Sección: 683 La Antropología como disciplina científica:
Que es la antropología, su origen y evolución y las ramas que
la componen. La antropología es desde una perspectiva holística (el estudio del ser humanointegral), que toma en cuenta tanto sus rasgos más físicos y animales, como los que componen su cultura y su civilización. Su nombre proviene de los vocablos griegos anthropos, “hombre”, y logos, “conocimiento”, de modo que se la puede definir como el estudio de la humanidad. La antropología es una ciencia muy cercana a otros campos del saber científico-social, como la sociología o la psicología, a los que acude a menudo en busca de herramientas. También se vincula con otras ciencias naturales, como la biología, ya que su abordaje de la humanidad es mucho más complejo y requiere de una mirada tanto social, como biologicista. La antropología en tanto ciencia formal es relativamente reciente. Sin embargo, el interés por las diferentes manifestaciones culturales y sociales existe desde tiempos antiguos y ancestrales. Incluso las civilizaciones expansivas e imperiales de la Antigüedad Clásica se interesaron por comprender qué es lo que nos hace humanos y cómo se alcanzó la diversidad cultural y social. Pensadores griegos como Hipócrates (460-377 a. C.) o Aristóteles (384-322 a. C.) dejaron importantes anotaciones respecto a la diversidad humana y propusieron modos de abordar esta temática, que podían tomar en cuenta ciertos rasgos físicos como el tamaño y la forma del cráneo, por ejemplo. Recién el explorador Francois Auguste Péron (1775-1810) empleó por primera vez la palabra “antropología”, con su sentido moderno. Lo hizo durante su paso por Australia, y como parte de su obra Voyage de découvertes aux Terres Australes (“Viaje de descubrimientos por las tierras australes”), en la que registró muchos datos sobre los aborígenes de Tasmania, que poco después fueron exterminados por los colonos europeos. En esa época, Europa había iniciado su expansión colonial por el globo entero, encontrándose con numerosas culturas diferentes a las que estudió con ojo crítico y espíritu naturalista, como si de animales se tratara. De allí nació la etnografía y se sentaron las bases para el posterior surgimiento de la antropología, durante el siglo XIX. La aparición de la Teoría evolucionista y del método científico, además, contribuyó a la idea de que una ciencia de las sociedades del ser humano era posible, en esos mismos términos. Así, la antropología pudo iniciar su independencia del conjunto de la Historia natural (hoy biología). Esa primera mirada antropológica y etnológica estaba fuertemente influenciada por el positivismo y por la idea de identidad nacional, es conocida como el Modelo antropológico clásico. A mediados del siglo XX (alrededor de 1960) fue abandonada en favor de un nuevo modelo que abría el campo de la antropología a nuevas experiencias y consideraciones sociales. Ramas: Antropología física. Sus principales ramas son: Antropología forense. Dedicada a la identificación y al estudio de los restos humanos esqueléticos o preservados, para obtener conclusiones respecto a las condiciones de vida del sujeto fallecido y, por ende, de sus orígenes, cuando no de su motivo de muerte. Antropología genética. Cuyo campo de estudio es la evolución de los homínidos y especies vecinas, a través de la comprensión del ADN. Paleoantropología. También llamada paleontología humana, se dedica al estudio de la humanidad primitiva y sus procesos de evolución, a partir de los restos fósiles y arqueológicos hallados hoy en día. Antropología sociocultural. Sus principales ramas son: Antropología urbana. Centrada en el estudio de la vida en las ciudades y de sus fenómenos propios, como la pobreza, la marginalidad, las clases sociales, etc. Antropología de la religión. Cuyo campo de estudio se centra en las grandes tradiciones religiosas, sean cultos, iglesias, tradiciones místicas, etc. Antropología filosófica. Que como su nombre sugiere se centra en la reflexión en torno a lo que el ser humano es, echando mano a la información respecto a su historia, su naturaleza, etc. Antropología económica. Cuyo principal campo de interés es la producción, el comercio y las finanzas, entendido todo como una actividad exclusivamente humana y profundamente determinante en nuestra historia y nuestros modos de socializar. Arqueología. Sus principales ramas son: Arqueoastronomía. Fruto de la convivencia de ambas disciplinas, se especializa en el estudio de las teorías astronómicas y cosmológicas de las culturas antiguas, a juzgar por los restos hallados de observatorios y calendarios. Arqueología subacuática. Encargada de adaptar a los entornos acuáticos (lagos, océanos, ríos) el ejercicio de la arqueología. Antropología evolucionista. Consistente en una mirada interdisciplinaria al origen de los modos de socialización y de las facciones físicas humanas, a partir de las evidencias arqueológicas. El conocimiento en Ciencias Sociales. Condicionamiento y contextualización socio histórica. Complejidad y multidimensionalidad de los hechos sociales. Las Ciencias Sociales son un conjunto de disciplinas que estudian fenómenos relacionados con la realidad del ser humano. La Economía, la Sociología, la Ciencia Política, la Antropología, la Geografía, la Historia, entre otras, centran su atención en las dimensiones individual y colectiva de la existencia: Lo social, entendido en sentido total, se caracteriza por su: diversidad, complejidad, variabilidad e inmaterialidad. Lo social se ocupa de múltiples aspectos de la acción humana y a su vez de las relaciones que entre ellos existen y de sus continuas fluctuaciones. Esos aspectos y sus relaciones de interdependencia acaban fabricando un ente inmaterial que es eso que denominamos (convencionalmente) lo social y que ampara al mismo tiempo al ser individual y sus múltiples creaciones en colectividad. (Prats y Fernández, 2017:101). En las Ciencias Sociales los supuestos más importantes son los referidos a las concepciones de la naturaleza humana y la sociedad. Estos supuestos van a intervenir en la selección de los hechos a analizar, pudiendo potencialmente producirse desde el comienzo una deformación del contexto empírico. Según Schaff (1971) el condicionamiento del conocimiento no obliga a negar la objetividad, sino a pensarla como relativa y no absoluta. El sujeto cognoscente tiene una parte activa en el proceso de conocimiento, pero sus fuentes no son individuales sino sociales. Si nos situamos en otro nivel, podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Podemos hablar rigurosamente de una ciencia en general? ¿Es posible encontrar en las prácticas científicas una base metodológica común en su proceso de sistematización de la realidad? ¿Podemos pensar a la ciencia como una unidad homogénea de una totalidad indiferenciada? Por un lado las prácticas científicas no se pueden homogeneizar porque: -Cada disciplina tiene una particular relación con su objeto de estudio. - Cada disciplina ha tenido un desarrollo dialéctico desigual de acuerdo al tipo de incidencia del objeto en su práctica científica. Dentro del campo de las ciencias se producen momentos en que un marco teórico metodológico es cambiado por otro. Esto no ocurre al azar, sino que responde a nuevos datos de la realidad que se manifiestan y el protocolo ordinario no puede dar cuenta de nuevos hechos emergentes en la relación práctica/objeto. Cada disciplina tramitará estos sucesos de manera particular. Como cuestión interesante, esos momentos de crisis explicativa de las ciencias pueden ser ocasión del surgimiento de nuevos temas y problemas, hipótesis y teorías, generalmente llevadas adelante por científicas jóvenes que en condiciones de “ciencia normal” están supeditados a la corriente hegemónica de definición de qué estudiar o investigar, quiénes han de hacerlo (los “científicos consagrados” en el campo) y qué cuestiones e investigadores serán subsidiados económicamente para realizar Antropología: antecedentes y constitución. La situación colonial. Procesos históricos y desarrollo de la disciplina. “Occidente” y la categoría de “Otro cultural”. Durante el siglo XIX, la llamada entonces «antropología general» incluía un amplísimo espectro de intereses, desde la paleontología del cuaternario al folclor europeo, pasando por el estudio comparado de los pueblos aborígenes. Fue por ello una rama de la Historia Natural y del historicismo cultural alemán que se propuso el estudio científico de la historia de la diversidad humana. Tras la aparición de los modelos evolucionistas y el desarrollo del método científico en las ciencias naturales, muchos autores pensaron que los fenómenos históricos también seguirían pautas deducibles por observación. El desarrollo inicial de la antropología como disciplina más o menos autónoma del conjunto de las Ciencias Naturales coincide con el auge del pensamiento ilustrado y posteriormente del positivismo que elevaba la razón como una capacidad distintiva de los seres humanos. Su desarrollo se pudo vincular muy pronto a los intereses del colonialismo europeo derivado de la Revolución industrial. Por razones que tienen que ver con el proyecto de la New Republic, y sobre todo con el problema de la gestión de los asuntos indios, la antropología de campo empezó a tener bases profesionales en Estados Unidos en el último tercio del s. XIX, a partir del Bureau of American Ethnology y de la Smithsonian Institution. El antropólogo alemán Franz Boas, inicialmente vinculado a este tipo de tarea, institucionalizó académica y profesionalmente la Antropología en Estados Unidos. En la Gran Bretaña victoriana, Edward Burnett Tylor y posteriormente autores como William Rivers y más tarde Bronisław Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown desarrollaron un modelo profesionalizado de Antropología académica. Lo mismo sucedió en Alemania antes de 1918. En todas las potencias coloniales de principios de siglo hay esbozos de profesionalización de la Antropología que no acabaron de cuajar hasta después de la II Guerra Mundial. En el caso de España puede citarse a Caro Baroja y a diversos africanistas y arabistas que estudiaron las culturas del Norte de África. En todos los países occidentales se incorporó el modelo profesional de la Antropología anglosajona.