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LUDWIG VON MISES

LA ACCION HUMANA
Tratado de economía
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UNION EDITORIAL, S. A.
1030. ~---_-------- , ,'/ IIlIómico bajo el régimen socialista 1031
preguntas no admiten respuestas ambiguas ni evasivo
que contestadas limpia y derechamente 8.

-t- 6. LAS ECUACIONES DIFERENCIALES DE LA ECON MIA


MATEMÁTICA

Para

8 El estado corporativo se estudia más adelante, págs. 1177-1183.


1032 La Acción Humana Cálculo económico bajo el régimen socialista 1033

a aquel hipotético estado de equilibrio. Opina que, dadas sus externos que impiden que se produzcan aquellos movimientos
presentes valoraciones, no se están empleando los existentes que precisamente han de instaurar el equilibrio 10. Mientras el
factores de producción del modo más oportuno, procurando e uilibrio no es alcanzado, el sistema hállase en mutación et-
consecuentemente variar su distribución entre los diversos co- manente ue ro uce continua variación e las circunstancias.
metidos. Nada sabe, sin embargo, acerca de cómo, ni él mismo, La tendencia a a 1m antación del equilibrio no perturbada or
valorará cuando el equilibrio se produzca. Tales valoraciones variaciones provenientes e exterior constitu e un roceso de
serán función de aquellas circunstancias cuya aparición pro- sucesivos cam lOS.
vocan las sucesivas mutaciones de la producción que el propio P 1 es un conjunto de bienes cuya magnitud no concuerda
interesado pone en marcha.
con las actuales valoraciones de las gentes. Porque P ¡ es el
Llamemos D ¡ ardía de hoy y D' al día en que el equilibrio
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resultado de actuaciones practicadas con arreglo a pasadas va-
quede implantado. En el mismo sentido denominaremos V¡ y V ti
loraciones, a superados conocimientos técnicos y a pretéritos
a las dos escalas valorativas de los bienes del orden primero; informes acerca de las disponibles fuentes de materias primas.
O ¡ y O n , a los globales existenciales 9 de factores originales de Una de las razones por las cuales el sistema no se halla en
producción; P ¡ y P a las globales existencias de producidos
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equilibrio es precisamente porque PIno conforma con las cir-
factores de producción; de tal modo que, resumiendo, podemos cunstancias del momento presente. Hay fábricas, herramientas
representar por MI la suma de O, + r; y por Mn' la suma y otros muchos factores de producción que bajo un estado de
de O n + Pn . Representaremos, finalmente, por TI y T n los equilibrio no subsistirían; preciso es, igualmente, para que el
mismo pueda darse, que se produzcan otras plantas, máquinas
conocimientos técnicos de uno y otro momentos. Para poder
y factores de producción que ahora no existen. El equilibrio
resolver las ecuaciones que nos ocupan precisamos conocer
no puede aparecer en tanto esa perturbadora porción de p¡, to-
V n,O n + P n, o sea, M y T . Al presente, sin embargo, las
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davía utilizable, no quede totalmente consumida, siendo reem-
únicas magnitudes que conocemos son V" 0, + P" es de-
plazada por factores que compaginen con las sincrónicas cir-
cir, M¡ y T¡ cunstancias, es decir, con las correspondientes V, O '! T. NQ...
Las magnitudes aludidas ..scirrespondientes al día D 1 jamá~ s el estado de e uilibrio en sí 10 e interesa al hombre ue
pueden coincidir con las del día D", no teniendo nada en esto actúa sino sa er cómo, del modo me'or, uede radualmente
ue ver que el estado de equilibrio sólo quepa sea Jasmado si transformar P en P y para esto de nada le sirven las
l
Il

no v::\rían las circunstancIas concurrentes, ues esa exigida in- ecua~lOnes.


~ariabilidaa de las aludidas circunstancias simplemente alude - No cabe eludir las consignadas dificultades mediante pres-
a que no deben producirse mutaciones que perturben la acomo- cindir de P y contemplar únicamente O. Cierto es que tanto
dación de la economía a las actuaciones practicadas, El sistema la calidad como la cantidad de los producidos factores de pro-
no puede alcanzar al estado de equilibrio si aparecen agentes ducción, es decir, la cantidad y calidad de los productos inter-
medios, exclusivamente dependen de la forma cómo aproveche-
• Por existencias globales entendemos el total inventario de tales bienes, dividido, mos los factores originarios de producción. La información,
como es natural, en las correspondientes clases, con especificación de las respectivas
que por esta vía podemos conseguir, alude, sin embargo, tan
cantidades. Cada clase comprende sólo aquellas unidades que en cualquier sentido
(por ejemplo, en razón a su ubicación) tienen idéntica capacidad para satisfacer las
10 Sólo cuando el progreso técnico alcanzara su fase final y definitiva vendrían
necesidades de que se trata.
a coincidir TI y t.:
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sólo, a las circunstancias correspondientes al estado de equi-


inspiración indicara al jerarca, sin necesidad de recurrir al cál-
librio. Es total nuestra ignorancia por lo que atañe a cómo y
culo económico, cómo más convenía ordenar la producción en
de qué manera cabe llegar al repetido estado de equilibrio. Nos
todas sus faceta s e incluso que con toda precisión le permitiera
encontramos hoy con unas existencias de P, que no coinciden
columbrar la meta final perseguida, restan todavía cuestiones
con las correspondientes al estado de equilibrio. Tenemos que de la máxima trascendencia sin resolver. Porque la tarea del
abordar la realidad tal cual se presenta, es decir, hemos de repetido director no consiste en operar como si con él comen-
operar con P, no con la hipotética P . 11
zara la civilización, cual si se iniciara de la nada la historia
Ese ima inario futuro estado de e uilibrio a arecerá sólo económica. Las herramientas con que ha de operar jamás son
cuan o os meto os e producción se corres ondan con las va- meros recursos ·naturales anteriormente inexplotados. Hay
oraCIOnes e os I erentes actores con la más adelantad bienes de capital, ayer producidos, inconvertibles o sólo imper-
tecruca. odo e un o a a sazón trabaiará en el lu ar fectamente convertibles cuando de atender nuevos cometidos
idóneo y con arreglo al sistema de máxima perfección. Nuestra se trata. Nuestra riqueza cristalizó en útiles y dispositivos cuya
~ctual economía, sin embargo, es distinta. Maneja medios que fabricación fue dictada por valoraciones, conocimientos técni-
no coinciden con aquellos con los que, una vez alcanzado el cos y otras múltiples circunstancias totalmente distintas de las
estado de equilibrio, se contará; tales medios, según es evidente, nuestras actuales. La condición de tales elementos , su cantidad ,
no pueden reflejarse en unos sistemas de ecuaciones que exclu- calidad y ubicación constituyen realidades de máxima trascen-
sivamente aluden a distante estado de equilibrio. De nada le dencia cuando de decidir las futuras operaciones económicas se
sirve al director económico, que ha de actuar hoy bajo las con- trata. Algunos, posiblemente, resulten ya inaprovechables por
diciones ahora prevalentes, el conocer los datos relativos al completo; pervivirán sólo como «factores inexplotados». La
día en que el equilibrio sea alcanzado. Lo que le interesa es mayor parte de los aludidos medios, sin embargo, habrá de
saber cómo puede, del modo más económico, manipular los ser de algún modo aprovechada si no queremos recaer en la
medios de que efectivamente dispone, legados por anteriores extremada pobreza e indigencia del hombre primitivo, si de-
actores, por épocas que de modo distinto valoraban las cosas, seamos sobrevivir durante ese período comprendido entre el
disponiendo de conocimientos técnicos diferentes a los nuestros día de hoy y aquel futuro en que el nuevo aparato de produc-
y sirviéndose de información igualmente dispar a la que ahora ción comience a operar. No puede el jerarca limitarse a atender
manejamos acerca de las disponibles fuentes de materias pri- la producción de mañana desentendiéndose de la suerte que sus
mas. Lo que aquel director quiere saber es cuál sea el próximo tutelados puedan correr durante la correspondiente espera. Ha
paso que haya de dar. De nada le sirven para ello las ecuaciones. de cuidarse de que sean explotados del mejor modo posible
Supongamos un país aislado, de circunstancias económicas todos y cada uno de los disponibles bienes de capital.
similares a las de la Europa central de mediados de siglo pa- No sólo los tecnócratas, sino también los socialistas de
sado, cuyos gobernantes, sin embargo, perfectamente conocieran todos los colores, reiteran una otra vez ue e recisamente
todos los adelantos de la moderna técnica americana. :rales je- la enQIme cantI a e riqueza acumulada lo que ha de permi-.,..
rarcas sustancialmente sabrían la meta a la ue al aÍs desea- tir la lasmación de sus ambiciosos pro ectos. Pasan o
an conducir. Pese a ello, su ceguera sería absoluta en cuanto sin em argo, al tiempoL que una gran proporción de tales ri-
al modo más erfecto expeditivo ara ir transformando el quezas cristalizó a en eSQecíficos bjeñes de capital, ayer pro-
sIstema económico de re erencia en el otro deseado. UCIos, ue resu tan ho más o menos antic
Vemos, pues, que, aun cuando admitiéramos que milagrosa punto e vista e nuestras actuales valoraciones y nuestros
actuales conocimientos técnicos._La actividad productiva, opi-
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SEXTA PARTE

El mercado intervenido

11 En relación con este problema algebraico, vid. PARETO, Manuel d'économir


politique (París, 1927), 2.' ed., pág. 233 Y sigs.; y HAYEK, Collectivist Economir
Planning (Londres, 1935), págs. 107-214. Lo expuesto, por otra parte, evidencia qu ,
a los efectos examinados, virtualidad alguna pueden tener los computadores e1ectr6
nicos.

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