilidad
Las razones para el bloqueo de la inves- de objetos y prácticas consideradas inferiores,
tigación académica - prolongado, si recor­ desplazadas por la economia de valores del
damos que han pasado más de 100 anos de campo de los estúdios de medios o de la so­
deporte en nuestro continente, y la popula- ciologia y la antropologia cultural (los géne­
rización dei fútbol puede datarse en las pri­ ros de la industria cultural, las prácticas polí-
meras dos décadas dei siglo XX - son multi­ tico-culturales de las clases populares
ples. El deporte latinoamericano integrô urbanas, los rituales masivos, los repertorios
durante todo este tiempo un lote cada vez del ocio, entre otros) había sido producida
más reducido de prácticas culturales cuya desde el llamado populismo cultural, en el
puesta en objeto parecia imposible. campo más vasto de la lucha política de los
Las Ciencias Sociales del continente, sesenta, en los senderos abiertos por el grams-
atentas a las múltiples maneras en que se es- cianismo y la sustancialización de los actores
tructuran la sociabilidad y la subjetividad, populares;1 por esa razón, por esta “ilegitimi-
las identidades y las memorias, no constitu- dad de origen” se creyó en la imposibilidad de
yeron hasta tiempos recientes saberes espe­ construir saber fuera de esa matriz. Y en con-
cializados sobre estas prácticas. En el caso ar­ secuencia, el objeto permaneció obturado.
gentino, el más cercano a mi experiencia de Más precisamente: sin constituirse.
trabajo, operô una causa primera: justamen­ Complementariamente, otros dos pro­
te, el peso del deporte en la constitución de blemas colaboraron en este cuadro: uno
la identidad y la subjetividad. El deporte se epistemológico, otro académico. El primero
sobreimprime a situaciones identitarias cla­ fue el clásico calificativo del opio de los pue­
ves: la socialización infantil, la definición de blos-. como senaló oportunamente Da Matta
género - especialmente, la masculinidad - , (1982), desde comienzos de los anos de
la conversación cotidiana, la constitución de 1970 este enunciado había desplazado su re­
colectivos. Situaciones que involucran al ferente de la religion al deporte, constituído
propio observador, que recorren su cotidia- en - presuntamente - nueva y gigantesca
neidad. Frente a esta mixtura, la lectura del herramienta de alienación de masas. Pensa­
intelectual tendió unicamente a dos salidas: do como petición de principio, su conse-
la imposibilidad de la distancia critica-cien- cuencia sólo podia ser la clausura de un de­
tifica, y por lo tanto de una mirada analíti­ bate que nunca había comenzado. No en
ca, o la exasperación de esa distancia, hasta vano, a principios de los 1980 sólo podían
el silencio y la condena. Los limites entre el contabilizarse dos libros importantes, ambos
amor incondicional (y acritico) y el rechazo producidos desde esta sociologia crítica y
exasperado se transformaron en la distancia apocalíptica, y traducidos al espanol por edi-
que separa la ingenuidad del prejuicio. toriales latinoamericanas: el clásico de
En el caso argentino, ese prejuicio tuvo Gerhard Vinnai, Elfútbol como ideologia, de
nombre: el fantasma que recorre la academia, 1970 y traducido en un temprano 1974; y el
el populismo. Este, por su peso en la historia de Jean-Marie Brohm, Sociologia política del

160
deporte, traducido en 1982. Brohm, a su vez, Guedes califica como anacrónico, erudito
venía produciendo una sostenida serie de pero ecléctico y hasta contradictorio, en la
trabajos críticos sobre el deporte en su revis­ coexistencia dei “relativismo cultural de
ta Quel coips?, que pueden leerse en alguna Ruth Benedict y el determinismo biológico
compilación tardia (AA.W ., 1994) y en la de Lombroso, para citar apenas un ejemplo
colección de artículos publicados a Fines de de las curiosas mezclas que son hechas, a ve-
los 1960 en la revista Partisans, editada en ces en la misma página” (Guedes, 1998, pp.
Espana (AA.W ., 1978). 22-3). Hasta hoy, los intentos de formalizar
El segundo problema, como dije, fue campos autónomos son poco exitosos: la
académico, o mejor dicho, de estructuración aparición de la problemática en la agenda de
de las disciplinas académicas: ;Q iiién debía estúdios permitirá la existencia de historia­
ocuparse dei deporte? El mundo anglosajón dores o antropólogos o sociólogos o investi­
encontro una respuesta rápida en los depar­ gadores de la cultura “que hacen deporte”,
tamentos universitários de educación física, pero no la constitución de organizaciones
creados en los anos de 1960. Aunque con de- nacionales o supranacionales, fenómeno que
bilidades (como senala Dunning, 1999), es­ sí ocurre en los países centrales.
pecialmente en el tono empiricista y en la au­ Otra paradoja: si imaginariamente la
sência de reflexión teórica, la existencia de única mirada posible era populista, se califi-
estos departamentos permitió el surgimiento có una condición de posibilidad, una gra­
de una investigación en sede académica. Para mática, pero jamás un discurso. Cuando
los latinoamericanos, esa posibilidad no exis­ Juan José Sebreli intenta descalificar las
tirá hasta los 1980, y sólo en el caso brasile- aproximaciones populistas al fútbol hasta
no; en el resto dei continente, esta posibili­ 1981 (el momento de su Fútbol y masas),
dad continua bloqueada. Así, no habrá sólo puede citar fragmentos de poemas o re­
disciplinas autónomas que se encarguen dei latos, crónicas periodísticas, alguna metáfo­
deporte; o mejor, en tanto entendemos que ra perdida en el campo de batalla (“el alma
los estúdios sobre deporte no constituyen está en orsay/ che bandoneón”). Si Medios de
una disciplina stricto sensu sino un campo comunicación y cultura popular (Ford et al.,
sub-disciplinar, no habrá un reconocimiento 1985) es la recopilación más importante que
académico dei campo de estúdios hasta fecha esta matriz dei análisis cultural produjera en
muy reciente. En todo el continente. Las ex­ la crítica argentina, el deporte no ocupa nin-
cepciones fueron sólo dos: en el lejano 1957, guno de sus capítulos. Fortuna que sí obtie-
un sociólogo argentino, Alfredo Povina, ha- nen el tango, la historieta, el melodrama, el
bía publicado una Sociologia dei deportey dei radioteatro, la prensa popular, el cine de ma­
fútbol, un débil intento de formular una so­ sas. No hubo investigación, ni populista ni de
ciologia dei deporte que sin embargo fue du­ ningún tipo, sobre el deporte en la Argentina
rante anos el único texto sobre el tema en la hasta fechas muy recientes-. el tema quedó des-
Biblioteca de Sociologia de la Universidad de plazado a la charla de café - que, aunque
Buenos Aires (hoy biblioteca de la Facultad próxima, no puede calificarse de sede acadé­
de Ciências Sociales). En Brasil, João Lvra Fi­ mica - o, nuevamente, al costumbrismo. En
lho publico una Introdução à sociologia dos la narrativa antes que en el ensayo, en la fic-
desportos, en 1973, libro que Simoni Lahud ción antes que en la historia. Aun en el po-

161
pulismo de izquierda: las condiciones de no, lo que sumado a las dictaduras militares
producción, circulación y reconocimiento y al bloqueo generalizado sobre la produc­
de Galeano (1995), en su libro El futbol, a ción crítica en las Ciências Sociales dei con­
soly sombra, no son académicas, a pesar de tinente, no permitia ser muy auspicioso. Dos
su incorporación rápida al repertorio de ci­ sintagmas parecían dominar, entonces, cual-
tas. Esa obra ha tenido larga fortuna, no sólo quier posibilidad de producción: los intelec-
de ventas, sino de traducción al português, tiiales no saben nada de futbol, el argumento
al inglês y al francês, lo que lo transforma en periodístico por excelencia, el que preserva al
excelente fuente para muchos estúdios pro- cronista de cualquier irrupción excêntrica o,
ducidos en Europa y Estados Unidos.’ El li­ peor de peores, más legítima que la periodís­
bro combina una escritura deliciosa con la tica; y el argumento intelectual inverso, el
clásica predilección de Galeano por la argu- futbol como opio dei pueblo, que limitaba la
mentación narrativa a partir dei relato de ca­ intervención a la condena, al prejuicio, a la
sos, en algunas ocasiones simples vinetas. distancia, o mejor aún, al silencio.
Por supuesto, hay más para leer en Galeano Así, la publicación en 1982 de O uni­
que en el citado Sebreli, clímax de la conde­ verso do jutebol, la compilación dei antropó­
na apocalíptica; Galeano evita el respaldo logo brasileno Roberto Da Matta, muestra
teórico, lo que es su debilidad a la hora de la todo su carácter fundacional. Los trabajos
argumentación, pero es su fuerte frente al anteriores de ese autor, especialmente su clá-
manoseo teórico de Sebreli. Esa debilidad sico Carnavais, malandros e heróis de 1979
teórica de Galeano consiste en que en dema­ (Da Matta, 1983), habían bordeado el fut­
siadas ocasiones termina refugiado en cierto bol en su intento de analizar la cultura bra-
consabido sentido común futbolístico, con silena; si el intento que definia todo el traba-
los tópicos populistas de la resistencia cultu­ jo de Da Matta era trazar una “sociologia do
ral, la carnavalización, la inventiva, la fiesta dilema brasileiro”, la aparición dei futbol co-
y la belleza a la cabeza, conformando una braba legitimidad al tornarse uno de los ri-
matriz teórica recuperada por buena parte tuales donde entender la jerarquia, el malan­
de una discursividad periodística levemente dragem, la carnavalización, la inversión o la
progresista ansiosa de legitimidad.3 reproducción. El uso de la categoria de ri­
tual que hacía Da Matta será de gran impor-
tancia en los estúdios culturales latinoameri-
Fundaciones canos posteriores, no sólo en los dedicados
al deporte.4 Es indudable —y en el trabajo de
Estas dos matrices, la condena anti-po­ Vogel (1982) compilado en ese volumen se
pulista y apocalíptica de Sebreli y la reivindi- vuelve central y explícita - la presencia de la
cación romântica de Galeano, habían orde­ antropologia interpretativa dei Clifford
nado la discusión desde fines de los 1960. Geertz (1987) de La interpretación de las cul­
Desde esas perspectivas, era difícil suponer la turas, pero particularmente su celebérrimo
constitución en sede académica de los estú­ trabajo sobre la rina de gallos balinesa, que
dios sobre fútbol y deporte en general. La por desplazamiento permitia entender los
mirada apocalíptica aparecia como domi­ mecanismos puestos en juego en los univer­
nante en el campo intelectual latinoamerica- sos deportivos: ju gar con fuego sin quemarse,

162
la idea de la apuesta simbolicamente rele­ tamanha que só não admite a ausência de
vante porque lo que se discute es la jerar­ significado. [...] O processo semântico de­
quia, el estatus, la identidad, la pertenencia sencadeado pelo jogo constrói-se em um
campo de debates, no qual diversas posições
a un colectivo, a través de una práctica tan
se confrontam. [...] várias dimensões identi-
periférica como la rina de gallos... o el fút-
tárias são disputadas, negociadas e construí­
bol, para nuestro caso. Es significativo que
das [...]. Uma delas seria a da nação.
todos los trabajos de la compilación de Da
Matta - el suyo propio, el de Vogel ya cita­
Fue Hobsbawm (1990) uno de los po­
do, el de Guedes (1982) y el de Luis Felipe
ços historiadores y analistas dei proceso de
Baêta Neves Flores (1982) —^cómo usamos
“invención’ de las naciones modernas en se-
el guión interno? deban comenzar senalando
nalar la importancia dei rol de los deportes
la ausência de trabajos anteriores o contem­
modernos en esa invención, especialmente
porâneos, y explicando las razones de la legi-
en la construcción “desde abajo” de los na-
timidad de su propio esfuerzo. Esa es la mar­
cionalismos. Y el papel de la alteridad, en es­
ca fundacional por excelencia. Da Matta,
tos discursos, es esencial. Por ello, Guedes
incluso, dedica una parte importante de su
(2002, p. 5) afirma que
ensayo a rebatir la tesis dei opio dei pueblo,
considerando que ésta revela una visión ins-
Sob tal ponto de vista, não é absolutamente ir­
trumental-funcionalista de lo social. relevante o fato de ser o futebol o esporte mais
De estas indagaciones inaugurales deriva popular do mundo. Trata-se de construir a di­
una afirmación fundamental para nuestros ferença no interior de um código que todos
trabajos: el futbol puede ser visto como un dominam e em uma prática a que todos atri­
foco, un punto de pasaje de la mirada crítica buem valor, mesmo desigual. A alteridade,
que a través de esa focalización se interroga portanto, conforme já nos ensinaram os estu­
por la dimensión de lo simbólico y su articu- diosos dos grupos étnicos [...] não sucede à
lación problemática con lo político.5 Pero identificação: é parte do mesmo processo.

también: el futbol es un espacio donde se des-


pliegan algunas de las operaciones narrativas En esa línea, contemporáneamente e in­
más pregnantes y eficaces para construir iden­ formados por el trabajo de Da Matta, son los
tidades. Entonces, en esa periferia de lo legí­ primeros textos dei argentino Eduardo Ar-
timo (porque el lugar centrai seguirá siendo la chetti, como Fútboly ethos, de 1985. Tam­
cátedra o la política o los medios, según su ca- bién antropólogo, el derrotero de Archetti
pacidad historicamente variable de instituir y puede explicarse por la misma fórmula: la
administrar legitimidades dei discurso) pode­ predilección por las prácticas - sólo en prin­
mos leer operaciones de tipificación que cola- cipio - periféricas. En un artículo de 1994,
boren en las dificultosas construcciones de las Archetti afirma que una identidad nacional o
narraciones identitarias. étnica está vinculada a prácticas sociales he­
Como senala Guedes (2002, pp. 3-4), terogéneas (la guerra, las ideologias de los
siguiendo a Levi-Strauss, partidos políticos, la naturaleza dei Estado,
los libros de cocina o el deporte) y se produ-
O futebol [é] um significante privilegiado, ce en tiempos y espacios discontinuos. Así,
um veículo cuja exigência de significação é ante la predilección de la teoria y la historia

163
por analizar los espacios oficiales, legítimos, carácter periférico de las prácticas respecto,
sólo en principio más visibles, de invención como dijimos, de las que instauran la legiti­
de una nacionalidad, Archetti se dedica a las midad oficial, no puede llevar, sin embargo,
prácticas marginales, limítrofes, sean ellas a idealizaciones entre populistas y posmoder-
populares o no (el box o el polo), pero son nas (o ambas a la vez). Porque, si bien se tra­
básicamente no centrales e ilegítimas, en un ta de una producción en los interstícios, no
doble sentido, de su legitimidad como narra­ significa necesariamente una producción al­
tiva hegemónica y como objeto académico. ternativa. Como intenté demostrar en otro
Estas prácticas son entonces un espacio lugar (Alabarces, 2002), la resultante de las
especialmente producdvo, una zona donde narrativas de identidad nacional soportadas
se generan discursos significativos y relevan­ por el fútbol en la Argentina es complemen­
tes. Siguiendo a Archetti (2003, p. 41), “el taria antes que opositiva de las narrativas ofi-
fútbol y el tango son espejos y máscaras al ciales y legítimas: incluyente, pero una inclu-
mismo tiempo”, espejos donde los argenti­ sión administrada; democratizadora, pero
nos se ven a sí mismo y máscaras que son dependiente de una jerarquización de clase.
miradas por los otros. Y eso es posible por­ La invención dei fiítbol resulta de constitu-
que forman parte de las que Archetti llama ciones muy complejas, donde las afirmacio-
zonas “libres” de una cultura: nes identitarias remiten a formantes disími-
les (migratorios, barriales, generacionales, de
Consideradas como áreas para demostrar la clase), pero que tienden a reunirse en dos in-
identidad “masculina nacional”, el tango y el terpolaciones básicas, en dos ejes de oposi-
fútbol revelan la complejidad de este tipo de ciones: frente a los ingleses (inventores, pro-
zonas “libres” en relación con “los otros”. pietarios, administradores), dei que resulta
Las tendencias ordenadoras de la sociedad
un mito de nacionalidad, y frente a las clases
están relacionadas con instituciones públicas
hegemónicas (practicantes, propietarios dei
como la escuela, el servicio militar, el traba-
jo, las ceremonias públicas y los rituales de ocio, estigmatizadores), de lo que resulta un
nacionalidad. Las zonas “libres”, como las mito de origen - humilde, aunque no prole­
propiedades anti-estructurales de la limina- tário (Alabarces, 1998, p. 268 y ss.).
ridad y lo sacramental híbrido en el trabajo A partir de esta concepción de las zonas
de Turner [...], permiten la articulación de libres de la cultura, Archetti trabaja prácticas
lenguajes y prácticas que pueden desafiar un corporales tipicamente modernas: el tango,
dominio público oficial y puritano. Las zo­ el fútbol y el polo, entendiendo que consti-
nas “libres” son espacios para la mezcla, la tuyen arenas públicas en donde pueden in-
aparición de híbridos, la sexualidad y la exal- dagarse identidades nacionales y genéricas.
tación de desempeííos físicos. En las socie­
Para el caso argentino se trataria dei análisis
dades modernas, el deporte, los juegos y el
de la hibridación y de las formas variadas en
baile son sitios privilegiados para el análisis
de la libertad y la creatividad cultural. El que fueron y son clasificados los géneros
fútbol y el tango pueden, de esta manera, ser masculino y femenino, y en donde analizar
conceptualizados como una amenaza a las sus relaciones con la cultura nacional mo­
ideologias oficiales (Archetti, 2003, p. 42). derna y con la cultura internacional globali­
zada. Hibridación funciona, entonces, como
Esa creatividad y libertad, anelada en el concepto clave, designando la manera parti­

164
cular en que se construye tempranamente la el trabajo dei antropólogo Leite Lopes (1998)
identidad nacional en una sociedad de mo- en el Museo Federal de Rio de Janeiro, dedi­
dernidad periférica como la argentina y con cado a la historia dei fútbol brasileno; sus in-
un masivo proceso inmigratorio en las pri- vestigaciones, posiblemente las más conoci-
meras dos décadas del siglo XX. Así, los hí­ das fuera dei continente, cuentan con
bridos resultan construcciones ideológicas difusión europea (por ejemplo, en las Actes de
dei orden social y son, en este sentido, pro- la Recherche, dirigidas por Pierre Bourdieu),
ductores de tradición. Los argumentos de como es el caso dei historiador Lamartine P.
Archetti exceden - y en ese movimiento, da Costa, incorporado a los editorial boards
discuten - las posturas popularizadas por de Culture, Sport & Society y The Internatio­
García Canclini (1990): la hibridación deja nal Journal o f the History of Sport. La investi-
de ser una suerte de característica posmoder- gación brasileíía sobre el campo es la más sis­
na para recuperar densidad problemática y temática y extendida, ayudada por el nivel
espesor histórico. universitário de sus departamentos de educa­
ción física, como dije, y la importancia y so­
lidez de su posgrado - y la sólida tradición de
Un mapa local su antropologia, como analizara en el trabajo
de Da Matta. De allí, nuevamente, que la pri-
Hay que esperar hasta avanzados los anos mera tesis latinoamericana de posgrado haya
de 1990 para que estos textos fundadores se sido brasilena: de 1977 es la tesis de Simoni
traduzcan en producción intensiva, en la Lahud Guedes, Ofutebol brasileiro: institução
constitución de grupos estables. En el caso zero, presentada en el Mestrado de Antropo­
brasileno es, nuevamente, donde se produce logia Social de la Universidade Federal do Rio
con mayor intensidad este fenómeno. Funda­ de Janeiro (UFRJ). La tesis de Guedes fue la
mentalmente en tres núcleos: los vinculados primera tesis de posgraduación dedicada al
con la historia dei deporte y la educación físi­ deporte en todo el continente. Pero también
ca en la Universidade Estadual de Campinas debe puntearse en este listado apretado la te­
(Unicamp); los abordajes que cruzan la edu­ sis de doctorado en la New York University
cación física, la antropologia, la sociologia, la de Ronaldo Helal, en 1994, editada en 1997
comunicación y la historia en Rio de Janeiro como Passes e impasses. Futebol e cultura de
- básicamente, en la Universidade Estadual massa no Brasil. Además de la calidad de su
do Rio de Janeiro (Uerj) y en la Universidade trabajo, es crucial el giro que Helal da a las
Gama Filho - , y el grupo de Esporte e M ídia perspectivas, al cruzar la sociologia con la in-
en el marco de Intercom, la sociedad brasile- vestigación en cultura de masas, camino im-
na de estúdios de comunicación, organizado prescindible de estas investigaciones si toma­
en torno dei trabajo de Sérgio Carvalho en la mos en cuenta la espectacularización -
Universidade de Santa Maria (USM), no Rio televisiva —de nuestro objeto.
Grande do Sul. Es interesante recalcar el he- Asimismo, en torno de la invención de
cho de que en los tres casos se trata de grupos colectivos que permitan superar la disper-
originados a partir de departamentos de edu­ sión de los esfuerzos individuales, hay otras
cación física de rango universitário. También dos marcas ineludibles: la primera, la consti­
desde fines de los anos de 1980 puede leerse tución dei Núcleo Permanente de Sociologia

165
do Futebol a partir de 1990 en la Uerj, coor- iniciativas personales. El esfuerzo de Sergio
dinado por Maurício Murad, y la edición de Villena en Costa Rica permitió la publica-
la revista Pesquisa de Campo desde 1994. La ción de otro intento supra-nacional: la pe­
segunda, el colectivo reunido en la Universi­ quena compilación de 1996 realizada por
dade Gama Filho de Rio de Janeiro que edi­ Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciên­
ta la revista Motus Corporis, hoy conducida cias Sociales, titulada Fútbol e identidad na­
por Hugo Rodolfo Lovisolo y Antonio Jorge cional, donde además de un artículo de Vil­
Soares, a quienes se debe, junto con Ronal­ lena sobre el nacionalismo futbolístico
do Helal, el reciente A invenção do país do costarricense se editaron trabajos dei colom­
futebol. M ídia, raça e idolatria (2001). Fuera biano Andrés Dávila Ladrón de Guevara y
de ellos, algunas marcas más: el libro de Si- dei boliviano Luis H. Antezana (Villena et
moni Lahud Guedes de 1998 (O Brasil no al., 1996). En estos últimos casos puede leer-
campo defutebol), el trabajo de Carlos Alber­ se una de las posibles flexiones de la escritu­
to Máximo Pimenta (1997) y el de Luiz ra académica sobre el deporte (en este caso,
Henrique de Toledo (1996) en la Universi­ nuevamente, el futbol): la tensión narrativa,
dade de São Paulo (USP), ambos sobre las vinculada con los ejercicios de Galeano y
torcidas organizadas; de este último autor, el Sasturain en el Rio de la Plata —de hecho, la
libro Lógicas do futebol (Toledo, 2002); el li­ cita de Sasturain es un eje dei trabajo de An­
bro de Ruben Oliven y Arlei Damo (2001), tezana combinada con la utilización de
Fútboly cultura, paradójicamente publicado otros repertorios teóricos más cercanos a las
en castellano y en la Argentina. Pero tam- disciplinas sociales (Villena et al., 1996).
bién en el âmbito brasileno nacen los inten­ En el caso peruano deben anotarse otras
tos más recientes de institucionalización dis­ dos iniciativas. En primer lugar, la de un
ciplinaria: el fórum sobre Antropologia e grupo de sociólogos de la Pontifícia Univer-
Esporte organizado por Guedes y Damo en sidad Católica limena, coordinados por
los encuentros de la Asociación Brasilena de Aldo Panfichi, que en 1997 editara una
Antropologia en 2002 y 2004; el Simposio compilación breve bajo el título Fútbol,
Esporte, Política e Cultura coordinado por identidad, violência y racionalidad, en el que
Helal y José Jairo Vieira para los XXVI y se intenta un primer abordaje a las proble­
XXVII Encontros Anuais da Anpocs, en máticas de identidad y violência (Panfichi,
2002 y 2003; el Grupo de Trabalho Antro­ 1997).6 En segundo lugar, en 1999, la publi-
pologia do Esporte: as Múltiplas Dimensões cación de un número especial de la revista
de uma Prática Moderna no Mercosul, orga­ Contratexto, de la Universidad de Lima, de­
nizado por Guedes y Simone Pereira da Cos­ dicada al futbol desde perspectivas básica-
ta en la V Reunião de Antropologia do Mer­ mente comunicacionales. La edición compi­
cosul, en noviembre de 2003; y el Grupo de la artículos procedentes de estudiosos de los
Trabalho Sociologia do Lazer e do Esporte, fenómenos comunicacionales-culturales,
coordinado por Pereira da Costa y Vieira en con lo que las disciplinas y estrategias con­
el XI Congresso da Sociedade Brasileira de vocadas son las semióticas y el análisis de
Sociologia, en setiembre de 2003. textos mediáticos antes que las socio-antro-
En el resto de América Latina y el Cari­ pológicas (A A .W , 1999). Pueden leerse co-
be, pueden verse intentos aislados, debidos a laboraciones peruanas, colombianas, argen-

166
tinas y mexicanas, así como espanolas (Mi­ res panoramas de la producción latinoameri-
guel de Moragas Spa) e italianas (Nicola cana, aunque inevitablemente incompletos,
Porro). Los trabajos mexicanos pertenecen a los ha producido el investigador norteameri-
investigadores jóvenes dei área de comunica- cano Joseph Arbena, un historiador de la
ción (Claudia Benassini y Enrique Rivera Universidad de Clemson, que fue concen­
Guerrero) que desarrollan su investigación trando sii atención en el área desde los anos
fiiera de marcos colectivos de inserción, de 1980 (Arbena, 1988). Pero la escasez de
ejemplificando nuevamente el aislamiento presentaciones colectivas y continentales se-
de los estudiosos del campo. nala más las dificultades de la circulación de
Los esfuerzos individuals pueden leer- los saberes sobre el campo de estúdios que su
se también en Chile y Uruguay. El sociólogo ausência. Al relevar estos intentos y al com-
chileno Eduardo Santa Cruz publico una probar el interés que despiertan, especialmen­
historia dei fútbol chileno, en la que no se li­ te entre investigadores jóvenes de Latinoamé-
mita a la acumulación de datos sino que los rica y el Caribe, se puede afirmar que el
pone en correlación con las series política y problema central en el campo seria, precisa­
económica (Santa Cruz, 1995). En Uru­ mente, no tanto la ausência de interés y tra-
guay, además de la presencia fuera dei cam­ bajo académico sobre la temática, sino el ca­
po académico de Galeano, puede verse la rácter periférico, aislado (nuevamente,
aproximación desde la literatura publicada “clandestino”) y desarticulado entre sí (como
por Pablo Rocca (1991) y algunos intentos, se desprende fácilmente de una revisión de las
bastante asistemáticos, de Rafael Bayce bibliografias de las distintas publicaciones)
(2003). Los testimonios personales de los jó­ que ocupan estas investigaciones dentro de
venes investigadores uruguayos insisten en las Ciências Social es en la región.
que el campo, al menos hasta hoy, está blo­ Por último, creo que merece una men-
queado en su universidad. ción el trabajo generado en torno dei Grupo
Los intentos de presentar colectivamente de Trabajo Deporte y Sociedad de Clacso
esta dispersa y “clandestina” producción son (Consejo Latinoamericano de Ciências So-
hasta hoy escasos. Es preciso senalar la publi- ciales), que coordiné desde 1997 hasta 2003.
cación de la revista Debate, de Ecuador, en Si bien el grupo no pudo generar investiga­
1998, dedicada a Fútbol, identidady política-, ción conjunta y comparada, sino sólo articu­
así como el número 154 de la revista Nueva lar los esfuerzos individuales de cada investi­
Sociedad (AA.W ., 1998a y b), de Caracas, gador en su centro correspondiente, ha
que publica en el mismo ano un dossier Fút­ permitido la colocación continental dei área
boly béisbol: losjuegos de las identidades, orga­ problemática y la publicación de un primer
nizado por Sergio Chejfec (con trabajos de volumen colectivo —Peligro de gol, en el 2000
Archetti, Santa Cruz, Sánchez León, Leite — que, aunque con debilidades, producto
Lopes y Alabarces, entre otros). Desde 1996 justamente de su carácter iniciático, permitió
la revista electrónica Lecturas en educación f í­ la circulación de parte de la investigación dis­
sica y deportes, organizada en Buenos Aires persa y desconocida (Alabarces, 2000). El se­
por Túlio Guterman, propone la difusión de gundo volumen, Futbologías: Fútbol, identi-
artículos de autores de distintos países, inclui- dady violência en América Latina, permite el
dos muchos de los ya nombrados. Los mejo- tratamiento de una temática común desde

167
distintas perspectivas (Alabarces, 2003). Y el la telenovela latinoamericana (quizás el me-
grupo presentó otra característica que en- jor ejemplo de este vaciamiento crítico y teó­
tiendo crucial: el cruce disciplinario entre las rico) pudo ser reivindicada en los anos de
distintas perspectivas de las Ciências Socia- 1980, fue porque habilitaba a leer lo popular
les, lo que impide hablar de una sociologia o desplazado o silenciado (especialmente, Mar-
una antropologia dei deporte stricto sensu, tín-Barbero, 1987). Pero seguir pensando la
pero permite un juego más rico de miradas, telenovela hoy en esos mismos términos, im­
estrategias y metodologias. plica desconocer la fenomenal captación que
la industria cultural produjo dei género, de­
sactivando minuciosamente su productivi-
Agendas, Riesgos, Críticas dad de sentidos, transformándolo en un hí­
brido sin mayores consecuencias ni
Si finalmente se ha producido Ia apari- conflictos. Donde lo popular ya no puede ser
ción en sede académica de estos estúdios, el leido, excepto como lo expulsado.
ejemplo de lo ocurrido con otros objetos de Algo así podría pasar con el deporte.
la serie “consumos culturales populares” de- Por ello, es fundamental la acotación de
biera servir como advertencia de sus peli- Hugo Lovisolo (2001a, p. 10):
gros. Un primer riesgo: si el deporte consti-
tuye un objeto de primer orden en la vida Se pensarmos que a passagem do discurso da
cotidiana, se encuentra permanentemente dominação e da alienação para o da cultura
expuesto a la banalización. Las prácticas cul­ e da identidade foi positiva, ainda nesse caso
turales masivas, justamente por su carácter podemos reconhecer que alguma coisa se
de masivas y cotidianas, necesitan una mira­ perdeu e da qual deveríamos sentir sauda­
da fuertemente crítica y distanciada (lo que des, isto é, a “autonomia” da reflexão das

no significa apocalipticismo), so pena de en- ciências sociais no desejo da consciência crí­


tica. De fato, quando os cientistas sociais
redarse en los pliegues de un discurso cálido:
passaram a falar do futebol com as categorias
pasar de discutir la crisis de las representa-
organizadoras de cultura e identidade tam­
ciones nacionales a los avatares de la selec-
bém começaram em grande parte a traduzir,
ción nacional de fútbol es un desplazamien-
quando não meramente a repetir, aquilo que
to, aunque indeseado, frecuente. Y un riesgo os jornalistas vinham dizendo na linguagem
consecuente es la producción de banalida­ inventada para tratar dos esportes e, sobre­
des: después de todo, la discusión deportiva tudo, no nosso caso, do futebol. [...] Diga­
cotidiana es uno de los mejores repertorios mos que o instrumental das ciências sociais
dei lugar común y la obviedad disfrazada devia gerar modalidades diferenciadas de
con tono de sabiduría. distanciamiento, se se preferir, simplesmen­
Y un riesgo que ha afectado a otros estú­ te de maior distanciamento.
dios sobre otros objetos: desatender las trans-
formaciones que experimentan las culturas y Este es un problema fundamental. Por­
las sociedades latinoamericanas, con la cons­ que en su exceso, el deporte parece querer
tante y avasallante captación que las indus­ desplazar al interior de cada sociedad toda
trias culturales producen sobre Qtodos?) los forma clásica de constitución de sujetos para
repertorios, las prácticas, las gestualidades. Si transformarse en única ideologia en el senti-

168
do althusseriano. Expansivo, imperialista, el significan los triunfos dei atleta negro Jesse
deporte conquista todos los territorios: in­ Owens. Y así sigue la serie: el festejo brasile-
clusive, el género. Si en el caso argentino, el no en 1970 por el Mundial de México —si­
futbol organizaba el imaginario masculino, multânea y contradictoriamente leidas
hoy tiende a expandir sus universos de repre- como inversión carnavalesca de la jerarquia
sentación para incorporar a la mujer." Y cada según Vogel (1982) y como manipulación
vez más públicos construyen, en su interior, masiva según Brohm (1982) —; las olimpía­
una de las formas visibles de identidad que das de México en 1968 y el ocultamiento de
sobreviven en la escena contemporânea — lo masacre de Tlatelolco, pero también el
otra (nuevamente, una práctica cultural de puno enguantado y el black power de los
masas) es el rock. Ese exceso deportivista tra- atletas norteamericanos; la utilización dei
baja sobre una debilidad previa, ampliamen- Mundial de 1978 por la dictadura argentina
te discutida por las Ciências Sociales: la crisis como garantia de legitimación, pero a la vez
de los relatos clásicos que constituían sujetos la recuperación de la calle como espacio de
en el mundo moderno, unida al retiro dei manifestación popular bajo el estado de si­
Estado, que abandona la producción de dis­ tio.9 Estas fluctuaciones dependen de posi­
cursos unitários y condena a sus sociedades a ciones teóricas y consecuentes apuestas in-
reiterarse en sus fragmentos, o a intentar an- terpretativas; pero senalan, ampliamente, un
gustiosamente reponer una totalidad esca­ juego de posibilidades no excluyentes. Por lo
moteada. Nuevamente el deporte: su pro- menos, puede afirmarse provisoriamente
ductividad significativa le permite tanto que no hay relación de causalidad demostra­
simular una totalidad falaz (según la cual un da entre un hecho deportivo y un compor-
seleccionado nacional de futbol, hockey, bás- tamiento político. Aunque la posibilidad de
quet o handbol designa metonímicamente la la politización de los comportamientos de
nación toda), como regodearse en los infini­ los públicos está siempre latente, como en
tos fragmentos de las identidades regionales, todo ritual de masas. Lo que agrega mayor
locales, vecinales. Y en ese pequeno relato di- necesidad a nuestro estúdio.
sipar, alienadamente, todo conflicto.8 Podemos sostener a la vez, entonces, la
Exceso, productividad y ambigüedad: la eficacia dei deporte para cumplir con sus ro­
deportivización contemporânea exhibe, de- les (los tradicionales, los propios, los ajenos
senfrenadamente, la relación dei deporte y los agregados) y la necesidad de producir
con la esfera política. Y esa pregnancia lleva una lectura analítica con las herramientas a
a lecturas simplistas por parte de algunos ac­ nuestra disposición. Trataremos de sintetizar
tores: el político que cree asegurar su éxito una agenda (breve, y seguramente con olvi­
en la abundancia de goles, el crítico que se- dos) de lo que las disciplinas sociales pueden
nala esa misma causalidad suponiendo alie- aprehender en este objeto.
naciones en masa. Sin embargo: ya en esa
puesta en escena gigantesca dei uso político
dei deporte que fueran los Juegos Olímpicos Tópicos
de Berlín en 1936 puede leerse la ambigüe­
dad —que va dei desfile nazi y la militariza- ^Cuáles son los tópicos de este recorrido?
ción, a la “resistencia por colocación” que En primer lugar, un item reiterado en la bi-

169
bliografía: la idea de que el deporte puede do como lugar por excelencia de la afirma-
leerse como arena dramática privilegiada, ción de una distinción positiva por parte de
donde actores sociales ponen en escena una las clases subalternas.
representación dei deseo, o una inversión de Pero por otra parte, en la escena cultu­
la jerarquia, o su celebración. Hay aqui una ral contemporânea, podemos afirmar que la
serie que se remonta al tratamiento ya citado asignación restrictiva dei espectáculo depor-
de Geertz en “Juego profundo” y retomado tivo a las clases populares carece de preci-
en “Géneros confusos” (1987, 1994): la posi- sión: el deporte - y muy especialmente el
bilidad de leer, homologamente, prácticas fútbol - aparece como formante universal
culturales como representaciones, donde las de una cultura masculina, casi como una
metáforas dominantes son la dei teatro y la función fática (es decir, simplemente la
dei juego. Pero además, de manera reiterada, constatación de que el canal de comunica-
aparece en la misma serie otra categoria an­ ción está abierto, pero sin intercâmbio de
tropológica, dominante en estos estúdios: la información) en el sentido jakobsoniano.”
de ritual. Para colmo, desaparecido el ritual De esa perspectiva, esta línea de trabajo exi­
político, el deporte es a simple vista el ritual ge su recolocación en un escenario múltiple,
de masas más importante que persiste en la que abarca tanto la discusión de la categoria
etapa posmoderna de la cultura. sectores populares como la puesta en cuestión
En segundo lugar, debe senalarse la apa- de la economia de intercâmbios simbólicos
rición de las interpretaciones vinculadas con en una sociedad que ha transformado su ha­
una economia simbólica de lo corporal. bitual jerarquia de saberes. El privilegio de
Dato obvio, el deporte se sustenta en una lo corporal no puede ser cenido a las clases
corporalidad desbordante - sin que eso sig­ populares; hoy deben pensarse los usos dife-
nifique que el campo textual dei deporte sea renciales y distintivos de los variados cuerpos
puramente corporal, en tanto está atravesa- sociales. Es decir, dónde termina un uso re­
do por textualidades variadas, por ejemplo, sistente dei cuerpo y comienza la histeria.
las periodísticas. Pero, a pesar de no ser el El deporte exige pensar una línea más,
texto único, esa presencia excesiva dei cuer- entre otras posibles: su relación (posiblemen-
po (exceso en relación con un mapa cultural te negada) con una esfera lúdica. Si la cons-
cada vez más aquejado de imágenes y virtua- titución dei deporte como práctica moderna
lidad) habilita una importante serie inter- en las public schools inglesas de mediados dei
pretativa, vinculada a su vez a un nuevo tó­ siglo XIX significa el paso dei play al game y
pico: la tradicional vinculación de las luego al sport—para usar las posibilidades de
tácticas10 primordialmente corporales con diferenciación que la lengua inglesa permite;
las culturas populares. Esta rápida asocia- brincadeira, jogo y esporte, en português -
ción cuerpo-popularidad (en su sentido fúer- este trânsito no sólo lingüístico senala un
te, lindante con un sentido clasista y no en desplazamiento y una oclusión: justamente,
el significado amplio de lo masivo) nos des­ la dei play, es decir, el juego entendido como
via hacia las posibilidades dei deporte como práctica creativa, en la base de toda cultura,
puesta en escena de las tácticas de resistencia según la interpretación clásica de Huizinga
en el marco de la disputa por una hegemo­ (1931). Y esa desaparición se agrava en el
nia cultural, donde el deporte puede ser lei- trânsito al profesionalismo, y nuevamente

170
con la aparición de las industrias culturales, supone una forma de intervención fuerte,
que someten definitivamente el deporte a las que imaginariamente decide la suerte dei
regias de la producción de mercancias. juego (Portelli, 1993). Así, la colocación res-
Si la aparición de la mercantilización pecto dei espectáculo massmediatizado re­
desplaza definitivamente lo lúdico, el depor­ sulta original, ya que evade toda posibilidad
te debe dejar de ser llamado juego. Y sin em­ de pasividad y transforma, incluso, las nar­
bargo, es mi hipótesis que la dimensión lúdi­ rativas puestas en juego.13
ca reaparece en los interstícios de la
mercancia, en la improvisación permanente
que el deporte exige a sus practicantes. Espe­ Prácticas
cialmente, saliendo dei âmbito de su práctica
institucional, el juego se instalaria en los es- Los tópicos que acabo de esbozar quie-
pacios donde sujetos no profesionalizados ren senalar un campo posible de los estúdios
persisten en ejercitarlo, en el tiempo libre, sobre deporte y sociedad, sin pretensión de
fuera de la economia y muy cerca dei deseo. agotarlos: porque podríamos volver a recor­
Nuestro propio trabajo de análisis sobre los dar la pretensión multidisciplinaria que de-
medios masivos en el espectáculo deportivo sarrollé a lo largo de estas páginas, y postulai-
- obviamente, el último territorio a marcar la necesidad de adecuados estúdios históricos
en esta síntesis apretada - ha tendido a carac­ que nos revelen las historias perdidas, desde
terizar la puesta en escena massmediática dei las más cercanas - las fundaciones de los clu­
deporte como representación de esta tensión bes portenos, que está investigando Julio
entre maximización de la ganancia e impre- Frydenberg (Aisenstein et al., 2001) - hasta
visibilidad, tensión en la que los actores en- las más ocultas - las de los deportes regiona-
cuentran campo abierto para la inscripción les, o las de las ligas dei interior de nuestros
de nuevos juegos de sentido (Alabarces, países, o las de los deportes que supieron ser
1998). Si la oposición básica que estructura populares y no lo son más. El campo de in-
la cultura deportiva es un nosotros x ellos vestigación es enorme, sin duda, y creo haber
(una parcialidad versus otra o otras), el lugar demostrado que es ampliamente legítimo.
dei otro suele ser ocupado por las industrias Pero también entiendo legítimo y nece-
culturales, percibidas por los públicos como sario el despliegue de otra posibilidad de las
enemigos, como emblemas de la intromisión Ciências Sociales: la intervención práctica,
dei capitalismo. En este territorio analítico, en el diseno de políticas y en la acción comu-
el espectáculo massmediático supone la im- nitaria. E inevitablemente, aquellos que cree-
posición de regulación y previsibilidad, lo mos en las posibilidades de acción de nues-
que colisiona con una lógica donde el azar tras disciplinas en los difíciles contextos que
resulta componente fundamental.12 vivimos nos encontramos con un problema
Asimismo, la relación de los espectado­ de envergadura, teórico e ideológico (como
res con el espectáculo deportivo (de nuevo: todo problema teórico): ^Cómo intervenir
especialmente el futbolístico) constituye una sobre un campo que parece flexible a las ope-
zona de interacción novedosa: los sujetos raciones dei control social y la manipulación
participan de una acción doble, actor-espec- cultural? ;Cómo proponer acciones comuni-
tador, donde la participación en el estádio tarias en un terreno colonizado por el clien-

171
telismo político — un diagnóstico obvio sea un juego retórico. Para ello, es imprescin-
cuando se estudian las políticas deportivas o dible la atención a, al menos, cuatro puntos:
las tramas de la violência en el deporte —y la 1. que el deporte —no es sólo el caso dei fút-
figuración mediática, los intereses económi­ bol, lamentablemente — ha tendido a
cos monopólicos y la pretensión de hacer dei construir micro-identidades locales fuer-
deporte un pan y circo posmoderno? temente tribalizadas, radicalizadas hasta
Posiblemente - y ésta es sólo mi apues- la violência. En consecuencia, un diseno
ta teórica - la respuesta se halla en torno de político que pretenda la inclusión de su-
un eje clave: el deporte es una narrativa y jetos debe trabajar en una construcción
práctica simbólica de inclusión ciudadana, comunitaria que evite la re-duplicación
profundamente democrática. Lo es también - de la fragmentación: por el contrario, que
sobre eso han trabajado las buenas políticas postule explicitamente su superación;
deportivas - como práctica material y social: 2 . que el relato periodístico, de gran pene-
por caso, los históricos Torneos Evita en el tración en las audiências, ha construído
primer peronismo, que permitían realizar un discurso dominado por el estereoti­
controles médicos masivos a los ninos de las po, la estigmatización y el racismo. Pero
clases populares (Palomino y Scher, 1988). además, lo ha hecho invocando una
Si prefiero concentrarme en sus aspectos presunta “voz dei hincha”, falazmente
simbólicos y dei imaginario, es simplemente democrática, con lo que la acción social
porque ésa es mi área de investigación parti­ debe trabajar en desmontar criticamen­
cular. Y allí mi hipótesis, que ya desarrollé te estos textos, tan hegemónicos que se
largamente en otro lugar (Alabarces, 2002): han tornado sentido común;
el deporte argentino acompanó las narrati­ 3 . que a pesar de la importancia que los
vas de inclusión ciudadana, complementan­ “héroes deportivos” tuvieron en las nar­
do y relevando las acciones estatales, cons- rativas inclusivas históricas (desde Luis
truyendo, incluso, la posibilidad de épicas Angel Firpo, el “Toro Salvaje de Ias
donde los actores populares aparecían como Pampas’’, hasta Maradona, de Leónidas
actores legítimos en los repertorios naciona- a Garrincha y Pelé, pasando por una lar-
les. Esto puede ser leido historicamente, y guísima lista), una nueva construcción
en ese desarrollo es posible comprobar cómo democrática debe desmontar otro dis­
en los últimos anos se ha vuelto puro discur­ curso hegemónico: el del star system, que
so, una operación meramente imaginaria, ha transformado las épicas populares en
apenas un tópico publicitário. anécdotas del jet-set. De modelos popu­
Sin embargo, este cambio no es una lares y de ascenso social, las estrellas de­
clausura definitiva: el deporte puede volver a portivas se han transformado en figuras
transformarse en esa posibilidad democrática, huecas y efímeras, de la duración de un
pero sólo si los mecanismos de inclusión se programa de television. Recuperar la
politizan, entendiendo como política la ope­ densidad dei modelo dei “héroe deporti-
ración de reponer toda acción en un contex­ vo” es más que una necesidad retórica;
to de totalidad que le otorgue pleno sentido; 4. que la cultura deportiva —nuevamente,
que la acción social, por social y política, no excediendo a la futbolística —está atra-

172
vesada por una ética, una estética y una En ese camino, reponer la complejidad
retórica dei aguante,u Y el aguante no dei campo y la totalidad en la que se recorta
significa, inocentemente, la celebración exige evitar el fragmentarismo que acecha a
infinita de la pasión deportiva: significa las Ciências Sociales. Nuevamente, como
centralmente, en las prácticas reales de dije, no se trata de aislar una práctica para
las hinchadas, la puesta en acción de un someterla a una mirada especializada, sino
cuerpo violento, racista, homofóbico y estrábica: nuestro reclamo consiste en foca­
machista, que construye legitimidad lizar el deporte como un punto de vista pri­
masculina en la violência contra el otro. vilegiado para la reflexion crítica sobre nues-
No hay construcción democrática posi- tras sociedades. Al hablar de deporte
ble en este escenario: la acción social pretendemos senalar, con mayor o menor
debe reponer el sentido de la ftesta, en el oblicuidad, otros diagnósticos: de nuestras
viejo significado de la fiesta popular de culturas massmediáticas, de nuestros mapas
la que hablaba Bajtin (1987), como de exclusion, de nuestras narrativas naciona­
auto-inclusión y reconocimiento dei listas, dei repertorio de tensiones que recor­
otro, frente a una práctica que, aunque re Latinoamérica.
resistente en la superfície (por ejemplo, Quiero cerrar este trabajo con una últi­
frente a la represión policial), es funcio­ ma idea: como dije, la fundación de Da
nal a las operaciones de control social.
Matta se hizo en contra de la imagen exten-
dida entre los intelectuales y los cientistas
Pero lo fundamental es, nuevamente,
sociales dei fútbol como opio del pueblo. En
ubicar esos estúdios y estas prácticas en un
ese camino, los estúdios latinoamericanos
contexto de totalidad. Sigo pensando con
han tenido éxito, sin duda. Pero como ejem-
Mangone (1998, p. 136) que:
plifica el análisis de Lovisolo sobre Galeano,
Del mecanicismo poco dialéctico presente ya citado (Lovisolo, 2001b), el trabajo debe
en la denuncia dei uso político-alienante dei dirigirse a la vez contra la facilidad populis­
deporte profesional se ha pasado al análisis ta, aquella que sustrae el deporte de la con­
fragmentado de las prácticas sin advertir la
dena apocalíptica para simplemente devol­
realidad social que las incluye. [...] Un dise-
veria al império dei lugar común, la vulgata
no de investigación social y cultural debe re­
cuperar una mirada jerarquizadora de los va­
de la creatividad y la resistencia, de los pensa­
lores que ubique la práctica en un conjunto dores atravesados por el romanticismo más
de prácticas y en correlación social con otras arcaizante. Aún admitiendo sus mejores in-
series, con los niveles de integración, con el tenciones, típicas de un populismo vaga­
nuevo lugar dei tiempo libre en épocas de mente progresista, éstas pavimentan el cami­
desocupación, con el nuevo protagonista de no dei infierno. Camino que, descuento, las
las clases sociales, el subconsumo de los de­
Ciências Sociales no desean recorrer. Para
portes profesionales de las clases populares y
evitarlo, hay una pregunta que nunca se
el nuevo consumo simbólico de los deportes
masivos por parte de la clase media, advertir
debe olvidar, que siempre deberá estar pre­
en este caso una fuerte identificación entre sente: es la que interroga por la dimension
medios, deporte profesional y clase media. del poder.

173
Notas

1 Pienso fundamentalmente, en el caso argentino, en el trabajo de Ford, Rivera y Romano


(1985). Una década después, en Jesús Martín-Barbero (1987) en Colombia.
2 Prueba de ello son los trabajos de Tobin (1998) y Arbena (1998).
3 Esto ha sido crítica e implacablemente analizado por Lovisolo (2001b).
4 Puede verse la recuperación que hace García Canclini (1990) en Culturas híbridas.
5 Afirmación que es válida para el deporte en general, pero que halló en el fútbol sus.me-
jores ejemplos y su más extendido análisis.
6 Panficchi también ha colaborado en el volumen global compilado por Dunning et al.
(2002) sobre fenómenos de violência.
7 Una excelente síntesis de esta cuestión puede verse en Conde y Rodriguez (2002).
8 Es la hipótesis central de mi Fútboly patria (Alabarces, 2002).
9 Hasta hoy, no ha sido convenientemente explorado el estúdio de los comportamientos de
las hinchadas futbolísticas argentinas en los últimos tramos de la dictadura (1976-1983).
Creemos que, junto a los movimientos de derechos humanos y los recitales de rock, el fút­
bol constituía un espacio donde desplegar una contestación simbólica (Alabarces, 2002).
10 Pienso la utilización dei término tácticas ç,n el sentido que le da De Certeau (1996) en la
dicotomia tácticas (dei dominado) y estrategias (dei dominante).
11 La discusión sobre la relación entre fútbol y culturas populares está desarrollada en Ala-
barces (1998).
12 Ver especialmente Portelli (1993) y su análisis en términos de la “cultura de la pobreza”.
13 Ver un primer desarrollo teórico en “Fútbol de Prim era...”, en Alabarces y Rodriguez
(1996, pp. 93-106). Un segundo momento dei análisis está en Alabarces (1998). El tra­
bajo de recolección de entrevistas etnográficas que llevamos a cabo en el Instituto Gino
Germani (Facultad de Ciências Sociales de la Universidad de Buenos Aires) entre 1996 y
1999 confirma de manera fuerte estas hipótesis.
14 Para un desarrollo dei concepto de aguante, puede verse Alabarces (2004).

Bibliografia

A A .W .
1978 “Partisans”. Deporte, culturay represión. Barcelona, Gustavo Gili.
1994 “Materiales de sociologia dei deporte”. Genealogia dei Poder, 23, Madrid, Edicio-
nes de la Piqueta.

174
1998a “Fútbol, identidad y política”, en revista Debate, 43, abr., Quito.
1998b “Fútbol y béisbol. Los juegos de las identidades”, Nueva Sociedad, 154, marzo-
abril, Caracas.
1999 “Fútbol: deporte y comunicación”, Contratexto, 12, Lima, Universidad de Lima.
Aisenstein, A.; Di Giano, R.; Frydenberg, J.
2001 Estúdios sobre deporte. Buenos Aires, Libros dei Rojas.
Alabarces, P.
1998 “Fútbol y academia: recorrido de un desencuentro”, in P. Alabarces; R. Di Giano;
J. Frydenberg, (eds.), Deporte y Sociedad, Buenos Aires, Eudeba.
2002 Fútbol y patria. El fiítbol y las narrativas de la Nación en la Argentina. Buenos Ai­
res, Prometeo Libros (Serie Libros de Confrontación).
2004 Crónicas del aguante. Fútbol, violência y política. Buenos Aires, Capital Intelectual
(Colección Claves para Todos).
Alabarces, P. (comp.).
2000 Peligro de gol. Estúdios sobre deporte y sociedad en América Latina. Buenos Aires,
Clacso-ASDI.
2003 Futbologías. Fútbol, identidad y violência en América Latina. Buenos Aires, Clacso-
ASDI.
Alabarces, P. & Rodriguez, M. G.
1996 Cuestión de pelotas. Fútbol. Deporte. Sociedad. Cultura. Buenos Aires, Atuei.
Antezana J., Luis H.
2003 “Fútbol: espectáculo e identidad”, in P. Alabarces (comp.), Futbologías, Buenos Ai­
res, Clacso-ASDI.
Arbena, Joseph.
1988 “Sport and the study of Latin American society: an overview”, in J. Arbena (ed.),
Sport and society in Latin America. Diffusion, dependency and the rise of mass cultu­
re, Connecticut, Greenwood Press.
1998 “En el fútbol hay entendimiento?”, XXI Congreso Internacional de Lasa. Chicago, set.
Archetti, Eduardo.
1985 Fútbol y ethos. Buenos Aires, Flacso (Serie Investigaciones).
1994 “Masculinity and football: the formation of national identity in Argentina”, in Ri­
chard Giulianotti & J. Williams (eds.), Game without frontiers: football, identity
and modernity, Aldershot, Hampshire, Arena.
1999 Masculinities. Football, polo and the tango in Argentina. London, Berg.
2003 Masculinidades. Fiítbol, tango y polo en la Argentina. Buenos Aires, Antropofagia.

175
Baêta Neves Flores, Luis Felipe.
1982 “Na zona de agrião, algumas mensagems ideológicas do futebol”, in Roberto Da
Matta (comp.), O universo do futebol: esporte e sociedade brasileira, Rio de Janeiro,
Pinakotheke.

Bajtin, M.
1987 La cultura popular en la Edad M edia y el Renacimiento. Madrid, Alianza.

Bayce, R.
2003 “Cultura, identidades, subjetividades y estereotipos: preguntas generales y apuntes
específicos en el caso dei futbol uruguayo”, in P. Alabarces (comp.), Futbologías,
Buenos Aires, Clacso-ASDI.
Brohm, Jean-Marie.
1982 Sociologia política dei deporte. México, FCE.

Conde, M. & Rodriguez, M.G.


2002 Intersectando prácticas y representaciones: mujeres en el fútbol argentino. Buenos Ai­
res, IIGG (Serie Jóvenes Investigadores).

Da Matta, Roberto.
[1979] 1983 Carnavais, malandros e heróis. Para uma sociologia do dilema brasileiro. 4.
ed. Rio de Janeiro, Zahar.

Da Matta, Roberto (comp.).


1982 O universo do futebol: esporte e sociedade brasileira. Rio de Janeiro, Pinakotheke.

De Certeau, Michel.
1996 La invención de lo cotidiano. Artes de hacer. México, Universidad Iberoamericana.

Dunning, E.
1999 Sport matters. Sociological studies of sport, violence and civilization. London, Rou-
tledge.
Dunning, E.; Murphy, Patrick; Waddington, Ivan; Astrinakis, Antonios (eds.).
2002 Fighting fans: football hooliganism as a world phenomenon. Dublin, University Col­
lege Dublin Press.

Ford, A.; Rivera, J; Romano, E.


1985 Medios de comunicación y cultura popular. Buenos Aires, Legasa.

Galeano, Eduardo
1995 Elfútbol a soly sombra. Buenos Aires, Catálogos.

García Canclini, N.
1990 Culturas híbridas: estrategias para entrary salir de la modernidad. México, Grijalbo.

176
Geertz, Clifford.
[1973] 1987 “Juego profundo: la rina de gallos en Bali”, in La interpretación de las culturas. Bar­
celona, Gedisa.
1994 “Géneros confusos”, in Conocimiento local. Barcelona, Gedisa.
Guedes, Simoni Lahud.
1982 “Subúrbio: celeiro de craques”, in Roberto Da Matta (comp.), O universo do fute­
bol: esporte e sociedade brasileira. Rio de Janeiro, Pinakotheke.
1998 O Brasil no campo de futebol. Estudos antropológicos sobre os significados do futebol
brasileiro. Rio de Janeiro, Eduff.
2002 “De crioulos e capoeiras: notas sobre futebol e identidade nacional na Argentina e
no Brasil”, XXVI Encontro A nual da Anpocs, Caxambu, MG, out.
Helal, Ronaldo.
1997 Passes e impasses. Futebol e cultura de massa no Brasil. Petrópolis, Vozes.
Helal, Ronaldo; Soares, Antonio Jorge; Lovisolo, Hugo.
2001 A invenção do país do fiitebol. M ídia, raça e idolatria. Rio de Janeiro, Mauad.
Hobsbawm, E.
1990 Nations and nationalism since 1780. Programme, myth, reality. Cambridge, Cam­
bridge University Press.
1991 Naciones y nacionalismo desde 1780. Barcelona, Crítica.
Huizinga, Johanes.
1931 Homo ludens. Londres, Verso.
Leite Lopes, J. S.
1998 “Fútbol y clases populares en Brasil. Color, clase e identidad a través dei deporte”,
Nueva Sociedad, 154, Caracas, mar.-abr.
León, Abelardo Sánchez.
1993 La balada dei gol perdido. Lima, Ediciones Noviembre Trece.
Lovisolo, Hugo.
2001a “Introdução” in Ronaldo Helal; Antonio Jorge Soares; Hugo Lovisolo, A invenção
do país do futebol. M ídia, raça e idolatria. Rio de Janeiro, Mauad.
2001b “Saudoso fútebol, futebol querido: a ideologia da denúncia” in Ronaldo Helal; An­
tonio Jorge Soares; Hugo Lovisolo, A invenção do país do futebol. M ídia, raça e ido­
latria. Rio de Janeiro, Mauad.
Lyra Filho, João.
1973 Introdução à sociologia dos desportos. Rio de Janeiro, Bloch Editores.

177
Mangone, Carlos.
1998 “Periodismo deportivo: la minúcia cotidiana como determinación dei campo”, in
P. Alabarces; R. Di Giano; J. Frvdenberg (eds.), Deporte y sociedad, Buenos Aires,
Eudeba.
Martín-Barbero, Jesús M.
1987 De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonia. Barcelona, Gus­
tavo Gili.
Oliven, Ruben & Damo, Arlei.
2001 Fútboly cultura. Buenos Aires, Norma.
Palomino, Héctor & Scher, Ariel.
1988 Fútbol: pasión de multitudes y de elites. Buenos Aires, Cisea (Serie Documentos, 92).

Panfichi, Aldo (org.).


1997 Fútbol, identidad, violência y racionalidad. Lima, FCS-PUC (Temas en Sociologia).
Pimenta, Carlos Alberto Máximo.
1997 Torcidas organizadas de futebol. Violência e auto-afirmaçâo. Aspectos da construção
das novas relações sociais. Taubaté, Vogal.
Portelli, A..
1993 “The rich and the poor in the culture of football”, in S. Readhead (ed.), The pas­
sion and the fashion. Footballfandom in the New Europe, Ashgate, Aldershot.
Povina, Alfredo.
1957 Sociologia del deporte y delfutbol. Córdoba, UNC.
Rocca, Pablo.
1991 Literatura y futbol en el Uruguay (1899-1990) - La polémica, el encuentro. Monte­
video, Area.
Saítta, S.
1998 Regueros de tinta. El diario. Crítica en la década de 1920. Buenos Aires, Sudameri-
cana.
Santa Cruz, Eduardo.
1995 Origen y futuro de una pasión. Fútbol, cultura y modernidad. Santiago de Chile,
Lom Ediciones, Universidad Areis (Colección Sin Norte).
Sebreli, Juan José.
1981 Fútboly masas. Buenos Aires, Galerna.
1998 La era deifútbol. Buenos Aires, Sudamericana.
Tobin, Jeffrey.
1998 “Soccer conspiracies: Maradona, the CIA and popular critique”, XXI Congreso In­
ternacional de Lasa. Chicago, set.

178
I

Toledo, Luiz Henrique de.


1996 Torcidas organizadas de futebol. Campinas, Autores associados/ Anpocs.
2002 Lógicas do futebol. Campinas, Autores associados / Anpocs.
Villena, Sergio; Antezana, Luis; Dávila, Andrés.
1996 Fútbol e identidad nacional. San José de Costa Rica, Flacso (Cuadernos de Ciências
Sociales, 91).
Vinnai, Gerhard.
1970 Fussballsport als Ideologie. Frankfurt, Europäische.
1974 Elfutbolcomo ideologia. México, Siglo XXI.
Vogel, Arno.
1982 “O momento feliz”, in Roberto Da Matta (comp.), O universo do futebol: esporte e
sociedade brasileira. Rio de Janeiro, Pinakotheke.

• Artigo recebido em maio/2003


• Aprovado em fevereiro/2005

Resumo

Veinte Anos de Ciências Socialesy Deporte en América Latina: un Balance, una Agenda

Desde la publicación de O universo do futebol, editada por Roberto Da Matta en Rio de Ja­
neiro, y los contemporâneos primeros trabajos de Eduardo Archetti en Argentina, han trans-
currido 20 anos. Sólo en los últimos 10 puede hablarse de la fundación de un campo de es­
túdios relativamente autónomo, con producción específica, en América Latina. Este trabajo
intenta presentar un balance de lo producido, senalando sus continuidades y divergencias, así
como resenar sus nudos problemáticos más importantes y las novedades (o no) en su trata-
miento. Una agenda posible, que senale las zonas de vacancia o aquellas donde la mirada la-
tinoamericana puede ser más productiva, es también parte de este trabajo.

Palavras-chave: Deporte; Ciências Sociales; Estado dei arte.

Abstract

Twenty Years o f Sport and the Social Sciences in Latin America: a Balance, an Agenda

Twenty years have passed since the publication of both the compendium O Universo do
Futebol published by Roberto Da Matta in Rio de Janeiro and the first papers of Eduardo
Archetti in Argentina. Nevertheless, only in the last ten years we have been able to talk about

179
the foundation of a relatively autonomous Latin American field of studies with specific pro­
duction. This paper aims at presenting a balance of such production, pointing out its conti­
nuities and divergences, as well as reviewing the most relevant and problematic clusters
together with the news (or not) on dealing with it. A possible agenda reviewing either areas
of emptiness or those where the Latin American view would prove more productive is also
part of the paper.

Keywords: Sports; Social Sciences; State of the Art.

Résumé

Vingt ans de Sciences Sociales et de Sport en Amérique Latine: un Bilan, un Agenda

Depuis la publication de O universo do futeboL, par Roberto Da Matta à Rio de Janeiro, et des
travaux, publiés à la même époque, de Eduardo Archetti en Argentine, plus de 20 ans se sont
passés. Ce n’est que depuis 10 ans que l’on peut parler de la fondation d’un champ d’études
relativement autonome, avec une production spécifique en Amérique Latine. Ce travail pré­
sente un bilan de la production, en mettant l’accent sur ses continuités et ses divergences, et
résume ses problèmes les plus importants et les nouvelles (ou pas) par rapport à leur aborda­
ge. Un agenda possible, qui signale les zones de dépourvues ou celles ou le regard latino-amé­
ricaine peut être plus productive, est aussi contemplée par ce travail.

Mots-clés: Sports; Sciences Sociales; Etat des Lieux.

180

También podría gustarte