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BOLETÍN DE CULTURA PERUANA - MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES - Nº 136 6/1/2023

LA POESÍA DE EGUREN
LA POESÍA DE EGUREN
José María Eguren (Lima, 1874-1942) es considerado, con César Vallejo, el fundador de la poesía
peruana contemporánea. Aficionado a la pintura y la fotografía, solo publicó en vida dos poemarios,
Simbólicas (1911) y La canción de las figuras (1916), y una edición compilatoria de sus Poesías (1929),
que apareció en el sello de la Biblioteca Amauta, gracias a la devoción que le profesaban José Carlos
Mariátegui y los jóvenes vanguardistas de la época. Eguren tuve de niño precaria salud, lo que le
permitió pasar largas temporadas en el retraimiento de una hacienda familiar próxima a Lima.
Estudió en el colegio jesuita de La Inmaculada y fue luego autodidacta. Vivió la mayor parte de su
vida en el balneario de Barranco, trabajó algunos años como director de bibliotecas escolares y
escribió también una serie de breves ensayos, reunidos por el crítico Estuardo Núñez en el libro
Motivos estéticos (1959). «Todo arte -dice Eguren en uno de sus textos- es poético; un vuelo fino y
absoluto; su libertad corta la red, la métrica y la rima son sus pajes. El ideal sería prescindir del
número y la forma; pero existe un ritmo vital, que se expande internamente {…}. Las ideas únicamente
estéticas de la poesía son infinitas por extensión y libertad». Entre las recientes ediciones de Eguren
deben mencionarse El andarín de la noche. Obra poética completa (Madrid, Signos, 2008), a cargo de
Juan Manuel Bonet, y Poesías completas y Prosa completa (Lima, Biblioteca Abraham Valdelomar y
Academia Peruana de la Lengua, 2015), ordenadas y anotadas por Ricardo Silva-Santisteban.

ANTOLOGÍA MÍNIMA

LIED I CASA VETUSTA


Era el alba, En el fondo del valle,
cuando las gotas de sangre en el olmo vetusta casa
exhalaban tristísima luz.
nos presenta musgosas
Los amores escalinatas.
de la chinesca tarde fenecieron En el bosque sombrío,
nublados en la música azul. mustias y raras,
como muertas pupilas
Vagas rosas son sus ventanas.
ocultan en ensueño blanquecino,
Por los negros pasillos
Autorretrato, ca. 1908

señales de muriente dolor.


que se enmarañan,
Y tus ojos el oído acarician
el fantasma de la noche olvidaron, breves palabras.
abiertos a la joven canción. En su raro aposento
viven las hadas
Es el alba;
hay una sangre bermeja en el olmo y los antiguos seres
y un rencor doliente en el jardín. cuando por él discurren de la campaña.
los duendes gachos; Las ancianas cigüeñas
Gime el bosque, que en sus ficciones que en ella paran,
y en la bruma hay rostros desconocidos te enseñarán sus tristes de los muertos señores
que contemplan el árbol morir. cavilaciones. a veces hablan.
Ni busques los derruidos, Por doquiera nos dicen,
añejos hornos; las luces blancas,
NORA a ocuparlos van siempre el amor misterioso,
los mustios gnomos, feliz que guardan.
Así le canta a Nora cuyos acentos O miramos señales
su triste abuela: te ceñirán de amargos multiplicadas,
—En tu juego no sigas presentimientos.
de la siempre escondida
por la dehesa;
que en su beleño Cuando beber ansíes suerte galana.
soñarás con el hombre de fresca noria, Y por eso los gratos
de torvo ceño. a buscarla comienza; ensueños causa,
mas, nunca sola, blanquecina y musgosa,
El lugar no contemples porque latidos vetusta casa.
de los chaparros, sentirás en el alma,
desconocidos.

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LAS BODAS VIENESAS buscan la hornacina EL DIOS CANSADO
de la diosa ambarina;
En la casa de las bagatelas, y con signos rojos, Plomizo, carminado
vi un mágico verde de rostro cenceño, la miran con sus tristes ojos. y con la barba verde,
y las cicindelas Los ensueños de noche hermosa el ritmo pierde
vistosas le cubren la barba de sueño. dan al olvido, el dios cansado.
Dos infantes oblongos deliran ante la Tarde diosa
y al cielo levantan sus rápidas manos, a dormitar empiezan, Y va con tristes ojos,
y dos rubias gigantes suspiran, y en su idioma desconocido por los desiertos rojos,
y el coro preludian cretinos ancianos. le rezan. de los beduinos
Que es la hora de la maravilla; y peregrinos.
la música rompe de canes y leones
y bajo chinesca pantalla amarilla Sigue por las obscuras
se tuercen guineos con sus acordeones. PEDRO DE ACERO y ciegas capitales
Y al compás de los címbalos suaves, de negros males
del hijo del Rino comienzan las bodas; Pica, pica y desventuras.
y con sus basquiñas enormes y graves la metálica peña
preséntanse mustias las primas beodas, Pedro de Acero. Reinante el día estuoso,
y margraves de añeja Germania, camina sin reposo
y el rútilo extraño de blonda melena, En la sima tras los inventos
y llega con flores azules de insania de la obscurosa guerra, y pensamientos.
la bárbara y dulce princesa de Viena. del mundo ciego.
Y al dulzor de las virgíneas camelias Continúa, ignorado
va en pos del cortejo la banda macrobia, Pesarosas, por la región atea;
y rígidas, fuertes, las tías Amelias; como trenos y llantos, y nada crea
y luego cojeando, cojeando la novia, se sienten voces. el dios cansado.
la luz de Varsovia.
Y en la racha que sube a los techos De hora en hora En La canción de las figuras, 1916
se pierden, al punto, las mudas señales, los primitivos salmos
y al compás alegre de enanos deshechos y maldiciones.
se elevan divinos los cantos nupciales.
Y en la bruma de la pesadilla Blondo el día LA PENSATIVA
se ahogan luceros azules y raros, y el compás de la guzla
y, al punto, se extiende como nubecilla lejos, muy lejos. En los jardines otoñales,
el mago misterio de los ojos claros. bajo palmeras virginales,
Que en la mina, miré pasar muda y esquiva
más ponderoso, lucha la Pensativa.
Pedro de Acero.a mina,
LOS REYES ROJOS más ponderoso, lucha La vi en azul de la mañana,
En Simbólicas, 1911 con su mirada tan lejana,
Desde la aurora que en el misterio se perdía
combaten los reyes rojos, de la borrosa celestía.
con lanza de oro.
LA NIÑA DE LA LÁMPARA AZUL La vi en rosados barandales
Por verde bosque donde lucía sus briales;
y en los purpurinos cerros En el pasadizo nebuloso y su faz bella vespertina
vibra su ceño. cual mágico sueño de Estambul, era un pesar en la neblina...
su perfil presenta destelloso
Falcones reyes la niña de la lámpara azul. Luego marchaba silenciosa
batallan en lejanías a la penumbra candorosa;
de oro azulinas. Ágil y risueña se insinúa, y un triste orgullo la encendía,
y su llama seductora brilla, ¿qué pensaría?
Por la luz cadmio, tiembla en su cabello la garúa
airadas se ven pequeñas de la playa de la maravilla. ¡Oh su semblante nacarado
sus formas negras. con la inocencia y el pecado!
Con voz infantil y melodiosa ¡oh, sus miradas peregrinas
Viene la noche el fresco aroma de abedul, de las llanuras mortecinas!
y firmes combaten foscos habla de una vida milagrosa
los reyes rojos. la niña de la lámpara azul. Era beldad hechizadora;
era el dolor que nunca llora;
Con cálidos ojos de dulzura ¿sin la virtud y la ironía,
DIOSA AMBARINA y besos de amor matutino, qué sentiría?
me ofrece la bella criatura
A la sombra de los estucos un mágico y celeste camino. En la serena madrugada,
llegan viejos y zancos, la vi volver apesarada,
en sus mamelucos De encantación en un derroche, rumbo al poniente, muda, esquiva
los vampiros blancos. hiende leda, vaporoso tul; ¡la Pensativa!
Por el templo de las marañas Y me guía a través de la noche
bajan las longas pestañas; la niña de la lámpara azul. En Poesías, 1929

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AGENDA
PALACIO DE LAS ARTES
La Municipalidad
de Miraflores, dis-
trito limeño que
contempla desde
Cardenales Juan Landázuri Ricketts y Josep Ratzinger en Lima, 1986
sus acantilados el
Océano Pacífico
LA VIÑA TEOLÓGICA y donde residie-
ron notables figu-
E l reciente fallecimiento del papa emérito Benedic-
to XVI, ese brillante teólogo católico alemán, cuyo
nombre secular era Joseph Aloisius Ratzinger, ha susci-
ras de la cultura
peruana como
Ricardo Palma,
tado en los medios de prensa un torrente de artículos Raúl Porras Ba-
y apreciaciones. No se discute su calidad y magnetismo rrenechea, Blanca
intelectual, pero se le asocia, en términos generales, a Varela, Julio Ra-
la corriente eclesial conservadora, enfrentada de modo
món Ribeyro y Antonio Cisneros -miraflorino de
particular con la teología de la liberación. Oportuno es
recordar, sin embargo, que el principal formulador inte- la cuna a la tumba-, ha tenido el acierto de conver-
lectual de esa corriente, el teólogo y sacerdote peruano tir la palaciega sede central de la administración
Gustavo Gutiérrez, sostuvo en Roma, a mediados de los edil en un espacio dedicado a la creación, bajo el
años 80, largas y enriquecedoras discusiones con el car- nombre de Palacio de las Artes (PLAM). Se trata de
denal Ratzigner -entonces prefecto de la Congregación un edificio neoclásico, con reminiscencia virreina-
para la Doctrina de la Fe-, que lo llevaron a precisar y les, portada de piedra y torre de campanario cívico
reescribir algunos de sus planteamientos, sin abjurar de en esquina, que fue diseñado por el arquitecto Luis
su perspectiva liberadora en la llamada «opción prefe- Miró Quesada Garlando e inaugurado en 1944. Si
rencial por los pobres» y ahondando, al mismo tiempo, el edificio tenía ya adosada en su parte posterior
en la espiritualidad cristiana. una prestigiosa sala de arte que lleva el nombre del
Por cierto, el cardenal Ratzinger vino al Perú en arquitecto que lo diseñó, ofrece ahora 300 metros
1986. En nuestra capital, la Pontificia Universidad Ca- lineales de pared y más de mil metros cuadrados
tólica y la Facultad Pontificia y Civil de Lima le otorga- como espacio expositivo, además de otros ambien-
ron sendos doctorados honoris causa. El cardenal hizo tes que acogerán diversas manifestaciones cultura-
también una significativa visita a los distritos de Villa les. El Palacio de las Artes -cuya rotonda luce unos
María del Triunfo y Villa El Salvador. Viajó luego al murales pintados por Teodoro Núñez Ureta en
Cuzco, concelebró allí, en la catedral barroca, una misa 1960-, fue inaugurado por el alcalde saliente, Luis
conmemorando los 450 años de la creación de la más
Molina, con la exposición Vusco volvvver. 77 artistas
antigua diócesis de América del Sur, y se dio tiempo
para conocer Machu Picchu. con Trilce, comisariada por el crítico Jorge Villacor-
En 1996, el cardenal Ratzinger y Gustavo Gutiérrez ta y el profesor de literatura Víctor Vich.
volvieron a dialogar en una reunión teológica llevada
a cabo en Schönstadt, Alemania, y ocho años después
con la publicación del artículo «La koinía eclesial» del
teólogo peruano en la revista dominica Angelicum, el Va-
ticano dio por concluida la «clarificación» de sus puntos
de vista. Ya elegido papa, Benedicto XVI encargó más ministerio de relaciones exteriores
tarde la Congregación para la Doctrina de la Fe al tam-
bién arzobispo de Múnich, el cardenal bávaro Gerhard Dirección General para Asuntos Culturales
Ludwig Müller quien, de joven, había realizado trabajo
pastoral en nuestro país y asistía a los cursos de Gustavo
Gutiérrez. Gutiérrez y Müller fueron coautores del libro
An der Seite der Armen: Theologie der Befreiung (2004), pu-
blicado en español como Del lado de los pobres. Teología
de la liberación (2013). Müller ha señalado en diversas
ocasiones que el cardenal Ratzinger -cuyas obras com-
pletas compiló- no hizo una condena en bloque de la
teología de la liberación, sino de los aspectos que con-
sideraba erróneos, valorando sus elementos positivos.
A la cabeza de estos se encuentra, precisamente, la «op-
ción preferencial por los pobres», que anima también al
pontificado del papa Francisco, sucesor de Benedicto Jr. Ucayali 391, Lima 1, Perú
XVI, cuyos restos reposan ahora en las grutas vaticanas, quipuvirtual@rree.gob.pe
necrópolis de los pontífices bajo la nave central de la www.ccincagarcilaso.gob.pe
Basílica de San Pedro.
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