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Mitroff Ian Co Mo Pensar Con Claridad 146706 Downloable 2588233
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107 pag.
IAN MITROFF
Problemas, no ejercicios
Será un lugar común decir que en el mundo de hoy afrontamos cuestiones de una
complejidad sin precedentes. Será también cosa trillada afirmar que nuestro sistema
educativo no está preparando a los estudiantes para que adquieran las habilidades de
pensamiento creativo a alto nivel que tales cuestiones exigen. Pero, sea de ello lo que
fuere, preciso es reconocer que en su mayor parte nuestro sistema educativo, de arriba
abajo, lo que hace más que todo es entrenarlos para realizar ejercicios empacados de
antemano, enlatados, en lugar de educarlos para hacer frente a problemas complejos. Y
los ejercicios enlatados no son sólo para estudiantes sino también, con mucha
frecuencia, para los maestros, los ciudadanos en general y las organizaciones.
¿Por qué tiene este enfoque nuestro sistema educativo? Como lo dijo muy
acertadamente John Dewey hace muchos años, “la sociedad occidental está
generalmente obsesionada con «la busca de la certeza»” Como método de instrucción,
~.
para no decir como modelo de conocimientos, los ejercicios enlatados no habrían podido
perdurar tanto tiempo si no hubieran servido para satisfacer una necesidad social
fundamental: reducir la angustia que produce un mundo de extrema incertidumbre.
Por otra parte, los problemas del mundo real tienen que plantearse correctamente
para que sea posible resolverlos. Este libro introduce al lector en el arte de formular
problemas, no de resolver ejercicios enlatados. Enseña a hacer frente a la incertidumbre,
no a huir de ella. Enseña una de las habilidades más importantes y más vitales de todas:
La primera parte del libro trata muy detalladamente sobre el pensamiento crítico.
Hace un estudio preliminar de los cinco errores comunes que cometen los individuos y las
organizaciones al formular los problemas y cómo evitarlos. La segunda parte destina un
capítulo a cada uno de esos cinco errores y las estrategias para evitarlos. La tercera
parte, con base en los conceptos desarrollados en la segunda, examina cómo pueden las
organizaciones crear y dirigir equipos mejor preparados para formular correctamente los
problemas.
las instituciones. La suerte de todas las sociedades modernas depende cada vez menos
y menos de los que pueden resolver problemas enlatados, y más y más de los líderes —
los que piensan críticamente o con claridad en el mejor sentido del término los que son
—,
capaces de definir, y luego redefinir, los problemas infernalmente difíciles que asedian a
la humanidad.
Ian Mitroff
En el capítulo 2 se introducen las cinco categorías básicas del error de resolver con
precisión un problema que no es el verdadero, a saber:
5. No pensar sistemáticamente.
Se introducen también estrategias para evitar estos errores y con ello maneras de
formular correctamente los problemas.
Por definición, una moda es pasajera; es un “uso, modo o costumbre que está en
boga durante algún tiempo”.
Hasta donde yo sé, no hay sino una manera real y consecuente de no dejarse
embaucar con novedades: el ejercicio constante del pensar con claridad o críticamente.
Esta necesidad nunca había sido tan grande. Si pensar con claridad nunca ha sido un
lujo, en el mundo de hoy es una necesidad absoluta.
Los que son aptos para ello saben cómo entenderse con las cuestiones difíciles,
Hay un dicho muy sabio según el cual “el que controla la definición de un problema
controla su solución”. Igualmente sabias son estas observaciones: “un problema bien
planteado ya está medio resuelto”; “la primera definición de un problema importante casi
siempre es equivocada”; y “no fiarse nunca de una definición única de un problema
importante”.
Si damos por sabido que el problema es cómo satisfacer el deseo, y que el Club
Safari Internacional es el medio disponible más eficiente para resolverlo, entonces la
decisión combinada de satisfacer el deseo y de valerse de ese club es un ejemplo
perfecto de resolver con precisión un problema que no es el verdadero, y de la manera
más eficiente posible. Es decir, si aceptamos que el Club Safari Internacional es “el medio
Este cuento ilustra también una cuestión más de fondo: los problemas no nos caen
del cielo formulados de antemano. Los de verdad, a diferencia de los ejercicios que se
encuentran al final de la mayoría de los libros de texto, no se nos dan: tenemos que
extraerlos, a veces con mucha dificultad, de situaciones enredadas y complejas, razón
por la cual, para poder resolver un problema, primero tenemos que formularlo. Y antes de
poderlo formular tenemos que conocer la diferencia entre los tipos de problemas que nos
han enseñado a resolver en las escuelas (los que yo llamo ejercicios) y los verdaderos
problemas humanos.
Puesto que los problemas, a diferencia de los ejercicios, tienen más de una manera
de plantearlos, o formularlos, también tienen más de una solución. Por ejemplo, en el
caso de la Fundación Make-A wish, si el planteamiento del problema hubiera sido “Cómo
satisfacer el deseo del niño sin violar limitaciones éticas”, tal vez se habría encontrado
una solución distinta. La Fundación pudo haber redefinido el deseo como “dispararle” al
oso no con un rifle sino con una cámara fotográfica, no literalmente matarlo. El problema
habría sido entonces encontrar la manera más eficiente de llevar al niño a Alaska y
Los ejercicios, por el contrario, son a la vez limitados y estructurados. Por limitados
quiero decir que las soluciones posibles son limitadas en numero. Por estructurado
entiendo que el ejercicio está planteado sin ambigüedad en el lenguaje preciso del
álgebra. Así, “x + 6 11; encontrar x no es un problema. Es un ejercicio porque está dado y
=
Hacer preguntas básicas y cuestionar supuestos cruciales son parte del proceso de
resolver problemas. Además, este proceso tiene cuatro pasos distintos:
2. Formular el problema.
3. Derivar la solución.
4. Implementar la solución.
Todos los cuatro pasos son igualmente importantes. En general la formulación del
problema ha merecido poca atención, de donde proviene nuestra relativa ignorancia al
respecto, razón por la cual este libro se dedica casi exclusivamente a ese paso del
proceso. Por el contrario, nuestro actual sistema educativo concede énfasis extraordinario
al tercer paso: derivar la solución correcta para un problema dado o formulado de
antemano, que es lo que yo llamo un ejercicio. Sin embargo, según la manera como se
definan, cada uno de estos pasos se puede interpretar corno un aspecto de los otros
pasos. Por ejemplo, cada paso se puede ver como una parte de la formulación inicial del
problema; si en esa formulación inicial no se incluye implementación de la solución, se
puede decir que el problema no se ha definido adecuadamente desde el principio.
Si bien todos los cuatro pasos son cruciales, concentrémonos por el momento en las
recíprocas relaciones entre el segundo y el tercero. Además, vamos a suponer que
implementamos todas las soluciones que derivemos, correctas o no. La figura 1-1
muestra las cuatro combinaciones de formulación del problema y derivación de
soluciones.
Como este libro debe ser práctico, cada capítulo contiene un cuestionario para usted y su
organización. Las preguntas son parte integrante del libro; su propósito es ayudar al
lector a asimilar las ideas que él contiene, lo mismo que a aplicarlas a su compañía.
1. Identificar tres o más casos en que usted o su organización resolvieron con precisión
un problema que no era el verdadero. En cada caso, ¿por qué sucedió eso?
2. En retrospectiva, ¿cuál habría sido la formulación correcta del problema y por qué no
se formuló así?
3. ¿Cómo puede ser la reducción de tamaño una formulación equivocada del problema
En primer año de estadística se enseña a los estudiantes que uno puede cometer
dos clases de errores al poner a prueba una hipótesis o al resolver problemas como el
anterior. Un error Tipo 1 proviene de decir más adelante en el curso que hay diferencias
significativas entre los puntajes de lectura de las dos clases cuando no las hay. Un error
Tipo II proviene de decir más adelante en el curso que no hay diferencias significativas
cuando sí las hay. En otras palabras, siempre hay diferencias, por ligeras que sean, entre
dos grupos cualesquiera, dos métodos de enseñanza, etc., pero la pregunta clave que un
investigador tiene que contestar es si esas diferencias son suficientemente grandes para
que sean significativas.
Veamos otro ejemplo. Cuando las compañías farmacéuticas están probando una
droga nueva para ver si es mejor que una vieja, por lo general son mucho más estrictas
con la nueva que con la vieja. La eficacia de la nueva tiene que superar
significativamente la de la droga vieja para que un laboratorio farmacéutico se resuelva a
considerarla realmente superior. Estas empresas prefieren cometer mayores errores Tipo
II que Tipo 1. Están más dispuestas a decir que la nueva droga no es mejor que la vieja,
aun cuando en realidad pueda serlo. Prefieren irse por lo seguro en lugar de adoptar una
estrategia arriesgada de promover drogas o tratamientos nuevos, especialmente si los
viejos “funcionan”, aun en el caso de que la vieja droga se pueda mejorar.
E3 plantea un reto importante a todo el que tenga que resolver problemas: ¿Por qué
dar una solución exacta a un falso problema, cuando una solución aproximada del
problema verdadero puede ser suficiente y aun mejor? En efecto, mucho mejor es una
solución aproximada del problema verdadero, que una solución exacta de un falso proble-
ma. El mundo de los negocios ofrece innumerables ejemplos de errores de este tipo. Por
el momento, veamos tres.
Option Trikaya Grey es una agencia de publicidad de Bombay que tuvo la brillante
idea de explotar el nombre de Adolfo Hitler para promover un nuevo producto de comidas
rápidas, rollos dosas, que son un bocado exquisito en el sur de la India.
Como sucede con tanta frecuencia, un acto inicial dudoso (por no decir otra cosa)
dio lugar a una cadena de argumentos dudosos y luego a más actos dudosos. Tratando
de defender el anuncio y de desviar la atención de su falta de tacto, el corredor de bienes
raíces preguntaba: “¿Habría causado tanto revuelo si el apellido del vendedor hubiera
sido, por ejemplo, Piano, como en la película El piano?” Claro está que no, pero ése es
justamente el punto. El solo hecho de hacer la pregunta es prueba de la confusión de
ideas del que la hacía.
En este caso, la primera parte del problema se formuló correctamente como atraer la
mayor atención posible a una casa en el muy competido mercado de bienes raíces del
sur de California. La segunda parte, en cambio, se formuló incorrectamente como la
busca y utilización de cualquier medio para obtener el resultado deseado. El no apreciar
lo inapropiado de los medios es lo que hace de la Lista de Schindler un ejemplo clásico
de resolver bien un problema que no es el verdadero. En el proceso de atraer el máximo
de atención en el menor tiempo posible, el corredor de bienes raíces lo que hizo fue
ofender y enfurecer al mayor grupo potencial de compradores.
Este caso también es importante porque revela una de las pautas principales que se
asocian con muchos argumentos dudosos. Primero, se concibe una idea apenas pensada
a medias y superficial. En el caso de la agencia de bienes raíces, ésta era la idea de que
sería “gracioso” titular el anuncio Lista de Schindler. Segundo, no se piensa en que los
demás tal vez no vean la ida como la ve uno. La idea inicial genera entonces una acción
necia, en este caso la publicación del anuncio. En seguida los iniciadores se sorprenden
al ver que han producido un escándalo moral en la comunidad. Entonces preparan un
argumento para justificar su acción inicial, con lo cual embrollan más las cosas.
Finalmente los iniciadores actúan como si ellos fueran las víctimas reales de todo el
asunto. Rara vez se les ocurre pensar que la única manera de romper el ciclo es confesar
con franqueza que su idea o sus acciones iniciales fueron un disparate. Mientras esto no
se haga, la necedad crece en forma exponencial, y el resultado es que el problema se
multiplica. Cada solución lo hace crecer y empeorar.
La cadena Popeye’s Chicken (Pollos Popeye) ofrece otro ejemplo que revela la
naturaleza tragicómica de muchos argumentos dudosos y las formulaciones equivocadas
de problemas y acciones a que conducen. Esta cadena se vio obligada a retirar sus
carteles de anuncios que decían: “Las mejores pechugas de California sin cirugía plástica
Este anuncio no les pareció nada gracioso a las muchas mujeres que habían sufrido de
cáncer del pecho y habían tenido que hacerse operar. Joe Scafido, vicepresidente de
marketing de Popeye’s, se sorprendió de que el anuncio hubiera producido tan fuerte
reacción: “Pensamos que no era más que una broma... Sólo buscábamos un toque
humorístico. Muchas personas del sur de California se someten a cirugía plástica"
Aun cuando parezcan teóricos, los errores Tipo I y Tipo II no lo son en absoluto,
pues marcan la diferencia entre el pensamiento crítico y el no crítico. Los que no piensan
en forma crítica tratan de minimizar estos dos tipos de errores, mientras que los que
piensan críticamente se concentran en el error Tipo III antes de enredarse con los de Tipo
Al bajar del tren nos encontramos en una plaza donde había autobuses para llevar a
los visitantes al campo de concentración. En la plaza se destacaba un cartel con el
nombre Dachau impreso en él, un pequeño plano de la población inmediatamente debajo,
y varios avisos comerciales. A cada lado de la palabra Dachau aparecía un arco dorado
de McDonald’s. Al ver esto mi esposa y yo nos quedamos estupefactos.
¿No pensó nadie en las consecuencias de asociar este logotipo tan conocido de una
compañía con uno de los más permanentes símbolos de la perversidad? Obsérvese que
la decisión inicial, deliberada o no, de colocar los arcos dorados en el cartel es un E3. Se
pensó que el problema era: “¿Cómo hacer nuestro logo muy visible?”, y la solución:
"Colocar el logo en lugares destacados”. Esto sí que era una solución para un falso
problema. Justamente porque tales decisiones se toman a menudo sin una deliberación
consciente de su impacto en los demás, es tan importante analizarías.
Los errores Tipo I y Tipo II se refieren a dónde se deben colocar los arcos para
darles máxima visibilidad, de qué tamaño deben ser, y cosas por el estilo. El error Tipo III
se refiere a si los arcos se deben colocar o no en ese cartel. El error Tipo III implica
examinar crítica y deliberadamente el impacto de la decisión en el público, y es la
ausencia de este pensamiento crítico lo que hace tan importante este ejercicio. Por
ejemplo, ¿la decisión de hacer los arcos lo más visibles que fuera posible en todas las
poblaciones de Europa se tomó al más alto nivel de la corporación? ¿No se preocupó
nadie por pensar seriamente que había ciertas ciudades donde era preferible no anunciar
o no tener una presencia tan visible? Probablemente nadie lo sabe con seguridad, pero
tal vez todos podamos aprender algo de esta situación.
Cinco categorías de errores Tipo III ocurren constantemente en todas partes (ver
figura 2-1). Todas son distintas por cuanto cada una identifica un caso particular de
confusión de ideas; pero no son independientes, pues hay mucha duplicación entre ellas.
En efecto, cada una revela un aspecto o dimensión de un problema complejo. Por esta
La figura 2-2 es una lista de amplias categorías, las cuales, según el problema
particular de que se trate, se pueden usar una por una o en combinación para
contrarrestar cada uno de los cinco tipos de E3 que figuran en la lista de la figura 2-1.
Tipo Descripción
2. Seleccionar una serie Escoger muy pocas opciones para resolver el problema; no
demasiado limitada de tener en cuanta un más amplio conjunto de posibilidades.
opciones
4. Fijar límites o alcance Trazar los límites o el alcance del problema es una forma
demasiado estrechos al demasiado estrecha, no ser lo suficientemente incluyente.
problema
Figura 2 - 2 Cinco estrategias para evitar resolver con precisión un problema que no es
el verdadero.
Estrategia Descripción
#1 Escoger bien los interesados
No tomar nunca una decisión ni emprender una acción importante sin
cuestionar por lo menos un supuesto acerca de un interesado crítico;
considerar por lo menos a dos interesados que puedan oponerse a las
decisiones o acciones.
#2 Ampliar las opciones
No aceptar nunca una descripción única de un problema importante; es
vital producir por los menos dos formulaciones distintas de cualquier
problema que se considere importante.
#3 Plantear correctamente el problema
No producir nunca formulaciones de problemas importantes redactadas
en función de variables únicamente técnicas o únicamente humanas;
esforzarse por producir por lo menos una en función de variables
técnicas y una en función de variables humanas.
#4 Ampliar los límites del problema
Yo creo que los supuestos implícitos más probables que la Fundación dio por
sentados eran que el adolescente era el principal interesado y que debido a la tragedia de
una vida cortada en la flor de la edad el mundo sería en extremo tolerante de sus últimos
deseos. Para justificar plenamente la decisión tendría que asumir 1) que los deseos de un
niño desahuciado, por dudosos que sean, se deben satisfacer; 2) que los demás
interesados no opondrán reparo porque compadecen a un niño moribundo, o porque su
compasión contrarresta las dudas morales que puedan abrigar; y 3) que los demás
interesados verán la situación esencialmente lo mismo que la ve la Fundación. Ésta muy
probablemente definía el problema como sigue:
Cómo conceder el deseo de un niño moribundo en la forma más eficaz posible, aun
cuando sea ofensiva para los demás.
Un colega y amigo, Niraj Verma, identificó lo que pudo haber sido el supuesto más
profundo de todos los de la Fundación, y como tal, el que menos probabilidades tenía de
ser expuesto en forma explícita: que virtualmente el adolescente ya había muerto, y por
tanto ya estaba más allá de todo juicio moral. Su deseo debía concederse aun cuando
causara daño a otros.
Con frecuencia uso la historia siguiente para ilustrar esta segunda categoría:
Siempre que cuento esta historia me detengo aquí para preguntar a los miembros de
mi auditorio qué tipo de asesor habrían escogido ellos si estuvieran en el lugar del
administrador del edificio. La respuesta inmediata que dan casi todos es que se debe
acudir a un técnico en ascensores o en edificios. Y en efecto, eso fue lo que hizo el ad-
ministrador.
Durante los años que he venido usando este sencillo ejemplo, muy pocas personas
han recomendado inicialmente un asesor que no sea un experto en construcción de
edificios o en ascensores, sin duda debido en parte a la manera como se les plantea el
problema. La presentación está obviamente parcializada en favor de algún ingeniero o
técnico constructor.
Uno de los inquilinos es un psicólogo que está sorprendido por las quejas
de visitantes y clientes, debido al largo tiempo de espera. Al comparar ese
tiempo con el que corresponde a los edificios vecinos, encuentra que sí es un
poco más largo pero no significativamente. Estudia el problema un poco más y
le aconseja al administrador que instale espejos grandes en el vestíbulo, de
modo que los visitantes y los inquilinos tengan en que ocuparse mientras
esperan los ascensores.
Podemos llevar el concepto de consultoría más lejos aún: ¿En qué condiciones se
debe llamar a un moralista, un abogado, un político, un historiador o un sacerdote o
rabino? Hay que preguntarse qué haría un problema ético, legal, político, histórico o hasta
espiritual. (Discutimos estas posibilidades en un capítulo posterior).
Hay una razón más de fondo para hacer por lo menos dos planteamientos muy
distintos de un problema: para saber si estamos resolviendo bien un problema que no es
el verdadero debemos comparar varios planteamientos. Uno solo es prácticamente una
fórmula para resolver el problema falso, especialmente por causa de la tendencia que
todos tenemos de enamorarnos de nuestras primeras formulaciones de un problema,
considerándolas obvias, naturales, etc. Nada humano es tan bueno o tan perfecto que no
Intel, fabricante de las microfichas Pentium, se vio obligada a recoger todas sus
fichas, después de haberse negado inicialmente a ello, cuando se descubrió que
contenían una falla que afectaba complejos problemas de división.
Intel sostenía que los errores de sus fichas eran en extremo raros, como que sólo
aparecerían una vez cada miles de millones de cálculos; pero como el profesor estaba
realizando miles de millones de cálculos, estaba en una posición perfecta para descubrir
el problema. (Después resultó que el error era más común de lo que Intel reconoció al
principio.)
El profesor alertó a Intel pero recibió una respuesta nada satisfactoria. Entonces hizo
público su hallazgo. Se valió de Internet para alertar a otros y para averiguar si también
habían experimentado la falla. Rápidamente el caso se difundió y otros también
encontraron el error.
Intel se negó a recoger sus fichas, aun cuando los clientes se quejaban
vigorosamente. En efecto, Intel les exigió probar que sus aplicaciones eran
suficientemente críticas para justificar el reemplazo. Desde el punto de vista de relaciones
humanas, fue una táctica infortunada. No habían podido encontrar mejor manera de
hostilizar a la clientela.
La situación se convirtió en una crisis porque IBM, que usaba fichas Pentium en sus
computadores personales, anunció que en adelante no volvería a comprarlas. Ante la
magnitud de la protesta de los clientes, Intel al fin convino en reemplazar todas las fichas
incondicionalmente. Se había creado una pesadilla de relaciones públicas para si misma.
Este caso es modelo de cómo no manejar una crisis. En primer lugar, nunca es
aconsejable hostilizar a los clientes. Por obvio que esto sea, tal vez no lo fue para la
cultura de ingeniería que prevalece en Intel. Los ingenieros pensaban que los clientes
estaban reaccionando emocionalmente y por tanto irracionalmente. Los ingenieros de
Lo más deplorable es que esta historia muestra que Intel, una de las empresas a
quienes más debemos que nos hayan traído a la Edad de los Sistemas, en esta ocasión
no entendió realmente los sistemas. Éstos no se componen únicamente de complejas
tecnologías enlazadas en formas más complejas aún: se componen de interacciones
entre las organizaciones, la gente y las tecnologías. Si bien estas últimas pueden ser
racionales — y esto ya es bastante suponer — las organizaciones y la gente ciertamente
no son completamente racionales.
Este ejemplo muestra claramente que los aspectos científicos o técnicos de los
problemas no se pueden considerar aisladamente. Sobre todo en el mundo de hoy,
también hay que tener en cuenta los aspectos ambientales y morales de un problema.
Los oceanógrafos incurrieron en una de las otras categorías de resolver bien un falso
problema. Definieron como esencialmente científico un problema que tenía también
muchos componentes éticos, ambientales y políticos.
Véase otro ejemplo: recientemente una fuerte crítica impidió a Disney Corporation
erigir un parque de diversiones histórico en las afueras de la ciudad de Washington. Las
objeciones se basaban no sólo en consideraciones ambientales sino también morales y
financieras. El sitio escogido estaba cerca de los sitios donde se dieron algunas de las
batallas más sangrientas de la guerra civil y para muchos el proyecto de Disney era una
profanación de tierra sagrada y consagrada en la cultura norteamericana. También
quedaba cerca de propiedades pertenecientes a algunos de los más ricos terratenientes
del país.
Señor Stevens, en todos los grandes desastres que se han estudiado hasta ahora,
se ha encontrado que toda la estructura administrativa y toda la cultura de una compañía
son causas contribuyentes. Es muy raro que el eslabón final de la cadena, en este caso
el capitán Hazelwood, sea el único responsable. Entonces ¿qué está haciendo Exxon
para examinar qué parte le correspondió a su administración y su cultura, de modo que
no se vuelva a repetir un desastre como éste?
Operaba aquí una perversa variante de la ruleta rusa: cuantas más veces se apunte
uno a la sien con un revólver y salga ileso, tanto más seguro estará si dispara el revólver
una vez mas.
Lo que realmente irritó a los asistentes fue una observación anterior que hizo Steven
muy malhumorado: “¿Qué querían que hiciera Exxon? ¿Que protegiera hasta la última
pulgada de costa de Alaska? Eso es patentemente imposible”. La respuesta a esa
pregunta es, naturalmente, que no. Obsérvese el implícito E o se protege hasta la última
pulgada, o no se protege nada. Los dos extremos no sólo son falsas opciones sino muy
engañosas.
Otro ejemplo es el de los políticos, que constantemente usan esta categoría de E3.
Definen los problemas en forma tal que echan la culpa a sólo una parte de un sistema
complejo. La política, en efecto, ofrece tal vez el supremo ejemplo de resolver con
precisión un problema que no es el verdadero. Considérese este episodio de la campaña
presidencial de 1996 en los Estados Unidos.
El Sr. Dole se presentó a sí mismo como mucho más duro contra el crimen y los
criminales que Bill Clinton. No ofreció ninguna solución nueva a los problemas que descri-
bía y en cambio se dedicó a atacar al Sr. Clinton hasta el punto de culparlo hasta por el
mal estado del tiempo, que esa mañana era frío y destemplado. “Las estaciones están
todas mezcladas — afirmó —. Esto es lo que nos ha traído.
Las ideas de este capítulo se pueden condensar como sigue: 1) lo que no vale la
pena hacer, no vale la pena hacerlo bien; y 2) lo que vale la pena hacer, vale la pena
hacerlo bien.
4. ¿Cómo habría podido ser útil para usted y su organización el empleo de cada
una de las circo maneras de evitar el E3?
CAPÍTULO 3
“Estoy aquí para recordarles a ustedes que el gusto es una cosa muy individual
— dice en un editorial Bob Moore" gerente general de la estación radiodifusora
KLSX, de Los Ángeles —. Lo que es inaceptable para algunas personas no lo es
para otras. Si a ustedes no les gusta lo que oyen, sintonicen otra estación o apaguen
la radio. Infortunadamente un grupo de intereses especiales está tratando de limitar
nuestra libertad de elección...”
Stern explicó que sus comentarios eran en broma, pero varias organizaciones
latinoamericanas de Texas y California expresaron indignación y han tratado de que
las estaciones y los anunciantes lo abandonen.
Uno de los puntos más importantes es que, a medida que las instituciones y las
sociedades se han hecho más complejas, el número de interesados que afectan o
que pueden ser afectados por las decisiones ha aumentado enormemente. Como se
dijo en el capítulo 2, el número de interesados que hay que tener en cuenta es hoy
ilimitado, razón por la cual el término interesado es mucho más amplio y abarca
mucho más que accionista. Los accionistas son apenas una clase importante de
interesados.
La figura 3-2 es un diagrama en forma de árbol que ilustra cómo son pasados
por alto o equivocadamente representados los interesados. También se puede
interpretar como un laberinto o una cueva, a la entrada de la cual está la cuestión, el
problema o la situación a que tenemos que hacer frente. A medida que vamos
entrando más y más en la cueva encontramos una serie de ramas ilustradas por los
diversos niveles de la figura. En cada rama o nivel tenemos que resolver si
seguimos uno u otro camino. Si seguimos un camino llegamos a un resultado
particular; si tomamos el otro camino llegamos a un resultado distinto. Los distintos
caminos (representados por las flechas) se pueden interpretar como las razones del
proceso por el cual tomamos una determinada decisión de seguir uno u otro camino.
Los distintos niveles se pueden interpretar no sólo como los distintos resultados sino
también como diferentes preguntas que debemos contestar a fin de seguir andando.
Esperamos que como resultado de varias decisiones correctas llegaremos al
resultado final, o solución correcta del problema.
2 Conjunto de interesados
ARGUMENTOS IMPLÍCITOS
3 4
5 6 7 8
9 10 11 12
ACCIÓN
JUSTIFICADA
13
Acción
La figura 3-3 muestra que un E3 puede ocurrir por lo menos en cuatro niveles,
como resultado de los argumentos implícitos que hacemos en cada etapa para
reducir el conjunto inicial de interesados, lo mismo que de los argumentos relativos a
si consideramos a lis interesados pertinentes o no pertinentes, parecidos o distintos.
ARGUMENTOS IMPLÍCITOS
E3
E3 Conjunto de interesados
ARGUMENTOS IMPLÍCITOS
3 4
5 6 7 8
9 10 11 12
ACCIÓN NO SE JUSTIFICA
13
La figura 3-3 muestra igualmente que para evitar un E3 debemos considerar por
lo menos un interesado adicional de las casillas 9, 10, 11 y 12. Una de las mejores
maneras de ver esto es considerar ejemplos negativos lo mismo que positivos del
tratamiento de interesados. Cómo los tratemos refleja nuestros supuestos en cuanto
a si son pertinentes, su poder, y si son parecidos a nosotros supuestos que pueden
no ser ciertos. Los siguientes ejemplos revelan la importancia de cuestionar los
supuestos y argumentos implícitos que hacemos en cada etapa de las figuras 3-2 y
3-3 y cómo éstos conducen a cometer o no un E3.
¿Qué tienen en común todos estos ejemplos? Que utilizan los siguientes
argumentos, en su mayoría implícitos, para justificar una idea o un truco para llamar
la atención. La primera parte del argumento, que es casi siempre inconsciente y por
consiguiente no se expresa en forma explícita, es como sigue:
Si se quiere llamar la atención del público y retenerla, hay que hacer algo
(llamémoslo x) que sea audaz o chistoso, etc.; x es la mejor manera de hacerlo.
Lo que nosotros vemos como llamar la atención no ofenderá a los demás; es decir,
que los demás lo verán lo mismo que lo vemos nosotros.
EL NO-PROBLEMA
El hecho de que los demás lo vean lo mismo que nosotros significa que no vamos a
crear un problema; por consiguiente, no hay problema.
Cuando los demás no ven las cosas como las vemos nosotros, entra el tercero
y final argumento del patrón:
¿Por qué es el alboroto? ¿Por qué tanto escándalo? Sólo hemos querido hacer un
chiste, una sátira.
EL PROBLEMA FINAL
Los tres argumentos, y sobre todo los problemas que de ellos se siguen,
representan supuestos básicos, no declarados, acerca de los interesados. Esos
supuestos dan forma y limitan nuestra percepción de los problemas potenciales, a la
vez que justifican las acciones que emprendemos (ver figuras 3-2 y 3-3). Si otros
ven el mundo como lo vemos nosotros, entonces se justifica que nosotros actuemos
en determinada forma (hacer comentarios despectivos, hacer chistes de mal gusto),
y además nuestras acciones no causarán problemas.
Lección número uno: No dar nunca por sentado que los demás verán una
situación como la vemos nosotros.
Narcisismo y E3
Los tres argumentos anteriores son ejemplos perfectos del narcisismo que es
ingrediente fundamental de esta forma de E3. Considérese la historia siguiente:
Hace unos pocos años un loco armado de un fusil automático atacó el patio de una
escuela de Stockton, California. Varios niños quedaron heridos y unos pocos murieron.
Comentando la situación en respuesta a la pregunta de un reportero, específicamente si
se deben prohibir los fusiles de guerra, un amante de dichas armas contestó: "Si se
prohibieran, eso sería un gran inconveniente para mí". Al oír semejante argumento -y es
ya una gran concesión llamarlo un argumento - mi indignación fue grande. En verdad,
indignación es un término demasiado suave para expresar mi reacción. ¿Cómo puede
uno comparar el dolor de un padre o una madre que acaba de perder un hijo con el
"inconveniente" de una amante de las armas de fuego que quiere obtener uno fusil de
ataque de la manera más fácil posible?
Un suelto que apareció en la revista Time en 1995 revela que los argumentos
usados para defender las ofensas hechas a varios interesados se han vuelto tan
comunes y tan generalizados que ya casi se pueden reducir a una fórmula.
1. Sugiera que el problema no está en lo que dijo sino en cómo lo interpretaron los
demás...
3. Explique que sus crueles observaciones no fueron más que una broma...
4. Asegure a las personas a quienes acaba de ofender que en realidad usted las
estima altamente...
Lección número dos: No suponer jamás que lo que se dice a puerta cerrada
va a quedar en secreto.
Nuestros líderes han sido entrenados y más que entrenados para pensar y hablar
como farsantes, pero el arrepentimiento verdadero no es parte de su repertorio, y
justamente por eso es que las disculpas ya no sirven. Es rara una confesión franca, como
la del antiguo presidente de Chrysler, Lee lacocca, quien en respuesta a la acusación de
que los odómetros de los automóviles habían sido retrasados fraudulentamente, declaró:
“Eso ocurrió; no debió haber ocurrido; y no volverá a ocurrir
Nuestra excusa será aceptada por su valor nominal porque a nosotros nos ven bajo
una luz distinta que a todos los demás.
Veamos ahora dos situaciones en que los directivos manejaron problemas que
afectaban a los interesados en una forma que evitó cometer un E3.
Cuando conocí a Walter Von Wartburg, hace diez años, él era jefe de gestión de
Lo conocí en Nueva York en una conferencia sobre gestión de las crisis. Habló
sobre el tema e ilustró su exposición con varios ejemplos de CIBA, de los cuales uno en
particular me llamó la atención porque ilustra su novedosa manera de resolver
problemas. particularmente pertinente aquí puesto que es un excelente ejemplo de
acercarse e incluir a interesados cuyas metas públicamente expresadas son distintas de
las de una organización.
Hace unos años CIBA fue objeto de manifestaciones hostiles por el partido verde
alemán. Dos miembros de ese partido treparon a u chimenea de 180 metros de altura
para desplegar al viento una enorme bandera con un letrero en que se acusaba a CIBA
de estar causando daño al ambiente. Al contar esta historia Walter dijo riendo que la
reacción típica de una corporación habría sido: “El Bandido Rojo al Bandido Azul:
¡Encontrar al enemigo y destruirlo!” Él sabía no sólo cuál era la reacción típica sino
también que generalmente esa reacción es contraproducente, puesto que es hacerle el
juego al “enemigo”. Peor aún, crea enemigos donde antes no los había. Resolvió, pues,
actuar en una forma muy distinta.
El 3 de marzo de 1991 Rodney King fue detenido por exceso de velocidad y fue
horriblemente maltratado por agentes de policía de Los Ángeles. Este incidente
quedó registrado en un video que tomó un transeúnte y que fue reproducido por
todas partes hasta que se convirtió en prueba de la mala conducta de la policía.
Gracias a su extraordinaria habilidad para atender a las necesidades de la comu-
nidad y la gran confianza que tenía en él el departamento, dos semanas después de
la paliza de Rodney King, Mark fue destinado como jefe de cuartel a la jurisdicción
donde ocurrió el caso.
Mark pasó dos años sanando las heridas que dejó ese incidente. Asistió a
incontables reuniones comunitarias, almuerzos y comidas. Se reunía continuamente
con diversos grupos. Nunca defendió la mala conducta de los agentes que
aporrearon a Rodney King ni actuó a la defensiva, sino que escuchó y trabajó
sinceramente para que un episodio como ése no pudiera ocurrir nunca más. Cuando
se retiró para asumir un nuevo destino, como jefe del Cuartel Sur del LAPD, se
ofreció un desayuno en su honor, con asistencia de seiscientos ciudadanos del valle
de San Fernando. Muchos pensaban que se le debía haber nombrado jefe del
LAPD.
Cultivan “interesados fantasmas”, que son los que saben pensar bien las
cosas dentro de la organización y fuera de ella. Éstos les aportan
continuamente ideas nuevas y provocadoras.
Conclusión
Los que son hábiles para incluir una amplia variedad de interesados en la
formulación de problemas importantes se plantean constantemente los siguientes
incómodos interrogantes:
1. Observando las figuras 3-2 y 3-3, ¿qué errores cometen siempre usted y su
organización? ¿Por qué?
Para todo problema humano hay una solución que es sencilla, clara
y equivocada.
— Walter Líppman
1 Número de quejas
MECANISMOS DE RASTREO
COMPARAR
CRITERIOS Y UMBRAL
4 Sí No 5
IMPLEMENTAR IMPLEMENTAR
SUPUESTOS
EN EL EDIFICIO EN EL PÚBLICO
Una vez que se reciben los datos (casilla 1) necesitamos mecanismos apropiados
de rastreo y comparación para determinar si con el tiempo ci número de quejas ha venido
aumentando, si continúa igual o si ha disminuido. (Estos mecanismos están
representados por las flechas de la casilla 1 a la casilla 2, y de la casilla 2 a la casilla 3.)
Obsérvense una vez más todos los pasos que entran en la formulación del
problema, aun antes que tratemos de resolverlo. En efecto, en la figura 4-1 todo es parte
de la formulación del problema.
9 10
ASCENSORES ESPEJOS
11 12 13 14 15 16
17 18 19 20 21 22
Obsérvese, sin embargo, que si colocamos espejos cuadrados (casilla 14) hay una
probabilidad de 90 por ciento de que aumente la satisfacción de los inquilinos del edificio
y sus clientes, un 5 por ciento de probabilidad de que no haya cambio ni mejora, y un 5
por ciento de probabilidad de que la satisfacción disminuya.
También muestra la figura 4-2 que los tres resultados no representan totalmente la
solución; el costo también es un factor. Cualquiera de las recomendaciones de los
asesores técnicos tiene un costo promedio de US$5.000.000, mientras que cualquiera de
las soluciones del psicólogo tiene un costo promedio de US$5.000, o sea una diferencia
muy notable. En otras palabras, el precio de la solución es fundamentalmente parte de
dicha solución.
Un error de Tipo III, o E3, es escoger la rama equivocada del diagrama de árbol en
las figuras 4-1 y 4-2, lo cual en el presente caso significa elegir la solución que cuesta
significativamente más. En otras palabras, E3 pertenece a la elección entre las dos ramas
principales. En términos más precisos, E3 es el error que se asocio. con decir que la
formulación técnica del problema es la correcta, cuando la del psicólogo es en realidad la
más apropiada’. Esto significa que E3 ocurre por lo menos desde la flecha del árbol de
decisión que va de la casilla 6 a la casilla 8 en la figura 4-1.
Por otra parte, los errores de Tipo I y II para este problema se refieren a números
más abajo en el árbol, por ejemplo, la flecha de la casilla ti a la casilla 17 en la figura 4-2.
4. Los números en las últimas ramas del árbol, que representan la eficacia de las
diversas posibles soluciones.
Hace algunos años encontré un estudio que demostraba cómo los estudios de
postgrado tergiversan la percepción del mundo que tiene una persona. A un grupo de
estudiantes avanzados de medicina y a un grupo igual de estudiantes avanzados de
psicología se les mostraron fotografías de niños pequeños y se les pidió que dijeran qué
problemas velan. Los estudiantes de medicina vieron problemas médicos, tales como
célico; los de psicología vieron potenciales dificultades de comportamiento entre las
madres y los niños.
Ninguno de los dos grupos vio los problemas del otro. En consecuencia, ninguno
planteé la posibilidad de que ambos tipos de problemas pudieran estar operando
simultáneamente o que el uno pudiera llevar al otro. Si una persona no puede ver los
problemas asociados con ver el mundo desde la perspectiva de otra persona, entonces
ciertamente no puede ver que esos problemas podrían ser interactivos, por ejemplo,
cuando un tipo de problema lleva a otro.
Aun cuando podría parecer que la definición de los estudiantes de psicología era
humana más bien que técnica, es importante señalar que sí era técnica. Fue planteada
partiendo de la jerga académica impersonal y profesional de su disciplina. En efecto, una
disciplina es siempre un indicio deque lo que sigue probablemente va a ser una
descripción técnica de un problema.
Científica / Técnica
Existencialista Sistémica
Interpersonal / Social
Pero la reducción de tamaño tiene aspectos que interesan a las otras tres
perspectivas. Tiene aspectos interpersonales / sociales puesto que toca con las personas
y las familias que son afectadas. Tiene aspectos sistémicos porque afecta a la comunidad
circundante en que codo negocio está incrustado. Y finalmente tiene profundos aspectos
existenciales porque las víctimas de la reducción del tamaño de la compañía cuestionan
su propio valer, puesto que su sentido de propósito y significado, que en general es
suministrado por su trabajo, ha sido destrozado. Por tanto, no es una exageración decir
que la reducción de tamaño de una compañía impone una crisis espiritual profunda a
aquellos a quienes afecta.
Para evitar un E3 una organización tiene que ver los problemas desde más de una
de las perspectivas de la figura 4-3. Esto a su vez requiere entender el conjunto de
conocimientos asociados con cada perspectiva y una persona de alto nivel capaz de
coordinar y usar esos conocimientos.
El conocimiento existencial concierne a las cuestiones más básicas que cada uno
tiene que resolver por sí mismo: ¿Por qué estoy yo aquí? ¿Cuál es mi propósito? ¿Qué
debo hacer para llevar tina vida satisfactoria?
El conocimiento sistémico tiene que ver con el lugar que nos corresponde en el
amplio contexto del mundo y en el más amplio aún de la historia humana y de todo el
universo. Los interrogantes son: ¿Nuestras acciones e ideas en el contexto pequeño son
válidas en el amplio? ¿Se aplican igualmente a todo el mundo?
Uno de los cargos nuevos más significativos que se han creado en muchas
organizaciones es el de gerente de información. Infortunadamente, dada la importancia
La figura 4-3 nos lleva igualmente a reformular otras disciplinas más establecidas.
Por ejemplo, el director del departamento de relaciones humanas tiene que manejar las
perspectivas interpersonal / social y existencial, y con ello entra a formar parte integrante
del equipo de formulación de problemas de una organización. El director de relaciones
humanas ya no se limita a la función tradicional de relaciones con los empleados.
Además el papel de planeación estratégica tiene que ampliarse para incluir la perspectiva
sistémica sobre problemas que afronta la organización.
Sin embargo, hay otro punto de vista sobre la comida que lleva a una serie de
opciones totalmente distintas. Este punto de vista reformula la comida como un recurso
simbólico o estratégico. Dentro de este modo de ver las cosas, el jefe del castillo razoné
de la manera siguiente:
¿Qué más da que tengamos un saco o dos sacos de trigo? ¿Qué importa que
muramos dos días antes, si la muerte por hambre seguramente va a ocurrir más tarde o
más temprano? Por consiguiente, ¿qué tal que hiciéramos lo impensable y tiráramos uno
de los sacos por encima de la muralla? ¿No seria esto una indicación de que
despreciamos al enemigo y también le demostramos que después de meses de sitio
todavía tenemos tanta comida que nos podemos dar el lujo de desperdiciar un poco? ¿No
desmoralizará esta acción al enemigo hasta el punto que levante el sitio y se marche?
En este problema existe una serie verdadera de opciones sólo cuando producimos
por lo memos dos formulaciones diferentes del problema. Yo no digo que la segunda
formulación sea necesariamente mejor sino que las dos son suficientemente distintas
para que nos puedan dar tina alternativa real. Al examinar las diversas opciones de
resolver problemas, nunca es suficiente ampliarlas dentro de una sola formulación de
dicho problema. Es necesario además producir opciones desde puntos de vista
totalmente distintos. Sólo resultan opciones verdaderas cuando las examinamos bajo
formulaciones muy diferentes.
En la segunda formulación, el jefe del castillo suponía que si tiraba un saco de trigo
por encima de la muralla, el enemigo se desmoralizaría por lo inesperado del acto, pero
no estaba seguro de que así sucedería. No era fácil convencer a los habitantes del
castillo, pero siguió insistiendo: “¿Qué tenemos que perder? O morimos más pronto o
sobrevivimos’. Esta formulación no presupone que “comida es comida y nada más”, sino
que “comida’ tiene también un valor simbólico.
No hay duda de que tirar uno de los sacos de trigo por encima de la muralla es la
más arriesgada de las dos formulaciones; pero, pensándolo bien, ¿lo es en realidad? El
punto es que la evaluación del riesgo, o de cualquier otra variable, no se puede hacer
independientemente de la formulación de un problema.
5. En cuanto sea posible, cuestionar sus supuestos acerca de los interesados claves
invirtiéndolos. Verificar si las soluciones son válidas al invertir los supuestos
sobre los interesados.
3. ¿Qué pueden hacer usted y su organización para ampliar los problemas a que
deben hacer frente?
Ambos grupos tienen razón en cuanto a los posibles efectos de los mensajes que
nos llegan por los medios electrónicos de información. Lo que es bien curioso es que
ambos lados parece que quieren ver el problema sólo en un sector de dichos medios...
Un lado (el conservador) quiere hacernos creer que las expresiones e imágenes
violentas son peligrosas si aparecen en la televisión pero no si se emiten por la radio. El
otro lado (el liberal) trata de persuadirnos deque tales imágenes pueden causar
problemas si provienen de la radio pero no si se propagan por televisión. Es difícil
entender cómo se pueden sostener tales puntos de vista. O las palabras y las imágenes
afectan a la conducta o no la afectan.
Creo que las generaciones futuras no podrán comprender por qué ya a fines del
siglo veinte nuestra sociedad ha destinado tan poco dinero y esfuerzo a cuantificar y
conservar las formas de vida que definen la gloria singular de la Tierra.
Estrictamente hablando, es cierto que no hay una conexión causal directa entre
violencia en cine / televisión y violencia en el mundo real porque en la actual Era de los
Sistemas hay pocas de tales conexiones, si es que las hay, entre dos hechos o
fenómenos aislados, cualesquiera que sean. La industria tiene, pues, razón en cuanto a
la ausencia de causalidad, pero sus razones son erróneas. La industria de cine /
televisión no acierta ni siquiera en cuanto a la correcta perspectiva técnica / científica
sobre el problema.
EL ARGUMENTO ÉTICO
Siempre que la relación (o correlación) entre un fenómeno del mundo real (por
ejemplo, la violencia en la sociedad) y su simulación por una industria (como la de cine/
televisión) sea sustancialmente menos que perfecta, dicha industria está autorizada para
no hacer nada al respecto; en efecto, no debe hacer nada.
Siempre que la relación (o correlación) entre un fenómeno del mundo real (por
ejemplo, la violencia en la sociedad) y su simulación por una industria (como la de cine/
televisión) sea sustancialmente menos que perfecta, no existe ningún problema para la
industria. Para que exista un problema para la industria, tiene que exceder de
determinado umbral.
Desde la perspectiva del análisis ético kantiano, por el contrario, todo el sentido del
Mientras que la perspectiva utilitaria levanta el umbral ético lo más alto posible, la
perspectiva kantiana lo baja lo más posible. Esta última considera el concepto mismo de
un umbral ético absolutamente absurdo. Desde el punto de vista kantiano, no tiene
sentido calcular cuánto mal se puede canjear por el bien. El sólo pensar en esta forma es
inmoral. Ya me imagino lo que contestaría Kant a la versión del argumento ético de la
industria cine / televisión:
Sin embargo, habla algo que no le parecía del todo bien a un miembro del comité,
quien a última hora hizo una pregunta al parecer muy inocente: “¿Se puede saber de qué
negocio se trata?” Otro miembro del comité rebuscó en varias páginas de información
sobre la empresa que solicitaba el préstamo, hasta que al fin descubrió, con gran
sorpresa, que ésta se dedicaba al negocio de pornografía legal (esto es, que no incluía
pornografía infantil ni otros delitos).
¿Qué es lo más inquietante del problema del préstamo? El hecho de que, debido a
la naturaleza del proceso de aprobar préstamos, la rama ética del árbol de decisión
estuvo a punto de pasarse por alto casi totalmente. Fue pura casualidad que una persona
preguntara por la naturaleza del negocio. La cuestión fundamental no debió haberse
dejado al azar. El banco debió aprender por esta experiencia cuán importante es
incorporar preguntas aparentemente inocentes en la discusión de todo préstamo
potencial. Aun cuando un préstamo sea conveniente desde el punto de vista financiero,
puede no convenir debido a la publicidad negativa. ¿Quién va a querer que su compañía
aparezca en la primera plana del Wall Street Journal o se destaque en el noticiero de las
seis como el Banco del Pomo o cualquier otra desagradable designación?
Lo que los directivos discutían equivalía a preguntarse: “¿Cuántos casos más tienen
que ocurrir para que ordenemos retirar el producto de nuestros puntos de venta en todo
el país?” Oyendo esta discusión, el jefe de seguridad exclamó “¡Cómo, que cuántos
casos más tienen que ocurrir! ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Queremos que se sepa que
consideramos siquiera semejante pregunta? Para mí no hay ni la menor duda de que
tenemos que retirar todos esos juguetes inmediatamente”.
Obsérvese que el argumento del director de seguridad tiende a bajar lo más posible
el umbral de la acción ¿tica (retirar los juguetes). Obsérvese igualmente que, estemos o
no de acuerdo con el director de seguridad, plantear tales preguntas críticas no se puede
dejar a la casualidad. Tiene que incorporarse como parte integrante del proceso de
solución de problemas de la organización. En este caso particular el director de seguridad
Conclusión
Me parece que no se podría hacer un resumen mejor de las ideas de este capítulo,
que las palabras sencillas pero profundas de Thomas Moore:
En algún momento durante la década de 1950 el mundo cruzó una gran línea
divisoria: pasó de la era maquinista a la Era de los Sistemas. Si bien en ese entonces
pocos entendieron la importancia de cal transición, hoy todos nos debatimos por
comprenderla y adaptarnos a ella, puesto que afecta a todos los aspectos de nuestra
vida.
Delimitar los problemas, como táctica para resolverlos, estaba bien en la era
maquinista, la era de la revolución industrial, más o menos desde 1700 hasta mediados
de la década de 1950. Entonces los problemas eran generalmente reducidos en el.
alcance y magnitud y la mayor parte de ellos eran independientes unos de otros de modo
que se podían resolver aisladamente. Esto ya no es así; antes bien, en el mundo actual el
pensamiento limitado es tierra abonada para el E3.
BMW se anuncia como lo último en máquinas de condecir; pero sería más exacto
decir lo último en sistemas de conducir porque un moderno BMW no es una simple
Los gerentes todavía piensan que una organización es una máquina cuyas piezas
se pueden apretar o aflojar, “afinar” o aceitar. Esta es la metáfora burocrática básica.
Los japoneses, por el contrario, tienen una visión mucho más amplia de todo el
sistema dentro del cual funcionan sus fábricas. Tienen la costumbre de observar las
fuerzas que amenazan la calidad tanto en el interior como en el exterior, lo cual significa
que vigilan cuidadosamente la calidad de los materiales y partes que les suministran sus
proveedores, además de los procesos dentro de sus instalaciones. Tratan de entender el
proceso fabril de sus abastecedores. Desde el punto de vista de una firma japonesa, la
Esto no quiere decir que las firmas japonesas ni todo el sistema japonés de
manufactura sean superiores en todo. Ninguna sociedad es libre, y por tanto sin
fronteras, en todos los aspectos importantes.
Los japoneses, por ejemplo, están limitados por su cultura, historia y geografía, lo
cual con frecuencia les impide entender otras culturas y tratar con ellas en forma eficaz.
El defecto principal de casi todos los enfoques corrientes del pensamiento sistémico
es que los enfoques mismos son limitados. Son más que todo cognoscitivos e
intelectuales; tratan las dimensiones científicas y técnicas de los problemas. Ven las
organizaciones como sistemas abstractos que simplemente traspasan información,
materias primas o productos terminados entre sus diversas partes o departamentos.
Estos enfoques son en sí defectuosos porque no tienen en cuenta los amplios propósitos
y necesidades de personas y organizaciones. No hacen caso del hecho de que las
personas tienen hondas necesidades emocionales, éticas y hasta espirituales.
Prescinden de las dimensiones interpersonales / sociales y de las existenciales.
Los impulsos emotivos, morales y espirituales se cuentan entre los más fuertes del
ser humano, pese a lo cual casi nunca figuran en la literatura sobre sistemas y
organizaciones; pero ningún método puramente cognoscitivo o intelectual de mejorar las
empresas — en efecto, ninguna idea, por lógica que sea — puede tener éxito a menos
que comprometa hondamente los intereses emocionales, éticos y aun espirituales de los
miembros de la organización.
El pensamiento sistémico
2. Cuanto más deseable parezca una solución propuesta o un argumento, tanto más
se deben cuestionar y más debe uno desconfiar antes de adoptarlos.
La raza humana se ve hoy asediada por una multitud de unidades sociales que
compiten por su lealtad. En virtud de una revolución social sin paralelo, todos somos
potencialmente miembros de muchas agrupaciones familiares o institucionales, a menudo
simultáneamente.
La familia tradicional, clan, aldea, ciudad, estado o aun nación se ven ante retos
antes desconocidos y amenazas a su identidad y su existencia. Las unidades
tradicionales, sociales y económicas se están reemplazando por bloques regionales de
comercio, corporaciones e instituciones multinacionales, alianzas defensivas y demás.
Considérese una vez más el caso de Rodney King, el motorista que fue golpeado
rudamente por la policía de Los Ángeles. A uno de los aspectos más importantes de este
caso no se le ha prestado casi atención: el gran número de videofilmadoras que compra
el público ha convertido a todo ciudadano en un potencial reportero investigador. El
invento y distribución de estas filmadoras permite a todos registrar no sólo escenas de
familia y amigos sino también sucesos que antes sólo estaban al alcance de fotógrafos
profesionales, reporteros de los periódicos, filmadores de documentales, etc. Cómo se
comportaba antes la policía “entre bastidores”, en el relativo confort, seguridad e
intimidad (espacio delimitado) de sus cuarteles o callejuelas desiertas, ya no está exento
del escrutinio público. Los sucesos entre bastidores se han convertido en revelaciones en
las tablas y son hoy tema de los noticieros del mundo entero.
Hoy el mundo está tan interconectado en espacio y tiempo que cualquier suceso
alrededor del mundo puede afectar a otros sucesos en formas que apenas podemos
percibir. El viejo supuesto de un mundo estrictamente limitado en el tiempo y ci espacio
ya no tiene validez. En vista de esta fundamental alteración del espacio y el tiempo
ordinarios, lo mismo que de la incertidumbre en cuanto a cuáles de los millares de
sucesos posibles afectarán a nuestra vida, las organizaciones del mundo, ¿cómo
debemos administrar nuestras instituciones?
Los tres ejemplos siguientes ilustran la falla de no pensar en forma sistémica. Son
también ejemplos notables de E3.
Para que otras instituciones recibieran los fondos, tenían que conocerlos
códigos. Esos códigos los repartía diariamente un solitario correo que iba en moto
por Manhattan desde el banco a las diversas instituciones destinatarias. Uno de los
colegas del asesor había trabado conversación con el correo y después de un corto
tiempo le preguntó por cuánto dinero revelaría los códigos. La respuesta fue US$
100.000.
Si bien a una persona común y corriente ésta le puede parecer una gran suma de
dinero, para el banco era un 0,000002 por ciento aproximadamente del monto anual de
sus transferencias. Dado que el correo ganaba apenas US$22.000 al año, los directivos
del banco habrían considerado absurda la idea de subirle el sueldo a US$100.000
anuales; y sin embargo, la seguridad de una operación de US$1.500 millones diarios
dependía de un eslabón de US$22.000 en el sistema.
El punto es claro: ¿de qué sirve tener el mejor sistema de computadores del mundo
(solución científica / técnica) si puede ser comprometido por un débil eslabón humano en
la cadena (problema social)? Resolver cómo construir el mejor sistema de computadores
del mundo es la solución para un problema que no es el verdadero. El verdadero
problema es cómo diseñar el mejor sistema combinado de computadores y seres
humanos.
AT&T
Hace unos pocos años ocurrió en Nueva York una baja de voltaje debida a una
sobrecarga en el sistema de energía eléctrica de la empresa ConEd. Como la
compañía telefónica AT&T obtiene de ConEd la energía para accionar su sistema de
comunicaciones electrónicas, sufrió una falla. Dos de los sistemas de AT&T son muy
Apenas entró a operar el acumulador, sonó una alarma para alertar a un operario
que debía vigilar la duración del acumulador. Desgraciadamente, en ese momento no
había ningún empleado disponible que oyera la alarma, y cuando al fin hubo quien la
oyera, habían transcurrido seis horas y media y los aviones estaban dando vueltas
peligrosamente en el aire porque los sistemas de computadores para guiarlos a efectuar
un aterrizaje sin peligro no estaban funcionando.
Una vez más, el punto debe estar claro: ¿de qué sirve la mejor tecnología del mundo
si los seres humanos que la manejan no se han tenido en cuenta como factores y parte
integrante del sistema total?
Dow Corning
Los injertos de silicona para el pecho representan apenas 1 por ciento de las
utilidades totales de Dow Corning. Según uno de los métodos convencionales de gestión
del riesgo, el riesgo resultante para el negocio total de la compañía debía haber sido
cuando mucho 0,01 de sus utilidades totales. Sin embargo, la publicidad desfavorable a
que dieron lugar varias demandas entabladas contra Dow Corning por mujeres que
decían haber sufrido enfermedades debidas a dichos injertos, produjo una baja de 22 por
ciento en las utilidades totales. A pesar de que la ciencia convencional no ha podido
demostrar ninguna vinculación sustancial entre los injertos para el pecho y los síntomas
experimentados por las mujeres, los juicios pendientes amenazan hacer quebrar a una de
las compañías más poderosas del mundo, Dow Chemical, que es propietaria del 50 por
ciento de Dow Corning.
Hubo una vez dos compañías, M y S. Las dos empezaron más o menos al mismo
tiempo, tienen historias tempranas equivalentes y estaban organizadas y eran
administradas en forma igual. Con el tiempo, sin embargo, su filosofía empresarial y sus
maneras de operar se hicieron radicalmente distintas.
Durante mucho tiempo, hasta bien avanzado el siglo veinte, esta forma de
administrar un negocio demostró ser excelente para M y para muchas otras compañías
que adoptaron ese modelo. Sin embargo, a partir de 1950 más o menos, algo empezó a
cambiar. Empezaron a aparecer en el mercado burdas y baratas imitaciones de los
productos de M, importadas del extranjero y aun de origen local. Como las primeras eran
tan malas, y como además M había dominado durante tanto tiempo el mercado local, las
desprecié con arrogancia y actué como si pudiera reírse de todo cuanto sus nuevos
competidores pudieran producir. Lo que no vio, y tal vez no podía ver porque la tendencia
tomaba forma lenta e imperceptiblemente, era que esas primera burdas imitaciones eran
apenas la cabeza de puente de una invasión que se venía encima. En lo que pareció un
instante (escasos 10 ó 15 años) las imitaciones se convirtieron en algo más que una
amenaza: se hicieron líderes del mercado por derecho propio.
Durante todo ese tiempo M dormía sobre sus laureles. No destiné el dinero que
debió haber invertido en investigación y desarrollo para sacar nuevos artículos o
mejorarlos existentes, ni tampoco experimenté ni tomó en serio los nuevos modelos de
compañías manufactureras que se estaban ensayando en otros países en codo el
mundo.
Cuando llegó al fin el día en que se vio contra la pared, M reaccionó nerviosamente.
Unidades de negocio fueron recortadas sin discriminación ninguna. Reducción de tamaño
fue la consigna, y a ésta siguieron unos tras otros los diversos sanalotodos de moda en
materia de administración.
Era Sistémica, S. A.
Sin embargo, había algo que inquietaba al gerente general de S, quien presentía,
aun cuando vagamente, que algo andaba mal precisamente porque él no sabía lo que
era. A diferencia del gerente general de PA, observó que ocurrían cosas que él no podía
explicar. Las unidades de negocios, que en teoría debían ser independientes las unas de
las otras, en la práctica no lo eran. Las amenazas a una de ellas afectaba a otras. Las
amenazas a un producto de S se extendían a otros productos de la compañía. Algo
estaba ocurriendo que afectaba a toda S. Lo peor era que lo que estaba ocurriendo
parecía incontrolable.
“¿Somos nosotros las personas idóneas para dirigir a S, si S tiene que cambiar
radicalmente para sobrevivir? Si no lo somos, ¿quiénes lo son? ¿Y qué quiere decir
idóneas?"
A pesar de haber dicho que el programa se suspendería a los seis meses si el grupo
consideraba que no valía la pena, el gerente general ya había resuelto en el
subconsciente que S iba a cambiar de una manera fundamental, y que habría un proceso
de selección para resolver quiénes eran las personas idóneas para dirigir la nueva S. En
suma, no quedarían todos los que constituían su equipo actual. Aun él mismo no estaba
Después de las seis primeras conferencias, el gerente general vio con claridad que
en todo el mundo estaba ocurriendo un cambio estructural destinado a alterar
sustancialmente la manera de conducir los negocios. Aun cuando ninguno de los
conferencistas señaló exactamente qué fuerzas eran las que producían tal cambio, el
gerente general de S consideró que el ejercicio era valiosísimo. En el grupo, en cambio,
esa falta de precisión de los expositores produjo encontradas opiniones. Los que se
oponían al ejercicio dijeron que su valor era escaso puesto que nadie podía precisar lo
que estaba ocurriendo y por qué ocurría. Los que eran partidarios de continuar
sostuvieron que el ejercicio era beneficioso por dos razones: primera, porque les daba
ideas importantes aunque no las pudieran relacionar directamente con sus deberes y
responsabilidades cotidianas. Se sentían enriquecidos por el programa, y esto en sí ya
era valioso. Segunda, el hecho de que ninguno de los expositores pudiera resolver la
cuestión de si estaban ocurriendo cambios significativos capaces de alterar
sustancialmente su negocio era en sí un argumento a favor de continuar con el ejercicio
hasta que la situación se aclarara. ¿Qué se perdía con ello?
Una de las sesiones más significativa ocurrió hacia fines del primer año. El
conferencista les habló de sus experimentos con diversas organizaciones en distintas
industrias que se estaban rediseñando completamente. Les expuso un método por el cual
muchos interesados en una organización podían tomar parte en tal rediseño a fin de
hacerlo continuamente adaptable a cualquier cambio que ocurriera. El método se había
diseñado específicamente para sacar a la superficie los supuestos subconscientes que
una organización da por sabidos respecto a sí misma, a una industria y al ambiente
circundante’. Una vez que los supuestos de una organización se pusieran al descubierto,
los participantes estaban en libertad de cuestionarlos uno por uno. También se les
permitía rediseñar toda la estructura de la organización a fin de que produjeran nuevas
estructuras que no sólo pudieran vivir en los nuevos ambientes que surgieran, sino que
además prosperaran. El expositor señaló que para sacar todo el provecho posible del
método, todas las personas relacionadas con la organización tendrían que volver a los
estudios. Debían adquirir nuevos conocimientos para poder participar completamente en
la reforma de su empresa. También recalcó que los altos dirigentes de la organización
tendrían que tolerar algunas propuestas escandalosas y hasta amenazantes, tales como
la de cambiar todo el sistema de remuneraciones y compensaciones. Por ejemplo,
algunas organizaciones estaban pensando en rebajas generales de sueldos en lugar de
despedir gente en las épocas malas. Afirmó que todos tendrían que aceptar tales ideas,
por violentas que les pudieran parecer, para que el proceso funcionara.
Por encima de todo subrayó el conferencista que el mundo está pasando por una
transición más exactamente una revolución — por lo menos tan profunda como el paso
de la era agrícola a la era industrial. Ahora el mundo pasa de la era maquinista a la era
sistémica. En la era maquinista, en la cual nacieron la gran mayoría de las
organizaciones, incluso S, todo se podía dividir limpiamente en entidades separadas y
autónomas. Los complejos problemas de negocios se podían descomponer en áreas
separadas como diseño de productos, finanzas, operaciones, distribución, etc. En ese
mundo había poco o ningún traslado entre funciones, unidades de negocios o regiones
geográficas. Todo estaba dividido en compartimientos. Sin embargo, todo esto ya es cosa
del pasado si no es que está peligrosamente desconectado con la cambiante naturaleza
del mundo actual, en que todas las cosas se están entrelazando en formas complejas y
misteriosas.
Aunque las dos historias anteriores son caricaturas, las diferencias entre los dos
tipos de organizaciones son reales. Muchos de nuestros gigantes industriales — las GM,
las IBM, las Sears del mundo infortunadamente siguen el modelo de M. Han aplazado
hacer cambios fundamentales hasta que ya es casi demasiado tarde, o se han dedicado
a rápidos remedios de ocasión, como la reducción de tamaño, que no son totalmente
apropiados para la naturaleza de los problemas y los retos a que deben hacer frente.
Los resultados de la reducción de tamaño son sin duda negativos. De nueve a doce
meses después de haber iniciado un importante esfuerzo de reducción de tamaño, la
inmensa mayoría de las organizaciones no están mejor que antes, y algunas hasta están
peor. hay para ello tres razones principales:
Segunda, la gran mayoría de los esfuerzos de este tipo no reducen realmente los
costos. Muchas compañías se han visto obligadas a volver a contratar, a sueldos
significativamente más altos y como asesores, a los que despidieron. Con mucha
frecuencia las personas despedidas poseían información crítica, sin la cual la
organización encontró difícil funcionar.
Todas las políticas de Chaparral Steel están diseñadas para trabajar en armonía a
fin de mejorar toda la compañía como un sistema. La empresa entiende que las
estrategias simplistas, como recortes indiscriminados o reducción de tamaño, pueden
crear peores problemas, y en lugar de apelar a ellas, tiene políticas destinadas a mejorar
el espíritu de trabajo de todos sus empleados. Los despidos de personal son el último
recurso. Lo que se hace más bien es que todos aceptan reducciones de sueldos, y los
altos ejecutivos son los que sufren mayores recortes. El efecto sobre el espíritu de
trabajo, la lealtad y la confianza es increíble. Esta política trae la recompensa de mejorar
la eficiencia de la empresa, lo cual es especialmente necesario en los malos tiempos.
Pero esto no es lo que deseo destacar de esta historia. El punto es cómo Ben logró
que su compañía adoptara la AC. La historia es importante para los que trabajamos en
este campo porque la gente nos pregunta constantemente cómo hacer para lograr que
las empresas que no ven la necesidad de la AC la adopten, de las cuales por desgracia
hay muchas todavía. La historia es más importante aún como ilustración de cómo hay
que hacer aceptar cualquier idea en el mundo moderno.
Lección número seis: No creer que basta convencer de una idea a un sólo
individuo (interesado), por alta que sea suposición en la organización. Una
idea importante se debe hacer aceptar por el mayor número posible de
interesados, pues sólo tendrá éxito si la adopta todo el sistema.
Conclusión
2. ¿Qué vínculos críticos se dejaron por fuera en la definición de cada uno de los
problemas anteriores? ¿Eran íos vínculos omitidos principalmente científico /
técnicos o interpersonales / sociales? ¿Qué se puede hacer para rectificar la
situación en su organización?
Robert B. Reich
La idea en que se basan los almacenes en cadena es sencilla: que más grande es
mejor y que mucho más grande es mucho mejor. En los últimos cuatro años estas
“gigatiendas» han brotado por todo el panorama ex urbano del país, cada una jactándose
de tener cinco canchas de fútbol de espacio de ventas atestado de todo lo que
remotamente se pueda calificar de «electrónico».
Tal vez los administradores de Tandy Corp., de Fon Worth, Texas, debieran haber
puesto atención a otro aforismo: cuanto más grandes, más dura es la caída. Esto
describe más o menos lo que le pasó la semana pasada Tandy, la cual reconoció que el
increíble universo realmente era un increíble fracaso y suspendió operaciones en todas
sus 17 tiendas. Estos cierres, más las pérdidas de las tiendas, sumaron unos US$230
millones y anularon totalmente las utilidades de Tandy para 1996
Revista Time
Las reglas de los negocios han cambiado radicalmente. Si fueran cambios menores
tal vez nos sería más fácil entenderlos y adaptarnos a ellos; pero no son menores y por
eso las viejas reglas han dejado de operar, y los negocios que se sigan rigiendo por ellas
seguramente están empeorando sus problemas. Entender las viejas reglas y por qué ya
no operan es una tarea de Fundamental importancia que emprendimos en el capítulo 6.
Discutimos también los problemas que se presentan cuando aplicamos el pensamiento
limitado de la era maquinista en la actual era de los sistemas, en la cual todo está
interrelacionado. En el presente capítulo se explora otra característica de la era de los
sistemas: la paradoja. Vamos a examinar la extensa penetración de la paradoja lo mismo
que algunas guías pata manejarla.
Una de las formas más interesantes y sutiles de E, tiene que ver con las decisiones
que se relacionan con expansión. Independientemente de que se trate de un negocio
más grande, un producto un mercado o armas nucleares más grandes, “más grande es
mejor” es una paradoja muy importante de la era de los sistemas.
El grave tema de las armas nucleares es, por raro que parezca, uno de los mejores
ejemplos para ayudarnos a entender por qué más grande no es ya mejor en la era de los
sistemas. El control de las armas nucleares es una de las más importantes cuestiones del
Durante más de 45 años se llevó a cabo una pavorosa carrera de armamentos entre
los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética. Aun después de que las dos
superpotencias poseían suficientes armas para destruirse miles de veces la una a la otra,
los arsenales de ambos lados continuaron proliferando a velocidades alarmantes. Cuanto
más luchaba un lado por liberarse del morral abrazo en que estaban enzarzados, más
cada uno se hundía en la pesadilla de un potencial conflicto nuclear que ninguno quería.
Esto era especialmente cierto al hacerse evidente que en una guerra nuclear no habría
ganadores (los buenos), sino sólo perdedores (los malos).
Debido a su devastador poder destructor, las armas nucleares alteraron estas viejas
ecuaciones que gobernaban la guerra entre los hombres. Los misiles de un solo
submarino nuclear igualaron el poder destructivo total de codas las bombas que se
lanzaron durante la Segunda Guerra Mundial. Cinco submarinos habrían bastado para
destruir las 200 ciudades más grandes de la Unión Soviética. Así pues, que tuviéramos
15 submarinos nucleares o 20, no era tan importante como era en los días anteriores ala
era nuclear. Más aún, si el enemigo tenía 10 submarinos nucleares y nosotros 20, ya no
era claro cuál de los dos lados era “superior”. Si los soviets podían esconder los
submarinos en los vastos océanos del mundo, tendrían suficiente poder para destruir
muchas veces a los Estados Unidos.
Una vez que las dos superpotencias llegaron a este nivel de pavorosa capacidad
destructiva, esa capacidad más uno perdió su valor. La situación era análoga al hecho de
que infinito más uno sigue siendo infinito
Por ejemplo, si sólo 200 misiles balísticos intercontinentales eran suficientes para
destruir a cualquiera de los dos lados, y los soviets tenían 10.000 y los Estados Unidos
30.000, los soviets podían verse tentados a dar el primer golpe a fin de acabar con todos
los proyectiles del enemigo, asegurando así su supervivencia y superioridad. Aun cuando
cada lado podía destruir al otro centenares y millares de veces, el lado que tuviera el
menor número de armas nucleares podría tener la tentación de atacar primero y por tanto
prevalecer. Si un primer ataque acababa con la mayor parte de las ciudades ¿qué
Considérese otro ejemplo: a fin de proteger sus proyectiles, era sensato para ambos
lados esconderlos en silos bajo tierra. Además, puesto que un silo que tuviera más
hormigón encima estaba mejor protegido que otro que tuviera menos, era aun mejor
reforzar los silos. Más hormigón se podía ver como mejor que menos, porque significaba
que los misiles estaban mejor protegidos. Por el contrario, menos hormigón significaba
menos protección. Pero aquí la lógica falló otra vez.
Fortalecer los silos produjo el efecto contrarío al que se esperaba. Poner más
hormigón encima de los silos (la solución correcta para un problema que no era el
verdadero) no hizo a ninguno de los lados sentirse más seguro en la creencia de que sus
silos podían resistir un impacto nuclear directo y sobrevivir. Poner más hormigón sólo
llevaba a un aumento de la carrera de armas porque cada lado empezó a colocar
múltiples ojivas en cada misil, lo cual significaba que cada proyectil tenía un poder
destructivo mayor y podía penetrar cualquier silo.
Entender la paradoja
La paradoja es esencial
Por cada argumento que se hiciera sobre las propiedades de las armas nucleares,
las estrategias de usarlas o no usarlas y el control y prevención de la guerra nuclear,
había un argumento contrario igualmente convincente. Por ejemplo, por cada grupo de
expertos respetables que sostenían que más hormigón encima de los silos era una buena
cosa, había otro grupo de expertos igualmente respetables que sostenían lo contrario; es
decir, que menos hormigón era en realidad mejor porque amenazaba menos al enemigo.
Además, los argumentos de cada grupo eran internamente coherentes y plausibles y
estaban respaldados por los datos de que se disponía. Si no estallaba una guerra de
verdad, justamente lo que nadie quería, no había manera de probar quién tenía razón.
Aun una guerra no probaría nada puesto que todos íos que disputaban interpretarían la
situación a su manera, suponiendo que sobrevivieran.
Tipos de paradojas
La gran mayoría de los argumentos que se hacen sobre las armas nucleares y el
control de armamentos caen dentro de uno de los siguientes tipos:
El tipo 2 — más lleva a menos — expresa el hecho de que todas las entidades
obedecen a una ley de rendimientos decrecientes. Una vez que se llega a un
determinado punto (el punto A en la figura 7-1), el tamaño deja de ser una ventaja. Por
ejemplo, un ejército más grande puede ser generalmente superior a uno más pequeño,
pero un ejército más grande tiene más problemas administrativos; es más difícil vestirlo,
alimentarlo y transportarlo. Así, de acuerdo con la paradoja expresada por el tipo 2, en un
punto determinado, posiblemente desconocido, el tamaño se invierte y contradice las
virtudes que una vez poseyó.
A
Superioridad militar
Números de soldados
Este tipo de paradoja se capta muy bien con el concepto de que "nada fracasa tanto
como un éxito abrumador”. El eminente asesor de administración Peter Drucker
A
Superioridad militar
Números de soldados
El que mejor entendió el Tipo 3 — que menos lleva a más — fue el economista, ya
fallecido, E. F. Schumacher. El título de su libro más famoso, Small is Beautiful (Lo
pequeño es hermoso), capta bien esta idea. (Ver curva A-B en la figura 7-2). Como Lo
ilustra la segunda de las citas al comienzo de este capítulo, los ejecutivos de Tandy no
apreciaron esta paradoja.
En el debate sobre control de armamentos, los que argüían que “más lleva a más” y
que "menos lleva a menos” (o que “debilidad lleva a debilidad”) sólo rara vez admitían la
posibilidad de que más llevara a menos o que menos llevara a más. Las líneas alternas
de argumentación, u opciones alternas para resolver problemas, les estaban cerradas. Lo
mismo ocurría con los que sostenían que “más lleva a menos” y que «menos lleva a
más”. Cada uno estaba encerrado en su propio conjunto favorito de categorías,
argumentos u opciones. En consecuencia, cada uno cometía un E3 por no tomar en
cuenta la posición de la contraparte.
Por ejemplo, hay un sentido en que más hormigón sobre los silos es mejor. Una vez
tomada la decisión de tener misiles, es sensato protegerlos. Así, más es mejor (tipo 1), y
Las armas nucleares existen para no usarse. Puesto que no se podían desinventar
científica ni técnicamente, así como no podemos desinventar nuestros conocimientos
sobre el átomo, tenían que reinventarse socialmente. En vista de la conciencia de que no
se podían usar por ninguna de las dos partes sin consecuencias desastrosas para
ambas, cualquiera fuera el que llevara la delantera en la carrera de armamentos o
empezara la guerra, las armas nucleares empezaron a considerarse, no ya como “armas”
sino que se conceptualizaron como "dispositivos”. Esta reclasificación es más que un
juego de palabras. Expresa un cambio fundamental de filosofía que es necesario para
evitar cometer un E3. Reclasiflcar o rebautizar un fenómeno es una de las maneras más
importantes de evitar tal error.
Entender las paradojas inherentes al problema del control de armas nucleares nos
suministra el conocimiento necesario para contrarrestar dos argumentos comunes en
Las dos historias siguientes ilustran respectivamente los peligros para el mundo
actual de no entender la paradoja y los beneficios de que puede disfrutar un negocio que
la entienda y la sepa manejar.
Las compañías que crecen tienen varias características en común. Cuentan con
equipos administrativos experimentados y estables, gastan fuertemente en investigación
En una palabra, una organización si puede crecer, y más grande puede ser mejor,
pero sólo si entiende y maneja cuidadosamente los procesos subyacentes (cultura,
infraestructura, innovación) que llevan a un crecimiento rentable. Crecimiento por sí
mismo y sin un adecuado control administrativo lleva las más de las veces a menos. (Ver
el caso de América Online arriba citado.)
Conclusión
Russell Ackoff ha definido cuatro etapas por las cuales pasan todas las
organizaciones: 1) supervivencia, 2) viabilidad, 3) crecimiento y 4) desarrollo. En la de
supervivencia una empresa principiante tiene que ser sostenida por Fuerzas externas
porque todavía no es suficientemente fuerte para subsistir por sí misma, esto es, las
pérdidas exceden a las ganancias. En viabilidad la organización apenas está arrancando,
apenas ha dejado de perder dinero. Durante el crecimiento está claramente ene1 período
en que más o más grande lleva a más. Desarrollo, por el contrario, significa que la
organización tiene que aprender a hacer más con menos. Ha llegado al punto en que ya
no puede seguir creciendo, o por lo menos no sustancialmente con sus tradicionales
productos, servicios y estructura.
1. Hacer una lista de las principales paradojas que se les presentan a usted y
su organización.
3. Anotar varias maneras en que más grande o más ha llevado a menos. ¿Por
qué?
CAPITULO 8
Los países han permanecido separados justamente porque han existido entre ellos
diferencias fundamentales en cuanto a las maneras de pensar, de sentir...
Es preciso tener en cuenta que no hay nada más difícil de llenar a cabo, ni más
dudoso en sus resultados, ni más, peligroso de manejas que iniciar un nuevo orden de
cosas; pues el reformador encuentra enemigos en todos aquellos que se benefician del
viejo orden ,y apenas tibio, defensores en todos los que se beneficiarían del nuevo orden,
cuando en parte la razón de tal tibieza el temor a sus adversarios, quienes tienen las
leyes de su parte; y en parte la incredulidad de la raza humana, que no cree en nada
nuevo mientras no lo haya experimentado por sí misma.
Nicolás Maquiavelo,
El príncipe
No existen bromuros mágicos que nos preserven de todos los E3. Ser humano es
cometer errores. La sabiduría está en la capacidad de aprender de ellos; espiritualmente,
la capacidad de perdonarlos en nosotros mismos y en los demás.
Aun cuando no hay medios garantizados de evitar tales errores, sí hay maneras de
cuestionar la visión que tiene de sus problemas un individuo, un grupo, una institución o
En el curso de los años mis colegas y yo hemos investigado diversos métodos pata
producir puntos de vista completamente distintos sobre problemas importantes. En este
libro deseo presentar dos de esos métodos. El primero se deriva de una interpretación y
extensión de la psicología de Jung que esboza diversos tipos de personalidad el segundo
es una interpretación especial de la administración estratégica.
Al conocimiento de esos diversos tipos tiende la obra de Carl Jung, psicólogo suizo
que inicialmente fue amigo íntimo de Sigmund Freud y su colega en el trabajo. Este
último lo consideraba como su sucesor oficial. Posteriormente los dos llegaron a
interpretaciones totalmente distintas del psicoanálisis e infortunadamente se volvieron
enemigos irreconciliables.
Cada una de las dimensiones contribuye algo al proceso de toma de decisiones del
individuo. La primera de ellas, insumo de datos (la dimensión horizontal en la figura 8-1),
describe no sólo la clase de datos que algunas personas reciben inicialmente, sino, más
fundamentalmente, lo que ellas consideran como datos. Una vez que la persona ha
recibido los datos, la segunda dimensión, toma de decisiones (la dimensión vertical), se
Los tipos intuitivos (N) son lo contrario. Mientras que íos tipos S descomponen una
situación compleja o un sistema en sus partes componentes, los tipos N sintetizan los
detalles en un todo o en un patrón más amplio. Mientras que sólo los hechos concretos
son reales para un 5, sólo los todos más grandes son reales para un N. Mientras que sólo
lo que ya existe en el presente y se puede medir en función de los sentidos humanos es
real para un 5, el futuro imaginario y las posibilidades hipotéticas son reales para un N.
En otras palabras, las posibilidades en sí son información para los de tipo N. Por ejemplo,
las tecnologías actuales bien conocidas, como el motor de gasolina, son reales para un
S, pero los futuros medios de transporte, como automóviles híbridos de electricidad y
gasolina, son reales para un N.
La dimensión “toma de decisiones” (ver Figura 8-1) está limitada por dos maneras
distintas de llegar a una decisión: pensamiento (T) y sentimiento (F). Cualquiera que sea el
modo de recibir información, y sea lo que sea lo que entendamos por tal, hay dos maneras
opuestas de llegar a una decisión con respecto a dicha información. Si analizamos los
datos de acuerdo con fórmulas y reglas impersonales o lógica abstracta que se suponen
aplicables a todas las personas y todos los problemas en todas las situaciones, somos del
tipo Pensamiento. En cambio, si tomamos las decisiones sobre la base de consideraciones
y sentimientos personales, gustos y aversiones individuales, somos del tipo Sentimiento.
Una vez más hay que decir que ninguno de estos enfoques es mejor que el otro;
sólo son diferentes. Dada la complejidad del mundo, todas las decisiones se pueden
examinar desde ambos puntos de vista, T y E.
En los años transcurridos desde que ocurrió este incidente, lo he usado repetidas
veces en mis clases y talleres para ilustrar las diferencias entre los tipos T y F. La mujer
se horrorizó con la lógica de su marido. Lo que hacía la situación peor aún y más censa
era que ella no podía rebatir a su marido, que era un científico. Sabia instintivamente que
él no tenía razón, pero carecía del vocabulario básico para decir cómo y por qué. No
podía expresar la siguiente réplica, que es la mía, y que seguramente es lo que ella
hubiera querido decir:
Te voy a decir por qué estoy tan indignada. En primer lugar, yo no tengo diez mil
hijos. Aun cuando los tuviera, no estaría dispuesta a sacrificar a ninguno de ellos, como
tuvo que hacerlo la protagonista de la película Sophie’s Choice. En segundo lugar, tú
estás viendo el denominador en esta situación, los diez mil. Yo estoy viendo el
numerador. Sólo tengo dos hijos que son preciosos para mí. Son únicos, los únicos en su
clase. Expresar la situación como lo haces tú, es considerar trivial su humanidad. Tú has
reducido una situación humana a un juego de azar. Eso es intolerable.
La moraleja de esta anécdota no es que los tipos F siempre tengan razón y los tipos
T siempre estén equivocados. En este caso específico T no tenía razón porque no vela
los componentes de sentimiento de la situación. Se podría dar igual número de ejemplos
en que F no tenía razón y en que T no la tenía. Si critico más a los tipos T es porque
éstos son los que predominan en nuestra cultura. Perteneciendo yo mismo a ese tipo y
habiendo vivido entre ellos durante mi educación y mi vida profesional, tengo derecho de
criticar.
La dimensión de orientación hacia sí mismo y hacia el mundo está limitada por dos
tipos distintos y opuestos: Introvertidos (I) y Extravertidos (E).
La dimensión de fuerza, que no viene de Jung sino de los que extendieron sus
ideas, se refiere al hecho deque para algunas personas la dimensión insumo de datos es
más fuerte que la de toma de decisiones, mientras que para otras es todo lo contrario. Si
A un tipo SP (sensorial, perceptivo) siempre le falta un dato por allegar para que se
resuelva al fin a tomar la decisión. Por otra parte, a un tipo NP (intuitivo, perceptivo)
siempre le queda todavía una posibilidad futura por imaginar antes de tomarla decisión.
Los de tipo TJ (pensamiento, juicio) pueden fácilmente tomar decisiones basándose en
consideraciones T únicamente, mientras que los de tipo FJ (sentimiento, juicio) se basan
sólo en consideraciones F para decidir.
Sólo después de que cada grupo ha presentado sus puntos de vista les explicamos
el sistema de Jung y cómo se formaron los grupos. Les explicamos que reunir a los de un
mismo tipo en un grupo acentúa lo que tienen en común — todos hablan el mismo
lenguaje psicológico y por eso tienden a ver el mundo en igual forma — y acentúa las
diferencias entre los distintos tipos. Además, pedirles a los participantes que construyan
algo y que hagan una lista de características les permite ver lo que es más difícil de
observar: la personalidad humana.
Los NT también definen el problema en términos técnicos, pero mientras los ST los
definen partiendo de los conocimientos actuales y descomponen las cosas en pequeñas
partes independientes, los NT piensan en la tecnología del futuro y toman en
consideración sistemas enteros. Sus construcciones no son tan simétricas, indicando que
piensan con entera libertad, e incorporan en ellas objetos que tengan a la mano como
láminas, plumas y demás.
Los de tipo NF también piensan a partir de sistemas totales pero en lugar de pensar
en tecnología se concentran en las personas y en el grupo humano más grande de todos,
la humanidad. Se interesan en cuestiones amplias que afectan a la equidad y la justicia.
Sus construcciones son en general las más asimétricas de codos los grupos, reflejando
su menosprecio casi total de las estructuras tradicionales que estorban e inhiben los
sentimientos.
Lo mismo que los ST, los de tipo SF se interesan en los detalles y las partes, con la
diferencia de que sus unidades de análisis son humanas, no técnicas. Mientras que los
NF se interesan en toda la humanidad, los SF no creen en tales abstracciones. Todo
tiene que retrotraerse a estas unidades, que son las únicas que para ellos tienen
existencia. Sus construcciones también tienden a ser simétricas, reflejando amor y
confianza entre individuos específicos a quienes quieren profundamente. En cambio, los
NF predican armonía, amor y confianza entre toda la humanidad.
Si una empresa no puede formar dos o más grupos distintos de su personal actual
para examinar los problemas desde distintas perspectivas, éste es uno de sus problemas
básicos. Su mayor E3 es pensar que puede resolver los demás problemas sin resolver
antes cómo obtener una mayor diversidad de personalidades en su compañía.
Administración estratégica
• El statu quo
• Cambio moderado
• Cambio sustancial
Hay varias razones para examinar los problemas desde estas cuatro perspectivas.
Como lo indica una de las citas con que se introduce el presente capítulo, Maquiavelo
entendía muy bien que el cambio es una de las cuestiones más difíciles con que tienen
que entenderse los individuos y las organizaciones. Cambiar de política con frecuencia
significa cambiar el estilo de vida de una persona y la estructura de una organización y
nunca se puede tomar a la ligera o darse por sentado. El statu quo, como “un mal
conocido", tiene sus defensores y una infraestructura, la organización, que se diseñé para
promoverlo activamente. Ejerce, pues, mucho atractivo y muchas veces es preferible a lo
desconocido. Aun cuando no sea satisfactorio se puede tolerar; una defensa explícita de
él puede exponer sistemáticamente sus ventajas y sus debilidades.
Al mismo tiempo, hay que considerar con precisión diversos grados de cambio
porque el cambio produce gran ansiedad, temores y resistencia, razón por la cual muchas
veces ni se considera siquiera, o se le da una consideración descuidada y superficial de
modo que se pueda descartar con facilidad.
Al examinar situaciones o problemas con este método, se asigna cada una de las
cuatro perspectivas arriba nombradas a diversos individuos, y a cada grupo se le encarga
analizar y hacer la defensa y formular y enfocar los problemas de la organización desde
la perspectiva particular de política que se le ha asignado.
Una vez que se han visto los cuatro sistemas de creencias en que descansan las
opciones de política, se lleva a cabo una extensa discusión sobre las diferencias de
supuestos que dividen a los grupos. Luego los grupos se vuelven a organizar y ocurre
una nueva competencia. Dada la discusión que ha presenciado el grupo total, la cuestión
viene a ser entonces: ¿Cuál es la mejor opción nueva combinada que recomendaríamos
para nuestra organización, y por qué? En otras palabras, ¿Conociendo ya estas cuatro
maneras diferentes de ver el mundo, se pueden integrar los cuatro puntos de vista en uno
solo que vaya más allá de cualquiera de ellos? ¿O qué es lo mejor que se puede hacer
actualmente? El siguiente ejemplo ilustra una aplicación positiva de este método.
El problema se complica más aún. La Oficina del Censo ha ideado cuatro amplias
estrategias para contrarrestar la deficiencia del recuento. Todas son controvertibles.
Las otras tres estrategias son varias opciones teóricas para calcular el número de
personas que se dejan de censar en la enumeración directa. Las tres difieren en el grado
en que son extremas o radicales para corregir el problema y van desde los métodos más
conservadores hasta los más radicales a la vanguardia de la metodología estadística.
Como es tanto lo que está en juego, los estadísticos se han convencido, no de muy
buen grado, de que levantar un censo no es un problema puramente científico o técnico;
es una mezcla compleja de cuestiones económicas, legales, políticas, científicas, sociales
y técnicas.
Con el propósito de decidir qué método de informar usaría la Oficina del Censo,
Vincent Barabba, Richard O. Mason y yo organizamos una conferencia especial de
planeación9. A las sesiones, que duraron una semana, asistieron cincuenta personas, y
se examinaron y luego se discutieron acaloradamente las cuatro alternativas. De los
asistentes, 35 pertenecían al personal directivo de la Oficina del Censo y 15 eran
usuarios de los servicios de dicha oficina que habían entablado juicio contra ella por no
haber censado a residentes de su lugar o no haber corregido el recuento en forma
satisfactoria para ellos. Se tomó la decisión de incluir a los 15 en la formulación de
estrategias de la oficina justamente porque sus puntos de vista eran diferentes.
A cada uno de los 50 asistentes se le destiné al azar a una de las cuatro opciones
estratégicas y a todos se les pidió que hicieran el mejor alegato posible en favor de la
opción que les tocó. No tenían que creer en la verdad de esa opción sino simplemente
presentar los argumentos para defenderla. Además, a los 15 usuarios se les dijo que la
oficina no esperaba que desistieran de sus demandas cuando terminara la conferencia.
Se les había invitado a participar porque tenían conocimiento práctico del asunto o una
perspectiva crítica de que carecía la oficina. En efecto, se les insté a seguir adelante con
sus demandas pues tenían el poder de obligar a las autoridades a modificar la operación
de la oficina, cosa que ésta no estaba facultada para hacer por sí misma pero que sin
embargo deseaba. En otras palabras, los 15 eran muy importantes justamente porque
sus intereses no eran los mismos.
Lección número siete: Hasta donde sea posible, incluir en una iniciativa de
planeación estratégica a los que se oponen activamente a las políticas de
uno; si no es posible su participación directa, hacer que otra persona
represente su papel en forma razonable, es decir, lo que es razonable desde
el punto de vista de ellos.
Para mostrar una vez más cómo se pueden aplicar las ideas de este capitulo,
consideremos brevemente la cuestión de reducción de tamaño de una empresa desde el
punto de vista de los tipos de Jung.
Los de tipo ST (sensorial, pensante> ven dicha reducción como un medio eficaz de
rebajar costos. De acuerdo con su modo de ser, la definen estricta y únicamente en
términos financieros sin hacer caso de los costos humanos o sociales ni en su definición
ni en su solución del problema. Como es sencilla y clara, una vez que la adoptan como
estrategia, es raro que consideren otras alternativas.
Así pues, si una organización está compuesta por individuos de un solo tipo de
personalidad, su elección de una solución será casi involuntaria; procede sin oposición y
entonces ocurre un E3•
Ralph Kilmann observa que existe una conexión estrecha, si no íntima, entre
problemas y oportunidades. Ambas cosas existen cuando hay un vacío entre nuestros
ideales (lo que quisiéramos alcanzar) y lo que es. Un problema existe cuando no estamos
satisfechos con nuestro estado actual. Una oportunidad existe cuando nuestro estado
actual es satisfactorio pero nos gustaría mejorarlo.
Resolver un problema no significa eliminarlo del todo sino más bien contenerlo
dentro de límites aceptables. Así, las economías democráticas modernas toleran cierto
índice de desempleo dentro de límites aceptables, por ejemplo, un tramo de 2 a 4 por
ciento. Hacer que esa tasa baje significativamente de tal tramo no sólo se considera difícil
sino que puede causar problemas mayores aún.
Disolver un problema significa una cosa muy distinta. Un problema se puede disolver
si se hace menos importante de lo que era antes. Así, el problema puede seguir siendo
tan grande como era antes y no ser susceptible de ser contenido dentro de limites
aceptables, pero visto dentro del marco o sistema más amplio de otros problemas, tal vez
ya no sea suficientemente importante pata resolverlo. Un ejemplo controvertible es la
legalización del consumo de alcohol y aun de drogas. Los niveles de alcoholismo y
drogadicción pueden permanecer iguales que antes, pero una vez que la venta y
distribución se legalicen, el consumo de bebidas alcohólicas y el abuso de las drogas ya
no se consideran como un delito.
¿Qué tiene que ver Jung con todo esto? Ya debe haber quedado en claro que los
diversos tipos de personalidad de Jung insisten en diferentes sentidos del verbo resolver.
Los de tipo ST (sensorial, pensador) por lo regular insisten en el sentido estricto de
solución antes de considerar un problema realmente resuelto. Los de tipo NT (intuitivo,
pensador) son partidarios de disolución y resolución. Los NP (intuitivo, sentimental)
prefieren absolución, disolución y resolución; y en fin, los de tipo SP (sensorial, sensitivo)
son partidarios de absolución, disolución y resolución.
Más importante es que los cuatro extremos de las dimensiones de la figura 8-2 se
pueden combinar, en forma análoga a íos extremos de la figura 8-1, en formas
interminables para aclarar problemas. Así, por ejemplo, la perspectiva interpersonal /
social comprende no sólo cuestiones personales sino también cuestiones éticas y
morales más amplias (sentimientos). Mientras que las investigaciones científico-técnicas
se pueden usar para desarrollar teorías formales de ética, el polo opuesto, interpersonal /
social, atañe a la moral personal de cada individuo. Las perspectivas existencial e
interpersonal / social se pueden combinar para dilucidar una de las áreas más difíciles de
todas:
la estética. Aquí tenemos que tratar con cuestiones de estados de ánimo tanto como
con las cuestiones formales de estética, por ejemplo, lo que le complace a uno mismo y a
los demás.
El punto de la figura 8-2 es que los cuatro extremos de las dimensiones identifican
cuatro perspectivas genéricas y muy distintas sobre los problemas, lo mismo que por lo
menos cuatro tipos distintos de E,. Por ejemplo, una de las mayores formas de este error
es decir que un problema es científico-técnico cuando en realidad es interpersonal-social.
Mostrando las cuatro perspectivas con los cuatro tipos de Jung, vemos más claramente
cómo un tipo dado de personalidad afecta a la perspectiva de una persona y qué tipo de
E, cometerá probablemente esa persona.
Conclusión
¿Podremos llegar a estar totalmente seguros de haber producido por lo menos dos
formulaciones distintas de un problema? Si queremos estar “totalmente seguros” la
respuesta, naturalmente, es que no, pero si sabemos que si usamos una formulación
distinta obtenemos una solución distinta. Una formulación que nos irrite, nos moleste o
nos perturbe es un indicio de que es distinta de nuestra percepción normal. El hecho
deque no haya manera de garantizar absolutamente que siempre podremos producir dos
alternativas diferentes no significa que seamos incapaces de discernir las diferencias. En
todos los casos hacemos lo mejor posible.
5. ¿Qué puede hacer usted para que su organización reconozca las otras
maneras de definir problemas importantes?
“¡Válgame Dios, qué grandioso ser el guardián del sistema de valores del país! —
dijo Steve Race, presidente de Sony Computer Entertainment—pero yo sólo vendo
juegos de vídeo, señora. Responsabilizarme por la moral de los valores del país me
parece un poco excesivo”.
Es posible ser maestro en falsa filosofía — más fácil, en efecto, que ser maestro de
la verdad — porque una falsa filosofía se puede hacer tan simple y coherente como
uno quiera.
George Santayana
Como lo hemos recalcado repetidas veces en la actual era de los sistemas todo está
interconectado. ¿Por qué, pues, tantas personas se aferran al modo de pensar en la era
maquinista? ¿Por qué no se cuestionan rigurosamente los supuestos que cenemos por
axiomas?
• Consenso de expertos
• Modelo de expertos
• Modelos múltiples
• Conflicto
• Razonamiento sistémico
Estas maneras de pensar son tan básicas que saturan rodos los métodos de tornar
Consenso de expertos
Modelo de expertos
Modelos múltiples
Puesto que los modelos múltiples producen varias perspectivas distintas del
Conflicto
Razonamiento sistémico
Obstáculos
El modo sistémico es útil para entender esos obstáculos. No sólo nos permite
entender la naturaleza de éstos sino también cómo interactúan para formar un sistema en
sí mismos. Los obstáculos individuales son poderosos en sí mismos pero se hacen más
poderosos aún cuando forman un sistema que dificulta nuestra comprensión del ambiente
más amplio en que existen todos los problemas.
Una parte principal del ejercicio consistía en determinar quiénes perdían y quiénes
ganaban con la violencia. Si consideramos por ejemplo las industrias de seguridad
industrial, de seguros y otras, se puede sostener que una parte significativa de la
economía se beneficia con la violencia, y sin duda con los temores que despierta
Rara vez tiene uno la oportunidad de ver reunidas las principales racionalizaciones,
o mejor, los principales mecanismos de defensa de toda una industria’. Esta lista acaba
con uno de los mayores mitos que se asocian con las industrias y organizaciones, a
saber, que no son creativas. Este mito no sólo es falso sino también peligroso. Todas las
industrias y las organizaciones son creativas; la cuestión es adónde se dirige esa
creatividad. En el caso de la industria del tabaco, gran parte de su creatividad se
encamina a la elaboración de productos nocivos y un sistema disfuncional de creencias
que justifique dichos productos, tales como sostener que “fumar es un derecho individual
y no existen pruebas irrefutables de que fumar cause cáncer".
La figura 9-1 muestra otra característica significativa del E3: tiene firmes raíces en la
negación. Por esta razón la figura 9-1 es abrumadora. La negación nunca se contenta
con una sola justificación. Si se contentara, no sería tal negación. Por el contrario,
siempre se excede. En algún nivel la mente de un individuo aislado o la mente colectiva
de una institución saben que lo que defienden es obviamente falso. Si bien no existen
fórmulas exactas porque así no es como funciona el subconsciente, el número de
racionalizaciones es un indicio de la fuerza de la negación. También es un indicador de
que a la industria le interesa más dedicar sus energías creativas a negar que a hacer
producciones que no se valgan de la violencia para atraer espectadores y retenerlos.
9. El público quiere violencia, como se ve por los ratings y las entradas de taquilla.
10. Hay una pequeña audiencia de repetición para películas violentas; no todo el
mundo las quiere, pero los que las quieren vuelven en gran número.
13. La violencia no sólo vende sino que gracias a ella conservo mí empleo.
14. La violencia no sólo vende sino que atraviesa bien las barreras culturales.
15. Las drogas y la disolución de los hogares son mayores factores de violencia en la
sociedad que las películas y la televisión.
17. Los espectadores saben que no es más que una fantasía en la pantalla; pueden
diferenciar entre fantasía y realidad.
18. Los padres de familia deben asumir la responsabilidad por o que ven sus hijos.
20. Los niños no deben trasnochar viendo programas para adultos; por tanto, las horas
del día son en sí una protección.
21. Hay una “estética de la violencia” que es parecida a la estética de la danza; por
tanto, es posible ver la violencia en otros términos.
23. La esencia del drama es el conflicto; a veces el drama tiene que ser violento para
elevarlo a mayores alturas.
24. La violencia está más relacionada con la pobreza que con las películas o la
televisión.
28. Violencia se encuentra en toda la literatura universal, como los cuentos de hadas,
los mitos griegos, Shakespeare, la Biblia, los cuentos de Grimm; en efecto, estas
fuentes son mucho más violentas que cuanto se presenta en la televisión o en las
películas.
29. Las películas japonesas son mucho más violentas que las norteamericanas; sin
embargo, la sociedad japonesa no es tan violenta como la norteamericana.
30. Algunos grupos son por naturaleza más violentos que otros; esto no es problema
nuestro.
32. Violencia y deterioro son, en realidad, el curso natural de las cosas; todas las
sociedades parecen deteriorarse y caer en espiral.
33. La falta de disciplina en las escuelas y entre los padres de familia es el principal
factor del aumento de violencia.
34. La audiencia general es muy estúpida para entender situaciones complejas; por
eso nos vemos obligados a apelar a la violencia.
36. Los actores que aparecen con regularidad en películas de acción y aventura ganan
más dinero.
37. La audiencia pide ahora ver a las mujeres en papeles agresivos y violentos para
contrarrestar los papeles estereotipados en que se han presentado en el pasado.
38. La violencia es un tema mayor en todo el arte; ella vence al mal y representa la
lucha perpetua del bien contra el mal.
39. La violencia es parte del arquetipo del guerrero; representa la lucha del héroe y
hasta del antihéroe.
Metafísica de la administración
Administración ética
Todas las cosas humanas tienen un aspecto de administración. William james, uno
de los filósofos más importantes y originales, se acercó mucho a este punto de vista
aunque no llegó del todo a él. Según su teoría del pragmatismo, verdad es lo que
produce una diferencia significativa en los asuntos humanos. Para Churchman y para mí,
verdad es lo que produce una diferencia ética en los asuntos humanos, esto es, lleva a
un mejoramiento de la condición humana. James habla de la diferencia que produce lo
que es verdad, pero no presté atención al proceso que lleva a producir tal efecto.
Además, como tantos otros intelectuales, consideraba que la ciencia era la base del
conocimiento, superior a todas las demás formas de investigación. La ciencia era, pues,
el proceso por el cual llegamos a la verdad. Para Churchman y para mí, en cambio, la
verdad empieza a mostrarse sólo cuando podemos influir de una manera decisiva en los
asuntos humanos.
Séame permitido comparar los dos puntos de vista citando palabras del
Pragmatismo de James:
El E3 no deja de existir una vez que hayamos elegido la solución correcta para la
Una de las pocas intervenciones que conozco, que han tenido éxito en el
tratamiento de serias adicciones, es Alcohólicos Anónimos (AA), aun cuando tampoco
carece de limitaciones. Los Doce Pasos tradicionales de AA se presentan en la figura 9-2.
Digo tradicionales con reservas, pues están destinados a tantas interpretaciones como
personas hay necesitadas de AA. Para que tengan significado y le devuelvan el sentido a
la vida de los adictos, tiene que haber un proceso administrativo por el cual esos pasos
se reinterpreten continuamente a fin de que sigan siendo aplicables a la vida del adicto.
1. Reconocimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestra vida se habla
vuelto inmanejable.
2. Llegamos a creer que un Poder más grande que nosotros nos podía volver a la
cordura.
5. Confesamos ante Dios, ante nosotros mismos y ante los demás seres humanos la
naturaleza exacta de nuestras faltas
8. Hicimos una lista de todas las personas a quienes hemos hecho daño y resolvimos
darles satisfacciones a todas.
11. Por la oración y la meditación buscamos mejorar nuestra relación consciente con
Dios tal corno lo entendemos, suplicando solamente el conocimiento de su
voluntad para nosotros y la capacidad de cumplirla.
Los Doce Pasos de AA, además de ser un sistema general de administración con el
fin específico de tratar serias adicciones, constituyen también un sistema administrativo
muy especial cuya característica más saliente es su énfasis en la espiritualidad. El
supuesto fundamental de AA es que la enfermedad de que adolece el adicto es una
pérdida de significado y propósito. En suma, el problema básico del adicto es un vacío
espiritual, y de ahí el énfasis constante en Dios o en un Poder Superior a uno a lo largo
de todos los doce pasos. Esto no quiere decir que sólo haya una interpretación correcta
de Dios o del Poder Superior. Una de las más importantes características de AA es la
libertad que otorga a cada individuo para interpretar ese Poder a su manera. En efecto,
AA es una religión sin sacerdotes oficiales, una terapia sin terapeutas oficiales.
Los Doce Pasos están gobernados por un énfasis constante en hacer un inventario
moral o evaluación ética con respecto a todos los interesados a quienes uno ha hecho
daño en e’ pasado por causa de una adicción al alcohol, a las drogas, el juego, las armas
de fuego, el poder, o lo que sea. El sistema se caracteriza igualmente por su énfasis
constante en la acción, esto es, la implementación ética, a fin de tratar al adicto y el
sistema social que lo rodea. Aun cuando no son perfectos, como no lo es ningún sistema
de administración, los Doce Pasos son una importante combinación de ética,
implementación y espiritualidad.
Este último imperativo descansa en la idea de que las empresas no pueden ser
competitivas, ni aun en el sentido económico tradicional, cuando sus empleados y su alta
administración carecen de salud emocional.
Puesto que la gran mayoría de las organizaciones actuales son muy disfuncionales,
yo creo, como creen otros, que AA debe extenderse a las organizaciones. Como los
alcohólicos, muchas personas en las organizaciones de la actualidad muestran conductas
parecidas a las que se encuentran en las familias disfuncionales: negación; falsedad;
procesos defectuosos de razonamiento; abuso psicológico, físico y sexual, etc. Por esta
razón muchas organizaciones, tal vez la mayoría, no pueden cambiar sólo con programas
racionales o cognoscitivos. Necesitan programas de honda recuperación parecidos a los
de AA. Dicho brevemente, un postulado fundamental de administración espiritual es que
las organizaciones, como los individuos, necesitan estar en programas continuos y
permanentes de tratamiento y recuperación. Los intereses existenciales, la espiritualidad
y la recuperación son centrales para una organización, no marginales ni secundarios.
Conclusión
Al fin y al cabo, yo creo firmemente que una definición defectuosa retarda seriamente
nuestra capacidad para resolver problemas importantes. Por ejemplo, la trillada expresión
1. ¿Cuál de las cinco maneras de pensar descritas en este capitulo adoptan siempre
usted y su organización? ¿Por qué?
2. Hacer una lista de los obstáculos que les impiden a usted ya su organización definir
los problemas. ¿Cómo se pueden vencer esos obstáculos?
3. ¿Cómo se podrían aplicar a su organización los principios de AA, uno por uno o en
combinación?