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Colección dirigida por

ALFONSO CARLOS BOLADO


Yann Richard

El islam shií

Traducción de Juan Vivanco

edicions bellaterra
YANN RICHARD es profesor de estudios iraníes en la nueva Sorbona, in-
Índice
vestigador del Centre National de la Recherche Scientifique y director de
Abstracta Iranica. Entre sus obras. Le chiisme et Iran. Imam et Révolu-
tion (19801. Ha dirigido la edición de Entre l'Iran et l'Occident. Adapta-
dor? et assimilation des idées et techniques ~ciernes; Teheran au-de-
sous du volean (con Bernard Houcade, 1987) e Intellectuels et militants
de l'Islam contemporain (con Gilles Kepel, 1990).

Prólogo ............................................................................... 11

1. Dos palabras sobre el shiismo .................................. 15


El shiismo en cifras ...................................................... 16
Particularidades doctrinales ...................................... 18
Prácticas ......................................................................... 21
En el paraíso de la «Resplandeciente» .................... 25

2. Una sagrada familia .................................................. 31


Ali, entre la gloria y el fracaso .................................. 32
El clan de los Alidas .................................................... 38
La batalla de Karbala .................................................. 44
De la matanza al mito .................................................. 46
El renunciamiento y el «martirio» de los 'mames 50
De Hoseyn al Imam oculto ......................................... 51
La Ocultación del Imam ............................................. 58
El imamato y la organización comunitaria .............. 62
El shiismo y la Sagrada Familia ................................ 66

3. Una teología mística .................................................. 71


El orden clerical y el desorden de los místicos . . . 74
Sufismo y shiismo ......................................................... 77

7
La mística en el shiismo primitivo ......................... 79 7. Un pensamiento revolucionario islámico ........... 209
El shiismo clerical contra el sufismo ..................... 81 ¿Clérigos y laicos, la misma lucha? ....................... 210
... y la filosofía ......................................................... 83 Un pensamiento shií no clerical ............................. 216
Sohravardi ........................................................... 85 La «espontaneidad organizada» del presidente Bani-
Molla Sadra ......................................................... 87 Sadr ........................................................................... 221
Pensadores contemporáneos ............................. 89 La ideología de un gran partido shií ....................... 225
Los cismas del shiismo moderno ........................... 92 Un clérigo que piensa y los que «piensan claro» . . 232
Dos nuevas religiones, el babismo y el baha'ismo 96 El sermón, medio de comunicación ideológico . . 233
Una nueva forma de la religión, la ideología ........ 240
Relaciones entre shiís y sunnís ............................... 243
4. Un destino unido a Irán ........................................ 103 La peregrinación y su ideología ............................. 249
El lugar del clero ....................................................... 104 ¿Es revolucionario el shiismo? ............................... 251
El Guía de la comunidad ........................................... 108 ¿Una nueva forma de nacionalismo? 253
¿Un chiismo «sin clérigos»? .................................... 112
El clero y la nación ................................................... 118
Duelo y baile por los mártires .................................. 124 Conclusión ...................................................................... 261
El sentimiento religioso, del ritual al mito ............. 129
¿Shiismo culto o shiismo popular? .......................... 136.
Anexos .......................................................................... 269

Datos cronológicos ................................................... 271


5. Los shiíes fuera de Irán ........................................... 141
Iraq ............................................................................. 141
Bibliografía ................................................................ 273
La península arábiga ................................................. 150
Líbano ......................................................................... 153
Glosario ...................................................................... 283
De la sumisión a la rebelión .............................. 158
Amal, Hezbollah y compañía .................................. 164
Afganistán .................................................................. 172
Índice alfabético ........................................................... 291
El subcontinente indio ............................................... 175

6. El shiismo, las mujeres y el placer ....................... 185


Matrimonio de placer, el mito .................................. 189
La teoría .................................................................... 191
La justificación ideológica ...................................... 196
¿Matrimonio o prostitución? .................................... 200
Matrimonio... blanco ................................................. 202
¿Una revancha de las mujeres? ................................ 203
Relaciones entre los sexos ......................................... 205
Prólogo

Diciembre de 1983: Francia acaba de prestar a Iraq, que ha-


bía atacado a Irán en 1980, cinco aviones Super-Étendard con
misiles Exocet, temibles para las instalaciones petroleras del
golfo Pérsico. Teherán orquesta enseguida una violenta cam-
paña antifrancesa, en respuesta a la campaña antiiraní y amtiis-
lámica de Francia.
Yo había ido a Irán por razones familiares y profesionales y
me encontraba entonces en Mashhad, gran ciudad de peregrina-
ción cercana a la frontera con Afganistán. El hermano de un
amigo, un clérigo muy conocido de la facultad de teología lo-
cal, insistió en verme en el hotel donde me hospedaba con mi
suegro iraní y uno de sus amigos, que habían venido de peregri-
nación. Finalmente acepté su invitación a almorzar, formulada
con gentileza: «Enviaré a mi hijo a buscarle mañana hacia las
doce».
La comida fue deliciosa, y lamenté que las conveniencias no
me permitieran felicitar a la mujer de mi anfitrión, que no apa-
reció. Estuvimos viendo la biblioteca privada del teólogo. Ese
mollah majestuoso y sonriente también era aficionado a los li-
bros antiguos, los manuscritos y las litografías. Nos enseñó
unas caligrafías magníficas, y me dio varias obras raras, un ca-
tálogo bibliográfico que había editado. Luego, cuando estába-
mos a punto de despedirnos, nuestro anfitrión me miró a los
ojos y preguntó amigablemente: «Señor Richard, ¿es usted cris-
tiano?».

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Confieso que vacilé un instante: un doctor de la Ley sabe He optado por describir las «creencias e ideologías» más que
bien, en el islam, que el yerno de un musulmán sólo puede ser los dogmas, y así hacer hincapié en la articulación del hecho re-
musulmán. La República Islámica no es cl lugar más apropiado ligioso con las sociedades contemporáneas, describir las preo-
para enfrentarse a las normas del derecho religioso. La res- cupaciones políticas y étnicas antes que la historia «objetiva».
puesta más sencilla habría sido una mentira social que el Señor, El peligro de caer en el subjetivismo es evidente... ¿Cómo iba
en su misericordia. me habría perdonado. (En efecto, así son permanecer como observador inerte e indiferente ante un fenó-
las cosas en los países musulmanes: eres musulmán por naci- meno de tal envergadura, sobre todo en sus prolongaciones re-
miento —o te conviertes— sin que nadie te bautice ni sanciones volucionarias, que a veces han tenido un reflejo pavoroso en
siquiera simbólicamente la entrada en la fe. Todos los hombres los medios de comunicación? Resulta evidente que cuando es-
son musulmanes en potencia, y los que tienen la suerte de nacer cucho lo que dicen los protagonistas, por ejemplo los ayato-
o entrar en la comunidad de los elegidos no pueden, en ningún llahs o los militantes, puedo caer en realzar sus planteamientos
caso, salir de ella. En Irán, debido a una libertad particular de y convertirlos en la exposición de una verdad, pasando por alto
esta nación, la cultura popular no conoce la presión religiosa, y las múltiples circunstancias que podrían desvalorizarlos... A ve-
los iraníes nunca me han pedido una profesión de fe pública. ces se ha acusado a los orientalistas o a los politólogos de incli-
¿A qué venía, pues, la pregunta de mi anfitrión?) narse demasiado por esas lógicas culturales que pretenden ex-
El que me preguntaba había dado muestras de una hospitali- plicar los acontecimientos a partir de estructuras ideológicas
dad tan calurosa que me sentí incapaz de escabullirme. Él cono- preexistentes: las sociedades estarían destinadas, de alguna ma-
cía de antemano la respuesta. Su reacción, a la vez sublime y nera, a tener un tipo de estado, y los sucesos —por aciagos que
sencilla, me hizo llorar de emoción: me ofreció -una vieja edi- sean— serían inevitables... Todos estos debates están abiertos,'
ción del Nuevo Testamento, en persa, con encuadernación anti- nos obligan a escuchar los razonamientos de los ayatollahs con
gua de broche dorado, explicando que también tenía una Biblia circunspección, ¡ojalá no nos impidan oírlos!
completa. Mi suegro, al principio molesto por mi osadía de sa-
lirme de las convenciones en su presencia, acudió luego en mi
ayuda con una declaración sobre el origen común de las religio- Notas
nes monoteístas.
1. Véase en especial. F. KHOSROKHAVAR, y P. VIEILI.E, et. al., «L'orienta-
El reconocimiento de mi alteridad por parte de un guardián lisme. Interrogation», Peuples méditerranéens, 50 (enero-marzo de 1990).
del dogma rígido del islam me deja una deuda de profundo
agradecimiento a ese mollah humanista, a mi suegro que fue
mi testigo y a todos los que, en un momento en que los shiíes
iraníes pasaban por circunstancias tan difíciles, no perdían la
cabeza y guardaban en su corazón, contra todas las tempesta-
des, la frágil llama de la fe y la tolerancia. Este libro también se
propóne ver en los shiíes, que creen en Dios a su manera, unos
hombres como los demás, con sus miedos, sus esperanzas y sus
deseos.

* * *

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Dos palabras sobre el shiismo

El islam tiene dos ramas principales, el sunnismo, mayoritario,


y el shiismo (shi'a, tashayyo'). En el shiismo la tendencia más
importante es el imamismo «duodecimano» (en árabe esna' as-
hari), llamado así por el culto a los Doce Imames que sucedieron
al Profeta. Es la religión oficial de Irán desde 1501, año del adve-
nimiento de la dinastía safaví. Otras ramas del shiismo, como el
ismailismo o el zaydismo, tienen un origen común con el ima-
mismo duodecimano, pero se separaron cuando interrumpieron
antes del duodécimo la lista de los imames y adoptaron reglas
distintas, sobre todo de cara al poder político. Los alawíes, los
drusos y distintos grupos marginales tienen vínculos históricos
con el shiismo; sus fieles no son muy numerosos. En este libro
vamos a tratar sobre todo del imamismo duodecimano, mayorita-
rio en el shiismo.
El islam tiene de religión árabe lo que el cristianismo de reli-
gión judía. El mayor número de musulmanes se encuentra ac-
tualmente en Asia, con Indonesia y la península indopaquistaní a
la cabeza. La nación iraní, que es una de las civilizaciones más
antiguas del mundo, representa hoy el gran centro del islam shií.
Los iraníes son arios que a lo largo de los siglos se mezclaron
con poblaciones semíticas y, desde el siglo x de nuestra era, con
poblaciones de origen turcomongol procedentes de Asia central.
En términos generales, se han respetado las transcripciones de palabras Han conservado su cultura y su lengua indoeuropea, el persa
árabes y farsis del autor, castellanizándolas en lo posible, en la inteligencia de
que se trata de una lícita opción de aquél y que no coincide con las formas ha- (farsi), pero siempre han utilizado alfabetos semíticos (antigua-
bitualmente usadas en nuestro idioma. (N. del E.) mente arameo, hoy árabe) para escribir su lengua. El persa mo-

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derno ha evolucionado muy poco desde hace diez siglos, pese a manos en la frontera turkmena, los kurdos y algunos árabes en la
la aportación del vocabulario árabe (el 50 por 100 de las palabras frontera iraquí. Las minorías no musulmanas, todas ellas con más
de la lengua literaria) y turco. Irán y Persia son lo mismo: en antigüedad en el país que el islam (los zoroastristas, los judíos y
1935 Reza Sha prohibió que las cancillerías extranjeras utilizaran los cristianos), sólo representan el 1 o 2 por 100 del total de la
el nombre tradicional, hasta entonces conocido únicamente por población. Los bahaís, cuya religión surgió del.shiismo, eran el 1
los occidentales. y les ordenó que lo sustituyeran por Irán, nom- por 100 de la población antes de la revolución (no se les contaba
bre empleado por los iraníes desde la antigüedad para designar a en la estadística porque no estaban reconocidos por el estado
su país (es como si a los alemanes les diera por obligarnos a lla- iraní).
mar Deutschland a su país). Antes del islam, la religión principal En Iraq los shiíes son la mayoría, y representan aproximada-
de Irán era el zoroastrismo (culto a Ahura Mazda). El judaísmo mente el 55 por 100 de la población (de unos 18 millones de ha-
está presente desde la más remota antigüedad (después del cauti- bitantes). Concentrados sobre todo en el sur del país, concreta-
verio de Babilonia), y el cristianismo desde los primeros siglos mente en torno a los lugares santos shiíes de Nayaf y Karbala,
de nuestra era. La islamización fue rápida, pero no niveló la cul- fueron una pieza clave en la antigua rivalidad por el control de
tura ni eliminó la lengua. En la actualidad hay un 98 por 100 de las peregrinaciones shiíes entre el imperio otomano y la monar-
musulmanes en Irán, de los que aproximadamente un 84 por 100 quía iraní. Hasta 1918 los funcionarios otomanos les trataron
son shiíes. como a una minoría levantisca, y luego, gracias a la relativa lai-
cización del régimen baasista, gozaron de un tratamiento más
equitativo.
El shiismo en cifras En la península arábiga el shiismo, en general, se encuentra en
una posición incómoda debido al escaso número de sus adeptos y
Ningún país musulmán publica estadísticas fiables de la pro- la hostilidad teológica de los wahhabís fundamentalistas de Ara-_
porción de musulmanes minoritarios dentro de sus fronteras. La bia Saudí: el imamismo, según estos últimos, mezcla el islam
distinción entre sunníes y shiíes todavía entraña demasiada vio- original con creencias politeístas y prácticas idólatras.2 Los shiíes
lencia, y representarla en términos de mayoría-minoría provoca- sólo son mayoritarios en las islas de Barhein (un 70 por 100,
ría vivas reacciones. Sin embargo, atando cabos se pueden esta- cerca de 170.000 fieles shiíes), que antiguamente pertenecieron a
blecer unas proporciones cuya credibilidad es aceptada por la Persia y fueron reivindicadas por Irán hasta 1971 (una nueva rei-
mayoría de los especialistas: de los 800 a 900 millones de musul- vindicación efímera fue desmentida enseguida por Teherán en
manes que hay en el mundo, cerca del 11 por 100 (es decir, más 1979), pero el estado se encuentra en manos de los sunníes. En
de 80 millones) son shiíes.1 Kuwait, donde vive una importante colonia persa, hay una mino-
Irán, con al menos 43 millones de fieles (de una población to- ría de unos 137.000 shiíes, el 24 por 100 de los ciudadanos ku-
tal de 52 millones de habitantes en 1990), posee la comunidad waitíes, pero sólo el 10 por 100 de la población (que incluye a
shií más importante, y desde luego la más homogénea. No se muchos extranjeros). También hay importantes comunidades
trata de homogeneidad étnica: sólo la mitad, más o menos, de los shiíes en Qatar (el 20 por 100 de la población, unos 50.000
shiíes iraníes son persanófonos. También son shiíes el 20 por 100 shiíes) y los Emiratos Árabes Unidos (el 6 por 100, 60.000 fie-
de los kurdos, la mayor parte de las tribus arabófonas de Juzistán les). En Arabia Saudí puede haber unos 440.000 shiíes, el 7 por
y la mayoría de los turcófonos (entre ellos, casi todos los azerbai- 100 de la población saudí y el 5 por 100 del total de residentes en
yanos). Los sunníes iraníes suelen encontrarse en los márgenes el país.
geográficos: los baluchi en la frontera con Paquistán, los turco- En el Líbano los shiíes, tradicionalmente llamados motawila

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(plural de mutawali) constituyen, con cerca de un millón de fie- que los alawís de estos países (cuatro millones y 900.000, res-
les, la tercera parte de la población. Están repartidos por el sur pectivamente) se puedan considerar imamís.4 Pero se trataría de
(Yabal Amil) y en la llanura de la Bekaa, a lo largo de la frontera un malentendido. Este islam heterodoxo turco, cuyos adeptos ha-
con Siria, pero también, desde fechas recientes, en los alrededo- bían adoptado en el siglo xvi algunas prácticas shiíes, como el
res de Beirut. Muchos de ellos emigraron al África Negra, donde culto de los doce Imanes, la reserva mental (taqiya) o las celebra-
prosperan en los negocios, sin romper sus vínculos con la madre ciones del moharram no están de acuerdo con un rito shií estable-
patria. cido. Sus reuniones no se celebran en las mezquitas y no hay
La India, que es hoy el segundo país musulmán del mundo, clero para dirigir la oración. En ciertos aspectos, los alauíes se
cuenta con unos 80 millones de musulmanes (el 12 por 100 de la parecen a los ismailíes por su ritual secreto, su interpretación li-
población total). De esta comunidad, se considera que entre un bre del Corán, etc. Pero una parte de sus creencias son de origen
15 y un 20 por 100 son shiíes, tantodmamís como ismailís. En re- preislámico (animismo, dramanísmo) con apariencias islámicas.
Existen sin embargo comunidades sihíes turcas, un total de mi-
alidad. a veces es difícil distinguir entre sunníes y shiíes, porque
llón y medio de personas, que viven en el noreste, entre los aze-
las luchas entre comunidades hacen que muchos shiíes indios di-
ríes del distrito de Kars, por una parte, y en Estambul, entre los
simulen sus diferencias. En Paquistán se calcula que hay 12 mi-
iraníes que se establecieron a partir del siglo xix. Los azeríes tur-
llones de fieles shiíes, que se concentran sobre todo en Penjab,
cos van a la mezquita y son inhumados en cementerios, a dife-
en la región de Lahore. rencia de los alauíes.
Los shiíes de Afganistán son cerca del 15 por 100 de la pobla-
Tras la toma del poder por el presidente Hafez al-Asad en
ción, es decir, unos 2,5 millones. Pertenecen a la etnia hazara y a 1971, la minoría alawí de Siria, que representa cerca del 10 por
la qezelbash, que serían descendientes de los soldados y funcio- 100 de la comunidad musulmana de este país, controla todos sus
narios instalados en el país por el soberano iraní Nader Sha en el órganos políticos centrales, con grave perjuicio para los sunníes
siglo xvm, y por varios grupos persanófonos. Por lo general son militantes, sobre todo los Hermanos Musulmanes. También hay
despreciados por la mayoría sunní, que siempre ha gobernado el cerca de 50.000 shiíes duodecimanos en Siria, y millón y medio
país y no reconoció legalmente la legitimidad del shiismo y de la en Turquía.
jurisprudencia yafarí hasta 1963. La revolución iraní y el papel
de los grupos islamistas en la resistencia a la ocupación de Afga-
nistán por las tropas soviéticas aumentaron la importancia de los Particularidades doctrinales
shiíes, pero sin fundirles en un proyecto nacional con los sun-
níes.3 ' Después de la revolución iraní todo el mundo sabe que los
Entre los cerca de 100 millones de musulmanes de la antigua shiíes son musulmanes que, como los sunníes, respetan el dogma
Unión Soviética, hay una importante comunidad shií en Azerbai- central de la unicidad de Dios (tawhid, «no hay más dios que
yán (4,5 millones), muy interesada, debido a la permeabilidad Dios»), el mismo texto sagrado (el Corán),4b al mismo profeta
audiovisual de las fronteras y a la identificación étnica, por lo Muhammad (nuestro Mahoma), la misma creencia en la resurrec-
que sucede en el lado iraní; los grupos shiíes de Asia central es- ción seguida del Juicio Final (maad) y las mismas obligaciones
tán inmersos en una masa sunní que mira más bien hacia Paquis- fundamentales: oración, ayuno, peregrinación, limosnas y yihad
tán y Arabia Saudí para su renovación religiosa, aunque Irán si- (guerra santa). Estos puntos en común son más fundamentales
gue representando para ellos el refinamiento de la lengua y la que las divergencias: en teoría no hay ningún obstáculo (aunque
cultura. en el pasado los hubo y de hecho, todavía los hay) para que un
A estas cifras habría que añadir las de Siria y Turquía, siempre shií haga la oración con sunníes, o viceversa.

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A las creencias fundamentales del islam, la unicidad de Dios, sor de Muhammad fue ocultado a las miradas de los suyos en esa
la profecía de Muhammad y la resurrección de los muertos, los fecha; los shiíes duodeei manos (que reconocen doce imames,
shiíes añaden la creencia en la justicia de Dios ( 'cidl) y en el ima- esna `ashari) creen que el último Imam sigue viviendo y volverá
mato. A diferencia de algunas tendencias del sunnismo, que in- en el final de los tiempos para instaurar un reino de justicia y
sisten en la voluntad arbitraria de Dios (el asharismo, que re- verdad.5
chaza el uso de la razón para iluminar la fe), el shiismo, de Los dogmas shiíes se basan en unas compilaciones de tradicio-
acuerdo con una teología más racionalista (la de los mutazilíes), nes distintas de las de los sunníes, los Cuatro Libros, cuyos títu-
proclama que Dios sólo puede actuar con justicia, lo cual implica los son muy sugerentes: Lo que es suficiente en el conocimiento
cierta racionalidad en la creación, y sobre todo que el hombre es de la religión (al-Kafi fi 'elm od-din), de Muhammad Koleini
libre de elegir sus propios actos. De lo contrario Dios castigaría (muerto en 941); El que no tiene un jurista a su disposición (Man
al hombre por una desobediencia de la que éste no sería respon- la yahzoroho 1-faquih), del jeque Saduq b. Babuya (muerto en
sable. 991); La Rectificación de los dogmas del jeque Muhammad al-
El imamato (emama) es, de alguna manera, la consecuencia y Tusi (muerto en 1067); y por último La mirada perspicaz a las
la aplicación del principio de justicia a la dirección de la humani- divergencias de la tradición (al-Estebsar fi ma-khtolefa fihe men
dad. Dios, que creó a los hombres, no podía admitir que fueran al-akhbar), resumen del anterior por el mismo jeque Tusi.
hacia su perdición. Por eso les envió a los Profetas, el último de A estas colecciones se añaden otros libros más recientes, me-
los cuales fue Muhammad, para guiarles por la senda de la justi- nos fiables desde el punto de vista de la autenticidad de las tradi-
cia y la verdad. Pero tras la muerte del último Profeta era incon- ciones que se reseñan en ellos, como los numerosos volúmenes
cebible que Dios, en su sabiduría, hubiera dejado a los hombres del Océano de las Luces (Behar ol-anvar) de Muhammad- Baqer
solos sin que, en cada época, existiera un garante espiritual, una Maylesi, teólogo de la época safaví (muerto en 1699), muy criti-
prueba de la veracidad de la revelación, para dirigir a la comuni- cado por los reformadores modernos, que le acusan de recargar
dad: es el Imam, el «Guía». Dado que desempeña un papel fun- la religión con toda clase de creencias secundarias algunas de las
damental en la relación entre Dios y los hombres, el Imam no cuales, en especial las normas referentes a la vida sexual, hacen
puede ser elegido por los hombres falibles ni depender de las vi- reír hoy a los espíritus más abiertos.
cisitudes de la historia: debe cumplir ciertos requisitos básicos, La doctrina shií difiere bastante de las escuelas sunníes en lo
estar perfectamente instruido en los asuntos religiosos, ser per- concerniente a la herencia y el matrimonio. El lugar reservado a
fectamente justo y equitativo, ser perfecto, carecer de defectos las mujeres se debe sin duda al importante papel que tuvo Fátima
(ma'sum), ser el más perfecto (afzal) de su época, porque no se en el origen del shiismo. Pero el islam es, ante todo, una religión
concibe que uno más perfecto obedezca a uno menos perfecto. de hombres, y el shiismo, al reconocer la legitimidad del matri-
Debe formar parte de lo que Henry Corbin llama «Pleromo in- monio temporal «de placer», sin duda trató de reconocer más de-
maculado» de la gnosis shií, que comprende a los Catorce Purísi- rechos a los hombres, digan lo que digan sus apologetas actuales
mos, es decir, Muhammad, su hija Fátima y los Doce Imames, quienes, por el contrario, lo consideran una muestra de flexibili-
creados desde siempre. El Imam es designado por una investi- dad y mayor realismo en la moral.
dura sobrenatural (nass) procedente de Dios por mediación del
Profeta o del Imam anterior a él: su autoridad le viene de arriba.
Es así como el Imam infalible enlaza la comunidad humana con Prácticas
el mundo invisible.
Los shiíes, desde el año 874 de la era cristiana, se encuentran Los musulmanes sunníes rigoristas, como la secta wahabbí
en la época del Duodécimo Imam. En efecto, el duodécimo suce- que domina Arabia Saudí, desprecian ostensiblemente el culto a

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los muertos, condenado de forma explícita por el Profeta. No co- de 1987 (402 muertos, 275 de ellos iraníes), no se deben a una
locan lápidas sepulcrales ni construyen mausoleos. En esto se di- politización imputable exclusivamente a los shiíes: todos los mi-
ferencian de los shiíes, que no sólo honran a sus muertos, elevan litantes íslamistas, ya fueran sunníes o shiíes, consideran la pere-
a sus santos los monumentos más suntuosos, organizan peregri- grinación anual como una concentración internacional política y
naciones a la tumba de los imames y sus descendientes (los religiosa a la vez. Muchos shiíes (¿la mayoría?) desaprueban esta
emamzada), sino que hacen de la muerte y el martirio el centro politización abusiva del hayy.
de sus devociones. La memoria viva de los difuntos y la interce- Otra peculiaridad de la devoción shií: la importancia que da a
sión de los imames se considera una protección eficaz en esta la visita a las tumbas de los santos (ziyara), recomendada por los
comunidad que guarda el recuerdo de persecuciones seculares teólogos. Se trata sobre todo de la tumba de los Imames, que son
por parte de los sunníes. como intermediarios, intercesores entre los hombres y el Dios
Los shiíes agrupan las cinco oraciones obligatorias en tres inaccesible del islam. Los shiíes también rinden culto a los des-
momentos del día: la del mediodía y primera hora de la tarde se cendientes de los Imames (en Irán, emamzwin, zeyyed) que, por
rezan juntas, así como las de antes de ponerse el sol y la noche. su conocimiento espiritual y su vida, habrían sido un signo divino
Según una tradición, el Profeta consideraba lícita esta práctica. en la tierra. Son las gentes de la Familia del Profeta.
El llamamiento a la plegaria es el mismo que entre los sunníes, En Irak los grandes centros de peregrinación shií son Karbala
salvo la invitación a la buena obra (hayya 'ala jeyr ol-amal), que (tumba del Imam Hoseyn, que purifica de todos los pecados al
se añade dos veces tras la invitación a la salvación (hayya `ala'l- visitarla), Nayaf (mausoleo del Imam Ali, construido, según cier-
falah), al igual que la fórmula «Soy testigo de que Alí es el pró- tas tradiciones, sobre el emplazamiento de la tumba de Adán y
ximo - vali, amigo y poseedor del poder — a Dios» (ashhado an- Noé), Samarra (mausoleo del Imam Ali-Naqi) y Kazemeyn (Ima-
na'Alian vali'ol-Lah), repetida dos veces tras la profesión de fe.
mes Musa Kazem y Mohammad-Taqi). Estos lugares se llaman
Así es como se puede saber si una mezquita es shií o sunní.
los `atabat, los «Umbrales» sagrados I os ritos de peregrinación,
Como todos los musulmanes, los shiíes rezan la plegaria des-
como en La Meca, incluyen procesiones giratorias alrededor de la
pués de las abluciones rituales (algo distintas en su caso) sobre
tumba del santo (en sentido contrario a las agujas del reloj), lec-
una pequeña alfombra de plegaria que no esté manchada por las
tura de oraciones peregrinatorias (ziarat-nama) y toque de la verja
impurezas. Habitualmente colocan un ladrillo pequeño de arcilla
que rodea la tumba. Según una antigua creencia, los que son ente-
sacada de un lugar santo (Mashad, Karbala o Nayaf) en el lugar
rrados en Nayaf no conocen los tormentos de ultratumba, en espe-
donde la frente tocaría el suelo. Mantienen viva una espirituali-
cial el espantoso interrogatorio de los ángeles Monker y Nakir.
dad particular con rezos relacionados con los imames, como la
Por eso muchos shiíes disponían que les enterraran alrededor de
plegaria que el Primer Imam Alí le enseñó a su discípulo Ko-
estos lugares sagrados, y su cadáver, no hace mucho tiempo, reco-
meyl ebn Ziyad. La recitación de esta bella oración mágica, nor-
rría largas distancias a lomos de mula, en contra de todas las nor-
malmente prevista para el aniversario tradicional del Duodécimo
Imam (15 del mes de sha'ban, en el calendario lunar), se hace de mas profilácticas durante las epidemias, una costumbre denun-
manera supererogatoria los jueves por la noche. En Irán se llama ciada por los reformadores laicos.
Do' a-ye Komeyl, la oración de Komeyl. Para los numerosos shiíes de Irán, sobre todo en la época de
Como todos los musulmanes, los shiíes también tienen la obli- las hostilidades entre Iraq y el gobierno de Teherán, la única pe-
gación ritual de hacer por lo menos una vez en la vida la peregri- regrinación que cuenta es la de Mashhad. Antiguamente había
nación a La Meca (hayy). Los disturbios que se produjeron en el que atravesar parajes inhóspitos infestados de bandidos turcoma-
hayy después de la revolución iraní, concretamente el 31 de julio nos (descritos por Gobineau en sus Nouvelles asiatiques), afron-
tar los rigores del desierto, o embarcarse y adentrarse en las rutas

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«modernas» que pasaban por Asia central, bajo dominio ruso, fesó que Qom y Oxford eran las dos ciudades del mundo donde
para llegar a este oasis de frescor donde se alza el inmenso san- se sentía a gusto, porque en ellas la enseñanza y el estudio son,
tuario del Imana Reza, el Octavo, cuya cúpula dorada, flanqueada verdaderamente, la actividad central. En estas dos ciudades de
por otras cúpulas de cerámica tornasolada de la época timurí (si- vieja tradición, apreciaba los intercambios internacionales y la
glo xv), dominan toda la ciudad. Mashhad, gran mercado pro- indiferencia ante los juicios del mundo exterior. La biografía ape-
vincial y gran encrucijada de Asia central, brinda mucho más que nas novelada de este mismo mollah, escrita por un universitario
un simple santuario. y uno no se cansa de descubrir en ella los te- norteamericano, da una idea muy viva de los círculos de estu-
soros humanos e intelectuales de una metrópolis. dios clericales en Qom, y las múltiples corrientes de pensamiento
Otra importante peregrinación iraní es la que se realiza a la que se confrontan allí.6 Una atrevida inglesa se coló, disfrazada
tumba de la hermana del Imam Reza, santa Fátima la Pura (Haz- de hombre, en el santuario de Qom y en sus escuelas teológicas a
rat-e Fatema-ye Ma'suma), en Qom, 120 kilómetros al sur de Te- principios de los años setenta: su relato, irreverente pero apasio-
herán. Lo que Mashhad tiene de próspera y grande, Qom lo tiene nante, revela hasta qué punto los jóvenes mollahs de esta ciudad
de provinciana, incluso después de la revolución islámica, que la con fama de poco hospitalaria la trataron con franqueza y enta-
convirtió en segunda capital: el agua es salobre, las mujeres van blaron con ella un diálogo de una viveza sorprendente.7
enfundadas en unos feos sacos negros, el bazar es minúsculo, los Sería prolijo citar todos los lugares de peregrinación shiíes, en
mollahs invaden toda la pequeña ciudad, de modo que no hay Irán y fuera de Irán, pues cada uno, como el de san Abd ol-Azim,
callejón, plazuela o tenderete donde no te persiga el perfume al sur de Teherán, o el del Maestro de la lámpara (Shah Tche-
agrio que se ponen ritualmente. En todas partes se venden obje- raq), en Shiraz, tienen su especialidad. Al estallar de la guerra
con Iraq los iraníes acudieron en masa al mausoleo de santa Zey-
tos de culto, cuadrados de barro para poner la frente durante la
nab, la hermana de Hoseyn, junto a Damasco, en Siria, donde
oración, rosarios, coranes y libros de devoción popular, pero
hacían piadosos «circuitos turísticos» organizados para las fami-
también pasteles de sowhan, pringosos y acres, demasiado empa-
lias de las víctimas de la guerra. En 1977 fue enterrado allí el es-
lagosos. Y si al atardecer queremos dar una vuelta a la orilla del
critor prerrevolucionario Mi Shariati. En Irán, con ocasión de su
río, para huir de la polvareda, lo encontraremos seco en cualquier
funeral, estallaron disturbios, y la policía del Sha no lo autorizó.
estación. Entonces se le preparó una sepultura cerca de la antigua capital
Esta reputación no suprime el encanto de Qom y yo, cristiano
de los Omeyas, y el Imam Musa Sadr, un religioso iraní que lle-
francés, siempre me he sentido a gusto allí. En Qom nunca me vaba mucho tiempo viviendo en el Líbano, pronunció las oracio-
han preguntado quién era, por qué estaba ahí, ni lo que pensaba nes rituales. Más reciente, la tumba del Imam Jomeini, que se
del islam o del gobierno: una discreción cortés le ahorra al recién encuentra cerca de Teherán, se está convirtiendo en uno de los
llegado el tener que justificar su presencia incongruente, que se grandes lugares de peregrinación shií desde 1989. ¿Será arrasada
acepta como todas las cosas incongruentes de esta ciudad. Tanto algún día, como lo fue el mausoleo de Reza Sha diez años antes?
los libreros como los bibliotecarios saben lo que es un investiga- ¿O llegará a ser, en los siglos venideros, un dispensador de cura-
dor, en este lugar totalmente consagrado al estudio y la edición ciones milagrosas?
de libros. En Qom siempre ha habido muchos extranjeros e, in-
cluso antes de la revolución islámica, se podían ver con frecuen-
cia conversos europeos, norteamericanos o japoneses, por no ha- En el paraíso de la «Resplandeciente»
blar de los estudiantes libaneses, iraquíes, indopaquistaníes o
africanos. El shüsmo rinde culto a la muerte y al martirio. No hay nada
Un día de 1981, en Oxford, un conocido mollah iraní me con- que ilustre mejor las creencias y la concepción de lo sagrado de

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los shiíes que su devoción por las grandes figuras simbólicas del Este pueblo fascinado por lo sagrado y por el martirio se ve grati-
pasado que son el espejo de su comunidad, honradas por haber ficado por un héroe muerto a edad avanzada en la cima de su po-
padecido martirio, por haber dado ejemplo. El agradecimiento der que duerme para siempre al lado de otros, demasiado nume-
hacia ellos pasa por un viaje iniciático. El mérito de esta visita de
rosos, que hallaron la muerte en la flor de la vida defendiendo su
peregrinación consiste en el hecho de que se ha salido de lo coti-
causa.
diano y se ha recorrido un largo camino para participar en sus
En efecto, fue en esta inmensa necrópolis donde Jomeini pro-
duelos, llorar con ellos, librar con ellos una lucha simbólica con- nunció su primer discurso después de bajarse del avión que le
tra las fuerzas del mal.
traía de París. Denunciaba al régimen del sha como un régimen
¿Cómo se crea una peregrinación, cómo un muerto se hace de muerte. La historia comparará y juzgará: lote de los «márti-
portador de méritos para los creyentes que rezan sobre su tumba?
res» de la guerra entre Irán e Iraq, lote de los mártires, de las víc-
¿Cómo llegan los milagros, reales o imaginarios? A estas pre-
timas de atentados... Behesht-e Zahra se ha convertido en el
guntas se puede contestar desde 1989, fecha en que un gran santo punto de reunión de las grandes procesiones dolientes de las víc-
shií muerto entre su gente y enterrado en un ambiente de histeria timas del nuevo régimen, y nadie se puede llamar a engaño sobre
colectiva es objeto de un culto sin precedentes. El santuario del las consecuénciás de la revolución y la guerra al ver el movi-
Imam Jomeini (muerto el 3 de junio de 1989) está al lado del ce- miento actual de la necrópolis. Sin embargo, Jomeini fue ente-
menterio de Teherán: es el «Paraíso de la Resplandeciente hija rrado aquí mismo, en su propio país, rodeado de una enorme
del Profeta» (Behesht-e Zahra), cerca de la antigua ciudad de
multitud fervorosa.
Rey, Ragés en la Biblia, donde desde hace siglos descansa en su Sus oponentes denunciaron una manipulación. No lo entendie-
mausoleo el santo Abd ol-Azim, un teólogo contemporáneo de ron. Dijeron, con razón, que el estado ejerció fuertes presiones
los Imames Undécimo y Duodécimo, junto al cual se enterraron sobre las colectividades locales para que pagaran y se pudiera
también los restos de los soberanos qayarís.
construir un santuario atractivo, con suntuosas alfombras y múl-
El santuario, que al principio se construyó con medios impro- tiples servicios. Pero no pueden negar que Jomeini ha sido el pri-
visados y luego fue ampliado y edificado con materiales más no-
mer jefe de estado iraní desde Mozaffaroddin Sha (1907) que no
bles para la posteridad, está rodeado de toda la infraestructura de
ha muerto en el exilio, odiado por su pueblo. Esta victoria es
un gran centro de peregrinación: hospedajes, oratorio, aparca-
también la del pueblo iraní sobre las potencias que una tras otra
miento, aseos, salas de descanso y predicación, jardines con una manipularon a las últimas monarquías iraníes, Qayar y Pahlavi.
fuente para las abluciones, centralita telefónica, muestrario de
La inmensidad del monumento empezado hace tan sólo año y
objetos piadosos, patio de Monipodio, etc. Como desde 1987 los
medio en esta llanura desértica supera todo lo imaginable. Desde
iraníes tienen prohibida la peregrinación a La Meca, y la peregri-
la lejanía asoman la cúpula, los alminares y sus dorados entre la
nación a los Umbrales Sagrados de Iraq (Nayaf y Karbala) está bruma polvorienta por donde se pierde la autopista Teherán-
suspendida desde hace más tiempo, se puede suponer que Qom y
Qom. Por la noche todo está rodeado de luz, gracias a un bosque
Mashhad no bastaron para saciar la sed de lo sagrado de los ira- de proyectores que no conocen los apagones diarios de la red
níes, que se abalanzaron sobre la tumba del ayatollah antes de eléctrica nacional. Se dice que las luminarias situadas en lo alto
que la losa estuviera sólidamente sellada para implorar su inter- del edificio se ven desde 25 kilómetros a la redonda. A pesar del
cesión, el perdón de sus pecados y la curación de sus enfermeda- brillo de los panes de oro, el edificio no parece tan bonito visto
des. ¡Qué apoteosis para un hombre cuyas primeras palabras, a de cerca, debido a las obras que lo transformaron en un monu-
su vuelta del exilio, en 1979, habían sido para rendir homenaje mental centro de peregrinación y enseñanza islámica, todavía
en este mismo cementerio a las víctimas del régimen del sha! más grande que los de Qom o Mashhad. Al entrar ya se tiene una

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idea del esplendor y la inmensidad que nos espera: una sala cua- capital. Pero aquí la diferencia es evidente: además de no hacer
drada de unos 120 metros de lado (¡ 14.400 metros cuadrados!) cola para entrar, puede uno instalarse en el mausoleo y compar-
cubierta por un techo probablemente provisional, sostenido por tir con el muerto varias horas de intimidad. Se sabe lo que hay
una rigurosa armadura metálica y columnas sencillas también de que hacer, si es la hora de la oración o si, alrededor del relica-
metal. El suelo —en dos niveles, una galería elevada y la sala de rio, se pasa la mano por la celosía que le sirve de caja, o por el
oración en cuyo centro está el relicario sagrado desde donde se cristal, para posarse sobre esta energía espiritual, para tocar el
ve la tumba— está enlosado con un mármol impecable, que unos carisma del difunto y aprovecharse de su gracia.
equipos de limpieza se encargan de mantener siempre brillante. La buena gente que viene a rezar junto al catafalco, atando
A lo largo de la galería y alrededor del relicario hay unas alfom- cintas a unos barrotes, colgando candados votivos de las cade-
bras persas nuevas que algunos han convertido en lecho, por lo nas de la puerta... esos gestos, que son los de una visita a una
bien que se está aquí y lo espesa que es la lana. La verdad es que tumba sagrada, nos recuerdan que Jomeini no era sólo un hom-
se siente uno a gusto en este lugar tan limpio, con una agradable bre de estado. Su muerte, por la que se derramaron tantas lágri-
calefacción esta mañana de invierno; dicen que también está cli- mas, no es la muerte de un gran personaje cualquiera. Es la
matizado y fresquito en verano, cuando aprieta el calor. Los re- muerte de un santo. No me refiero al desafío a Occidente ni a la
partos de vituallas diversas como dátiles, pasteles, fruta y otros concepción de la santidad que representaba Jomeini en vida, ni
dulces ofrecidos a todos los recién llegados hacen que el lugar a la repulsión que inspira a la mayoría de los occidentales la
resulte muy acogedor. idea de que este personaje se pueda contar entre Juana de Arco,
Pero la peregrinación no se hace para llenar la andorga, ni des- Francisco de Asís o Teresa de Lisieux. Por santidad entiendo
cansar en la alfombra, ni limitarse a admirar la grandeza del edi- ese valor religioso venerado en las personas que dieron mues-
ficio: es la visita al Imam, intercesor de los infortunios de su pue-
tras de un celo ejemplar por la religión, de un ascetismo o una
blo. El infortunio, a juzgar por las lágrimas y los grandes billetes
entrega sin igual. Entre los shiíes la santidad se asocia al marti-
introducidos a través de las rejas y el cristal del cenotafio, no es
rio, a la tragedia, a la muerte. Jomeini, descendiente del Profeta
sólo material. Desde luego la sencillez de los vestidos señala que
los ricos no recurren al mismo intercesor para hacerse oír. Pro- que sufrió la represión y el exilio, que luchó contra toda espe-
vincianos que han recorrido cientos de kilómetros o vecinos de ranza para derribar un régimen que parecía inamovible, y murió
Teherán que acuden al santuario después de haber visitado a sus sin cambiar un ápice su lenguaje obstinado en defensa del is-
muertos, todos se juntan allí con sus barbas o sus chadores y los lam, merece que le relacionen con los antepasados de la fe que
niños, y se les ve satisfechos: este lujo, que recuerda a las mez- fueron perseguidos por mantener intacta la herencia del Profeta
quitas y los otros lugares de peregrinación, no les intimida, saben Mohammad. Esta cualidad eminente de santo, que le hace me-
cómo disfrutar de él. Están cerca de alguien con quien en vida recedor de los honores de un mausoleo pronto convertido en lu-
sólo trataban unos pocos privilegiados, le reverencian como re- gar de peregrinación, está acentuada por la tradición shií, que
verencian a los Imames shiíes o a sus descendientes, pidiéndoles rechaza la igualdad entre los hombres y siempre busca la guía
que intercedan por ellos. (ershad) de los grandes hombres espirituales.
Esta veneración por un jefe de estado que acaba de morir po- Como santo, Jomeini ya no es un problema para nadie, re-
dría pasar por un rito de «religión cívica», similar al modo en suelve problemas. Ha dejado el ámbito de lo político, de lo
que los soviéticos han honrado desde hace tiempo los restos de odioso, de la violencia y la mentira para convertirse en el Otro,
Lenin, los turcos los de Mustafá Kemal o los chinos los de Mao. el divino cercano al que nos dirigimos para preparar nuestro si-
Una especie de deber oficial que se cumple cuando se viaja a la tio en la ciudad inmortal. Ya forma parte de la Sagrada Familia.

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Notas 2
I. Me hago eco sobre todo de las cifras propuestas por Md-R. DJALILI, Re- Una sagrada familia
ligion et révolution, Economica, París, 1981, pp. 23 ss., y M. MOMEN, An In-
troduction w Shi'i Islam, Yale University Press, New Haven-Londres, 1985,
pp. 264 ss.
2. J. A. BILL. «Islam, Politics, and Shi'ism in the Gulf», Middle East In-
sight. 3. 3 (enero-febrero 1984), pp. 3-12; Id., «Resurgent Islam in the Persian
Gulf». Foreign Affairs, 63, 1 (Fall 1984), pp. 108-127, citado por J. KOSTI-
NER, «Shi'a Unrest in the Gulf», en M. Kramer ed., Shi'ism, Resistance, and
Revolution. Westview Press, Boulder (Colorado), Londres, Mansell, 1987, p.
173.
3. 0. ROY, L'Afghanistan. Islam et modernité politique, Le Seuil, París,
1985, pp. 68 ss.
4. Agradezco a Thierry Zarcone el haberme dejado usar sus notas inéditas
sobre el shiísmo en Turquía. Ver Cl. Cohen, «El problema del shiísmo en el Toda comunidad tiene su historia sagrada, reserva de actos y
Asia Menor turca preotomana», en El shiísmo imanita, coloquio de Estras-
burgo (6-9 de mayo de 1968), París, PUF, 1970, pp. 115-119.
mitos fundadores gracias a los cuales la conciencia colectiva se
4b. La mayor parte de los shiíes aceptan la recursión del Corán hecha por defiende del olvido y la adversidad. Los musulmanes también
el Califa Osman; ver, p. ej., S. SAN GALAJI Kelid-e-fan-e Qor'án (Guía de co- han admitido, para completar la revelación coránica, un con-
nocimiento del Corán), 3.' ed., Teherán, 1345, pp. 9-16. Ver H. BÓSHNER, Die junto de tradiciones, la sunna, al que acuden los teólogos
dogmatischen Grundlagen des shitishen Reclits, Erlangen-Nuremberg, 1971,
pp. 77ss; J. ELIASH «The shi'ite Qur'án, a Reconsideration of Golziher's In- cuando quieren dictar mandamientos precisos, imitar más de
terpretation», Arabica, XVI, 1969. Recientemente, A. Amir Moezzi ha mos- cerca el modelo del profeta Mohammad, o transmitir su fe de
trado que el shiísmo primitivo estaba persuadido de que los Imanes tenían un un modo más vivo y sensible. Este conjunto consta de unas ca-
Corán más completo: The Divine Guidem Original Shi'ism, Albany, SUNY denas de transmisión («he oído por boca de Fulano, que lo sabe
Press, 1994, cap. ILI. M. KRAMER, «Syria's Alawis and Shi'ism», en Kramer
ed., Shi'ism, Resistance, adn Revolution, pp. 237-254. Véase también M. por Mengano, que cuenta que... ») y unos «dichos» (en árabe:
SEURAT, L'État de la barbarie, Le Seuil, París, 1989. hadith; en castellano «hadices») que relatan las palabras y los
5. Para todas estas cuestiones, véase el capítulo «Una sagrada familia». hechos y gestos del Profeta.
6. R. MorrAHEDE14, The Mantle of the Prophet, Simon & Schuster, Nueva
York, 1985 / Chatto & Windus, Londres, 1986 (traducido a varias lenguas, Los shiíes a veces tienen las mismas tradiciones que los
pero por desgracia nse también M. FISCHER (etnólogo estadounidense que vi- sunníes, pero transmitidas por «cadenas» distintas y recogi-
vió un año en Qom antes de la revolución), Iran. From Religious Dispute to das en corpus propios. Les llegan por mediación de los Ima-
Revolution, Harvard University Press, Cambridge-Londres, 1980; J. CAL- mes, que son los «transmisores» por excelencia, ya que cono-
MARD, «Kum», Encyclopédie de l'islam, 2' ed.; M. BAZIN, «Qom, ville de pé-
lerinage et centre regional», Revue géographique de l'Est, XIII, 1-2 (1973), cen los secretos esotéricos y, por otra parte, son de la familia
pp. 77-136. del Profeta. Para los shiíes, la historia sagrada, que desde
luego empieza con la vida del Profeta y de su comunidad, se
prolonga con la historia de los Imames, que permite entender
tanto su doctrina mística y esotérica como su actitud política
en calidad de minoritarios, situación en la que se encontraron
durante varios siglos.

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Ali, entre la gloria y el fracaso sulmanes. Más adelante Ah fue un valeroso guerrero, y se puso
al servicio del Profeta como secretario y diplomático. Además
La primera tradición invocada por los shiíes, que no es re- se casó con Fátima (Fatema) —una de las hijas que tuvo su santo
chazada totalmente por los sunníes, es la que legitima el dere- primo con su primera mujer Jadiya—, que le dio dos hijos, Ha-
cho de Ali, primo y yerno de Mohammad, a sucederle en la di- san y Hoseyn, considerados como los únicos descendientes va-
rección de.la comunidad musulmana. rones de Mohammad, a falta de hijos supervivientes de ellos
Tras la muerte de Mohammad en 632, la mayoría de los cre- arranca el linaje de los imames shiíes, y todos los linajes de
yentes reconoció sucesivamente a Abu Bakr, Omar y Osman, sayyed, en especial el de los jerifes hachemís, que descienden
dándoles el título de califa, «sucesor del Mensajero de Dios» del Imam Hasan y reinó en La Meca sin interrupción desde el
(jalifat rasul Allah), para dirigir la comunidad. Pero en realidad siglo x hasta que fueron desplazados por los saudíes en 1924.
una parte de los fieles fue reacia a estos tres primeros nombra- Aunque Ali era el sucesor nombrado por el Profeta, al princi-
mientos. El primer califa, Abu Bah, fue designado cuando los pio le apartaron del califato. Esperó muchos años con resigna-
allegados de Mohammad estaban ocupados con los preparati- ción para hacerse con la dirección del nuevo imperio musul-
vos de su funeral.' Entre ellos se encontraba Ali, yerno y primo mán, y su espera confiada se considera todavía hoy un modelo
del Profeta, que se enteró sin poder hacer nada de la elección de de la virtud shií de la paciencia. En efecto, era inútil derramar
otro, y tuvo que aguantarse: su turno le llegaría más tarde. sangre por un acontecimiento querido por Dios. Pero además,
Ahora bien, pocas semanas antes de su muerte, el Profeta, el hecho de ser apartado obligó a Ali a interiorizar e idealizar la
que regresaba de su última peregrinación a La Meca, hizo un sucesión a la que se creía con derecho.
alto en Qadir Jomm, un oasis en el camino de Medina. To- Según una tradición shií, recogida en el siglo xvii por un teó-
mando en su mano derecha la de Ali, Mohammad les preguntó sofo iraní, Qazi Said Qommi, el Apóstol de Dios (Mohammad)
a los creyentes que le acompañaban si él era la autoridad su- pudo optar entre la condición de servidor y la de rey, y eligió
prema (owla). Ante su aprobación unánime, declaró entonces lo ser un profeta servidor (`abd nabi). De modo que su sucesión
siguiente: «De quienquiera que yo sea protector (mowla), Alí no podía ser la de una soberanía exotérica (saltanat zahera, es
también es protector. ¡Oh Dios, sé amigo (o «allegado», vali) decir, sujeta a las leyes políticas), ni despótica. Debía ser de
de aquél que es su amigo, y enemigo de aquél que es su ene- naturaleza puramente religiosa (jelafat diniya), la misma rea-
migo!» Según los sunníes, el Profeta cambió luego de parecer: leza espiritual (saltanat ruhaniya) de la que sólo pueden ser
si su fratria o su clan debía intervenir, otros más ancianos ten- dignos los seres que son el alma del Profeta, como eran, según
drían la preferencia. el propio Mohammad, Ali y sus hijos, Hasan y Hoseyn.2
¿Quién era ese joven de 32 años para disputar la dirección de Ali Shariati, pensador y sociólogo muerto en 1977, impulsor
la comunidad a un respetable anciano como Abu Bala, que más de la renovación del islam entre los jóvenes intelectuales ira-
o menos le doblaba en edad? Además de primo y hermano de níes antes de la revolución,3 ha hecho recientemente otra inter-
leche del Profeta, Ali había sido su hermano adoptivo (Abu Ta- pretación del retiro de Ali. Hace hincapié en su heroísmo y su
leb, padre de Ali, había recogido al huérfano Mohammad), su sentido de lo prioritario, en un periodo en que cualquier oposi-
compañero y uno de los primeros en creer en su misión. Hay ción declarada habría sido nefasta para el islam:
quien dice, incluso, que el día en que Mohammad se marchó de
Ali se calló en aras de la unidad del islam, y soportó el go-
La Meca a Medina (septiembre de 622), Ali se acostó en su bierno de esa gente. Durante esos veinticinco años de espera, el
cama para que los habitantes de La Meca, politeístas, no descu- héroe que segaba a sus enemigos con su espada [...] tuvo que ca-
brieran inmediatamente la marcha (o Hégira, heyra) de los mu- llar y permanecer inactivo. Veía que atacaban su casa e insulta-

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han a su esposa, pero guardaba silencio, un silencio que, con
zantino. Los beduinos que apoyaban a Ali no lo tuvieron nada
una frase lapidaria, describía diciendo que, durante unos veinti-
fácil. La batalla de Seffin (Iraq) parecía interminable, y los dos
cinco años había tenido como «polvo en los ojos y espinas en la
bandos aceptaron someterse a un arbitraje humano, que los
garganta»,'
omeyas reclamaban con hojas del Corán clavadas en la punta
Ali esperó, pues. veinticinco años: después de Abu Bakr, que de sus lanzas. El arbitraje, comunicado en 658, fue desfavora-
sólo sobrevivió dos años a su yerno Mohammad, el califato ble a Ali, pues desaprobó su tesis que impedía castigar a los
pasó a Omar. Ali, aparentemente, renunciaba a toda función mi- asesinos de Osman, culpable según él de prevaricación. Moa-
litar o política. No obstante, cuando fue elegido Osman wiya, aprovechando los problemas que tenía Ali con los disi-
(`Uthmán), su oposición se volvió más franca. En efecto, el ter- dentes, consolidó sus posiciones en Siria y ocupó Egipto.
cer califa representaba a la rica burguesía de La Meca y su rei- A continuación Ali tuvo que enfrentarse a otra disidencia.
nado era precursor de lo que iba a ser el califato omeya de Da- Algunos puristas pensaban que «el juicio corresponde tan sólo
masco: el nepotismo hacía las veces de la justicia social, y la a Dios», y el arbitraje humano para dilucidar una cuestión tan
pompa de las fiestas, tomada de los bizantinos, sustituía a la grave como las divergencias entre Ali y los omeyas sobre el ca-
piedad ascética de los primeros musulmanes. Se dice que Ali lifato era ilegítimo. Estos disidentes (o jariyíes, javarey, «los
estaba relacionado con la conjura responsable del asesinato de que salieron» de la ciudad de Kufa, aunque se llamaban a sí
Osman en 656... mismos «los que dan su vida en pago por la causa de Dios»)
Por fin llegó la elección de Ali y la edad de oro del islam, se- fueron exterminados por Ali en la batalla de Nahravan, que fue
gún los shiíes, para quienes los cinco años de su reinado fueron una carnicería. Según la tradición, diez jariyíes supervivientes
un periodo de realización en la tierra de la justicia divina. Los se dedicaron a propagar su causa aprovechando su situación de
militantes islamistas toman ejemplo de Ali, como si en el siglo perseguidos. Con su aplicación extremista de los principios
xx todavía fuera el mejor exponente del orden político islámico. igualitarios del islam y su condena de Ali, al que consideraban
Aunque nadie pone en duda la rectitud de Ali ni su virtud, en es- enemigo de Dios, sembraron el miedo con asesinatos de tipo
pecial por haber esperado pacientemente a que le llegara la hora terrorista. Hoy los últimos jariyíes son los ibadíes, que viven en
de ejercer el poder, fue durante el cuarto califato cuando las el sultanato de Omán y en algunas aldeas del porte de África.
grandes divisiones entre musulmanes se hicieron irreversibles. Ali murió en 661 por la estocada envenenada de un jariyí,
Ali tuvo que hacer frente a dos rebeliones. La primera es- Ibn Molyam, ante la puerta de la mezquita de Kufa. Su tumba
tuvo encabezada por Aysha, hija de Abu Bala, esposa preferida se encuentra en Nayaf (Iraq), y es uno de los principales luga-
del Profeta. Quería vengar el asesinato de Osman, con la ayuda res de peregrinación de los shiíes, en torno al cual funciona
de cercanos colaboradores de Mohammad que amenazaban con desde la Edad Media un importante centro de estudios teológi-
separar las provincias de Iraq e Irán. Ali, con el apoyo de sus cos. Los shiíes suelen presentar su muerte como el modelo del
partidarios de la ciudad iraquí de Kufa, se alzó con la victoria martirio libremente consentido. «Como había llegado a esa
cerca de Basora en 656, durante una batalla observada por misma santa morada, el Señor Ali, ¡la paz sea con él!, en el mo-
Aysha a lomos de un camello (de ahí el nombre de «batalla del mento en que el filo de la espada empezaba a penetrar en el
Camello»).5 Los sediciosos fueron ejecutados y Aysha, que centro de su cráneo, exclamó: "¡Por el Dios de la Kaaba! ¡Lo
luego se reconcilió con Ali, fue conducida a Medina. Pero en juro, estoy salvado y victorioso!"», se puede leer en un manual
Damasco estalló otro alzamiento: Moawiya, jefe del clan ome- de instrucción religiosa de la República Islámica. La intención
ya al que había pertenecido Osman, contaba con una experien- es animar a los jóvenes para que imiten al primer Imam y
cia militar de veinte años de beligerancia contra el imperio bi- afronten el martirio en la guerra contra Iraq.

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El fracaso del califato de Ali, que no supo mantener unida a mento. Por eso rechazó el rango del poder victorioso, que se ha-
su comunidad, es una de las paradojas más sorprendentes de la bría extinguido a su muerte, y prefirió la función de Imam, que
historia musulmana: ¿cómo puede representar para los shiíes le llevó al retiro después de su rechazo de toda componenda,
un modelo a imitar por los gobiernos islámicos? Ciertamente, pero que prolongó su vida más allá de la muerte. Vemos que
las sentencias, sermones y cartas de Ali, recopilados cerca de cada día está más vivo, que cada vez le necesitamos más, y los
corazones que vibran por el humanismo, la libertad, la justicia y
trescientos años después de su muerte en el Nahy ol-balaqa, La la pureza [...] cada vez se vdelven más hacia él y su imamato.8
vía de la elocuencia, dan fe de una ética admirable. El estilo,
según algunos autores árabes, hace de esta colección de conse-
El autor de esta glorificación prerrevolucionaria es un inte-
jos virtuosos una de las joyas de la literatura moral. Pero el he-
lectual, pero enlaza con una tendencia profunda de la religiosi-
cho de que el Nahy ol-balaqa despierte la admiración tanto de dad shií y la justifica. En la conciencia imamí, Ali es investido
los shiíes como de los sunníes no anula su trivialidad filosó-
de unos poderes que le convierten, de alguna manera, en igual
fica. Además, su atribución a Ali no es segura (no se pueden
6 del Profeta (para algunas sectas, como los Fieles de Verdad de
excluir unas fuentes antiguas, griegas o persas). Un pasaje cé-
Kurdistán o los alawís de Siria y Turquía, el rango de Ali es in-
lebre de esta obra es una carta de Ali a un tal Malek al-Ashtar,
cluso superior al de Mohammad, es «la esencia de Dios»). La
su gobernador de Egipto. Para los shiíes esta epístola es un mo-
devoción popular está llena de invocaciones a Ab como inter-
delo de «constitución islámica», en la que ya estarían prefigura-
cesor, más cercano a los simples creyentes que Mohammad, e
dos los principios de la democracia moderna...'
Para la religión popular Ali es, en realidad, el tipo supremo intermediario real entre el mundo terrenal y el cielo. Junto con
de soberano ilustrado e inspirado. Ya desempeñó esta función el Profeta, Ali habría participado en las experiencias místicas
más elevadas, pero como.mortal tuvo que soportar penalidades
como ministro (vazir) del gobierno de Mohammad. Fuerte co- injustas.
mo un león, armado con una espada llamada Zu-l'feqar (que
como su nombre indica tenía dos puntas, o dos hojas), se le
Cuando el Profeta partió para su ascensión celeste (me 'ray),
considera el modelo de los guerreros. Político desafortunado,
Ali fue transformado por la ideología militante en mártir de la el santo Ali quiso acompañarle, pero Mohammad no quiso —le
cuenta un joven de provincias a un extranjero interesado por sus
justicia. Habría podido rebelarse contra el dominio de los tres creencias.' Y prosigue—: El Profeta partió, pero durante el viaje
primeros califas y contra el aislamiento completo en el que le se le plantó delante un león, que le pidió su anillo para dejarle
tenía Osman; habría podido intrigar para reducir a Moawiya a pasar. Cuando estaba comiendo junto al trono de Dios, alguien,
la impotencia, adulándole primero y neutralizándole luego por del que sólo podía ver la mano, le acompañaba detrás de un
sorpresa; habría podido hacer caso omiso de la estratagema de biombo. Mientras Mohammad comía media manzana, la mano
las hojas del Corán en la batalla de Seffin y aprovechar su ven- cogió la otra mitad. Al día siguiente Ali le pidió al Profeta que
taja militar, pero según Shariati respondió con un «no» rotundo le contara lo que había ocurrido. Mohammad se lo contó, ense-
a todas las tentaciones de violencia: ñándole la media manzana celestial. Entonces el santo Ali se
sacó la otra mitad del bolsillo, y Mohammad vio que correspon-
Trazó un camino, un modelo permanente para la humanidad, día a la suya [...]. Luego Ali le devolvió el anillo que se había
y le mostró para siempre al hombre un hombre ejemplar [...]. quedado el león. [...] Entonces dijo el Profeta: «No creo que Ali
Fue así como llegó a Imam, de lo contrario sólo sería un gober- sea Dios, pero tampoco creo que esté separado de Dios.»
nante fracasado, rechazado por todos, y se habría aniquilado a sí
mismo y a su descendencia. Porque un Imam es el que se pone En la escuela, los manuales de religión rivalizan en relatos de
delante, para enseñarle al hombre la dirección, en todo mo- milagros y prodigios que cultivan la leyenda dorada de Ali y

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despiertan la imaginación de los niños. En 'ellos leemos, por referirse a los primeros partidarios de la familia del Profeta (an-
ejemplo, que Ali, durante su califato, compra dos camisas y le teriores a 874) se hable de «protoshiíes»: descontentos con los
ofrece la más bonita a su sirviente, para dar ejemplo. En otro Omeyas, aún no habían definido claramente su adhesión al li-
leemos que Ali, en la cima de su poder, descubre en casa de un naje de los imames, y dudaban entre todos los descendientes de
mercader cristiano una cota de malla que le habían robado. El Ali (o Alidas) y los de su hijo Hoseyn.12 Una parte se adhirió al
juez al que acuden ambos se levanta en presencia del califa, linaje de un tal Mohammad, hijo de Ali y Hanafiya, con la que
emir de los creyentes, y éste le reprende agriamente por tratar a se casó tras la muerte de Fátima; o más adelante a otros preten-
los litigantes según su rango, y no con una perfecta equidad. dientes más inquietos que Hasan y Hoseyn... Esta presentación
Para colmo. Ali no logra presentar testigos suficientes, el cris- de los hechos hace hincapié en la diferencia cualitativa entre
tiano se queda con la mercancía... ¡y pide hacerse musulmán! un shiismo de descontentos que sólo buscaban a un buen candi-
Esta gloria popular no hace más que ampliar la tradición dato para que defendiera su causa y un shiismo más especula-
culta, que eleva al primer Imam a una categoría casi divina. En tivo, que renunciaba a la conquista efectiva del poder.
la hagiografía común, Ali, que en la doctrina mahometana es El principio de sucesión dinástica no arranca de Mohammad
eterno, nace en la Kaaba (templo sagrado) de La Meca.'° Unos ni del Corán, sino que ya existía en el sur de Arabia. De modo
textos gnósticos, considerados apócrifos pero aceptados y co- que es inútil buscar en él la huella de una tradición imperial
mentados por grandes teósofos clásicos, le hacen decir al Pri- iraní. Lo que cuenta es el respeto a la «familia» del Profeta, en
mer Imam que es el Hombre Perfecto, el Anthropos celestial, este caso el clan hachemí, en el que los árabes tradicionales es-
como vemos en el «Sermón de la Declaración» (jotbat al-ba- peraban hallar las cualidades eminentes de Mohammad. La tra-
yan) que se incluye a veces en el Nahy al-Balaqa: dición iraní sí que pudo intervenir, pero más bien en la alianza
del poder temporal (más reclamada que lograda) con el carisma
Yo soy —habría dicho Ali— el Signo del Todopoderoso. Yo soy sagrado de un rey de derecho divino, parecida a la gloria que
el Primero y el Último. Yo soy el Manifiesto y el Oculto. Yo soy rodeaba a los soberanos semilegendarios de las dinastías parta
el Rostro de Dios. Yo soy la Mano de Dios. Yo soy el Costado y sasánida. Más adelante los shiíes atribuyeron al Imam un ca-
de Dios. Yo soy Aquél que en el Evangelio es llamado Elías. Yo
rácter de impecabilidad sobrenatural, una marca espiritual
soy el que posee el secreto del Enviado de Dios..."
transmitida corno un secreto iniciático. El fracaso político y mi-
litar de los shiíes acentuó la dimensión sagrada, la creencia en
la Ocultación del Imam, es decir, la exaltación de su poder mís-
El clan de los Alidas
tico unida al reconocimiento implícito de otro poder temporal,
¿Hubo una comunidad shií organizada alrededor de los des- establecido de hecho en la sociedad. Por último, la esperanza
cendientes del Profeta que eran pretendientes al poder? Para de los shiíes en el regreso escatológico del Imam se acrecen-
entender mejor la creencia de los shiíes actuales, recordemos taba con las persecuciones casi permanentes que les hacían la
vida difícil en este mundo.
los hechos históricos y la manera en que fueron transformados
por la tradición. Aunque los primeros «partidarios de Ali» (sentido literal de
II Contrariamente a la creencia shií común, el movimiento po- «shiíes», que viene del árabe shi'at 'Ali, el «partido de Ali»)
litico-religioso que hoy conocemos con el nombre de shiismo fueron árabes, las huestes de los andas también contaron con
imamí apareció a finales del siglo rx, tras la desaparición del muchos «clientes» no árabes (o mavali) que vivían en las ciu-
Duodécimo Imam en 874, y no inmediatamente después de la dades centrales del imperio, sobre todo en Medina y Kufa, y
muerte del ProfetaWn islamólogo británico propone que para esperaban con impaciencia la aplicación de las reglas igualita-

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rias de la nueva religión. Estos mavaii, antiguos prisioneros de sólo el que renuncia a la libertad puede brindársela a la socie-
guerra liberados o extranjeros conversos que se habían puesto dad. Así era esta religión revolucionaria: «Dios y pan a la vez»;
bajo la «protección» de un notable árabe, procedían con fre- no la religión de la debilidad, del monaquismo, de las privacio-
cuencia de Irán, pero también de Siria o Egipto» Para ellos el nes, de la oposición a la naturaleza en la espera engañosa de otro
shiismo era una doctrina de justicia, frente a la corrupción de mundo, sino una religión que diviniza al hombre en la natura-
leza, que le convierte en «califa» de Dios en el mundo material.
los Omeyas. A mediados del siglo vm, antes de su integración
completa en la sociedad musulmana, se encuadraron en el mo- Aunque Shari'ati sitúa a Abu Zarr en un socialismo «supe-
vimiento abasí, que pretendía devolver el poder a una rama «le- rior al de Proudhon», no olvida la dimensión mística del perso-
gítima» de la familia del Profeta, los hachemíes, y desplazar el naje. Los círculos shiíes primitivos se perciben retrospectiva-
centro político de Damasco hacia Mesopotamia, donde se mente como un medio rebelde, pero también como depositarios
fundó Bagdad. La influencia iraní en este movimiento era de- de los secretos de la revelación de Mohammad. Dos personajes
terminante. centrales que rodearon a Ali ilustran esta tendencia hagiográ-
Abu Zarr al-Qefari, figura ensalzada por el discurso revolu- fica: Fátima (Fatema), su mujer, y Salman el Puro. La obra de
cionario reciente, es el típico héroe protoshií. Según la tradi- Shariati también destaca la importancia de estos dos personajes
ción este asceta tuvo una premonición profética del monote- en el panteón shií moderno.
ísmo antes de conocer la revelación coránica, de la que fue uno Fátima, nacida poco antes del principio de la revelación co-
de los primeros adeptos. Reclamó el reparto de las tierras, lo ránica, le dio a su padre el Profeta los dos únicos descendientes
que le valió el exilio en Siria durante el reinado del califa Os- varones que le sobrevivieron. El culto a Fátima en la religión
man; luego Moawiya le hizo volver a Arabia, donde murió en popular shií se parece un poco al de la Virgen María en el cris-
el aislamiento en 652. La leyenda nos lo describe dulce e in- tianismo: también es la Purísima (y algunas sectas llegan a de-
transigente como Jesús. Pero la imagen suya que transmiten los cir que permaneció virgen pese a sus maternidades), madre de
islamistas actuales, incluyendo a los Hermanos Musulmanes una estirpe de «salvadores» (los imames). Por haber recibido la
sunníes, es la de un militante precursor del socialismo que vili-
revelación de que su último descendiente, el Duodécimo Imam,
pendiaba la corrupción de los ricos y predicaba el reparto de
se llamaría Mohammad como su padre, se la llamó «Madre de
las riquezas.14 su padre» ( Omm abiha) -María también es «hija de su hijo»,
Aunque esta interpretación moderna es un poco forzada, al-
madre de Jesús-Dios Padre...- También recibe el nombre de la
canza su máxima expresión en el discurso ideológico. Por Resplandeciente (Zahra).
ejemplo, Ali Shariati le dedicó numerosas conferencias, que se
Fátima es el personaje central del núcleo fundador de la Sa-
han publicado en un volumen, a este «precursor» de la revolu-
grada Familia del islam, formada por los «Cinco del manto»: es
ción islámica. Para Sharíati, Abu Zarr es un héroe que lucha así como se denomina la reunión de Fátima como Mohammad,
contra las desigualdades y la discriminación social, y toda su
su padre, Ali, su esposo, y sus dos hijos Hasan y Hoseyn, junta-
vida tiene valor de testimonio:" dos por el Profeta en propuesta de ordalía frente a los cristianos
Por eso Abu Zarr renunció a la comodidad material indivi- de Nayrán (se trataba de la afirmación del islam como religión
dualista por la «piedad revolucionaria», es decir, el ascetismo frente a la otra gran religión abrahámica)." Mohammad dio a
islámico, la ascesis de Ali —y no la ascesis sufí [mística] de Je- su hija en matrimonio monógamo a su hermano adoptivo y
sús o Buda: con el fin de lograr para los hombres el bienestar primo Ali. Excepcionalmente, levantó para ella la prohibición
material y la igualdad económica. Porque el que lucha contra el de ir a rezar a las tumbas, lo que le confería un rango especial y
hambre de los demás debe aceptar el hambre para sí mismo, y explica, sin duda, la importancia de las tumbas en el culto shií,

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reprobada por los musulmanes wahhabís. Fátima murió 75 días digna» e inmerecida, sino «la dignidad de la salvación» y la
después que su padre al alumbrar a un niño muerto, Mohsen. disposición necesaria para llegar a ella.
Los orientalistas Lammens y Massignon hacen una interpre- Salman. El último gran personaje de la primera generación
tación distinta de la figura de Fátima." El primero perpetúa el del shiismo mítico es un iraní que llegó al islam a través de una
retrato poco favorable que hacen de ella sus enemigos omeyas, búsqueda mística y que, antes de ser el protegido de Fátima,
el de una mujer torpe, obstinada, de mala salud, quejosa y sin fue de alguna manera su tutor. En este caso, más aún que en el
atractivo. En cambio para el místico, que recoge la tradición de Fátima, entramos en la leyenda religiosa, pero una leyenda
shií, Fátima es «la anfitriona que recibe a los emancipados de particularmente fecunda. Iraní de nacimiento, su religión de
su padre», la que acoge a los extranjeros —Mariam la copta y origen es, sin duda, el zoroastrismo, y su nombre persa es Ruz-
Salman el persa— y cuyos descendientes «serán siempre los beh («Félix»).
campeones de la igualdad entre creyentes árabes y no árabes», Convertido al cristianismo, Salman adopta un modo de vida
la que se enfrenta al califa Abu Bala- y a su hija Aysha, la «in- ascético (absteniéndose del vino), emprende un viaje a Pales-
tercesora para los muertos» cuya oración es perpetua, al estar tina y Siria, donde es reducido a la esclavitud y un monje le da
exenta de las impurezas periódicas que apartan a las mujeres de la noticia de que ha aparecido un nuevo profeta. Llegado a Me-
la oración... Pero, sin extendernos acerca de lo que Massignon dina, reconoce a Mohammad como mensajero de Dios y se
llama hiperdulía (culto excesivo) de Fátima, una vez más cabe hace emancipar por él. Convertido al islam, a pesar de no ser
mencionar una interpretación militante moderna, la de Shariati, árabe, es uno de los allegados del Profeta, quien dice cosas sor-
que confiesa su deuda con el orientalista francés en la edición prendentes de él: «Salman es de los nuestros, de nosotros, gente
de sus conferencias dedicadas a la Señora del shiismo. de la Casa»... «Que sea para vosotros como el sabio Logman;
Ali Shariati empieza criticando el papel atribuido a la mujer conoce la ciencia primera y la segunda y el Paraíso suspira con
en la sociedad musulmana tradicional y el falso ideal de la mu- él cinco veces diarias». Al parecer, Salman se pronunció clara-
jer emancipada superficial que adoptan con frecuencia los bur- mente por el califato de Ali, expresándolo con dos palabras re-
gueses iraníes occidentalizados como reacción al viejo sistema. feridas en persa: «Karded o-nakarded», es decir, según las in-
Fátima proporciona el verdadero modelo: Shariati la describe terpretaciones antiguas, «habéis hecho [bien al elegir un jefe],
dramatizando su papel, hija confidente del Profeta, esposa per- pero no habéis hecho [bien al apartaros de la fuente legítima de
fecta en un matrimonio que no está libre de apuros materiales, la autoridad]»; o bien, según una interpretación más polémica
madre encargada de la educación de dos futuros jefes de la co- de los imamíes: «Habéis seguido el ejemplo impío de los israe-
munidad. Pero no estamos ante un molde prefabricado, dice litas (rebelados contra Aarón) y os habéis apartado de la autori-
nuestro autor: cuando Fátima le pide a Mohammad una ayuda dad ejemplar de vuestro Profeta al retirársela a su familia».19
material, éste le enseña a rezar unas oraciones de alabanza... Sea cual sea la versión elegida, Salman aparece como uno de
¡una respuesta sorprendente, que en realidad le enseñará a ser los primeros y más ardientes partidarios de Ali. Muerto en Ma-
ella misma! Shariati lo resume en el título de su conferencia: dain (Iraq actual) entre 641 y 649, tuvo un destino póstumo su-
18 mamente rico, y fue reverenciado en especial como el antepa-
«Fátima es (se convierte en) Fátima». Ser uno mismo no es
baladí, si implica la voluntad militante de no depender de los sado espiritual de las corporaciones artesanales y las órdenes
demás para superar las situaciones adversas como por arte de místicas. Para los shiíes es sobre todo un iniciado, uno de los
magia, como indica la religión tradicional criticada por Sha- amigos del Profeta que juraron fidelidad a Ali, atestiguando al
riati, sino basarse en las propias fuerzas: al lograr espiritual- mismo tiempo el carácter universal del islam: Salman es el ex-
mente la propia identidad, ya no se alcanza una «salvación in- patriado por excelencia, el primero de los no árabes que reco-

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nocieron la profecía de Muhammad. En este sentido prefigura ti ma. Pero el fracaso dorado y vergonzoso de Hasan pronto se
la sentencia del Sexto Imam: «El islam empezó expatriado y convertiría en una victoria paradójica para su hermano Hoseyn,
volverá a ser expatriado como al principio. Dichosos aquellos el Príncipe de los mártires.
de la comunidad de Mohammad que se expatríen.» Kufa, pequeña ciudad hoy desaparecida, al principio era el
campamento de los ejércitos árabes que conquistaron Irán. Si-
tuada a orillas del Éufrates, en el camino entre Damasco y Me-
La batalla de Karbala dina, no lejos de Madain, la antigua capital de los sasánidas,
ocupó un lugar central en el joven imperio musulmán, muy cer-
Ali tuvo dos hijos de Fátima, que fue su primera y entonces cano a Arabia e Irán, pero sin formar parte de ellos. Ali, que
única esposa: Hasan y Hoseyn. Ambos fueron mimados por su durante algún tiempo estableció su capital en Kufa, gozaba allí
abuelo el Profeta, pero apenas pudieron conocerle porque el de gran popularidad, que se transmitió a sus descendientes. 21
mayor tenía siete años cuando murió Mohammad. Hasan, lla- La situación que dejó el Imam Hasan a la familia de Ali no
mado Moytaba, «el Elegido», tuvo una vida tranquila. Cuando era envidiable. Hoseyn, nacido en 626, había asistido impotente
Ali fue asesinado, después de que aparentemente volviera a al pacto de su hermano Hasan con Moawiya. Pero a la muerte
empuñar las armas, prefirió pactar con los omeyas y se retiró a de este último en mayo de 680 se negó a jurar fidelidad a su
Medina con una rica dote. Según los shiíes Moawiya también hijo Yazid, del que fuentes históricas destacan su impiedad pú-
hizo concesiones, y en concreto aceptó que después de su blica y su afición a los banquetes y al vino. Hoseyn, que era de
muerte un consejo nombrara al califa que debía sucederle. El Damasco, fue a refugiarse a La Meca, donde le llegó un llama-
Imam Hasan tuvo muchas esposas, se dice que hasta noventa, y miento de los habitantes de Kufa para que se pusiera al frente
varios cientos de concubinas, de ahí su sobrenombre de «Repu- de una rebelión. Mal informado sobre el peligro real, y en espe-
diador» (metlaq). Murió en 670, envenenado por una de sus cial sobre las precauciones tomadas por Yazid, Hoseyn envió a
mujeres por instigación de los omeyas, según la tradición shií su primo Moslem b. Aqil como explorador y se puso en camino
tardía, que también le atribuye numerosos milagros. después de realizar una «pequeña peregrinación» (`orara). Ante
El pacto de Hasan, para los sunníes, echa por tierra las pre- las objeciones de sus partidarios, asustados al ver cómo se lan-
tensiones posteriores de los Imames. De este modo da un ejem- zaba a una aventura tan insensata, él replicó: «Dios hace lo que
plo solemne de no resistencia a la tiranía, para proteger los inte- quiere... Yo le dejo que elija lo que es mejor... Él»22
no es contra-
reses generales de la Comunidad. Después de la revolución rio a quien se propone el buen derecho (al-haqq).
iraní de 1979 el ayatollah Shariat-madari, acusado por haber Las tropas omeyas enviadas a su encuentro le impiden llegar
sido conciliador con el régimen imperial, también invocó el de- a Kufa, y el 2 de octubre de 680 (2 de moharram de 61) Hoseyn
recho a la diferencia y reivindicó, contra los revolucionarios, el se ve obligado a vivaquear en Karbala, una pequeña población
reformismo del Imam Hasan: «Los revolucionarios —decía en del desierto. El enemigo le corta el acceso al agua del Éufrates.
resumen para defenderse— apelan al Che Guevara y otros revo- Abbas, hermanastro de Hoseyn, consigue llenar varios odres,
lucionarios marxistas del tercer mundo. Yo he optado por el Se- insuficientes para dar de beber a sus 72 compañeros que llevan
gundo Imam. El criterio de la acción política no debe ser el varios días acampados en medio de un calor sofocante. Entre
2
marxismo o el socialismo, sino el islam.» ° ellos se encuentran Zeynab, hermana del Imam, y Ali, su hijo
La muerte de Hasan separado del poder, 38 años después de todavía niño y futuro Cuarto Imam, que sobrevivirán.
Mohammad, después del fracaso militar y político de Ali, no Después de rechazar las ofertas de rendición, el Imam se
dejaba presagiar un brillante futuro para la descendencia de Fá- apresta al combate final y avisa a los demás del peligro que co-

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rren si se quedan con él: «Doy gracias a Dios que nos ha hon- Un conjunto de interpretaciones contradictorias arroja luz so-
rado con la Profecía y nos ha enseñado el Corán y la religión... bre este drama y proporciona algunas claves para entender el
No conozco compañeros más dignos... que los míos, ni familia shiismo. En la época contemporánea, por limitarnos a las co-
más piadosa que la mía... Que Dios os recompense a todos. rrientes actuales, me detendré en dos cuestiones principales.
Creo que nuestro fin llegará mañana... Marchaos. No os re- Por un lado, el debate que dividió al clero shií sobre la cuestión
tengo. La noche os encubrirá. Tomadla por montura...» Tras de la presciencia de Hoseyn: ¿sabía el triste destino que le es-
una última vigilia de oración, llega el combate final y la ma- peraba y, de ser así, por qué fue hasta allí? Por otra parte, ¿era
tanza: la mañana del 10 de moharram Hoseyn se dirige a sus Hoseyn un héroe revolucionario que trataba de derribar un régi-
enemigos para pedirles que reflexionen antes de atacar al que el- men impío, o más bien simbolizó el fracaso del ideal frente a la
Profeta había querido, y le dejen marchar dignamente. Pero los violencia, cuyo recuerdo consuela a los creyentes impotentes
otros exigen la sumisión. Unos asaltantes indecisos, retenidos ante los sistemas políticos que aborrecen?
por los últimos escrúpulos, prenden fuego a las tiendas, tratan En 1971 se publicó en Teherán El Mártir eterno, un librito
de apoderarse de las mujeres. Entre las primeras víctimas que el de estilo nuevo, cuyo autor, un clérigo de la región de Isfahan
Imam recoge en sus brazos se encuentra su hijo Ali-Akbar Qa- llamado Salehi-Nayafabadi, cuenta de un modo exhaustivo a
sem, hijo de Hasan, y su hermano Abol-Fazl al-Abbas. La tra- partir de las fuentes conocidas la dramática aventura del marti-
dición ha transmitido escenas patéticas, amplificadas por la pie- rio de Hoseyn.23 Además del estilo directo y un afán de exacti-
dad doliente de los shiíes. Así, mientras Hoseyn sostiene en tud casi universitaria, poco habituales en los escritos clerica-
brazos a un recién nacido, una flecha se clava en el cuello del les, lo que llamaba la atención en este libro era que abordaba
pequeño y el Imam vierte su sangre en la tierra, invocando a sin rodeos el problema planteado por la matanza de Karbala
Dios contra los malvados. en la doctrina tradicional: si Hoseyn es el Tercer Imam dotado
Shemr b. Sad (Shamer para los sunníes) avanza al frente de un de poderes sobrenaturales que lo convierten en el heredero le-
grupo y ataca a Hoseyn, que es decapitado. Su cabeza será llevada gítimo del Profeta, según los shiíes debe poseer el conoci-
a Kufa y luego a Damasco. Su cuerpo, pisoteado por los caballos, miento total de los sucesos del mundo, de lo contrario su capa-
será enterrado allí mismo, donde hoy se alza un gran mausoleo. cidad para dirigir a los musulmanes no sería superior a la de
los otros hombres. Ahora bien, si Hoseyn sabía que iba a per-
der frente a Yazid, ¿por qué quiso llegar hasta el final en la
De la matanza al mito batalla, poniendo en peligro no sólo su vida, sino también la de
los suyos y la causa que defendía? Esta aporta clásica de la
El alcance de la matanza de Karbala no guarda relación con predestinación no es un obstáculo para el autor del Mártir
el acontecimiento, pequeña batalla entre clanes rivales, que eterno; al contrario, según él la conducta del Imam demuestra
duró un solo día y se saldó con varias decenas de muertos. Pero que hizo todo lo posible por ganar la batalla: su derrota se
la conciencia musulmana fue sacudida por el destino trágico debe a la falta de informaciones sobre la actitud de los habitan-
del nieto del Profeta Mohammad y su determinación de luchar tes de Kufa y a la determinación cínica del adversario de ter-
hasta el final contra un poder que escarnecía la ética y los prin- minar con la rebelión shií (algo que no hacía suponer el res-
cipios del islam primitivo. El martirio de Hoseyn se convirtió peto debido al nieto de Mohammad).
en el prototipo de las luchas contra la injusticia, del sufri- Seducidos por el carácter subversivo de este héroe desdi-
miento. El corazón del shiismo está ahí, en ese suplicio que es chado, los clérigos progresistas de la época prerrevolucionaria
al mismo tiempo rebelión y signo de esperanza. dieron su respaldo a las tesis de Salehi-Nayafabadi, pues iban

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en la misma dirección que la interpretación dada en esa época cipa en el dolor de su martirio durante el duelo del moharram
por Ali Shariati y sacudían en cierto modo el torpor quejum- llorando y repartiendo comidas votivas y refrescos. También se
broso de los shiíes tradicionales. Una polémica virulenta diri- le puede pedir la curación, la liberación de la cárcel y otros fa-
gida contra el libro en las escuelas teológicas de Qom por la re- vores. Aquí se perfila la correspondencia entre el Hoseyn inter-
taguardia clerical dividió al clero shií. Por desgracia la policía cesor y el poder social o político al que hay que rendir home-
política del sha se hizo enseguida con la situación, y aprovechó naje y jurar lealtad de mil maneras para obtener ventajas,
este asunto para aislar en el campo religioso a los clérigos favo- protección o asistencia. Se rinde homenaje al que manda. Se
rables al Mártir eterno, que casualmente también eran fervien- proyecta sobre el Imam la relación de dependencia que rige el
tes partidarios del ayatollah Jomeini, por entonces desterrado orden social. Hoseyn es Imam y mártir a la vez, lo que confiere
en Nayaf. Entre los más comprometidos había un teólogo im- al culto que se le rinde el valor de un compromiso especial-
portante que tendría un papel destacado en la revolución, el mente meritorio. Las lamentaciones dolorosas unidas a la acep-
ayatollah Montazeri. tación de la relación de dependencia pasiva hacen de esta pri-
En realidad la controversia sobre este libro refleja el dua- mera figura de Hoseyn una especie de regulador social que
lismo originario del mito de Karbala. Digo mito para recalcar el permite calmar las frustraciones.
carácter fundador del acontecimiento, cuyas proporciones fue- La segunda figura es la del Hoseyn luchador por la justicia,
ron amplificadas exageradamente por los shiíes. En efecto, si la contra el poder inicuo de los omeyas. Según Shariati, que de-
muerte del Imam tuvo tanta repercusión en la sensibilidad reli- dicó varias conferencias al héroe revolucionario de Karbala, el
giosa de esos musulmanes que quedaron en minoría, fueron martirio es lo que de ordinario honramos en los héroes muertos,
perseguidos por los sunníes y durante siglos —salvo algunos in- sacrificados en las batallas contra el enemigo, es una miseria de
tervalos— tuvieron que vivir en la clandestinidad, es porque co- la que nos apiadamos. En el shiismo de su tiempo, Shariati ve
rrespondía a su actitud de fracaso. Justificaba el hecho de ser que durante la conmemoración de Karbala, el día de Ashura, se
vencido y permitía una revancha moral cuyo cumplimiento se llora profusamente sin saber muy bien por qué, y al mismo
aplazaba hasta el fin de los tiempos. En la época moderna, en tiempo la corrupción ha hecho del islam (descrito por alusión
una sociedad gobernada por un poder impío, donde la religión como si el autor describiera el islam de los omeyas) una reli-
no tiene derecho de ciudadanía, llorar por Hoseyn es llorar por gión corrupta destinada a tranquilizar a los ricos y a consolidar
una victoria invisible y sublimar las humillaciones del presente el poder del gobierno... El libro de Salehi-Nayafabadi, prosi-
como sufrimientos necesarios para avanzar en la realización tan gue Shariati, significa un avance frente a la deformación de la
esperada del reino escatológico de justicia y verdad, el del tradición, pero todavía no describe Karbala como una opera-
Imam del Tiempo. Un antropólogo ha señalado que las «dos ción de guerra santa fracasada. Ahora bien, Hoseyn emprende
imágenes» de Hoseyn pueden estar en competencia en una fase su campaña contra Yazid en un periodo crucial en que la propia
revolucionaria, sobre todo durante las celebraciones del moha- «guerra santa» (yehad) es vana y sin sentido. No va a una ope-
24
rram, cuando hay una movilización intensa y ferviente. ración guerrera, sino que se lanza a un testimonio heroico que
La primera figura de Hoseyn es la de un intercesor al que sobrepasa a todas las guerras: es una presencia eminente que
hay que gustar para atraer su benévola atención. Por los méritos trasciende la mezquindad del poder califal y proclama, más allá
de su martirio, goza de un favor especial ante Dios, de modo de la muerte, unos valores intangibles contra los que nada
que su intercesión probablemente será más eficaz que la de puede la violencia. El martirio es la única forma de recordar
cualquier otro santo. Hoseyn puede perdonar los pecados y ase- estos valores que se han silenciado, de exponer lo que ha estado
gurar la entrada en el Paraíso. Para congraciarse con él se parti- oculto:

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En Karbala los enemigos de Hoseyn sólo pudieron conquistar tiempo por otro candidato: finalmente se remitieron a los últi-
los cuerpos de los mártires, pero la ideología de los mártires mos Doce [mames.
condenaba a esa gente y a su régimen. 1...1 Con su martirio, Ho-
Entre los adversarios de los omeyas, partidarios de la «révo-
sevn realizó el mismo milagro que Moisés cuando confundió a
los sacerdotes del Faraón, con la sangre de los mártires hizo lución abasí», numerosos shiíes aspiraban a situar en el trono
como el aliento de Jesús, que devolvía la vista a los ciegos y re- califa] a un descendiente de Ali. Aunque los soberanos de Da-
sucitaba a los muertos [...1 y esto no se limitaba únicamente a su masco y luego los de Bagdad se opusieron con energía a este
tiempo y a su país, porque el martirio no es la guerra, es una mi- plan, nada indica que supusiera un peligro para la orden sunní.
sión, no es un arma sino un mensaje, es una palabra que se pro- Lo cierto es que los shiíes, debido a sus creencias y a su tibia
nuncia con la sangre.25 adhesión al poder, eran el refugio de dos clases de desconten-
tos, los políticos y los místicos.

El renunciamiento y el «martirio» de los Imames


De Hoseyn al Imam oculto
Después del fracaso político y el asesinato de Ali, de que su
primer hijo Hasan renunciara al califato y de que la rebelión de Según la tradición shií, todos los descendientes de Hoseyn
Hoseyn fuera aplastada, puede decirse que la causa shií no ha- tuvieron un final trágico y en general fueron envenenados por
bía empezado con buen pie. Pero los excesos de los omeyas du- orden del califa. El único de estos mártires perseguidos que se
rante el siglo que duró su dinastía (661-750) no dejaron de ani- libró de sus enemigos de forma sobrenatural fue el Duodécimo.
mar un deseo de cambio. Para empezar, un grupo de habitantes La sucesión de los Imames, según la tradición shií, se hizo
de Kufa, los tavvabun, «arrepentidos» de haber dejado a Ho- automáticamente de padres a hijos a partir del Cuarto. Pero en
seyn en la estacada, se rebelaron contra los omeyas y fueron principio la herencia dinástica carecía de valor, y el Imam nom-
aplastados en 684. Eran casi exclusivamente árabes y no sabían braba sucesor por su propia autoridad (nass) al que fuera más
exactamente por qué causa luchaban, seguramente por el hijo digno física y espiritualmente de ejercer las funciones de
de Hoseyn, el Imam Sayyad. Otro grupo de shiíes, en su mayo- mando. Le transmitía en persona los secretos esotéricos que él
ría clientes (mavali) iraníes se rebeló en la misma época por mismo había heredado, procedentes del Profeta.
motivos tanto sociales como religiosos, tratando de promover El Cuarto Imam, Ali, el hijo de Hoseyn que salió vivo de la
la causa de Mohammad, hijo del Imam Ali y de la mujer Hana- matanza de Karbala, fue llamado Zeyn al-Abedin, «Ornamento
fiya. Los supervivientes de los tavvabun se unieron a ellos con de los devotos», o Sayyad, «El que se postra en adoración». Se
su jefe Mojtar, muerto en 686 o 687. le atribuyen unas plegarias que rezan los shiíes y están reunidas
La devoción por el hijo de la Hanafiya no cesó con la en una colección de piedad popular, Sahifa sayyadiya.
muerte de Mojtar. Este último le dio al shiismo su carácter Según una leyenda piadosa recogida por el historiador Ta-
esotérico y su dimensión escatológica al resaltar el papel del bari, la madre de este Imam fue Shahrbanu, hija del emperador
Imam como Mahdi, «El que es guiado» en el sentido absoluto, sasánida Yazdegered III. El Imam Mi hizo que su hijo se casara
es decir, «el que está a la escucha del Guía absoluto, Dios». con esta princesa cautiva para evitar que fuera vendida al mejor
Este término, aplicado más adelante al Duodécimo Imam, ad- postor. Las tradiciones iraníes han explotado este filón maravi-
quirió para los shiíes una acepción muy importante, la de Sal- lloso que establece un vínculo tan fuerte entre una nación
vador. La retirada de la política del hijo de Hoseyn hizo que pronto sometida al islam y la familia humillada de los Imames.
los partidarios de la estirpe de Ali se inclinaran durante un De modo que un antiguo matrimonio habría decidido el carác-

50 51
Genealogía de los doce 'mames ter shií de Irán. No hay ninguna fuente que permita desmentir o
confirmar esta historia. A los islamistas revolucionarios moder-
nos no les hace mucha gracia, pues debido a su lucha contra el
Mohammad (. 632) antiguo régimen rechazan esta recuperación aristocrática del
shiismo y la connivencia antigua entre el sistema imperial y un
cierto tipo de religión.26 El Imam Sayyad se retiró a Medina,
apartándose de la vida pública, y según la tradición fue envene-
nado por orden del califa omeya Hesham en 712-713. Está en-
Fátima (m. 632) (1) Mi (m. 661) terrado en el Baqi, el cementerio shií de Medina.
Su hijo, el Quinto Imam Mohammad, llamado al-Baqer «el
(2) Hasan (m. 670) (3) Hoseyn (m. 680) • Mohammad b. al-Hanafiya Rebosante» (se sobreentiende que de ciencia), vivió apartado
de los asuntos públicos y murió, seguramente envenenado, en
732. Está enterrado en el Baqi de Medina. Aunque el Imam al-
(4)h Zeyn al-Abedin al-Sayyad (m. 713) Baqer fue el primero que definió el principio de designación
por la propia autoridad (nass) de los Imames, tuvo que enfren-
(5) Mohammad al-Bacier (m. 732) tarse a su hermanastro Zayd (muerto en combate en 740), que
• Zayd (m. 740)
sublevó a los shiíes de Kufa. La persistencia política del
shiismo zaydí, sobre todo en el norte de Irán (Tabarestán, o Ma-
(zaydíes) zandarán actual) hasta 1033 y sobre todo hasta 1962 en Yemen
(el Imam Badr fue derrocado en esta fecha por una revolución
(6) Yaafar al-Sadeq (m. 765) de signo nasserista) denota que en el interior del shiismo se de-
sarrollaron opciones teológicas divergentes. Para los zaydíes el
principio de designación por investidura (nass) carece de va-
• Ismail (m. 755) (7) Musa al-Kazem (m. 799) lor. Lo único que cuenta es el mérito personal: sostienen que el
poder corresponde por derecho a cualquier descendiente de Ali
(ismailíes) y Fátima que logre apoderarse de él. El propio Zayd sólo era
hijo de una esclava, mientras que la madre del Imam al-Baqer
era hija del Imam Hasan, pero la doble legitimidad de su rival
(8) Ah al-Reza (m. 818) no impidió que los zaydís respaldaran sus pretensiones.
El Sexto Imam Yaafar al-Sadeq («el Verídico»), hijo de Mo-
(9) Mohammad al-Yavad, al-Taqi (m. 835) hammad al-Baqer, fue el más brillante de los descendientes de
Ali. Vivió en Medina durante el tenso periodo en que el califato
pasó de los omeyas a los abasíes. El Imam Yaafar se mantuvo
(10) Mi al-Hadi, al-Naqi (m. 868) al margen de las vindicaciones políticas, no se pronunció cuan-
do la rebelión zaydí fue aplastada y tampoco se puso de parte
(11) Hasan al-Zaki, al-Askari (m. 874) de los abasíes. Más tarde, en 762, puso en guardia a los partida-
rios de su familia contra las pretensiones de Mohammad al-
1 Nafs al-Zakiya, un descendiente del Imam Hasan que gozaba
(12) Mohammad al-Mahdi (desaparecido en 874)

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de gran popularidad y se negaba a jurar fidelidad a los abasíes.
La posición del Sexto Imam sobre todas estas disputas fue de ticos y artesanos que buscaban el Elixir. El corpus de Yaber
un gran rigor: el Imam debe esperar, mientras transmite su pen- atribuye al Imam un papel fundamental como elemento de la
Gran Obra alquímica: no se podía realizar ninguna operación
samiento, a que le llegue el momento de tomar el poder. Este
sin su reconocimiento... Estas especulaciones, en las que ya no
poder lo obtiene por designación explícita de su antecesor, pero
interviene ningún elemento de imamología política o socioló-
también por su sabiduría a la vez exotérica y esotérica (las
gica, revelan hasta qué punto, en varias generaciones, el fra-
ciencias positivas y el conocimiento espiritual). Todos los cre-
caso temporal de los Imames llegó a transformar el discurso de
yentes tienen el deber de reconocer al Imam, que es el vínculo sus partidarios y a convertir a los descendientes de Mohammad
entre Dios y los hombres. «El que muere sin haber conocido a en puras figuras espirituales.
su Imam muere como infiel.» Además, si las circunstancias no La muerte de Ismail Ibn Jafaar (poco después del 754) turbó
son propicias, no hay que forzar el destino, y según Yaafar al- a numerosos partidarios de los Imames, pues la omnisciencia
Sadeq es preferible utilizar la virtud propiamente shií de la «di- atribuida a los sucesores de Ali habría debido hacer conocer al
simulación mental» (taqiya). Según la tradición shií, Yaafar al- Sexto Imam la muerte de su hijo y heredero.27b Muchos creye-
Sadeq fue envenenado por orden del califa abasí al-Mansur en ron que éste no había muerto, sino que había sido escondido
765, y está enterrado en Medina. por su padre por prudencia para protegerle de sus enemigos;
Este Imam destaca claramente entre los demás por su talla otros, llamados los mobarakiyya (por el nombre de Ismail al-
intelectual. En primer lugar fue un legislador: la escuela de ju- Mobarak, El Bendito) se inclinaron por su hijo, Mohammad Ibn
risprudencia imamí, que se puede poner a la misma altura que Ismail, pretendiendo que el imamato había sido transferido a
las cuatro escuelas del sunnismo, se llama escuela yafarí de- Ismail tras la muerte del Imam Jafaar. Ismail había -estado vin-
bido al papel primordial del Imam Yaafar en la codificación del culado a medios radicales, hostiles a la pasividad de Jafaar, en-
derecho religioso shií. Los sabios sunníes (como Abu Hanifa, tre los cuales algunos habían llegado a divinizar a los Imames.
fundador de la escuela hanafí) iban a verle para que les transmi- Los shiíes que se unieron a ellos, comúnmente llamados ismai-
tiera las tradiciones del Profeta. Pero el nombre del Sexto líes fueron generalmente vilipendiados por los historiadores
Imam está relacionado sobre todo con la introducción en la cul- sunníes e incluso shiíes doudecimanos que les dieron el nombre
tura islámica de la ciencia alquímica, «ciencia» según los crite- de bateni, «esotéricos» o qármatas, del nombre de una comuni-
rios de la época, por supuesto. La alquimia y las otras discipli- dad establecida en la península de Bahrein en el s. x. Ellos mis-
nas esotéricas se desarrollaron entre unos «clientes» (mavali) mos llamaban a su movimiento al-da'vat al-hádiya, «la misión
de origen iraní, principalmente shiíes procedentes de la ciudad bien guiada:, nombre que recuerda su deber de predicar la
de Kufa. unión de todos los musulmanes a su causa, tuvieron un papel
Uno de ellos, Yaber b. Hayyan (o Geber, muerto c. 815), histórico importante: en Egipto, los Imarnes ismailíes goberna-
cuya existencia está confirmada por las fuentes históricas, fue ron bajo el título de califas fatimíes entre el 969 y 1171; en Irán
un discípulo del Imam. Se le atribuyen obras alquímicas —el y Siria, los «nizaríes», que reivindicaban la legitimidad de los
corpus yaberiano— que según ciertos investigadores no pudie- fatimíes a través de Nizar, hijo del califa Mustansir (m. 1094)
ron ser escritas antes del siglo ix, lo que pone en duda su auto- fundaron principados ismailíes que no desaparecieron hasta la
ría.27 Es seguro que la alquimia se introdujo en círculos allega- conquista mongol en 1257 y 1273. Los nizaríes eran conocidos
dos a Yaafar al-Sadeq en el siglo vut, probablemente desde los con el nombre de asesinos, leyenda que hicieron circular los
medios judíos y cristianos que tenían acceso a las fuentes grie- sunníes y que refleja el terror que inspiraban a sus enemigos.
gas, y luego fue arabizada e islamizada por médicos, farmacéu- Desarrollaron una teoría especulativa que tuvo gran influencia

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sobre el sufismo persa. El Imam actual del ismailismo nizarí, dono de Bagdad como capital. Mamun tuvo que regresar a Me-
sha Karim al-Hoseyni Mahallati, Aga Jan IV, que reina desde sopotamia y el Imam Ali al-Reza, que le acompañaba, murió
1957 es el cuadragésimo noveno Imam de la línea nizarí. Los durante el viaje en la aldea de Tus. Los shiíes creen que fue sa-
nizarís son conocidos en la India con el nombre de Joyas. Otro crificado a la razón de estado, envenenado con fruta, uvas o
hijo de Mustansir. Ahmad al-Mostali ben-Llah, tuvo partidarios granadas (en 818). Está enterrado en el centro de la ciudad iraní
menos radicales. cuyos sucesores son los bohoras de la India. de Mashhad (cuyo nombre significa «el lugar del martirio»),
El Séptimo Imam de los shiíes imamíes, Musa llamado al- junto a la tumba de Harun al-Rashid.
Kazem («El que se contiene, se calla»), tuvo que arrostrar una En realidad al Imam Reza le interesaban más la práctica de la
política hostil a los shiíes y fue apresado por orden del califa medicina o los debates intelectuales y teológicos —la tradición
abasí Harun al-Rashid. Murió envenenado en 799 en la cárcel habla de discusiones apasionantes con sabios cristianos, judíos
de Bagdad. y fue enterrado en Kazemeyn, cerca de Bagdad, y zoroastrianos— que las cuestiones políticas. El corto intervalo
donde su mausoleo se ha convertido en un gran centro de pere- de su mandato como heredero del poder es revelador del malen-
grinación. tendido general sobre la concepción shií del poder: la vindica-
Su hijo. Mi b. Musa, el Octavo Imam, también llamado Reza ción de legitimidad no parece destinada a dirigir realmente el
—los árabes transcriben Rida o Ridha—, es una gran figura del gobierno histórico de los hombres, sino a unir a los musulma-
shiismo muy popular en Irán, donde está su mausoleo. El Imam nes en un proyecto religioso en el que lo político pasa a un se-
Reza, para llamarlo como es costumbre en Irán, era hijo de una gundo plano. Una dialéctica que no se hace explicita hasta el
esclava nubia, lo cual revela, como en el caso de otros Imames, Imam oculto.
que el shiismo se basa en una sorprendente combinación de le- El santuario del Imam Reza se convirtió en un foco de pie-
gitimidad aristocrática (la sangre puramente árabe del Profeta) dad shií, sobre todo a partir del siglo )(ni, con la conversión al
y mezcla étnica y social. shiismo del soberano mongol Olyaytu (llamado Jodabanda,
Harun al-Rashid había dividido en dos el imperio abasí, de- equivalente persa de `Adballah, «Siervo de Dios», 1304-1317).
jando la mitad oriental para su primogénito Amin y la otra para Bajo la dinastía safaví, a partir del siglo xvi, esta peregrinación
el segundo, Mamun, nacido de una madre iraní. En 816, a la brindaba una alternativa a la peregrinación a La Meca, o a Na-
muerte de su hermano, Mamun quiso nombrar heredero al Oc- yaf y Karbala, situadas en territorios sunníes enemigos. Otro
tavo Imam, que entonces tenía 51 años, y le dio el título de «al-Re- personaje de la Sagrada Familia también se marchó a Irán: se
za»: «el que agrada» a Dios o a los hombres, probable alusión a trata de la hermana del Octavo Imam, Fátima Maasuma (Fá-
un título de los califas abasís: al-reza men al Mohammad, tima la Pura), que murió en Qom, aldea shií desde esa época,
«aquél sobre el que está de acuerdo la Familia de Mohammad». cuando trataba de reunirse con Ali al-Reza en Jorasán. En torno
El Imam, que al principio era remiso, se dirigió a Mary (en Jo- a su tumba ha crecido, desde la Edad Media, un importante
rasán, hoy Mary, en Turkmenistán) donde los príncipes abasís centro de enseñanza de las tradiciones del shiismo, reactivado
le juraron fidelidad. En realidad no fue nombrado en respuesta en 1922.
a las pretensiones shiíes de legitimidad, sino con criterios polí- El Noveno Imam, Mohammad, llamado al-Yavad, «el Mag-
ticos, sin anticipar los posibles derechos de sus herederos a la nánimo», o Taqi, «el Piadoso», fue encarcelado en 835, cuando
sucesión. Mamun le dio su hija en matrimonio e hizo acuñar tenía 24 años, por su mujer, hija del califa Mamun. Está ente-
monedas en su nombre. El estandarte negro de los abasíes se nado en Kazemeyn. Hijo de una esclava marroquí, el Décimo
cambió por el verde de los alidas. Pero los habitantes de la pro- Imam Ali al-Hadi «el Guía» o al-Naqi «el Puro», vivió en una
vincia de Iraq se sublevaron contra estos cambios y el aban- época de represión contra los shiíes y fue encarcelado en 868, a

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los 40 años, en la ciudad militar de Samarra (Iraq), donde está justicia y opresión», según la definición escatológica de la fun-
enterrado. ción del Mahdi en el fin de los tiempos.28 También se aplica
Su hijo, el Undécimo Imam Hasan al-Zaki «el Íntegro», o al- esta creencia salvadora a Mohammad al-Nafs al-Zakiya (un
Askari «el que es retenido en el campamento», también fue en- alida contemporáneo del Séptimo Imam), así como a los Ima-
venenado por el califa en 874, después de vivir en la semiclan- mes Quinto, Sexto y Séptimo, y a Ismail, el que dio origen al
destinidad y luego bajo una estrecha vigilancia política en ismailismo.
Samarra. El califa al-Mutamid se aseguró de que el Imam no te- Después del fracaso de la experiencia política del Octavo
nía herederos y ninguna de sus mujeres estaba embarazada. En Imam, Ali al-Reza, la necesidad de dar una salida a la situación
efecto. de su posible descendencia dependía la legitimidad de insoportable impuesta por los abasíes hizo que los imamíes re-
las aspiraciones shiíes. Como vemos, el clima no era favorable currieran a unas prácticas nuevas: la disimulación mental (ta-
a los Imames, aunque los relatos que hacen los shiíes del marti- qiya) para librarse de las persecuciones, la delegación de los
rio de cada uno no tienen un valor histórico seguro. poderes del Imam (vekala) para justificar la lealtad a un Imam
prisionero representado por un agente (vakil), y por último la
Ocultación, hasta el fin del mundo, del Salvador, que encarna
La Ocultación del Imam las esperanzas de liberación.
Según la tradición imamí, la madre del Duodécimo Imam era
Sean o no verdad los envenenamientos de los Imames, lo una esclava bizantina. Algunos dicen incluso que se llamaba
cierto es que éstos tuvieron que enfrentarse a una situación po- Naryes (Narcisa) y que era hija de el emperador bizantino, des-
lítica difícil: pretendientes teóricos al poder, impotentes en la cendiente por tanto de Simón Pedro, el primer jefe de la Iglesia.
política, apoyados por partidarios descontentos de los califas Su hijo reunía así los dos ciclos de sucesión espiritual, de Jesús
omeyas y abasíes, refugiados en una justificación esotérica de y de Mohammad. Nacido en 869 (el 15 de sha'ban de 255 de la
su quietismo, los Imames eran un estorbo para todo el mundo. Hégira) en Samarra, donde estaba encarcelado su padre, fue
Presentes físicamente, desmentían algunas de las alegaciones nombrado Abol-Qasem Mohammad, como el Profeta. Sus so-
que les atribuían los shiíes. Ausentes, su «eficacia» escatoló- brenombres más corrientes son Hoyyat (garante de Dios),
gica no se podía poner en duda y la aspiración a la vuelta de su Qaem Al Mohammad (el que se alza, resucita o se subleva, de
reino de justicia casi se hacía realidad. la familia de Mohammad), Qaem be-amrollah (el que se alza
La Ocultación era, pues, una solución cómoda. Aprove- por orden de Dios, o que ejecuta la orden de Dios), Mahdi (el
chando una sucesión sobre la que hay dudas en la comunidad, o que es guiado), Montazar (esperado) y Saheb oz-Zaman (dueño
ante una desaparición prematura, se decide contra toda eviden- del Tiempo o del Final de los tiempos). Según una tradición
cia que el Imam está presente, se niega su desaparición. Hay un shií el Profeta anunció que después de Hoseyn sólo habría
hecho que demuestra la necesidad teológica de este dogma: an- nueve 'mames. «El Noveno será el Resucitador; colmará la Tie-
tes del Duodécimo Imam se declaró que varios personajes reve- rra de paz y de justicia, así como ahora está llena de violencia y
renciados por los shiíes estaban «ocultos». Su muerte no podía tiranía. Luchará por llevar de nuevo (la revelación) al sentido
ser real, pues eran los salvadores «guiados por Dios». El pri- espiritual (ta'vil), como yo mismo he luchado por la revelación
mero, al parecer, fue Mohammad, hijo de Ali y la Hanafiya, al del sentido literal.»29 Además, el Mahdi debía tener el mismo
que adoptaron por jefe unos shiíes extremistas: oculto durante nombre que el Profeta...
el tiempo presente, acabaría volviendo para «colmar este No se sabe casi nada de la vida de este Imam. Algunos ponen
mundo de justicia y equidad, así como ahora está lleno de in- en duda su existencia. Un investigador ha encontrado por lo

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menos trece variantes históricas en el interior de la familia shií cimo Imam poco antes de la Resurrección al mismo tiempo
primitiva a propósito de su existencia.'" Para los shiíes duodeci- que la «vuelta», o la reencarnación (ray'a) de «aquellos cuya
manos desapareció milagrosamente cuando tenía ocho años, y a fe es de un grado elevado y cuyas buenas obras son numero-
partir de entonces se comunicaba con el mundo por mediación sas» y de los que, en cambio, «han alcanzado el colmo de la
de cuatro agentes, delegados o mediadores (vakil, na'eb, safir). corrupción, han oprimido en exceso a los amigos de Dios».
A la muerte del último de los agentes del invisible, en 941, em- Los primeros serán recompensados con la visión del reino de
pezó la Gran Ocultación ( Qeybat al-kobra), una nueva era que la verdad y recibirán «todos los bienes del mundo que hayan
no acabará hasta el Final de los tiempos. El imam está vivo, deseado». En cuanto a los otros, «Dios se apoderará de los
pero no lo vemos. La tradición relata que en su último mensaje que se hayan rebelado contra Él antes de la muerte y saldará
el Imam ponía en guardia a los creyentes: su ofensa con las venganzas que les hará sufrir». 32 sí pues,
según esta formulación del jeque al-Mofid (m. 1022), estamos
Ya no me mostraré a nadie, hasta que llegue el permiso di- ante una verdadera operación de venganza divina, antes de
vino. Pero eso sucederá cuando haya transcurrido mucho que todo el mundo muera otra vez y se presente ante el tribu-
tiempo. Los corazones se volverán insensibles a la piedad. La nal de la justicia eterna.
tierra se llenará de tiranía y violencia. Entre mis shiíes surgirán Se comprende que a personas con mentalidad moderna les
algunos que pretenderán haberme visto materialmente. ¡Cui-
haya chocado este dogma tan humano, destinado sin duda a
dado! Aquel que pretenda haberme visto materialmente antes de
los acontecimientos del final, es un mentiroso y un impostor. apaciguar a quienes se indignaban de que los impíos disfrutaran
Sólo hay socorro y fuerza en Dios el Altísimo, el Sublime.31 de los bienes de este mundo mientras que los justos estaban su-
midos en la opresión y la miseria. Hacia 1930 un teólogo iraní
La doctrina de la Ocultación existe desde la época de Ko- reformista, Shariat Sangalayi, rechazó lisa y llanamente la cre-
leyni, por lo menos en esta forma. Como este tradicionista shií encia en el «Regreso», y por eso fue víctima del anatema casi
murió el mismo año que el último agente del Imam, no podía general, a pesar de la valiente defensa del jeque Abdolkarim
distinguir entre los dos tipos de ocultación, la menor, durante la Haeri, a la sazón director de los estudios teológicos de las es-
cual los agentes del Imam podían comunicar sus mensajes a los cuelas de Qom, quien afirmó que se podía ser shií sin creer ne-
creyentes, y la mayor después de su muerte. Esta doctrina, cesariamente en el «Regreso»...33 La controversia secundaria
aparte del hecho de situar la creencia en un ámbito puramente que se mantuvo entonces, y reaparece de vez en cuando, refleja
irracional, tropezó enseguida con objeciones evidentes. Así, en la dificultad que tienen los shiíes para separar las tradiciones
la época en que el califato de Bagdad estaba dominado por los esenciales de sus creencias de las que tal vez sólo sean añadi-
visires buyíes (945-1055), cuya adhesión al shiismo era cono- dos circunstanciales.
cida, a los shiíes les preguntaban por qué el Imam permanecía Hemos visto cómo, por necesidad política y por necesidad
en la Ocultación, cuando no corría el menor riesgo. Ellos con- metafísica, se impuso a la comunidad shií la idea de la Oculta-
testaban que los enemigos del Imam seguían estando ahí, de ción del Imam. El linaje de los alidas desaparecía a causa de la
donde sin duda viene la idea de que el fin de los tiempos, con el represión, y había que mantener esa fuerza espiritual —la justifi-
regreso del Imam, sería la época en que la doctrina shií estaría cación misma del shiismo— que requiere que Dios no pueda de-
extendida por todo el mundo. jar nunca la Tierra sin una «prueba apodíctica» (argumento ne-
Hay otra tradición relacionada con la Ocultación del Ma- cesario, fundador, hoyyat) para guiar a los hombres hacia Él.
hdi, que los shiíes han heredado probablemente de las creen- Este es el sentido del imamato (Imam quiere decir «guía»), la
cias zoroastrianas: la de la aparición en la tierra del Duodé- doctrina central del shiismo.

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El imamato y la organización comunitaria de generación en generación. Por eso los tratados teológicos y
los manuales «para resolver los problemas» proporcionan estos
Dado que el creyente shií no reconoce más autoridad en la criterios que convierten al teólogo en «guía a imitar» (marya'
tierra que la de un Imam, autoridad de la que nadie, por defini- al-taqlid): es un moytahed (teólogo a quien sus maestros consi-
ción, se puede valer de forma coactiva, es libre con respecto al deran apto para ejercer el esfuerzo de interpretación de la Ley),
poder, sobre todo en lo concerniente a su religión. Ya se trate de es decir, un hombre maduro, razonable, shií duodecimano, de
un sultán, un sha. un califa o un presidente (musulmán) de la nacimiento legítimo, vivo y equitativo.34 Como suele haber más
comunidad. un musulmán sunní debe obediencia al que legisla de un individuo que reúna todas estas virtudes, hay que elegir
(ulu'l-amr) y mantiene la cohesión de la comunidad. En el al más sabio, es decir, al que podría ser el maestro de todos los
shiismo no hay nada de esto, ya que el soberano es impenetra- demás en materia de interpretación jurídica. Si uno no es capaz
ble por definición. De ahí la idea de que los ulemas deben res- de decidir por sí mismo el grado de saber teológico, puede acu-
ponder a las necesidades teológicas, sin tratar de reemplazar al dir a personas dignas de confianza, si se ponen de acuerdo en
Imam. Como además se supone que este último está vivo, los designar a la misma persona como «el moytahed más sabio».
dogmas jurídicos no permanecen inmóviles en posiciones inva- He aquí, pues, un terreno en el que el creyente shií se basa en
riables, sino que pueden recibir respuestas nuevas en función de su propia conciencia y goza de entera libertad. A lo que hay
situaciones nuevas: la «puerta de la interpretación» (bab al-iy- que añadir que, si bien la visión material del Imam oculto es
tihad) está abierta. imposible o prohibida, la visión espiritual es una práctica co-
El criterio exigido para el ejercicio de la interpretación es el rriente. Para empezar cada shií , en cada época, debe conocer al
«saber» teológico (`elm). Esto nos remite al principio según el Imam de su tiempo; de lo contrario morirá sin conciencia de
cual la elegibilidad de un Imam depende del conocimiento exo- Dios (al ser el Imam la prueba apodíctica de Dios). De modo
térico (inteligencia de los fenómenos del mundo visible) y eso- que el conocimiento, por uno u otro medio, del Imam oculto es
térico (inteligencia de las realidades invisibles) que ha recibido. un requisito indispensable. Se obtiene por medio de sueños o
Este doble conocimiento condiciona en teoría cualquier regla acontecimientos visionarios que no dejan huellas palpables. La
de sucesión de la autoridad espiritual. Así, los ulemas se some- literatura shií y la piedad popular están llenos de relatos de apa-
ten al mismo tipo de selección que el Imam: deben poseer la rición, en los que el fiel se encuentra con el Imam en un mo-
ciencia teológica y práctica para aplicar la Ley y el carisma es- mento de gran angustia, en un lugar sagrado, durante una pere-
piritual que les confiere autoridad sobre los creyentes. También grinación, al tener que tomar una decisión importante...35
reclaman, a su nivel, el mismo género de función legisladora, No estamos ante una religión exteriorizada y segura de sí
enseñanza de la Ley y dirección espiritual, porque ni siquiera misma, sino ante una fe personal. Lo que la hace más difícil
en ausencia del Imam se puede dejar de administrar justicia ni aún de entender es la fragilidad de la condición social del
de enseñar la fe. shiismo, que ha acostumbrado a los creyentes, antes de que su
Si el saber permite perpetuar la función del Imam, los sim- religión lograra un tardío reconocimiento oficial, a disimular
ples creyentes, conscientes de su ignorancia, deben practicar la prudentemente sus creencias (taqiya). Esta práctica, una vez es-
imitación (taqlid) para seguir el parecer de los que saben. De piritualizada, lleva a lo que Corbin ha llamado la «disciplina
todos modos necesitan tener un buen criterio para identificar a del arcano», que consiste en no divulgar los secretos de modo
los ulemas que se pueden tomar como modelo. En efecto, nada que no pierdan su carácter místico para convertirse en simples
es más perjudicial y peligroso que una dirección espiritual recetas: sólo son desvelados a los iniciados.
usurpada, y los peligros de la imitación servil son denunciados En otro capítulo se abordan los distintos debates históricos

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sobre la legitimidad del poder civil y las numerosas desavenen- Imam, como sucede en Irán en el siglo xvi. El caso es más
cias entre los shiíes sobre la autoridad religiosa, pero conviene grave cuando quienes tienen el poder civil son sunníes militan-
entender desde ahora las consecuencias fundamentales de la tes, enemigos de la Familia de los Imames: en ese caso ¿hay
doctrina de la Ocultación en la concepción shií de la organiza- que negarse a participar en las instituciones, con el peligro de
ción comunitaria. dejar inerme a la comunidad musulmana frente a los abusos del
El hecho de que el Imam esté «presente» pero oculto hace gobierno? La respuesta de los teólogos solía ser pragmática,
que sea ilegítima cualquier pretensión absoluta de autoridad so- motivada por la necesidad de tranquilizar la conciencia de los
bre los hombres, pues el soberano que asume el mando usurpa shiíes que, de una u otra forma, colaboraban con las autorida-
la única autoridad existente. Esta situación es perturbadora, y des. Esto ocurrió sobre todo durante el periodo buyí (932-
pocas veces se ha defendido de forma sistemática el argumento 1062), cuando el califato estaba dominado por visires shiíes.36
de la autoridad del Imam oculto. En efecto, la ausencia de auto- En realidad, la posibilidad de colaborar viene del hecho de que
ridad genera desórdenes y permite que la violencia prevalezca todo gobierno es básicamente aceptable y es preferible la paz al
sobre la justicia. La comunidad musulmana sería la primera desorden. Pero la cuestión no está regulada, porque el islam
víctima de un debilitamiento causado, de alguna manera, por mezcla por completo lo religioso y lo político: el reconoci-
ella misma. Es mejor un soberano imperfecto (desde el punto miento del gobierno implica la obligación de obedecerle, pa-
de vista del shiismo) que la falta de soberano. Como el Imam garle las tasas rituales, pronunciar en su nombre el sermón de
está presente-ausente y nadie es capaz de erigirse en represen- los viernes, participar en las operaciones militares de la guerra
tante de su voluntad, hay que aceptar que la autoridad política santa, etc. Veremos que los shiíes fueron reacios a cumplir va-
esté sujeta a cierta relatividad. rios de estos aspectos, incluso cuando el poder político era ejer-
Según ciertas tradiciones, el Imam no volverá a la Tierra cido por correligionarios.
para inaugurar el ciclo del Fin de los tiempos hasta que las tri- El Imam oculto debe reaparecer, y los creyentes esperan ese
bulaciones de este tiempo se hayan vuelto insoportables y los día. Su espera genera a menudo una actitud pasiva, alejada del
desórdenes apocalípticos marquen el fin de la humanidad. El espíritu dinámico y revolucionario que veía Shariati en la rebe-
Primer Imam habría pronunciado esta profecía: «He soñado lión del Imam Hoseyn. En efecto, hay dos formas de esperar:
con un niño que vendrá de mi carne, el undécimo de mis des- con resignación y sumisión, o por el contrario con insatisfac-
cendientes. Es el Mahdi que colmará la tierra de justicia y ción y rechazo de la situación presente. En el primer caso se
acepta cualquier cosa, sin aspirar a un cambio; en el segundo
equidad, cuando la injusticia y la tiranía hayan llegado al má-
hay una actitud rebelde, porque se desea un cambio radical.37
ximo en este mundo.» Pero Koleyni, que recoge esta tradición
Shariati hace esta distinción a propósito de Ali, que espera a
del siglo x, también recoge otras según las cuales nadie podrá
que llegue su hora para gobernar, y se aplica perfectamente a la
prever jamás la venida al mundo del Mahdi. Incertidumbre que espera escatológica:
permite poner a prueba a los shiíes, para distinguir a los fieles
de los demás. El problema social y político se anula, las responsabilidades
Esta creencia plantea el problema de la participación en las se limitan a la esfera ética individual, la Ocultación no es más
instituciones políticas. Parece excluida la participación plena, a que un ciclo de sumisión y espera pasiva; como la sociedad no
causa de la reserva de lealtad que tendrá siempre un shií. Ya puede ser salvada, cada cual debe pensar en su propia subsisten-
veremos cómo se salva esta dificultad en situaciones en las que cia; se acepta como una fatalidad que la sociedad, la fe, el orden
el propio poder civil proclama su legitimidad imamí y neutra- social, la cultura y la moral pública entren en decadencia hasta
liza los argumentos que supeditan cualquier autoridad a la del hacer inevitable la reaparición del Imam. Bajo esta perspectiva

64 65
la Ocultación no es más que el precio de la liberación de todos porcionarles en todo momento los medios para su salvación. Y
los poderes de este mundo; es la aceptación legalizada de todo
no puede existir el vacío que, hipotéticamente, dejaría a los
lo que ocurre y existe, la supresión de la responsabilidad colec-
tiva: todos pueden refugiarse en su individualismo, y todas las hombres con su ignorancia. Los Profetas, los Imames y el
esperanzas, creencias y sentimientos de los shiíes se resumen ya Imam oculto son los garantes del orden divino al que el hombre
en dos principios: la queja y la execración de los sunníes, ¡nada está invitado a reintegrarse. Una sociedad sin Imam es anár-
más! quica, lo que significa que es vulnerable y fácil de dominar por
las fuerzas opresoras. Por eso, como dice Shariati, cuando el
Este sombrío cuadro del shiismo fosilizado en la aceptación Imam no es aceptado como jefe de la comunidad, no se lesio-
del desorden establecido se opone, para Shariati, a un shiismo nan los intereses del Imam sino los del pueblo, que se queda sin
basado en el ejemplo del Imam Ali, en el que el periodo de la dirección.
Ocultación es un tiempo en que el hombre debe asumir las res- La anticipación milenarista del regreso del Imam hace del
ponsabilidades proféticas del Imam: 38 shiismo una doctrina mucho más proclive que el sunnismo a la
metahistoria, a la anticipación idealista del Fin de los tiempos.
Ahora son los hombres quienes deben enseñar el islam, admi- La especulación teosófica es abierta, fundada, legítima. El
nistrar la justicia, organizar una sociedad islámica, gobernarse a hombre trata de entender en qué etapa se encuentra el ciclo di-
sí mismos, defender al islam y a los musulmanes de las poten- vino. Pese al idealismo básico de esta visión del mundo, la
cias de este mundo y la unidad islámica contra los judíos, los Ocultación del Imam no es obstáculo para una dimensión so-
cristianos y demás enemigos [...] y elegir a aquéllos cuya espe- cial, ya que el shiismo surgió de una actitud política y desde el
cialidad es el conocimiento verídico del islam, la jurisprudencia
islámica y los asuntos de la sociedad de su tiempo L.1 para obli- principio se inspira en la búsqueda de la equidad y la justicia.
garles a dirigir el destino de los hombres y tener por jefe a la No hay barrera política, el Imam sólo les impone a los hombres
personalidad más instruida, más íntegra de todos ellos, para que que sean fieles a los mandatos de la revelación que liberan a los
ocupe el «lugar del Imam», que es el lugar del Profeta del islam. «debilitados» (mostaz'afin) del yugo de los «orgullosos» (mos-
takbarin). En este mensaje generoso, pero lo bastante vago
como para adecuarlo a las más variadas situaciones, ha irrum-
El shiismo y la Sagrada Familia pido el discurso ideológico revolucionario.

La nueva interpretación de los dogmas tradicionales por la


ideología revolucionaria de Shariati permite concretar breve- Notas
mente los fundamentos del shiismo. En él encontramos dos
1. Véase el relato tal como lo reconstruye M. RODINSON, Mahomet, Le
ideas antagónicas: la de guía absoluto del género humano, in-
Seuil, París, 1961, pp. 323 ss.
termediario entre Dios y los hombres, intercesor, garante apo- 2. H. CORBIN, En Islam iranien. Aspects spirituels et philosophiques, Ga-
díctico, hombre perfecto que exige una lealtad ciega y sin fisu- Ilimard, París, 1971, I, p. 80; H. ENAYAT, Modern Islamic Political Thought,
ras; y la de una amplitud de horizontes debida a la ausencia de University of Texas Press, Austin (Texas), McMillan, Londres-Basingstoke,
estructuras concretas de poder, un mensaje de liberación basado 1982, pp. 25 ss.
en el rechazo de la opresión. 3. Sobre Shariati véase el capítulo «Un destino unido a Irán».
4. A. SHARIATI, 'Ali (Obras completas, 26), Teherán, 1361/1982, p. 146.
El imamato, para los shiíes, está unido a una concepción de 5. Véase la traducción francesa de M. ROUHANI del texto de Cheikh Mofid,
la justicia que se amplía a Dios: Aquel que juzgará a los hom- La victoire de Bassora ou Al-Jamal, París, 1974.
bres por sus acciones en la Resurrección está obligado a pro- 6. Véase en especial Ch.-H. DE FOUCHÉCOUR, Moralia, ADPF, París, 1986,

66 67
pp. 118 ss; K.-H. GÓBEL, Moderne schiitische Politik und Staatsidee, 24. Sobre los ritos de duelo del moharram, véase el capítulo «Un destino
Leske+Budrich, Opladen, 1984, pp. 42 ss. unido a Irán»; M. HEGLAND, «Two Images of Hussain: Accomodatíon and
Tahrike
7. Véase Ali b. Así TALES, Nahjul Balagha. Peak of Eloquence, Revolution in an Iranian Village», en N. R. Keddie, ed., Religion and Politics
Tarsile Qur'an, Elmhurst (Nueva York), 1984, p. 534 ss.; GÓBEL, Modern in Iran, Yale University Press, New Haven-Londres, 1983, pp. 218-235.
schiitische Politik.... 40 ss. 25. A. SHARIATI, «Shahadat» (Martirio), en Hoseyn, vares-e Adam (Obras
1
8. A. SHARIATI, 'Ali, Nilufar, Teherán, 136 / 1982 (Obras Completas, 26), Completas, 19), Qalam, Teherán, 1360/1981, pp. 125 ss., traducido en M. Tá-
pp. 108-109. leqáni, M. Mutahhari y 'A. Shari'ati, Jihad and Shahádat. Struggle and
9. R. LOEFFLER, Islam in Practice. Religious Baliefs in a Persian Village, Martyrdom in Islam, ed. por M. Abedi y G. Legenhausen, Iris, Houston (Te-
SUNY Press, Albany (Nueva York), 1988, p. 52. xas), 1986, pp. 208 ss.
10. EMÁDZÁDA, Majmu'a-ye zendegáni-e Tchahárdah-e ma'sum (Los Catorce 26. Véase 'A. SHARIATI, Tashayyo'-e 'alavi, tasahyyo'-e safavi, (Obras
Inmaculados), Maktab-e Qor'án, S.1. [=Teherán], s.f. (1340/1961), I, p. 362. Completas, 9), Teherán, 1359/ 1980, pp. 88 ss., 100. Esta tradición antigua
11. H. CORBIN, En Islam iranien, I, p. 96. está extendida también fuera del shiismo, cf. J. Calmard, «Le culte de l'Imam
12. W. M. WATT, The Formative Period of Islamic Thought, University Husayn», (tesis mecanografiada), EPHE, VIe section, París, 1975, II, p. 183.
Press, Edimburgo, 1973, pp. 38 ss. 27. Véase T. FAHD, «Ga'far as-Sádiq et la tradition scientifique arabe», Le
13. C. CAHEN, L'islam des origines au début de l'Empire ottoman, Bordas, shi'isme imámite, Colloque de Strasbourg, PUF, París, 1970, pp. 131-142; P.
París, 1970, p. 38. LORY, Alchimie et mystique en terre d'islam, Verdíer, Lagrasse, 1989.
14. M. RODINSON, Islam et capitalisme, Le Seuil, París, 1966, p. 41; Id., 27b. Para el ismailismo, ver. F. DAFTARY (prefacio de W. Maldelung), The
Marxisme et monde musulman, Le Seuil, París, 1972, p. 171. Para las fuentes, their Doctrines and their History Cambridge University Press,
véanse I. GOLDZIIIER, Le dogme et la loi de l'islam, Geuthner, París, 1973, pp. 1990; M.G.S. HODGSON, The Order of Assassins: the Struggle of the Early Ni-
115 ss.; H. ALGAR, «Social Justice in the Ideology and Legislation of the Isla- zari Isma'ilis aganist the Islamic Wordl, La Haya, 1955; «The Ismá'hI? State»,
mic Revolution of kan», en L. O. Michalak y J. W. Salacuse, eds., Social Le- en J. A. Boyle, ed. The Cambridge History of Iran tomo V, Cambrdige Uni-
gislation in the Contemporary Middle East, University of California, Berke- versity Press, 1968, pp. 422-482; Ch. Jambet, La grande résurrection d'A-
ley, 1986, p. 28. lamar. Les formes de la liberté dans le ski' isme ismaélien, Verdier, 1990; B.
15. A. SHARIATI, Abu Zarr, Hoseyniya-ye Ershád, Teherán, 1357/1978 Lewis, The Assassins. A Radical Sect of Islam, Londres, 1967 [trad. cast.: Los
(Obras completas), p. 221. La mayor parte del texto es la traducción por Sha- asesinos, una secta radical del Islam, Madrid 1989.]
d'ad de un libro en árabe de `Abd ol-Hamid Jowdat al-Sahar. 28. Véase A. A. SACHEDINA, Islamic Messianism. The Idea of the Mahdi in
16. L. MASSIGNON, «La mubáhala de Médine et l'hyperdulie de Fatima», Twelver Shi'ism, SUNY Press, Albany, 1981, pp. 10 ss.
en Y. Moubarac, ed., Opera Minora, I, PUF, París, 1969, pp. 550-572; «Der 29. Véase en especial H. CORBIN, En Islam iranien, IV, pp. 304-305.
gnostische Kult der Fatima im schiitischen Islam», ibid., p. 514 ss. 30. Véase SACHEDINA, Islamic Messianism, pp. 42-55.
17. H. LAMMENS, Fatima et les filies de Mohammed, 1912 (Scripta Pontifi- 31. Según H. CORBIN, En islam iranien, IV, p. 324.
cii Instituti Biblici). Para Massignon, véanse los artículos citados en la nota 32. D. Sourdel, «L'imamisme vu par le Cheikh al-Mufid», REI, 40 (1972),
anterior. pp. 217-296; aquí ## 8 y 53. Véase también SACHEDINA, Islamic Messianism,
18. A. SHARIATI, «Fátema, Fatema'ast», Zan, Sabz, Teherán, 1360/1981 pp. 166 ss.
(Obras completas, 21), pp. 141, 145. Véase también M. K. HERMANCEN, «Fati- 33. Véase Y. RICHARD, «Shari'at Sangalaji: A Reformist Theologian of the
meh as a Role Model in the Works of Ali Shari'ati», en G. Nashat, ed., Women Ridá Sháti Period», en S. A. Arjomand, ed., Authority and Political Culture in
and Revolution in Iran, Westview Press, Boulder (Colorado), 1983, pp. 87 ss. Shi'ism, SUNY Press, Albany,.1988, pp. 159-177. Para otras referencias al
19. L. MAssiGNoN, «Salmón Pák et les prémices spirituelles de 1'Islam ira- tema del «regreso» del Imam, M. Ali Matt-MoF7n, The Divine Guide in Ori-
nien», Opera Minora, vol. I, pp. 443-482. ginal Shi'ism, Albany SUNY Press, 1994.
20. Y. RICHARD, «Sayyed Kázem Shari' at-Madári, 1904-1986», Universa- 34. Véanse las primeras páginas de los «tratados prácticos» que se utilizan
lia 1986, París [Encyclopaedia Universalis], 1987, pp. 608-609. hoy en Irán. Por ejemplo, el del ayatollah Shari'atmadari (m. 1986).
21. Véase S. II. M. JAFRI, Origins and Early Development of Shi'a Islam, 35. H. CORBIN, En Islam iranien, IV, p. 330.
Londres, 1979, pp. 101-129. 36. W. MADELUNG, «A treatise of the Sharif al-Mortada on the legality of
22. L. VECCIA VAGLIERI, «(al-)Husayn b. 'Ali b. Abi Tálib», Encyclopédie working for the govemment (mas'ala f'!-'amal ma'a'l-sultán)», BSOAS,
de 1'Islam2 , s.v. XLIII, 1 (1980), pp. 18-31.
23. SÁLEHI NAJAFABADI, Shahid-e jávid, 12a ed. aumentada, Resa, Teherán, 37. SHARIATI, 'Ali, p. 159.
1361/1982. 38. SHARIATI, Tashayyo'-e safavi, p. 223.

68 69
3
Una teología mística

A los franceses, Rosny-sous-Bois, nudo urbano de la periferia


parisina, les suena más por las carreteras que por la mística shií.
Pero es allí donde estoy citado, en una casa moderna y espa-
ciosa pero sin lujo excesivo, en medio de un jardín con flores.
Contento de haber llegado por fin, a través de un laberinto de
cruces de autopistas, descubro el letrero bilingüe francés y
persa, con grandes letras, que intriga a los transeúntes profanos:
«Maison des soufis, Kháneqáh-e Ne'matolláhi».
Hay que darse a conocer. Me hacen pasar a un recibidor
donde veo algunos signos de la cultura iraní, concretamente al-
fombras y kilim en el suelo. También hay unos zapatos alinea-
dos junto a la puerta, que me invitan a descalzarme por respeto
a lo sagrado del lugar y a las costumbres. Frente a mí hay una
gran sala, bien iluminada con luz eléctrica: las ventanas están
condenadas con cortinas de algodón estampado de Isfahan. En
el fondo, bajo una fotografía suya gigante, se encuentra el
dueño. Me vienen reminiscencias de las miniaturas persas en
las que el príncipe concede audiencia sentado en el trono... «La
condición del hombre es oscura. Y algunos dan muestras de ex-
celencia. Las noches de gran sequedad en la tierra oí hablar de
ti en esta parte del mundo, y el elogio no era manco. Tu nombre
da la sombra de un gran árbol. Hablo de él a los hombres de
polvo, en los caminos; y ellos se encuentran refrescados por
él.» Estas líneas de Saint-John Perse son adecuadas para el en-
cuentro especial que me espera.

71
Es él, el doctor Yavad Nurhakhche (o Nurbajsh). Vestido con de este rito. El elemento específicamente shií del ritual es en
ropa ancha y una especie de abrigo de interior, tocado con el este caso la repetición frecuente de la fórmula «ya 'Ali», invo-
bonete tradicional, los rasgos marcados, gran mostacho, mirada cación al Primer Imam. Algunos ritos más o menos secretos es-
viva. me invita a acercarme, me tiende la mano sin levantarse, tán reservados a los iniciados, como los «ágapes de súplica»
bromea para que me encuentre a gusto y vuelve a chupar la bo- (mayles-e niyaz) u otras comidas rituales.
quilla de su narguile cuyo ruido de burbujas, cuando aspira el En efecto, hay muchos neófitos en la casa de los sufíes, por-
humo. nos refresca a todos. A nuestro alrededor están varios que el éxito del doctor Nurbajch, por lo menos fuera de Irán, es
iraníes ilustres: un ex ministro de Chapur Bajtiar, una famosa espectacular. La revista Sufi, publicada en Londres en dos ver-
presentadora de radio de la época del sha, la mujer de un gene- siones, persa e inglesa, da las direcciones de catorce «centros
ral del antiguo régimen y su hija, que toca estupendamente el de la orden sufí No'matollahi» en Europa occidental y Estados
tar (antepasado de nuestra guitarra), un poeta-músico que había Unidos: ¡sólo en California hay tres janeqah! En Francia la se-
militado en el Partido Comunista iraní Tudeh y un universitario gunda Casa de los sufíes se inauguró en Lyon en 1990. Es difí-
conocido. que ha venido de Irán y volverá pronto, a diferencia cil saber si este éxito se debe a la personalidad del fundador, al
de los demás. cuyo destino es rumiar la nostalgia del exilio. En desamparo de los iraníes exiliados ante los métodos brutales
el fondo de la habitación también hay unos jóvenes cuya nacio- del shiismo, o al desasosiego de Occidente, que se vuelve ávi-
nalidad desconozco; no hablan, o su persa tiene acento anglosa- damente hacia todas las recetas extáticas de Oriente.
jón, puede que incluso francés. Se encargan del servicio con la Nacido en 1926 en Kerman, en el sureste de Irán, Yavad
obsequiosidad servil y seria de lacayos sin librea. Nurbajch es un médico psiquiatra que fue director del departa-
La velada no es una sesión ritual: esta noche el maestro, de mento de psiquiatría de la universidad de Teherán y trabajó du-
paso por París, recibe a los amigos de los iniciados y contesta a rante un año en el hospital Sainte-Anne de París (1962-1963).
sus preguntas. A nosotros también nos han invitado a compartir Pero su carrera espiritual es más importante que la profesional.
una comida sencilla que se sirve según un rito particular, con la A los veinte años fue el discípulo preferido de Munes-Ali Sha
sal en primer lugar. Después de este ágape y la sesión de mú- Zur-Riyasateyn, un maestro sufí de la orden de los Nemato-
sica, la antigua locutora de radio lee unos poemas del maestro llahi. Se casó con una de sus hijas y se convirtió en su sucesor
elegidos por él mismo de su Divan (colección de poemas). Ge- en 1952. Es el primer jefe sufí, o «Polo» (qotb), con una vida
nerosamente, dará un ejemplar a los invitados que quiere distin- profesional activa, y fuera de las reuniones de sufíes se quita
guir. los hábitos rituales (manto y bonete).
Esta generosidad no está inspirada por el proselitismo. Ya Su actividad intelectual es desbordante: ha escrito y publi-
tiene suficientes discípulos, dice Nurbajch. No nos invitarán a cado numerosos tratados de sufismo destinados a poner la vía
asistir los jueves y domingos a los ritos reservados para los ini- mística al alcance de todos. También es autor de comentarios
ciados, que incluyen la conmemoración del nombre divino de azoras del Corán y de dos libros de poemas. Nurbajch tam-
(zekr) con plegaria, predicación, concierto meditativo, letanías bién ha publicado la edición crítica de muchos textos sufíes clá-
y trances. Hoy estos ritos son bien conocidos.' El más emotivo sicos, como la Rosaleda del misterio (Golshan-e raz), un tra-
es imposible de describir, se trata de la repetición rítmica de tado del siglo my escrito por Shabestari, el Jazmín de los Fieles
una vigorosa invocación que incluye la profesión de fe («No de amor ('Abhar ol-asheqin) de Ruzbehan de Shiraz, y sobre
hay más dios que Dios», La ilaha alla'Llah) exclamada al uní-
todo las obras de Sha Ne'matollah Vali de Kerman, el gran
sono, con todas las luces apagadas, hasta perder la noción del santo que dio su nombre a la orden, muerto en 1431.
tiempo y de uno mismo. Sólo la experiencia puede dar una idea Nurbajch presenta el sufismo como una vía de amor arrai-

72 73
Bada en el islam liberado de la jerga filosófica. Trata de ayudar que significa «pobre») se opone a la Ley (shari'at) impuesta a
a los que están dispuestos a dedicarse a la búsqueda de lo infi- los musulmanes, como lo esotérico (la interioridad) se opone a
nito. Hombre de ciencia y estudio, poderosa personalidad caris- lo exotérico (la exterioridad, la apariencia). Mutatis mutandis,
mática, formidable conductor de hombres, el doctor Nurbajch entre el sufismo y el islam jurídico hay el mismo tipo de deba-
ha dado nuevos bríos a su orden, que hoy es el grupo más só- tes que entre los que agitaban a los primeros cristianos para sa-
lido del sufismo iraní. Actualmente vive en el exilio, pero no ber si la gracia de la Resurrección les dispensaba de la obser-
renuncia a la idea de volver a Irán, donde tiene numerosos dis- vancia rigurosa de la Ley judía.
cípulos y adeptos. Después de la revolución, las autoridades is- En su origen, el sufismo es un fenómeno esencialmente
lámicas le invitaron a jurar lealtad al Imam Jomeini para mani- sunní. En el shiismo el aspecto interior del islam ya está muy
festar que no había diferencias políticas entre la orden de los desarrollado gracias a la imamología y a la teología de la
Nematollahi y el nuevo poder. La insistencia de las autoridades «amistad divina» (valayat), y los shiíes no tienen tanta necesi-
hizo que Nurbajch, deseoso de mantener por encima de todo su dad de una dirección carismática y espiritual, ni de las especu-
libertad, se exiliara. Muchas invitaciones de dirigentes de la laciones teosóficas que atraen a los sunníes hacia el sufismo. El
República Islámica rogándole que volviera a Irán recibieron amor apasionado a los Imames, y sobre todo al Imam oculto, el
una respuesta irónica e inapelable: «Volveré cuando me garanti- Guía de los creyentes, sustituye a la devoción de los sufíes por
céis que puedo insultar impunemente a Jomeini si se me an- su jefe carismático, «Polo» o Jeque.
toja.» La gestación histórica de un sufismo shií fue un largo pro-
Porque para Nurbajch, el hombre que se ríe de Dios porque ceso. Hasta el siglo xv, en Anatolia e Irán, unas congregaciones
se siente cerca de Dios y se burla de la religión clerical, los mo- sufíes, aunque siempre vinculadas al sunnismo, desarrollaron
llahs no son más que unos charlatanes negados para la vida es- un culto a Ali y los Doce Imames que les acercó mucho a los
piritual auténtica. No es que Nurbajch se oponga a la religión shiíes. Entre ellas destacan la orden de los Kobraviya3 y ciertos
practicada en las mezquitas, al contrario, considera que su mi- pensadores shiíes, como Heydar Amoli, que habían integrado
2
sión es proteger la mezquita contra la impiedad. De momento explícitamente la herencia del sufismo. Pero en el siglo xvI el
los janeqah de Irán, aunque no han sido cerrados por orden del advenimiento de los safavíes en Irán alteró profundamente las
gobierno, se han sentido amenazados y no han soportado el relaciones entre sufismo y shiismo: a mediados del siglo xv,
control al que les querían someter. Prudentemente, se han to- antes de acceder a la monarquía, esta familia, que dirigía un
mado «vacaciones» y han depositado su biblioteca en cajas gran movimiento sufí en el norte de Irán, los qezelbash (en
fuertes guardadas en lugares seguros, en espera de tiempos me- turco «cabezas rojas», debido al color de su gorro), había ido
jores. Pero para entender las razones que llevaron a Nurbajch al hasta el final en el paso a la confesión shií.
exilio, hay que abordar las complicadas relaciones entre el su- Para imponer el shiismo como religión oficial y poner en
fismo y el shiismo. marcha un aparato judicial y administrativo, los safavíes tuvie-
ron que recurrir a los ulemas imamíes. El conflicto era inevita-
ble. Los teólogos más sabios al servicio de los safavíes persi-
El orden clerical y el desorden de los místicos guieron a las órdenes sufíes, que disponían de una clientela
i mportante y ponían en tela de juicio su autoridad -clerical y el
El sufismo surgió de la necesidad de expresar el amor mís- propio poder de los safavíes. El influyente jefe de los mollahs
tico al Dios único en el interior de los preceptos rígidos del is- Mohammad-Bager Maylesi (muerto en 1699), autor de la gran
lam. La Vía mística (tariqat) de los derviches (palabra persa enciclopedia de teología shií El océano de las Luces (Behar ol-

74 75
anvar), no se olvidó de los poderosos quezelbash en la repre- eligen a su presidente. Algunos destacados políticos francmaso-
sión del sufismo. A principios del siglo xvin la mayoría de las nes del periodo Pahlavi (1925-1979) fueron miembros de este
órdenes sufíes habían dejado de existir. Al terminar el siglo los consejo. Con la fundación de la Asociación Fraternidad, el
nematollahi (lavad Nurbajch es hoy el «Polo» de su rama prin- príncipe Qayar Zahiroddowla (m. 1924), que también era franc-
cipal) se implantaron de nuevo en Irán gracias a Maasum-Ali masón, lo que seguramente pretendía era crear una logia, más
Sha. procedente de la India. Pero el violento ataque de un pode- que una cofradía sufí, pero así evitaba la delictiva etiqueta ma-
roso clérigo. Mohammad-Ali Behbahani (muerto en 1803), que sónica. La sede de la asociación, en la avenida Ferdowsi de Te-
le mandó matar, dejó una profunda herida en la historia del su- herán, fue hasta la revolución el lugar de reunión de distintas
fismo iraní.4 Durante la dinastía qayarí (1779-1925) la manipu- logias masónicas, cuyas insignias se disimulaban para las cere-
lación que hizo el poder político de los sufíes o la utilización de monias de los derviches. Aunque aparentemente la inspiración
las órdenes como un trampolín de ascenso social y un medio racionalista y laica de los francmasones no tiene nada que ver
para librarse de la influencia del clero complicaron aún más las con la mística sufí, no deja de haber cierto parecido entre am-
cosas. bas doctrinas: la desconfianza, cuando no hostilidad hacia el
El ejemplo más sorprendente del regreso político de los der- clero, el elitistrio, cierta afición al secreto y el ritual, y una gran
viches es el de Mohammad Sha (1834-1848), tercer soberano solidaridad corporativa.
de la dinastía qayarí, al que se describe como un hombre su- Pese a su distanciamiento del aparato clerical y la religión
persticioso y débil. Después de ordenar el asesinato de su pri- tradicional, los sufíes iraníes comparten esa cultura «parasita-
mer ministro. Mohammad Sha puso al frente del gobierno a un ria» que denuncian, dentro y fuera de Irán, los racionalistas ávi-
derviche nematollahi que había sido su preceptor y ejercía gran dos de progreso. Pero las asociaciones de sufíes se han adap-
influencia sobre él, Hayy Mirza Aqasi. Éste, al que se suele tado bien a las formas modernas de vida, y están extendidas
presentar como un hombre codicioso e ignorante, aunque hace sobre todo entre las profesiones liberales: es más distinguido
poco ha sido rehabilitado por una historiadora iraní que le con- ser sufí que ir a la mezquita. Hoy el sufismo es sobre todo un
sidera un patriota lleno de abnegación,' se distinguió sobre todo movimiento urbano, no tan amenazado por el crecimiento in-
por neutralizar al clero y favorecer las actividades de los dervi- dustrial como por el poder del clero, que lo ve como una com-
ches. El sufismo, introducido de nuevo en la corte y en algunos petencia ilegítima en el mercado de los valores religiosos. Su
lugares concretos de peregrinación, conservó hasta hoy ese as- reimplantación en Irán se hizo en medio de tensiones, y las co-
pecto de contra-institución religiosa en la que la lealtad al jefe sas todavía pueden evolucionar.
carismático suplanta a la que todo clérigo espera en exclusiva
de sus fieles. Las órdenes místicas son una alternativa, tolerada
mientras sea marginal, a los rigores de la religión a machamar- Sufismo y shiismo
tillo.
No obstante, una orden sufí iraní creada en los años cin- El sufismo es un desbordamiento místico en el interior del is-
cuenta de este siglo por Mohammad Anqa rechaza el dominio lam. Como tal, resulta molesto para los guardianes del dogma,
de los jefes. Se trata de los oveysi, para quienes el vínculo con que tanto en el shiismo como en el sunnismo son los ulemas.
el maestro es puramente espiritual e invisible.6 Otra orden mís- No es que el islam no contenga ningún elemento místico, basta
tica, también de reciente creación (1899), la Asociación Frater- con leer el Corán para darse cuenta de que es la principal e ina-
nidad (Anyoman-e ojovvat), renuncia a tener un maestro per- gotable fuente de inspiración del sufismo. Pero la comunidad se
manente, pero obedece a un consejo de diez miembros que protege de las innovaciones y la espontaneidad, que alteran el

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orden social. El sufismo, que pretende establecer con Dios una de su ser», del Hombre perfecto (ensan-e kamel). En las dos fa-
relación de amor, por así decirlo, de persona a persona, trans- milias esta autoridad espiritual se designa con un término en el
grede varios límites doctrinales del islam: las obligaciones de que se mezclan las nociones de dilección divina y dirección es-
culto (oraciones, ayuno, peregrinación, limosnas rituales) no piritual: valayat.
son abolidas, pero pasan a un segundo plano en relación con un Algunos teósofos imamíes, influidos por la doctrina del ma-
culto distinto, reservado a los iniciados, más caluroso y libre. estro andalusí Ibn Arabi (Abenarabí, muerto en Damasco en
La doctrina monoteísta es la misma, pero enriquecida con una 1240), percibieron la convergencia entre el sufismo y el
literatura ardiente que no se preocupa de las frías definiciones shiismo. Uno de ellos, Heydar Amolí, teólogo shií del norte de
doctrinales. Irán, muerto después de 1385, se esforzó por integrar el su-
El sufismo tiene varios rasgos teológicos en común con el fismo en el shiismo, por mostrar que ambos decían lo mismo:
7
shiismo. En primer lugar la veneración del Imam Ali, cuyo
«califato espiritual» es la creencia central de los sufíes. Tanto Entre todas las ramas del Islam y los distintos grupos maho-
los shiíes como los sufíes sunníes citan con frecuencia esta metanos, no hay grupo que haya vituperado al grupo de los su-
frase del Profeta que alude a la sabiduría gnóstica: «Yo soy la fíes como lo han hecho los shiíes: recíprocamente, ningún grupo
ciudad del conocimiento y Ali es su puerta». Entre los símbolos ha vituperado al grupo de los shiíes como lo han hecho los su-
fíes. Y esto pese a que el origen de unos y otros sea un mismo
que recuerdan esta referencia común está el manto con el que el origen; a que la fuente espiritual en la que beben sea la misma; a
Profeta, según la tradición, cubrió a su hija Fátima, a Ali y a que el final al que se refieren sea el mismo.'
sus dos hijos. Simboliza la transmisión del carisma profético a
los Imames descendientes de Ali y Fátima, hasta el Imam Mientras Heydar Amoli hacía este acercamiento teológico,
oculto. El signo del manto aparece también en la tradición sufí. otras órdenes sufíes se pasaron al sufismo antes del adveni-
El que se lo pone está asistido de la potestad espiritual que da miento de los safavíes. Entre ellas destacan los kobraviya, or-
el conocimiento de los secretos divinos, y cuando el maestro den fundada en el siglo xm por Naymoddin Kobra, en cuyo
sufí le entrega a su discípulo el manto simbólico (jerga), le seno se expresaron algunos de los místicos más grandes de la
considera digno de ser iniciado a la enseñanza esotérica, a la literatura persa. Mohammad Nurbajsh, a mediados del siglo xv,
Verdad, o Luz mahometana (haqiqat, nur mohammadiya). De- se propuso, con más ahínco que sus predecesores, lograr que
cir «transmisión» o iniciación es decir cadena de transmisión los kobravi profesaran la devoción por los descendientes del
(selsela) para asumir la conservación de la integridad de la doc- Imam Ali, y llegó a proclamarse Mahdi, el Imam esperado.'
trina. Lo mismo que cada Imam transmite su secreto y su fun-
ción espiritual al que le sucede, cada orden sufí conserva orgu-
llosamente la genealogía espiritual de sus maestros, cuya fuente La mística en el shiismo primitivo
se remonta generalmente hasta Ali.
Esta obsesión por basar en la revelación mahometana la per- Nacido en torno a una idea política, pero obligado tras graves
duración de un acompañamiento espiritual legítimo de los hom- fracasos a refugiarse en la doctrina de la Ocultación, que es
bres en cada época es un rasgo común del sufismo y el shiismo. como reconocer la imposiblidad de controlar el gobierno de la
En las dos doctrinas tiene que haber un Guía apodíctico, «Polo comunidad, el shiismo se desarrolló al margen de las normas de
místico» (qotb) o Imam, que el creyente tiene el deber de des- la mayoría sunní. La paradoja es que los shiíes nunca renuncia-
cubrir. La relación no depende de la autoridad política o hu- ron a la vindicación política ni a la mística que servía para
mana, sino de la búsqueda, por parte de cada cual, del «Imam compensar el fracaso de la primera.

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Con los safavíes el intercambio entre política y mística es ves de los [mames, que son sus depositarios. «Nosotros, los
constante: sin el recurso a una mística, el carisma de los sobera- Imames —dice el Quinto Imam—, somos los Tesoros y los Teso-
nos safavíes es incomprensible, pero el juridicismo clerical in- reros del Secreto oculto de Dios en este mundo y en el otro.
terviene en todos los niveles para responder a una demanda pre- Nuestros fieles (los shiíes) son nuestros tesoros y los tesoreros
cisa del nuevo régimen, para administrar el estado, cuyos nuestros, de los Imames.»
efectos carismáticos censura; los teósofos, que entran a su vez La existencia de una doctrina secreta en el shiismo tiene dos
en escena. desatienden las tareas políticas para adoptar las teo- consecuencias éticas: el acceso a los santos Imames no depende
rías más especulativas que arrebatan el monopolio espiritual a de la voluntad de cada cual, sino de una iniciación que viene de
los clérigos. arriba, y esta restricción implica cierto elitismo. Por otro lado,
En el shiismo primitivo se desarrolló muy pronto la tendencia para conservar la integridad del Secreto, los creyentes puede
mística. Sin duda fueron cuestiones sucesorias y de poder en el verse obligados a practicar la disimulación o restricción mental.
interior de la comunidad las causantes de que los shiíes se des- Esta «disciplina del arcano» no se puede tomar aquí en el sen-
gajaran de la mayoría sunní. Pero se tiende demasiado a ver el tido meramente político de prudencia en la afirmación de la fe
shiismo a través del prisma deformador de sus detractores sun- cuando hay peligro: demuestra la superioridad de la fe en la
níes, cuando la verdad es que los Imames, cuyas palabras están amistad divina (valayat) sobre la «sumisión» exotérica (el is-
recogidas en los libros de la tradición shií (ajbar, hadith), per- lam, en el sentido literal):
dieron la esperanza en la restauración política tras la derrota del
Imam Hoseyn en Karbala. No se definían a sí mismos como los El islam —contesta el Imam Yaafar preguntado sobre la dife-
«partidarios (shi'a) de Ali», sino como los «Amigos de Dios». rencia entre el islam y la fe [shií] en la valayat— es la creencia en
La dilección divina (valayat) de los Imames es la perfección del el Dios único y el reconocimiento de la misión profética de Mo-
hammad. Gracias al islam la Ley previene los crímenes y regula
amor.
las transacciones entre las personas, matrimonio o herencia, con
unas reglas que todos deben respetar, y la oración y la peregrina-
El Imam es el Amigo de Dios por excelencia y el fiel imamí es
ción se organizan ritualmente. Pero la verdadera fe es una guía
aquel que halla el Amor de Dios en un acto de amor a su Imam;
esotérica [espiritual] para el corazón [...]. La adhesión de fe im-
este último es la epifanía de los Atributos divinos. «Por lo pri- plica el islam, pero no al contrario, del mismo modo que uno no
mero que le preguntarán al fiel después de su muerte —declara el
puede acercarse a la Kaaba sin entrar en la Gran Mezquita de La
Imam Yaafar— es por su valaya, es decir, su amor (mahabba) a Meca, pero se puede entrar en la Gran Mezquita sin acercarse a
nosotros los Imames. Si realmente ha profesado ese amor hasta la Kaaba."
su muerte, entonces su oración, su ayuno, su limosna, su peregri-
nación serán aceptados. Si no ha profesado ese amor, ninguna de
sus obras en apariencia piadosas será grata a Dios.» «Dios ha he-
cho de nosotros Sus Umbrales, dice el Primer Imam —sigue di- El shiismo clerical contra el sufismo
ciendo el Imam Yaafar_, Su Vía, Su Rostro hacia el cual hay que
volverse. De modo que el que se aparta de nuestra valaya, de Estas meditaciones místicas que dan sentido a la espirituali-
nuestro amor, o dedica su devoción a otros que no seamos noso- dad shií deberían predisponerles a entender a los sufíes, a com-
tros, se separa de la Vía [...], en cambio, el que se orienta hacia partir con ellos ciertas inquietudes acerca de lo sobrenatural.
nosotros, se orienta hacia unas fuentes puras, fluentes e inagota- Pero, pese a los intentos de reconciliación entre shiismo y su-
bles por el Orden del Señor.»I° fismo realizados por ciertos pensadores shiíes modernos, como
Sayyed Hossein Nasr, los teólogos imamíes ponen objeciones
La profecía coránica ha sido revelada para todos los hombres, de principio al sufismo. Es difícil decir si lo que suscita sus crí-

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ticas es la competencia con los sufíes en el mercado de los va- de significado. Los sufíes son personas que se visten con lana
lores religiosos, o si son dichas críticas las causantes de las vio- (según una de las etimologías del término «sufí»), y se disfrazan
con los atributos de los ascetas y los monjes cristianos para ga-
lentas controversias del pasado antes mencionadas. Los teólo- narse el respeto de los musulmanes y realizar sus oscuros desig-
gos de Qom, como señala Corbin, prefieren hablar de «gnosis» nios. [...]Las creencias de los sufíes —prosigue Davani— tienen
(`elfan) en vez de sufismo (tasavvof), aunque con ello designan dos dogmas básicos: la encarnación y el monismo (holul va ette-
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referencias comunes. Un ejemplo eminente es el propio ayato- had)... Los encarnacionistas dicen que Dios es uno con el Hom-
llah Jomeini, que enseñó mística y filosofía en Qom hasta prin- bre perfecto, creencia que han tomado de los sabeos [comunidad
cipios de los cincuenta y a veces se inspiraba en la doctrina del gnóstica que todavía existe en Mesopotamia] y los cristianos.
sufí andalusí Ibn Arabi, pero dejó que se cerraran los centros de De esta presentación resumida sacamos la conclusión de que to-
las órdenes sufíes en Irán. das las ramas del sufismo son falsas, erróneas y descarriadas, y
Los argumentos del islam oficial contra las órdenes místicas difieren por completo de la religión del islam, sobre todo de la
ramificación de salvación del shiismo duodecimano. El sufismo
suelen ser muy simples, como si los ulemas temieran que ata- esconde su relación con el monaquismo cristiano con una adhe-
carles con demasiada claridad significara tomarles en serio y sión verbal al islam: consideran que los doctores de la fe shiíes
convertirles en víctimas que podrían despertar simpatías. De to- son personas puramente superficiales, y según ellos sus jefes
dos modos hay •algunos escritos polémicos modernos, y en con- místicos son los únicos que representan la sustancia del islam.
creto una serie de refutaciones sistemáticas muy interesantes Insultan a los ulemas en sus escritos. Atribuyen al Profeta un
escritas por un antiguo sufí «converso», que describe detallada- hadith apócrifo, del que se hacen eco los sunníes, según el cual
mente todos los ceremoniales y la organización interna de su los musulmanes se dividen en dos grupos, los que siguen la Ley
orden, Keyvan Qazvini. Este curioso personaje, muerto en y los que siguen la Vía mística (shari'at, tariqat). Todos sus je-
1939, autor de una veintena de libros, la mayoría polémicos fes espirituales, Hasan Basri, Ma'ruf Karji, Shaqiq Balji, Baya-
zid Bastami, Mansur al-Hallay... eran sunníes y enemigos de los
contra los sufíes, no renuncia a hablar de lo que él llama su-
Imames, personas sin instrucción, desequilibrados, que no te-
fismo «verdadero» (haqiqi), oponiéndolo al sufismo «forma- nían ningún contacto con nuestros Imames y pese a todo, según
lista» (rasmi, marsum).13 No hizo escuela con este intento de ellos, conocen secretos sobrenaturales... En cuanto a sus preten-
reforma, pero sus libros son citados con frecuencia por los ule- didos éxtasis y visiones, es el efecto del hachís o el cáñamo in-
mas que quieren mostrar el peligro del proselitismo sufí. dio, drogas prohibidas por la religión, pese a lo cual algunos
Para conocer el punto de vista de los ulemas shiíes contem- confiesan que las consumen habitualmente. Se imponen priva-
poráneos, he aquí varias páginas de un historiador clerical que ciones excesivas y practican un ascetismo que perturba sus hu-
trata de justificar la feroz represión de Mohammad-Ali Behba- mores... Es asombroso que a pesar de todas las advertencias que
hani contra los sufíes en el siglo xvin y a principios del xix:14 nos han transmitido la tradición y la enseñanza de los ulemas
más importantes, gracias a los cuales la religión se ha podido
Hay varias explicaciones para el término «sufí» —escribe en mantener a lo largo de los siglos, todavía haya gente que sea
sustancia Ali Davani— y los propios sufíes no lo tienen muy víctima de estos charlatanes y trate de llegar a Dios por media-
claro. Los primeros que lo adoptaron fueron herejes, luego unos ción suya, dejando a un lado el espíritu crítico.15
cismáticos influidos por los brahmanes de la India. En el mundo
islámico esta gente era enemiga de la Familia del Profeta, como
Hasan Basri y otros. Es como Keyvan Qazvini, que profesó el ... y la filosofía
sufismo durante cuarenta años, llegando a ser uno de los jefes de
la orden: ha denunciado el origen indio del sufismo y ha demos- Es difícil negar, ante el desprecio manifestado por este teó-
trado que los términos sufí y sufismo (sufiya, tasavvof) carecen logo contemporáneo, que haya un grave contencioso entre los

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sufíes y los ulemas shiíes. Pero los primeros no son los únicos cultura o la filosofía islámica se relaciona con el islam de ma-
que ponen en peligro el monopolio clerical del discurso legí- nera intrínseca, sin presunción de fidelidad o infidelidad a la
fe, según el mismo esquema que diferencia, por ejemplo, a un
ti mo sobre la salvación: a veces la condena de los sufíes ha
puesto en el mismo saco a los filósofos. De todos modos, una centro de estudios «sobre el cristianismo» de un centro de estu-
16
de las oriuinalidades del islam shií actual es que deja cierto dios «cristianos».
margen a la especulación metafísica y al razonamiento filosó- En realidad, el propio término «filosofía» podría ser impro-
fico en las ciencias religiosas. El Centro de Estudios Teológicos pio. La tradición islámica utiliza dos vocablos, falsafa, trans-
de Qom es el único lugar de estudios islámicos del mundo cripción simplificada del término griego filo-sofia, y hekmat
donde se pueden comentar los tratados filosóficos de Aristóte- elahi, literalmente «sabiduría divina», que Corbin propone tra-
les o Avicena. y donde la tradición filosófica posplatónica sigue ducir por «teosofía». Este último término nos indica ya que los
viva. El ayatollah Jomeini era conocido en . Qom hasta comien- filósofos no son simples especuladores de valores metafísicos,
zos de los años . cincuenta por sus cursos de filosofía, y después sino que emprenden la aventura espiritual del conocimiento de
de la revolución islámica de 1979 seguía citando en sus discur- Dios, y para ello recurren a métodos distintos de la revelación y
sos los textos del Mollah Sadra (uno de los más insignes repre- la tradición. La reflexión filosófica, al tratar de establecer las
sentantes de la tradición iraní de filosofía islámica). verdades —incluyendo los elementos de la fe— por prueba y cer-
Para acabar con unos malentendidos muy extendidos en Oc- tidumbre (borhan va yaqin), socavaba el principio de la imita-
cidente. hay que sopesar bien las palabras. Las historias de filo- ción (taqlid) en el que basaban su poder los ulemas shiíes. En
sofía, todavía hoy, hablan de filosofía árabe, o musulmana, el siglo XVII Mollah Sadra fue anatemizado, con prohibición de
dos términos impropios para designar una tradición a la vez enseñar durante unos diez años, debido a sus esfuerzos por re-
aristotélica y neoplatónica que se habría interrumpido con la conciliar la ley religiosa, la especulación metafísica y la gnosis
muerte de Averroes en Andalucía en 1198. Hasta entonces, a mística (`elfan, es decir, el sufismo, con referencias explícitas a
grandes rasgos, Europa recibió una parte de la herencia griega a Ibn Arabi). Inauguró una reflexión, que prosiguió con sus discí-
través de España, transmitida por los árabes. Los avatares del pulos, sobre la conformidad de la vía esotérica con la vía exoté-
mundo árabe y la evolución de la cristiandad ocultaron los de- rica, en otras palabras, la concordancia entre el conocimiento
sarrollos posteriores, concretamente los que se produjeron en el de Dios obtenido por la iluminación del corazón y la inspira-
mundo iraní, sobre todo en el siglo xvi, cuando Irán se volvió ción mística, y el que se obtiene por la revelación y la práctica
shií y se separó del mundo musulmán mediterráneo con el que de la Ley religiosa.
Europa tenía más relación.
El primer malentendido reside, pues, en el apelativo étnico: Sohravardi
esta filosofía, incluso en sus orígenes, sólo tiene de árabe la
lengua, como mucho. Avicena (Ibn Sina), por citar a uno de los El renacimiento de la filosofía en el shiismo iraní durante el si-
más conocidos entre los grandes antecesores, era iraní, y la filo- glo xvi estuvo influido por la obra de un personaje difícil de clasi-
sofía se ha desarrollado sobre sus pasos hasta nuestros días, con ficar, Shehaboddin Yahya Sohravardi, también llamado jeque ol-
un pie en la mística visionaria y el otro en el rigor de la lógica Eshraq, «Maestro de la sabiduría iluminativa» o «de la Sabiduría
aristotélica. El segundo malentendido concierne al presupuesto oriental». Nacido en 1155, un siglo después de la muerte de Avi-
de ortodoxia que subyace en el adjetivo (filosofía) «musul- cena, Sohravardi no es ni un sufí ni un filósofo propiamente di-
mana»: como señala Henry Corbin, en el hecho de ser musul- cho; es sunní, pero a veces muy cercano al shiismo; siendo musul-
mán hay una connotación de adhesión a la fe, mientras que la
mán, reivindica abiertamente la herencia espiritual de la Persia

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zoroastriana, así corno la de los filósofos griegos y la del herme- cluso hay quien dice que Sohravardi influyó en el sabio shií
tismo. Murió en 1191 en Alepo (Siria), ajusticiado por orden de Nasiroddin Tusi y el místico sunní andalusí Ibn Arabi. Pero fue
los doctores de la Ley (sunníes) y por la insistencia de Saladino, a partir del siglo xv cuando esta influencia se mezcló definiti-
quizá también por sospechoso de ser shií. vamente con la del shiismo y la lectura de Ibn Arabi, y dejó
Para Sohravardi la vía del conocimiento conceptual y discur- huellas literarias indiscutibles.
sivo sólo puede, como mucho, tener un valdr de aproximación Cuando por fin triunfó el shiismo en Irán, en el siglo xvt, se
negativa. De todos modos recomienda su estudio y da ejemplo constituyó una especie de poder clerical (o «hierocracia») con-
dedicando la primera parte de su tratado de Teosofía oriental a tra el que los pensadores tuvieron que conquistar el derecho a
una reforma de la lógica. Según él, sólo el conocimiento «ilu- un razonamiento abierto. Entre los ulemas, hombres de saber
minativo», por revelación e iniciación, nos permitirá percibir la (`elm) y de religión, surgió una estirpe de filósofos, sobre todo
existencia como luz espiritual. El conocimiento auténtico es en las ciudades de Isfahan (capital desde 1596), Shiraz y Qom.
una iluminación presencial (eshraq hozuri) que, después de A propuesta de Henry Corbin, se suelen agrupar con el nombre
desvelarse, presenta su objeto iluminándolo. Sohravardi distin- de Escuela de Isfahan.17b Aunque estos pensadores fueran los
gue entre este conocimiento y el conocimiento por representa- herederos directos de la falsafa islámica y de la filo-sofia
ción (`elm suri). La cosmología mística opone un universo an- griega y estuvieran influidos por el sufismo, tenían que evitar
gélico de la Luz y el Espíritu a un universo material, opaco y presentarse como tales y camuflar su pensamiento con voca-
tenebroso, que se interpone. Entre los dos hay un mundo «ima- blos más neutros como «sabiduría» (hekmat), «teosofía» (hek-
ginal» (`alam al-mesal) donde la Imaginación activa percibe mat-e elahi) o «mística» (`eifan). Si hacía falta, trataban de de-
Formas que se manifiestan en unos «lugares epifánicos», como mostrar que no se oponían a la teología tradicional (kalam) ni,
la imagen en suspenso en un espejo. por supuesto, a la ley exotérica del islam.
A partir de este intermundo se representan las dramaturgias
de los relatos de iniciación espiritual con los que Sohravardi Mollah Sadra
nos da su interpretación de la condición humana: al ser cons-
ciente de su «exilio occidental», el gnóstico es conducido de Sadroddin Shirazi, llamado «Mollah Sadra» o «Ajund» (m.
nuevo a su origen, al Oriente simbólico donde brota la luz. El 1641), se remite explícitamente a Sohravardi, a Avicenas, al su-
Polo (qotb) que permite el regreso a la patria espiritual sólo fismo de Ibn Arabi, pero también a los textos básicos de la tra-
puede existir por la dimensión esotérica de la revelación profé- dición shií imamí. Pagó su audacia con un prolongado destierro
tica, que para Sohravardi no estaba cerrada (mientras que para lejos de los centros de estudio filosóficos o religiosos. Sus posi-
los musulmanes la Profecía positiva se cierra con Mohammad). ciones más originales se refieren a la prioridad ontológica de la
Por esta última proposición, que acerca al «maestro del Esh- existencia en relación con la quididad, es decir, no una prefigu-
raq» al shiismo, fue ajusticiado por los representantes triunfan- ración audaz del existencialismo, que no habría tenido sentido
tes del sunnismo en guerra contra los cruzados. A pesar de este en su época, sino una inversión de las definiciones de Avicena.
trágico final, Sohravardi ilumina el destino de la filosofía en Como dice un comentarista iraní contemporáneo (J. Ashtiyani),
Irán y permite conectar la antigua Persia con la teosofía islá- esta metafísica es propiamente «revolucionaria»: para ella nin-
mica, el sufismo y el renacimiento filosófico del siglo xvi.17 guna esencia es anterior a su «acto de existir».
En efecto, el razonamiento del Eshraq tuvo un profundo eco
en ciertos comentaristas iraníes, como Shamsoddin Shahrezuri, Al ser lo que es, toda existencia es —comenta por su parte
Henry Corbin—. Este acto de ser puede situarse en todos los gra-
o el matemático, astrónomo y filósofo Qotboddin Shirazi. In- dos de la escala del ser, desde el de la existencia mental (voyud

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época safaví no se ha debilitado nunca, aunque hubo periodos
zehni) hasta todos los de la existencia extramental: sensible,
imaginal. inteligible.
menos propicios a la especulación metafísica, como durante la
invasión afgana de 1722, hasta la consolidación de la dinastía
Mollah Sadra añade que la esencia no es inmutable, sino que qayarí en el siglo xix. Algunos ulemas se oponían tanto a la fi-
debe pasar de un grado a otro en el acto de ser, lo que él des- losofía como al sufismo, por considerarla herética debido a su
cribe como un «movimiento de la sustancia». En correlación referencia a la tradición griega y a su recurso a la razón, que re-
con estos grados de ser, sistematiza la teoría del conocimiento lega la Revelación al rango de fuente secundario del conoci-
presencial de Sohravardi: sólo hay presencia de un ser, para sí miento. Esta resistencia dogmática subsiste actualmente en el
mismo y para los demás, en la medida en que se hace inmate- clero shií, pero está compensada dentro de ese mismo clero por
rial se separa del mundo de la aniquilación, de su «ser-para-la una serie de pensadores brillantes que se consideran herederos
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muerte»... de Mollah Sadra.

Cuanto más intenso es el grado de la Presencia, más intenso Pensadores contemporáneos


es el acto de existir; y por consiguiente cuanto más este existir
es existir, acto de ser, para más allá de la muerte..) 19 En Occidente sabemos que los iraníes son muy aficionados a
la especulación filosófica desde Gobineau, que escribió páginas
En efecto, esta metafísica se incluye en una perspectiva de llenas de admiración por los continuadores de Mollah Sadra,
salvación. La obra principal de Mollah Sadra se propone trazar algunos de los cuales, como el famoso Hadi Sabzavari (m.
un itinerario espiritual: La teosofía trascendental en los Cuatro 1878), eran contemporáneos suyos.2 ' En cambio, a pesar del in-
viajes noéticos. Se descompone así: 1) viaje desde el mundo de
gente trabajo de Corbin, se olvidó que el Irán actual es una tie-
las criaturas hacia Dios; 2) viaje en Dios y por Dios; 3) regreso rra fecunda para el pensamiento discursivo y abierta al debate
al mundo de las criaturas; 4) viaje por el mundo de las criatu-
de ideas. El propio Gobineau tradujo al persa con un rabino de
ras, pero esta vez con la ilustración de la presencia divina: ini-
Hamadan el Discurso del método de Descartes. Con ello abría
ciación al conocimiento del alma y al reconocimiento de la uni-
cidad ontológica de Dios («sólo Dios es»). Así esta filosofía, las puertas a la invasión de un pensamiento racionalista, secula-
toda ella comprendida en el cuestionamiento sobre el Origen y rizado o desacralizado. La influencia de los sistemas filosóficos
el Regreso, conceptualiza una especulación que debe armoni- occidentales produjo en Irán varias generaciones de pensadores
zarse con los fundamentos de la fe shií. Por ejemplo, en rela- laicos, a menudo de tendencia positivista, francmasona o mar-
ción con la Resurrección de los cuerpos, que creaba problemas xista. Algunos pensadores de inspiración religiosa, clérigos o
al racionalismo de los avicenianos, Mollah Sadra propone si- seglares, aprovecharon este reto para consolidar el plantea-
tuar el cuerpo de resurrección en el intermundo (barzaj) defi- miento ideológico shií.
nido por Ibn Arabi, donde el alma le arranca a la muerte el El más tradicional de todos, muerto en 1982, era un clérigo
«cuerpo sutil» que es un cuerpo «imaginal» (yesm mesali) ad- que sucedió a Jomeini en la cátedra de filosofía mística de Qom
quirido por la propia alma en el transcurso de su peregrinación a principios de los años cincuenta,Mama ' Mohammad-Ho-
terrenal. seyn Tabatabai. Allí formó a una generación de mollahs filóso-
En esta exposición genérica de las creencias shiíes no hay fos y publicó una obra inmensa, que comprende un comentario
lugar para desarrollar detalladamente la historia de un pensa- coránico en árabe (Tafsir al-Mizan), una sólida edición comen-
miento que Henry Corbin indagó como nadie. Conviene recor- tada de los Cuatro viajes (al-Asfar al-araba'a, título abreviado)
dar, sobre todo, que el impulso que cobró el pensamiento en la de Mollah Sadra y un tratado de filosofía general sobre Los

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principios del realismo filosófico, con el que sale en defensa Daryush Shayegan, que vive en Francia desde 1980, estuvo
del «realismo» (en el sentido medieval, o tomista) frente a los muy influido por Fardid, aunque hoy lo niegue. En su libro
filósofos dialécticos modernos, y en especial contra el materia- Qu'est-ce qu'une révolution religieuse? describe la evolución
lismo marxista. Tabatabai también dialogaba con círculos redu- de la filosofía occidental hacia el nihilismo y el atolladero si-
cidos sobre la filosofía del sufismo, del Tao-Te King, de los métrico al que van a parar las tradiciones orientales (sobre todo
Upanishad y del Evangelio de Juan. En ellos conoció al orienta- en la India y los países islámicos) cuando se degradan en «ideo-
lista francés Henry Corbin, pero también a brillantes universita- logías».
rios iraníes como Sayyed Hossein Nasr o Daryush Shayegan, La segunda corriente contemporánea es el esoterismo islá-
que habían estudiado en Europa o Estados Unidos. mico, cuyo representante más destacado es Sayyed Hossein
Uno de los discípulos de Tabatabai, el ayatollah Mortaza Nasr. Nacido en 1933, Nasr cursó brillantemente estudios de
Motahhari, fue profesor de filosofía de la facultad de teología historia de las ciencias en Estados Unidos antes de regresar a
de estado de Teherán hasta que en 1979 le asesinaron unos re- Teherán para dedicarse a una carrera a medio camino entre la
volucionarios islamistas anticlericales. Estaba ardientemente política y la universidad. Gracias a pensadores occidentales tan
comprometido con la causa de la revolución islámica, junto con distintos (aunque ambos esoteristas) como Fritzhof Schuon y
el otro profesor de filosofía, el ayatollah Ruhollah Jomeini. Un Henry Corbin, se dio cuenta de la riqueza de la tradición islá-
antiguo alumno de Jomeini, que vive medio retirado en Mash- mica. Su excelente cultura le permitió llegar a las mismas fuen-
liad, también merece una mención particular por su colabora- tes del esoterismo shií y sufí, pero sus referencias occidentales,
ción con Henry Corbin en una Antología de los filósofos iraníes que le daban una gran notoriedad internacional, le impidieron
desde el siglo xvif hasta nuestros días:22 Yalaloddin Ashtiyani, tener una audiencia importante en su país. Aunque estaba vin-
al que Corbin llamaba a veces «Mollah Sadra redivivo», ha he- culado al régimen de los Pahlavi, Nasr también trataba con ule-
cho un gran esfuerzo por dar a conocer la obra del maestro de mas como Allama Tabatabai, Ashtiyani o Motahhari. A pesar
la época safaví y de sus numerosos herederos shiíes. Ha sal- de las reticencias tradicionales de los teólogos shiíes, hace
vado del olvido muchas de sus obras al publicar los manuscri- abiertamente profesión de sufismo y se justifica, como hemos
tos, aunque por desgracia sin una gran exigencia crítica. visto, con argumentos doctrinales. En 1975 Nasr fundó con
En Irán hay dos corrientes contemporáneas que llevan la an- Corbin, con el patrocinio de la emperatriz Farah, una Academia
torcha de la reflexión filosófica. La más profunda, y también la imperial iraní de filosofía, con un nutrido programa de investi-
más fecunda, es una corriente heideggeriana representada prin- gación y publicaciones en persa, árabe, francés e inglés. Pese a
cipalmente por un pensador original que prácticamente no ha las reservas de los ulemas, esta institución impulsó los estudios
escrito nada, Ahmad Fardid. Nacido hacia 1920, Fardid recibió filosóficos iraníes y prosiguió sus trabajos (¡sin Nasr!) después
una educación islámica y «moderna»; primero fue bergsoniano, de la revolución.
y luego, después de pasar una temporada corta en Francia, se Hoy día hay un bloqueo político que impide la libre expre-
interesó por Alemania y se hizo heideggeríano, desarrollando sión acerca de los principios de organización de la sociedad o la
en la universidad de Teherán y en sus numerosas charlas, priva- religión, pero en Irán la filosofía siempre ocupa un lugar desta-
das y públicas, una reflexión nueva sobre la identidad islámica cado: la filosofía islámica y la mística atraen a un público cada
frente a la desacralización. Para él Occidente, a partir de los fi- vez más amplio, mientras que la religión realista, dominada por
lósofos griegos, tiene la culpa de la reducción de la categoría de la moral clerical, es rechazada. Los libreros venden mucha más
lo divino a las dimensiones de la racionalidad discursiva, lo literatura sufí o teosófica en persa (el acceso a los textos árabes
cual, según Fardid, sólo puede llevar al nihilismo. es más difícil para el gran público) que literatura ideológica o

90 91
islamista, y algunas revistas, como Ma'aref, una publicación La definición del ajbarismo está relacionada con la Oculta-
muy seria dirigida por Nasrollah Puryavadi (autor de trabajos ción del Imam.24 En ausencia de un jefe espiritual al que se pue-
eruditos sobre el sufismo y el neoplatonismo), se han especiali- dan dirigir los creyentes para que les oriente en las cuestiones
zado en este campo. La Academia de filosofía, que ya no es éticas, jurídicas y de culto, los shiíes han tenido que optar entre
imperial sino islámica, continúa su programa, con conferencias dos soluciones. Una de ellas es referirse al corpus de las tradi-
abiertas al público. De todos modos la filosofía occidental no ciones (ajbar) de los Imames y atenerse estrictamente a las di-
se ha olvidado, ni en la universidad, donde se sigue enseñando, rectrices atestiguadas de los mismos. Es la solución adoptada
ni en los escaparates de las librerías, que publican, entre otras, por los ajbaríes. Para ellos todo lo que no ha sido autorizado
traducciones de Kant y Hegel. Los grandes debates ideológicos expresamente por los Imames resulta «dudoso», y es preferible
de la República Islámica, en especial entre Reza Davari, doctor dejarlo de lado..El acuerdo de la comunidad y el ejercicio del
en filosofía heideggeriano y discípulo de Fardid y Abdol-Karim razonamiento analógico carecen de legitimidad. Los ajbaríes,
Sorush, doctor en farmacia, brillante conferenciante y partida- que sólo aceptan las opiniones vertidas expresamente por los
rio de un eclecticismo filosófico pragmático y liberal (seguidor Imames, no ven ninguna diferencia al respecto entre el periodo
de K. Popper), giran en torno a cuestiones que no estarían fuera anterior y el posterior a la Ocultación del Duodécimo Imam.
de lugar en los campus europeos.23 Consideran que todos los creyentes son «imitadores» de los
En fin, un siglo después de Gobineau un extranjero que via- Imames, y por eso sitúan en el mismo plano a los doctores de la
jara por Irán podría hacer las mismas observaciones sobre la
Ley (moytahed) y a los simples fieles: todos han podido cono-
curiosidad especulativa y la tolerancia de los intelectuales ira- cer la doctrina de los Imames (aunque para eso hayan tenido
níes. El shiismo y la cultura persa clásica no son ajenos a ello. que aprender el árabe) y ponerla en práctica.
Por el contrario, los «racionalistas» (osuli) consideran que
no hay que «imitar a un muerto» (taqlid al-mayyet): cada gene-
Los cismas del shiismo moderno
ración necesita un moytahed, un teólogo facultado para inter-
pretar y aplicar la Ley de acuerdo con las circunstancias. Para
Hasta ahora me he referido al shiismo duodecimano 'como si
los racionalistas es evidente que la situación creada por la
se tratara de una doctrina monolítica con la que todos estuvie-
Ocultación es radicalmente nueva y que, mientras se espera el
ran de acuerdo. En realidad, si caben en ella ligeras desviacio-
Regreso del Imam, se tienen que aplicar soluciones transitorias.
nes como las que hemos mencionado a propósito del sufismo y
la filosofía, es porque en la propia doctrina oficial hay tenden- En particular es indispensable el uso del razonamiento analó-
cias contrarias. Los clérigos que tienen hoy el poder en Irán gico (qiyas) para encontrar soluciones a los problemas nuevos.
sólo representan una tendencia dominante. En otro capítulo se Dan mucha importancia a los ulemas de alto rango que pueden
examinan las divergencias sobre el derecho a gobernar la so- resultar elegidos para moytahed. En cierto modo hacen las ve-
ciedad humana, pero ahora voy a hablar de la división entre tra- ces del Imam: están autorizados para recaudar las tasas rituales,
dicionalistas (ajbari) y racionalistas (osuli). De forma esque- pronunciar sentencias jurídicas y dirigir la oración de los vier-
mática se podría decir que este debate se parece al que hay nes, funciones que rechazan los ajbarís.
entre protestantismo y catolicismo: por un lado el recurso a una De ahí se deducen las implicaciones políticas inmediatas de
religiosidad personal, rigorista y basada en las escrituras (una ambas corrientes religiosas. Los racionalistas defienden la he-
especie de fundamentalismo), y por otro la insistencia en una gemonía del cuerpo clerical como único intermediario entre
religión instituida, en la tradición transmitida por mediadores Dios y el pueblo. Han dominado la comunidad shií desde la
titulados, los religiosos (una especie de integrismo). época safaví, como contrapeso del poder civil. En el siglo xviii,

92 93
desde la Gran Ocultación ellos son, en cada época, los «repre-
cuando se hundió el imperio safaví, reinaba la inestabilidad po- sentantes» (na'eb) o la «puerta» (bab) del Duodécimo Imam, y
lítica y peligraba la supremacía del shiismo, los ulemas, sobre se descarta por completo que puedan ser conocidos pública-
todo los que se habían establecido en Nayaf, se retiraron de la mente. Los jequíes no pretenden estar investidos de esta digni-
escena pública y la mayoría se hicieron ajbarís. No se puede dad esotérica, porque al representar públicamente al Imam
asegurar que la preponderancia de las circunstancias políticas oculto violarían su secreto e interrumpirían la espera escatoló-
explique este dominio ajbarí. El caso es que una campaña feroz gica. Pero se sitúan en la línea shií tradicional, según la cual
desatada por Mohammad-Bager Behbahani (m. 1793) tachando
Dios da en cada época un Guía seguro a los hombres para que
de infieles a los ajbaríes provocó su persecución. No volvieron
les lleve por la senda de la Verdad.
a levantar cabeza, después de fracasar en su intento de conver-
Todas estas doctrinas fueron condenadas, y si los jequíes so-
tir a su causa al soberano qayarí Fath-Ali Sha. Hoy el ajbarismo
brevivieron fue gracias al apoyo de los soberanos Qayar; de lo
casi ha desaparecido, y sólo quedan algunos restos en el suro-
contrario los moytahed habrían acabado con ellos. Lo que más
este de Irán. cerca de Abadan.
problemas les causó fue que los babíes y baha'ís se declararan
Otra división apareció en el seno del shiismo justo cuando el
seguidores de la doctrina jequí. Pero su actitud general frente a
ajbarismo empezaba a desaparecer: el jequismo. Esta escuela
fue fundada por un teólogo árabe nacido en Bahreyn, Jeque Ah- los «principialistas» les hizo acercarse al poder cuando Irán es-
mad Ahsa'i (m. 1826). En su juventud Jeque Ahmad había te- taba gobernado por un régimen que desconfiaba de los ulemas
nido predisposición a los estados visionarios y se estableció en y garantizaba mejor el derecho de las minorías. Esta situación
Irán, donde gozaba del favor de Fath-Ali Sha. Su originalidad ha hecho que su situación se haya vuelto precaria después de la
consiste en el desarrollo de ciertos temas teosóficos de Mollah revolución. Varios meses después de la fundación de la Repú-
Sadra acerca del mundo intermedio entre el mundo espiritual y blica Islámica, en septiembre de 1979, estuve en Kerman con el
el mundo material (barzaj) y la negación de la resurrección del jefe espiritual de los jequíes, «Sarkar Aqa» Abdorreza Jan
cuerpo material, así como de la naturaleza material de la As- Ebrahimi, quien solía decir, pese a su vestido de mollah, que
censión del Profeta y de la Ocultación de Duodécimo Imam: era ingeniero y agricultor antes que teólogo. No quería cobrar-
estos acontecimientos transcurren en el mundo intermedio de les a sus fieles la tasa islámica (joms) que los shiíes principia-
Humalya, descrito por los místicos, donde los cuerpos se espi- listas pagan a su moytahed, pues los religiosos jequíes viven de
ritualizan y no obedecen a las leyes físicas.25 su trabajo (kash: comercio, agricultura, industria o enseñanza).
Al igual que los ajbaríes, los jequíes rechazan la división de Actualmente hay jequíes diseminados por Iraq e Irán, pero su
los creyentes en imitadores y moytahed, porque cada shií tiene centro principal es Kerman desde que el jeque Mohammad Jan
vocación para entender su fe si es moral, espiritual e intelec- Kermani (m. 1870), hijo del príncipe Ebrahim Jan Qayar, fuera
tualmente capaz de ello. La noción de una minoría dotada de gobernador de esta ciudad. Allí se fundó a principios del si-
autoridad es una aberración, porque la única autoridad a la que glo xix la madrasa Ebrahimiya, que hasta fechas recientes ha
todos deben someterse es la del Imam oculto. De todos modos sido el principal centro de enseñanza y estudio del jequismo.
los jequíes han elaborado una teoría que les ha valido la des- Allí también se imprimieron y editaron los numerosos textos
confianza y la hostilidad de los «nacionalistas» mayoritarios. árabes y persas que exponen la doctrina jequí. Por desgracia,
Dicen que en cada tiempo hay un imam y sólo uno, que habla las tensiones posrevolucionarias eran demasiado fuertes. Sar-
en nombre de Dios o del Profeta, lo que ellos llaman «la unici- kar "Aqa fue asesinado en el otoño de 1979, y su sucesor, M.
dad de quien tiene la palabra» (vahdat-e nateq). Los jequíes Basri, prefirió reunir las actividades de la comunidad en Ba-
aplicaron este término a los que denominan «shiíes perfectos»: sora, Iraq. La guerra Irán-Iraq y las consecuencias de la guerra

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de Kuwait (1990-1991) han afectado mucho a esta comunidad,
las penas legales de la nueva religión parecen más llevaderos
como a todos los shiíes de la región. Los jequíes tienen una di-
que en el islam: las mujeres no estarán obligadas a llevar velo,
rección iraní en Kerman, en la persona de Zeyn al-Abedin
no habrá más condenas a muerte, sino sólo la imposición de la
Ibrahimi. hijo de Abdorreza Jan.
abstinencia sexual, etc. En cambio se admiten todos los medios
de la guerra santa (yehad) para imponer el babismo en todo el
mundo, lo cual explica la violencia de los disturbios ocasiona-
Dos nuevas religiones, el babismo y el baha'ismo
dos por la rebelión babí.28 Seguramente al principio el Bab es-
peraba que se le uniera el soberano qayarí Mohammad Sha, y
Los jequíes no se consideran cismáticos, a pesar de los vio- después lo hicieran masivamente los shiíes. Su fracaso proba-
lentos ataques del clero shií principialista, que les reprocha su blemente hizo reflexionar a sus discípulos tardíos, que se hi-
culto excesivo a los Imames, próximo, según él, a la idolatría. 26 cieron partidarios de Baha'ollah y se llamaron baha'ís.
Es difícil decir lo mismo de los babíes y los baha'ís, que histó- Baha'ollah, cuyo verdadero nombre era Mirza Hoseyn-Ali
ricamente salieron del shiismo y pronto se definieron como una Nuri, nacido en el seno de una noble familia de Teherán en
religión nueva. 27
1817, fue uno de los primeros discípulos del Bab, y no le volvió
El fundador del babismo, Sayyed Ali-Mohammad, llamado a ver nunca más. Encarcelado y luego desterrado a Iraq, en
Bab («la Puerta» hacia el Imam), nació en Chiraz en 1819 o 1863, en un huerto cerca de Bagdad, reveló que era «Aquel que
1820. Se sintió atraído por la mística y se adhirió al jequismo Dios manifestará». La mayoría de los discípulos del Bab se le
después de conocer a Sayyed Kazem Rashti. En 1844, mil años unieron, provocando violentas reacciones y asesinatos por parte
lunares después de la Ocultación del Imam, un emisario de Say- de los partidarios de la línea dura del babismo, que reconocían
yed Kazem reconoció a Ali-Mohammad como el Imam resuci- la autoridad de su hermanastro Mirza Yahya Nuri, a quien el
tador esperado por los shiíes: no sólo contestó brillantemente a Bab había dado el nombre de Sobh-e Azal («Mañana de la eter-
las cuestiones teológicas más sutiles, sino que escribió en árabe nidad», m. 1912), de donde procede su último nombre de azali.
un comentario de la azora «José». A partir de entonces se hizo Baha'ollah murió en 1892 en residencia vigilada, cerca de San
llamar la Puerta, nombre que para él significaba algo más que Juan de Acre, en Palestina (hoy Israel).
un simple intermediario, pues se presentó ante sus discípulos Los baha'ís, cuya doctrina fue ampliamente difundida y defi-
como una Epifanía (o «manifestación») de Dios. El Bab gozó nida por Abd ol-Baha, hijo de Baha'ollah, tratan de organizar la
de un predicamento inesperado entre las capas sociales más va- sociedad para unificar el género humano y construir un go-
riadas, y provocó violentos disturbios en varias provincias ira- bierno mundial. Su pacifismo no casa muy bien con los méto-
níes. Finalmente fue detenido y ejecutado en 1850, y 5.000 par- dos guerreros preconizados por el Bab, e incluso tuvieron que
tidarios suyos murieron en las algaradas que había provocado ocultar algunos textos del fundador que no coincidían mucho
entre 1848 y 1850. con su espíritu no violento. Tienen prohibido desobedecer a las
La doctrina del Bab, presentada sobre todo en el Bayan («ex- autoridades, y allí donde pueden, con una intención pacifista,
posición») persa y el Bayan árabe, es una derogación de la ley evitan el servicio militar. También tienen prohibida la militan-
religiosa islámica y de todas las demás religiones, que deben cia política e incluso la sindical. Desde finales del siglo xix es-
ser sustituidas por una ley nueva más universal, y no se sabe tán sólidamente implantados en Estados Unidos y Europa. Su
muy bien si el propio Bab debía ser el Profeta o había que espe- centro mundial se encuentra actualmente en Haifa, en Israel,
rar la llegada de un profeta nuevo, al que llamaba «Aquel que pero aunque están desperdigados por todo el mundo, es en Irán
Dios manifestará» ( man yozheroho'Llah). Los mandamientos y donde todavía son más numerosos (entre 300.000 y 500.000

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fieles, según cálculos de 1979), lo que pone a prueba la toleran- Los baha'ís, como las otras minorías religiosas, se felicita-
cia de los musulmanes.
ban del cariz laico que tomó la evolución política durante la di-
En los medios de comunicación se habla con frecuencia del nastía Pahlavi, y veían en el poder fuerte de los Pahlavi una
problema baha'í para condenar el fanatismo iraní: se pretende protección contra los abusos de los shiíes. En realidad, mientras
defender a una minoría perseguida a la que se niegan los dere- que zoroastrianos, judíos, cristianos y sunníes (o también en
chos humanos más elementales. Conviene dar algunas explica- cierta medida los sabeos de Juzistán) han gozado de unos dere-
ciones al respecto. En el islam, más aún que en las otras religio- chos civiles y políticos bastante aceptables a partir de la revolu-
nes, la adhesión a la fe tiene un valor colectivo, y si se le pide ción constitucionalista de 1906, los baha'ís, a pesar de ser nu-
al creyente que pronuncie la profesión de fe (shahada) «No hay merosos, nunca han estado reconocidos. Censados como
más dios que Dios y Mohammad es su Profeta», es sólo para musulmanes, sus matrimonios y herencias siempre han corrido
confirmar una pertenencia a la comunidad adquirida por naci- el riesgo de ser anulados. Aunque con el régimen monárquico
miento. El que reniega de esta pertenencia se pone en contra de se sentían más protegidos, en todo momento estaban expuestos
la comunidad, y a partir de entonces se le considera un traidor. a la venganza popular. Con Reza Sha, en 1933, las escuelas ba-
La apostasía, cuando la comete un musulmán de padres musul- ha'ís fueron las primeras que se sometieron al orden estatal, al
manes, se castiga con la muerte. Esta regla se aplica sea cual tiempo que los lugares de culto baha'ís eran confiscados. En
sea la religión elegida por el musulmán, e incluso si más ade- 1955 y 1956 Mohammad-Reza Sha necesitaba hacer concesio-
lante se retracta. La casuística y la prudencia de los juristas ha- nes fáciles al clero para afianzar su autoridad en el interior de
cen que en realidad se ponga en práctica pocas veces: sólo se Irán y tener las manos libres en unas negociaciones internacio-
pronuncia una condena a muerte si la apostasía es pública y nales que no eran muy populares, por lo que permitió una cam-
pone en peligro a la comunidad. paña de persecuciones contra los baha'ís, con profanaciones de
En el caso que nos interesa, la disidencia empezó con una cementerios, destrucción de su templo en Teherán y otros atro-
actitud violenta por parte de los babíes, de modo que los musul- pellos. Los baha'ís iraníes pudieron levantar cabeza en los años
manes tenían buenas razones para responder. Los babíes se sesenta y setenta, e incluso uno de ellos, Amir-Abbas Ho-
oponían ferozmente a los mollahs, acusándoles de toda clase de veyda,29 fue primer ministro durante doce años (1965-1977);
infamias, y contribuyeron a reforzar la corriente laica refor- otros pudieron amasar inmensas fortunas, como Hoyabr Yaz-
mista iraní que triunfó con el movimiento constitucionalista de dani, o llegar a ser jefes de la policía política, como Parviz Sa-
1906. En este sentido, los baha'ís también son los continuado- beti. Pero nunca fueron ciudadanos como los demás.
res de los babíes, y se han situado en el mismo campo que los Con la República Islámica la situación de los baha'ís empe-
reformistas y los partidarios de Occidente, sobre todo cuando oró. Se les considera apóstatas, por lo que merecen la muerte
estos últimos han tenido el poder, al que por principio deben (majdur od-damm) y matarles no es un crimen. Las administra-
someterse los baha'ís. Si a la aculturación prooccidental se ciones públicas —y a veces la asociaciones privadas— han sido
añade el hecho de que el santuario mundial baha'í se encuentre depuradas de todos los agentes baha'ís confesos o denunciados.
en Haifa, primero bajo mandato británico y luego en el estado Se han confiscado los bienes de la comunidad (en especial el
de Israel, veremos que las cosas no están muy a favor de los ba- gran templo de Teherán, el hospital Mesaqiya, etc.) y la casa
ha'ís si tratan de granjearse la simpatía de los nacionalistas ira- del B ab de Chiraz, gran centro de peregrinación, se ha derri-
níes. El internacionalismo baha'í tiene poco que hacer en una bado con el pretexto de que tenía que pasar por allí una carre-
nación que con frecuencia se siente víctima de conspiraciones y tera. A partir del verano de 1980 el presidente de los tribunales
manipulaciones orquestadas por Londres o Washington. revolucionarios, el jeque Sadeq Jaljali, desató una campaña de

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persecución que se cebó en todos los miembros de la Asamblea Notas
Espiritual Nacional (estructura interna de la comunidad en cada
país) y en numerosos intelectuales baha'ís. Todos ellos fueron 1. Véase R. GRAMLICH, Die schiitischen Derwischorden Persiens, Franz
Steiner, Wiesbaden, 3 vol., 1965, 1976, 1981, vol. 3: Les usages et les rites;
ejecutados bajo distintas acusaciones (como «conspirador», N. POURJAVADY y P. L. WILsoN (pról. Sd H. Nasr), Kings of Love. The Poetry
«agente sionista», etc.: las acusaciones casi nunca mencionaban and History of the Ni'matulláhi Sufi Order, Imperial Iranian Academy of Phi-
la religión de los ajusticiados). Numerosos baha'ís emprendie- losophy, Teherán [y Boulder, Great Eastern Book Co., Londres, Thames &
ron el camino del exilio, a veces en condiciones muy difíciles. Hudson], 1978, pp. 168 ss.
Los que quedan (las ejecuciones generalmente sólo afectan a los 2. POURJAVADY y WILSON, Kings of Love, p. 177.
3. Véase M. MOLÉ, «Les Kubrawiya entre sunnisme et shi'isme aux hui-
jefes de la comunidad) tienen que arrostrar una situación muy fleme et neuviéme siécles de 1'Hégire», Revue des Éstudes islamiques, 1961,
precaria, adoptando todas las precauciones posibles, como si el pp. 61-142.
victimismo shií hubiera dejado su rastro en ellos. 4. El padre de Mohammad-Ali, Aqa Mohammad-Baqer, había perseguido
Estas persecuciones e injusticias no tienen nada que ver direc- a los shiíes ajbarís. Sobre éstos véase 'A. DAVÁNI, Áqá Mohammad Báqer b.
Md Akmal Esfaháni ma'ruf be Vahid Behbaháni, Amir Kabir, Teherán, 1362.
tamente con el shiismo, y también podrían darse en un ambiente Sobre la represión contra los sufíes véase en especial H. Algar, Religion and
sunní. Por otra parte, se habla de estos atropellos porque se pro- State in Iran 1785-1906. The Role of the Ulama in the Qajar Period, Univer-
ducen en un momento en que la opinión pública internacional se sity of California Press, Berkeley-Los Ángeles, 1969, pp. 36 ss.
deja impresionar fácilmente cuando se trata de condenar un régi- 5. Véase II. NÁTEQ, Irán dar ráh-yábi-e farhangi. 1834-1848 [Irán en la
men «antipático». La apostasía no se acepta en ninguna región senda del desarrollo cultural], Payám, Londres, 1988.
del mundo musulmán, y no es más peligrosa cuando se trata de 6. GRAMLICH, Die schiitischen Derwischorden Persiens, vol. 2: La doc-
trina, p. 235.
convertidos al baha'ismo que de convertidos al cristianismo. Por 7. Véase Sd H. NASR, «Le shi'isme et le soufisme. Leurs relations princi-
último, se podrían poner otros muchos ejemplos de la tolerancia pielles et historiques», Le shí'isme imámite, Colloque de Strasbourg, PUF,
de los iraníes y de sus muestras de amistad con los perseguidos, a París, 1970, pp. 215-233.
quienes brindan asilo o consuelo. 8. Yáme' ol-asrár (Colección de los misterios), citado por H. Corbin, En
Islam iranien, III, «Les Fidéles d'amour, Shi'isme et soufisme», Gallimard,
Pero del fenómeno babí-baha' í se puede sacar otra conclusión: París, 1972, p. 179.
la irrupción de esta religión nueva hace poco más de un siglo es 9. Cf. S. A. ARJOMAND, The Shadow of God and the Hidden Imam, The
una muestra del dinamismo del hecho religioso en la comunidad University of Chicago Press, Chicago-Londres, 1984, pp. 74 ss.
shií. Semejante audacia sería difícil de imaginar en el sunnismo, 10. M. A. MOEZZI, «Le shi'isme doctrinal et le fait politique», en M. Ko-
tobi, ed., Le grand Satan et la Tulipe. Iran: Une premiére république, Institut
pero podía surgir con naturalidad en el shiismo, religión abierta a
supérieur de gestion, París, 1983, p. 71.
una espera escatológica que mantiene unas relaciones ambiguas 11. Hadith sacados de la colección de Koleyni, al-Osul men al-Káfi, libro
con el poder político. Dicho de otra forma, en el shiismo los clé- «de la Fe y de la impiedad», cf. MOEZZI, «Le shi'isme doctrinal et le fait poli-
rigos gozan de una autonomía mayor, y no tienen respuesta a tique», pp. 87-88.
todo. También se podría interpretar la irrupción del jomeinismo 12. CORBIN, En islam iranien, I, p. 11; III, p. 153, etc. Corbin tiende a re-
conciliar las tendencias divergentes de la mística.
como la de una tendencia nueva en el seno del shiismo. Esta ten- 13. Véase R. GRAMLICH, Die schiitischen Dervischorden, vol. 1, pp. 68-69.
dencia, más centrada en las necesidades circunstanciales de la 14. Véase DAVÁNI, Áqá Mohammad-Báqer... Vahid behbaháni, pp. 289 ss.
nación iraní y menos innovadora que el babismo, también aspira 15. DAVÁNI, Áqá Mohammad-Báqer... Vahid behbahani, pp. 290-294.
al poder incluyendo el recurso a la violencia y a la hegemonía 16. Véase por ejemplo H. CORBIN, La philosophie iranienne islamique...,
mundial. Ahí se acaba la comparación, pues Jomeini no fue acep- Buchet-Chastel, París, 1981, p. 11.
17. Los principales textos de SOHRAVARDI traducidos al francés por H. Cor-
tado por todos los doctores del shiismo, pero nunca trató de rom- bin están reunidos en L'Archange empourpré, Fayard, París, 1976, y Ch. Jam-
per con la Ley del islam, como hizo el Bab. bet, ed., Le Livre de la Sagesse Orientale, Verdier, Lagrasse, 1986.

100 101
17b. Ver A. J. NEWMAN, «Towards a Reconsideration of the Isfahán School 4
of Philosophy», Studia lramica, 15, 2 (1986), pp. 165-199.
18. H. CORBIN, En Islam iranien, IV, p. 78. Un destino unido a Irán
19. H. CORBIN, En islam iranien, IV, p. 80.
20. Véase S. H. NASR, «The Metaphysics of Sadr al-Din Shirázi and Isla-
mic Philosophy in Qajar kan», en C. E. Bosworth y C. Hillenbrand, eds., Qa-
jar Iran, Edimburgo, 1983, pp. 177-198; sobre Molla Sadra véase también J.
W. MORIUS, The Wisdom of the Throne. An Introduction to the Philosophy of
Mulla Sadra, Princeton University Press, Princeton, 1981.
21. Véase A. GOBINEAU, OEuvres. II (Les religions et les philosophies
dans l'Asie centrale...), Gallimard (Bibliothéque de la Pléiade), París, 1983,
pp. 448-483.
22. Tres volúmenes publicados en la «Biblioteca iraní» del Institut frangais
de recherche en Iran, París-Teherán, 1971-1975-1976. El texto de las intro-
ducciones analíticas en francés está recogido en CORBIN, La philosophie ira-
nienne islamique. Los vínculos del shiismo con Irán son hoy tan fuertes que
23. Véase Y. RICHARD, «Clercs et intellectuels de la République islamique
d'Iran», en G. Kepel e Y. Richard, eds., Intellectuels et militants de l'islam cuando se piensa en uno automáticamente se piensa en el otro.
contemporain, Le Seuil, París, 1990, pp. 29-70. ¿Se pueden disociar? Un iraní que no sea shií tendrá dificulta-
24. Véanse W. MADELUNG, «Akhbariyya», E./. 2 (suplemento); E. KOHL- des para encontrar una identidad nacional: buscará otra patria,
BERG, «Akbariya», Encyclopedia Iranica; A. NEWMAN, «The Development un Kurdistán imaginario, la nación armenia o una cristiandad
and Political Signifiance... », PhD, UCLA, 1986.
ideal en un reino desaparecido, Israel, el Occidente laico, la
25. Véase H. CORBIN, Corps spirituel et Terre céleste, Buchet-Chastel, 28
ed., París, 1979, sobre todo las pp. 211-245: textos traducidos de Jeque Ah- Unión de las Repúblicas Socialistas, etc. ¿Y puede olvidar un
mad Ahsa'i. shií libanés o iraquí que Irán es el único país donde su religión
26. Véase por ejemplo A. Kh. LIQAVÁNI, In-ast sheikhigari, Ketábkhána- es preponderante? En cambio, un sunní egipcio o saudí tenderá
ye Vali-'Asr, (Teherán), 1354/1975. a ver en el shiismo una herejía persa, el islam mezclado con
27. Véase Ch. CANNUYER, Les Baháls. Peuple de la Triple Unité, Bre-
pols, Maredsous, 1987.
restos de zoroastrismo. Estas asociaciones demasiado vagas
28. Véase D. MACEOIN, «The Babi Concept of Holy War», Religion, 12 confunden la historia con la fantasía.
(1982), pp. 93-129. Encontramos un vivo relato en GOBINEAU, Les religions et Para empezar, el shiismo no es una versión iraní del islam.
les philosophies dans l'Asie centrale..., pp. 504-662. En esta religión no hay nada que denote una tendencia iraní.
29. En realidad, al entrar en la política, Hoveyda se excluyó de su comuni-
dad. No suprimió las medidas que la discriminaban.
Salvo el corto y enojoso episodio del Imam Reza, los imames,
que eran árabes, vivieron y murieron en tierras árabes. Todas
las plegarias y todos los textos teológicos de los shiíes están en
árabe, y el centro religioso de los shiíes, principal lugar de pe-
regrinación y de estudio para los iraníes hasta 1920, es Nayaf,
en Iraq. De modo que el shiismo más bien reforzaría en los ira-
níes la conciencia de pertenecer a una comunidad cultural do-
minada por los árabes. En su origen, como hemos visto, el
shiismo es un partido legitimista que defiende los derechos po-
líticos de Ali y los descendientes de la hija del Profeta, los Ima-
mes, que son de sangre árabe. Los shiíes están orgullosos de

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este origen. Aquellos que se proclaman hoy sus herederos os- dos funciones eminentemente clericales del islam, la enseñanza
tentan el título de sayyed —que señala su ascendencia árabe— y la justicia. Los musulmanes han encontrado en este ensalza-
antes de su nombre, título transmitido de padres a hijos. Es tan miento de los «sabios» el criterio principal de distinción en el
codiciado que, según se dice, más de la mitad de los sayyed ira- orden religioso. Si no se suele hablar de «clero» en el sunnismo,
níes presumen de un título usurpado. es porque en él los ulemas no constituyen un magisterio, ya que
Es verdad que la «conversión» de Irán al shiismo, a principios dependen financieramente del orden político, y su legitimidad
del siglo xvI, supuso una ruptura política y cultural entre este también deriva de él, porque los sunníes consideran general-
país y el resto del mundo musulmán, entonces dominado en su mente el orden político como representante del orden califal, es
mayor parte por los turcos otomanos sunníes. Irán evolucionó decir, del orden social querido por Dios, y los ulemas son los
por su cuenta y marcó la cultura del shiismo, lo que ha dado lu- agentes de la autoridad instaurada por voluntad divina. «¡Cre-
gar a las confusiones que acabo de mencionar. A continuación yentes, obedeced a Dios! Obedeced al Profeta y a aquellos de
me propongo abordar la iranización del shiismo en dos aspectos: vosotros que tienen la autoridad», dice el Corán (IV, 59).
el político, con la formación de un clero y la radicalización del En el shiismo, por el contrario, el clero ocupa un lugar im-
discurso religioso, y el cultural, con el desarrollo de ritos muy portante, sobre todo debido a su autonomía institucional y fi-
emotivos para conmemorar el martirio de los imames. nanciera del estado.' Hay una palabra persa que designa el
cuerpo de los ulemas, como para recalcar su carácter propio y
distinguirlos del común de los mortales: ruhaniyat, formado so-
El lugar del clero bre la raíz ruh («espíritu»), del mismo modo que el alemán
Geistlichkeit sobre Geist. El parecido con la noción de clero en
Antes de hablar de clero conviene hacer unas aclaraciones. el cristianismo fue señalado como un defecto por los reforma-
En el islam no existe ningún sacramento o culto que requiera dores shiíes de principios del siglo xx, en un momento en que
unos ministros debidamente ordenados, y las nociones de sa- los clérigos iraníes, al perder su función de enseñantes de toda
cerdocio, monaquismo o celibato consagrado no tienen sentido la nación (por la extensión de la enseñanza laica) y de jueces y
en la religión del Corán. La única liturgia de los musulmanes es notarios (sustituidos por juristas dependientes de un ministerio
la de la oración diaria, que cada creyente debe rezar solo o en de Justicia), tuvieron que volver a definir su función social ba-
grupo. Como mucho, si la oración se celebra colectivamente, se sándose en su dominio de la teología y las ciencias del islam. A
recurre a un guía, un «imam» (en árabe emam, «el que está de- partir de entonces el término ruhaniyat sirvió para designarlos
lante», o en persa pish-namaz, «el que está delante para la ora- colectivamente.' De modo que, por definición, un «clérigo»
ción»). El único criterio para designar a este guía entre todos (ruhani) ya no era alguien «instruido» en ciencias del islam
los fieles es la respetabilidad, y por lo general se elige a un (alim), sino aquél que se ocupaba de la vida espiritual, dejando
hombre mayor, que haya dado pruebas de sus aptitudes morales los asuntos del mundo a otros más competentes que él... Ni en
y esté instruido en la religión. Su función es modesta: hacer las árabe ni en ninguna otra lengua del islam existe un término pa-
postraciones rituales delante de todos para que le imiten y se recido. Cuando uno se hace clérigo se margina socialmente,
postren al mismo tiempo. No ocupa una posición elevada, abandona el régimen común.
como el cura en el altar de la iglesia católica, sino baja, con el Una de las consecuencias inesperadas de la aparición del
rostro dirigido hacia La Meca... clero como un cuerpo social distinto es que se puede convertir
Los profesionales del saber religioso, los «ulemas» (del ára- en el marco ideal de una contrasociedad. En 1977-1978, cuando
be ulama, plural de `alim, «instruido», «sabio»), desempeñan las en Irán cobraba fuerza el movimiento revolucionario, los parti-

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dos políticos tenían dificultades para convencer de su capaci- ridad residía, pues, en la comunicación de un saber. ¿Podemos
dad para encabezar un cambio social. El «movimiento nacio- suponer que después de la Ocultación se olvidó esta función?
nal» dirigido por el doctor Mosaddeq contra la incautación bri- Si aceptamos el planteamiento dominante del shiismo, y sobre
tánica del petróleo iraní y por el restablecimiento del control todo el de la tendencia jomeinista, la función clerical es insepara-
democrático de las instituciones, último intento de desestabili- ble del islam, y su abandono pondría la comunidad en peligro.
zación de la monarquía autoritaria, fue truncado en 1953 por Jomeini se remite principalmente, como uno de sus eminentes
un golpe de estado organizado por la CIA y la instauración de predecesores de la época safaví, el jeque Karaki (m. 1534), a una
una verdadera dictadura monárquica. La represión aplastó cual- tradición conocida por el nombre de su transmisor, Ibn Hanzala:4
quier forma de protesta política organizada, y el régimen impe- éste le preguntó al Sexto Imam lo que pensaba de dos shííes que
rial recuperó política o socialmente a unos tránsfugas proceden- recurrían a la autoridad temporal (sunní) para arbitrar un proceso
tes —por corrupción, desánimo o afán de hacer algo por la referente a una herencia. Ya'far as-Sadeq contestó:
nación a cualquier precio— de todos los campos: comunistas, —Quien haya elegido ese arbitraje, tenga o no razón, ha bus-
nacionalistas y liberales. El clero, por el contrario, mantuvo las cado el arbitraje de un falso dios (Taqut) y todo lo que le asigne
distancias con la sociedad imperial. Estaba en contacto directo ese juez pasará ilegalmente a su poder.'
con el pueblo, tenía una organización sólida y una mayor inde- —Entonces, ¿qué deberían hacer? —preguntó Ibn Hanzala.
pendencia ideológica con respecto a las instituciones modernas. —Deberían —replicó el Imam —buscar entre ellos a uno que
Cuando los organismos estatales se desmoronaron, se encon- esté al corriente de nuestras tradiciones, que haya examinado lo
traba listo para reemplazarlos: los clérigos utilizaron la mez- que autorizamos y lo que está prohibido, que haya estudiado
quita como cuartel general del comité revolucionario, centro de nuestras leyes... Tienen que aceptar que esta persona les juz-
distribución de víveres de primera necesidad, que escaseaban a gue, porque yo he hecho de esta persona un juez (hakim) entre
causa de la huelga general, y centro de movilización popular. vosotros.
La mezquita ha conservado, en parte, estas funciones después El término hakim se entiende en el sentido de «juez», por lo
de la revolución. menos en la interpretación tradicional.' El gran teórico de la ju-
¿Por qué en Irán el avance del laicismo mantuvo al clero risprudencia shií del siglo XIX, Jeque Mortaza Ansari (m. 1864)
apartado, al margen del estado y la sociedad civil, y lo libró de definió su quehacer de doctor de la ley (faqih) con tres funcio-
la decadencia, a diferencia de lo ocurrido en los otros países nes: el poder de promulgar «decretos religiosos» (fatua) en res-
musulmanes, pese a la similitud de la evolución debida a la mo- puesta a consultas de los fieles sobre problemas secundarios; el
dernización? El nacimiento del clero como categoría social au- poder de juzgar y arbitrar los conflictos entre personas (ho-
tónoma ¿se puede atribuir al shiismo, o a la historia particular kuma, que en este caso no tiene el sentido moderno de «poder
del shiismo en Irán? La respuesta a estas preguntas, si acepta- político»); y el poder de administrar los bienes y las personas
mos la idea de que el clero permanecerá durante algún tiempo a (velaya).
la cabeza del estado iraní, nos permitiría imaginar la evolución La tercera función, como es de suponer, ha dado lugar a
del sistema clerical en la república islámica. grandes diferencias de interpretación. Para Ansari sólo el Pro-
El shiismo supo valorar muy especialmente el saber espiri- feta y después de él los Imames tenían autoridad plena en el
tual y la función concomitante de transmisión de las tradiciones ámbito temporal y espiritual. Durante la Ocultación del Imam,
religiosas. Los Imames, al no ocupar cargos políticos después el poder de castigar y dar respuesta a situaciones nuevas no pre-
de Ali, espiritualizaron su poder. No se acudía a ellos para to- vistas por la jurisprudencia se delega en los doctores de la ley.
mar decisiones de gobierno, sino para una enseñanza.' Su auto- Así pues, esta autoridad conferida indirectamente al faqih sólo

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es, según la expresión de Hamid Enayat, una velayat «resi- sentido hostil al laicismo occidentalizado.8 Así cuando Jomeini,
dual». Según la interpretación que hace Ansari sólo se puede a finales de los sesenta, en una obra erudita en cinco volúmenes
ejercer en un sentido muy restrictivo, para unos tipos de poder escrita en árabe, recusa los principios del gobierno democrá-
(no para ejercer el gobierno) y únicamente con los musulmanes tico (al-yomhuriya) y de la monarquía constitucional (al-mash-
que, por distintas razones, no son capaces de administrar sus ruta) —es decir, el régimen de Irán desde 1906—, probablemente
negocios (menores, enfermos mentales, etcétera). sólo tiene a unos cuantos mollahs por lectores, pero va en la
misma dirección que una parte de la intelectualidad iraní pro-
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gresista. Aunque sus lecciones en persa sobre el Gobierno islá-
El Guía de la comunidad mico son menos confidenciales y los intelectuales siguen sin
conocerlas hasta 1979, no hacen más que sistematizar el princi-
La discusión sobre la autoridad del faqih (en persa velayat-e pio del poder clerical teocrático. Este principio, velayat-e fa-
faqih) se exacerbó mucho más en 1979, cuando los iraníes, tras qih, será la base de la Constitución de la República Islámica de
el entusiasmo libertario de la revolución, fueron llamados al or- 1979, y se reforzará en un decreto de enero de 1988 antes de
den por el adjetivo islámico que se le añadió. Los que se habían perder su sustancia a la muerte del Imam en 1989.
manifestado a favor del regreso de Jomeini descubrieron enton- ¿Qué dice Jomeini? Al reino de la ley humana dictada por el
ces la única obra escrita en persa del nuevo guía de Irán. Había extranjero no musulmán, sometida a la opinión y por lo tanto a
sido difundida durante los meses de la insurrección, pero nadie la arbitrariedad, la injusticia y el desorden, opone la ley divina
la había leído aún... Además tenía distintos títulos, según las del islam, basada en la razón y la revelación, garantía de estabi-
ediciones: El Gobierno islámico, o La Autoridad del faqih, o El lidad, justicia y orden. Esta ley fue confiada a la autoridad del
Libro del Imam Musavi, aquel que desvela las cosas ocultas Profeta en vida de éste, y luego a sus herederos, los Imames.
(Musavi es uno de los nombres de Jomeini).7 No es razonable creer, prosigue Jomeini, que Dios haya aban-
Este libro no fue escrito por Jomeini, sino transcrito en torno donado a los hombres después de la Ocultación del Duodécimo
a 1971 de sus lecciones sobre el derecho político islámico en Imam.10 No hay más diferencia entre el justo faqih y el Imam
Nayaf por los estudiantes de teología (sobre todo Yalaloddin que entre éste y el Profeta. Por otra parte, la nación se puede
Farsi y Hamid Ruhani), y es el fruto de una radicalización del comparar con un niño que debe ser «guiado» por un tutor. Para
pensamiento político de Jomeini a partir de su exilio de Irán en Jomeini está claro que los doctores de la Ley religiosa (fuqaha,
plural de faqih) deben establecer un gobierno islámico encabe-
1964. En efecto, la insurrección reprimida cuyo héroe había
zado por uno de ellos o por un colegio de varios fuqaha. Este
sido en 1963, y el despertar de un sentimiento religioso politi-
gobierno deberá velar por la aplicación de la ley, el cobro de los
zado como antídoto de la occidentalización furibunda del régi- i mpuestos religiosos y la defensa del territorio del islam.
men de Pahlavi, habían suscitado la idea de que el islam podía
Según el jefe de la revólución islámica, una tradición shií
ser una respuesta colectiva al desafío moderno y que el clero
confirma que los ulemas son los sucesores del Profeta:
era el más libre de compromisos con el estado impío para diri-
gir a la ciudadanía.
El Comendador de los creyentes [Al] relata que el Profeta
En los años sesenta, a la luz de los mismos acontecimientos, exclamó tres veces: «¡Oh Dios! Ten piedad de los que me suce-
un brillante ensayista llamado Al-e Ahmad —un hijo de mollah dan». Le preguntaron: «¡Oh Mensajero de Dios! ¿Quiénes son
que se hizo comunista y luego tercermundista, muerto en 1969— esos que te sucederán?». Contestó: «Son los que vienen después
se dio cuenta del carácter nacional, antiimperialista, del plante- de mí, transmiten mis tradiciones y las ponen en práctica [es de-
amiento clerical, e interpretó la historia del Irán moderno en un cir, los Imames] y enseñan al pueblo después de mí».

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Jomeini cita también esta frase del Sexto Imam: «Los ule- cinco y diez grandes ayatollahs que podían pretender el título
mas son los herederos de los profetas. Los profetas no han de- de marya Sayyed Mohammad Reza Golpayegani, nacido cerca
jado un céntimo a sus herederos, sino el conocimiento (reli- de Ispahan en 1899; Sayyed Massan Tabatabai Qommi, nacido
gioso)». Basándose en estas referencias sagradas, el Guía de la en Najaf en 1911; Hoseyn Alí Montazeri, nacido en Najafafa-
revolución islámica en realidad quiere sistematizar y ampliar la bad en 1992 (designado por Jomeini como sucesor suyo en
competencia de los moytahed. En efecto, en el shiismo tradicio- 1985, pero apartado en 1898); Eraqi, Hoseyn Vahid, Sadeq
nal los asuntos tradicionales son administrados de modo infor- Ruham en Qom; en Najaf, Sayyed Mohammad Ali Sistani (na-
mal por los una jerarquía clerical; en Irán, desde los safavíes cido hacia 1920 en Irán); en Mashhad, Abol Hasan Morvarid y
(1501-1722), esta jerarquía relevó e hizo de contrapeso al poder Ali Falsafi.
político. y a veces llegó a oponerse a los soberanos. De acuerdo Un shií no especializado en ciencias teológicas debe elegir
con Said Amir Aryomand, podemos hablar de una verdadera entre estos cinco ayatollahs al que será su guía para la aplica-
hierocracia." ción de los aspectos secundarios de la ley, su «modelo a imi-
Los moytahed son los clérigos que, después de un ciclo com- tar». Se compromete a seguir las prescripciones religiosas reco-
pleto de estudios teológicos, reciben por escrito de su maestro gidas en el «Tratado de vida práctica» de este ayatollah y a
(en general de varios maestros) la autorización para enseñar a pagar las tasas religiosas rituales a uno de sus representantes
su vez e interpretar la Ley islámica. Reciben el título honorífico autorizados. De modo que no todos los shiíes tienen necesaria-
de hoyyat ol-eslam (literalmente, «pruebas del islam»). Los mente el mismo guía religioso: si Jomeini reunió tras de sí a
moytahed, que son varios cientos o incluso varios miles, se po- gran parte de los ir líes al principio de la revolución, se calcula
nen de acuerdo para elegir a varios teólogos de alto rango y que en 1988 la mayoría de ellos ya habían optado por Joi, un teó-
edad respetable llamados ayatollah (literalmente «signo mila- logo conservador, partidario le no mezclar la religión con la
groso de Dios»). No hay ningún criterio fijo que determine política. Las consecuencias de la elección de los fieles son
quiénes están cualificados para recibir este título, concedido en enormes para los recursos de los principales ayatollahs que co-
cierto modo por cooptación: cuando Jomeini llamaba al presi- bran las tasas islámicas pagadas voluntariamente por sus «imi-
dente de la República (su actual sucesor) hoyyat ol-eslam Ali tadores». Este dinero se utiliza para financiar los estudios de
Jamenai, otros seguían llamándole ayatollah, sin duda por una los jóvenes mollahs, las fundaciones caritativas (hospitales,
desviación de adulación natural que se generalizó cuando Ja- ayuda a los necesitados) y las obras pías.
menai fue designado para la función de Guía. El creyente tiene, pues, cierta libertad para elegir su «mo-
Los ayatollahs pueden reunir unos «círculos de estudios» delo a imitar». El criterio es la respetabilidad general del candi-
(howza), unas «clases» a las que asisten los jóvenes mollahs, dato y su «ciencia superior». Si el fiel no se siente capaz de de-
núcleos de las grandes «escuelas» de teología musulmana ( ma- cidir entre dos ayatollahs, se dirige a un mollah de confianza,
drasa) que tienen su sede en Nayaf, Qom o Mashhad. Entre los que orienta su elección. La constitución de la República Islá-
ayatollahs se realiza otra selección, menos informal que la ante- mica de Irán de 1979 trató de sistematizar este principio dispo-
rior: por cooptación de los que han alcanzado esta dignidad, los niendo que el faqih fuera elegido por una votación de dos vuel-
ayatollahs que han escrito su «Tratado de vida práctica» (lla- tas: toda la población (incluyendo las minorías no musulmanas)
mado «Explicación de los problemas», Towzih ol-masa'el) se elige un Consejo de 70 «expertos», todos ellos moytahed
consideran aptos para convertirse en «modelos a imitar» (Shura-ye jebragan), que a su vez elige entre los ulemas al más
(marya' ot-taglid) por los simples fieles, y ostentan el título de adecuado para la función de Guía (rahbar).
«gran ayatollah» (ayatollah ol-'ozma). En 1993 había entre Puede causar extrañeza el hecho de que el Guía elegido en

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junio de 1989 no fuera uno de los «modelos a imitar» antes ci- miento babí," el anticlericalismo y el laicismo paramasónico o
tados. Esta anomalía, debida a que la Constitución en realidad racionalista habían hecho reflexionar a los que, sin renegar de
había sido redactada por Jomeini, el cual era irreemplazable, la fe islámica, eran conscientes de la incapacidad de las nacio-
no pasó inadvertida al legislador, ya que la Constitución fue re- nes islámicas para resistir a las potencias europeas. Algunos
formada por referéndum el 28 de julio de 1989: se rebajó el ulemas famosos por sus posiciones políticas progresistas y anti-
rango teológico requerido para ser Guía, una forma de separar coloniales, como Sayyed Yamaloddin al-Afghani (m. 1896) o
las instituciones políticas de la institución religiosa y tomar Sayyed Mohammad Tabatabai (m. 1918), estuvieron estrecha-
nota de la hostilidad sorda de un amplio sector del alto clero mente relacionados con las logias masónicas.
contra la politización-excesiva de la religión. En los años de fuerte implantación del laicismo del reinado
Jomeini no se conformó con volver a las tradiciones más cle- de Reza Sha (1925-1941), en los círculos clericales iraníes
ricales y justificar por todos los medios el control de los asun- hubo mollahs e incluso teólogos conocidos que tomaron par-
tos públicos por los ulemas. Después de varios años en el po- tido por la modernidad contra los defensores retrógrados de las
der, al ver que las instituciones de la República Islámica prerrogativas clericales. Entre ellos cabe citar a Shariat Sanga-
estaban bloqueadas por los numerosos obstáculos que oponía layi, un reformador religioso que tuvo mucha influencia sobre
la constitución de 1979 al poder absoluto, decidió reforzar el la juventud intelectual y fue condenado por los moytahed de
peso del faqih, y el 7 de enero de 1988 publicó el siguiente de- Qom por querer desembarazar la doctrina de creencias parási-
creto: «El Gobierno, que es una rama de la autoridad absoluta tas, o también a Hakamizada, un joven mollah que publicó en
del Profeta de Dios, procede de una de las instituciones funda- Qom una revista inspirada en el deseo de reformas sociales y
mentales del islam y está por encima de todas las otras institu- religiosas." Precisamente como réplica a un opúsculo virulento
ciones, que se pueden considerar ramas secundarias, incluso la de Hakamizada publicado en 1943, Los secretos milenarios (es
oración, el ayuno y la peregrinación.»12 decir, los «secretos» de la impostura clerical), Jomeini publicó
No hace falta insistir en la gravedad de esta declaración, ni su primer libro importante dirigido al gran público, una res-
en su carácter irreal, que se puso de manifiesto varios meses puesta sistemática y no menos polémica, titulada La revelación
después, cuando el único candidato considerado apto para suce- de los «secretos».
der a Jomeini resultó ser un simple moytahed. Cabe destacar Siguiendo los pasos de sus predecesores modernistas de en-
únicamente su audacia y la dirección general que indica. Ante treguerras —aunque nunca les conoció y probablemente tam-
las dificultades institucionales, representa la tentación de refor- poco les leyó—, Ali Shariati, nacido en 1933 hijo de un clérigo
zar el carácter indiscutible, por encima de las leyes y los pre- secularizado por la implantación del laicismo de la época de
ceptos comunes de la religión, del Guía de la Comunidad, que Reza Sha, heredaba también la ideología nacionalista liberal y
actúa como tutor de los niños pequeños que están a su cargo. anticolonialista de Mossadeq. Después de cursar estudios uni-
versitarios «modernos» vivió cinco años en Francia, al final de
la guerra de Argelia, y se dio cuenta del poder de movilización
¿Un shiismo «sin clérigos»? del islam en las luchas independentistas. En París frecuentó so-
bre todo a los islamólogos anticolonialistas Louis Massignon y
Contrariamente a esta tendencia clerical, algunos ideólogos Jacques Berque, y también obtuvo un doctorado (mediocre) en
musulmanes se han dado cuenta del peligro que supone la cleri- filología iraní. De vuelta a Irán en 1964, Ali Shariati llegó a ser
calización y tratan de librar a la religión de la influencia de los un conferenciante popular, y luego, en 1973, el endurecimiento
ulemas. Desde mediados del siglo xix, en la época del movi- del régimen del sha y la hostilidad del clero dieron con sus hue-

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sos en la cárcel. Liberado dos años después, logró salir de Irán, testigos. Estos jóvenes intelectuales se daban cuenta de que se
pero murió en 1977 en Londres, de un ataque al corazón, a los podía leer el Corán con una visión nueva y vivir la fe islámica
44 años. sin ser prisioneros de las formas anticuadas de la tradición cle-
Su crítica al clero empieza poniendo de relieve los defectos rical. Shariati utilizó la expresión «el islam sin los clérigos» ba-
de la propia génesis de la hierocracia shií, en la época safaví. sándose en el lema de Mossadeq, cuando este último naciona-
Shariati destaca los valores de lucha y militancia humanista en lizó la Anglo-Iranian Oil Company en 1951 y preconizó una
el Corán y la historia sagrada de los Imames, para criticar sin «economía sin petróleo». En 1972 Shariati le escribió a su pa-
paliativos las componendas post :iores entre el clero y la mo- dre, en una carta cuya publicación hoy está prohibida en Irán:"
narquía inicua. En un libro que desató las iras de los moytahed
de Qom, Shariati distingue entre el shiismo primitivo «de Ali» Gracias a esta tesis [del islam sin clérigos] el islam a su vez
y el shiismo «safaví».'5 El primero es movimiento, dinamismo, se sacude el yugo medieval y sale de la prisión de las «iglesias
minoría progresista opuesta a la mayoría ya institucionalizada de sacerdotes», liberado de esa filosofía petrificada y deca-
dente, de esa visión del mundo deformada, supersticiosa, em-
(el sunnismo), una religión de toma de conciencia, de compro- brutecedora, que incita a la imitación pasiva, convierte a la
miso social, de justicia y de lucha por la liberación de los des- gente en un rebaño lastimero y transforma a los intelectuales en
heredados. En cambio el shiismo que llegó al poder en Irán en enemigos de la religión, que temen al islam y huyen de él...
el siglo xvi, el de los safavíes, es un orden social establecido,
apartado de su función por haberse acomodado al poder; ena- En otro texto dedicado al Imam Hoseyn, que él mismo modi-
jena al pueblo tratando de adormecerlo entre lamentos por los ficó para suavizar su carácter demasiado virulento en sucesivas
santos mártires y el sueño de una compensación al final de los ediciones, Shariati condena la ignorancia de los clérigos que
tiempos. El islam de los safavíes, al perder su valor universal, sólo ven en el Libro de Dios
se convierte en un shiismo sectario, vinculado a la nación iraní
(inventándose una legitimidad patriótica con la historia legen- supersticiones y lucubraciones imaginarias, sus deseos y su inte-
daria del matrimonio del Imam Hoseyn con la hija del último rés. Cambian el razonamiento de Dios, lo transforman, obstacu-
lizan la vía de Dios, roban el bien de los hombres. Llevan con-
emperador sasánida). El shiismo, en vez de ser un modo de per-
sigo el Libro de Dios, pero no entienden nada de él y no le
cibir e interpretar el mensaje coránico, pasa a ser un instru- obedecen: son como asnos, bestias de carga que transportan li-
mento político para oponerse a los musulmanes sunníes domi- bros [alusión a Corán LXII, 5, contra los judíos «que cargan con
nados por los otomanos. Los agentes de esta desviación, según la Torá y luego, al no aceptarla, se parecen al asno cargado de li-
7
Shariati, son los clérigos: pone varios ejemplos caricaturescos bros»]. Son como perros que ladran y muerden.'
de teólogos de la época safaví, prototipos de los mollahs parási-
tos del siglo xx, más preocupados por hacer llorar a los fieles En otro escrito Shariati opone claramente «dos religiones»:
por el martirio de los Imames y desviar su atención hacia escrú- el islam clerical, que justifica las iniquidades para mantener las
pulos de menor importancia, que por regenerar su fe siguiendo formas institucionalizadas, y el islam vivo que, siguiendo el
el ejemplo de los Imames. ejemplo de los Profetas, choca con las tradiciones inmovilistas
El conservadurismo inmovilista del clero, según Shariati, ha y las sustituye por una espiritualidad comprometida al servicio
convertido el islam en una religión literalista, sin alma, incapaz de los oprimidos. También denuncia la pretendida «especializa-
de resolver los problemas contemporáneos. Estas críticas cala- ción» teológica en la que se basan los clérigos para establecer
ron en los jóvenes iraníes, que reprochaban a los ulemas tradi- su dominio.
cionales su complicidad pasiva con las injusticias de que eran Para sustituir a este clero trasnochado por una nueva genera-

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ción de musulmanes instruidos en su religión, Shariati encontró En un texto de 1969 analiza el papel del Imam en la sociedad y
un marco adecuado en un instituto islámico fundado a finales la decadencia de las democracias occidentales, cuyo sistema
de los años sesenta en la periferia residencial de Teherán, la ho- político se basa en la voluntad de la mayoría: la revolución y el
sevniva Ershad. Allí se continuaba de alguna manera, pero a progreso no han surgido de la voluntad de la mayoría, sino de la
mayor escala, la obra que su padre había empezado en los años de los más clarividentes. ¿Acaso la elección del califa Abu
cuarenta en Mashhad con el Centro de Propagación de las Ver- Bala —que los shiíes denuncian como un abuso— no se hizo por
dades del Islam ( Kanun-e nashr-e haqayeq-e eslami). Aunque mayoría?"' Un pueblo adormecido por una cultura trasnochada
ela hosevniva Ershad fue creada por varios reformadores mu- y una larga práctica de la dictadura no puede despertar por sí
sulmanes. algunos de los cuales (como el ayatollah Moyahhari) solo, necesita jefes. Y el pueblo, dice Shariati, es como los ni-
eran miembros destacados del clero, Shariati se convirtió ños que no pueden elegir a su educador: eligen al que satisface
pronto en su principal figura. El público estaba formado sobre más sus deseos. (Esto recuerda mucho a la visión paternalista
todo por estudiantes universitarios y jóvenes «laicos» de la me- que tiene Jomeini del pueblo.) «Si se toman como principios
dia y pequeña burguesía. políticos el «mando» y el «progreso» (rahbari va pish-raft), es
Shariati, llamado el Doctor, elaboró en este marco un pro- decir, el cambio revolucionario de los hombres, entonces la
grama que, de haberse llevado a la práctica, habría podido riva- elección de ese mando por parte de individuos de esa sociedad
lizar con las madrasas de Qom. En él encontramos varias sec- no es posible.»
ciones: investigación, enseñanza, propaganda y organización. La esperanza nunca podrá estar en las democracias occiden-
Veamos algunos de los puntos esbozados por Shariati: tales, dice Shariati, por un lado a causa de las debilidades fun-
1) Investigación: la islamología, o estudio de la idea de Dios damentales del principio mayoritario, y por otro debido a que
y su revelación; el conocimiento que se puede tener del Profeta cuando las sociedades occidentales se preocupan de sus clases
(también a través de los trabajos de los orientalistas), el ideal desfavorecidas, siguen saqueando y explotando las riquezas del
islámico, la sociedad islámica; la historia del islam, de la cul- tercer mundo. En lugar de la democracia liberal viciada, nues-
tura y las ciencias islámicas; sociología de los países islámicos; tro ideólogo propone la instauración de una «democracia diri-
arte y literatura. gida» o «comprometida», que define así:2°
2) Enseñanza: islamología (definición de la sociedad ideal y
del hombre ideal), conocimiento del Corán (comprensión del Es el gobierno de un grupo que, sobre la base de un programa
texto, hermenéutica y exégesis), retórica (gramática, literatura revolucionario progresista, quiere cambiar y guiar lo mejor posi-
clásica y moderna, lengua árabe y lenguas europeas, creencias e ble a los individuos, la lengua y la cultura de la gente, las rela-
ideologías). ciones sociales y el nivel de vida. [...] Si hay personas que no
3) Propaganda: los distintos medios de difusión del pensa- creen en esta vía [revolucionaria] y cuyo comportamiento y opi-
nión suponen el subdesarrollo y la corrupción de la sociedad, y
miento, sermones, medios de comunicación de masas, peregri-
si hay personas que abusan de su poder, de su dinero y de esa li-
naciones, conferencias y seminarios, etc. bertad, y si hay costumbres sociales que impiden el pleno desa-
4) Organización: centro de documentación e información, bi- rrollo del hombre, hay que suprimir estas tradiciones, condenar
blioteca moderna (incluyendo cintas, películas, etc.); publica- estas maneras de pensar y liberar a esta sociedad por todos los
ciones diversificadas de textos originales y traducciones.'s medios de las trabas fosilizadas.
Si Shariati elabora este programa es porque, de acuerdo con
la tradición shií, cree en el papel dirigente de las minorías en Vemos cuán peligrosa es esta justificación de la toma del po-
una sociedad que no está preparada para dirigirse a sí misma. der por una minoría iluminada. Shariati, con sus intenciones li-

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bertadoras y salvadoras, se sitúa en una auténtica tradición shií, un préstamo del Banco Imperial británico. ¿Cuál es la actitud
profundamente elitista y pesimista sobre la capacidad de los del clero en este asunto del tabaco?2 ' Aparentemente fueron los
hombres para dirigirse a sí mismos. No obstante, durante la re- ulemas quienes dirigieron la revuelta popular y, con la orden
volución islámica este aspecto «dirigista» les pasó más inad- de boicot, le dieron la fuerza det 7minante (en este caso el clero
vertido a los jóvenes intelectuales iraníes que el aspecto «pro- se presenta como defensor de la nación oprimida, el adversario
gresista» de su pensamiento y su inspiración religiosa del absolutismo y del poder de las potencias coloniales...). Pero
despojada de los oropeles de la tradición clerical. Este llama- un historiador iraní, Fereydun Adamiyat, ha demostrado que el
miento se oyó con fuerza cuando la censura iraní del antiguo motín popular, espontáneo y fuerte, asustó a los ulemas, que hi-
régimen, presionada por la administración más liberal del presi- cieron todo lo posible por calmarlo y encauzarlo, temiendo un
dente Carter, dejó que se publicara libremente la obra de Sha- movimiento revolucionario: • si se unieron a los manifestantes
ri'ati: corría el año 1977, y Shariati moría precisamente cuando fue para no perder su influencia y con la idea de imponerles lo
su pensamiento hacía estallar los viejos esquemas. En las gran- antes posible un compromiso con la monarquía.
des manifestaciones de la revolución la gente llevaba su retrato, Encontramos la misma ambivalencia en el papel de los ule-
y todos leían sus libros. El entusiasmo contagió incluso a los mas en la revolución constitucionalista iraní de 1906-1909. No
jóvenes teólogos de Qom. cabe duda de que tuvieron un papel destacado en la moviliza-
ción popular, dirigiendo a la población y oponiéndose en blo-
que al absolutismo real. Por ejemplo, en 1906 los principales
El clero y la nación ulemas de Teherán —que al mismo tiempo eran magistrados y
notarios— se fueron de la capital y se retiraron a Qom, 120 kiló-
Entre estas dos concepciones del clero se llegaba a un metros al sur, como protesta, y no regresaron hasta que Mozaf-
acuerdo mínimo para sobrevalorar el papel que Shariati —como faroddin Sha (1896-1907) se plegó a la convocatoria de un Par-
Jomeini, aunque de distinta manera— atribuye a la minoría diri- lamento. Entre los tres miembros eminentes del clero que
gente. En la práctica, el clero, ya sea progresista u oscurantista, ocuparon un escaño de oficio en la Primera Asamblea, había un
desempeña hoy este papel. Desde el siglo xix los clérigos ira- oportunista, Sayyed Abdollah Behbahani, un demócrata simpa-
níes no han dejado de intervenir en los asuntos políticos. Pero tizante del movimiento masónico, Sayyed Mohammad Tabata-
los analistas no se ponen de acuerdo sobre si los mollahs siem- bai, y un integrista que se puso en contra de la revolución acu-
pre han defendido al pueblo contra el gobierno, o se han limi- sándola de querer destruir el islam, el jeque Fazlollah Nuri.
tado a tratar de conservar sus posiciones sociales. Con su obstinación, Nuri logró rodearse de gran número de mo-
Veamos un ejemplo: en 1890 Naseroddin Sha vende el mo- llahs, temerosos del giro laico que estaba tomando el movi-
nopolio del cultivo, la comercialización y la exportación del ta- miento. Se alió con la reacción absolutista de Mohammad Ali
baco de Irán a un ciudadano británico, el mayor Talbot. Varios
Sha, que suprimió la constitución de 1908 y fue ejecutado al
meses después una fuerte movilización popular contra esta con-
año siguiente en Teherán en la plaza pública por los constitu-
cesión hace fracasar la realización del monopolio, y el gran
moytahed de Nayaf, Mirza Hasan Shirazi, publica una fatva cionalistas cuando éstos recuperaron el poder.22
El caso de Nuri tiene especial interés, debido a las apasiona-
(decreto religioso) prohibiendo a los musulmanes la venta o
das apreciaciones que hacen de él los iraníes: los historiadores
utilización de tabaco. El boicot al tabaco tiene un seguimiento
laicos tratan con desprecio a este clérigo reaccionario que había
tan masivo que el sha no tiene más remedio que volver a com-
optado por el islam retrógrado en contra de la voluntad popular;
prar la concesión, a costa de una humillación sin precedentes y
en cambio los clericales —Jomeini entre ellos— lo ensalzan co-

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mo un defensor de la fe. Desde los años sesenta algunos inte- Una última fase dramática, que ha dado lugar a distintas in-
lectuales decepcionados por las ideologías laicas y en busca de terpretaciones sobre el papel del clero, preparó de forma más
una identidad militante, seguidores del ensayista Al-e Ahmad decidida, con quince años de antelación, el estallido de la revo-
( m. 1969), vieron en esta figura de clérigo obstinado el modelo lución islámica: en 1963, para protestar contra las medidas de
de la negativa a someterse a la influencia niveladora de Occi- reformas sociales impuestas por el sha en el marco de la «Re-
dente. Según ellos, Nuri rechazaba la influencia de las socieda- volución Blanca», los estudiantes de teología de Qom empeza-
des coloniales sobre el hombre iraní musulmán, y en cierto ron a manifestarse dirigidos por un sayyed sesentón, Hayy Aqa
modo fue un precursor de la revolución islámica. Ruhollah, también llamado ayatollah Jomeini. Poco conocido
Entre las grandes figuras clericales del siglo xx iraní, una de hasta entonces, este mollah se puso a la cabeza del movimiento,
las más controvertidas es la del ayatollah Abol-Qasem Kashani. dio la cara ante la policía política del sha y se convirtió en la fi-
Después de verse mezclado en la rebelión shií de 1920 contra el gura pública de la oposición popular. Su detención durante las
protectorado británico en Iraq, Kashani tascó el freno en Irán celebraciones del duelo de moharram en 1963 (el 5 de junio,
durante el reinado de Reza Sha (1925-1941), como muchos «15 jordad» en el calendario iraní), provocó un motín que fue
otros clérigos y nacionalistas. De vuelta a la agitación contra los reprimido con dureza.
ingleses de 1941, Kashani fue arrestado por las tropas sovieto- No cabe duda de que en el momento en que la oposición po-
británicas de ocupación. Después de la guerra se convirtió en un lítica clásica estaba empantanada y parecía que el programa de
héroe y se lanzó de lleno a la actividad política. Aliado unas ve- la Revolución Blanca (en especial la reforma agraria, tan anhe-
ces con los liberales nacionalistas y otras con los militantes isla- lada desde hacía mucho tiempo) ganaba por la mano a todos
mistas más violentos (los Feda'iyan-e eslam), hasta 1952, junto los oponentes, Jomeini fue mucho más lejos que los demás.
con Mosaddeq, fue promotor de la campaña por la nacionaliza- Después de más de un año de complicaciones Q,o compromi-
ción de la Anglo-Iranian Oil Company y llegó a presidente del sos?) con la policía, denunció como una vuelta a las «capitula-
Parlamento iraní. Pero su rivalidad ideológica y personal con ciones» —las ventajas jurídicas y comerciales que las potencias
Mosaddeq provocó la ruptura entre ambos, que facilitó la orga- coloniales europeas se hicieron conceder en el imperio oto-
nización, patrocinada por la CIA, de un golpe de estado y la mano y en Persia, y que no fueron abolidas hasta después de la
vuelta al trono de Mohammad-Reza Sha en agosto de 1953. Primera guerra mundial— la concesión por el parlamento iraní,
Kashani murió en el olvido en 1962, despreciado por los nacio- en octubre de 1964, de privilegios de extraterritorialidad jurí-
nalistas. No fue rehabilitado hasta la victoria de los clericales en dica al personal militar estadounidense en Irán. Por esta denun-
la revolución islámica, en 1980: para difamar a los dirigentes cia el ayatollah tuvo que exiliarse en Turquía. El fracaso de su
nacionalistas liberales como Mehdi Bazargan o Abol-Hasan movimiento llegó a ser, a la larga, un éxito extraordinario, ya
Bani-Sadr, que se consideraban los herederos de Mosaddeq, se que hizo que todos, y en especial los intelectuales, se dieran
ponía de relieve la responsabilidad del jefe nacionalista en el cuenta de la importancia del clero en la movilización política.
debilitamiento del movimiento nacional. Si los liberales no hu- Pero si no queremos caer en la hagiografía también tendre-
bieran rechazado el respaldo del ala religiosa del Frente Nacio- mos que poner de relieve las limitaciones de la acción de Jo-
nal, o no lo hubieran impedido al negarse a compartir el poder, meini. En primer lugar, su intransigencia no era tan total como
se decía, el Sha nunca habría vuelto al trono. Pese a la amplitud a veces se dice, no hay más que ver el tono respetuoso de los
de miras excepcional de Kashani y su genio mediático, lo que en telegramas que entonces dirigía al sha, lo que corrobora la tesis
realidad le perdió fue su oportunismo político, y su rehabilita- oficial de que Jomeini llegó varias veces a «acuerdos» con la
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ción tardía no puede ocultar lo versátil de sus ideas." policía política (la sAvAK). El contenido de la revuelta es aún

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más ambiguo. Para el clero había dos cosas primordiales. La «venta» de las tierras vaqf a los campesinos. En efecto, una do-
primera, que el sha no tenía en cuenta las tradiciones del islam, nación religiosa a una fundación de bienes inalienables no se
por ejemplo con respecto a las mujeres (a las que, ¡horror!, se puede modificar, salvo en caso de «cambio a un régimen me-
había concedido el derecho al voto, y poco después el derecho jor» (tabdil be-ahsan). La administración del santuario está dis-
a pedir el divorcio). Por otra parte, el islam recibía el mismo puesta a recuperar toda su herencia territorial...
tratamiento que las otras religiones: en la nueva ley de elección Pese a su riqueza, y a diferencia de los intelectuales occiden-
de consejos regionales y locales ya no se juraba sobre el Corán, talizados, los mollahs habían permanecido al margen de la «so-
sino sobre el «libro sagrado», ¡que podía ser también el Avesta, ciedad civil». El poder desconfiaba de ellos y ellos también
el Evangelio o un escrito del Bab! eran remisos a colaborar con el poder laico, inaceptable porque
La intervención de los ulemas iraníes también pudo estar
i mpedía el dominio exclusivo del islam en la vida pública.
motivada por algo menos puro que la defensa de la ley: estaban La historia reciente de Irán y la facilidad con que el clero ha
vinculados a los grandes terratenientes (lo siguen estando en pasado de la situación de contrasociedad a la de institución cen-
buena medida), y tenían intereses comunes con ellos, ya que a tral del estado, son un buen ejemplo de la originalidad de este
través de las fundaciones de manos muertas (vaqf) de las que cuerpo social, sin equivalente en ningún otro país musulmán.
solían ser gerentes institucionales, los ulemas eran los mayores Así pues, los razonamientos teóricos sobre el papel del clero
terratenientes de Irán. Sabían que después del reparto de las eran algo más que especulaciones gratuitas. Sin clero no habría
grandes haciendas privadas vendría el de las obras pías. La su- existido una tradición religiosa independiente del estado, ni una
presión de estas rentas, además de suponer una violación del alternativa ya formada a la administración laica, ni la República
derecho sagrado de los donantes, dejaría en situación material Islámica.
muy precaria al clero, las escuelas teológicas y las obras de be- Una interpretación en este sentido de los movimientos isla-
neficencia, cuyos recursos proceden sobre todo de los vaqf. mistas en los grandes países del mundo musulmán revela que
La mayor obra pía iraní es la del Astan-e Qods-e Razavi todo está listo para una explosión parecida a la que se produjo
(«Umbral sagrado del Imam Reza») de MaShhad.26 Este vaqf en Irán: la demografía galopante, el choque cultural de la mo-
posee el 58 por 100 (7.000 ha) de las tierras de esta capital re- dernidad, el sentimiento de frustración social de la elite for-
gional de un millón de habitantes. Sólo en la provincia de Jora- mada localmente, que no encuentra una salida digna al concluir
sán, unas 400.000 hectáreas divididas en 438 fincas pertenecen sus estudios... y también una ideología revolucionaria basada
al santuario, con una finca de más de 60.000 ha. La reforma en la vuelta a la ley islámica Sólo falta un clero. Cabría pensar,
agraria del sha debía incluir estas inmensas extensiones de tie- en efecto, que el fracaso de los movimientos islamistas en
rras legadas a la Fundación del Imam, pero todos coinciden en Egipto y Siria sólo se debe a la falta de cuadros responsables
señalar que la Fundación no se vio afectada por las reformas. que disfruten de una posición honorable, capaces de relevar al
Para burlar la ley, se concedió el arriendo de 99 años previsto estado cuando éste haga dejación de su principal cometido, pro-
por el texto únicamente a los campesinos que cultivaban de porcionar a los hombres la esperanza de que sus esfuerzos no
forma tradicional las tierras de los alrededores de los pueblos. son vanos, de que su identidad está protegida. (En Argelia el
La evaluación exacta de estas transmisiones de usufructo de la Frente Islámico de Salvación se infiltra en las administraciones
tierra —que nunca fueron legalizadas— no se hizo de forma siste- locales para convertirlas en focos de la sociedad islámica: sin
mática. Este vacío jurídico plantea graves problemas jurídicos duda, este control de las instituciones estatales no paliará la
y sociales, porque la revolución islámica permitió que el Astan- falta de un cuerpo de ulemas bien organizado, pero quizá les
e Quods pusiera en entredicho la legitimidad religiosa de la permita tomar el poder por etapas.)

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Duelo y baile por los mártires líos) y largas láminas flexibles que se inclinan al paso de los
porteadores, y decorados con lámparas de petróleo y ricas telas.
El duelo es el aspecto más emocionante del shiismo iraní. No De vez en cuando, antes de reanudar su paso fúnebre, los porta-
es una particularidad exclusiva de esta religión. El cristianismo dores de estandartes se detienen frente a un grupo de mujeres
también celebra la Pasión de Cristo y glorifica a sus mártires. En sentadas a la sombra de una mezquita y hacen un alarde asom-
el islam sunní tampoco se pasa por alto el sentido del sufrimiento broso e inquietante de su valor, girando sobre sí mismos con su
humano. Los sunníes reconocen incluso al Imam Hoseyn, muerto carga como para desafiar su pesadez. Es el baile más irreal y
con sus compañeros en Karbala en enfrentamiento con el ejército peligroso que se pueda imaginar: dos hombres se quedan a su
omeya, un auténtico mártir injustamente sacrificado. Pero los lado por si acaso, pero si el portador tropieza, su pesada carga
shiíes conocen mejor la dolorosa epopeya de los doce sucesores puede herir o matar a los espectadores inocentes.
del Profeta que murieron mártires, y su literatura religiosa revela En la procesión sólo participan hombres, sín afeitar (yo soy
que, desde muy pronto, supieron llorar para identificarse con la el único hombre que se ha afeitado esta mañana), y niños, algu-
lucha de sus Imames, como les señala la tradición: «El que llore nos de los cuales visten una especie de sudario, en señal de su
o haga llorar por Hoseyn entrará en el Paraíso».27 De todos mo- disposición al martirio. El día del Ashura muchos hombres se
dos en Irán el duelo religioso y las ceremonias de conmemora- han echado barro sagrado en la coronilla y los hombros, para
ción de la tragedia de Karbala son otra cosa... indicar que están preparados para ser enterrados con Hoseyn.
Como todas las poblaciones iraníes, en agosto de 1988 Arak, En otros lugares se celebran numerosas procesiones de hom-
pequeña ciudad del centro de Irán donde Jomeini empezó a los bres que se hacen cortes en la cabeza con un cuchillo para lle-
dieciocho años sus estudios teológicos, celebra los días de Ta- narse la cara de sangre. Caminando lentamente bajo el sol y re-
su'a y del Ashura, 9 y 10 del mes lunar de moharram, en que el pitiendo, cuando se lo piden, un lema o una frase, siguen las
Imam Hoseyn fue martirizado. Se hacen grandes celebraciones, indicaciones del chantre que, con un micrófono conectado a un
con procesiones de flagelantes, lamentaciones, música (tambo- sistema de amplificación móvil, se desgañita salmodiando un
res, címbalos, pífanos y voces masculinas muy bellas), detrás texto que descifra en un galimatías e improvisa cuando la inspi-
de las banderas, de inmensos y magníficos estandartes o emble- ración se lo permite. Si hubiera una sola procesión, se podría
mas ( `alatn), a veces con el ataúd simbólico de Zeynab, her- hablar de un fenómeno folclórico cuidadosamente organizado y
mana del Imam... ¡Toda la ciudad se echa a la calle! Los grupos ejecutado. Pero hay cientos de procesiones en esta pequeña ciu-
de plañideros salen de todas las callejuelas y desfilan hasta el dad. Es una histeria colectiva, un sabor a thanatos que ha tras-
centro, para luego volver a su punto de partida, donde los bien- pasado las fronteras de las conveniencias sociales. Por todas
hechores dan una comida. partes se tropieza uno con muestras de duelo. La radio, la tele-
La fuerza del espectáculo es difícil de describir: hombres y visión, los edificios de servicios públicos, todo sigue este
mujeres vestidos de negro, caras serias; los hombres se dan rít- ritmo, este color, todo se moviliza para manifestar la muerte.
micos golpes de pecho o se azotan, a veces con saña, con unas Los iraníes, tan parcos por lo general en sus manifestaciones
disciplinas de cadenas, sin que aparentemente sientan el menor colectivas, tan poco dados a la representación, tan poco procli-
dolor. Muchos hombres caminan descalzos, quizá debido a un ves a los espectáculos fútiles, se reúnen en las hoseyniya, en
voto. Algunos participantes hacen alardes de heroísmo, en es- los takiya (teatros, salas de reunión), en las mezquitas, para es-
pecial los que, por turno, sostienen los pesados estandartes cuchar a los predicadores que les cuentan por centésima vez,
montados sobre armazones metálicos de hasta cuatro metros de por milésima vez, la muerte de Hoseyn en Karbala junto con
envergadura, adornados con figuritas de plata (palomas, carne- sus 72 compañeros a manos del ejército de los omeyas impíos.

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Y lloran. Vienen para llorar, y les dicen lo que hace falta para grandes tambores. Las luces rompen la noche por todas partes,
que se les salten las lágrimas. Lloran de verdad, juntos, en pú- haciendo olvidar el duelo. Las mujeres y los niños, los hombres
blico, sinceramente. Se desahogan de la emoción contenida el y los muchachos se embelesan con el ritmo de las procesiones y
resto del tiempo, que son tan melindrosos y tímidos. Cuando la el humo de esfand quemado para conjurar la mala suerte.
voz del predicador empieza a temblar estallan los sollozos, y se En la confusión y el cansancio de la noche, en los repartos de
golpean el pecho. comida, en las mezquitas, los contactos entre chicos y chicas
En otra parte de la ciudad, pero sobre todo en los pueblos, se resultan más corrientes, llaman menos la atención. Todos mis
organiza ese teatro religioso tan excepcional, popular y espon- informadores confirman que el Ashura es un día de pelar la
táneo. el ta'ziya. A la vez misterio y celebración, juego y trage- pava, de caricias furtivas, de coqueteos. De improviso el carác-
dia. en el que el público se sitúa alrededor de un escenario im- ter sexual de esta fiesta de la muerte me parece evidente. El as-
provisado al aire libre (o en las hoseyniya). El público y los til de los estandartes majestuosos que se sujeta en el bajo vien-
actores son intercambiables: todos conocen a Yazid, Ali Akbar, tre y se eleva hacia el cielo para ser exhibido ante las mujeres.
Zeynab y Hazrat Abbas..., los que saben leer en el pueblo, que El alarde de virilidad masoquista para despertar compasión y
se han puesto los trajes del drama para la ocasión. Llevan el admiración. La suavidad de los jarabes, de las miradas furtivas,
guión en la mano, y el escenógrafo les pide que lean su parte del amor a Hoseyn y sus compañeros. El ritmo embriagador de
entregándoles el micrófono. Aparece lo maravilloso, caballos las procesiones, que suele sucederse en cuatro tiempos —tres
que pasan cabalgando por el medio, petardos que estallan du- flagelaciones y un tiempo muerto, o tres flagelaciones con li-
rante la batalla, la mano de Abbas que vuela por los aires antes gero balanceo y un paso adelante— se parece más a una danza
de que consiga tomar agua del Éufrates (simbolizado con una que a una marcha fúnebre. Y la disciplina de cadenas con la
bañera) para dar de beber a los compañeros de Hoseyn. Hay que los hombres se azotan la espalda haciendo molinetes se pa-
sangre, entrechocar de sables que se agitan por encima de las rece a esos pañuelos de colores que las mujeres de las tribus
cabezas, hay redobles de tambor y gemidos de muerte. agitan sobre sus cabezas mientras bailan suavemente con su
Un amigo que recuerda los ta'ziya de su infancia, en los que vestido de fiesta en las bodas... El ta'ziya nos recuerda que Qa-
él mismo había participado, se asombra de que la gente del sem, el hijo del Imam Hoseyn, halló la muerte en Karbala el día
pueblo donde asistimos a la representación no llore. ¿Es por la de su boda, un mito que sirvió muchas veces en la revolución
introducción de micrófonos, por la saturación de imágenes de iraní para dar más patetismo a la muerte: alianza entre erotismo
las películas que ven por televisión, o por la perturbación —clá- y martirio, las víctimas mueren antes de poder consumar la
sica— de una procesión de flagelantes que insiste en pasar por unión amorosa, y su muerte, sin duda, es esa misma unión.28
enmedio del ta'ziya, rompiendo el ritmo de la acción...? La poderosa celebración colectiva a la que acabo de asistir es
Esta exuberancia de duelo y demostración de heroísmo mor- para mí una prueba de la gran fuerza de la nación iraní. Des-
boso están acompañadas de un clima de fiesta surrealista. Se re- pués de ocho años de guerra, más de 500.000 muertos (en una
parten jarabes refrescantes, para compensar los dolores de Ho- población de unos 50 millones), todos estos hombres en la ca-
seyn en el árido llano de Karbala. En todas partes se dan lle, en orden, solidarios, manifestando su amor a los Imames,
comidas copiosas, que con frecuencia son el cumplimiento de haciendo alarde de su virilidad... La energía movilizadora del
un voto. La gente se pasa toda la tarde y toda la noche en la ca- shiismo no ha decaído, al contrario. Se objetará que estas cele-
lle: rendido de cansancio después de recorrer las calles la vís- braciones de duelo, por su exceso de sensiblería shií, por sus
pera del Ashura, todavía puedo oír desde mi cama, después de la raíces iraníes fuertemente hundidas en el territorio, las corpora-
medianoche, a los chantres y predicadores, los címbalos y los ciones urbanas y las aldeas, hacen de la revolución iraní algo

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completamente inexportable. Por otra parte, la política parece las manifestaciones ostentosas de duelo que incluyen la flagela-
estar ausente de las procesiones. No hay ninguna alusión a la ción, ni los ta'ziya, que son su forma más elaborada. Sólo pre-
República Islámica, excepto los retratos de los mártires (vícti- conizan las reuniones en las que ellos son los protagonistas,
mas de la guerra) de cada barrio, que en ocasiones se llevan su- como predicadores que relatan el martirio de los santos Ima-
jetos a los estandartes y la mayoría de las veces se fijan entre mes. Estamos, pues, ante un ritual espontáneo, contra el cual ni
flores delante de las hoseyniya. También había retratos de Jo- la policía ni el clero se atreverían a intervenir, que se organiza
meini y banderas iraníes en las procesiones, pero sin lemas ide- por sí mismo, siguiendo una tradición sólida e imperecedera.
ológicos particulares.
La cohesión, seriedad y grandeza de estas manifestaciones
del Ashura casi me dan miedo. ¿Quién podría detener un ejér- El sentimiento religioso, del ritual al mito
cito cuyo paso es un baile, cuyo jefe es el Hoseyn que murió en
Mesopotamia hace 1.300 años? La popularidad de las celebraciones de la muerte de Hoseyn
En esta manifestación colectiva, en este dolor jubiloso y pro- en Irán es un fenómeno antiguo. Algunos autores no han du-
fundo del duelo shií, no hay una masa informe que obedece a dado en relacionarla con un culto preislámico —que aparece en
un agitador cualquiera, sino procesiones de barrio, agrupacio- la literatura, concretamente en el Libro de los Reyes de Fer-
nes islámicas municipales, parroquiales, de una calle o de una dowsi, epopeya persa del siglo x en la que se narran los hechos
corporación del bazar, asociaciones religiosas que escriben or- fundadores de la historia mítica de Irán—, y en las provincias de
gullosamente su nombre en la enseña de su procesión. Todas se Irán todavía quedan algunos restos de este culto. Se trata de la
reúnen en la calle principal, pero cada grupo conserva su propia celebración de un héroe, Siyavosh, encarnación de la perfec-
sonorización, su propio ritmo, su cohesión, y acaba volviendo a ción, la pureza y el valor. Injustamente acusado por la mujer de
su hoseyniya donde le esperan el kabab, el arroz y el jarabe. En su padre cuyas insinuaciones amorosas ha rechazado, Siyavosh
la calle principal las rivalidades entre barrios, grupos y asocia- sale airoso de una ordalía del fuego, y luego, tras una victoriosa
ciones pueden dar lugar a actitudes agresivas y manifestaciones expedición militar, sella una alianza con los enemigos venci-
de orgullo poco compatibles con la fusión y el olvido de uno dos por su padre el rey, para establecer la paz. Los suyos renie-
mismo que cabría esperar de una manifestación unitaria. La gan de él, y Siyavosh perece como una víctima inocente del
profundidad del sentimiento no está mermada por el fracciona- odio de los hombres, decapitado por Afrasyab, un pariente del
rey que le ha dado asilo.29 «La población de Bujará —cuenta una
miento. A un musulmán sunní que asistiera a estas celebracio-
antigua crónica— no deja de lamentarse de la muerte de Siya-
nes seguramente le repugnaría este exceso de «imamolatría» de
vosh, que es conocida en todas las provincias, y los ministriles
los iraníes. No pretendo tranquilizar a quienes ven con recelo la
han compuesto sobre ella unas canciones que los cantantes lla-
fusión colectiva entre religión y nación, pero el fenómeno, aun-
man endechas de los Magos.»
que su fraccionamiento parroquial impide cualquier intento de
En el Libro de los Reyes, Siyavosh presiente su martirio y le
explotación política, es más profundo, más complejo que una
da un valor ejemplar:
simple movilización ideológica.
En toda la ciudad de Arak, entre las decenas o cientos de No pasará mucho tiempo antes de que este rey malvado y
procesiones que convergen hacia el centro para luego disper- desconfiado me haga morir cruelmente, pese a mi inocencia. La
sarse por los barrios de donde han salido, sólo veo un mollah ruina se abatirá sobre Irán y Turán, y la venganza será tal que la
con su hábito, un sayyed. ¿Se da cuenta de que es una excep- vida llegará a ser una carga para los hombres; toda la tierra se
ción? Es bien sabido que los ulemas shiíes nunca han alentado llenará de miseria y la espada de la guerra reinará en el mundo.

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[...] Entonces el rey de Turán se arrepentirá de lo que ha dicho,
siya); las sesiones de conmemoración predicadas de un modo
pero este arrepentimiento no le servirá de nada; porque toda la
tierra habitada será pasto de la destrucción, los gritos se eleva- casi teatral por un clérigo experto en efectos oratorios para hacer
rán desde Irán y Turán, y mi sangre causará la desunión entre los llorar con el martirio de los Imames (rowza-jani); las demostra-
hombres. Esto es lo que Dios ha escrito en el firmamento y todo ciones gestuales, a la vez declamatorias y pictóricas, que hacen
lo que él siembra da fruto, como él manda... unos oradores populares en la plaza pública a partir de pinturas
naves (parda) que representan la batalla de Karbala; las proce-
Siyavosh tiene un sueño y se lo cuenta a su mujer: siones teatrales de ciertas provincias iraníes, con personajes de
la gesta de Karbala (Hoseyn, Yazid, Shemr, etc.), en las que los
Mi vida está llegando a su fin y el dolor del día amargo se figurantes con trajes de época y montados a caballo o camello
acerca. Aunque el techo de mi palacio se elevara hasta Saturno, son vecinos del pueblo; las procesiones funerarias rituales de las
no dejaría de beber el veneno de la muerte. Aunque mi vida du- ciudades, llevando un catafalco ceremonial ficticio (najl)...
rase mil doscientos años, al final tendría por morada la tierra ne- Como todos conocen las desdichas y el martirio de Hoseyn y su
gra. Unos encuentran su tumba en las fauces del león, otros son familia, es fácil improvisar una conmemoración: las lágrimas
devorados por el buitre, y otros por el águila real; pero nadie,
saltarán espontáneamente cada vez que se recuerde Karbala.
por sabio que sea, puede convertir las tinieblas en luz. [...] Cor-
tarán esta cabeza inocente y la sangre de mi corazón formará su La importancia que cobró el ta'ziya en el siglo xix es tema
diadema, no me darán una cerveza, ni una tumba, ni un sudario, de discusiones entre los historiadores. Para el público, aparte
y nadie de esa muchedumbre llorará por mí; descansaré bajo la del atractivo del espectáculo, lo importante es sobre todo la his-
tierra como un extranjero, con la cabeza separada del cuerpo por toria que se cuenta. Está claro que el mecenazgo real tuvo un
la espada.. 3° papel determinante en la difusión de estas representaciones,
que gustaban a todas las clases sociales. El ejemplo de Teherán,
Cuando un iraní lee este texto de más de mil años de antigüe- donde se construyó un inmenso takiya junto al Palacio Real,
dad, no puede dejar de relacionarlo con el héroe de la causa de hizo que las fuerzas vivas provinciales también financiaran
la fe, martirizado en Karbala. Resulta admirable el genio de los compañías y la construcción de takiya u hoseyniya. En los pue-
pueblos para volver a interpretar y traducir a un nuevo lenguaje blos las compañías se podían formar espontáneamente. El re-
simbólico unas emociones intensas que les sirven para arros- celo del clero ante estas manifestaciones no era ajeno, sin duda,
trar las pruebas del destino. al éxito de los ta'ziya, una forma de expresar la adhesión a la
Aunque los textos literarios que hablan de la muerte de Ho- religión prescindiendo de los mollahs, en un momento en que el
seyn son abundantes desde los primeros siglos, y proceden poder clerical empezaba a perfilarse como oposición al poder
tanto de medios sunníes (con una visión crítica de los omeyas) político. Durante la dinastía Pahlavi (1925-1979) se prohibie-
como shiíes, hay que esperar a la llegada de los safavíes y a la ron oficialmente las representaciones de ta'ziya, pero a pesar de
conversión de Irán al shiismo a partir del siglo XVI para que en todo perduraron en dos formas: espontánea, como expresión de
este país se organicen celebraciones públicas del duelo por Ho- resistencia cultural, en las aldeas donde la influencia del poder
seyn.3' Al decir celebraciones públicas no me refiero al teatro central llegaba con dificultad, y artificial, como puro espectá-
religioso (ta'ziya) tal como lo conocemos hoy, pues esta forma culo de teatro popular resucitado que gustaba mucho a los occi-
espectacular no está atestiguada hasta finales del siglo XVIII. dentales. En esta segunda forma el ta'ziya fue introducido en
Por lo demás, entre la procesión de flagelantes y el ta'ziya un festival artístico que pretendía ser a la vez iraní y vanguar-
hay una serie de conmemoraciones que explican la evolución dista, celebrado en Chiraz en 1967, durante el simposio interna-
reciente. Por ejemplo, la recitación de elegías mortuorias ( mar- cional organizado en el marco de dicho festival.
32

130 131
Esta relación entre el padrinazgo monárquico de las repre- mientos tuvieran lugar el día de Ashura, como las manifestacio-
sentaciones de ta'ziya y su recuperación tardía por razones es- nes violentamente reprimidas del 5 de junio de 1963 que mar-
téticas, muy alejadas del sentimiento religioso, hizo que los is- caron la entrada de Jomeiní en la historia, o la espectacular pro-
lamistas revolucionarios de los años setenta no vieran con cesión de diciembre de 1978 durante la cual, por primera vez,
buenos ojos el teatro religioso popular. Shariati criticó con es- se gritó a gran escala y con entusiasmo la consigna «muer-te al
pecial dureza estas manifestaciones teatrales, que le parecían sha» (marg bar Chah) en vez de las letanías funerarias rituales.
una manipulación del sentimiento religioso." Buscaba su ori- La celebración pasó de una triste lamentación al regocijo de
gen en una imitación de Occidente: las dinastías shiíes de Irán, una próxima victoria sobre el tirano. El sha, en efecto, fue iden-
enfrentadas al imperio otomano, encontraban aliados naturales tificado con Yazid, el califa malvado.
entre los pueblos europeos temerosos de las conquistas turcas. «Todos deben saber que obedecer la orden de disparar contra
Por eso, dice Shariati, pronto entablaron relaciones diplomáti- el pueblo y matar a los constitucionalistas, es como obedecer a
cas y trajeron cristianos a su capital (los armenios de Yolfa de- Yazid el hijo de Moaviya e incompatible con el islam», escri-
portados cerca de Isfahan por el sha Abbas en el siglo xvii). En bían ya los ulemas favorables a la constitución después del
el ámbito religioso imitaron los «misterios» medievales que golpe de estado de 1908 que restablecía el absolutismo. Mirza
conmemoraban la pasión de Cristo en el pórtico de las iglesias Mohammad-Hoseyn Naini, que en 1909 dio una justificación
y crearon, como los cristianos, una jerarquía clerical. teológica a la adhesión de los musulmanes a la democracia par-
La idea que desarrolla Shariati en este libro es la sospecha de lamentaria, es aún más severo con los ulemas que colaboraron
que la religión fue manipulada por el poder hasta el punto de estar con el soberano absolutista Mohammad-Ali Sha: les compara
en flagrante contradicción con la revelación coránica. Pero su ar- con los que mataron a Hoseyn en Karbala. Y como las víctimas
gumentación está salpicada de imprecisiones históricas y filológi- de Karbala eran 72 además del Imam, también se dice que fue-
cas: por ejemplo, en la época del sha Abbas ya no se representa- ron 72 las víctimas del grave atentado que destruyó la sede del
ban «misterios» en Europa; la presencia de un personaje llamado Partido de la República Islámica el 28 de junio de 1981: los 72
el Franco (o «el Occidental», farangi) en algunos ta'ziya es un mártires del islam que rodeaban al ayatollah Beheshti, fiel imi-
fenómeno reciente (siglo xix), y el Franco sólo resulta simpático tador del Imam Hoseyn. El ta'ziya, en este caso, es una repeti-
porque, como el monje cristiano de los relatos antiguos, está con- ción dramáticamente parecida al original...
vencido de la santidad de Hoseyn y se convierte al islam (en reali- Dado que el califa inicuo Yazid es la figura paradigmática
dad es el homólogo de los Magos que adoraron al Niño Jesús: la del dictador, no es extraño que el salvador de la nación sea el
dimensión de universalidad conferida, por un reconocimiento ex- I mam del Tiempo. El título de Imam que ostentaba Jomeini no
terior, a un hecho anodino en sí mismo); el parecido entre el es- se suele otorgar en Irán a una persona viva: se reserva para los
tandarte que llevan las procesiones de flagelantes ( `alan? o, en doce sucesores del Profeta Mohammad. Entre los sunníes ára-
persa de Jorasán, yaridé, ¡que según Shariati deriva del latín bes un imam es un servidor de la mezquita. De modo que los li-
cruz!) y la cruz de las procesiones cristianas, es ligero y fortuito... baneses apenas quebrantaron las costumbres para dar el título
Aunque los reparos de Shariati responden más a la fantasía sagrado a Musa Sadr, un clérigo iraní que había sabido libani-
que a la razón, revelan la importancia que tienen los ritos de zarse muy bien después de su llegada al país a principios de los
duelo en la conciencia colectiva iraní. La historia del Irán mo- años sesenta. El Imam Musa Sadr llevó ese nombre usurpado
derno está íntimamente ligada al simbolismo de Karbala y a la hasta las últimas consecuencias, ya que en el verano de 1978,
fuerte carga emotiva creada por la memoria del martirio de Ho- durante un viaje a Libia, desapareció físicamente, ocultado co-
seyn.34 En efecto, no es casualidad que algunos graves aconteci- mo el Duodécimo Imam.35

132 133
Sin duda el precedente de Musa Sadr influyó en el caso de consultarle, alabarle con sus plegarias y sus ovaciones sagradas,
Jomeini, pero a la inversa: Jomeini vivió durante quince años y pedirle que tocara a sus hijos para quitarles el mal de ojo. Ha-
en ocultación en Nayaf, y los iraníes apenas oyeron hablar de él bía una comunicación real entre él y ellos, pero una profunda
antes de las primeras manifestaciones importantes de 1978. ambigüedad entre el sentido teológico-político de su ideario y la
Pero durante esta ocultación seguía comunicándose con los ira- religión vivida del fiel que realizaba un acto casi mágico.
níes por mediación de varios mensajeros que llevaban sus de- La comparación vaga entre Jomeini y un Imam generaba en
claraciones a los religiosos militantes. Auténtico descendiente la conciencia popular unas actitudes sorprendentes, propias del
de los Imames (era sayyed), Jomeini se parecía a Hoseyn, pues shiismo, pero que también estaban profundamente marcadas
luchó contra la iniquidad y encabezó los disturbios del mes de por las costumbres culturales iraníes. Cuando Jomeini aún no
moharram de 1963. Durante el invierno 1978-1979 Jomeini se había subido al avión que debía llevarle de Nayaf a París, en
tuvo más facilidad para enviar desde París sus mensajes intran- Irán se corrió el rumor de que se veía su rostro en la luna: la no-
sigentes a Irán. El mito alcanzó entonces su dimensión escato- che, cuando el toque de queda era burlado al grito de «Dios es
lógica: para la mayoría de los revolucionarios el «regreso del grande» (Allah akbar), era para quien había visto al Imam en el
Imam» tenía que ser el de un salvador del país, y nadie osaba astro luminoso. Varios meses después, cuando salió de su ocul-
creer realmente en él. Este regreso inesperado fue el hecho que tación y llegó por fin a Teherán (1 de febrero de 1979), unos
acalló cualquier oposición, aunque en realidad la insurrección campesinos que llevaban varios días en la ciudad para verle en
del 11 de febrero de 1979 se hizo al margen de las órdenes ex- el recorrido entre el aeropuerto y el cementerio llamaron a mi
plícitas del Imam. El mito se imponía con su realidad envol- casa para hacer sus abluciones rituales y estar purificados
vente y casi totalitaria, y recuperaba en pro del Imam Jomeini cuando le vieran. Los peregrinos de Yamaran (al pie de la mon-
todo el desarrollo posterior de la revolución, incluso cuando pa- taña, al norte de Teherán) también hacían sus abluciones antes
recía que su lógica se separaba de él. de subir a la modesta capilla donde el Imam se les aparecía.
En contra de sus propias declaraciones anteriores, el ayatollah Durante los primeros meses después de que se instalara en
Jomeini lo dirigió todo, pero sin que pareciera que gobernaba Qom, varios dignatarios del régimen acudieron a ver a Jomeini
directamente. Tanto en Qom como en Teherán era la autoridad para pedirle encarecidamente que contestara a la pregunta: ¿era
que nadie osaba discutir y a la que se referían los nuevos diri- él, sí o no, el Imam del Tiempo? Se dice que Jomeini no contes-
gentes a la menor dificultad. La Constitución de 1979, a pesar taba, dejando perplejos a sus interlocutores...
de los primeros proyectos de inspiración democrática que el La cuestión del imamato de Jomeini, o de su proximidad al
propio Jomeini había aprobado, se redactó en función de su jefa- Imam, dividía a los círculos dirigentes de la República Islá-
tura carismática. La verdad es que el sha nunca había tenido mica. La tendencia mayoritaria había propagado por el país un
tanto poder como el Imam. Al mismo tiempo, no disminuía el lema que todos repetían con la oración solemne de los viernes:
papel sagrado del «Guía de la Revolución y Fundador de la Re- «¡Oh Dios mío, en espera de la Revolución del Imam salvador
pública islámica» (según el título oficial): salido de su «oculta- (todos entienden: el regreso del Imam Oculto), guárdanos a Jo-
ción», sólo algunos personajes importantes del nuevo régimen meini!» Con ello, de un modo perfectamente compatible con la
podían acceder a él. El pueblo que tenía el privilegio de verle tradición, pretendían presentar a Jomeini como aquél que —de-
—sus discursos se grababan y luego eran difundidos por los me- bido a su carisma— permitiría alcanzar la salvación escatológica
dios de comunicación como si fueran profecías— formaba parte tan deseada. Pero otros, sobre todo los miembros de una asocia-
de caravanas cuidadosamente seleccionadas. Era un adivino al ción islamista radical fundada en los años cincuenta para luchar
que acudían esos peregrinos emocionados y temblorosos para contra el baha'ismo, la asociación Hoyyatiya, no veían con

134 135
buenos ojos la intervención directa de los ulemas en la política acento campesino inconfundible; por otro, una alta tradición
y la secularización de la religión. Repetían con los demás la hierocrática. La carrera de mollah sirve de trampolín para el as-
frase que le pedía a Dios que guardara a Jomeini hasta el fin del censo social. Cuenta el cuñado de Jomeini que en los años
mundo, pero inmediatamente añadían otra para poner un plazo veinte, cuando el mollah de pueblo, que era Aqa Ruhollah, le
a esa espera y neutralizar así el deseo aparente de que el poder pidió a su maestro el ayatollah Saqafi, rico y conocido teólogo
jomeinista se eternizara: «¡Imam salvador, ven pronto! ¡Imam nacido en Teherán, que le diera la mano de su hija, la señora
salvador, ven pronto!» ( Mahdi biya, Mahdi biya!). Saqafi sintió náuseas. Pero el profesor había descubierto algu-
Jomeini no era eterno. Murió el 3 de junio de 1989. Este he- nas cualidades en este joven mollah, y aceptó. Ruhollah Jo-
cho desmintió las ilusiones que se habían creado algunos fieles meini no era un arribista. Dada su inclinación a la mística y la
exaltados. Pero en sí mismo representaba una gran victoria: por filosofía, no se sentía atraído por la predicación pública ni por
primera vez desde 1907 un jefe de estado iraní moría en su país la carrera de un gran jurista «imitado» por los fieles. Su con-
de muerte natural, rodeado de sus allegados y colaboradores. La tacto con las multitudes fue tardío, en 1963, y se vio interrum-
lista es fácil de hacer: Mohammad-Ali Sha Qayar destituido por pido por un largo exilio. La firme determinación en un período
la revolución constitucionalista de 1909, muerto en 1925 en Sa- de crisis fue lo que le valió a Jomeini la devoción de sus anti-
vona (Italia); Ahmad Sha Qayar, derribado por un golpe de es- guos alumnos de Qom y el prestigio que tuvo después entre los
tado en 1921, destituido por una asamblea constituyente en 1925 iraníes. El drama sangriento que fue la revolución, con la nece-
y muerto en París en 1930; Reza Sha Pahlavi, destituido por los sidad espontánea de encontrar una figura diametralmente
británicos en 1941, muerto en 1944 en Johannesburgo (Surá- opuesta al sha para que le echara y le sustituyera, permitió el
frica); y por último Mohammad Reza Sha, destituido por la re- éxito de Jomeini.
volución islámica en 1979, muerto al año siguiente en Egipto. La miseria social del antiguo régimen, su incapacidad para
Muerto Jomeini, ¿desaparecería el pilar central de la República responder a las expectativas creadas por el boom petrolero de
Islámica y el alivio de unos y la desesperación de otros, para dejar 1973, su traición al ideal islámico, todo ello podía dar a la lucha
paso al caos? Parece que las propias autoridades quedaron sor- revolucionaria el aspecto de un inmenso ta'ziya en el que la
prendidas del fervor espontáneo creado en torno a los restos del propia nación iraní estaba en guerra, con su Imam, contra la ini-
jefe fallecido y de la masiva participación en sus exequias, ya que quidad, la corrupción, etc. Pero los espectadores de los ta'ziya
su entierro tuvo que ser aplazado varias veces y el cuerpo, zaran- se conforman con llorar y el animador no es el Imam; cuando
deado por la muchedumbre que quería reliquias, cayó al suelo. El todo termina, cada cual vuelve a su sitio en la sociedad. Las re-
mausoleo erigido en muy poco tiempo sobre su sepultura recalca glas se han cambiado, y ya nadie sabe quién es el califa inicuo.
el carácter eminentemente shií del culto a Jomeini.
Notas
¿Shiismo culto o shiismo popular? 1. Véase N. R. KEDDIB, «The Roots of the Ulama's Power in Modern
Iran», en N. R. Keddie, ed., Scholars, Saints, and Sufis, University of Califor-
Jomeini es el mejor ejemplo de carrera clerical que descansa nia Press, Berkeley-Los Ángeles-Londres, 1972, pp. 211-229.
en la religiosidad popular, el encuentro de dos tipos de religión 2. A. MAMAQÁNI, Din va sho'un, ed., Teherán, 1335/1956, pp. 73-75.
3. E. KOHLBERG, «Imam and Community in the Pre-Ghayba Period», en S.
que no parecían muy compatibles entre sí.
A. Arjomand, ed., Authority and Political Culture in Shi'ism, SUNY Press,
Por un lado el clérigo salido del campo, hijo de un mollah de Albany, 1988, pp. 25-53.
provincias, que hablaba la lengua más provinciana con un 4. M. MOMEN, An Introduction to Shi'i Islam, Yale University Press, New

136 137
Haven-Londres, 1985. pp. 197 ss.; R. KHOMEINI, Islam and Revolution, trad. 20. SHARIATI, «Ommat va emámat», p. 618.
H. Algar, Mizan Press. Berkeley, 1981, pp. 87 ss. 21. Excelente presentación del punto de vista general por N. R. KEDDIE,
Religion and Rebellion in Iran. The franjan Tobacco Protest of 1891-1892,
5. Alusión al Corán IV, 60: «Quieren remitirse a los Taqut pese a haber re-
cibido la orden de no creer en ellos. — El Demonio quiere sumirlos en un pro- Frank Cass, Londres, 1966; revisión anticlerical, F. ADAMIYAT, Shuresh bar
emtiyáz-náma-ye Rezhi, Payara, Teherán, 1360/1981.
fundo error —».
6. He recogido aquí la exposición de H. ENAYAT, «Iran: Khumayni's Con- 22. Véase A. HAIRI, Shi'ism and Constitutionalism in Iran, Brill, Leiden,
cept of the 'Guardianship of the Jurisconsult' », en J. P. Piscatori, ed., Islam in 1977; V. MARTIN, Islam and Mode rnism; The franjan Revolution of 1906, I.
the Political Process, Cambridge University Press, Cambridge, Londres, B. Tauris, Londres, 1989; Y. RICHARD, «Le radicalisme islamique du Sheykh
Nueva York, etc., 1983, pp. 160-180. Fazlolláh Nuri et son impact dans l'histoire de l'Iran contemporain», Larcité,
7. Sd. R. KHOMEYNI, Pour un gouvernement islamique, trad. M. Kotobi y 29, N. s., n° 2 (Les intégrismes), Bruselas, 1986.
B. Simon, Fayolle. París, 1979. Prefiero la traducción inglesa antes citada, 23. Véase Y. RICHARD, «Ayatollah Kashani: Precursor of the Islamic Repu-
KHOMEINI. Islam and Revolution..., pp. 25-166. blic?», en N. R. Keddie, ed., Religion and Politics in Iran, Yale University
Press, Nueva York-Londres, 1983, pp. 101-124; Id., «L'organisation des
8. Véase, por ejemplo, Dj. AL-E AHMAD, L'Occidentalite. Gharbzadegui,
l'Harmattan. París. 1988. Otra obra póstuma en persa, De la traición y el ser- Fedá'iyán-e eslám, mouvement intégriste musulman en Iran (1945-1956)»,
vilismo de los intelectuales, más explícita, fue impresa clandestinamente du- en O. Carré y P. Dumont, eds., Radicalismes islamiques, I, L'Harrnattan, Pa-
rante la revolución islámica y difundida por los clérigos politizados, en espe- rís, 1985, pp. 23-82.
cial Ahma Jomeini, hijo del imam. 24. Véase M. ZONIS, The Political Elite of Iran, Princeton University
9. Véase Y. RICHARD, «Le l'ene du clergé: tendances contradictoires du Press, Princeton, 1971, p. 45. Para la revuelta de 1963, versión clerical, DEN-
chi'isme franjen contemporain», Archives de sciences sociales des religions, HAVI, Qiyám-e khunin-e 15 khordád 42 be-reváyat-e asnád, Resá, Teherán,
55, 1(1983), p. 18. 1360; versión anticlerical apud W. M. FLOOR, «The Revolutionary Character
10. KHOMEINI, Islam and Revolution..., pp. 61 ss. of the Ulama: Wishful Thinking or Reality», en N. R. Keddie, ed., Religion
11. Véase S. A. ARJOMAND, The Shadow of God and the Hidden Imam, and Politics in Iran, pp. 73-97.
The University of Chicago Press, Chicago-Londres, 1984. 25. Que fue confirmado en la República Islámica, al igual que la elegibili-
12. J. REISSNER, «Der Imam und die Verfassung. Zur politischen und staa- dad al parlamento...
trechtlichen Bedeutung der Direktive Imam Khomeinis vom 7. Januar 1988», 26. B. HOURCADE, «Vaqf et modemité en Iran. Les agro-business de
Orient, 29. Jhr, Nr. 2 (Juni 1988), pp. 213-236; M. E. CHEHABI, «Religion l'Astán-e Qods de Mashhad», en Y. Richard, ed., Entre l'Iran et l'Occident,
and Politics in Iran: How Theocratic is Islamic Republic», Daedalus, Cam- Maison des Sciences de l'Homme, París, 1989, pp. 117-141.
bridge (Mass.), 120, 3 (1991), pp. 69-92. 27. Véase M. AYOUB, Redemptive Suffering in Islám: A Study of the Devo-
13. El babismo, que dio origen al baha'ismo, fue fundado por Moahmmad- tional Aspects of `Ashístrá in Twelver Shi'ism, Mouton, El Haya, 1978, escrito
Ali, llamado Bab («la Puerta»), ejecutado en 1850. Véase el capítulo «Una te- por un shií libanés; Ch. BROMBERGER, «Martyre, deuil et remords, horizons
olgía mística». mytiques et rituels des religions méditerranéennes (A propos des «passions»
14. Véase Y. RICHARD, «Shari'at Sangalaji: A Reformist Theologian of the du Christ et de l'Irnám Hoseyn: essai d'analyse comparée)», en Études cor-
ses, 12-13 (1979), pp. 129-153.
Ridá Sh'áh Period», en S. A. Arjomand, ed., Authority and Political Culture in
Shi'ism, SUNY Press, Albany, 1988, pp. 159-177. 28. Véase S. HUMAYUNI, «An Analysis of a Ta'ziyeh of Qasem», en P.
15. A. SHARIATI, Tashayyo'-e'alavi va tashayyo'-e safavi (Obras Comple- Chelkowski, ed., Ta'ziyeh: Ritual and Drama in Iran, New York University
tas, 9), Teherán, 1359/1980. Press, Nueva York [y Soroush, Teherán], 1979, pp. 12-23.
16. A. SHARIATI, Bá makháteb-há-ye áshená (Obras Completas, 1), Tehe- 29. Véanse Sh. MESKUB, Sug-e Siyávash [El duelo de Siyavash], Khá-
rán, 1356/1978, p. 8. rezmi, Teherán, 4° ed., 1354/1975; E. YARSHATER, «Ta'ziyeh and Preislamic
17. En la edición definitiva de este texto, ruhanium («clérigos») se ha Mourning Rites in Iran», en Chelkowski, ed., Ta'ziyeh: Ritual and Drama in
cambiado por ahbar («eruditos»), un término menos comprometido: 'A. SHA- Iran, pp. 88-94.
RI'ATI, Hoseyn váres-e Adam ([Hoseyn, heredero de Adán], Obras Completas, 30. A. FIRDOUSI, Le Livre des Rois, trad. J. Mohl, París, 1842 (reimpresión
19), Teherán, 1360/1981, p. 24. 1976), II, pp. 347, 391 ss.
18. A. SHARIATI, Tche báyad kard? ([¿,Qué hacer?] Obras Completas, 20), 31. Véanse J. CALMARD, «L'Iran sous Náseroddin Cháh et les demiers
Teherán, 1360/1982, pp. 333-472. Qadjar. Esquisse pour une histoire politique culturelle et socio-religieuse»,
19. A. SHARIATI, «Ommat va emámat» [El Imam y la Comunidad], en 'Ali Le Monde iranien et l'islam, IV, 1976-1977, París, 1977, pp. 165-194; Id.,
(Obras Completas, 26), Nilufar, Teherán, 1361/1982, pp. 600 ss. «Le culte de l'Imam Husayn. Étude sur la commémoration du drame de Kar-

138 139
baló dans l'Iran pré-safavide», tesis de 3°' ciclo, EPHE, VI section, París,
mars 1975. 5
32. Los trabajos fueron publicados por Peter Chelkowski, ed., Ta'ziyeh:
Ritual and Drama in Iran. Los shiíes fuera de Irán
33. SHARIATI, Tashayyo'-e 'alavi va tashayyo'-e safavi, pp. 148 ss.
34. J. HIARPE, «The Ta'ziya Ecstasy as Political Expression», en N. G.
Holm. ed., Religious Ecstas', Almquist & Wiksell, Estocolmo, 1982, pp. 167-
177.
35. F. AJAMI, The Vanished Imam. Musa Sadr and the Shia of Libanon,
Tauris/Comell University Press, Londres, 1986, pp. 24, 119 ss.

Al principio nada parecía vincular a los shiíes a otra nación


que no fuera la pura descendencia árabe del Profeta, pero hoy
Irán la ha transformado y aclimatado de tal modo que la cultura
persa no se puede separar del culto a los Imames. El prestigio
de Persia desde la antigüedad, el elevado número y nivel de los
ulemas shiíes iraníes y su influencia sobre todas las comunida-
des imamís son datos fundamentales de la identidad shií fuera
de Irán que han configurado ciertas costumbres políticas. Lle-
gamos así a la paradoja: mientras algunos iraníes nacionalistas
laicos y «modernos» tratan de definir el islam —sobre todo en su
versión shií duodecimana— como una religión extranjera, árabe,
la mayoría de los musulmanes, shiíes o no, establecen una co-
rrelación involuntaria e inconsciente entre el imamismo y Per-
sia. La revolución iraní no ha hecho más que acentuar esta aso-
ciación.

Iraq

Desde la época de los primeros Imames siempre hubo shiíes


en Mesopotamia. Pero la comunidad shií actual ha aumentado
con la incorporación de las tribus beduinas, llegadas de la pe-
nínsula arábiga desde el siglo xviii, y con las conversiones.
Para estos árabes que glorificaban la virilidad, las hazañas béli-
cas y el espíritu de feroz independencia, era una forma de li-

140 141
baló dans l'lran pré-safavide», tesis de 3" ciclo, EPHE, VI section, París,
mars 1975. 5
32. Los trabajos fueron publicados por Peter Chelkowski, ed., Ta'ziyeh:
Ritual and Drama in Iran.
Los shiíes fuera de Irán
33. SHARIATI, TashaNyo'-e 'alavi va tashayyo'-e safavi, pp.
148 ss.
34. J. HJARPE. «The Ta'ziya Ecstasy as Political Expression», en N. G.
Hohn, ed.. Religious Ecstasy, Almquist & Wiksell, Estocolmo, 1982, pp. 167-
177.
35. F. AJAMI, The Vanished Imam. Musa Sadr and the Shia of Libanon,
Tauris/Comell University Press, Londres, 1986, pp. 24, 119 ss.

Al principio nada parecía vincular a los shiíes a otra nación


que no fuera la pura descendencia árabe del Profeta, pero hoy
Irán la ha transformado y aclimatado de tal modo que la cultura
persa no se puede separar del culto a los Imames. El prestigio
de Persia desde la antigüedad, el elevado número y nivel de los
ulemas shiíes iraníes y su influencia sobre todas las comunida-
des imamís son datos fundamentales de la identidad shií fuera
de Irán que han configurado ciertas costumbres políticas. Lle-
gamos así a la paradoja: mientras algunos iraníes nacionalistas
laicos y «modernos» tratan de definir el islam —sobre todo en su
versión shií duodecimana— como una religión extranjera, árabe,
la mayoría de los musulmanes, shiíes o no, establecen una co-
rrelación involuntaria e inconsciente entre el imamismo y Per-
sia. La revolución iraní no ha hecho más que acentuar esta aso-
ciación.

Iraq

Desde la época de los primeros Imames siempre hubo shiíes


en Mesopotamia. Pero la comunidad shií actual ha aumentado
con la incorporación de las tribus beduinas, llegadas de la pe-
nínsula arábiga desde el siglo xvm, y con las conversiones.
Para estos árabes que glorificaban la virilidad, las hazañas béli-
cas y el espíritu de feroz independencia, era una forma de Ii-

140 141
brarse del control de la autoridad otomana. El proselitismo shií aprovechaban en épocas de crisis para desafiar a la autoridad
contaba con «la asimilación que hacían las tribus entre sun- política de Teherán.
nismo, poder represión: el tradicional espíritu de independen- La explosión social shií de 1920 contra el protectorado britá-
cia tribal encontraba así una expresión religiosa».1 Algunas tri- nico también iba dirigida contra el establishment sunní que to-
bus manifestaban con el shiismo una oposición a sus propios maba el relevo al dominio otomano. La insurrección duró va-
jeques. que eran sunníes. La falta de una lealtad al poder justifi- rios meses. Se limitó a las tribus shiíes, y fue organizada por
cada religiosamente les permitía situarse al margen de la comu- algunos ulemas importantes. La represión posterior obligó a los
nidad politica dominante. Esta actitud era propiciada por la es- jefes religiosos a exiliarse poco después en Irán, en Qom. Sólo
casez de cuadros clericales entre los beduinos, lo que implicaba volvieron a Iraq para aceptar un compromiso con el rey Faisal
cierto laxismo en la práctica del ayuno y las oraciones. Las cos- (1921-1933). Ni se había socavado realmente la dominación in-
tumbres tribales les importaban más que la ley del islam, en glesa, ni se había puesto en entredicho la supremacía de los
cualquiera de sus obediencias.2 sunníes, y en un Irán políticamente estabilizado, el centro teoló-
En el Iraq actual. desgajado por los acuerdos Sykes-Picot de gico de Qom tomó el relevo de Nayaf, acentuando el aisla-
1916 de los jirones aún humeantes del imperio otomano, vive miento de los shiíes iraquíes.
una mayoría de shiíes que hoy siguen en una situación social Con la monarquía su situación mejoró. A partir de 1930
inferior. Los shiíes fueron los que impugnaron con más violen- grandes negociantes imamís descollaron de la miseria de su co-
cia la creación del estado iraquí, que nunca representó una enti- munidad. Un número mayor de niños shiíes accedió a la ense-
dad nacional clara, amotinándose contra los británicos en 1920. ñanza secundaria, con lo que pudieron estudiar carreras moder-
Los mausoleos de los 'mames de Nayaf, Karbala, Kazemeyn y nas. En 1947, por primera vez, un shií fue nombrado primer
Samarra fueron desde el siglo xvi el motivo de conflictos san- ministro, y cuatro de los ocho jefes de gobierno que se sucedie-
grientos entre el imperio iraní shií de los safavíes y los turcos ron hasta 1958 fueron shiíes. Esta nivelación confesional de la
otomanos sunníes, y hoy siguen simbolizando el fracaso de la vida política ocasionó fuertes protestas de los sunníes.4 Pero los
comunidad shií en la conquista de su dignidad. En el siglo xvm, shiíes seguían en la miseria, y su pobreza, causante de conti-
cuando la frontera entre los dos imperios se estabilizó —más o nuos disturbios, era utilizada por ciertos políticos para obtener
menos con el trazado actual, el Shatt ol-'Arab, río navegable, ventajas personales y mantener las relaciones clientelistas.
pero sin importancia estratégica antes del siglo xx—, Nayaf y Entonces las reivindicaciones sociales se pusieron por de-
Karbala se convirtieron en grandes centros de estudios teológi- lante de la reivindicación del reconocimiento religioso, pese al
cos imamís. respaldo pasajero de ciertos ulemas como el ayatollah Moham-
La decadencia de Isfahan y Qom, tras el hundimiento del es- mad-Hoseyn Kashef ol-Qeta en los años treinta (renunció a la
tado safaví (1722), estuvo acompañada de un debate sobre la acción política mucho antes de su muerte en 1954) o más tarde
autoridad religiosa del que salió fortalecido el clero de Nayaf: de Mohammad al-Sadr, que fue primer ministro en 1948. A
los osuliyun o «racionalistas» reconocían una especie de jerar- partir de los años cincuenta el comunismo tentó a muchos jóve-
quía clerical encabezada, hasta 1920, por uno o varios de los nes, y los shiíes se afiliaron en masa al partido, sobre todo en
grandes teólogos que residían en Nayaf.3 Casi todos estos jefes las zonas rurales:
religiosos eran iraníes que habían ido a Iraq a hacer su carrera Había muchos puntos en Común entre el dogma shií y la ideo-
clerical, algo así como un sacerdote católico en el Vaticano. El logía comunista: la defensa de los oprimidos, la lucha contra la
hecho de residir fuera de las fronteras iraníes proporcionaba a injusticia, la oposición al poder, el odio a la dominación extran-
estos dignatarios religiosos una independencia mayor, que jera e incluso cierta propensión al martirologio. Algunos llega-

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ron a relacionar la palabra shuyu'i (comunista) con shi'i (shií). desde su concentración en las ciudades, sobre todo Nayaf, y en
No cabe duda de que estos parecidos favorecieron la penetra- un momento en que problemas candentes como la proclama-
ción comunista en el medio shií, y de que ciertos militantes ju- ción del estado de Israel, las cuestiones sociales o la indepen-
garon con esta ambigüedad de las palabras y de los temas movi-
dencia con respecto a las potencias coloniales (Mosaddeq, Nasser)
lizadores, en especial con los campesinos analfabetos y bajo la
influencia de la religión.'
agitan a las masas. Pero el espectro del comunismo provoca la
creación en 1959, en Nayaf, de la Asociación de Ulemas (Ja-
Los dirigentes comunistas se dieron cuenta del partido que ma'at `olama' al-din) y la publicación de una revista cultural,
podían sacar de la situación. En su propaganda utilizaban los al-Adhwa' al-islamiya («Las luces del islam») en la que cola-
símbolos de la piedad shií, como las ceremonias de duelo de bora un tal Mohammad-Baqer al-Sadr, sobrino del que fuera
Hoseyn durante el mes de moharram, en las que descubrieron primer ministro Mohammad al-Sadr. La finalidad es luchar
posibilidades revolucionarias. El primer golpe de estado baa- contra la influencia del comunismo que estaba introducido en
sista de 1963 fue una catástrofe para los comunistas iraquíes, los medios clericales de la propia Nayaf. Cuando el ayatollah
así como para los shiíes partidarios del general Abdolkarim Qa- iraquí Mohsen al-Hakim Tabatabai es nombrado jefe supremo
sem (Kassem). «Como los barrios shiíes eran los más pobres, de la comunidad shií, alienta una resocialización de la juventud
era normal que fueran los bastiones de la resistencia a un golpe a través del islam, para recuperar el control de una comunidad
de estado anticomunista, que tenía un fuerte tufo de revancha cuya mirada se dirige más a Moscú que a Nayaf. Hakim es re-
social. [...] En todo el país se trataba de la revancha de los na- conocido «Guía a imitar» (marya' al-taqlid) por la mayoría de
cionalistas árabes y la de los propietarios, en particular de la los shiíes, incluyendo los iraníes —con cierta presión por parte
burguesía sunní.»6 La represión contra el Partido Comunista y del sha, que trataba de «desiranizar» el shiismo para «deshiiti-
su posterior decadencia centraron mucho más la movilización zar» mejor Irán—, en el periodo crucial comprendido entre 1961
de los shiíes en la religión. y su muerte en 1971: es el momento en que Jomeini, exiliado
Cuando los baasistas se hicieron con el control del estado en en Nayaf, aprende la lección del fracaso del levantamiento de
1968-, la participación de los shiíes en la dirección del partido 1963 y combate la tendencia apolítica de una parte del clero
Baas, que había sido equitativa antes de 1963, cayó al 6 por shií.'
100. Los shiíes fueron excluidos, marginados, y el partido que El primer movimiento que surge es el partido Da'wat al-isla-
desde entonces gobierna Iraq se «sunnitizó». De 1968 a 1977, miya («la llamada del islam»), conocido por Dawa. Nace sobre
entre los quince miembros del Consejo del Mando Revolucio- un fondo de desafección de los shiíes por sus instituciones reli-
nario no hay ningún shií, y sólo hay un 5 por 100 de shiíes en- giosas, con un descenso inquietante del número de estudiantes
tre los dirigentes del partido Baas. A partir de esta fecha los de teología. En 1957 sólo el 20 por 100 de los estudiantes de
allegados de Saddam Husein, en su mayoría sunníes oriundos Nayaf son árabes, y el 46 por 100 iraníes, lo que revela la mar-
de la aldea de Takrit, copan los puestos clave. La militarización ginación de la función clerical y su escaso atractivo entre los
del régimen perjudica aún más a los shiíes, que nunca han acce- jóvenes shiíes de Iraq.8 Para algunos el partido Dawa sería el
dido a los grados superiores en la carrera militar. continuador de la Asociación de Ulemas Combatientes, llamada
Conviene recordar este clima político sombrío y este descon- así después de 1960. Pero parece que en los años setenta esta
tento social para entender la politización del sentimiento reli- asociación perdió gran parte de. su carácter clerical, e incluso
gioso que se advierte entre los shiíes iraquíes a partir de los fue desaprobada por el clero debido a sus vínculos, reales o
años cincuenta. El alto clero, dominado por la corriente «quie- imaginarios, con el sha de Irán. Éste, antes de 1975, habría uti-
tista», no participa en ella, lo que le aleja aún más de las masas lizado este resorte (por financiación o manipulaciones internas)

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lo mismo que utilizaba a los autonomistas kurdos para presio- (nacido en 1899), optan por el «quietismo» más riguroso: los
nar sobre Bagdad.9 Con motivo de unas manifestaciones de des- ulemas shiíes, como tales, no deben intervenir en los asuntos
contento en las zonas rurales, y en especial durante los duelos del estado, y la religión pertenece al ámbito de la conciencia
de moharram. los militantes del Dawa gritan consignas contra- personal, que se debe proteger contra las presiones del poder.
rias al régimen baasista y a Sadam Husein. Aunque en principio La ventaja de esta actitud es que Jo'i no ha sido molestado
el sha suspendió las presiones tras el Acuerdo de Argel (del 6 nunca por el poder político.
de marzo de 1975, que acabó con un largo periodo de hostilida- La otra línea es la del militantismo político, en especial la
des entre Irán e Iraq), el descontento de los shiíes siguió siendo del ayatollah Mohammad-Baquer al-Sadr. Nacido en 1935 en
fuerte, y aumentó paralelamente a la tensión prerrevolucionaria Kazemeyn en el seno de una gran familia clerical de origen li-
en Irán. banés, cursó estudios religiosos en Nayaf, donde fue discípulo
Fiel a su línea laica, el gobierno iraquí trató de evitar a toda del ayatollah Jo'i." Su primera obra, publicada en 1955, de-
costa una politización de la religión, que se le habría podido fiende el punto de vista shií en una polémica antigua, el dere-
escapar rápidamente de las manos.'° Saddam Husein optó por la cho de propiedad que Fátima, la hija del Profeta, reclamaba
política de la zanahoria y el palo. Mandó ejecutar a cinco contra la opinión de los califas sunníes. Varios años después,
miembros del Dawa en 1974, y a otros ocho en 1977. Reprimió como hemos visto, al-Sadr será el editorialista de la revista de
sin piedad las manifestaciones del barrio shií miserable de Bag- la Asociación de Ulemas al-Adhwa, lo que le dará una gran
dad, al-Thowra, y no dudó en lanzar sus vehículos blindados notoriedad. En sus publicaciones de esta época al-Sadr aborda
contra la procesión que celebraba el cuadragésimo día del As- problemas ideológicos candentes, empezando por el comu-
hura en Nayaf en 1977. En varias ocasiones ordenó la expul- nismo, al que enfrenta el islam «como la fuente de una filoso-
sión de miles de ciudadanos iraníes que llevan generaciones vi- fía superior a las demás corrientes de pensamiento, en espe-
viendo en Iraq. Más de 75.000 shiíes se refugiaron en Irán cial el marxismo y el materialismo».12 También condena el
durante los años setenta, víctimas tanto de su origen étnico (pe- capitalismo.
ligroso en el contexto de la guerra latente entre Iraq e Irán) En Eqtesadona («Nuestra economía»), que es su libro funda-
como de su confesión imamí: era una minoría difícil de asimilar mental, trata de utilizar únicamente referencias aceptables tanto
en un estado que apelaba a la arabidad y el laicismo, y muy por los sunníes como por los shiíes, lo que supone una evolu-
marcado por el dominio sunní. Pero al mismo tiempo el go- ción con respecto a su primer libro. Preconiza un sistema de
bierno iraquí hizo un esfuerzó para contentar a los ulemas no propiedad privada limitada que respete el servicio a la comuni-
políticos, concediendo cuantiosos créditos para la conservación dad, evite la usura y el acaparamiento. Es una economía de
de los mausoleos, mezquitas, hoseyniya y otros edificios reli- mercado en la que el estado tiene un papel regulador. En todos
giosos. El aniversario del nacimiento de Ali se declaró festivo, sus análisis el islam ocupa un lugar central y aparece como «la
y cuando el jefe del estado visitaba los lugares sagrados del única alternativa para resolver los problemas de nuestro
shiismo pronunciaba discursos llenos de referencias a los Ima- tiempo». Escritor prolijo, Baqer al-Sadr aborda los temas más
mes para hacer aprobar su política. Saddam Husein ha llegado a variados e incluso redacta un proyecto de constitución para la
declararse descendiente del Profeta y del Imam Hoseyn... República Islámica de Irán en 1979: su influencia es apreciable
Ante esta política agresiva, el clero iraquí adoptó dos actitu- en la constitución adoptada por dos expertos constitucionalistas
des opuestas. Los más realistas, encabezados por un nonagena- en Teherán, pero también en los escritos y el pensamiento de
rio iraní que, pese a su edad, sigue teniendo gran predicamento todos sus contemporáneos, tanto en Iraq como en Irán o el Lí-
entre todos los clérigos shiíes, el ayatollah Abol-Qasem Jo'i bano, donde sus escritos se difunden y traducen. Su actividad

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militante le llevó a lugares donde la predicación religiosa pare- Esta fue, en efecto, la gran incógnita en 1979, cuando en Irán
cía imposible, corno los campus universitarios, las grandes con- se instalaban los ayatollahs que pronto se interesaron mucho
centraciones rituales y las reuniones de masas. más que el sha por sus vecinos árabes. Por haber vivido en Iraq,
La agitación creada en las filas shiíes iraquíes durante la re- Jomeini y algunos de sus colaboradores pensaron que la comu-
volución iraní tenía su héroe. Mohammad-Bacier al-Sadr, al que nidad shií de este país brindaría puntos de penetración fácil
se consideraba un teórico de esta revolución por haber dado di- para su propaganda. Era difícil imaginar un antagonismo ideo-
mensión constitucional al principio jomeinista del velayat-e fa- lógico más fuerte que el que había entre la joven República Is-
qih. Los shiíes iraquíes pensaban que era la persona que les lámica de Irán y el nacionalismo laico del partido Baas. El
ayudaría a intentar una experiencia parecida a la de Irán entre el acercamiento estratégico entre Bagdad y Teherán en 1975 se
Tigris y el Éufrates. La agitación social fue en aumento, y se había hecho sobre las espaldas de los kurdos, y una de sus con-
perpetraron atentados. Baqer al-Sadr fue detenido, y puesto en secuencias fue el estrechamiento de las medidas de vigilancia
libertad en 1979. Se le asignó residencia en Nayaf y el partido que limitaban los contactos de Jomeini en Nayaf. Poco después
Baas trató de arrancarle concesiones, sobre todo que retirase la de que el jefe de la revolución iraní se marchara a Francia, la
fatua con la que condenaba a los miembros del partido. El emperatriz iraní acababa de hacer una peregrinación a Nayaf...
cerco político se cerró en torno a las instituciones shiíes. El 1 La guerra no produjo en las poblaciones de cada país los
de abril de 1980 Tarek Aziz, viceprimer ministro, se libró de un efectos que esperaban los dirigentes del país enemigo. Los ára-
atentado del Dawa. Cuatro días después Mohammad-Bager al- bes de Juzistán, cuyo territorio fue el principal campo de bata-
Sadr y su hermana Bent al-Hoda fueron ejecutados. lla a partir de septiembre de 1980, optaron mayoritariamente
El conflicto entre los shiíes y el estado iraquí no parece tan por replegarse al interior de Irán, y los shiíes iraquíes, estre-
arraigado en la oposición ideológica como en el pasado histó- chamente vigilados e intimidados por la policía, no se movie-
rico y la situación social. Menos rico y fecundo que en Irán, el ron. Puede que la propaganda iraquí lograra crear entre la po-
shiismo de Iraq disfrutó de una posición estratégica debido a blación shií reacciones patrióticas, de solidaridad árabe contra
los santos lugares, que durante más de dos siglos fueron el prin- una agresión de los persas... Saddam Husein supo manejar con
cipal centro teológico de todos los shiíes. Pero en ellos los pro- tiento la sensibilidad de los shiíes en sus discursos, presentando
tagonistas principales fueron muchas veces los iraníes. Sólo al- a Jomeini como un innovador impío y multiplicando sus pro-
gimas figuras excepcionales, como Mohammad-Bager al-Sadr, pios gestos piadosos: visitas a los santos lugares, deferencia es-
descuellan en esta comunidad provinciana y desfavorecida, pecial hacia el ayatollah iraní apolítico Jo'i, referencias a su
cuyo principal rival político es el Partido Comunista. En este propia ascendencia, que hacía remontar hasta el Profeta, etc. La
país joven y enriquecido demasiado deprisa con el petróleo, la política del presidente iraquí con los shiíes era una de cal y otra
cultura política autocrática no permite que el juego de la oposi- de arena: por un lado expulsaba masivamente a Irán a los shiíes
ción alcance formas sofisticadas, y las ejecuciones brutales son que tenían vínculos familiares con este país (ascendencia lejana
el único remedio que encuentra el poder baasista para neutrali- o parentesco político colateral), amedrentando así al numeroso
zar a la oposición. Los shiíes de Iraq tienden a dirigirse a Irán grupo que podría estar incluido en el lote; por otro subvencio-
como si fuera un hermano, sin tener en cuenta que las intencio- naba a los ulemas condescendientes con el régimen, repartía
nes de Teherán no siempre son puras, y convierten a esta comu- mucho dinero para remozar Icys santuarios de Nayaf (220 millo-
nidad, mayoritaria pero tratada como minoritaria por el estado, nes de dólares) y de Karbala (60 millones de dólares), con to-
en un caballo de Troya del que el gobierno de Bagdad siempre das las repercusiones beneficiosas para la economía local de es-
13
desconfía. tas ciudades de peregrinación.

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En marzo de 1991, después de la guerra por Kuwait y la de- criminatorio por parte de los sunníes.14 Aunque desde hace me-
nota iraquí, un gran levantamiento de los shiíes del sur de Iraq dio siglo están más protegidos, su representación en los orga-
recordó con crudeza al mundo su importancia en este país. Uno nismos políticos (parlamentos y gobiernos) sigue siendo escasa.
de los jefes del movimiento religioso de oposición al partido Sólo la prosperidad económica debida a la producción de petró-
Baas. el ayatollah Baqer al-Hakim (hijo del ayatollah Mohsen leo (sobre todo en Arabia Saudí, donde hay enormes reservas
al-Hakim), se preparó para un destino nacional. Exiliado en Te- en una región poblada por shiíes) ha permitido que algunos
herán desde el comienzo de la guerra entre Irán e Iraq (1980), miembros de estas comunidades se enriquezcan y ha suavizado
su determinación de luchar contra el régimen baasista de Bag- las tensiones sociales.
dad se vio reforzada en 1983 con la ejecución en Nayaf de siete Uno de los factores del debilitamiento de estos shiíes es la
parientes cercanos suyos y la detención de otros cien. Dirige el diversidad de sus orígenes. Algunos de ellos son de viejo abo-
Consejo Superior de la Revolución Islámica de Iraq, organismo lengo local, otros proceden de antiguas colonias iraníes (los ba-
que no ha conseguido unir a los que se oponen al régimen baa- harna de Bahrein), y otros llegaron en época reciente, proce-
sista (no forman parte de él los kurdos ni otras organizaciones dentes de tribus pobres de Iraq. El peso económico y humano
como el Dawa, partidario de una alianza con tendencias no reli- de Irán, hacia el que es tan natural dirigirse en caso de dificul-
giosas). Otra organización, Amal al-islami (la Acción Islámica) tad, no arregla las cosas aquí mejor que en Iraq. Pero lo que di-
fue fundada en Damasco en 1982 por el hoyyat ol-eslam Mo- ficulta sobremanera la coexistencia entre sunníes y shiíes es el
hammad-Taqi Modarresi, y ha realizado varios atentados en te- dominio de la secta más puritana y fundamentalista del islam en
rritorio iraquí. el reino de Arabia, la de los wahhabbíes (se llaman a sí mismos
Pese a su aislamiento, Baqer al-Hakim dio muestras de cierta los monoteístas, movahhedun), a quienes horroriza el shiismo.
capacidad en la movilización de voluntarios para ayudar a Irán Por poner un ejemplo, los wahhabbíes no tienen alminares en
durante la guerra entre 1980 y 1988. Después de la guerra de sus mezquitas y no construyen tumbas ni mausoleos para sus
reconquista de Kuwait se ha quedado sin el respaldo político y muertos, por insignes que sean. Reyes y mendigos son inhuma-
militar de Irán para poder encabezar la rebelión shií en el sur de dos en la tierra, sin que ninguna piedra sobresalga del nivel del
Iraq, lo que indica, sin duda, que la razón de estado empieza a suelo. Para ellos el culto a los Imames es una forma de polite-
prevalecer en Teherán. No en vano el desmantelamiento de Iraq ísmo, y las devociones de los peregrinos en la tumba de los san-
saca a la luz una serie de problemas concomitantes, como el tos —aunque sea la del Profeta— son puro paganismo.
autonomismo kurdo y el deseo sirio de estabilidad regional. Los peregrinos shiíes que van a Medina pasan llorando (y es-
Irán también tiene que encontrar un equilibrio con los estados condiendo sus lágrimas a causa de los wahhabíes) por el lugar
de la región que participaron en la coalición antiiraquí en 1990- donde, según los antiguos, se encuentra la tumba de Fátima,
1991. La recuperación de un primer plano regional por Irán que no está señalada por ningún distintivo especial, al lado de
pasa por esta concesión. la tumba del Profeta. En cuanto al Vergel de Fátima, situado en
el patio de la misma mezquita, sencillamente ha desaparecido
con los trabajos de ampliación realizados bajo la dinastía saudí.
La península arábiga El cementerio del Baqi de Medina, donde se encuentran los
mausoleos de varios Imames yes visitado por los shiíes en la
Sea cual sea su proporción en cada uno de sus países, minori- Peregrinación (hayy), fue destruido una vez por los wahhabíes
tarios en Arabia Saudí o mayoritarios en Barhein, los shiíes del en 1804, y otra en 1926: Abdulaziz Al Saud dio la orden de
golfo Pérsico han padecido desde hace mucho un régimen dis- destruir las cúpulas construidas sobre las tumbas, lo que causó

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gran indignación en todas las zonas shiíes, sobre todo en Irán y siglo xv del islam (en el calendario lunar aquel día empezaba el
la India. Un viajero europeo que llegó a Medina en 1926 año 1400 de la Héjira). Entre los sublevados, 63 de los cuales
fueron decapitados en público, había saudíes, egipcios, kuwai-
encontró el Baqi como una ciudad arrasada; el suelo estaba cu- tíes, paquistaníes y estadounidenses miembros de los Black
bierto de ladrillos crudos o cocidos, trozos de madera, barras de Muslims.16
hierro, etc.. en medio de los cuales se habían trazado caminos.
Se decía que allí estaban enterrados 10.000 compañeros del Pro-
feta, pero todas las sepulturas, desde las de la familia de Mo-
Líbano
hammad. 'Othman, Malik b. Anas y otros musulmanes célebres,
hasta las de los pobres. de hojas de palma, habían sido destrui-
das sistemáticamente.'5 En este país creado por Francia después de la Primera Guerra
Mundial para que hubiera una unidad territorial donde los cris-
Se entenderá mejor el grado de opresión al que están someti- tianos de Levante fueran mayoritarios, los shiíes sólo existen
dos los shiíes de este país al saber que los encargados de des- por una supervivencia arcaica, apartados en la montaña de Ja-
truir las tumbas del Baqi eran unos shiíes de Medina, los naja- bal Amel donde se refugiaron en la Edad Media para librarse de
vila. Estos parias, que se encargan de tareas subalternas, son la intolerancia del sunnismo triunfante. Están dominados por
unos 10.000. Vivían concentrados en un barrio (hoy destruido bey feudales a quienes poco importa la religión y la reforma so-
por los saudíes), porque no podían instalarse dentro de los mu- cia1.17 Al parecer, fue a finales del siglo xvm cuando esta comu-
ros de la ciudad ni rezar en la mezquita del Profeta. Pretenden nidad shií lo pasó peor, bajo el yugo del feroz gobernador oto-
descender de los Ansar, que se asociaron al Profeta tras su ins- mano Ahmad Pasha al-Jazzar, llamado «el Carnicero», que
talación en Medina, pero según otros descienden de esclavos destruyó y aniquiló una región hasta entonces considerada
africanos. próspera y sin historia para los imamíes. Los que sobrevivieron
Aunque la revolución iraní llenó de zozobra a las monarquías practicaron la disimulación mental (taqiya): estaban humilla-
de la península, que de pronto descubrieron, comparando su si- dos y sometidos. Reprimidos por los maronitas emprendedores
tuación con la del sha, que su prosperidad basada en la renta y despreciados por los sunníes, los shiíes de esta región nunca
petrolera no las situaba a cubierto de crisis profundas, no hubo fueron capaces de hacerse oír por la administración otomana,
una amenaza directa en estas sociedades relativamente poco suponiendo que tuvieran una voz y que hubieran querido que
politizadas en el sentido moderno, y dominadas por los sunníes. los escucharan. Por otra parte, no les llamaban «shiíes» ni
La ocupación de la gran mezquita de La Meca por un ilumi- «imamís», lo que hubiera significado reconocerles una identi-
nado, Juheyman b. Mohammad b. Seyf al-Oteybi, el 20 de no- dad, relacionarlos con una comunidad y una creencia, sino met-
viembre de 1979, al que se tardó más de quince días en desalo- wali (motavali), término de origen oscuro relacionado con bro-
jar con armamento pesado y la ayuda de gendarmes franceses, mas de mal gusto, la humillación y la persecución." En
no tiene nada que ver con Irán. Juheyman era un saudí, antiguo realidad, esta comunidad humillada se estaba preparando para
miembro de la guardia nacional, y quería proclamar Mahdi entrar en la historia del mundo: era más compleja y variada que
(«salvador») a su cuñado Mohammad b. Abdullah al-Qahtani, la comunidad shií de Iraq, en todo caso mucho más de lo que
un joven de 27 años que había estudiado teología en Medina. parecía.
Ambos eran aún más fundamentalistas que la monarquía saudí, ¿Salieron de su sopor con la llegada de un estado moderno y
es decir que no tenían nada de shiíes, salvo quizá su deseo de la ciudadanía? En 1925, durante la rebelión de los drusos, los
marcar con un profundo sentido milenarista el advenimiento del administradores franceses pudieron conocer su sumisión servil:

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no se movieron. Las promesas de construcción de carreteras, bano, sobre todo en el sur, donde las operaciones contra Israel y
obras de regadío. fundación de escuelas y hospitales quedaron las represalias generalmente acaban perjudicando a poblacio-
en los archivos de los discursos oficiales y las campañas electo- nes inocentes, que reciben los golpes sin poder defenderse.
rales. Nadie se puso nervioso. Ni la identidad libanesa, confis- Incluso antes de la llegada de Musa Sadr, unos ulemas liba-
cada por los maronitas. ni el nacionalismo árabe, acaparado por neses que habían estudiado teología en Nayaf se preocuparon
los sunníes. podían impulsar un movimiento político en una co- por la debilidad de su comunidad y reavivaron cierta actividad
munidad tan desfavorecida, cuyo número, en vísperas de la in- intelectual cultivada desde 1908 por la revista al- 'Etlan.2°
dependencia (1943), se calculaba en 200.000 personas, muy in- Uno de los ulemas que marcó la evolución del shiismo liba-
ferior al de la comunidad maronita o sunní. nés, Mohammad-Yavad Maqniya (o Moghniya, 1904-1979), es
La ineficacia y el egoísmo de los feudales, tras la Segunda bastante conocido fuera del Líbano, y algunas de sus obras han
Guerra Mundial. arrojaron a muchos jóvenes shiíes libaneses, 2
sido publicadas en Irán. ' Nacido en el seno de una familia de
que se habían abierto camino hasta Beirut y la enseñanza, en ulemas del sur del Líbano, huérfano a los doce años, conoció la
brazos del comunismo y el socialismo árabe laico del Baas. En miseria. En 1925 logró reunirse clandestinamente (no tenía pa-
efecto, era poco probable que se sintieran atraídos por los ule- saporte) con su hermano mayor en Nayaf, y fue alumno del
mas, cuya situación socioeconómica era desastrosa y tenían por ayatollah iraní Abol-Qasem Jo' i. Con la dominación británica
norma no intervenir en asuntos políticos. Uno de los compañe- sobre Iraq descubrió la política, y durante once años trabó sóli-
ros del Imam Musa Sadr describe con crudeza el bajo nivel de das amistades con ulemas de todas las zonas shiíes de Irán, Irak
instrucción y conciencia social del clero shií libanés de los años y el Líbano. De vuelta a su región, se hizo cargo del ministerio
sesenta: de su difunto hermano en una aldea cerca de Tiro. Pronto se dio
cuenta de que la teología que había aprendido en Nayaf no le
Entre nosotros el religioso se ha revestido con su aba [capa ayudaba a mejorar sus contactos con los campesinos ni a resol-
de mollah], ha apoyado su cabeza en la mano y se ha ido a dor-
ver sus problemas. Por su negativa a cooperar con los ricos te-
mir. Sólo despierta para decirles a los demás que duerman.
Lleva una vida inerte; no os engañéis, si se mueve suele ser para rratenientes recibió amenazas de los señores feudales. Después
retroceder. Este religioso hace mal de dos maneras: primero de ganarse una fama de clérigo íntegro y activo, promotor de la
cuando cae hacia atrás, y luego cuando arrastra a los demás con construcción de mezquitas y defensor de los pobres, en 1948
él... Se ha llenado la cabeza de las más increíbles fantasías, mi- ganó la plaza de juez del tribunal de derecho yafarí (shií) de
lagros y mitos.'9 Beirut. Pero entonces recibió numerosas presiones para que
abandonara su posición progresista o dejara la función de ma-
En este sombrío horizonte el primer factor de cambio fue el gistrado. «Cada una de mis obras —escribe— es como un rayo
inevitable despoblamiento del campo. Pese a la falta de carrete- que se abate sobre los comunistas, los ateos, los capitalistas,
ras, la miseria obligó a los shiíes a reunirse con sus primos más los imperialistas y sus maniobras traicioneras.» Maqniya se
audaces que les habían precedido en el éxodo rural, apiñándose compromete a favor de Nasser y se enardece con la indepen-
en las barriadas de Beirut. El duro contacto con lo que los so- dencia argelina.
ciólogos llaman la «economía-mundo» también se produjo a Poco dado, aparentemente, a dejar de lado su causa por acep-
través del exilio en el África Negra, donde las poderosas redes tar honores, Maqniya tuvo unas Velaciones tirantes con Musa
de comerciantes libaneses les permiten conservar los vínculos Sadr, cuyo éxito debió hacerle sombra." Le reprochó haberse
con el país. También intervinieron otros factores, como el pro- comprometido demasiado con el confesionalismo y el politi-
blema palestino que desestabilizó el equilibrio artificial del Lí- queo, lo que favorecía al enemigo común, Israel. En varias oca-

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siones. sobre todo con motivo de un viaje a El Cairo durante el sunníes. Pero en Qom, ante un público shií y bastante reducido,
cual se entrevistó con el jeque Shaltut y habló con él del acer- Maqniya expresa claramente su preocupación por la influencia
camiento ecuménico entre los musulmanes sunníes y shiíes, y occidental que se ejerce a través de las investigaciones cultura-
durante su peregrinación a La Meca en 1964, Maqniya se inte- les de los islamólogos y la fascinación que sienten los musul-
resó por el diálogo interconfesional. Pudo ver sus limitaciones manes por sus métodos de investigación; aborda directamente
cuando visitó el cementerio del Baqi en Medina y comprobó el el problema de la reivindicación de identidad islámica del po-
endurecimiento de las posiciones doctrinales de los wahabbíes der y se aparta un poco de sus posiciones «progresistas» ante-
con respecto a los shiíes. riores." Según él los sunníes no tienen ninguna superioridad
Pero lo que más distinguió a Maqniya fue su definición del democrática respecto de la doctrina aristocrática del shiismo,
poder político, muy controvertida entre los shiíes imamíes. que sólo reconoce la legitimidad de dirigir el gobierno a los
Maqniya se pronunció sobre este tema en 1961 en un primer li- descendientes del Profeta. En efecto, dice Maqniya, pocas ve-
bro titulado El shiismo y los gobernantes, luego en 1970 en un ces se da la unanimidad de las opiniones, y la mayoría no es ne-
estudio sobre El imamato de 'Ali entre la razón y el Corán, y cesariamente racional, incluso puede dejarse seducir por argu-
por último en Jomeini y el gobierno islámico, publicado en mentos viles e imponer su voluntad a las minorías por métodos
1979 poco antes de su muerte, que es una crítica de las posicio- dictatoriales. No hay nada, pues, como una doctrina indepen-
nes jomeinistas sobre el velayat-e faqih (tutela del jurista-teó- diente del capricho de los hombres. En materia económica no
logo). Un clérigo libanés progresista que trataba de realzar el hay una receta absoluta, y cualquier sistema que respete el de-
discurso político de su comunidad para rivalizar con el discurso recho de los débiles es compatible con el islam.
occidentalizado de los maronitas o el nacionalista y socialista En estas posiciones shiíes moderadas se reconoce la influen-
naseriano de los sunníes, no podía dejar de minimizar la ten- cia del gran ayatollah Shariat Madari que, en los primeros años
dencia real del shiismo a favorecer un poder dictatorial, o por de la República Islámica, fue un rival conservador de Jomeini.
lo menos un despotismo inspirado (o ilustrado). Maqniya cono- Y si Maqniya, sólo varias semanas después de la victoria de la
cía varios tipos de comunidades shiíes, además de la libanesa: revolución islámica en Teherán, publica su último libro que cri-
en 1966 le habían invitado a Bahrein, donde pudo comprobar el tica los principios demasiado radicales del nuevo régimen, es
inmovilismo del clero y su tendencia al «ajbarismo» (una doc- porque está en profundo desacuerdo con el Imam Jomeini sobre
trina que da prioridad a la tradición frente a interpretación y la interpretación del velayat-e faqih: la «tutela del jurista reli-
que, según él, lleva al embotamiento mental); en 1976 el ayato- gioso» definida por los teólogos shiíes del siglo xIx se limita,
llah Shariat Madari le invitó a enseñar en Qom, donde mantuvo según nuestro clérigo libanés, al ámbito jurídico y privado?' Es
fructíferos contactos con un shiismo clásico, muy vivo e in- peligroso dar demasiados poderes a los profesionales de la ley
quieto, pero bien instalado y sin rival en el país. religiosa (moytahed), como mucho facultados para controlar
Para Maqniya la tradición de los Imames shiíes justifica la que las leyes sean conformes al islam. Ningún hombre ni nin-
rebelión contra cualquier poder despótico. Se debe predicar la gún grupo, prosigue Maqniya, puede confiscar el poder polí-
revolución contra la corrupción y la tiranía, allí donde la sumi- tico, sobre el que los hombres deben tener un amplio control a
sión llevaría a renegar del islam. El mejor tipo de gobierno se- través de elecciones (garantía teóricamente reconocida en la
ría una forma de democracia, manera de expresar en nuestro constitución islámica iraní de 197$).
tiempo el imamato o el califato. Maqniya mantiene la modera- Con Maqniya aparecen claramente dos tendencias del
ción de sus planteamientos todo el tiempo posible, para que una shiismo libanés: el despertar reciente y doloroso de esta comu-
posición demasiado escorada hacia el shiismo no le aleje de los nidad a los problemas políticos, y su fascinación por Irán, co-

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munidad madre en la que de forma inevitable buscará apoyo, Sadr tenía lejanos antepasados paternos, los Sadroddin, que ha-
aunque desee mantenerse apartada de ella. Tradicionalmente el bían emigrado desde la montaña libanesa a Mesopotamia, atraí-
estado iraní, incluso mucho antes de la revolución de 1979, se dos por los santos lugares y los estudios teológicos.27 Por parte
presentaba como el reino shií, único país del mundo en el que de madre descendía de una familia clerical iraní. En los años
el poder se ejercía en nombre del Imam ausente. En el siglo xix cincuenta el joven sayyed Musa Sadr fue a Nayaf a perfeccio-
se podía ver la foto del sha de Irán en las casas pobres de los nar su árabe y el aprendizaje de las ciencias religiosas, y se
puso bajo la protección del gran ayatollah Mohsen al-Hakim,
shiíes libaneses, señal de la influencia que ya por entonces ejer-
cía Irán." que más tarde fue jefe espiritual de todos los shiíes (1961-
1970). En Nayaf, entre los clérigos libaneses, conoció a un tal
De la sumisión a la rebelión sayyed Abd ol-Hoseyn cuyo feudo era Tiro, en el sur del Lí-
bano, donde era conocido por su feroz independencia intelec-
Fue precisamente un iraní, con cierta vinculación al país li- tual, sobre todo frente a los franceses. En este caso intervino de
banés. aunque hablaba árabe con acento persa, quien cristalizó lleno la dimensión supranacional del shiismo: con su invitación
en un verdadero movimiento político el inmenso potencial de por testamento a este joven y brillante mollah iraní para que le
violencia de la comunidad shií libanesa. Este hombre, de talla sucediera, sayyed Abd ol-Hoseyn sin duda tenía el presenti-
física e intelectual fuera de lo común, Musa Sadr, dio un día miento de que daría nuevos bríos a una comunidad demasiado
con la fórmula que resume la evolución posterior del shiismo parroquial y estancada. Al aceptar este ministerio, sayyed Musa
libanés: el 18 de febrero de 1974, cerca de un año antes del es- Sadr renunciaba a la seductora carrera clerical que le esperaba
tallido de la guerra civil y cuatro años antes de la revolución is- en Qom. Partía a la ventura hacia un pequeño país donde los
lámica iraní, declaró ante un numeroso público:2' shiíes eran minoritarios, miserables y oprimidos. Abandonaba
un país donde las distancias se medían por cientos de kilóme-
Nuestro nombre no es metwali. Nuestro nombre es «los del tros para instalarse en un territorio donde los kilómetros se con-
rechazo» (rafezun), los de la venganza, los que se rebelan contra taban con los dedos de la mano.
toda tiranía... aunque nos cueste sangre y la vida... No queremos Desde lo alto de sus dos metros de estatura, este hombre
más sentimientos, queremos la acción. Estamos cansados de las siempre elegante, pulcro, de barba recortada y zapatos lustra-
palabras, los estados de ánimo, los razonamientos... Yo he razo- dos, imponía espontáneamente respeto. Tenía presencia de
nado más que nadie. Y soy el que más ha apelado a la calma... imam. El shiismo es muy sensible al encanto físico de sus figu-
Ya he hecho bastantes llamamientos a la calma. A partir de hoy ras destacadas: no cabe pensar en un imam tuerto o cojo (en
no callaré. Si os quedáis quietos, yo no... Irán el sucesor de Jomeini, Ali Jamenei, tiene que superar la
parálisis de su brazo derecho, debida a un atentado, que en teo-
Al rechazar el apelativo degradante de metwali, Musa Sadr ría le inhabilita para las funciones supremas).
devolvía la esperanza y la dignidad a los shiíes libaneses. His-
tóricamente los sunníes también les habían llamado rafezi, pero 28
Por su carisma —escribe Ghassan Tueni—, tanto sus amigos
este nombre tenía una connotación de militancia, de lucha li- como sus enemigos no tuvieron más remedio que venerarle por
bremente consentida. A partir de entonces la masa despreciada igual, que respetar su clarividencia. Nunca se discutió su credi-
y sin recursos tenía una identidad orgullosa de su honor. Había bilidad, pese a los rumores sobre sus orígenes y sus relaciones
nacido el shiismo libanés. con Damasco.Alto, muy alto, de modo que parecía planear sobre
¿Quién era Musa Sadr? Nacido en 1928 en Qom, en Irán, las multitudes, a menudo enardecidas, que su presencia convo-
hijo de un sayyed que había pasado casi toda su vida en Nayaf, caba: turbante negro inclinado con un poco de dejadez. Sus ene-

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migos parecían hechizados por su sonrisa enigmática y bené- sias, lo que causó escándalo, y su foto delante de la cruz fue ex-
vola, mientras que para sus amigos su rostro barbudo reflejaba hibida para desacreditarle. En Tiro, donde los shiíes mayorita-
siempre una profunda melancolía.A1 observarlo daba la impre-
rios boicoteaban sistemáticamente a los pequeños comerciantes
sión de que su enorme cabeza quería elevarse cada vez más.
Luego parecía que sus manos recogían la ropa colgante, la cristianos, llevó a los periodistas, después de un mitin, hasta el
abaya con la que se cubría, como si se dispusiera a separarse de puesto de un vendedor de helados maronita: «¿Qué aroma me
alguna miniatura antigua.Incluso cuando arengaba a las masas darás hoy?» le preguntó, a sabiendas de que con esa simple frase
sus palabras eran tranquilas y sibilinas, como un oráculo de salvaba al pobre hombre de la ruina. Viajó por Europa para cono-
amor y esperanza, salpicadas de misteriosos acentos de una sa- cer a la diáspora shií. En 1968, en la universidad de Estrasburgo,
biduría mística que se dirigía tanto a la razón como al cora- participó con unos orientalistas (entre ellos Henry Corbin) en un
zón.Sus contactos personales eran un ritual de seducción. congreso internacional sobre el shiismo imamí.
Cuando os abría la puerta, humildemente, para invitaros a entrar Su estilo, como vemos, era resueltamente «moderno», sin
en un modesto despacho, o en el sencillo salón de la casa que le complejos. Para Musa Sadr no había ningún tema tabú. Acep-
albergaba_ uno se preguntaba por qué estaba allí ese hombre, por
taba la idea de que, bajo ciertas condiciones, el aborto era lí-
qué misterio, y cómo resultaba tan familiar un personaje tan mí-
tico como él... cito, de que un cristiano podía casarse con una musulmana sin
abjurar, y dudaba de que la poligamia se ajustara realmente a la
En respuesta a las objeciones de los ulemas libaneses mejor ley religiosa?' Este hombre al que todos reconocían un alto ni-
intencionados, como las mencionadas de Yavad Maqniya, say- vel de instrucción y que daba muestras de tanta soltura, inspi-
yed Musa Sadr se dirige así a los clérigos: raba confianza y podía recolectar fondos para financiar sus
operaciones: ¿era la persona adecuada para hacer que los shiíes
Los hay que no saben entregarse y comprometerse. De un levantaran cabeza? Todos estaban seguros de su profundo de-
modo desvergonzado, sin pruebas, han atribuido mis iniciativas sinterés personal.
a movimientos políticos locales, árabes o extranjeros. No hay Como clérigo, Musa Sadr tenía aversión natural al politiqueo,
razón para sospechar de mí. La única razón es que he tomado al y sólo pensaba en términos de comunidad de fe y adhesión a una
religioso (rayul al-din), para ponerlo en el ámbito social, que le doctrina. Su primera realización fue la fundación del Consejo
he quitado el polvo de siglos." Superior Islámico Shií de Líbano ( Mayles al-shi'i al-a'la),
donde tropezó con rivalidades clericales. En 1969 le nombraron
Hombre de acción, Musa Sadr tuvo la suerte de llegar al Lí- presidente de esa institución, gracias a la cual los shiíes tenían
bano en 1959 (después de un viaje previo en 1957), en la época una representación oficial, como las otras comunidades religio-
del éxodo rural shií, cuando el automóvil, la radio y luego la tele- sas del Líbano. El Consejo arrebataba al Gran Muftí sunní la
visión rompían el aislamiento de las aldeas. En esa época, con la pretensión de representar a los imarnís, a quienes con actitud
ascensión de los nacionalismos africanos y la llegada de la inde- condescendiente consideraba cismáticos. El día de la elección,
pendencia, los comerciantes libaneses empezaron a volver a su el presidente del parlamento, un feudal shií de la Bekaa, acudió
país y a invertir su fortuna de un modo provechoso para su co- a besar la mano de Musa Sadr en público, con lo que invertía
munidad de origen. También era la época en que, tras una corta simbólicamente un orden social en el que los clérigos habían es-
guerra civil, se hizo con el poder un militar eficaz, Fuad Shehab tado siempre a las órdenes de los jefes tradicionales."
(1958-1964). Musa Sadr optó por colaborar con el nuevo presi- La siguiente etapa de Musa Sadr fue la creación del Movi-
dente, lo que le valió algunas críticas. Osó unirse con los cristia- miento de los Desheredados (Harakat al-rnahrumin) en 1974.
nos en campañas de desarrollo. Predicó varias veces en las igle- Esta vez se trataba precisamente de emancipar a la comunidad

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shií de las ataduras feudales y obligar al estado libanés a reco- organizaciones palestinas, y se le atribuyen declaraciones muy
nocerla plenamente. Desde los primeros meses el movimiento duras:
tuvo un éxito masivo y. en unas elecciones legislativas, el can-
didato respaldado por el Imam Musa Sadr obtuvo 20.000 votos, La resistencia palestina no es una revolución —le dijo, poco
frente a los 7.000 del candidato feudal y los 5.000 de los dos antes de desaparecer, a un político maronita próximo a la Fa-
candidatos de izquierda.32 lange—.34 No acepta el testimonio del martirio. Es una máquina
militar que aterroriza al mundo árabe. Con las armas Arafat con-
Hoy hemos elegido a Fatema, hija del Profeta —dice Sadr en sigue dinero; con el dinero puede financiar la prensa; y gracias a
mayo de 1974—» Oh Profeta, oh Dios, hemos superado el esta- la prensa, tiene eco en la opinión mundial. [...] La OLP es un
dio de la pubertad y hemos llegado a la edad madura, ya no que- elemento de desorden en el sur. Los shiíes han logrado superar
remos tutores, ya no tenemos miedo, nos hemos liberado pese a su complejo de inferioridad frente a la organización palestina.
todos los medios que ellos han utilizado para impedir que la
gente se instruya, nos hemos juntado para proclamar el fin de la En 1978, cuando Musa Sadr volaba hacia Libia, desde donde
tutela. porque seguimos las huellas de Fatema y acabaremos pensaba dirigirse a Italia, cuando se ocultó a nuestra vista como
mártires. el Duodécimo Imam, el mundo islámico estaba en vísperas de
una enorme conmoción que ya había empezado en Irán en
Musa Sadr fue más allá de la simple defensa interna de los otoño de 1977. En varios meses, a partir de enero de 1978, los
derechos de su comunidad y se relacionó estrechamente con la disturbios se extendieron por todas las ciudades iraníes: Qom,
resistencia palestina. De esta forma abandonaba su reserva so- Tabriz, Isfahan, Teherán. El 23 de agosto de 1978, dos días an-
bre las relaciones del estado libanés con las organizaciones ar- tes del viaje histórico a Libia, Le Monde publicaba en París una
madas que operaban contra Israel desde el sur del Líbano. Su tribuna internacional titulada: «El llamamiento de los profetas —
alianza con ellas permitía que el clero libanés se beneficiara de por el imam Mussa el-Sadr». En ella se lee:
un respaldo militar para rivalizar con los jefes tradicionales del
Yabal Amel, y más adelante, en 1975, recibiera un apoyo con- Por desarmado que esté [el pueblo] lleva el testimonio de la
creto (suministro de armas y entrenamiento) cuando se fundó sangre de un modo heroico y esto suscita una fortaleza que nada
oficialmente la milicia shií Amal. puede doblegar. Los revolucionarios iraníes no representan a
Con su reconocimiento expreso de la existencia de esta mili- una clase social particular. Estudiantes, obreros, intelectuales y
religiosos participan juntos en la revolución. [...] Este movi-
cia, Musa Sadr precisaba un poco más cuál era su interpreta- miento está motivado por la fe, y sus objetivos son los de un hu-
ción del shiismo. No era el compromiso pacífico del Imam Ha- manismo abierto y de una ética revolucionaria. [...] En Irán los
san, sino la rebelión espada en mano del Imam Hoseyn. Ya no valores morales del hombre civilizado están amenazados. No se
era un Ghandi shií, sino un precursor de Jomeini. Amal, en pueden proteger, por mucho respaldo mundial que tenga el régi-
árabe, significa «esperanza», un nombre que se escribe con las men, mientras éste derrame sangre, reprima las libertades y pre-
iniciales de Afvay al-moqavamat al-lobnaniya, los «batallones tenda defender el «progreso» y la «democracia».
de la resistencia libanesa». Al principio la milicia Amal estaba
pensada para ayudar al ejército libanés contra las incursiones Esta última posición da más dramatismo a lo que sucedió
israelíes. También era una forma de compartir la causa del anti- después, y la desaparición del gran jefe shií alcanza, para algu-
sionismo, de no dejársela exclusivamente a los palestinos, res- nos creyentes poco críticos, proporciones mesiánicas: ¡volverá,
ponsables de demasiadas desgracias en el sur. Cuando estalló la ya está ahí!
guerra civil libanesa Musa Sadr cambió su actitud frente a las No se conocen bien las circunstancias exactas de su desapari-

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ción, ya que Libia siempre ha afirmado que Musa Sadr había islámica»), más proiraní todavía, que contó en la Bekaa con la
embarcado en un avión con destino a Roma." Ninguna de las ayuda militar directa de un cuerpo expedicionario permanente
investigaciones oficiales u oficiosas del estado libanés, de las de guardianes de la revolución (pasdaran) llegados de Irán,
autoridades shiíes libanesas, de la República Islámica de Irán ni pasó a la ofensiva terrorista y se proclamó autora de una serie
de los periodistas ávidos de titulares han logrado averiguar lo de atentados sangrientos, en especial el del 23 de octubre de
que le sucedió a Musa Sadr después del 31 de agosto, la última 1983 contra las tropas estadounidenses (241 muertos) y france-
vez que le vieron en su hotel de Trípoli, cuando se dirigía a una sas (57 muertos) encargadas de una misión internacional de
cita con el coronel Gadafi... mantenimiento del orden.
Es evidente que el transporte de los explosivos utilizados en
Amal, Hezbollah y compañía estos atentados no se pudo realizar sin el respaldo eficaz de Si-
ria. Pero ¿formaba parte el Yihad al-Islami de un plan concer-
Hasta la desaparición de Musa Sadr, la posición de los shiíes tado de Teherán para establecer una hegemonía revolucionaria,
del Líbano parece bastante clara, aunque su actitud frente a los o cuando menos shií en la región? Es difícil contestar con pre-
israelíes y palestinos cambió varias veces según el interés mos- cisión, ya que todo lo concerniente al terrorismo ha quedado
trado por cada bando por la población shií de la zona fronteriza. por mucho tiempo inmerso en una maraña de contrainforma-
A partir de 1979 Amal cobró nuevos bríos con el ejemplo de la ción muy compleja. Efectivamente, es posible que militantes
revolución iraní y la llegada de una brigada de 300 guardianes shiíes reclutados y entrenados en el Líbano hubieran realizado
de la revolución armados. Dirigida por Hoseyn Hoseyni (jurista operaciones dirigidas desde Irán. Pero ¿se demostrará algún día
perteneciente a una familia de notables de la Bekaa) y Nabih que Irán controló el desarrollo de las capturas de rehenes efec-
Berri (también jurista, más joven y americanizado, procedente tuadas por comandos que se proclamaban jomeinistas? Tam-
de una aldea del Yabal Amel, aunque nacido en Freetown, en bién puede haber otras motivaciones para estas acciones aisla-
Sierra Leona), la organización se había aliado de facto a Siria," das que, en un país completamente desorganizado, no requieren
que se servía de ella para equilibrar la influencia de Iraq sobre un encuadramiento muy amplio: afán de lucro (rescate), rivali-
los grupos palestinos de la OLP. Damasco también quería tener dades entre milicias por el control de un sector, facilidad de ac-
una milicia shií para enfrentarla, llegado el caso, a las milicias ceso a los medios informativos internacionales...
islamistas sunníes que se opusieran al dominio de los alawíes En el terreno libanés, la retirada de la Fuerza Multinacional
en el estado sirio (tras la violenta represión contra los Herma- después de los dos atentados de octubre de 1983 dejaba frente a
nos Musulmanes en Hama, en 1982, que causó 12.000 muertos frente al ejército libanés y las milicias, que no paraban de pro-
en tres días). Amal controlaba tanto las afueras del sur de Bei- vocarlo. En febrero de 1984 Nabih Berri dio la orden a todos
rut como la Bekaa o el sur del Líbano. los soldados shiíes del ejército regular de desertar con sus ar-
El factor decisivo de la radicalización de movimiento shií mas: la milicia Amal, reforzada con estos desertores, tomó el
fue la invasión del Líbano por Israel en 1982 y luego el hecho control de Beirut Oeste." El estado libanés ya no podía asegu-
de que Nabih Berri aceptara participar en el Comité de Salva- rar su supervivencia sin contar con Damasco y el reconoci-
ción Nacional creado por el presidente Sarkis con el jefe de las miento de las milicias shiíes como fuerzas militares: Berri,
fuerzas libanesas Bachir Gemayel. Aquel año una fracción más nombrado ministro, exigió el cdntrol del sur del Líbano. Siria,
claramente proiraní, Amal Islami, dirigida por Hoseyn Musavi contraria a Yaser Arafat, alentó a Nahib Berri para que lanzara
(o Moussawi, un maestro de la Bekaa) fue excluida del movi- a las tropas de Amal contra los campamentos palestinos de Sa-
miento. Otra fracción militante, Yihad al-Islami («Guerra Santa bra, Chatila y Bory ol-Barayna en la primavera de 1985. Esta

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campaña militar, que no dio la victoria a los shiíes, les cubrió en Qom, como Ebrahim al-Amin y Sobhi al-Tofeyli. (También
de vergüenza. Sin duda favoreció a los más radicales, más pro- hay un consejo superior shar'i que se encargaría de la coordi-
clives a los arrebatos ideológicos que a las alianzas políticas. nación internacional de Hezbollah, y cuya sede estaría en Tehe-
El 5 de marzo de 1986 el Yihad Islámico anuncia la «ejecu- rán. Su presidente sería un iraquí disidente, el jeque Moham-
ción del investigador espía especializado Michel Seurat». Este mad-Taqi Modarresi, y el responsable iraní un joven clérigo,
sociólogo francés del Centre National de la Recherche Scienti- conocido a raíz de la revolución islámica por encabezar grupos
fique, que precisamente estaba tratando de entender y dar a co- de matones encargados de dar palizas a intelectuales liberales y
nocer los movimientos islamistas del Cercano Oriente, fue se- de izquierda, el hoyyat ol-eslam Hadi Qaffari.)
cuestrado el 22 de mayo de 1985 y había muerto —se supo ¿Es Hezbollah una milicia mercenaria directamente finan-
después— mucho antes de la publicación de este siniestro y mi- ciada por Irán o la federación más o menos informal de militan-
serable comunicado." Muerto por el agotamiento y los malos tes en busca de un partido revolucionario? El programa del
tratos. Este episodio dramático denota la bajeza del grupo que Hezbollah libanés, publicado en una «carta abierta» en febrero
le secuestró, pues como no pudieron aprovecharse de él vivo de 1985, hace referencia a una Comunidad Islámica universal
para obtener beneficios económicos o políticos, trataron de ( Umma) a las órdenes del Guía jurisconsulto, a la sazón Jo-
convertir su muerte en un acto heroico, o por lo menos moral- meini. Hace hincapié en la lucha contra «América, sus aliados
mente justificable. Mientras tanto, en Teherán, donde me en- del Pacto Atlántico y la entidad sionista usurpadora de la tierra
contraba en misión para el CNRS, mis interlocutores confesa- sagrada de Palestina islámica». Critica a Amal, reprochándole
ban su impotencia ante los grupos libaneses que tomaban su moderación, y denuncia la 39participación de Nabih Berri en el
rehenes y se declaraban proiraníes. Probablemente eran since- gobierno de Amin Gemayel. Para Hezbollah cualquier com-
ros, aunque sabían que había aprendices de brujo iraníes que promiso con los dirigentes maronitas es ilícito, porque los mu-
viajaban con regularidad a Beirut vía Damasco para manipular sulmanes deben vivir en un estado gobernado por musulmanes.
el horror, convencidos —también sinceramente— de que con ello Su meta, por lo tanto, es crear un estado islámico en el Líbano,
reforzaban la «revolución islámica» mundial. Todos los rehenes réplica de la República Islámica iraní, basado en la «tutela del
liberados a partir de 1986 se beneficiaron de una mejora de re- jurista-teólogo» (velayat al-faqih), un estado en el que los cris-
laciones diplomáticas entre su país y Teherán. Todos ellos han tianos gozarían de total libertad, a diferencia de las numerosas
descrito el carácter inhumano de su cautiverio: encadenados limitaciones que tienen los musulmanes en un estado dominado
como animales, golpeados, aislados del mundo. Hay en todo por los cristianos, según el programa.
esto una violencia que no se explica por la adscripción religiosa Detrás de Hezbollah se suele citar el nombre de un clérigo
o ideológica. Y menos aún se justifica. con turbante que tiene gran predicamento entre los shiíes, y al
Existe otra etiqueta que desconcierta e intriga a los occiden- que no se ha dudado en calificar de «fanático» debido a su cír-
tales, la de Hezbollah (o Hizbullah), surgida tras la invasión del culo de militantes violentos: el jeque Mohammad-Hoseyn Faz-
Líbano por los israelíes en 1982. Literalmente significa «Par- lallah." Nacido en Nayaf en 1935, este libanés procedente de
tido de Dios» (no, como se ha oído y leído en los medios de co- una familia clerical de Aynata, aldea del sur del Líbano, estudió
municación, «Locos de Dios»). En realidad ni en el Líbano ni teología en Iraq. A la muerte de Mohsen al-Hakim en 1970 fue
en Irán es un «partido» con su doctrina y sus miembros debida- discípulo del ayatollah iraní,apolítico Abol-Qasem Jo'i (nacido
mente inscritos, aunque existe un consejo consultivo de doce en 1899), así como su representante legal: recibió su poder para
miembros, clérigos con turbante y militares. La mayoría son transmitir el saber religioso y también para administrar el di-
gente de la Bekaa y algunos ulemas que estudiaron en Nayaf y nero recaudado con la tasa religiosa para financiar escuelas is-

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lámicas, dispensarios, etc. En Nayaf también estuvo muy rela- marco libanés: ¿puede aceptar un creyente en Allah estar go-
cionado con Baqer al-Sadr, teólogo iraquí más politizado (cf. bernado por infieles agentes del imperialismo norteamericano?
pp. 136 y ss.). al que se remite en ocasiones. A los 31 años re- El jeque Fazlallah también da respuesta a otras cuestiones
gresó al Líbano y se estableció en los suburbios de Beirut. En candentes. ¿Se pueden justificar, en nombre de la revolución,
1986, durante un viaje a Irán, Jomeini le reconoció como «mo- métodos como el secuestro o el atentado suicida? Cuando se
delo a imitar» ( marya . al-taqlid), es decir, apto para emitir jui- hace indispensable un cambio total de los individuos y la socie-
cios sobre la aplicación de la ley religiosa sin tener que referirse dad, como el advenimiento del islam en La Meca en la época del
a otro ayatollah. Mientras tanto Fazlallah había encontrado su Profeta, hay que buscar primero las soluciones pacíficas y refor-
audiencia entre la juventud y la gente humilde, y había cam- mistas. ¿Acaso no esperó Mohammad doce años entre la pri-
biado sus ideas «quietistas» heredadas del ayatollah Jo'i por una mera revelación y la Hégira? Con la predicación se puede trans-
ideología de defensa activa de los oprimidos. Llegó a ser jefe de mitir a cada cual «una mentalidad islámica», y la sociedad irá
Hezbollah y el más famoso de los clérigos shiíes libaneses. ¿Di- cambiando poco a poco.42 Los atentados suicidas plantean un
rigió o apoyó a los responsables de los ataques suicidas contra problema de derecho: ¿es lícito querer una muerte segura para sí
las fuerzas francesas y estadounidenses en octubre de 1983? mismo? En el martirio el enemigo es el que desea la muerte del
Dada su posición ambigua no se puede dar una respuesta cate- combatiente musulmán. ¿La violencia suicida (entehari) es tam-
górica. En varias entrevistas se refirió al recurso a la violencia: bién un martirio (esteshhadi)? Fazlallah, buen casuista, da una
no lo justificaba, pero lo comprendía cuando el enemigo estu- respuesta en tres partes: primero, se puede coexistir pacífica-
viera claramente identificado. En este caso el enemigo era nor- mente con un poder malvado sin verse obligado por ello a legiti-
teamericano, por ser el protector de Israel. mar ese poder; segundo, hay que evitar los métodos contrarios al
islam, aunque se pongan al servicio del islam; tercero, no hay
Creo que en todos los casos la violencia es como una opera- que «perder etapas decisivas hacia el objetivo islámico».43
ción quirúrgica a la que el cirujano sólo debe resignarse cuando
lo ha intentado con todos los demás métodos. Todos tienen ne- ¿Cómo se puede promover la revolución islámica? Una de
cesidad de defenderse. Si un hombre necesita utilizar métodos las maneras, según nuestro jeque, consiste en acercar a shiíes y
violentos, su deber es utilizarlos.4 ' sunníes, cuyas diferencias no son fundamentales —son los «es-
pecialistas» de los países occidentales los que tratan de acen-
Entre las obras del jeque Fazlallah cabe citar los estudios tuar las separaciones—. Para ello hay que partir de las realidades
exegéticos sobre el Corán, sobre la dimensión social de la prác- concretas, y en especial de la ofensiva lanzada por Jomeini con-
tica religiosa, el papel «misionero» de la mujer, colecciones de tra el imperialismo, hay que acabar con el embotamiento pro-
poemas y varios títulos más destacados como El islam y la ló- ducido por las tradiciones inmóviles y volver a los principios
gica de la fuerza (1976) y Avanzar por la senda del islam fundadores. El control de los ulemas, tal como lo consagra la
(1977). Pero sobre todo es conocido como predicador, muy po- Constitución iraní de 1979, es positivo, pero hay que desconfiar
pular en los suburbios de Beirut y en todo el mundo arabófono, del absolutismo personal que podría derivarse del principio del
donde se difunden grabaciones de sus prédicas, igual que en velayat-e faqih (tutela del jurista-teólogo). Algo remiso sobre la
Europa occidental. Como teólogo comprometido aborda los adhesión de Hezbollah a las tesis jomeinistas, Mohammad-Ho-
problemas políticos más urgentes para los libaneses: el pro- seyn Fazlallah es firme partidarib de reforzar el magisterio cle-
blema palestino, la influencia de Occidente, la dominación de rical (matya'iya), pero no de reducir a uno el número de los
los maronitas sobre los musulmanes o la violencia entre comu- ayatollahs que se puedan considerar «fuente de imitación»
nidades. Evidentemente, todos estos problemas sobrepasan el (marya'

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¿Influyó la revolución islámica iraní en el shiismo libanés? Amal les favorecía y les permitía ser interlocutores ocasionales
Esta pregunta parece ignorar que desde hace mucho, por lo me- de la FINUL [fuerza interina de las Naciones Unidas en el Lí-
nos desde la época de los safavíes en el siglo xvI, Irán es la refe- bano], satisfecha de tener por fin un interlocutor implantado le-
rencia territorial del shiismo que ha conquistado el poder. Los gítimamente en la región (a diferencia de las Fuerzas Libanesas
ulemas de todos los países se reunían en Nayaf, hasta que Qom vinculadas a Israel). Para Teherán la FINUL era el aliado obje-
pasó a ser el polo teológico principal. También es allí donde se tivo de Israel, razonamiento adoptado posteriormente por Bei-
crearon las corrientes y se sellaron las alianzas cuando Qom no rut. El enemigo común de las dos fuerzas shiíes era la fuerza
pudo desempeñar esa función. El Líbano desorganizado y fron- maronita, que hasta el conflicto entre Iraq y Kuwait del verano
terizo con Israel, escenario de violencias y desigualdades socia- de 1990 fue respaldada por Bagdad.
les. resultaba tentador para los mollahs iraníes, que no siempre La diplomacia iraní no tenía ningún motivo para ocultar su in-
tuvieron el éxito del imam Musa Sadr. Así, en abril de 1980, du- terés por los asuntos libaneses. A veces trató de brindar sus bue-
rante una visita a Beirut, el hoyyat ol-eslam Sadeq Jaljali, dipu- nos oficios entre las distintas facciones sobre las que tenía in-
tado de Qom y presidente de los tribunales revolucionarios ex- fluencia. En 1985 una mediación iraní impidió que las fuerzas
peditivos de Irán, declaró que a Musa Sadr «le habían matado sirias aplastaran el movimiento Towhid, dirigido por el jeque
los sionistas en Roma», lo que desató las iras de Nabih Berri y sunní Said Shaban en Trípoli, aliado de Irán. En enero de 1989
Mohammad-Mahdi Shamsoddin." Para estos shiíes libaneses Ali-Akbar Velayati, ministro iraní de Asuntos Exteriores, anun-
Irán trataba así de reanudar el diálogo con Libia para justificar ció la tregua lograda en Damasco entre Amal y Hezbollah, que se
las excelentes relaciones políticas que mantenían con Gadafi... habían estado destrozando mutuamente. Aunque la esperanza de
Al parecer los mejores intermediarios entre Amal e Irán, Mos- que algún día el Líbano sea una república islámica se desvanece
tafa Chamran (ministro de Defensa, muerto al principio de la cada vez más, la influencia de la República Iraní es sensible entre
guerra de 1980 en circunstancias sin aclarar) y Sadeq Qotbzada los secuestradores y las distintas facciones islamistas libanesas.47
(Ghotbzadeh, ejecutado en 1982), fueron eliminados para dar El dinero iraní inundó el Líbano vía Balbek desde 1982, y
paso a hombres menos comprometidos con los palestinos. fue a parar tanto a la formación militar de los milicianos de
El grado de alianza con Irán era el criterio principal de dife- Hezbollah como a obras sociales, hospitales, escuelas, etc. No
45
renciación de los militantes shiíes libaneses. El bando iraní era cabe duda de que este maná despierta la codicia de los grupos
claramente el de Hezbollah. Nabih Berri llegó a decir que Ali- político-confesionales libaneses que tratan de mantenerse en
Akbar Mohtashami, que fuera embajador en Damasco antes de sus feudos. No obstante, esto no quiere decir que entre ellos
ser nombrado ministro del Interior del gobierno Musavi de Te- exista un verdadero acuerdo político para la aplicación de un
herán, dirigía sus operaciones. Incluso después de perder su car- plan determinado, aunque sea un plan iraní. En octubre de
tera ministerial con la elección a la presidencia iraní de Hashemi 1989, al tiempo que los parlamentarios libaneses se reunían en
Rafsanyani (julio de 1989), siguió viajando al Líbano para en- Ta'ef (Arabia Saudí) con los ministros de Asuntos Exteriores
trevistarse con responsables de Hezbollah.46 (Aunque su pérdida de Arabia, Marruecos y Argelia, bajo los auspicios de la Liga
de crédito político en Irán reducía el alcance de estos contac- Árabe, y decidían una reforma política limitada del estado liba-
tos.) A grandes rasgos se puede decir que en los alrededores de nés, Teherán recibía a otros libaneses, dirigentes de Amal, Hez-
Beirut ya no había partidarios proiraníes de Hezbollah; en el sur bollah, el jeque Shaban de Tríptli, el druso Walid Yumblatt y
del Líbano, donde la necesidad de un compromiso con otras for- varios palestinos radicales. Los esfuerzos de Teherán fracasa-
maciones políticas (prosirias, sunníes) y la hostilidad de la OLP ron por la oposición de Siria y la defección de Amal, que rea-
eran una realidad insoslayable, el pragmatismo del movimiento nudó sus disputas con Hezbollah.

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La caída del general Aun, aliado de Bagdad, y la propia caída donde estudió una juventud que, siguiendo el modelo iraní, se
de Bagdad ante la coalición estadounidense vuelven a poner so- politizó mucho. Entre los movimientos islamistas que aparecie-
bre el tapete el equilibrio de este Líbano donde —decididamente— ron cabe mencionar unos grupos que agrupan a shiíes y sunníes,
los apetitos e injerencias de muchos países cercanos o lejanos como la organización estudiantil Jóvenes Musulmanes (Yava-
apenas dejan esperanzas de encontrar una solución libanesa. nan-e mosalman) o la Escuela del Corán ( Madrasa-ye Qor'an),
esta última dirigida por un sufí. Otras formas de movilización se
basaban más en criterios étnicos que religiosos.
Afganistán El hecho de que los hazaras formen una minoría (15 por 100
de la población) que siempre ha estado humillada en la comuni-
Este país estuvo sometido a una influencia creciente de dad nacional acentúa la radicalización política. Tradicional-
Moscú después de que un golpe de estado aboliera la monarquía mente los dirigentes religiosos procedían de los shiíes qezel-
en 1973. En diciembre de 1979, los soviéticos enviaron tropas bash, más urbanizados, que llevaban más tiempo al servicio de
para sostener a un régimen comunista al que se oponían distin- la monarquía, mientras que los hazaras casi siempre estaban sin
tos movimientos de resistencia que utilizaban el islam como ide- mezquita." En ellos permanece vivo el recuerdo de las persecu-
ología. La mayoría de los combatientes anticomunistas estaban ciones: a finales del siglo xix el emir Abdorrahman hizo que
financiados por Arabia Saudí y Paquistán, con ayuda estadouni- los teólogos de Kabul publicaran una fatua en la que se decre-
dense. Pero otros, por razones étnicas o por pertenencia al taba que los shiíes eran infieles, y por lo tanto era legítimo sa-
shiismo, estaban sometidos a Irán. Tras la caída del régimen co- quear sus bienes. Esto provocó una ola de matanzas y pillaje
munista en 1994 una feroz guerra opone a los grupos rivales que duró dos años (1891-1893), desembocó en numerosas con-
para dominar la capital, Kabul. Ni Irán ni Paquistán han acer- versiones (por lo menos aparentes) al sunnismo, sobre todo en
tado a ejercer una mediación eficaz. las ciudades, y mermó el poder de los sayyed. Muchos hazaras
La fascinación que ejerce Irán sobre los shiíes afganos es pa- optaron por marcharse a Paquistán y a Jorasán (Irán).
recida a la que acabamos de ver en el Líbano: la religión propor- Otros shiíes afganos trataron en vano de cambiar el destino
ciona a una minoría étnica (los hazaras) un protector exterior maldito de su comunidad: así, en 1949, un clérigo hazara de la
poderoso para compensar su pobreza y aislamiento en la comu- región norteña de Balj, sayyed Esma'il Balji, fracasó en un
nidad nacional. Antes de la revolución islámica este protector golpe de estado y fue encarcelado.5° Su fama sobrepasaba con
era el sha, cuya fotografía, después de 1979, fue reemplazada mucho la comunidad imamí, y su ejemplo, que se comparó con
por la de Jomeini en los albergues de Hazarayat (región centro- la rebelión del Imam Hoseyn, era precursor de la movilización
occidental montañosa de Afganistán)." Esta influencia es más fuertemente islamizada que se produjo tras la llegada al poder
emblemática que real. No obstante, se encuentran filiaciones es- de los comunistas.
pirituales que se remontan a maestros de escuelas teológicas de La estructura social de los hazaras, minoría persanófona y
Qom o Mashhad. La influencia clerical iraní se ejerce a través shií de ascendencia mongola, es muy feudal, dominada por los
de los mollahs que, de vuelta a su país, se convierten en la elite mir y los arbab que los últimos reyes afganos trataron de incor-
religiosa. El modelo también funciona con la cultura escrita, y porar a la vida política del estado. En el Hazarayat los sayyed, a
así cuando circula por Afganistán un libro persa impreso en quienes se considera descendierites del Profeta, reciben un trato
Irán, se le da un valor especial porque Irán representa la «mo- especial por su origen árabe y gozan de un prestigio especial_
dernidad». Durante los diez años anteriores a la caída de la mo- Con frecuencia llegan a mollahs o jeques. Muchos de los jóve-
narquía (1973) se crearon muchos centros de enseñanza shií, nes que han recibido enseñanza moderna, ultrapolitizados y

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conscientes de la injusticia colectiva que se comete con su et- Los iraníes, que mientras preconizaban una línea dura contra
nia, se afilian a organizaciones marxistas o nacionalistas, pero la URSS se abstenían de impulsar un compromiso contra su
entre ellos no surge ningún dirigente religioso. ejército, perdieron mucho crédito en los círculos dirigentes de
La evolución reciente de Afganistán presenta extrañas coinci- la resistencia afgana. Las luchas internas, sobre todo la preten-
dencias cronológicas con la de Irán, como señala Olivier Roy: sión del hoyyat ol-eslam Mohtashami (ministro del Interior
1978. disturbios contra el sha en Irán, contra el régimen comu- hasta 1989) de controlar las relaciones con los muyahidin afga-
nista en Afganistán: 1979, triunfo de la revolución islámica iraní, nos, contribuían a debilitar la ayuda a la resistencia. En 1986,
invasión soviética de Afganistán; 1988, alto el fuego entre Irán e por primera vez, Irán invitó a viajar a Teherán a Borhanoddin
Iraq. retirada soviética de Afganistán» Pero estas coincidencias Rabbani, jefe de la organización sunní Yami'at-e eslami. Los
superficiales no conciernen a la evolución del movimiento isla- dirigentes de las organizaciones sunníes fueron invitados a una
mista ni a las disputas confesionales entre las organizaciones de conferencia sobre Afganistán celebrada en Irán en enero de
resistencia según su pertenencia al sunnismo o al shiismo. 1989. Acudieron los principales dirigentes sunníes, como Rab-
En efecto, mientras que la propaganda fundamentalista y la bani, Moyaddedi y Nabi, mientras que los radicales y monár-
influencia saudí llegaba a la mayoría de los afganos, sobre todo quicos se abstuvieron. A partir de entonces Irán trata de reco-
los pashtun, los que se declararon partidarios del ayatollah Jo- nocer una identidad islámica a Afganistán, sin hacer hincapié
meini y la República Islámica iraní sólo pertenecían a medios en la vanguardia shií y su papel en una improbable revolución.
específicamente shiíes, y fueron aislados en la resistencia. En el Puede tomar en consideración una colaboración con Paquistán
lado iraní, pese a la llegada de millones de refugiados afganos, para ayudar a la resistencia afgana, siempre que ésta guarde las
el gobierno se mantuvo circunspecto: la guerra con Iraq por un distancias con los norteamericanos.
lado y la crisis de los rehenes de la embajada estadounidense
por otro imponían a Teherán mucha prudencia en sus relaciones
con la URSS. A diferencia de Paquistán, Irán tenía 1.800 km de El subcontinente indio
frontera con el estado soviético. El movimiento afgano, diri-
gido a menudo por jefes de tribu «feudales», tampoco inspiraba Los primeros shiitas recordados en gran cantidad en la India
muchas simpatías entre los jóvenes revolucionarios iraníes, con son los ismailíes cuya presencia está documentada desde el si-
anhelos de reforma agraria y justicia social. glo x, a pesar de que su expansión quedó bloqueada por las su-
En el lado afgano se vio con recelo la ingerencia ideológica cesivas conquistas del subcontinente por ejércitos sunníes. En
de los iraníes en un movimiento independentista al que ya no le el Sujarat, al norte de Bombay, se establecieron a partir de 1067
faltaban proposiciones de ayuda exterior. Los clérigos afganos ismailíes de ascendencia hindú, conocidos como bohras (mer-
actuales más importantes, como el jeque Asef Mohseni, que di- caderes); parte de los bohras son sunníes. Los ismailíes de la
rige el Harakat-e eslami (Movimiento Islámico, primero con otra rama mayoritaria, la nizarí, son llamados joyas (del persa
base en Irán y luego en Islamabad), Qorban-Ali Mohaqqeq o faya señor) o agajaríes (del título Aga Jan que llevó su imam
sayyed Ali Beheshti, que en 1979 fundó en Consejo Islámico Hasan Ali Sha, recibido del rey qayarí Fad Ali Sha cuando fue
para la Unidad de Afganistán (Shura-ye ettefaq-e eslami-e Af- nombrado gobernador de Qom a comienzos del siglo xix). En
qanestan, li mitado al Hazarayat), se radicalizaron antes de la la época actual, a causa del éxodo de ismailíes iraníes, perse-
revolución iraní y por lo general no se remiten a Jomeini, sino a guidos en su país a partir del siglo xix, la comunidad nizarí está
ayatollahs apolíticos como Jo'i (Nayaf) o Shariat Madari (m. en muy bien representada en la India; es en la actualidad muy ac-
1986, Qom).52 tiva, particularmente en la banca y sectores comerciales impor-

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tantes. El tercer Aga Jan, Mohammad Sha (nacido en Karaki iraní Nader Sha (1736-1747) para que surja un estado shií entre
en 1877, muerto en Suiza en 1957) jugó un importante papel en Delhi y Benarés, el de Awadh (Udh), al pie del Himalaya, con
las luchas anticoloniales musulmanas, en las cuáles habitual- capital en Lucknow (Lajnow, hoy capital de Uttar Pradesh).
mente se alineó con los británicos, y la mayoría de sus seguido- Los nawab de Awadh eran unos iraníes shiíes de Jorasán, los
res se estableció en Paquistán cuando la partición de 1947. El Nishapuri, que al principio se consideraban gobernadores al
primer presidente paquistaní, Mohammad Ali Jinnah era joya servicio de los mongoles y luego gobernantes independientes.
de origen, aunque muy occidentalizado, y nunca hizo referencia En efecto, ya en la época del emperador Aurangzeb (muerto en
a su fe: defendió a los musulmanes como entidad política y cul- 1707) los mongoles habían sido tolerantes con los imamís pro-
tural, no como comunidad religiosa. Los ismailíes han emi- cedentes de Irán, donde perduraba la inestabilidad política. La
grado en gran número a África Oriental. Entre los ismailíes escuela de Farangi Mahall de Lucknow, fundada por un teólogo
prósperos, muchos se han exiliado a occidente, sobre todo a sunní y muy bien dotada por los mongoles, era conocida en
América del Norte, debido a la intolerancia ética durante la toda la India y formaba eruditos y administradores tanto sun-
etapa de la independencia. Más de diez mil ismailíes viven en níes como shiíes o hindúes. Desde mediados del siglo ?mil los
Londres. Según las fuentes, habría entre tres y veinte millones Nishapuri se enfrentaron directamente a los británicos, que ya
de ismailíes en el mundo. "b se habían instalado en Bengala.
La historia del shiismo duodecimano en la India está divi- Lucknow se convirtió en la «Morada del shiismo» ( Dar ash-
dida en varios periodos, en los que se constituyeron los reinos shi'a), rivalizando con Faizbad, que en un momento dado fue la
oficialmente shiíes, muy influidos por el modelo safaví de capital. Un ambicioso programa de urbanismo atrajo a obreros
Irán.54 En el Decán el estado de los Qotbshahi (1512-1687) fue y artesanos de toda la India. Se construyó, en puro estilo indio,
fundado por un aventurero turcomano iraní de Hamadan, que el gran Imambara, equivalente de las hoseyniya de Irán: un lu-
hizo construir numerosas mezquitas donde la oración de los gar para celebrar solemnemente los duelos shiíes. En 1791,
viernes se decía en nombre de los Doce Imames y de los safa- cuando se acabaron las obras, el nawab gastó sumas astronómi-
víes, y donde se conmemoraba el martirio del Imam Hoseyn. cas para decorarlo. En el edificio se colocaron como exvotos
Esta tradición se perpetuó en la capital, Hyderabad, hasta que cientos de réplicas de oro y plata de la tumba del Imam Hoseyn
cayó en manos de los mongoles sunníes. Más corto fue el inter- de Karbala, y muchísimos candelabros, de modo que los plañi-
valo shií de los Nezamshah de Ahmadnagar: en esta parte occi- deros y espectadores no podían sentarse en la gran sala. Un via-
dental de la India la influencia shií se mantuvo aproximada- jero habla de la profusión de luces encendidas por doquier du-
mente un siglo, antes de que este reino fuera absorbido por el rante el duelo de Hoseyn, y señala que «cada noche todos los
imperio mongol del Sha Yahan en 1633. Los Adelshah de Biya- infieles y los discípulos de Omar, Osman y Abu Bakr eran ana-
pur, cuya religión oficial en el siglo xvi fue el shiismo, recibie- temizados, para edificación de los hindúes que se reunían allí
ron a numerosos iranís shiíes, sobre todo comerciantes de caba- en gran número»." Las manifestaciones de moharram llegaban
llos. También reconocían el señorío de los safavíes de Isfahan. a tal paroxismo que el propio nawab, en 1784, sangraba con
Estas victorias del imamismo no fueron definitivas, como en profusión después de ser flagelado y cayó seriamente enfermo
Irán, pero muestran la implantación relativamente tenaz, a ve- cuando terminaron las celebraciones del duelo de Hoseyn...
ces bajo la influencia de los safavíes, de shiíes convencidos en A partir de 1766 los príncipes de Awadh se aliaron con la
la India musulmana. Compañía de las Indias Orientales. Pronto tuvieron que hacer
En el norte de la India hay que esperar a la descomposición concesiones económicas importantes a los británicos antes de
del imperio mongol y a los ataques violentos del emperador convertirse en sus vasallos, lo que desconcertó mucho a los

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shiíes. Muchos de ellos optaron por trabajar al servicio de los auge de la hierocracia shií, se reforzó con el poder proporcio-
ingleses. Un moytahed de Lucknow publicó un decreto hacia nado por las sumas que manejaba."
1830 que prohibía el empleo de funcionarios al servicio de go- La historia del shiismo en la India deja entrever su gran ri-
biernos inicuos (la administración colonial), pero lo conside- queza y su vínculo, más fuerte que el de los sunníes, con la cul-
raba lícito si podía mejorar la suerte de los shiíes, lo que en rea- tura persa y con Irán. Hasta hoy todavía hay muchos iraníes
lidad permitía justificarlo. Cuando la Compañía de las Indias que piensan —¿será una obsesión paranoica?— que los ingleses
empezó su costosa guerra contra Nepal, pidió un préstamo al siguen manipulando a los ulemas shiíes con el dinero pagado
nawab Gazioddin Heydar (1819-1827), que cobró los corres- en nombre de los shiíes indios. El ejemplo histórico de la sus-
pondientes intereses. Gran parte de estos beneficios se invirtie- ceptibilidad del clero al respecto es un artículo infamante publi-
ron en la construcción de edificios religiosos y pagos a las cado el 8 de enero de 1978 en el periódico Ettela'at con el tí-
obras pías de las ciudades shiíes de Iraq. En 1856 Awadh fue tulo «Irán y el colonialismo rojo y negro»: el autor, un alto
anexionado sin más por los ingleses. Los ocupantes siguieron funcionario del ministerio de Información del sha que se ocul-
pagando las pensiones a los moytahed y ulemas shiíes, así co- taba tras un seudónimo, acusaba a Jomeini (cuyo padre había
mo la renta del préstamo concedido por Gazioddin Heydar, vivido en Cachemira) de tener orígenes indios y ser un agente a
pero no pudieron evitar la participación de los shiíes en la gran sueldo de los británicos. Cuando se publicó este artículo hubo
sublevación de 1857. manifestaciones en Qom que fueron reprimidas con dureza, lo
En los años 1830 la renta de Awadh (llamada Udh Bequest), cual lo convierte en la chispa que hizo estallar la revolución is-
que los agentes británicos repartían entre los ulemas shiíes de lámica en Irán.
Iraq, permitía a la potencia colonial intervenir directamente en Pese a algunos compromisos con el orden colonial, el
los asuntos clericales imamís en su centro histórico de Nayaf y shiismo indio participó activamente con todos los musulmanes
Karbala.5' (Los iraníes que hacían dotaciones religiosas a los en las luchas nacionales, y en especial a partir de 1919 en la
santuarios mesopotámicos también lo hacían por mediación de gran movilización por la salvaguardia del califato otomano
los agentes británicos.) Los moytahed de Iraq —en su mayoría cuando Mustafa Kemal reveló su proyecto de suprimirlo. El
iraníes— que recibían estos fondos se beneficiaban, evidente- movimiento jelafati, más que restaurar una institución sunní
mente, de la administración inglesa, pero por eso mismo daban que sólo había gobernado el mundo otomano, pretendía protes-
una imagen turbia de su relación con la potencia colonial. Aun- tar contra el desmantelamiento del mundo musulmán por las
que los agentes de la Compañía de las Indias Orientales, mejor potencias coloniales. También era el principio de una moviliza-
equipados técnicamente para estas transferencias de dinero, re- ción independentista.
alizaban su labor de un modo escrupuloso, siempre se podría Para los musulmanes el dilema era saber si la partición de la
sospechar que intervenían en los pagos realizados de cuenta de India, preconizada por el poeta Iqbal y otros, permitiría cons-
los shiíes. Este sistema, a petición de los comanditarios indios truir una sociedad más equitativa para los musulmanes temero-
que eran de la tendencia osuli, propició el dominio de los ule- sos del dominio hindú.59 La idea de los shiíes, que emigraron
mas osuli—sobre los ajbari y los jequíes.57 La imagen de total masivamente a Paquistán en 1947, era crear una sociedad de-
independencia de cualquier autoridad política que suelen tener mocrática y secularizada en la que las diferencias confesionales
los ulemas shiíes osuli se ve seriamente socavada por estas ma- no les penalizaran como irúnola. En realidad los sunníes domi-
nipulaciones financieras, aunque el origen sea el reino shií de naron el nuevo estado, cuya identidad real, después de la pro-
Awadh. La institución del Guía Supremo ( marya' al-taqlid) de funda herida de la Partición, se puso de manifiesto muy tarde.
los musulmanes shiíes creada en este periodo, que consagra el En los años ochenta algunos sunníes llegaron a pedir que los

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shiíes, como los partidarios de la secta Ahmadi, ya no fueran bierno tuvo que intervenir y prohibir todas las procesiones du-
considerados musulmanes... ' rante el moharram a partir de 1977.5 ' Jomeini, cuando- aún es-
El principal anhelo de los shiíes paquistaníes es poder gozar taba en Francia, declaró a unos periodistas que estas algaradas
de un régimen personal basado en la jurisprudencia yafarí y po- sangrientas cesarían el día en que los musulmanes indios estu-
der practicar sus ritos religiosos libremente. En el aspecto jurí- vieran más instruidos. Sin duda el problema más serio es el de
dico los problemas empezaron en los programas escolares, que la condición social inferior de los shiíes que no pueden mani-
no reconocían la especificidad shií (enseñanza de la historia del festar nada, salvo en contadas ocasiones como la del Ashura,
islam según la interpretación imamí). Cuando el general Zia ul- durante el cual elevan su dolor al rango de un valor universal y
Haqq llegó a la presidencia en 1977, periodo que coincide con la están dispuestos a cometer cualquier exceso.
revolución islámica en Irán, la mayor islamización del estado
provocó conflictos interconfesionales, como la cuestión de las
tasas religiosas: el zakat (limosna legal) y el oshr (diezmo), que a Notas
partir de 1979 se debían recaudar sobre los caudales (cuentas
bancarias) y las producciones agrícolas. Los shiíes alegaban que 1. Véase el excelente artículo de P. MARTIN, «Les chi'ites d'Irak: une ma-
la jurisprudencia yafarí les imponía tasas más reducidas y ellos jorité dominée á la recherche de son destin», L'Irak, le pétrole et la guerre.
Peuples Méditerranéens, 40, París (jul.-sep. 1987), pp. 127-169 (aquí p. 129).
no debían pagárselas al estado sino a los ulemas libremente ele-
2. H. BATATU, «Shi'i Organizations in Iraq: al-Da'wah al-Islamiyah and
gidos, que las cobrarían en nombre de los marya'-e taqlid (jefes al-Mujahidin», en J. I. Cole y N. R. Keddie, eds., Shi'ism and Social Protest,
religiosos), actuando en delegación del Imam oculto... Se pudo Yale University Press, New Haven-Londres, 1986, pp. 186 ss.
llegar a cierto equilibrio en el aparato político de Paquistán 3. Véase el capítulo «Una teología mística. Los cismas del shiismo mo-
cuando el general Yahya Jan, shií, fue nombrado primer ministro, derno».
4. Ch. MALLAT, «Iraq», en Sh. Hunter, ed., The Politics of Islamic Reviva-
así como con el gobierno de su sucesor, Zulfiqar Ali Bhutto, lism. Diversity and Unity, Indiana University Press, Bloomington, 1988, pp.
cuya esposa era iraní. El corto período en que su hija Benazir ha 71-87; H. BATATU, The Old Social Classes and the Revolutionary Movements
dirigido el gobierno no ha bastado para mantener esta influencia. of Iraq, Princeton University Press, Princeton, 1978; W. ENDE, «Erfolg und
Los shiíes paquistaníes, amargados por las vejaciones a que Scheitern eines schiitischen Modernisten: Muhammad ibn Mahdi al-Hálesi,
les somete la mayoría, sobre todo durante las celebraciones de U. Tworuschka, ed., Gottes ist der Orient - Gottes ist der Okzident. Festsch-
rift für Abdoldjavad Falaturi, Kón, Viena, BÓhlau, 1991, pp. 120-130.
moharram, durante las cuales tratan de organizar cada año unos 5. MARTIN, «Les chi'ites d'Irak», p. 146. Excelente presentación del Par-
duelos espectaculares, mal vistos por los sunníes, se sientes tido Comunista Iraquí, ibid., pp. 143-156 (donde se remite a Batatu, The Old
muy atraídos por la protección iraní. En este sentido también se Social Classes).
encuentran en difícil situación con respecto a su país que, sobre 6. MARTIN, «Les chi'ites d'Irak», p. 153.

todo desde que estalló la crisis afgana, está sometido a fuertes 7. H. ALGAR, «The Oppositional Role of the Ulama in Twntiwth-Century
6 Irán», en N. R. Keddie, ed., Scholars, Saints, and Sufis, University of Califor-
presiones por parte de los estadounidenses y los saudíes. ° nia Press, Berkeley-Los Angeles-Londres, 1972, pp. 231-255 (aquí, p. 244).
En la India, donde por razones históricas y sociológicas los 8. BATATU, «Shi'i Organizations in Iraq... », p. 189.
shiíes tienden a disimular sus diferencias confesionales, la ten- 9. BATATU, «Shi'i Organizations in Iraq... », p. 194.
sión sube todos los años durante las celebraciones del duelo del 10. BATATU, «Shi'i Organizations in Iraq... », p. 196.

Imam Hoseyn. En la ciudad de Lucknow, la única donde los 11. P. MARTIN, «Une grande figuret, de l'islamisme en Irak [Muhammad
Baqer al-Sadr]», Les Cahiers de l'Orient, 8-9 (1987-1988), pp. 117-142; Ch.
shiíes heredaron de la época precolonial un régimen especial MALLAT, «Religious militancy in contemporary Iraq: Muhammad Baqer as-
reconocido y tienen sus propias mezquitas, los disturbios entre Sadr and the Sunni-Shia paradigm», en A. Gauhar, ed., Third World Quaterly
ellos y los sunníes alcanzaron tales proporciones que el go- Islam & Politics, vol. 10, n° 2 (abril 1988), pp. 699-729.

180 181
12. MARTIN, «Une grande figure... », p. 124. 36. Véase L. y A. CHABRY, Politique et minorités au Proche-Orient. Les
13. P. ROBINS, «lraq: Revolutionary Threats and Regime Responses», en J. raisons d'une explosion, Maisonneuve & Larose, París, 1987, pp. 137 ss.; M.
L. Esposito, ed., The franjan Revolution. Its Global Impact, Florida Interna- DEEB, «Shia movements in Lebanon: their formation, ideology, social basis,
tional University Press. Miami, Florida. 1990, pp. 83-99. and links with Irán and Syria», Third World Quarterly, 10, 2 (1988), pp. 683-
14. J. KOSTINER, «Kuwait and Bahrain», en Hunter, ed., The Politics of Is- 698, aquí p. 687.
lamic Revivalism, pp. 116-129, en especial p. 118. 37. Véanse G. CORM, Le Proche-Orient éclaté, La Découverte, París, 2'
15. B. WINDER, «al-Madina», Encyclopédie de l'islam,r ed., s. v.; descrip- ed., 1988, pp. 248 ss.; H. COBEAN, «The Growth of Shi'i Power in Lebanon
ción reciente: S. ZEGHIDOUR. La vie quotidienne á la Mecque de Mahomet á and Its Implications for the Future», en Cole y Keddíe, eds., Shi'ism and So-
nos jours, Hachette. París. 1989, pp. 335-346. cial Protest, pp. 151 ss.
16. ZEGHIDOUR, La vie quotidienne á La Mecque, pp. 397 ss.; W. OCHSEN- 38. Véase en especial O. CARRÉ y G. MICHAUD (alias M. SEURAT), Les Fré-
wALD. «Saudi Arabia», en Sh. Hunter, ed., The Politics of Islamic Revivalism, res musulmans, Gallimard/Julliard, París, 1983; M. SEURAT, L'État de barba-
Indiana University Press, Bloomington, 1988, pp. 103-115, en especial 108 ss. rie, Le Seuil, París, 1989.
17. F. AJA/vil, The Vanished Imam. Musa al Sadr and the Shia of Libanon, 39. A. R. NORTON, «Shi'ism and Social Protest in Lebanon», en Cole y
Tauris/Comell University Press, Londres, 1986, pp. 52-84. Keddie eds., Shi'ism and Social Protest, pp. 172 s.; M. DEEB, «Shia move-
18. AJAMI, The Vanished Imam..., p. 155. Según Dozy, Suppl. aux dict, ments in Lebanon... », p. 696; (anónimo) «Islam au Liban: tendances et struc-
arabes. II, p. 852, se llaman así porque son «próximos (tavallu') de 'Ali y su tures», Les Cahiers d'Orient, 2 (1986), pp. 237-259.
familia». 40. Además del artículo anónimo de los Cahier de l'Orient, 2 (1986), vé-
19. Najib Jamal al-Din, citado por Ajami, The Vanished Imam..., pp. 74 ss. anse M. KRAMER, «Kurzbiographie: Muhammad Husayn Fadlallah», Orient,
20. Ch. MALLA-r, Shi'i Thought from the South of Lebanon, Centre for Le- 2 (1985), pp. 147-149; 0. CARRÉ, «Quelques mots-clefs de Muhammad Hu-
banese Studies, Oxford, 1988, pp. 9 ss. zayn Fadlallah», Revue fran9aise de science politique, 37, 4 (1987), pp. 478-
21. K.-H. 0C0BEL, Moderne schiitische Politik und Staatsidee, Leske+Bu- 501; Id., «La «Révolution islamique» selon Muhammad Husayn Fadlallah»,
drich, Opladen, 1984, pp. 65-139. Orient, 29, 1 (1988), pp. 68-84.
22. GÓBEL, Moderne schiitische Politik..., pp. 88 ss. 41. R. WRiour, «Lebanon», en Hunter, ed., The Politics of Islamic Reviva-
23. GÓBEL, Moderne schiitische Politik..., pp. 128 ss. lism, 1988, p. 67.
24. GÓBEL, Moderne schiitische Politik..., pp. 131 ss.; ENAYAT, «Irán: Khu- 42. CABRÉ, «La Revolution islamique selon Muhammad Husayn Fadla-
mayni's Concept of the «Guardianship of the Jurisconsult»», en J. P. Pisca- llah», p. 72.
tori. ed., Islam in the Political Process, Cambridge University Press, Cam- 43. CARRÉ, «La Revolution islamique selon Muhammad Husayn Fadla-
bridge, 1983, pp. 160-180. llah», p. 74; «Quelques mots-clefs de Muhammad Husayn Fadlallah», p. 484.
25. T. JABER, «Le discours shi'ite sur le pouvoir», Liban, remises en cause. 44. Sh. SHAPIRA, «The Origins of Hizbollah», Jerusalem Quarterly, 46
Peuples Méditerranéens, 20 (julio-sept. 1982), p. 91, n. 26. (Spring 1988), p. 120.
26. AJAMI, The Vanished Imam..., pp. 155; A. R. NORTON, «The Origins 45. A. R. NORTON, «Lebanon: The Intemal Conflict and the Iranian Con-
and Resurgence of Amal», M. Kramer ed., Shi'ism, Resistance, and Revolu- nection», en Esposito, ed., The Iranian Revolution, pp. 116-137.
tion, Westview Press, Boulder (Colorado)/Mansell, Londres, 1987, p. 205. 46. NORTON, «Lebanon: The Intemal Conflict and the Iranian Connec-
27. AJAMI, The Vanished Imam..., pp. 42-51. tion», p. 127.
28. Gh. TUENI, Une guerre pour les autres, Jean-Claude Lattés, París, 47. NORTON, «Lebanon: The Interna! Conflict and the Iranian Connec-
1985, pp. 97-98. tion», p. 118.
29. AJAMI, The Vanished Imam..., p. 85. 48. 0. ROY, L'Afghanistan. Islam et modernité politique, Le Seuil, París,
30. AJAMI, The Vanished Imam..., p. 94. 1985, p. 70.
31. AJAMI, The Vanished Imam..., p. 117. 49. D. B. EDWARDS, «The Evolution of Shi'i Political Dissent in Afghanis-
32. S. NASR, «Mobilisation communautaire et symbolique religieuse: l'I- tan», en Cole y Keddie eds., Shi'ism and Social Protest, pp. 201-229, aquí p.
mam Sadr et les chi'ites du Liban (1970-1975)», en O. Carré y P. Dumont, 204.
eds., Radicalismes islamiques. I. Irán, Liban, Turquie, L'Harmattan, París, 50. EDWARDS, «The Evolution ef Shi'i Political Dissent in Afghanistan»,
1985, p. 140. pp. 214 ss.
33. JABER, «Le discours shi'ite», p. 85. 51. 0. ROY, «The Mujahidin and the Future of Afghanistan», en J. L. Es-
34. AJAMI, The Vanished Imam..., p. 178. posito, ed., The Iranian Revolution. Its Global Impact, pp. 179-202.
35. ArAtvit, The Vanished Imam..., p. 182. 52. ROY, «The Mujahidin and the Future of Afghanistan», p. 187.

182 183
53. Ver F. DAFTARY, The Ismá Their History and Doctrines, Cam-
bridge 1990. pp. 299 y ss. 6
53b. Para la historia y pensamiento de los ismailíes, ver DAFTARY, op. cit.,
Heinz HALM Shiism. Edimburgo, 1991: asimismo, artículos de la Encyclopae- El shiismo, las mujeres y el placer
dia Iranica, ( Aga Jan...) de M. Algar y W. Madelung.
54. J. R. 1. COLE, Roots of North ¡odian Shi'ism in Irán and Iraq, Univer-
sity of California Press. Berkeley, Los Ángeles, 1989, pp. 22 ss.
55. Vizconde G. Valentia, citado por COLE, Roots of North Indian Shi'ism,
p. 96.
56. J. R. I. COLE. «lndian Money and the Shi'i Shrine Cities of Iraq 1786-
1850». Middle Eastern Studies. 22 (1986), pp. 461-480; H. ALGAR, Religion
and State in Irán. 1785-1906, University of California Press, Berkeley-Los
Ángeles, 1969, pp. 237 ss.
57. Véase el capítulo «Una teología mística».
58. COLE, «Indian Money and the Shi'i Shrine Cities of Iraq 1786-1850»,
p. 476.
59. M. D. Ahmed. «The Shi'is of Pakistan», en Kramer ed., Shi'ism, Re- No pretendo agotar un tema tan delicado y a menudo tratado
sistance. and Revolution, pp. 275-288. (o maltratado) después de la revolución islámica, el de la condi-
60. M. LOD111, «Pakistan's Shia movement: an interview with Arif Hus-
saini», en Gauhar, ed., Thrid World Quaterly. Islam & Politics, pp. 806-817.
ción femenina. En este aspecto, el shiismo difiere pcco del sun-
61. K. HJORTSHOJ, «Shi'i Identity and the Significance of Muharram in niismo, aunque la situación de la mujer es mejor en Teherán que
Lucknow, India», en Kramer, ed., Shi'ism, Resistance, and Revolution, pp. en muchos países dominados por el islam sunní de los que se ha-
289-309. bla menos, comenzando por Arabia Saudí. Una bibliografía bá-
sica permite aproximarse a la cuestión: Fariba ADELKHAH: La re-
volution sous le voile: Femmes islamiques d'Iran [próxima trad.
cast.: La revolución bajo el velo. Mujeres iraníes y régimen isla-
mista, Bellaterra, Barcelona, 1966], Karthala, París, 1991.Farah
AZARI, ed.:Women of Iran: The Conflict with Fundamentalist
Iran, Londres, 1983. Erika FRIEDL: Women of Deh Koh: Lives in
a Iranian Village, Washington-Londres, 1989. Ziba Mut Hos-
SEINI: Marriage on Trial: Study on Islamic Family Law, Londres,
1993. Guity Nashat, ed.: Women and Revolution in Iran, Boul-
der, 1983. Elie Sanasarian: The Women's Rigthts Movement in
Iran. Mutiny, Appeasement and Repression fron 1900 to Kho-
meini, Nueva York, 1982. Se pueden añadir textos de Ali Shariati
o del ayatollah Mothlihari que evocan el estatuto de la mujer
desde una perspectiva ideológica de renovación islámica (ver bi-
bliografía general).
He procurado, en el capítulo qué sigue, presentar una perspec-
tiva ligeramente distinta a la de estos libros y de numerosos artí-
culos sobre el tema aparecidos después de la revolución. Mi
punto de vista no es sociológico. La práctica marginal y el dis-

184 185
Líbano. Para la audiencia siempre hay elementos interesantes en influencia del clero, sino que lo realzó. La ineficacia de un razo-
este panorama de la actualidad: es interesante y atrayente como namiento traducido e importado se puso de manifiesto cuando
la lectura de una revista. También incluye aspectos que concier- los mollahs, dejando a un lado su reserva tradicional, se echaron
nen a la vida diaria más prosaica, como los apagones y cortes de a las calles de las ciudades iraníes encabezando gigantescas ma-
agua, consecuencia de un consumo desmedido. nifestaciones. Más cercanos al pueblo, hablaban su lengua y so-
En un mundo en el que ya no existe el califato, y en el que la bre todo sabían hablar, porque es un arte que habían aprendido
mezquita es el lugar central de la sociedad, la jotba ha perdido desde los primeros cursos de sus estudios teológicos. Así pues,
las connotaciones y la función que tenía en el islam clásico, el hombre de la palabra prevalecía fácilmente sobre el hombre
cuando no rivalizaba con nada. La diversificación y seculariza- libresco formado en la universidad.
ción del saber y de la cultura general arrebataban a la predica- Los hombres cultos (intelectuales o clérigos) y el público se
ción de los ulemas su carácter central y normativo. El discurso encuentran en lugares específicos. La diferencia de connotación
político en el Parlamento o en los mítines tenía una difusión me- entre los lugares sagrados y los lugares profanos es un paráme-
jor (la prensa, la radio) y respondía más adecuadamente que el tro importante de la revolución islámica. La mezquita no sólo es
sermón a las expectativas de los ciudadanos modernos, para los un lugar de oración (relación trascendente), también es un lugar
que la mezquita era un lugar marginal, perteneciente a la cultura de reunión integrada donde enseña el clérigo. Hay mezquitas en
del pasado. todas las ciudades, en todos los barrios de las ciudades e incluso
Aunque en Irán, como en muchos países del tercer mundo, en las aldeas aisladas. Su arquitectura comprende tradicional-
los medios informativos modernos, sobre todo los audiovisuales mente un eyvan abierto a un patio en cuyo centro se halla la
—radio, magnetofón, cine, televisión— ocuparon rápidamente un fuente de las abluciones. Otras salas cerradas, protegidas del frío
lugar importante, su aceptación ocasionó diversos problemas te- y la lluvia, permiten celebrar reuniones cuando hace mal
ológicas (¡no existían en tiempos del Profeta! a menudo eran tiempo. La composición del espacio de la mezquita es relativa-
utilizados y controlados por minorías antirreligiosas, difundían mente flexible y polivalente. Las esteras y alfombras que se ex-
música excitante o espectáculos indecentes y, por esa razón, los tienden en el suelo y se enrollan a voluntad permiten realizar las
ulemas los consideraban cosa del diablo...). Además, para los postraciones rituales, sentarse en fila para escuchar un sermón, o
sociólogos desarrollistas y los funcionarios del antiguo régimen en un círculo más estrecho para la enseñanza de un maestro.
iraní eran instrumentos de occidentalización y extensión del lai- Cuando no hay reuniones de rezos o enseñanza, la mezquita es
cismo, de modo que favorecieron su generalización. Para los in- un oasis de silencio y tranquilidad en medio de las concurridas
telectuales, siempre deseosos de acabar con la incomprensión y calles de los bazares bulliciosos.
la falta de comunicación que les separan de las masas, estos me- La universidad, en cambio, se caracteriza por su arquitectura
dios sólo ofrecían ventajas, aun cuando en el mejor de los casos, moderna y compleja, vinculada a la cultura importada (orden tra-
sin llegar al gran público, sólo aseguraran una reproducción más ducido), accesible a unos cuantos privilegiados, con reglas preci-
amplia de la cultura traducida. Los clérigos no tenían esas inhi- sas y complicadas, situada en determinados lugares de acceso
biciones a la hora de tomar la palabra en público, e hicieron un controlado. Encierra un espacio adaptado a unos usos concretos,
uso perfecto de los medios audiovisuales porque estaban prepa- poco abierto a la improvisación. El público apenas tiene la opor-
rados para pronunciar el sermón, consiguiendo en parte que éste tunidad de acudir allí, al margen de los escasos programas orga-
ocupara el lugar que había tenido en el pasado. nizados para él. Más aún que la escuela, la universidad evoca un
Pese a los pronósticos negativos de los intelectuales occiden- lugar donde la inteligencia se abre al mundo, en especial a la
talizados, el proceso de modernización no redujo el poder y la ciencia y el progreso que vienen de Occidente, pero se pierde el

236 237
curso por el que justifica me parecen tan instructivos como la tricciones legales dificultan su práctica legítima fuera del matri-
norma para hacer comprender la distancia entre las formas histó- monio, no la hacen imposible. Además, el que desee denunciar
ricas del comportamiento religioso y los principios teológicos. una unión ilícita tiene que «haber visto el estilete en el tarro de
En el caso del matrimonio temporal se trata de una práctica ex- colirio»,' lo cual deja a los amantes bastante bien protegidos (sin
cepcional pero vergonzosa: abominación para los unos, cómoda librarles de las reacciones superficiales de los padres de la mujer
astucia para los otros. El estudio de esta original forma de la ley seducida, que en la mayoría de los países musulmanes tienen so-
religiosa y de la forma en que la moral sexual es utilizada, justifi- bre ella derecho de vida y muerte). El paraíso musulmán no está
cada o explicada, permite dar la vuelta a algunos estereotipos so- asexuado. Al contrario, está poblado de huríes de grandes ojos y
bre islam y sexualidad. Se nota que, en fin de cuentas, las actitu- mirada modesta, eternamente jóvenes, vírgenes de senos tornea-
des sexistas no dependen tanto de la religión como de la dos, hermosas como el rubí y el coral, recluidas en unos pabello-
mentalidad. Entre Córcega, Sicilia y el Irán, la defensa del honor nes y purificadas (listas para el amor) en todo momento.
familiar toma directamente formas distintas, pero el problema de Una de las críticas más frecuentes que se le hace al islam es
fondo es el mismo. De la familia monógama, que es la forma de que sólo piensa en el placer del hombre, que es injusto con las
pacto para la mayor parte de los musulmanes, así como para las mujeres. Los militantes islamistas, con su obsesión por los asun-
sociedades occidentales, a la poligamia que es una desviación tos del sexo y la reclusión de las mujeres, sus mil y una normas
frecuente, las legislaciones han adoptado revoluciones diversas. sobre el coito y el pudor, no hacen nada para cambiar los estereo-
No hay directamente una interferencia masculina, aunque el tipos machistas. Pero su ascetismo de fachada oculta unos ojos
poder masculino sea a menudo una metáfora del poder del es- concupiscentes, atrapados entre la apología de la discreción vir-
tado. Hay de hecho profundas divergencias entre las concepcio- tuosa, la justificación de la actividad sexual masculina más de-
nes familiares de shiíes progresistas que buscan la abolición de la senfrenada posible (para evitar desórdenes psicológicos) y la es-
poligamia y del repudio y las de pensadores más tradicionalistas, casez de las mujeres disponibles licitamente para este ejercicio.
que justifican estas formas jurídicas para defender la familia pa- Una vez en el poder, en todos los países, humillan a las mujeres,
triarcal contra sus detractores, influidos por el individualismo oc- aunque no tanto como su modelo no confesado, los rigoristas
cidental o por doctrinas materialistas. En las convergencias real- wahhabíes de Arabia, que nunca han sabido lo que es la emanci-
mente se ocultan intenciones divergentes. Uno defiende el pación ni las reivindicaciones igualitarias de las feministas: obli-
matrimonio temporal insistiendo en la autoridad del padre de fa- gación de llevar tapado el cabello y todo el cuerpo excepto las
milia o el marido, otro valorando la igualdad entre el hombre y la manos y la cara en los lugares públicos, restricciones profesiona-
mujer. Queda una impresión de utilitarismo: los dogmas son evo- les diversas, discriminación sexual en los lugares públicos, re-
cados para responder a cuestiones apremiantes. La religión está clusión más o menos rigurosa en los espacios privados de las vi-
más próxima a los hombres que a Dios. viendas, vigilancia severa y tratos injustos en el matrimonio, en
A diferencia del cristianismo, que valora el celibato y la conti- el que la mujer es la sirvienta de su marido, destinada a propor-
nencia como primicias del estado angelical en el Reino de Dios, cionarle placer sexual, hijos y asistencia doméstica gratuita.
y sobrevalora el simbolismo espiritual del matrimonio, el islam Como recompensa, el marido, al menor capricho, puede repudiar
anima a los hombres a desposarse carnalmente. Condena la for- de modo inapelable a su mujer y separarla de sus hijos. Por no
nicación para evitar desórdenes sociales, no para limitar los ex- hablar de la inferioridad jurídica, pues un hombre cuenta por dos
cesos sexuales masculinos, ya que para el islam el instinto se- mujeres en los testimonios ante un tribunal, así como en el re-
xual es bueno, por ser conforme a la naturaleza. Se considera, parto de la herencia. (Por no hablar tampoco de la excisión, que
pues, que la copulación es buena en sí misma, y aunque las res- no tiene nada que ver con el islam como religión, y casi no se

186 187
practica en ninguna zona shií, que yo sepa, aunque el asunto fue perder el namus. La sociedad permisiva iraní de antes de la revo-
debatido por los teólogos en el siglo XVII). lución exponía este frágil tesoro al multiplicar las ocasiones de
Los apologetas islamistas esgrimen argumentos con los que encuentros, contactos, relaciones contrarias al rigor puritano y
pretenden demostrar que el islam libera a la mujer, aunque eso celoso de los hogares bien guardados, a la reclusión preventiva
haga sonreír a algunas militantes feministas de los países occi- de las mujeres y las muchachas. El que no vela por el namus de
dentales. Para empezar, dicen estos teólogos —y está reconocido su familia es un hombre sin vergüenza, sin decencia y sin educa-
históricamente—, el islam mejoró considerablemente la condición ción. La posibilidad de que este namus sea violado, o de una sim-
de las mujeres de la sociedad beduina que, en la época de ple mirada impúdica, se considera una catástrofe, algo que los
Muhammad sufrían toda clase de malos tratos, como las inmola- predicadores se encargan de inculcar en el espíritu timorato de
ciones rituales de niñas, los repudios sin contrapartida financiera sus fieles. Más allá del mantenimiento del rigor moral familiar y
y la esclavitud casi generalizada. El islam garantiza a la mujer un sexual, se sirven de estas imágenes emotivas para condenar los
régimen personal ventajoso, si se compara con el de las mujeres intentos extranjeros de apoderarse de la patria islámica: cualquier
de hace tan sólo varias decenas de años en muchos países occi- incursión, aunque sea meramente cultural, equivale a una pene-
dentales de los llamados desarrollados: derecho a la propiedad tración impura, a una violación.'
personal, a la independencia económica (por ejemplo, a tener una Además de estos debates sobre el islam liberador de las muje-
cuenta bancaria), a la herencia, al respeto de su dignidad en la res que promueven, de Yakarta a Rabat, predicadores y militan-
vida pública, etc. Para los islamistas, el horror de la explotación tes de todas las confesiones del islam, el shiismo también posee
mercantil del desnudo femenino es una muestra de la falta de res- varias particularidades en lo que respecta a la condición de la
peto de los occidentales a sus esposas, mientras que el velo, por mujer y el matrimonio. De entrada conviene recordar que esta
el contrario, es una protección que garantiza la intimidad, el pu- rama del islam procede de una Señora, Fátima, la hija del Pro-
dor, el respeto a la persona. Una mujer repudiada puede exigir el feta, investida de todas las cualidades sobrenaturales que luego
pago íntegro de su mahr (viudedad), que con frecuencia se fija en fueron transmitidas a sus descendientes, los imames. Incluso se
el momento de la boda a un precio tan elevado que el marido invoca su intercesión, así como la de otras santas mujeres, en
debe renunciar al divorcio: con repudio o sin él, en ambos casos Qom y otros lugares. Si una mujer hereda carisma profético, y su
se preserva el interés legítimo de las mujeres. descendencia prevalece —a falta de progenie masculina— en los
El concepto pertinente en este caso para los musulmanes, el de derechos sucesorios sobre la descendencia masculina de los pa-
namus, es difícil de traducir o explicar para los occidentales dres en línea indirecta, ¿cómo no se va a respetar el derecho de
(aunque se reconoce en él la palabra griega nomos, la ley). Se las mujeres en materia de herencia? De ahí la originalidad del
trata al mismo tiempo de la virtud de las mujeres y la reputación derecho imamí en relación con el sunnismo: cuando no hay here-
de la familia, realidades invisibles pero tan sensibles y vulnera- deros varones, concede toda la herencia de un difunto a sus hi-
bles que movilizan inmediatamente las conciencias en caso de jas. 3
peligro. Es lo que las sociedades de las orillas septentrionales del
Mediterráneo llaman el honor, en sentido absoluto: un valor mo-
ral defendido por los hombres, pero del que son depositarias las Matrimonio de placer, el mito
mujeres. Cuanto más peligre en honor, más herida estará la sus-
ceptibilidad viril de maridos y hermanos, capaz de llevarles al La particularidad del shiismo reside sobre todo en una institu-
homicidio o al suicidio si es preciso. El chador que espanta a ción del islam primitivo condenada por el sunnismo, la del matri-
nuestras feministas es una protección contra el miedo irracional a monio temporal o —más exactamente— el matrimonio «de placer»

188 189
(mot'a). Aunque esta particularidad doctrinal y ética es conocida provisional. Pero lo sorprendente es que la iniciativa de la mujer
como shií, y forma parte como tal del planteamiento teológico y se adelanta al héroe de la historia: se puede apreciar el papel fe-
las polémicas entre shiíes y sunníes, al parecer sólo se practica menino en la elección de compañero (el que ella desea), y en el
oficialmente en Irán. Incluso hay quien piensa que es un residuo rechazo después de la consumación del placer, ya sea porque ha
de la Persia preislámica. La costumbre del matrimonio temporal obtenido la satisfacción que buscaba, ya sea porque, con su nega-
tal vez esté admitida entre los shiíes de Iraq —pero como una ano- tiva a prolongar el matrimonio, haya querido evitar que preva-
malía—, aunque la ley no la reconoce; en el Líbano los ulemas lezca el placer del hombre. También se puede apreciar el carácter
shiíes la recomiendan, aunque oficialmente no sea legal .4 onírico, libre de ataduras materiales y temporales: no aparece
Pero no se puede hablar de la vida sexual sin encontrar inme- ningún niño al final de esta unión, que sólo se debe a la búsqueda
diatamente unas fantasías llenas de enseñanzas: de un gozo desenfrenado; tampoco el dinero es motivo de moles-
tias o discusiones por el contrato, ya que la mujer no parece tener
Un hombre es abordado por una mujer completamente tapada ninguna necesidad y es... ¡libre!
con su velo negro, que la hace irreconocible. La mujer le pregunta
si quiere hacer un matrimonio temporal de un mes con ella. El
hombre duda, pero no quiere perder la oportunidad. Le pide que
La teoría
se levante un poco el velo para poder verla. La mujer se niega, di-
ciendo que si se quiere unir a ella temporalmente debe aceptar no
verla antes, y le asegura que no quedará decepcionado. Él acepta En cambio, en la justificación tradicional del matrimonio tem-
un matrimonio de tres noches. poral lo único que se tiene en cuenta es la satisfacción del hom-
La dama del velo negro le lleva a una casa hermosa como un bre. El único límite que se pone a esta satisfacción es la prohibi-
palacio, y ordena a sus sirvientes que le lleven al baño, le vistan ción, bastante llevadera, de mantener contactos carnales desde la
con ropas finas y le conduzcan a su habitación. Una vez lavado, salida a la puesta del sol durante los treinta días del ramadán. El
perfumado y vestido, es conducido a una habitación llena de en- celibato ascético es una violencia contra la naturaleza, y los mu-
canto donde le espera la dama del velo. Muy excitado, la felicita sulmanes por lo general lo proscriben. Se basan en un famoso
por su buen gusto, impaciente por ver su cara. Después de realizar hadith atribuido al Profeta, «No debe haber monaquismo en el is-
la ceremonia ritual del matrimonio provisional, la mujer se quita lam» (la rahbaniya fi'l-eslam), que enlazaría con un versículo
el velo y el hombre queda maravillado por su belleza y su garbo. del Corán: «Hemos establecido en los corazones de aquellos que
Pasados tres días y tres noches, y terminado el contrato, el hom-
bre, lamentando haber limitado la duración de la unión, le ruega le siguen [a Jesús] la mansedumbre, la compasión y la vida mo-
que prolonguen ese matrimonio temporal. Pero ella no lo acepta, nástica que han instaurado —no se la hemos prescrito— movidos
arguyendo que eso lo tenía que haber pensado antes, y les dice a únicamente por la búsqueda de la satisfacción de Dios» (LVII,
sus sirvientes que le acompañen a la puerta. 27). Bien es cierto que Louis Massignon, tras examinar las exé-
gesis coránicas más antiguas, niega la autenticidad del hadith y
Este es el mito del matrimonio temporal, fabulado por los afirma que algunos musulmanes aceptaban el voto de castidad,
hombres como un cuento de Las mil y una noches, tal como lo que fue condenado en época muy tardía.6 Pero sus esfuerzos de
escuchó varias veces una socióloga perspicaz en una investiga- orientalista cristiano por justificar las prácticas ascéticas son de-
ción realizada en Irán.' De acuerdo con la tradición islámica, la sautorizados por la mayoría de los musulmanes, y en concreto
trama de esta historia gira en torno al hombre y su deseo sexual. por los shiíes.
Deseo ciego (el hombre no ve a la mujer a la que se une) que es Según la tradición shií, fue el califa Omar quien prohibió a los
la norma y constituye la justificación suficiente del matrimonio sunníes el matrimonio provisional, y lo hizo por su animosidad

190 191
personal hacia el Imam Ali.7 He aquí la bella historia, devota- existe, reconoce la legitimidad de dicha unión, y garantiza los
mente relatada por los teólogos: derechos recíprocos de los esposos «de placer», así como los de
los hijos habidos de ese matrimonio (un elemento fundamental,
Omar ibn al-Jattab [el segundo califa] estaba resentido con su conociendo la obsesión de los musulmanes por la filiación ilegí-
santidad el Imam Ali, pues éste pretendía que cada noche tenía re- tima y la condición inmunda reservada a los hijos nacidos fuera
laciones conyugales con una de sus mujeres. Decidido a coger en del matrimonio). ¿Qué dice al respecto el código civil de 1985
falta esta pretensión vanidosa, Omar le invitó a cenar a su casa.
(que enlaza con el de 1928)?
Dio instrucciones a sus criados para que retrasaran la hora de la
cena, de modo que Ali tuviera que quedarse a pasar la noche. Su
santidad Ali aparentó seguir el juego de Omar y aceptó quedarse a Artículo 1075 — El matrimonio se considera temporal cuando
dormir allí mismo. Al alba Omar corrió a la alcoba de AH para se precisa la duración para la que se ha concertado.
despertarle con el pretexto de la oración matinal. Omar le pre- Artículo 1076 — La duración del matrimonio temporal de debe
guntó: «¿Recuerdas que alardeabas de hacer eso todas las no- precisar claramente.
ches?» «Sí» contestó el Imam Ali. «Entonces —dijo Omar—, esta Artículo 1095 — El matrimonio temporal es nulo si no se fija
noche estabas en mi casa y ninguna de tus mujeres estaba con- por contrato el importe de la indemnización de «viudedad».
tigo...» «Pregúntale a tu hermana», objetó Ali. Omar se enfureció Artículo 1097 — En el matrimonio temporal, si el hombre re-
tanto que salió de estampida e inmediatamente decretó la prohibi- nuncia definitivamente a su derecho antes de consumar la unión,
ción del matrimonio de placer y la lapidación de los que lo si- no obstante deberá pagar la mitad de la indemnización «viude-
guieran practicando. dad» convenida.
Artículo 1113 — En el matrimonio temporal la esposa no tiene
derecho a pensión alimentaria, excepto si se ha estipulado esta
Como sugiere Shahla Haeri, las múltiples dimensiones de esta
condición en el contrato.
anécdota, que probablemente no tiene ningún fundamento histó-
rico, nos introducen de lleno en la rivalidad entre el sunnismo y
Estas disposiciones legales se quedan bastante cortas, y no ha-
el shiismo: la potencia sexual de Ali (y por lo tanto, por extrapo-
cen una definición exacta del matrimonio «provisional» (`aqd-e
lación metafórica, su poder político), su emasculación simbólica
monqate'), denominación que el legislador iraní prefiere clara-
—fallida— por su enemigo Omar, y por último la humillación su-
mente a la de matrimonio «de placer» (mot'a), utilizada por los
frida por el califa cuando su mujer, sin violar por ello la ley reli-
teólogos. ¿Se pueden tener varias esposas provisionales a la vez?
giosa, se escabulle de la rigurosa vigilancia del honor familiar.
No se establece ninguna limitación para el hombre, pero la es-
Es de señalar la inexistencia de la dignidad femenina, pues cual-
quier criada habría servido en esta historia si no se tratara, preci- posa, según la ley religiosa y el código civil, sólo puede disponer
de su cuerpo si está libre de compromiso con cualquier otro hom-
samente, de humillar la memoria deshonrada de 'Omar, reba-
jando a su hermana al papel de alivio de los impulsos del macho bre, con arreglo a las mismas condiciones que para el matrimo-
Imam. Para los shiíes, la justificación totalmente irracional del nio llamado «definitivo» (da'em). Al término de la unión
matrimonio de placer y la negativa a sancionar los abusos se re- (muerte del marido o divorcio) debe observar un «plazo de viu-
fuerzan con la prohibición del califa deshonrado. dez» de tres menstruaciones o, después de la menopausia, de tres
La práctica del matrimonio temporal no es un residuo folcló- meses, en el caso del matrimonio permanente (art. 1151), pero de
rico o una costumbre bárbara pudorosamente arrinconada por la sólo dos menstruaciones o 45 días en el caso del matrimonio pro-
sociedad como una desviación vergonzosa de las buenas costum- visional.
bres. Los teólogos shiíes clásicos la consideran totalmente legí- Se observará el realismo del código civil, que no se para a ana-
ti ma, cuando no recomendable, y el código civil iraní, desde que lizar el carácter insólito del matrimonio provisional, no trata de

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limitar una institución que funciona por la fuerza de las cosas y el reconocimiento de la paternidad es necesario, ¿acaso no obe-
la benevolencia de los mollahs. Lo mismo sucedía en el sistema dece a leyes biológicas, las mismas cualquiera que sea el régi-
laico anterior a la revolución islámica: el estatuto personal defi- men jurídico elegido por los padres? Pero hay una explicación en
nido en los años veinte ya obedecía a la ley religiosa.8 la que intervienen unas disposiciones sutiles del legislador a fa-
En un manual jurídico destinado a orientar a los shiíes por los vor de la mujer: el matrimonio permanente (nekah), dice un teó-
vericuetos de la ley iraquí en todo lo referente a los derechos per- logo iraní contemporáneo, cesa por repudio, y el marido siempre
sonales se hace una valoración más clara:9 puede arrepentirse durante el periodo de viudez, durante el cual
le sigue pagando a su esposa repudiada una pensión completa
Regla 116 — El matrimonio temporal es una excepción a las re- (nafaqa), de modo que, cuanto más largo sea este periodo, más
glas generales del matrimonio permanente, y sólo tiene lugar en protegida estará la mujer; en el caso del matrimonio provisional,
circunstancias especiales, por lo cual los doctores shiíes de la ley cuyo final se fija de antemano por acuerdo mutuo, el periodo de
establecen que: viudez no está acompañado de una pensión, y a la mujer le inte-
1. Es malo que una doncella haga un contrato de matrimonio resa que dure lo menos posible para poder casarse de nuevo."
temporal. El hombre no tiene derecho a atraer a una virgen a una Los juristas islamistas, que no vacilan en afrontar las situacio-
unión cuya duración sea limitada.
nes más escabrosas y en responder a las cuestiones más estrafala-
2. Si un hombre puede ofrecer una vida desahogada a una mu-
jer y a sus hijos, es preferible, y es su deber de cara a la sociedad, rias, han previsto casos en que el plazo de viudez se suprime
que elija una esposa con la que vaya a vivir toda su vida. simple y llanamente. Para empezar, evidentemente, si no ha ha-
bido penetración. Otros dicen que un coitus interruptus Caz°
El jurista iraquí, que introduce a continuación un comentario equivale a la falta de relaciones sexuales. Para algunos incluso la
moralista sobre la debilidad humana y el realismo del islam, no sodomía (que se admite algunas veces y se practica ampliamente
se engaña en cuanto a la calidad rebajada del matrimonio de pla- en Irán, incluso con las mujeres...), debido a que no puede llevar
cer. Quedará, pues, reservado a las viudas o a las divorciadas, a la concepción de un embrión, autoriza la supresión del esta
mujeres de segunda mano, mientras que las muchachas vírgenes «prueba». Por último, siempre por la imposibilidad de concep-
todavía podrán soñar con un galán generoso que atravesará el de- ción, los mollahs laxistas eximen del plazo de viudez a la mujer
sierto para llevarlas con él al país dichoso de las parejas sin pro- climatérica.
blemas. ¿Cómo se justifica, sin embargo, el plazo de viudez re- Hay otros rasgos que hacen atractivo el matrimonio temporal
ducida, si esta precaución de los juristas está destinada a que se para los shiíes, según la situación en la que se encuentren: si el
conozca claramente la paternidad en caso de nuevo matrimonio? hombre no goza de una situación material muy estable, no tiene
¿Acaso las esposas «de placer» tienen menos probabilidades de obligación de pagar la pensión alimentaria. Así, a diferencia del
quedar embarazadas, o su condición se parece más a la de las es- matrimonio permanente, en el que la mujer tiene derecho a exigir
clavas con las que el hombre ha copulado antés de revenderlas? un nivel de vida decente, el marido temporal —siempre que los
Leo en una recopilación clásica:m contrayentes no hayan incluido expresamente una cláusula en el
contrato que disponga lo contrario— no está obligado a mantener
La mujer esclava divorciada en edad de concebir, a la que no le a su mujer. Por otra parte, tampoco está previsto que la esposa
llega la menstruación, se someterá a una prueba de mes y medio, temporal herede de su marido, lo que puede ser un alivio para los
ya sea su marido de condición libre o esclavo. hijos habidos de un primer matrimonio, si ven que su padre se
vuelve a casar con una aprovechada. (En cambio la herencia de
La reducción del plazo de «viudez» en el matrimonio de pla- los hijos es la misma, cualquiera que sea el contrato matrimo-
cer es algo difícil de entender desde un punto de vista racional: si nial, temporal o definitivo, de sus padres.)

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Para la mujer las formalidades del matrimonio de placer son justificaba por la necesidad de aplacar las ansias sexuales de los
más sencillas, y una muchacha virgen puede contraerlo sin nece- guerreros del Profeta cuando estaban en campaña, lejos de sus
sidad de obtener el permiso expreso de su padre o tutor, como su- mujeres. Luego, y hasta hoy entre los shiíes, cualquier situación
cede con el matrimonio «definitivo». Esta mayor libertad es re- que supusiera una estancia prolongada del hombre lejos de su
batida, sin embargo, por algunos juristas, pues consideran que hogar, ya fuera con motivo del comercio o la peregrinación, jus-
una mujer desflorada tiene menos valor y reservan la rotura del tificaba que se buscara una compañera ocasional, de la que no es-
himen a una unión más noble y duradera, y en todo caso la some- peraba que le diera una familia.
ten a autorización.12 Hoy día en la República Islámica de Irán las Pero desde hace unos cien años ha aparecido otra clase de jus-
autoridades, por lo general, tratan de registrar los matrimonios tificación. Se suelen citar al respecto autores iraníes recientes,
temporales para evitar abusos, pero la práctica es más relajada,
basándose sobre todo en el hecho de que el contrato «de placer» como el ayatollah Motahhari, pero la verdad es que sus argumen-
no requiere testigos, ni por lo tanto registro ni acta notarial. Lo tos no aportan nada original a la polémica destinada a rehabilitar
cual implica que suele haber trampas con el plazo de viudez... el matrimonio temporal, contra el parecer feminista. Hasta en los
En términos teóricos, pero que son utilizados sin rodeos ni ta- países sunníes, que en principio son contrarios al matrimonio
pujos por la jurisprudencia islámica, el matrimonio se asimila a provisional, hay quien envidia la institución conservada por los
una transacción en la que la mercancía es el sexo de la mujer, shiíes y propone que se copie.14
cuyo control adquiere el marido para gozar de él y tener hijos. En primer lugar se vio que en aquellas regiones donde shiíes y
Desde esta perspectiva, el matrimonio provisional es una especie sunníes vivían juntos, como en Iraq, algunos misioneros shiíes
de contrato de alquiler, en el que la mujer alquila su vagina conseguían atraer a los sunníes a sus mezquitas con el señuelo de
(boz') por un tiempo determinado y un precio convenido, para la posibilidad de emparejarse lícitamente con mujeres venales.
que el marido disfrute de ella a su antojo, evitando, si lo desea, la En 1900, en la revista de los modernistas-integristas egipcios al-
procreación." Según la ley shií, en este caso la mujer se consi- Manar se desató una violenta campaña contra estas prácticas.
dera «alquilada» (mosta'yera), lo mismo que un trabajador que Pero las disputas entre shiismo y sunnismo pronto fueron eclip-
alquila su fuerza de trabajo. El contrato de alquiler puede incluir sadas por la seducción que ejercía el mundo occidental moderno
cláusulas a priori absurdas, como la falta de relaciones sexuales sobre las minorías que se expatriaban temporalmente para com-
entre los esposos, o bien el número y la frecuencia de estas rela- pletar sus estudios universitarios. El espectáculo de la mujer no
ciones (a condición de que la duración total prevista en principio recluida motivó con frecuencia un rechazo del islam, como si el
para la validez del contrato no dependa del número de relacio-
joven musulmán descubriera de pronto que todas las reglas de la
nes), o incluso una duración de 99 años. En este último caso se
considera que el matrimonio es hasta la muerte, pero no implica pureza y el pudor que le habían enseñado no eran más que un las-
—a menos que haya estipulaciones contrarias expresas— que el tre inútil y molesto. En una palabra, se hallaban ante dos posicio-
marido tenga el deber de alimentar y alojar a su mujer, ni los de- nes irreconciliables: o bien Occidente había acertado al sacudirse
rechos a la herencia entre esposos, y el divorcio se equipara a el yugo de la religión, y la clave de su éxito estaba en su poder
una simple revisión del plazo, sin formalidad jurídica. racionalista y agnóstico (que relegaba las relaciones sexuales al
ámbito de la higiene, la demografía o el deseo amoroso, pero en
ningún caso las hacía objeto de justificaciones o prohibiciones
La justificación ideológica teológicas); o bien se trataba de un Occidente podrido, corrom-
pido, satánico, y se consideraba que su utilización de la seduc-
Parece que en un principio el matrimonio temporal ocupó un ción camal para apartar a los musulmanes de su religión formaba
lugar marginal en el derecho y la práctica de los musulmanes. Se parte de un plan de sojuzgamiento de los pueblos dominados.

196 197
Para los responsables religiosos del islam cuyos fieles cam- El contacto con la cultura occidental, que brindaba una imagen
bian la mezquita por el cine o el cabaret, las seducciones de la radicalmente distinta de la familia y del papel de la mujer, deses-
cultura occidental que tanto les repugnan son cebos deshonestos tabilizó, según Nasr, la célula islámica dirigida por la autoridad
y malditos. Afirman que un hijo de padres bebedores de alcohol del padre. En otro texto, donde trata de justificar el carácter lícito
nacerá tarado, y que la promiscuidad sexual de los occidentales del matrimonio provisional con la jurisprudencia shií, nuestro au-
tiene la culpa, en conjunto, de todas las enfermedades incurables tor empieza recurriendo a argumentos propios del islam, sacados
de nuestro tiempo: sífilis, sida, esclerosis en placas, miopatía, de la revelación o de la historia del islam primitivo; luego, como
mucoviscidosis, etc. Por no hablar de los desórdenes sociales que si aceptara que el argumento sobrenatural no es lo bastante con-
les obsesionan de un modo irracional, como si el hijo nacido vincente, añade:"
fuera del matrimonio recibiera menos cariño de su madre que el
de padres que se divorcian o se pasan todo el santo día peleán- La legitimación del matrimonio en la humanidad, desde los
dose, y como si estuviera abocado a la delincuencia mientras que orígenes, es una respuesta a la necesidad apremiante e instintiva
los demás acabarían siendo monaguillos. En realidad lo que in- de la unión sexual. El matrimonio permanente ha sido la práctica
comoda a las ideologías del islam es la imagen de la mujer libre, constante de los distintos pueblos del mundo. Pero a pesar de este
sin velo, un desafío para su plácida virilidad y una amenaza para hecho, en todos los países del mundo, tanto en las grandes ciuda-
des como en las pequeñas, hay lugares escondidos o públicos
el equilibrio de sus hogares.
donde —pese a todas las campañas y esfuerzos para convencer a la
Veamos cuál es la argumentación de un intelectual iraní occi- gente de que se abstenga de acudir a ellos— se practica la unión se-
dentalizado que alcanzó una posición elevada durante la monar- xual ilícita [la fornicación].
quía Pahlavi, Hossein Nasr.15 Para él, el abandono por Occidente
y sus émulos de una estructura patriarcal tradicional garantizada Teniendo en cuenta esta realidad, prosigue Nasr, el islam, que
por la autoridad de los hombres sobre las mujeres es el principio repugna el adulterio y la fornicación por ser fuente de impureza y
de la ruina social. La familia tal como la concibe el islam, según corrupción de las costumbres, ha legitimado una forma de unión
Nasr, va más allá de la forma atomizada moderna, pero ya no es sexual en la que se le exigen ciertas condiciones a la mujer (tener
la estructura tribal opresiva, sino una unidad social promovida un solo hombre a la vez y esperar, tras la unión, el plazo de absti-
por la religión, encabezada por el varón, progenitor, defensor, nencia).
alimentador y «sacerdote»...
La legitimación del matrimonio temporal en el islam [en reali-
En la familia el hombre, o el padre, tiene la función del Imam, dad, Nasr debería decir en el shiismo] se hace con el fin de permi-
según la naturaleza patriarcal del Islam. La responsabilidad reli- tir, dentro de la ley sagrada, unas prácticas que reducen los perjui-
giosa de la familia recae sobre sus espaldas. [...] En el interior de cios causados por la pasión de los hombres; si estas pasiones no
la familia, el padre es el apoyo de los preceptos religiosos y su au- se encauzan canónicamente, se manifiestan de un modo aún más
toridad es el símbolo de la autoridad de Dios en el mundo. En peligroso fuera de las estructuras de la ley religiosa.
efecto, el hombre es respetado en la familia precisamente a causa
de la función sacerdotal que desempeña. La rebelión de las muje-
res musulmanas en algunas capas de la sociedad islámica estalló Mantener a raya la fornicación, porque el hombre tiene todo el
cuando los hombres dejaron de desempeñar su función religiosa y derecho a satisfacer sus instintos y la mujer es su servidora: este
perdieron así su carácter viril masculino y patriarcal. Al volverse es, en resumidas cuentas, el razonamiento shií para justificar el
afeminados crearon la causa principal de la reacción de rebelión matrimonio provisional. Cuando la mujer se vuelve seductora, es
de ciertas mujeres, que ya no sentían sobre sí la autoridad de la re- decir, provocadora de los deseos irrefrenables del hombre,
ligión. amante en potencia, pierde su función utilitaria y tranquilizadora,

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altera el orden del mundo y arroja al hombre al torbellino de los siendo la solución más común para los musulmanes shiíes. Las
sentidos y las pasiones. relaciones adúlteras no son frecuentes y suelen estar perseguidas
En ningún caso se tiene en cuenta el deseo sexual de la mujer, por las familias, que se sienten desestabilzadas por un intercam-
y la búsqueda de esa satisfacción por su parte se consideraría una bio de mujer no controlado ni sancionado por un contrato. Recu-
insubordinación intolerable. El único derecho que se reconoce a rrir a la mujer esclava de la que se podía disponer a placer sería
la mujer es el de dar su consentimiento en el momento del con- volver a una institución abolida. La prostitución clásica, prohi-
trato que la compromete. (No obstante, en el matrimonio perma- bida oficialmente en el Irán actual, todavía existe de forma alea-
nente, sobre todo en los casos de poligamia en que una mujer po- toria, pero suscita mala conciencia moral y temor por la salud
dría quedar relegada, algunos juristas conceden a la mujer el pública. En la República Islámica de Irán no hay muchas posibi-
derecho a exigir que su marido se acueste con ella por lo menos lidades de que una institución tan alejada del ideal de pureza
una vez cada cuatro meses, para tener la esperanza de ser ma- como las casas de citas pueda ser legalizada. Lo único que queda
dre...). es el matrimonio temporal, cuya fórmula, muy flexible, permite
También se podrían traer a colación los argumentos del ayato- teóricamente un «acceso simplificado» a las mujeres.
llah Mortaza Motahhari en su famoso libro (ya citado) donde, El amor venal se regula de forma distinta en cada sociedad, de
para replicar a las objeciones contra el islam de una revista feme- acuerdo con los valores morales, las condiciones higiénicas y las
nina y feminista publicada en Irán en tiempo del sha, exponía del mercado. Tanto en un contexto cristiano como musulmán, la
con argumentos nuevos el punto de vista tradicional de la teolo- moral oficial desprecia la prostitución pero la tolera, y a veces es
gía shií sobre los derechos de las mujeres en el islam. Se podrían organizada por la sociedad civil para responder a una necesidad y
repetir los razonamientos de algunos teólogos sunníes, tentados evitar males mayores.
de rehabilitar el matrimonio provisional. Se podrían releer, hasta Al islam le repugna la idea de una sucesión de uniones sexua-
en los discursos del último sha de Irán, todas las invectivas con- les con distintos acompañantes para la misma mujer, cuyo hijo
tra la «permisividad» de las sociedades occidentales. Se podrían podría ser de padre desconocido. En cambio, le parece normal
citar indefinidamente los sermones de los viernes de las mezqui- que un hombre, si tiene medios, encuentre un número ilimitado
tas iraníes y de otros lugares, en los que se denuncia la deprava- de mujeres dispuestas a aplacar sus pasiones. Sin embargo, la
ción de las costumbres y el fracaso del cristianismo en los países prostitución está atestiguada en la mayoría de los países musul-
occidentales. En todos los casos hallaríamos la misma angustiosa manes. En Irán ya existía en la época safaví, cuando se impuso el
obsesión por Occidente y sus seducciones, la misma preocupa- shiismo: según la descripción detallada de sus costumbres reali-
ción por proteger a los jóvenes de las conductas licenciosas que zada por el caballero Chardin, las cortesanas de Isfahan, en 1666,
ponen en peligro la tranquilidad de los hogares, y el mismo es- cobraban caros sus encantos a los hombres que las llamaban para
fuerzo por atemperar, sin alterar las exigencias del orden social y que bailaran en sus fiestas y luego se acostaran con ellos en al-
religioso, los efectos de la naturaleza en los muchachos que de- gún cuchitril. Según Chardin, por aquel entonces en la capital del
ben esperar meses y años para poder casarse. reino había 14.000 prostitutas registradas oficialmente.

Aunque esta abominable profesión está muy extendida, no hay


ningún país, creo yo, donde las mujeres se vendan tan caro —co-
¿Matrimonio o prostitución?
menta Chardin—; porque, durante los primeros años de su vida di-
soluta, no se puede gozar de ellas por menos de quince o veinte
En definitiva, ¿cuáles son las posibilidades lícitas o ilícitas de doblones, lo cual es incomprensible, si se tiene en cuenta que en
acceso a la unión sexual? El matrimonio permanente sigue Persia, la religión, por un lado, permite que cada cual compre mu-

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chachas esclavas, y tenga tantas concubinas como desee: lo cual más frecuente de matrimonio de placer. (No me refiero a una
debería disminuir el precio de las mujeres públicas; y que, por falsa unión con el fin de tontear y divertirse sexualmente sin co-
otro, la juventud maneja poco dinero, y se casa muy pronto. Hay pulación, que también se practica y a veces es una fórmula reco-
que atribuir la causa a la lujuria de estos países cálidos, cuyo mendada por los mollahs, legitimada por el matrimonio tempo-
aguijón es más agudo que en los demás, y al arte de estas criatu- ral.)'9 La ventaja secundaria que se busca con este matrimonio
ras, que es una especie de embrujo.'7
blanco es aprovechar el vínculo de parentesco creado automáti-
camente por un contrato de matrimonio para poder tratar con los
Al final del antiguo régimen iraní (1979) este gremio seguía
allegados de la «esposa» de varias horas sin obligarles a respetar
prosperando en la capital del imperio shií, en el barrio reservado
las reglas restrictivas del velo y la distancia: todos ellos y ellas se
de Shahr-e now («ciudad nueva»). Hoy, según dicen, sale de
consideran emparentados por los lazos familiares (mahram), y
nuevo a la superficie sobre un fondo de miseria, pero de forma
por lo tanto pueden tener un trato mutuo sin problemas. Esta cos-
dispersa y sin control. Esta es la prueba de que la institución shií
tumbre, que en persa se denomina siqa-ye mahramiyat, sólo les
del matrimonio de placer no suprime el mercado del oficio más
parece una comedia a los que desconocen los dilemas planteados
antiguo del mundo.
por una escrupulosa separación de sexos en los medios musulma-
Sin embargo, el matrimonio temporal se le parece mucho, y se
nes tradicionales y los problemas cotidianos de promiscuidad,
puede decir sin exagerar que le hace una competencia fácil en
pobreza o simplemente vecindad.20
lugares que se consideran «sagrados». En ellos el amor libre co-
Otra razón para celebrar este falso matrimonio provisional, en
rre a cargo de mujeres que se alquilan a los buenos musulmanes,
círculos muy religiosos, es permitir que los jóvenes destinados al
dando a su comercio un carácter de lo más convencional y reli-
matrimonio puedan verse con más libertad durante unas horas o
giosamente lícito, pues lo ejercen en santuarios (para la capta-
unos días, descubriendo sólo la cara; a continuación empiezan
ción), vestidas con chador negro, a cambio de dinero y de forma
continuada. Esto último parece difícil de justificar en un contexto las negociaciones entre las familias para el verdadero matrimo-
islámico, en el que la ley impone un estricto plazo de viudez en- nio, que será permanente. En algunos casos —el ayatollah Motah-
tre cada unión. Pero sería olvidar las excepciones fáciles que se hari recomienda esta fórmula a los jóvenes que desean pelar la
pueden hacer para anular los efectos del plazo de prueba: además pava—, los novios descubren el cuerpo del otro en una especie de
de las exenciones de los juristas laxistas antes citadas, cuando no matrimonio «de ensayo» (ezdevaj-e azmayeshi), procurando no
hay riesgo de concepción, un ardid legal corriente (hila-ye llegar a la desfloración, que devaluaría este otro descubrimiento
shar'i) consiste en contraer con la misma persona un matrimonio reservado a la etapa siguiente, el matrimonio permanente...2'
provisional muy breve inmediatamente después del que acaba de
expirar, y no consumarlo: el segundo matrimonio anula el plazo
de viudez del primero, y como no tiene consecuencias no implica ¿Una revancha de las mujeres?
ninguna «puesta a prueba». De esta manera las mujeres pueden
contraer matrimonios provisionales en serie... (ardid ya señalado Vemos, pues, que en esta sociedad completamente dominada
por el orientalista Edward Browne en Kirman en 1888).3 por los hombres, una ley como la del matrimonio de placer puede
tener aspectos prácticos que responden a razones de comodidad y
oportunidad social, al margen del disfrute exclusivo y egoísta del
Matrimonio... blanco hombre.
Más aún, en la notable investigación de Shahla Haeri descu-
Ya he señalado la posibilidad de contraer•matrimonio con una brimos situaciones que invierten muchos de los estereotipos so-
cláusula de no consumación. En realidad se trata de la fórmula bre la sexualidad propios de la sociedad islámica: las mujeres

202 203
que practican el matrimonio temporal no son objetos o mercan- Relaciones entre los sexos
cías pasivas, y menos aún compañeras puramente venales. Mah-
vash, una de las informadoras de la etnóloga, le confiesa que, en Comparada con la doctrina cristiana del vínculo conyugal in-
vez de tener un marido permanente, busca el placer en los hom- disoluble, el islam no conoce un verdadero matrimonio defini-
bres que encuentra junto al santuario de Qom, y no desmiente su tivo y autoriza el repudio puro y simple de la esposa, sin más mi-
reputación de siqa-ru, es decir, «profesional». Lo único que ramientos. Algunas prácticas sunníes, so capa de un matrimonio
siente es que esta reputación le cierre las puertas de la «gente de- permanente en el que los contrayentes fijan de antemano la fecha
cente». Es ella, como la de la historia casi mítica con la que he del divorcio, corresponden, salvo ciertas disposiciones, al matri-
empezado este capítulo, la que elige a sus acompañantes. Para monio provisional de los shiíes."
Foruq, ingenua y satisfecha, que se casó por amor con un rico co- Pese al carácter meramente contractual de este matrimonio y
merciante piadoso (un hayyi) sin saber que ya tenía una familia la facilidad con que el Legislador celestial permite que el musul-
en otro lugar, el matrimonio, provisional o definitivo, no impor- mán se libre de su esposa o tome una nueva (hasta cuatro a la
taba: sencillamente comprobaba que era en su casa donde su vez, sin contar las esclavas o las esposas temporales), las socie-
amante hacía diariamente las abluciones posteriores al coito, y dades musulmanas están menos apegadas que las nuestras a una
por tanto le reservaba a ella lo mejor de sí mismo... Fati, por su forma familiar monógama y a una unión matrimonial permanente
parte, confiesa que pese a las desgraciadas circunstancias que hi- con fidelidad recíproca de los esposos. La inestabilidad de las
cieron de ella una siga profesional, siente placer con los hombres parejas perjudica las alianzas entre familias, que son la base del
que se le entregan con ardor, pues han pagado por un tiempo li-
tejido social. Los peores desórdenes llegan cuando se violenta la
mitado y quieren aprovecharlo al máximo, a diferencia de lo que
preferencia monógama de la familia de la esposa, que siempre
hacen con sus esposas que siempre tienen a mano, y de las que
están cansados. tratará de asegurar una posición más fuerte a la progenitura de su
Aparte de estos casos en los que el deseo de las mujeres, entre- clan. Hoy, salvo algunas excepciones alentadas por el clero (en el
vistadas por una compatriota que ha sabido recoger sus confi- caso de las viudas de guerra a las que no se quiere dejar solas,
dencias, ha podido expresarse en vez de disiparse en el silencio pero también debido a la lubricidad de ciertos mollahs, cuyo
engañoso de la segregación sexual, hay que citar a las mujeres ejemplo aparece denunciado con frecuencia en la cultura popu-
piadosas para quienes el matrimonio provisional es el cumpli- lar), el modelo de la familia iraní se parece mucho al de una fa-
miento de un deseo, y que buscan en los santuarios shiíes a los milia provinciana francesa antes de la explosión urbana e indus-
sayyed más guapos para proponerles, pagándoles, que pasen una trial de los años cincuenta. La vida en la ciudad, con los
noche con ellas o con sus hijas. Es posible que se trate de una inconvenientes de falta de espacio en las viviendas, limita tam-
forma de masoquismo latente sublimado en sueño de unión con bién las prolongaciones familiares más allá de la familia nuclear
hombres de carisma profético, algo así como las hijas de Israel, monógama clásica.
que soñaban con entregarse a un descendiente de David para ob- A pesar de las dificultades económicas con que se enfrentan
tener una descendencia gloriosa. Se admitirá que este tipo de los padres de familia numerosa en los países musulmanes actua-
proposiciones eróticas, en un lugar sagrado, no evocan los tristes les, y las limitaciones casi espontáneas en las familias urbaniza-
lupanares donde el amor se resuelve en unos lances rápidos e in- das al aumento de su progenitura, la procreación sigue siendo
morales, sino más bien alguna costumbre antigua de copulación uno de los fines fundamentales del matrimonio. Una pareja sin
sagrada. Evidentemente, es posible que los mollahs se aprove- hijos es una anomalía, probablemente víctima de una maldición
chen de la situación allí donde se les presenta, e incluso se puede divina. «Los hijos son el poder económico y defensivo» de la fa-
pensar que a veces son ellos los que inspiran esas ideas. milia; el nacimiento del primero, tras el matrimonio, es esperado

204 205
con impaciencia, y su retraso se vive como una tortura. La esteri- Dejemos que diga la última palabra un clérigo iraní que se ha-
lidad suele ser causa inmediata de repudio de la mujer, humilla- bía quitado provisionalmente el turbante y la túnica de mollah
ción y descenso de posición social. Por último, los hijos son la para visitar a unos parientes en Francia y en Suecia: al ver cómo
garantía de un hogar estable, del lugar eminente que ocupe su los jóvenes de ambos sexos convivían pacíficamente y sin escán-
madre y de que una segunda esposa no la pueda destronar.
23 dalo, y a veces incluso tenían hijos felices en sus «hogares»,
Esto explica también el carácter marginal del matrimonio pro- cayó en la cuenta de que el matrimonio de placer de los shiíes,
visional entre los shiíes, práctica licita y al alcance de cualquiera: que hace correr mucha tinta porque se practica en una sociedad
como esta clase de unión no se propone la procreación, sólo tradicional, no es otra cosa —pero con un nombre menos feo— que
puede satisfacer una pulsión sexual. El matrimonio provisional, el «concubinato», registrado como tal en el ayuntamiento, entre
en el que el hombre tiene reconocido el derecho, incluso sin esos jóvenes que por distintos motivos han optado por no legali-
acuerdo de su compañera, a practicar el coitus interruptus para zar su situación de un modo muy apremiante...
librarse de las diligencias de una madre en demanda de pensiones
y subsidios, y que puede incluir una cláusula de contracepción
estricta (cuando el hombre o la mujer quieren que el matrimonio Notas
sea estéril), no resulta nada atractivo para una mujer joven en 1. P. VIEILLE, La féodalité et l'Érat en Iran, Anthropos, París, 1975, p. 141.
edad de procrear en una sociedad islámica como las que conoce- 2. G. THAISS, «The Conceptualization of Social Change Through Metap-
mos hoy. hor», Journal of Asian and African Studies, 1-2 (1978), pp. 1-3.
Estamos ante dos tipos muy distintos de unión sexual. En el 3. Y. LINANT DE BELLEFONDS, «Le droit imámite», en R. Brunschvig y T.
Fahd eds., Le shi'isme imámite, PUF, París, 1970, pp. 197 ss.
primero, que es la norma, todas las fantasías lúbricas se apagan 4. Véase W. ENDE, «Ehe auf Zeit ( mut'a) in der innerislamischen Discussion
con la lámpara de cabecera del lecho conyugal, según las investi- der Gegenwart», Die Welt des Islams, XX, 1-2 (1980), p. 20 (Iraq) y p. 36 (Lí-
gaciones publicadas y analizadas por Paul Vieille: «No se desnu- bano). Véase también O. CARRÉ, «La «Révolution islamique» selon Muham-
dan para hacer el amor, los cuerpos permanecen tapados; el des- mad Husayn Fadlalláh», Orient, 1 (1988), p. 78.
5. He tomado el relato textualmente del excelente libro de Shahla HAERI,
nudo puede causar la frigidez masculina [...] la caricia es The Law of Desire. Temporary Marriage in Iran, I. B. Tauris, Londres, 1989. p.
prácticamente desconocida; el acto sexual empieza con la pene- 154.
tración y termina con la eyaculación, de modo que el hombre y la 6. Véase L. MASSIGNON, Essai sur les origines du lexique technique de la
mujer sólo se juntan en el coito. La sexualidad está aislada física- mystique musulmane, reed., Vrin, París, 1954, pp. 148 ss.
7. Utilizo aquí HAERI, The Law of Desire, p. 170.
mente del conjunto del cuerpo y temporalmente de la vida coti- 8. Véase ENDE, «Ehe auf Zeit», art. cit., p. 12.
diana. También está aislada intelectualmente del nosotros con- 9. M. H. al-NAllaR, Islam-Jafari Rules of Personal Status and Related Rules
yugal: entre los esposos no hay ninguna comunicación relativa al of Iraqian Law, 2a ed., WOFIS, Teherán, 1978, pp. 66 ss.
placer, no sólo durante el acto sexual, sino incluso fuera de él. Es 10. A. QUERRY, Droit musulman. Recueil de lois concernant les musulmans
schyites, t. 2, Imprimerie Nationale, París, 1872 (trad. de los Sharaye ol-eslam
inconcebible que la mujer dé muestras de placer ante el hombre,
de Mohaqqeq al-Helli), p. 33.
pero también que las dé el hombre ante su mujer.>> 24 11. M. SHAFÁ'I, Mot'a va asar-e hoquqi va ejtema'i-e an, ed., Heydari,
La otra unión, la que se escapa hacia las delicias paradisiacas Teherán, 1352/1973, citado por HAERI, The Law of Desire, p. 58.
y es bendecida por los mollahs con sus fórmulas jurídicas, se 12. Mohaqqeq HELLI, Sharaye ol-eslam, trad. del persa por A. b. Ahmad
burla del matrimonio, de los hijos y de los derechos de la mujer. Yazdi, M.-T. Danesh-Pajouh, ed., vol. 2, 2' ed., Universidad de Teherán,
1358/ 1979, p. 523.
Tiene aspectos que ofenden el sentido común y rebajan a la com- 13. HAERI, The Law of Desire, pp. 33 ss, 52 ss; según el diccionario de Dozy
pañera a una condición claramente inferior, la de una persona «boz'» significa propiamente «himen, el pliegue membranoso que suelen tener
que alquila parte de sí misma para el disfrute de otro. las vírgenes a la entrada de la vagina».

206 207
14. M. MuTAHHAki, The Rights of Women in Islam, WOFIS, Teherán, 1981, 7
pp. 25-57; W. ENDE, «Ehe auf Zeit... », art. cit.
15. S. H. NASA, Islam, perspectives et réalités, Buchet-Castel, París, 1975, Un pensamiento revolucionario islámico
pp. 137 ss.
16. 'A. TABÁTABÁI y S. H. NASR, «Appendix H. Mut'ah or Temporary Ma-
rriage», en Shi'ite Islam. George Allen & Unwin, Londres, 1975, p. 228.
17. Voyages du chevalier Chardin en Perse et atares lieux de l'Orient,
Nueva edición a cargo de L. Langlés, Le Normant, París, 1811, vol. 2, pp. 208
ss. Sobre la prostitución en Irán en la época moderna, ver las referencias de W.
FLOOR, «Algunas notas sobre la mut'a», ZDMG, 138, 2 (1988), pp. 325-331 y,
sobre todo, Jacob E. POLAK, «Die Prostitution in Persien», Wieber Medizinische
Wochenschrigt, II (1861), o" 32, 35 y 39.
18. Véase E. G. BROWNE, A Year Amongst the Persians (reimpresión), Adam
& Charles Black, Londres, 1970, p. 506.
19. HAEIU, The Law of Desire, pp. 98 ss.; Ende, «Ehe ahf Zeit... », p. 33.
20. HitEal, The Law of Desire, pp. 89 ss.
21. HAERI, The Law of Desire, pp. 97 ss.; MUTAHHARI, The Rights of Women, Con frecuencia se escuchan dos interpretaciones ingenuas
p. 31. del movimiento revolucionario iraní: o bien es el resultado de
22. Véase D. VON DENFFER, «Mut' a - Ehe oder Prostitution? Ein Beitrag zur una movilización política clásica desviada por una clase social
Untersuchung einer Institution des Schi'itischen Islam», ZDMG, 128 (1978), p.
305.
mejor preparada (el clero) o, por el contrario, desde una pers-
23. Vw.n 1F, La féodalité et l'État, pp. 90, 130 ss. pectiva culturalista y elitista, se atribuye al clero y a sus agen-
24. VIEILLE, La féodalité et l'Éter, p. 143. tes el mérito de la «concienciación» de las masas —porque se
supone que conocían mejor que nadie la distancia entre las as-
piraciones de la nación y las realidades opresoras impuestas por
Occidente— y se justifica de facto el dominio clerical. Por un
lado tenemos una manipulación diabólica, con la probable con-
nivencia de una potencia extranjera (¿Estados Unidos, Unión
Soviética...?), por otro la maravilla providencial sacada de la
chistera de un mago. Las cosas, desde luego, son más compli-
cadas, aunque a veces la evolución del movimiento revolucio-
nario iraní parece dar la razón, por turno, a las dos interpreta-
ciones.
Cuando muchos pensaban que la religión iba a perder su in-
fluencia popular, el movimiento social se dio —a falta de algo
mejor— el lenguaje del islam. Sin duda fue así porque en él en-
contró los elementos para expresarse en un momento en que la
dictadura ahogaba cualquier oposición.1 La sensibilidad reli-
giosa y el rechazo a Occidente no son los únicos factores de la
sublevación iraní de 1978-1979, pero al final prevaleció la ten-
dencia religiosa. ¿Qué ideas nuevas habían surgido en los me-
dios musulmanes, clericales o no, capaces de encauzar el dis-

208 209
curso del movimiento revolucionario? ¿Cuál es el futuro ideo- notara el menor movimiento entre la población afectada.2 Los
lógico de la revolución? ¿Es una revolución islamista o shií? disturbios que estallaron en Irán en 1963 se podían presentar sin
dificultad a la prensa internacional como intentos de volver al
pasado, en los que el islam no desempeñaba un papel muy ilus-
¿Clérigos y laicos, la misma lucha? trado. Todo eso justificaba su aplastamiento brutal, como una
nueva represión en 1964 contra los Hermanos Musulmanes y la
La movilización política en el Irán anterior a la revolución no ejecución de su principal ideólogo, Sayyed Qotb.
fue obra de una categoría homogénea de militantes. Mientras los Todo cambia, precisamente, a partir de esta fecha. Los nuevos
frutos de la modernidad eran cada vez más visibles y menos pal- teóricos musulmanes ya saben cuál es su enemigo, y se dispo-
pables, los intelectuales a veces se quedaron a la zaga de una re- nen a combatirlo también en el plano de las ideas. Aceptan el
flexión generalizada en la que se mezclaban le rechazo de la de- reto de la modernidad y se presentan como portadores de un
pendencia cultural y una frustración económica cada vez mayor. proyecto de sociedad para nuestra época. En el lado shií, el ala
En esta búsqueda de sentido competían distintos tipos de inte- religiosa del Frente Nacional de Mosaddeq rompe el aisla-
lectuales, eruditos tradicionales (ulemas, especialistas del saber miento. El doctor\ Mosaddeq, que fue primer ministro de 1951 a
teológico), intelectuales occidentalizados (especialistas del sa- 1953 y nacionalizó la Sociedad Británica de Petróleo, había fra-
ber de y sobre Occidente) y «nuevos intelectuales». Estos últi- casado, al fallarle el apoyo de los religiosos, en siLintento de
mos, portadores de una especificidad moderna (conocimiento de acabar con la autocracia del sha.3 Pero entre los que le apoyaron
por lo menos una lengua europea), reivindicaban la legitimidad hasta le final había musulmanes convencidos que criticaron du-
de un planteamiento no tradicional acerca de la religión. Ellos ramente el viraje del ayatollah Kashani contra los nacionalistas
no habían subido los escalones del saber religioso en las escue- y trataron de definir una nueva vía en la que se vindicara abier-
las teológicas tradicionales ( madrasa), sino que habían apren- tamente el islam junto con los valores políticos. Rechazaban la
dido a leer en un sistema de enseñanza más o menos laico y, tras simple lucha nacionalista laica y, desde su militancia musul-
acceder por sus propios medios al corpus del saber religioso (el mana, aceptaban los valores liberales y democráticos. Su princi-
Corán, la tradición), pretendían darle una interpretación nueva, pal temor era que, si ellos no se manifestaban con sus referen-
que no estuviera deformada por siglos de embotamiento. cias religiosas, la única alternativa a la autocracia del sha sería
Hasta los años setenta nadie parecía esperar un gran renaci- el marxismo.
miento del islam, y en todo caso no había ningún desafío político Al trazar las líneas maestras de la evolución ideológica de los
importante que alterase el tranquilo avance de los países musul- shiíes iraníes, no puedo pasar por alto el resurgimiento paralelo
manes hacia el progreso y el desarrollo. Los escasos incidentes que tuvo lugar en Iraq y el Líbano.4 El hecho de que Iraq tam-
conocidos que jalonaban este avance se consideraban excepcio- bién hiciera de bisagra, gracias al encuentro en Nayaf de cléri-
nes, como mucho resistencias de carácter reaccionario: en 1909 gos procedentes de distintos horizontes geográficos y políticos,
la oposición del jeque Fazlollah Nuri —el más sabio de los ulemas no cambia en nada la originalidad de la situación iraní. En Irán
de Teherán de su época— al movimiento democrático se saldó con el islam, cuya expresión pública se había visto muy reducida du-
su ejecución pública, en la capital, sin que nadie osara protestar. rante medio siglo, salió de nuevo a la superficie de un modo es-
Más adelante los dos movimientos paralelos de los Hermanos pectacular a partir de los años sesenta-setenta. Y como fue en
Musulmanes en Egipto y Oriente Próximo, y de los «*Devotos Irán donde, contra todo pronóstico, estalló la revolución islá-
del islam» (Feda'iyan-e eslam) en Irán fueron duramente repri- mica, conviene averiguar por qué.
midos por Nasser (a partir de 1954) y el sha (en 1956) sin que se Dentro del movimiento del Frente Nacional de Mosaddeq ha-

210 211
bía musulmanes que se pusieron a reflexionar sobre política. permitieron defender posiciones críticas en la joven República
Entre los más destacados cabe citar al que fuera el «padre» del Islámica. Como postura simbólica, en las sesiones de la Asam-
islam político liberal, el ingeniero Mehdi Bazargan.5 Este diplo- blea de Expertos (constituyente) de 1979 decidió sentarse en el
mado de la École centrale de París que en 1964 fundó el Movi- suelo en vez de hacerlo en los mullidos asientos que habían uti-
miento por la Libertad de Irán (Nahzat-e Azadi-e Iran), cuando lizado los senadores del sha. Su muerte (el 10 de septiembre de
estaba al comienzo de su carrera política, como él mismo de- 1979, de un ataque al corazón), sólo seis meses después del esta-
claró en 1981, inspiró tanto a los fundadores de la República Is- blecimiento del nuevo régimen, despejó el camino a la instala-
lámica como a sus más ardientes enemigos, los Moyahedin del ción de una teocracia poco respetuosa de las libertades funda-
Pueblo. Al principio, novedad fecunda, su movimiento reunió mentales.
tanto a laicos como a clérigos eminentes, entre los que descolla- Dos líneas ideológicas dominan la obra de Taleqani: la lucha
ban el ayatollah Mahmud Taleqani y los dos hermanos ayato- contra el poder absoluto y el afán de justicia social.
llahs Reza y Abol-Fazl Zanyani. Pero la estrategia política del Para luchar contra la dictadura, Taleqani reedita en 1955 un
Movimiento por la Libertad de Irán adolecía de una contradic- tratado de Mirza Hoseyn Na'ini sobre la justificación teológica
ción flagrante: había optado por la vía parlamentaria y legal, del constitucionalismo parlamentario, una obra que su propio
cuando el régimen que trataba de reformar le impedía cualquier autor había retirado de la circulación poco después de su pri-
forma de expresión, encarcelaba a sus dirigentes y reprimía sis- mera publicación en 1909.6 Al prologar esta reedición y asumir
temáticamente todas sus manifestaciones. Aunque también una justificación shií de la democracia, Talegani reeoncilia al
desde la prisión, gracias a su tenacidad, los amigos de Bazargan clero con la tradición liberal surgida de la revolución constitu-
propagaron un discurso enérgico sobre el islam y la sociedad. cionalista. No corre muchos riesgos, ya que define el gobierno
El ayatollah Taleqani, teólogo comprometido que llegó a ser de los hombres diciendo que corresponde a Dios, a la Ley divina
(la sharia), a los Profetas y a los Imames, cuyos pensamientos y
uno de los principales jefes de la revolución islámica en 1978-
fortaleza espiritual están enteramente al servicio de esas leyes, y
1979, fue una de las personalidades más destacadas de este mo-
además no reclaman ningún título monárquico, y por último a
vimiento. Nacido en 1911 en el seno de una familia clerical,
los ulemas y a los justos entre los creyentes... Pero establece
Mahmud Taleqani estudió teología en Qom y Nayaf, sobre todo
claramente los límites de la legitimidad humana.
bajo la férula de un maestro progresista de la época de Reza Taleqani desarrolló su concepción de la justicia social en un
Sha, Mirza Jalil Kamarai, al que acompañó más tarde a Teherán. libro sobre El islam y la propiedad en comparación con los sis-
Detenido por primera vez por la policía de Reza Sha por no lle- temas económicos de Occidente, una especie de refutación del
var el certificado que autorizaba a llevar turbante, Taleqani em- marxismo en nombre de una visión social y «progresista» del
pezó a dirigirse a los jóvenes desde finales de los años treinta, islam. La gestación de este libro, como señala acertadamente
preocupado al ver que se alejaban del islam. Durante toda su Chehabi, coincide con los esfuerzos del sha para imponer una
vida conservó esa doble cualidad de hombre de diálogo con los reforma agraria. Los terratenientes rechazaban la reforma ale-
jóvenes y militante contra la dictadura: con los nacionalistas en gando, entre otras cosas, que atentaba contra el sacrosanto prin-
la época de Mosaddeq, pero cercano a los Feda'iyan-e eslam, cipio de la propiedad.
con los liberales nacionalistas de Bazargan a partir de los se-
senta, pero también cercano, sobre todo en la cárcel y después La propiedad —contesta Talegani-1 es relativa y limitada. [...]
de la revolución, a los grupos armados inspirados en las ideas Nadie debe considerarse propietario absoluto de su bien. El po-
revolucionarias, ya fueran marxistas o musulmanes de iz- der absoluto y la posesión completa de los bienes sólo corres-
quierda. Estas cualidades le valieron una gran popularidad y le ponde a Dios, que ha creado al hombre y a todas las demás cria-

212 213
turas y los mantiene permanentemente en su poder. El hombre no todos los bienes, no hay «feudalismo» (toyuldari) propiamente
tiene más propiedad que la que Dios, sabiamente, ha querido dicho, y el fenómeno de la propiedad territorial a gran escala es
darle, según la capacidad de intelecto, el libre arbitrio y la auto- una de las consecuencias de la penetración occidental;
nomía de que Él le ha dotado. —el islam prohibe, desde luego, el préstamo con interés y el
atesoramiento, pero estimula el comercio, que es la distribución
Partiendo de esta premisa es fácil decir que la tierra pertenece de las riquezas: hay que tomar de cada cual según sus aptitudes
ante todo al que la beneficia. No hay condena de la propiedad
y darle según sus necesidades;
territorial, sino del acaparamiento especulativo de bienes. Tale-
—en el islam la actividad económica es libre, ya sea en la pro-
qani va más lejos, y trata de refutar las tesis marxistas respon-
ducción o en la distribución de las riquezas, y los recursos natu-
diendo a los problemas planteados por su crítica al capitalismo.
rales pertenecen al que los beneficia, pero con ciertos límites
En efecto, nuestro autor conoció el comunismo, primero durante
cuyo control corresponde al estado;
la ocupación anglo-soviética de Irán de 1941-1946, periodo en
el que surgió un partido comunista estalinista, el partido Tudeh — la economía no es, como dicen a veces los marxistas, la
(Tuda, «de masas»). En 1946 Taleqani, enviado como observa- única dimensión de las desigualdades: el islam reconoce que
dor por el clero de Qom, acompañó a las tropas iraníes que iban hay diferencias entre los hombres, pero rechaza las que provie-
a expulsar al ocupante soviético del Azerbaiyán iraní. Más ade- nen de los privilegios de posición, como sucede con frecuencia
lante, en la cárcel, conoció de cerca a los militantes marxistas, y en los regímenes monárquicos, o bajo la influencia de los milita-
uno de sus hijos fue miembro de una organización activista de res. Es hipócrita, declara Taleqani, tener por enseña la Declara-
extrema izquierda. Tuvo, pues, ocasión de ver concretamente ción de los Derechos Humanos y violarla en nombre de los inte-
cómo se conducían los comunistas, en especial de cara a la reli- reses de una nación o una clase en particular (critica sobre todo
gión. De ahí su interés por una- refutación del marxismo y una el doble lenguaje de las potencias coloniales, y alude directa-
apología del islam que tuviera eco_entre los jóvenes intelectua- mente a Francia durante la guerra de Argelia).
les. Como vemos, Taleqani tenía un modo de pensar «moderno».
En El islam y la propiedad Taleqani aborda cuestiones nuevas En algunas ocasiones se pronunció contra la existencia de una
para un clérigo de turbante: clase clerical en el islam, y por la descentralización de la fun-
— la evolución del principio de la propiedad, la división del ción de guía espiritual (marya'-e taqlid), pero el anticlerica-
trabajo y las primeras teorías económicas, la revolución indus- lismo no dominó su pensamiento.' Asimismo Mehdi Bazargan,
trial; que fue su compañero de viaje desde principios de los cuarenta,
— los abusos del capitalismo, la lucha de clases y las tesis aunque estudiara termodinámica en Francia y llevara corbata y
marxistas sobre la dictadura del proletariado y el advenimiento sombrero, propició en 1979 la creación de un sistema político
de una sociedad sin clases; dominado por el clero. Su concepción moderada del progre-
— la economía vista desde la perspectiva del islam, visión sismo musulmán, que trata de proteger las libertades individua-
transhistórica de la economía: las leyes humanas son parciales, les y colectivas y restablecer la ética musulmana sin romper con
están limitadas por la experiencia histórica, sujetas al cambio, la evolución industrial y cultural moderna, se aviene con la au-
las tiranías las pervierten con facilidad, están influidas por el toridad clerical, aunque los dos tratan de relegarla en la medida
desorden de las pasiones, mientras que la Ley del islam tiene de lo posible al ámbito de lo espiritual. En realidad lo que hacen
una validez intemporal y transforma al hombre «poseído» por es más bien yuxtaponer su fe religiosa y su compromiso político
las pasiones en un «posesor» de sí mismo; al servicio de la libertad, la independencia nacional y la justicia
1- /en la tradición islámica, que considera a Dios propietario de social: afirman claramente que no hay ninguna incompatibili-

214 215
dad, en todo caso correspondencia, entre ambos, pero mantienen 1975). Muerto en 1977, cuando sus escritos se difundían clan-
su acción política a cierta distancia de su convicción religiosa. destinamente y se copiaban a mano con papel carbón (la fotoco-
pia todavía era cara y peligrosa), su notoriedad era enorme y su
foto era llevada junto con la del ayatollah Jomeini en las grandes
Un pensamiento shií no clerical manifestaciones revolucionarias de 1978-1979. Después de la
liberalización de la censura en Irán, que se produjo en el mo-
La ideología del Movimiento por la Libertad de Irán com- mento de su muerte, sus libros se fueron publicando poco a
parte dos inspiraciones fundamentales del shiismo: el respeto a poco, primero con seudónimos y luego abiertamente, pero en
la tradición, sobre todo en su forma clerical (como herencia de ediciones artesanales, mecanografiadas; han alcanzado tiradas
los Imames), y una profunda aspiración democrática. En efecto, desconocidas en Irán: se habla de varios millones de ejemplares
el shiismo no es más ni menos «democrático» o «igualitario» de algunos títulos.
que el sunnismo, si es que esta valoración anacrónica tiene sen- En 1991 parecía que esta popularidad había decaído. ¿Por
tido. Los Imames Ali y Hoseyn habían luchado contra la iniqui- qué? El «envejecimiento» de un pensamiento comprometido
dad y la violencia de los omeyas, que olvidaban las virtudes so- cuyo autor falleció la víspera de la revolución no tiene nada de
ciales y éticas del mensaje coránico y practicaban el nepotismo extraño. Los que rechazan este pensamiento en nombre de una
generalizado. En su rebelión, Ali y Hoseyn contaron con el res- supuesta «pureza» doctrinal bendecida por los ulemas tratan de
paldo de unos «clientes» no árabes que esperaban ser tratados remedar a Shariati pero a su_ manera, con la ideología islámica
con más justicia por la religión que profesaban. Representaban, por delante. Shariati les resulta molesto porque planteó proble-
pues, una comente más «popular», pese al principio legitimista mas más profundos que la simple adaptación de las estructuras
de la sucesión por la sangre que defendían frente al principio educativas a la islamización del mundo moderno, y no le intere-
sunní de elección del califa por un consejo (shura). En el pe- saba poner parches al sistema clerical. Los que apelaron a este
riodo de la Ocultación del Imam los shiíes recuperaron su auto- pensamiento para justificar su activismo político lo deformaron
ridad política al entrar en vigor el principio del iytihad (interpre- al transformar sus ideas en consignas. Shariati estaba en contra
tación, en cualquier época, de la aplicación de la Ley por los de la acción obsesiva, ante todo quería formar los espíritus.
teólogos autorizados) y la tradición de libre elección por los cre- Un libro polémico publicado en 1983 por una institución vin-
yentes de su jefe religioso (matya' al-taillid).9 En este doble po- culada a las escuelas teológicas de Qom (subvencionada por la
der está lo más esencial de la democracia: el control de la nación República Islámica), lanza un ataque en toda regla contra el
(o de la comunidad) sobre la autoridad y sobre la aplicación de doctor Shariati, y así acaba con el malentendido de una supuesta
las leyes fundamentales. armonía ideológica entre jomeinismo y shariatismo. Le rela-
Esa es la aspiración de Ali Shariati. El nombre de este escri- ciona expresamente con los reformadores de la época anterior
tor y conferenciante ha aparecido ya varias veces a propósito de (Hakamizada, Sangalayi), acusados de ser agentes manipulados
sus interpretaciones militantes de los temas shiíes y su visión por el imperialismo para destruir la unidad de la comunidad mu-
politizada del islam.m En París, donde conoció a los militantes sulmana. El autor del libro, un mollah llamado Ali Monzer, elo-
independentistas argelinos y a Frantz Fanon, Louis Massignon y gia a Motahhari por haber desbaratado este complot contra el
Jean-Paul Sartre, Shariati aprendió a asociar el islam a una te- islam..." (Sus asesinos habrían pretendido castigarle por haber
mática revolucionaria. De vuelta a Irán, la policía política le criticado a Shariati en la hoseyniya Ershad.)
prohibió hablar en varias ocasiones, trató de recuperarlo para la A pesar de otros ataques parecidos, no se puede decir que se
propaganda antimarxista y, por último, le encarceló (1973- haya acabado con la influencia de Shariati. Muchos militantes

216 217
de los Comités Revolucionarios o de los guardianes de la revo- muerte, fueron atacados por un grupo armado que dispersó e hi-
lución (pasdaran) se sorprendieron con la publicación del libro rió a los participantes. En Irán subsiste un grupo clandestino,
de Monzer, y seguramente algunos de ellos sueñan con librar a con una delegación en Francia, los «Monoteístas de la Revolu-
la revolución de la influencia de los mollahs. En el discurso ofi- ción Islámica» ( Movaheddin-e enqelab-e eslami), que tratan de
cial de la República Islámica, y especialmente en los manuales continuar la obra del Doktor (Shariati) actuando y hablando con
escolares, hay muchos indicios de la vigencia de las ideas sha- el mismo espíritu de islam progresista, más que convirtiendo a
riatistas, de su terminología («ideología», «visión del mundo is- su inspirador en un ídolo.
lamista») y de sus esfuerzos por definir un islam progresista y La Organización de Moyahedin (o «Combatientes») del pue-
antiimperialista. blo iraní (Sazeman-e moyahedin-e jalq-e Iran), grupo revolucio-
Por otra parte, no cabe duda de que la obra de Shariati se ha nario que pregona las opiniones de un islam progresista, surgió
quedado bastante desfasada: iba dirigida a jóvenes intelectuales después de las grandes manifestaciones de 1963 contra el sha,
que buscaban una vía islámica entre la sumisión al régimen im- pero su existencia real se remonta a 1971 (acciones terroristas,
perial prooccidental y la rebelión inspirada por el marxismo. El entrenamiento en los campamentos palestinos del Líbano). Se
discurso a favor de la vuelta a los valores islámicos no tiene el malquistó con la mayor parte del clero shií a partir de 1975,
mismo eco en un ambiente saturado de reislamización autorita- cuando se hizo evidente su tendencia marxista. Su mejor valedor
ria y cansado de propaganda religiosa. La situación ha cam- después de la revolución era el ayatollah Taleqani. A su muerte
biado, pero el impulso de Shariati siempre se puede recuperar y (septiembre de 1975) los Moyahedin se quedaron huérfanos. Jo-
actualizar. En cualquier caso, la prohibición de reeditar algunos meini y el Partido de la República Islámica les apartaron del po-
volúmenes de sus obras por su crítica virulenta del clero revela der, y luego, el 21 de junio de 1981, tras la destitución de Bani-
que los responsables de la República Islámica aún temen la in- Sadr, con el que estaban aliados, pasaron a la rebelión abierta.
fluencia potencial de estos escritos. Durante más de un año, con atentados sangrientos y manifesta-
Entre las organizaciones activistas que adoptaron como direc- ciones suicidas, crearon un clima de violencia política. Final-
triz las posiciones anticlericales de Shariati, cabe citar al grupo mente, tras una desesperada ofensiva en Kurdistán pocos días
clandestino Forqan, que recién triunfada la revolución se res- antes del alto el fuego entre Irán e Iraq (agosto de 1988), esta or-
ponsabilizó de varios atentados espectaculares, como el asesi- ganización extremista, cuyos jefes se habían refugiado en Iraq
nato del doctor Mofatteh y del ayatollah Mortaza Motahhari cuando tuvieron que salir de Francia en 1986. desapareció del
(ulemas acusados de obstruir la influencia de Shariati). Forqan horizonte político.
fue desmantelado y sus dirigentes ejecutados en 1979, pero el La utilización de Shariati por la militancia musulmana de los
grupo «Ideal de los desheredados» (Arman-e mostaz'afan), que Moyahedin del Pueblo es un viejo malentendido.'' El propio
se inspiraba en la misma ideología shariatista dura, se mantuvo Shariati se pronunció acerca de los Moyahedin, y no fue indul-
durante varios años. Hoy en Irán ninguna asociación puede de- gente con ellos: denunció a los que confundían la agitación con
clararse abiertamente partidaria de la ideología de shariatista. la acción y trataban de añadir nombres al martirologio shií sin
En Centro de difusión del pensamiento del doctor Shariati (Ka- reflexionar acerca de la inmadurez de este culto a la sangre y su
nun-e nashr-e afkar-e doktor Shariati), que dirigió la publica- inutilidad, en una época en que los lmames mártires y sus des-
ción de las obras completas del maestro, fue oficialmente di- cendientes todavía son utilizados por las creencias populares
suelto, y algunas obras importantes de Shariati están prohibidas. para actos de piedad mágicos. En vez de esta agitación, Shariati
El 19 de junio de 1981, cuando sus amigos estaban reunidos en pedía que se formara un verdadero pensamiento islámico."
casa de su viuda para conmemorar el cuarto aniversario de su En cuanto a los Moyahedin, siempre guardaron las distancias

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con Shari'ati, al que consideran un brillante ensayista, pero no rismo»; el gihad es una guerra de liberación y el «combatiente
su ideólogo. En 1974 lanzaron la especie de que era un agente sagrado» (moyahed) un guerrillero; el mártir, más que un testigo
de la SAVAK. Después de la revolución, en un opúsculo publi- de la fe, es un héroe revolucionario... Esta es la herencia que ha
cado en 1980 en Teherán, atacaron directamente el pensamiento dejado este grupo a la República Islámica. Los Moyahedin fue-
de Shariati, afirmando que era «una comprensión pequeñobur- ron los primeros en utilizar el término coránico mostazafin en el
guesa del islam». Tuvo que pasar bastante tiempo, con los diri- sentido político de masa oprimida, que llegó a ser crucial en el
gentes de la organización exiliados en París, para que en las pu- ideario de Jomeini. Como señala Abrahamian, para los Moyahe-
blicaciones de los Moyahedin aparecieran las críticas más duras din la espera del Duodécimo Imam es la espera del advenimiento
y el rechazo a Shariati. Le acusaban de impedir la acción y que- de una sociedad sin clases, libre de penurias, guerras, injusticia,
rer transformar las superestructuras sin cambiar las relaciones opresión, corrupción y alienación." Esto tiene una dimensión es-
de fuerza en el interior de la sociedad. catológica, pero no se sabe si es para el otro mundo o para éste.
Algunas de las ideas que dieron pujanza a los Moyahedin del El futuro de esta versión del islam no está ligado al de los
Pueblo podrían volver algún día, debido a su formulación islá- Moyahedin del Pueblo, cuyos comportamientos infantiles arrui-
mica y su poderosa inspiración social. En especial sus princi- naron su futuro político: manifestaciones suicidas contra la Re-
pios de exégesis coránica, resumidos en estas líneas de Cómo pública Islámica en 1981-1982, atentados espectaculares pero
aprender el Corán:" sin consecuencias, acuerdo político con Bagdad en el peor mo-
mento de la guerra entre Iraq e Irán, culto primario al jefe, etc.
El método utilizado por nuestra Organización para practicar Un eventual imitador de los Moyahedin podría aprender de es-
la exégesis (tafsir) en particular del Corán y del Nahy al-Balaqa
tos errores y evitar los mismos tropiezos: entonces podría rena-
es cualitativamente distinto del de los musulmanes tradicionales.
Hemos desarrollado un método realista científico que nos per- cer una organización militante shií. Por lo demás, varias estruc-
mite captar la esencia real de estos textos [...] Para nosotros, es- turas de la República Islámica se inspiraron en este paradigma,
tos textos no son órdenes estáticos y dogmáticos, sino más bien y el tipo del militante vestido con una parka, entrenado en la lu-
unas guías y una inspiración para un cambio dinámico y una ac- cha de guerrillas, o el de su hermana con el pantalón cubierto
ción revolucionaria. Por desgracia los musulmanes tradicionales con un «manto islámico» y tocada con un ancho pañuelo, fueron
han tratado estos textos como dogmas secos, tranquilizantes para las referencias generales de la juventud después de la revolu-
la opinión, o revelaciones sobre la ciencia y la técnica. De este ción y la norma definida por el estado. Es el único triunfo, poca
modo han rechazado a los intelectuales progresistas y abiertos a cosa desde luego, de los Moyahedin del Pueblo.
las ciencias. [...] En realidad, estos religiosos inmovilistas han
hecho con el islam exactamente lo mismo que Lenin, en El es-
tado y la revolución, dice que los revisionistas hacen con Marx:
transformar sus ideas radicales en trivialidades inofensivas, coro- La «espontaneidad organizada» del presidente Bani-Sadr
narlo con una aureola, castrar la esencia real de su mensaje revo-
lucionario. Entre los fracasos más sonados de la República Islámica cabe
citar el de su primer presidente, Abol-Hasan Bani-Sadr. Antes
Con esta interpretación dinámica los Moyahedin del Pueblo de ser un político desafortunado, este sociólogo (y economista)
politizan intensamente la religión. Cambian el sentido de las pa- nacido en 1934, hijo de ayatollah, había sido un militante polí-
labras. Así, la «comunidad de los creyentes» (ommat) pasa a ser tico y discípulo de Mahmud Taleqani. Exiliado en Francia tras
una «sociedad dinámica en movimiento dialéctico hacia la per- la represión de los disturbios de 1963, cursó estudios de econo-
fección»; el monoteísmo (towhid) se convierte en «igualita- mía y publicó junto con el sociólogo francés Paul Vieille un ma-

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nifiesto para denunciar los mecanismos del régimen del sha, Pé- 4) la justicia divina, o la negación del Dios-poder absoluto y
trole et violence." La celebridad le llegó a Bani-sadr en octubre arbitrario: es un equilibrio que mantiene el movimiento dentro
de 1978 cuando acogió al ayatollah Jomeini, primero en su casa de sus límites precisos;
de Chacan, en los alrededores de París, y luego en Neauphle-le- 5) el «regreso» (ma'ad), es decir, la vuelta a Dios, la resu-
Cháteau. Durante varios meses —pese a su deficiente francés— rrección, la salvación, fin último del movimiento.
fue uno de los traductores y, en todo caso, uno de los estrechos El principio de la unicidad divina es lo que guía el análisis de
colaboradores del ayatollah junto con otros dos miembros de la Bani-Sadr. Gracias a la depuración de la idea de Dios, libre de
oposición liberal iraní, Sadeq Qotbzada (Sadegh Ghotbzadeh, idolatría, se pueden condenar todas las formas absolutizadas por
ejecutado en 1982) y Ebrahim Yazdi (partidario de Bazargan, el hombre que tienen un papel opresor y divisor: «El principio
que no desempeña ningún cargo desde 1979). del towhid conlleva la negación de toda clase de bastiones eco-
Cuando acompañó a Jomeini en su regreso a Irán, en febrero nómicos, políticos, ideológicos, etc. en los que se hubiera con-
de 1979, Bani-Sadr sólo era conocido por un puñado de intelec- centrado el poder» (p. 24). Guiado por este principio, el cre-
tuales que habían leído algunos tratados espesos en los que ex- yente debe tender a realizar por doquier la unidad, para que la
ponía en persa sus ideas sobre el gobierno islámico. Siguió ga- sociedad sea la imagen de la comunidad querida por Dios. Las
nándose la confianza de la opinión sin salir del círculo más devociones son un entrenamiento para luchar por este ideal: la
inmediato de Jomeini y criticando en la Asamblea constituyente oración común, el ayuno, la peregrinación (una especie de con-
o en su periódico Revolución islámica el giro clerical que había greso anual universal) y la guerra santa (contra los malos instin-
tomado deliberadamente el nuevo régimen. Elegido presidente tos) nos preparan para luchar contra la opresión, haciendo de lo
de la República en enero de 1980 —en la primera y quizás única cotidiano un movimiento permanente de rechazo de todo lo que
elección verdaderamente libre y democrática del nuevo régi- no sea Dios. No hay que adorar a ningún jefe, ni a Stalin, ni a
men—, no tardó en enfrentarse al poder político del Partido de la Hitler, ni a de Gaulle, ni a Mosaddeq, ni a Jomeini... (p. 22),
República Islámica, y en política exterior a la guerra con Irak. porque el culto a los hombres lleva a la sumisión y al totalita-
Pero se reveló como un político débil, y finalmente tuvo que rismo. En el pensamiento de Bani-Sadr este principio va muy le-
exiliarse en Francia después de ser destituido por un golpe de jos, ya que condena cualquier forma de poder, de autoridad, en
estado encubierto. la medida en que proceden de los hombres, aunque traten de jus-
En un opúsculo en persa sobre los Principios fundamentales tificarse por la religión: Bani-Sadr se subleva con fuerza contra
del gobierno islámico publicado en París en 1974, que tuvo una la idea de Dios como voluntad arbitraria y absoluta, una idea
gran difusión en Teherán durante el invierno de 1978-1979, que la teología musulmana desarrolló, según él, en el periodo
Bani-Sadr elabora una construcción teórica sobre la sociedad del i mperialista del califato, y que permitía imponer la autoridad de
futuro a la manera de los grandes ideólogos europeos del siglo un gobierno pese a su ilegitimidad, a su irreligiosidad.
xix.'7 Su método consiste en respetar sistemáticamente los prin- Hay que derribar todas estas falsas autoridades humanas, que
cipios del islam shií: están ahí para dividir a los hombres. Con el principio del towhid
1) la unicidad divina (towhid), es decir la destrucción de to- se luchará contra la mistificación del pasado, ídolo que siempre
dos los ídolos; han utilizado los regímenes totalitarios (y en particular el de los
2) el «envío en misión» (ba 'sat), o el movimiento perma- Pahlavi). El dinamismo social no debe encerrarse en las clases,
nente, dinámica interna del islam; con una sociedad dividida en dominantes y dominados: para ello
3) el imamato, es decir, la dirección del movimiento en el la propiedad no puede convertirse en un valor absoluto, porque
plano divino, por el Imam (o «Guía») y sus sucesores; en sus excesos llega a ser una negación de Dios (Corán XVIII,

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32-42). Los recursos económicos tienen que estar controlados Como vemos, esta sorprendente reflexión política en realidad
para que no den lugar a concentraciones de poder en beneficio es anarquista (en el sentido propio). Aunque mantiene con vigor
de las grandes potencias, privando a la mayoría de los hombres la creencia en Dios y en la revelación, niega y rechaza la domi-
de su capacidad de pensar y producir: hay que abolir la esclavi- nación del hombre por el hombre con el pretexto que sea: Bani-
tud humana bajo la forma de emigración masiva y organizada de Sadr se pronuncia por la «espontaneidad organizada», una fór-
los trabajadores de los países pobres hacia los países ricos. En el mula propuesta por él mismo para resumir su pensamiento en
gobierno islámico el trabajo es lo único que justifica la propie- francés." Es, sin duda, una ideología audaz, que en parte inspiró
dad del producto del trabajo, lo cual excluye el capitalismo. La la Constitución de 1979 en su intento de impedir la deriva hacia
economía se tiene que planear en función de todos, no de una una dictadura personal o de grupo. Bani-Sadr, que participó acti-
clase. Hay que eliminar el lujo y luchar contra la opulencia de vamente en su redacción como experto elegido, no quiso firmar
un grupo, que provoca la miseria de la mayoría. el texto final de esta constitución a causa de los poderes desme-
A los marxistas, según los cuales la religión impide tomar surados que otorga al Guía en el capítulo sobre el «poder del ju-
conciencia de la alienación al transformar en oración el grito de risconsulto religioso» (velayat-e faqih).
rebelión de los oprimidos, Bani-Sadr les contesta que las dife- Pero la aplicación práctica de esta ideología espontaneísta es
rencias entre los hombres proceden de Dios, y no hay que negar- otro cantar. A Bani-Sadr no se le puede reprochar que incitara a
las. Para evitar que produzcan clases hay que poner las cualida- sus partidarios a la violencia, pues su rechazo de la opresión le
des de los más dotados (o adelantados) al servicio de la llevó en muchas ocasiones a tomar partido por la no violencia, y
sociedad. Este es el sentido del imamato. Bani-Sadr también cri- la República Islámica le dio, en este terreno, muchas contrarie-
tica las ideologías que, después de servir para que algunos con- dades. Por desgracia su negativa a pasar por la mediación de una
quisten el poder, son utilizadas luego como instrumento de do- organización de masas y su confianza excesiva en su éxito po-
minio. Toda creencia puesta al servicio ,del dominio es un opio pular debilitaron al primer presidente iraní, enfrentado sobre
para el pueblo. El gobierno islámico no se sirve de la creencia, todo a las asociaciones islámicas reunidas en torno al Partido de
se pone a su servicio; el islam se estableció sobre la base de las la República Islámica y a su jefe el ayatollah Beheshti. Primero
leyes universales de la naturaleza humana (fetrat), así que no enfrentado a Bazargan, y luego aliado suyo contra los radicales,
Bani-Sadr acabó rodeándose del peor apoyo político que podía
hay peligro de que se convierta en una ideología de sojuzga-
elegir un no violento cuando, a partir de septiembre de 1980 y
miento. El fin no debe justificar los medios.
hasta dieciocho meses después de su exilio en Francia, se asoció
La meta del gobierno islámico, según Bani-Sadr, no es tan
con los Moyahedin del Pueblo y su jefe Masud Rayavi. De su
sólo impedir que una persona o un grupo monopolice el poder, corto paso por la política quedará el claro ejemplo de lo difícil
sino suprimir el poder, suprimir el estado como dominio. El na- que resulta controlar un gran país con sueños de Barrio Latino y
cionalismo es un pretexto para dividir y oprimir a los pueblos; el un generoso ideal de libertad frente a unos ayatollahs realistas,
ejército ofensivo tiene que ser lisa y llanamente suprimido. Sólo resueltos y sólidamente implantados en la población.
se debe organizar un ejército defensivo; pero debe estar fundida
orgánicamente con la sociedad. La guerra santa es la lucha con-
tra la idolatría: «Debemos liberar, es decir, restituir al otro su La ideología de un gran partido shií
naturaleza origina]» (p. 55). Esta guerra santa, en realidad, es
una revolución permanente en la que no hay «modelo a imitar» El Partido de la República Islámica (PRI, en persa Hezb-e
( maiya'-e taqlid): cada cual debe descubrir por sí mismo la yomhuri-e eslami) se sitúa en polo opuesto de la práctica polí-
causa por la que lucha. tica de Bani-Sadr. Fue fundado poco después del triunfo de la

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revolución (febrero de 1979) por unos ulemas que habían sido desde 1981), rompiendo con la línea de la asociación, se adscri-
alumnos del ayatollah Jomeini en Qom: los ayatollahs y hoyyat bió al principio del poder clerical (velayat-e faqih) y al PRI. Al-
ol-eslam Mohammad Beheshti, Abdol-Karim Musavi Ardabili • gunos dirigentes no clericales del partido habían heredado de la
(que sucedió a Beheshti como presideñte del Tribunal Su- experiencia mosaddequista una hostilidad feroz hacia el nacio-
premo), Mi Jamenai (presidente de la república de 1981 a 1989, nalismo liberal, y eran seguidores del ayatollah Abol-Qasem
luego «Guía de la revolución»), Ali-Akbar Hashemi Rafsanyani Kashani (m. 1961). Entre ellos estaba el propio hijo del ayato-
(presidente del Parlamento hasta 1989, luego presidente de la llah, Mahmud Kashani, y su amigo Hasan Ayat (asesinado en
república) y Mohammad-Yavad Ba-Honar (primer ministro, ase- julio de 1981), ambos vinculados al antiguo «Partido de los Tra-
sinado en 1981). También lo formaban algunos «laicos», nin- bajadores» ( Hezb-e zahmatkeshan) de Mozaffar Baqaí Kermani.
guno de los cuales accedió a responsabilidades importantes, Esta confluencia de corrientes y la respetabilidad que le daba
como Hasan Ayat, Yalaloddin Farsi, `Asgar-Owladi, etcétera. la presencia de conocidos teólogos explica la victoria del PRI en
Con la fundación del PRI se asociaron varias corrientes ideo- las primeras elecciones a la Asamblea de Expertos, encargada
lógicas distintas, cuyas tendencias salieron a relucir en las diver- de redactar la constitución. El ayatollah Beheshti fue elegido vi-
gencias internas posteriores a la muerte de Beheshti. En primer cepresidente de dicha asamblea. Fue él quien presidió la mayo-
lugar, la Federación de Asociaciones Islámicas (Yami'at-ha-ye ría de las sesiones, y quien hizo de árbitro cada vez que se en-
mo'talefa-ye eslami), creada a principios de los sesenta, que zarzaban los debates. En enero de 1980 el PRI parecía estar en .
tuvo una participación activa en el levantamiento de junio de baja forma, y perdió las elecciones presidenciales por carecer
1963. Los organizadores del asesinato del primer ministro Ha- de un candidato apropiado, pero en la primavera siguiente logró
san Ali Mansur, en enero de 1965, eran miembros de esta orga- una victoria aplastante en las elecciones al Parlamento. Aprove-
nización. Los ayatollahs Beheshti y Motahhari fueron dirigentes chando la fuerza revolucionaria de sus militantes más activos,
de estas Asociaciones islámicas. El PRI también heredó los res- que sacaron partido de la ocupación de la embajada estadouni-
tos de un partido activista, el Partido de las Naciones Musulma- dense por los «estudiantes musulmanes fieles a la linea del
nas (Hezb-e melal-e elami), fundado en 1961 por Kazem Mu- Imam» (noviembre de 1979-febrero de 1981), el PRI eliminó
savi Boynurdi, cuyo programa era la lucha armada contra la uno tras otro a sus enemigos más temibles, sobre todo a los par-
dictadura del sha y la unificación de los países islámicos. Este tidarios de un islam liberal o progresista.
partido había sido desarticulado y todos sus miembros supervi- Profundamente debilitado por dos atentados espectaculares
vientes estaban en la cárcel. Después de la revolución la mayo- que costaron la vida a sus colaboradores más destacados, el del
ría de ellos, como Abbas Duzduzani (ministro de Dirección Islá- 28 de junio contra la sede del partido (muerte de Beheshti, Mo-
mica del gobierno Rayai en 1981) ingresaron en el PRI, pero hammad Montazeri y Duzduzani), y el del 30 de agosto si-
algunos, como Hoyyati-Kermani, optaron por la línea de Bani- guiente contra la oficina del primer ministro (Ba-Honar, Rayai),
Sadr. Una tercera organización importante, el grupo Hoyyatiya, y por atentados individuales (Ayat), el PRI consiguió superar el
creado hacia 1955, tenía por finalidad la lucha sin cuartel contra difícil trance y mantener una aparente cohesión. Se disolvió en
el baha'ismo. (Esta asociación fue manipulada durante algún 1986 a petición de Jomeini cuando había logrado dar un marco
tiempo por el régimen del sha para recuperar las tendencias anti- ideológico coherente a las instituciones de la República Islá-
comunistas y antibaha'istas de los religiosos.)'9 Una influyente mica. (Si desapareció con tanta facilidad también se debe a que
fracción de este grupo, a la que pertenecían el ayatollah Abol- nunca se había convertido en un verdadero partido: este tipo de
Qasem Jazali (miembro del Consejo de Vigilancia de la Consti- asociación militante no se amolda a los modos habituales de
tución) y el doctor Velayati (ministro de Asuntos Exteriores pensamiento y de relaciones del clero shií.)

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El cerebro del PRI, muerto prematuramente en el atentado es- ganizador, sobre todo en el seno del Clero Militante (Ruhani-
pectacular que destrozó en un instante la sede del partido y mató yat -e mobarez), y ocupó el lugar que le correspondía entre los
a un centenar de sus miembros más importantes el 28 de junio dirigentes de la revolución islámica. Su acción políti9i se vio
de 1981, merece una atención especial. El ayatollah mártir Say- obstaculizada por su lenguaje clerical abstracto, falto de calor
yed Mohammad Hoseyni Beheshti, al que solían llamar doctor (no como el del ayatollah Talegani), que mermó su popularidad.
Beheshti porque tenía un doctorado en teología, había nacido en Su obra más destacada fue la creación del PRI, del que se puede
1928 en Isfahan en el seno de una familia clerical modesta.2° decir que fue su inspirador principal. El texto de orientación del
Cursó los estudios religiosos tradicionales, pero al mismo partido, titulado Nuestras posiciones, seguramente fue escrito
tiempo estudió el bachillerato en un instituto, que incluía el por Beheshti, pues su estilo se reconoce en el informe político
aprendizaje de lenguas europeas, francés y sobre todo inglés. que define la línea ideológica oficial y en el tratado teológico
Después de la Segunda Guerra Mundial fue discípulo en Qom sobre la política desde el punto de vista del islam. En él encon-
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del ayatollah Boruyerdi, del gran pensador shií Allama Tabata- tramos posiciones dogmáticas prácticas a corto y a largo plazo:
bai (m. 1982) y del ayatollah Jomeini. Matriculado en teología
en la universidad (estatal) de Teherán, se pagó sus estudios Este texto empieza con una definición antropológica: el hom-
dando clases de inglés. Atrapado en el torbellino del movi- bre, según el islam, irreductible a lo material, dotado del sentido
miento nacionalista, Behehsti participó vestido de clérigo en las del bien y el mal, responsable de su medio natural, que debe utili-
manifestaciones a favor de Mosaddeq, del que no renegó. Tras zar sin convertirse en su esclavo, también es responsable de sí
el golpe de estado de agosto de 1953 contra Mosaddeq se dio mismo, destinado a la salvación gracias a los dones de Dios y ha-
cia la sociedad en la que debe desarrollarse, sobreponiéndose a las
cuenta de la urgencia de formar cuadros de valía para avivar el
corrientes históricas y sociales hostiles. Luego viene una exposi-
movimiento y organizarlo: esa será la meta de toda su vida. ción teórica sobre la revolución, el papel de los profetas para
En ese momento Beheshti era a la vez enseñante, escritor, pe- anunciamos la salvación, y la justificación del poder del profeta
dagogo y conferenciante. Era así como concebía su función de Mohammad y sus herederos, los 'mames: como la doctrina divina
clérigo. Participó de lejos en la rebelión de 1963 dirigida por el es lo que nos salva, necesitamos la autoridad de aquellos a quie-
ayatollah Jomeini, y después tuvo un papel clandestino impor- nes ha sido transmitida dicha doctrina. Y hoy los especialistas de
tante, con las Asociaciones Islámicas, en la organización de la la aplicación de la Ley son los herederos del Profeta y los 'ma-
lucha durante el exilio de su maestro. Al mismo tiempo, con la mes. Ellos, poseen la ciencia de la comprensión para contestar, a la
ayuda de varios teólogos (entre ellos Mohammad-Yavad Ba-Ho- luz del islam, a las preguntas que se hacen los hombres en cada
nar), redactó para el ministerio de Educación los nuevos catecis- época (feqh), de ahí su nombre de foqaha (plural de faqih). Es lo
mos para las escuelas oficiales. Beheshti estaba en contacto con que estipula la Constitución iraní en su artículo quinto: el velayat-
los fundadores de la Organización de los Moyahedin del Pueblo e faqih (potestad del jurista-teólogo) asegura la autoridad de la
doctrina islámica sobre todas las clases sociales, y tanto los sun-
y con los asesinos del primer ministro Mansur, y la policía polí-
níes como los shiíes deben someterse a ella en nombre de la razón
tica (SAVAK) le seguía los pasos. Fue entonces, en 1965, para lograr la sociedad «unicitaria» (towhidi); la «política doctri-
cuando le propusieron dirigir la mezquita de Hamburgo y se nal» (siyasat-e maktabi) hace que la sociedad avance hacia el
marchó de Irán. Durante cinco arios se ocupó de la capellanía de «gobierno de Dios», haciendo fracasar siempre la tesis colonia-
los estudiantes y comerciantes iraníes en Alemania. Aprendió lista de la separación entre lo político y lo religioso.
alemán y viajó mucho por los países musulmanes, deteniéndose
en Nayaf, donde estaba exiliado Jomeini. Encontramos aquí la justificación sistemática de los princi-
De vuelta a Irán, Beheshti siguió cultivando sus dotes de or- pios del nuevo régimen. Por lo demás, Behehsti fue quien hizo

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incluir ese famoso Artículo Quinto y el Capítulo Octavo sobre el El PRI aprueba sin reservas la revolución cultural emprendida
velayat-e faqih en la Constitución de 1979. En realidad la inicia- en la República Islámica a partir de la primavera de 1980: su fi-
tiva no fue suya, y parece que de entrada se conformó con las nalidad es borrar las huellas de la dominación de una cultura oc-
disposiciones más democráticas de una primera redacción de la cidental antirreligiosa y hegemónica, que ha arrebatado a los mu-
Constitución. Pero luego adoptó esta postura con convicción, sulmanes la conciencia de su identidad. En cualquier caso, la
explicándola con la doble referencia, aparentemente contradic- especialización técnica no debe ser el único criterio para nombrar
toria, a un principio trascendente y a la legitimidad popular: a los cuadros del país. También hay que promocionar a los fer-
vientes militantes del islam, aunque su instrucción en su campo
La sociedad islámica es «democrática» —dice el texto del PRI— no sea tan buena.
porque el pueblo, mayoritariamente, ha elegido la doctrina islá-
mica, la Constitución, al Guía (rahbar faqih), a los diputados del Los dos últimos ámbitos delicados que aborda el programa del
Parlamento y a las otras personalidades elegibles. Pero como úni- PRI son la justicia y la economía. Aparte de la independencia del
camente la autoridad de la doctrina le garantiza al hombre el po- poder judicial, hay pocos puntos en común entre la justicia islá-
der que tiene para regir su destino, no hay que ceder a la dema- mica preconizada por el PRI y la justicia occidental: el programa
gogia, y hay que resistirse, sin cometer atropellos, a los deseos del partido no se extiende mucho sobre esta cuestión, que se
del pueblo que no sean conformes a la doctrina islámica. aborda en otro texto, un proyecto de código penal propuesto por
El poder islámico democrático se basa en un sistema «conse- el PRI al Parlamento, basado en la ley del talión (qesas). En esta
jista» (shura), en virtud del carácter islámico de la colegialidad
ley, que en líneas generales fue aceptada por la República Islá-
del poder. Las elecciones son secretas para respetar la libertad de
elección, pero hay que tender a hacerlas públicas a medida que mica, se cuenta con el efecto disuasorio de los principios enun-
aumente la madurez política del pueblo. El clero tendrá un papel ciados literalmente en el Corán: las víctimas deben ser indemni-
privilegiado en los consejos, porque para el pueblo es una protec- zadas en especie, en camellos, ovejas, medidas de trigo o
ción y un refugio contra la dictadura, como lo ha demostrado en suplicios variados... El establecimiento de la ley del talión en
la historia reciente. Los ulemas tienen el deber de estar presentes Irán no sólo está en contradicción con la historia de la justicia en
allí donde sus cualidades teóricas o prácticas les predestinen a este país, ya que los preceptos islámicos casi nunca se han apli-
un servicio público. Eso no les da ningún privilegio especial. cado a rajatabla, sino también con el propio texto de la Constitu-
La libertad también es respetada en la sociedad islámica —pro- ción de 1979 que, en sus capítulos tercero y undécimo, trata de
sigue el programa del PRI—, a diferencia de lo que se constata en
poner de acuerdo los principios de la justicia islámica con una
los regímenes totalitarios del bloque comunista, o en los países
capitalistas, donde una permisividad incontrolada, sin criterio, concepción moderna del derecho; en particular, la Constitución
suprime hasta el propio sentido de la libertad. Las opiniones an- garantiza a cada ciudadano la asistencia de un abogado ante los
tiislámicas se pueden publicar si van acompañadas de opiniones tribunales (art. 35). El proyecto de ley del talión prevé castigos
«sanas» [islámicas] para que el lector pueda analizarlas y elegir corporales, como la flagelación pública, la amputación de la
entre las dos. Los partidos son libres, aunque no hagan referencia mano, del pie, del ojo..., la lapidación o la simple ejecución por
al islam. Los que están contra el islam sólo deben ser prohibidos ahorcamiento. Pero en algunos casos estas penas se pueden redi-
si constituyen una amenaza para el islam. Para combatirlos hay mir por dinero, siempre que el demandante esté de acuerdo. Este
que usar la razón y la no violencia. proyecto de ley también prevé que el testimonio de las mujeres,
Las nacionalidades distintas y las culturas alógenas deben ser
como en la tradición islámica, valga la mitad del de los hombres.
respetadas —según el programa del PRI—, pero el vínculo islámico
prevalece sobre todos los demás, y permite neutralizar el fana- Cabe destacar por último que en su programa el PRI desaprueba
tismo nacional y racista: en la comunidad islámica todos los pue- la perpetuación de una justicia «revolucionaria» de excepción y
blos son iguales. desea que el sistema judicial se unifique rápidamente.

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En economía el PRI es enemigo de las soluciones extremas. Beheshti no era un mollah refugiado en las tradiciones, sino
Rechaza que el derecho de propiedad tenga un carácter abso- un verdadero intelectual, si damos a esta palabra un sentido so-
luto, ya que sólo se aplica realmente a Dios, según el criterio de ciológico: creador de los valores centrales de la sociedad, que le
los ideólogos islamistas contemporáneos. A Beheshti siempre le propone al público unos modelos y unas claves para situarse en
interesó el problema de la propiedad y la distribución de la ri- el mundo moderno. Este mollah que hablaba inglés y alemán,
queza. El texto del programa recoge sus distinciones sutiles so- que había viajado y se hacía llamar doctor, no tenía nada que
bre las fuentes de la propiedad privada. También hace una vigo- envidiar a un intelectual iraní europeizado. Ambos eran rivales
rosa apología de la empresa individual, y preconiza las en el mercado ideológico. La permeabilidad entre la categoría
subvenciones para todas las empresas familiares o cooperativas. de los clérigos y la de los intelectuales occidentalizados tam-
En este punto el PRI asume el carácter de clase de la pequeña bién se da en el sentido contrario: universitarios o escritores que
burguesía de los bazares, con los que comparte el ideal de una no llevan turbante pero se consideran capacitados para hablar
economía liberal y protegida. de religión y ética. Frente al clérigo moderno, un intelectual teó-
Por último, a propósito del programa de política exterior, logo. Los puristas denuncian las improvisaciones de los que se
cabe señalar que el PRI hace suyo el lema oficial: «Ni Este ni presentan como productores patentados de planteamientos so-
Oeste, República Islámica». Trata de definir el lugar ócupado bre la religión y el mundo.
por Irán a partir de la ideología revolucionaria islámica, ha- Mientras que antiguamente la estabilidad de las instituciones
ciendo abstracción de la historia de esta nación. En el texto, tradicionales garantizaba una credibilidad segura a quienes te-
cuando se nombra Irán, siempre va seguido de la perífrasis nían el monopolio del discurso religioso autorizado, actual-
«parte liberada del país del islam» (qesmat-e azad-shoda-ye mente hay competencia y almoneda, ya que por todas partes se
mamlekat-e eslam). ¿Acaso no es suficiente la entidad iraní para habla de preceptos, principios, interpretaciones, exégesis, pu-
definir un programa político? Esta negación abstracta y teórica reza del mensaje y peligros del eclecticismo. Dos intelectuales
de la nación histórica, claramente despreciada por los dirigentes licenciados universitarios —por ejemplo, Reza Davari y Abdol-
del partido, no elimina las tensiones con el nacionalismo iraní, karim Sorush, que tuvieron una sólida formación básica en reli-
como puso de manifiesto la guerra con Iraq. gión, pero hicieron su carrera teológica como autodidactas— de-
baten hoy sobre cuestiones graves, como la conformidad del
gobierno con el islam, el peligro de fascismo debido al excesivo
Un clérigo que piensa y los que «piensan claro» poder clerical, la amenaza de una occidentalización insidiosa...
Y al mismo tiempo, en lugares muy parecidos (el campus de la
El ejemplo de Beheshti es interesante por dos razones: en pri- universidad o las mezquitas), unos clérigos hablan ex cathedra
mer lugar, por el esfuerzo que realiza para definir sistemática- de la sexualidad depravada de los occidentales, de las ilusiones
mente el gobierno islámico creado tras la revolución. Aunque de los dirigentes norteamericanos o del desamparo de los pales-
entre los nuevos dirigentes hubo muchas dudas y titubeos, este tinos.22
programa demuestra que también existía una línea general deli-
berada. En segundo lugar, un clérigo con carrera universitaria
que organiza la acción política se aleja del ideal típico de los El sermón, medio de comunicación ideológico
ulemas del islam, a los que uno se imagina sentados en el suelo
rodeados de sus alumnos, enseñándoles la Ley del islam y su Debido a su inspiración abiertamente laica y a su falta de base
paradigma perfecto, la vida del Profeta. ideológica, el régimen Pahlavi no logró convencer al clero shií

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para que pusiera su talento de predicador al servicio del estado. sos edificantes, sino que también da órdenes, toma decisiones,
Pero la República Islámica dominada por ulemas, inspirada en da su opinión sobre los asuntos que interesan a la comunidad»."
una doctrina eminentemente clerical y en el afán de promover la Hoy día el propio acontecimiento es el hecho de que un jefe po-
religión como valor central de la sociedad, no tuvo dificultades lítico determinado tome la palabra en la oración del viernes. Por
para movilizar a sus huestes. Durante la revolución, las grandes lo general lo hace en el segundo sermón (jotba) antes de la ora-
fases del movimiento popular coinciden con los periodos en que ción, con un resumen metódico de los hechos acaecidos en la se-
los fieles frecuentan más asiduamente las mezquitas para escu- mana. Da noticias nuevas sobre los programas de gobierno, so-
char las prédicas: el ramadán (agosto de 1978) y el moharram bre la guerra, sobre las relaciones internacionales. Durante una
(diciembre de 1978). La ocasión del discurso clerical es el ser- jotba se anuncian las decisiones importantes sobre la guerra, las
món, y sermón más solemne, más teñido de sentido político, es relaciones internacionales, las negociaciones con Iraq o con Oc-
el de la oración de los viernes. cidente. Cuando alguien ha llegado desde un suburbio misera-
El 27 de julio de 1979, primer viernes del ramadán, varios ble, ¿cómo no va a quedar fascinado por esta retórica, a la que
meses después de la victoria de la revolución, Jomeini encargó se accede gratis y en directo, y que se dirige al mundo entero?
al ayatollah Talenani dirigir y pronunciar la oración del viernes En la oración de los viernes hay elementos para todos los gus-
en Teherán. El lugar simbólicamente elegido para esta reunión tos. A menudo esta exhortación moral contiene elementos ines-
no era una mezquita. Además, ¿qué arquitectura cubierta habría perados de cultura moderna. Una vez Hashemi Rafsanyani daba
permitido que decenas de miles de fieles se sentaran en un suelo cuenta de una encuesta sobre la sexualidad en Occidente que
limpio para escuchar a su predicador, y luego se postraran en fi- confirmaba todas las fantasías sobre la corrupción de las cos-
las, vueltos hacia La Meca, sobre una superficie rigurosamente tumbres en los países «cristianos». Gracias a los detalles esca-
plana y limpia, como manda la tradición? La necesidad obligó a brosos sobre esos delicados asuntos (la homosexualidad, el sida,
las autoridades a hacer algunos arreglos: la oración se instaló en la permisividad y las catástrofes que ocasiona en la familia y en
el campus de la universidad de Teherán. Los inconvenientes ma- la educación de los hijos...) el orador lograba mantener en vilo a
teriales (el terreno estaba en cuesta, no se podía ver al predica- los fieles, dramatizar la urgencia de una toma de conciencia, jus-
dor desde todos los rincones del campus, no se podía proteger a tificar a la vez todas las invectivas contra el enemigo y las solu-
los fieles del sol, el viento o la lluvia, etc.) carecían de impor- ciones que aporta el islam.
tancia ante la ventaja simbólica, pues la universidad de Teherán La moral sexual es un tema inagotable y, al parecer, uno de
era un lugar central, bien situado en la ciudad, donde todos los los preferidos de la predicación islámica. Las metáforas de des-
valores de la «sociedad laica» y de la promoción social del anti- floramiento, violación, prostitución, impureza, adulterio o in-
guo régimen se habían trastocado, haciéndolos accesibles para cesto, provocan emociones más fuertes y remiten inmediata-
la gente humilde y sometiéndolos a un rito que había estado mente a un contenido social y político: deseo insatisfecho,
proscrito en ese recinto. Era la islamización de un centro pro- violencia, dominación, penetración, sofocación, corrupción y
fano. desorden.24 Se puede pasar sin transición de la moral sexual al
Para llamar la atención y mantener la dinámica, hay que crear ámbito político, a la necesidad de respaldar los esfuerzos del go-
el acontecimiento. Eso lo entendieron muy bien los organizado- bierno, de proteger al islam, todo lo relacionado con la aspira-
res de la oración del viernes, que por lo demás siguieron una ción a la seguridad y la pureza. A continuación el predicador
vieja tradición. En efecto, el jefe de la comunidad es el predica- podrá abordar sin dificultad las cuestiones económicas, o co-
dor cualificado de los viernes, el que dirige la palabra, y como mentar las noticias del mundo. Aconseja a los estadounidenses
predicador, desde lo alto del púlpito, «no sólo pronuncia discur- que cambien de política si quieren ver libres a sus rehenes en el

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Líbano. Para la audiencia siempre hay elementos interesantes en influencia del clero, sino que lo realzó. La ineficacia de un razo-
este panorama de la actualidad: es interesante y atrayente como namiento traducido e importado se puso de manifiesto cuando
la lectura de una revista. También incluye aspectos que concier- los mollahs, dejando a un lado su reserva tradicional, se echaron
nen a la vida diaria más prosaica, como los apagones y cortes de a las calles de las ciudades iraníes encabezando gigantescas ma-
agua, consecuencia de un consumo desmedido. nifestaciones. Más cercanos al pueblo, hablaban su lengua y so-
En un mundo en el que ya no existe el califato, y en el que la bre todo sabían hablar, porque es un arte que habían aprendido
mezquita es el lugar central de la sociedad, la jotba ha perdido desde los primeros cursos de sus estudios teológicos. Así pues,
las connotaciones y la función que tenía en el islam clásico, el hombre de la palabra prevalecía fácilmente sobre el hombre
cuando no rivalizaba con nada. La diversificación y seculariza- libresco formado en la universidad.
ción del saber y de la cultura general arrebataban a la predica- Los hombres cultos (intelectuales o clérigos) y el público se
ción de los ulemas su carácter central y normativo. El discurso encuentran en lugares específicos. La diferencia de connotación
político en el Parlamento o en los mítines tenía una difusión me- entre los lugares sagrados y los lugares profanos es un paráme-
jor (la prensa, la radio) y respondía más adecuadamente que el tro importante de la revolución islámica. La mezquita no sólo es
sermón a las expectativas de los ciudadanos modernos, para los un lugar de oración (relación trascendente), también es un lugar
que la mezquita era un lugar marginal, perteneciente a la cultura de reunión integrada donde enseña el clérigo. Hay mezquitas en
del pasado. todas las ciudades, en todos los barrios de las ciudades e incluso
Aunque en Irán, como en muchos países del tercer mundo, en las aldeas aisladas. Su arquitectura comprende tradicional-
los medios informativos modernos, sobre todo los audiovisuales mente un eyvan abierto a un patio en cuyo centro se halla la
—radio, magnetofón, cine, televisión— ocuparon rápidamente un fuente de las abluciones. Otras salas cerradas, protegidas del frío
lugar importante, su aceptación ocasionó diversos problemas te- y la lluvia, permiten celebrar reuniones cuando hace mal
ológicas (¡no existían en tiempos del Profeta! a menudo eran tiempo. La composición del espacio de la mezquita es relativa-
utilizados y controlados por minorías antirreligiosas, difundían mente flexible y polivalente. Las esteras y alfombras que se ex-
música excitante o espectáculos indecentes y, por esa razón, los tienden en el suelo y se enrollan a voluntad permiten realizar las
ulemas los consideraban cosa del diablo...). Además, para los postraciones rituales, sentarse en fila para escuchar un sermón, o
sociólogos desarrollistas y los funcionarios del antiguo régimen en un círculo más estrecho para la enseñanza de un maestro.
iraní eran instrumentos de occidentalización y extensión del lai- Cuando no hay reuniones de rezos o enseñanza, la mezquita es
cismo, de modo que favorecieron su generalización. Para los in- un oasis de silencio y tranquilidad en medio de las concurridas
telectuales, siempre deseosos de acabar con la incomprensión y calles de los bazares bulliciosos.
la falta de comunicación que les separan de las masas, estos me- La universidad, en cambio, se caracteriza por su arquitectura
dios sólo ofrecían ventajas, aun cuando en el mejor de los casos, moderna y compleja, vinculada a la cultura importada (orden tra-
sin llegar al gran público, sólo aseguraran una reproducción más ducido), accesible a unos cuantos privilegiados, con reglas preci-
amplia de la cultura traducida. Los clérigos no tenían esas inhi- sas y complicadas, situada en determinados lugares de acceso
biciones a la hora de tomar la palabra en público, e hicieron un controlado. Encierra un espacio adaptado a unos usos concretos,
uso perfecto de los medios audiovisuales porque estaban prepa- poco abierto a la improvisación. El público apenas tiene la opor-
rados para pronunciar el sermón, consiguiendo en parte que éste tunidad de acudir allí, al margen de los escasos programas orga-
ocupara el lugar que había tenido en el pasado. nizados para él. Más aún que la escuela, la universidad evoca un
Pese a los pronósticos negativos de los intelectuales occiden- lugar donde la inteligencia se abre al mundo, en especial a la
talizados, el proceso de modernización no redujo el poder y la ciencia y el progreso que vienen de Occidente, pero se pierde el

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contacto con la cultura popular espontánea. En suma, volviendo los clérigos recién llegados al poder, que tuvieron que volver a
al esquema anterior, mientras la mezquita y sus responsables son definir el lugar de Irán en el mundo, el descubrimiento de Nica-
acogedores para el público (la nación, los musulmanes y sus pro- ragua o Angola, de las luchas musulmanas en el Líbano, Filipi-
blemas socioeconómicos), la universidad es acogedora para el nas o Afganistán, por citar sólo algunos puntos calientes, consti-
mundo exterior, que sólo ella, en Irán, pretende conocer y dar a tuía una novedad. No esperaron a dirigir el país para informarse:
conocer. También mira al más allá, pero es un más allá inma- desde su exilio iraquí, ¿cómo no habría conocido Jomeini los
nente, y cuando se entrega a especulaciones metafísicas es con la movimientos palestinos o libaneses, algunos de cuyos protago-
vista puesta en un diálogo con el más allá geográfico. nistas ya recurrían a las referencias islámicas? Cuando los ule-
Se comprende, pues, por qué el nuevo régimen utilizó priori- mas, que pronto estarán al mando de un país enfrentado a Esta-
tariamente las mezquitas como centros de difusión de valores y dos Unidos, son conscientes de las luchas del tercer mundo, ya
de socialización. Al convertirse en centros administrativos casi pueden rivalizar con los intelectuales «modernos». Al fin y al
institucionales (distribución de las mercancías racionadas, vigi- cabo estos últimos sólo son especialistas en Occidente.
lancia de la población), han perdido en parte su carácter sa- El prestigio rebelde del clero se desvaneció en la República
grado, pero encuadran con eficacia a la nación. Al mismo Islámica. Los ulemas que habían sido muy independientes del
tiempo, la oración de los viernes organizada en lugares profanos poder político están hoy parcialmente fundidos con él. El predi-
abre una brecha de islamización en un mundo que antes sólo mi- cador de los viernes no sólo es un representante del poder, sino
raba a Occidente. también el mismo que tiene ese poder. El resultado es una inver-
Esta redistribución de los lugares de la palabra es instructiva. sión de la valoración: la relación de los occidentales con Occi-
Después de la revolución islámica ya no existe el abismo que ha- dente pierde su aspecto ignominioso de inteligencia con un or-
bía antes entre los intelectuales que «piensan claro» (en el sen- den mundial represor y cobra una dimensión positiva de
tido de la expresión persa que sugiere una ilación con las Luces participación en la modernidad, más apetecible ahora por su ca-
de nuestro siglo xvm, con la liberación del intelecto, rowshan- riz de «fruto prohibido». Al mismo tiempo, la cerrazón ideoló-
fekr) y los clérigos que piensan. El cambio se explica por varias gica y el abuso por parte del clero de categorías opuestas como
razones: las nuevas funciones que el régimen islámico atribuye a deheredado/poderoso y puro/impuro le despojan de su atractivo
los clérigos les permiten ocupar de nuevo un lugar central en la militante y le convierten en paladín de valores negativos.
sociedad y volver a descubrir el mundo; por otra parte, una nueva Por último, mientras que antes de la revolución los clérigos y
generación de intelectuales, salidos de medios radicales pero for- los intelectuales vivían en ámbitos separados y coincidían pocas
mados en la escuela de la modernidad, ha adquirido el dominio veces, la República Islámica multiplicó las confrontaciones en-
del discurso intelectual sin renunciar al vínculo con la cultura is- tre ellos, en los centros universitarios o de investigación, el los
lámica. Para unos y otros el mundo está por reconquistar. medios de comunicación donde se expresan, o en los centros de
Ya no es precisamente el mundo del siglo xix, dominado por decisión del estado. Los puentes institucionales entre el sistema
las Luces de Occidente, sino un mundo en el que Occidente re- de enseñanza clerical (howza-ye 'elmiya) y el sistema universi-
trocede, en el que el islam se da cuenta de su importancia, y en el tario moderno, preconizados en 1980 por la «Revolución Cultu-
que el Tercer Mundo, en general, existe. La existencia del Tercer ral», no han dado resultado, pero las fronteras entre ambas insti-
Mundo no era nueva para los intelectuales que llevaban decenas tuciones ya no son estancas. Los universitarios tienen la
de años siguiendo las luchas de la descolonización, la guerra de oportunidad de codearse con los clérigos en numerosos consejos
Vietnam, el problema palestino, el ascenso del movimiento no y comisiones. Los primeros, si aceptan las condiciones nuevas,
alineado y de la lucha contra el subdesarrollo... En cambio, para pueden ser invitados a hablar en las mezquitas. Y los que prefie-

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ren guardar silencio por estar en desacuerdo total con el régimen volución religiosa», estaría en el «marxismo vulgar» transmi-
se interesan más que nunca por los planteamientos de los cléri- tido por las «ideologías difusas». Shayegan pone el ejemplo de
gos, analizando sus mecanismos y acechando sus momentos de Ali Shariati, el mismo que popularizó en Irán el empleo de la
debilidad. Por último, la gestión de los asuntos públicos por al- palabra «ideología» en el sentido de cuerpo de doctrinas inspira-
gunos clérigos, su responsabilidad durante la guerra en la orga- das en creencias religiosas que guían la acción social y política.
nización de la defensa de la nación, su representatividad en el Shariati oponía el islam como ideología, aplicación activa de las
extranjero, las tareas colectivas para las que se tienen que rodear creencias, al islam como cultura religiosa, conservación de una
de iraníes seglares —y a veces no creyentes— propician el conoci- herencia de dogmas." Actualmente las autoridades de la Repú-
miento recíproco de los dos sectores cultos, a veces incluso una blica Islámica reivindican bien alto el uso del término ideología.
mayor rivalidad, o una enemistad mutua. No lo confunden con la «doctrina» (maktab). Por la ideología el
El nuevo reparto de papeles y la desaparición parcial del ideal islam militante rivaliza con doctrinas políticas marxistas, nacio-
típico de intelectual o el clérigo están acompañados del ascenso nalistas y demás. Shariati, ídolo de los jóvenes de instituto antes
de una nueva categoría de pensadores no eruditos, los ingenieros de la revolución, no aparece citado ni una sola vez en los ma-
islamistas.25 Bazargan, adelantándose por lo menos una genera- nuales escolares de hoy a causa de una implacable censura, pero
ción a su tiempo, ya había demostrado que un especialista de sus planteamientos, que inspiraron a los militantes islámicos en
saber factual también podía llegar a ser una especie de militante la fase de movilización revolucionaria, estructuran sólidamente
de la palabra. Siguiendo su ejemplo, numerosos estudiantes de el campo filosófico de los pedagogos del nuevo régimen. Con su
escuelas técnicas, cuya profesión les ponía en contacto con la politización excesiva de la religión, Shariati había alterado el
materia más que con las ideas, con la industria más que con la orden religioso y había impuesto esquemas en los que lo reli-
universidad, fueron los agentes principales del cambio de valo- gioso a veces queda reducido a ideología.
res que se produjo con la revolución. Sus conocimientos técni- Un catecismo iraní publicado en 1988, destinado a chicos de
cos, que en sí mismos no recurren a unos valores ni a una tradi- primero de secundaria (quince-dieciséis años), empieza con
ción, sino a una competencia, dan credibilidad a esta alianza unas definiciones interesantes, que sitúan la intención social de
inverosímil, la del conocimiento positivo que transforma el la enseñanza religiosa: es a la vez maktab (doctrina), yahan-bini
28
mundo y de la revelación sobrenatural que llega al corazón de (visión del mundo, Weltanschauung) e ideolozhi (ideología):
los hombres. El razonamiento de estos ingenieros, que no está
cualificado ni acerca del islam ni acerca de Occidente, a veces El conocimiento y la conciencia que tiene cada individuo del
nos parece irrisorio, pero su acción sobrepasa a la de los clérigos mundo existente se llama «visión del mundo». El programa, el
y los intelectuales. Gracias a ellos, contra todas las previsiones, camino y el método que elegimos para nosotros a lo largo de
Irán no se ha hundido después de diez años de revolución y nuestra vida denotan nuestra «ideología». [NOTA DEL MA-
ocho de guerra. NUAL: «Ideología se emplea en dos sentidos, particular y gene-
ral. En sentido particular, es el conjunto de valores y deberes,
obligaciones y prohibiciones (sistema de valores) y en sentido
general, equivale al término maktab (doctrina). Por ejemplo,
Una nueva forma de la religión, la ideología cuando decimos «la ideología islámica» nos referimos a la doc-
trina del islam. En las discusiones precisas y científicas, «ideolo-
Daryush Shayegan denunció «la ideologización de la tradi- gía» tiene el sentido particular que le acabamos de dar, aunque en
ción»26realizada de forma sobresaliente por la revolución islá- las conversaciones generales esta palabra tenga el sentido gene-
mica. La esencia de un fenómeno según él monstruoso, la «re- ral.] Así, la visión del mundo es lo que cada cual percibe y co-

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noce del mundo y sus hechos, es el conjunto de nuestras concien- sas y caigan en brazos de las ideologías seculares. El catecismo
cias del mundo del ser, y entre otras la del hombre. En cambio la armenio, confiado a los armenios iraníes, formaría nacionalistas
ideología es el camino y el método que elegimos para actuar en panarmenios o, peor aún, marxistas, pues los responsables arme-
la palestra del mundo.E1 conjunto formado por la visión del
mundo y la ideología es nuestra doctrina (maktab). Esta visión nios son sospechosos de no separar apenas los valores religiosos
del mundo y de la vida humana se llama visión doctrinal (mak- de los nacionales. Hay que librarles de esa tentación imponién-
tabi). El hombre que piensa con este fundamento y sabe que está doles esta forma degradada de lo religioso que es la ideología.
obligado a realizar el programa y la ideología de la doctrina se
llama hombre maktabi.
Relaciones entre shiíes y sunníes
¿Maktabi quiere decir doctrinario? Yo diría que más bien «in-
tegrista». Tenemos aquí un buen ejemplo de rigidez del pensa- Es bastante normal que el régimen instalado en Irán después
miento, encerrado en definiciones clasificadoras. de la revolución mantenga unas relaciones difíciles con los que
Otro manual religioso, destinado en este caso a los «minorita- no son musulmanes, que sin duda se avenían mejor con los prin-
rios» no musulmanes (zoroastrianos, judíos y cristianos) pero cipios laicos de la época del sha. Pero una de las paradojas de la
escrito por el ministerio de Educación, define la ideología mo- República Islámica es su dificultad para definir sus relaciones
noteísta: la vida es como un viaje, hay que conocer el lugar de con los musulmanes sunníes. Esta es la prueba de falta de secta-
destino (es la «visión del mundo»), decidir que se va a ir allí y rismo que esperan todos los musulmanes radicales para unirse al
organizar el viaje. Esta última etapa es la de la ideología, «la régimen jomeinista: si los nuevos dirigentes iraníes quieren
vía o el método que elegimos en lo que el mundo nos presenta», —como afirman— exportar su revolución, tienen que demostrar
los deberes y las prohibiciones. La visión del mundo y la ideolo- que ésta no se limita únicamente a los shiíes, y coger el testigo de
gía juntas forman la «doctrina» (maktab)." los esfuerzos realizados desde el siglo xtx con el panislamismo
Parece, pues, que el análisis de Shayegan está justificado: es- de Yamaloddin al-Afghani (Asadabadi) para restituir a las dis-
tamos ante la transformación consciente del mensaje religioso tintas familias musulmanas su dimensión universal común.
en un sistema de pensamiento y de acción, una doctrina cerrada Ya hemos visto, tanto al hablar de la Constitución de 1979
reducida a su función utilitaria. No se niega la dimensión tras- como del programa del Partido de la República Islámica, que el
cendente de la religión, pero el espacio que se deja a la medita- deseo de apertura a los sunníes choca con las necesidades de la
ción, a la adoración, a la plegaria personal, a la relación personal movilización de los shiíes, y que esta última depende en gran
con Dios queda forzosamente reducido por la importancia que medida del empleo de temas especificamente shiíes como la
cobra la dimensión social, la eficacia colectiva de lo religioso. conmemoración del martirio de Hoseyn o la espera mesiánica
Es así como los redactores de los manuales religiosos de la Re- del regreso del Imam.3° Cuando en vida del Imam Jomeini éste
pública Islámica justifican su inverosímil tarea de publicar cate- se refería directamente en sus planteamientos a un tema shií, la
cismos monoteístas para los alumnos «minoritarios» (no musul- prensa árabe, por lo general reticente con la revolución iraní, re-
manes). Es verdad que hay puntos en común entre las creencias producía de buena gana la traducción sin comentarios y en pri-
de los judíos, los cristianos y los musulmanes, e incluso, apu- mera página. Con eso bastaba para apartar de la República Islá-
rando un poco más, las de los zoroastrianos. Pero a las autorida- mica a los sunníes indecisos que estuvieran tentados de repetir
des de la república no les interesa un ecumenismo abrahámico o la experiencia en su país.
profético... sino impedir que los «minoritarios» iraníes, dejados Los intentos de acercamiento entre shiíes y sunníes no datan
a su ser, tengan la tentación de abandonar las creencias religio- de la revolución de 1979.3 ' El grado de oposición entre las dos

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familias musulmanas varía sobre todo de acuerdo con las escue- La línea más fecunda del reformismo musulmán, iniciada por
las jurídicas: los sunníes hanbalís, y en particular los wahabbíes, el propio Afghani y su discípulo egipcio Mohammad Abduh, no
están mucho más cerrados al diálogo con los shiíes que los sha- buscaba una reconciliación entre los sunníes y los shiíes, sino
fi'íes o los hanafíes. Por stiparte, algunos shiíes (sobre todo los más bien un fundamentalismo antishií, una vuelta a las creencias
ismailíes, fieles del Aga Jan) son mucho más reacios que los de los «antepasados» de la fe (salaf, de donde deriva el nombre
duodecimanos —los que nos conciernen en este libro— a rezar de este movimiento, salafiya) y un despojo de todo lo que, en la
con los sunníes. Nader Sha, en el siglo xvin, ya intentó reducir tradición tardía, es un obstáculo para la razón, sobre todo de las
el shiismo al nivel de una quinta escuela jurídica del islam, a la creencias que recargan el shiismo.
que denominó yafarí por el nombre del Sexto Imam, Yaafar as- Rashid Ridha (Reza), eminente continuador de Afghani y de
Sadeq. ¿Lo hizo con el fin de rebajar las tensiones entre Irán y Abduh hasta su muerte en 1935, escribió una obra en dos volú-
33
sus vecinos (afganos y uzbecos por el este, otomanos y árabes menes sobre «el sunnismo y el shiismo». Según Hourani, creía
por el oeste), o de diferenciarse claramente de la dinastía safaví que era esencial unir a shiíes y sunníes, y que esto era posible
que acababa de suplantar, a la que los iraníes deben el ser con dos condiciones: que las dos partes colaborasen en los as-
shiíes? Parece que ante todo, con gran pragmatismo, veía la ne- pectos que tenían en común y se perdonasen los que les separa-
cesidad de borrar sus orígenes shiíes para asentar mejor su legi- ban; y que cuando un miembro de una de las comunidades ofen-
timidad de soberano entre las poblaciones sunníes de su in- diera a la otra, un miembro de su propio grupo se encargara de
menso imperio, donde los shiíes eran minoría." De su gran replicarle. A pesar de estas buenas intenciones, cada vez que un
reforma, que hizo aprobar solemnemente en 1743 por los teólo- problema empañaba la concordia entre ambas confesiones, Ras-
gos de todas las escuelas musulmanas, después de su asesinato hid Ridha no dudaba en culpar a los shiíes y en atribuir móviles
en 1747 sólo quedó la prohibición de las invectivas contra los infames a sus jefes. Para él el shiismo era un revoltijo de leyen-
tres primeros califas, que eran rituales en Irán a partir del Sha das e innovaciones ilícitas, sus dirigentes habían impedido la
Ismail, en el siglo xvi. Las autoridades shiíes reconocieron a unidad del mundo islámico por su codicia y su afán de celebri-
partir de entonces la legitimidad de Abu Bakr, Omar y Osman dad, y la secta era el producto de una divergencia doctrinal que
como califas, es decir, sucesores del Profeta. no existía en la época de los «antepasados de la fe» —por lo tanto
A partir del siglo xix la ingerencia europea quitó hierro a esta sospechosa—, y de las manipulaciones de los primeros judíos
división entre musulmanes. Los militantes anticoloniales se die- «conversos» (que habrían desnaturalizado el islam...). No cabe
ron cuenta de que trataba de aprovecharse de ella y del secta- duda, como observa Hurani, que pese a sus esfuerzos teóricos de
rismo para dominar a la población. El primero en percatarse de acercamiento, Rashid Ridha tenía unas relaciones bastante ten-
este peligro y reaccionar contra él fue Yamaloddin al-Afghani. sas con los shiíes.
Había nacido shií (pues era iraní de la región de Hamadán), pero Pero la comunicación entre las dos grandes familias del islam
no dudó en hacerse pasar por afgano sunní y lanzar desde Es- no estaba interrumpida, ni mucho menos. La mejor corriente de
tambul, capital del imperio otomano, una vigorosa campaña por comprensión pasa por este reformismo fundamentalista de la
la unidad del islam y el refuerzo del poder califal. Esta actividad salafiya. Poco conocido, porque la mayoría del clero shií lo re-
no se inspiraba tanto en el afán de acercar espiritualmente a los chazaba y apenas lograba hacerse oír en un periodo de intenso-
musulmanes, de reflexionar sobre los errores del pasado y sobre laicismo en Irán, un reformismo shií brillante, influido indirec-
la unidad de la comunidad de los creyentes, cuanto en la urgen- tamente por Mohammad Abduh y Rashid Ridha, marcó a toda
cia política de reunir todas las fuerzas de los musulmanes para una generación de intelectuales iraníes de 1921 a 1941. Su me-
hacer frente a las empresas coloniales. jor representante es Shariat Sangalayi, teólogo shií que había le-

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familias musulmanas varía sobre todo de acuerdo con las escue- La línea más fecunda del reformismo musulmán, iniciada por
las jurídicas: los sunníes hanbalís, y en particular los wahabbíes, el propio Afghani y su discípulo egipcio Mohammad Abduh, no
están mucho más cerrados al diálogo con los shiíes que los sha- buscaba una reconciliación entre los sunníes y los shiíes, sino
fi'íes o los hanafíes. Por su- parte, algunos shiíes (sobre todo los más bien un fundamentalismo antishií, una vuelta a las creencias
ismailíes, fieles del Aga Jan) son mucho más reacios que los de los «antepasados» de la fe (salaf, de donde deriva el nombre
duodecimanos —los que nos conciernen en este libro— a rezar de este movimiento, salafiya) y un despojo de todo lo que, en la
con los sunníes. Nader Sha, en el siglo xvm, ya intentó reducir tradición tardía, es un obstáculo para la razón, sobre todo de las
el shiismo al nivel de una quinta escuela jurídica del islam, a la creencias que recargan el shiismo.
que denominó yafarí por el nombre del Sexto Imam, Yaafar as- Rashid Ridha (Reza), eminente continuador de Afghani y de
Sadeq. ¿Lo hizo con el fin de rebajar las tensiones entre Irán y Abduh hasta su muerte en 1935, escribió una obra en dos volú-
sus vecinos (afganos y uzbecos por el este, otomanos y árabes menes sobre «el sunnismo y el shiismo»." Según Hourani, creía
por el oeste), o de diferenciarse claramente de la dinastía safaví que era esencial unir a shiíes y sunníes, y que esto era posible
que acababa de suplantar, a la que los iraníes deben el ser con dos condiciones: que las dos partes colaborasen en los as-
shiíes? Parece que ante todo, con gran pragmatismo, veía la ne- pectos que tenían en común y se perdonasen los que les separa-
cesidad de borrar sus orígenes shiíes para asentar mejor su legi- ban; y que cuando un miembro de una de las comunidades ofen-
timidad de soberano entre las poblaciones sunníes de su in- diera a la otra, un miembro de su propio grupo se encargara de
menso imperio, donde los shiíes eran minoría." De su gran replicarle. A pesar de estas buenas intenciones, cada vez que un
reforma, que hizo aprobar solemnemente en 1743 por los teólo- problema empañaba la concordia entre ambas confesiones, Ras-
gos de todas las escuelas musulmanas, después de su asesinato hid Ridha no dudaba en culpar a los shiíes y en atribuir móviles
en 1747 sólo quedó la prohibición de las invectivas contra los infames a sus jefes. Para él el shiismo era un revoltijo de leyen-
tres primeros califas, que eran rituales en Irán a partir del Sha das e innovaciones ilícitas, sus dirigentes habían impedido la
Ismail, en el siglo xvi. Las autoridades shiíes reconocieron a unidad del mundo islámico por su codicia y su afán de celebri-
partir de entonces la legitimidad de Abu Bakr, Omar y Osman dad, y la secta era el producto de una divergencia doctrinal que
como califas, es decir, sucesores del Profeta. no existía en la época de los «antepasados de la fe» —por lo tanto
A partir del siglo xtx la ingerencia europea quitó hierro a esta sospechosa—, y de las manipulaciones de los primeros judíos
división entre musulmanes. Los militantes anticoloniales se die- «conversos» (que habrían desnaturalizado el islam...). No cabe
ron cuenta de que trataba de aprovecharse de ella y del secta- duda, como observa Hurani, que pese a sus esfuerzos teóricos de
rismo para dominar a la población. El primero en percatarse de acercamiento, Rashid Ridha tenía unas relaciones bastante ten-
este peligro y reaccionar contra él fue Yamaloddin al-Afghani. sas con los shiíes.
Había nacido shií (pues era iraní de la región de Hamadán), pero Pero la comunicación entre las dos grandes familias del islam
no dudó en hacerse pasar por afgano sunní y lanzar desde Es- no estaba interrumpida, ni mucho menos. La mejor corriente de
tambul. capital del imperio otomano, una vigorosa campaña por comprensión pasa por este reformismo fundamentalista de la
la unidad del islam y el refuerzo del poder califal. Esta actividad salafiya. Poco conocido, porque la mayoría del clero shií lo re-
no se inspiraba tanto en el afán de acercar espiritualmente a los chazaba y apenas lograba hacerse oír en un periodo de intenso-
musulmanes, de reflexionar sobre los errores del pasado y sobre laicismo en Irán, un reformismo shií brillante, influido indirec-
la unidad de la comunidad de los creyentes, cuanto en la urgen- tamente por Mohammad Abduh y Rashid Ridha, marcó a toda
cia política de reunir todas las fuerzas de los musulmanes para una generación de intelectuales iraníes de 1921 a 1941. Su me-
hacer frente a las empresas coloniales. jor representante es Shariat Sangalayi, teólogo shií que había le-

244 245
ído las obras de los reformadores egipcios y que también estuvo nocible e insípido a Shariati; con fines probablemente apologéti-
influido por le wahhabismo hanbalí, del que adoptó varias re- cos, han buscado dar de él una imagen aceptable para los sunníes,
glas (rechazo de las sepulturas que sobresalgan del suelo, de los suavizando los aspectos demasiado claramente shiíes de su obra,
alminares...).34 y no salvando más que textos personales sobre el islam . Ésta dis-
Sin duda es aventurado colocar a Shariati en la misma línea torsión no debe despistar a quienes buscan comprender la especi-
que Sangalayi, pero su deseo de acabar con el clericalismo en ficidad del pensamiento shií prerrevolucionario."
Irán los acerca en más de un aspecto. Su coincidencia con el is- El acercamiento entre shiíes y sunníes tiene, pues, su historia.
lam sunní se produce por oposición al shiismo degenerado, lla- Aunque todavía choca con unas costumbres seculares, tampoco
37
mado por él «shiismo de los safavíes». Pone un ejemplo carica- fue inventado en 1979 por la República Islámica iraní. El pro-
turesco de este último, el de un autor shií que cubre de lodo al pio Jomeini, movido por el deseo de unificar la comunidad mu-
califa Omar, insinuando que fue el resultado de una relación in- sulmana, suavizó considerablemente la controversia interconfe-
cestuosa... Esta infamia es más o menos la misma que tuvo que sional al reconocer las virtudes de los dos primeros califas, Abu
soportar el shiismo por parte del sunnismo triunfante: desprecio Bala- y Omar (algo que no hacían los shiíes desde el siglo xvm):
destructivo y cerrado al diálogo. Frente a este clericalismo sa-
faví, según explica Shariati, hubo teólogos shiíes que se ganaron Sus dos primeros sucesores mantuvieron la línea de conducta
el respeto de los sunníes. Entre ellos cita al ayatollah Hoseyn del Profeta en su vida personal y pública, aunque en otros aspec-
tos infringieron esta regla hasta que se manifestaron las desvia-
Boruyerdi (gran jefe espiritual iraní, m. 1961), a otros iraníes
ciones patentes de la época de Osman, unas desviaciones que nos
( Abdol Hoseyn Amini, ayatollah Mazandarani), libaneses han sumido hoy en esta situación espantosa [la división de los
(Mohsen Amin Tabal Ameli, Yavad Maqniya) o iraquíes (Mo- musulmanes y la ingerencia de las potencias coloniales]. 38
hammad-Hoseyn Kashef ol-Qeta). Un libro publicado en persa
en Qom por un instituto para el acercamiento entre musulmanes El tercer califa no es rehabilitado: ¿acaso no fue su gobierno
(Dar ot-taarib) recoge largos extractos de estos autores sobre el que provocó los conflictos entre su clan (los omeyas) y el de
este mismo tema ecuménico." En el lado sunní, entre los artífi- Ali? Pero Jomeini fue más allá. Para facilitar los contactos entre
ces del acercamiento elogiados por Shariati se encuentran algu- shiíes y sunníes, autorizó a sus fieles a rezar detrás de un imam
nos jeques eminentes, como el jeque Shaltut, Gran Muftí de El sunní. Esta reforma, aparentemente anodina, propició un acerca-
Cairo y rector de al-Azhar, que autorizó en 1959 el estudio de la miento interconfesional durante la peregrinación anual a La
jurisprudencia yafarí (shií) en esta gran universidad sunní. Se- Meca y con motivo del viaje de personalidades sunníes a la Re-
gún nuestro autor, el trabajo en esta dirección tenía un interés pública Islámica iraní.
evidente en una época en que el mundo musulmán, dividido Ya se ha mencionado la contradicción insuperable entre el
frente al colonialismo y el neocolonialismo, no tenía conciencia discurso de alcance universal para unir a todos los musulmanes
de su unidad de comunidad de creyentes. en una sola comunidad, de la que Jomeini habría sido el primer
Así pues, Shariati deseaba un acercamiento con los musulma- jefe, y la movilización popular con temas que a veces son exclu-
nes sunníes, lo que no significa que abandonara o subestimara los sivamente shiíes. Estas contradicciones entrañan dificultades
temas esencialmente shiíes que aparecen en toda su obra: la nece- políticas internas y externas para el régimen iraní que las asume:
sidad de que la comunidad esté dirigida por un Imam, el valor la dificultad de integrar en la comunidad nacional a unos grupos
ejemplar del martirio del Imam Hoseyn, el sentido eminente de la étnicos alógenos que son mayoritariamente sunníes, como los
justicia del Imam Ali, la espera dinámica del regreso del Imam... baluchi del sureste, algunas tribus árabes de Juzistán, y gran
Algunos traductores musulmanes no han dudado en volver irreco- parte de los kurdos y los turcomanos en el norte. El centralismo

246 247
cultural y la nivelación persanófona en estas provincias pobres manas (incluidos los ulemas) con poderes vendidos a Occidente
tienen ahora un cariz confesional. Las declaraciones obligato- o a ideologías materialistas, sustituir las ideologías nacionalistas
rias de lealtad mantienen una amargura que no puede mitigar el y a los potentados corruptos por la soberanía de la Ley islámica
triunfalismo shií. En estas regiones periféricas, sobre todo entre (la sharia), trabajar por la vuelta a una estructura política co-
los turcomanos y los kurdos, se producen los choques más san- mún a todos los musulmanes, restituir los derechos de los mu-
grientos desde el triunfo de la revolución. sulmanes allí donde están sometidos por la violencia a una ley
Más allá de las implicaciones estrictamente políticas e ideoló- extranjera, especialmente en Palestina... Como vemos, no faltan
gicas, hay ingerencias más directas en la vida privada que ofen- temas comunes. Pero la literatura ideológica está limitada por la
den a los sunníes. En el terreno político se trata del reconoci- incompatibilidad de las referencias respectivas, lo que explica el
miento de un poder que proclama la supremacía del Imam retraso o la escasez de las traducciones de estos autores del
oculto y sólo consiente en gobernar mientras se espera el re- árabe al persa, o al revés. ¿Es posible invocar a Ibn Taymiya,
greso de este Imam —una herejía para los sunníes—. La instancia azote de la herejía shií, si se busca la alianza con los shiíes? ¿Es
suprema de este régimen, el «Guía», se define a partir de una es- posible tomar como modelos supremos a Ali y Hoseyn, y aso-
tructura típicamente clerical y shií (los moytahed elegidos al ciarse con aquellos contra quienes lucharon?
consejo de expertos son los encargados de nombrar al ayatollah
que sucederá al Guía). En público, ¿acaso no se obliga con fre-
cuencia a los sunníes a rezar detrás de un mollah shií, y a acudir La peregrinación y su ideología
a una llamada a la oración que incluye la frase: «Ah es el pró-
ximo a Dios» (`Alian vali-olLah, donde vali significa tanto la El lugar en el que se comprueba la política de exportación de
proximidad de la predilección divina como la del poder de la revolución jomeinista es la peregrinación anual de los musul-
Dios)? ¿Acaso no se obliga a sus hijos en la escuela a aprender manes a La Meca, el hayy. La mayoría de los autores islamistas
la religión en unos manuales que se han escrito para los sunníes, son partidarios, como Shariati, de transformar esta reunión en
pero han sido corregidos por shiíes? Estos libros no dicen nada una especie de congreso político anual de los pueblos musulma-
de las bases históricas del califato ni del origen de las discrepan- nes.40 Como ellos dicen, es su justificación esencial, hacer que
cias confesionales en el momento de la muerte del Profeta.39 lleguen al mismo tiempo creyentes de todas las partes del
En el exterior de Irán estas contradicciones dificultaron el mundo para que se conozcan y se ayuden. En enero de 1971 Jo-
ambicioso programa de exportación ideológica de la revolución. meini, desde su exilio iraquí, hizo repartir unas octavillas entre
La Constitución dice explícitamente que Irán defenderá «los de- los peregrinos iraníes a La Meca en las que se leía:41
rechos de todos los musulmanes» (artículo 152) y «dará su
apoyo a la lucha legítima de los desheredados por sus derechos ...Os corresponde a vosotros, querida nación musulmana reu-
nida en este lugar de la revelación para llevar a cabo los ritos de
y contra los poderosos en todas las regiones del mundo» (artí- la peregrinación, aprovechar esta ocasión para concentraros y ha-
culo 154). A pesar del eco globalmente favorable que tuvo esta llar soluciones a los problemas de la comunidad [la ingerencia de
revolución en los países musulmanes, por lo menos entre los is- las potencias coloniales]. [...] Escuchad los problemas de cada
lamistas, hay que reconocer que el balance no es tan positivo nación musulmana tal como ella misma los exponga, y no aho-
como habrían deseado los dirigentes islamistas, y su influencia rréis esfuerzos para resolverlos con ella...
se dejó sentir sobre todo en las zonas shiíes.
No es que su inspiración básica no tenga puntos en común: Más adelante Jomeini monta en cólera contra los que, aprove-
denunciar el compromiso de las elites pretendidamente musul- chando la peregrinación, reparten libelos contra los shiíes y tra-

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tan de dividir a los musulmanes. Luego presenta los problemas sional de la peregrinación por parte de la República Islámica, la
específicos de Irán, las razones de su lucha contra el régimen del impugnación del papel de Arabia Saudí en la custodia de los
sha. Este nuevo estilo, que no ponía en tela de juicio a la dinas- santos lugares puede cobrar fuerza después de la guerra del in-
tía saudí y no dio pie a la intervención policial, era un prece- vierno de 1991. La evolución geopolítica de los pueblos musul-
dente. Tras la creación de la República Islámica los mensajes manes va en ese sentido. La legitimidad saudí, respaldada mili-
dirigidos a los peregrinos fueron más amenazadores para el tarmente por el ejército estadounidense, ha perdido su prestigio.
equilibrio de la región, y en particular para el reino saudí. Se Se barrunta que la custodia de los santos lugares pronto puede
había acabado la tradicional disciplina de disimulación mental o estar vacante, y es un puesto codiciado.
discreción (taqiya), gracias a la cual los shiíes pasaban inadver- La confirmación de la apuesta hegemónica de los iraníes en
tidos. Los primeros choques directos con la policía saudí tuvie- sus operaciones fallidas de La Meca llegó tardíamente, varios
ron lugar en 1981, y se saldaron con la muerte de un iraní. Pero meses antes de la muerte de Jomeini, cuando el Imam publicó su
fue en 1987 cuando se produjeron los enfrentamientos más gra- famoso decreto religioso (fatua) sobre los Versos satánicos que
ves con las fuerzas del orden. Más de 400 peregrinos perdieron tanto revuelo causó en Occidente. La condena de Salman Rush-
la vida, la mitad por lo menos iraníes. El hecho de que los shiíes die de febrero de 1989 estaba hecha pensando sobre todo en los
iraníes boicotearan la peregrinación durante los años siguientes musulmanes de Asia. No se trataba tanto de una operación an-
no facilitó el contacto ni la propaganda entre los musulmanes no tioccidental, cuanto de una hábil maniobra para recuperar un
shiíes. Una propaganda redoblada contra los wahabbíes saudíes movimiento surgido en otra parte, que los ulemas de Arabia
reavivaba de pronto el aislamiento de los shiíes. Los otros mili- Saudí no se atrevían a tocar. Al lanzar el anatema contra el autor
tantes musulmanes tenían más de un reproche que hacerle a la apóstata de los Versos satánicos, Jomeini mataba dos pájaros de
dinastía que custodia los santos lugares, pero las quejas propia- un tiro: demostraba que, en contra de la propaganda saudí, los
mente shiíes de los iraníes no contribuyeron precisamente a que shiíes eran musulmanes rigurosos, preocupados por la defensa
fueran escuchados por los sunníes. de la integridad del Corán y el respeto a Mohammad. También
Jomeini impugnaba directamente el control de los saudíes so- se presentaba como el único protector eficaz de la fe islámica
bre La Meca y Medina, que según él pertenecen a todos los mu- frente a las maniobras de Occidente; esto tuvo su confirmación
sulmanes y su acceso debe ser libre para todos. Aquí aparece en la Conferencia Islámica de Medina, donde el representante
otro reto, distinto de la controversia entre sunníes y shiíes: el iraní fue el único que se atrevió a defender el punto de vista tra-
ascenso del islam no árabe y la justa pretensión de Irán, junto dicional.
con los demás países musulmanes de Asia, de participar en la
organización de la peregrinación. En el subcontinente indio hay
250 millones de musulmanes, más que en todos los países ára- ¿Es revolucionario el shiismo?
bes juntos, e Indonesia, con sus 150 millones de musulmanes, es
el país musulmán más grande del mundo... En 1979 el 28 por El shiismo revolucionario cada vez se presenta más como una
100 de los peregrinos de La Meca procedían de los países asiáti- ideología: como ha sido en esta familia del islam donde ha triun-
cos, y en 1984 ya eran el 41 por 100. En 1987 los países árabes fado la revolución más espectacular inspirada en el islam, cabe
apenas sumaron (a pesar de su relativa proximidad a La Meca) preguntarse si esta revolución en un país shií es una casualidad
401.000 peregrinos, es decir, menos de la mitad del total, y esta de la historia, o si existe una relación intrínseca entre esta reli-
proporción va en aumento.42 De modo que, incluso si ya no se gión y la idea de cambio político violento. En una palabra, ¿es
escucha el mensaje revolucionario shií debido al boicot provi- revolucionario el shiismo?

250 251
Ante todo hay que acabar con una ambigüedad. Revoluciona- inofensivos, que sin embargo se estaban preparando para una lu-
rio es todo aquel que pretende derribar un orden social para cha sin cuartel?
cambiar la estructura de poder; en este sentido, un militante que La paradoja del shiismo es que no deja este potencial revolu-
trate de llevar a la práctica sus ideas hasta el final es un revolu- cionario a su albedrío, sino encauzado en la medida de lo posi-
cionario, sea marxista, musulmán o budista. Como es sabido, ble por el clero. Entre todos los grupos islamistas radicales, los
los más revolucionarios, incluso los estalinistas, actúan a veces shiíes son los únicos que aceptan ulemas en sus filas y les atri-
con peores modos que los zares a los que derribaron, una vez buyen papeles importantes.'" Los más hostiles al poder clerical,
instalados en el poder. Pero mientras hay unos que no dudan en como Shariati, son los primeros en desear que los ulemas sean
poner patas arriba las relaciones sociales, en invertir las estruc- sustituidos por unos dirigentes ilustrados, porque se supone que
turas económicas, otros tienen miedo de cualquier mudanza, el pueblo es incapaz de emanciparse por sí mismo. En este sen-
porque para ellos hacer la revolución es devolver el orden natu- tido, si la finalidad del movimiento islámico es devolver el po-
ral al desorden establecido por los hombres. Los revolucionarios der a una clase social preocupada ante todo por el orden, no se
musulmanes pertenecen más bien al segundo grupo, pues tratan puede decir que sea revolucionario. Es verdad que no todos los
de restablecer el orden de la naturaleza creado por Dios y alte- militantes shiíes quisieron esta desviación, y algunos desean la
rado por la ingratitud (kofr) de los hombres. Entre ellos, los continuación de una revolución que consideran pendiente. Lejos
shiíes destacan en más de un aspecto. de ser una máquina revolucionaria, la teología shií es una mez-
En efecto, ciertas particularidades teológicas del shiismo ad- colanza de temas de ruptura social y escapadas hacia la trascen-
quieren un relieve especial desde el momento en que son utiliza- dencia.
das en un contexto político: la espera escatológica del Imam- ¿Se puede decir, como Olivier Roy, que los dirigentes de la
salvador (la «gran noche»), la justificación de la insurrección revolución iraní «conciben la comunidad shií como Marx con-
contra un poder inicuo, el secreto y la clandestinidad, o la obe- cibe el proletariado: un grupo particular que realiza la emanci-
diencia a un jefe religioso elegido por uno mismo. Ninguno de pación de toda la humanidad. El shiismo, tanto en su pensa-
estos elementos existe en el sunnismo, y cada uno puede tener miento como en su práctica, es la vanguardia de la revolución
una interpretación completamente mística, o cargarse de emo- islámica mundial»?" Es indudable que el planteamiento jomei-
ción y cobrar una fuerza irresistible. Y como atestigua el ejem- nista no se detiene en los iraníes ni en los shiíes, y la lógica in-
plo del propio Jomeini, el aspecto místico de la creencia ampli- terna del movimiento desencadenado por él trata de ampliar el
fica la eficacia revolucionaria y el valor carismático. Cuando círculo de los que serán salvados por su mensaje. Es una doc-
Jomeini bendecía a la multitud, embelesaba a su público, y una trina universal de la que Jomeini se sentía depositario, y su afán
palabra pronunciada por él mientras tendía la mano apacigua- de hegemonía lo era de servicio a una causa libertadora.
dora tenía valor de oráculo. Un amigo mío, que una madrugada
antes del alba —justo al principio de la agitación revolucionaria
de 1978—, se recogió en una mezquita del sur de Teherán (mau- ¿Una nueva forma de nacionalismo?
soleo de Abdol Azim) junto a la cual había una tumba de su fa-
milia, se quedó sorprendido al encontrar en la sala de oración a Fuera de Irán, los shiíes revolucionarios tuvieron que admitir
unos creyentes que parecían en actitud de meditación. Se acercó que su persian connection era un estorbo para ellos por partida
discretamente y oyó que murmuraban consignas políticas con- doble: como barrera étnica (iranidad frente a arabidad o islami-
trarias al sha. ¿A qué policía se le hubiera ocurrido buscar a esas dad) y corno barrera confesional (shiismo frente a sunnismo).
horas, en una mezquita, a unos manifestantes tan buenecito1 e En efecto, una de las enseñanzas más fecundas de la revolución

253
252
iraní fue que el islamismo hizo que la ideología nacionalista clá- (Yebha-ye melli), que confirmaba la de los islamistas radicales
sica se esfumara. (los Feda'iyan-e eslam), ya consumada, fue un presagio de la ri-
Las relaciones entre los Estados-nación y las ideologías trans- validad que estalló durante la revolución islámica. Pero esta vez,
nacionales son tensas por naturaleza. Y lo son más aún con el is- en 1979, los nacionalistas no tenían fuerzas suficientes para re-
lam, que desde sus orígenes sueña con reunir a todos los creyen- sistir. Mientras que en la fase prerrevolucionaria muchos obser-
tes en una entidad política unida. La colonización, y luego, vadores occidentales —y en concreto la BBC, muy escuchada en
sobre todo, la descolonización, apartaron a los musulmanes de Irán— atribuían un papel muy importante a los mosaddequistas,
este sueño durante un par de siglos. El término mellat, que al que contaban con personalidades de primer orden, desde Chapur
principio designaba a una comunidad religiosa para distinguirla Bajtiar hasta Mehdi Bazargan, pasando por Abol-Hasan Bani-
de las demás (la comunidad del islam en relación con la de los Sadr, después estos representantes del liberalismo nacionalista
cristianos o los judíos, etc.), ha acabado designando, primero en fueron cayendo uno a uno. Cuando la República Islámica tuvo el
el mundo otomano y luego también en Irán, a las naciones étni- control de todas las instituciones centrales y prohibió la mayoría
cas y políticas que se formaban en el siglo xix como reacción a de las organizaciones nacionalistas y sus periódicos, las últimas
las ingerencias europeas, y a imitación de las naciones occiden- manifestaciones públicas de los nacionalistas liberales fueron un
tales.45 En este contexto toda clase de malentendidos y conflic- fracaso: en vez de convencer a los liberales de que tenían sufi-
tos enfrentaron a los «nacionalistas» con los «islamistas». ciente fuerza y debían unirse, ocasionaron violencias y una de-
Los revolucionarios constitucionalistas iraníes de principios rrota del campo nacionalista. Los primeros mítines autorizados
del siglo xx recurrieron al término impreciso mellat para desig- se celebraron en marzo de 1981. El que organizó Mehdi Bazar-
nar su identidad de pueblo que reclamaba su parte de poder, y gan y el Movimiento por la Libertad de Irán fue reventado por
llamaron a su parlamento Mayles-e shura-ye melli, «Asamblea jóvenes extremistas que decían actuar en nombre de los Feda'i-
parlamentaria nacional», recordando que la Constitución de yan-e eslam. El otro, organizado por el presidente Bani-Sadr en
1906-1907 se ocupa de los derechos del pueblo. El adjetivo me- el campus de la universidad de Teherán para conmemorar la
lli ha creado dificultades desde entonces a causa de sus connota- muerte de Mosaddeq, degeneró en choques violentos que provo-
ciones paradójicamente laicas: por ejemplo, los manifestantes caron la caída de Bani-Sadr.46
que ocupaban el jardín de la legación británica rechazaron el Los nacionalistas perdieron la última oportunidad el lunes 15
rescripto imperial que convocaba una asamblea parlamentaria de junio de 1981. Aquel día el Frente Nacional y el Movimiento
«islámica» (eslami), diciendo que este término permitiría ex- para la Libertad de Irán, movilizados para defender los derechos
cluir a los llamados «infieles» y a los miembros de las minorías humanos, convocaron una manifestación pacífica en el centro
no musulmanas. Para ellos el término melli les integraba a todos de Teherán contra el proyecto de ley del talión, que se estaba
en una misma entidad sin connotación confesional. La reivindi- discutiendo en el parlamento. En realidad también querían apo-
cación de una identidad nacional conducía a una valoración del yar al presidente Bani-Sadr con una concentración masiva, la
término mellat, portador de la legitimidad democrática colectiva víspera de los debates parlamentarios excepcionales que se iban
frente al aparato estatal o a las ingerencias exteriores. Este es el a celebrar al día siguiente para destituirle. Jomeini se opuso in-
sentido que prevaleció, por ejemplo, para designar los «naciona- mediatamente a la manifestación y dijo que todo aquel que obe-
lismos» ( melli-shodan), y la gran lucha nacionalista (nahzat-e deciera a una ideología nacionalista era un renegado. Bazargan,
melli) de los años cincuenta contra la Anglo-Iranian Oil Com- cuyos conocimientos sobre el islam acababan de ser puestos en
pany que Mosaddeq, precisamente, nacionalizó. duda por una serie de artículos de Yalaloddin Farsi en el perió-
En 1952 la escisión del ala religiosa del Frente Nacional dico del PRI, fue el primero en someterse y anuló la convocato-

254 255
ria. Inmediatamente se organizó una contramanifestación de pervertida, sometida por la economía-mundo y la cultura-
hezbollahi (islamistas radicales), y los escasos nacionalistas de mundo. Frente al modelo estereotipado del hombre occidental
las clases medias que se disponían tímidamente a desfilar se despolitizado, arrogante, materialista, portador de una cultura
quedaron en la acera, espectadores de su propia derrota. mediocre internacionalizada, la revolución islámica recurre a
El arranque patriótico contra la agresión iraquí de septiembre elementos del patrimonio cultural más profundos que el senti-
de 1980 demuestra que los revolucionarios shiíes no tuvieron miento nacional y el ideal humanista. Esto no quiere decir que la
reparos en proclamar su pertenencia a un estado nacional.47 El adhesión al islam sólo tenga un significado de identidad, pero el
propio Jomeini llevó la voz cantante, con un llamamiento a la sentimiento religioso tiene más eficacia como medio de movili-
defensa de la patria (vacan) «más valiosa que la vida», y una zación social en la situación revolucionaria que el llamamiento a
exaltación del martirio de quienes sirvieran así a la causa del is- la razón. No se trata tanto de un renacimiento de la fe (que
lam. En efecto, desde el momento en que en Irán se aplicaba la nunca ha dejado de existir), cuanto de una utilización del islam
Ley del islam, ¿qué diferencia había entre la defensa de la patria para protegerse de la alteración de las estructuras sociales tradi-
y la de la fe? cionales. Frente a los ideales «nacionalistas», humanistas y ge-
nerosos, pero abstractos, los islamistas, para denunciar su situa-
Que vuestra existencia sea santificada —declara Jomeini el 22 ción de desposeimiento frente al imperialismo, recurren a unas
de marzo de 1982 para alentar a los voluntarios iraníes durante la metáforas más evocadoras: violador, devorador del planeta, chu-
reconquista de Jorramshahr— valerosos combatientes y soldados pador de la sangre de la nación...
en la senda de Dios que habéis salvaguardado el honor del islam,
ilustrado la nación iraní y levantado la cabeza de los que siguen
la senda de Dios. La gran nación iraní (mellat-e bozorg-e Iran), y
Notas
los hijos del islam están orgullosos de vosotros, que habéis si-
tuado a vuestra patria ( mihan-e jod) en el ala de los ángeles y la
1. B. HOURCADE, «Iran: révolution islamiste ou tiers-mondiste?», Hérodote,
habéis elevado sobre todas las naciones del mundo (melal-e ya- 36 (1985), pp. 138-158.
han). 2. Véanse Y. RicHARo, «L'organisation des Fedá'iyán-e eslám, mouvement
intégriste musulman en Iran (1945-1956)», en O. Carré y P. Dumont, eds., Ra-
Nos encontramos ante dos realidades: por un lado la defensa dicalismes islamiques, vol. 1, L'Harmattan, París, 1985, pp. 23-82; G. KEK.L,
de la nación, como tal, ya sólo moviliza entre la población a Le Prophéte et Pharaon. Los mouvements islamistes dans l'Egypte contempo-
raine, La Découverte, París, 1984. [Trad. cast.: Faraón y el Profeta, Muclmik,
unos elementos relegados por la evolución política, los menos Barcelona, 1988.]
dinámicos; por otro, la defensa del islam incluye la de la nación 3. Y. RICHARD, «Base idéologique du conflit entre Mosaddeq et
y va mas allá. Los nacionalistas mosaddequistas se ven sobrepa- Kasháni», en J.-P. Digard, ed., Le Cuisinier et le philosophe. Hommage á Ma-
sados por un discurso más fuerte que el suyo, que responde me- xime Rodinson, Maisonneuve et Larose, París, 1982, pp. 263-274.
jor a la agresión sufrida: defender la iranidad cuando no está 4. Sobre estos dos países, y en especial sobre Mohammad-Bager al-Sadr,
véase el capítulo «Los shiíes fuera de Irán».
amenazada no atrae a nadie, hacer de la lucha por las libertades 5. H. E. CHEHABI, lranian Politics and Religious Lodernism. The Libera-
o los derechos humanos un tema político es relegar a un se- tion Movement of Iran under the Shah and Khomein, Cornell University Press,
gundo plano las influencias e ingerencias políticas o económicas Ithaca (N.Y.) - I. B. Tauris, Londres, 1990.
de las potencias imperialistas. Cuando los militantes islamistas 6. A.-H. HAIRI, Shi'ism and Constitutionalism in kan, Brill, Leiden, 1977,
se desentienden de todo esto, demuestran que para ellos lo prio- pp. 124, 158. Sobre Taleqani véase M. BAYAT, «Mahmud Taleqani and the Ira-
nian Revolution», en M. Kramer, ed., Shi'isrn, Resistanee. and Revolution,
ritario no es la defensa del sentimiento nacional ni de las liberta- Westview Press, Boulder (Colorado) - Mansell, Londres, 1987. pp. 67-94.
des individuales, sino el restablecimiento de la identidad robada, 7. Sd M. TALEQANI (trad. A. Jabbari y F. Rajaee), Islam and Ownership,

256 257
Mazdá, Lexington (Kentucky), 1983, p. 88; texto persa, Eslám va málekiyat, Richard, eds., Intellectuels et militants..., pp. 167-192. En Irán se produce el
p. 143. mismo fenómeno.
8. Cf. A. K. S. LAtvuvroN, «A Reconsideration of the Position of the Marfa' 26. D. SHAYEGAN, Qu'est-ce qu'une révolution religieuse?, éd. d'Aujourd'-
et-taglid and the Religious Institution», Studia Islamita, XX (1964), pp. 125 ss. hui, París, 1982, pp. 179 ss. y 216 ss.
9. H. ENAYAT, Modern Islamic Political Thought. The Response of the Shi'i 27. SHARIATI, Bá makháteb-há-ye áshená, p. 209.
and Sunnt Muslims to the Twentieth Century, University of Texas Press, Aus- 28. Véase Y. RICHARD, «L'enseignement de la religion dans les écoles d'É-
tin (Texas), McMillan, Londres-Basingstoke, 1982, pp. 134, 160 ss.; véase la tat en Iran», en J.-P. Willaime, ed., Univers scolaires et religions, Cerf, París,
crítica de N. Keddie, Middle East Journal, 37 (1983), pp. 489 ss. 1990, pp. 107-108.
10. Véase el capítulo «Un destino unido a Irán». 29. RICHARD, «L'enseignement de la religion... », p. 108.
11. A. ABOL-HASANI (Monzer), Shahid Motahhari efshá-gar-e towte'a (El 30. Véase el capítulo «Un destino unido a Irán»; E. SIVAN, «Sunni Radica-
mártir Motahhari descubridor de un complot), Qom, 1362/1983. lism in the Middle East and the Iranian Revolution», IJMES, 21, 2 (1989), pp.
12. E. ABRAHAMIAN, lite Iranian Mojahedin, Yale University Press, New 22 ss. W. ENDE, «Sunni Polemical Writings on the Shi' a and the franjan Revo-
Haven (Connecticut) - Tauris, Londres, 1989, cae en un contrasentido al hablar lution», David Menashri, ed., The Iranian Revolution and the Muslim Word,
de los Moyahedin como discípulos de Shari'ati, en especial pp. 122 ss. Boulder, San Francisco, Oxford, 1990, pp. 219-232.
13. A. SHARIATI, Bá nzakháteb-há-ye áshená, ([Correspondencia] Obras 31. ENAYAT, Modem Islamic Political Thought..., pp. 30-51.
Completas, I), Hoseyniya Ershád, Teherán, 1356/1977, p. 210. Encontramos 32. A. EQBAL, «Vasiqa-ye ettehad-e eslam-e náderi» [«El compromiso de
numerosas alusiones negativas a los Moyahedin en distintas obras y cartas, la Nader por la unidad del islam»], Yádegár, IV, 6 (esfand 1326), pp. 43-55; L.
mayoría de las veces sin nombrarles, a causa de la censura. LOCKHART, Madir Shah, Luzac, Londres, 1938; H. ALGAR, «Shi'ism and han
14. Tcheguna Qor'án biámuzim, citado por E. ABRAHAMIAN, The Iranian in the Eighteenth Cebtury», en Th. Naff y R. Owen, eds., Studies in Eighteenth
Mojahedin, Yale University Press, New Haven (Connecticut) - Tauris, Lon- Century Islamic History, Carbondale/Edwardsville (Illinois) - Austin, Lon-
dres, 1989, p. 95. dres, 1977, pp. 288-302.
15. ABRAHAMIAN, The Iranian Mojahedin, p. 96. 33. Véase A. HOURANI, Arabic Thought in the Liberal Age. 1798.1939, Ox-
16. P. VIEILLE y A.-H. BANISADR, Pétrole et violente. Terreur blanche et ré- ford University Press, Oxford, 1962 [reed. 1970], pp. 230 ss.
sistance en Irán, Anthropos, París, 1974. 34. Véase el capítulo «Un destino unido a Irán» e Y. RICHARD, «Shari'at
17. A.-H. BANI-SADR, Osul-e paya va zábeta-há-ye hokumat-e eslámi, s.l. Sangalaji: A Reformist Theologian of the Ridá Sháh Period», en S. A. Arjo-
(París), 1353/ 1974. mand, ed., Authority and Political Culture in Shi'ism, SUNY Press, Albany,
18. Entrevista personal, Teherán, febrero de 1979. 1988, pp. 172 ss.
19. C. VERLEUW, «L'association Hojjatiyye Mahdaviyye», en B. Badie y 35. A. SHARIATI, Tashayyo'-e'alavi va tashayyo'-e safavi, (Obras Comple-
R. Santucci, eds., Contestations en pays islamiques, vol. 2, CHEAM, París, tas, 9), Teherán, 1359/ 1980, pp. 72-88, 248 ss.; M. M. J. FISCHER, Iran: From
1987, pp. 81-116; A. VALI y S. ZUBAIDA, «Factionalism and political discourse Religious Dispute to Revolution, Harvard University Press, Cambridge-Lon-
in the Islamic Republic of Iran: the Case ot the Hujjatiyeh Society», Economy dres, 1980, p. 178.
and Society, vol. 14, 2 (mayo de 1985), pp. 139-173. 36. Véase por ejemplo A. SHARIATI (trad. H. Algar), On the Sociology of Is-
20. Véase la autobiografía póstuma de Behehsti publicada en el órgano del lam, Mizan Press, Berkeley, 1979.
PRI, Jomburi-e eslami, 13 tir 1360/4 de julio de 1981. 37. SIVAN, «Sunni Radicalism... », IJMES, 21, 2 (1989), pp. 1-30.
21. «Mavaze'-e ma», PRI, Teherán, 1981, previamente publicado en Jom- 38. R. JOMEINI, Velayát-e faqih, reed., Amir Kabir, Teherán, 1357/1979, p.
buri-e eslami, marzo de 1981 (en vida de Behehsti). Lo que sigue es un resu- 56 (trad. H. Algar), Islam and Revolution, Mizan Press, Berkeley, 1981. p. 57.
men analítico. 39. RICHARD, «L'enseignement de la religion... », p. 97.
22. Véase Y. RICHARD, «Clercs et intellectuels dans la République islami- 40. Véase por ejemplo, para Sayyed Qotb, O. CARRÉ, Mystique et potingue,
que d'Iran», en G. Kepel e Y. Richard, eds., Intellectuels et militants de l'Islam Presses de la FNSP/Cerf, París, 1984, p. 200.
contemporain, Le Senil, París, 1990, pp. 29-70. 41. Texto en Sd H. Rumkra, Nahzat-e Emárn Khomeyni, 11, Teherán,
23. J. PEDERSEN, «Masdjid», Shorter Encyclopaedia of Islam, s.v. 1364/ 1985, pp. 995 ss.; (trad. H. Algar), Islam and Revolution, pp. 195 ss.
24. Véase el notable análisis, realizado antes de la revolución, sobre la pre- Para el problema del hayy en la República Islámica, véase M. KRAMER, «La
dicación en Irán de G. THAISS, «The Conceptualization of Social Change Th- Mecque: la controverse du pélerinage», Maghreb-Machrek, 122 (oct.-dic.
rough Metaphor», Journal of Asian and African Studies, 1-2 (1978), pp. 1-13. 1988), pp. 38-52.
25. Véase para este concepto N. GÓLE, «Ingénieurs musulmans et étudian- 42. S. ZEGHIDOUR, La vie quotidienne á La Mecque de Mahomet á nos
tes voilées en Turquie: entre le totalitarisme et l'indivídualisme», en Kepel y jours, Hachette, París, 1989, pp. 438 ss.

258 259
43. S1VAN, «Sunni Radicalism... », pp. 9-11. Conclusión
44. 0. ROY, «Le facteur chiite dans la politique extérieure de l'Iran», Cen-
tral Asian Survey, IX, 3 (1990), p. 59.
45. Y. RICHARD, «Du nationalisme á l'islamisme: dimensions de l'identité
ethnique en Iran», en J.-P. Digard, ed., Le fait ethnique en kan et en Afghanis-
tan, CNRS, París, 1988, p. 270.
46. Y. RICHARD, «The Relevance of «Nationalism» in Contemporary Iran»,
Middle-East Review, XXI. 4 (verano de 1989), pp. 27-36.
47. J. P. PiscArotu, Islam in a World of Nation-States, Cambridge Univer-
sity Press, Cambridge, 1986, p. 114.

Más de doce años después del advenimiento de la República


Islámica iraní, que reivindicó explícitamente el islam shií como
principio, no deja de sorprender la falta de un pensamiento ori-
ginal surgido de esta revolución de nuevo cuño. Un aconteci-
miento pretende hacer que el mundo divino entre en la historia,
pero los pensadores shiíes no han propuesto una teología nueva
para darle sentido: los clérigos siguen repitiendo, comentando y
amplificando los textos del pasado, refutando los errores y jus-
tificando las opciones del presente. Muerto Jomeini, un dis-
curso innovador sería mal acogido en una comunidad que ahora
se ocupa más de ortodoxia que de revolución.
Después de los primeros estallidos de entusiasmo; esta vuelta
brutal de lo religioso ha inspirado a los occidentales más invec-
tivas y sarcasmos que reflexiones serenas. Michel Foucault
marcó la tónica este malentendido: antes incluso de la victoria
de febrero de 1979, se preguntaba por el papel que desempe-
ñaba la religión en la revolución iraní:

En esta forma que tenían de vivir la religión islámica como


fuerza revolucionaria —declaraba a los periodistas—,' había algo
más que la voluntad de obedecer lo mejor posible la ley, estaba
la voluntad de renovar toda su existencia recuperando una expe-
riencia espiritual que pensaban hallar en el corazón mismo del
islam shií. Siempre se cita a Marx y al opio del pueblo. La frase
inmediatamente anterior, que no se cita nunca, dice que la reli-
gión es el espíritu de un mundo sin espíritu. Digamos pues que

260 261
el Islam, este año 1978, no ha sido el opio del pueblo, precisa- sensibilidad de los occidentales ante la espiritualidad shií, que
mente porque ha sido el espíritu de un mundo sin espíritu. él había estudiado con una erudición desbordante y entusiasta,
haciendo hincapié en su dimensión teosófica más ahistórica.
El filósofo francés, que había ido a Irán para seguir los acon- Por una concidencia fortuita, justo cuando moría el filósofo
tecimientos, escribía también en otoño de 1978 en un semana- orientalista llegó a París el ayatollah Jomeíni y despertó un in-
rio de gran tirada:2 terés sin precedentes por otro shiismo, un shiismo con profun-
das raíces en la historia, militante; no el que desdeña las cosas
¿Qué sentido tiene para los hombres que viven allí [en Irán] materiales o el resignado, como el que estudiaba Corbin—. ¿Hay
buscar, aun arriesgando su vida, algo cuya posibilidad hemos ol-
vidado desde el Renacimiento y las crisis del cristianismo: una que considerarlo un signo de la transformación interna de esta
espiritualidad política? Ya estoy oyendo las risas de algunos religión que con su triunfo deja de ser perseguida, creadora de
franceses, pero sé que están equivocados. formas invisibles, y con ello pierde el hilo de su justificación,
lo mismo que cuando los safavíes convirtieron el shiismo en la
Foucault —después lo lamentó— estaba entusiasmado con un religión de Irán, le privaron de la cualidad intrínseca de una es-
movimiento insurreccional que se había granjeado muchas sim- piritualidad reservada a los iniciados?
patías en todo el mundo. En realidad, muchas insurrecciones li- Al convertirse en la ideología de una revolución, el shiismo
bertadoras acaban de forma autoritaria, y las milicias revolu- pierde su rango de creencia universal de salvación y pasa a ser
cionarias pasan a ser con frecuencia un instrumento de coerción un instrumento de la historia, sometido a la contingencia de los
estatal en los regímenes que han ayudado a instalarse. Hoy po- hechos. Como las demás doctrinas humanas, evoluciona en el
demos hacernos esta pregunta: ¿Habría sido la misma la movi- tiempo. Es polivalente, y puede desempeñar distintas funciones
lización de los iraníes alrededor de sus clérigos si éstos hubie- en la misma época. Mientras en las escuelas teológicas de Qom
ran sido muftís sunníes, bonzos o popes? Lo que maravilla a o Nayaf se mantiene una tradición sabia que apenas acusa el
Foucault, ¿es el resurgimiento de lo religioso, algo nuevo e im- modernismo, el pacto con el poder político y el afán de interve-
previsto en el ámbito cultural de 1978, o la eficacia particular nir en el devenir del mundo sacude los cimientos de la institu-
del shiismo, que había permanecido oculta mucho tiempo por ción clerical. Mientras en Nayaf un gran ayatollah (Abol-Qa-
circunstancias que desconocemos? sem Jo'i, 1899-1992) evita tomar posición sobre la revolución
Sin embargo, hay una esencia específica del shiismo que no y la organización de la sociedad, en Qom otro gran ayatollah
se puede reducir a las contingencias históricas. Más que una ( Kazem Shariat Madari, 1904-1986) es desposeído de su digni-
doctrina de poder o contrapoder, esta religión es ante todo una dad de «Guía a imitar» (marya'-e tacilid) debido a sus alianzas
manera de percibir el mundo espiritual y acceder a lo divino. políticas, como si el rango clerical dependiera ya de las relacio-
Los shiíes tienen una fe inquebrantable en ciertas verdades que nes con el poder. ¿Llegará a producirse una ruptura en el seno
sólo existen para ellos, y están al margen de la argumentación. del shiismo entre los que permanezcan leales a la República Is-
La creencia musulmana en un Dios único y en la profecía de lámica y los que pasen a la clandestinidad y mantengan la pu-
Mohammad se enriquece con la espera del regreso del Imam, la reza de las tradiciones de los Imames?
existencia de intercesores para la plegaria, y los ritos que son su En los distintos avatares del shiismo, sobre todo los ideológi-
consecuencia, como la participación en las ceremonias de duelo cos, aparecen constantemente los elementos de su fundación.
ritual por los Imames mártires. Por ejemplo, el recuerdo de la rebelión del Imam Hoseyn, la
Henry Corbin, asombrado del escaso interés mostrado por obligación de tener unos guías espirituales que dirijan la comu-
los investigadores hacia esta familia del islam, deploraba la in- nidad, o la mediación del acceso a lo divino por un conjunto de

262 263
signos humanos. En el orden social destacan dos rasgos: el que sabiamente estudió Henry Corbin sólo son compartidas por
shiismo brinda unas estructuras hierocráticas o clericales que una docena de doctos shiíes; les sirven para distinguirse de los
en cualquier momento pueden constituir una contrasociedad; «ignorantes» cuyo sentimiento religioso, tachado de superficial
además, dirige el destino de los hombres a la espera de la gran y simplista, es rebajado implícitamente a la categoría de «fe del
carbonero», y declarado ilegítimo. La reviviscencia de las reli-
revolución del fin de los tiempos. del regreso triunfal del Imam giosidades populares expresa la protesta de las masas contra un
y su reino de justicia y verdad. orden mundial que las oprime y, al mismo tiempo, la fragilidad
Pero después de la revolución islámica y de Jomeini, ¿se han de esta protesta. [...] La islamología institucional, en la buena
esfumado estas peculiaridades con la integración del clero en el senda del orientalismo, sólo percibe el islam de los doctos. Para
estado? En cuanto a la temporalidad escatológica, como el ella no más hay religiosidad sensu eminenti que la de los ule-
acontecimiento esperado sucedió en 1979, ya no es la espera mas; el islam se refleja en su jurisprudencia (feqh), su mística
de una revelación que tiene en vilo a la humanidad, sino el de- (teosofía, sufismo, etc.), eventualmente en su arquitectura, ella
sarrollo de una lógica cuyos elementos son conocidos y ya no misma reflejo de la unicidad divina. [...] Se pasan por alto la re-
hacen soñar. ligiosidad popular y su función social. Al margen de las diver-
gencias que les separan, los islamólogos y la jerarquía del clero
Vayamos más lejos. El shiismo tiene facetas contradictorias.
islámico están unidos por redes de complicidad intelectual y es-
Hoy sabemos que hay un shiismo opresor y un shiismo liberta- piritual: se aprecian mutuamente, se entienden sobre el papel
dor; un shiismo conservador y un shiismo rebelde; un shiismo esencial del clero en la dirección espiritual (cuando no en la
teocrático y un shiismo «democrático»; un shiismo integrista y temporal) de la sociedad, ejercen unos y otros, en distintos gra-
un shiismo progresista; un shiismo rígido y un shiismo dos, la misma ciencia, comparten la misma estructura mental,
abierto... Al igual que el shiismo, el catolicismo tiene sus san- no hacen ningún caso de la evolución de la sociedad ni del
tos intercesores, sus capillas votivas, sus imágenes piadosas, su nuevo tipo de islam que surge de las masas, un islam poco inte-
clero, su Vaticano, su pontífice infalible rodeado de un magiste- lectualizado, centrado directamente en el mundo moderno, en
rio de teólogos independientes del estado y celosos de su legiti- las secuelas traumatizantes de la dependencia, en la necesidad
midad, su integrismo, sus jesuitas, su teología de la liberación y de acabar con los antiguos esquemas mentales.
su audacia para arrostrar las vicisitudes del mundo.
Esta severa crítica de los orientalistas y del clero parece tener
En lugar de ver únicamente su doctrina clerical deformada
por las necesidades de la propaganda y por la distancia cultural por ideal un islam popular que no esté manipulado por sus cléri-
entre Occidente y las sociedades donde el shiismo es mayorita- gos y rechace los planteamientos teológicos, expresando unas ve-
rio, ¿no sería mejor indagar en la religiosidad popular, para sa- ces la angustia y otras la rebelión. Hay dos modelos de explica-
ber si la revolución ha cambiado realmente algo en el shiismo? ción de los comportamientos políticos enfrentados: el primero,
neoorientalista, se basa en la imposición de la teología y el pa-
Sustituir la visión desde arriba por una visión nueva, desde
abajo. La religión nos parecerá entonces más real, de creer a sado; el segundo, más sociológico, en las relaciones de desigual-
dad creadas por la mundialización de la modernidad y los inter-
este sociólogo iraní:3
cambios económicos, o de las frustraciones que producen en el
Mientras los estudios religiosos se limiten a destacar los ras- seno de las sociedades dependientes. Paul Vieille escribe:4
gos más o menos abstrusos de la religiosidad sabia, serán cóm-
plices de las clases hegemónicas y dominantes y prisioneros de El postulado ideológico del papel de las minorías en las revo-
los esquemas mentales que no tienen el menor eco en la religio- luciones es un postulado creado por esas mismas minorías; con
sidad popular y expresan, con su sinuosa complejidad, una vi- su planteamiento tiende a establecer su propia verdad (ya que la
sión aristocrática de las relaciones sociales; así, las doctrinas historia ante todo es una narración), y por lo tanto a legitimar la

264 265
pretensión de estas minorías de ocupar una posición de poder en guido convencer fuera de la comunidad shií, y da la impresión
la sociedad. De ahí su extensión. Lo cual plantea una cuestión de que los intentos ecuménicos en el mundo musulmán estarán
subsidiaria y específica [...]: ¿qué clase de implicación tiene el mucho tiempo en situación comprometida. La exportación del
orientalismo en las estrategias políticas de las sociedades modelo de sociedad dominado políticamente por el clero, in-
«orientales»?
cluso a las importantes comunidades shiíes de Iraq o el Líbano,
no ha dado resultados concretos. Da la impresión de que la li-
Desgraciadamente las masas, por sí mismas, sólo se expresan
beración del azote de la dependencia económica se aplaza inde-
de forma deslavazada, salvo en los estallidos revolucionarios.
finidamente, por motivos más pragmáticos y razonables. El
La «religión popular» casi no sabe hacer otra cosa que copiar
símbolo de la intransigencia de los revolucionarios de Teherán
las migajas de la religión sabia que le resultan accesibles, y ha-
parece ser la condena a muerte del autor de los Versos satáni-
cer con ellas mezclas, apaños, sincretismos. Desde su aldea
cos, S alman Rushdie; en el fondo seguramente estarán dese-
iraní, el etnólogo austriaco Reinhold Loeffler sólo recoge pro- ando que viva muchos años, porque con él desaparecería uno
fesiones de fe individuales en las que cuesta reconocer una reli- de los últimos signos de la ruptura con Occidente.
gión universal. La creencia, atomizada y desprovista de su ex- Entonces, ¿el razonamiento de Herny Corbin sobre el
presión discursiva, ni siquiera tiene recursos para perpetuarse. shiismo es el de la minoría selecta? Sea. Ojalá haya siempre
Es evidente que el estudio de estas manifestaciones infra-dis- minorías selectas en el shiismo, y los problemas sociales pier-
cursivas es crucial para una descripción antropológica, que dan algún día su carácter obsesivo que nos hace olvidar las ver-
puede ser un instrumento eficaz para la escucha de los fenóme- dades inmateriales. Sin la minoría y sus secretos esotéricos, ¡se
nos sociales cuyas aspiraciones y fracasos sublima la religión acabó la revolución, se acabaron los sueños, se acabó la guía
deshilvanada. Pero esta última ni siquiera logra existir si no se para orientarnos en este mundo tan agitado! Se acabó el
refiere a un discurso teológico, aunque lo altere. El discurso de shiismo...
las minorías sigue siendo la referencia de las creencias popula- Lunes 1 de abril de 1991
res.
Condenados a hacer orientalismo, es decir, a entender a la
sociedad islámica solamente a través del discurso de una mino- Notas
ría selecta, a veces tenemos dificultades para captar la dinámica
social. Prevenidos de este peligro, tomemos ahora partido por 1. C.- BRIÉRE y P. BLANCHET, Iran: la révolution au nom de Dieu. Seguido
las minorías —aunque sean clericales— y el orientalismo. de una entrevista con M. Foucault, Le Seuil, París, 1979, p. 234.
2. Citado once años más tarde en Le Nouvel Ibservateur, 8-14 de junio de
No se pueden subestimar las informaciones proporcionadas 1989.
por el planteamiento clerical. Lo que hay que hacer es desci- 3. Dj. ArrAni, «Transformations de la religiosité populaire iranienne»,
frarlas con prudencia. Actúa sobre las masas como un discurso Peuples méditerranéens, n° 34 (enero-marzo de 1986), pp. 129 y 133-134.
central, en competencia con otros discursos intelectuales o me- 4. P. VIEILLE, «L'orientalisme est-il théoriquement spécifique? A propos
diáticos, importados o de producción local. La originalidad del des interprétations de la révolution iranienne», Peuples Méditerranéens,
«L'orientalisme», n° 50 (enero-marzo de 1990), p. 161; en el mismo número,
discurso clerical shií radica en su propia incomodidad: here- véase F. KHOSROKHAVAR, «Du néo-orientalisme de Badie: enjeux et métho-
dero de una tradición independiente del poder político, impreg- des», pp. 121-148, en especial p. 140.
nado de teología y mística, pero ahora instalado en el poder,
convertido en una de las «interfases» que permiten la comuni-
cación de la sociedad con el exterior. Los fracasos del discurso
clerical son hoy más aparentes que sus éxitos. No ha conse-

266 267
Anexos

269
Datos cronológicos

632 Muerte del Profeta Muhammad. Ali es apartado del califato.


656-6151 Califato de Ali.
661-750 Califato omeya, capital Damasco.
680 Martirio del Imam Hoseyn en Karbala.
750-1258 Califato abasí, capital Bagdad.
818 Muerte (o martirio) del Imam Reza en Tus, cerca de la
actual Mashhad.
874-941 Ocultación menor del Duodécimo Imam.
945-1055 Los Buyíes dominan el califato de Bagdad.
1501 Sha Esma'il funda el estado safaví y proclama el shiismo
como religión oficial de Irán.
1722 Los afganos toman Isfahan, fin del reino safaví.
1736-1741 Nader Sha en Irán. El shiismo puesto en tela de juicio.
1779-1925 Dinastía de los gaya íes en Irán.
1850 Ejecución del Bab en Teherán.
1891 Asunto de la Tabacalera. La religión contra la monarquía
iraní.
1906-1909 Revolución constitucionalista en Irán.
1920 Rebelión de los shiíes en Iraq.
1922 El jeque Abdolkarim Haeri Yazdi restablece el centro te-
ológico de Qom.
1925-1941 Reza Sha Pahlavi.
1935 Violentas manifestaciones en Mashhad contra las leyes
de occidentalización autoritaria en el vestir.
1941-1979 Muhammad Reza Sha Pahlavi.
1946 Asesinato de Ahmed Kasravi por los Feda'iyan-e eslam.
1951-1953 Mosaddeq, primer ministro iraní; nacionalización del pe-
tróleo.

271
1955 'Oleada de persecuciones contra los baha'is en Irán.
1961 Muerte del ayatollah Boruyerdi. Bibliografía
1963 Primeras manifestaciones masivas en torno a la figura
del ayatollah Jomeini.
1964-1979 El ayatollah Jomeini en el exilio.
1969-1973 Hoseyniya Ershad, progresista musulmán, Alí Shariati.
1977 Muerte de Shariati en Londres. Liberalización de la cen-
sura en Irán.
1978 Desaparición del imam Musa Sadr en Libia.
1979 (11 de febrero) Victoria de la revolución islámica en
Irán.(4 de noviembre) Toma de rehenes en la embajada
estadounidense de Teherán.
1980 Ejecución de Muhammad-Bager Sadr por la policía iraní
en Nayaf.
1980-1988 Guerra entre Irán e Iraq. Sólo se reseñan —con algunas excepciones— libros escritos en len-
1987 Represión de una manifestación shií durante la peregri- guas europeas que se refieren a las fuentes originales (en persa o
nación a La Meca: 402 muertos, 275 de ellos iraníes. árabe) y tienen por asunto principal el shiismo. Los numerosos artícu-
1989 (15 de febrero) Jomeini condena a muerte al escritor Sal- los citados en las notas no aparecen aquí. Existe una bibliografía
man Rushdie por apostasía. anual de los estudios sobre Irán, a partir de 1977, escrita en francés
(3 de junio) Muerte del imam Jomeini. Le sucede Jamenai. por el Institut Francais de Recherche en Iran, Abstracta Iranica (difu-
sión: éditions Peeters, Lovaina-París). En cada número incluye nume-
rosas referencias de trabajos referentes al shüsmo con resúmenes crí-
ticos. Además se pueden consultar las siguientes enciclopedias:
Encyclopédie de l'islam, Brill/Maisonneuve et Larose, Leiden-París.
(a partir de 1960, segunda edición en publicación); Encyclopaedia
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Shiismo en general

Visto por Shiíes

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search and Islamic Studies, Houston (Texas), 1986. Términos árabes y persas. La mayoría de las palabras árabes del
vocabulario religioso se utilizan en el mismo sentido en persa, a
veces en construcción persizada (con ezafa). En la transcripción
simplificada utilizada para este libro, las palabras persas se escri-
ben de acuerdo con las reglas de la lengua escrita clásica: las fina-
les en -a (como en eyaza) se pronuncian en -e en el persa contem-
poráneo hablado en Teherán; las h se aspiran; qaf y gueyn se han
transcrito uniformemente por q; eyn y hamza se transcriben por
apóstrofe.
Las palabras con asterisco (*) son formas persas o persizadas.

ashura: Décimo día del mes lunar de moharram; antigua celebración


judía. Ese día se libró la batalla de Karbala, y los shiíes celebran
solemnemente todos los años su duelo.
Ahl-e Haqq*: «Fieles de verdad», comunidad mística surgida entre
los kurdos shiíes, que rinde un culto desmedido al Imam Mi, con
ritos que a veces se parecen a los de los sufíes. Véase J. DURING,
Musique et mistique dans les traditions de l'Iran, Institut Francais
de Recherche en Iran, París, Teherán, 1989, pp. 291 y ss.
ajbar (sing.: jabar): Tradiciones transmitidas por los imames. Llama-
das corrientemente «hadith» (hadis).
ajbari: Nombre de una rama del shiismo duodecimano (opuesta a la
rama osuli) que basa la jurisprudencia exclusivamente en las tradi-
ciones recibidas (ajbar) de los imames.
ajund*: En principio designa a un clérigo que enseña. En sentido ab-
soluto designa al filósofo Molla Sadra Shirazi (1571-1640). Hoy
día suele ser una palabra peyorativa para designar a un clérigo.
Zedd-e ajund*, «anticlerical».

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alam: Estandarte que se lleva en las manifestaciones rituales de duelo eyaza: Permiso para enseñar, «licencia». Lo da a título individual un
por el Imam Hoseyn. maestro cuando considera que un clérigo ha seguido provechosa-
alawí: Que se refiere a Ali. Los alawís de Siria y Turquía tienen una mente sus clases.
veneración mayor por Ali que por el profeta Muhammad. falsafa: Filosofía. El shiismo conserva una viva tradición filosófica
alem: (pl. olama, nuestro «ulema»): Letrado, instruido. El saber (elrn) que se remonta, a través de Avicena, a los filósofos neoplatónicos y
por excelencia es el de las ciencias religiosas, de modo que Aristóteles.
alem/ulema designa a los clérigos del islam. fatva (fetua): Decreto religioso pronunciado por un moytahed (por un
allama: Título distintivo que se le da a un alem especialmente sabio. mofti en el sunnismo). Véase resala.
«Doctor» en ciencias religiosas. faqih (pl. foqaha): Especialista en jurisprudencia, moytahed. Según
aqa: Se emplea normalmente por «señor». En sentido absoluto de- Jomeini, el poder legítimo pertenece al faqih en calidad de here-
signa al Maestro, el marya'-e taqlid. dero del profeta Muhammad.
Astan-e qods-e razavi*: Fundación piadosa (vaqf) vinculada al mau- feqh (fiqh): Jurisprudencia islámica. Literalmente, «comprensión» de
soleo del Imam Reza de Mashhad. la Ley.
Atabat: «Umbrales» sagrados, o mausoleos de los Imames situados hadith (hadis): Véase ajbar.
en suelo iraquí. hayy: Peregrinación anual a La Meca durante el mes de zo'l-heyia.
ayatollah: Literalmente «signo milagroso de Dios». Término honorí- Todo musulmán, si dispone de medios, está obligado a realizarla
fico empleado para dirigirse a un moytahed de rango elevado. por lo menos una vez en la vida.
ayatollah al-'ozma*: «Gran ayatollah», al que se considera apto para heyab: Velo que cubre la cabeza y los hombros. Puede ser un chador
ser elegido Guía a imitar (marya'-e taqlid). (velo amplio, que cubre de la cabeza a los pies), un rusari*(pa-
bazar*: Lugar reservado al comercio —con frecuencia cubierto—; en ñuelo ancho que cubre la cabeza) o un maqne 'a (toca ceñida bajo
árabe: suq. Los comerciantes del bazar suelen ser los sostenedores la barbilla que cubre los hombros y sólo deja ver la mitad de la
eficaces del clero. cara).
dars-e jarey*: Ciclo superior de estudios teológicos. Literalmente heyri: De la Hégira. El calendario litúrgico de los musulmanes se
«lección fuera del libro». basa en un año lunar (qamari) de 354 o 355 días, y el cómputo de
dasta*: Procesión de flagelantes durante el duelo de moharram. los años empieza en la Hégira del Profeta (622 de nuestra era). Los
darvish*(derviche): «Pobre» (en árabe: faqir), miembro de una co- iraníes utilizan también un calendario solar (shamsi). Así, 1991 es
fradía sufí. el año 1411-1412 del cómputo lunar, o bien el 1369-1370 del cóm-
duodecimano: véase esna ashari. puto solar.
emam (imam, imán): El que va delante, el guía (especialmente para la hekmat: Sabiduría. Hekmat-e elahi: teosofía. Otra forma de desginar
oración). Para los shiíes, en sentido absoluto, uno de los doce suce- la filosofía.
sores espirituales del profeta Muhammad. A partir de 1979, título hezbollah: Literalmente, «Partido de Dios». Nombre que se han dado
que los revolucionarios iraníes le dan al ayatollah Jomeini. varios grupos islamistas, sobre todo shiíes, en Irán y el Líbano.
emam yom'a: Predicador de los viernes titular nombrado por el es- Hezbollahi, en general, significa «fanático».
tado en cada ciudad. Él o su suplente son los encargados de pro- hoyyat ol-eslam: Literalmente «prueba apodíctica del islam». Título
nunciar los sermones (jotba) antes de la oración. honorífico de un moytahed.
emam-e yama'at*: Predicador que dirige una oración pública. hoseyniya (hosseyniyeh): Lugar donde se celebra el duelo del Imam
emamzada:—Descendiente de un Imam, o su mausoleo convertido en Hoseyn. Con frecuencia es una mezquita cuyas cuatro paredes alre-
lugar de peregrinación. dedor de un patio central están pensadas para acoger al público: es
erfan: Gnosis, o mística que no esté marcada por el sufismo (tasav- una especie de teatro en el que el escenario, en el centro, está rode-
vof). Término aceptado por el clero para designar una mística que ado de palcos en dos pisos. También se llaman así unos anfiteatros
se enseña en las escuelas teológicas oficiales. de construcción más moderna, destinados a la celebración de fies-
esna ashari: Duodecimano, en referencia a los Doce (`esna `ashar) tas religiosas, corno el Hoseyniya Ershad de Teherán. donde en-
Imames shiíes. señó Ali Shariati.

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howza-ye elmiya*: Círculo sabio, centro de estudios teológicos, uni- mofti ( muftí): En el sunnismo, el que está facultado para pronunciar
versidad islámica tradicional que agrupa varias madrasa. un fatva.
imam: Véase emam. moharram: Primer mes del año lunar islámico. Los días 9 y 10 de
islami: Islámico. Hoy se emplea a veces en el sentido no religioso de moharram (tasu'a, ashura) los shiíes conmemoran con ceremonias
«partidario de la revolución islámica», y entonces es distinto de de duelo ritual muy ostensible el martirio del Imam Hoseyn en
mosalman *. Karbala en 680.
ithna ashari: Véase esna ashari. moytahed: Teólogo que ha recibido numerosos eyaza de otros moyta-
iytihad: Esfuerzo de interpretación realizado por los moytahed para hed, facultado para emitir respuestas a consultas jurídicas (fatva) y
dilucidar la ley religiosa con arreglo a la razón y los principios de practicar el eytehad.
la jurisprudencia (osul al-feqh). molla*:. Término vago, derivado de la forma árabe mowla (maestro),
ketman: Disciplina del arcano, disimulación mental. Cuando los para designar a un clérigo, con connotaciones más bien peyorati-
shiíes estaban perseguidos tuvieron que justificar la mentira de su- vas.
pervivencia, pues si confesaban su fe imamí podían poner en peli- moqaddamat: Grado elemental de la enseñanza teológica en los
gro la propia supervivencia del shiismo. Llamada también taqiya. howza.
joms: Quinta parte de la renta superflua y de ciertos capitales (tesoros mosalman*: Musulmán. El término árabe más corriente es moslem.
encontrados, oro o plata acumulados, perlas halladas en el mar, «Musulmán», que implica una profesión de fe, es distinto de es-
etc.) que se paga al clero, en general a un agente del marya' al-taq- lami, que se refiere más bien a la cultura.
lid debidamente acreditado. mota: Matrimono «de placer» en el que los contrayentes fijan por
jotba: Sermón, y en especial durante la oración de los viernes, en la contrato la duración y las modalidades. En especial, pueden decidir
que se pronuncian dos sermones seguidos: el primero, en general, la práctica de la contracepción estricta.
es una exhortación religiosa, y el segundo trata de los problemas nabi: Profeta. Véase rasul.
políticos o sociales. namaz: oración.
madrasa (madresseh): Escuela teológica tradicional cuyos locales, omma (umma): Comunidad de los creyentes del islam, transnacional.
de un modo similar a los Colleges de Oxford y Cambridge, son lu- osul al-feqh: Principios que sirven de premisas para el juicio en la ju-
gares de enseñanza y a la vez residencias. Los maestros y los alum- risprudencia.
nos conviven en celdas cercanas. Por lo general, el mantenimiento osuli: Escuela del shiismo, preponderante a partir del siglo xvm, que
de las madrasa corre a cargo de fundaciones inalienables (vaqf). confiere autoridad al moytahed para la aplicación de la Ley. Se
Los alumnos reciben asignaciones en metálico o en especie. Véase opone a la doctrina ajbari.
howza-ye elmiya. qeyba (gaybat): Ocultación del Duodécimo Imam. Se distingue entre
Mahdi: El «bien guiado», el que restablecerá la justicia y la verdad la Ocultación «menor» (q. al-soqra, de 874 a 941), un periodo du-
en el mundo. Para los shiíes se trata del Duodécimo Imam. rante el cual el Imam se comunicaba con sus fieles por mediación
mayles: Asamblea, parlamento. También reunión para rezar o escu- de cuatro agentes, y la Ocultación «mayor» (kobra), durante la cual
char la predicación. ya no hay comunicación —a no ser por la vía mística— entre el Imam
marya-e taglid*: Literalmente «fuente de imitación». Cada creyente y la comunidad.
shií debe elegir entre los moytahed al más sabio, digno y piadoso, y qotb: Polo místico en el sufismo.
atenerse a sus dictámenes jurídicos (fatva) para la aplicación de la ramadhan (ramadán): Noveno mes del año lunar islámico, durante el
ley. Si ese marya muere, debe elegir inmediatamente a otro, porque cual los creyentes deben ayunar totalmente y abstenerse de rela-
no se puede imitar a un muerto. ciones conyugales entre la salida y la puesta del sol. Periodo de
mazhab: Religión. Escuela jurídica dentro del islam. A veces el prédicas, de prácticas ascéticas, de estrecha convivencia, y por lo
shiismo es reconocido como la quinta escuela, la escuela yafarí tanto de fuertes movilizaciones. En los países donde durante la es-
(yaafari), junto con las cuatro escuelas del sunnismo. tación cálida el día dura demasiado, los musulmanes suelen adop-
metwali: Etnónimo tradicional de los shiíes del Líbano. Literalmente tar horarios intermedios para su ayuno. El 21 de ramadán los shiíes
«los que reconocen la autoridad» del Imam Ali. conmemoran el asesinato del 'main Ali.

286 287
rasul: Apóstol, profeta. Muhammad recibe frecuentemente el nombre taassob: Fanatismo. En el buen sentido, es un compromiso muy moti-
de rasul-Allah. vado.
resala: Misión. Tratado. Con frecuencia designa el «tratado práctico» taziya (taziyeh): Manifestación de duelo. En particular, el teatro reli-
(resala-ye amaliya) en el que un moytahed, cuando se convierte en gioso que se representa para conmemorar el martirio de Hoseyn o
marya' al-taqlid, recopila todos los fetuas que ha pronunciado de los otros imames durante los diez primeros días del mes de mo-
como respuesta a consultas jurídicas. harram.
rowza (-jani)*: Reunión en la que un predicador cuenta, salmodia y taqiya: Disimulación mental. Véase ketman.
canta el martirio de uno de los Doce Imames. El nombre procede taqlid: Imitación. Se aplica sobre todo en referencia al gran ayatollah
de la colección Rowzat al-shohada, «El jardín de los mártires», es- que se ha elegido como «Fuente de imitación» (marya' al-taqlid).
crito c. 1512 por Va'ez al-Kashefi, un sufí naqshbandi (sunní) de tasannon: Sunnismo.
Jorasán. tasavvof: Sufismo, vía mística del islam.
ruhani*: Clérigo. Término construido sobre ruh («espíritu»), como el tashayyo': S hií smo.
alemán Geistlicher sobre Geist. tekkya: Lugar, edificio especial donde se celebra el duelo por Ho-
ruhaniyat*: Clero. Cuerpo social que se diferencia claramente por seyn. Véase hoseyniya.
su solidaridad interna; su acceso está reservado a los que han ter- ulema: véase alem.
minado los estudios teológicos y, en una ceremonia celebrada el umma: véase omma.
día de una fiesta religiosa, reciben la autorización para llevar tur- vaqf, pl. de owqaf: Fundación inalienable cuyo beneficio general-
bante (enrama). mente se asigna a una institución de carácter religioso: hospital, bi-
sahm-e emam*: La «parte del imam», la mitad del joms pagado por blioteca, mausoleo, escuela, etc. El gerente (motavalli) de esta fun-
los fieles al clero, que se deja a discreción del que la recibe. Para dación suele ser un clérigo, y puede cobrar un salario sobre el
algunos, esta parte se tiene que repartir entre los sayyed. La otra beneficio de las cantidades administradas.
mitad se reparte entre los pobres. velayat al-faqih (velayat-e faqih *): Principio según el cual la autori-
salavat: (Plural de salat, oración.) Oración o bendición específica de dad política pertenece a los ulemas, y en primer lugar al jurista re-
los shiíes, que utilizan esta fórmula: Allah-omma salle-'ala Mo- ligioso faqih. Este principio es la clave de la constitución de la Re-
hamnwlen va-ale Mohammad («Oh Dios, bendice a Mahoma y a pública Islámica de 1979, reformada en 1989.
la familia de Mahoma»). yafarí: Referente al Sexto Imam, Yaafar al-Sadeq. Nombre de la es-
sharia, shariat* (charla): Ley canónica del islam. cuela jurídica de los shiíes duodecimanos, véase mazhab.
sheyj (jeque): Anciano. Título respetuoso que se da a un molla. yihad: Guerra santa. La raíz hace hincapié en la idea de esfuerzo, y
shi'a: Clan, partido; el término shií deriva de shi'al Ali, «el partido de los apologetas musulmanes dicen que es una guerra interior del
Ali». creyente contra los malos impulsos. La República islámica institu-
sayyed: Descendientes del Profeta por línea patrilineal a partir de los cionalizó una Guerra Santa de la Construcción (Yehad-e sazan-
dos hijos de Fátima. Los clérigos sayyed llevan turbante negro en dagi), organismo que promueve el desarrollo en las zonas rurales.
señal de luto por los imames. Muchos linajes de sayyed son usur- zakat: Limosna legal que se puede pagar al mismo tiempo - que el
pados. joms.
sina-zani*: Literalmente, golpearse el pecho. Flagelaciones y mortifi- ziyarat: Visita. Peregrinación a un mausoleo.
caciones públicas de los shiíes durante el duelo por los imames,
pero sobre todo por Hoseyn, durante el mes de moharram.
siga (sigueh): Literalmente, fórmula que une a los esposos. En Irán
suele designar el contrato de matrimonio provisional (mora), o
también a la mujer que se casa de esta forma.
sofra*: Mantel. Comida votiva ofrecida por una mujer piadosa, gene-
ralmente a otras mujeres, durante la cual una mujer pronuncia un
sermón.

288 289
Índice alfabético

Aarón, 43 Ahl-e haqq [Fieles de verdad], 283


abasíes , 53, 54, 56, 58 Ahmad Sha Qajar [r. 1909-1925], 136
abd nabi, 33 Ahmed, M. D., 184 (n. 59)
Abbas [Abol-Faz1], 45, 46, 99, 126, Ahsai, Ahmad [m. 1826], 94
132, 226 Afzal, 20
Abd ol-Azim, 25, 26 ajbari / ajbar, 80, 92, 93, 94, 178, 283
Abd ol-Baha, 97 al-e Ahmad, Yalal [m. 1969], 108, 120
Abd ol-Hoseyn, sayyed-, 159 alawíses, 19, 37, 284
Abdoh, Mohammad, 245ss. Algar, H., 68 (n. 14), 101 (n. 4), 138
Abdolaziz Al Saud, 151 (n. 7, 53b), 259(n. 32, 36, 38, 41)
Abdollah, rey, 119 Ali (Primer Imam), 32ss, 40, 41, 43,
Abdol Qasem, Kashani, 59, 120, 146, 44, 45, 50, 51, 53, 55, 58, 65, 66,
227 73, 75, 78, 79, 80, 103, 106, 109,
Abdol Qasem, Jol, 146, 155, 167, 263 146, 192, 246, 248
Abdol Qasem, Jazali, 226 AB Zeyn al-Abedin [«al-Sayyad»,
Abdol Qasem, Zahiroddaowia, 77 cuarto Imam], 51, 96 ss.
Abdorrahman, emir, 162, 173 Ali-Naqi (décimo Imam), 23, 57
Abrahamian, E, 221 (n. 12, 14, 15) Alidas, 38, 39, 56, 61
Abu Bakr [primer califa], 32, 34, 41, Amal, 150, 162, 164. 165, 167, 170,
42, 117, 177, 244, 247 171
Abu Hanifa, 54 Amal al-islami, 150. 164
Abu Taleb, 32 Amin, Ebrahim al-, 167
Abu Zarr al-Qefari, 40s. Amin, Mohsen, 246
Acuerdo de Argel (1975), 146 Amini, Abdol Hoseyn, 246
Adamiyat, Fereydun, 119 Anas, Malik b., 152
Adbállah, 57 Ansari, Mortaza (m. 1864), 107, 108
Adelshah, 176 Anyoman-e ojovyar, 76
Adhwa' al-eslamiya, al-, 145, 147 Aqasi, Hayy Mina, 76
adl [véase «justicia de Dios»], 20 Aqil, Moslem b., 45
Afghani, Yamaloddin [Asadabadi - m. Arabia Saudí, 17s., 18, 22, 150, 151,
1896], 113, 243, 244, 245 171, 172, 185, 251
Afganistán, 18, 172ss. Arafat, Yaser, 163, 165
Afrasyab, 129 Arak, 124, 128
Aga Jan, 56, 175, 176, 244 Arco, Juana de, 29

291
Ardabili, Abdol-Karim Musavi, 226 Bastami, Bayazid, 83 Corbin, Henry, 20, 63, 67 (n. 2, 11, 29, Fanon, Frantz, 216
Aristóteles, 84 Batatu, H., 180 (n. 2, 4, 8, 9 y 10) 31, 35), 82, 84, 85, 87, 88, 89, 90, Fardid, Ahmad, 90, 91, 92
Arjomand, S. A., 69 (n. 33), 137 (n.3) Bayat, M., 257 (n. 6) 91, 101 (n. 8, 12, 16ss, 22, 25), 161, Farsi, Yalaloddin, 19, 90, 108, 226, 256
138 (n.11) Bazargan, Mehdi, 120, 212, 215, 222, 262, 263, 265, 267 Fath-Ali Sha Qajar, 94
Arman-e mostaz'afan, 218 225, 240, 255 Corm, G., 183 (n. 37) Fátima, I9s., 32, 40ss., 50s., 73, 138,
Asad, Hafez al-, 19 Behbahani, Abdollah, 119 cristianos/cristianismo [véase también 142, 152, 175
asharismo, 20 Behbahani, Mohammad-Ali, 76, 82 «Jesús», «María»], 17, 41, 54, 57, Fátima Masuma [La Pura, hermana del
Ashtar Malek al-. 36 Behbahani, Mohammad-Baquer [m. 66, 75, 83, 85, 99, 132, 153, 160, Imam Reza], 24
Ashtiyani J.-, 87 1793], 94, 101 161, 167, 235, 242, 254 fatva, 107, 118, 148, 173, 252
Ashtiyani, Yalaloddin, 90. 91. Behesht-e Zahra, 26, 27 Fazlallah, Md-Hoseyn, 167, 168, 169
Ashura, 49, 124. 125, 126, 127, 128, Beheshti, Mohammad [ayatollah, m. Feda'iyan-e eslam, 120, 210, 212, 255,
133, 146, 182 1981], 133, 225, 226, 227, 228, da'em, 193 256, 272
Astan-e Qods, 122 229, 232, 233 Ferdowsi [Firdousi], 77, 129
dawa, 145, 146, 148, 150
Atabat, 28 Beheshti, sayyed Mi, 174 fetrat, 224
Davani, Ali, 83.
Aun, Michael, 172 Bekaa, 19, 161, 164, 165, 166 Fieles de Verdad [véase Ahl-e haqq],
Davari, Reza, 92, 233
Avicena (Ibn Sina), 84, 85, 87 Berque, Jacques, 113 37, 284
Deeb, M., 183 (n. 36, 39)
Averroes, 84 Berri, Nabih, 164, 165, 167, 170 filosofía [falsafa], 82, 84, 85, 86, 88,
Denffer, D. von, 208 (n. 22)
Awadh (Udh), 177, 178 Bhutto, Benazir, 180 89, 90, 91, 92, 115, 137, 147
Descartes, 89
Ayami, F., 132 (n. 35), 170 (n. 17, 18, Bhutto, Zulfiqar Afi, 180 Djalili, Md-R., 30 (n. 1) Floor, W. M., 139 (n. 24), 208
26, 26, 29, 30, 31, 34 y 35) Bill, J. A., 30 (n. 2) Forqan, 218
Doce Imames, 15, 20, 21, 51, 75, 176
Ayat, Hasan (m. 1981), 226, 227
Boruyerdi, Hoseyn [ayatollah], 228, drusos, 15, 153 Foruq, 204
ayatollah, 25, 44, 48, 82, 84, 90, 110, 246 duodecimano [esna' ashari], 15, 63, Foucault, M., 262, 263, 268
111, 116, 120, 121, 133, 134, 137, Boynurdi, Kazem Musavi, 226 83, 92, 176 Fouchécour, Ch.-H. de, 67 (n. 6), 276
143, 145, 146, 147, 149, 150, 155,
boz, 196 Duodécimo Imam, 20, 22, 38, 41, 50, Frente Nacional [de Irán, Yebha-ye me-
156, 157, 159, 167, 168, 174, 185,
Bromberger, Ch., 139 (n. 27) 58, 59, 60, 93, 94, 95, 109, 133, Ili], 120, 211, 255, 256
197, 200, 203, 211, 212, 217, 218,
Browne, E. G., 202, 208 (n.18) 163, 221
219. 221, 222, 225, 226, 227, 228,
Buda, 40
229, 234, 246, 248, 263
buyidíes [Al Buya, 945-1055], 57 Gadafi, 164, 170
Ayoub, M., 139 (n. 27)
Duzduzani, Abbas, 226, 227 Gaulle, Charles de, 223
Aysha, 34, 42
Ebrahimi, Abdorreza Jan «Sarkar Gazioddin Heydar (r. 1819-1827), 178
azalíes, véase «Sobh-e Azal»
Cahen, C., 68 (n. 13) Aqa», 95 Gemayel, Bachir, 164, 167
Azerbaiyán, 18, 214
Calmard, J., 30 (n. 6), 69 (n. 26), 139 Edwards, D. B., 183 (n. 49 y 50) Ghandi, 162
Aziz, Tarek, 148
(n. 31) Elías, 36 Gobineau, A. de, 23, 89, 92, 102
azl, 181 'elm, 60, 84, 85
Cannuyer, Ch., 102 (n. 27) Goldziher, I., 68 (n. 14)
Carter, Jimmy, 118 emam/imam, 104 Gole, N., 259 (n. 25)
Chabry, L. y A., 183 (n. 36) emamzada, 22, 23 Golpayegani, Md-Reza [ayatollah al-
Balbek, 160, 171
Chamran, Most2a, 170 Enayat, Hamid, 67, 68, 106, 108, 138, Ozma], 109
Bas, 136, 140s., 145
Chardin, caballero, 201, 208 (n. 17) 182, 256, 257, 276, 277 Gramlich, R., 101 (n. 1 y 6) 276
Ba-Honar, Yavad, 226, 228
Chehabi, H. E., 138 (n. 12), 213, 257, Ende, W., 181 (n. 4), 207 (n. 4 y 9) Guevara Che, 44
Bab, 95, 96, 97, 99, 101, 122
babísmo, 96, 97, 100 (n. 5) Eqbal, 'A., 241 (n. 32) guía [rahbar], 111, 117, 231
Chelkowski, P., 139 (n. 28, 29), 140, 'crian, 80, 85, 86, 152
baha'ismo, 96, 100, 135, 226
Baha'ollah, 97 (n. 32) Escuela de Isfahan, 86
Bahreyn, 94 Chiraz, 96, 99, 131 Esmail b. Yafar, 105, 173, 271 Haeri, Abdolkarim [jeque], 61, 144,
Bajtiar, Chapur, 72, 255 Cobban, H., 183 (n. 37) esna ashari [véase «duodecimano»], 234, 272
Balji, sayyed Esmail, 173 Cole, J. R. I., 181 (n. 2, 37, 39, 49, 54, hachemíes, 33
Balji Shaqiq, 83 55, 56, 58) hadithlhadis [véase «ajbar»), 31, 80,
Bani-Sadr, Abol-Hasan, 120, 219, 221, Consejo Islámico para la Unidad de Fahd, T., 69 (n. 27) 207, 275 83, 101, 191, 284
222, 223, 224, 225, 226, 255 Afganistán (Shura-ye ettefaq-e es- Faisal de Iraq, 143 Haeri, Shahla, 61 (n. 5, 7, 11, 13, 19,
Baqi, 53, 151,152, 156 lamí-e Afganestan), 174 falsafa [véase «filosofía»], 85, 87 20 y 21) 192, 203, 207, 208, 272,
Basri Hasan, 82, 83 Consejo Superior Shií del Líbano faqih, 107, 108, 109, 111, 112, 148, 276
Basri, M. 96 ( Mayles al-shi'i al-a'la), 161 156, 157, 167, 169, 225, 227 Abdul-Hadi, 139, 258, 278

292 293
Hakamizada, Ali-Akbar [m. 1985], Hoveyda, Amir-Abbas [ejecutado en Jomeini, Ruhollah [ayatollah lmam, Kramer, M., 30 (n. 4), 182 (n. 40), 184
113, 217 1979], 99, 102 (n. 29) 1902-1989], 25ss., 46, 72, 80, 82, (n. 26), 257 (n. 41)
Hakim Tabatabai, Moshen, 89, 90, 91, howza, 110, 238 89, 90, 100, 106, 108, 109, 110ss., Kufa, 34, 35, 39, 45ss., 53, 54
109, 113, 119, 145, 229, 274, 275 hoyyat, 59, 61 116, 118, 121, 126ss., 133, 134ss,
Hakim, Bacier al-, 150 hoyyat ol-eslam. 108, 110, 148, 164, 138, 144, 146, 147, 154, 155, 158, La Meca [véase «hayy»], 22, 25, 32ss.,
Hallay Mansural. 83 168, 172, 224 162, 165, 166, 169, 172, 174, 177, 57ss., 81, 104, 152, 156, 169, 217,
Halm, H., 184 (n. 53) 276 Hoyyati-Kermani, Mohammad, 226 179, 214, 217, 219, 220, 223, 224, 222, 234ss., 249ss.
Hanafiya, 39, 50. 58 Hoyyatiya (Anyoman-e), 127, 211 227, 228, 232, 240, 241, 245, 257, Lambton, A. K. S., 258 (n. 8)
Haqiqi, 82 Humayuni, S., 139 (n. 28) 249, 250s. Lammens, H., 42, 68 (n. 17)
Harakat-e eslami. 174 Hurani, 245 joms, 95, 252 Lenin, 28, 220
Harun al-Rashid, 56, 57 huri/es, 185 Jorasán, 56, 57, 122, 132, 173, 177 Linant de Bellefonds, Y., 207 (n. 3)
Hasan [segundo Imam], 33, 44, 45, 53, Hyderabad, 176 judaísmo, 16 Lisieux, Teresa de, 29
56, 162, 175 judíos, 15, 54, 57, 64, 97, 115, 240, Lockhart, L., 259 (n. 32)
Hasan al-Zaki al-Askari [undécimo 242, 245, 254, Lodhi, M., 184 (n. 60)
lmam]. 52, 56 Ibn Arabi (m. 1240), 77, 80, 84, 88 Loeffler, R., 68 (n. 9), 266
Hashemi-Rafsanyani, Akbar, 170, 224, Ibn Hanzala, 105 Logman, 43
236 imamato [emama], 18, 19, 34, 52, 58s, kalam, 87 Lory, P., 69 (n. 27)
hayy [peregrinación a La Meca. Véase 60, 63, 66, 135, 146, 155, 156, 207, Kamara'i, Mírza Jalil, 212 Lucknow, 177, 178, 180, 184 (n. 61)
«La Meca»], 75, 119, 151, 250 222 Kant, 90
hazaraniazarayat, 18, 172, 173, 174 Imambara, 177 Kanun-e nashr-e afkar-e Doktor Sha-
Hegel, Friedrich 92 imitación [taqlid], 62, 83 riati, 116, 218 ma'ad, 19, 223
Hégira (heyra), 32, 59, 169, 286 iraníes (tradiciones), 42 Karaki, Nuroddin Mohaqqeq [m. Masum-Ali Sha, 20, 24, 68
Hegland, M., 67 (n. 24) Isfahan, 45, 71, 85, 130, 142, 160, 176, 1534], 105, 176 Maceoin, D., 102 (n. 28)
hekmat, elahi, 85, 87, 286 200, 226 Karbala, 17, 24, 26, 42, 45ss., 56, 78, Madelung, W., 69 (n. 36), 102 (n. 24)
Helli, Mohaqqeq, 207 (n. 12) 277 ismailíses, 16, 54, 55, 174, 175, 182, 122, 125ss., 130, 132, 149, 177, madrasa [escuela teológica tradicio-
Hermancen, M. K., 68 (n. 18) (n. 53b), 242 178 nal], 95, 110, 116, 173, 210
Hermanos Musulmanes [Ejvan al-mos- iytehad, 287 Karji Maruf, 81 mahabba, 80
lemin], 19, 4.0, 164, 210, 211 Kashani, Abol-Qasem [ayatollah, m. Mahdi, 50, 58, 59, 64, 79, 136, 152,
Hesham, 53 1962], 120, 139, (n. 23), 211, 225 170
Heydar Amoli (m. 1385), 75, 79 Jaber, T., 182 (n. 25 y 33) Kashani, Mahmud, 225 mahr, 188
Hezb-e melal-e islami, 226 Jadiya, 31 Kashef ol-Qeta, Md-Hoseyn, 143, 246 maktab (doctrina), 68 (n. 10), 241ss.
Hezbollah, 164, 166ss, 170, 171, 256, Jafri, S. H. M., 68 (n. 21) Kazemeyn, 23, 56, 57, 142, 145 Mallat, Ch., 181 (n. 4, 11 y 20)
286 Jaljali, Sadeq, 98, 168 Keddie, N. R., 69 (n. 24), 137(n. 1), Mamun, 56, 57
hierocracia, 87, 110, 112, 177 Jambet, Ch., 67 (n. 27b), 100 (n. 17) 139 (n. 21) Mansur-al, 54, 83
Hitler, Adolf 223 Jamenai, Ali [ayatollah], 110, 224 Kemal Mustafa', 28, 179 Mansur, Hasan-Ali, 226, 228
Hjarpe, J., 140 (n. 34) Jami'-at-ha-ye mo'talefa-ye eslami Kepel, G., 102 (n. 23), 256 (n. 2) Manto [véase «kesa'» - los Cinco del
Hjortshoj, K., 184 (n. 61) (Federación de Asociaciones Islá- Kerman, 73, 96 manto; «jerga», manto de inicia-
Hoda, Bent, 148 micas, Irán), 211 kesa'[«manto»], 41, 73, 78, 221 ción],
hokuma(t), 107, 259 janeqah, 73, 74 Kermani, Jan Mohammad, 95, 226, Mao. 28
Hoseyn b. Ah [Tercer Imam], 23, 25, jariyíses [javarey], 33, 35 227 Macmiya, Md-Javad, 155ss., 246
32, 33, 38, 39, 40, 41, 43, 44, 45, Jattab, Omar Ebn al-, 190 Kermani, Mozaffar Baqai, 227 Marashi-Nayafi, Shehaboddin
46, 48, 50, 54, 56, 58, 62, 64, 75, Jazali, Abol-Qasem [ayatollah, nacido ketman [véase «tagiya»], 1990), 85
78, 88, 107s, 116ss, 124s, 126, 128, en 1899], 226 Keyvan Qazvini, 82 María, 41
I 30s, 142, 146, 152, 156, 162, Jazzar, Ahmad Pasha al-, 153 kilim, 73 Mariam, 42
165s, 167s, 211, 214, 243s jelafat diniya, 33, 179 Kobra Naymoddin, 60, 79 maronitas, 153, 154, 156, 167, 168,
Hoseyn Hoseyni, 162 jequismo, 92, 94, 96 Kobraviya, 75, 77 Martin, P, 181 (ti. 1, 5, 6 y 12)
hoseyniya [hosseyniyeh], 114, 124, jerga [manto de iniciación], 78 Kohlberg, E., 102 (n. 24), 136 (n. 3) Martin, V., 139 (n. 242)
128, 130, 146, 176, 216 Jesús, 40, 41, 48, 58, 132, 190 Koleyni, Mohammad [m. 941], 60, 64, Marx, Karl 220, 253, 261
Hoseyniya Ershad, 114, 216 joya, 56, 174, 175 101 (n. 11) marga' [«fuente de imita-
Hourani, A., 243 (n. 33) Jo'i, Abol-Qasem, 146, 147, 148, 152, Komeyl b. Ziyad, 22 ción»], 63, 110, 111, 145, 168, 169,
Hourcade, B., 139 (n. 26), 257 (n. 1) 167, 168, 174, 262 Kostiner, J., 30 (n. 2), 180 (n. 14) 178, 180, 215, 224, 2n3

294 295
Mashhad, 11, 23, 24, 28, 57 Molé, M., 101 (n. 3) Najjar, M. H. al-, 207, (n. 9), 275 Pahlavi (dinastía), 27, 77, 91, 99, 108,
Massignon, Louis, 42, 68 (n. 16, 19), mollah, 11, 12, 25, 84ss., 108, I 1 1 ss., najl, 131 136, 198, 223, 233
113, 191, 207 (n. 6), 216 128, 136, 137, 154, 159, 207, 217, namus, 188 parda, 131
mavali [clientes de las tribus árabes 233, 248 Naryes, 59 pasdaran, 165, 218
convertidos al islam], 39, 40, 50, 54 Mollah Sadra, 84, 85, 87ss. Naseroddin Sha Qajar [r. 1848-1896], Pedersen, J., 259 (n. 23)
Maylesi, Muhammad-Bager [m. 1699]. Molyam, Ibn, 35 118 peregrinación [véase «hayy»],
21, 75 Momen, M., 30 (n. 1), 137 (n. 4) Nasr, S., 81, 90, 91, 92, 99, 102, 182 (n. Perse, Saint-John, 71
Mazandarani, ayatollah, 246 Montazeri, Mohammad-Ali [ayatollah, 32), 198, 199, 206, 274, 275, 277 Piscatori, J. P., 138, 182, 261 (n. 47)
Medina [véase también uBaqi»], 53, nacido en 1922], 48, 111, 227 nass [designación], 20, 51, 53, 143 Polo [Qotb], 73
151, 152, 156, 250, 251 Monzer, Ali, 217, 218, 258 (n. 11) Nasser, Gamal Abdel, 143, 155, 210 Popper, K., 92
mellat, 254 Morris, J. W., 102 (n. 20) Náteq, H., 101 (n. 5) PRI [Partido de la República Islámica],
Meskub, Sh., 139 (n. 29) Mossadeq, Muhammad, 113, 114 Nayaf, 17, 22, 23, 26, 35, 48, 57, 92, 133, 219, 222, 225, 244
metwali [ushiíes», en Líbano], 153, mostakbarin, [orgullosos], 67 103, 108, 110, 118, 132, 133, 142, protoshiíes, 39
158 mosta'yera, 196 143, 145, 146, 147, 148, 149, 152, Puryavadi, Nasrollah [Pourjavady], 92
Moaviya [califa omeya], 133 mostaz'afin [desheredados], 67 158, 159, 166, 167, 168, 174, 178,
Modarresi, Md-Taqi, 150, 167 mot' a, 188, 193, 207, 286, 289 211, 212, 229, 264, 272
Moezzi, M. A., 30 (n. 4b), 69 (n. 33), Motahhari, Mortaza [m. 1979], 90, nekah, 193 Qadir Jomm, 32
101 (n. 10y;11) 200, 218, 280 Nematollah, 73, 74 Qaffari, Hadi, 167
Mofatteh, Mohammad, 218 Mottahedeh, R., 30, (n. 6), 279 Newman, A., 100 (n. 24) Qahtanbi, Mohanunad, b. Abdollah al-
Mofid, Abdollah al- [jeque, m. 1022], Movaheddin-e enquelab-e eslami, 217 Nezamshah, 176 ,152
61, 67 (n. 5) Movimiento de los desheredados (Ha- Norton, A. R., 182, 183 (n. 26, 39, 45, Qasem, Abdolkarim, 144
Mohammad, 23, 29, 31, 32, 33, 34, 36, rakat al-mahrumin), 161 46 y 47), 281 Qasem, Ali-Akbar, 46
37, 39, 41ss., 50ss., 74, 76, 79, 81, mowla, 32 Nourbajche, Dr Yavad [Nurbajs], 70 Qayar, Ebrahim Jan, 95
82, 86, 89, 92, 95ss., 101(n. 4, Moyaddedi, 175 Nuri, Mirza Hoseyn-Ali, 97 Qayar (dinastía), 27, 95
14y15), 111, 113, 119, 120, 133, Moyahharim, 116 Nuri, Fazlollah [jeque, ejecutado en qayaríes, 26
136, 143, 152 Moyahedin-e jalq-e Iran, 219 1909], 119, 137, 210 Qazi Said Qommi, 33
Mohammad Ali, 111, 119, 176 moytahed, 61, 93, 94, 95, 108, 111, Besas, 231
Mohammad al-Baqer [quinto Imam], 113, 114, 118, 157, 176, 178, 249, Qeybat al-Kobra, 60
53ss. 283, 285, 286, 287, 288 Ochsenwald, W., 182 (n. 16) qezelbash, 18, 75, 173
Mohammad al-Mahdi, 53ss. Mozaffaroddin Sha Qajar [r. 1896- Ocultación [Qeyba], 58 Qom, 23ss., 24, 25, 26, 27, 28, 30, (n.
Mohammad al-Nafs al-Zakiya, 53, 59 1907], 27, 119 Omar [segundo califa], 32, 34, 177, 6), 48, 57, 61, 82, 84, 87, 89, 110,
Mohammad Anka, 79 Musa al-Kazem [Séptimo Imam], 52, 191, 192, 213, 245, 247, 248 111, 113, 114, 116, 118, 119, 121,
Mohammad b. al-Hanafiya, 53 54 OLP, 153s., 163, 164, 170 134, 135, 137, 142, 143, 156ss.,
Mohammad Sha, 76, 97, 176 Musa Sadr (Imam) [desaparecido en Omeyas, 25, 35, 39, 40 163, 167, 170, 172, 174, 175, 179,
Mohammad Sha Qayar [r. 1834-1848], 1978], 25, 133, 134, 140, 154, 155, Omma (comunidad del islam), 138, 189, 204, 212, 214, 217, 226, 228,
136 158, 159, 160, 161, 162, 163, 164, 288 246, 256 (n. 11), 263
Mohammad-Ali Sha Qayar [r. 1907- 170, 272 orara, 45 Qommi, Massan (Tabatabai), 111
1909], 136, Musavi, Hoseyn, 164 Osman [tercer califa], 30, 32, 34, 35, Qotb [véase «Polo»], 73, 78, 86
Mohammad-Reza Sha [r. 1941-1979], mutazilíes, 20 36, 40, 177, 245, 248 Qotb, Sayyed, 211, 259
16, 25, 99, 113, 120, 136, 212 osuli, 92, 93, 142, 178, 284, 288 Qotbshahi, 176
Mohammad-Yavad al-Taqi [noveno Oteybi, Juheyman b. Mohammad. b. Qotbzada, Sadeq, 170, 222
Imam], 51 Nabi, 33, 175, 286 seyfal, 152 Querry, A., 207 (n. 10)
Mohaqqeq, Qorban-Ali, 174 Naini, Mohammad-Hoseyn [m. 1936], Othman, 152
moharram, 19, 46ss., 68 (n. 24), 121, 133 Oveysi, 76
126, 134, 144, 146, 176, 180 Nader Sha Afshar [r. 1736-1747], 18, owla, 32 Rabbani, Borhaboddin, 175
Mohsen, 43, 143, 145, 148, 159, 167, 175, 243, 273 Owladi, Assar, 226 rafezi, 158
174, 245 nafaqa, 195 ramadán, 191, 234
Mohseni, Asef, 174 Nahy ol-Balaqa, 34, 38, 220 ray 'a (reencarnación), 61
Mohtashami, Ali-Akbar, 170, 175 Nahzat-e azadi-e Iran (Movimiento Pahlavi [véase Reza Sha, Mohammad- Rashti, sayyed Kazen, 96
Mojtar, 50 por la Libertad de Irán), 210 Reza Sha], 16, 25, 99, 113, 120, Rayai, ba-Honar, 227
Mojsés, 50 Najavila, 152 136, 212 Rayai, Mohammad-' Ali, 211

296 297
Rayaki. Masud, 225 Sha, Nader, 18, 177, 244, 259 ta'vil, 59 Wright, R., 181 (n. 41)
Reissner, J., 138 (n. 12) Shaban, Said, 171 tawhid [afirmación de la unicidad de Yafar al-Sadeq [sexto Imam], 53, 54, 289
Reza Sha Pahlavi [r. 1925-1941], 16, Shafri, M., 207 (n. 11) Dios], 19 Yabal Amil, 16
25, 99, 113, 120, 122, 136, 212 Shahrbanu, 51 Teymiya, Ebn, 248 Yabal Amel, 162, 164
Reza, Mi b. Musa [octavo Imam], 24, Shaltut, jeque, 156, 246 Thaiss, G., 193 (n. 2), 259 (n. 24) Yaber b. Hayyan (Geber), 54
56, 57, 103 Shamsoddin, Mahdi, 170 Thowra, al-, 146 yafarí (derecho), 18, 54, 155, 180, 242,
Ridha, Rashid, 56, 245 Shamsoddin Shahrezuri, 86 Tofeyli, Sobhi al-, 165 246, 286, 289
Rodinson, M., 67 (n. 1 y 14) Shapira, Sh.. 183 (n. 44) Tudeh (Toda), 72, 214 Yahya Jan, 180
rowza-jani, 131 Shariat Madari, Kazem [ayatollah, m. Tueni, Gh., 159, 182 Yamaran, 135
Roy, 0., 30 (n. 3) 174, 183 (n. 48, 51, 1986], 156, 157, 174, 263 Tusi, jeque Md. al-, 21 Yarshater, E., 139 (n. 29)
52), 253. 260 (n. 44), 257 Shariati, Ali (m. 1977), 25, 33, 36, 40, Yazdani, Hoyabr, 99
Ruhani, Hamid, 105, 108 41, 42, 48, 49, 66, 67 (n. 3, 4), 68 Yazdegered III, 51
Ruhaniyat-e mobarez (clero militante), (n. 8, 15, 18, 25, 37, 38), 113, 114, Udh Bequest, 178 Yazdi, Ebrahim, 220
105, 229 115, 116, 117, 118, 132, 138 (n. 15, Uthman, (ver Osmán), 32 Yazid [véase «omeyas»], 43, 47, 49
Ruzbeham de Shiraz, 69 16, 18, 19, 20, 33), 185, 216, 217, Yihad al-islami, 164, 165
218, 219, 220, 241, 246, 247, 253, yihad [«guerra santa»], 19
258 (n. 13, 27, 35, 36) vakil, 59 Yumblatt, Walid, 171
sabeos, 83, 99 Shayegan, Daryush, 84s., 224, 226 valaya(t), 73, 77
Sabeti, Parviz, 99 Shehab, Fuad, 151 vali, 32
Sabzavari, Hadi (m. 1878), 89 Shemr, 45, 123 Vali, A., 102, 259 (n. 19) Zahiroddowla, Qayar, 77
Sachedina, A. A., 69 (n. 28, 30 y 32) vaqf, 122, 123, 139, 284, 287 Zahra [véase «Fátima»],
Shirazi, Abdollah Musavi [n. 1901],
Saddam Hussein, 144, 146, 147 104 vatan, 255 zakat, 178
vazir, 36 Zanyani, ayatollahs Reza y Abol-Fazl,
Sadeq, Yafar al, 53, 54, 100, 107, 244 Shirazi, Mirza Hasan [m. 1895], 111,
Veccia Vaglieri, L., 68 (n. 22) 210
Sadr, Md-Baqer al- [ejecutado en 118
vekala, 57 Zeghidour, S., 181 (n. 15 y 16), 259 (n.
1980], 147, 148, 168, 181 (n. 11) Shirazi, Qotboddin, 85
velaya, 107, 108 42)
Sadr, Mohammad al-, 145, 147 Simón Pedro, 59
velayat-e faqih [autoridad del jurista zeidíes, 51ss.
Saduq, b. Babuya [jeque, m. 991], 21 Sivan, E., 258 (n. 30 y 37), 260 (n. 43)
teólogo], 106, 107, 148, 156, 157, zekr, 72
safavíes, 75, 79, 80, 110, 114, 130, Siyavosh, 129, 130
169, 225, 227, 229, 230, 289 Zeyd b. AB, véase «zeidíes»
142, 170, 176, 246, 263 Sobh-e Azal [véase «azalíes»], 97
Velayati, Ali-Akbar, 171 Zeynab, 25, 45, 124
Saladino, 86 Sohravardi, 85ss.
Vieille, P., 13, 206, 207, 208, 221, 258, Zia ul-Haqq, 180
Salafiya, 245 Sorush, Abdol-Karim, 92, 234 265, 267, 278, 280, 281 ziyara, 23
Salehi-Nayafabadi, 47, 49 Sourdel, D., 69 (n. 32), 275 wahhabíes, 17, 41, 142s., 174, 227 Zonis, M., 137 (n. 24)
Salman el Puro, 41, 42, 43 Stalin, 223 Watt, W. M., 151 (n. 12), 187 Zubaida, S., 258 (n. 19)
Salman Rushdie, 251, 267 sunna, 31 Wilson, P. L., 101 (n. 1 y 2), 274 Zu-l'feqar, 36
saltanat zahera, 33 Winder, B., 180 (n. 15) Zur-Riyasateyn, Alisha, 73
Samarra, 57, 58, 59, 142
Sangalayi, Shariat [m. 1944], 61, 113, Tabatabai, Md-Hoseyn [m. 1982], 89
217, 245, 246 Tabatabai, Mohammad [m. 1918], 111,
Saqafi, ayatollah, 137 119
Sarkis, Elle, 164 takiya [tekkiyeh, ver «hoseyniya»],
Sartre, Jean-Paul, 216 125, 131
sasánida, 39, 51, 114 Talbot, 118
SAVAK, 121, 220, 228 Taleciani, Mahmud, 212, 213, 214, 215,
Schuon Fritzhof, 91 219, 221, 230, 235, 258, 282
selsela, 78 taqiya [disimulo], 17, 54, 57, 63, 153,
Seurat, M., 30 (n. 4), 166, 183 (n. 38) 249, 286
sayyed, 33, 68 (n. 20), 81, 90, 91, 96, taqlíd [véase «imitación»], 62
104, 111, 113, 119, 121, 128, 134, Taqut, 107, 136
158, 159, 160, 173, 174, 204, 211, tariqa(t)[vía mística], 74, 83
228, 259 tasu'a, 124, 287
Shabestari, 73 Tavvabun, 50

298 299
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los talleres de Edim, el
día 25 del mes de
Shawwal de 1416h.

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