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José María Eguren

José María Eguren

[editar] Biografía

Nació en Lima en 1873 y murió en 1942. Vivió en Barranco donde practicó la fotografía
y pintura. José María Eguren creció en medio de grandes penurias económicas. Por su
precaria salud, fue débil y enfermizo desde pequeño. De niño y adolescente pasó largas
temporadas en el campo; y esta experiencia inmediata de la naturaleza , que el
inquieto muchacho apuraba con curiosidad y fruición fue decisiva en el refinamiento
de los sentidos que luego su poesía revelará. Trabajó en la Biblioteca del Ministerio de
Educación y Museo Nacional de Arqueología. Más tarde se traslada a Barranco, a una
tranquila villa-balneario junto al mar y próxima a Lima, donde residirá en paz y
sosiego absolutos durante más de treinta años.

Por los mismos motivos de salud no había podido completar regularmente sus estudios
y ahora, en Barranco, compensará esa deficiencia con la lectura voraz de decadentes y
simbolistas europeos (principalmente franceses: Baudelaire, Verlaine, Mallarmé,
Rimbaud, Octave Mirbeau, pero también D'Annunzio); de la literatura infantil de los
nórdicos Grimm, Andersen; y de los grandes maestros del prerrafaelismo y el
esteticismo inglés Ruskin, Rosetti, Wilde, de los cuáles todos dejaron una huella, pero
muy asimilada y personal, en su obra de creación y en su pensamiento poético. Se
dedicó también, intensa y continuamente a la pintura; y fue un artista plástico de gran
interés que concluyó llevando a sus acuarelas y dibujos las figuras y los motivos
enigmáticos de su misma poesía.
[editar] Características de su obra

José María Eguren es el único representante del simbolismo en el Perú, el simbolismo


tardío que se desarrolló posteriormente al Modernismo.

En sus trabajos sugiere ambientes irreales cargados de significaciones, liberando al


poema de toda connotación objetiva. Su trabajo tiene gran importancia, ya que se
considera como el que inaugura la poesía contemporánea en el Perú.

A Eguren se le atribuye uno de los roles más decisivos para la iniciación de la tradición
de la poesía moderna peruana, la que después se consolidaría mundialmente con la
presencia e influencia que ejerce la profunda e intensa poesía de César Vallejo.
Mariátegui dijo de Eguren que "representa en nuestra historia literaria la poesía
pura".1

 Su poesía esta desligada de la realidad.

 Según Mariátegui: representa en nuestra literatura a la poesía pura; porque su


poesía no tiene máculas ideológicas, morales, religiosas o costumbristas e
ignora lo erótico y lo civil.

 Con Simbólicas (1911), su primer libro de poesía, inaugura la poesía


contemporánea del Perú: "Deja atrás a los melifluos versos románticos y el
sonsonete clarinesco del Modernismo.

 Eligió un vocablo preciso y sugerente, lirismo profundo, lenguaje musical,


ensueños, visiones infantiles y alucinatorias. Pero la característica principal (de
Simbólicas) la constituye su mundo medieval visto a través de lo gótico.

] Obras

] Poesía

Primeras ediciones

 Simbólicas. Lima: Tipografía de La Revista, 1911.

 La canción de las figuras. Prólogo de Enrique A. Carrillo. Lima: Tipografía y


Encuadernación de la Penitenciaría, 1916.

 Poesías. Incluye: Simbólicas, La canción de las figuras, Sombra y Rondinelas.


Lima: Editorial Minerva – Biblioteca Amauta, 1929.

Poemas extensos

 "Visiones de enero". Publicado en el Homenaje a la Independencia del Perú, en:


revista Mundial, Lima, No. 167, 27 de julio de 1923.
 Campestre. Introducción y notas de Ricardo Silva-Santisteban. Lima: Ediciones
de La Rama Florida, 1969.

] Antologías

 Sus mejores poesías. En: Boletín Bibliográfico de la Universidad de San Marcos


, Vol. I, No. 15, Lima, diciembre 1924. Selección de Pedro S. Zulen. Estudio
crítico por Enrique Bustamante y Ballivián, pp. 207-224.

 Poesías. Presentación de Manuel Beltroy. Lima: Compañía de Impresiones y


Publicidad – Colección Antología Peruana, 1944.

 Poesías escogidas. Selección de Manuel Scorza. Prólogo de José Carlos


Mariátegui. Lima: Patronato del Libro Peruano, 1957.

 Antología'. Selección. Prólogo y notas de Julio Ortega. Lima: Editorial


Universitaria, [1966].

 Primeros poemas: Simbólicas. Anotaciones de Luis Miranda E. Huancayo:


Universidad Nacional del Centro del Perú, 1970.

 Antología poética de José María Eguren. Selección y prólogo de Américo


Ferrari. Valencia: Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo, 1972.

 Antología poética. Nota y selección de Manuel Mejía Valera. México, D. F.:


Comunidad Latinoamericana de Escritores, 1974.

 De Simbólicas a Rondinelas. Antología. Edición de Gema Areta. Madrid: Visor


de Poesía, 1992.

Obra poética

 Poesías completas. Presentación de Delfín A. Ludeña. Nota preliminar de Jorge


Basadre. Estudio crítico de Manuel Beltroy. Barranco, Lima: Colegio Nacional
de Varones José María Eguren, 1952.

 Poesías completas. Recopilación, prólogo y notas de Estuardo Núñez. Lima:


Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1961.

 Poesías completas y Prosas selectas. Recopilación, introducción y notas de


Estuardo Núñez. Lima: Editorial Universo, 1970.

 Obra poética completa. Prólogo de Luis Alberto Sánchez. Lima: Editorial Milla
Batres, 1974.

 Obra poética. Motivos. Prólogo, cronología y bibliografía por Ricardo Silva-


Santisteban. Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho – Colección Clásica No.
228, 2005.
 El Andarín De La Noche. Obra poética completa. Edición, prólogo y notas de
Juan Manuel Bonet. Madrid: Huerga y Fierro Editores – Colección Signos,
2008.

[editar] Prosa

 Motivos estéticos. Recopilación, prólogo y notas de Estuardo Núñez. Lima:


Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1959.

 La sala ambarina. Lima: Ediciones de La Rama Florida, 1969.

 Poesías completas y Prosas selectas. Recopilación, introducción y notas de


Estuardo Núñez. Lima: Editorial Universo, 1970.

 Motivos. Buenos Aires: Editorial Leviatán – Colección Poesía Mayor No. 14,
1998.

 Obra poética. Motivos. Prólogo, cronología y bibliografía por Ricardo Silva-


Santisteban. Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho - Colección Clásica No.
228, 2005.

 Motivos. Edición, prólogo y notas de Juan Manuel Bonet. Madrid: Huerga y


Fierro Editores – Colección Signos Versión Celeste, 2008.

[editar] Obras completas

 Obras completas. Edición, prólogo y notas de Ricardo Silva-Santisteban, Lima:


Mosca Azul Editores, 1974. Incluye: Simbólicas, La canción de las figuras,
Sombra, Visiones de enero, Rondinelas, Campestre, poemas no recogidos en
libro, poemas circunstanciales.

BIOGRAFIA DE JOSE MARIA EGUREn

Eguren nació en lima en 1874. Su infancia y su juventud – sanas, sos

egadas – transcurrieron en “Chuquitanta”, hacienda de su familia, situada en los


alrededores de Lima.

Un cambio de fortuna de sus padres obligó a la familia a trasladarse al apacible


balneario de Barranco. Allí, al lado de su hermana Susana, buena pianista y cantante,
llevará por largo tiempo, una existencia íntegramente dedicada a la música, la pintura
y la poesía. Solía dar largos paseos por el camino que llevaba a Lima.

Se entretenía tomando apuntes para sus óleos o captando imágenes con una máquina
fotográfica de su invención, hecha con un diminuto tintero, que imprimía placas de un
centímetro. En su casa, se dedicaba a la lectura de los clásicos españoles, a escribir
versos y a confeccionar juguetes, ya de corcho, ya de vidrios de color.
En 1911 publicó Simbólicas y en 1916 La canción de las Figuras. Solo algunos críticos
reconocieron públicamente los grandes méritos del nuevo poeta. Su nuevo lenguaje,
sus imágenes inesperadas, su simplicidad desconcentraban y obligaban al esfuerzo
interpretativo. Hacia el ocaso de su vida, cuando se veía enfermo y pobre, el poeta José
Gálvez, entonces Ministro de Educación Pública, lo llevó a su ministerio con el cargo
de bibliotecario.

Tiempo después fue empleado del Museo Nacional.

Murió en 1942.

OBRAS DE JOSE MARIA EGUREN

- Motivos Estéticos.

- Simbólicas.

- La Canción de las Figuras.

- Sombra y Rondinelas.

Escribió para las siguientes revistas:

- Amauta “de Mariátegui”.

- Variedades “dirigida por Clemente palma”.

- Contemporáneos “de Bustamante y Ballivián”.

César Vallejo

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César Vallejo
César Vallejo en el Parque de Versalles, verano de
1929.

César Abraham Vallejo Mendoza (Santiago de Chuco, Perú, 16 de marzo de 1892 -


París, 15 de abril de 1938), poeta y escritor1 peruano considerado entre los más
grandes innovadores de la poesía del siglo XX. Fue, en opinión del crítico Thomas
Merton, "el más grande poeta universal después de Dante". Publicó en Lima sus dos
primeros poemarios: Los heraldos negros (1918), que reúne poesías que si bien en el
aspecto formal son todavía de filiación modernista, constituyen a la vez el comienzo de
la búsqueda de una diferenciación expresiva; y Trilce (1922), obra que significa ya la
creación de un lenguaje poético muy personal, coincidiendo con la irrupción del
vanguardismo a nivel mundial. En 1923 dio a la prensa su primera obra narrativa:
Escalas, colección de estampas y relatos, algunos ya vanguardistas. Ese mismo año
partió hacia Europa, para no volver más a su patria. Hasta su muerte residió
mayormente en París, con algunas breves estancias en Madrid y en otras ciudades
europeas en las que estuvo de paso. Vivió del periodismo2 complementado con trabajos
de traducción y docencia. En esta última etapa de su vida no publicó libros de poesía,
aunque escribió una serie de poemas que aparecerían póstumamente. Publicó en
cambio, libros en prosa: la novela proletaria o indigenista El tungsteno (Madrid, 1931)
y el libro de crónicas Rusia en 1931 (Madrid, 1931). Por entonces escribió también su
más famoso cuento, Paco Yunque, que fue publicado años después de su muerte. Sus
poemas póstumos fueron agrupados en dos poemarios: Poemas humanos y España,
aparta de mí este cáliz, publicados en 1939 gracias al empeño de su viuda, Georgette
Vallejo. La poesía reunida en estos últimos poemarios es de corte social, con
esporádicos temas de posición ideológica y profundamente humanos. Para muchos
críticos, los “poemas humanos” constituyen lo mejor de su producción poética, que lo
han hecho merecedor del calificativo de “poeta universal”.

[editar] Biografía

[editar] Primeros años

César Abraham Vallejo Mendoza nació en Santiago de Chuco, pueblo en una zona alta
del departamento de La Libertad, en Perú. Sus padres fueron Francisco de Paula
Vallejo Benítez y María de los Santos Mendoza Gurrionero. Fue el menor de once
hermanos. Su apariencia mestiza se debió a que sus abuelas fueron indígenas y sus
abuelos gallegos. Era un “hombre muy moreno, con nariz de boxeador y gomina en el
pelo”, según recordó César González Ruano, en una entrevista publicada en el Heraldo
de Madrid, el 27 de enero de 1931.

Sus padres querían dedicarlo al sacerdocio, lo que él en su primera infancia aceptó de


muy buena gana; de ahí que existan tantas referencias bíblicas y litúrgicas en sus
primeros versos. Sus estudios primarios los realizó en el Centro Escolar Nº 271 del
mismo Santiago de Chuco, pero desde abril de 1905 hasta 1909 estudió la secundaria
en el Colegio Nacional San Nicolás de Huamachuco.

En 1910 se matricula en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo,


pero debido a la carencia económica retorna a su pueblo, con el propósito de trabajar y
ahorrar para continuar luego sus estudios. Apoya a su padre en sus tareas
administrativas de gobernador y toma contacto con la realidad de los trabajadores de
las minas de Quiruvilca, cerca de Santiago de Chuco, lo que recordará más adelante en
su novela El tungsteno.

En 1911 viaja a Lima para matricularse en la Facultad de Medicina de San Fernando,


pero nuevamente abandona el claustro universitario por razones económicas o tal vez
por desilusionarse de dicha carrera. Consigue un empleo de preceptor de los hijos de
un rico hacendado de Acobamba (departamento de Junín, sierra central peruana),
trabajo en el que permanece durante siete meses. Luego regresa a Trujillo, y en 1912
consigue un modesto empleo como ayudante de cajero en la hacienda azucarera
“Roma”, en el valle de Chicama, donde fue testigo de la cruel explotación de los peones
indios.

[editar] La bohemia de Trujillo

Artículo principal: Grupo Norte.


La “bohemia trujillana” o Grupo Norte, 1916. Vallejo es el cuarto de los sentados, de
izquierda a derecha. Atrás de él, Antenor Orrego.

En 1913 regresa a Trujillo con el propósito de retomar sus estudios universitarios en


Letras. A fin de costearse sus estudios, trabaja como maestro en el Centro Escolar de
Varones Nº 241, y luego como profesor del primer año de primaria en el Colegio
Nacional de San Juan, donde tuvo como pequeño alumno a Ciro Alegría, que más
tarde se convertiría en un gran novelista.3 El 22 de septiembre de 1915 se gradúa de
bachiller en Letras con su tesis El romanticismo en la poesía castellana.

En 1916 frecuenta con la juventud intelectual de la época agrupada en la bohemia


trujillana, conocida luego como Grupo Norte, donde figuran Antenor Orrego, Alcides
Spelucín, José Eulogio Garrido, Juan Espejo Asturrizaga, Macedonio de la Torre y
Víctor Raúl Haya de la Torre. Publica sus primeros poemas en los diarios y revistas
locales (algunas de las cuales son recogidas por publicaciones de Lima) y se enamora
de María Rosa Sandoval, joven atractiva e inteligente, que fue la musa inspiradora de
algunos de sus poemas de Los heraldos negros.

En 1917 conoce a Mirtho (Zoila Rosa Cuadra), una muchacha de quince años con quien
sostiene un apasionado y corto romance. Al parecer, Vallejo intenta suicidarse a causa
del desengaño. Sea como fuese, es convencido por sus amigos para viajar a Lima a fin
de proseguir sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y
conseguir su doctorado en Letras y Derecho.

[editar] Viaje a Lima. Los heraldos negros


Monumento a César Vallejo en el exterior de la Facultad de Letras y Ciencias
Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Se embarca en el vapor Ucayali, y llega a Lima el 30 de diciembre de 1917. Conoce a lo


más selecto de la intelectualidad limeña. Se encuentra con Clemente Palma, que había
sido un furibundo detractor de su obra poética (había calificado de mamarracho el
poema "El poeta a su amada"), pero quien esta vez le da muestras de respeto. Llega a
entrevistarse con José María Eguren y con Manuel González Prada, a quien los más
jóvenes consideraban entonces un maestro y guía. En la capital, Vallejo se vinculó con
escritores e intelectuales como Abraham Valdelomar y su grupo Colónida, José Carlos
Mariátegui; con ambos hace profunda amistad. También conoce a Luis Alberto
Sánchez y Juan Parra del Riego. Asimismo, publica algunos de sus poemas en la
revista Suramérica del periodista Carlos Pérez Cánepa.

En 1918 entra a trabajar al colegio Barrós de Lima. Cuando en septiembre de ese año
muere el director y fundador de dicho colegio, Vallejo ocupa el cargo. Se enreda en otra
tormentosa relación amorosa, esta vez con Otilia Villanueva, una muchacha de 15
años, cuñada de uno de sus colegas. Debido a ello pierde su puesto de docente. Otilia
será la inspiradora de varios de los poemas de Trilce.

En 1919 consigue empleo como inspector disciplinario y profesor de Gramática


Castellana en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe. Ese mismo año ve la
luz su primer poemario Los heraldos negros, que muestran aún las huellas del
modernismo en su estructura, aunque ya se vislumbran algunas características muy
peculiares en el lenguaje poético. El poeta toca la angustia existencial, la culpa
personal y el dolor, como, por ejemplo, en los conocidos versos "Hay golpes en la vida
tan fuertes... ¡Yo no sé!" o "Yo nací un día / que Dios estuvo enfermo". Circularon
relativamente pocos ejemplares, pero el libro fue en general bien recibido por la crítica.

[editar] Prisión en Trujillo. Trilce

Su madre había fallecido en 1918. La nostalgia familiar lo empuja, en mayo de 1920, a


retornar a Santiago de Chuco. El 1º de agosto ocurre el incendio y saqueo de una casa
del pueblo, perteneciente a la familia Santa María Calderón, arrieros negociantes de
mercaderías y alcohol desde la costa, suceso del que se acusa injustamente a Vallejo
como participante y azuzador. Se esconde pero es descubierto, apresado y arrojado a
un calabozo de Trujillo donde permanecerá durante 112 días (del 6 de noviembre de
1920 al 26 de febrero de 1921). El 24 de diciembre de 1920 gana el segundo premio (el
primero fue declarado desierto) de la Municipalidad de Trujillo con el poema "Fabla de
gesta (Elogio al Marqués de Torre Tagle)"; lo curioso de este suceso es que Vallejo
compitió escondiendo su identidad bajo un seudónimo, a fin de dar imparcialidad al
concurso.

Tras salir en libertad condicional, se dirige nuevamente a Lima, donde su cuento Más
allá de la vida y de la muerte fue premiado en un concurso literario. El monto del
premio lo destina a financiar otras publicaciones literarias. En octubre de 1922 sale a
la luz su segundo poemario: Trilce, prologado por su amigo Antenor Orrego. Es
recibido tibiamente por la crítica, que no alcanzaba aún a comprender la literatura de
vanguardia, salvo por el propio Orrego, quien dijo de Vallejo: "a partir de este
sembrador se inicia una nueva época de la libertad, de la autonomía poética, de la
vernácula articulación verbal".

Trilce anticipó gran parte del vanguardismo que se desarrollaría en los años 1920 y
'30. En este libro Vallejo lleva la lengua española a límites insospechados: inventa
palabras, fuerza la sintaxis, emplea la escritura automática y otras técnicas utilizadas
por los movimientos dadá y surrealista. Se adelantó a la renovación del lenguaje
literario que después ensayaría Vicente Huidobro en su poemario Altazor (1931) y
James Joyce en su relato onírico Finnegans Wake (1939).

En marzo de 1923, Vallejo publica una corta edición de Escalas o Escalas


melografiadas, colección de relatos y cuentos, algunos ya vanguardistas. Otra
narración suya, titulada Fabla salvaje, fue publicada el 16 de mayo de 1923 en la serie
La novela peruana dirigida por Pedro Barrantes Castro.

Es admitido nuevamente como profesor en el Colegio Guadalupe, puesto en el cual no


durará mucho, tras ser declarado cesante.

[editar] Viaje a Europa


Hastiado de la mediocridad local, tenía ya sus miras puestas en el Viejo Mundo. Con el
dinero que le adeudaba el Ministerio de Educación, se embarca rumbo a Europa, de
donde no regresará más. Viaja en el vapor Oroya el 17 de junio de 1923, con una
moneda de quinientos soles. Arriba a París el 13 de julio. Sus ingresos —siempre
insuficientes— provenían del periodismo, si bien fungió también de traductor. Escribía
para el diario El Norte de Trujillo, y las revistas L'Amérique Latine de París, España
de Madrid y Alfar de La Coruña.

Sus dos primeros años en París fueron de mucha estrechez económica, al punto que
muchas veces tuvo que dormir a la intemperie. Inicia su amistad con el escritor
español Juan Larrea y con Vicente Huidobro; traba contacto con importantes
intelectuales como Pablo Neruda y Tristan Tzara.

En 1926 renuncia a su trabajo en Los Grandes Periódicos Iberoamericanos y conoce a


su primera compañera francesa, Henriette Maisse, con quien convivirá hasta octubre
de 1928. Con Larrea funda la revista Favorables París Poema, y con Pablo Abril de
Vivero el semanario La semana parisién. Ambas publicaciones tuvieron vida efímera.
Empieza a enviar colaboraciones para la revista limeña Variedades.

En 1927 conoce en París a Georgette Marie Philippart Travers, una joven de 18 años
que vivía con su madre en un apartamento situado enfrente del hotel donde se
hospedaba. Profundiza sus estudios sobre el marxismo. Aparece una narración suya en
Amauta, la revista que fundara en Lima su amigo José Carlos Mariátegui y en la que
también reproduce varias de sus crónicas periodísticas.

En abril de 1928 nuevamente enferma de gravedad, pero se recupera a los pocos


meses. Todavía le acompañaba Henriette. Empieza a interesarse con más ahínco por
las cuestiones político-sociales. Ese mismo año realiza su primer viaje a Rusia.
Retorna a París y funda la célula parisina del Partido Socialista que había fundado su
amigo José Carlos Mariátegui en Perú (después denominado Partido Comunista
Peruano).

En 1929 empieza a convivir con Georgette (quien acababa de heredar el apartamento y


bienes de su fallecida madre) y junto con ella realiza un segundo viaje a Rusia. Se
detiene en Colonia, Varsovia, Praga, Viena, Budapest, Moscú, Leningrado y varias
ciudades italianas, antes de retornar a París. Empieza a colaborar para el diario El
Comercio, como corresponsal oficial, y continúa haciéndolo con las revistas Variedades
y Mundial.

En esta primera parte de su estancia parisina, que va de 1923 a 1929, se sitúa la


composición de algunos cuantos poemas (después llamados Poemas en prosa), un libro
o recopilación de ensayos: Contra el secreto profesional y un proyecto de novela
incaica: Hacia el reino de los Sciris, todos los cuales serían publicados póstumamente,
a excepción de algunos ensayos y relatos sueltos. La razón de esta parquedad de
creaciones literarias se debía a que se hallaba más absorbido en producir artículos y
crónicas para diarios y revistas pane lucrando.

En 1930 viaja a Madrid a raíz de la publicación de su poemario Trilce, que señaló el


descubrimiento de su poesía en España, donde fue sometida a la crítica. Retorna a
París pero al poco tiempo es expulsado, acusado de hacer propaganda comunista.
Junto con Georgette vuelve a Madrid donde pasa dificultades económicas. Allí es
testigo de la caída de la monarquía borbónica y la proclamación de la Segunda
República Española (1931); se relaciona también con grandes literatos españoles como
Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego y José
Bergamín. Publica también su novela proletaria El tungsteno, y su libro de crónicas y
ensayos Rusia en 1931, que se convirtió en un superventas: tres ediciones en solo
cuatro meses. Le niegan, en cambio, la publicación de su cuento Paco Yunque, por ser
“muy triste”.

En 1932 decide regresar a París, al ser levantada la anterior restricción de ingreso.


Ese año Georgette es hospitalizada por un mal causado por los continuos abortos
provocados (según testimonio de Juan Larrea, amigo y biógrafo de Vallejo); pero se
recupera. En 1933 Vallejo escribe un extenso artículo, publicado por entregas en el
Germinal de París, titulado ¿Qué pasa en el Perú?. Por ese tiempo deambula por
pensiones y hoteles parisinos en medio de una gran angustia económica.

En 1934 se casa por lo civil con Georgette. Por entonces termina de escribir otra de sus
obras teatrales: Colacho Hermanos o presidentes de América, sátira contra los
gobiernos latinoamericanos sumisos al imperialismo yanqui, pero que ningún editor se
animó a publicar. También le rechazan otro libro de ensayos que quiso dar a la prensa:
Contra el secreto profesional. Entre 1935 y 1936 escribe varios cuentos: El niño del
carrizo, Viaje alrededor del porvenir, Los dos soras y El vencedor, bocetos narrativos
que serían publicados años después de su muerte.

En 1936, al estallar la Guerra Civil Española, colabora con mucho fervor en la


fundación del Comité Iberoamericano para la Defensa de la República Española y de
su vocero, el boletín Nueva España. Le acompaña en esa labor Pablo Neruda. Entre
septiembre y noviembre de 1937 escribe sus últimas composiciones líricas de Poemas
humanos y España, aparta de mí este cáliz; así como el drama de tema incaico La
piedra cansada.

Muerte en París

A inicios de 1938 trabaja como profesor de Lengua y Literatura en París, pero en


marzo sufre de agotamiento físico. El 24 de marzo es internado por una enfermedad
desconocida. Fallece el 15 de abril de 1938, un viernes santo con llovizna en París, pero
no un jueves, como se cree que vaticinó en su poema "Piedra negra sobre una piedra
blanca". Se le realiza un embalsamamiento. Su elogio fúnebre estuvo a cargo del
escritor francés Louis Aragon. El 19 de abril sus restos son trasladados a la Mansión
de la Cultura y más tarde al cementerio de Montrouge.

Obra Vallejo abarcó prácticamente todos los géneros literarios: poesía, narrativa
(novelas y cuentos), teatro y ensayo. Se debe también mencionar su copiosa labor
periodística (crónicas y artículos).

Poesía Los heraldos negros es comúnmente aceptado que es en la lírica donde Vallejo
alcanza su verdadera expresión y sus más altas cotas. Consta de tres etapas:
modernista, vanguardista y revolucionaria.

Etapa modernista

Comprende el libro de poemas Los heraldos negros (Lima, 1919). Constituye el


comienzo de la búsqueda del poeta por una diferenciación expresiva, la cual se irá
consolidando a lo largo de toda su obra. Para Vallejo era necesario fundar un lenguaje
poético diferente a lo tradicional.

También encontramos temas más elevados como la protesta contra el destino del
hombre, la muerte, el dolor, la conciencia de orfandad, el absurdo, todos ellos tratados
por el poeta con un acento muy personal.

El primer poema de la serie da título al libro y se refiere a los momentos en que la


muerte, o el simple paso del tiempo, nos dan una señal angustiosa, cual sacudida.
«...son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.» Esta
imagen, en realidad tan fundada como innovadora, fue objeto de burla de Miguel de
Unamuno, ya que el anquilosamiento retórico en que se hallaba la poesía y la
literatura española por aquellos tiempos, aún no podía permitir entender que se
pudiera extraer lo profundo de lo cotidiano, incluso de lo doméstico.

Etapa vanguardista Comprende el poemario Trilce (Lima, 1922), uno de los mayores
libros de poesía de la vanguardia posbélica a nivel mundial. El poemario nace en un
contexto muy especial para el poeta Estas experiencias forjaron en él ese sentimiento
de ser humano preso de la existencia o de la sociedad y fueron el origen del
desgarramiento del poeta, del dolor infinito que encierra cada poema, y de su densidad
y hermetismo.

El nombre del poemario es un neologismo inventado por Vallejo, cuyo significado hasta
ahora es incierto. De acuerdo a la versión más extendida, derivaría de “tres”, pues el
cambio del nombre del libro (originalmente Vallejo le puso el título de Cráneos de
bronce) fue cotizado por el impresor en tres libras (treinta soles oro).

Trilce es un libro revolucionario porque pulverizó las normas estéticas y retóricas:


 Usa vulgarismos, cultismos, regionalismos, tecnicismos, neologismos,
arcaísmos.

 Transita por todos los niveles del lenguaje.

 Tiene altos grados de agramaticalidad.

 Violenta la representación gráfica de las palabras.

 Usa paradojas, prosopopeyas, animismo, hipérboles numéricas, sinestesias,


onomatopeyas, pleonasmos y antítesis.

Etapa revolucionaria

Artículo principal: Poemas humanos.

Artículo principal: España, aparta de mí este cáliz.

Los poemarios de esta etapa son de publicación póstuma, labor que realizó la viuda del
poeta, englobando los textos bajo el título común de Poemas humanos (París, julio de
1939). Aunque hay que señalar que el poemario España, aparta de mí este cáliz, ya
había sido ordenado por el mismo Vallejo en forma de libro individual y fue publicado
meses antes, en enero de 1939, en España.

Se considera que uno de los factores que más influyó en este cambio de rumbo de su
poesía fue su adhesión al marxismo, pensamiento que coincidía con algunas de las
preocupaciones que lo habían acompañado a lo largo de su vida.

España, aparta de mí este cáliz, escrito en 1937 y publicado en 1939, compendia los
versos más intensos y hondos que escritor alguno haya llevado a cabo sobre la guerra
civil en ese país. La visión de la España combatiente había conmovido a Vallejo, por lo
que su poética estuvo al servicio de la causa. Consta de 15 poesías y se considera el
testamento poético de Vallejo.

En los versos que dan nombre al poemario, se manifiesta una prueba premonitoria de
su amor por España y su miedo por la derrota de la que consideraba la causa justa.

Narrativa

En la narrativa de Vallejo también se aprecia su progresión ideológica.

 Escalas melografiadas (Lima, 1923) es un libro que agrupa doce relatos,


divididos en dos secciones: seis estampas lírico-narrativas (Cuneiformes) y seis
relatos o cuentos psicopatológicos (Coro de vientos). Algunos de ellos son de un
sorprendente vanguardismo, poco cultivado entonces.
 Fabla salvaje (Lima, 1923) es una novela corta de carácter psicológico que
aborda la locura de un campesino de los Andes. Cercano al género fantástico.

 Hacia el reino de los Sciris (terminado en 1928, se publicó póstumamente) es


una nouvelle histórica de tema incaico, todavía ligado al modernismo.

Hacia 1930, influenciado por el marxismo, empezó a escribir relatos más imbuidos de
la problemática social y circunscritos en el llamado realismo socialista.

 El Tungsteno (Madrid, 1931) es una novela desigual sobre un conflicto en una


mina de los Andes. Es una novela "proletaria" que ataca no solamente a los
"gringos", sino también a los "arribistas" que imitan a los extranjeros y
explotan a los pobres, los indios, y los "conscriptos" del ejército. Publicada en
España, fue muy popular en la década de 1930, la de la depresión económica
mundial.

 "Paco Yunque" (escrito en 1931), un tierno cuento infantil de denuncia social


que fue rechazado por muchos editores. Finalmente fue publicado en 1951.
Ahora en el Perú, "Paco Yunque" es lectura obligatoria durante la enseñanza
primaria.

Se debe mencionar también otros relatos escritos entre 1935 y 1936, pero que dejó
inconclusos:

 "El niño del carrizo"

 "Viaje alrededor del porvenir"

 "Los dos soras"

 "El vencedor"

Su obra narrativa completa fue publicada en 1967, bajo el título de César Vallejo.
Novelas y cuentos completos (Lima, Francisco Moncloa Editores, edición supervisada
por Georgette Vallejo).

[editar] Teatro

De Vallejo se conservan cuatro piezas teatrales, ninguna de las cuales fue estrenada o
publicada durante su vida, aunque también se conservan los fragmentos de un drama
suyo, Mampar, pero en su versión en francés y bajo el título de Les taupes (escrita
entre 1929 y 1930), del que también se hacen referencias en una carta crítica del
productor Louis Jouvet. Dicho drama trata del conflicto de un esposo con su suegra y
se supone que el autor destruyó el original.
Las cuatro piezas teatrales que se conservan íntegramente y que fueron publicadas
póstumamente (Teatro completo, Lima, Fondo Editorial PUCP, 1979, editado y
prologado por Enrique Ballón Aguirre) son las siguientes:

 Lock-out (1930), drama escrito en francés; el propio Vallejo hizo una traducción
al castellano que no se conserva. Trata de un conflicto obrero en una fábrica
metalúrgica.

 Entre las dos orillas corre el río (años 1930), drama que fue el producto de un
largo y difícil proceso. Entre los títulos de versiones anteriores se encuentran
Varona Polianova, Moscú contra Moscú, El juego del amor, del odio y de la
muerte y varias permutaciones de este último.

 Colacho Hermanos o presidentes de América (1934). Una sátira que expone la


democracia peruana como farsa burguesa bajo presiones diplomáticas y de
empresas transnacionales.

 La piedra cansada (1937), drama de tono poético ambientada en la época


incaica e influida por las tragedias griegas.

[editar] Ensayo

Vallejo publicó un libro de crónicas titulado Rusia en 1931. Reflexiones al pie del
Kremlin (Madrid, 1931) y preparó para las prensas otro similar titulado Rusia ante el
segundo plan quinquenal (terminado en 1932 pero que fue publicado tiempo después,
en 1965).

Además, organizó dos libros de prosa ensayística y de reflexión: Contra el secreto


profesional (escrito, según Georgette, entre 1923 y 1929), y El arte y la revolución
(escrito entre 1929 y 1931), que reúnen diversos artículos, algunos de los cuales fueron
publicados en revistas y periódicos en vida del autor. Ninguna editorial en España
quiso publicar estos libros por su carácter marxista y revolucionario. Serían publicados
en 1973 (Lima, Editorial Mosca Azul).

[editar] Compilaciones de la obra de Vallejo

 Novelas y cuentos completos. Lima, Francisco Moncloa Editores, 1967, (edición


supervisada por Georgette Vallejo).

 Teatro completo, Lima, Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del


Perú, 1979. Editado y prologado por Enrique Ballón Aguirre y Georgette
Vallejo.

 Desde Europa - Crónicas y artículos (1923–1938), recopilación, prólogo, notas y


documentación por Jorge Puccinelli, Lima, Ediciones Fuente de la Cultura
Peruana, 1987.
 César Vallejo. Obras completas. Prólogo de Ricardo González Vigil. Lima,
Editora Perú S.A., julio de 1992 (edición popular en fascículos distribuida
gratuitamente por el diario La Tercera de Lima).

[editar] Obras completas

La última edición de Obras completas de César Vallejo es la de la Pontificia


Universidad Católica del Perú (1997-2003) en catorce volúmenes:

 Poesía completa. Presentación de Salomón Lerner Febres. Edición, prólogo y


notas de Ricardo Silva-Santisteban. Lima, PUCP, 1997. 4 tomos. Bibliografía
de Miguel Ángel Rodríguez Rea.

 Autógrafos olvidados. Estudio preliminar de Juan Fló y notas de Stephen M.


Hart. Lima, Tamesis/ PUCP, 2003. Contiene la edición facsimilar de 52
manuscritos ológrafos.

 Narrativa completa. Presentación de Salomón Lerner Febres. Edición de


Ricardo Silva-Santisteban y Cecilia Moreano. Lima, PUCP, 1999.

 Teatro completo. Presentación de Salomón Lerner Febres. Edición de Ricardo


Silva-Santisteban y Cecilia Moreano. Lima, PUCP, 1999. 3 tomos

 Artículos y crónicas completos (Desde Lima - Desde Europa, 1918-1938).


Presentación de Salomón Lerner Febres. Edición y prólogo de Jorge Puccinelli.
Lima, PUCP, 2002. 2 tomos.

 Ensayos y reportajes. Edición y prólogo de Manuel Miguel de Priego. Lima,


PUCP, 2002.

 Correspondencia. Edición y prólogo de Jesús Cabel. Lima, PUCP. 2002.


Contiene 281 cartas de César Vallejo.

 Traducciones. Edición y prólogo de Rosario Valdivia Paz-Soldán. Lima, PUCP,


2003.

Ciro Alegría

Ciro Alegría nació en la hacienda Quilca, cerca de Huamachuco, en el año de 1908,


aunque fue inscrito recién en 1909, por lo que el escritor usó este año en la fecha oficial
de su nacimiento. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Nacional
San Juan de Trujillo, donde tuvo como profesor al entonces joven poeta César Vallejo.
En 1927 fundó la Tribuna Sanjuanista, periódico escolar que dirigió; integró el Grupo
Norte, ya en su fase final; y en 1930 tuvo activa participación en la formación de la
célula aprista de Trujillo, junto con Antenor Orrego.
Por su actividad proselitista, fue perseguido y torturado y, luego de la debelada
revolución aprista de 1932, fue encarcelado, pero liberado al año siguiente, en 1933,
por una ley de amnistía. En esta época empezó a publicar algunos relatos, pero en
1934 fue deportado a Chile. En 1935, su novela La serpiente de oro ganó el concurso de
la editorial Nascimento de Chile, y en 1939 obtuvo, con su novela Los perros
hambrientos, el segundo premio de novela de la editorial Zigzag, también de Chile.
Dos años después, en 1941, con su gran novela indigenista, El mundo es ancho y ajeno,
ganó el primer premio convocado a nivel continental por la editorial estadounidense
Farrar & Rinehart.

Después de recibir este premio se estableció en Estados Unidos, primero, y luego en


Cuba y Puerto Rico. Se dedicó al periodismo, la traducción y la enseñanza
universitaria, así como a la literatura, aunque no publicó nada por estos años. En 1960
retornó al Perú, donde a sus actividades usuales sumó la carrera política: se afilió al
partido Acción Popular en 1963 y llegó a ser elegido diputado ante el Congreso de la
República. En 1963 publicó su última obra: Duelo de caballeros (libro de cuentos).
Falleció en 1967, en la localidad de Chosica. Dejó varias novelas inconclusas así como
varios relatos inéditos, que fueron publicados por su viuda, Dora Varona, quien se
convirtió en una gran estudiosa de su vida y obra literaria.

Destierro en Chile y sus primeras novelas

Arribó a Santiago el mismo día en que era asesinado su compatriota, el poeta José
Santos Chocano.

En 1935 se casó con Rosalía Amézquita quien había viajado a Chile por él. Transformó
su cuento “El Marañón” en la que sería su primera novela: La serpiente de oro, con la
cual ganó en Chile el concurso literario convocado por la Editorial Nascimento. Al año
siguiente fue elegido miembro del directorio de la Sociedad de Escritores de Chile y
comenzó a trabajar en la Editorial Ercilla, como corrector de originales. Asimismo
tradujo obras de Stefan Zweig e Ilya Ehrenburg, para la Editorial Zig-Zag.

A fines de 1936, como consecuencia de la dura vida de prisión y persecución política,


enfermó de tuberculosis pulmonar. Se recluyó en el sanatorio de San José de Maipo y
allí estuvo dos años. Poco antes de darle de alta le aplicaron un neumotórax. Una
burbuja de aire le produjo entonces una embolia cerebral, lo que a la vez le causó una
parálisis temporal de la mitad de su cuerpo, lo que le anuló momentáneamente la
capacidad de escribir. Durante su recuperación y a manera de terapia, compuso su
novela Los perros hambrientos, tarea que le demandó un mes de labor. Presentó la
obra al concurso convocado por la Editorial Zig-Zag. De las 62 obras presentadas, la
suya obtuvo el segundo puesto, siendo el fallo del jurado muy discutido. La novela se
publicó en agosto de 1939. En 1938 había nacido Ciro Guillermo, su primer hijo.

[editar] El mundo es ancho y ajeno, su gran novela


Luego, con el apoyo económico de un grupo anónimo de intelectuales, pudo dedicarse a
componer su novela más extensa, El mundo es ancho y ajeno, terminada en octubre de
1940, año en el que había nacido Alonso, su segundo hijo. Con esta novela ganó en
1941 el Concurso Latinoamericano de Novela, convocado desde Estados Unidos por la
prestigiosa Editorial Farrar & Rinehart y auspiciado por la Unión Panamericana de
Washington. Fue invitado a Nueva York adonde viajó para recibir el premio, quedando
en Lima Rosalía Amézquita y los dos pequeños hijos de ambos. El premio le fue
entregado en un banquete que se le ofreció en el Hotel Waldorf Astoria, el Día de las
Américas, el 14 de abril de ese año. Dicha obra se ha convertido en un clásico de la
literatura peruana e hispanoamericana en general.

El 19 de abril de 1941, en compañía del ensayista venezolano Mariano Picón Salas,


Alegría viajó a Puerto Rico y participó en la Conferencia Interamericana de Escritores.
Concurrió posteriormente al Congreso de Escritores Americanos de Washington, donde
conoció al escritor norteamericano Waldo Frank, con quien mantuvo desde entonces
una gran amistad. En octubre de 1941 apareció la traducción al inglés de El mundo es
ancho y ajeno (Broad and allien is the world) y su libro fue ubicado por la prensa en el
cuarto lugar de ventas.

[editar] Estancia en los Estados Unidos y Puerto Rico

Después del ataque a Pearl Harbor y al impedírsele volver a Chile por motivo de la
guerra, trabajó unos meses en la revista Selecciones del Reader's Digest (1942). Ocupó
además un puesto en la sección de prensa de la oficina encargada de la propaganda de
guerra de los Estados Unidos en América Latina, con sede en Washington. En 1943
fue trasladado a la sede de la oficina en Nueva York, trabajando en la sección de
Radio, y eventualmente, en la de Prensa.

Durante 1945 se dedicó a trabajar como traductor en la compañía cinematográfica


Metro-Goldwyn-Mayer. Se divorció por mutuo acuerdo de Rosalía Amézquita, quien
había permanecido con sus hijos en el Perú. Asimismo fue llamado por don Federico de
Onís para dictar un curso sobre la novela hispanoamericana en la Universidad de
Columbia. Su amiga Gabriela Mistral lo invitó desde San Francisco (1946) y esta visita
le sirvió para su libro póstumo Gabriela Mistral íntima. Pertenece a esta época su
breve matrimonio con la puertorriqueña Ligia Marchand.

En 1948 le recrudeció una vieja dolencia al hígado contraída en la Penitenciaría de


Lima. Fue operado con éxito de la vesícula. Ese mismo año se separó pública e
irrevocablemente del partido aprista, explicando su actitud en declaraciones y
artículos publicados en El Diario de Nueva York. Aparte de este diario, colaboró
también en La Prensa de la misma ciudad y en revistas en inglés como Red-Book,
Encore, Free Woorld, The Nation y otras más.
En 1949 fue contratado por la universidad de Puerto Rico, donde dictó durante cuatro
años cursos sobre Literatura Hispanoamericana y Técnica de la Novela, en el
Departamento de Estudios Hispánicos, y un curso sobre Problemas Contemporáneos
en la Facultad de Pedagogía. En esos años colaboró también en el diario El Mundo de
San Juan de Puerto Rico y la revista Asonante.

En 1950 presentó al Congreso de Literatura Ibero-americana celebrado en


Albuquerque, Nuevo México, un trabajo sobre “El Personaje de la Novela
Hispanoamericana”. Se publicó en las Memorias de dicho Congreso.

[editar] Estancia en Cuba

En 1953 fue invitado al Congreso de Escritores Martianos en La Habana, donde se


reunió más de un centenar de escritores de Europa y América. Fue nombrado
vicepresidente de la Comisión II de dicho Congreso, dedicada a examinar los temas
literarios y artísticos. Renunció a su cátedra de la Universidad de Puerto Rico y se
estableció en Cuba, dedicándose intensamente a su trabajo como escritor y periodista.
Trabajaba entonces en cuatro proyectos de novela. Desde Cuba colaboró también con
la revista Letras Peruanas.

En 1956 fue invitado por la Universidad de Oriente (Santiago de Cuba) a dictar un


curso sobre la novela y su técnica. Además, aceptó escribir la historia de la Casa
Bacardi, productores del famoso ron del mismo nombre. La tituló Cien años de vida
productiva.

También en 1956 conoció a la poetisa cubana Dora Varona Gil, con quien contrajo
matrimonio el 25 de mayo de 1957. Con ella viajó por Estados Unidos, México, Puerto
Rico, Santo Domingo y Jamaica.

[editar] Retorno al Perú e incursión en la política

En ese año de 1957 fue invitado al Festival del Libro Peruano, organizado por los
editores Juan Mejía Baca, P. L. Villanueva y Manuel Scorza. Tras una larga ausencia
de 23 años arribó al Perú el 4 de diciembre de 1957. Este retorno se había truncado en
múltiples ocasiones a causa de la concatenación de dictaduras y gobiernos
políticamente enemigos que le negaron su derecho a volver a su patria. Fue objeto de
un recibimiento multitudinario y su obra alcanzó gran difusión con el Festival del
Libro Peruano, al que asistieron escritores amigos como Jorge Icaza y Enrique López
Albújar.

Con su esposa Dora Varona viajó por el Perú dando conferencias en Universidades y
centros culturales. Fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Trujillo.
Luego volvió a Cuba con la idea de regresar pronto al Perú. Desde febrero de 1958
colaboró asiduamente en el diario El Comercio de Lima. En diciembre de 1958 nació su
hija Cecilia. Pero al agravarse la situación política de la isla con motivo de la
revolución cubana, decidió retornar al Perú con su familia.

El 12 de enero de 1960 arribó una vez más a Lima. En abril de ese año enfermó
gravemente de úlcera duodenal y al mes siguiente fue operado, aprovechando su
convalescencia para escribir varios cuentos y leyendas.

El 23 de abril de 1960 la Academia Peruana de la Lengua –dirigida por Víctor Andrés


Belaunde– lo eligió por unanimidad como miembro de número. En octubre asistió al
Tercer Festival del Libro de América, en Buenos Aires. Viajó a Montevideo y colaboró
con el afamado diario argentino La Nación. En 1961 dejó de colaborar para El
Comercio y empezó a escribir para el diario Expreso, y para la revista Caretas de
Lima.

Se afilió al partido Acción Popular, liderado por el arquitecto Fernando Belaúnde


Terry. Después de fracasar en las elecciones de 1962 como candidato a una senaduría
por La Libertad, en las elecciones de 1963 ganó una diputación por Lima. En
setiembre del mismo año se publicó su libro de relatos Duelo de caballeros, en la
editorial Populibros, obra que tuvo gran acogida.

Fue invitado al Segundo Encuentro Internacional de Escritores, celebrado en Berlín en


1964 y al que asistieron –entre otros– Jorge Luis Borges y Julio Ramón Ribeyro. Por
invitación del Parlamento francés, viajó a Francia y después a Italia, país este por el
que quedó fascinado. Estando allí recibió una invitación especial de la Universidad de
Yale y viajó a Nueva York, donde dictó varias charlas y conferencias. De retorno al
Perú, pasó por Brasil.

Ya en el Perú se mudó a Chaclacayo, en busca de mejor clima, y asistió al Primer


Encuentro de Narradores Peruanos, convocado por la Casa de la Cultura de Arequipa,
que dirigía el crítico Antonio Cornejo Polar. El 28 de mayo de 1966 fue elegido
presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA), venciendo a
Luis Alberto Sánchez, por entonces rector de la Universidad de San Marcos.

Fumador empedernido, Alegría –quien se consideraba miembro de la “generación del


30”– frecuentó a artistas de diversas generaciones. Fue asiduo concurrente a las
tertulias que organizaba el librero Juan Mejía Baca, alternando con Martín Adán,
Arturo Hernández y Francisco Izquierdo Ríos.

[editar] Fallecimiento

Ciro Alegría falleció el 17 de febrero de 1967, a la 1 y 30 de la mañana, a causa de un


infarto cardíaco, tras una agonía dolorosa. Su muerte fue sorpresiva, cuando
aparentemente gozaba de buena salud y recién cumplidos los 58 años de edad. El
Presidente Belaunde, como homenaje póstumo, decretó que le fueran tributados
honores de Ministro de Estado. Fue también condecorado con las Palmas
Magisteriales en su grado más alto: el de Amauta.

Actualmente llevan su nombre diversas entidades culturales y educativas peruanas,


una calle de Miraflores y un pueblo de la Amazonía peruana.

[editar] Descendencia

En su exilio en Santiago de Chile, Ciro Alegría se desposó con su tía segunda, Rosalía
Amézquita Alegría, con la que tuvo dos hijos, Ciro y Alonso. Se divorció de Rosalía por
mutuo acuerdo, desde Nueva York, en 1945. El segundo hijo de este matrimonio,
Alonso Alegría, ha llegado a ser un considerado dramaturgo peruano.

Luego Ciro se casó con una portorriqueña, con la que no tendría hijos, Ligia Marchand.
Por último, desposó en terceras nupcias con la poetisa peruano-cubana Dora Varona
(que llegó a ser la gran recopiladora y estudiosa de su obra) con la que tuvo cuatro
hijos: Cecilia, Ciro, Gonzalo y Diego; éste último nació póstumamente, cinco meses
después de la muerte de padre, y falleció a la edad de 14 años, durante un accidente
ocurrido durante una excursión escolar.

Gonzalo Alegría Varona, economista y sociólogo, residente por varios años en España e
Inglaterra, es fundador y presidente de la Fundación bMundi, dedicada a la
investigación y al desarrollo de la Nueva Economía; en el año 2005 retornó al Perú y
en el 2010 lanzó su candidatura a la alcaldía de Lima por el partido Acción Popular, el
mismo donde militara su padre.

[editar] Contexto literario

Ciro Alegría es, junto a José María Arguedas, el escritor más importante de la
corriente indigenista en el Perú. Aunque hay que deslindar que Ciro pertenece al
indigenismo primigenio, de los años 1930, mientras que Arguedas representa el
llamado neo-indigenismo. Coincidentemente, en el año 1941, cuando Alegría publicaba
su última gran novela, Arguedas daba a la luz su primera novela, Yawar Fiesta.
Ambos autores sintieron una estimación recíproca y se defendieron de inútiles
competencias que algunos quisieron establecer entre ellos. Alegría narra la vida de los
indígenas del norte del Perú, diferentes a los indios del sur que reflejan las novelas de
Arguedas. El indio del norte es más aculturado y mestizado, y desconoce por lo general
el quechua, pero, obviamente, no por ello es menos representativo del Perú.

El trabajo literario de Ciro Alegría trascendió muy tempranamente las fronteras,


puesto que escribió febrilmente desde el exilio en varios países. En Chile escribió y
publicó sus dos primeras novelas, La serpiente de oro y Los perros hambrientos, así
como su obra cumbre, que ganó el Concurso Latinoamericano de Novela convocado por
la Editorial Farrar and Rinehart de Nueva York: El mundo es ancho y ajeno, novela de
la cual Mario Vargas Llosa ha afirmado que constituye "el punto de partida de la
literatura narrativa moderna peruana y su autor nuestro primer novelista clásico".6
Dicha novela fue traducida a 14 idiomas.

El mundo es ancho y ajeno refleja las bases de un Perú moderno, mestizo, y rico en
regiones, culturas y costumbres diversas. Sus personajes abandonan su comunidad
andina (Rumi) obligados por el injusto expolio que de sus tierras realiza un cruel
hacendado (Don Álvaro Amenábar) y se desplazan por todo el Perú, intentando
ganarse la vida. La historia cuenta con dos personajes centrales o héroes: Rosendo
Maqui, que representa al indio sabio, mayor y tradicional, y Benito Castro, el cholo
joven que vuelve a su comunidad cuando muere Rosendo con el fin de defender el
derecho de sus gentes a vivir en sus tierras.

En general, todas las novelas de Alegría defienden la integración de todos los peruanos
en la sociedad, y denuncian las miserias y la injusticia social sufrida por los más
humildes, especialmente, por los indios. Sus obras poseen un tono épico, en donde
destacan especialmente la naturaleza y las tradiciones culturales peruanas,
conjuntamente con la lucha de sus gentes por su subsistencia. En ellas la narración se
desarrolla hilvanando hábilmente las historias de varios personajes de la misma
comunidad en torno a un núcleo central.

Luego de sus tres grandiosas novelas indigenistas, en sus 27 años de vida restante
Alegría solo publicó un libro de cuentos, que la crítica ha considerado muy inferior en
comparación con su obra precedente: Duelo de caballeros. Estuvo también trabajando
en cuatro proyectos de novelas: Siempre hay caminos, Lázaro, El dilema de Krause y
El hombre que era amigo de la noche. De ellas solo concluyó la primera, publicada
póstumamente, la cual es una novela corta considerada por la crítica como una joya
literaria. Las tres restantes quedaron inconclusas y sus fragmentos han sido también
publicados de manera póstuma. De todas ellas, se debe destacar Lázaro, un ambicioso
proyecto que el autor abandonó en 1954, pero que bien pudo convertirse en una gran
novela de temática proletaria, teniendo como protagonistas a los trabajadores de las
grandes haciendas azucareras de la costa norte del Perú. Habría sido una especie de
continuación de El mundo es ancho y ajeno. Se ha dicho que la razón del abandono de
sus proyectos novelísticos fue la falta de un estímulo editorial, sumada a su recargada
labor periodística y docente, así como su precaria salud, todo lo cual influyó
negativamente en su voluntad creadora.

[editar] Obras

Aparte de las novelas y cuentos que Ciro Alegría publicó en vida, cabe señalar que,
producto a la intensa actividad política y periodística que ocupó gran parte de su vida,
el grueso de su producción escrita se encuentra en distintos periódicos de la época, y
aún no hay un estudio sistematizado que la recoja. Por otra parte, una parte también
significativa de la obra de Ciro Alegría (una novela breve, fragmentos de otras novelas,
cuentos, memorias, etc.) ha sido publicada después de su muerte, gracias a la labor de
recogida y selección de quien fuera su última mujer, la poetisa Dora Varona.

En vida, Alegría publicó las siguientes obras:

 La serpiente de oro (Santiago de Chile, Editorial Nascimento, 1935), novela


Primer premio del concurso de novela convocado por la Editorial Nascimento de
Chile.

 Los perros hambrientos (Santiago de Chile, Editorial Zig Zag, 1939), novela,
Segundo premio del concurso de novela convocado por la Editorial Zig-Zag de
Chile.

 La leyenda del nopal (Santiago de Chile, Editorial Zig Zag, 1940), cuentos
ilustrados para niños.

 El mundo es ancho y ajeno (Santiago de Chile, Editorial Ercilla, 1941), novela.


Primer premio del concurso Latinoamericano de Novela convocado por la
Editorial Farrar & Rinehart de Nueva York.

 Las aventuras de Machu Picchu (Editorial desconocida, 1950) .

 Duelo de caballeros (Lima, Populibros, 1962), colección de 7 cuentos y 2 relatos.

Después de su muerte y a base de escritos insertos en la prensa periódica o


manuscritos inéditos, su viuda Dora Varona editó las siguientes obras:

 Panki y el guerrero (Lima, 1968), cuentos y leyendas amazónicas para niños.


Premio Nacional de Literatura Infantil "José María Eguren".

 Gabriela Mistral íntima (Lima, Editorial Universo, 1969), ensayo.

 Sueño y verdad de América (Lima, Editorial Universo, 1969), relatos de hechos


históricos basados en los cronistas y en Ricardo Palma.

 La ofrenda de piedra (Lima, Editorial Universo, 1969), tres cuentos, un relato,


cuatro fragmentos de novelas y completa la magistral novela corta Siempre hay
caminos.

 Siempre hay caminos (Lima, Editorial Universo, 1969), novela corta.

 El dilema de Krause (Lima, Ediciones Varona, 1969), novela inconclusa, de


carácter testimonial y autobiográfico sobre su paso por la Penitenciaría de
Lima.

 La revolución cubana: un testimonio personal (Lima, Editorial PEISA, 1971),


ensayo.
 Lázaro (Buenos Aires, Editorial Losada, 1973), novela inconclusa.

 Mucha suerte con harto palo (Buenos Aires, Editorial Losada, 1976), memorias
armadas a base de distintos escritos periodísticos, autobiográficos y ficcionales.

 Siete cuentos quirománticos (Lima, Ediciones Varona, 1978), narraciones


urbanas ambientadas en Nueva York y ciudades hispanoamericanas (cinco
cuentos, un fragmento de novela y la notable novela inconclusa El hombre que
era amigo de la noche).

 El sol de los jaguares (Lima, Editorial Varona, 1979), cuentos amazónicos,

 Fábulas y leyendas americanas (Madrid, Editorial Espasa-Calpe, 1982).

Posteriormente se publicaron una serie de selecciones de leyendas y cuentos (muchos


de ellos procedentes de El mundo es ancho y ajeno) para el público infantil y juvenil:

 Sueño y verdad de América (Madrid, Alfaguara, 1985).

 Fitzcarraldo, el dios del oro negro (Madrid, Alfaguara, 1986), cuentos.

 Sacha en el reino de los árboles (Madrid, Alfaguara, 1986), cuentos.

 Nace un niño en los Andes (Madrid, Alfaguara, 1986), cuentos.

 Once animales con alma y uno con garras (Madrid, Alfaguara, 1987), libro de
cuentos armado a base de fragmentos de las tres primeras novelas de Ciro.

 El ave invisible que canta en la noche (Madrid, Alfaguara, 1989), cuentos


extraídos íntegramente de El mundo es ancho y ajeno.

 Mi alforja de caminante (Lima, Editorial Norma, 2007), cuentos y relatos.

 El zorro y el conejo (Lima, Editorial Norma, 2008).

José María Arguedas

José María Arguedas


Biografía ampliada

Nacimiento e infancia

José María Arguedas Altamirano, nació el 18 de enero de 1911 en la ciudad de


Andahuaylas, provincia de Andahuaylas, departamento de Apurímac, en la sierra sur
del Perú. Era hijo de Víctor Manuel Arguedas Arellano, un abogado cuzqueño que
ejercía de Juez en diversos pueblos, y de Victoria Altamirano Navarro, perteneciente a
una acaudalada familia de Andahuaylas. Cuando tenía dos años y medio de edad,
falleció su madre, víctima de "cólicos hepáticos"; pasó entonces a vivir a la casa de su
abuela paterna, Teresa Arellano, en la ciudad de Andahuaylas.

En 1915, su padre al ser nombrado Juez de primera instancia de la provincia de


Lucanas (departamento de Ayacucho), se trasladó a dicha sede, donde poco después se
casó con una rica hacendada del San Juan de Lucanas, provincia del mismo nombre
del departamento de Ayacucho, Grimanesa Arangoitia Iturbi viuda de Pacheco (1917).
El pequeño José María viajó entonces a Lucanas, para reunirse con su madrastra; el
viaje fue todo un acontecimiento para él, como lo recordaría siempre. La familia se
instaló en Puquio capital de la provincia de Lucanas del departamento de Ayacucho.
José María y su hermano Arístides, dos años mayor que él, fueron matriculados en
una escuela particular. Al año siguiente, 1918, los dos hermanos continuaron sus
estudios en San Juan de Lucanas, a 10 km de Puquio, viviendo en la casa de la
madrastra. En 1919, Arístides fue enviado a estudiar a Lima y José María continuó
viviendo con la madrastra.

En 1920, tras la ascensión al poder de Augusto B. Leguía, el padre de José María, que
era del partido contrario (pardista), fue removido de su cargo de Juez y tuvo que
retornar a su profesión de abogado litigante y viajero, trajinar que solo le permitía
hacer visitas esporádicas a su familia. Esta etapa de la vida del niño José María
estuvo marcada por la difícil relación que sostuvo con su madrastra y con su
hermanastro Pablo Pacheco. Aquella sentía por su hijastro un evidente desprecio, y
constantemente lo mandaba a convivir con los criados indígenas de la hacienda, de la
cual solo lo recogía a la llegada de su padre, tal como lo ha relatado Arguedas en el
primer encuentro de narradores realizado en Arequipa en 1965. Por su parte el
hermanastro lo maltrataba física y psicológicamente e incluso en una ocasión le obligó
a presenciar la violación de una de sus tías, que era a la vez la mamá de uno de sus
compañeritos de escuela (los escoleros mencionados en varios de sus cuentos). Al
parecer, esa fue solo una de las tantas escenas sexuales que fue obligado a presenciar,
ya que el hermanastro tenía muchas amantes en el pueblo.1 La figura de este
hermanastro habría de perdurar en su obra literaria personificando al gamonal
abusivo, cruel y lujurioso. Sobre aquel personaje diría Arguedas posteriormente:

Cuando llegó mi hermanastro de vacaciones, ocurrió algo verdaderamente terrible (...)


Desde el primer momento yo le caí muy mal porque este sujeto era de facciones
indígenas y yo de muchacho tenía el pelo un poco castaño y era blanco en comparación
con él. (...) Yo fui relegado a la cocina (...) quedaba obligado a hacer algunas labores
domésticas; a cuidar los becerros, a traerle el caballo, como mozo. (...) Era un criminal,
de esos clásicos. Trataba muy mal a los indios, y esto sí me dolía mucho y lo llegué a
odiar como lo odiaban todos los indios. Era un gamonal.2

Algunos, sin embargo, consideran que el supuesto maltrato de la madrastra fue una
ficción; entre ellos el mismo Arístides.3

A mediados de julio de 1921 José María se escapó de la casa de la madrastra junto con
su hermano Arístides, que había retornado de Lima; ambos fueron a la hacienda
Viseca, propiedad de su tío Manuel Perea Arellano, situada a 8 km de San Juan de
Lucanas. Allí vivió durante dos años, en ausencia del padre, conviviendo con los
campesinos indios a quienes ayudaban en las faenas agrícolas. De dos campesinos
guardaría un especial recuerdo: don Felipe Maywa y don Víctor Pusa. Para José María
fueron los años más felices de su vida.

Adolescencia y primera juventud

La plaza de Abancay.

En 1923 abandonó su retiro al ser recogido por su padre, a quien acompañó en sus
frecuentes viajes laborales, conociendo más de 200 pueblos. Pasaron por Huamanga,
Cuzco y Abancay. En esta última ciudad ingresó como interno en el Colegio Miguel
Grau de los Padres Mercedarios, cursando el quinto y sexto grado de primaria, entre
1924 y 1925, mientras su padre continuaba su vida itinerante y su hermano Arístides
seguía su educación en Lima. Esta etapa de su vida quedó conmovedoramente
plasmada en su obra maestra, Los ríos profundos:

Mi padre no pudo encontrar nunca dónde fijar su residencia; fue un abogado de


provincias, inestable y errante. Con él conocí más de doscientos pueblos. (...) Pero mi
padre decidía irse de un pueblo a otro cuando las montañas, los caminos, los campos de
juego, el lugar donde duermen los pájaros, cuando los detalles del pueblo empezaban a
formar parte de la memoria. (...) Hasta un día en que mi padre me confesó, con
ademán aparentemente más enérgico que otras veces, que nuestro peregrinaje
terminaría en Abancay. (...) Cruzábamos el Apurímac, y en los ojos azules e inocentes
de mi padre vi la expresión característica que tenían cuando el desaliento le hacía
concebir la decisión de nuevos viajes. (...) Yo estaba matriculado en el Colegio y dormía
en el internado. Comprendí que mi padre se marcharía. Después de varios años de
haber viajado juntos, yo debía quedarme; y él se iría solo.4

En el verano de 1925, cuando se hallaba de visita en la hacienda Karkequi, en los


valles del Apurímac sufrió un accidente con la rueda de un trapiche, de resultas del
cual perdió dos dedos de la mano derecha y se le atrofiaron los dedos restantes. 5 Se
dice que atribuyó el hecho a un castigo sobrenatural por practicar la masturbación.

En 1926, junto con su hermano Arístides empezó sus estudios secundarios en el colegio
San Luis Gonzaga de Ica, en la desértica costa peruana, hecho que marcó su
alejamiento del ambiente serrano que había moldeado hasta entonces su infancia,
pues hasta entonces había visitado la costa solo de manera esporádica. Cursó allí
hasta el segundo año de secundaria y sufrió en carne propia el desprecio de los
costeños hacia los serranos, tanto de parte de sus profesores como de los mismos
alumnos. Se enamoró intensamente de una muchacha iqueña llamada Pompeya, a
quien le dedicó unos acrósticos, pero ella lo rechazó diciéndole que no quería tener
amores con serranos.6 Él se vengó llegando a ser el primero de la clase en todos los
cursos, derrumbando así la creencia de la incapacidad intelectual del hombre andino.

En 1928 reanudó su vida trashumante otra vez en la sierra, siempre junto a su padre.
Vivió entre Pampas y Huancayo; en esta última ciudad cursó el tercero de secundaria,
en el colegio Santa Isabel. Fue allí donde se inició formalmente como escritor al
colaborar en la revista estudiantil Antorcha; se dice también que por entonces escribió
una novela de 600 páginas, que tiempo después le arrebataría la policía, pero de la que
no ha quedado huella alguna.7

Cursó sus dos últimos años de secundaria (1929-1930) en el Colegio Nuestra Señora de
La Merced, de Lima, casi sin asistir a clases pues viajaba con frecuencia a Yauyos para
estar al lado de su padre, que se hallaba agobiado por la estrechez económica. Aprobó
los exámenes finales, terminando así sus estudios escolares prácticamente estudiando
sin maestro.

Vida universitaria

Vista exterior de la histórica Casona de la Universidad Nacional Mayor de San


Marcos, donde José María Arguedas estudió, y en la que luego se desempeñaría como
catedrático.

En 1931, ya con 20 años de edad, se estableció permanentemente en Lima e ingresó a


la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Allí, contra lo
que esperaba, fue recibido con cordialidad y respeto por sus condiscípulos, entre los
que se contaban los futuros filósofos Luis Felipe Alarco y Carlos Cueto Fernandini, y
los poetas Emilio Adolfo Westphalen y Luis Fabio Xammar. A raíz del fallecimiento de
su padre, ocurrido el año siguiente, se vio forzado a ganarse la vida entrando a
trabajar como auxiliar en la Administración de Correos. Era apenas un puesto de
portapliegos, pero los 180 soles mensuales de sueldo aliviaron sus necesidades
económicas a lo largo de cinco años.8

En 1933 publicó su primer cuento, «Warma kuyay», publicado en la revista Signo. En


1935 publicó Agua, su primer libro de cuentos, que obtuvo el segundo premio de la
Revista Americana de Buenos Aires y que inauguró una nueva época en la historia del
indigenismo literario.9 En 1936 fundó con Augusto Tamayo Vargas, Alberto Tauro del
Pino y otros, la revista Palabra, en cuyas páginas se ve reflejada la ideología
propugnada por José Carlos Mariátegui.

En 1937 fue apresado por participar en las protestas estudiantiles contra la visita del
general italiano Camarotta, jefe de una misión policial de la Italia fascista. Eran los
días de la dictadura de Óscar R. Benavides. Fue trasladado al penal «El Sexto» de
Lima, donde permaneció 8 meses en prisión, episodio que tiempo después evocó en la
novela del mismo nombre. Pero a pesar de simpatizar con el ideario comunista, nunca
participó activamente en la política militante. Estando en prisión, se dio tiempo para
traducir muchas canciones quechuas que aparecieron en su segundo libro publicado:
Canto kechwa (1938).

[editar] Educador, etnólogo y literato

Perdido su trabajo en el Correo y lograda su Licenciatura de Literatura en San


Marcos, Arguedas inició su carrera docente en el Colegio Nacional «Mateo
Pumacahua» de Sicuani, en el departamento de Cuzco, como profesor de Castellano y
Geografía y con el sueldo de 200 soles mensuales (1939-1941). Allí, junto con sus
alumnos, llevó a cabo un trabajo de recopilación del folclor local. Descubrió entonces su
vocación de etnólogo. Paralelamente contrajo matrimonio con Celia Bustamante
Vernal, el 30 de junio de 1939, quien junto con su hermana Alicia era promotora de la
Peña Cultural «Pancho Fierro», un legendario centro de reunión de artistas e
intelectuales en Lima.

En 1941 publicó Yawar Fiesta, su tercer libro y primera novela a la vez. Entre octubre
de 1941 y noviembre de 1942 fue agregado al Ministerio de Educación para colaborar
en la reforma de los planes de estudios secundarios. Tras representar al profesorado
peruano en el Congreso Indigenista Interamericano de Pátzcuaro (1942), reasumió su
labor de profesor de castellano en los colegios nacionales «Alfonso Ugarte», «Nuestra
Señora de Guadalupe» y «Mariano Melgar» de Lima. En esos años publicó también en
la prensa muchos artículos de divulgación folclórica y etnográfica sobre el mundo
andino.

En 1944 presentó un episodio depresivo caracterizado por decaimiento, fatiga,


insomnio, ansiedad y probablemente crisis de angustia, por lo cual pidió licencia
repetidas veces en su centro de labor docente, hasta 1945. Este episodio lo describió en
sus cartas a su hermano Arístides y brevemente en sus diarios insertados en su novela
póstuma El zorro de arriba y el zorro de abajo; en una de esas cartas (con fecha 23 de
julio de 1945)10 dijo:

Yo sigo mal. Van tres años que mi vida es una alternativa de relativo alivio y de días y
noches en que parece que ya voy a terminar. No leo, apenas escribo; cualquier
preocupación intensa me abate totalmente. Sólo con un descanso prolongado, en
condiciones especiales, podría quizá, según los médicos, curar hasta recuperar mucho
mi salud. Pero eso es imposible.

Se recuperó, pero eventualmente tendría otras recaídas posteriores.

Según atestigua César Lévano, en esta época Arguedas estuvo muy cerca de los
comunistas, a quienes apoyó en diversas labores, como en la de capacitación a círculos
obreros.11 Los apristas lo acusaron de ser un “conocido militante comunista”, acusación
que sin duda tuvo mucho eco pues a fines de 1948 la recién instalada dictadura de
Manuel A. Odría declaró a Arguedas “excedente”, cesándolo de su puesto de profesor
en el colegio Mariano Melgar. Al año siguiente se inscribió en el Instituto de Etnología
de San Marcos y reanudó su labor intelectual. Ese mismo año publicó Canciones y
cuentos del pueblo quechua. En los años siguientes continuó ejerciendo diversos cargos
en instituciones oficiales encargadas de conservar y promover la cultura.

En marzo de 1947 fue nombrado Conservador General de Folklore del Ministerio de


Educación, para luego ser promovido a Jefe de la Sección Folklore, Bellas Artes y
Despacho del mismo Ministerio (1950-1952). Llevó a cabo importantes iniciativas
orientadas a estudiar la cultura popular en todo el país. Por su gestión directa, Jacinto
Palacios, el gran trovador andino, grabó el primer disco de música andina en 1948. Los
teatros Municipal y Segura abrieron sus puertas al arte andino.

Entre 1950 y 1953 dictó cursos de Etnología y Quechua en el Instituto Pedagógico


Nacional de Varones. En 1951 viajó a La Paz, Bolivia, para participar en una reunión
de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). En 1952 hizo un largo viaje con su
esposa Celia por la región central andina, recopilando material folclórico, que publicó
con el título de Cuentos mágico-realistas y canciones de fiestas tradicionales del valle
de Mantaro, provincias de Jauja y Concepción. En 1953 fue nombrado Director del
Instituto de Estudios Etnológicos del hoy Museo Nacional de la Cultura Peruana,
cargo en el que permaneció durante diez años; simultáneamente dirigió la revista
Folklore Americano (órgano del Comité Interamericano de Folklore, del que era
secretario).

En 1954 publicó la novela corta Diamantes y pedernales, conjuntamente con una


reedición de los cuentos de Agua, a las que sumó el cuento Orovilca. Habían pasado
unos 13 años desde que no publicaba un libro de creación literaria; a partir de
entonces retomó de manera sostenida tal labor creativa, hasta su muerte. Pero su
retorno a la literatura no lo apartó de la etnología. En 1955 su cuento «La muerte de
los Arango» obtuvo el primer premio del Concurso Latinoamericano de Cuento
organizado en México.

A fin de complementar su formación profesional, se especializó en la Universidad de


San Marcos en Etnología, de la que optó el grado de Bachiller el (20 de diciembre de
1957) con su tesis «La evolución de las comunidades indígenas», trabajo que obtuvo el
Premio Nacional Fomento a la Cultura Javier Prado 1958. Por entonces realizó su
primer viaje por Europa, becado por la UNESCO, para efectuar estudios diversos,
tanto en España como en Francia. Durante el tiempo que permaneció en España,
Arguedas hizo investigaciones entre las comunidades de la provincia de Zamora,
buscando las raíces hispanas de la cultura andina, que le dieron material para su tesis
doctoral: «Las Comunidades de España y del Perú», con la que se graduó el 5 de julio
de 1963.

[editar] Su narrativa cumbre


En 1958 publicó Los ríos profundos, novela autobiográfica, por la cual recibió en 1959
el Premio Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma». Esta novela ha sido
considerada como su obra maestra. Por entonces empezó a ejercer como catedrático de
Etnología en la Universidad de San Marcos (de 1958 a 1968). De la misma disciplina
fue también profesor en la Universidad Nacional Agraria La Molina (de 1962 a 1969).

En 1961 publicó su novela El Sexto, por la cual se le concedió, por segunda vez, el
Premio Nacional de Fomento a la Cultura «Ricardo Palma» (1962). Dicha obra es un
relato novelado de su experiencia carcelaria en el famoso penal situado en el centro de
Lima, que sería clausurado en 1986.

En 1962 editó su cuento La agonía de Rasu Ñiti. Viajó en ese mismo año a Berlín
Occidental (Alemania), donde se llevó a cabo el primer coloquio de escritores
iberoamericanos, organizado por la revista Humboldt.

En 1963 fue nombrado Director de la Casa de la Cultura del Perú, donde llevó a cabo
una importante labor profesional; sin embargo, renunció al año siguiente, como gesto
de solidaridad para con el presidente de la Comisión Nacional de Cultura.

En 1964 publicó su obra más ambiciosa: Todas las sangres, novela de gran
consistencia narrativa, en la que el escritor quiso mostrar toda la variedad de tipos
humanos que conforman el Perú y a la vez los conflictos determinados por los cambios
que origina en las poblaciones andinas el progreso contemporáneo. Sin embargo, esta
novela fue criticada severamente durante una mesa redonda organizada por el
Instituto de Estudios Peruanos el día 23 de junio de 1965, aduciéndose que era una
versión distorsionada de la sociedad peruana. Estas críticas fueron devastadoras para
Arguedas, quien aquella misma noche escribió estas líneas desgarradoras:

… casi demostrado por dos sabios sociólogos y un economista, […], que mi libro Todas
las sangres es negativo para el país, no tengo nada que hacer ya en este mundo. Mis
fuerzas han declinado creo que irremediablemente.12

Uno de los críticos desaforados de la obra arguediana era el escritor Sebastián Salazar
Bondy. Según la interpretación de algunos, esas críticas fueron uno de los tantos
eslabones que se sumaron a alimentar la depresión de Arguedas, que lo llevaría a su
primer intento de suicidio al año siguiente

No obstante, su labor intelectual siguió recibiendo reconocimientos oficiales. En ese


mismo año de 1964 su labor de docente mereció el otorgamiento de las «Palmas
Magisteriales» en grado de Comendador y una Resolución Suprema firmada por el
presidente Fernando Belaúnde Terry dándole las «gracias por los servicios prestados a
favor de la cultura nacional». Fue nombrado también Director del Museo Nacional de
Historia, cargo que ejerció hasta 1966.
En 1965 Arguedas inició su divorcio de Celia a la vez que entablaba una nueva
relación con una dama chilena, Sybila Arredondo, con quien se casó en 1967, una vez
fallada la sentencia de divorcio. Sybila lo acompañó hasta el final de su vida; décadas
después, estuvo presa en el Perú acusada de tener vínculos con el grupo terrorista
Sendero Luminoso y tras ser liberada volvió a su país en el 2002.

Ese mismo año de 1965 Arguedas hizo numerosos viajes al extranjero y al interior del
Perú. En enero estuvo en Génova, en un congreso de escritores, y en abril y mayo pasó
dos meses, invitado por el Departamento de Estado, recurriendo universidades
norteamericanas (en Washington D.C., California e Indiana). De regresó a Perú, visitó
Panamá. En junio asistió al primer Encuentro de Narradores Peruanos, realizado en
Arequipa, donde sostuvo una polémica con Sebastián Salazar Bondy quien días
después falleció víctima de una cirrosis hepática congénita. En septiembre y octubre
estuvo en Francia. Pero se dio tiempo para publicar, en edición bilingüe, su cuento El
sueño del pongo.

En 1966 hizo tres viajes a Chile (en enero, por diez días, en julio, por cuatro y en
septiembre por dos) y asistió, en Argentina, a un congreso de interamericanistas, luego
del cual visitó Uruguay por dos semanas. Ese mismo año publicó su traducción al
español de la crónica Dioses y Hombres de Huarochirí del doctrinero hispanoperuano
Francisco de Ávila.

[editar] Depresión y suicidio

La depresión de Arguedas hizo crisis en 1966, llevándolo a un primer intento de


suicidio por sobredosis de barbitúricos el 11 de abril de aquel año. Desde algunos años
atrás, el escritor venía recibiendo múltiples tratamientos psiquiátricos, describiendo
sus padecimientos en sus escritos:

Yo estoy sumamente preocupado con mi pobre salud. (...) He vuelto fatigadísimo, sin
poder dormir y angustiado. Tengo que ir a donde el médico nuevamente; aunque estos
caballeros nunca llegan a entender bien lo que uno sufre ni las causas. Lo malo es que
esto me viene desde mi infancia (carta a John Murra, 28 de abril de 1961).13

Un poco por miedo otro poco porque se me necesitaba o creo que se me necesitaba he
sobrevivido hasta hoy y será hasta el lunes o martes. Temo que el Seconal no me haga
el efecto deseado. Pero creo que ya nada puedo hacer. Hoy me siento más aniquilado y
quienes viven junto a mí no lo creen o acaso sea más psíquico que orgánico. Da lo
mismo. (...) Tengo 55 años. He vivido bastante más de lo que creí (carta a Arístides
Arguedas, 10 de abril de 1966).14

A partir del intento de suicidio, su vida ya no volvió a ser la misma. Se aisló de sus
amigos y renunció a todos los cargos públicos que ejercía en el Ministerio de
Educación, con el propósito de dedicarse solamente a sus cátedras en la Universidad
Agraria y en la de San Marcos. Para tratar su mal se puso en contacto con la
psiquiatra chilena Lola Hoffmann, quien le recomendó, a manera de tratamiento, que
continuara escribiendo. De este modo publicó otro libro de cuentos: Amor mundo (en
ediciones simultáneas en Montevideo y en Lima, en 1967), y trabajó en la que sería su
obra póstuma: El zorro de arriba y el zorro de abajo.

En 1967 dejó su magisterio en la Universidad de San Marcos, y, casi simultáneamente,


fue elegido jefe del departamento de Sociología de la Universidad Nacional Agraria La
Molina, a la cual se consagró a tiempo completo. Continuó su afiebrado ritmo de viajes.
En febrero estuvo en Puno, presidiendo un concurso folclórico con motivo de la fiesta
de la Candelaria. En marzo pasó 15 días en México, con motivo del Segundo Congreso
Latinoamericano de Escritores, en Guadalajara, y ocho días en Chile, en otro certamen
literario. A fines de julio viajó a Austria, para una reunión de antropología, y en
noviembre estaba de nuevo en Santiago de Chile, trabajando en su novela de los
zorros.

En 1968 le fue otorgado el premio «Inca Garcilaso de la Vega», por haber sido
considerada su obra como una contribución al arte y a las letras del Perú. En esa
ocasión pronunció su famoso discurso: «No soy un aculturado». Del 14 de enero al 22 de
febrero de ese año estuvo en Cuba, con Sybila, como jurado del Premio Casa de las
Américas. Ese mismo año y el siguiente tuvo su amarga polémica con el escritor
argentino Julio Cortázar, y viajó varias veces a Chimbote, a fin de documentar su
última novela.

A principios de 1969 hizo su último viaje a Chimbote. Ese mismo año hizo tres viajes a
Chile, el último de los ellos por cerca de cinco meses, de abril a octubre. Por entonces
se agudizaron nuevamente sus dolencias psíquicas y renació la idea del suicidio, tal
como lo atestiguan sus diarios insertos en su novela póstuma:

Yo no voy a sobrevivir al libro. Como estoy seguro que mis facultades y armas de
creador, profesor, estudioso e incitador, se han debilitado hasta quedar casi nulas y
sólo me quedan las que me relegarían a la condición de espectador pasivo e impotente
de la formidable lucha que la humanidad está librando en el Perú y en todas partes, no
me sería posible tolerar ese destino. O actor, como he sido desde que ingresé a la
escuela secundaria, hace cuarentitrés años, o nada. (Epílogo, 29 de agosto de 1969).15

Finalmente renunció a su cargo en la Universidad Agraria y el 28 de noviembre de


1969 se encerró en el baño de dicha universidad y se disparó un tiro en la cabeza, a
causa del cual murió, después de pasar cinco días de penosa agonía (2 de diciembre de
1969). El mismo día del disparo fatal, le había escrito lo siguiente a su esposa Sibyla:

¡Perdóname! Desde 1943 me han visto muchos médicos peruanos, y desde el 62, Lola,
de Santiago. Y antes también padecí mucho con los insomnios y decaimientos. Pero
ahora, en estos meses últimos, tú lo sabes, ya casi no puedo leer; no me es posible
escribir sino a saltos, con temor. No puedo dictar clases porque me fatigo. No puedo
subir a la Sierra porque me causa trastornos. Y sabes que luchar y contribuir es para
mí la vida. No hacer nada es peor que la muerte, y tú has de comprender y,
finalmente, aprobar lo que hago.16

El día de su entierro, tal como el escritor había pedido en su diario, el músico andino
Máximo Damián tocó el violín ante su féretro, acompañado por el arpista Luciano
Chiara y los danzantes de tijera Gerardo y Zacarías Chiara, y luego pronunció un
breve discurso, en palabras que transmitieron el sentimiento del pueblo indígena, que
lamentó profundamente su partida.

Sus restos fueron enterrados en el Cementerio El Ángel. En junio del 2004 fue
exhumado y trasladado a Andahuaylas, el lugar donde nació.

El mismo año en que suicidó, Arguedas dijo en una entrevista concedida a Ariel
Dorfman para la revista Trilce: "Entiendo y he asimilado la cultura llamada occidental
hasta un grado relativamente alto; admiro a Bach y a Prokofiev, a Shakespeare,
Sófocles y Rimbaud, a Camus y Eliot, pero más plenamente gozo con las canciones
tradicionales de mi pueblo; puedo cantar, con la pureza auténtica de un indio chanka,
un harawi de cosecha. ¿Qué soy? Un hombre civilizado que no ha dejado de ser, en la
médula un Indígena del Perú; indígena, no indio. Y así, he caminado por las calles de
París y de Roma, de Berlín y de Buenos Aires. Y quienes me oyeron cantar, han
escuchado melodías absolutamente desconocidas, de gran belleza y con un mensaje
original. La barbarie es una palabra que inventaron los europeos cuando estaban muy
seguros de que ellos eran superiores a los hombres de otras Razas y de otros
continentes 'recién descubiertos'."17

[editar] Obras

La producción intelectual de Arguedas es bastante amplia y comprende unos 400


escritos, entre creaciones literarias (novelas y cuentos), traducciones de poesías y
cuentos quechuas al español, trabajos monográficos, ensayos y artículos sobre el
idioma quechua, la mitología prehispánica, el folclore y la educación popular, entre
otros aspectos de la cultura peruana. La circunstancia especial de haberse educado
dentro de dos tradiciones culturales, la occidental y la indígena, unido a una delicada
sensibilidad, le permitieron comprender y describir como ningún otro intelectual
peruano la compleja realidad del indio nativo, con la que se identificó de una manera
intensa. En Arguedas, la labor del literato y del etnólogo no está nunca totalmente
disociadas; incluso, en sus estudios más académicos encontramos el mismo lenguaje
lírico que en sus narraciones.

La importancia fundamental de este escritor ha sido reconocida por críticos y colegas


peruanos suyos como Mario Vargas Llosa, quien llegó a dedicarle a su obra el libro de
ensayos titulado "La utopía arcaica". También Alfredo Bryce Echenique ha colocado
las obras de Arguedas entre los libros de su vida. Con el paso de los años, la obra de
Arguedas ha venido cobrando mayor relieve, pese a que todavía es poco conocido fuera
del Perú.

[editar] Novelas y cuentos

Aunque no fue diestro en el manejo de las técnicas narrativas modernas, su literatura


(basada especialmente en las descripciones) supo comunicar con gran intensidad la
esencia de la cultura y el paisaje andinos.

A continuación, una lista de sus creaciones literarias en prosa:

 1935 - Agua. Colección de cuentos integrada por: Agua, Los escoleros y Warma
kuyay. Segundo premio en el concurso internacional promovido por la Revista
Americana de Buenos Aires. Traducida al ruso, alemán, francés e inglés por La
Literatura Internacional, de Moscú.

 1941 - Yawar Fiesta. Novela. Revisada en 1958.

 1954 - Diamantes y pedernales. Novela, conjuntamente con una reedición del


libro Agua y el cuento «Orovilca».

 1955 - «La muerte de los Arango». Cuento. Primer premio del Concurso
Latinoamericano de Cuento en México.

 1958 - Los ríos profundos. Novela. Premio Nacional de Fomento a la Cultura


Ricardo Palma en 1959. Fue reeditada en 1978 por la Biblioteca Ayacucho de
Caracas con prólogo de Mario Vargas Llosa.

 1961 - El Sexto. Novela. Premio Nacional de Fomento a la Cultura Ricardo


Palma en 1962.

 1962 - La agonía de Rasu Ñiti. Cuento.

 1964 - Todas las sangres. Novela.

 1965 - El sueño del pongo. Cuento, en edición bilingüe (castellano-quechua).

 1967 - Amor mundo. Colección de cuatro cuentos de tema erótico: «El horno
viejo», «La huerta», «El ayla» y «Don Antonio».18

 1971 - El zorro de arriba y el zorro de abajo. Novela que dejó inconclusa y que
fue publicada póstumamente.

Recopilaciones póstumas:

 1972 - El forastero y otros cuentos (Montevideo, Sandino). Contiene «El


barranco», «Orovilca», «Hijo solo» y «El forastero».
 1972 - Páginas escogidas (Lima, Editorial Universo S.A.). Selección de la obra
de Arguedas, editada por Emilio Adolfo Westphalen.

 1973 - Cuentos olvidados (Lima, Ediciones Imágenes y Letras). Compilación de


cuentos perdidos en periódicos y revistas de los años 1934 y 1935, edición y
notas de José Luis Rouillon.

 1974 - Relatos completos (Buenos Aires, Editorial Losada). Contiene los


siguientes importantes relatos: «Agua», «Los escoleros», «Warma kuyay», «El
barranco», Diamantes y pedernales, «Orovilca», «La muerte de los Arango»,
«Hijo solo», La agonía de Rasu Ñiti, El sueño del pongo, «El horno viejo», «La
huerta», «El ayla» y «Don Antonio».

[editar] Poesía

Escritos primero en quechua, y luego traducidos al español por el mismo autor, los
poemas de Arguedas asumen conscientemente la tradición de la poesía quechua,
antigua y moderna, convalidan la visión del mundo que la anima, revitalizando sus
mitos esenciales y condensan en un solo movimiento la protesta social y la
reivindicación cultural.

 1962 - Túpac Amaru Kamaq taytanchisman. Haylli-taki. A nuestro padre


creador Túpac Amaru. Himno-canción.

 1966 - Oda al jet.

 1969 - Qollana Vietnam Llaqtaman / Al pueblo excelso de Vietnam.

 1972 – Katatay y otros poemas. Huc jayllikunapas. Poemas en versiones


quechua y española. Publicado póstumamente por Sybila Arredondo de
Arguedas.

[editar] Estudios etnológicos, antropológicos y del folclore

Estos conforman la mayor parte de su producción escrita (solo un 12 % de esta


corresponde a su narrativa).

 1938 - Canto kechwa. Con un ensayo sobre la capacidad de creación artística


del pueblo indio y mestizo. Edición bilingüe preparada en la prisión.

 1947 - Mitos, leyendas y cuentos peruanos. Recogidos por los maestros del país
y editados en colaboración con Francisco Izquierdo Ríos.

 1949 - Canciones y cuentos del pueblo quechua.

 1953 - Cuentos mágico-realistas y canciones de fiestas tradicionales - Folclor


del valle del Mantaro.
 1956 - Puquio, una cultura en proceso de cambio.

 1957 - Estudio etnográfico de la feria de Huancayo.

 1957 - Evolución de las comunidades indígenas. Premio Nacional Fomento a la


Cultura Javier Prado en 1958.

 1958 - El arte popular religioso y la cultura mestiza.

 1961 - Cuentos mágico-religiosos quechuas de Lucanamarca.

 1966 - Poesía quechua.

 1966 - Dioses y Hombres de Huarochirí. Hermosa traducción directa al


castellano, de los mitos de la creación del mundo de la recopilación hecha por el
sacerdote cuzqueño Francisco de Ávila a fines del siglo XVI, en la provincia de
Huarochirí.

 1968 - Las comunidades de España y del Perú.

 1975 - Señores e indios - Acerca de la cultura quechua. Compilación de Ángel


Rama.

 1976 - Formación de una cultura nacional indoamericana. Compilación debida


a Ángel Rama y cuyo título «busca interpretar... una preocupación central de
Arguedas».

[editar] Edición de obras completas

En 1983 la editorial Horizonte de Lima editó las obras completas de José María
Arguedas en cinco tomos, compilada por Sybila Arredondo de Arguedas, viuda del
escritor.

Abraham Valdelomar

Abraham Valdelomar
Pedro Abraham Valdelomar Pinto (Ica, 27 de abril1 de 1888 - Ayacucho, 3 de
noviembre de 1919) fue un narrador, poeta, periodista, ensayista y dramaturgo
peruano. Es considerado uno de los principales cuentistas del Perú, junto con Julio
Ramón Ribeyro.

Valdelomar fue un escritor completo pues abarcó prácticamente todos los géneros
literarios conocidos. Sin embargo, lo mejor de su creación ficticia se concentra en el
campo de la narrativa cuentística. Sus cuentos se publicaron en revistas y periódicos
de la época, y él mismo los organizó en dos libros: El caballero Carmelo (Lima, 1918) y
Los hijos del Sol (póstumo, Lima,1921). En ellos se encuentran los primeros
testimonios del cuento neocriollo peruano, de rasgos postmodernistas, que marcaron el
punto de partida de la narrativa moderna del Perú. En el cuento El caballero Carmelo,
que da nombre a su primer libro de cuentos, se utiliza un vocabulario arcaico y una
retórica propia de las novelas de caballerías para narrar la triste historia de un gallo
de pelea, relato nostálgico ambientado en Pisco, durante la infancia del autor. En Los
hijos del Sol, busca su inspiración en el pasado histórico del Perú, remontándose a la
época de los incas.

Su poesía también es notable por su evolución singular del modernismo al


postmodernismo, teniendo incluso atisbos geniales de vanguardismo. Aquella es de
una sensibilidad lírica extraordinaria que tiene como máxima expresión la de ser un
vuelco hacia su interioridad. Pero esta interioridad debe entenderse como una
expresión directa e íntima (por tanto, creativa) de la realidad. Esta poesía tiene como
ejemplos fulgurantes a Tristitia2 y El hermano ausente en la cena de Pascua, los
cuales presentan a su autor como un poeta dulce, tierno y profundo, saturado de
paisaje, de hogar y de tristeza.

Biografía
Fue hijo de Anfiloquio Valdelomar Fajardo y de María Carolina de la Asunción Pinto
Bardales. Pasó sus primeros días en una pequeña casa en la cuadra tres de la Calle
Arequipa de su ciudad natal, Ica. Hasta el año 2007 podía apreciarse una placa
recordatoria en dicha casa señalando el hecho, lamentablemente, el terremoto de aquel
año provocó el derrumbe completo de dicha primera casa de Valdelomar.

En 1892 se trasladó con su familia al puerto de Pisco, donde su padre encontró trabajo
como empleado de la aduana. Allí empezó sus estudios primarios. Las experiencias de
su infancia, vinculada al mar y al campo, influyeron decisivamente en su obra. En
1899 se trasladó a Chincha donde concluyó su educación primaria.

En 1900 viajó a Lima donde estudió la secundaria en el Colegio Guadalupe; allí fundó
y dirigió un periódico escolar: La Idea Guadalupana (1903). En 1904 concluyó sus
estudios secundarios y durante unos meses desempeñó el puesto de archivero en la
Inspección Municipal de Educación de Chincha.

En 1905 ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Sin


embargo, dejó las clases al año siguiente para trabajar como dibujante de revistas
como Aplausos y silbidos, Monos y Monadas, Fray KBzón, Actualidades, Cinema y Gil
Blas. Luego desplegó su talento literario que fue acogido por diarios y revistas. Sus
primeros versos, de estilo modernista, los publicó la revista Contemporáneos (1909);
sus primeros cuentos aparecieron en 1910 en Variedades y Balnearios.

Abraham Valdelomar en 1910.

En 1910 reanudó sus estudios en la Facultad de Letras de la Universidad de San


Marcos; ese mismo año se incorporó al ejército cuando hubo el peligro de una
conflagración con el Ecuador. A raíz de ello empezó a escribir crónicas para El Diario
de Lima, que envió desde la Escuela Militar de Chorrillos bajo el título de Con la
argelina al viento.
En septiembre de 1910 viajó a Arequipa, Cuzco y Puno. Su fama literaria se consolidó
al año siguiente con dos novelas cortas que salieron a la luz: La ciudad muerta (1911)
y La ciudad de los tísicos (1911), publicadas por entregas en Ilustración Peruana y en
Variedades, respectivamente.

Esta obra temprana (poemas, crónicas periodísticas y cuentos) está marcada por la
influencia del modernismo y de don Manuel González Prada; en sus novelas cortas es
más patente su devoción por Gabriele D'Annunzio.

En 1912 participó fervorosamente en la campaña presidencial de Guillermo


Billinghurst. Tras la victoria electoral de éste, los estudiantes billinghuristas lanzaron
la candidatura de Valdelomar a la presidencia del Centro Universitario de San
Marcos. Pero la elección la ganó otro estudiante, adversario de Billinghurst. En
respuesta, Valdelomar fundó el Centro Universitario Billinghurista.

El gobierno de Billinghurst le otorgó la dirección del diario oficial El Peruano (que


ejerció del 1º de octubre de 1912 al 30 de mayo de 1913), y por R.S. Nº 484 del 12 de
mayo de 1913, un puesto diplomático, como Secretario de Segunda Clase de la
Legación peruana en Italia. Antes de partir hacia Europa, Valdelomar se batió a duelo
de espada con Alberto Ulloa Sotomayor, representante de los estudiantes limeños que
se oponían a la politización de la Universidad y que había publicado un artículo de
protesta en La Prensa, que Valdelomar consideró difamatorio. El duelo finalizó sin
mayores consecuencias y sin que ambos rivales lograran reconciliarse (tiempo después
Ulloa se amistó con Valdelomar y prologó su libro de cuentos El caballero Carmelo).

Valdelomar se embarcó el 1º de julio de 1913 en el vapor Ucayali, con destino a Roma.


Una vez más debió truncar sus estudios universitarios pero viajó con la intención de
retomarlos en Italia (lo que no se concretaría). Desde Roma escribió para el diario La
Nación de Lima sus Crónicas de Roma. Allí también escribe su obra más importante,
El caballero Carmelo, cuento con el que ganó un concurso literario convocado por el
diario La Nación (27 de diciembre de 1913).
Abraham Valdelomar en Roma, 1914.

En 1914, tras el derrocamiento de Billinghurst por el coronel Oscar R. Benavides,


renunció a su empleo diplomático y retornó al Perú. De nuevo en la capital peruana,
sufrió una fugaz detención acusado de conspirar contra el nuevo gobierno (junio de
1914).

Trabajó luego como secretario personal del polígrafo peruano José de la Riva-Agüero y
Osma, bajo cuya influencia escribió La mariscala, biografía novelada de Francisca
Zubiaga y Bernales (1803-1835), esposa del presidente Agustín Gamarra y figura
destacada de la política del Perú de inicios de la República. De dicha obra hizo luego
una versión teatral, con el mismo nombre, y en colaboración con José Carlos
Mariátegui (1916).

Planeó también editar un libro de Cuentos criollos bajo el título de La aldea


encantada, pero no llegó a concretarlo. Dos de dichos cuentos criollos aparecieron
publicados en La Opinión Nacional: El vuelo de los cóndores y Los ojos de Judas (en
julio y octubre de 1914, respectivamente).

En 1915 empezó a trabajar como secretario del Presidente del Consejo de Ministros del
gobierno de José Pardo y Barreda. Se dedicó de lleno al periodismo y la literatura. Se
erigió como un influyente líder de opinión y un portavoz de la modernidad intelectual.

Colaboró sobre todo con el diario La Prensa, donde tuvo a cargo la sección Palabras,
dedicada a la política, desde julio de 1915 hasta su alejamiento del diario en 1918. Se
hizo popular por sus burlas hacia los políticos (entre parlamentarios y ministros) de
entonces. También publicó en La Prensa sus Crónicas frágiles, donde hizo conocido su
seudónimo de "El Conde de Lemos";3 y los Diálogos máximos, que transmitía
conversaciones líricas entre él y su amigo José Carlos Mariátegui representados bajo
los nombres de Manlio y Aristipo. También publicó en el mismo diario sus crónicas
tituladas Impresiones; la columna Fuegos fatuos, donde desplegó todo su humorismo e
ironía; y finalmente sus comentarios sobre la guerra mundial, aparecidos en 1917 bajo
el rótulo de Al margen del cable. Compuso también sus Cuentos chinos una suerte de
crítica hacia la dictadura de Óscar R. Benavides en forma de apólogos ambientados en
China, que fueron publicados igualmente en La Prensa (1915).

Ya por entonces llamaba la atención de la gente con su atildada indumentaria,4 sus


públicas improvisaciones poéticas y sus galanterías en confiterías y salones de té, como
en el famoso Palais Concert, situado en el jirón de la Unión, cerca a Palacio de
Gobierno, lugar que cobijó a la juventud intelectual de la época. Por lo general formaba
dúo con su gran amigo José Carlos Mariátegui, seis años menor que él. Algunos le
negaron originalidad y lo acusaron de ser imitador del británico Óscar Wilde y del
italiano D’annunzio, pero lo que nadie podía hacer era ignorarlo.

Pese a esas poses petulantes y escandalosas, Valdelomar seguía siendo en el fondo un


hombre humilde, que miraba al mundo con dulzura y gran capacidad de emoción, tal
como se denota en varias de sus creaciones literarias. La razón de su actitud arrogante
y provocadora, según el mismo lo explicaba, era para que todos, en especial la
encopetada alta sociedad limeña, prestaran atención a un escritor provinciano como él,
en una época en que hasta entonces los escritores (y menos aun los provincianos) no
habían tenido espacio propio ni un lugar de respeto en la sociedad.
Abraham Valdelomar en su casa de Barranco, 1916.

En 1916) fundó la efímera pero influyente Revista Literaria Colónida y encabezó el


movimiento intelectual del mismo nombre, Movimiento Colónida, que cohesionó a una
generación de artistas y escritores en torno a la ruptura con el academicismo hispano y
la libre renovación de temas y estilos, convocando a las juventudes provincianas a
compartir su empeño y atisbando con simpatía las nuevas tendencias literarias
italianas y francesas. Ese mismo año se publicó Las voces múltiples, libro que reunió
poemas suyos y de otros autores del movimiento: Pablo Abril de Vivero, Federico More,
Alfredo González Prada, Alberto Ulloa Sotomayor, Félix del Valle, Antonio Garland y
Hernán Bellido. En él aparecieron los poemas más conocidos de Valdelomar: "Tristitia"
y "El hermano ausente en la cena pascual".

En 1917 empezó a publicar en la revista Mundo Limeño la serie de artículos


Decoraciones de ánfora. Obtuvo el premio del concurso de Círculo de Periodistas con su
ensayo La psicología de gallinazo. En Mundo Limeño apareció en dos entregas su
novela corta o cuento largo: Yerba santa, así como el cuento: Hebaristo, el sauce que
murió de amor. Escribió también su tragedia Verdolaga, de la que solo conservamos
fragmentos.

En enero de 1918 renunció a La Prensa tras un conato de duelo con su director,


Glicerio Tassara, a raíz de una suplantación que hicieron en su columna de Palabras.
Ese mismo año salió a la luz su colección de cuentos El caballero Carmelo (encabezada
por el cuento del mismo nombre con que ganó el concurso de 1913) y su ensayo sobre
estética con meditaciones taurinas: Belmonte, el trágico.

Luego realizó giras y dictó conferencias a lo largo y ancho del país. Viajó a las
provincias del norte del país (Trujillo, Cajamarca, Chiclayo, Piura y otras ciudades) y
se dirige luego al sur, recorriendo los departamentos de Arequipa, Puno, Cuzco y
Moquegua.

De regreso a su tierra natal fue aclamado unánimemente por la población iqueña. Por
ello, el 24 de septiembre de 1919, resultó electo diputado por Ica ante el Congreso
Regional del Centro. En una reunión de dicho Congreso realizada en la ciudad de
Ayacucho, en los altos de una casona, cuando Abraham se disponía de noche a bajar
por una empinada escalera de piedra, resbaló (o perdió el equilibrio), cayendo desde
una altura de seis metros hasta dar de espalda sobre un montículo de piedras. Como
consecuencia de ello sufrió una fractura de la espina dorsal, cerca de las vértebras
lumbares, la cual, luego de dos días de penosa agonía, le causaron la muerte el 3 de
noviembre de 1919, a las dos y media de la tarde. Apenas contaba con 31 años de edad.

Su ataúd conteniendo su cadáver fue trasladado desde Ayacucho hasta Huancayo


sobre los hombros de 16 cargadores indígenas ayacuchanos. De Huancayo los restos
del escritor fueron llevados en tren hasta Lima, donde fueron inhumados en el
Cementerio Presbítero Matías Maestro, no en un nicho, sino en la tierra misma, tal
como había sido su deseo. Ilustres personalidades, familiares, amigos y discípulos del
escritor le despidieron dedicándole discursos y composiciones (16 de diciembre del
mismo año).

[editar] Una leyenda sobre su muerte

Billete de cincuenta nuevos soles donde aparece la imagen del escritor.

Una versión escandalosa sobre la muerte de Valdelomar circuló poco después,


asegurando que el escritor había fallecido al caer dentro de un profundo silo u hoyo de
excrementos humanos. Tal patraña, cuyo origen no se ha podido precisar,
posiblemente fue difundida por los enemigos del escritor, aquellos mismos que habían
sido víctimas de sus críticas. Dicha versión tuvo tanta acogida que hasta un escritor
del nivel de Alberto Hidalgo lo asumió como verdadera.5 Hasta hoy día muchos
educadores difunden dicha versión en el Perú, lo cual es un error grave, pues diversos
testimonios de personas que estuvieron cerca del fatídico suceso concuerdan
unánimemente que el escritor cayó desde una altura de unos seis metros sobre un
montículo de piedras que se elevaba a un metro de altura cerca de la escalera, lo que le
produjo la fatal rotura de la columna vertebral.6

De otro lado, se sabe que la razón por la que Valdelomar bajó apresuradamente por la
escalera fatal en medio de la oscuridad, fue su deseo urgente de aplicarse una
inyección de morfina, según los testimonios recogidos por Luis Alberto Sánchez.7

[editar] Obras

[editar] Novelas

 1911 - La ciudad muerta

 1911 - La ciudad de los tísicos

[editar] Cuentos

Valdelomar reunió sus cuentos criollos en un libro titulado La aldea encantada (1914)
el cual no llegó a publicarse. Luego dichos cuentos formaron parte de su libro
antológico El caballero Carmelo (Lima, 1918). Un segundo libro suyo de cuentos, Los
hijos del Sol, inspirado en el pasado incaico, fue publicado después de su muerte
(Lima, 1921).

Todos los cuentos reunidos en dichos libros, sumados a otros recopilados de periódicos
y revistas, se pueden organizar, siguiendo las denominaciones dadas por el mismo
autor, de la siguiente manera:

 Cuentos criollos:  Cuentos humorísticos:

o El caballero Carmelo. o La tragedia en una redoma


Primer premio del concurso
literario del diario "La o La historia de una vida
Nación" de Lima (1913). documentada y trunca

o Los ojos de Judas o La ciudad sentimental. Un


cuento, un perro y un salto
o El vuelo de los cóndores
o Breve historia veraz de un
o El buque negro pericote

o Yerba santa o Mi amigo tenía frío y yo tenía


un abrigo cáscara de nuez
o La paraca
o Almas prestadas. Heliodoro,
o Hebaristo, el sauce que el reloj, mi nuevo amigo.
murió de amor
 Cuentos incaicos:
 Cuentos exóticos:
o Los hermanos Ayar
o El palacio de hielo
o El alma de la quena
o La virgen de cera
o El alfarero (Sañu-Camayok)
 Cuento cinematográfico:
o El camino hacia el Sol
o El beso de Evans
o El pastor y el rebaño de nieve
 Cuentos yanquis:
o Los ojos de los reyes, cuya
o El círculo de la muerte, cuya primera versión se titulaba
primera versión se titulaba Chaymanta Huayñuy (Más
El suicidio de Richard allá de la muerte).
Tennyson
o Chaymanta Huayñuy, cuya
o Tres senas, dos ases primera versión se titulaba
 Cuentos chinos: El hombre maldito

o Las vísceras del superior o


sea La historia de la poca o El cantor errante
vergüenza
 Cuentos fantásticos:
o El hediondo pozo siniestro o
sea La historia del Gran o El hipocampo de oro
Consejo de Siké” o Finis desolatrix veritae
o El peligro sentimental o La
causa de la ruina de Siké

o Los Chin-Fu-Ton o sea La


historia de los hambrientos
desalmados

o Whong-Fau-Sang o sea La
torva enfermedad tenebrosa

[editar] Poesía

Su poesía, diseminada entre su prosa publicada en diarios y revistas, ha sido recogida


en recopilaciones hechas después de su fallecimiento. En vida el autor publicó diez de
sus composiciones poéticas en el libro antológico Las voces múltiples (Lima, 1916).

A continuación, una lista de sus composiciones poéticas en orden cronológico:

 1909 - Ha vivido mi alma...  1916 - Crepúsculo

 1909 - Los pensadores vencidos…  1916 - Tristitia

 1910 - La ofrenda de Odhar…  1916 - Fugaz

 1910 - Los violines húngaros  1916 - Confiteor

 1910 - La tribu de Korsabad  1916? - Abre el pozo…

 1910 - Brindis  1916 - La casa familiar

 1910 - La gran hora  1916 - Ritornello

 1910 - Las últimas tardes  1916? - Cobardía

 1911 - La torre de marfil  1916? - En la Quinta del virrey


Amat
 1911 - Tríptico:
 1916? - Vosotros sois felices!...
o La evocación de las abuelas
 1916 - [Tu cuerpo en once
o Evocación de la ciudad muerta módulos…]
o Evocación de las granadas.  1916 - Loa máxima a Andrés
Dalmau
 1913? - Íntima
 1916 - A Tórtola Valencia (en
 1913 - In memoriam (a Rosa Gamarra colaboración con José Carlos
Hernández) Mariátegui y Alberto Hidalgo)
 1913? - Diario íntimo  1917 - Epistolae Liricae ad
 1913 - La viajera desconocida electum poetam juvenem

 1913 - El hermano ausente en la cena de  1917 - Ofertorio


pascua  1917 - La ciudad de los tísicos
 1913? - El conjuro  1917 - Ofrenda
 1913 - Luna Park  1918 - L’enfant
 1914? - Corazón…  1918 - Yo, pecador
 1914 - Desolatrix (La cruz abre sus  1918? - Con inseguro paso
brazos sobre el pecho del muerto…)
 1918 - Angelus
 1915? - El árbol del cementerio
 1918 - Angustia
 1915 - De regreso
 1918 - [Mientras tanto,
 1915 - El Ministro de Gobernación caminemos por la escapada
 1915 - Liquidación nacional senda…]

 1915 - El de Huaraz  1918 - [Vengo hacia ti…]

 1915 - Desolatrix (Un álbum… Una  1918 - La danza de las horas


dama que entre los folios tersos…)  1919 - Blanca la novia
 1916 - Nocturno  1919? - Vamos al campo…
 1916? - Optimismo  1919 - En mi dolor pusistéis

 1919 - Elegía

[editar] Prosa poética

 1918 - Tríptico heroico:

o Oración a la bandera

o Invocación a la patria
o Oración a San Martín

[editar] Teatro

 1911 - El vuelo (Drama en dos actos inspirado en el vuelo fatídico de Carlos


Tenaud, pionero de la aviación peruana. Se conservan solo fragmentos)

 1916 - La mariscala (Drama en verso, en 6 jornadas, escrita en colaboración con


José Carlos Mariátegui)

 1917 - Verdolaga (Tragedia pastoril en 3 actos de la que solo se conservan


fragmentos)

 ¿...? - Palabras (Tragedia modernista y alegórica en 1 acto)

[editar] Ensayos

 1915 - La psicología de las tortugas

 1916 - Ensayo sobre la caricatura

 1916 - El estómago de la Ciudad de los Reyes

 1916 - Psicología del cerdo agonizante

 1917 - Valores fundamentales de la danza. Primer premio del Ateneo de Lima -


Concurso del Círculo de Periodistas, 1917.

 1917 - Ensayo sobre la psicología del gallinazo. Primer Premio, Presidente de la


República - Concurso del Círculo de Periodistas, 1917.

 1918 - Belmonte, el trágico. Ensayo de una estética futura a través del arte
nuevo (libro de ensayos).

[editar] Crónicas y reportajes

 1910 - Hacia el trono del sol

 1910 - Con la argelina al viento. Medalla de la Municipalidad de Lima, 1911.

 1913 - Crónicas de Roma

 1915 - Reportaje al Señor de los Milagros

[editar] Narraciones y crónicas históricas

 1917 - El sueño de San Martín

 1918 - Los amores de Pizarro


[editar] Biografía

 1915 - La mariscala (biografía de Francisca Zubiaga de Gamarra)

A todas ellas habría que agregar otras obras que Valdelomar anunció publicar pero
que no salieron a la luz o quedaron inconclusas:

 Neuronas, un libro de aforismos filosóficos, del cual solo se ha rescatado una


parte.

 Decoraciones de ánfora, libro de crónicas.

 Fuegos fatuos, libro de ensayos de humor.

 El extraño caso del señor Huamán, novela corta o cuento largo, inconclusa.

[editar] Postmodernismo

Abraham Valdelomar.

Si bien Valdelomar empieza circunscrito en el modernismo, tal como se vislumbra en


sus primeros poemas, su elitismo y su inquietud por abrirse a nuevos temas lo hacen
un modernista terminal o un postmodernista. Aquí es necesario precisar que
tradicionalmente el modernismo ha sido dividido en tres etapas:

 Premodernismo

 Apogeo o Modernismo propiamente dicho, y


 Postmodernismo.

El Postmodernismo vendría a ser pues la última fase del Modernismo.

Las características del Postmodernismo son:

 El retorno a la realidad inmediata. Los escritores postmodernistas renegaron


del exotismo y los temas fantásticos propios de la literatura modernista.
Buscaron recuperar la emoción por las cosas humildes y simples de la vida
cotidiana y retornaron, en muchos casos, a la literatura confidencial e
intimista.

 El sencillismo y la depuración de la formas de la expresión artística. Frente al


refinamiento del lenguaje modernista, los escritores postmodernistas depuran
el lenguaje poético de los elementos decorativos y optan por una forma de
expresión cada vez más clara y sencilla. Sin embargo se conservó por largo
tiempo el gusto por la musicalidad en el verso y la utilización de imágenes
sensoriales.

Los innegables rasgos postmodernistas de los cuentos “criollos” (como El caballero


Carmelo) y los poemas familiares de Valdelomar (“Tristitia”, El hermano ausente de la
cena de Pascua”), favorecen incluir al escritor dentro del postmodernismo. Aunque hay
que señalar que el movimiento o grupo que lideró, llamado Colónida, presenta facetas
que tanto lo acercan como lo separan del modernismo, por la misma razón de la
heterogeneidad de las posiciones asumidas por sus miembros. "Colónida" representa
en realidad una etapa de transición de la literatura peruana donde convergieron las
fuerzas tradicionales y las de renovación

Enrique López Albújar

Enrique López Álbújar' (*Chiclayo, 23 de noviembre de 1872 - †Lima, 6 de marzo de


1966)a los (94 años), fue un gran poeta escritor peruano. Estudió en el Colegio
Nacional de Guadalupe; Cultivó diferentes estilos en la narrativa y que es sobre todo
conocido como uno de los creadores del indigenismo. Estudió en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos y se graduó en 1899. Hubo confusión respecto de la
localidad de origen y un tiempo se pensó que nació en Chiclayo pues su esposa era la
dama chiclayana Lucila Trint pero posteriormente se ha aclarado que nació en Piura
conforme consta en su partida de bautismo, en su file de la Universidad Mayor de San
Marcos en la que se graduó como abogado, y en su acta de matrimonio civil en la
Municipalidad Distrital de La Huaca de la provincia de Paita, despejando toda duda.
Fue en Piura en la que creció y se educó. Después de una activa labor en el periodismo,
se dedicó a la magistratura, desempeñándose como juez en distintas regiones del Perú.
Su contribución principal lo vincula al indigenismo. Incorpora las formas del Cuento
Moderno para dar cuenta del mundo andino, del indio de carne y hueso, con sus
creencias y formas de violencia. Se le considera como el primer narrador en construir
una imagen verosímil del indio peruano.

Su obra literaria

Inicialmente, escribió cuentos de carácter modernista y generalmente fantásticos.


Como resultado de su estancia en Huánuco, en 1920, publicó "Cuentos Andinos", la
primera obra importante del indigenismo. En sus relatos, centrados en la vida de los
indígenas narraba muchas veces historias violentas, influido por el realismo, y no
exentos de prejuicios, dando a conocer al indio, como primer personaje, sin el
tratamiento paternalista como había ocurrido en el pasado, sino como verdadero ser
humano; resaltando sus virtudes, sus vicios y, sobre todo, su humanidad.Asimismo,
publicó en 1924, "De mi casona", uno de sus más hermosos libros narrando sus
primeros recuerdos en su natal Piura.

En 1928 la novela "Matalaché", de carácter naturalista, sobre un tórrido romance


entre una criolla y un esclavo durante la Independencia del Perú. El mismo López
Albújar consideró a esta novela como retaguardista, cuya trama nos sitúa en una
hacienda productora de jabón en Piura, al norte de esta ciudad, a inicios del siglo XIX.
Aquí adquiere gran relevancia la representación del personaje afro-peruano. La novela
denuncia el esclavismo y propone la tesis de que solo la pasión amorosa puede
sobrepasar las barreras de las diferencias sociales y raciales.

Otras de sus obras son: "El hechizo de Tomaiquichua" en 1943 y "Nuevos cuentos
andinos", en 1937. Tras haber sentado las bases del indigenismo, en los años 1950,
terminó escribiendo cuentos realistas de temática urbana, que aparecen en su libro
"Las caridades de la señora Tordoya" (1955).

"Allá viene la bandera, la bandera roja y blanca…Cien mujeres la rodean cual collar a
una garganta y cien manos hechas nudo la mantienen levantada" Ya se acerca la
bandera, ya se acorta la distancia; ya sus franjas rojas veo enlazadas a otra franja,
como labios que exhibieran, reventón una flor blanca, y al mirar ese exaltante
simbolismo de la patria, mis pupilas se humedecen, se estremecen mis entrañas. Ya la
tengo frente a frente, ya delante de mi pasa, como una hostia bajo un palio, como una
virgen sobre un anda, y al mirarla me conmuevo y de hinojos cae mi alma. ¡Ah, qué
hermosa es la bandera, la bandera roja y blanca! ¡Con qué amor la ven los ojos, con que
unción las bocas cantan y se rinden las cabezas, descubiertas, en dos alas! Ya se aleja,
ya se pierde la bandera roja y blanca; ya la voz de los clarines; y el chasquido de las
palmas, y el tronar de los petardos y del clamor de las gargantas se ha fundido en una
sola nota débil, fría, vaga. Sólo quedan flores, flores, que parecen que llorarán, ha un
instante frescas, vivas, y ya en tierra deshojadas; y en los rostros, alegría, y emoción
en las palabras, esa que al pasar despierta la bandera roja y blanca. López Albújar –
Tacna, 7 de setiembre de 1941

José de la Riva-Agüero y Osma

José de la Riva Agüero y Osma

José de la Riva Agüero y Osma (*Lima, 26 de febrero de 1885 - † Lima, 25 de


octubre de 1944) VI Marqués de Montealegre de Aulestia fue un historiador, ensayista
y político peruano. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de la
cual fue posteriormente catedrático. Fue miembro de la llamada Generación del 900 o
«generación arielista», junto a Víctor Andrés Belaunde, Francisco García Calderón
Rey, Ventura García Calderón, Óscar Miró Quesada de la Guerra, José Gálvez
Barrenechea, entre otros. Fue un polígrafo notable y entre sus obras se cuentan
tratados de derecho, historia literaria, historia del Perú, filosofía jurídica y
pensamiento religioso, muchas de los cuales han tenido gran impacto e influencia
fundamental en el desarrollo de la cultura peruana. Su pensamiento siguió una
trayectoria cambiante, evolucionando desde un liberalismo juvenil hacia un severo
conservadurismo afianzado en la fe católica. No se casó ni dejó sucesión. La mayor
parte de su fortuna (compuesta de fundos agrícolas, bienes raíces y obras de arte) los
legó a la Pontificia Universidad Católica del Perú, convirtiéndose así en el principal
benefactor de esta institución.
Biografía

Su padre fue José Carlos de la Riva Agüero y Riglos, hijo de José de la Riva Agüero y
Looz Corswarem y nieto del primer presidente del Perú, José de la Riva Agüero y
Sánchez-Boquete. Su madre fue María de los Dolores de Osma y Sancho-Dávila, hija
de Ignacio de Osma y Ramírez de Arellano y Carmen Sancho-Dávila y Mendoza.
Pertenecientes ambos a nobles familias limeñas de ascendencia colonial, heredó el
título de Marqués de Montealegre de Aulestia.

Hizo sus estudios escolares en el Colegio Sagrados Corazones Recoleta de Lima. En


1902 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para estudiar filosofía,
letras y derecho. Se graduó en 1905 como bachiller en letras con la tesis «El carácter
de la literatura en el Perú independiente» y logró su doctorado en 1910 con el célebre
estudio «La historia en el Perú». Asimismo, obtuvo un bachillerato en Jurisprudencia
en 1911 con un estudio sobre el «Fundamento de los interdictos posesorios». Tras un
largo viaje por pueblos de Bolivia y la sierra sur del Perú, escribió una serie de
memorias de viaje, publicadas parcialmente en el Mercurio Peruano y que años
después de su muerte serían reunidas en el libro Paisajes peruanos. Al volver a Lima,
se recibió de abogado el 27 de noviembre de 1912, con un «Ensayo de filosofía jurídica
en torno al concepto de Derecho».

Su participación en la vida política se inició el 12 de setiembre de 1911, cuando el


diario El Comercio publicó un artículo suyo titulado "La Amnistía", donde exigía al
gobierno de Augusto B. Leguía la promulgación de una ley de amnistía para los presos
involucrados en la intentona golpista del 29 de mayo de 1909. Asimismo, criticaba la
situación política y social, el exceso de gastos y empréstitos del gobierno y la debilidad
del Congreso. El gobierno, por intermedio del ministro de Gobierno Juan de Dios
Salazar y Oyarzábal, ordenó la detención de Riva Agüero. Fue entonces que la
juventud universitaria salió a protestar a las calles, gritando “abajo la dictadura” y
“viva la democracia”, siendo reprimida severamente por la gendarmería. Este
acontecimiento constituyó el primer choque de los universitarios y la fuerza pública
que registran los anales históricos del Perú.1 Esta protesta, sumada a la del
parlamento y la prensa, hizo que Riva Agüero fuera puesto en libertad, e incluso
provocó la caída del ministro del Gobierno.

Luego, viajó a Europa, a fin de participar en el Primer Congreso de Historia y


Geografía Hispano-americanas, realizado en Sevilla en 1914. A su retorno al Perú,
fundó en 1915 el Partido Nacional Democrático, integrado mayormente por jóvenes
profesionales de su generación que apoyaron la candidatura presidencial de José
Pardo y Barreda, quien ganó las elecciones de ese año. Al realizarse las elecciones de
diputados por Lima en 1917, Riva Agüero y los suyos se abstuvieron de participar, al
aducir que no pensaban en el presente, sino en el mañana. Por ello, la prensa los apodó
de «futuristas» y así se conoció desde entonces a su partido: el «Partido futurista».
En 1916, Riva Agüero pronunció en San Marcos un «Elogio del Inca Garcilaso de la
Vega», en el marco de la conmemoración del tercer centenario de la muerte del Inca
Garcilaso de la Vega. El entonces joven periodista José Carlos Mariátegui lo criticó
severamente desde las columnas de La Prensa en lo concerniente a algunas
peculiaridades sobre el uso del idioma. A raíz de este incidente, Riva Agüero tuvo
siempre un trato desdeñoso hacia quien se convirtió poco después en el gran pensador
socialista del Perú. Por aquella misma época, se batió a duelo con el director de El
Tiempo, quien había avivado la posibilidad de hallar culpable de traición a su
antepasado, el prócer José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete.

En 1918 dictó en la facultad de Letras de San Marcos una serie de lecciones sobre el
Perú prehispánico; sin embargo, su etapa como catedrático sanmarquino fue corta.

Al producirse el golpe de estado de Augusto B. Leguía el 4 de julio de 1919, Riva


Agüero lanzó un manifiesto a la nación ese mismo día, en el que defendió el orden
constitucional. Acto seguido viajó a Europa. Su autoexilio se prolongó lo que duró el
régimen leguiísta, conocido después como el Oncenio. Esta estadía europea fue muy
fecunda. Pasó por Francia, Italia y España; en estos dos últimos países profundizó en
las fuentes clásicas de la cultura peruana y confrontó informaciones documentales
acerca de la historia de su patria. En su pensamiento se operó una fundamental
modificación al evolucionar desde un liberalismo racionalista hacia un severo
conservadurismo afianzado en la fe católica. Este cambio lo impulsó a legitimar y
recuperar el título familiar de marqués de Montealegre de Aulestia (1926) y de Casa
Dávila (1929) ante la Corona española.

Retornó al Perú en agosto de 1930, el mismo día en que renunciaba Leguía, siendo
testigo de la terrible crisis política que sobrevino después. Retomó entonces su carrera
política; no quiso ser diputado constituyente, pero si aceptó ocupar una serie de cargos
públicos: fue alcalde de Lima en 1931-1932, presidente del Consejo de Ministros y
ministro de Justicia, Instrucción y Culto de 1933 a 1934, durante el gobierno de Óscar
R. Benavides, cargo al que renunció por no aceptar la ley que aprobaba el divorcio de
mutuo disenso, que atentaba contra la fe católica.

Fue decano del Colegio de Abogados de Lima (1936), pese a que nunca ejerció la
abogacía, y director de la Academia Peruana de la Lengua (1934-1944). Fue también
presidente del movimiento cívico Acción Patriótica, creado para respaldar la
candidatura presidencial de Manuel Vicente Villarán durante las frustradas elecciones
de 1936.

En 1937 dictó en la Universidad Católica un curso sobre la civilización peruana


prehispánica. Luego efectuó un viaje alrededor del mundo (1938-1940) que lo llevó a
Japón, a otros países de Oriente de vieja tradición cultural y algunos de Europa que
por entonces eran regidos por dictaduras Su temor hacia el comunismo internacional
(ateo y antirreligioso por naturaleza) lo llevó a elogiar y apoyar a los regímenes
fascistas europeos de Italia, Alemania y España.

Falleció en 1944, en su habitación del Hotel Bolívar de Lima, como consecuencia de un


derrame cerebral. Tenía entonces 59 años de edad. Si bien inicialmente pretendió
dejar a la Universidad de San Marcos su fortuna heredada de su tía, Rosa Julia de
Osma y Sancho-Dávila, marquesa de Casa-Dávila, hermana de su madre y eximia
católica, el predominio de ideas liberales y el surgimiento del ateísmo en su alma
mater, motivó que finalmente la legara a una institución más ligada a la Iglesia
Católica: la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Sus discípulos más importantes fueron los historiadores peruanos Guillermo Lohmann
Villena, José Agustín de la Puente Candamo y Pedro Benvenutto Murrieta.

[editar] Pensamiento

Luego de una juventud de ideales afrancesados y modernistas, con fuerte influencia de


Marcelino Menéndez y Pelayo, Riva Agüero se interesó por la sociología francesa del
siglo XIX, el liberalismo inglés y la Escuela Histórica Alemana, tanto en Derecho como
en historiografía. Después de una prolongada estancia en Roma, evolucionó hacia un
fuerte conservadurismo. Se puede fijar el año de 1932 como fecha de su abjuración de
su liberalismo y su retorno al catolicismo. Políticamente, se orientó a favor de los
regímenes fascistas totalitarios. Es muy posible que recibiera también la influencia de
las obras del sacerdote Bartolomé Herrera, insigne conservador peruano cuyas obras
se publicaron con auspicio del gobierno del presidente Augusto B. Leguía a fines de los
años 1920.

En lo concerniente al pensamiento sobre el Perú, fue un nacionalista ferviente.


Propugnaba la «regeneración» del país mediante el estudio sistemático de su gente y
de su historia; y él mismo abordó prácticamente todas las épocas del pasado peruano,
aunque concedió mayor atención a la época colonial. Fue favorable a la forma
monárquica de gobierno en el momento de la independencia (1821-1824), a la defensa
territorial peruana sobre la base de los límites del país bajo la monarquía borbónica y
al proyecto fallido de la Confederación Perú-Boliviana.

[editar] Historia

Su tesis de 1910, La Historia en el Perú, fue el primer estudio de la historiografía


narrativa del Perú, cuya influencia ha sido fundamental en dicho campo.

Según Basadre, los grandes méritos de La Historia en el Perú estriban en su carácter


de obra pionera, en no ser una presentación puramente “horizontal” de los
historiadores, sino además “vertical” o sea discutiendo los problemas planteados por
los autores expuestos, y en contener la formulación de un ideal historiográfico: una
historia no puramente filológica, sino escrita con “espíritu filosófico” y sintético,
profundidad y arte de composición, con imaginación y entusiasmo, los primores de
estilo e ingenio, “pero subordinadas todas estas dotes a un superior objeto, canalizadas
en provecho colectivo, depuradas por la crítica, regidas por el noble yugo de la
verdad”.2

Aunque no tuvieron la influencia de la obra anterior, son también destacables sus


trabajos sobre las civilizaciones primigenias del Perú, sobre la Conquista y el
Virreinato y sobre la Emancipación y la República. Muchos esperaron que
emprendiese la composición de una historia general del Perú, pero ello nunca se
concretó. Luis Alberto Sánchez ha dicho al respecto: «Si algún escritor estuvo dotado
con todos los dones para escribir una gran historia nacional, ese fue Riva Agüero. Le
bastaba seguir en la línea de su espléndido “La Historia en el Perú”.»3

Raúl Porras Barrenechea, importante historiador peruano, describe la labor de Riva


Agüero como historiador de esta forma:

Entre sus más altas cualidades para el desempeño de su función de historiador tuvo
Riva-Agüero la de su inmensa capacidad receptiva, su inagotable curiosidad y
erudición, el humanismo ingénito de su inteligencia, que se interesaba por todos los
aspectos de la historia universal (y no sólo la peruana), sobrepasando las recortadas
visiones de campanario, y que hicieron de él un verdadero maestro de historia
comparada.4

Mientras que Víctor Andres Belaunde menciona que

Riva Agüero representó la concepción integral de nuestra historia, la tendencia a


señalar la continuidad de nuestra vida desde el milagro de los grandes imperios
neolíticos hasta el esfuerzo gigante de reconstruir la unidad nacional después de la
ocupación extranjera, la ruina económica, la anarquía política y la mutilación
territorial.5

[editar] Estudios literarios

Su tesis de 1905, El carácter de la literatura del Perú independiente, tuvo un carácter


pionero, en lo concerniente a los estudios sobre la literatura del Perú.

La tesis de 1905 comienza analizando el carácter literario de los peruanos y luego


reseña, por primera vez en el Perú, la evolución de la literatura nacional desde la
Colonia hasta la generación de Amézaga, Chocano y Clemente Palma. En conclusión,
la literatura peruana le parece a Riva Agüero literatura provincial castellana por la
forma (el idioma que emplea), española por el espíritu que la anima, incipiente e
imitativa; rasgo este último que sostiene el autor que deberá conservar la literatura
peruana hasta que no se cree un nuevo carácter nacional después de lograrse una
homogeneidad étnica.6
Su Elogio del Inca Garcilaso de la Vega, pronunciado en 1916, inició una
revalorización de la obra del Inca Garcilaso en la historia de la literatura peruana.

[editar] Filosofía

Discípulo del filósofo conservador Alejandro Deustua, destacó como el filósofo peruano
representante de la reacción nacionalista del siglo XX. Sus principales textos de
interés sobre filosofía del Derecho son: "Concepto del Derecho" (tesis de 1912) y
"Fundamento de los interdictos posesorios" (1911), aunque su pensamiento filosófico
político se encuentra disperso en dos docenas de tomos publicados por el Instituto
Riva-Agüero, a cargo de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

[editar] Política

Sus ideas políticas los expuso en muchos escritos que tienen importancia para la
historia de las ideas conservadoras en el Perú.7 Su participación en la vida política del
Perú empezó en 1911 y se hizo cada vez más intensa. En 1915 fundó el Partido
Nacional Democrático, cuyos integrantes fueron apodados por el periodista Luis
Fernán Cisneros como “futuristas”. Su propósito era acoger a los jóvenes del Partido
Demócrata (cuyo caudillo, Nicolás de Piérola, había fallecido en 1913) y a aquellos que,
como Riva Agüero, se habían forjado en el civilismo, que consideraban ya caduco.
Defendía una política de respeto a las normas liberales y democráticas, de oposición al
autoritarismo, pero sin perder de vista los intereses conservadores. Muchos vieron en
los nacionales demócratas una nueva fuerza de renovación de la política peruana, pero
estos no llegaron a consolidarse como auténtico partido. «El partido nacional
democrático quedó como un cenáculo, como un grupo selecto de personalidades
prestigiosas cultural y socialmente pero ajenas a las masas».8

Al instaurarse el régimen de Leguía (llamado luego Oncenio), Riva Agüero se


autoexilió, pasando a Europa, donde residió hasta 1930, cuando volvió al Perú. Adaptó
entonces posiciones cada vez más conservadoras, basadas en la defensa de la tradición
y la religión católica. Se hizo adherente al fascismo. En el discurso necrológico a su
compañero de generación José María de la Jara y Ureta, confesó que el fracaso de su
grupo político se debió por haber creído demasiado en ciertas “abstracciones
generosas”, como la libertad y la democracia.9

[editar] Obras

 Carácter de la literatura del Perú independiente (1905, 1961).

 La Historia en el Perú (Lima, 1910; Madrid 1952).

 Concepto del Derecho (1911).

 Elogio del Inca Garcilaso de la Vega (1916).


 Un cantor de Santa Rosa: el conde de la Granja (1919)

 El Perú histórico y artístico (Santander, 1921).

 La correspondencia de la Audiencia de Lima (1549-1564) (1922), en torno a la


compilación editada por Roberto Levillier.

 Añoranzas (1932), sugeridas por el libro primigenio de Pedro Benvenutto


Murrieta.

 Discurso del Colegio Recoleta (1932).

 Discursos académicos (1935).

 El primer alcalde de Lima, Nicolás de Ribera El Viejo, y su posteridad (1935).

 Civilización peruana; época prehispánica (1937).

 Lope de Vega (Lima, 1937; Milán, 1937).

 Por la verdad, la tradición y la patria (2 vols., 1937-1938), compilación de


"opúsculos".

 Estudios sobre literatura francesa (1944)

 Paisajes peruanos (póstumo, 1955)

José Carlos Mariátegui

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José Carlos Mariátegui


José Carlos Mariátegui La Chira (Moquegua, 14 de junio de 1894 - Lima, 16 de
abril de 1930), fue un escritor, periodista, y pensador político marxista peruano. Autor
prolífico a pesar de su temprana muerte, El Amauta (del quechua: hamawt'a;
'maestro', nombre con el que también es conocido en su país) es considerado el pionero
de los estudios marxistas aplicados a la realidad latinoamericana, destacando entre
todas sus obras: 7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, obra de
referencia para la intelectualidad del continente.1 Fue el fundador del Partido
Socialista Peruano (que pasaría a denominarse Partido Comunista Peruano en 1930, a
instancias de la III Internacional), en 1928, y de la Confederación General de
Trabajadores del Perú en 1929. Para el sociólogo y filósofo Michael Löwy, Mariátegui
es "indudablemente el pensador marxista más vigoroso y original que América Latina
haya conocido”.2 Así mismo, José Pablo Feinmann, filósofo y crítico cultural argentino,
lo declara el "más grande filósofo marxista de Latinoamérica"3

Biografía

[editar] Infancia y Juventud


José Carlos Mariátegui, a los 10 años de edad. Al lado de su hermano Julio César.
1904.

Mariátegui nació en Moquegua, en el seno de una familia muy humilde. Sus padres
fueron María Amalia La Chira Ballejos y Francisco Javier Mariátegui Requejo. Tuvo
dos hermanos: Guillermina y Julio César Mariátegui.

En 1899, se trasladó con su madre y hermanos a Huacho y en 1902, tras un accidente


en la escuela, fue internado en la clínica Maison de Santé de Lima. Su convalecencia
fue larga y quedó con una anquilosis en la pierna izquierda que lo acompañaría el
resto de su vida. Por haber quedado inhabilitado para las recreaciones propias de su
edad, frecuentó desde entonces la lectura y la reflexión

En 1909, ingresó al diario La Prensa para realizar tareas auxiliares, primero como
alcanzarrejones (portapliegos) y luego como ayudante de linotipista. A pesar de no
haber culminado sus estudios escolares, llegó a formarse en periodismo y empezó a
trabajar como articulista, primero en La Prensa (1914-16) y luego en el diario El
Tiempo (1916-19), al mismo tiempo que colaboraba en las revistas Mundo Limeño,
Lulú, El Turf y Colonida. Usando el seudónimo de Juan Croniqueur ironizó la
frivolidad limeña y exhibió una vasta cultura autodidacta, que lo aproximó a los
núcleos intelectuales y artísticos de vanguardia. Se hizo amigo del escritor Abraham
Valdelomar con quien formó un dúo diletante cuyos duelos de ingenio eran
reproducidos por ellos mismos en sus crónicas. Por esa época (llamada luego
despectivamente por él mismo como su “edad de piedra”) cultivó con entusiasmo la
poesía pero nunca publicó su anunciado poemario titulado Tristeza.
César Falcón, José Carlos Mariátegui y Félix del Valle, en una playa de Lima. 1918.

En 1918 sus intereses viraron hacia los problemas sociales. Fundó con el periodista
César Falcón la revista Nuestra Época, desde donde criticó el militarismo y la política
tradicional pero de la que solo salieron dos números. En 1919 e igualmente en
colaboración con Falcón fundó el diario La Razón, desde donde apoyó la reforma
universitaria y las luchas obreras. Dicho diario tampoco tuvo larga vida y fue
clausurado en el gobierno del presidente Augusto B. Leguía, probablemente por un
presidente preocupado por las crecientes manifestaciones populares que alentaba
desde sus páginas.

[editar] Viaje a Europa y formación socialista

Viajó a Europa gracias a una beca que le fue entregada por el gobierno de Leguía como
una forma encubierta de deportación. En Europa, a decir de él mismo, fue donde hizo
su mejor aprendizaje. Se vinculó con escritores representativos, estudió idiomas,
inquirió sobre las nuevas inquietudes intelectuales y artísticas y concurrió a
conferencias y reuniones internacionales.

En Italia se casó con Ana Chiappe y estuvo presente durante la ocupación de las
fábricas en Turín, así como en el Congreso del Partido Socialista Italiano, donde se
produjo la escisión histórica y se conformó el Partido Comunista Italiano. Formó parte
de círculos de estudio del Partido Socialista Italiano y asumió el marxismo como
método de estudio, cuando Mussolini estaba a punto de tomar el poder. Según su
análisis, la victoria del fascismo es el precio que un país debe pagar por las
contradicciones de la izquierda.

Visitó también Alemania, Francia, Austria, Checoslovaquia y Bélgica. No pudo visitar


la Unión Soviética.
[editar] Retorno al Perú

Carné de reconocimieto "Conferenza Intenazionale Economica". Genova 1922. (Foto de


José Carlos Mariátegui como redactor de "El Tiempo").

El 17 de marzo de 1923 regresó a Lima, acompañado de su esposa y su primogénito.


Dictó conferencias en la Universidad Popular González Prada sobre la crisis mundial
derivada de la primera guerra mundial. Asumió la dirección de la revista Claridad
cuando Víctor Raúl Haya de la Torre, futuro líder del APRA, viajó a México en calidad
de exiliado. Llamó a la realización del Frente Único de Trabajadores.

En 1924, debido a su antigua lesión, debió amputársele una pierna. Pero no cesó por
ello su actividad creadora, continuándola recluido en una silla de ruedas. En 1925
fundó la Editorial Minerva que publicó obras suyas y de otros autores peruanos,
comenzando por su primer libro recopilatorio de ensayos: La escena contemporánea,
sobre la política mundial. En 1926 fundó la revista Amauta (en quechua sabio o
maestro), que cohesionó a una amplia generación de intelectuales en torno a una
nueva apreciación del quehacer nacional y dio impulso al movimiento indigenista en
arte y literatura. Asimismo, colaboró asiduamente en los semanarios limeños
Variedades y Mundial.

Fue puesto en prisión en 1927 durante un proceso contra los comunistas acusados de
conspirar contra el gobierno de Leguía, pero luego le dieron arresto domiciliario. En
1928 rompió ideológicamente con Víctor Raúl Haya de la Torre y fundó el Partido
Socialista Peruano, convirtiéndose un año más tarde en su Secretario General.
Durante el mismo año, fundó la revista proletaria Labor y publicó sus monumentales 7
ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. En 1929 fundó la Confederación
General de Trabajadores del Perú.
[editar] La reunión de Montevideo

El proyecto político de José Carlos Mariátegui se puso a prueba en el Congreso


Sindical Latinoamericano de Montevideo (mayo de 1929) y la Conferencia Comunista
Latinoamericana (junio del mismo año). A ellas asistió el Partido Socialista Peruano
con cinco delegados que llevan planteamiento de Mariategui: Hugo Pesce, Julio
Portocarrero, José Bracamonte (piloto de la Marina Mercante Nacional, fundador de la
Federación de Tripulantes del Perú), Juan Peves (dirigente campesino de Ica,
fundador de la Federación de Yanacones) y Carlos Saldías (dirigente textil). Estos
planteamientos fueron cuestionados por el buró político de la Internacional en
Sudamérica, generando una distancia entre los planteamientos de la III Internacional
Comunista, y las posturas de Mariategui. En definitiva, Mariátegui no "aceptó
subordinarse a la jerarquía comunista", leer a Alberto Tauro del Pino "Enciclopedia
Ilustrada del Perú"(2001)Peisa, tomo 10.

En febrero de 1930 Eudocio Ravines fue nombrado Secretario General del Partido
Socialista del Perú, en reemplazo de Mariátegui quien estaba preparando un viaje a
Buenos Aires, donde podría tratar su enfermedad y participaría en el Consejo General
de la Liga Antiimperialista. También proyectaba dar envergadura continental a su
revista Amauta trasladando su sede de Lima a la capital argentina.

[editar] Últimos días

A fines de marzo, Mariategui fue internado de emergencia siendo acompañado por sus
amigos entre los cuales destacaron Diego San Roman Zeballos (creador de la revista El
Poeta Hereje). Murió el 16 de abril, casi en vísperas de su esperado viaje a Buenos
Aires. El 20 de mayo la dirección del Partido Socialista, con Eudocio Ravines como
Secretario General y Jean Braham Fuentes Cruz como Presidente General, cambió el
nombre del Partido Socialista del Perú por el de Partido Comunista Peruano.

[editar] Su pensamiento

[editar] Visión del país


Monumento a José Carlos Mariátegui en el interior de la Facultad de Letras y
Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

La Conquista no sólo escindió la historia del Perú, sino también escindió la economía.
Antes de la llegada de los españoles existía una economía comunista indígena, que era
bastante sólida. Existía un bienestar material gracias a la organización colectivista de
la sociedad incaica. Esta organización había enervado el impulso individual y a la vez
había desarrollado el hábito de la obediencia al deber social.

La Conquista instauró así una economía de carácter feudal. No buscaban desarrollar


una economía sólida sino sólo la explotación de los recursos naturales. Es decir, los
españoles no se formaron como una fuerza colonizadora (como los ingleses en Estados
Unidos), sino que se constituyeron como una pequeña corte, una burocracia. Este
sistema terminó determinando la economía republicana.

La política económica de la Corona Española impedía el surgimiento de una burguesía


en las colonias. Estas vieron necesaria la independencia para asegurar su desarrollo.
La independencia se decide entonces por las necesidades del desarrollo capitalista, en
ese sentido, Inglaterra cumplió un papel fundamental al apoyar a las nacientes
naciones americanas.

Para Mariátegui, el gamonal invalida inevitablemente toda ley u ordenanza de


protección del indígena o del campesino. Contra la autoridad del hacendado sostenida
por el ambiente y el hábito, es impotente la ley escrita. El alcalde o el presidente
municipal, concejo o ayuntamiento, el juez, el corregidor, el inspector, el comisario, el
recaudador, la policía y el ejército están enfeudados a la gran propiedad. "La ley no
puede prevalecer contra los gamonales. El funcionario que se obstinase en imponerla,
sería abandonado y sacrificado por el poder central, cerca del cual son siempre
omnipotentes las influencias del gamonalismo, que actúan directamente o a través del
parlamento, por una y otra vía con la misma eficacia".

Es importante esclarecer la solidaridad y el compromiso a que gradualmente han


llegado el gamonalismo regional y el régimen central: "de todos los defectos, de todos
los vicios del régimen central, el gamonalismo es responsable y solidario". El gamonal
es una pieza en la estructura de la administración centralizada: es el jefe local de uno
de los partidos políticos de influencia nacional y es el eslabón fundamental en la
cadena de una de las muchas clientelas del sistema político. El poder central
recompensa al gamonal al permitirle disfrutar de innumerables contratos y alcabalas
y actualmente, al dejar en sus manos las regalías que produce la explotación de
recursos naturales por las multinacionales e innumerables contratos para
complementarlas. En estas condiciones, cualquier descentralización termina con el
resultado esencial de un acrecentamiento del poder del gamonalismo.

José Carlos Mariátegui (Fotografía de Federico Sal y Rosas). Febrero de 1930.


El guano y el salitre cumplieron un rol fundamental en el desarrollo de la economía
peruana. Estos productos aumentaron rápidamente la riqueza del Estado, ya que la
Europa industrial necesitaba estos recursos para mantener su productividad agrícola,
productos que el Perú poseía en monopolio. Esta riqueza fue despilfarrada por el
Estado Peruano. Pero permitió la aparición del capital comercial y bancario. Se
empezó a constituir una clase capitalista, pero cuyo origen se encontraba en la vieja
aristocracia peruana. Estos productos también permitieron la consolidación del poder
de la costa, ya que hasta entonces, la minería había configurado a la economía
peruana un carácter andino. En síntesis, el guano y el salitre permitieron la
transformación de la economía peruana de un sistema feudal a un sistema capitalista.

Las nuevas naciones buscaron desarrollar el comercio. América Latina vendía sus
recursos naturales y compraba productos manufacturados de Europa, generando un
sistema que beneficiaba principalmente a las naciones europeas. Este sistema,
permitió el desarrollo sólo a los países Atlánticos, ya que las distancias eran enormes
para los países que se encontraban en la costa del pacífico como el caso del Perú. El
Perú en cambio, comenzó a comerciar con el Asia, pero no logró el mismo desarrollo
que los países del Atlántico.

Además, con la Guerra del Pacífico el Perú perdió el guano y el salitre. Pero esta
guerra también significó la paralización de toda la producción nacional y el comercio,
así como la pérdida del crédito exterior. El poder cayó temporalmente en manos de los
militares, pero la burguesía limeña pronto recuperó su función. Se planteó el Contrato
Grace como una medida para salir de la crisis. Este contrato consolidó el predominio
británico en el Perú, al entregar en concesión los ferrocarriles por un periodo de 66
años.

[editar] El marxismo

Mariátegui se adscribe, desde su regreso de Europa, al marxismo, en la versión


leninista de la III Internacional, encontrándose notables similitudes con el
pensamiento de Antonio Gramsci,especialmente en lo que atañe a la importancia de la
superestructura cultural no como mero "reflejo", sino desde la valoración de sus
potencialidades revolucionarias para generar contrahegemonía. Fruto de dicha noción
será su revista teórica Amauta y el órgano revolucionario Labor, que será clausurado
por el régimen de Leguía. Crítico incansable del reformismo de la II Internacional y de
la socialdemocracia, Mariátegui es considerado el primer marxista de América Latina,
al enfatizar al papel de las masas indígenas como el auténtico "proletariado" del
continente y pregonar la necesidad de una revolución socialista, influenciado por el
sindicalismo radical de Georges Sorel.

[editar] El fascismo
Por su parte, mostró cómo el fascismo no era una "excepción" italiana o un
"cataclismo", sino un fenómeno internacional "posible dentro de la lógica de la
historia", del desarrollo de los monopolios en el imperialismo y de su necesidad de
derrotar la lucha del proletariado. Mariátegui vio el fascismo como una respuesta del
gran capital a una crisis social profunda, como la expresión de que la clase dominante
no se siente ya suficientemente defendida por sus instituciones democráticas por lo
que culpa ante las masas de todos los males de la patria, al régimen parlamentario y a
la lucha revolucionaria, y desata el culto a la violencia y al nuevo orden del estado
fascista, concebido como estructura autoritaria vertical de corporaciones. Mariátegui
vislumbró cómo el triunfo del fascismo estaba inevitablemente destinado a exasperar
la crisis europea y mundial.

[editar] Obras

En vida Mariátegui publicó solo dos libros (La escena contemporánea y los 7 ensayos
de interpretación de la realidad peruana), dejando inacabados e inéditos dos más (El
alma matinal y Defensa del marxismo publicadas en 1950 y 1955, respectivamente,
aunque gran parte de ellos ya había sido publicada en la prensa). Todas estas obras,
sumadas a su abundante producción periodística recopilada (entre artículos,
conferencias, ensayos y una novela breve), han sido editadas por sus herederos (su
viuda y sus hijos), hasta llegar a conformar 20 tomos. Hay que señalar sin embargo,
que entre dichos tomos hay dos biografías del autor (una de María Wiesse y otra de
Armando Bazán), una síntesis del contenido de la revista Amauta, realizada por
Alberto Tauro del Pino y una antología poética de diversos autores inspirada en la vida
y obra de Mariátegui. Si hablamos de las “obras completas” propiamente dichas, estas
solo suman en realidad 16 tomos. Sustancial obra que fue producida en un lapso de 7
años (1923-30).

[editar] Obras completas. Biblioteca Amauta

 La escena contemporánea, Obras completas, Vol. 1. Ed. Amauta.

 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, Obras completas, Vol. 2.


Ed. Amauta.

 El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy, Obras completas, Vol. 3.
Ed. Amauta.

 La novela y la vida. Siegfried y el profesor Canella, Obras completas, Vol. 4. Ed.


Amauta.

 Defensa del marxismo, Obras completas, Vol. 5. Ed. Amauta.

 El artista y la época. Obras completas, Vol. 6. Ed. Amauta.


 Signos y obras. Análisis del pensamiento literario contemporáneo, Obras
completas, Vol. 7. Ed. Amauta.

 Historia de la crisis mundial. Conferencias pronunciadas en 1923. Obras


completas, Vol. 8. Ed. Amauta.

 Poemas a Mariátegui (Compilación con prólogo de Pablo Neruda), Obras


completas, Vol. 9. Ed. Amauta.

 José Carlos Mariátegui por María Wiesse, Obras completas, Vol. 10. Ed.
Amauta.

 Peruanicemos al Perú, Obras completas, Vol. 11. Ed. Amauta.

 Temas de nuestra América, Obras completas, Vol. 12. Ed. Amauta.

 Ideología y política, Obras completas, Vol. 13. Ed. Amauta.

 Temas de educación, Obras completas, Vol. 14. Ed. Amauta.

 Cartas de Italia, Obras completas, Vol. 15. Ed. Amauta.

 Figuras y aspectos de la vida mundial. Tomos 1, 2 y 3 Obras completas, Vol. 16,


17 y 18. Ed. Amauta.

 Amauta y su influencia de Alberto Tauro, Obras completas, Vol. 19. Ed.


Amauta.

[editar] Bibliografía escogida acerca de Mariátegui

 Basadre, Jorge. "Introducción a los Siete ensayos”. En 7 ensayos/50 años en la


historia. Lima: Biblioteca Amauta, 1979.

 Chang-Rodríguez, Eugenio. Poética e ideología en José Carlos Mariátegui.


Madrid: José Porrúa Turanzas, 1983.

 Chang-Rodríguez, Eugenio. “La superación del anarquismo en Mariátegui”. En


Ensayos sobre Mariátegui. Víctor Berger. Lima: Biblioteca Amauta, 1987, págs.
47–57.

 Melis, Antonio. “Medio siglo de vida de José Carlos Mariátegui”. Mariátegui y


la literatura. Ed. Ricardo Luna Vegas. Lima: Biblioteca Amauta, 1980.

 Melis, Antonio. “Mariátegui, el primer marxista de América”. En Mariátegui y


los orígenes del marxismo latinoamericano. Ed. José Aricó. Segunda edición.
México: Cuadernos de Pasado y Presente, 1980.

Jorge Basadre
Jorge Basadre Grohmann

Jorge Basadre en 1930.

Jorge Basadre Grohmann (Tacna,nota 1 12 de febrero de 1903 - Lima, 29 de junio de


1980) fue un historiador e historiógrafo peruano de la etapa republicana y
contemporánea de su país. Fue además un crítico y estudioso de la literatura; un
político que desempeñó importantes cargos públicos en el campo de la educación y la
cultura, llegando a ser Ministro de Educación en dos oportunidades (en 1945, y en
1956-58); así como maestro y educador de varias generaciones, como catedrático y
profesor. Se le considera el fundador de la tercera Biblioteca Nacional del Perú,
después del incendio de 1943 (los anteriores fundadores fueron José de San Martín y
Ricardo Palma).

Es autor de la Historia de la República del Perú, obra cumbre de la historiografía


peruana del período republicano, pero que va más allá de los estrictos límites del
campo histórico, una obra que reeditó y amplió muchas veces desde 1939, hasta
alcanzar los 16 tomos en 1968, y que ha continuado siendo reeditada tras su muerte.

Biografía
Basadre vestido de soldado en su natal Tacna, a inicios del siglo XX.

Jorge Basadre Grohmann nació en Tacna, el 12 de febrero de 1903, siendo hijo de


Carlos Basadre Forero y de Olga Grohmann Pividal. Tacna estaba bajo la ocupación
chilena post Guerra del Pacífico, y el plebiscito que estaba estipulado en el Tratado de
Ancón de 1883 aún no se había realizado. La mayor parte de la población tacneña
estaba ansiosa de retornar al seno de su patria, Perú.[cita requerida] "Viví mis primeros
años en la Tacna ocupada por los chilenos" dijo Basadre recordando esos años.

Comenzó su formación en el liceo Santa Rosa, escuela peruana que debía funcionar
clandestinamente en Tacna a causa de la proceso de chilenización de Tacna. Basadre
siempre llevó consigo sus recuerdos de su niñez tacneña, época en que, dice Percy
Cayo, "no se podía ver ondear la bandera de Perú ni era permitido cantar el Himno
Nacional". 9 años más tarde se trasladó junto con su familia a Lima. Prosiguió luego
estudios en el Colegio Alemán y en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe,
en el cuarto y entonces último año de Secundaria, en 1918.

Basadre herido de una pedrada en la frente por una turba chilena contraria al
plebiscito de Tacna y Arica. Arica, mayo de 1926. Foto del diario El Comercio de Lima.
En 1919 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde obtendría los
títulos de doctor en Letras (1928) y en Jurisprudencia (1935). Siendo estudiante,
intervino en el célebre Conversatorio Universitario de 1919, al lado de otros jóvenes
intelectuales de la llamada Generación de la Reforma. Por aquella época 1924,
prestaba servicios en la Biblioteca Nacional, primero como auxiliar y después como
conservador, y también como redactor del Boletín Bibliográfico de la Biblioteca de la
Universidad de San Marcos; enseñaba también asignaturas de historia en diversos
colegios limeños.

Entre 1925 y 1926 formó parte de la delegación peruana enviada ante la comisión
plebiscitaria de Tacna y Arica. En 1928 inició la carrera docente en su alma máter
sanmarquina, y por ser el catedrático más joven (26 años de edad), a invitación del
Rector Alejandro Deustua estuvo a cargo de leer el discurso de apertura del año
universitario, el 1 de abril de 1929. Luego fue llamado para desempeñar el cargo de
Director de la Biblioteca Central de la universidad tanto en 1930-1931 como en 1935-
1942. Gracias a una beca concedida por la Fundación Carnegie, en 1931 viajó para
realizar estudios sobre organización de bibliotecas en Estados Unidos. Después siguió
cursos en la universidad de Berlín y realizó investigaciones en archivos de España,
permaneciendo en el extranjero hasta 1935.

Al producirse el incendio de la Biblioteca Nacional, en mayo de 1943, fue nombrado


por el gobierno de Manuel Prado y Ugarteche para hacerse cargo de la dirección de
dicho establecimiento, promoviendo entonces su reconstrucción y reorganización,
durante los cinco años siguientes (hasta 1948). Allí fundó varias publicaciones, como la
revista Fénix y el Anuario Bibliográfico Peruano, creó la Escuela Nacional de
Bibliotecarios en 1944 y se dedicó a la recolección de nuevos fondos bibliográficos.
Asimismo, al separarse de la dirección de la Biblioteca, pasó a ser director del
Departamento de Asuntos Culturales de la Unión Panamericana (1948-1950). Fue
Ministro de Educación Pública en dos oportunidades: del 28 de julio al 11 de octubre
de 1945 (gobierno de José Luis Bustamante y Rivero), y de 1956 a 1958 (segundo
gobierno de Manuel Prado).

Posteriormente se retiró a la vida privada, consagrándose por entero a la


investigación, con el apoyo financiero de promotores extranjeros y nacionales. Estuvo
casado con Isabel Ayulo La-Croix. Murió en Lima el 29 de junio de 1980, a los 77 años
de edad.

[editar] Vida académica

Respecto al campo académico, cabe señalar que se inició como catedrático en la


Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1928, dictando un curso de Historia del
Perú. Al año siguiente asumió la cátedra titular de Historia del Perú (República), y en
1935 la de Historia del Derecho Peruano, las cuales habría de mantener (aunque con
intervalos por motivo de ausencias fuera del país) hasta 1954, cuando se apartó de la
docencia profesional para ocupar cargos públicos y dedicarse íntegramente a la
investigación.

Además, fue profesor de Historia del Perú en el Colegio Guadalupe (1929-1931) y en el


Instituto Pedagógico Nacional (1930-1931); ejerció la cátedra doctoral de Historia del
Perú en la Pontificia Universidad Católica del Perú (1935); fue profesor de Historia
crítica de Perú en la Escuela Militar de Chorrillos (1941-1945) y enseñó en centros de
enseñanza superior de Argentina, España y los Estados Unidos.

Fue secretario general del XXVII Congreso Internacional de Americanistas, que se


realizó en Lima en 1939. Fue elegido también presidente del Instituto Histórico del
Perú (hoy Academia Nacional de la Historia), que ejerció entre 1956-1962. Miembro de
la Academia Peruana de la Lengua (desde 1941) y de la Sociedad Geográfica de Lima
(desde 1946).

[editar] Obras

Jorge Basadre Grohmann dejó una extensa producción bibliográfica. Sus obras
principales son:

 Equivocaciones (1928, editado conjuntamente con el libro de Luis Alberto


Sánchez, Se han sublevado los indios), es un libro que reúne ensayos de crítica
literaria.

 La iniciación de la República (2 vols., 1929-1930). Subtitulada: “Contribución al


estudio de la evolución política y social del Perú”. Es un estudio sobre las clases
sociales, las doctrinas y los fenómenos políticos propiamente dichos, de las
primeras décadas de la República del Perú. El plan original era abarcar hasta
el año 1872, pero la obra solo llega hasta 1840.

 La multitud, la ciudad y el campo en la historia del Perú (1929), discurso leído


en la apertura del año académico en San Marcos, ante el dictador Leguía. En
esta pieza magistral, analiza el papel desempeñado por las masas, las ciudades
y las zonas rurales en la historia peruana desde la época prehispánica.

 Perú: problema y posibilidad. (1931; reeditado con un apéndice en 1978 con


"algunas reconsideraciones 47 años después"). Ensayo de una síntesis de la
evolución histórica del Perú, es sin duda uno de los libros claves de la
peruanidad.

 Historia del Derecho Peruano (1937), volumen inicial de una obra destinada a
servir como texto de sus alumnos de la Facultad de Derecho. Se divide en:
Nociones generales. Época prehispánica. Fuentes de la época colonial.

 Literatura inca (1938), introducción histórica y antología en la Biblioteca de


Cultura Peruana dirigida por Ventura García Calderón.
 La promesa de la vida peruana (1943 y aumentada en 1958), ensayo en donde
sostiene la tesis de que los americanos se lanzaron a la Independencia no en
nombre de reivindicaciones menudas, sino movidos por la promesa de una vida
mejor, guiados por la esperanza de que viviendo libres cumplirían su destino
colectivo.

 El conde de Lemos y su tiempo (1945), biografía del virrey del Perú Conde de
Lemos y a la vez una descripción política, social y económica del Perú del siglo
XVII.

 Meditaciones sobre el destino histórico del Perú (1947), compilación de ensayos


publicados a partir de 1937 y que constituye: “un esfuerzo para comprender el
Perú en su aspecto más fértil, en su voluntad de camino, en su misión y en su
esperanza”. Entre dichos ensayos destaca “La promesa de la vida peruana”.

 Chile, Perú y Bolivia independientes (1948), tomo XXV de la Historia de


América y de los pueblos americanos dirigida por Antonio Ballesteros y Beretta.
Allí traza la historia de las tres repúblicas desde la independencia hasta 1943.

 Fundamentos de la historia del Derecho (1956), donde analiza la teoría y


técnica de la historia del derecho, el alcance del derecho en el tiempo y las
características de la evolución jurídica peruana.

 El Perú en la cronología universal, 1776-1801 (1957), en colaboración con María


Isabel Pastor.

 Infancia en Tacna (1959)

 Materiales para otra morada (1960), "ensayos sobre temas de educación y


cultura".

 Historia de la Cámara de Comercio de Lima (1963), "desde su fundación hasta


1938" y el estudio sobre los años posteriores por Rómulo Ferrero.

 En la Biblioteca Nacional. Ante el problema de las elite (1968).

 Introducción a las bases documentales para la Historia de la República del


Perú, con algunas reflexiones (2 vols., más 1 fasc. de índices, 1971), exégesis de
su propia Historia de la República, con aclaraciones y orientaciones ajustadas a
las inquietudes últimas

 El azar en la historia y sus límites (1971), con un apéndice sobre "la serie de
probabilidades dentro de la emancipación peruana", donde incursiona sobre ese
aspecto de la teoría de la historia, afirmando que solo existe un azar relativo y
nunca absoluto.
 La vida y la historia (1975, y aumentada en 1981), ensayos sobre personas,
lugares y problemas. Narra los recuerdos de su infancia y juventud, y otros
aspectos de sus memorias.

 Apertura (1978), selección de textos sobre temas de historia, educación, cultura


y política, recopilados por Patricio Ricketts Rey de Castro

 Elecciones y centralismo en el Perú (1980), "apuntes para un esquema


histórico".

 Sultanismo, corrupción y dependencia en el Perú republicano (póstumo, 1981),


ensayo.

 Aparte de todo ello, su monumental Historia de la República del Perú


(inicialmente editada en un volumen en 1939, fue sucesivamente modificada y
ampliada hasta alcanzar en la sexta edición, 1968-1969, 16 volúmenes más 1
tomo de bibliografía general) ha sido considerada, con razón, la obra más
relevante de la historiografía peruana del siglo XX. La obra ha continuado
reeditándose después de la muerte del gran maestro.

[editar] Premios y reconocimientos

 Premio "Rafael Heliodoro Valle" que le fuera otorgado en México en 1977.

 Premio Nacional de Cultura en el área de Ciencias Humanas, correspondiente


a 1975

Ministro de Educación, Ramón Miranda Ampuero, entrega Premio Nacional de


Cultura 1975 a Jorge Basadre

 En 1965 recibió la conderación"Palmas Magisteriales"en el grado de Amauta.

Víctor Raúl Haya de la Torre

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Víctor Raúl Haya de la Torre

Fundador y líder histórico del APRA.

Líder del Partido Aprista Peruano

20 de setiembre de 1930 – 2 de agosto de 1979

1º Secretario General del Partido Aprista


Peruano

1930 – 1931

Predecesor Cargo Creado


Sucesor Carlos Manuel Cox Roose

Presidente de la Asamblea Constituyente de


la República del Perú

28 de julio de 1978 – 2 de agosto de 1979

Sucesor Luis Alberto Sánchez

Diputado Constituyente de la República del


Perú

28 de julio de 1978 – 2 de agosto de 1979

Datos personales

Nacimiento 22 de febrero de 1895


Perú

La Libertad,Trujillo

Fallecimiento 2 de agosto de 1979


84 años
Perú, Lima

Partido Partido Aprista Peruano

Otras afiliaciones Internacional Socialista


políticas

Profesión Abogado
Economista
Antropologo

Alma máter Universidad Nacional de


Trujillo
Universidad Mayor de
San Marcos
Universidad de Oxford

Residencia Perú, Trujillo


Perú, Lima
México, México DF
Francia, París

Víctor Raúl Haya de la Torre (* Trujillo, 22 de febrero de 1895 - † Lima, 2 de agosto


de 1979) fue un pensador y político peruano. Fundador de la Alianza Popular
Revolucionaria Americana y líder histórico del Partido Aprista Peruano, el más
longevo y el de mayor consistencia orgánica de la política del Perú. Es reconocido como
uno de los más importantes ideólogos políticos de Latinoamérica y figura clave, junto a
José Carlos Mariátegui, para la formación de los partidos políticos de masas en el
Perú. Haya de la Torre es uno de los representantes más destacados del Grupo Norte
que surgiera en la primera mitad del siglo XX en la ciudad de Trujillo.

Índice

[ocultar]

 1 Biografía

o 1.1 Primeros años

o 1.2 Vida política

o 1.3 Vida privada

o 1.4 Deceso

 2 Pensamiento

 3 Obras
 4 Legado

 5 Véase también

 6 Referencias

 7 Bibliografía

 8 Enlaces externos

[editar] Biografía

[editar] Primeros años

Bandera de Indoamérica.

Casa donde nació Víctor Raúl haya de la Torre en Trujillo (Perú); actualmente en ella
funciona el centro cultural y museo que lleva su nombre.

Víctor Raúl Haya de la Torre nació en Trujillo, fue hijo de los también trujillanos Zoila
Victoria de la Torre y de Cárdenas, y Raúl Edmundo Haya y de Cárdenas, que eran
además primos.1 Se conmemora su nacimiento como el Día de la Fraternidad .
Haya estudió su primaria y secundaria en el Colegio de San Carlos y San Marcelo de
Trujillo. Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo, donde
se hizo buen amigo del destacado poeta César Vallejo en el curso de literatura; ambos,
junto con otros estudiantes y bajo la conducción de Antenor Orrego y José Eulogio
Garrido, integraron la llamada "bohemia trujillana", grupo intelectual que después fue
bautizado como el Grupo Norte. Posteriormente, prosiguió sus estudios en la
Universidad Mayor de San Marcos de Lima. En 1917 conoció al político y literato
Manuel González Prada y se convirtió en asiduo visitante de su casa2 desarrollando
inquietudes políticas derivadas del radicalismo de dicho intelectual. En 1918 fue uno
de los que cargó su ataúd.

En enero de 1919 participó en la lucha por el establecimiento de las ocho horas de


trabajo; y, en octubre de ese año, fue elegido presidente de la Federación de
Estudiantes del Perú, apoyando la asunción al poder de Augusto B. Leguía; sin
embargo, más tarde emprendió numerosas protestas contra el gobierno. Estuvo
vinculado con todas los sectores de la sociedad. Encabezó movimientos a favor de la
reforma universitaria en el Perú y las organizaciones obreras. Participó en el primer
Congreso Nacional de Estudiantes, realizado en el Cusco (marzo de 1920), donde se
aprobó el proyecto de creación de las “universidades populares”,3 que en 1922 tomaron
cuerpo con el nombre de “González Prada”.

Una de los más significativas protestas que encabezó entonces fue la campaña de
oposición a la proyectada consagración oficial del país al Corazón de Jesús; durante la
protesta callejera murieron un estudiante y un obrero (23 de mayo de 1923), lo que se
convirtió en símbolo de la unidad obrero-estudiantil. La ceremonia de consagración fue
suspendida por el arzobispo de Lima Emilio Lisson. Luego, Haya editó la revista
radical obrero-estudiantil Claridad, en colaboración con José Carlos Mariátegui, como
“organo de la juventud libre del Perú” y de las universidades populares. En octubre de
1923, cuando era profesor del colegio limeño Anglo-Peruano (hoy Colegio San Andrés)
fue apresado y recluido en el penal de El Frontón, donde se declara en huelga de
hambre; a seis días de la huelga es deportado a Panamá.

[editar] Vida política

Haya de la Torre, se traslada desde Panamá a México, donde tiene cercano contacto
con la Revolución mexicana y con Diego Rivera[cita requerida]. Es en Ciudad de México
donde, el 7 de mayo de 1924, funda la Alianza Popular Revolucionaria Americana.
Como se deduce de su nombre, la opción política inicial de Haya de la Torre buscaba
consolidarse en un proyecto para toda la llamada Indoamérica. Ese mismo año, viaja a
Rusia invitado por el ministro de Educación, donde se ve en contacto con la Revolución
rusa. Desde México, fue también a Costa Rica y Alemania. Entre los años 1926-1927
estudió Economía en London School of Economics and Political Science y luego
Antropología en la Universidad de Oxford, en la que luego sería profesor en 1964.
Se dedicó íntegramente a formar un gran movimiento que pudiera representar a las
masas excluídas de la "América India". Inicialmente, la Alianza tiene comités en
Buenos Aires, Ciudad de México y La Paz. El Apra nació como una fuerza
eminentemente antioligárquica y antiimperialista. Estuvo tempranamente ligado al
marxismo pero discrepaba claramente de José Carlos Mariátegui al plantear el diálogo
con el imperialismo capitalista. La ruptura entre ambos políticos es definitiva en 1928,
cuando Mariátegui funda el Partido Socialista Peruano.

Luego de haber vivido en el exilio como consecuencia de su lucha en contra del Oncenio
de Leguía, Haya de la Torre volvió al Perú. Llegó primero a Talara, fue recibido en su
ciudad natal y finalmente ingresó a Lima. Fue postulado como candidato presidencial
en las elecciones generales de 1931 por el entonces joven Partido Nacionalista
Libertador que cambió de nombre a Partido Aprista Peruano. La campaña aprista
introdujo medios nunca antes vistos en las elecciones en el Perú: pintas callejeras en
todas las ciudades del país; candidatos llamados por sus nombres -"Víctor Raúl", "Luis
Alberto", etcétera-; inclusión de los no votantes -JAP(Juventud Aprista), CHAP(Chicos
Apristas)-; himno propio, que sobreponía la letra a la música de la Marsellesa francesa
-la Marsellesa aprista-; una bandera para el partido que identificara a los partidarios;
partidarios llamados hermanadoramente "compañeros" alzando pañuelos blancos, y el
famoso "seasap" ("Sólo el APRA salvará al Perú"). Se inició dentro del partido una
especie de culto a la figura de Haya, que era a la vez "Víctor Raúl", "el jefe", "el guía" y
"el maestro".

Según el Tribunal Electoral que dirigió esta elección, Víctor Raúl ocupó el segundo
lugar por detrás de Luis Miguel Sánchez Cerro (Unión Revolucionaria); sin embargo,
Haya de la Torre y el APRA nunca reconocieron los resultados oficiales ni al nuevo
gobierno. El gobierno de Sánchez Cerro se mostró autoritario y represivo. Haya de la
Torre fue apresado. Las protestas populares aumentaron por todo el país, Gustavo
Jiménez se declaró presidente en Cajamarca.4 En la ciudad de Trujillo se produjo un
fallido levantamiento armado aprista que desencadenó en enfrentamientos entre el
pueblo y la fuerza armada. La insurrección fue duramente reprimida, cientos de
apristas detenidos y un número indeterminado fue fusilado en las ruinas peruanas de
Chan Chan (en las afueras de Trujillo). La llamada "revolución de Trujillo", como la
conocen los apristas, fue paralela a otros movimientos revolucionarios en diversos
puntos del país[cita requerida]. La Constitución de 1933 proscribía a todo partido
internacional. Basándose en esto e invocando que la nación se encontraba en peligro,
el gobierno declara ilegal al Partido Aprista en 1932. Sin embargo, el Presidente fue
asesinado con varios disparos a quemarropa el 30 de abril de 1933 en el Campo de
Marte de Lima, aparentemente por el aprista Alejandro Mendoza Leyva.4

En las elecciones de 1936, el entonces clandestino APRA apoyó a Luis Antonio


Eguiguren quien resultó electo; sin embargo, el Congreso invalidó la elección por el
apoyo aprista -que en realidad no podía ser comprobado-. Es en 1945 cuando el APRA
vuelve a la legalidad al participar en la coalición del Frente Democrático Nacional de
Haya de la Torre, Óscar R. Benavides y José Luis Bustamante y Rivero, encabezada
por este último quien se convirtió en Presidente Constitucional de la República.
Gracias a la mayoría, Haya y el APRA controlaban la bancada del Frente y el
Legislativo en su conjunto; desde allí, lograron aprobar diversas medidas justas para
el pueblo peruano pero también entorpecieron el reformismo del gobierno.5 Hicieron
vigorosa presión para lograr sus objetivos, provocando la desestabilización del régimen
y una etapa de desgobierno y anarquía que puso en jaque al régimen. Ante esto, la
bancada oficialista no aprista inasistió al Legislativo provocando su receso. Se
produjeron levantamientos en todo el país, incluyendo el aprista realizado en el Callao.
Bustamante se vio obligado a gobernar mediante decretos leyes y a proscribir
nuevamente al APRA. Finalmente, todo esto desembocó en el golpe de Manuel A.
Odría, digitado por el poder económico, y la represión subyacente. Haya de la Torre fue
perseguido y Bustamante, deportado. Haya se refugió en la embajada de Colombia en
Lima en la que estuvo cinco años asilado puesto que la dictadura odriísta se negaba a
otorgar el salvoconducto para que saliera del país.

En 1954, Haya es autorizado a salir del Perú gracias a la presión internacional -era
amigo de diversos personajes, como Albert Einstein6 -, y publica un artículo en la
revista Life donde empieza a esbozar el "antiimperialismo democrático sin imperio".
Es en ese momento, según algunos analistas, que el Apra abandona sus banderas
primigenias y tiene un viraje conservador.7 Recién en 1956, los tres principales
candidatos presidenciales aseguraban la vuelta a la legalidad de su partido; en virtud
de este ofrecimiento, Haya de la Torre apoyó inicialmente a Hernando de Lavalle y
más tarde al vencedor Manuel Prado y Ugarteche, símbolo del poder económico. Fue
cuando el país vivió una megacoalición que sustentó al gobierno pradista: el mismo
Manuel Prado y Ugarteche, Víctor Raúl Haya de la Torre, Manuel A. Odría, Pedro G.
Beltrán, Eudocio Ravines y Julio de la Piedra. Fue, pues, "un régimen al cual ha
sostenido con probada lealtad y decisión el Partido Aprista Peruano8 " (Haya, 1962).
Con ello, Haya y su partido -en sus inicios claramente antioligárquicos- sustentaron
así, un régimen claramente oligárquico7 } probablemente con la esperanza de llegar al
poder por vía legal y ya en ejercicio de este, hacer las reformas convenientes. Años más
tarde, consultado por Julio Cotler sobre el asunto, Haya respondió que "había juzgado
mal la situación y que pensó que la oligarquía tenía más fuerza de la que realmente
tenía".9 5

En las elecciones generales de 1962 se lanzó por segunda vez como candidato
presidencial, esta vez por la "Alianza Democrática", que agrupaba al Partido Aprista -
el viejo partido de izquierda- con el Movimiento Democrático Pradista -que
representaba a los mayores sectores del poder económico. Haya obtuvo 558,237 votos
frente a los 534,824 de Fernando Belaúnde Terry (Acción Popular) y a los 48,404 del ex
presidente Manuel Odría (Unión Nacional Odriísta); sin embargo, el proceso ha sido
tildado de oscuro y cuestionable.10 Como no obtuvo el porcentaje necesario para ser
proclamado presidente, la elección iba a ser decidida por el Congreso a instalarse el 28
de julio, tal y como lo establecía la Constitución de 1933. Aparentemente, las Fuerzas
Armadas del Perú temían que Haya llegara al poder y acudieron a Palacio para
informar de su contrariedad; informado de esto por el presidente Prado,8 Haya habría
tratado de efectuar un alianza con Fernando Belaúnde pero llegaron a un puerto
muerto, con lo que sólo pudo consolidar una con Manuel A. Odría por la que cedería los
votos apristas al odrísmo.11 Las Fuerzas Armadas denunciaron fraude en diez
departamentos y se pronunciaron también en contra del virtual presidente Odría (y no
contra Haya, según posición del historiador Percy Cayo Córdoba10 ). Finalmente, el 18
de julio se produjo el primer golpe institucional de las FF.AA., encabezado por el Gral.
Ricardo Pérez Godoy, que derroca el gobierno de Manuel Prado y Ugarteche, declara
nulas las elecciones e instala una junta militar de gobierno. El golpe fue respaldado
por Acción Popular y tardíamente por el APRA. Ya en las elecciones generales de 1963,
ganó Fernando Belaúnde Terry con 39% frente al 34% de Haya.

Bandera del APRA.

Durante los años del gobierno de Belaúnde, Haya y su partido se mantuvieron en la


oposición junto a Manuel Odría, formando la coalición APRA-UNO, la que por su
número controlaba el Legislativo y se oponía fuertemente al reformismo belaundista.5
Se opusieron a las medidas propuestas por el gobierno, provocando que la primera ley
reforma agraria tuviese un alcance mínimo: el Parlamento declaró inafectables las
explotaciones 'eficientes' y dedicadas a los cultivos de exportación, decidió que las
afectaciones en las áreas atrazadas fueran supervisadas por una oficina del Legislativo
y recortó sistemáticamente los recursos destinados a los bonos gubernamentales de
pago por las expropiaciones; la primera Reforma Agraria sólo expropió el 3% de las
tierras expropiables y benefició sólo a 13 500 familias.7 Asimismo, el Congreso
Nacional de mayoría APRO-odriísta, censuró seis gabinetes y casi cien ministros del
gobierno de Fernando Belaunde.12

Tras la llegada del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, los partidos políticos -
entre ellos el APRA- son proscritos y perseguidas sus bases populares. No obstante, en
1970, en el Día de la Fraternidad, reclamó la paternidad intelectual de las reformas
que realizaban los militares, protestando porque estos no reconocían la deuda
intelectual que le tenían: "Debemos estar insatisfechos porque no es manera,
aceleradamente y furtivamente, de llevar esas ideas adelante y de esconderlas, sobre
todo ocultando su origen y procedencia".13

Haya de la Torre encabezó la presión popular ejercida contra el gobierno de Francisco


Morales Bermúdez para que los militares volvieran a sus cuarteles y se restituyera la
democracia. Una Asamblea Constituyente había sido anunciada el 28 de julio de 1976
pero las elecciones recién se realizan en 1978. El Partido Aprista tuvo la primera
mayoría, seguido del Partido Popular Cristiano. Haya de la Torre fue elegido con la
más alta votación como diputado constituyente y fue designado unánimemente[cita
requerida] para ejercer la presidencia de la Asamblea Constituyente. En un acto simbólico,

su sueldo por el ejercicio del cargo fue de solo 1 sol de oro[cita requerida]. El mismo día de la
instalación de la asamblea, Haya de la Torre marcó su clara independencia con
respecto al régimen militar:

"Esta Asamblea encarna el Poder Constituyente y el Poder Constituyente es la


expresión suprema del pueblo como tal, y el primer Poder del Estado. Este Poder no
admite condicionamientos, limitaciones ni parámetros; no reconoce poderes por encima
de ella misma porque es fruto indiscutido y legítimo de la soberanía popular. En un día
como hoy, hace 157 años, el Perú declaró su independencia fundándose en la voluntad
general de los pueblos; el 28 de julio de 1978, fundándose en esa misma voluntad
general de los pueblos claramente expresada en las eleccioens de junio, sin más
limitaciones que las que ella misma quiera darse, se proclama libre y autónoma. (...)
Es obvio que la búsqueda de armonías y coincidencias que ofrezcan al texto
constitucional un amplio consenso no significa en modo alguno el abandono de
posiciones ideológicas ni de ideas ni programas; es más, una constituyente resulta
palestra natural para la confrontación de posiciones, un planteamiento político de
diversos caminos; una constituyente no legisla no legisla para un partido ni para un
sector, sino para todo el pueblo. (...) si la defectuosa Constitución de 1933, con un
obsoleto estilo y espíritu, es la última constitución del siglo XX; la que se dicte ahora
deberá ser la primera constitución del siglo XXI".14 15

Haya - 28 de julio de 1978

En 1979 Víctor Raúl Haya de la Torre firmó la Constitución de 1979 poco antes de su
deceso.

[editar] Vida privada

Recientemente, ha renacido el interés por desentrañar la vida íntima del patriarca


aprista. Distintas biografías sobre él se han publicado, al igual que dos libros que
escudriñan en su desconocida vida íntima: Las mujeres de Haya/ Ocho historias de
pasión y rebeldía16 de María Luz Díaz Paredes, y Llámalo amor, si quieres17 de Toño
Angulo Daneri.
Angulo ha documentado el testimonio del poeta y peruanista francés André Coyne,
estudioso de César Vallejo y César Moro, discípulo y amigo de Haya. Este, relata que
Haya siempre estaba "rodeado de jóvenes" y solía asistir a "bares de muchachos"(sic),
aunque desconocía si es que "ejercía"(sic).18 Coyne en una reciente visita al país por el
centenario vallejiano confirmó sus declaraciones.19

Por otro lado, Díaz examina las relaciones del líder con las principales mujeres de su
vida. Revisa así, la figura de su madre Zoila de la Torre y la de la hermana de esta,
Ana Lucía. Dice el libro: "En 1907 (Ana Lucía) se casó con el acaudalado industrial
chileno Marcial Acharán Smith. Se dice que el sobrino predilecto (Haya) se molestó con
la noticia. El niño Raulito, ya con 12 años de edad, se había enamorado de su tía".20
Más tarde, se ubica la relación con Anna Billinghurst, que el APRA se ha encargado de
convertir en un noviazgo pero que Díaz describe como un amor platónico que puede
que haya llegado a algo más con esta señora casada. Dice al respecto el mismo libro:
"Anita parecía un trofeo por disputar. Su belleza y su herencia la hacían codiciable y
estaba en boca de todos. Víctor Raúl ya tendría ideas alborotadas en su mente. Estaba
impactado. Para ella, él era solamente un conocido de Andrés, así que se las ingenió
para tratar de acercársele".20 Además, el mencionado libro revisa las supuestas
relaciones del jefe aprista con Emilia González Orbegoso, con Alice Hochler y
Marilucha Garcìa Montero.

[editar] Deceso

Retrato de Víctor Raúl Haya de la Torre en un billete de 50.000 intis.

Victor Raúl Haya de la Torre murió el 2 de agosto de 1979 en la ciudad de Lima. En


sus funerales, estuvieron presentes varios líderes del partido, entre ellos Luis Alberto
Sánchez, Ramiro Prialé, Andrés Townsend, Javier Valle Riestra y Armando
Villanueva, así como una amplia multitud[cita requerida]. Fue enterrado en el Cementerio
General de Miraflores de la ciudad de Trujillo. Su ataúd reposa debajo de una gran
roca con la frase "Aquí yace la luz".

[editar] Pensamiento

Haya de la Torre corresponde a uno de los procesos ideológicos más particulares,


evolutivos y complejos de la historia del Perú. El conjunto de sus escritos,
pronunciamientos y posiciones hacen de él un personaje cuya visión singular de la
história aún cuando este mismo pueda resultar, como muchas de la propuestas
políticas, polemica. En términos generales Haya aplicó el materialismo histórico a la
revisión de la historia y condiciones objetivas de Latinoamérica, deduciendo de ello
una teoría original de la acción política para conducir dichas sociedades hacia el
socialismo; en el plano teórico su pensamiento, aunque marxista, resultará diferente y
aún contrario del leninismo ortodoxo respecto a la estrategia socialista en sociedades
coloniales o periféricas.

Haya postula que el imperialismo es la máxima expresión del capitalismo, que es, a su
vez, el modo de producción económica superior a todo lo que el mundo conocía. En
virtud de lo cual, concluye que el capitalismo es una fase inevitable en el proceso de
civilización contemporáneo. El capitalismo, según Haya de la Torre, no será eterno y
tiene contradicciones dentro de sí que terminarán finalmente con él pero, para que eso
suceda, debe evolucionar completamente, esto es, existir y madurar. El proletariado de
los atrasados países latinoamericanos es demasiado joven como para hacer la gran
revolución que supere al capitalismo.

Sigue indicando que el imperialismo es la última fase del capitalismo en los países
desarrollados, pero en los subdesarrollados, como los es el Perú, es la primera fase. En
estos países, no se trata de una etapa de industrialización avanzada sino de
explotación de materias primas, porque es el tipo de producción que le interesa hacer
allí al mundo desarrollado del que vienen los capitales imperialistas; no a los
ciudadanos de estos países. Por esta causa, dice, su desarrollo inicial es lento e
incompleto. De esta manera, el problema de la América es político: cómo emanciparse
del yugo del imperialismo sin retrasar su progreso. En tanto se trata de América y no
de Europa, en tanto llegó al capitalismo por el imperialismo, tiene que adoptar una
aptitud de enfrentamiento del problema que sea propia.

Víctor Raúl estima que serán las tres clases oprimidas por el imperialismo las que
harán avanzar esta etapa de la sociedad: el proletariado industrial joven, el
campesinado y las clases medias empobrecidas. Con la alianza de estas clases en el
poder, el Estado ya no será instrumento del imperialismo sino defensor de las clases
que represente. Así, tomarán de los países desarrollados lo que les interese y
negociarán con estos de igual a igual, no sometidos, porque se necesitan mutuamente.

Haya de la Torre tiene una visión americanista de hacer política. Cree que lo que el
llama "Indoamérica", tiene que integrarse y luchar en conjunto para avanzar. Por ello
su partido tiene un nombre en el que figura el concepto de alianza americana. En
síntesis, dice que hay que crear la resistencia antiimperialista en América y darle
forma de organización política. Esto es lo que Haya considera que debe ser el Apra.

En la actualidad las reinterpretaciones y análisis del "hayismo" desde dentro y fuera


del Partido Aprista son cada vez mayores. Obviamente, la obra reciente más destacada
sobre el asunto corresponde a la autoría del actual líder del PAP y actual Presidente
del Perú, Alan García Pérez. García ha publicado recientemente La revolución
constructiva del aprismo/ Teoría y práctica de la modernidad (Lima, 2008); el libro
esboza una historia ideológica del APRA con vistas a explicar la actual perspectiva del
aprismo de este tiempo y su expresion gubernamental. La obra pretende mostrar a un
Haya de la Torre concurrente con un proceso de maduración intelectual y política;
explica, además, que durante el período 1970-1990, el Apra "resultó más velasquista
que hayista".21 García dice que su partido cometió un error al interpretar la revolución
militar como la "realización de lo que había propuesto el Apra desde 1931", lo que los
habría llevado a que "adoptaran como propias las estatizaciones, el modelo colectivista
en la agricultura y el manejo estatal del comercio de muchos servicios y bienes", lo que
eran conceptos "totalmente ajenos a la ideología de Haya y su trabajo dialéctico".21 La
tesis de García ha sido rebatida, o por lo menos discutida, por diversos intelectuales
peruanos como Hugo Neira,22 Sinesio López,22 Nelson Manrique23 y Martín Tanaka.5

[editar] Obras

 El Antiimperialismo y el Apra (1936)24

 Por la emancipación de América Latina

 La Defensa Continental

 Mensaje de la Europa Nórdica

 Ex Combatientes y Desocupados

 Espacio Tiempo Histórico

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